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APLICACIÓN DEL PRINCIPIO DE OPORTUNIDAD EN LA POLITICA

CRIMINAL COLOMBIANA

APPLICATION OF THE PRINCIPLE OF OPPORTUNITY IN THE COLOMBIAN

CRIMINAL POLICY

ESTUDIANTE: ANDREA DEL PILAR CARDENAS VRGAS

RAFAEL FERNANDO MARIÑO

SEMESTRE: VI

RESUMEN:

El objetivo de esta investigación es analizar el principio de oportunidad dentro del marco

constitucional, legal, y el procedimiento penal, estudiar el origen de esta figura procesal en

el sistema penal acusatorio la cual permite al Fiscal General de la Nación interrumpir,

suspender o reiniciar a la persecución penal en los casos establecidos en la ley para la


aplicación del principio de oportunidad, bajo lo establecido en la política criminal del

Estado. Respondiendo a los críticos sobre la figura del principio de oportunidad y su

importancia, puesto que existen cuestionamientos negativos sobre este principio frente a las

lesiones que se pueden generar al sujeto pasivo, o bien jurídico tutelado, por la comisión de

un delito, generando así una inseguridad jurídica en derecho penal.

Es así, como se tendrá en cuenta el papel del juez control de garantías el cual es el

encargado de realizar el control de legalidad de la respectiva solicitud de la fiscalía

General de la Nación, se realizará un análisis constitucional sobre pronunciamiento de la

corte constitucional de la aplicación a este mismo. En efecto se realizará un análisis

personal si es eficiente, coherente el principio de oportunidad, en nuestro sistema penal, si

responde al fenómeno de descongestionar las cárceles en Colombia, y la disminución de la

criminalidad.

PALABRAS CLAVES: oportunidad, política criminal, interrumpir, control, modalidades

del principio oportunidad


ABSTRACT:

The purpose of this investigation is to analyze the principle of opportunity within the

constitutional framework, legal, and criminal procedure, to study the origin of this

procedural figure in the accusatory criminal system, which allows the Attorney General of

the Nation to interrupt, suspend or restart to the criminal prosecution in the cases

established in the law for the application of the principle of opportunity, under what is

established in the criminal policy of the State. Responding to the critics on the figure of the

principle of opportunity and its important, since there are negative questions of the

principle of opportunity against injuries that can be generated to the passive subject, or

legally protected, for the commission of a crime, generating a legal uncertainty in criminal

law.

 This is how the role of the judge of control of guarantees will be taken into account, which

will carry out the legality control of the respective request of the Attorney General's Office,

on the other hand I will take into account the constitutional analysis on which the high cuts

about the application to this same.


In effect, a personal analysis will be carried out if the principle of opportunity is efficient,

coherent in our penal system, if it responds to the phenomenon of decongesting prisons in

Colombia, and the reduction of crime.

KEY WORDS: opportunity, criminal policy, disrupt, control. Modalities of the

opportunity principle
TABLA DE CONTENIDO

INTRODUCCIÒN

1. REGULACIÒN JURIDICO LEGAL DEL PRINCIPIO DE OPORTUNIDAD1

1.1. Análisis constitucional del principio de oportunidad 2

1.2. Análisis legal del principio de oportunidad34

2. ORIGEN POLÍTICO CRIMINAL DEL PRINCIPIO DE OPORTUNIDAD 6

3.EXCEPCIÓN AL PRINCIPIO DE OPORTUNIDAD FUERZAS

MILITARES………………………………………………………………………………..7
INTRODUCCIÓN

El artículo de investigación, está enfocado en realizar un estudio del principio de

oportunidad y su reglamentación en la constitución, la ley, y el procedimiento penal

colombiano, se empezará realizando un análisis de su origen, su finalidad, y si su

aplicación en Colombia es positiva ante una política pública criminal del Estado, de igual

forma se tomara de referencia pronunciamientos de la corte constitucional sala de casación

penal, y diferentes guías de la Fiscalía General de la Nación, igualmente se hará referencia

a opiniones de diferentes abogados penalistas colombianos, y artículos de investigación que

se han realizado en diversas instituciones educativas sobre el principio de oportunidad.

Para efectos del presente trabajo, se realizará una crítica positiva al principio de

oportunidad, principio que, constituye la excepción a la regla general del principio de

legalidad, y como este instrumento es eficaz para que el Estado colombiano pueda lograr

eficiencia en materia de investigación criminal, tomando como ejemplo una de sus causales

la cual nos indica que se puede aplicar cuando el imputado sirve como testigo para los

demás procesados en delitos como tráfico de estupefacientes regulado en el artículo 375 del

código penal, siendo este principio de gran ayuda para el Fiscal General de la Nación, el
derecho penal y porque no a la sociedad que busca acabar con grandes bandas destinadas a

traficar y fabricar estupefacientes.

Es menester mencionar que el sentido de este trabajo está encaminado analizar si su

aplicación es efectiva. Contextualizar de igual forma esta figura jurídica bajo el Acto

legislativo 03 de 2002 el cual trajo consigo modificaciones a los artículos de la constitución

nacional tales como 116, 250,251 el cual se introdujo el sistema penal acusatorio. Es así

como se estudiarán las causales establecidas en el artículo 324 del código procedimiento

penal para enfocarlo en la política criminal del estado colombiano.

Por lo anteriormente mencionado, se finalizara con un comentario personal el cual va estar

dirigido a si el principio de oportunidad tiene una conveniencia social o de utilidad político-

criminal, y si este se olvida de la pena que debe tener una consecuencia de una acción

penal, o por lo contrario el principio de oportunidad es de alguna manera un remedio

procesal para un diagnóstico de que nuestro sistema de justicia penal está

sobredimensionado y que es necesario permitir que el Fiscala general de la Nación como

agente investigador y acusador del sistema pueda solicitar ante el Juez Control de Garantías

la suspensión, interrupción, y renuncia de la acción penal.


CAPITULO 1

1. REGULACIÓNÒN JURÍDICO LEGAL DEL PRINCIPIO DE

OPORTUNIDAD

Es importante enfatizar que el principio de oportunidad está enmarcado en el artículo 250

de la Carta, que establece que la Fiscalía General de la Nación está obligada a adelantar el

ejercicio de la acción penal y realizar la investigación de los hechos que revistan las

características de delitos. Que en consecuencia, no podrá suspender, interrumpir, ni

renunciar a la persecución penal, excepto en los casos que establezca la ley para la

aplicación del principio de oportunidad, el cual estará sometido al control  de legalidad por

parte del juez que ejerza funciones de control de garantías.

Conforme a lo anterior el artículo 250, 251 fue modificado y fue incluida por el

ordenamiento jurídico procesal que entró en vigencia a partir del acto legislativo 03 de

2002 y la Ley 906 de 2004. Donde nos indica que la Fiscalía General de la Nación podría

hacer uso de la posibilidad de renunciar, suspender o interrumpir el ejercicio de la acción

penal, con el Principio de Oportunidad como una herramienta para lograr la solución
alternativa de conflictos derivados de conductas punibles, impulsar la justicia restaurativa

como mecanismo de reconstrucción, evitar la imposición de penas innecesarias, lograr la

colaboración de personas involucradas en conductas punibles para lograr la desarticulación

de bandas de delincuencia organizada.

1.1. ANALISIS CONSTITUCIONAL ACERCA DEL PRINCIPIO DE

OPORTUNIDAD EN SUS RESIENTES PRONUNCIAMIENTOS.

Para abordar el análisis constitucional, acerca del principio de oportunidaden consideramos

importante acudir al análisis de la jurisprudencia de la Corte Constitucional, puesto que

dicha figura jurídica ha obtenido gran desarrollo jurisprudencial pues no solo se ha

pronunciado sobre su definición, sino al análisis del elemento histórico del texto

constitucional, aborda temas como su carácter reglado, su relación con el principio de

legalidad, las características, limites, el alcance de diversos términos como suspensión,

interrupción y renuncia al ejercicio de la acción penal.

La Corte Constitucional en la Sentencia C-936/10 hace referencia al reconocimiento que

existe una estrecha relación entre la Constitución y la política criminal, que parte de la idea

de la ¨constitucionalización¨ de aspectos medulares del derecho penal, tanto en materia

sustantiva como procedimental.


Al respecto señaló la Corporación: “De un lado, encontramos 3 el problema de la relación

entre la Constitución y la política criminal del Estado, o si se quiere, entre el derecho

constitucional y el derecho penal, (...). “Así, ha habido una constitucionalización del

derecho penal porque tanto en materia sustantiva como procedimental, la Carta incorpora

preceptos y enuncia valores y postulados - particularmente en el campo de los derechos

fundamentales - que inciden de manera significativa en el derecho penal y, a la vez,

orientan y determinan su alcance. Esto significa entonces que el Legislador no tiene una

discrecionalidad absoluta para definir los tipos delictivos y los procedimientos penales, ya

que debe respetar los derechos constitucionales de las personas, que aparecen así como el

fundamento y límite del poder punitivo del Estado. Fundamento, porque el ius punendi

debe estar orientado a hacer efectivos esos derechos y valores constitucionales. Y límite,

porque la política criminal del Estado no puede desconocer los derechos y la dignidad de

las personas”. (Corte constitucional 23 de noviembre de 2010,M.P, LUIS ERNESTO

VARGAS)

En virtud de lo anterior, es interesante que las leyes penales son una expresión de la política

criminal, que deben respetar a sociedad es decir que la figura del principio de oportunidad

es un instrumento jurídico que ayuda a mejoras las políticas públicas en ámbitos como el de

represamiento carcelario, o la ayuda a desmantelar bandas de narcotráfico, En materia penal

este resulta todavía más claro que en otros ámbitos de las políticas públicas, toda vez que se

trata de una esfera del orden normativo en el que los derechos fundamentales se encuentran
particularmente implicados ya sea desde el punto de vista del imputado o de la víctima, y el

interés de la sociedad se encuentra igualmente comprometido.

Ahora bien, en la Sentencia C-387/14 refiere sobre unas características que debe tener el

principio de oportunidad identificándolas de la siguiente manera en primer lugar debe ser

aplicado en el marco de la política criminal del Estado; en segundo lugar es una figura de

aplicación excepcional y reglada; en tercer lugar las causales de aplicación deben

establecerse por el legislador de manera clara, precisa e inequívoca y estar conforme a la

Constitución; en cuarto lugar su regulación debe ser compatible con la vigencia de un

orden justo, el principio de legalidad y los derechos de las víctimas; en quinto lugar el

fiscal goza de un margen razonable de interpretación en la aplicación de la ley pero este no

es ilimitado; y finalmente estará sujeto al control de legalidad por el juez de control de

garantías. (Corte constitucional 25 de junio de 2014, M.P, JORGE IVAN PALACIO

PALACIO)

En ese orden de ideas, la aplicación al principio de oportunidad deberá hacerse con sujeción

a la política criminal del estado, y debe tener el componente de legalidad, es decir que el

Fiscal General de la Nación, debe aplicar este principio bajo unas estrictas reglas que han

sido establecidos en el marco jurisprudencial, legal, y procedimental del derecho penal, es

de aclarar que las causales están descritas en el código procedimiento penal articulo 323 el

cual las resume en dieciséis causales cada una estará sujeta a revisión por parte del juez
control de garantías el cual revisara que no se esté vulnerando los derechos fundamentales

de la víctima, o se basan contrario a la ley.

Es de resaltar que,  el control judicial en la aplicación del principio de oportunidad prevé

“El juez de control de garantías deberá efectuar el control de legalidad de las solicitudes

individuales o colectivas respectivas dentro de los cinco (5) días siguientes a la

determinación de la Fiscalía de dar aplicación al principio de oportunidad. Dicho control

será obligatorio y automático y se realizará en audiencia especial en la que la víctima y el

Ministerio Público podrán controvertir la prueba aducida por la Fiscalía General de la

Nación para sustentar la decisión. El juez resolverá de plano. “La aplicación del principio

de oportunidad y los preacuerdos de los posibles imputados o acusados y la Fiscalía, no

podrá comprometer la presunción de inocencia y solo procederán si hay un mínimo de

prueba que permita inferir la autoría o participación en la conducta y su tipicidad”. (Código

procedimiento penal, artículo 327)

1.2. ANÁLISIS LEGAL ACTO LEGISLATIVO 03 DE 2002

Desde otra perspectiva el Congreso de la República, incluyo en el ordenamiento jurídico

procesal que entró en vigencia a partir del acto legislativo 03 de 2002 y la Ley 906 de 2004,

el Principio de Oportunidad como una importante herramienta para lograr la solución


alternativa de conflictos, impulsar la justicia restaurativa como mecanismo de

reconstrucción, evitar la imposición de penas innecesarias, regulado dentro del marco de la

política criminal del Estado, es decir que al momento de aplicarlo para suspender,

interrumpir o renunciar al ejercicio de la acción penal, lo podrá ser sólo con fundamento en

alguna de las causales expresamente señaladas por el legislador, con el debido control de

legalidad ante un juez de control  de garantías, como se ha señalado anteriormente.

Así pues, en Sentencia C-387/14, hace mención al acto legislativo 03 de 2002 indicando

que su finalidad “la expedición del acto legislativo se desprende que la finalidad esencial

para la consagración del principio de oportunidad consisten principalmente en racionalizar

la actividad investigativa del Estado en la labor de la persecución de los delitos, dada la

imposibilidad fáctica de la justicia penal para satisfacer exigencias de aplicación irrestricta

del principio de legalidad. Propósito general que podría ser alcanzado mediante la

aplicación de criterios como: “(i) La íntima importancia social de un hecho punible, idea

que parte del reconocimiento de que existen numerosos conflictos sociales que no alcanzan

a vulnerar materialmente bienes jurídicos, lo que haría innecesaria la intervención del

Estado en tanto realmente no hay lesión, ni potencial afectación  antijurídica; (ii)  La

reparación integral y la satisfacción plena de la víctima, especialmente en aquellos delitos

de contenido económico; (iii), la culpabilidad disminuida; (iv) o la revaluación del interés

público en la persecución de la conducta.” De esta forma, (v) “se evitarían efectos

criminógenos de las penas cortas de privación de libertad, estimula la pronta reparación a la


víctima y se otorga otra oportunidad de inserción social al que cometió la conducta punible

(Corte constitucional 25 de junio de 2014, M.P, JORGE IVAN PALACIO PALACIO).

El pronunciamiento que la corte ha realizado sobre las modalidades que debe entenderse el

principio de oportunidad, son claras para el ejercicio de la acción penal, de esta forma el

control que ejerce el juez debe estar orientado a un control material y formal.  Es

importante este control para el beneficiario y el control legal que debe llevar a cabo el juez

control de garantías. De la mano de la política criminal esta considera como la aplicación

de los medios legales para luchar contra el crimen y alcanzar los mejores resultados,

resultados que se verán reflejado en la sociedad en educar mas no a sancionar, en Colombia

la política criminal va en vía de desarrollo de la mano de oportunidades que se les otorga a

los indiciados mal llamados delincuentes, el principio de oportunidad es un reflejo de

ayudar y educar a los beneficiarios, el estado es justo y proporcional frente a la sociedad.

(BEDOYA, GUZMAN, VANEGAS (2010), Principio de oportunidad, bases conceptuales

para su aplicación, fiscalía general de nación)

Frente a qué se conserva en la modificación del artículo 250 de la constitución política el

Doctor Hernán Darío Benítez Naranjo manifestó que el Fiscal sigue siendo integrante de la

Rama Judicial, con lo que no se llega propiamente a un proceso de partes (condición básica

del sistema acusatorio) y el Estado sigue introduciendo los hechos al proceso (principio de

investigación), con desmedro de los principios procesales de contradicción–igualdad,

aportación y los derechos fundamentales a la información y a la defensa. Sintomático de lo

anterior, el inciso final del artículo que obliga al fiscal a presentar con el escrito de
acusación, "todos los elementos probatorios e informaciones de que tenga noticia, incluidos

los que le sean favorables al procesado", que persiste como una supervivencia de la

investigación tanto de lo favorable como de lo desfavorable en el principio inquisitivo.

Conserva el primer inciso del texto la obligación que tiene la Fiscalía de adelantar la

investigación de los delitos (comienzo del inciso primero).Conserva los tradicionales

medios de conocimiento de los delitos: denuncia, querella, oficiosidad (inciso

primero).Conserva la excepción frente a la investigación de los delitos cometidos por

miembros de la fuerza pública en servicio activo y en relación con el mismo servicio (final

del inciso primero).

Precisa el Doctor Hernán Darío Benítez Naranjo, que la Consagración de los principios de

legalidad está obligada a adelantar el ejercicio de la acción penal", "y realizar la

investigación de los hechos" y oportunidad como excepción de consagración legal "salvo

en los casos que establezca la lev para la aplicación del principio de oportunidad", o sea,

quedó consagrado no el principio en su modalidad pura, sino en la modalidad de condición

suspensiva impuesta por la Ley. En materia sustantiva la consecuencia de esto es la mixtura

entre las funciones de prevención y retribución, teorías de la pena, y los valores de justicia

y utilidad.

Se consagra la teoría del "hecho calificado" para incoar el proceso penal: "los hechos que

revistan las características de un delito. Suficientes motivos y circunstancias fácticas que

indiquen la posible existencia del mismo", con ello podría abrirse paso un concepto de

verdad procesal en detrimento de la verdad real, el correlato sustantivo de esto se puede


registrar en la adopción de la imputación jurídica de la conducta punible, y la superación de

la causalidad, tal como figura en la ley 599 de 2000, artículo 9°.

Se establece nominalmente el principio acusatorio, pero no en su modalidad pura, pues pese

a que se da un paso grande en materia de desdoblamiento entre funciones de acusación y de

juzgamiento (No se menciona aquello de "acusar a los presuntos infractores ante los

juzgados y tribunales competentes", que estaba en el texto anterior del artículo 250), la

Fiscalía conserva muchas funciones decisorias de carácter judicial, se mantiene la

bipartición del proceso (eso es característico del acusatorio, y está bien); el derecho a la

información (correlación subjetiva entre acusación y defensa) se ve limitado solo a la etapa

del juicio (inciso final del nuevo art. 250) con lo que no se da de buena manera una

vinculación relativa del órgano jurisdiccional a las pretensiones de la defensa. Recuérdese

que no hubo consagración de las partes procesales. Se crean dos funciones judiciales:

control de legalidad (en torno al principio de oportunidad) y control de garantías, aunadas a

la tradicional función de conocer del proceso. (Hernán Darío Benítez Naranjo; comentarios

a la reforma de la Fiscalía General de la Nación)

Del anterior recuento del artículo 250, modificado a la Constitución por el artículo 2º del

Acto Legislativo 03 de 2002, es el resultado de una figura que evoluciona el antiguo

sistema penal, es una institución jurídica que permite al fiscal optar por suspender,

interrumpir, o renunciar, a la persecución penal por motivos de política criminal, a pesar de

que la conducta tenga características de un delito. Es de resaltar que las casuales están
prevista en el código procesal penal, que tiene cada una finalidad diferente, como por

ejemplo algunas centran en la indemnización integral a las víctimas de los delitos menores,

otras por el contrario evitan que se impongan medidas desproporcionadas o innecesarias, y

por último la más utilizada por el ordenamiento penal lograr buscar una colaboración de

personas que incursen en delitos en pro de la desarticulación de bandas criminales.

Es preciso entender que, la jurisprudencia anteriormente mencionada, es clara en

mencionar las limitaciones para utilizar el principio de oportunidad, y que el derecho penal

debe tener un enfoque de política criminal donde se pueda resolver las conductas ilícitas de

una manera de resocialización, siendo coherente frente al fenómeno de criminalidad, es

decir que el derecho penal y su pena sea la última ratio, que dispone descongestionar los

establecimientos carcelarios y la rama judicial.

CAPITULO 2

2. POLITICA CRIMINAL EN EL PRINCIPIO DE OPORTUNIDAD

Es preciso señalar que para hablar sobre política criminal plantea muchos retos ya que

abarca múltiples problemas sociales, herramientas políticas, estrategias del Estado y

consecuencias, como se puede evidenciar en la definición que desarrolla la Corte


Constitucional en la sentencia C-646 de 2001 donde precisa que la política criminal es el

“Conjunto de respuestas que un Estado estima necesario adoptar para hacerle frente a

conductas consideradas reprochables o causantes de perjuicio social con el fin de garantizar

la protección de los intereses esenciales del Estado y de los derechos de los residentes en el

territorio bajo su jurisdicción. Dicho conjunto de respuestas puede ser de la más variada

índole. Puede ser social, como cuando se promueve que los vecinos de un mismo barrio se

hagan responsables de alertar a las autoridades acerca de la presencia de sucesos extraños

que puedan estar asociados a la comisión de un delito (cita suprimida). También puede ser

jurídica, como cuando se reforman las normas penales. Además, puede ser económica,

como cuando se crean incentivos para estimular un determinado comportamiento o

desincentivos para incrementarles los costos a quienes realicen conductas reprochables.

Igualmente puede ser cultural, como cuando se adoptan campañas publicitarias por los

medios masivos de comunicación para generar conciencia sobre las bondades o

consecuencias nocivas de un determinado comportamiento que causa un grave perjuicio

social. Adicionalmente pueden ser administrativas, como cuando se aumentan las medidas

de seguridad carcelaria. Inclusive pueden ser tecnológicas, como cuando se decide emplear

de manera sistemática un nuevo descubrimiento científico para obtener la prueba de un

hecho constitutivo de una conducta típica. (Documento, Mini justica Política Crimina del

Estado colombiano.)
De igual forma la Sentencia C-936/10: Define la “política criminal”, como “el conjunto de

respuestas que un Estado estima necesario adoptar para hacerle frente a conductas

consideradas reprochables o causantes de perjuicio social con el fin de garantizar la

protección de los intereses esenciales del Estado y de los derechos de los residentes en el

territorio bajo su jurisdicción”. Las normas del Código de Procedimiento Penal son un

elemento constitutivo, el derecho penal al ser considerado el respeto al ordenamiento

superior. En materia penal este imperativo resulta todavía más claro que en otros ámbitos

de las políticas públicas, toda vez que se trata de una esfera del orden normativo en el que

los derechos fundamentales se encuentran particularmente implicados ya sea desde el punto

de vista del imputado o de la víctima, y el interés de la sociedad se encuentra igualmente

comprometido. Corte constitucional (23 de noviembre de 2010) sentencia c-936 de 2010.

(M.P, LUIS ERNESTO VARGAS)

“El análisis de la política criminal no se puede desligar de sus tres componentes que son el

derecho sustancial penal, el derecho procesal penal y el derecho penitenciario, los cuales

actúan de modo estrechamente interrelacionado. Así, el derecho procesal penal está

fuertemente influido por el derecho sustancial penal, y ambos tienen consecuencias vitales

en el sistema penitenciario, por lo tanto es importante partir de un estudio autónomo de

cada uno de ellos en el terreno deontológico y operativo” ARTICULO POLITICA

CRIMINAL Y PENITENCIARIA DEL ESTADO COLOMBIANO (2013)


En la escuela clásica un grupo de estudiosos CESARE BECARIA, FRANCESCO

CARRARA, inspirados en la revolución francesa decían que él se tenía que humanizar,

EL delincuente es delincuente pero hay que respetarlo, la justicia penal buscaba una

consecuencia en la sociedad por consiguiente la pena es una retribución moral, jurídica es

pagar con un mismo mal que se ocasiono esta debe ser proporcional, igualmente esto con el

fin que se logre el restablecimiento jurídico. La pena tiene una sola función la justa

retribución que busca el restablecimiento de derechos, que la víctima sienta que con esa

pena se está siendo una justa la retribución. Las cárceles deben ser humanas para poder

vivir bien.

Igualmente en la escuela positiva se habló sobre los subrogados penales, mecanismos

adaptados y creados a la personalidad del procesado y que buscaban la resocialización. La

figura de política criminal ya existía quizá no con el nombre “política criminal” si no como

mecanismos para el cumplimiento de conductas anti sociales, estás buscando un beneficio

para el “delincuente” se hablaba de La condena de ejecución condicional, Perdón judicial,

Libertad condicional. El papel de la política criminal es importante para buscar alternativas

de las conductas que son reprochables en una sociedad con el fin de garantizar la

protección de los intereses esenciales del Estado y de los derechos de los ciudadanos, sin

olvidar el respeto a las garantías constitucionales igualmente que se pueda ver una tasa

inferior de criminalidad, y más prevención en temas de educación para evitar la

criminalidad, bajo la garantía de la protección de los derechos fundamentales. El estado

debe salvaguardar la política social y de seguridad, para que contribuya tanto a la


protección de la sociedad, los bienes jurídicos y de la comunidad, siendo la garantía y

respeto los derechos humanos de las personas privadas de la libertad, para lograr el fin

resocializador en la sociedad.

De otro lado, como quiera que la aplicación del Principio de Oportunidad generalmente

conlleve la no realización del juicio oral, es posible que su aplicación comprometa el

derecho de las víctimas a conocer la verdad. Por lo tanto, resulta fundamental que para la

aplicación de dicho instituto se logre un conocimiento razonable de los hechos, en pro de

que las víctimas tengan acceso a lo que la Corte Constitucional ha denominado “un

principio de verdad” Corte Constitucional (26 DE MARZO DE 2007) Sentencia C-209 de

2007(.M.P MANUEL JOSE SEPEDA)

En este entendido, la política criminal del estado no solo se enfoca desde lo social, sino

también en lo jurídico, es una herramienta de restructuración de la sociedad, que busca

combatir los orígenes de la criminalidad, ayudando a que existan una serie de garantías

constitucionales, que busque como última alternativa reprender los sujetos activos, de una

conducta delictual. En consecuencia la política criminal colombiana su resultado se basa

bajo una tipificación de delitos por parte del legislador, fundada en el derecho penal.

Es así como, la política criminal debe entenderse como un beneficio que está encaminado

a la reforma de las instituciones de la sociedad, con el fin de atacar las diferentes variables

que inducen a la criminalidad, resultando eficaces y perdurables en el tiempo, generando


asimismo seguridad social y jurídica, y decimos jurídica porque precisamente bajo este

precepto de criminalidad, observando con ello una función minimalista del Derecho Penal.

Por ende el principio de oportunidad es un mecanismo apropiado para la política criminal,

siendo Colombia un país con alto índice de criminalidad y siendo un Estado social de

derecho debe combatir la delincuencia con mecanismo alternativo a la cárcel, permitiendo

mayores oportunidades económicas y sociales, siendo el resultado el derecho penal como la

última decisión.

“El Principio de Oportunidad debe, como requisito de aplicación, estar sujeto a la Política

Criminal del Estado, este yerro estructura la inseguridad jurídica en la persecución punitiva,

conllevando, tal y como ha sucedido con las demás reformas, a colocar en inminente

peligro la eficacia de la justicia. “Implementar un principio que tenga como base simples y

abstractos enunciados, carentes de total respaldo en la vida judicial penal de Colombia de

una Política Criminal de Estado, es desde esa perspectiva, engendrar, crear o establecer la

institución en mención (Principio de Oportunidad), partiendo del desacierto, augurándole

poco futuro en su instrumentación funcional””( SEGÚN LEGNA LIBET GUZMÁN

FRANCOARTICULO PRINCIPIO DE OPORTUNIDAD Y POLÍTICA CRIMINAL DEL

ESTADO: INSEGURIDAD JURÍDICA EN COLOMBIA)

Según John Vervaele “El principio de oportunidad no quiere decir automáticamente

impunidad”, refiere que El debate actual en Colombia está vinculado con las reformas que
se tramitan al Código de Procedimiento Penal (L. 904/06, CPP), y en las que se prevén dos

temas importantes. En primer lugar, el principio de oportunidad que, si bien ya existe, el

problema es que casi no se aplica. Allí se estima una reforma a las propias causales, con el

objetivo de que se use con mayor frecuencia, para que alcance una aplicación cercana al 20

% o 30 % en los delitos menos graves. La segunda reforma tiene que ver con

procedimientos abreviados o especiales contravencionales, para que las faltas menores no

vayan al juez. En estas últimas, la acusación estaría en manos de un privado, que

normalmente es la víctima, si la fiscalía así lo considera. Indica que se le puede atribuir la

escasa aplicación del principio de oportunidad en el país porque. En primer lugar, aunque

existe desde hace 10 años, es nuevo en la cultura colombiana, que está muy atada al

principio de legalidad, es decir, a la obligatoriedad de la acción penal. Allí también hay un

problema de cultura institucional. En segundo lugar, está bien que existan causales para

aplicarlo, pero son muchas, muy variables, desde contravenciones hasta figuras como la

extradición o relacionadas con la criminalidad organizada, lo que dificulta su aplicación.

Otra complicación es que, normalmente, el principio de oportunidad se aplica a faltas o

delitos menores, sin reincidencia, con poca gravedad o daño. Ese es el concepto básico.

Pero el legislador colombiano tiene un doble criterio en el CPP: mezcló delitos leves con

graves, solo con un procedimiento distinto, lo cual es un poco contradictorio. Y el último

factor clave son los fiscales que tienen la potestad de utilizar este instrumento procesal. Se

encuentran como desamparados, sin orientación, porque dentro de la Fiscalía General no

han elaborado directivas, es decir, instrumentos que hagan más concreta la aplicación de la

ley. (ARTICULO 26 DE NOVIEMBRE DEL 2015, ÁMBITO JURÍDICO)

 
CAPITULO 3

3. EXCEPCIÓN AL PRINCIPIO DE OPORTUNIDAD FUERZAS MILITARES

La Corte Constitucional publicó la Sentencia C-326, que declaró inexequibles los artículos

30 (parcial), 111, 112 (parcial), 113, 114, 115, 116, 117, 118, 119 y 120 de la Ley 1765 del

2015, por la cual se reestructuró la justicia penal militar y policial.

En la sentencia C-326, la Corte concluyó que tanto de la aplicación de los métodos

histórico, sistemático y teleológico de interpretación entorno al contenido del vigente

artículo 250 superior, como de las exigencias y graves implicaciones que rodearían la

aplicación del principio de oportunidad en el ámbito de la justicia penal ordinaria y/o penal

militar, se requeriría de una expresa previsión constitucional que permita su incorporación

en cada uno de estos ámbitos. Justamente, el alto tribunal explicó que actualmente el

referido artículo 250 solo contempla la aplicación de este mecanismo para los procesos a

cargo de la Fiscalía General de la Nación y la jurisdicción penal ordinaria, teniendo en

cuenta las exigentes condiciones que, usualmente, acompañan la aplicación del principio de

oportunidad y las importantes consecuencias que de ello se siguen, para la Corte, el silencio

del texto constitucional sobre la posibilidad de legislar acerca de la procedencia de este

mecanismo en el campo de la justicia penal militar se traduce en la imposibilidad de

proceder en ese sentido.


De acuerdo con la sentencia la restricción constitucional, el principio de oportunidad es un

mecanismo altamente restringido, en cuanto supone una excepción o apartamiento de un

claro deber constitucional como es el de investigar, perseguir y sancionar los

comportamientos definidos como delito. Más allá de este aspecto, impone importantes

costos a la sociedad y particularmente a las víctimas del hecho punible que ha dado lugar a

la investigación, que con tal determinación verían en serio riesgo sus derechos a la verdad,

la justicia y la reparación, ampliamente reconocidos por el texto constitucional y por la

normativa y la jurisprudencia internacionales.

Ahora bien, dentro de la justicia penal militar es posible que se conozcan investigaciones y

procesos relacionados con hechos que lesionan, más que los intereses de la fuerza pública,

los de personas particulares. Por esta razón, la corporación advirtió que teniendo en cuenta

las consecuencias que se derivan de la aplicación del principio de oportunidad, entre ellas la

terminación del proceso y la extinción de la acción penal con efectos de cosa juzgada

resulta necesario proteger adecuadamente el interés de las posibles víctimas al momento de

autorizar la procedencia de tal medida dentro de este contexto (CORTE

CONSTITUCIONAL, SENTENCIA C-326, JUN. 22/16 M. P. GABRIEL EDUARDO

MENDOZA).

La justicia penal militar con dicha reforma, sufrió una transformación al ajustarse a un

sistema penal acusatorio, donde la oralidad es su principal pilar, generando con ello la

necesidad de cambios e implementación de figuras propias de un sistema acusatorio, pues


se sigue el modelo de la justicia penal ordinaria, con el fin de armonizar el procedimiento

penal. Pese al cambio, un instituto procesal contemporáneo como es el principio de

oportunidad fue restringido de la Ley 1407 de 2010, aun cuando la comisión redactora del

Código Penal Militar lo intentó incorporar (Gaceta 660/2005), pero no fue de recibo 19 por

parte de los congresistas; situación que tuvo como referente relevante que los congresistas

que debatieron el proyecto de Ley realizaron una interpretación del artículo 250 de la

Constitución Nacional modificado por acto legislativo 03 de 2002, que los llevó a entender

que el principio de oportunidad no se podía aplicar para los delitos cometidos por los

miembros de la Fuerza Pública. (CHRISTIAN FERNANDO HERNÁNDEZ CASTAÑO

TUTOR: DR. PEDRO GABRIEL PALACIOS OSMA AÑO 2017, LA IMPORTANCIA Y

NECESIDAD DEL PRINCIPIO DE OPORTUNIDAD EN EL SISTEMA PENAL

ACUSATORIO MILITAR COLOMBIANO)

CONCLUSIONES

Al finalizar la investigación frente al principio de oportunidad en Colombia, pudimos

establecer que debería tomar más fuerza esta figura jurídica, en el ámbito del derecho penal,

siendo este de gran importancia para la política criminal del estado, que busca mejorar la
sociedad, en un aspecto económico y social, donde lo importante no es hacer justicia y

pagar el delito con una medida no privativa de la libertad y mejorar en aspecto como la

resocialización, y la prevención de la delincuencia. La política criminal en el sistema

penal acusatorio, se basaría en un sistema más eficaz, para perseguir y sancionar,

principalmente, la criminalidad organizada y de mayor impacto social, al ser Colombia un

país marginado por la guerra y el desinterés por parte del estado a la minoría donde los

problemas económicos, educación y salud conllevan a realizar una taza de criminalidad.

Todos esos factores llevaron a la conclusión que el sistema procesal contenido en la ley 600

de 2000 era ineficaz y por ello se propuso la creación del Sistema Penal Oral Acusatorio y

como excepción al Principio de Legalidad, la implementación reglada del Principio de

Oportunidad, que permite a la Fiscalía mirar en qué casos en verdad se justifica que el

Estado ponga todo su interés en perseguir a los responsables de conductas delictivas que

según las estrategias de política criminal están afectando mayor y sustancialmente al

conglomerado en general, y no solo ese beneficio un sistema actualizado que ayuda a

descongestionar más rápido los procesos represados.

Consideramos finalmente que el principio es una buena herramienta procesal que unida a

las figuras de los preacuerdos y negociaciones permitirán que el Estado pueda perseguir

con mayor celeridad y eficacia los delitos de mayor impacto social e imponer penas más

ejemplarizantes, que a pesar de ser un poco más cortas, generan una mayor prevención

general en la comunidad, al tiempo que le dan credibilidad a las instituciones


judiciales.Finalmente la implementación de mecanismos orientados por el principio de

oportunidad, en cuanto a la selección de casos penales y la disponibilidad de la acción o

bien a la simplificación o supresión de procesos, no solo será un factor muy importante en

la contribución de la paz social con la reducción de la conflictividad, sino también será una

forma de racionalizar y optimizar los recursos humanos y económicos con los que cuenta la

administración de justicia

BIBLIOGRAFÍA

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● Corte constitucional 25 de junio de 2014, M.P, JORGE IVAN PALACIO

PALACIO)

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● (Hernán Darío Benítez Naranjo; comentarios a la reforma de la Fiscalía General de

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● Corte constitucional (23 de noviembre de 2010) sentencia c-936 de 2010. (M.P,

LUIS ERNESTO VARGAS)

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● ”(ARTICULO PRINCIPIO DE OPORTUNIDAD Y POLÍTICA CRIMINAL DEL

ESTADO: INSEGURIDAD JURÍDICA EN COLOMBIA)

● ARTICULO 26 DE NOVIEMBRE DEL 2015, ÁMBITO JURÍDICO)

● (CORTE CONSTITUCIONAL, SENTENCIA C-326, JUN. 22/16 M. P. GABRIEL

EDUARDO MENDOZA).
● (CHRISTIAN FERNANDO HERNÁNDEZ CASTAÑO TUTOR: DR. PEDRO

GABRIEL PALACIOS OSMA AÑO 2017, LA IMPORTANCIA Y NECESIDAD

DEL PRINCIPIO DE OPORTUNIDAD EN EL SISTEMA PENAL

ACUSATORIO MILITAR COLOMBIANO)

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