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El documento propone un proceso de orientación para estudiantes que consiste en 8 pasos: 1) caracterizar a los estudiantes que necesitan orientación recopilando información personal y académica, 2) identificar si han tenido orientación previa, 3) determinar las problemáticas a trabajar, 4) evaluar la pertinencia de la orientación, 5) planear reuniones con tutores para identificar necesidades, 6) elaborar planes de trabajo individualizados enfocados en fortalecer habilidades, 7) supervisar constantemente las acciones durante el proceso.
El documento propone un proceso de orientación para estudiantes que consiste en 8 pasos: 1) caracterizar a los estudiantes que necesitan orientación recopilando información personal y académica, 2) identificar si han tenido orientación previa, 3) determinar las problemáticas a trabajar, 4) evaluar la pertinencia de la orientación, 5) planear reuniones con tutores para identificar necesidades, 6) elaborar planes de trabajo individualizados enfocados en fortalecer habilidades, 7) supervisar constantemente las acciones durante el proceso.
El documento propone un proceso de orientación para estudiantes que consiste en 8 pasos: 1) caracterizar a los estudiantes que necesitan orientación recopilando información personal y académica, 2) identificar si han tenido orientación previa, 3) determinar las problemáticas a trabajar, 4) evaluar la pertinencia de la orientación, 5) planear reuniones con tutores para identificar necesidades, 6) elaborar planes de trabajo individualizados enfocados en fortalecer habilidades, 7) supervisar constantemente las acciones durante el proceso.
Inicialmente lo habíamos planeado de la siguiente manera:
1. Lista de alumnos con la información, priorizando los de nueva incorporación y los
que cambian de tutor, de etapa educativa o grupo-clase. 2. Observar si el alumno ya ha pasado antes por algún tipo de orientación ej: profesor o tutor del curso anterior, profesores de apoyo, personal auxiliar. 3. Averiguar acerca de la información académica y social del estudiante sus debilidades y cualidades, si necesita de apoyo, materiales con los que se ha trabajado, programas específicos de trabajo que se han llevado a cabo o se han propuesto, y un resumen de los datos del estudiantes diligenciado por los profesionales que han trabajado con él. 4. Tener la información actualizada de cada alumno, para así saber cómo se desarrolla no solo en el ámbito académico sino teniendo en cuenta también, sus habilidades sociales, personalidad y habilidades de aprendizaje. 5. Reunión con el tutor de los niños y niñas para determinar quienes tienen necesidades específicas de apoyo educativo y social. En estas reuniones, se aportará información escrita, concisa y operativa de los pasos a tener en cuenta para la adaptación del estudiante en el nuevo curso, ya que al tomar en cuenta lo educativo y social, podemos tener una visión más amplia acerca del estudiante y poder hacer un plan más completo en cuanto a su desarrollo. 6. Elaborar un plan de trabajo individualizado para cada estudiante, teniendo en cuenta que se está tratando con un ser humano y más que imponer, se debe comprender y orientar de la mejor forma posible para que así los niños puedan usar esas herramientas en futuras ocasiones. Se debe empezar por señalar los puntos fuertes o habilidades que tiene el niño para de ahí poder seguir fortaleciendo los “puntos débiles”. Teniendo en cuenta las instrucciones dadas por el profesor, el proceso de orientación debería darse de la siguiente manera:
1. Además de la caracterización de los estudiantes que son más probables de recibir
orientación, teniendo en cuenta información personal y académica es necesario que se aclaren las condiciones y expectativas que tienen estos alumnos frente a la orientación que recibirán. 2. Sigue siendo importante identificar si el alumno ha tenido un acercamiento previo a procesos de orientación y de ser así cuáles son los principales resultados de este, conociendo estos datos de la mano de los profesionales encargados. 3. Es necesario identificar el porqué es importante llevar a cabo un proceso de orientación, teniendo en consideración las problemáticas bases que se deben trabajar. 4. A partir de la identificación de problemas base se debe evaluar la pertinencia del proceso de orientación, en ese sentido sigue siendo importante planear una reunión con el tutor de los niños y niñas para determinar quienes tienen necesidades específicas de apoyo educativo y social, dejando muy claras dichas necesidades 5. Para un proceso de orientación debemos conocer tanto las áreas de intervención como los niveles en que se intervendrá, en ese sentido consideramos que debe realizarse en un nivel individual para tener mejores resultados, sin embargo esta decisión debe basarse en las características de los estudiantes 6. Se deben dejar en claro los objetivos de la orientación, además es importante delimitar las acciones que se llevarán a cabo, los materiales necesarios, lo que se espera tanto del proceso como lo que se espera que el niño sea capaz de comprender, hacer, diferenciar… etc 7. Continúa siendo importante elaborar un plan de trabajo individualizado para cada estudiante, teniendo en cuenta que se está tratando con un ser humano y más que imponer, se debe comprender y orientar de la mejor forma posible para que así los niños puedan usar esas herramientas en futuras ocasiones. Se debe empezar por señalar los puntos fuertes o habilidades que tiene el niño para de ahí poder seguir fortaleciendo los “puntos débiles”. 8. Adicionalmente creemos que es importante mantener una supervisión constante de las acciones y actividades que se llevan a cabo durante el proceso de orientación