Cada año, en todo el mundo mueren casi 10 millones de
niños menores de cinco años, ocurriendo la gran mayoría
de estos fallecimientos en los países en vías de desarrollo. Setenta por ciento de los casos se deben a infecciones respiratorias agudas, enfermedades diarreicas, malaria, sarampión, desnutrición, o alguna combinación de éstas. En 1992, la OMS y el Fondo para la Niñez de las Naciones Unidas (UNICEF) desarrollaron la estrategia denominada Atención Integrada a las Enfermedades Prevalentes de la Infancia (AIEPI), con el objetivo de reducir la mortalidad y morbilidad asociadas a las principales causas de enfermedad infantil. Para cumplir con su cometido, la AIEPI ha desarrollado conjuntos de normas genéricas para tratar las enfermedades infantiles en todos los niveles de atención, desde el hogar hasta una clínica o un hospital. Por lo tanto, cada país puede adaptar las normas a su propia situación específica. En el Sudeste Asiático se está llevando a cabo un estudio para conocer la cifra y los resultados de los casos de niños con enfermedades graves que hayan sido referidos a un hospital por una unidad de atención básica (consultorios rurales/ puestos de salud). Los objetivos del estudio son determinar: ■ el porcentaje de niños menores de cinco años
observados en unidades de atención básica que son
referidos de urgencia a hospitales por personal de salud, aplicando las normas de la AIEPI; ■ el porcentaje de niños referidos por personal de salud
que lograron acceder a un hospital;
■ el porcentaje de esos niños que necesitan ser admitidos
de acuerdo con la opinión de un médico del hospital;
■ los factores que impiden el acceso a la atención a
niños que, de acuerdo con el personal de salud de una
unidad básica, necesitan ser referidos urgentemente a un hospital. Los investigadores han optado por un diseño de estudio prospectivo para supervisar el acceso de niños referidos a hospitales, e identificar los factores que facilitan o impiden dicho acceso. Además de recopilar datos cuantitativos sobre las derivaciones y admisiones a partir de los registros de unidades de atención básica, los investigadores planean entrevistar a las personas a cargo del cuidado de los niños que son referidos al hospital. Se considera que esto les proporcionará importante información adicional sobre el acceso a los hospitales y sus resultados. Los investigadores reconocen que el hecho de dejar para después estas entrevistas durante la progresión de las enfermedades de los niños, podría ocasionar un recuerdo sesgado –en quienes están a cargo de su cuidado– con respecto al acceso a la atención hospitalaria. Por lo tanto, se les entrevistará brevemente en la unidad de atención básica para preguntarles lo que entienden sobre atención hospitalaria, o bien cuál ha sido su experiencia a este respecto. Sin embargo, para evitar interferir con el acceso de aquellos niños que necesitan atención urgente, los investigadores planean realizar visitas de seguimiento en sus hogares para entrevistar más a fondo a quienes los cuidan. Estas entrevistas se realizarán a los cuidadores de aquellos niños que no han tenido todavía acceso a un hospital tres días después de haber sido referidos, y se les ofrecerá ayuda para que puedan ser ingresados a una institución hospitalaria. En el caso de niños que hayan accedido a un hospital en un plazo de dos días después de haber sido referidos, se realizarán visitas a sus hogares y se entrevistará a quienes están encargados de cuidarlos, en las dos semanas posteriores a su primera visita al centro de salud.