Informe de la percepción e identificación de los conceptos
La educación ciudadana es la formación para la democracia, se analiza la cuestión de qué es
esta forma de vida en una perspectiva general y qué es en la concepción constitucional mexicana; en otros términos, se identifican algunas bases jurídicas o normativas de la vida social que deben orientarla a la democracia, ello con el fin de afirmar que es necesario formular y destacar una perspectiva educativa en la acción social dentro y fuera de la escuela que promueva los valores democráticos.
Con base en el vínculo jurídico entre educación y democracia se precisa el sentido
que esta última tiene como origen y meta de la educación en una sociedad de derechos y se afirma que es una responsabilidad colectiva que ha de entenderse bajo la denominación de educación ciudadana. Una formación de ciudadanos en valores sociales como lo son la participación y responsabilidad para que logren una convivencia sana con los demás individuos y desarrollen comportamientos solidarios hacia su comunidad.
La vida cotidiana, la conducción de las sociedades y el diseño del futuro no
garantizan el bienestar humano. Se necesita atenderla de una manera renovadora, porque la sociedad necesita de ciudadanos que sean conscientes de los valores que deben de practicar para ser capaces de vivir en una sociedad pacífica y sana, en donde siempre haya justicia, se demuestre la ética en las acciones cotidianas y el respeto a los derechos humanos en una sociedad democrática, en donde las opiniones de cada ciudadano sean respetadas y tomadas en cuenta.
Existe un tipo de educación ciudadana que se estructura fuera de la escuela y
depende de la acción del gobierno, de la actividad económica, de la vida familiar y en general del conjunto de arreglos culturales no puestos en el currículo escolar. Se va fortaleciendo, porque realmente esta convivencia se empieza desde la casa y la cultura social y en la escuela sólo se fortalece cada día.
La educación ciudadana se trata de una naturaleza ética, debido a que forma un
punto de partida para las relaciones sociales, para la acción social, a saber, la dignidad de todo hombre, en conjunto de sus derechos y las expresiones de éstos en cuestiones sociales porque desde el hogar formamos nuestra ética y de ahí partimos para aplicarla en nuestro entorno conforme a la moral de la sociedad.
A la escuela le toca promover la adquisición de actitudes y los valores que
constituyen la democracia social sin que estén separados en la pedagogía y en las experiencias de aprendizaje, es decir, llevar a cabo el proceso de fomentar valores a los alumnos en conjunto con los padres de familia, enseñar a los alumnos a llevar una convivencia sana para así en alguna situación problemática, logren tomar acuerdos en conjunto, y no se creen problemas.
Ha de considerarse a la democracia no solamente como una estructura jurídica y un
régimen político, sino como un sistema de vida fundado en el constante mejoramiento económico, social y cultural del pueblo. Esta democracia debe de tratar de fomentar una cultura que estimule la participación cívica y ética, así como el respeto de los derechos, las diferencias culturales, etc. Es esencial que en la educación se promueva el conocimiento de los principios de la democracia, tanto como sus valores, su evolución, creando que el alumno active sus habilidades críticas y destrezas para participar y se empiece a involucrar en asuntos públicos.
La formación ciudadana consiste en fomentar en los niños valores que contribuyan a
mejorar la convivencia en la sociedad. En la actualidad, este es un tema de gran relevancia. Es por ello que resultan de especial importancia las prácticas y las experiencias de creciente complejidad que se puedan ofrecer a los alumnos para aprender a deliberar, participar, dialogar, vivir sus derechos, expresar sus ideas, etc., para sumarse a una formación cívica y ética que vaya más allá del trabajo de las asignaturas.