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Las Lagrimas
Derramar lá grimas puede ser ocasió n para liberar una gran cantidad de energías
indeseables y tensió n emocional, especialmente si se emplea la capacidad de
excreció n etérica recientemente adquirida. Transmita a las lá grimas todo aquello
que pretenda eliminar.
Ser capaz de llorar ( ¡ a voluntad, si es posible! ) es una herramienta valiosa en la
senda de la auto-transformació n. Permite limpiar con profundiad el corazó n. Si es
el tipo de personas que no puede llorar nunca, es recomendable que se esfuerce
por recobrar esta habilidad. Ha que probar cualquier truco que se le pueda ocurrir,
desde pelar cebollas hasta los métodos má s sostificado del arte dramá tico.
Por otra parte, si es el tipo de persona que llora demasiado, puede ocurrir que al
liberar má s a través de las lá grimas ya no necesite llorar tanto. Es decir, al
aumentar la calidad de llanto tal vez se reduzca su cantidad...
Gracias por permitirme manifestar John. Les envío un abrazo de luz,
Llorar las lágrimas no derramadas:
En el proceso de curación lo importante es ir a nuestro ritmo, confiando en nuestra voz interior. Habrá
que ir incorporado las nuevas experiencias conforme se vivan, pues demasiados cambios a la vez pueden
fragmentarnos, darnos miedo y paralizarnos.
Hay periodos de transición, en los que los viejos patrones no han desaparecido, y los nuevos no se han
formado ni estabilizado. La mente puede rebelarse y resistirse al cambio, y esto trae como resultado el
sentirse peor. Esta sensación puede prolongarse, dependiendo de qué tan sólidamente estén enraízadas en
nuestro interior las viejas actitudes y de qué tan conscientemente reforcemos los nuevos patrones.
Este período de transición toma tiempo, y para ser duradero necesita fortalecerse a través de la práctica:
Si no aplicamos lo que sabemos estaremos desperdiciando la energía (la gasolina de nuestro tanque) y se
irá minando la voluntad. Sólo la práctica ayuda a mantener el "Puedo", y el "Yo sé cómo".
Hay cuatro formas en las que podemos ayudar a disolver los antiguos patrones de pensamiento y conducta
para hacernos más flexibles y llenarnos de energía:
Desde que nacemos desarrollamos estrategias tanto para satisfacer nuestras necesidades físicas y
psicológicas, como para manejar el dolor y el sufrimiento por no lograr satisfacerlas del todo. Sin
embargo a veces negamos ese dolor, le impedimos expresarse y literalmente nos tragamos las
lágrimas. Sólo llorando liberamos la energía atrapada en el cuerpo y la mente.
El miedo al rechazo nos impide comunicamos verbalmente, y nos quedamos con mensajes sin
expresar en nuestras múltiples relaciones.
Esta falta de comunicación forma bloqueos que necesitan salir a través de la expresión oral,
corporal, artística o imaginativa.
Los sentimientos (enojo, culpa, miedo, etc.) pueden ser negados como una forma de
sobrevivencia, pero es necesario externarlos adecuadamente, caer en cuenta que no son "negativos" y
luego vivirlos sin culpa, para que pueda fluir esa energía atrapada y pueda crearse un espacio donde
existe la posibilidad del perdón.
Para que la energía de las polaridades encuentre su equilibrio debemos reconocer o afirmar su
existencia, sin juicio ni condena. Esto quiere decir, asumir nuestras cualidades tanto "positivas" como
"negativas", lo que nos gusta y lo que nos disgusta, nuestra luz y nuestra sombra... Aceptar nuestro niño
interno y nuestro adolescente, con todas sus partes vulnerables, inseguridades y necesidades, etc. Y
después dialogar con todas ellas y escoger libremente qué parte queremos pensar o expresar en un
determinado momento.
Hay varios métodos y herramientas que sirven de apoyo al desarrollo del proceso de curación. Mi voz
interior me dirá cuál es el bueno para mí.
A través del proceso curativo, es importante cultivar el "yo testigo". Este observa lo que está pasando
pero no juzga: sólo observa, sin identificarse ni con los pensamientos, ni con las emociones, ni con los
gustos, ni con las sensaciones.
Esta actitud de observación puede practicarse en cualquier momento de nuestra vida, y su primer efecto es
el de sentimos liberados: siento miedo, observo mi miedo, veo su contorno claramente, me doy cuenta de
que el miedo no soy yo, que se encuentra fuera de mí; que yo estoy libre de ese miedo. ..
El "yo testigo" es Ia parte de mi que puede observar cualquier contenido de mi mente sin quedar atrapado;
la que me ayuda a monitorear mi progreso, a reconocer el siguiente paso y a reforzar Ios nuevos patrones.