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La violencia juvenil que se presenta en los diferentes barrios marginales de

Colombia o las mal llamadas pandillas es un fenómeno social permanente e ilimitado que
pone en jaque la seguridad de los pobladores de una comunidad, esto se debe a que estos
diferentes grupos de muchachos se enfrentan entre si reclamando un territorio, un control
de la venta de drogas y en algunos casos extorsionando la comunidad. Es de resaltar que
este fenómeno viene en crecimiento en nuestro país debido a la falta de educación y las
pocas oportunidades de trabajo que los diferentes tipos de gobiernos neoliberales les han
ofrecido a estos jóvenes, quienes, al no tener una fuente de ingreso para sus familias,
tienden a errar tomando este tipo de decisiones.
Al analizar podemos observar que entre estos grupos se busca obtener el poder unos
sobre otros y demostrar así quienes son los mejores, muy parecido al sistema de desarrollo
capitalista donde el que tiene el poder es el que ejerce el dominio sobre la población más
vulnerable beneficiando más a unos que a otros, en este caso y según la problemática los
más fuertes dominan sobre los más débiles.
Cabe resaltar que la mayoría de los jóvenes que forman parte de estas pandillas,
viene de familias de bajos recursos donde experimentaron abusos, maltratos, carencias
económicas, discriminación y abandono, muchos al crecer rodeados de este tipo de
situaciones optan por buscar un lugar donde se sientan protegidos y respaldados, donde los
hagan sentir importantes.  Por ello terminan involucrándose en estos grupos conflictivos
donde además de agredirse, llegan a vender y consumir sustancias alucinógenas, hurtar,
matar e incluso terminar acabando con su propia vida. 
Sin embargo, es de resaltar el interés que los jóvenes muestran cuando el estado, el
municipio u otra persona ajena a una institucionalidad, quiere ayudarlos en pos de una
mejor manera de vivir; y es que la disposición que han demostrado estos jóvenes nos lleva
pensar que esa no es la vida que ellos desearon vivir si no las que el modelo de desarrollo
capitalista les ofreció, pues es este sistema de gobierno que poca atención ha prestado a las
problemáticas sociales a las que se ven enfrentados nuestros niños, adolescentes y jóvenes
de nuestra nación.
Para finalizar es importante tener en cuenta que estos jóvenes integrantes de estas
pandillas, son seres humanos con emociones al igual que cualquier otra persona ellos
también sonríen, lloran, gritan, juegan, cantan etc. Y muchas veces nosotros como
ciudadanos cometemos el error de demonizar a estos jóvenes y alejarnos de ellos, no
teniendo en cuenta que muchas veces estos muchachos necesitan de alguien que los oriente,
que les den un consejo, que les hagan saber las cosas que son malas para la sociedad y sí,
pueda que ellos no cuenten muchas veces con la ayuda del estado, pero que al menos
cuenten con la ayuda y el respaldo de la comunidad, si se logran estos tipos de
acercamientos entre comunidad y pandillas podemos lograr construir un mejor futuro para
nuestras familias y nuestro país.

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