Вы находитесь на странице: 1из 2

CAMBALACHE

Para empobrecer a los pobres


http://eltiempo.terra.com.co/hist_imp/HISTORICO_IMPRESO/OPINION_HISTO
RICO/2005-10-05/ARTICULO-WEB-NOTA_INTERIOR_HIST-2556930.html
POR DANIEL SAMPER PIZANO

Yo, que economista no soy, tenía entendido que el meollo del TLC era saber
cuánta soberanía estábamos dispuestos a entregar a los Estados Unidos
mediante tratado comercial a cambio de elevar el nivel de vida de millones de
colombianos.

Como ya les cedimos buena parte de nuestras decisiones (lucha antinarcóticos,


extradiciones, medio ambiente, guerra internacional), quise alertar sobre el
peligroso intercambio. Pero ahora me entero, por informes de insospechables
organismos oficiales, de que el TLC no servirá para mejorar nuestra economía,
sino para empobrecerla. Tal como lo leen: enajenaremos nuestro modelo de
desarrollo y, de contera, este endiablado pacto nos volverá más pobres que
antes. Por eso andan renunciando nuestros negociadores.

Voy al grano. El Banco Mundial reconoció hace algunas semanas que el TLC
con Centroamérica y República Dominicana aumentará la pobreza en sectores
críticos de esos países. Salvo que se tomen medidas de protección –que están
prohibidas–, los productores centroamericanos de maíz, arroz, fríjol y pollo
"experimentarán una reducción en sus ingresos" cuando lleguen los sobrantes
de la agricultura estadounidense subvencionada. Otros se beneficiarán. Pero
estos campesinos (más del 10 por ciento de las familias) se hundirán en la
miseria. Algo similar podría ocurrir en Colombia.

Se dirá que son especulaciones. Pero puedo ofrecer también realidades


consumadas. Según Cetim, centro europeo de estudios tercermundistas, desde
la vigencia del TLC México pasó de 11 millones de pobres a 54 millones, y los
indigentes absolutos superan ya los 20 millones. Cualquiera que haya visitado
hace poco el D.F. les dirá lo que esto significa en términos de seguridad.
Canadá también ha sufrido tras el TLC. En el último decenio "experimentó el
mayor crecimiento de la pobreza infantil en el mundo desarrollado" y los
recortes sociales desampararon al 70 por ciento de los desempleados. Pero el
número de sus millonarios se triplicó.

Podría arguirse que suministro ejemplos lejanos y que Colombia "es especial".
Pues no. Pese al optimismo de MinComercio Exterior, un estudio fresquito de
Planeación Nacional revela que, como está planteado, el TLC abrirá el
mercado colombiano en proporción mucho mayor que el de Estados Unidos a
los empresarios nacionales. Así ha negociado el león con todas las gacelas del
mundo. Se calcula que las importaciones crecerán el doble que las
exportaciones. De modo que se enriquecerán los grandes importadores, que
poco empleo generan, y el efecto global del TLC beneficiará en un raquítico
0,15 por ciento la producción nacional. A cambio, acabará de hundirse la
agricultura –es decir: más desplazados, más inseguridad–, pagaremos más por
los medicamentos, y veremos cómo los grandes laboratorios patentan
descaradamente la sabiduría colectiva de la medicina popular. Dice al respecto
el economista norteamericano Joseph Stiglitz: "Considérese un medicamento
basado en el conocimiento tradicional; por ejemplo, una hierba conocida por
sus propiedades medicinales. ¿Cuán importante es la contribución de la
empresa estadounidense que aísla el ingrediente activo? Las compañías
farmacéuticas argumentan que deberían tener derecho a una patente total, sin
pagar nada al país en desarrollo de donde se tomó el conocimiento
tradicional... No es de sorprender que los países en desarrollo tengan una
opinión distinta."

Sobra razón, pues, a los congresistas andinos que hace dos semanas
advirtieron que "el TLC lesionará el desarrollo, la salud pública y la seguridad
alimentaria" de nuestros países. También al filósofo germano-americano
Thomas Pagge cuando declaró recientemente al diario El Mundo que "el orden
económico global perpetúa la pobreza a través de la apertura asimétrica de los
mercados". Es la radiografía exacta del TLC.

Para seguir empobreciendo a los pobres y enriqueciendo a los ricos no


necesitamos acuerdos internacionales. Nuestra clase dirigente se basta sola.
Dos siglos de injusticia social son su garantía de seriedad y cumplimiento.

cambalache@mail.ddnet.es

Вам также может понравиться