¿Quieres ser esa persona con la que pueda compartir el resto de mi existencia sin necesidad de probar otras pieles, más que la tuya, suave y pecosa, que tibia y húmeda se acerca a mi cuerpo, recostados ambos en mi lecho? ¿Quieres hacerme olvidar que tengo un pasado, ácido y tormentoso, que no para de reprocharme por los errores que he cometido, y que no deja de perseguirme, con las imágenes parpadeantes de algunos ojos llorando tras la ausencia de mi amor, y más aún, de mis ojos llorando tras la insuficiencia de cariño tras varias noches de pasión consumada e inútil? ¿Quieres tomar un poco del café que preparo, cada mañana, mientras abrazada a mi intentas convencerme de que aún tenemos un poco de tiempo antes de partir al empleo, para platicar o para volver a amarnos como lo hicimos por la noche? ¿Quieres compartir las aventuras de mi alma libre, que entiende que ésta palabra no significa hacer lo que quiera, sino hacer aquello que me haga sentirme bien, y a gusto, y que por tanto es delimitada por tu nombre? ¿Quieres que mire tus ojos grises al despertar de mi profundo sueño, mientras estiras tus elegantes brazos sin descubrirte de esa sábana con la que te tapé entre la oscuridad de la madrugada? ¿Quieres que mis manos se enreden por siempre en tus rizos de fuego que no quema, mientras lees entretenida algún libro de Filosofía y de vez en cuando me besas haciendo quedar mi mente en blanco? ¿Quieres mi caricia inquieta por tu cintura, tan discreta como puede ser, en un centro comercial de esos que tanto te gusta visitar o fuera de tu casa junto a la lámpara descompuesta, cómplice mía, que me permite besarte sin que tus vecinos puedan vernos? ¿Quieres ser por siempre, el último pensamiento en mis noches y el primero que llegue a mi desequilibrada mente en mis mañanas? ¿Quieres ser esa que en un futuro [cercano o lejano] cuide de un inquieto niño que, travieso juegue football en el patio de una gran casa, y que se acerque a ti y te diga "mamá" para después darte un beso cariñoso y un abrazo cálido? ¿Quieres ser esa que cada noche, tan ardiente, tan bella y tan tierna, me abrace con su fuego, dejándome exhausta y con ganas de no hacer otra cosa que no sea amarla, besarla hasta que nuestros labios sangren, y abrazarla para quedarme con su olor por el resto del día siguiente? ¿Quieres ser mi consuelo vespertino, cuando sienta que el mundo se derrumba por que no puedo cambiar el hecho de que las personas arreglen su vida y dejen de juzgar la mía, como si yo fuera una asesina o una ladrona? ¿Quieres ser ese motivo por el cual yo cambie esos aspectos negativos de mi, que sé que a veces me arrastran a un círculo vicioso? ¿Quieres ser mi confidente, mi cómplice, mi amiga, mi amante, mi motivo, mi luz, mi noche, mi día, mi romance taciturno, mi nueva aventura de cada noche, todas las mujeres del mundo reunidas en una sola, mi melancólico recuerdo el día que las cosas no marchen bien del todo, mi droga, mi alcohol, y mi caja de cigarrillos? ¿Quieres ser mi medicina y mi veneno? ¿Quieres ser el resplandor del sol, el eclipse de luna, mis libros de poesía, mi música clásica, mi coartada perfecta, mi esperanza perdida y el brillo de mis ojos azules? ¿Quieres ser mi todo, Lena? ¿Quieres ser el amor de mi vida? Entonces sígueme besando así, atrapando mi labio inferior en tu boca pequeña, abrazando mi cintura con tu mano derecha, y acariciando con la otra mi mejilla. Sigue mirando mis ojos, y haciéndome soñar que no soy nada de lo malo que dicen de mi. Sigue haciéndome pensar que he cambiado, y que eres la persona que necesitaba para sentirme llena de nuevo. Sigue asegurándome con esa mirada dulce que te quedarás a mi lado después de ésta tormenta de recuerdos y dolores. Y ahora solo respóndeme algo, antes de despedirte y salir rumbo a tu casa, ya vestida y ya llena de mi: ¿Quieres ser el amor de mi vida?