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FORMACIÓN PARA LA MISIÓN DE

VERANO
FEDERAL 2019
INFANCIA Y ADOLESCENCIA
MISIONERA.

ENCUENTRO N°1

TEMA: EL ANUNCIO Y EL SÍ DE MARÍA.

OBJETIVO: Aprender de María, a dar una respuesta concreta y responsable.

AMBIENTACIÓN: Hacer un rincón con la imagen de María. Prender una vela y


alrededor de ella varias tarjetas de invitación.

ORACIÓN INICIAL: Nos ponemos en la presencia de Jesús en el nombre del Padre…


del hijo y del Espíritu Santo. Ponemos en tu corazón Madre, todas las intenciones que
traemos hoy, la ponemos en tu presencia. Amén. Dios te Salve María…

MOTIVACIÓN:

Vemos un video en donde se le aparece el ángel Gabriel a María, anunciándole que


iba a ser Madre.

DESARROLLO:

ILUMINACIÓN: Lucas. 1, 26-38.

REFLEXIÓN PERSONAL:

¿Qué sucedió en el relato?, ¿Qué habrá sentido María al escuchar de la voz del
ángel, que iba a ser mamá?, ¿Si recibiera una invitación inesperada . ¿Cómo me
sentiría yo?.

ACTIVIDAD:
Nos separamos en grupos y compartimos las siguientes citas del Christus Vivit.
43. En el corazón de la Iglesia resplandece María. Ella es el gran modelo para una
Iglesia joven, que quiere seguir a Cristo con frescura y docilidad. Cuando era muy
joven, recibió el anuncio del ángel y no se privó de hacer preguntas (cf. Lc 1,34). Pero
tenía un alma disponible y dijo: «Aquí está la servidora del Señor» (Lc 1,38).

44. «Siempre llama la atención la fuerza del “sí” de María joven. La fuerza de ese
“hágase” que le dijo al ángel. Fue una cosa distinta a una aceptación pasiva o
resignada. Fue algo distinto a un “sí” como diciendo: bueno, vamos a probar a ver qué
pasa. María no conocía esa expresión: vamos a ver qué pasa. Era decidida, supo de
qué se trataba y dijo “sí”, sin vueltas. Fue algo más, fue algo distinto. Fue el “sí” de
quien quiere comprometerse y el que quiere arriesgar, de quien quiere apostarlo todo,
sin más seguridad que la certeza de saber que era portadora de una promesa. Y yo
pregunto a cada uno de ustedes. ¿Se sienten portadores de una promesa? ¿Qué
promesa tengo en el corazón para llevar adelante? María tendría, sin dudas, una
misión difícil, pero las dificultades no eran una razón para decir “no”. Seguro que
tendría complicaciones, pero no serían las mismas complicaciones que se producen
cuando la cobardía nos paraliza por no tener todo claro o asegurado de antemano.
¡María no compró un seguro de vida! ¡María se la jugó y por eso es fuerte, por eso es
una influencer, es la influencer de Dios! El “sí” y las ganas de servir fueron más fuertes
que las dudas y las dificultades».

45. Fue la mujer fuerte del “sí”, que sostiene y acompaña, cobija y abraza. Ella es la
gran custodia de la esperanza […]. De ella aprendemos a decir “sí” en la testaruda
paciencia y creatividad de aquellos que no se achican y vuelven a comenzar»[19].

PREGUNTAS:

1) Se sienten como María ¿portadores de una promesa? ¿qué promesas


podemos llevar a la comunidad de misión?

2) ¿Cómo María, frente a qué situaciones que nos encontramos durante la misión
debemos decir HÁGASE? En algunas ocasiones son momentos, que nos
cuestan atravesar, pero sabemos que no estamos solos, ELLA camina a
nuestro lado. Su sí nos mueve, moviliza, interpela.

Por ejemplo: En la visita a los enfermos.. HÁGASE

En los hermanos necesitados… HÁGASE

En las personas solas…HÁGASE

3) El papa Francisco dice que María es la influencer de Dios. Si tuvieran que


hacer un perfil de Face, Instagram, Twitter como la definirían.? Se puede
plasmar en un afiche o cartulina.
ORACIÓN FINAL: Se puede hacer fotocopia de la oración y hacerla todos juntos.

Virgen y Madre María,


tú que, movida por el Espíritu,
acogiste al Verbo de la vida
en la profundidad de tu humilde fe,
totalmente entregada al Eterno,
ayúdanos a decir nuestro «sí»
ante la urgencia, más imperiosa que nunca,
de hacer resonar la Buena Noticia de Jesús.
 
Tú, llena de la presencia de Cristo,
llevaste la alegría a Juan el Bautista,
haciéndolo exultar en el seno de su madre.
Tú, estremecida de gozo,
cantaste las maravillas del Señor.
Tú, que estuviste plantada ante la cruz
con una fe inquebrantable
y recibiste el alegre consuelo de la resurrección,
recogiste a los discípulos en la espera del Espíritu
para que naciera la Iglesia evangelizadora.
 
Consíguenos ahora un nuevo ardor de resucitados
para llevar a todos el Evangelio de la vida
que vence a la muerte.
Danos la santa audacia de buscar nuevos caminos
para que llegue a todos
el don de la belleza que no se apaga.
Tú, Virgen de la escucha y la contemplación,
madre del amor, esposa de las bodas eternas,
intercede por la Iglesia, de la cual eres el icono purísimo,
para que ella nunca se encierre ni se detenga
en su pasión por instaurar el Reino.
 
Estrella de la nueva evangelización,
ayúdanos a resplandecer en el testimonio de la comunión,
del servicio, de la fe ardiente y generosa,
de la justicia y el amor a los pobres,
para que la alegría del Evangelio
llegue hasta los confines de la tierra
y ninguna periferia se prive de su luz.
 
Madre del Evangelio viviente,
manantial de alegría para los pequeños,
ruega por nosotros.
Amén. Aleluya.
ENCUENTRO N° 2

TEMA: MARÍA PRESENCIA, CERCANÍA Y PRONTITUD

OBJETIVOS: Profundizar sobre el Misterio de la Visitación

Sensibilizar sobre la presencia, el vínculo y la audacia evangélica de


María

AMBIENTACIÓN:

Sobre una mesa, armar un altar, La Palabra, colocar una imagen de la Virgen María,
velas, jarra transparente llena de agua y algunos vasos de vidrio, palabras escritas en
señales recogidas por el camino (confianza, audacia evangélica, presencia, vínculo,
prontitud)

MOTIVACIÓN:

Comenzaremos el encuentro con la siguiente dinámica… se buscará un lugar donde


podamos realizar un recorrido (aunque sea breve), en el camino iremos encontrando
palabras escritas en carteles a modo de flecha: confianza, audacia evangélica,
presencia, vínculo, prontitud. Las iremos recogiendo. Tener presente que este
recorrido deberá terminar en donde realizaremos el encuentro y donde quedará
formado nuestro altar.

DESARROLLO

Realizar dinámica del Camino. Al llegar colocamos en el altar las palabras antes
mencionadas, de modo que queden visibles. Rezamos juntos la oración

ORACIÓN INICIAL:

Bendita sea la Virgen María


entre las mujeres,
bendito su Hijo
y bendito, sobre todo, sea Dios,
nuestro Padre,
fuente de toda gracia y bendición.
Cuando María visitó a su prima Isabel
le llevó la presencia de Jesús
y fue fuente de gozo para ella.
Cada vez que encontramos a
nuestros hermanos y hermanas,
podemos llevarles también nosotros
la presencia de Jesucristo
e iluminarlos con el esplendor de su gozo.
Dios y Padre nuestro,
danos la misma gracia que diste
a Isabel en la Visitación.
Te lo pedimos
en nombre del amor que tienes a tu Hijo
y en memoria de su amada Madre, por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
ILUMINACIÓN: Lucas 1:39-46

Reflexión: Por medio de María, el Dios-con-nosotros sale al encuentro de Isabel y


comienza a visitar a la humanidad. Se inicia la primera jornada misionera. Y todo el
mundo se llena de alegría. Ante su presencia todos cambian: Isabel comienza a
profetizar, Juan Bautista salta de alegría en el vientre de su madre. María canta las
maravillas del Dios. Y es que cuando amanece Dios en la vida, amanecemos nosotros
los hombres. Unos vasos con diversos niveles de agua nos cuestionan nuestra
apertura y la acogida de Dios en la vida.

Pero el verdadero mensaje de María misionera es su propia vida: su sencillez, su


humildad, su docilidad, su disponibilidad y su fidelidad a toda prueba, en una palabra

Abandonar la idea de María como una mujer silenciosa, temerosa, que no se


involucra.

TODO LO CONTRARIO. Resaltar las virtudes/señales que recogimos en el camino

Confianza: sí gratuito e incondicional a Dios y a su plan de salvación sobre los


hombres, de una vez para siempre y en cada acontecimiento y situación, por duro que
fuera, incluido el de ver morir a su Hijo en una cruz. María es mujer de Fe.

Prontitud: Dice el pasaje evangélico que María después de recibir el anuncio, sale sin
demora…

Audacia evangélica: María no se pone a juntar provisiones, a realizar anuncios, a


esperar tiempos mejores, incluso ya embarazada, María sale

Presencia y Vínculo: María no se queda a mirar su propia realidad, María es


presencia cercana, no balconea la vida de Isabel. María camina, recorre distancias,
María toca, María abraza, María se pone al servicio. María se interesa, se preocupa,
se ocupa, se involucra. María es vinculo.

Luego de reflexionar sobre estos puntos… TRAER NUESTRA VIDA DIARIA,


NUESTRA VIDA EN TIEMPOS DE MISIÓN ESPECÍFICA.

Buscamos la comodidad. El relax. El descanso. Estoy preocupado por compartir con


amigos. No me interesa demasiado la vida de las personas, o quizá sí… pero pienso
que nada se puede solucionar.

ACTIVIDAD:

MOMENTO 1: TRABAJO PERSONAL

Orar con La Palabra – Dejar que el texto me hable –

Responder:

Mirando mi propia vida, con sinceridad, y poniendo los ojos en Ella, María modelo de
misionera ( sus virtudes y acciones: confianza, audacia evangélica, presencia, vínculo,
prontitud) que actitudes puedo reconocer en mi que no están en consonancia o en
sintonía con Ella?

Que actitudes y acciones debo cambiar?

MOMENTO 2:

TRABAJO GRUPAL

En pequeños grupos compartimos lo reflexionado en el MOMENTO 1.

ORACIÓN FINAL:

Oración espontánea, de acción de gracias, entregando a María lo reflexionado y


trabajado. Invitarlos a ir expresándolo. Ir realizando el gesto de la jarra. Una jarra llena
capaz de llenar a otros con la abundancia de su agua (Agua es María, nosotros los
vasos, dejarnos influenciar por María, pedir su presencia y auxilio). Pedirle que
interceda por nosotros, para vivir confiados en Dios, en su presencia y compañía, en
su fidelidad. Que nos ayude a ser presencia, vinculo y audaces para trasmitir La
Buena Nueva.
ENCUENTRO N°3

TEMA: MARÍA MADRE Y MEDIANERA DE TODA GRACIA

OBJETIVOS: RECONOCER A MARÍA COMO MADRE Y MEDIANERA DE TODA


GRACIA.

AMBIENTACIÓN: Preparar un altarcito con la imagen de María en el


centro, mantel blanco, jarras transparentes y copas de plásticos (1
para cada participante), velas .

MOTIVACIÓN: Miramos el video de Hna Glenda, ahí tienes a tu


Madre, https://www.youtube.com/watch?v=xlyWzdAXMZU o
escuchamos la canción de Maxi Larghi Se llama María
https://www.youtube.com/watch?v=AbFYaWjpcZY

Compartimos con el compañero de al lado las siguientes preguntitas:


¿reconozco a maría como mi madre? ¿recurro a ella? ¿En qué momentos?

ILUMINACIÓN: JN 2, 1-11

Tres días más tarde se celebraba una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús
estaba allí. También fue invitado Jesús a la boda con sus discípulos. Sucedió que se
terminó el vino preparado para la boda, y se quedaron sin vino. Entonces la madre de
Jesús le dijo: «No tienen vino.»  Jesús le respondió: «Mujer, a ti y a Mí ¿qué? Aún no
ha llegado mi hora.» Pero su madre dijo a los sirvientes: «Hagan lo que El les diga.»
Había allí seis recipientes de piedra, de los que usan los judíos para sus
purificaciones, de unos cien litros de capacidad cada uno. Jesús dijo: «Llenen de agua
esos recipientes.» Y los llenaron hasta el borde. «Saquen ahora, les dijo, y llévenle al
mayordomo.» Y ellos se lo llevaron. Después de probar el agua convertida en vino, el
mayordomo llamó al novio, pues no sabía de dónde provenía, a pesar de que lo
sabían los sirvientes que habían sacado el agua.  Y le dijo: «Todo el mundo sirve al
principio el vino mejor, y cuando ya todos han bebido bastante, les dan el de menos
calidad; pero tú has dejado el mejor vino para el final.» Esta señal milagrosa fue la
primera, y Jesús la hizo en Caná de Galilea. Así manifestó su gloria y sus discípulos
creyeron en El.

REFLEXIÓN:

El texto de la Palabra de Dios subraya la presencia de María, la madre de Jesús en la


celebración de la boda. Es la figura en cierto modo protagonista de lo que se viviría
allí. Seguramente para Juan la presencia de María en su vida debe haber sido muy
significativa ya que vivió los últimos años de su vida junto a ella, luego de que Jesús la
dejara a su cuidado.
María no estaba como una invitada más. La suya fue una presencia activa, atenta a lo
que faltara. Como madre, como mujer de Dios, seguramente notó el ir y venir
angustiado de los sirvientes; había que anunciarle al dueño de la fiesta que las
provisiones de vino se habían acabado, cosa que ni los invitados ni el mismo Jesús
había notado. María sale al encuentro, sabe que el único que puede remedir la
situación era su hijo.
Sin muchas palabras, María expone la situación: “no tienen vino”. No se pierde
en explicaciones, sino que simplemente le muestra lo que pasa. Aunque la
respuesta de Jesús no era muy alentadora, ella permanece y no se desanima. Es
posible que para Jesús no fuera su hora, pero cuando se trataba de ayudar a
otro, acontece. María simplemente actúa, ayuda a preparar al resto y con 3
palabras confía la situación a Jesús. Allí María pronuncia una de las frases más
bellas: “hagan todo lo que Él les diga”. Ahora todo depende de Jesús, ella ya
hizo su parte. Esa frase hace que Jesús adelante su hora.
Las tinajas están repletas y hasta el borde se pronuncia el milagro. Cuando se trata de
las cosas del reino hay que darlo todo y sin medida. Si aquella gente hubiera sabido lo
que estaba por pasar, hasta hubieran llenado con agua la lata donde toman los pollos.
Iba a haber buen vino y la fiesta podía continuar. El dueño de casa se encuentra
extrañado porque algo raro estaba pasando : ¿cómo se iba a dejar para el final el
mejor vino? A partir del “no tienen vino” y del “hagan lo que Él les diga”, a partir de la
presencia de María que siguen acompañando la fiesta de la fe, también a nosotros
viene a multiplicarnos el vino.

GESTO: Cada participante deberá tomar del altarcito una copa, la cuál deberá tener el
nombre de un misionero, por el cual deberá rezar, durante este tiempo de preparación
a la misión.

NOS SEPARAMOS EN DOS GRUPOS Y TRABAJAMOS LOS SIGUIENTES TEXTOS


CON SUS RESPECTIVAS ACTIVIDADES.

MARÍA, MUESTRA A SU HIJO

Juan Pablo II decía sobre este regalo que nos hace Jesús como medianera de toda
gracia. La mediación de María está íntimamente unido a su maternidad, a su ser
Madre de Dios y posee un carácter específicamente materno que la distingue de las
demás criaturas. Por ser la madre de Dios y de todas las cosas creadas, María se
distingue. La mediación materna de María no hace sombra a la única y perfecta
mediación que es la de Cristo. Jesús nos revela el rostro paterno y materno del Padre.
María no viene a hacer sombra ni a intentar ocupar un lugar. Como veíamos en el
texto de hoy, María mira, se da cuenta, interviene y desaparece.
San Pablo en Tim 2, dice que hay un solo Dios y un solo mediador entre los hombres,
Cristo Jesús que se entregó a sí mismo como rescate por todos. Por eso la misión
maternal de María para con los hombres de ninguna manera disminuye ni hace
sombra a la única mediación de Cristo. Esto nos ayuda a ubicarnos con respecto a lo
que la palabra de Dios nos quiere regalar. María lejos de ser un obstáculo pone de
relieve su fecundidad y su eficacia. Dios quiso valerse también de María para
mostrarnos cuánto amor de Dios por los hombres. Hoy queremos descubrir la
presencia de María y su mediación en nuestra vida.
“A Cristo por María” “La enseñanza del Concilio Vaticano II presenta la verdad
sobre la mediación de María como una participación de esta única fuente que es
la mediación de Cristo mismo. Leemos al respecto: « La Iglesia no duda en
confesar esta función subordinada de María, la experimenta continuamente y la
recomienda a la piedad de los fieles, para que, apoyados en esta protección
maternal, se unan con mayor intimidad al Mediador y Salvador ». (98)  María es
madre y sólo busca mostrar a su Hijo, el Salvador.
La iglesia no duda en atribuír a María esta misión subordinada a Cristo: “Si ella fue la
primera en experimentar en sí misma los efectos sobrenaturales de esta única
mediación —ya en la anunciación había sido saludada como « llena de gracia »—
entonces es necesario decir, que por esta plenitud de gracia y de vida sobrenatural,
estaba particularmente predispuesta a la cooperación con Cristo, único mediador de la
salvación humana. Y tal cooperación es precisamente esta mediación subordinada a la
mediación de Cristo” dice Juan Pablo II.
Cuando estamos en dificultad a la primera que acudimos es a nuestra mamá. María
como madre también nos invita a acercarnos y nos lleva a Jesús.

ACTIVIDAD 1: leer el texto y compartir lo que quedó resonando en el corazón.

ACTIVIDAD 2: a imagen de maría que es medianera entre jesús y nosotros, sus


hijos, ¿cómo debe ser nuestra oración como misioneros?. colocar en un corazón
de cartulina cada una de las expresiones de manera que de maría lleguen a jesús,
tal como está en el ejemplo del anexo.

“HAGAN TODO LO QUE ÉL LES DIGA”

En esta parte del evangelio de San Juan acontecen 7 milagros de Jesús. Hoy quiere
manifestarnos que las realidades antiguas han sido reemplazadas por nuevas. Frente
a la incapacidad de sanar lo profundo del corazón del hombre, el vino nuevo es Jesús
que viene a hacer nuevas todas las cosas y darnos un sabor especial: el de la gracia,
el de la vida de Dios.
El texto nos habla “Al tercer día”, seguramente también nos indique ese tiempo
nuevo en el que Cristo cambia el agua de las purificaciones rituales por el vino
nuevo de la boda. Ese tiempo supondrá la muerte y resurrección de Jesús, al
tercer día.
María no solamente es mujer observadora, sino que es la conciencia de la nueva
situación de la humanidad: algo viejo que necesita renovación y
sobreabundancia. María da pie a que se inaugure este tiempo nuevo. “¿Qué
tenemos que ver nosotros? mi hora no ha llegado ahora” dice Jesús. Es la hora
de pasar de este mundo al Padre, la hora de la cruz.
“Hagan lo que Él les diga”. Es donde queremos poner la mirada. María no conoce los
planes de su Hijo pero afirma que hay que estar preparados para seguir cualquier
indicación suya. En este contexto de la alianza, la frase de María a los sirvientes es
significativa porque hace alusión a lo que en el libro del Éxodo había pronunciado el
pueblo de Israel “haremos cuanto dice el Señor”. Que nosotros también podamos
poner estas palabras en nuestra boca: “haremos lo que dice el Señor”.
Las tinajas de agua de los ritos de purificación también merecen que prestemos
atención. Eran 6, de piedra y tenían 100 litros cada una. Eran enormes. 6 simboliza lo
incompleto; la piedra nos recuerda la profesiía de Ezequiel “arrancaré su corazón de
piedra y les daré uno de carne”.

ACTIVIDAD 1: leer el texto y compartir lo que quedó resonando en el corazón.

ACTIVIDAD 2: escribir dentro de la copita momentos, situaciones, actitudes que


necesitamos como misioneros renovar con este vino nuevo. En el centro de un afiche se
escribirá “haremos lo que dice el señor” y las copitas serán pegadas alrededor.

ACTIVIDAD 3: compartir entre los grupos lo trabajado, las resonancias de los textos, las
actitudes de maría que debemos como misioneros incorporar.
ORACIÓN FINAL:

ORACIÓN POR LAS MISIONES

Padre de bondad,
Tú que eres rico en amor y misericordia,
que nos enviaste a tu Hijo Jesús
para nuestra salvación,
escucha a tu Iglesia misionera.
Que todos los bautizados
sepamos responder al llamado de Jesús:
"Vayan y hagan que todos los pueblos
sean mis discípulos".
Fortalece con el fuego de tu Espíritu
a todos los misioneros,
que en tu nombre anuncian
la Buena Nueva del Reino.
María, Madre de la Iglesia
y Estrella de la Evangelización,
acompáñanos y concédenos
el don de la perseverancia
en nuestro compromiso misionero. Amén

ANEXOS:
ENCUENTRO N°4:

TEMA: LA CRUZ, SIGNO DE LA ENTREGA FECUNDA EN LA


CONFIADA
MISIÓN

MARÍA A LOS PIES DE LA CRUZ

OBJETIVO: comprender que la entrega amorosa de Jesús en la


cruz es una fuente de Vida para el mundo, y que en ella está el
centro de la misión de Cristo, y que por tanto toda acción
misionera es fecunda cuando se deja atravesar por la entrega y la
renuncia amorosa de los discípulos misioneros.

AMBIENTACIÓN: Una cruz grande, y alguna imagen de María a


sus pies.
HUMILDE
DESARROLLO:

MOTIVACIÓN: escuchamos juntos la canción “A tanto amor”, de Metanoia. Si hay


medios disponibles, también se puede mirar el video de Youtube, siguiendo este link:
https://www.youtube.com/watch?v=oVjMaIArTIY. Invitamos a los misioneros a
quedarse con alguna expresión, o alguna imagen del video clip. Podemos luego
compartirlas.

ORACIÓN INICIAL: Invocamos al Espíritu Santo. Leemos la Palabra: Juan 19, 25-27.
Podemos ir haciendo oración de eco a partir del texto proclamado. Luego proponemos
a cada uno un momento de silencio en el que podamos hacernos, de modo personal,
esta pregunta:

¿Qué renuncias contemplamos en el corazón de Jesús y de María, en este momento


culmen de la obra de la salvación?

(Esta pregunta podemos entregárselas por escrito en alguna tarjeta, para que sea mas
fácil la oración).

REFLEXIÓN:

(Para este momento, es importante contar con una cruz grande, que presida el
encuentro. Podemos invitar a los participantes a mirar la cruz, y desde ahí ir
desarrollando la reflexión).

Jesús es el enviado del Padre para realizar la salvación. Porque es enviado, es


misionero. La misión de redimir a la humanidad Jesús la realizó con toda su vida: con
su encarnación, su nacimiento en Belén, su vida oculta durante muchos años en
Nazaret, su predicación, sus milagros… Todo ello es obra salvífica de Dios en el
mundo. Pero el centro de la misión de Jesús lo constituye su entrega hasta el extremo
en la cruz y su resurrección de entre los muertos. Podríamos decir que el momento de
mayor impotencia, vulnerabilidad y debilidad de Jesús, constituye a su vez el acto de
mayor fecundidad misionera. En el silencio aparentemente oscuro de la hora de la
muerte, y en el desgarrador grito del crucificado que experimenta el abandono de Dios
pero que a la vez pone en Él su confianza, en ese momento se pronuncia la Palabra
más luminosa y reveladora de toda la historia: Dios ha amado a los suyos y los ha
levantado de la muerte para otorgarles la Vida en abundancia. Desde esta Hora, la
vida misionera de la Iglesia no tendrá ya su centro en el éxito mundano, sino en la
entrega silenciosa, muchas veces atravesada por el dolor, en el que los discípulos
misioneros aman hasta renunciar a sí mismos.

Miremos la cruz, en su misma forma hay como dos movimientos: en su aspecto


vertical, la cruz marca un descenso, es decir, un movimiento que va desde lo alto
hacia la tierra, que podríamos considerarlo como una invitación que surge desde la
cruz a recibir una presencia que viene desde Dios. Por otro lado, este aspecto vertical
puede ser también un ascenso, es decir, un movimiento que va desde la tierra hacia lo
alto, que lo podríamos considerar como una invitación a vivir hacia Dios o para Dios.
Y por otro lado, en su dimensión horizontal, podemos ver un movimiento que abraza a
todos, como si desde la cruz brotara una invitación a vivir para los demás.

DESDE DIOS

CON LOS OTROS

PARA DIOS

Estos tres rasgos (ser desde Dios, para Dios y con los otros), son los distintivos más
propios de la persona y la misión de Jesús, tal como aparecen en toda su vida, y sobre
todo en su muerte y Resurrección.

Desde Dios: Jesús tiene plena conciencia de que todo lo que Él es y hace es un don
que viene del Padre. Todo lo ha recibido como un regalo. Él Padre lo ha amado desde
toda la eternidad y en ese amor lo ha engendrado. Por eso Jesús vive en una
receptividad constante del amor del Padre. También nosotros estamos llamados a
entrar en esta conciencia de que el Padre es la fuente de nuestro ser, y todo nos viene
regalado desde Él.

Para Dios: porque todo es un regalo que viene del Padre, Jesús vive en una continua
actitud de gratitud. Por eso su vida no es para sí mismo. No está encerrado en sí, en
una vida egoísta y autorreferencial, sino que todo lo dona al Padre en una respuesta
agradecida a su Amor infinito. Por eso el Hijo es pura apertura: recepción del amor que
viene del Padre, y entrega amorosa hacia Él. Este es el sentido fundamental de la cruz
de Jesús: se dona plenamente, sin reservarse nada, porque ha sido infinitamente
amado. Sólo qui9en se sabe amado puede ofrecer como regalo su propia vida a Dios.
También nosotros somos llamados a vivir la misión como una respuesta de amor, al
amor infinito y primero de Dios.

Con los otros: En esta entrega que Jesús hace de su propia vida, el movimiento no es
sólo hacia el Padre, sino también hacia toda la humanidad. El amor al Padre implica
para Él, y también para nosotros, abrazar toda la vida, y todas las vidas de nuestros
hermanos.

ACTIVIDAD:

A partir de la contemplación del misterio del amor del Señor expresado en la cruz, en
la cual se realiza la acción misionera más grande de la historia, nos preguntamos en
grupos: ¿Qué consecuencias prácticas se derivan del estilo del amor de Jesús para
nuestra misión? Hacer como un listado de actitudes concretas que debemos encarnar
para vivir la misión al estilo de la del Señor.

Puesta en común. Hacemos entre todos un solo listado de actitudes para la misión, a
partir de los trabajos en grupos.

ORACIÓN FINAL: Volvemos a repasar las actitudes misioneras que hemos discernido
en el encuentro. Y ahora, en modo de oración espontánea, vamos pidiendo a Jesús la
gracia de poder encarnar cada una de ellas.

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