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http://historico.tsj.gob.ve/decisiones/scon/diciembre/2144-011206-05-0378.

HTM

SALA CONSTITUCIONAL

Magistrado Ponente: Arcadio Delgado Rosales

Expediente N° 2005–0378

El 24 de febrero de 2005, se recibió en Sala escrito contentivo de la acción de


amparo constitucional interpuesta por el ciudadano LUIS ALEJANDRO PADILLA
ARAGORT, titular de la cédula de identidad Nº V-5.537.992, representado por el
ciudadano Rafael Alberto Latorre Cáceres, abogado, inscrito en el Instituto de Previsión
Social del Abogado bajo el número 32.028, por la presunta violación de los derechos
constitucionales de acceso a la justicia, a la tutela judicial efectiva, a la defensa y al debido
proceso, contra la sentencia dictada el 31 de enero de 2005, por la Sala N° 2 de la Corte de
Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, mediante la
cual ordenó la celebración de un nuevo juicio, luego de haber declarado con lugar la
apelación interpuesta por el ciudadano Luis Miguel García Perdomo en su condición de
querellante, contra la sentencia dictada el 16 de julio de 2004, por el Juzgado Noveno de
Juicio del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, que absolvió al
accionante de los delitos de difamación y hacerse justicia por sí mismo.
El 25 de febrero de 2005, se dio cuenta en Sala y se designó ponente al Magistrado
Luis Velázquez Alvaray.

El 21 de junio de 2005, la parte accionante solicitó a la Sala pronunciamiento sobre


la admisibilidad de la presente acción de amparo.

El 29 de julio de 2005, mediante sentencia N° 2234, la Sala solicitó al Juzgado


Noveno de Juicio del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas y al
Juzgado Vigésimo Cuarto de Primera Instancia en Funciones de Juicio del mismo Circuito
Judicial Penal, información atinente a determinar el inicio, estado actual y culminación del
juicio oral, así como de los días hábiles en los cuales se celebró el juicio y los días
transcurridos entre uno y otro. En cumplimiento de dicha decisión, se libró oficio N° 05-
2520 del 11 de agosto de 2005, dirigido al Juez Noveno de Juicio del Circuito Judicial
Penal del Área Metropolitana de Caracas, suscrito por la Presidenta de la Sala.

El 20 de septiembre de 2005, se recibió del Juzgado Noveno de Juicio del Circuito


Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, Oficio N° 615-2005 del 16 de
septiembre de este año, mediante el cual informó sobre el cómputo certificado de los días
hábiles transcurridos desde el 5 de abril de 2005, exclusive, fecha de inicio del juicio, al 5
de mayo de 2005 inclusive, fecha de finalización con la dispositiva del fallo, y demás datos
solicitados por esta Sala.

El 11 de octubre de 2005, se recibió del Juzgado Vigésimo Cuarto de Primera


Instancia en lo Penal en Funciones de Juicio del Área Metropolitana de Caracas, Oficio N°
403-05 del 7 de octubre de este año, mediante el cual informó que el juicio seguido contra
el accionante se encuentra para la fijación de la audiencia de juicio.

El 7 de diciembre de 2005, mediante Sentencia N° 3910, la Sala admitió la acción


de amparo interpuesta, acordó la medida cautelar solicitada y ordenó realizar la
notificaciones correspondientes.

El 7 de febrero de 2006, la parte accionante ratificó la solicitud de amparo


interpuesta.

El 3 de marzo de 2006, se entregó boleta de notificación en el Ministerio Público y


en la Presidencia de la Sala N° 2 de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del
Área Metropolitana de Caracas.

El 11 de mayo de 2006, el accionante solicitó la fijación de la audiencia


constitucional, por cuanto las partes ya habían sido notificadas.

El 8 de junio de 2006, se incorporó a la Sala el Magistrado Arcadio Delgado


Rosales, quien con el carácter de ponente suscribe el presente fallo.

El 17 de julio de 2006, la Sala mediante Oficio N° 06-2510 ratificó el contenido de


la Boleta de Notificación N° 06-0067 del 24 de febrero de 2006, dirigida a la Corte de
Apelaciones aludida, donde se ordena la notificación de la víctima en el proceso que dio
origen al amparo.

El 27 de septiembre de 2006, se recibió el Oficio N° 2006-496 del 22 de ese mes y


año, emanado de la referida Sala Dos de la Corte de Apelaciones, mediante la cual remitió
las resultas de las notificaciones practicadas en cumplimiento de lo ordenado por esta Sala.

El 25 de octubre de 2006, la Sala fijó la audiencia constitucional, la cual se celebró


el 7 de noviembre de este año, a las diez y media de la mañana, con la presencia de la parte
accionante. En esa oportunidad la Sala declaró con lugar la acción de amparo y ordenó que
otra Sala de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de
Caracas dicte nueva sentencia con estricta sujeción a lo previsto en el artículo 172 del
Código Orgánico Procesal Penal y a la jurisprudencia reiterada de esta Sala. Asimismo
suspendió la medida cautelar acordada.

El 7 de noviembre de este año, el Ministerio Público consignó escrito mediante el


cual emitió su opinión sobre el caso sub iudice.

ANTECEDENTES

El ciudadano Luis Miguel García Perdomo interpuso querella penal contra el


ciudadano Luis Alejandro Padilla Aragort, por la presunta comisión de los delitos de
difamación y hacerse justicia por sí mismo, previstos y sancionados en los artículos 444 y
271 del Código Penal vigente para esa fecha.

El Juzgado Noveno de Juicio del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de
Caracas, conoció de la causa y dictó sentencia el 16 de julio de 2004, mediante la cual
absolvió al accionante de los delitos de difamación y hacerse justicia por sí mismo.

El ciudadano Luis Miguel García Perdomo interpuso recurso de apelación contra la


referida sentencia, por violación al principio de concentración.

La Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de


Caracas, conoció en alzada y dictó sentencia el 31 de enero de 2005, mediante la cual
declaró con lugar la apelación y ordenó la celebración de un nuevo juicio.

La causa penal seguida contra el accionante fue remitida al Juzgado Vigésimo


Cuarto de Primera Instancia en lo Penal en Funciones de Juicio del Área Metropolitana de
Caracas, para la realización de la audiencia de juicio.

II

FUNDAMENTOS DE LA ACCIÓN DE AMPARO


El ciudadano Luis Alejandro Padilla Aragort, interpuso la presente acción de
amparo el 24 de febrero de 2005, contra la sentencia dictada el 31 de enero de 2005 por la
Sala N° 2 de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de
Caracas.

De la lectura del escrito contentivo de la acción de amparo y de los recaudos


acompañados a ésta, se desprenden los siguientes hechos y argumentos que fundamentan su
interposición:

Denunció la parte accionante, que la sentencia dictada el 31 de enero de 2005, por la


Sala N° 2 de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de
Caracas, violó su derecho de acceso a la justicia, a la tutela judicial efectiva, a la defensa y
al debido proceso, previstos en los artículos 26 y 49 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, al ordenar la celebración de un nuevo juicio y declarar con lugar
la apelación interpuesta por el ciudadano Luis Miguel García Perdomo, víctima en la causa
penal, contra la sentencia dictada el 16 de julio de 2004 por el Juzgado Noveno de Juicio
del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, que absolvió al accionante
de los delitos de difamación y hacerse justicia por sí mismo.

Señaló el accionante que la Sala N° 2 de la Corte de Apelaciones del Circuito


Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, fundamentó su sentencia del 31 de enero
de 2005, en la información errada suministrada en la certificación realizada por el
Secretario del Juzgado Noveno de Juicio del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana
de Caracas, el 20 de enero de 2005, mediante la cual hizo un cómputo equivocado de los
días hábiles durante los cuales se realizó el juicio, en los siguientes términos: “…que en
fecha 27 de abril de 2004 se aperturó el Juicio Oral y Público, seguido al ciudadano LUIS
MIGUEL GARCIA PERDOMO, el día 5 de abril de 2004, se dictó la dispositiva
transcurriendo entre ambas fechas seis (6) días de despacho. En fecha 16 de junio de 2004,
se publicó el texto íntegro de la sentencia, transcurriendo desde la fecha en que se dictó la
dispositiva hasta la fecha en que se publicó el texto íntegro de la sentencia, treinta días de
despacho…”.

Arguyó que según la certificación emanada del Juzgado Noveno de Juicio del
Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, el 17 de febrero de 2005 -fecha
posterior a la decisión accionada-, el cómputo de los días hábiles (5, 6, 12, 14, 15 fecha de
diferimiento, 16, 20, 21, 23, 26 y 27 de abril de 2004) en los cuales se realizó la audiencia
de juicio, demuestran que hubo continuidad desde el 5 de abril de 2004 -fecha de inicio del
juicio- hasta el 27 de ese mes y año -fecha en que concluyó el juicio- por lo que considera
que la reposición de la causa es innecesaria dado que la denuncia de violación del principio
de concentración e inmediación alegado por la víctima, fue desvirtuado por esta última
certificación realizada por el Juzgado Noveno de Juicio del Circuito Judicial Penal del Área
Metropolitana de Caracas.

Agregó el accionante que de lo antes expuesto se puede apreciar que la Sala N° 2 de


la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas,
fundamentó su sentencia del 31 de enero de 2005, en un falso supuesto “…derivado del
cómputo erróneo emanado del secretario Wilmer José Wettel, quien no sólo emitió un
cómputo confuso y amañado, sino que el mismo era contrario a la realidad; dado que en el
primer caso el secretario en mención certificó que el juicio oral se aperturó el 27 de abril
de 2004 y que el día 5 de abril de 2004 se dictó la dispositiva (o sea que la sentencia salió
primero que el juicio) y que el 16 de junio de 2004 se publicó el texto íntegro de la
sentencia; concluyendo en base a esa afirmación un cómputo erróneo respecto de los días
hábiles transcurridos entre un acto y otro sin discriminar en forma transparente y clara los
días de despacho verdaderamente transcurridos entre el inicio del debate y su
conclusión…”.
Mencionó el accionante que la sentencia del 31 de enero de 2005, dictada por la
Sala N° 2 de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de
Caracas, que repuso la causa a la celebración de un nuevo juicio y declaró con lugar la
apelación interpuesta por el ciudadano Luis Miguel García Perdomo, contra la sentencia
dictada el 16 de julio de 2004, por el Juzgado Noveno de Juicio del Circuito Judicial Penal
del Área Metropolitana de Caracas, que absolvió al accionante de los delitos de difamación
y hacerse justicia por sí mismo, violó su derecho al debido proceso, así como a acceder a
una justicia gratuita, sin dilaciones indebidas, ni formalismos o reposiciones inútiles.

Indicó fundamentar su acción en el artículo 4 de la Ley Orgánica de Amparo sobre


Derechos y Garantías Constitucionales, pues se trata de una sentencia que ordena un acto –
la celebración de un nuevo juicio- que lesiona derechos constitucionales, como los de
acceso a la justicia sin reposiciones indebidas, a la tutela judicial efectiva, a la defensa y al
debido proceso.

A los efectos probatorios, el accionante consignó copia certificada de la sentencia


del 31 de enero de 2005, dictada por la Sala N° 2 de la Corte de Apelaciones del Circuito
Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas; de la sentencia del 16 de julio de 2004,
emitida por el Juzgado Noveno de Juicio del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana
de Caracas; del acta de la audiencia celebrada el 14 de enero de 2005, por la Corte de
Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas; y el cómputo
de los días de despacho durante los cuales se realizó el referido juicio penal.

En este orden de ideas, solicitó a la Sala decrete medida cautelar innominada


ordenando al Juzgado Vigésimo Cuarto de Primera Instancia en Funciones de Juicio del
Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, que suspenda la realización del
nuevo juicio hasta tanto se decida la presente acción de amparo.

III

DE LA SENTENCIA ACCIONADA

El 31 de enero de 2005, la Sala N° 2 de la Corte de Apelaciones del Circuito


Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, dictó sentencia mediante la cual ordenó
la celebración de un nuevo juicio, y declaró con lugar la apelación interpuesta por el
ciudadano Luis Miguel García Perdomo contra la sentencia dictada el 16 de julio de 2004,
por el Juzgado Noveno de Juicio del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de
Caracas, que absolvió al accionante de los delitos de difamación y hacerse justicia por sí
mismo, previstos y sancionados en los artículos 444 y 271 del Código Penal vigente para
esa fecha.

Entre otras consideraciones, la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del
Área Metropolitana de Caracas, estimó que en el juicio penal principal se violó el principio
de concentración y se afectó el debido proceso, al no realizarse la audiencia sin
interrupciones mayores a los diez días que establece el artículo 337 de Código Orgánico
Procesal Penal, tal como se evidencia de las actas procesales, donde consta que el juicio se
inició el 5 de abril de 2004 y se reanudó el 27 de ese mes y año, transcurriendo trece días
hábiles continuos entre un acto y el subsiguiente.

IV
OPINIÓN DEL MINISTERIO PÚBLICO
Luego de analizar el caso bajo examen, desde la perspectiva de lo dispuesto en el
artículo 172 y 335 del Código Orgánico Procesal Penal, así como la jurisprudencia de esta
Sala y de la Sala de Casación Penal de este Alto tribunal, el Ministerio Público señaló lo
siguiente:

“… De la trascripción del cómputo, que fuera solicitado por la Sala


Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, se evidencia que los días
trascurridos desde el inicio del debate oral y público son los siguientes: 6,
12, 14, 15, 16, 20, 21, 23, 26, 28, 29, 30 del mes de abril del año 2004, y 3 y
5 de mayo del mismo año, entonces si tomamos en cuenta el día siguiente del
inicio del juicio, es decir el 6 de abril de 2004, hasta el día de su
reanudación, que lo fue el 27 de ese mes y año, obtenemos que entre uno y
otro día, hace una sumatoria de
diez (10) días de despacho, todo lo que, nos permite concluir que entre el
inicio del debate oral y público y su reanudación no transcurrieron trece
(13) días hábiles como lo señaló la sentencia accionada, sino diez (10) días
en que hubo despacho, y como consecuencia de ello, no se patentizó el vicio
que alegó la parte recurrente en el recurso de apelación y que conllevara a
que el Tribunal que conocía en Alzada, decretara la nulidad del juicio, por
el quebrantamiento del principio de concentración.

…Omissis…

De tal manera, que a juicio de quien suscribe, resulta forzoso concluir en


que la decisión emanada de la Sala N° 2 de la Corte de Apelaciones del
Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, de fecha 31 de
enero del 2005, que declaró con lugar el recurso de apelación propuesto por
la parte querellante, y en consecuencia, anuló la decisión de la Primera
Instancia, ordenando la celebración de un nuevo juicio, por considerar que
se violó el principio de concentración, es violatoria de la garantía del
debido proceso, del derecho a la defensa y a la tutela judicial efectiva, toda
vez, que profirió una decisión contraria a los principios procesales
garantistas establecidos constitucionalmente”.

MOTIVACIÓN PARA DECIDIR


Una vez analizado el escrito contentivo de la acción de amparo interpuesta y los
recaudos acompañados a ésta, esta Sala pasa a decidir previas las consideraciones
siguientes:

Observa la Sala que la acción de amparo fue interpuesta contra la decisión dictada el
31 de enero de 2005 por la Sala Dos de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal
del Área Metropolitana de Caracas, mediante la cual declaró con lugar la apelación
interpuesta por el ciudadano Luis Miguel García Perdomo contra la sentencia dictada el 16
de julio de 2004 por el Juzgado Noveno de Juicio del Circuito Judicial Penal del Área
Metropolitana de Caracas, que absolvió al accionante de los delitos de difamación y hacerse
justicia por sí mismo; y ordenó la celebración de un nuevo juicio.

Asimismo, observa la Sala que la denuncia fundamental formulada por el ciudadano


Luis Alejandro Padilla Aragort es que la sentencia accionada lesionó sus derechos de
acceso a la justicia, a la tutela judicial efectiva, a la defensa y al debido proceso, previstos
en los artículos 26 y 49 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, al
anular la sentencia absolutoria de primera instancia y ordenar la celebración de un nuevo
juicio, por considerar el Tribunal de alzada que el juicio fue suspendido por más de diez
(10) días, con lo que se vulnera el principio de concentración, previsto en el artículo 335 del
Código Orgánico Procesal Penal, con base en una información contenida en la certificación
realizada por el Secretario del Juzgado Noveno de Juicio del Circuito Judicial Penal del
Área Metropolitana de Caracas, el 20 de enero de 2005, mediante la cual hizo un cómputo
de los días hábiles durante los cuales se realizó el juicio.

Cabe destacar que el artículo 335 del Código Orgánico Procesal Penal, dispone lo
siguiente:
“El tribunal realizará el debate en un solo día. Si ello no fuere posible, el
debate continuará durante los días consecutivos que fueren necesarios hasta su
conclusión. Se podrá suspender por un plazo máximo de diez días,
computados continuamente, sólo en los casos siguientes:

1. Para resolver una cuestión incidental o practicar algún acto fuera de la sala
de audiencia, siempre que no sea posible resolverla o practicarlo en el
intervalo entre dos sesiones;

2. Cuando no comparezcan testigos, expertos o intérpretes, cuya intervención


sea indispensable, salvo que pueda continuarse con la recepción de otras
pruebas hasta que el ausente sea conducido por la fuerza pública;
3. Cuando algún juez, el imputado, su defensor o el fiscal del Ministerio
Público, se enfermen a tal extremo que no puedan continuar interviniendo en el
debate, a menos que los dos últimos puedan ser reemplazados inmediatamente;
o el tribunal se haya constituido, desde la iniciación del debate, con un número
superior de jueces que el requerido para su integración, de manera que los
suplentes integren el tribunal y permitan la continuación; la regla regirá
también en caso de muerte de un juez, fiscal o defensor;
4. Si el Ministerio Público lo requiere para ampliar la acusación, o el defensor
lo solicite en razón de la ampliación de la acusación, siempre que, por las
características del caso, no se pueda continuar inmediatamente”.

Dentro de este marco, la Sala identifica que el eje central de la controversia reside
en el cómputo de los diez (10) días a que alude dicha norma, pues de ello depende la
tempestividad o no de la reanudación del debate, elemento fundamental para determinar si
en efecto hubo la violación del principio de concentración respecto de dicha causa, como
fue señalado en la sentencia accionada, o si por el contrario hubo violación del debido
proceso por parte de la aludida Corte de Apelaciones.

De allí que resulte imperioso precisar si el cómputo se efectúa por días consecutivos
calendarios o, por el contrario, se realiza por días hábiles.

En este sentido, debemos ceñirnos a lo dispuesto en el artículo 172 del Código


Orgánico Procesal Penal, cuyo texto señala:

“Para el conocimiento de los asuntos penales en la fase preparatoria todos


los días serán hábiles. En las fases intermedia y de juicio oral no se
computarán los sábados, domingos y días que sean feriados conforme a la
ley, y aquellos en los que el tribunal resuelva no despachar”. Resaltado de
esta Sala.

Ahora bien, la Sala advierte que, según se desprende de las actas procesales, en el
caso sub júdice, la suspensión se dio en la audiencia de juicio que, obviamente,
corresponde a la fase de juicio del proceso penal, por lo que en dicha fase los días a
computarse son los días hábiles, excluyendo los sábados, domingos, feriados y los días sin
despacho, de conformidad con lo previsto en el citado artículo 172.

Cabe destacar que, esta forma de computar los días en la fase de juicio, prevista en
el artículo 172 eiusdem, se aplica al lapso de los diez (10) días previsto en el artículo 335
de la norma penal adjetiva, relativos a la suspensión de la audiencia de juicio.

Al respecto, esta Sala, en sentencia N° 1461 del 27 de julio de 2006, señaló que:

“…queda claro que, a partir de lo dispuesto en el artículo 172 eiusdem


citado, en la fase intermedia, en la cual se encontraba dicha causa penal,
los lapsos se cuentan por días hábiles en los cuales haya despacho, siendo
la Oficina de Alguacilazgo la facultada para la recepción de los documentos
y escritos dirigidos a los tribunales penales del Circuito Judicial Penal
correspondiente, en horario extendido, de conformidad con el artículo 539
de la norma penal adjetiva. Así se decide”. Resaltado de esta Sala.

En cuanto a este criterio, esta Sala observa que en sentencia N° 400 del 20 de junio
de 2005, la Sala de Casación Penal señaló lo siguiente:

“En el presente caso, se evidencia que la Sala N° 2 de la Corte de


Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas,
actuó conforme a derecho, toda vez, que al analizar los motivos de
suspensión del debate del juicio oral, constató que éste sólo fue suspendido
en dos oportunidades por los motivos previstos en el artículo 335, numerales
2 y 3 del Código Orgánico Procesal Penal, relativos a la incomparecencia
del representante del Ministerio Público y de los testigos, verificándose de
las actas procesales que el último debate se suspendió el 11 de marzo
de 2004, reanudándose el 25 del mismo mes y año, fecha en la cual se dictó
sentencia condenatoria, resultando suspendido el debate
por nueve (9) días hábiles y no catorce (14) días consecutivos como lo
invocó erradamente la formalizante”.

No obstante, en sentencia N° 041 del 21 de marzo de 2006, la Sala de Casación


Penal señaló lo contrario:

“Ahora bien, el referido artículo 335 del Código Orgánico Procesal


dispone que el debate oral debe realizarse en un sólo día, aunque también
prevé la alternativa de que si ello no fuere posible se celebre el mismo en el
menor número de días consecutivos, de acuerdo a lo que establece el
artículo 17 eiusdem.
Del contenido de los artículos 335, 336 y 337 del mismo texto
procedimental penal, se evidencia la posibilidad de que en el desarrollo del
debate puedan operar los aplazamientos diarios y las suspensiones, estas
últimas operarán sólo en los casos expresamente establecidos.
El texto legal expresa para el caso de las suspensiones, que si a más tardar
al día undécimo no se ha reanudado se considerará interrumpido y deberá
realizarse de nuevo, esto para evitar que se afecte la presencia de los jueces
y las partes durante el juicio oral, garantizando así la inmediación,
concentración y continuidad, principios rectores del proceso penal”.

En vista de que esta Sala Constitucional ha advertido contradicciones en la


jurisprudencia de la Sala de Casación Penal sobre el cómputo del plazo de diez (10) días,
establecido en el artículo 335 Código Orgánico Procesal Penal, determina con carácter
vinculante, que la aplicación de lo previsto en el artículo 172 eiusdem corresponde no sólo
al supuesto de las suspensiones a que alude el citado artículo 335, sino a cualquier lapso de
la fase de juicio; y así se decide.
En atención a lo anterior, se ordena la publicación del presente fallo en la Gaceta
Oficial de la República Bolivariana de Venezuela, en aplicación analógica de lo previsto en
el aparte décimo octavo del artículo 21 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de
Justicia, en cuyo sumario se indicará lo siguiente: “Sentencia de la Sala Constitucional del
Tribunal Supremo de Justicia que determina con carácter vinculante la aplicación de lo
previsto en el artículo 172 del Código Orgánico Procesal Penal no sólo al supuesto de las
suspensiones a que alude el artículo 335 ejusdem, sino a cualquier lapso de la fase de juicio
del proceso penal”.

Una vez determinado este aspecto, pasa la Sala a precisar si en el caso de autos, la
suspensión de la audiencia de juicio resultó conforme a derecho o si, por el contrario, la
sentencia accionada incurrió en el error denunciado por el accionante, en cuanto al cómputo
de los días transcurridos entre una suspensión y otra en el juicio penal seguido en su contra,
por el ciudadano Luis Miguel García Perdomo.

Al respecto, pudo constatar la Sala que, según la certificación de la Secretaría del


Juzgado Noveno de Primera Instancia en Funciones de Juicio del Circuito Judicial Penal
del Área Metropolitana de Caracas, del 16 de septiembre de 2005, inserta en autos, los días
hábiles transcurridos desde el 5 de abril de 2004, exclusive, fecha de inicio del juicio y el 5
de mayo de 2004, inclusive, fecha de publicación de la sentencia, fueron los siguientes: 06,
12, 14, 15, 16, 20, 21, 23, 26, 27, 28, 29 y 30 de abril, 03 y 05 de mayo de 2004.

Asimismo, advierte la Sala que, consta del Acta del Juicio Oral y Público celebrado
por el Juzgado Noveno de Primera Instancia en Funciones de Juicio del Circuito Judicial
Penal del Área Metropolitana de Caracas, que la audiencia de juicio se realizó durante los
días 5 y 27 de abril y 5 mayo de 2004, siendo publicada la sentencia en extenso el 16 de
julio de 2004, lo que pudo corroborarse de los asientos del Libro Diario llevado por el
referido Juzgado Noveno de Juicio.

De lo anteriormente señalado, esta Sala estima que entre el cinco (5) exclusive y el
veintisiete (27) de abril de 2004 exclusive, sólo transcurrieron nueve (9) días hábiles, por lo
que la suspensión referida por la Sala Dos de la Corte de Apelaciones no excede los diez
(10) días que configuran el supuesto previsto en el artículo 335 del Código Orgánico
Procesal Penal, habiéndose reanudado el debate o juicio al décimo día hábil siguiente a la
fecha de la suspensión, entiéndase cinco (5) de abril de ese año, motivo por el cual
considera que la audiencia de juicio se celebró sin interrupciones que superaran los diez
(10) días aludidos en dicha norma.

Sobre este aspecto, esta Sala considera que la Corte de Apelaciones al conocer en
alzada la apelación interpuesta, incurrió en un error en el cómputo de los días hábiles
transcurridos entre la fecha de inicio y la de publicación de la sentencia anulada, que le
indujo a anular una sentencia absolutoria y ordenar la realización de un nuevo juicio, en
desmedro de los derechos del accionante al debido proceso y a una tutela judicial efectiva,
pero sobre todo idónea, pues, siendo que el único fundamento para dictar la sentencia
accionada fue la vulneración del principio de concentración e inmediación, que se basó en
un supuesto errado, según pudo verificar esta Sala, el fallo absolutorio habría adquirido el
carácter de definitivamente firme, no siendo necesaria la repetición del juicio por vicios
inexistentes.

Es conveniente acotar que el cardinal 8 del artículo 49 de la Constitución de la


República Bolivariana de Venezuela prevé:

“El debido proceso se aplicará a todas las instancias judiciales y


administrativas y, en consecuencia:
…Omissis…
8. Toda persona podrá solicitar del Estado el restablecimiento o reparación
de la situación jurídica lesionada por error judicial, retardo u omisión
injustificados…”. Resaltado de esta Sala.

De la norma citada, se desprende que el derecho al debido proceso garantiza la


correcta aplicación de las normas al caso concreto, tanto en instancia judiciales como
administrativas, por lo que el error judicial, el retardo u omisión injustificadas, son
supuestos que acarrean, previa solicitud de parte, el restablecimiento o reparación de la
situación jurídica infringidas por parte del Estado.

En lo que al caso de autos se refiere, esta Sala considera que el error judicial de la
Corte de Apelaciones respecto del cómputo de los días de suspensión de la audiencia de
juicio transcurridos, constituye una violación al derecho al debido proceso y a la tutela
judicial efectiva del accionante y, en consecuencia, la acción de amparo debe ser declarada
con lugar y procederse a anular la sentencia accionada y ordenar a otra Sala de la Corte de
Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, que dicte nueva
sentencia con estricto apego a lo dispuesto en el artículo 172 del Código Orgánico Procesal
Penal y a la jurisprudencia reiterada de esta Sala, en atención al cómputo realizado por la
Secretaría del Juzgado Noveno de Juicio del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana
de Caracas, del 16 de septiembre de 2005. Así se decide.

DECISIÓN

Por las razones precedentemente expuestas, esta Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia, en nombre de la República por autoridad de la Ley, declara CON
LUGAR la acción de amparo constitucional ejercida por el ciudadano LUIS
ALEJANDRO PADILLA ARAGORT, representado por el ciudadano Rafael Alberto
Latorre Cáceres, contra la sentencia dictada el 31 de enero de 2005 por la Sala Dos de la
Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas y, en
consecuencia:

1. ANULA la sentencia dictada el 31 de enero de 2005 por la Sala Dos de la Corte


de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas.

2. ORDENA a otra Sala de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del
Área Metropolitana de Caracas, dictar nueva sentencia con estricto apego a lo
dispuesto en el artículo 172 del Código Orgánico Procesal Penal.

3. SUSPENDE la medida cautelar innominada de paralización de la causa penal


N° 24J/344/05 seguida al accionante, acordada el 7 de diciembre de 2005,
mediante sentencia N° 3910.

4. ORDENA al Juzgado Vigésimo Cuarto de Primera Instancia en lo Penal en


Funciones de Juicio del Área Metropolitana de Caracas, remitir el expediente a la
Corte de Apelaciones Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Área
Metropolitana de Caracas para su distribución.

5. ORDENA publicar el presente fallo en la Gaceta Oficial de la República


Bolivariana de Venezuela, por contener en la parte motiva doctrina con carácter
vinculante, en cuyo sumario se indicará lo siguiente: “Sentencia de la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia que determina con carácter
vinculante la aplicación de lo previsto en el artículo 172 del Código Orgánico
Procesal Penal no sólo al supuesto de las suspensiones a que alude el artículo 335
ejusdem, sino a cualquier lapso de la fase de juicio del proceso penal”.

Publíquese y regístrese. Cúmplase lo ordenado.

Dada, firmada y sellada en el Salón de Despacho de la Sala Constitucional del


Tribunal Supremo de Justicia, en Caracas a los 01 días del mes de diciembre de dos mil
seis. Años: 196º de la Independencia y 147º de la Federación.
La Presidenta,

Luisa Estella Morales Lamuño

El Vicepresidente,

Jesús Eduardo Cabrera Romero

Pedro Rafael Rondón Haaz

Magistrado

Francisco Antonio Carrasquero López

Magistrado

Marcos Tulio Dugarte Padrón

Magistrado
Carmen Zuleta de Merchán

Magistrada

Arcadio Delgado Rosales

Magistrado Ponente

El Secretario,

José Leonardo Requena Cabello

Exp. 05-0378

ADR/

EXP. 05-0378.

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