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La obra centra su argumento en un asesinato, el de Santiago Nasar, por honor.

Este es sin duda uno de los temas fundamentales de la obra. En CMA el tema del
honor se ubica en el centro temático de la novela y establece relación con la
costumbre y la ley. El sentido del honor es el hilo conductor de la tragedia y está
relacionado directamente con la violencia como única forma de restaurarlo por un
sistema de creencias adoptado por la sociedad. Asimismo, el código del honor se
relaciona con el machismo y establece un doble orden simbólico: La dominación
de lo masculino sobre lo femenino y la amenaza de la mujer sobre el honor
masculino. Por ende, puedo afirmar que el tema de la honra y el código de honor
es desencadenante de la tragedia ante la construcción social y jurídica de la
costumbre.

el sentido del honor como desencadenante de la tragedia, por la construcción


social y jurídica de la costumbre.

Este código del honor rige la moral colectiva de todo un pueblo.

Es el hilo conductor de todas las acciones de la estructura:

El sentido de la honra como

la creencia de todo el pueblo en un código de honor.

Un implacable mecanismo de venganza al que hay que acudir para restaurar el


orden de la moral colectiva
El doble orden simbólico del honor y la honra

La dominación de lo masculino sobre lo femenino- desvalorización de la mujer

La amenaza de la mujer sobre el honor masculino. Revalorización de lo femenino

En CMA hay una sociedad que opera bajo determinados códigos de honor virgo cuya fuerza de ley
la podemos ver en la norma impuesta por la sociedad: las mujeres puras se deben casar vírgenes.
Si la mujer no contrae matrimonio virgen, el esposo tiene el derecho de devolverla. El causante de
la desfloración tiene dos opciones, o bien contraer matrimonio con la mujer o bien será
condenado a muerte. Esta costumbre tiene el verdadero carácter de ley porque condiciona el
comportamiento de la mayoría de la sociedad tal como lo hemos visto

ceñido al campo de acción de las relaciones sexuales entre hombres y mujeres, está configurado
bajo dos órdenes simbólicos, uno de dominación del hombre sobre la conducta sexual de la mujer
y el otro sobre la capacidad de la mujer de afectar con su conducta sexual el honor del hombre y
de su familia, concepción que encierran en sí una tensión sobre la identidad masculina abriendo
campo a la violencia entre las relaciones de género.

García Márquez nos remite a una sociedad que refleja el honor como una de las principales
manifestaciones del machismo, vigente como tantas veces lo hemos insistido en Latinoamérica y
en muchas sociedades del mundo. La sociedad de CMA es una sociedad cerrada, con escasa
movilidad, donde lo público se confunde con lo privado, con precaria presencia del Estado, con
una iglesia sentada en sus ritos, donde el poder del dinero marca y afirma las relaciones de poder
y el estatus de las personas, en un régimen patriarcal que confina a la mujer al hogar para
imponerle entre otros roles, el de educar a los hijos en función del género con la única misión de
asegurar que el modelo se replique.

-Lo matamos a conciencia -dijo Pedro Vicario-, pero somos inocentes.

-Tal vez ante Dios -dijo el padre Amador.

-Ante Dios y ante los hombres -dijo Pablo Vicario-. Fue un asunto de honor (67).

Este diálogo ilustra sucintamente el conjunto de creencias y de prácticas sociales que dan razón de
la conducta asesina de los Gemelos Vicario. Devela el imaginario de la identidad masculina y la
costumbre con fuerza de ley del honor que determina el comportamiento de

Esta es la costumbre con fuerza de ley que da cuenta de las razones que condujeron a la muerte
de Nasar. El juez sin nombre traído de Riohacha para desempeñar esta función encarna el derecho
y la sentencia del “tribunal de conciencia”, técnicamente desde el derecho jurado de conciencia,
que acogió la tesis de la defensa alegando legítima defensa 64 del honor. Así, reconoce que es
legítimo matar por honor y por implicación está reconociendo la costumbre del honor virgo. Es
importante recalcar que al declarar absueltos a los gemelos Vicario, el Estado está claramente
reconociendo como ley la costumbre del honor virgo, que es la que establece ante la transgresión
de la misma la posibilidad de matar al causante de la desfloración de una virgen antes del
matrimonio. Como hemos señalado, el estatuto de la costumbre en el ámbito de la ley no es
definitivo. Se imponen con fuerza de ley, sin embargo, aquellas costumbres que el orden social
considera esenciales para la reproducción de un orden, en este caso el orden patriarcal. Este a su
vez opera como el único posible en el imaginario, sin que parezca posible concebir un orden
distinto.

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