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Con fecha catorce (14) de octubre 2011, es recibido ante la Secretaría de esta
Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia, RECURSO DE
CASACIÓN suscrito y presentado por los ciudadanos abogados MARTHA
MIJARES TORREALBA, JOSÉ GREGORIO SUÁREZ
MOSQUERA y LESAIDA MADRID NORIEGA, inscritos en el Instituto de
Previsión Social del Abogado bajo los Nos. 57061, 46128 y 49635 respectivamente,
en su condición de defensores privados del ciudadano JOSÉ RAMÓN RIVERO
PÉREZ, cédula de identidad 8403354.
Actuación dirigida contra la decisión dictada el doce (12) de julio de 2011 por
la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Monagas, integrada
por las ciudadanas juezas DORIS MARÍA MARCANO
GUZMÁN (presidenta), MILÁNGELA MILLÁN GÓMEZ (ponente) y LILIAM
LARA ANDARCIA, que declaró sin lugar el recurso de apelación interpuesto por
la defensa, y confirmó la sentencia dictada el dieciocho (18) de abril de 2011 por el
Juzgado Primero de Juicio del mismo Circuito Judicial Penal, donde se condenó al
prenombrado acusado a cumplir la pena de diecisiete (17) años y ocho (8) meses de
prisión, ante la comisión de los delitos de ACTO CARNAL CON VÍCTIMA
ESPECIALMENTE VULNERABLE y AMENAZAS, tipificados en los artículos
44 (numeral 2) de la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre
de Violencia, en relación con los artículos 43 y 41 eiusdem, en perjuicio de una niña
(hija), cuya identidad se omite según el artículo 65 de la Ley Orgánica para la
Protección de Niños, Niñas y Adolescentes.
Recurso al cual se le dio entrada en la misma fecha, asignándosele el número
de causa AA30-P-2011-000364, y como ponente a la Magistrada Dra. BLANCA
ROSA MÁRMOL DE LEÓN, el diecinueve (19) de octubre de 2011.
Ahora bien, en fecha doce (12) de abril de 2012, la Sala de Casación Penal
del Tribunal Supremo de Justicia mediante decisión No. 084, admitió la primera,
segunda, tercera, cuarta y quinta denuncia del recurso de casación; desestimó por
manifiestamente infundada la sexta denuncia y convocó a la audiencia privada, que
tuvo lugar el día veintiséis (26) de junio de 2012 con la asistencia de las partes.
I
DEL RECURSO DE CASACIÓN
Como consta del auto de admisión dictado por la Sala de Casación Penal del
Tribunal Supremo de Justicia el doce (12) de abril de 2012, los ciudadanos
abogados MARTHA MIJARES TORREALBA, JOSÉ GREGORIO SUÁREZ
MOSQUERA y LESAIDA MADRID NORIEGA, defensores privados del
ciudadano JOSÉ RAMÓN RIVERO PÉREZ, en la primera, segunda, tercera,
cuarta y quinta denuncia del recurso de casación, alegaron:
“la Corte de Apelaciones yerra al interpretar el contenido del artículo 359 del
COPP, considerando que la fiscalía solicitó la admisión como nueva prueba
conforme a derecho, cuando lo que realmente debió hacer era establecer la
imposibilidad de considerar tal prueba como nueva toda vez que la misma no
se encuentran dentro del supuesto del artículo 359 del Código Orgánico
Procesal Penal, puesto que no es una prueba que surge de un hecho o
circunstancia nueva dentro de la audiencia de Juicio Oral. Por lo tanto, hay
que dejar claro que igualmente en esta etapa del proceso debe tenerse en
cuenta el principio de licitud de la prueba previsto en el artículo 197 de
Código Orgánico Procesal Penal, que establece que los elementos de
convicción solo tendrán valor si han sido obtenidos por un medio lícito e
incorporados al proceso conforme a las disposiciones de este Código; pues
bien, del artículo 343 del Código Adjetivo Penal, se infiere que las partes solo
podrán promover nuevas pruebas, acerca de las cuales hayan tenido
conocimiento con posteridad a la audiencia preliminar; en tal sentido a todas
luces observamos que la vía que tenía el fiscal 9 de Monagas era la prueba
complementaria…Para mayor claridad en la resolución de la presente
pretensión, es preciso advertir que la investigación fue iniciada en
fecha 20/10/2009, culminando la fase preparatoria en 20/11/2009,
oportunidad en la cual la Fiscalía 9 del Ministerio Público interpuso la
Acusación Fiscal; y la celebración de la audiencia preliminar fue el día
12/03/2010, por lo que se aprecia que las partes tuvieron su oportunidad
legal para promover las pruebas que consideraron pertinentes para ser
controvertidas en juicio y más aún dicha prueba no debió ser admitida por
cuanto el Fiscal del Ministerio Público tenía conocimiento desde la
deposición ante el CICPC, del abuelo de la víctima, ciudadano Oswaldo
Emilio Antúnez Valero, en fecha 17/11/2009, donde señaló que su hija y
nieta estaban bajo tratamiento psiquiátrico, cuya acta de entrevista cursa al
folio 111 y 112 de la Fase Investigativa. Así las cosas, se hace evidente que la
referida prueba, es decir [la] Declaración del Médico Cirujano Especialista en
Psicología JOSÉ LUIS ACOSTA GARCÍA no puede enmarcarse dentro de la
figura de nuevas pruebas, porque de ellas se tuvo conocimiento con suficiente
antelación a la audiencia preliminar”. (Sic). (Negrillas del escrito).
“En las Audiencias Orales realizadas, cuyo comienzo fue el día Lunes 19 de
Julio de 2010 y su culminación, el día 17-02-2011, aunque al final del Acta
aparece: ‘a los dieciocho de febrero de 2011’ (ver Actas de Debate del Juicio
Oral cursante a los folios 77 al 131, pieza 3), se puede observar… que al no
existir la debida interconexión en la infraestructura del acta por ser inexacta
cronológicamente, atenta contra la transparencia que debe regir a la
administración de justicia y más importante aún vulnera el derecho a la defensa
y a la tutela judicial efectiva ya que indudablemente se trata de irregularidades
que afectan la estabilidad de los juicios y por ende al orden público procesal,
en consecuencia solicitamos que sea declarada la nulidad de la Sentencia
Definitiva publicada en fecha 18-04-2011… [observándose] claramente que
en el Acta de Debate hay un verdadero DESORDEN PROCESAL ya que no
existe la debida interconexión en la infraestructura del acta por ser inexacta
cronológicamente y aunque la Alzada recurrida señaló que eran errores de
transcripción, no por ello dicha acta deja de ser inexacta cronológicamente y
por tanto atentatoria contra la transparencia que debe regir a la administración
de justicia y más importante aún vulnera el derecho a la defensa y a la tutela
judicial efectiva ya que indudablemente se trata de irregularidades que afectan
la estabilidad de los juicios y por ende al orden público procesal…debemos
señalar que si la Alzada recurrida hubiese requerido al A quo las copias del
LIBRO DIARIO solicitadas por la Defensa se habría dado cuenta de lo que
realmente se anotó en las fechas referidas y que realmente en dicha acta existe
[un] DESORDEN PROCESAL, pero la Alzada OMITIÓ pronunciarse sobre
las copias solicitadas y prefirió echarle la culpa a los secretarios del tribunal
diciendo que fueron errores materiales involuntarios, en razón de ello, y porque
se evidencia la falta de motivación en la sentencia recurrida… En cuanto a lo
decidido por la Alzada recurrida, respecto al punto 2, consideramos que de
haber requerido la Corte recurrida las copias solicitadas por la Defensa, se
habría dado cuenta si el A quo violentó el principio de Concentración y
Continuidad al realizar esa audiencia al undécimo día, pero al OMITIR
PRONUNCIARSE SOBRE LAS COPIAS DEL LIBRO DIARIO llevado en el
tribunal A quo, no pudo verificar si en efecto en dicho libro se anotó, en la
fechas señaladas supra, si se había convocado para la CONTINUACIÓN DEL
JUICIO ORAL O PARA OTRA ACTIVIDAD DEL TRIBUNAL, y así
determinar las causas por las cuales se suspendían las audiencias y si estas
suspensiones se ajustaban a lo establecido en el artículo 335 del Código
Adjetivo, para poder dar una respuesta razonada y motivada al recurrente, al no
hacerlo, la Alzada incurrió en inmotivación de su sentencia”. (Sic).
Por último, en la quinta denuncia del recurso de casación la defensa
manifestó la violación de ley por falta de aplicación del artículo 334 del Código
Orgánico Procesal Penal, en relación con los artículos 26 y 49 (numeral 1) de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, refiriendo particularmente
que:
II
DE LOS HECHOS
III
MOTIVACIÓN PARA DECIDIR
En tal sentido, poner en tela de juicio las capacidades y méritos de los jueces
penales ordinarios es una aseveración hecha a la ligera, ya que en ambos casos se
trata de materia penal, sólo que un proceso corresponde a una competencia especial
en cuanto a los delitos.
De igual forma la defensa pidió la nulidad del auto de la Corte de
Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Monagas de fecha veinticinco
(25) de mayo de 2011, pronunciamiento parcialmente transcrito en el presente fallo,
y en cuyo dispositivo se evidencia en primer lugar la devolución del expediente al
tribunal de origen a los fines que deje constancia en las actas de la notificación de la
víctima en cuanto a la interposición del recurso de apelación, y por otra parte,
estableció que la actividad recursiva se llevaría conforme a la ley especial vigente en
materia de violencia de género.
“En relación a este argumento, observan los miembros de esta Alzada que no
se desprende de las actuaciones que el Fiscal Noveno del Ministerio Público
de la Circunscripción Judicial del Estado Monagas, haya estado en
conocimiento de que el Fiscal Noveno de Barinas, Alexander Marcano,
remitió a la niña víctima a consulta con el médico José Luis Acosta García, y
que éste la haya estado tratando desde el 15 de Octubre del 2009, lo cual era
un hecho o circunstancia nueva para la Vindicta Pública, pues tuvo
conocimiento de ello por haberlo manifestado el ciudadano Oswaldo
Antúnez, abuelo de la víctima, en [la] sala de audiencia cuando rendía su
declaración, siendo perfectamente válido y ajustada a derecho que el Fiscal
Noveno de ésta Circunscripción solicitara la incorporación de esa nueva
prueba, y que el juez lo acordara pues, éste evaluó a la víctima y tenía
conocimiento del estado psicológico en que ella se encontraba y la alteración
que presentaba debido a los hechos. Aunado a ello, el artículo 359 del COPP
le daba la potestad al juez…de oficio…ordenar la recepción de dicha prueba.
Por tal razón quienes aquí deciden estiman que no se incorporó de manera
ilícita al juicio la declaración del ciudadano José Luis Acosta García, y que
su deposición si configura una nueva prueba que debía ser valorada
por el a quo, desechándose en consecuencia el presente argumento. Y así se
decide”. (Sic).
De igual forma, consta en el acta del debate (cursante en la pieza No. 3 del
expediente) que: a) el ciudadano OSWALDO EMILIO ANTÚNEZ VALERO, en
su condición de abuelo de la niña, declaró durante el juicio, señalando al
psicólogo JOSÉ LUIS ACOSTA GARCÍA como el médico tratante de la víctima;
b) el juez de juicio permitió la alteración del orden de recepción de las pruebas para
que el ciudadano JOSÉ LUIS ACOSTA GARCÍA pudiera prestar su declaración,
por cuanto debía realizar un viaje en avión a la ciudad de Barinas donde trabaja y
reside; c) en la declaración del prenombrado ciudadano señaló que trató a la víctima
de la presente causa, asistiendo luego de ser evaluada una vez al mes a consulta, y
que por la edad de la niña no podía considerarse la presencia de conductas
mitómanas que la llevaran a mentir de manera discriminada, pero que si evidenció
conductas suicidas, ya que incluso trató de cortarse las venas; y d) a la pregunta
formulada por la defensa, contestó que la víctima le fue referida por la Fiscalía
Novena del Ministerio Público del Estado Monagas.
“esta Alzada Colegiada, pasa a revisar el acta de debate del juicio oral y
privado seguido al ciudadano José Ramón Rivero Pérez, así como la decisión
recurrida, observando que ciertamente el debate inició en fecha 19 de Julio
del año 2010 y concluyó el 17 de Febrero del año 2011, tal y como lo refiere
la defensa, no obstante tal circunstancia no constituye violación del principio
de concentración y continuidad como erróneamente lo alega la defensa, toda
vez que, si bien es cierto el artículo 335 del Código Orgánico Procesal Penal,
establece que el tribunal realizará el debate en un solo día, y de no ser posible
ello, éste continuará durante los días consecutivos que fueren necesarios hasta
su conclusión, no es menos cierto que dicha norma también establece que se
podrá suspender el juicio por un plazo máximo de diez días, lo cual lleva a
concluir que el hecho de que el debate dure un largo tiempo, no lo afecta, ni
viola el principio de concentración y continuidad, pues, siempre que el
debate, una vez suspendido por alguna de las razones establecidas en la
norma señala ut supra, sea reanudado a más tardar al undécimo día después
de la suspensión, se considerará que se ha cumplido con dicho principio, en
caso contrario se declarará interrumpido el mismo. En el caso bajo examen,
se observa que el juez suspendió en reiteradas oportunidades el debate, pero
éste fue reanudado dentro del lapso fijado por la ley, es por ello que quienes
aquí deciden estiman que en momento alguno se violentó el principio antes
mencionado. Asimismo no puede considerarse que la publicación tardía o
fuera de lapso del texto íntegro de la decisión, afecte el referido principio,
toda vez que, éste sólo aplica en la realización del debate, el cual culmina con
la lectura de la dispositiva, no formando parte del juicio, la publicación de la
decisión, es por ello que quienes aquí deciden concluyen que en momento
alguno se violentó el principio de concentración y desestiman el presente
argumento como elemento capaz de generar vicios en la realización del
contradictorio. Y así se decide”. (Sic).
De la revisión del acta del debate levantada por el Secretario de Sala se dejó
constancia de: a) la demora en varias oportunidades del inicio de las audiencias, por
estar ocupadas las salas de juicio del Circuito Judicial Penal; b) la incomparecencia
en diferentes audiencias de los testigos llamados al juicio, solicitándole el juez a las
partes su colaboración a los fines de asegurar la presencia de los mismos en el
juicio; c) la alteración en el orden de recepción de las pruebas ante la
incomparecencia de testigos o expertos para incorporar pruebas documentales; d) la
realización de actuaciones judiciales fuera de la sede del tribunal, como inspecciones
e incluso citaciones; e) las diligencias telefónicas a los fines de asegurar la
comparecencia del testigo promovido; f) las declaratorias de traslados del acusado a
centros médicos a recibir atención para su salud; entre otras circunstancias, las
cuales en definitiva incidieron en el desarrollo del debate y en la duración del
mismo, sin que ello represente por sí mismas la transgresión de la ley adjetiva penal
como lo denunció la defensa.
Asumiendo como regla general que una vez iniciado el debate, debe concluir
sin interrupciones, y en el menor número de días consecutivos posibles. Ello es así
para mantener al juez o jueza de juicio en comunicación directa y permanente con
el desarrollo del proceso, evitando que el transcurso excesivo de tiempo entre las
suspensiones, lo lleven a perder lo percibido por sus sentidos a través de la
inmediación.
Así las cosas, el principio de concentración del juicio tampoco puede ser
violentado por la publicación tardía del extenso de la sentencia, pues el mismo ya
cesó sus efectos cuando el juez o la jueza declara cerrado el debate. Y menos aún
se viola por el hecho de no registrar la audiencia conforme al artículo 334 del
Código Orgánico Procesal Penal, circunstancia que puede originarse por diferentes
causas no imputables al tribunal de juicio, y que por sí misma no representa la
imposibilidad de realizar el juicio, ni la nulidad del mismo como equívocamente lo
señaló la defensa.
Sobre este particular, la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del
Estado Monagas en su decisión del doce (12) de julio de 2011, indicó:
“en cuanto al señalamiento que hacen los recurrentes con respecto a que el juez
Primero de Primera Instancia en lo Penal en función de Juicio aún habiéndole
señalado la defensa que dicho juicio oral debía ser grabado, hizo caso omiso y
ni siquiera levantó acta alguna, es decir no indicó las razones por las cuales
decidía prescindir de las grabaciones, y que al haberse celebrado el juicio oral
sin registro, habiendo existido la posibilidad de efectuarlo, es violatorio del
artículo 334 del COPP, y por tanto debe ser declarado nulo ya que es un
requisito esencial del derecho a la defensa; este Tribunal Colegiado, observa
que no se desprende del acta de debate que efectivamente los defensores
del acusado hayan solicitado el registro filmado de la audiencia oral y
privada celebrada en el presente caso y el juez haya omitido
pronunciamiento al respecto, en relación a ello, considera importante advertir
que por el contenido del mismo, que no puede tomarse por cierto tal
planteamiento simplemente alegándolo, ya que debe demostrarse, es decir, si
alguna de las partes alega que no se colocó en el acta de debate solicitudes
realizadas al juez, o se expresó algo que no ocurrió de esa forma, a criterio de
quienes aquí deciden la forma de demostrar dicha situación de hecho (a falta de
reproducción fílmica del debate) es mediante la promoción de pruebas que
lleven a la Alzada al convencimiento de la veracidad de lo planteado, y no la
simple argumentación por parte del recurrente de lo denunciado; en
consecuencia, ante la imposibilidad para esta Sala (por falta de pruebas) de
verificar un argumento de esta índole, lo procedente y ajustado a derecho es
desestimar el presente argumento. Y así se establece”. (Sic). (Resaltado de la
Sala).
Ahora bien, el artículo 334 del Código Orgánico Procesal Penal señalado como
infringido, reconoce la necesidad de disponer de un registro preciso, claro y
circunstanciado del desarrollo del juicio oral, mediante la introducción de medios
técnicos de reproducción de datos sobre el debate que no pueden ser escritos en el
acta del debate levantada por el Secretario de Sala, lo contrario sería transcribir por
escrito el juicio con el acta, en detrimento de la naturaleza oral del proceso penal
venezolano.
IV
DECISIÓN
La Magistrada Presidenta,
El Magistrado Vicepresidente,
La Magistrada,
El Magistrado,
PAÚL JOSÉ APONTE RUEDA
(Ponente)
La Magistrada,
La Secretaria,
La Secretaria,
El artículo 335 del Código Orgánico Procesal Penal, ahora artículo 318,
vigente anticipadamente por la publicación del Decreto con Rango, Valor y Fuerza
de Ley del Código Orgánico Procesal Penal en la Gaceta Oficial de la República
Bolivariana de Venezuela (N° 6.078 extraordinario, del 15 de Junio de
2012), establece que el debate oral deberá realizarse sin interrupciones en el menor
número de días consecutivos, sin embargo esta norma prevé la alternativa de que
ello no fuere posible o como establece la Sala existan causas justificadas de
suspensión.
En el caso de que el debate no pueda concluirse el mismo día, según lo
establece el artículo 17 eiusdem, debemos distinguir la diferencia que existe entre
los emplazamientos diarios, en los cuales el Juez Presidente fija la hora del día
consecutivo para que el debate continúe hasta su conclusión y la suspensión, según
la cual el plazo máximo de interrupción es de 15 días contínuos y
operará únicamente por los motivos especificados en los ordinales 1° al 4° del
artículo citado. En el caso de no reanudarse al décimo sexto día después de la
suspensión, se considerará interrumpido y se iniciará el juicio nuevamente.
Ahora bien, el Tribunal podrá suspender el desarrollo del debate por un plazo
máximo de quince días, computados continuamente y sólo se podrá suspender en los
casos expresamente previstos en el artículo 318 ibídem y decidida la misma,
el Tribunal anunciará el día y la hora en que deberá continuar, y si no se reanuda “a
más tardar al décimo sexto día”, operaría la interrupción del mismo y según lo
establecido en el artículo 320, vigente anticipadamente por la publicación del
Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley del Código Orgánico Procesal Penal,
deberá realizarse el juicio de nuevo, desde su inicio.
El día lunes 19 de Julio de 2010, a las 2:00 p.m. se dio inicio a la audiencia
oral y privada en la causa seguida contra el ciudadano JOSÉ RAMÓN RIVERO
PÉREZ, se declaró abierto el debate, se suspendió la audiencia por cuanto no se
encontraban los medios de prueba. Se convocó a todos los presentes para la
continuación de dicha audiencia para el viernes 23 de Julio de 2010 a las 10:00 a.m.
desde esta fecha (día en el cual se suspendió) hasta que se reanudó, el 23 de Julio de
2010 pasaron tres (3) días, de acuerdo con el artículo 172 del Código Orgánico
Procesal Penal (ahora artículo 156 vigente anticipadamente por la publicación del
Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley del Código Orgánico Procesal Penal), el
cual prevé que en la fase intermedia y de juicio oral no se computarán los sábados,
domingos ni días feriados conforme a la Ley.
Quedan de esta manera expuestas las razones por las cuales salvo mi voto en
la presente decisión. Fecha ut supra.
La Magistrada Presidenta,
El Magistrado, La Magistrada,
La Secretaria,
Gladys Hernández González
BRMdeL/hnq.
VS. Exp. N° 11-0364
La Secretaria,