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Grupo de T.E.S.U.

“Las Iluministas”

Christa Montes Rodezno

Claudia Torres

Lorenza Antúnez

Literatura latinoamericana I Página 1


UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL “FRANCISCO
MORAZÁN”
CENTRO UNIVERSITARIO DE EDUCACIÓN A DISTANCIA.
(C.U.E.D.)
SECCIÓN DE LETRAS Y LENGUAS.
Espacio Pedagógico: Literatura Latinoamericana I
Código: ELL – 3207
Unidad Académica Responsable: Departamento de Letras Lenguas
Requisitos: ELL – 2205 Modelos Literarios Narrativa: Novela
Total de unidades Número de Horas de clase frente al profesor Horas de trabajo independiente
valorativas semanas: 13 en el período académico y durante en el período y durante la
o créditos: 4 la semana: semana:
Teóricas: 2 25 90
Prácticas: 2

© Sección de Letras y Lenguas.

Centro Universitario de Educación a Distancia CUED

Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán.

Nota: Versión temporal para validación de textos escogidos.

Contacto: melymerlo2010@hotmail.com

HONDURAS, CENTRO AMÉRICA


2011

Literatura latinoamericana I Página 2


ÍNDICE
3
Manejo del Espacio Pedagógico…………………………………………………………….………..…… ……….......................... 4
Instrumento Diagnóstico……………………………………………………………………………………....................................... 6
I. Programa del espacio pedagógico………………………………………………………………..…… …………………………. 10
II. Guía Didáctica………………………………………………………………………………………………………………………..

Unidad 1: Orígenes de la prosa latinoamericana. Expresiones literarias precolombinas……………………………………… 21


Literatura precolombina………………………………………………………………………………………………………………... 22
Culturas indígenas……………………………………………………………………………………………………………………… 22
26
Los Aztecas………………………………………………………………………………………………………………………………
27
Llegada de los conquistadores españoles …………………………………………………………………………………………… 28
Los Mayas……………………………………………………………………………………………………………………………...... 30
Los Incas…………………………………………………………………………………………………………………………………. 34
Antes del siglo XV……………………………………………………………………………………………………………………….. 38
Siglo XV………………………………………………………………………………………………………………………………….. 38
Expresiones literarias precolombinas…………………………………………………………………………………………………. 40
El Popol Vuh…………………………………………………………………………………………………………………………....... 42
43
Chilam Balam...........................................................................................................................................................................
50
El Rabinal Achí…………………………………………………………………………………………………………………………... 58
Actividades didácticas………………………………………………………………………………………………………………….. 62

Unidad 2: La narrativa………………………………………………………………………………………………………………….. 67
Hacia una definición de las crónicas de Indias……………………………………………………………………………………… 68
Lo fantástico y lo literario en las Crónicas de Indias………………………………………………………………………………… 71
77
Los primeros cronistas………………………………………………………………………………………………………………….
87
Inicios de la narrativa en Latinoamérica……………………………………………………………………………………………… 88
Pensamiento y narrativa en la Latinoamérica del siglo XIX………………………………………………………………………… 91
El Periquillo Sarniento…………………………………………………………………………………………………………………..
Esteban Echeverría.................................................................................................................................................................
Manuel Payno……………………………………………………………………………………………………………………………
José Victorino Lastarria Santander……………………………………………………………………………………………………
Actividades didácticas…………………………………………………………………………………………………………………..

113
Unidad 3: La poesía latinoamericana………………………………………………………………………………………………….
La poesía latinoamericana……………………………………………………………………………………………………………… 114

Los Aztecas……………………………………………………………………………………………………………………………… 116

Los Mayas……………………………………………………………………………………………………………………………….. 126

Los Incas…………………………………………………………………………………………………………………………………. 137


Primeras manifestaciones líricas en lengua castellana y portuguesa…………………………………………………………….. 143
El barroco de Indias y la identidad criolla…………………………………………………………………………………………….. 145
Actividades didácticas………………………………………………………………………………………………………………….. 154

159
Unidad 4: Diversidad poética del siglo XVIII y XIX………………………………………………………………………………….
Neoclasicismo en Hispanoamérica …………………………………………………………………………………………………… 160

Características y manifestaciones…………………………………………………………………………………………………….. 161

Don Andrés Bello………………………………………………………………………………………………………………………... 165

José María Heredia…………………………………………………………………………………………………………………….. 172


José Joaquín Olmedo …………………………………………………………………………………………………………………. 179
José Basilio da Gama…………………………………………………………………………………………………………………… 187
Fray José de Santa Rita Durão………………………………………………………………………………………………………… 190
Claudio Manuel da Costa……………………………………………………………………………………………………………….
194
Actividades didácticas………………………………………………………………………………………………………………….
196

Literatura latinoamericana I Página 3


MANEJO DEL ESPACIO PEDAGÓGICO
Para: Colegas que impartirán la asignatura de Literatura Latinoamericana I
De: MEd. Melissa Merlo, grupo de T.E.S.U. “Las Iluministas”
Coordinadora de la asignatura. melymerlo2010@hotmail.com
Cel.: 33446624

Estimados compañeros (as):


Reciban un cordial saludo y mis deseos de éxitos en la implementación de los planes del
Rediseño de la UPNFM.
En esta oportunidad estaremos trabajando con la asignatura Literatura Latinoamericana I. El
texto con el que trabajaremos está basado en el plan descriptivo de la asignatura. Para todos
será una nueva experiencia así que les estoy solicitando sistematizar el proceso para que
podamos mejorar todos los diferentes aspectos de la clase
.
Se sugiere:

1. Leer las páginas introductorias del módulo.


2. Desarrollar las Unidades 1, 2, 3 y 4, una en cada visita respectivamente.
3. Trabajar la teoría con la mayor cantidad de ejemplos posibles.
4. Leer la Guía Didáctica.
5. Familiarizarse con el contenido.
6. Propiciar el afianzamiento de las competencias descritas en el Plan Descriptivo realizando
actividades pertinentes.
7. Buscar sitios de la web en donde los estudiantes puedan familiarizarse con temas
relacionados a la clase. Ver bibliografía del Plan.

En la clase:

1. Aplicación del instrumento diagnóstico.


2. Discutir brevemente los resultados del instrumento con los estudiantes mediante una
técnica de grupo o de preguntas – respuestas.
3. Hacer una plática introductoria tomando como base las primeras páginas del módulo.
4. Hacer énfasis en la lectura de las competencias y guiar al estudiante hacia una toma de
consciencia sobre ellas y la necesidad de desarrollarlas o mejorarlas.
5. Leer y discutir la Guía Didáctica con los estudiantes.
6. Definir equipos de trabajo para todo el período. (Parejas, tríos, etc.)
7. Determinar el tópico de investigación y el modelo o esquema de investigación a seguir.
(Después de discutir la Unidad 1)
8. Motivar e integrar el uso de plataformas virtuales u otros sitios de la web.
9. Socializar la metodología de evaluación desde la primera visita.
10. Determinar la actividad de extensión que cada estudiante realizará en su comunidad y la
manera en que comprobará tal actividad.
11. Ver la bibliografía sugerida.
12. Sistematizar el proceso.

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13. Entrega de informe con: Logros / Puntos críticos / Sugerencias. Al finalizar el período.
Adjuntar evidencia del trabajo de los estudiantes (la mejor muestra).
14. Pedir a los estudiantes, para la 4ta visita, un CD con todo lo realizado en este espacio
pedagógico.
15. Comunicarse con la coordinadora de la asignatura cuando lo consideren necesario.

INSTRUMENTO DIAGNÓSTICO
Literatura Latinoamericana I
Sor Juana Inés de la Cruz es considerada la personalidad más destacada de las letras
virreinales del

a. periodo de la conquista.
b. Siglo de las luces.
c. siglo XVII.
d. Renacimiento europeo.
e. Siglo XX.

Sor Juana Inés de la Cruz escribió una epístola en la que defendía sus intereses profanos y
reivindicaba la igualdad de oportunidades educativas para las mujeres. Esta carta lleva por
título

a. Respuesta a Sor Filotea.


b. Poemas alegóricos.
c. Inundación castálida.
d. Hombres necios que acusáis.
e. Rosa divina que en gentil cultura.

Fernández de Lizardi es considerado el primer novelista hispanoamericano al publicar

a. El Lazarillo de Tormes.
b. Estebanillo González.
c. El Lazarillo de ciegos caminantes.
d. La vida del Buscón Don Pablo.
e. El Periquillo Sarmiento.

En el drama quechua colonial Ollantay, ¿qué personaje representa al gracioso?


a. Rumi Ñahui.
b. Pachactuec
c. Ollanta.
d. Tupac Yupanqui.

Literatura latinoamericana I Página 5


e. Piqui Chaqui.

¿Quién es el autor de los Comentarios reales de los Incas, una de las


crónicas más artísticamente lograda de la literatura de la época de la colonización?

¿Qué conflictos internacionales influyeron en el estallido de la independencia?

Escribe en orden cronológico los hechos relacionados con el siglo XVI en México;
La caída de México-Tenochtitlán
El establecimiento del virreinato
La expedición Juan Grijalva
El primer viaje de Cristóbal Colón
El gobierno de la Primera Audiencia

¿Cuántos países constituyen Latinoamérica?

¿Cuál es la diferencia entre AMERICA LATINA, HISPANOAMÉRICA E IBEROAMERICA?

¿Cuál es la obra de teatro prehispánica que se conserva hasta nuestros días?

Menciona los libros de la literatura prehispánica que han llegado hasta nuestros días.

¿Cuáles fueron las culturas prehispánicas mas importantes?

Menciona 4 consecuencias positivas y 4 negativas de la llegada de los españoles.

¿Cuál fue la importancia de la literatura colonial?

¿Qué es una crónica?

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PRIMERA PARTE

I. Programa del espacio pedagógico.


Espacio Pedagógico: Literatura Latinoamericana I
Código: ELL – 3207
Unidad Académica Responsable: Departamento de Letras Lenguas
Requisitos: ELL – 2205 Modelos Literarios Narrativa: Novela
Total de unidades Número de Horas de clase frente al profesor Horas de trabajo
valorativas semanas: 13 en el período académico y durante independiente en el
o créditos: 4 la semana: período y durante la
Teóricas: 2 30/2 semana:
Prácticas: 2 90/6 60/4
Duración Hora Clase:
58 minutos

Descripción del espacio pedagógico


En este espacio pedagógico, el estudiante conocerá las principales manifestaciones literarias
de Latinoamérica, en sus distintos géneros, desde la época precolombina hasta el periodo pre
independentista (siglo XVIII).

Conocimientos previos:
Se requiere que el educando cuente con el dominio de:
Comprensión lectora.
Fundamentos teóricos de los géneros literarios.
Elementos generales para el análisis y comentario de textos literarios.
Redacción de resúmenes y síntesis argumentales.
Fundamentos básicos de informática.

Competencias genéricas
1. Capacidad para análisis y síntesis.
2. Capacidad para comunicación oral y escrita en la lengua materna.
3. Capacidad para trabajar en equipo.
4. Capacidad para gestionar el aprendizaje autónomo, crítico y creativo.

Competencias específicas
1. Capacidad para diferenciar las posturas teóricas relacionadas con el surgimiento y
desarrollo de la literatura latinoamericana.
2. Capacidad para analizar los diferentes enfoques acerca de la periodización literaria
latinoamericana.
3. Capacidad para caracterizar la literatura de la época colonial.
4. Capacidad para relacionar la producción literaria con el contexto económico político y
social, de la época colonial al periodo pre independentista.
5. Capacidad para criticar y valorar los hechos literarios latinoamericanos, desde la época
precolombina hasta el periodo pre independentista.

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Sub-competencias:
1. Enumerar ordenadamente los elementos constitutivos de los textos estudiados.
2. Interpretar los procesos de significación en los textos leídos.
3. Seleccionar las herramientas adecuadas para ordenar y presentar la información.
4. Comunicar en forma oral y escrita sus impresiones o comentarios sobre los textos
trabajados en el curso.
5. Participar y colaborar activamente con el equipo en las tareas asignadas para el
desarrollo de la temática.
6. Mantener una actitud de aprendizaje y mejora continua.
7. Producir trabajos originales, innovadores y creativos.
8. Ensayar aproximaciones curriculares de las formas literarias estudiadas en los distintos
niveles educativos.

Áreas temáticas:
a.-Orígenes de la prosa latinoamericana
a.- Expresiones literarias precolombinas: El Popol Vuh, Los Libros del Chilam Balam.
b.- La narrativa:
b.1.- La novela: El surgimiento de la novela latinoamericana: El periquillo sarniento
b. 2.- El cuento: Desde sus primeras manifestaciones hasta el periodo pre independentista.
c.- La poesía latinoamericana
c1.- Muestras poéticas prehispánicas: Lírica náhuatl
c2.- Primeras manifestaciones líricas en lengua castellana y portuguesa: sonetos, redondillas,
Primero sueño de Sor Juana Inés de la Cruz. Sermón del primer domingo de cuaresma de
Antonio de Vieira. Música del parnaso, Hay amigo para amigos, y amor, engaños y celos de
Manuel Botelho de Oliveira.
C3.- La diversidad poética del siglo XVIII y XIX: Claudio Manuel Dacosta, José Basilio Da Gama,
José de Santa Rita Durao, Bello/Heredia/Olmedo.

Metodología de enseñanza – aprendizaje:


Este curso se desarrollará mediante la práctica de investigaciones, discusiones
dirigidas, conversatorios, análisis críticos de las obras literarias que sean
seleccionadas como modelos de estudio por el profesor de la asignatura. Asimismo, se
realizarán experiencias didácticas y aproximaciones curriculares que permitan al
alumno tener ideas claras del tratamiento de los temas y de las lecturas en su trabajo
docente.

Indicadores de logro:
- Clasifica los elementos de forma ordenada y sistemática.
- Identifica los elementos relevantes en los textos latinoamericanos.
- Diseña formas originales e innovadoras para presentar la información.
- Organiza y participa en debates, conversatorios, exposiciones y discusiones.
- Presenta sus propias conclusiones o análisis sobre los textos estudiados.
- Realiza las tareas que le son asignadas dentro del grupo en los plazos requeridos.

Literatura latinoamericana I Página 8


- Presenta propuestas de aproximaciones curriculares de las formas literarias
estudiadas en los distintos niveles educativos.

Metodología de evaluación:
El facilitador del aprendizaje establecerá de mutuo acuerdo con los participantes, el plan de
evaluación, el cual se llevará a cabo de acuerdo al siguiente proceso:

Evaluación Diagnóstica:
La cual se realiza al inicio de la asignatura y pretende identificar el nivel de competencia que el
estudiante tiene en relación a la temática a desarrollar.

Evaluación Formativa:
Se llevará a cabo durante el transcurso de desarrollo de la asignatura y en ella se informará a
los alumnos sobre sus aciertos y desaciertos, y se les brindará la oportunidad de que realicen
actividades de reforzamiento que les permitan alcanzar los indicadores de logro establecidos.

Evaluación Sumativa:
Se llevará a cabo desde el inicio del curso y permitirá al finalizar el mismo asignar una
calificación al estudiante. Para su realización se utilizarán entre otras las siguientes estrategias
de evaluación: Presentaciones orales de los avances de las lecturas utilizando diversas
técnicas como: diálogos, conversatorios, comentarios y otras. Informes escritos sobre
verificaciones y exploraciones en el proceso de lectura de las obras. Creación y presentación
de textos paralelos. Informes de investigación sobre aspectos de las obras y adaptaciones
curriculares. Exámenes comprehensivos. Asesoría y evaluación de la planificación de aula,
acompañamiento docente, informes técnicos, planificación y realización acciones
socioeducativas, guías de observación de actitudes, autoevaluación y coevaluación, y
portafolio del estudiante.

Bibliografía mínima:
1. Flores Ángel. (1984) La narrativa hispanoamericana 1816- 1981, historia y antología,
México, Siglo Veintiuno, Editores S.A.
2. Oseguera de Chávez Eva lidia (2000) Literatura Latinoamericana México D.F. Pearson
3. Villar Raso, M. (1987) Historia de la literatura hispanoamericana, Madrid. (Primera
Reimpresión, 2000)

Bibliografía complementaria:
1. Aínsa Fernando, (1991) “La reescritura de la historia en la nueva narrativa
latinoamericana”, en la novela de Cuadernos Americanos Nueva Época, Nº 28.
2. Alexis Márquez Rodríguez, (1991) “Raíces de la novela histórica”, en Cuadernos
Americanos, Nº 30.
3. Arturo Uslar Pietri, Cuarenta Ensayos, (1985) Caracas, Avar Ávila Editores.
4. Díaz Seijas, Pedro (1992) La gran narrativa latinoamericana, Venezuela, Monte Ávila
Latinoamericana, C.A.
5. Escritura e Identidades Criollas modalidades discursivas en la prosa hispanoamericana
del siglo XVII, (2001) Amsterdan- New York.
6. Fernández Ariza, Guadalupe (Coordinadora). (2000) Literatura hispanoamericana del

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siglo XX, memoria y escritura, España, Universidad de Málaga.
7. Gálvez, Marina. (1987) Historia crítica de la literatura hispanoamericana, la novela
hispanoamericana contemporánea, Madrid, Taurus.
8. García Cambeiro, Fernando. (1976) Hacía una crítica literaria latinoamericana en
colección de estudios latinoamericanos dirigido por Graciela Maduro, Argentina.
9. García, Mario, Carbajo Gutiérrez y otros, (1996) La novela histórica a finales del siglo
XX, Madrid, Editorial Visor.
10. La modernidad literaria en España e Hispanoamérica, (1996) España, Ediciones
Universidad de Salamanca.
11. Langowski, Gerald J. (1982) El surrealismo en la ficción hispanoamericana, Madrid,
Editorial Gredos.
12. Leopoldo Zea, (2003) “Los dilemas de nuestra América” en Cuadernos americanos,
México, Nueva Época UNAM.
13. Loveluck, Juan. (1976) Novelistas hispanoamericanos de hoy, serie del escritor y la
crítica, Madrid: Taurus.
14. Luzmila Kaspchutshenko, Luzmila. (1982) El laberinto en la narrativa Hispanoamericana
contemporánea, Madrid, Talleres Gráficos de selecciones gráficas.
15. Maduro, Graciela. (1989) Fenomenología creación y crítica, sujeto y mundo en la novela
latinoamericana, Argentina, Colección Estudios Latinoamericanos.
16. Narradores latinoamericanos 1929-1979, (1979) Instituto Internacional de Literatura
Iberoamericana, Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo E. Gallegos. XIX
Congreso Internacional de Literatura Iberoamericana, Caracas.
17. Pons, María Cristina, (1996) Memorias del olvido del Paso, García Márquez, Saer y la
novela histórica de fines del siglo XX, Madrid, Siglo Veintiuno Editores.
18. Suárez, Mercedes, (1996) La América real y la América mágica a través de su literatura,
España, ediciones Universidad de Salamanca.
19. Uriz, Francisco J. (1991) Ventana abierta sobre América Latina, Madrid, Edelsa.
20. Uriz, Francisco J. (1992) América Latina cuenta, Madrid, Edelsa.

Materiales adicionales (revistas, vídeos, películas):


Suplementos culturales y literarios entre otros. Cuadernos hispanoamericanos, Publicaciones
de crítica latinoamericana,

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II. Guía Didáctica: Literatura Latinoamericana I.
Datos del Espacio Pedagógico:

Espacio Pedagógico: Literatura Latinoamericana I

Código: ELL – 3207

Unidad Académica Responsable: Departamento de Letras Lenguas

Requisitos: ELL – 2205 Modelos Literarios Narrativa: Novela

Total de unidades valorativas o créditos: 4

Número de visitas: 4

Horas durante la visita: 12

Horas de Trabajo Independiente: 90

Presentación del curso:


En este espacio pedagógico, el estudiante conocerá las principales manifestaciones literarias
de Latinoamérica, en sus distintos géneros, desde la época precolombina hasta el periodo pre
independentista (siglo XVIII).

Descripción del curso:

El curso consta de cuatro unidades, organizadas de la siguiente manera:

Orígenes de la prosa latinoamericana

a.- Expresiones literarias precolombinas: El Popol Vuh, Los Libros del Chilam Balam.

b.- La narrativa:

b.1.- La novela: El surgimiento de la novela latinoamericana: El periquillo sarniento

b. 2.- El cuento: Desde sus primeras manifestaciones hasta el periodo pre independentista.

c.- La poesía latinoamericana

c1.- Muestras poéticas prehispánicas: Lírica náhuatl

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c2.- Primeras manifestaciones líricas en lengua castellana y portuguesa: sonetos, redondillas,
Primero sueño de Sor Juana Inés de la Cruz. Sermón del primer domingo de cuaresma de
Antonio de Vieira. Música del parnaso, Hay amigo para amigos, y amor, engaños y celos de
Manuel Botelho de Oliveira.

d.- La diversidad poética del siglo XVIII y XIX: Claudio Manuel Dacosta, José Basilio Da
Gama, José de Santa Rita Durao, Bello/Heredia/Olmedo.

Conocimientos previos:
Se requiere que el educando cuente con el dominio de:

Comprensión lectora.

Fundamentos teóricos de los géneros literarios.

Elementos generales para el análisis y comentario de textos literarios.

Redacción de resúmenes y síntesis argumentales.

Fundamentos básicos de informática.

Competencias genéricas:

En este espacio pedagógico se pretende alcanzar un alto nivel en el dominio de las siguientes
competencias:

1. Capacidad de análisis y síntesis: Se trata de esa condición mental de la persona humana


de poder desarrollar una idea o un problema, por ejemplo, despejándolo hasta sus últimas
consecuencias. Y de poder hacer lo contrario, de un cúmulo de circunstancias o de datos,
poder llegar a una síntesis o conclusión global. Así, de este modo, la capacidad de análisis
sería como una pirámide bien apoyada por su base. Y la capacidad de síntesis sería esa
pirámide invertida. Ambas capacidades se precisan para el ejercicio del día a día de la vida
profesional de un estudiante y de un profesional. Todos los días se presentan multitud de
problemas y cuestiones sobre las que hay que tomar decisiones. Pero antes hay que
analizarlas, estudiarlas. Y después, tomar la decisión que corresponda.

2. Capacidad de comunicación oral y escrita en la lengua materna: Es la condición que


permite realizar una transmisión social y/o personal de informaciones, conocimientos y
sentimientos entre escritor, interlocutor y lector mediante la utilización del código de la lengua
oral y códigos no verbales, así como de la lengua escrita, para lograr los objetivos que se
persiguen. Desarrollando esta competencia se consigue el propósito comunicativo y el control
de las diferentes tipologías textuales y estructuras orales que las normas exigen. Permite el
enlace de ideas de forma lógica y ordenada al hablar y al presentar escritos.

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3. Capacidad de trabajar en equipo: Es una competencia que favorece el trabajo coordinado
y eficaz entre personas, desde diferentes áreas del conocimiento. Con el mejoramiento de
esta capacidad se es capaz de aportar ideas y de proponer alternativas de interés para el
equipo. Se desarrolla la habilidad de escuchar y de argumentar con explicaciones coherentes,
además se logra proponer alternativas válidas. Permite organizar y coordinar con eficacia las
propuestas y acciones interdisciplinares del equipo. Además permite coordinar tanto las
propuestas interdisciplinares como a los miembros del equipo. Favorece la valoración de las
aportaciones realizadas.

4. Capacidad de gestionar el aprendizaje autónomo, crítico y creativo: Favorece la


eficacia y fluidez para dar respuestas variadas y novedosas a una propuesta o problema
dado. Permite dar respuestas originales a un problema o propuesta de dificultad básica.
Ayuda a definir diferentes maneras de realizar el aprendizaje individual asociándolas a
conocimientos previos, permitiendo transformar lo conocido. Favorece las respuestas críticas
a diferentes situaciones.

Competencias genéricas:
1. Capacidad para análisis y síntesis.
2. Capacidad para comunicación oral y escrita en la lengua materna.
3. Capacidad para trabajar en equipo.
4. Capacidad para gestionar el aprendizaje autónomo, crítico y creativo.

Competencias específicas
1. Capacidad para diferenciar las posturas teóricas relacionadas con el surgimiento y
desarrollo de la literatura latinoamericana.
2. Capacidad para analizar los diferentes enfoques acerca de la periodización literaria
latinoamericana.
3. Capacidad para caracterizar la literatura de la época colonial.
4. Capacidad para relacionar la producción literaria con el contexto económico político y
social, de la época colonial al periodo pre independentista.
5. Capacidad para criticar y valorar los hechos literarios latinoamericanos, desde la época
precolombina hasta el periodo pre independentista.

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Sub-competencias:
1. Enumerar ordenadamente los elementos constitutivos de los textos estudiados.
2. Interpretar los procesos de significación en los textos leídos.
3. Seleccionar las herramientas adecuadas para ordenar y presentar la información.
4. Comunicar en forma oral y escrita sus impresiones o comentarios sobre los textos
trabajados en el curso.
5. Participar y colaborar activamente con el equipo en las tareas asignadas para el
desarrollo de la temática.
6. Mantener una actitud de aprendizaje y mejora continua.
7. Producir trabajos originales, innovadores y creativos. Ensayar aproximaciones
curriculares de las formas literarias estudiadas en los distintos niveles educativos.

Contenidos de las Unidades:


a.-Orígenes de la prosa latinoamericana

a1.- Expresiones literarias precolombinas: El Popol Vuh, Los Libros del Chilam Balam.

b.- La narrativa:

b.1.- La novela: El surgimiento de la novela latinoamericana: El periquillo sarniento

b. 2.- El cuento: Desde sus primeras manifestaciones hasta el periodo pre independentista.

c.- La poesía latinoamericana

c1.- Muestras poéticas prehispánicas: Lírica náhuatl

c2.- Primeras manifestaciones líricas en lengua castellana y portuguesa: sonetos, redondillas,


Primero sueño de Sor Juana Inés de la Cruz. Sermón del primer domingo de cuaresma de
Antonio de Vieira. Música del parnaso, Hay amigo para amigos, y amor, engaños y celos de
Manuel Botelho de Oliveira.

C3.- La diversidad poética del siglo XVIII y XIX: Claudio Manuel Dacosta, José Basilio Da
Gama, José de Santa Rita Durao, Bello/Heredia/Olmedo.

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Metodología de enseñanza – aprendizaje:
Este curso se desarrollará mediante la práctica de investigaciones, discusiones dirigidas,
conversatorios, análisis críticos de las obras literarias que sean seleccionadas como modelos
de estudio por el profesor de la asignatura. Asimismo, se realizarán experiencias didácticas y
aproximaciones curriculares que permitan al alumno tener ideas claras del tratamiento de los
temas y de las lecturas en su trabajo docente.

Metodología de evaluación:
El facilitador del aprendizaje establecerá de mutuo acuerdo con los participantes, el plan de
evaluación, el cual se llevará a cabo de acuerdo al siguiente proceso:

Evaluación Diagnóstica:
La cual se realiza al inicio de la asignatura y pretende identificar el nivel de competencia que
el estudiante tiene en relación a la temática a desarrollar.

Evaluación Formativa:
Se llevará a cabo durante el transcurso de desarrollo de la asignatura y en ella se informará a
los alumnos sobre sus aciertos y desaciertos, y se les brindará la oportunidad de que realicen
actividades de reforzamiento que les permitan alcanzar los indicadores de logro establecidos.

Evaluación Sumativa:
Se llevará a cabo desde el inicio del curso y permitirá al finalizar el mismo asignar una
calificación al estudiante. Para su realización se utilizarán entre otras las siguientes
estrategias de evaluación: Presentaciones orales de los avances de las lecturas utilizando
diversas técnicas como: diálogos, conversatorios, comentarios y otras. Informes escritos sobre
verificaciones y exploraciones en el proceso de lectura de las obras. Creación y presentación
de textos paralelos. Informes de investigación sobre aspectos de las obras y adaptaciones
curriculares. Exámenes comprehensivos. Asesoría y evaluación de la planificación de aula,
acompañamiento docente, informes técnicos, planificación y realización acciones
socioeducativas, guías de observación de actitudes, autoevaluación y coevaluación, y
portafolio del estudiante.

Literatura latinoamericana I Página 15


I Visita:

Unidad 1. Actividades Actividades


• Expresiones en el aula. fuera del
literarias • Aplicación de la aula.
precolombinas prueba • Lectura y
• Popol Vuh, diagnóstica análisis del
Chilam Balam • Tutoria, realizar Popol Vuh.
las actividades Elaboracion de
al final de la ensayo (5%)
unidad. • Investigación
web acerca del
Chilam
Balam.Entrega
de informe II
Visita (5%)

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II Visita:

Unidad 2. Actividades en Actividades


• La Novela el aula. fuera del Aula.
• El Cuento • Tutoria, recepción • Lectura y análisis
de tareas. de "El Periquillo de
• Realización de las Sarniento".
actividades al final Elaborar un ensayo
de la Unidad. y ubicar esta obra
en su contexto
histórico.(5%)
• Investigación Web
acerca, de "Rosa"
de Lastarria, y
responder
¿Porqué la obra
esta escrita de esa
forma?.(5%)

Literatura latinoamericana I Página 17


III Visita:

Unidad 3. Actividades en el Actividades fuera


• Poesía Precolombina aula. del aula.
• Lírica Castellana y • Tutoria, Recepción de • Lectura y análisis de
Portuguesa tareas. "Redondillas" de Sor
• Realización de Juana. Presentar en la
actividades al final de IV Visita (5%)
la unidad. • Dividirse en grupos,
para presentar
exposición acerca de
la lírica precolombina.
Aztecas, Mayas e
Incas.(15%)
• Análisis literario de de
Caramuru de Fray José
de Santa Rita Durão.(
esta obra se
encuentara en la web
en su version
imprimible)*

*Pagina 199 de este texto, dirección web para descarga de documento.

Literatura latinoamericana I Página 18


IV Visita:

Unidad 4. Actividades en Nota:


• XVIII el aula. • Las actividades
• XIX • Tutoria, del libro, están
recepción de diseñadas para
tareas, que el alumno
presentación de maneje y
exposiciones en comprenda la
un tiempo no tématica del
mayor de 20 min. curso, por lo cual
por grupo (3 es importante
grupos) que este las
• Realización de las complete. El valor
actividades al de las mismas es
final de la unidad. de (10%)

Literatura latinoamericana I Página 19


Asignaciones fuera del aula: 40%

Asignaciones en el aula: 10%

Exámenes: 50%

Total: 100%

Fuentes de consulta:
A continuación se presenta una serie de libros que el estudiante debe procurar adquirir y leer
para apoderarse de la experiencia fenomenal de entrar en el mundo de la novela.

Las fuentes de la web les llevarán a portales que serán de increíble utilidad. Pueden encontrar
ahí libros completos en formato PDF, estrategias de aprendizaje y de enseñanza, revistas
virtuales para realizar investigación, links a bibliotecas virtuales y diccionarios. En fin, serán
una herramienta útil para la vida estudiantil y profesional de los participantes de este curso.

David William Foster, Literatura hispanoamericana: una antología

Victorino Polo García, Literatura hispanoamericana: textos para el comentario

Joaquín Marco, Literatura hispanoamericana: del modernismo a nuestros días

Jacques Joset, La literatura hispanoamericana

Ángel Esteban, Literatura hispanoamericana: introducción y antología de textos

Isaac J. Barrera, Literatura hispanoamericana

Isaac Goldberg, La literatura hispanoamericana: estudios críticos

José Miguel Oviedo, Historia de la literatura hispanoamericana

Felipe B. Pedraza Jiménez, Manual de literatura hispanoamericana

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Real Academia: http://buscon.rae.es/draeI/

Lecturas paso a paso avanzadas: http://cvc.cervantes.es/aula/lecturas/avanzado/

Comentarios de textos literarios: http://www.jaserrano.com/

Libros digitalizados: http://www.elaleph.com/default.cfm?

Poesía: www.poesia.com

Revista literaria: http://parnaseo.uv.es/Parnaseo.htm

Literatura española: Siglos XII - XX: http://www.euskalnet.net/tz/

La Página de la lengua Española y la Literatura: http://www.terra.es/personal6/bardonmanuela/

La aventura literaria: http://ntic.educacion.es/w3//eos/MaterialesEducativos/mem/aventlitera/

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Historia de la Literatura: Organigramas: http://www.virtual-spain.com/literatura_espanola

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Grandes escritores: http://www.spanisharts.com/books/masters/es_bios.htm

Movimientos literarios: http://www.centropoetico.com/446/html/movimientos_literarios.asp

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Unidad 1: Orígenes de la prosa latinoamericana.

Expresiones literarias precolombinas:


El Popol Vuh, Los Libros del Chilam Balam

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Literatura precolombina.
En primer lugar, “precolombina” es un término empleado para
referirse a las culturas preexistentes de América antes de la llegada
de Cristóbal Colón en 1492.

A pesar de que el término está referido a un hecho externo que no


afectó a todas las culturas americanas simultáneamente ni de igual
manera, la llegada de Colón abrió paso a la conquista y
colonización del continente americano por parte de varias
potencias europeas, generando un profundo cambio de era para un
continente que había estado milenariamente aislado del resto del planeta. Imagen maya

Suele utilizarse también el adjetivo prehispánico con un significado casi idéntico, aunque
limitado a Hispanoamérica. También se ha creado el término pueblos originarios para referirse
a los pueblos indígenas americanos existentes antes de la llegada de Colón.

Culturas indígenas
Siglos antes de la llegada de los españoles, existía en el continente americano áreas
pobladas por gran variedad de pueblos indígenas, muy civilizados (Mayas, Aztecas e Incas) y
de culturas intermedias (Tainos, Araucanos, Guaraníes, Charrúas, Pampas). De las más
avanzadas surgieron tres grandes centros de civilización: el de los mayas, en Guatemala y
Yucatán; el de los aztecas en México; y el de los Incas, en el Perú, que han dejado un legado
artístico admirable (templos, palacios, cerámicas, esculturas, pinturas, industria del tejido,
orfebrería y tallas en madera).

Estos tres grupos tenían en común los rasgos siguientes:

Desarrollo de conocimientos científicos y manifestaciones artísticas.


Existencia de tipos de organización social muy avanzadas
Gran desarrollo en el cultivo agrícola, especialmente del maíz (economía agrícola).
Teatro ritual y conocimiento de la poesía (épica y lírica) y narrativa.
La naturaleza les inspira adoración a divinidades que aseguren la vida en un mundo hostil,
propio de la mentalidad mágica e irracionalista.

Ahora bien, se dice literatura precolombina a toda manifestación de carácter literario "de
acuerdo a los estándares actuales", procedente de las culturas y pueblos de América, anterior
a la llegada de Cristóbal Colón y de la cultura europea, o más bien, la cultura medieval
española. A menudo se incluye en esta definición el concepto de literatura como toda
expresión escrita, por su fuerte carácter artístico-religioso que busca explicar el mundo. Sin

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embargo en el siguiente capítulo sólo se observarán las manifestaciones más alegóricas de la
cultura antes de la llegada de los europeos.

Características básicas de la literatura precolombina.

Los diferentes grupos indígenas precolombinos comparten en sus literaturas las siguientes
características:

Visión.

Escribieron obras que tenían definidas la concepción de un mundo y de una historia vinculada
con la visión de "fatalidad y Catástrofe".

Tristeza.

Los indígenas enfrentaron sus dolores y sus angustias. No le dieron la espalda al lado amargo
de la existencia. Convirtiendo su literatura en escritos sinceros, en los que la tristeza es un
tema frecuente.

Repetición

La repetición de palabras y de frases en sus relatos, lo que sirve para destacar las cosas
importantes y fijar la atención sobre ellas.

Didáctica

Los más grandes, de cada comunidad siempre buscaron compartir con los niños y jóvenes su
experiencia y lo que aprendieron de los relatos antiguos. El objetivo era que los más jóvenes
conocieran el camino de la vida recta y feliz.

Metáfora

Sienten la belleza y la expresan con facilidad por su cercanía con la naturaleza y su


sensibilidad por los asuntos humanos a través de la metáfora.

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Apertura a lo sagrado

La literatura indígena está abierta a lo sagrado. Dios o las divinidades eran y son el cimiento,
el centro y la meta de las culturas indígenas. Lo sagrado es lo que da cohesión y fuerza a la
vida de las comunidades y las personas que pertenecen a los pueblos indios. De modo que la
literatura indígena no podría ser de otra forma: su razón es lo sagrado.

La tradición oral precolombina.


En la América precolombina no existía literatura tal y como se le conocía en Europa. Y la
mayor parte de los pueblos no tenían escritura.

Para el caso de los pueblos Nahuas del centro de México, empleaban la literatura oral, no
escrita, y estaría constituida básicamente por poesía, narraciones (leyendas) y las
huehuetlahtolli o palabras de los mayores.

En cuanto a las huehuetlahtolli, eran discursos que el padre o la madre daban a los hijos para
enseñarles la correcta forma de conducirse en la vida. Existían desde las palabras que daban
al hijo o hija al momento de nacimiento, como los que iban compartiéndoles a lo largo de su
infancia y juventud.

Ejemplo de huehuetlatolli para mujer:

Habla el tlatuani (fragmento)

Estás aquí, collar mío, plumaje fino mío, criatura mía, hija mía: prueba de la fuerza viril, de mi
sangre y de mi linaje. Óyeme pues ahora y acoge lo que te diga:

Has nacido, has llegado a la vida, que te envía acá nuestro señor el creador de los hombres.

Y ya vas viendo cómo son las cosas y qué sentido tienen:


No hay placer, no hay alegría; se sufre y se tienen penas; hay cansancio, hay agotamiento y
de ahí el dolor brota.

Sí, oye ahora:


Lugar penoso es la tierra, sitio que al hombre hace llorar; que le amarga las entrañas y hace
amargo todo cuanto saborea: agua helada, viento helado por todas partes se derraman.
Y sobre nosotros cae muy de veras calor, viento. Y hay hambre y hay sed.
Es en suma eso así…

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En la poesía los más conocidos son los poemas de
Nezahualcóyotl o Netzahualcóyotl.

"Canto de primavera" (fragmento)

En la casa de las pinturas


Comienza a cantar,
Ensaya el canto,
Derrama flores,
Alegra el canto.
Nezahualcóyotl o Netzahualcóyotl (1402 - 1472)
Resuena el canto, soberano chichimeca de Texcoco, México.
Los cascabeles se hacen oír,
A ellos responden
Nuestras sonajas floridas.
Derrama flores,
Alegra el canto…

En la tradición oral precolombina destacan la cultura azteca e inca, pues poseían en la


práctica una fuerte actividad literaria oral comparable a la de la Grecia antigua. Esta literatura
abarcó poesía, narrativa y teatro. Tras la llegada de los españoles algunos cronistas, mestizos
e indígenas privilegiados dejaron testamento del arte precolombino, escribiendo y traduciendo
lo que más resaltó a finales de esta época. A la llegada de los españoles se sabe también,
que muchos pueblos decidieron por sí mismos ocultar a los europeos el conocimiento que
poseían sobre ellos mismos, así como su historia y las muchas tecnologías que poseían. A
menudo se perdieron lenguas y culturas enteras en esta actitud. Aún así, otros pueblos
decidieron conservar sus costumbres a escondidas, o transformándolas en formas mejor
vistas por los españoles y portugueses. La literatura oral de este tipo sin embargo fue
fuertemente observada por la inquisición, y con el tiempo terminó por desaparecer en favor de
la literatura evangelizadora.

Por estas razones suele estudiarse con mayor detenimiento el registro de los cronistas y
otros, para evaluar las características de lo que fue o debió haber sido la literatura anterior de
los aztecas, mayas e incas, civilizaciones que más se desatacan en la época precolombina y
que estudiaremos a continuación.

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Los Aztecas.
Origen de los Aztecas

Llamados también los Mexicas (de ahí el término México), fueron una civilización
precolombina mesoamericana que se originó como resultado de una sucesión de pueblos o
culturas, entre las que destacan los toltecas por sus logros culturales civilizadores, quienes
florecieron entre el siglo X y XIII seguidos por los chichimecas, inmediatamente anteriores y
prácticamente fundadores del Imperio Azteca después de la caída del Imperio Tolteca.

Los aztecas eran un pueblo indígena de América del Norte que asumirían el poder después
del año 1200 d.C, pertenecían al grupo nativo Nahua (de ahí que su lengua fuera el Náhuatl).
Y migraron hacia el valle de México (o Anáhuac) en el principio del siglo XIII y se asentaron
inicialmente en la isla mayor del lago de Texcoco, siguiendo instrucciones de sus dioses para
establecerse donde viesen una águila posada en un cactus, devorando una cobra.

A partir de esta base formaron una alianza con otras


dos ciudades - Texcoco y Tlacopan - contra
Atzcapotzalco, lo derrotaron y continuaron las
conquistas a otras ciudades del valle durante el siglo
XV, cuando controlaban todo el centro del valle de
México formaron una confederación o Imperio
Azteca, cuya base económica-política era el modo de
producción tributaria. A principios del siglo XVI, sus
dominios se extendían de costa a costa, teniendo al
norte a los desiertos y al sur al territorio de los Mayas.

Los aztecas, alcanzaron un alto grado de sofisticación tecnológica y cultural la que floreció
entre los siglos XIV y XVI (desde los años 1325 hasta el año 1521 fecha de la conquista de
México por parte de los españoles, comandados por el conquistador Hernán Cortez, quienes
derrotaron a los aztecas y destruyeron su civilización), eran gobernados por una monarquía
electiva, y se organizaban en diferentes clases sociales, tales como nobles, sacerdotes,
guerreros, comerciantes, agricultores y esclavos. Al estudiar a la cultura Azteca, se debe
prestar especial atención a tres aspectos: la religión, que demandaba sacrificios humanos en
gran escala, particularmente al dios de la Guerra, Huitzilopochtli; la tecnología avanzada,
como la utilización eficiente de chinampas (islas artificiales construidas en los lagos para la
agricultura) y la vasta red de comercio y sistema de administración tributaria.

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Según Jorge Luis Ferreira, los aztecas poseían una superioridad cultural que hizo justificable
su hegemonía política sobre las numerosas comunidades precolombinas de estas regiones.
Aunque otros autores refieren que en el periodo anterior a
su expansión los aztecas estaban en el mismo estadio
cultural que sus vecinos de otras etnias. Por un proceso
muy especifico, una expansión rápida, pasaron a subyugar,
dominar y grabar con impuestos a los pueblos que
conquistaron. Es importante recordar que estos aspectos
los habrían tornado en dominantes por una expansión
militar, y no por una supuesta sofisticación cultural propia y
autónoma.

Llegada de los conquistadores españoles

Su civilización tuvo un final abrupto con la llegada de los


españoles, a comienzos del siglo XVI. Los aztecas se
convirtieron en aliados de Hernán Cortez en el año 1519. El
gobernante azteca Moctezuma II considero al conquistador
español la personificación del Dios Quetzalcóatl y no
reconoció el peligro que su reino corría. Los aztecas
recibieron a Cortez amigablemente, pero posteriormente
el tlatoani (gobernante azteca) seria tomado como prisionero. En el año 1520 hubo una
revuelta azteca y Moctezuma fue asesinado. Su sucesor, Cuauhtémoc (hijo del hermano de
Moctezuma II), el ultimo gobernante azteca, resistió a los invasores, pero en el año 1521
Hernán Cortez sitio a la ciudad capital de los aztecas, Tenochtitlán, y subyugo al imperio
Azteca. Muchos pueblos no aztecas, sometidos a la confederación azteca, se unieron a los
conquistadores españoles contra los aztecas.

El emperador Moctezuma II, fue un gobernante pacifico y justo, pero también fue débil en sus
decisiones, permitiendo que los españoles entrasen en sus dominios, incluso después de
noticias de que estos habían masacrado a muchas tribus, es posible que la interpretación de
antiguos presagios sobre el regreso del dios Quetzalcóatl indujera a Moctezuma a confundirlo
con Cortés, si bien lo que más interesaba al emperador era colmar de regalos a los españoles
para que se retiraran, pero lo que recibió a cambio fue que su imperio perdió su solidez, lo que
finalmente degeneraría en su extinción.

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La escritura azteca o náhuatl
Tres eran las formas de escritura de que se servían los pueblos de idioma náhuatl. La más
antigua de todas era probablemente la escritura conocida como pictográfica, o sea meramente
representativa de cosas. Por medio de ella se indicaban con frecuencia en los códices
diversos objetos estilizados: las calli o casas, los tlachtli o juegos de pelota, los señores
sentados en sus icpalli o sillas reales, así como mantas, plumas, cacao, bultos de maíz, que
constituían los varios tributos, muertos envueltos a la usanza indígena, grupos de peregrinos,
etc.

El náhuatl ha tenido dos sistemas de escritura diferentes: ideográfico y alfabético. El


ideográfico fue el utilizado en códices.

Pero, al igual que en otras culturas, los antiguos mexicanos, pasaron de la etapa meramente
pictográfica, a la de los glifos ideográficos que simbolizan ideas. Estos glifos les servían para
representar los números, de acuerdo con su sistema vigesimal. Por medio de ellos hacían
también sus anotaciones, indicando las fechas en función de sus dos calendarios, el
Xiuhpohualli o "cuenta del año" de 365 días y el Tonalpohualli, o "cuenta de los destinos" de
260 días. Poseían también los nahuas ideogramas o símbolos para representar conceptos
metafísicos como el de Dios, Teotl, el de movimiento ollin, el de la vida yolilliztli, etc.
Finalmente, hizo su aparición en el México antiguo la tercera forma de escritura, conocida
como fonética, o sea representativa de sonidos. Los glifos fonéticos de que se valieron los
antiguos mexicanos fueron unas veces silábicos y otras alfabéticos. Estos glifos fonéticos se
derivaron de la representación estilizada de diversos objetos, cuyo nombre comenzaba por la
sílaba o por la letra que se pretendía representar. La escritura fonética náhuatl llegó a
desarrollar glifos silábicos en general, glifos monosilábicos que representaban diversas clases
de partículas, como por ejemplo las de carácter locativo, dan, "lugar de", etc. Aparecieron
también, aunque de modo incipiente, glifos que representaban letras, concretamente la "a",
como resultado de la estilización del glifo pictórico de a-tl (agua); la "e" de e-tl (frijol) y la "o" de
o-tli (camino). Los escribanos prehispánicos, valiéndose de esas formas de escritura, pudieron
consignar en los antiguos códices algo así como el esquema y los elementos fundamentales
de su mitología, su calendario, la descripción de los atributos de sus dioses y del ritual
religioso, la historia de sus peregrinaciones, la memoria de su vida social y política, la
sucesión de sus gobernantes, de sus guerras, sus triunfos y derrotas. Si se recuerda el modo
como eran empleados esos códices en los centros prehispánicos de educación, se podrá
entender la forma en que con la ayuda de esos libros de pinturas, fueron apareciendo los
textos propiamente literarios. Se sabe por el testimonio directo de conquistadores y cronistas

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misioneros, que en los centros indígenas de educación los sacerdotes y maestros explicaban
las pinturas de los códices, haciendo que los estudiantes fijaran literalmente en la memoria
sus comentarios. Surgió así una forma de tradición sistemática, que se comunicaba fielmente
de generación en generación.

Literatura azteca o náhuatl


La literatura náhuatl es conocida, sin embargo, por diversas fuentes que han llegado hasta
nuestros días. Muchos códices de la época aborigen, fueron destruidos por los españoles,
para evitar la supervivencia de las regiones idolátricas y a veces, lo destruyeron también los
propios aborígenes en sus luchas intestinas. Los arqueólogos han descubierto durante las
últimas décadas incontables piezas de arte prehispánico, así los lingüistas y filólogos han
hallado en archivos y bibliotecas, principalmente de México, los Estados Unidos y Europa,
numerosos textos en idioma indígena, ha puesto de manifiesto que es posible hablar de
literaturas prehispánicas, principalmente de pueblos de idioma náhuatl (azteca o mexicano) y
de varias lenguas mayenses.
Los géneros literarios cultivados fueron: Lírica, épica, drama e historiafria
La poesía lírica
La poesía lírica estuvo íntimamente ligada a la música y a la danza, es decir, que la poesía
era cantada y bailada.
Esta poesía era anónima e intervenían tres agentes: el compositor de la letra, el músico y los
bailarines y cantores.
La temática no era muy variada, y trataba principalmente de la fugacidad de la vida, el enigma
de la muerte con frecuentes alusiones al más allá, la vanidad del hombre y la rapidez del goce
en la vida. Estaba impregnada de ideas religiosas, acordes con el concepto azteca de la vida,
que en su opinión, consistía en la guerra, la muerte, el mundo de ultratumba y las clases
sociales.
No quedan sino escasos vestigios de la poesía amorosa o satírica. En cuanto a la forma, fue
muy común el uso del verso hemistiquios.
La épica y los himnos religiosos
Los aztecas componían himnos religiosos en honor a sus dioses, que provenían de la
inspiración de compositores oficiales de los templos.
En materia épica o guerrera los aztecas tuvieron una profunda conciencia.
Escribieron problemas sobres sus héroes y la historia, bastantes rudimentarios, en los cuales
mezclaban ciertos lirismos.

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Los Mayas

En un territorio y zona geográfica muy variada, pero bien delimitada, se desarrolló una
civilización, cuyos vestigios siguen causando admiración y asombro.

Esta extraordinaria civilización, en la cual se dieron lugar las más diversas manifestaciones
culturales como arquitectura, escultura, pintura, astronomía e importantes conocimientos
matemáticos. Y ha llegado hasta nuestros días a través de sus ciudades, templos, palacios,
estelas, altares, murales y códices, entre otros objetos. Dicha civilización es la que ahora
conocemos como Maya.
Esta cultura tuvo avances impresionantes aún para nuestra época particularmente en
matemáticas, astrología y el calendario.

División del área maya

La civilización Maya se desarrolló en un territorio de aproximadamente 400,000 kilómetros


cuadrados, situado en la región denominada Mesoamérica, la cual abarca a la Península de
Yucatán, el estado de Quintana Roo, la Mayor parte de Tabasco y Chiapas y el istmo de
Tehuantepec en México, toda Guatemala, Belice, la parte occidental de El Salvador y
Honduras, y una pequeña parte de Nicaragua.

Este territorio presenta una gran rica variedad geográfica: montañas, pantanos, planicies,
selvas tropicales, bosques de altura, etc., por lo que climas, suelos, lluvias y vegetaciones
diferentes, albergaron diversos grupos étnicos, lenguas y estilos de vida que integran la gran
familia Maya, agrupada comúnmente bajo el nombre de Mayense.

Los Mayas y sus descendientes han ocupado este territorio desde hace aproximadamente
5000 años; sin embargo, la Civilización Maya probablemente se remonta a tiempos mucho
más antiguos. De hecho, los orígenes de la civilización maya son objeto de discrepancias
académicas en virtud de las contradictorias interpretaciones de los hallazgos arqueológicos.

Considerando los indicadores geológicos y climáticos, existen dos ambientes en el área maya,
el de las tierras altas y el de las tierras bajas. Aunados a estos indicadores, factores culturales
y desarrollo histórico diferenciado, el territorio maya se divide en tres zonas, a las que por su
ubicación se les denomina: sur (meridional),
central y norte (septentrional)

Zona Sur.- La zona sur incluye las tierras altas


de Chiapas y Guatemala y una zona contigua
de El Salvador, mas de una faja adyacente de
litoral del océano Pacifico de 40 a 50 km, con
características geográficas que contrastan con
el resto del área. Las tierras altas están
formadas por sierras montañosas de origen
volcánico de más de 3 000 metros de altura, en

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las que nacen los ríos Usumacinta y Motagua y se encuentran los lagos Atitlán y Amatitlán.

Zona central.- La zona central, llamada también de las tierras bajas, se extiende desde la
vertiente norte de las serranías de Chiapas, Guatemala y
Honduras, y tiene como centro la meseta de El Peten en
Guatemala, donde las aguas que bajan de las tierras altas
forman dos sistemas fluviales, al poniente el del rio
Usumacinta y al oriente el del rio Motagua; al norte
comprende la zona de Belice, Tabasco, y la parte sur de los
estado de Campeche y Quintana Roo.

Zona Norte.- La zona norte abarca la mitad norte de la


península de Yucatán, o sea, el estado de Yucatán y la mayor
parte de los estados de Campeche y Quintana Roo. Esta
zona es una extensa planilla interrumpida por ligeras
elevaciones (100 m) de la cordillera Puuc que corre paralela a
la costa de Champotón y Campeche, de donde se prolonga
hacia el noroeste de Maxcanú y de ese punto al sureste de Tzucacab. Los dos últimos en el
estado de Yucatán. En ella desaparecen los ríos y el agua superficial es sumamente escasa,
carencia que aumenta a medida que se avanza hacia el norte. La ausencia de agua en la
superficie es compensada, en cierta medida, por las aguadas, sartenejas y cenotes, junto a
las cuales se asentaron numerosas poblaciones, así como depósitos artificiales de agua
llamados CHULTUNES.

Desarrollo Histórico-cultural del pueblo maya

El estudio de la civilización maya se divide en 3 etapas:

El Periodo preclásico (1600 a.C. al 300 d.C.)

Dio inicio con el primer asentamiento en las montañas del oeste de Guatemala por el año del
2 500 a.C. Los primeros mayas que se establecieron en la península de Yucatán lo hicieron
en el año 1 600 a.C y los primeros que se establecieron en Tabasco lo hicieron para el año de
900 a.C.

En el preclásico inferior vivían en casas que tenían por paredes, palos unidos entre si por
barro y estaban provistas de techo de paja. Estas casas siempre estaban alrededor de los
cenotes. Sus actividades económicas mas importantes en la recolección de frutos,
practicaban la caza y la pesca; tenían una agricultura de temporal. En el preclásico medio, sus
actividades económicas más importantes eran la agricultura, el comercio y la cerámica.
Mejoraron la agricultura, por lo cual se volvieron autosuficientes. En el preclásico superior, los
mayas tienen contacto con los olmecas, lo cual trae como consecuencia la introducción del
calendario, la cuenta larga y la escritura incipiente.

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Periodo Clásico (300 al 900 d.C.)

En este periodo, el proceso cultural de los mayas alcanzó su máximo desarrollo, tanto en el
campo tecnológico, como en el social, económico, político, religioso y
artístico. Fue la denominada época de oro de los mayas. La población
había crecido y la agricultura se había desarrollado bastante. Con los
nuevos adelantos se diversificó mucho más y surgieron los artesanos
especializados en distintas manifestaciones culturales; igualmente se
incremento el comercio.

En los mejores tiempos, la actividad arquitectónica tuvo relevancia,


pues se construyeron sitios con centenares de edificios, pirámides
monumentales de hasta 70 metros de altura, numerosas estelas y
monumentos con fechas de cuenta larga e inscripciones jeroglíficas
en las que se dan referencias a hechos históricos. Todas estas
actividades se realizaron bajo la dirección y supervisión de la clase
dirigente que había establecido un gobierno teocrático (Gobierno
ejercido directamente por dios o por los sacerdotes como sus
representantes) en el que residían los poderes civiles y religiosos, los
cuales estaban íntimamente ligados. La clase dirigente. En este
periodo se da una decadencia, la cual tiene varias teorías, entre las
que se incluyen una posible guerra civil, alguna epidemia o conquista
de pueblos barbaros.

Periodo Posclásico (900 al 1542)

Se desarrollo en la Zona Norte, ya que los mayas que vivieron ahí, sobrevivieron a la
catástrofe que provocó el abandono de las ciudades de la zona Central y continuaron su
desarrollo durante el periodo posclásico afectados por las influencias culturales de grupos
extranjeros que irrumpieron en la región.

En el periodo posclásico, desde el 900 hasta la llegada de los españoles en el siglo XVI, la
civilización maya tenía su centro en el norte de Yucatán. La migración tolteca de los itzáes,
procedentes del valle de México, impactó fuertemente en sus estilos artísticos. Chichén Itzá,
Mayapán y Uxmal fueron ciudades esplendorosas. La Liga de Mayapán, que dominó la
península de Yucatán durante dos siglos, preservó la paz durante algún tiempo, pero tras un
periodo de guerra civil y de revolución, las ciudades quedaron abandonadas. Los españoles
vencieron con facilidad a los grupos mayas más importantes, pero el gobierno mexicano no
logró subyugar las últimas comunidades independientes hasta 1901. Actualmente los mayas
forman la mayoría de la población campesina en Yucatán, Guatemala y Belice, quienes
conservan la lengua maya, también llamada yucateca, siendo alrededor de 350,000 hablantes
ubicados en esas regiones.

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La escritura Fuentes
 Los mayas no tuvieron un alfabeto  Las obras literarias que se conservan son
semejante al nuestro. Su lenguaje escrito poquísimas, y consisten en textos escritos
consistía en un sistema de dibujos originariamente en lengua maya pero con
simbólicos y convencionales, de tipo caracteres latinos, por nativos que
jeroglífico; es todo lo que se sabe hasta conocían también la lengua española, en
ahora de este lenguaje. Fue el primer épocas posteriores a la Conquista. En
sistema de escritura desarrollado en general, los libros que se conservan no son
América. Escribían sus libros sobre una de fácil interpretación, sobre todo porque
especie de papel fabricado sobre la base tienen carácter mitológico y religioso, y se
de fibras vegetales, y los volúmenes eran apoyan en las ideas metafísicas de dichos
largas tiras, dobladas varias veces sobre sí pueblos. A veces su sentido escapa a la
mismas, que debían desplegarse para comprensión de los mismos mayistas.
la lectura. Las cubiertas se hacían de Revelan una inspiración muy poética, un
madera muy decorada. profundo sentido patriótico, y a cada
instante se refieren a la historia,
la ciencia y la religión de su época.

Escritura maya: Los pueblos mayas desarrollaron un método de notación jeroglífica y


registraron su mitología, historia y rituales en inscripciones grabadas y pintadas en estelas
(bloques o pilares de piedra), en los dinteles y escalinatas y en otros restos monumentales.
Los registros también se realizaban en códices de papel ámate (corteza de árbol) y
pergaminos de piel de animales. Sólo existen tres muestras de estos códices: el Dresdensis
(Dresde), actualmente en Dresde; el Perezianus (Peresiano o de París), en París; y el Tro-
cortesianus (Tro-Cortesiano o Matritense maya). Estos códices se utilizaban como
almanaques de predicción en temas como la agricultura, la meteorología, las enfermedades,
la caza y la astronomía.

En el siglo XVI se escribieron textos en lengua maya pero con alfabeto latino, y entre los más
importantes se encuentran el Popol Vuh,
relato mítico sobre el origen del mundo y
la historia del pueblo maya, y los llamados
libros de Chilam Balam, crónicas de
chamanes o sacerdotes en las que se
recogen acontecimientos históricos. La
obra del obispo fray Diego de Landa,
Relación de las cosas de Yucatán, ha
resultado una fuente importantísima para
descifrar la grafía maya.

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Los Incas
La Cultura inca es una de las más sofisticadas de la América precolombina - prehispánica dio
origen a uno de los imperios más grandes "El Tahuantinsuyo ―comparable a los existentes en
la Europa o Asia antigua. Además, establecieron un vasto imperio
en los Andes en el siglo XV.

El Inca nombre genérico con equivalencia a soberano, también


conocido como Sapa inca o simplemente Sapa (Inka Qhapaq) fue el
gobernante del Reino del Cuzco y más tarde, el emperador del
Imperio Inca. Los orígenes de la fundación de la ciudad de Cuzco,
capital del imperio incaico o Tahuantinsuyo, toma posiciones
claramente míticas y legendarias, pues se asume que los incas no
eran un grupo étnico natural del Cuzco, se trataba de
una población que emigró hacia el año 1100 d.C. Con el paso
del tiempo se convirtieron en un grupo muy poderoso e importante,
pero históricamente se ha declarado que la fundación del Cuzco
debió ser alrededor de los años 1200.
Cuenta la leyenda que eran años en que gobernaba el Inca
Viracocha, cuando aparecieron rodeando la ciudad del Cuzco los chancas, un pueblo muy
belicoso de la sierra central, quienes atacaron y destruyeron la ciudad, tras de lo cual
Viracocha huyó. Frente a las ruinas del viejo templo solar, el Inticancha, el general Yupanqui
imploró su ayuda al dios Sol, el cual convirtió a las piedras que rodeaban la ciudad en
soldados y éstos derrotaron a los enemigos.
La gente aclamó a Yupanqui como su nuevo inca y éste asumió el cargo con el nombre de
Pachacutec (‗el que transforma el mundo‘). A Pachacutec le sucedió Túpac Inca Yupanqui.
Posteriormente, ya como inca, se dirigió al sur, donde avanzó hasta el río Maule, punto que se
convertirá en la frontera sur del Imperio. Éste, no obstante, alcanzó su mayor extensión con el
reinado (1493-1525) del hijo de Túpac, Huayna Cápac.
Hacia 1525, el territorio bajo control inca se extendía por la zona más meridional de la
actual Colombia, por Ecuador, Perú y Bolivia y por zonas de lo que hoy en día es el norte de
Argentina y Chile, abarcando un área de más de 3.500 Km de norte a sur, y de 805 Km de
este a oeste. Los investigadores estiman que esta inmensa región estuvo habitada por una
población de entre 3,5 y 16 millones de personas de distintas culturas andinas.
La división del Imperio como consecuencia de la muerte de Huayna Cápac en 1525. Lo que
provocó que sus dos hijos que aspiraban al trono, enfrentaran una encarnizada lucha entre
ambos, lo que debilitó seriamente al Imperio. En este crítico momento el conquistador español
Francisco Pizarro desembarcó en la costa con una fuerza de unos 180 hombres dotados de
armas de fuego. Pizarro, apoyado por distintos grupos de indígenas descontentos por la
dominación inca, logró controlar el Imperio, altamente centralizado, haciendo prisionero a su
jefe, Atahualpa. Temeroso de que Pizarro pudiera ordenar su destitución en favor de Huáscar,
Atahualpa dio la orden de ejecutar a su antiguo rival, lo que sería una de las causas de su
propia condena en el proceso al que le sometieron los españoles un año después.

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Cosmovisión inca
La figura del Inca era de carácter divino y son bien conocidas dos leyendas que narran el
origen de esta casta de gobernantes.

La primera hace referencia a dos deidades, hijos del Dios Sol que un buen día emergieron
del Lago Titicaca con la misión de formar un gran imperio, sus nombres eran Manco Cápac –
quien fue el primer inca, fundador del imperio- y Mama Ocllo, su mujer. La segunda leyenda
cuanta que existieron cuatro hermanos llamados los Hermanos Ayar de los cuales Ayar
Manco (Manco Cápac) fue el encargado de fundar el Imperio Incaico.
Los incas adoraban al Sol como ser supremo aunque eran politeístas y en general adoraban a
las fuerzas de la naturaleza. Tenían aun calendario muy preciso y un año agrícola bien
organizado. En este sentido impusieron la técnica de los andenes que tenían la doble función
de controlar la erosión de las montañas donde luego se construiría y también como recurso en
la industria agrícola.

Organización social de los incas


El núcleo de la sociedad inca era el Ayllu que era una especie de gran familia que agrupaba
parientes en varios grados consanguíneos. El curaca era el jefe de cada Ayllu y era nombrado
por el Inca, permitiéndole un mejor control de las comunidades. Para completar el panorama
hay que decir que los Ayllus se agrupaban tomando en cuenta sus regiones de ubicación en
las llamadas Sayas. Estas Sayas a su vez conformaban un Huamán o provincia.

Si alejamos más la lupa veremos que las provincias se agrupaban a su vez dentro de cada
uno de los cuatro Suyos que existían. El gobernador de cada uno de estos cuatro suyos
formaba parte del Concejo Inca y eran generalmente familia directa del Inca. Además de esta
organización social, existía la casta sacerdotal dentro de la nobleza y por supuesto la realeza
incaica.

Entre las costumbres sociales del Imperio Incaico podemos destacar que el Inca poseía
una esposa principal llamada Coya –era su hermana o parienta más cercana con la cual
necesariamente debía tener descendientes que asegurasen la continuidad de la nobleza- y
muchas concubinas entre pallas, acallas y ñustas. Al interior del pueblo inca llano la
virginidad no tenía valor alguno y las relaciones diversas eran consideradas normales. Sin
embargo, el matrimonio dentro del pueblo era monógamo y en las clases privilegiadas era
polígamo.

El matrimonio en el pueblo generalmente se hacía mediante el llamado Servinacuy o


matrimonio de ensayo en que la pareja convivía para ver si se llevaban bien. Otro detalle
curioso respecto a la vida en pareja era que cada año, un inspector oficial del Estado pasaba
por cada aldea y reunía en dos filas a los pobladores que en edad de matrimonio aún no
habían logrado conseguir pareja. Cada hombre, comenzando el de mayor rango, debía elegir
una mujer de la fila para emparejarse.

Literatura latinoamericana I Página 36


La escritura Fuentes
 Los incas quechuas carecieron de un  Las fuentes de la primitiva literatura
sistema de escritura ideográfico o fonético. quechua, además de la tradición oral, son
No se conservan restos o fuentes del los libros escritos por los españoles del
idioma imperial de los incas, y por tiempo de la Conquista, quienes han
consiguiente tampoco dejado transcriptas muchas composiciones
quedan documentos literarios escritos. de la época y aún anteriores.
Sólo se dispone de tradiciones orales.

El Inca Garcilaso, que conoció la lengua imperial dice que "es lástima que se pierda o
corrompa, siendo una lengua tan galana". Las fuentes de la primitiva literatura quechua,
además de la tradición oral, son los libros escritos por los españoles del tiempo de la
Conquista, quienes han dejado transcriptas muchas composiciones de la época y aun
anteriores.
Literatura inca
La poesía Quechua
La poesía incaica se caracteriza por el panteísmo o adhesión a la tierra, propio a una
civilización agrícola-militar, en la que los animales, las plantas y las flores, ocupan un lugar
importante. El espíritu de la mentalidad indígena es difícil de comprender por el
hombre occidental, ya que los valores de ambos mundos son distintos.
Además del panteísmo, es perceptible en la poesía incaica una tristeza típica del indígena,
que, sin embargo, no tiene el mismo sentido que le
da el hombre moderno. Por otra parte, casi no existe
diferencia para el alma indígena entre los conceptos
de tiempo y espacio. Otra característica es un cierto
"franciscanismo" (como lo designo Luis Alberto
Sánchez) que consiste en el amor especial que el
indio siente por los animales, que comparten el hogar
casi en calidad de hermanos. Este matiz hace pensar
en la sicología de san Francisco de Asís, que
consideraba hermanos a las bestias y cosas
naturales.

Quipus: sistema nemotécnico mediante


cuerdas

Literatura latinoamericana I Página 37


Así mismo, la poesía Quecha es un arte de masas y no exalta sino por excepción a los
grandes hombres del imperio o Tahantisuyo.
Como en las otras civilizaciones antiguas, la poesía se acompañaba de la música y de la
danza. Hubo dos clases de poetas: el poeta oficial, de la corte y el poeta popular, profano,
lírico o bucólico, llamado Haravec. El primero componía poesías rituales, de
mayor valor literario y más exquisita técnica literaria, mientras que el segundo era un vate
popular, de menos técnicas y compromisos en los temas a desarrollar.
Así, la poesía lírica del vasto imperio de los incas representa una de las manifestaciones
poéticas de más alta expresividad en el mundo precolombino. Los poemas dedicados a las
divinidades tutelares, en especial a Viracocha -suprema deidad y creador de todo lo existente-
y al amor, condensan maravillosamente la íntima relación entre el sentimiento religioso, la
efusión sentimental y el respeto por la naturaleza, en todas sus manifestaciones.

Declinación de la literatura quechua


Conviene distinguir al referirse a las letras incaicas, entre el arte incaico puro, propio de la
época de la Conquista, y el arte mestizo o cholo fruto de la contaminación de las culturas
aborigen y española.
Con la Conquista, los cantos indígenas se mezclaron con los
católicos, y de esa fusión surgió un arte nuevo o mestizo.
Los españoles, del mismo modo que lo habían hecho en
México, Guatemala y otros países, destruyeron los
elementos paganos de las civilizaciones indígenas. Sin
embargo, la mentalidad indígena, muy religiosa de por sí,
transfirió muchos aspectos de su paganismo al catolicismo,
y fue así como en algunos casos Jesucristo fue asimilado en
Pachacamac, dios de los incas.
Clases de lírica
La lírica incaica y su posterior evolución, la mestiza, tenían Aborigen recitando poesía inca
distintos tipos de composiciones. Entre ellas:
El wawaki, que era cantado por coros juveniles de ambos sexos en las festividades de la luna
o durante las noches de guardia en las sementeras.
El yaraví, que eran expresiones líricas, por lo general de temas amatorios y sentimentales,
que fue raíz del actual yaraví peruano.
El Huayno, de carácter erótico; el hahuay o lamento; el triunfo o canción alegre del trabajo y la
victoria, que también paso al arte mestizo; el aymoray, poesía ligera de inspiración rural, que
empleaba a menudo el dialogo; la poesía ritual y otras formas.

Literatura latinoamericana I Página 38


Antes del siglo XV
Para el estudio de las culturas indígenas prehispánicas, los historiadores del Viejo Mundo
desde la llegada de Colón se han basado en dos aspectos: arqueología y escritura indígena.

Método arqueológico:
El método arqueológico (estudio de los restos materiales del continente americano) es
imprescindible para el estudio, clasificación y periodización de las culturas prehispánicas,
centrándose sobre todo en la moda, la vivienda y las pautas de comportamiento.

Sin embargo, este método solamente sería eficaz si el espacio que excavamos no ha sido
violado, ya que a menudo los saqueadores se adelantan a los arqueólogos y les privan de
importantes restos. Por eso las hipótesis son muy ajustadas y establecer una cronología
precisa es muy complicado.

Escritura:
Los testimonios y documentación escrita acerca de estas culturas, tanto los propios textos
indígenas como los recogidos por historiadores del Viejo Mundo a partir de testimonios orales
o traducción de los escritos, son una fuente importante de conocimiento sobre estas culturas,
aunque puede ser imprecisa y errónea por los siguientes factores:

A partir del S XI para la región mesoamericana y del S XIII en la andina, poseemos


testimonios escritos.
El conocimiento de la escritura no fue general en todo el continente americano y no existe un
momento concreto en el que su difusión sea general dado el aislamiento que sufrían las
culturas entre sí. Carecían de un sistema de escritura como el europeo, pero consiguieron una
simbología y pictografía avanzadas para la representación de ideas, aunque sin llegar a la
representación gráfica de fonemas.
De este modo, la tradición oral de estas culturas fue recogida, en ocasiones, con este sistema
de pictografía, y con la llegada de los españoles, fue recogida por escrito para poder hacer
una reconstrucción del pasado.

En el área andina no se conocía la escritura pero fueron capaces de obtener una cultura
superior sin la palabra escrita, a pesar de lo cual cultivaron la memoria del pasado, a través de
relatos de transmisión oral invariable.
Por eso, en este espacio les fue difícil a los indígenas entender que las palabras podían
representarse por signos, lo que dificultó la adaptación a la representación gráfica(escritura).
Esto se consiguió pasadas dos generaciones, lo que significó una cierta pérdida del
significado real y la veracidad de estos relatos orales debido a la ausencia de un sistema de
memorización común.
Los Incas, por su parte, intentaron crear, conservar y transmitir la historia de su pueblo, pero
ates manipulaban la información para omitir o resaltar ciertos pasajes, por los intereses
políticos.
En el área mesoamericana la tradición se encuentra reflejada en pictogramas que serán
recogidos y traducidos por escrito por los primeros españoles.

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Algunos indígenas mesoamericanos culturizados (hacuilos- escribanos de la cultura
mesoamericana) consiguen aprender la escritura y el lenguaje castellano y fueron capaces de
transcribir su tradición oral y pictográfica. También fueron escribanos y traductores de
aquellas culturas con las que mantenían nexos lingüísticos.

Sin embargo, las primeras transcripciones al español fueron hechas por personas que
desconocían la lengua original, por lo que recurrían a intérpretes que no siempre captaban el
significado real o que lo modificaban según su conveniencia. Además los relatos
prehispánicos no tenían un valor histórico sino que eran textos aislados sobre los jefes o la
población. De este modo, desde una época temprana se pretendió elaborar una crónica del
pasado indígena teniendo el cuenta el punto de vista europeo, insertando una cronología que
los relatos originales no tenían, además de resaltar la figura de los grandes héroes cuando los
indios atendían más a la colectividad. Como la evangelización de los indígenas era el fin
último de los europeos, los misioneros intentaron aprender las lenguas indígenas para
convertirles con más facilidad. Se aprendió, pues, antes la lengua indígena que éstos la
española. Así las primeras obras se corresponden a españoles que aprendieron el idioma
para traducirlo.

Uno de ellos fue Pedro Cieza de León. En el año 1540 cuando a América arribó a los 32 años
de edad, editó su primera obra, muriendo tan solo dos años después.

Desde su llegada al Nuevo continente, pretendió elaborar una historia global del Nuevo
Mundo desde un punto de vista moderno. El esquema que siguió fue el siguiente:

Descripción del mundo físico y humano.


Conocimiento de la historia.
Desarrollo de llegada y conquista de españoles.
Narración de los actos de los españoles.

Pedro solo le dio nombre a la primera parte de su obra: ―Crónica del


Perú‖ y los lingüistas han titulado sus restante sobras ―El Señorío de los Incas‖, ―Historia del
descubrimiento y conquista del Perú‖ y ―Historias de las Guerras Civiles del Perú‖.
Lo cierto que sus escritos estuvieron perdidos durante largo tiempo conociéndose su obra de
forma parcial.

Por lo tanto, para el estudio y la investigación de las culturas prehispánicas poseemos:


1) Estudio arqueológico que debe interpretarse
2) Traducción de relatos indígenas por traductores indígenas que son poco fiables pues la
culturización se dio tardíamente y su interpretación se manipulaba.
3) Traducción oral de las culturas americanas poco fiables.

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Siglo XV
Durante este siglo, dos civilizaciones indígenas americanas se encuentran en su apogeo: la
azteca y la inca. Con el descubrimiento del nuevo mundo realizado en 1492 por Cristóbal
Colon, la América indígena se convierte en América hispánica.
Historia fáctica
 Los aztecas e incas están en el apogeo; los mayas, en decadencia.
Siglo XV
 A fines de siglo, en 1492, Colon descubre tierra americana y
Américo Vespucio arriba, en 1499, a las costas de América del Sur.
 Comienza la fundación de ciudades de tipo europeo: la primera
(1494) fue la Isabela; la segunda y más antigua que hoy subsiste;
es Santo Domingo (1496), que dio luego nombre a la isla.

Historia sociocultural y económica


 En las importantes civilizaciones precolombinas observamos
Aspecto
sociocultural y algunos rasgos comunes: desarrollo del intercambio comercial;
económico conocimiento del cultivo de plantas; aplicación de principios
científicos. Los mayas y los aztecas poseían un lenguaje escrito en
forma de dibujos simbólicos de tipo jeroglífico.

Historia del arte


 Son numerosos los testimonios artísticos que han sobrevivido hasta
Características
nuestros días. Cada civilización atraviesa por diversas etapas
artísticas.
 Los aborígenes son grandes orfebres, tallan la piedra y madera, y
realizan tejidos de gran belleza. En arquitectura hay monumentos
importantes.

Panorama caracterizador de la literatura de la época


 Los aztecas componen himnos religiosos y escriben poemas sobre
Principales
manifestaciones sus héroes y su historia.
 En 1493, Cristóbal Colon escribe su Primera Carta, en la cual
literarias,
científicas y describe al Nuevo Mundo y a sus habitantes.
filosóficas.

Literatura latinoamericana I Página 41


La conquista de los Grandes Imperios

Durante el Siglo XV los mayores hitos de la expansión americana hay que citar:

 El descubrimiento del istmo de Panamá por Vasco Núñez de Balboa en 1513, que
confirmó la realidad continental de América y la existencia de otro océano que llamaron
Pacífico
 La conquista del Imperio Azteca realizado entre 1519 y 1521 por Hernán Cortés.
 La conquista del Imperio Inca realizada entre 1531 y 1533 por Francisco Pizarro.
 La exploración del Río de la Plata realizada entre 1535 y 1533 por Pedro Mendoza
 La expedición a Chile realizada en 1540 por Pedro Valdivia.

Algunas conquistan tropezaron con fuertes resistencias. Pero a pesar de ello, la expansión
militar fue bastante rápido, debido al uso de armas de hierro y fuego y la utilización de
animales desconocidos en el Nuevo Continente como los caballos.

Organización de la América hispana: traspaso de los modelos castellanos.

 En la península: Consejo de Indias


 En América: Virreinatos, Audiencias, consejos y corregidores.

1. El Consejo de Indias fue un órgano consultivo perteneciente al sistema de consejos de la


Monarquía Hispánica, creado en 1524 para atender los temas relacionados con el gobierno de
los territorios españoles en América, cuyo funcionamiento duró hasta que, en 1831 resultó
definitivamente suprimida. Sus funciones eran variadas:

 Preparación de los anteproyectos legislativos.


 Administración de las Indias junto con los órganos territoriales de gobierno.
 La ordenación del buen orden eclesiástico.
 Las cuestiones militares.
 Dirección suprema de la Real Hacienda.
 Pleitos, vistas, juicios de residencias de los funcionarios en las tierras ultramarinas.

2. Los virreinatos eran los máximos representantes del poder central en América. Se crearon
dos virreinatos:
 Nueva España(Méjico, Guatemala) en 1535
 Perú en 1542

Entre las funciones del virrey eran:

 Sobre el virrey recae toda la responsabilidad del funcionamiento político.


 Máxima representación de la persona del rey
 Mando político superior
 Mando militar

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Expresiones literarias precolombinas:
El Popol Vuh, Los Libros del Chilam Balam.
La literatura precolombina no ha sido objeto de
estudio a profundidad dentro de los ámbitos
académicos universales; aun cuando existen
variedad de recopilaciones y antologías, no son
estas garantía de que existan serias reflexiones
sobre las características y propuestas de la literatura
prehispánica, incluso, hay quienes aseguran que
hacerlo sería un anacronismo y no aportaría mayores
elementos a la tradición literaria de América latina.
Sin embargo, consideramos pertinente
develar algunas características que hacen de esta
literatura un objeto de reflexión y análisis que debe
ser tenido en cuenta realmente por la
universalidad literaria.

Es bien sabido que la mayor parte de los escritos simbólicos originales se


encuentran en museos y exposiciones europeas, y que sólo algunos estudiosos se
han dado a la tarea de rescatar su contenido y traducirlo al idioma español,
razón por la cual se desconoce mucha de la producción literaria precolombina.
Como primera medida, consideramos importante resaltar que la tradición literaria de nuestros
antepasados no se redujo solamente a la exaltación de las divinidades y del ambiente natural,
por el contrario, existen innumerables escritos que
corresponden a posturas ideológicas sobre la vida, la muerte, el sentido de la
existencia, la poesía y los dioses; además de los placeres, la carnalidad y la
negación de los principios religiosos propios de su cultura; lo que demuestra
que las manifestaciones literarias son vistas como medio de expresión de
sentimientos, posiciones, pasiones y, fundamentalmente, visiones de mundo.
La literatura precolombina está cargada de metáforas hermosas en las que se
compara el acto poético con la belleza de las flores, pero más allá de esto,
subyace también una concepción no sólo de poesía, sino del poeta mismo y de
sus funciones dentro de la estructura social.

Kinich Ahau.- Dios del sol. Yum Káax.- El dios del


Ixchel.- Diosa de la luna maíz

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El Popol Vuh:

Los mayas escribieron en el Popol Vuh y en otros libros de carácter nacional y sagrado, sus
antiguas tradiciones cosmogónicas e históricas, así
como también sus ritos y costumbres e impregnaron esa
obra de los caracteres típicos de su cultura; esos libros
empiezan hoy a ser estudiados a la luz de los modernos
métodos de investigación y causan asombro a los
críticos así como al público curioso que día a día los lee
con más interés.

Casi todos los autores están de acuerdo con dividir el


proceso de la cultura maya en dos grandes períodos:
antiguo y nuevo imperio. Sin embargo la expresión
"imperio" es bastante defectuosa, ya que los mayas no
tenían una organización imperial, sino que se agrupaban
en ciudades más o menos libres en aspiraciones de
ciudades, o mismo en pequeños reinos; no obstante,
hecha esta salvedad, puede usarse dicha terminología.

Los quichés constituyeron un pueblo cuya dominación


se extendió más o menos sobre los territorios de la
actual Guatemala. Eran de procedencia maya y hablaban un dialecto de ese idioma. Según
sus leyendas, los quichés junto con otras naciones hermanas, emigraron hacia el Sur,
saliendo de una ciudad llamada Tulán; esta ciudad era tolteca, y en realidad hay fundamento
para admitir, por ésta y por otras razones, una relación entre los pueblos mayas por un lado y
los nahuas de México central por el otro. Se calcula que la migración quiché se produce en el
siglo VII (d. J.C.); pero ya entonces no constituía ese pueblo una nación bárbara, sino de alto
nivel cultural. Sus sacerdotes y reyes traían consigo, durante su desplazamiento hacia el sur,
libros sapienciales, uno de los cuales fue sin duda el Popol Vuh -aunque a su texto original se
agregaron luego relatos de hechos posteriores a esas mismas migraciones- pues hay un
pasaje del libro en que se subraya que esa obra ya era leída por los reyes Gucumatz y
¨Cotuha, los que por eso mismo acrecentaban su sabiduría. Esta alusión demuestra la
antigüedad de las partes más primitivas del Popol Vuh.

Este libro no parece haber escapado a algo que resulta casi una ley que rige la formación de
los libros sapienciales primitivos: su periódica transformación. La dificultad de precisar el
pensamiento es muy grande cuando el escriba sólo utiliza signos jeroglíficos; esa vaguedad
de la expresión provocada por dicha escritura permite que las escuelas sacerdotales
modifiquen, de acuerdo a sus puntos de vista, el texto primitivo, de antigüedad venerable y
cuyo prestigio impide que se choque abiertamente con él. Los libros sufren así recensiones y
reelaboraciones a través del tiempo. El ejemplo típico, para la literatura egipcia, es el caso del
Per-em-hru ("Libro de irse alejando en el día") divulgado en Occidente con el nombre de "Libro
de los muertos". También en Babilonia se alteraron los viejos relatos de procedencia acadia y

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aún sumeria, a fin de entronizar en el panteón de los dioses a Marduk y con él afirmar el
poderío espiritual y político de Babilonia. Así podrían ser citados muchos ejemplos.
Este principio general puede ser aplicado a libros de la América prehispánica. Se ha sostenido
por parte de Villacorta que el Popol Vuh deriva de una obra tolteca, el "Teoamoxtli" (o "Libro
divino") si bien no hay pruebas concluyentes en favor de esta hipótesis. No obstante, los
príncipes quichés durante su migración al sur fueron a rendir homenaje a un rey llamado "El
señor Nacxit" personaje que podría identificarse con Tolpiltzin Nacxit Quetzalcoatl, último rey
tolteca que, según el códice chimalpopoca y otros textos en náhuatl y en español, abandonó
Tulán al producirse ciertos hechos vinculados con la ruina de la cultura tolteca. Según el
propio Popol Vuh, el señor Nacxit regaló a los príncipes quichés las llamadas "pinturas de
Tulán" es decir: los libros pictóricos o jeroflíficos de los toltecas.

Hasta donde aprovecharon el autor o autores del Popol Vuh los relatos de la cosmogonía
náhuatl es un punto casi imposible de dilucidar en el estado actual de las investigaciones,
pero en todo caso es evidente el aire de parentesco que tienen las concepciones
cosmogónicas y escatológicas de los mayas si se las compara con las de los pueblos del
México central.

De cualquier modo, puede decirse, en sustancia, que existen, por lo menos, dos redacciones
del Popol Vuh; la primera es una redacción en jeroglíficos cuya fecha, aunque muy antigua,
no es fácil de precisar; la segunda redacción (manuscrito de Chichicastenango) se hizo
inmediatamente posterior a la conquista española, cuando un escriba quiché (sacerdote o por
lo menos iniciado en los misterios religiosos) que aprendió los signos de nuestro alfabeto
decidió fijar el texto -siempre conservando el idioma quiché- por medio de una escritura que
permitiera, no sólo una divulgación mayor (ya que era más fácil aprender los escasos signos
fonéticos de un alfabeto que no una multitud de jeroglíficos) sino también una claridad
superior en los planos de la expresión. Ese mismo problema enfrentan hoy los libros chinos y
existe una corriente de opinión, menos tradicionalista, que es favorable a su fijación por medio
de una escritura fonética.

¿Cómo era el Popol Vuh en su redacción jeroglífica? No hay ninguna duda de que esta obra
estuvo primeramente constituida por un conjunto de textos compuestos en distintas épocas y
escritos en pictogramas, ya que el escriba de la recensión alfabética, en una introducción o
preámbulo agregado posteriormente dice : "éste es el primer libro pintado antaño", lo que da
idea, no sólo de su antigüedad, sino de la forma en que estaba escrito; era un libro hecho en
escritura pictórica.

Sin embargo, parece evidente, a poco que se lea con atención, que el Popol Vuh, en su
redacción más primitiva, contenía pasajes que no se leen en el Popol Vuh tal como ha llegado
a nosotros, pero también puede observarse que ha recibido agregados ulteriores. Así, por
ejemplo, el escriba de la recensión alfabética (o códice de Chichicastenango, del cual se
conserva la copia ulterior hecha por Ximénez) omite el desarrollo detallado del acto de
formación de los planos cósmicos cuadrangulares, así como de la medición, por los dioses,
de los cuatro ángulos que, según los mayas tenía el mundo. Sólo hace una alusión a la parte
omitida por medio de estas palabras:

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"existía el Popol Vuh original escrito antiguamente y destruido junto con la religión de los
mayas. Este es, por desgracia, un proceso casi universal, hijo del fanatismo del hombre de
todas las latitudes y épocas, cuyo ejemplo más similar, en Oriente, está en la persecución de
los sutras y demás libros del budismo chino a mediados del siglo IX, época en que se
destruyeron cuatro mil seiscientos templos y pero su vista está oculta al que ve, al pensador".

Grande era la descripción, el relato de cómo se acabó de formar todo el cielo y la tierra, de
cómo fue formado y repartido en cuatro partes..." También hay otro ejemplo de omisión
confesada cuando el autor de la recensión alfabética, antes de referirse a la genealogía de los
héroes Hunahpú e Ixbalanqué dice: " dejaremos en la sombra su origen y dejaremos en la
oscuridad el relato y la historia del nacimiento de Hunahpú e Ixbalanqué. Sólo diremos la
mitad, una parte solamente de la historia de su padre".

Pero si hay pasajes omitidos en el Popol Vuh que hoy se lee, los hay añadidos y son
seguramente el preámbulo y el final del libro. Otro problema es el de dilucidar si la parte
cosmogónica formaba originariamente un todo con la parte histórica, en la que se narra la
migración de los quichés; el punto es verdaderamente difícil de resolver, pues ambas
soluciones pueden ser en parte defendidas y en parte objetadas. De cualquier manera esto
está fuera de lo que corresponde a un artículo de divulgación, como el que se intenta hacer
ahora.

¿Cómo se produjo la recensión alfabética? El momento histórico era de gran convulsión. En


1524 Alvarado conquistó Utatlán, capital del reino quiché. La ciudad fue destruida y sus
habitantes se dispersaron por las regiones cercanas. Se inició entonces un período de lucha
sin cuartel entre las dos culturas: el español quiso imponer la suya y lo hizo por todos los
medios posibles, ya de persuasión, ya de coacción; el maya culto trató de salvar la suya y
arriesgó su vida para ello cuando fue preciso. Pocos documentos muestran tan a lo vivo el
sentimiento del maya hacia el conquistador blanco como algunas páginas del libro llamado
"Chilam Balam de Chumayel". El vencido ocultó sus libros; el vencedor trató de descubrirlos y
quemarlos. El obispo Zumárraga hizo arder las colecciones de la Biblioteca de la ciudad de
Texcoco; el obispo Diego de Landa, las de la ciudad maya de Maní y en Perú, un Concillo
provincial de Lima ordenó la destrucción sistemáticamente de los quipus, alegando que en
ellos estaban consignados los cantares y leyes; los textos sobrevivientes debieron ser
escondidos en cavernas, ruinas o guardados celosamente por los fieles. Por eso dice el autor
de la recensión alfabética del Popol Vuh:‖éste es el primer libro pintado antaño, pero su faz
está oculta hoy al que ve, al pensador", como ya habíamos señalado.

Pero paralelamente a esta persecución se produjo el proceso de fonetización de la escritura


de las lenguas aborígenes por obra de los misioneros, necesaria para la propagación, por
escrito, de la doctrina cristiana. Buscaron éstos reproducir los sonidos de los idiomas
indígenas amoldándolos a las letras latinas; a veces, como señala Garibay, sobraron signos,
ya que el idioma náhuatl tiene, por ejemplo, sólo veinte sonidos; otras veces, como en el caso
de la fonetización de la lengua otomi, que posee más de cuarenta sonidos, fue necesario
ampliar el alfabeto latino dotándolo de un sistema de puntos y tildes. En esa época, algunos
indios cultos empezaron a aprovechar el alfabeto latino para fijar, de mejor manera y en sus
idiomas nacionales, sus propios escritos, ya que el sistema jeroglífico se prestaba más a la

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vaguedad; tal es el caso de la transcripción a signos fonéticos de la llamada "Leyenda de los
soles" de cuya lectura atenta se desprende que el copista tuvo delante un original en
pictogramas.

Dichos libros, aunque perseguidos, están a veces en manos de los españoles (algunos de
los misioneros, como ser Alonso de Zorita, llegó a saber acerca de la organización política de
los quichés, "por las pinturas que tenían de sus antigüedades de más de ochocientos años".
Zorita visitó a los quichés a mediados del siglo XVI o sea a unos veinticinco años más o
menos de la destrucción de Utatlán y en la misma época en que Recinos, tras concienzudo
análisis, fija la redacción alfabética del Popol Vuh.

Por estas razones es aceptable la hipótesis de que este libro maya fue fonetizado teniendo su
escriba pictogramas a la vista, aunque también pudo haber escrito otras partes fiado de su
memoria.

¿Cómo fue descubierto el Popol Vuh fonetizado? Un indígena lo puso en manos de Fray
Francisco Ximénez, cura de la aldea de Santo Tomás Chichicastenango. Ximénez, hombre de
gran conocimiento de la lengua maya autor de diccionarios y gramáticas, copió dicho
Popol Vuh, el cual, según parece, volvió a manos de los aborígenes. Ximénez escribió:
"Todas sus historias... las traduje en nuestra lengua castellana de la lengua quiché en que las
hallé escritas desde los tiempos de la conquista, que entonces (como allí dicen) las redujeron
de su modo de escribir al nuestro; pero fue con todo sigilo y se conservó entre ellos con tanto
secreto que ni memoria se hacía entre los ministros (curas) de tal cosa... ―Ximénez, pues, hizo
la primera traducción del quiché al español, la cual fue publicada muchísimo tiempo después
en Viena, en 1861, por Scherzer, ya que no hubiera sido permitida su publicación en el
imperio español. Otras traducciones posteriores al texto quiché son la francesa, de Brasseur
de Bourbourg, la alemana de Pohorilles, la nueva traducción al francés hecha por Reinaud y
por último dos al español: una de Villacorta-Rodas y otra de Recinos
.
El Popol Vuh es un libro sapiencial; la concepción que del mundo tenían los quichés aflora
desde sus páginas iniciales, en las que se cuenta el origen del mundo y la creación del
hombre según sus mitos. Tras esta parte cosmogónica, la acción se hace más rápida y llena
de dramatismo, al narrarse el descenso de los dioses gemelos Hunahpú e Ixbalanqué al
Xibalba, o mundo inferior, para vencer a sus deidades poderosas y malvadas e imponer el
triunfo del Sol.

Luego el Popol Vuh se convierte en libro histórico, y después de referirse a la formación de los
cuatro clanes primitivos de los mayas, narra la migración, rey por rey de los quichés hasta su
asentamiento en Guatemala. La última parte es predominantemente dinástica.

Libro lleno de leyendas, de hermosos mitos y de tremendas intuiciones filosóficas, así como
de una concepción científica muy adelantada, es la piedra angular de la literatura de este
continente. Porque la literatura floreció en América siglos antes de que Colón pisara las playas
de sol y de verdor de este nuevo mundo -quizá no tan nuevo- y del cual debemos esperar
tanto.

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Las edades del mundo según el Popol Vuh

¿El mundo en que vivimos es el primero y último a existir? se preguntaban los pueblos
americanos de las grandes culturas: nahua, maya e inca. ¿Existieron formas anteriores, con
manifestaciones vitales que fueron un día disueltas en la sombra? ¿Qué hubo antes de que
apareciera la forma de vida que conocemos? Estas preguntas indican ya un grado de
madurez intelectual, una curiosidad de investigación que aparece cuando un pueblo ha
recorrido ya las etapas primitivas de su cultura y empieza a forjarse hipótesis (mitos, al
principio, que poco a poco van dejando paso a conclusiones más serias y científicas).

El Popol Vuh admite la existencia de cuatro edades o etapas en el proceso creador por el que
los dioses crean la vida en el planeta. Vimos en el artículo anterior cómo ellos habían dado los
primeros impulsos creadores, cómo habían hecho salir la tierra de las aguas. Surge así el
mundo mineral, envuelto en una especie de neblina. "Primero, se lee en el Popol Vuh, se
formaron la tierra, las montañas y los valles; se dividieron las corrientes de agua; los arroyos
se fueron corriendo libremente entre los cerros y las aguas quedaron separadas cuando
aparecieron las grandes montañas". Luego, tras el mundo mineral, crean los dioses el mundo
vegetal: "al instante -dice el poeta anónimo- nacieron los cipresales, los pinares". Después los
dioses se preguntan: "-¿Sólo silencio e inmovilidad habrá bajo los árboles y los bejucos?
Conviene que en lo sucesivo alguien los guarde. Por eso hicieron a los animales del monte,
los guardianes de todos los bosques, los genios de la montaña, los venados, los pájaros,
leones, tigres, serpientes, culebras, cantiles (víboras) guardianes de los bejucos".

Ese impulso vital, simbolizado por los dioses, actúa con un plan preconcebido; crear la
criatura dotada de razón. Pero la divinidad (o suma de divinidades) del Popol Vuh no posee,
desde el principio, una inteligencia omnipotente; es una fuerza más o menos ciega al principio
pero que se desarrolla o despierta cada vez más; al principio yerra en la creación y actúa a
lentos tanteos, pero rehace la obra luego, mejorándola. A Bergson le hubiera interesado
encontrar esta construcción filosófica en la mentalidad del hombre americano prehispánico. El
contraste con la concepción que del mundo y sus problemas trae el conquistador español es,
por otra parte, evidente.

Creados los reinos mineral y vegetal, los dioses quieren hacer al hombre para nutridor de ellos
(por medio de las ofrendas y sacrificios) y también para cantor de sus glorias. Pero siendo las
deidades fuerzas poco desarrolladas, no logran formar de una primera vez a la criatura dotada
de razón; de sus manos salen los animales. El animal es, en el Popol Vuh, el hombre
frustrado, pero el hombre está concebido como una etapa de superación del animal, en la
misma línea de evolución y bajo el mismo plano. Las bestias, debido a la inexperiencia de los
dioses, a la falta de fuerza y dirección en el impulso creador inteligente, carecen de
inteligencia y por eso las deidades deber reajustar el plan creador.

"Y estando terminada la creación de todos los cuadrúpedos y aves, les fue dicho a los
cuadrúpedos y pájaros por el creador y el formador y los progenitores: -"Hablad, gritad,
gorjead, llamad, hablad cada uno según vuestra especie, según la variedad de cada uno."

Literatura latinoamericana I Página 48


Así les fue dicho a los venados, los pájaros, leones, tigres y serpientes: -"Decid, pues,
nuestros nombres, alabadnos a nosotros, vuestra madre, vuestro padre. Invocad pues a
Huracán, Chipi-Caculhá, Raxa-Caculhá, el Corazón del Cielo, el Corazón de la Tierra, el
Creador, el Formador, los Progenitores; habladnos, invocadnos, adoradnos, les dijeron"

Los animales intentan la adoración, desean alabar a los dioses, pero no saben hacerlo. "No
pudieron hablar como hombres, solamente cacarearon, solamente mugieron, solamente
graznaron; no se manifestó ninguna clase de lenguaje, hablando cada uno diferentemente".
Por esta razón, los dioses cambian el destino de las bestias. Así concluye esta primera edad
del mundo de acuerdo al Popol Vuh.

Entonces se intenta una segunda creación del hombre. Los dioses modelan ahora seres que
tienen la forma del hombre actual, pero en realidad, nada más que su apariencia. Y los hacen
como en cantidad de mitos antiguos, amasando estatuillas de barro a las que dan vida. Este
ser de tierra, aunque de forma humana, carece del don de la palabra. Además, como se lee
en el libro maya, "se caía, se amontonaba, se ablandaba, se mojaba, se cambiaba en tierra,
se fundía..." El autor anónimo de este canto cosmogónico quiere señalar con esto que dicha
segunda etapa de creación da por resultado un ser que no puede adaptarse a la vida y que
está condenado a desaparecer, o sea a volverse de nuevo tierra.

Luego lo describe como a una criatura monstruosa, tal vez como la de los fósiles que veían
los mayas al excavar la tierra: "el rostro quedábase vuelto a un sólo lado, la vista estaba
velada, no podían mirar detrás de ellos, al principio hablaron pero sin sensatez". Es decir: Este
ser pronunció algunos sonidos incoherentes y perdió luego la facultad de la voz. Ser mudo,
sumido en un estado como de imbecilidad, terminó por licuarse, por no sostenerse en pie. ¿A
qué remotísimo antecesor del mono y de la especie humana hacía alusión el autor de este
cantar maya? ¿Y qué intuición científica no manifiesta a través de esas páginas profundas?

Los dioses tienen un instante de desaliento en sus tanteos; así, dicen: "-mientras más se
trabaja, menos puede andar y engendrar. Que se celebre, pues, consejo sobre eso". Al
instante deshicieron, destruyeron una vez más su construcción, su formación y después
dijeron: "-¿Cómo haremos para dar nacimiento a adoradores, invocadores?" Es notable,
pues, el cuadro de estas deidades luchando por crear, del mismo modo que un equipo de
sabios modernos investiga en un laboratorio, realiza experiencias, duda, se desalienta y
vuelve a ensayar, destruyendo el fruto de su cálculo mal hecho.

Se rehacen los dioses, entonces; no están vencidos; deciden realizar una tercera prueba.
Ahora bien: el autor de esta notable obra de la literatura maya quiere reafirmar una vez más
que el principio vital (los dioses) está constituido por una fuerza ciega al principio, pero que se
desarrolla entre lentos tanteos oscuros y lo manifiesta por medio de este símbolo: los dioses
deciden tirar a la suerte a fin de resolver si el nuevo hombre debe esculpirse utilizando, como
material, no ya el barro, sino la madera.

"Echad suerte con vuestros granos de maíz y de "tzite"(árbol de pito) y resultará si labraremos
y tallaremos su boca y sus ojos con madera". Pero, el hombre tallado en madera le sale de

Literatura latinoamericana I Página 49


nuevo defectuoso y, como dice el poeta de este relato cosmogónico "fue solamente un esayo,
una muestra de hombre

Al leer estas páginas del cantar maya es fácil adivinar la concepción de un desarrollo casi
evolucionista de la vida y un lento ascender hacia formas más perfectas e inteligentes. Para el
autor de este libro, el hombre de madera no llega todavía a la etapa de humanidad, pero da,
por resultado, el mono. Es decir: para el autor del Popol Vuh el mono es también un intento
frustrado de creación de una criatura inteligente

Esta evolución de la vida llega, en fin, a su punto culminante; tras el mono, los dioses logran
hacer al hombre inteligente. Hecho de la masa de maíz (la planta sagrada y nacional de los
mayas) simboliza, por ello mismo, el ser capaz de cultura, el "junco pensante" de Pascal. Con
esta cuarta creación, los dioses, ya perfeccionados ellos mismos, logran una obra casi
perfecta. Los hombres, creados tras lento ascender, tan paciente, desde el antiguo esquema
animal, poseen ahora una inmensa sabiduría; ven lo cercano y lo lejano y hasta los ángulos
de los planos cósmicos. Y cuando los dioses los incitan a contemplar el mundo y a entonar la
alabanza a los creadores, los cuatro hombres exclaman: -"En verdad os damos gracias dos
veces y tres veces. ¡Hemos sido creados! ¡Se nos ha dado una boca y una cara! ¡Hablamos,
oímos, pensamos y andamos; sentimos perfectamente y conocemos lo que está lejos y lo que
está cerca! ¡Vemos también lo grande y lo pequeño en el cielo y en la tierra! Os damos
gracias por habernos creado, ¡oh creador y formador! por habernos dado el ser ¡oh Abuela
nuestra, oh Abuelo nuestro!, dijeron dando las gracias por su creación y formación. Pero las
divinidades no oyen estas palabras con agrado; habían dado a los humanos una sabiduría
que usurpaba las prerrogativas de los dioses. Y así exclaman:

-"No está bien lo que dicen nuestras criaturas, nuestras obras; todo lo saben; lo grande y lo
pequeño -dijeron-.

Y así celebraron consejo nuevamente los progenitores. ¿Qué haremos con ellos? ¡Que su
vista sólo alcance a lo que está cerca, que sólo vean un poco la faz de la tierra! No está bien
lo que dicen. ¿Acaso no son, por su naturaleza, simples criaturas y hechuras nuestras? ¿Han
de ser ellos también dioses? Entonces decidieron -continúa el Popol Vuh- petrificar los ojos de
los hombres, hacer que ellos no vieran sino lo próximo y perdieran su primitiva sabiduría" El
poeta expresa esto por medio de una hermosísima comparación: "entonces el Corazón del
Cielo, les echó un vaho en los ojos, los cuales se empañaron como cuando se sopla sobre la
luna de un espejo".

Así, el poeta filósofo del Popol Vuh enfrenta un problema eterno cuya raíz está ya en casi
todas las literaturas antiguas. El hombre que inconscientemente se atreva a desafiar su Moira
efímera y a ir más allá del destino que avaramente le han señalado los dioses, se atrae la
cólera de estos. Ya sea en la aventura de la sabiduría (Adán comiendo el árbol de la ciencia,
Prometeo regalando al hombre el fuego, padre de la civilización), ya sea en la aventura de la
inmortalidad (Guilgamesh buscando la planta de la vida eterna, que le es al final arrebatada
por una serpiente), el concepto es siempre el mismo: el hombre alza los ojos y quiere
comprenderlo o poseerlo todo, pero su titanismo irrita a las deidades.

Literatura latinoamericana I Página 50


Chilam Balam
En la literatura, podemos encontrar una gran diversidad de textos, que varían en los estilos, al
igual que en sus autores. Estos, a través de sus historias nos llevan a realidades, o más bien,
mundos ficticios, que muchas veces son ajenos a nuestro entorno y que nunca creímos
posibles. Pero hay obras literarias, de las que muchos no tenemos conocimiento, que nos
presentan hechos reales, y una de estas es el Chilam Balam, que a continuación daremos a
conocer con profundidad.
Para poder tener una mejor comprensión del texto, es indispensable estar al tanto de los
orígenes de la cultura maya, sus periodos y desarrollo, ya que estos se tratan con profundidad
en la historia.

Orígenes del Chilam Balam

El libro de los libros del Chilam Balam es un texto que se ve


relacionado con la mitología y la religión maya, que era,
como dijimos en un comienzo, algo muy influyente en sus
vidas.

Para los mayas, los dioses escribían en el cosmos la


historia y el porvenir del mundo, y gracias a su
capacidad sensible lograron descifrar este lenguaje que
usaban los dioses. Así, conocieron el poder de la
palabra y la seducción de las texturas, y dejaron también su
testimonio en la Tierra; a través de una escritura que es
profunda, mística, y está poblada de imágenes de fuerte
carga simbólica.

La literatura estaba al servicio de la religión, pues la relación


con la divinidad fue para los mayas prehispánicos el eje de
la vida comunitaria. Así, al igual que la ciencia y otras
disciplinas, el arte se concebía más como una expresión de lo
sagrado que como una forma de creación personal o
colectiva. La escritura misma Códice de Dresde era sagrada, y sólo la conocían
unos cuantos hombres, por lo general sacerdotes, a quienes
les eran revelados los designios de los dioses y las
leyes divinas que mantenían el orden cósmico.

Así, los libros fueron objeto de veneración. En aquel entonces, los textos sagrados se leían en
los rituales y ceremonias litúrgicas para que la comunidad fuera consciente del sentido de su
existencia, tal como hoy sucede con los libros de otras religiones, como la judía o la católica.
Además, eran anónimos. A nadie se le habría ocurrido firmar su obra, pues los autores no
eran vistos como tales, sino como meros transmisores de la voluntad divina y de la herencia
espiritual de su pueblo.

Literatura latinoamericana I Página 51


Chilam significa "el que es boca"; es decir, el que profetiza; los chilames eran los sacerdotes
que interpretaban los libros antiguos para extraer de ellos profecías, el conocimiento de los
hechos futuros. Para los mayas, el arte de profetizar era posible porque creían que el tiempo
era una sucesión de ciclos cósmicos y que los acontecimientos, dependiendo de estos ciclos,
podían repetirse. Así, a los chilames se les consideraba intérpretes de los mensajes de los
dioses.

Balam significa "jaguar" o "brujo", y es, en realidad, un nombre de familia. Se dice que Chilam
Balam fue un taumaturgo, un sacerdote del pueblo de Maní que vivió poco antes de la
Conquista y que tenía gran reputación como profeta. Cuentan que junto con otros sacerdotes,
llamados Napuctun, Al Kauil Chel, Nahau Pech y Natzin Yubun Chan, predijo la llegada de
una nueva religión; tras la Conquista, esto se interpretó como un aviso de la llegada de los
españoles y del cristianismo.

Generalmente, las profecías se encuentran en los libros sagrados; de ahí derivó el llamarles
genéricamente chilam balames. Cada poblado escribió su propio libro, por lo que existen
chilam balames de numerosas poblaciones; entre ellas: Maní, Tizimín, Chumayel, Kahua, Ixil,
Tekax, Nah y Tusik.

Diferentes textos del Chilam Balam

El Chilam Balam de Chumayel uno de los más importantes

Procede del pueblo de Chumayel, Yucatán. Fue propiedad del Sr. Obispo Crescencio Carrillo
y Ancona. Pasó a la Biblioteca Cepeda en Mérida en 1915 de donde fue sustraído juntamente
con otros manuscritos, antes de 1918.

El Chilam Balam de Tizimín:

Procede de la villa de Tizimín, Yucatán, y fue hallado allí a mediados del siglo XIX. El párroco
de este lugar lo donó al Obispo Carrillo y Ancona en 1870, quien originalmente lo llamó
Códice Anónimo. Hoy se encuentra en el Museo Nacional de Antropología (Ciudad de
México), en donde se conserva juntamente con el de Ixil.

La única traducción completa del Chilam Balam de Tizimín es obra de Maud Worcester
Makemson, quien con el título de The Book of the Jaguar Priest la publicó en 1951.

El Chilam Balam de Kaua:

Éste también fue de la colección del Obispo Carrillo y Ancona y formó parte del grupo de
manuscritos que fue extraído de la Biblioteca Cepeda de Mérida, poco después de haber sido
depositado en ella en 1915. No se conoce su actual paradero. Es tercero en importancia, el
más voluminoso sin embargo, con 282 páginas; nunca ha sido totalmente traducido ni
publicado. Sólo se le han sacado copias manuscritas o fotográficas y traducidas algunas de
sus recetas médicas por Roys en 1931.

Literatura latinoamericana I Página 52


El Chilam Balam de Ixil:

Pío Pérez, en su miscelánea de extractos de Libros de Chilam Balam conocida ahora como
―Códice Pérez‖, describe este documento y menciona que el lugar de su procedencia es el
pueblo de Ixil. No se sabe cómo pasó a manos del Obispo Carrillo y Ancona. Estuvo incluido
en el mismo legajo del Libro de Tizimín, se halla ahora separado de éste en la Biblioteca del
Museo Nacional de Antropología en la ciudad de México. No ha sido traducido, ni publicado,
salvo en pocas copias fotostáticas y manuscritas. Contiene un recetario médico.

El Chilam Balam de Tekax:

Es semejante al de Káua, pero mucho más corto, pues solamente contiene 36 páginas. Es
calendárico y médico. Nunca ha sido traducido ni parcialmente. Formó parte de la Colección
de William Gates. Se ignora cuál es su paradero. Existen de él copias fotográficas en algunas
bibliotecas.

El Chilam Balam de Nah:

Procede de Teabo, Yucatán. Es también del mismo tipo de Káua, con 64 páginas e
igualmente formó parte de la Colección de Gates. El material médico que contiene fue
traducido por Ralph L. Roys al inglés y publicado en 1931. Se ignora dónde para actualmente.

El Chilam Balam de Tusik:

Fue descubierto en la aldea de Tusik, Quintana Roo, México, en 1936. Consiste en un


cuaderno de sólo 29 hojas. Contiene algunos textos semejantes a los del Chilam Balam de
Chumayel. Uno de éstos ha servido para cotejar la única copia de existía en el Chumayel del
Lenguaje de Zuyua que se incluye en este libro. Posiblemente se encuentre aún en Tusik. Ha
sido fotografiado, transcrito y traducido parcialmente, pero no publicado.

Códice Pérez:

Por su importancia este manuscrito debería ocupar uno de los primeros lugares; es porque en
sí mismo ni es copia hecha por indígenas mayas, ni lo es de un sólo libro, sino un conjunto de
fragmentos de varios, principalmente de los Libros de Maní (ahora desaparecidos), Ixil y Káua,
recopilado por D. Juan Pío Pérez alrededor del año de 1840. El nombre de Códice Pérez se lo
asignó el Obispo Carrillo y Ancona en 1870. Fue compilado entre 1837 y el siguiente año.
Juan Pío Pérez lo dividió en dos partes que se citan como Pérez I y Pérez II.

Los textos del Chilam Balam se ven directamente relacionados con el calendario maya,
puesto que las profecías relataban hechos presentes y futuros, que estaban predestinados por
el calendario, ya que para ellos el tiempo era algo cíclico, esto quiere decir que los hechos
volvían a ocurrir de acuerdo a un determinado periodo de tiempo. Por eso es importante tener
un conocimiento de cómo los mayas se manejaban con el tiempo.

Literatura latinoamericana I Página 53


El calendario Maya.

Las civilizaciones antiguas de Mesoamérica desarrollaron calendarios escritos precisos y de


estos, el calendario de los mayas es el más sofisticado. Fue el centro de su vida y su mayor
logro cultural. Su precisión deriva del hecho de que se basa en una cuenta continua e
ininterrumpida de los días (llamados Kin en maya) a partir de un día cero inicial. A lo largo de
la historia los pueblos han sentido la necesidad de contar con un punto fijo donde iniciar sus
cálculos del tiempo. Este punto fijo puede ser un evento histórico o uno hipotético, por ejemplo
uno histórico para la Biblia es el nacimiento de Jesús. Los mayas también descubrieron la
necesidad de tal fecha y así, probablemente usando un evento astronómico significativo,
ubicaron ese día inicial el 13 de agosto de 3114 a.C. El conocimiento ancestral del calendario
guiaba la existencia de los mayas a partir del momento de su nacimiento y era muy poco lo
que escapaba a la influencia calendárica. Sabemos que los mayas llevaban varias cuentas
calendáricas independientes de los Kin que estaban sincronizadas, siendo las de 260 y 365
días las más importantes. Las
cuentas mayas de los días se escriben
combinando números con glifos
(representaciones mediante dibujos).

Calendario azteca

Festividades religiosas mayas de cada ―uinal‖ o mes maya


Fray Diego de Landa en sus manuscritos conocidos como Relación de las cosas de Yucatán,
describe las festividades religiosas que celebraban los mayas correspondientes a cada uinal o
mes maya, ceremonias que realizaban de acuerdo a sus creencias para honrar y complacer a
sus dioses:
Para los mayas el uinal Pop, era una especie de año nuevo, era una fiesta muy celebrada,
renovaban todas las cosas de utensilios de casa, como platos, vasos, banquillos, ropa,
mantillas, barrían su casa y la basura la echaban fuera del pueblo, pero antes de la fiesta al
menos trece días ayunaban y se abstenían de tener sexo, no comían sal, ni chile, algunas
personas ampliaban este período de abstinencia hasta tres uinales. Después todos los
hombres se reunían con el sacerdote en el patio del templo y quemaban copal, todos los
presentes ponían una porción de copal en el brasero.

Literatura latinoamericana I Página 54


En el uinal Uo se realizaban festividades para sacerdotes, adivinadores, la ceremonia era
llamada Pocam, y oraban quemando copal a Kinich Ahau Itzamná, a quién consideraban el
primer sacerdote. Con ―agua virgen traída del monte, donde no llegase mujer‖ untaban las
tablas de los libros y el sacerdote realizaba los pronósticos del año, realizaban un baile
llamado Okotuil.
En el uinal Zip, se juntaban los sacerdotes con sus mujeres, y usaban idolillos de la
diosa Ixchel, y la fiesta se llamaba Ibcil Ixchel, invocaban a los dioses de la medicina que
eran Itzamná, Citbolontun y Ahau Chamahez, realizaban un baile llamado Chantunyab. El día
siete del uinal Zip día invocaban a los dioses de la caza Ah Cancum, Zuhuyzib Zipitabai, y
otros, cada cazador sacaba una flecha y una cabeza de venado las cuales eran untadas
de betún azul, y bailaban con las flechas en las manos, se horadaban las orejas, otros la
lengua y pasaban por los agujeros siete hojas de una hierba llamada Ac.. Al día siguiente era
el turno de los pescadores, pero ellos untaban de betún azul sus aparejos de pesca y no se
horadaban las orejas, sino que se ponían arpones, y bailaban el Chohom, y después de
realizada la ceremonia iban a la costa a pescar, los dioses eran Abkaknexoi, Abpua, y
Ahcitzamalcun.

En Zotz los apicultores comenzaban los preparativos pero celebraban su fiesta en el uinal
siguiente Tzec, los sacerdotes y oficiales ayunaban, así como algunos voluntarios.
En Zec, no derramaban sangre, los dioses venerados eran los cuatro bacabs, especialmente
Hobnil. Ofrecían a los bacabs platos con figuras de miel, y los mayas bebían un vino llamado
―Balche‖ el cual se procesaba de la corteza de un árbol llamado con el mismo nombre
(Lonchucarpus violaceus), los apicultores regalaban miel en abundancia.

En Yaxkin, la ceremonia se llamaba Olob-Zab-Kamyax, se untaban todos los instrumentos de


todos los oficios con betún azul, se juntaban los niños y las niñas del pueblo y les daban unos
golpecillos en los nudillos, con la idea que los niños fueran expertos en los oficios de sus
padres.
Desde este uinal comenzaban a aparejarse para la ceremonia del uinal Mol
En Xul, era dedicado a Kukulcán, los mayas iban por el jefe supremo de los guerreros
llamado Nacom, al cual sentaban en el templo quemando copal, realizaban un baile de
guerreros llamado Holkanakot, sacrificando un perro y quebrando ollas llenas de bebida para
terminar su fiesta, y regresar con honores al Nacom a su casa.
Esta ceremonia se celebraba en todos lados hasta la destrucción de Mayapán, después solo
se celebraba en Maní en la jurisdicción de los Tutul xiúes, todos los señores se juntaban
presentaban cinco banderas de pluma, y se iban al templo de Kukulcán, donde oraban
durante cinco días, después de los cuales bajaba Kukulcán del cielo y recibía las ofrendas, la
fiesta se llamaba Chikabán.

En el uinal Mol, los apicultores oraban a los dioses para que hubiese buenas flores y de esta
manera tener una buena producción de las abejas, en este mes era cuando fabricaban las
efigies o ídolos de madera, los cuales eran de alguna forma bendecidos por los sacerdotes, y
se practicaba un ritual en el cual se sangraban las orejas.

En cualquiera de los uinales Chen o Yax, hacían una fiesta llamaba Ocná, que quiere decir
―renovación del templo‖, la hacían en honor de los dioses de los maizales; los mayas

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acostumbraban tener ídolos de los dioses con pequeños braseros en donde quemaban copal,
en esta fiesta cada año se renovaban los ídolos de barro y sus braseros.

En Zac, el sacerdote y los cazadores hacían una ceremonia para aplacar a los dioses de la
ira, y como una forma de penitencia por la sangre derramada durante la cazas, (los mayas
tenían como ―cosa horrenda‖ cualquier derramamiento de sangre si dicho derramamiento no
era en sus sacrificios), por eso cuando iban a la caza invocaban al dios de la caza, le
quemaban copal y si podían le untaban al rostro del ídolo de la caza, la sangre del corazón de
la presa.

En las proximidades del inicio del uinal Ceh, existía una fiesta muy grande y de fecha movible
que duraba tres días, con quema de copal, a la cual Landa llamaba ―sahumerías‖, ofrendas y
borrachera. Los sacerdotes tenían cuidado de avisar con tiempo para realizar un ayuno
previo.

En Mac, la gente anciana realizaba una ceremonia llamada ―Tupp kak‖ (matar el fuego), era
dirigida a los dioses de los panes y a Itzamná, en una fogata quemaban corazones de aves y
animales, una vez incinerados los corazones apagaban el fuego con cántaros de agua. Se
juntaba el pueblo y los sacerdotes y untaban con lodo y betún azul los primeros escalones de
las escaleras de sus templos.
En esta fiesta no realizaban ayuno, a excepción del sacerdote. No describe ceremonias
correspondientes al uinal Kankin, hasta la fecha se desconocen los dioses que se honraban
en este período del año maya.

En Muan correspondía a los cultivadores de cacao realizar una ceremonia a los dioses Chac
Ek chuah, y Hobnil, sacrificaban un perro manchado con el color de cacao, y quemaban
incienso y ofrecían iguanas de las azules (probablemente untadas de betún azul) y ciertas
plumas de pájaros, terminada la ceremonia los mayas se comían las ofrendas.

En Pax, la ceremonia se llamaba Pacum chac, y por un período de cinco noches se juntaban
los señores (batab) y los sacerdotes (ah kin) de los pueblos menores (batabil), en las capitales
y veneraban a Cit chac cob. Se homenajeaba con copal al jefe de los guerreros (Nacom)
durante cinco días, realizaban un baile de los guerreros llamado Holkanakot.
El sentido de esta ceremonia era para pedir a sus dioses alcanzar la victoria frente a sus
enemigos. Se sacrificaba un perro, al cual se le extraía el corazón, se rompían ollas grandes
que contenían bebida, y daban por finalizada la ceremonia, regresando a sus pueblos.

Durante Kayab y Cumku en cada población hacían fiestas a las cuales llamaban Zabacilthan,
se reunían para presentar ofrendas, comer y beber preparándose para el Uayeb, el mes corto
de los cinco días nefastos.

Cuando llegaban los cinco días sin nombre conocidos como Uayeb, los mayas no se
bañaban, no hacían obras serviles ó de trabajo, porque temían que al realizar alguna
actividad, les iría mal.

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El mundo del Chilam Balam

Los textos del Chilam Balam tienen un importante contenido


mítico-profético y su carga simbólica es considerable, de ahí
que su interpretación sea tan compleja.

En el texto como dijimos en un comienzo se nos presentan


profecías que indicaban lo que iba a suceder en el futuro,
tanto para el pueblo Maya como para el Mundo.

Pero no imaginemos que su lenguaje sea como el de


nosotros, (conceptual), sino que el de ellos era críptico, ellos
utilizaban una palabra para varias ideas, unían conceptos
para formar una idea general. Una analogía es la escritura
oriental, que une signos dotados de significado para dar
origen a una idea general.

Como hemos indicado antes, los mayas trataron de recopilar toda la información que pudieron
sobre su ciencia, sus costumbres y sus creencias antiguas.

En sus profecías se relacionaban directamente con el cosmos, de acuerdo al ciclo solar, los
calendarios, los dioses y sus sacerdotes (chilames), esto nos hace cuestionarnos sobre como
los mayas alcanzaron tanta sabiduría y precisión, si no tenían herramientas indicadas a su
alcance. ¿Cómo lograron crear el sistema vigesimal?, ¿Cómo lograron confeccionar uno de
los calendarios más exactos y complejos que existe, y además complementarlos con otros
para manejarse en amplios periodos de tiempo?, ¿Cómo lograron descubrir e interpretar las
pléyades? Estas y otras incógnitas aun no han sido solucionadas, por los investigadores, nos
resta como estudiantes apoderarnos de su maravillosa literatura, que aunque no sea copia fiel
de los originales, podemos creer que tiene semejanza.

Fundación de México-Tenochtitlán. Códice Durán, s. XVI.

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Textos del Chilam Balam de Chumayel

El principio de los Itzáes (fragmento)

Trece veces ocho mil Katunes reposaron en su piedra. Entonces se movió la semilla de Hunac
Ceel Ahau. Éste es el canto:¿Son los hombres como el sol? De la Piedra del que es Amarillo,
¿de ahí son los hombres buenos? Mi ropa, mi vestido, dijeron los dioses. Así se sabe, lo sabe
cualquiera. Al agua tierna de la orilla del pozo, a la tierra suave llegaron conquistando,
haciendo la guerra. En Chichén estaban los Itzáes, los herejes. Allí estaban, el día uno Imix
alcanzaron el cielo, el Señor fue al pozo del Poniente. Allí estaban los dioses. Así se habló el
día uno Imix. En Chichén estaban los Itzáes, los herejes. Allí estaban. ¡Ocultos, ocultos! Así
se exclamaba. ¡Ocultos, ocultos! El espíritu de los muertos lo sabe. Cuando llegó el espíritu de
los muertos, en ese día resplandeciente, gritó con dificultad. ¡Estaban, estaban, estaban, allí
estaban! ¿Alguien acaso está despierto? Tres veces en el día resplandeciente, en el día de
los dioses, ¡Estaban! gritaron. Son pobladores, son moradores. Así se oía. Pero no es que
hubieran llegado a Chichén los Itzáes, ¡Allí estaban los herejes! Sí, allí estaban. Tres veces
gimen en ese día. El espíritu del hombre dice: ¿Somos alguien? ¿Somos alguien? Esa es la
palabra del espíritu del hombre. Adivínalo, sabio. Yo fui engendrado en la oscuridad, de ahí
nací. ¿O tampoco esto es verdad? Fui engendrado por Mizcit Ahau. Y hasta el final fue roto.
¿He amargado a alguien con mi canción? Allí estaban. Estoy muerto, lo dijo el sacerdote del
pueblo, estoy escondido, lo dijo el que pierde al pueblo. Así lo creyó su espíritu, así su
corazón. El sabio, el que pierde al pueblo, se llena de amargura con mi canción. ¡Allí estaban!
Este canto, todo este canto, es en justa alabanza del Señor Dios…

Los Dzules (fragmento)

Esto es lo que escribo: En mil quinientos cuarenta y uno fue la primera llegada de los Dzules,
de los extranjeros, por el Oriente. Llegaron a Ecab, así es su nombre. Y sucedió que llegaron
a la Puerta del Agua, a Ecab, al pueblo de Nacom Balam, en el principio de los días de los
años del Katún Once Ahau. Quince veintenas de años antes de la llegada de los Dzules, los
Itzáes se dispersaron. Se abandonó el pueblo de Zaciahtun, se abandonó el pueblo de Kinchil
Coba, se abandonó Chichén Itzá, se abandonó Uxmal y, al sur de Uxmal, se abandonó
Kabah, que así es su nombre. Se abandonaron Zeye, y Pakam, y Homtun, el pueblo de
Tixcalomkin y Ake, el de las puertas de Piedra.

Se abandonó el pueblo Donde Baja la Lluvia, Etzemal, allí donde bajó el hijo del todo Dios, el
Señor del cielo, el Señor-Señora, el que es Virgen Milagrosa. Y dijo el señor: "Bajen los
escudos chimallis de Kinich Kakmo". Ya no se puede reinar aquí. Pero queda el Milagroso, el
Misericordioso. "′Bájense las cuerdas, bájense los cintos caídos del cielo. Bájese la palabra
caída del cielo." Y así hicieron reverencia de su Señorío los otros pueblos, así se dijo, que no
servían los Señores dioses de Emal.Y entonces se fueron los grandes Itzáes. Trece veces
cuatrocientas veces cuatrocientos millares y quince veces cuatrocientas veces cuatrocientos
centenares vivieron herejes los Itzáes. Pero se fueron y con ellos sus discípulos, que los
sustentaban y que eran muy numerosos. Trece medidas fue Iximal y a la cabeza de la cuenta
de los de Iximal hubo nueve…

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El Rabinal Achí
Es el único drama completo que se ha salvado desde la
conquista hispánica de América, su contenido parece ser la
única esfera en el sustrato cultural indígena que no
desapareció por la cultura cristiana y además se conservó
e impuso sus formas eternas.
Es de vital importancia porque en ella se conserva la
memoria milenaria. Su valor excepcional se ve reflejado en
el prolongado período que ha sobrevivido
ininterrumpidamente, atravesando la época de la
colonización e incluso del enfrentamiento armado.

Descripción
Rabinal, municipio de Baja Verapaz situado en la región norte Guatemala a 150 Km. de la
capital. En este lugar arribaron los Rabinaleb, donde hoy en día se practica y presenta el
Rabinal Achí o Xajooj tun, que quiere decir Baile del Tun.
Es una obra en la que se dramatiza el rompimiento de la alianza entre los K‘ich‘e y los
Rabinaleb; la obra se divide en cuatro actos, cuyo desenlace es la muerte de K‘iche‘e Achí, es
decir, el triunfo de los Rabinaleb, el primer acto suele ser el más largo.
El Xajooj Tun ha superado diversos problemas por los que ha estado en peligro de
desaparecer, entre ellos, la precariedad económica y el impacto que tuvo en la comunidad el
conflicto armado interno.

Características que resaltan en la obra


El relato en la obra se sitúa en un momento de conflicto entre los Rabinaleb y los K‘iché, dos
entidades políticas importantes dentro de la región y época.

 Hay un orden lineal que inicia desde la captura, juicio y sacrificio


 El ritual ceremonial se realiza previo y posterior a la representación, invocando y
solicitando permiso para recordar a los ancestros, manteniendo esa relación de
convivencia entre ambos.
 En la obra se manifiesta la persistencia del calendario ritual, cuando Kiche Achí pide
260 días para despedirse y ver sus tierras por última vez.
 La geometría ritual que acontece en la danza, los movimientos, que recrean círculos,
cuadrados, rombos y los puntos cardinales presentes durante el desarrollo de la obra.
 El idioma Achí como función cultural que se mantiene a través de la obra
 EL cerro Kajyub donde se desarrolló parte de la obra, es ahora uno de los lugares
sagrados visitados por los guías espirituales y danzantes
 La notoria ausencia de un narrador externo. El dialogo se da entre los personajes.
 La danza, es una representación dramático-danzaría (que incluye mascaras, utilería y
parafernalia, danza, música, trompetas y tun, texto escrito y oral, ritos de paso;
ceremonias de iniciación y ritual danzario con velación de mascaras y trajes).

Literatura latinoamericana I Página 59


Los sucesos
El gran guerrero Cawec de los k‘iche´, jefe de los de Cunén y de Chajul, del linaje de Nimá
K´iche´, llamado K´iche´Achí, durante 260 días y 260 noches ha estado atacando Cajiup, la
fortaleza de los Rabinal, destruyendo algunos pueblos más, la ciudad de Balamyac y, además
secuestra a Cinco Lluvia, el Ajau Hob Toj, gran señor de Rabinal, a fin de obligarlos a
continuar tributando a los gobernantes de Nimá K´iche´.

El otro gran guerrero de Rabinal, llamado Rabinal Achí, rescata a su señor Hob Toj y después
captura a K´iche´Achí a quien ata a un árbol frente a Cajiup y a quien luego recrimina y
discute el por qué de su captura y prisión. En esta discusión, ambos contendientes se
intercambian apologías de sus propias hazañas y andanzas por diferentes ciudades del
―imperio‖ K´iche´, a la vez que uno al otro se recriminan fechorías como la del rapto de los 14
mancebos de Rabinal, por Achí, y otras.

Rabinal Achí informa al Ajau Hob Toj sobre la captura de K´iche´ Achí y éste responde que lo
recibirá cuando se le rinda en vasallaje, pero el guerrero Cawec prefiere morir antes que
humillarse y, al quedar libre ataca a Rabinal Achí en señal de descontento.

Luego K´iche´ Achí se presenta ante el Ajau Hob Toj y todo el cortejo gobernante, nobles,
servidumbre y guerreros águilas y tigres. Hob Toj pretende respetar el liderazgo de K´iche´
Achí, pero Rabinal Achí se ofende por ello, así lo hace saber a Hob Toj y éste rectifica su
parecer.

Vuelve Rabinal Achí a explicarle al guerrero Cawec que Hob Toj lo perdonaría si se le
humillase pero K´iche´ Achí rechaza la propuesta y, como antes, prefiere morir. Cuando se le
hace conocer su sentencia de muerte pide se le concedan sus últimos deseos que son: probar
fuerzas en combate con los guerreros águilas y tigres, comer y beber de lo que comen y
beben sus captores, vestirse con los atuendos de Rabinal y bailar con música de pito y tum
con U Chuch Gug, la madre de los pajarillos verdes, quien es una doncella proveniente de la
región de Carchá.

Todo esto se le concede, pero cuando solicita 260 días y 260 noches para ir a despedirse de
sus montañas y valles en la región propiamente K´iche´, nadie responde, aunque parece ser
que va. A su regreso es ejecutado por los guerreros águilas y tigres.

Esto se demuestra en el epílogo del texto original donde K´iche´ Achí exclama a su regreso
momentos antes de morir: ―Huyó‖ habéis dicho. No he huido. Sólo salí a encomendarme a mis
montañas y valles donde permanecía y solía alimentarme de hierbas tiernas.

...¿Qué sería de mi valentía, de mi gallardía, si no comiera en mis altos y en mis bajos


caminos cuando volvía de allí?... Sí, en efecto. Aquí moriré. Aquí debo desaparecer. Entonces
y ahora seré como la ardilla, como el pájaro que muere en las ramas, como muere en las
hierbas, buscado y cazado como alimento, aquí, a la faz del cielo, a la faz de la tierra.
¡Vosotros pues águilas, vosotros pues tigres, venid pronto! ¡Cumplid vuestro deber! ¡Luchad

Literatura latinoamericana I Página 60


pronto con vuestras garras! Porque sin compañía fallezco, porque soy guerrero valiente que
vengo solo de mis montañas y valles. ¡Qué cielo y tierra sean con vosotros águilas, con
vosotros tigres!

Estos sucesos aquí relatados constituyen una síntesis del texto que escribió Bartolo Sis en
1850, al sacarlo de la clandestinidad de 225 años, como consta en la copia hecha por Manuel
Pérez en 1913, según aparece en su parte inicial, el texto en posesión actualmente del señor
José León Coloch y cuya primera traducción directa al español fue realizada por el historiador
Hugo Fidel Sacor, trabajando en ello desde 1986 para la Dirección General de Investigación
de la Universidad de San Carlos de Guatemala y que vio la luz en 1991 en uno de sus
cuadernos de investigación, el No. 1-90. García Escobar (2001).

Historia
En 1850, Bartolo Sis puso por escrito los diálogos del Rabinal Achí (o Xahoh Tun o Baile del
Tun). Cinco años después se los dictaba al francés Charles- Étienne Brasseur de Bourbourg.
Sin embargo, no fue sino hasta un año después, el 25 de enero de 1856, día de la Conversión
de San Pablo, y tras mucha insistencia del francés que el baile-drama se representó por
primera vez después de 30 años.

Aunque no existen evidencias concretas, sino hasta un siglo después del inicio de la
colonización española, se cree que el teatro danza k‘iche´ llamado Rabinal Achí, pero
popularmente conocido en el siglo XVI como Danza del Tun, del Uleutum o, del Tum Teleche,
tomaba lugar en esas épocas en recuerdo de aquellos memorables sucesos antiguos en que
los de Rabinal habían vencido a los de la casa Cawec y sacrificado a uno de sus más insignes
guerreros, el valiente K´iche´ Achí.

Por ello, en vista de que la danza del Tun personificaba el sacrificio de un guerrero esclavo
(llamado en K‘iche´ ―Teleche‖ es decir ―esclavo o cautivo‖) y su representación como ritual
dramático danzario causaba gastos, costumbres y ritos no aceptados por la concepción
cristiana de la religión católica, el Oidor Juan Maldonado de Paz prohibió este tipo de
representaciones populares en el año de 1625, lo que produjo, en consecuencia, que se
continuaran representando pero en la clandestinidad.

En efecto, algunas de ellas, transformadas a través del tiempo han llegado hasta nosotros y
entre ellas, El Rabinal Achí que, de todos modos, es la que con más autenticidad preserva la
cosmovisión original de las épocas antiguas de los pueblos k‘iche´.

Ahora bien, todo texto oral al transformarse en texto escrito va contaminando poco a poco su
originalidad primigenia en tanto que de acuerdo con su contexto histórico va interpolando e
incorporando nuevos elementos. En este sentido nos preguntamos cuánto habrá cambiado el
texto oral tradicional del Rabinal Achí al ser primeramente transcrito al K´iche´ por Bartolo Sis

Literatura latinoamericana I Página 61


como ya se dijo, y luego cuando al ser dictado al abate Charles Etienne Brasseur de
Bourbourg, quien no sólo lo transcribió a un idioma K´iche´ aprendido por él en esos años sino
que también de allí lo tradujo al francés. De esta versión de Bourbourg publicada en 1862,
Georges Raynaud hizo otra nueva traducción al francés en 1928 de la cual el insigne escritor
Luis Cardoza y Aragón elaboró una traducción en los dos años siguientes, la primera conocida
en español, anotada por Raynaud y luego publicada por la Sociedad de Geografía e Historia
en marzo de 1930. Habían pasado 80 años desde que Bartolo Sis elaborara el primer texto.
García Escobar (2001).
Es a partir del texto en español de Cardoza y Aragón que se han hecho todos los estudios
posteriores de profundos analistas, historiadores, sociólogos, antropólogos, y literatos, entre
otras más, de reconocidas trayectorias humanistas.
Lejos estaba don Bartolo Sis el 28 de octubre de 1850, cuando escribía en su idioma Achí al
principio de su texto lo siguiente: unabe bibal rech Bartolo Sis chihuvinac, Vajxacib, cih chi iq
rio octubre, rihunab de 1850. Año. Mixchin, vehesahvi, orihinal, Rech, vaexahoh, tun, Rech,
vae, catinamit s.ampablo Rabinal. García Escobar (2001).
Vi Quxtabal tave. Cumal val nuqabol Chubecih chubesac
chicavapanoc quehecut rabinal achi wepu xahoh tun. A los
veintiocho días del mes de octubre del año de 1850
realicé el original Baile del Tun de nuestro pueblo San
Pablo Rabinal para que mis hijos mantengan la tradición.
Es el señor José León Coloch quien en 1986, hereda
directamente de su suegro, el señor Esteban Xolop, todos
los elementos coreográficos y parafernálicos, trajes,
máscaras, instrumentos musicales y utilería, pues llevaba
ya unas tres décadas de participar con don Esteban en su
grupo.
Esteban Xolop lo había heredado del señor Manuel Pérez en las hoy lejanas épocas de los
años treinta y cuarenta. Y así como fue don Esteban Xolop quien atendió a Henrietta
Yurchienko en 1948 y a don Francisco Rodríguez Rouanet en los años cincuenta, así don
José León se ha visto por muchos años, quizá desde los años setenta, acosado por
investigadores acuciosos de muchas partes del mundo y de Guatemala.
Los malos entendidos entre las personas que de alguna manera tienen o han tenido que ver
con la ejecución del baile-drama, ya sean de familiares o de amigos, tampoco han faltado.
Hay que ver la dificultad con que el mismo baile-drama se ha ejecutado a través del siglo XX
por los obstáculos que los tradicionales tabúes mantenidos en secreto por la gente, le
imponen a la práctica del baile, más las intervenciones de personas inescrupulosas
interesadas en turistear esta tradición para obtener dividendos inconfesados en su propio
beneficio y no del grupo que año con año, desde hace varios lustros, lo viene representando.
García Escobar (2001).

Literatura latinoamericana I Página 62


Actividades didácticas
Actividades de recuperación de la información

Complete el cuadro comparativo siguiente

Las culturas prehispánicas poseen manifestaciones particulares en los siguientes aspectos:

Aspecto Aztecas Mayas Incas


Religión

Arquitectura

Tecnología

Ciencia

Astronomía

Agricultura

Escritura

Escriba las características de la cosmovisión que poseían los mayas.

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Elabore un mapa conceptual sobre las condiciones socio-históricas del continente americano
durante el siglo XV.

Describa cuáles eran los temas de la literatura prehispánica de cada uno de los grupos.

Mayas

Aztecas

Incas

Mencione cuáles eran los géneros literarios que desarrollaron los mayas.

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II Actividades de reflexión

Por qué la forma de expresión escrita no es considerada escritura propiamente dicha entre los
grupos prehispánicos

Exponga las razones por las cuales las tres civilizaciones mencionadas son comparadas con
las civilizaciones clásicas antiguas.

Cuáles son los criterios para considerar la expresión escrita y oral de las civilizaciones
prehispánicas como producciones literarias.

Por qué considera, que a pesar de las distancias geográficas entre los mayas y aztecas las
similitudes en sus manifestaciones culturales se produzcan.

Comente según sus criterios, cuál de las tres culturas prehispánicas logra mayor desarrollo
literario.

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III Actividades de valoración

Justifique por qué el Popol Vuh es considerado una obra literaria clásica de la Cultura Maya.

A razón de qué el Chilam balam es considerada literatura

Exponga sus argumentos para valorar las obras de las culturas hispánicas como elementos
que enriquecen nuestra cultura hoy en día.

Exprese su opinión con respecto al hecho que los colonizadores tomarán la decisión de
eliminar los códices sagrados de los mayas.

¿Qué opinión le merece acerca de la mayanización de la historia de Mesoamérica al no tomar


en cuenta los grupos étnicos que aun hoy sobreviven en la región?

Literatura latinoamericana I Página 66


Referencias
Martí del Cid, Dolores (1978) Literatura precolombina. La Muralla.

Calvo Pérez, Julio (1961) Introducción a la lengua y cultura quechuas.Universitat de Valencia.

Tamayo Vargas, Augusto (1973) Literatura en Hispano América, Volumen 1. Ediciones Peisa.

Llamazares, Milagros (1981) Grandes escritores. Nebrija.

Grossman, Rudolf (1972) Historia y problemas de la literatura latinoamericana. Universidad de California.

Zea, Leopoldo (1993) Sentido y proyección de la Conquista/ Feeling and Projectoin of the Conquest. Universidad
de Virginia.

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Unidad 2: La narrativa:
La novela: El surgimiento de la novela latinoamericana: El
periquillo sarniento.
El cuento: Desde sus primeras manifestaciones hasta el período
pre independentista.

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Esquema por periodos de la narrativa latinoamericana

Hacia una definición de las crónicas de Indias:

Para percibir la realidad tenemos que nombrarla y las palabras frecuentemente no se ajustan
al objeto que designan. Tal es lo que ocurre cuando hablamos de ―crónicas de Indias‖ para
referirnos a un conjunto de textos, preferentemente históricos, que sólo parcialmente es
denominado así, con el agravante de cometer un anacronismo, pues, en pureza terminológica,
dicho vocablo define la forma más característica de la escritura histérica en la Edad Media.
Sin embargo, no toda la culpa es nuestra si tenemos en cuenta la dificultad que entraña
cambiar un nombre afianzado por la tradición.

Al oficializar la Corona el cargo de «cronista de Indias», el término fácilmente se generalizó al


resto de escritos con características afines. También anacrónico resulta hablar de «Indias»,
cuando tan pronto se demostró el error que Colón no quiso admitir, pero, por uno de esos
azares de la fortuna, el término siguió conviviendo con otros durante largo tiempo. En vano
buscaremos en diccionarios y enciclopedias una definición de ―crónica de Indias‖: por un lado,
se ofrece una definición de «crónica» como género medieval; por otro, se menciona a los
«cronistas de Indias», como cargo oficial nombrado por la Corona.

Ciertamente, los términos ―crónica‖ y ―cronista‖, al ser de origen medieval, pierden su


significado original a partir del siglo XVI. Su pervivencia hay que explicarla por el carácter
oficial que la Corona da al cargo de ―cronista‖ hasta el siglo XVIII. Así, se puede observar que
Mártir de Anglería era cronista de la Corona, pero no de ―Indias‖. Sus famosas Décadas se
escriben, por lo tanto, como iniciativa particular y no oficial. En realidad, el cargo de ―cronista
de Indias‖ se crea por primera vez en 1526 y recae en fray Antonio de Guevara, que ya era
―cronista de Castilla‖. No se tienen noticias de que, en función de este cargo, escribiese obra

Literatura latinoamericana I Página 69


alguna. Por ello, el verdadero primer cronista de Indias fue Fernández de Oviedo, nombrado a
tal efecto en 1532. El cargo tiene para nosotros un gran interés ya que el cronista tenía
acceso a la documentación oficial y podía, igualmente, exigir informes particulares que
considerase convenientes a fin de redactar su crónica, lo que en el caso de cronistas como
Oviedo, contribuyó en gran manera a la historicidad de su magna obra. No obstante, el cargo
de cronista de indias, con ser un honor relevante, era compatible con otros cargos y, así,
Oviedo fue sucesivamente desde su nombramiento como cronista, alcalde de la fortaleza de
Santo Domingo, portavoz de la audiencia y regidor perpetuo de la ciudad de Santo Domingo.
Es en 1571 cuando se crea la figura de ―cronista mayor de Indias‖, desempeñado por un
funcionario, dictándose ordenanzas reales que definen los objetivos, al mismo tiempo que se
facilita esta labor a través de complejos y minuciosos cuestionarios. Entre esas ordenanzas
merece recordarse una de ellas:

―tener siempre hecha descripción y averiguación cumplida y cierta de todas las cosas del
Estado de las Indias, así de la tierra como de la mar, naturales y morales, perpetuas y
temporales, eclesiásticas y seglares, pasadas y presentes‖.

Prácticamente se nos ofrece en esta cita una definición de lo que vamos a encontrar en los
cronistas de Indias: una información, lo más completa posible, sobre ―todo‖ lo relacionado con
Indias. Aun así, veremos, que tal definición se queda corta. Debe tenerse en cuenta, además,
la existencia de otros cargos paralelos al de cronista, como es el de ―cosmógrafo‖ que llegaría
a definirse como ―Cosmógrafo Mayor de Indias‖, y que en ocasiones se acumula al de
cronista, como es el caso del primer cronista mayor, Juan López de Velasco, cuya obra
―Geografía y Descripción Universal de las Indias‖ supone un enorme esfuerzo por resumir lo
que hoy día denominaríamos geografía física y humana referente al conjunto de Indias, con lo
que podemos apreciar la amplitud de objetivos que pueden ser tratados en las crónicas.

Vaciado semánticamente de su significado medieval, la ―crónica de Indias‖ equivale a


―historia‖ o ―relación‖. Así, es fácil observar ya desde los primeros cronistas la utilización
indistinta de estos términos al referirse a sus obras. Desde un punto de vista técnico, la
denominación ―historiografía indiana‖ es la más correcta. Es, por lo tanto, evidente que nos
movemos en el campo de la ―historia‖, lo cual no invalida un acercamiento literario a dichas
obras. Con el término ―historiografía‖ nos referimos al estudio crítico y bibliográfico de las
obras que tratan de la ―historia‖ (incluyendo también, si se quiere, ―el arte de escribir la
historia‖, según constata el DRAE) y, por lo tanto, el referente último que encontramos es el
término ―historia‖: narración verdadera de los hechos del pasado, según definición al uso de
cualquier diccionario. En consecuencia, las crónicas son obras de historia que quedan
fácilmente delimitadas por un espacio, los territorios bajo administración española en América
—podemos denominarlos ―Indias‖—, y por un tiempo, el transcurrido mientras dura la
situación señalada antes, es decir, los siglos XVI, XVII y XVIII.

Literatura latinoamericana I Página 70


La definición que buscábamos podría darse por sentada, pero, a poco que indaguemos en
ella, veremos que casi es un espejismo. La «historia» así definida se corresponde tanto con el
sentido clásico del término como con el actual. Ya para Aristóteles su esencia radicaba en ser
«verdadera» frente a lo ―verosímil‖ de las obras que nosotros encuadraríamos en la literatura.
También es ese el criterio actual, lo ―verdadero‖ frente a lo ―ficticio‖ y para los cronistas de
Indias tampoco parece haber dudas, pues repetidamente señalarán el carácter ―verdadero‖ de
sus historias. Sin embargo, también es cierto que la historia tal como hoy se concibe, desde
una posición científica, dista mucho de parecerse a los libros de historia anteriores al siglo
XIX, por más que podamos hallar en bastantes cronistas de Indias el empleo de métodos que
hoy consideramos científicos y que no dudemos de la validez histórica de sus escritos.

Una vez más se pone de manifiesto el relativismo de las palabras al ser empleadas en
diferentes épocas, ya que un mismo término se utiliza para identificar objetos que, con el paso
del tiempo, han variado sustancialmente. De una crónica de Indias y un libro de historia actual
que trate de las mismas cuestiones se pueden obtener una serie de datos verificables y
coincidentes en ambos casos; sin embargo, la presentación formal de esos datos es
totalmente distinta y, por otro lado, al margen de esos datos coincidentes, los contenidos de
otro tipo son también diferentes.

Aunque en cierta manera nos hemos acercado a una definición, apenas si poseemos más
que unos frágiles conceptos, bastante nebulosos, a los que hay que dotar de contenido, de
materialidad. Sólo así una definición como la que se ha dado podrá considerarse válida,
puesto que en sí misma, si bien es exacta, apenas puede comunicar nada al que la utiliza. El
mejor medio de conseguir esa entidad necesaria es adentramos en las crónicas buscando su
―clasificación‖. Al clasificar las crónicas definimos también parcelas particulares y el conjunto
de esas definiciones es el que da validez a la definición general.

Conquistadores.

Literatura latinoamericana I Página 71


Lo fantástico y lo literario en las Crónicas de Indias:

―[…] nos quedamos admirados, y decíamos que parecía a las cosas y encantamiento que
cuentan en el libro de Amadís, […]‖1

No sería una exageración decir que el descubrimiento, la conquista y la colonización de


América forman parte de una de las empresas más importantes de la historia mundial. Los
que llegaron al nuevo mundo, encontraron precisamente eso, un mundo nuevo, desconocido,
misterioso y temible. Allí veían cosas que nunca hubieran podido imaginar. Para muchos
españoles, América debe haber parecido como un continente maravilloso o incluso mágico.

La colisión entre el mundo europeo y el mundo americano fue violenta, en todos los sentidos.
Y los textos hoy en día conocidos como las Crónicas de Indias, curiosa mixtura de
historiografías, ensayos, letras narrativas de ficción, poesía épica y libros de viaje, son los
mejores testigos de este choque.

En éstas crónicas aparecen sucesos y seres sobrenaturales y a menudo, para explicar la


asombrosa realidad de América, los cronistas refieren a textos bíblicos, greco‐romanos,
leyendas medievales e incluso a libros de caballería, como se ve en la cita inicial. Muchos de
los que han buscado las raíces del género literario llamado realismo mágico los han
encontrado en las Crónicas de Indias. Uno de ellos es Alejo Carpentier, quien se interesaba,
mucho por las dichas crónicas y los orígenes de lo que llamó lo real maravilloso. En efecto
llamó la crónica de Bernal Díaz del Castillo, el único auténtico libro de caballería y explicó que
en éste se ve como el hombre europeo encuentra la realidad maravillosa americana por
primera vez. En suma, hay en dichas crónicas, elementos que permiten hablar de una mezcla
entre lo real y lo fantástico. Hay en las crónicas también rasgos literarios notables, es decir
que elementos novelescos, sin aparente función historiográfica, aparecen con frecuencia.
Efectivamente, se puede hablar de un género híbrido entre la historia y la literatura. Se debe
recordar que, como Borges ha indicado, lo que anteriormente se leía como historia épica
(como las obras de Homero) hoy lo leamos como literatura, y esto podría eventualmente ser
aplicable también a partes de las crónicas de Indias. Fantástico o no, el contenido de las
crónicas de Indias tiene un gran valor histórico, etnológico y literario. Los cronistas de Indias,
entre los cuales se hallan soldados y aventureros, curas e historiadores, pobres y ricos,
españoles e indígenas, desconocidos y celebridades, fueron efectivamente los primeros
grandes autores y narradores del nuevo continente, y sus textos han tenido una influencia
sustancial sobre la literatura latinoamericana. Puesto que ésta última es en efecto conocida
por una mezcla singular de realismo y fantasía (con autores como Borges, Carpentier, García
Márquez etc.), sería interesante saber cómo esta mezcla se manifestó originalmente en el
siglo XVI y XVII.

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Estudiar las obras que según algunos constituyen las raíces del realismo mágico, sería sin
duda útil para quienes quieran entender mejor la literatura latinoamericana y su historia.

Además, la lectura de estos textos ofrece una oportunidad única para llegar a un mejor
entendimiento del pasado y de la forma de pensar y ver el mundo en aquel tiempo.

Raíces posible de la mezcla entre realidad y fantasía, y entre historiografía y literatura.

La historiografía en los siglos XVI y XVII:

Uno tiene que recordar que la Historia no es una ciencia exacta, sino que siempre refleja la
época en la cual se escribe. Cuando fueron escritas las crónicas de Indias, la historiografía
estaba todavía, según Víctor Frankl, estrechamente ligada a las concepciones legendarias, al
recuerdo y a una realidad espiritual. Leyendas y cuentos mitológicos de la antigüedad,
profecías y la tradición bíblica formaba parte del pensamiento histórico del período.

Al examinar los rasgos literarios en las crónicas de Indias, hay que mencionar que incluso si
hoy en día nos parece curioso encontrar cuentos y elementos literarios en una obra de
historia, una mezcla entre historiografía y literatura había sido la norma desde los principios de
la historiografía. Borges ha indicado que lo que anteriormente se leía como historia épica
(como las obras de Homero) hoy lo leamos como literatura, y esto podría eventualmente ser
aplicable también a partes de las crónicas de Indias

En los textos historiográficos griegos y romanos se encuentra numerosos anécdotas y


cuentos, a menudo con formulaciones lacónicas y detalles sugestivos que permiten recordar
más fácilmente la historia. Importaba menos si era la auténtica verdad, ya que la gente
siempre ha preferido una historia fantástica bien contada a una verdadera pero sin valor
literario. Merece la pena mencionar también la idea del historiador‐poeta, que tuvo gran
importancia en aquel tiempo. En El Antijovio de Víctor Frankl, él dice:

Existe en la época del Renacimiento una interpretación de la verdad histórica, según la cual
ésta se refiere a una realidad espiritual oculta a los ojos de los hombres vulgares y carnales, y
accesible solamente a los hombres dotados de una visión poética […], apareciendo en esta
concepción, como descubridor de esta ‗verdad‘, el historiador-poeta. (Pupo-Walker, E. Pág 40)

La aparente confusión entre historiador y poeta podría parcialmente explicar el estilo poético
de muchas crónicas, y el hecho que muchos cronistas se dedicaban a incluir cuentos y
narraciones, fantásticas o no, que para nosotros parece no corresponder al propósito
historiográfico. Aquí uno debe mencionar La Araucana de Alonso de Ercilla, que no era una
crónica sino una épica en verso. Sin embargo, el tema es típico de las crónicas de Indias. Esto
demuestra que la diferencia entre historiografía y literatura era muy imprecisa en esta época

Literatura latinoamericana I Página 73


Efectivamente, en la historiografía de los siglos XVI y XVII se confundían lo histórico y lo
probable, se mezclaban lo cotidiano con lo fantástico, y lo profano con lo sagrado.

Otro aspecto importante es que las crónicas de Indias fueron escritas en un tiempo en el que
el pensamiento medieval chocó con el conjunto de las ideas renacentistas. Esta mezcla entre
tradición y lo nuevo se ve claramente en la manera de escribir y pensar sobre la historia.
Según Simón Valcárcel las crónicas de Indias deben ser situadas entre ―la crónica medieval
castellana, nacionalista y providencialista, y el texto historiográfico humanista‖. La tradición
historiográfica medieval se apoyó esencialmente en la Biblia, y en el concepto moral y
alegórico de la historia. Se caracterizó por las ideas de providencia divina y del modo de mirar
al pasado como modelo insuperable. La Historia, en el tiempo medieval, no era separable del
progreso del propósito de Dios. En la historiografía humanista, por otro lado, la forma y la
retórica eran aspectos muy importantes. Escritores clásicos como Cicerón y Horacio tuvieron
una gran influencia estilística sobre los historiadores renacentistas y los otros escritores
humanistas. También había surgido la noción de que el presente se pueda mejorar e incluso
superar al pasado. La meta de la historiografía renacentista era sobre todo recordar los
grandes hechos, los héroes y los hechos dignos de recuerdo. El gran humanista y filósofo
español Juan Luis Vives apuntó que la historia no debe perpetuar las infamias, y cronistas
como Cortés e Inca Garcilaso tuvieron una opinión similar.

En efecto, si uno quiere señalar un objetivo que tienen en, común todos los cronistas es, sin
lugar a dudas, que quieren perpetuar las hazañas y los asuntos curiosos que habían vivido los
españoles en América. Una variante exagerada de esa concepción de la historiografía es la
interpretación aristotélica individualista de la historia, que se manifiesta entre otras, en la
crónica de Francisco López de Gómara. Según él, la historia ―es la obra de grandes hombres,
heroicos, elegidos por el destino‖. En su crónica sobre la conquista de México, Hernán Cortés
es uno de esos hombres elegidos. Pupo‐Walker señala que este tipo de persona histórica tuvo
modelos literarios.

Los cronistas de Indias seguían la tradición historiográfica medieval con respecto a la visión
providencialista de la Historia. Por ejemplo, para Inca Garcilaso y Oviedo no quedaba duda
de que la conquista de América formaba parte del orden divino. Sin embargo, en casi todas
las crónicas hay también rasgos del pensamiento historiográfico renacentista y humanista.

Como lo indica Serna, los cronistas pueden dividirse en dos grupos: los que describieron lo
que habían visto y vivido, y los que escribieron lo que habían oído y leído, sin haber estado
nunca en América. Entre los últimos hallamos a Gómara, a Pedro Mártir y su crónica en latín

De Orbe Novo, y parcialmente al Inca Garcilaso, que escribió su primera crónica La Florida a
pesar de que él nunca había estado allí. Serna sugiere también que las crónicas se dividan

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entre las que siguen los pasos del historiador griego Tucídides (que se basaba en testigos
oculares), y los que siguen a Heródoto y la tradición mítica donde lo visto, lo oído y verosímil
tiene el mismo valor histórico.

La idea de la prefiguración del Nuevo Mundo:

En su introducción Mercedes Serna nos dice, citando el libro La invención de América de


Edmundo O‘Gorman, que el nuevo continente, ―antes de ser una realidad fue una
prefiguración fabulosa de la cultura europea‖. Los primeros cronistas buscaron en los textos
clásicos una explicación del descubrimiento y en la Biblia, en los textos clásicos y en leyendas
europeos y asiáticos, los cronistas encontraron confirmaciones de la existencia del Nuevo
Mundo. El cronista José de Acosta alegó que san Jerónimo, cuando éste escribió sobre la
Epístola a los Efesios de San Pablo, había profetizado que ―pasado el mar océano, hay otro
mundo y aun mundos‖. Pero, lo más notable es indudablemente unas líneas de la tragedia
Medea de Lucio Aneo Séneca, que Acosta tradujo así al castellano:

Tras luengos años verná [sic], un siglo nuevo y dichoso


Que al Océano anchuroso, sus límites pasarán
Descubrirán gran tierra, verán otro Nuevo Mundo
Navegando el gran profundo, que agora el paso nos cierra
(Pupo‐Walker, E. Pág. 41, 42.)

Gonzalo Fernández de Oviedo, en su Historia general y natural de las Indias aseguró que no
se tratara de un mundo nuevo, sino de un redescubrimiento de unos países perdidos desde la
Antigüedad. Oviedo, que fue cronista oficial de la corona evocó el mito griego de las
Hespérides (o las Islas Afortunadas) cuando propuso, no solamente que las Hespérides eran
las islas de las Indias, sino también que el nombre provenía de Hespero, rey de España 1658
a.C. y que lo único que había hecho Colón era, con la ayuda de Dios, hacer volver a España
la tierra que ya había sido suya.

Aunque sea probable en el caso de Oviedo, que se trate principalmente de un deseo de servir
fielmente a la corona, la confusión entre mitos antiguos y la realidad americana es obvia en
casi todas las crónicas. Muchos afirmaban que los antiguos griegos conocían el Nuevo
Mundo, y que Aristóteles había escrito sobre América, cuando describió la isla en el mar
Atlántico descubierto por los mercaderes cartagineses. Tanto en los textos de Bartolomé de
Las Casas y de Gómara como en los de Pedro Mártir se identifica partes del Nuevo Mundo
con islas y países míticos como la Atlántida (mito que proviene de los diálogos Timeo y Critias
de Platón), las Hespérides, Tarsis, Ofir y Saba (los últimos tres son ciudades míticas que
aparecen en el Antiguo Testamento).

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El hecho que la Biblia y los mitos y documentos greco‐latinos tuvieron una importancia
considerable en la Europa de esta época, debe haber sido decisivo para los españoles,
deseando saber adónde exactamente habían llegado. Y, a consecuencia de esto, como
señala Enrique Pupo‐Walker:

[…] los europeos que tomaron contacto con América confundirían aquellas tierras con los
esquemas mentales de una geografía que en parte habían profetizado Platón y Aristóteles.
[…]
Debe comprenderse que ese registro inmenso de creencias que precede al Descubrimiento
no era fácilmente refutable, ya que se autorizaba, […] en las Homilías de San Juan
Crisóstomo y en las mismas Epístolas de San Pablo y de Gregorio Nacianceno. (Pupo-
Walker, E. Pág. 43)

Para resumir, es probable que esta tradición aumentara la confusión entre realidad y fantasía
en las crónicas de Indas.

Mitos y leyendas:

Tanto en América como en Europa circulaban numerosos mitos que hicieron crecer el
carácter imaginativo de las crónicas de Indias. Mitos que se tomaban muy seriamente: el de
las Amazonas, originalmente guerreras míticas griegas, empujó a exploradores españoles
como Francisco de Orellana a organizar expediciones para buscarlas, y es de allí que
proviene el nombre del gran río, Las crónicas están llenas de mitos: unos tratan de gigantes,
sirenas, grifos, dragones y monstruos de todo tipo, mientras otros evocan países, ciudades y
lugares, como el país de la Canela, el paraíso terrenal, el reino de Omaguas, las siete
ciudades de Cíbola y el país de Meta. También había mitos y cuentos de tesoros escondidos.
Los mitos más conocidos son quizá el de la fuente de la eterna juventud, y el de El Dorado.
Supuestamente, el mito de El Dorado aparece por la primera vez en un texto del conquistador
Jiménez de Quesada, pero se divulgó rápidamente y durante los siglos varias expediciones
intentaron encontrarlo (la de Gonzales Pizarro y Francisco de Orellana en 1541 es famosa). El
mito de la fuente de la eterna juventud es uno de los variantes del mito del elixir de vida
eterna, que es muy antiguo y existió tanto en Europa como en Asia. Y, también en América
había entre los indígenas un mito parecido, que trataba de un río de la juventud. La fusión
entre esos mitos resultó en numerosas expediciones con el propósito de localizar la fuente.

El hecho que aparecen tantos mitos en las crónicas de Indias, y que las personas creían tanto
en ellos que arriesgaron sus vidas guiados por ellos, indican que tienen una gran importancia
con respecto a la mezcla entre realidad y fantasía en textos de esta época.

Literatura latinoamericana I Página 76


La literatura medieval y los libros de caballerías:

La literatura de la época, en toda su diversidad, tuvo una gran influencia sobre lo que
escribieron los cronistas. En el siglo XVI, un género literario era especialmente popular, quizás
sobre todo entre los soldados que fueron al Nuevo Mundo, a saber: las novelas de caballerías.
Las historias fantásticas sobre héroes de ficción como Amadís de Gaula, despertaron
indudablemente la imaginación de muchos, aparte de un cierto ingenioso hidalgo de la
Mancha. Irving Leonard señala en Los libros del conquistador que:

Al igual que las cintas cinematográficas de hoy día, esta literatura ejerció una profunda
influencia en la conducta, la moral y el pensamiento de la sociedad de su tiempo, y propició la
aceptación de valores artificiales y de falsas actitudes con respecto a la realidad… y puso
algún color en la existencia gris de los lectores, quienes, […] continuaron hallando en ellas
retratos auténticos de la vida, de los que adquirieron no sólo modalidades de conducta e ideas
sobre una realidad más amplia, sino una incitación para las hazañas. (Serna, M. Pág. 67. En
el libro de Leonard, que no he encontrado, la cita se halla en la página 29.)

Acerca de las novelas de caballerías Serna también señala que ―[…]aunque constituían la
lectura favorita desde el siglo XV, no se citaban porque los moralistas y humanistas
protestaban‖, lo que podría explicar por qué la mayoría de las cronistas no hacen alusiones a
obras literarias de este tipo. La excepción más famosa es Bernal Díaz del Castillo, como se ha
indicado en la cita inicial de esta unidad. A un veterano de guerra como éste, se supone, poco
le importaba lo que iban a pensar unos moralistas eruditos. Además, Serna anota que:

―La influencia de los libros de caballerías contribuyó a crear este ambiente de realismo mágico
en el que se desarrolla la crónica‖

Otros tipos de literatura influyeron también las crónicas de Indias, y posiblemente la mezcla
entre realidad y fantasía que uno encuentra en ellos: el curioso Libro de las maravillas del
mundo de Juan de Mandeville había sido traducido del inglés y Colón y muchos otros
disfrutaron de los relatos fantásticos de la obra. Las historias de náufragos y los libros
medievales devotos eran géneros literarios leídos tanto por conquistadores como por frailes.
Rasgos de los libros devotos aparecen en las obras de Gómara, Bernal Díaz y en las del Inca
Garcilaso, en forma de intervenciones militares de seres divinos. Y en cuanto a las historias
de náufragos, vamos a examinar no solamente la obra de Cabeza de Vaca, cuya obra incluso
se llama Naufragios, sino también la relación sobre el naufragio de Pedro Serrano, que
aparece en Comentarios Reales del Inca Garcilaso.

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Los primeros cronistas:

Los primeros cronistas están directamente asociados con el descubrimiento (en el caso de
Colón) o con la conquista (Bernal Díaz del Castillo, Cabeza de Vaca) del Nuevo Mundo. La
mayoría de estos textos toman la forma de cartas, diarios y relaciones, pero con Oviedo y
luego con Inca Garcilaso comienza a aparecer la crónica propiamente dicha.

Cristóbal Colón:

El primer cronista, el mismo Cristóbal Colón es uno de las personas más conocidas de la
historia mundial, pero no se sabe mucho sobre su vida, aparte de los cuatro viajes a América
que emprendió aunque él nunca entendió que se tratara de un nuevo continente. Hay
relaciones de todos los viajes, pero ninguno de su propia mano ha sobrevivido. La relación del
primer y tercer viaje son transcripciones de Bartolomé de Las Casas La del segundo, escribió
Pedro Mártir de Anglería en latín, y la del cuarto escribió su hijo Hernando dictándola Colón,
pero se conoce solo a través de copias.

No es difícil encontrar ejemplos de lo fantástico en los textos de Colón. El gran descubridor


creyó en amazonas, cíclopes, sirenas, hombres con cola y otras monstruosidades. Lo que sí
es más complicado es saber discernir lo que se puede calificar de fantástico de lo que se debe
llamar simplemente exageraciones, mentiras o malentendidos.

El pensamiento medieval y la prefiguración de otro mundo (en este caso se trata de un mundo
asiático fantástico que, con la ayuda de unos libros, había imaginado) se ven con claridad en
los textos de Colón. La obra cosmográfica Imago Mundi de Pedro de Ailly, inspiró a Colón
hasta hacerle creer que había encontrado el Paraíso Terrenal, que según d‘Ailly se debía
encontrar en una región templada más allá del ecuador, cuando estuvo ante la
desembocadura del Orinoco: ―[…] creo que allí es el Paraíso Terrenal, adonde no puede llegar
nadie, salvo por voluntad divina.‖

Otro libro que uno debe mencionar, cuando de la lectura de Colón se trata, es el libro de viajes
de Marco Polo, que fue su fuente esencial sobre Asia. Polo había viajado en el continente
asiático en el siglo XIII y hasta servido al Gran Khan de China. Esta lectura, junto al deseo de
conciliar lo leído con la realidad física, explica el hecho que Colón no sólo buscó al Gran Khan
y a su pueblo, sino que también creyó entender lo que los indígenas decían: ―Los indios, […]
dicen Cariba (refiriéndose a los antropófagos) y Colón oye caniba, es decir la gente del Khan‖

Con respecto al hecho que Colón escribe que podía, entender el idioma de los indígenas
desde el primer día (incluso se queja de la mala pronunciación de los indios), se debe
reconocer que la confusión entre la realidad, la imaginación de Colón y la literatura que había
leído es muy notable.

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Es imposible decir con precisión cuando Colón exagera o miente para poder presentar más
gloriosamente a los reyes católicos el éxito de sus viajes, y cuando escribe sinceramente y
cree realmente lo que cuenta. El 4 de noviembre, 1492 (todavía se puede comunicar con los
indígenas solamente mediante señas, y la incomprensión es casi total) leemos que Colón:

Mostróles oro y perlas, y respondieron ciertos viejos que en un lugar que llamaron Bohío
había infinito […]. Entendió también que lejos de allí había hombres de un ojo y otros con
hocicos de perros que comían los hombres […]. (Serna, M. Pág. 137)

En este caso, la fantasía de Colón es doble. Primero, no puede entender a los indígenas así
que la conversación debe ser inventada, y segundo, los cíclopes y los hombres con hocicos
de perros mencionados son sin duda el resultado de la lectura de fábulas populares. Pero es
imposible saber si el almirante lo cree de verdad o si lo escribe con un propósito especifico.
Otros ejemplos de una mezcla entre realidad y fantasía son las islas maravillosas
mencionadas por Colón escribiendo sobre su primer viaje. Una es la isla de mujeres ―en la
cual no hay hombre ninguno‖, hecho muy improbable y posiblemente inspirado por las
leyendas de amazonas o quizá de la Odisea (recordemos la isla de Calipso). Otra isla
fantástica es una ―en que las personas no tienen ningún cabello. En ésta hay oro sin cuento‖.
El almirante habla también de una provincia llamada Auan ―adonde nace la gente con cola‖.
También aquí lo probable es que estas islas sean el resultado de la fantasía y las lecturas de
Colón. Según Serna, cuando Colón, en el cuarto viaje, describe las minas de oro y piedras
preciosas, lo hace para confirmar que se halla, en efecto, en Asia, puesto que minas como
esas son descritas en los viajes de Marco Polo por el continente asiático.

Es posible que la misma intención lo hiciera escribir sobre seres sobrenaturales e islas
maravillosas ya que ellos formaban parte de la imagen que tenían los europeos del continente
asiático. Otra razón podría ser que Colón simplemente quiso hacer su historia más digna de
ser leída y más divertida, agregando detalles fantásticos. No hubiera sido la primera vez que
alguien lo hacía. Lo que hace Colón una y otra vez es imponer un modelo literario sobre la
realidad. Identifica repetidamente los sitios que descubre con los lugares descritos por autores
antiguos y medievales. Identifica por ejemplo con las islas perlíferas de Asia, que había
descrito De Ailly las islas de la costa de Venezuela: Serna señala que en los textos de Colón.

―no es la realidad lo que importa, sino tan sólo la confirmación de lo escrito, […]. Colón
reescribe su realidad mental hecha de lecturas, testimonios, fantasías, rumores […].‖ A
propósito de los rasgos literarios: en las descripciones de la naturaleza en los textos de
Colón, podemos constatar que más tienen que ver con modelos literarios que con la realidad
física. Lo que describe en su texto es un locus amoenus (que en ésta época representaba la
forma correcta de describir la naturaleza), y poco importa el paisaje verdadero. Serna explica
que: ―La convención literaria privaba de libertad al poeta o al escritor. El paisaje, siempre

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descrito de igual manera, tenía que ser un jardín de eterna primavera‖. Las descripciones,
pues, son muy monótonas como podemos ver en los ejemplos siguientes:

‖Puestos en tierra vieron árboles muy verdes y aguas muchas y frutas de diversas maneras.‖
(11 de octubre, 1492.) ‖Esta isla es bien grande y muy llana y de árboles muy verdes, y
muchas aguas […].‖(13 de octubre, 1492.) ‖[…] están huertas de árboles las más hermosas
que yo vi, e tan verdes […] y mucho agua.‖ (14 de octubre, 1492.) (Los ejemplos son los de
Serna, pág. 38)

En los dos últimos viajes sin embargo, el tono de Colón cambia radicalmente, y la amargura y
la desesperación que siente por ser tan mal recompensado por los Reyes Católicos hacen
surgir descripciones de una naturaleza cruda, fea, completamente opuestas a las del primer
viaje:

―Ojos nunca vieron la mar tan alta, fea y hecha espuma. El viento no era para ir adelante ni
daba lugar para correr hacia algún cabo‖.

No cabe duda de que Colón tenía mucha aptitud para la escritura, y el lector siente el dolor del
almirante cuando termina en estilo sencillo, franco y poético su relación de su cuarto viaje con
estas tristes palabras:

Yo estoy tan perdido como dije. Yo he llorado hasta aquí a otros. Haya misericordia ahora el
cielo y llore por mí la tierra. […] aislado en esta pena, enfermo, aguardando cada día por la
muerte y cercado de un cuento de salvajes y llenos de crueldad y enemigos nuestros, […].
Llore por mí quien tiene caridad, verdad y justicia. Yo no vine a este viaje a navegar por ganar
honra ni hacienda: esto es cierto, porque estaba ya la esperanza de todo en ello muerta. Yo
vine a Vuestras Altezas con sana intención y buen celo, y no miento.

Álvar Núñez Cabeza de Vaca:

En calidad de tesorero y alguacil, Alvar Núñez Cabeza de Vaca viajó en junio de 1527 a
Florida con el gobernador Pánfilo de Narváez y seiscientos expedicionarios. La misión de la
expedición era conquistar esta nueva tierra, descubierta 14 años antes. Sin embargo, el
proyecto fracasó por completo, y solo cuatro hombres sobrevivieron. Cabeza de Vaca fue uno
de esos hombres, y en 1542 publicó su obra titulada Naufragios, y relación de la jornada que
hizo a la Florida con el adelantado Pánfilo de Narváez, en la cual cuenta su historia de
supervivencia en la tierra salvaje de Florida, Texas y el norte de México y sus desventuras
―tan fabulosas e insólitas que el texto cobra un cariz novelesco y fantástico‖ que había vivido
durante nueve duros años. Cabeza de Vaca y unos compañeros terminaron siendo
prisioneros, esclavos y médicos de varias tribus indígenas. Queda claro el hecho que la
historia de Cabeza de Vaca tiene muchos rasgos comunes con una novela (o una película) de

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aventuras, y Carlos Lacalle dice en su introducción de Noticia sobre Álvar Núñez Cabeza de
Vaca:

Con la narración de sus hazañas podría hacerse el guión de una película de aventuras. No
faltan ninguno de los ingredientes clásicos del género: naturaleza hostil, indios feroces y
astutos, […], luchas por la tierra y el oro, un protagonista cuya figura prevalece, y hasta esa
dosis de inverosimilitud que permite la evasión. (Lacalle, C. Pág. 11)

A pesar de que la historia de Cabeza de Vaca sea tan extraordinaria y apasionante, no


parece haber rasgo sobrenatural o mágico alguno en los Naufragios. Pero, como en los textos
de Oviedo, hay ejemplos de lo que se podría llamar maravillosísimo. Esto se manifiesta
cuando Cabeza de Vaca describe una tribu de indígenas que encuentran él y sus hombres
perdidos en la tierra salvaje de Florida. Escribe que:

Es la gente del mundo que más aman a sus hijos y mejor tratamiento les hacen, y cuando
acaece que a alguno se le muere el hijo, llórenle los padres y los parientes, y todo el pueblo, y
el llanto dura año cumplido, que cada día por la mañana antes que amanezca comienzan
primero a llorar los padres, y tras esto todo el pueblo; y esto hacen al mediodía y cuando
amanece; […]

Luego añade:

Otra costumbre hay, y es que cuando algún hijo o hermano muere, en la casa donde muriere,
tres meses no buscan de comer, antes se dejan morir de hambre, y los parientes y los
vecinos les proveen de lo que han de comer. […] (Serna, M. Pág. 440,441)

Sin embargo, la visión que tiene el autor de los indígenas es compleja. Lo fascinan y lo
horrorizan al mismo tiempo, le curan cuando está muriendo pero luego le tratan como un
esclavo. Esta resistencia a la simplificación nos conduce a los rasgos literarios que se halla en
los Naufragios. Según Serna, Cabeza de Vaca rompe por completo con dos mitos
establecidos por los cronistas anteriores: el mito del glorioso y indestructible conquistador
español, descrito como un héroe sacado de un libro de caballerías, y el mito del Nuevo Mundo
como únicamente una tierra de abundancia. Según ella, los Naufragios, con su realismo
despiadado, parece más a una novela picaresca que a una obra crónica historiográfica o a un
libro de caballerías:

El mito de América como tierra paradisíaca desaparece en la crónica de Cabeza de Vaca para
dar paso a una tierra vasta, indomable, inhóspita […]. El modelo épico de conquista
(representado por Cortés) se verá sustituido por la imagen de un ejército débil, vulnerable,
desorientado, agotado y destruido. El conquistador es conquistado por tribus indígenas […]. El
único objetivo de los expedicionarios será sobrevivir, como en la novela picaresca y, como en

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ésta, el hambre se convertirá en una obsesión. […] son protagonistas el miedo, la desnudez,
[…] y la pérdida de la civilización. […] El instinto de supervivencia obliga a los civilizados a
vivir como bárbaros y transformarse en caníbales. (Serna, M. Pág. 92, 93.)

Sin embargo, aquí el argumento de Serna parece muy débil puesto que la novela picaresca
apareció muchos años más tarde y además no se puede decir que cada libro en el que se
describe hombres débiles, pobres o agotados sea una novela picaresca. Sin embargo, con los
Naufragios estamos verdaderamente muy lejos de la imagen del conquistador indestructible
que dieron cronistas como Cortés y Gómara. Las personas en la obra sufren y mueren sin
gloria alguna, de enfermedades tropicales y trabajo durísimo. Otro aspecto notable es la
descripción de la cobardía, el egoísmo, la insubordinación y la insolidaridad de ciertos
españoles. En el capítulo X, Cabeza de Vaca y sus hombres están perdidos en medio del mar
en unos pequeños barcos, remando para salvar la vida hacia tierra firme. Un barco va más
rápido que el otro, y cuando Cabeza de Vaca manda al capitán del otro barco que les ayude a
él y a los en su barco:

Él me respondió que ya no era tiempo de mandar unos a otros, que cada uno hiciese lo que
mejor le pareciese que era para salvar la vida; […]. Y diciendo esto, se alargó con su barca,
[…]. (Serna, M. Naufragios, Capítulo X. Pág. 433

Para resumir, no aparecen en los Naufragios ejemplos ni de la mezcla entre realidad y


fantasía ni de rasgos literarios, aunque Serna afirma que sí.

Bernal Díaz del Castillo:

En su libro Valiente mundo nuevo, Carlos Fuentes define a Bernal Díaz del Castillo como
―Nuestro primer novelista por la descripción de las grandezas de México‖ y distingue en la
obra de éste el amor por la caracterización, el detalle, la teatralidad, la intriga y el chisme.
Díaz llegó a América hacia 1514, y en 1519 fue uno de los soldados de Hernán Cortés. Es
sobre sus experiencias personales de la expedición militar extraordinaria de Cortés que
escribe Bernal Díaz en su obra Historia verdadera de la conquista de la nueva España.
Comenzó a escribir en 1545 pero no lo terminó hasta el año 1575 cuando ya era un hombre
muy anciano, ciego y sin ―otra riqueza que dejar a (sus) hijos y descendientes, salvo esta (su)
verdadera y notable relación‖. Sin embargo, el libro no fue publicado hasta 1632, y además
existe tres manuscritos diferentes. En el título, la palabra verdadera es acentuada, y alude a
la crónica Conquista de México del humanista erudito Francisco López de Gómara, que
describe a Cortés como un héroe de un libro de caballerías, conquistando el imperio Azteca el
solo. Bernal Díaz no podía soportar estas mentiras de un hombre que ni había pisado la tierra
americana y se puso a contar los sucesos que había vivido. Pero, como en el caso del Inca
Garcilaso, uno tiene que recordar que, a pesar de la sensación de inmediatez del estilo, el

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anciano autor está recordándose los acontecimientos de su juventud. Sin embargo, la
memoria de Díaz es extraordinaria y recuerda incluso los menores detalles. Es un narrador
honesto, y cuando no se acuerdo de algo, lo dice claramente al lector. Admite igualmente su
falta de instrucción y no tiene pretensión literaria. Su estilo es muy sencillo y en su crónica se
hallan expresiones populares, refranes y referencias a romances y novelas de caballerías. Es
sin duda la sensación de simplicidad, intimidad y franqueza y, desde luego, su historia
encantadora lo que hace a Bernal Díaz un autor tan agradable de leer. La mayoría de las
crónicas de Indias fueron escritas por autores eruditos para lectores cultos, pero Bernal Díaz
por su parte, democratizó la historiografía.

Hernán Cortés:

Algo importante en su figura es que estudia en la Universidad de Salamanca (es decir, ya no


hablamos de un aventurero sino de una persona instruida culturalmente). Esto produce una
gran admiración en Díaz del Castillo, su subordinado. Le atraían las armas y las mujeres; y la
decisión de embarcar hacia América, que lleva a cabo en 1504 desde San Lucar de
Barrameda, es debido a un escándalo amoroso.

En 1519 gana a los aztecas. Entre 1528-1530 vuelve a la península y le es concedido el título
de Marqués del Valle de Oaxaca. Hacia 1540 regresa a Nueva España.

Sus crónicas son importantes porque cuenta paso a paso lo que ocurre en la conquista de
Nueva España: problemas, descripciones de la tierra, etc.

Las cartas de relación es una obra que consta de cinco cartas, que actualmente se
encuentran en la biblioteca Imperial de Viena:

Primera Carta: se ha perdido. Sabemos de su existencia por referencias. Parece que fue
escrita en 1519 en Veracruz.

Segunda Carta: escrita en 1520 e impresa en Sevilla en 1522. fue traducida al latín en 1524.
lleva, adjunto, un plano de la ciudad de México que dibujó él mismo. En esta carta se
describen las maravillas del lugar conquistado.

Tercera Carta: escrita en 1522 e impresa en 1523. cuenta cómo ha sido la conquista de
México (el avance de las tropas españolas hacia la capital, el asedio y la caída de
Tenochtitlán) y la intención de extender la conquista.

Cuarta Carta: escrita en 1524 e impresa en 1525. Es la organización y crecimiento del nuevo
estado.

Quinta Carta: escrita en 1526. Trata de la expedición a Honduras y posterior llegada a México.

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Hay una característica común en las cartas: además de la relación de sucesos, incluyen una
carta más personal al Emperador Carlos V, consta históricamente que tuvieron una gran
amistad, donde Hernán Cortés es más subjetivo. Nos presentan una prosa cuidada, debido a
su formación. Aquí deja constancia de su admiración por:

Heroísmo de los aztecas a la hora de defender su territorio, además de su organización


religiosa

Las ciudades con las que se encuentran.

A Hernán Cortés le llena de admiración esa realidad que ha encontrado. Al contrario que a
sus compañeros de conquista, esa admiración no es tanto por la naturaleza, sino por el
hombre y su hábitat en sociedad.

Fray Bartolomé de las Casas:

Es el símbolo del cronista que va a evangelizar esas tierras. Juega un papel histórico
importante: es, a la vez, actor y testigo de las hazañas españolas en el Nuevo Mundo. Será el
defensor de los indios. Toda su vida fue una continua lucha para tratar de mejorar la forma de
vida indígena, quienes estaban mal tratados por los españoles. Nace en Sevilla, en 1484 (o
1474, según que manual utilicemos, veremos una fecha u otra de nacimiento) en el seno de
familia de mercaderes. Hacia 1500 viaja a Nuevo mundo y está allí en el comienzo de la
explotación de la isla La Española. Va viendo el aniquilamiento de indígenas que viene dado
por el trabajo, al que los indígenas no están acostumbrados y por las enfermedades a las que
los indígenas no estaban inmunizados. En 1510 existen ya las Leyes de Burgos, con buenas
intenciones, pero no consiguen terminar con el sistema casi feudal que existía allí. De hecho,
Fray Bartolomé tuvo su repartimiento de indígenas, a los que no trató nunca mal.

En 1513 estaba en Cuba y presenció la matanza de Caonao; ante esto, reaccionó con fuerza
porque entendió que el sistema era esclavista y, como tal, injusto. En 1514 renuncia a su
repartimiento de indígenas y regresa a España para hablar con el rey, Fernando El Católico,
para promulgar unas leyes nuevas, ya que las de Burgos no eran suficientes. De hecho habla
con el Cardenal Cisneros e intenta que se supriman los repartimientos de indios.

En 1515 es nombrado procurador y protector universal de todos los indios. Y en 1523 en


el Convento de dominicos, en la isla de La Española, comienza a interesarse por la doctrina
tomista; busca en las bibliotecas argumentos científicos que sirvieran de base para ayudar a
los indígenas. Así, comienza a poner en práctica sus teorías y participa en la reducción
pacífica de la rebelión de un cacique indígena llamado Enriquillo (tema que será tratado en el
siglo XIX por Manuel de Jesús y Galván en una novela histórica). En 1540 vuelve a la
península para seguir reclamando esos derechos de los indígenas; algo le favorece esta vez:
años antes el Papa Pablo III proclamó que los indios son verdaderos hombres y no deben ser
privados de su libertad. En este momento escribe Brevísima relación de la destrucción de las
Indias, donde da una espantosa visión de lo que ocurre en el Nuevo Mundo. Entre 1542-1543

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Carlos V afirma en Valladolid las Leyes Nuevas, donde se suprimen las encomiendas,
esclavitud y el trabajo forzado para los indígenas (algo insuficiente para Fray Bartolomé).

En 1544 regresa a La Española como obispo. Se encuentra con el rechazo de todos los
españoles que estaban allí; con resistencia imposible de controlar, e incluso desde la
península, donde se vuelven a establecer las encomiendas. Durante unos años, Fray
Bartolomé está aislado, decepcionado. En 1547 vuelve a la península para volver a hablar con
la corte. Escribe poniéndose al servicio de los indígenas. Tanto la Historia general de las
Indias como Apologética Historia no fueron editadas hasta el siglo XIX.

Historia general de las Indias: ofrece una de las grandes historias de la conquista escritas en
el siglo XVI ya que se basa no solo en su experiencia (característica principal de las crónicas)
sino en documentos que conoce de primera mano, como el diario de Colón. Recoge la historia
del descubrimiento hasta 1520, donde destacan dos figuras: colón y Fray Bartolomé. La obra
está dividida en tres libros y se comenzó a escribir en La Española, pero se terminó en la
península. El prólogo se escribió en 1552 y los dos primeros libros están dedicados a Colón
(considera la misión de Colón querida por la providencia divina para descubrir el Nuevo
Mundo). El tercer libro trata sobre él mismo, en su época de clérigo hasta su entrada en la
orden dominica. Aquí hay datos biográficos gracias a los cuales conocemos su evolución con
respecto a los problemas del Nuevo Mundo.

Esta obra es importante porque en ella se denuncian los abusos cometidos por parte de los
conquistadores y las consecuencias negativas que ello tuvo para los indígenas. Además, todo
está descrito con un tinte trágico.

Brevísima relación de la destrucción de las Indias: al contrario que las otras obras, sí fue
editada en su momento, en Sevilla en 1552. En un principio estaba destinada a la mejora de
las condiciones indígenas y sirvió a los enemigos de la corona española para extender la
leyenda negra española. Es una crónica atroz, donde se describen barbaridades cometidas en
Hispanoamérica. Tuvo su proyección europea: en la edición alemana de 1597 aparecían
láminas donde se representaban escenas macabras hechas por españoles con al finalidad de
que, aquel que no supiera leer, por lo menos que conociera la historia. En esta crónica están
descritos unos atropellos contra los indígenas. Hay una clara diferenciación entre los
indígenas (que representan el bien) y los españoles (que representan el mal). La comienza a
escribir entre 1542-1543 y hasta que la edite irá añadiendo párrafos, sobre todo del
incumplimiento de las leyes por parte de los españoles. Está dedicado a Felipe II, algo
corriente en la época, ya que esperaba el apoyo del príncipe. Tiene una estructura sencilla y,
a pesar del título, es una larga sucesión de acciones (matanzas, destrucciones, barbaridades,
etc.) que se hacen en la primera mitad del siglo de conquista en el nuevo territorio. Lleva un
orden geográfico que se corresponde, más o menos, con la cronología de la conquista.

La clave de la obra es la oposición entre el bien y el mal.

Con esta obra, Fray Bartolomé será el precursor de la literatura indianista (llamada así en el
siglo XIX) e indigenista (en el siglo XX). Marca el camino que seguirán otros ante la injusticia
de la situación inhumana de los indígenas en la sociedad.

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Garcilaso de la Vega, EL INCA:

Así como Cristóbal Colón y Hernán Cortes simbolizaban a los cronistas conquistadores y Fray
Bartolomé de las Casas al cronista sacerdote, Garcilaso de la Vega, el Inca, representa el
cronista soldado. También simboliza el Nuevo Mundo ya que es donde nace. Nace en Cuzco
en 1539 y por sus peculiaridades se convierte en el símbolo de la sociedad del Nuevo Mundo.
Su padre era un capitán español y su madre era una princesa inca nieta del antepenúltimo
emperador inca. Sebastián Garcilaso de la Vega, el padre del cronista, llega a América en las
primeras décadas del siglo XVI y fue enviado a Perú. En un primer momento comienza a
conspirar y llega a montar la primera guerra civil del virreinato de Perú, donde toma parte.
Esto le acarrea problemas con Pizarro y con la corona española.

Tras mantener una relación con la princesa inca Isabel, el padre del cronista abandona a su
madre y se casa con una española de la aristocracia instalada en Perú. Por su parte, su
madre se casa con un soldad español de clase más humilde. Esto influye en la vida y obra del
inca ya que, por la diferente cultura de sus padres, conocerá tanto la cultura indígena como la
española a la perfección.

Los doce primeros años de su vida los pasa junto a sus padres en un ambiente noble. Hubo
guerras civiles y vivió en un ambiente quechuizante. En esta etapa está en contacto con la
cultura y el mundo indígena ya que no deja de convivir con la familia materna a pesar de vivir
en el ambiente noble.

Después vivirá con su padre y se mezcla en la sociedad hispana de Cuzco, formada por la
primera generación de mestizos y criollos. Aquí se fue "españolizando"; además, aprende
humanidades y el manejo de las armas. Se prepara para lo que vivirá posteriormente.

Hacia 1560 su padre muere y el inca viaja a la península para instalarse en Montilla. Una de
sus intenciones es conseguir alguna renta por parte del consejo de indias, pero sus intentos
son nulos hasta que participa como soldado en la guerra de las Alpujarras y consigue una
"conducta de capitán".

A finales del siglo XVI se instala en Córdoba. Son unos años relajados ya que recibe una
herencia a la muerte de sus tíos. Aquí comienza a escribir lo que había preparado en Montilla.
Muere en Córdoba, en 1616 (en la mezquita de Córdoba está su tumba).

Una de las características de la obra de Garcilaso es el largo período que pasa entre cuando
las escribe y cuando las imprime (algunas ni siquiera se imprimieron en vida del cronista).

En 1590 imprime una traducción de Los Diálogos de amor de León Hebreo y lo


titula Traducción del indio de los dos diálogos de amor de León Hebreo.

En 1593 termina la Introducción de la Historia del adelantado Hernando de Soto, que no será
impresa hasta 1605.

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- La Florida del Inca: La Relación de la descendencia de García Pérez de Vargas, pensaba
que sería un prólogo para La Florida del Inca.

- Comentarios Reales: En 1596 tiene avanzada esta crónica, cuyo verdadero título es Primera
parte de los comentarios reales de los incas. A pesar de la fecha, no fue publicada hasta
1609, en Lisboa.

Gracias a esta obra sabemos que el inca es una verdadera autoridad en el pasado incaico,
por eso se explica el estilo de su crónica, que son cuentos (como hará después Miguel Ángel
Asturias) debido a que conoce el pasado por las leyendas incaicas que le han contado.

Aquí se nos presenta la historia y civilización incaica y, a través de sus nueve libros, la llegada
de los españoles. Intenta destacar que el pasado inca es glorioso; así nos encontramos con
un proceso histórico del incanato. Cada uno de los nueve libros está dedicado a una parte del
incanato (la corte del inca, la sociedad, etc.). El tema está concretado. Se puede decir que se
evoca al pasado y recuerda lo que ha vivido y le han contado describiéndonos el drama que
alcanzó al pueblo inca. Constituye una apología de los incas.

Igual que Bernal escribe contra ciertas crónicas, Garcilaso de la Vega también escribe contra
las crónicas que se empeñan en demostrar la fiereza de los incas.

- Historia general del Perú: comenzada en 1609, se concibe como Segunda parte de los
comentarios reales de los incas. También fue publicada más tarde, en 1617.

Sigue el mismo esquema que los Comentarios Reales: cuenta las campañas españolas,
llegadas de España a Perú, las guerras civiles entre los diferentes bandos y la instauración del
coloniaje hispano. La historia llega hasta 1569, cuando fue virrey Francisco de Toledo.

Tanto los Comentarios Reales como la Historia general del Perú se entienden como un todo
porque en los Comentarios Reales de lo que se nos habla es del honor y la nobleza del inca y
en la Historia general del Perú se demuestra el honor de su sangre española.

Escribe estas crónicas porque cuando le negaron los favores al llegar a España y lo llamaron
"hijo de traidor" se siente con la obligación de dignificar su condición de mestizo y reivindicar
el honor y la honra que le habían negado.

Mapa de los Virreinatos.

Literatura latinoamericana I Página 87


Inicios de la narrativa en Latinoamérica:
Una vez pasado el entusiasmo del descubrimiento y
conquista, se hizo evidente que las manifestaciones
artísticas en las colonias ocupaban un lugar
secundario. La población principalmente integrada
por los conquistadores-militares, los comerciantes y
los evangelizadores, no era la más apropiada para
el desarrollo de las artes ni de ningún otro tipo de
actividad cultural. A ello se sumó el hecho de que,
en épocas tan tempranas como 1531, se prohibió la introducción de obras profanas a las
nuevas posesiones. Entonces, la literatura quedó circunscrita al área de la religión y la moral
imperantes. En 1543, nos dice Rodrigo Miró, el emperador ordenó ―que ningún español o indio
lea libros de romances‖ para no inquietar la imaginación. Poco después fue el mismo tribunal
del Santo oficio quien reguló la introducción de material impreso en las indias.

No podemos cerrar el siglo XVI, cuando se concreta la conquista del nuevo mundo, sin hacer
referencia a la Araucana de Alonso Ercilla y Zúñiga, sin duda uno de los ejemplos más
acabados de la poesía épica en las Indias.

El siglo XVII, marco otros derroteros porque, aunque siguió imperando el represivo ambiente
religioso, las grandes ciudades del continente se convirtieron en ―centros de lujo y
ostentación‖. Comenzó a surgir una cultura más autóctona o, por lo menos las corrientes
llegadas del viejo mundo, ya no se aceptaban a ciegas. Así, el barroco adquirió características
propias y se transformó. La ostentación llevó a la construcción de muchas y monumentales
catedrales cuyos ejemplos más acabados se hallan en México. En escultura y pintura los
temas continuaron siendo religiosos. De finales del siglo XVI y XVII es la pintura cuzqueña
que desarrolló un estilo popular anónimo y es una de las formas más acabadas de la cultura
mestiza. En las letras se destacaron Sor Juana Inés de la Cruz y Carlos Sigüenza y Góngora.

El siglo XVIII fue el siglo de las luces en Europa y la centuria pre independentista en América.
Ya por entonces los criollos cultivados, poderosos económicamente e influyente socialmente,
comenzaron a exigir mayor participación en el gobierno de sus países. Surgió claramente la
conciencia ―de un destino separado de España‖. Este proceso se aceleró con la expulsión de
los jesuitas en 1767 quienes, eran los educadores por excelencia y los misioneros más
activos, como es natural la orden se convirtió en enemiga de España y, gracias a una
abundante literatura desde el exilio que atacaba al gobierno colonial, se transformó en
precursora de la independencia. A ello hay que agregar que, a pesar de las medidas tomadas
por la corona para limitar la introducción de las ideas ilustradas, en América se leían las obras
de Rousseau y Voltaire. A finales del siglo el tipo de literatura más leído en el nuevo mundo
era el pasquín, el libelo, y el periódico que reflejaban el grado de inconformidad y plasmaban

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todo tipo de crítica contra el régimen. Asimismo los científicos que recalaron en las indias
contribuyeron, muchos de ellos, a aumentar la insatisfacción que experimentaban los criollos.
La literatura pre independentista no fue muy rica ni muy abundante, pero en algunas obras
quedó reflejado el malestar que se respiraba en el nuevo mundo. La novela no tenía
antecedentes en Latinoamérica, por lo que los escritores comenzaron imitando las novelas
que venían de Europa en los primeros momentos.
Pensamiento y narrativa en la Latinoamérica del siglo XIX.

El pensamiento en todos sus aspectos (individual, colectivo, consciente, inconsciente) tiene un


impacto decisivo en cuanto al desarrollo de los géneros literarios. Para empezar, daremos una
definición rápida de lo que es pensamiento y el pensar en relación con la sociedad, y por
género narrativo. Para ilustrar estas breves definiciones presentaremos ejemplos concretos
que aclaren nuestro propósito, que es mostrar la importancia de las estructuras mentales en el
desarrollo de un género literario y subrayar un hecho que parece fundamental: lo inadecuado
de la terminología europea aplicada a la literatura latinoamericana. En nuestra opinión, el
pensamiento humano se puede definir como una actividad única en la que interviene el
funcionamiento neurobiológico del cerebro gracias a la circulación de la información por el
sistema nervioso. La información que recibe nuestro cerebro puede compararse muy bien con
la que recibimos a diario a través de los diferentes medios informativos. El pensar de cada
uno de los miembros de la sociedad se ve formado/deformado por diferentes medios que
pretenden moldearlo adecuadamente. Educación familiar, escuela, iglesia, medios
informativos, con o sin competencia entre ellos. Este pensar que también puede llamarse
visión del mundo se forma, autocrea, pero nunca llega a estabilizarse y permanecer igual para
siempre. Siempre evoluciona, más o menos, según los individuos, entre otras cosas porque
pasan los años. Lo antes importante pasa a secundario o se olvida para ser sustituido por otro
―importante‖. La evolución se hace más o menos notable según la cantidad de información
que se recibe, y que acepta el sistema nervioso de cada uno. Cada individuo dispone, pues,
de un pensar que puede desarrollar para desenvolverse en la sociedad en la que vive, por lo
menos teóricamente, ya que en realidad depende de muchos factores que le son externos:
familia, grupo social, etc. En cada grupo humano se estableció un poder que se ejerce de
distintas maneras según los lugares y las épocas. Para afirmarse y mantenerse, este poder
puede utilizar diferentes argumentos dentro de los cuales algunos se sitúan a nivel de pensar.
Sólo tomaremos en cuenta éstos. Se trata de una filosofía, de una ideología política, de la
religión. Definiríamos ―filosofía‖ como un sistema de ideas o ideologías (en general) que da así
una visión del mundo. Añadiríamos, de acuerdo con Edgar Morín que:

―Toda insuficiencia o inadecuación en la ideología hace ver entonces un mundo mutilado e


ilusorio. A partir de allí la ideología deforma, dando forma‖.

Los conceptos filosóficos no se expresan siempre, por ser considerados por el poder como
demasiado abstractos, pero siempre están en el trasfondo del discurso político que traduce la
ideología. El discurso político tiene como objetivo el convencer a la gente de lo bueno que es
el poder. En cuanto a la religión, el poder la utiliza o no, según sus intereses. La situación de
este pensar religioso ofrece muy diferentes aspectos según los grupos sociales, Puede

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tratarse lo mismo de las ceremonias iniciáticas, con sus mitos, de un politeísmo o
monoteísmo. En todo caso se trata de una tentativa para explicar los orígenes del hombre y
da lugar a manifestaciones colectivas. Utilizado o no por el poder, el pensar religioso informa
el pensar del grupo o de cada uno, sólo porque existe. En el Oeste europeo, el
judeocristianismo influyó en toda la cultura, se quiera o no. Un poder selecciona un pensar
que impone y/o pone en práctica. Este pensar puede ser aceptado por el grupo dominado o
rechazado por una parte. El caso limite es el rechazo por la totalidad del grupo. Los que
aceptan este pensar aceptan el poder, pero los que lo rechazan pueden ocupar diversas
posiciones:
a) Pueden optar por la oposición rotunda y/o violenta. En este caso el poder intenta sofocar
este pensar opuesto al suyo con diversos medios que no hace falta enumerar.
b) Pueden preferir una oposición matizada que no signifique ni rechazo ni aceptación sino
disconformidad. En este caso, su pensar recoge lo que aceptan del pensar del poder, pero
añade otros elementos de información y procuran afirmarlos. El poder puede reaccionar
intentando acallar este nuevo pensar anxiógeno o recuperarlo para sus fines. Cabe notar que
muchas veces, los creadores salen de este grupo que tiene respecto al poder una actitud de
disconformidad y que quiere desarrollar un nuevo pensar anxiógeno para el poder que, así, se
siente amenazado. Por supuesto, no se trata de olvidar el acondicionamiento socioeconómico
que permite o no que un individuo reciba otros datos que informen/formen su pensar. Este
demasiado breve resumen de la teoría de Henri Laborit pone de relieve el carácter social de la
creación literaria por un hombre, y la cantidad de información no oficial determina hasta qué
punto es un creador o no.
Después del período de la imaginación colonizada, surgió la auténtica narrativa
latinoamericana, como protesta, primero, y después como afirmación de la libertad. El primer
ejemplo es El Periquillo Sarniento (1816) de José Joaquín Fernández de Lizardi (1776- 1827)
antes mencionado. Se trata de la primera novela publicada en la todavía Nueva España y en
Hispanoamérica. Como se ve por la fecha, salió a luz en un momento decisivo de la historia
mexicana, cuando todavía existía la colonia, pero agonizante, y cuando los insurgentes no
habían ganado la batalla, ni mucho menos. Si nos fijamos en el pensar que imperaba en la
sociedad mexicana de entonces, podemos distinguir esquemáticamente tres grupos:

a) El de la Corte virreinal y de los más altos representantes de la administración española en


las capitales de provincia. Era un grupo aristocrático que tenía el poder y estaba dispuesto a
conservarlo, a que las cosas no cambiaran. Antes que nada, servían sus propios intereses
que a veces no concordaban con los de la Corona. Su formación la habían adquirido en las
Universidades —sea en España, sea en el Nuevo Mundo— donde imperaba la escolástica.
Los que compartían las ideas del despotismo ilustrado no eran mayoritarios, ni mucho menos.
Claro está, se unía a este grupo la Iglesia, en cuanto a pensar y poder, y sobre todo eran los
altos cargos de la Iglesia quienes compartían tales ideas.

b) El grupo criollo, que se sentía con aptitudes y capacidades para gobernar y no podía. En la
práctica, se le vedaba el acceso a los puestos de responsabilidad. Volcó sus actividades hacia
el comercio (futura burguesía) o hacia lo intelectual. Para escapar a la dominación del primer
grupo, procuraron los criollos mostrar su superioridad adquiriendo una formación intelectual
esmerada. Este deseo de independizarse les llevó a viajan a leer, y, con esto, a recibir una
formación que el poder no dejaba circular libremente: las ideas de la Ilustración y, en lo

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económico, de los fisiócratas. Los criollos adoptaron ideas que venían de fuera y las juntaron
con su pensar para formar un nuevo sistema de ideas. Este fenómeno, sólo le podía infundir
miedo al poder. A este grupo pertenecía Fernández de Lizardi. Los escritos de Lizardi
inquietaban tanto al poder que éste reaccionó varias veces, metiéndole en la cárcel o
censurando sus escritos. La última parte de El Periquillo
Sarniento no pudo publicarse en vida de su autor También se recurrió a la excomunión, la
Iglesia ayudaba al poder.

e) El grupo mayoritario en cuanto a número era el que tenía que aguantar a los otros y se
sabe muy poco de su pensar. Este grupo se componía de una multitud de castas, eran sus
miembros sobre todo peones (agrícolas o mineros) o criados. Formaban una gran masa en su
inmensa mayoría analfabeta que aguantaba la situación hasta más no poder. Sólo pudo
estallar su descontento cuando, en algunas circunstancias recibieron información suficiente
que les permitió tomar conciencia—momentáneamente— de su situación y se desahogaron
en diversas ocasiones (Grito de Dolores, Querétaro, Guanajuato). Este desacuerdo no se
manifestó siempre por falta de medios de expresión. En este contexto descrito rápidamente,
hay que situar al escritor criollo José Joaquín Fernández de Lizardi. Como criollo, había
recibido una formación intelectual (frecuentó el Colegio San Ildefonso) y pudo, a partir de su
saber adquirido y de las informaciones extra-oficiales que recibió, transmitir una visión del
mundo anxiógena para el poder y sus seguidores, tranquilizadora para los de su grupo.
Periquillo Sarniento es una obra significativa que pone de relieve que:

a) el pensar oficial está presente pero no aceptado en su totalidad (lo que dice el padre de
Periquillo del joven noble que mató a un titiritero o lo que dice don Antonio de la Justicia). Para
esto, Lizardi adopta parcialmente la fórmula de la novela picaresca. Este relato en forma de
autobiografía permite la movilidad social del héroe y a través de sus aventuras se puede
criticar lo que se ve.
b) un pensar anxiógeno se manifiesta esencialmente en la tercera parte: la esclavitud, la isla
comparada con la sociedad mexicana, que sale mal parada. Estos trozos son los que le
valieron problemas con la censura a Lizardi.
La ideología que recoge el autor, a través de su narración es significativa del pensar criollo y
claro está, la estructura de la novela revela este criollismo: adopta formas de la picaresca pero
sólo las que convienen al propósito reformador del autor. Por ejemplo, utiliza la autobiografía,
pero en vez de una estructura abierta, la cierra; el honor no es el de la picaresca, etc.
Si se analizaran detalladamente algunos trozos de la novela de Lizardi, se podría ver que:
a) Las fuentes de información de Lizardi pertenecen en gran parte al mundo occidental
clásico, ya que, así, todos podían aceptar su autoridad.
b) Otras fuentes venían de Francia, Inglaterra, a veces a través de la traducción española y
servían para informar un pensamiento heterodoxo, para no decir herético.
No se puede hablar, a propósito de El Periquillo Sarniento de novela picaresca propiamente
dicha, entonces, hay que buscar otro término, y para esto, podemos emplear o criollismo que
más bien se refiere a una situación histórica determinada, o de lépero que alude al personaje.
En todo caso, cualquiera de los dos resultaría mejor y más adaptado que el de picaresca. En
conclusión, podemos decir que El Periquillo Sarniento representa un ejemplo de la actitud
creadora que nace de la disconformidad, tal como se definió al principio.

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El Periquillo Sarniento.
Sobre el autor.
La literatura de México es una de las más prolíficas e influyentes de la
lengua española junto con literatura de España, de Argentina y de Cuba.
Tiene sus antecedentes en las literaturas de los pueblos indígenas de
Mesoamérica. Sin embargo, con la llegada de los españoles, se dio un
proceso de mestizaje que luego dio paso a una época de criollización de
la literatura producida en la Nueva España. Hacia el final del régimen
colonial, en Nueva España surgieron figuras como José Joaquín Fernández de Lizardi, cuya
obra es considerada como emblema de la picaresca mexicana. En los primeros decenios del
siglo XIX José Joaquín Fernández de Lizardi se ocupó, en su actividad periodística y literaria,
de manera especial de la educación de su tiempo exponiendo sus características y
proponiendo mejoras para convertirla en un elemento que contribuyera al desarrollo y
progreso de la nación. Lizardi escribe en medio de la lucha por la Independencia, tratando de
que sus producciones contribuyan a la ilustración del pueblo, necesitado de una educación
libre de atavismos y supersticiones; una educación basada en la razón, necesaria para crear
una nación independiente. Sumándose a los pensadores ilustrados que pusieron en la
educación la base para un nuevo orden social en el que la felicidad del hombre y de la
sociedad era el objetivo, Lizardi también señala la necesidad de la cooperación femenina para
alcanzarlo. El progreso y la prosperidad de la nación requería de una transformación de los
valores: la razón y el conocimiento debían sustituir a la superstición; hábitos de trabajo, ahorro
e iniciativa debían suplantar al ocio aristocrático; el interés cívico debía vencer a la
indiferencia. La formación de estas nuevas ideas debía hacerse en los niños desde sus
primeros años, y aquí el papel de la madre adquirió una importancia cada vez más exaltada.
Las mujeres sólo podrían cumplir con su responsabilidad siendo ilustradas. Era necesario
educarlas para ser madres responsables, esposas ahorrativas y compañeras útiles para los
hombres. En esta vía educativa, Lizardi trata con gran interés la formación e instrucción de las
mujeres. Le resultaba de particular importancia que recibieran una educación que les
permitiera desempeñar adecuadamente su papel de esposa y madre en beneficio de la familia
y de la sociedad. Lizardi que busco siempre combatir la descomposición y arbitrariedades de
los españoles en México, su novela más destacada es El periquillo Sarniento.

Una vez comprendido esto, presentamos un fragmento de la obra para su análisis.

El Periquillo Sarniento (fragmento)


Por iguales razones expongo a su vista y a su consideración vicios y virtudes de diferentes
personas con quienes he tratado, debiendo persuadirse a que casi todos cuantos pasajes
refiero son ciertos, y nada tienen de disimulado y fingido, sino los nombres, que los he
procurado disfrazar por respeto a las familias que hoy viven.

Pero no por eso juzgue ninguno que yo lo retrato; hagan cuenta en hora buena que no ha
pasado nada de cuanto digo, y que todo es ficción de mi fantasía; yo les perdonaré de buena
gana el que duden de mi verdad, con tal que no me calumnien de un satírico mordaz. Si se

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halla en mi obrita alguna satírica picante, no es mi intención zaherir con ella más que al vicio,
dejando inmunes a las personas (…).

Así, pues, no hay que pensar que cuanto hablo de algún vicio retrato a persona alguna, ni aun
con el pensamiento, porque el único que tengo es de que deteste el tal vicio la persona que lo
tenga, sea cual fuere, y hasta aquí nada le hallo a esta práctica ni a este deseo de
reprensible. Mucho menos que no escribo para todos, sino sólo para mis hijos, que son los
que más me interesan, y a quienes tengo obligación de enseñar.

Pero aun cuando todo el mundo lea mi obra, nadie tiene que mosquearse cuando vea pintado
el vicio que comete, ni atribuir entonces a malicia mía lo que en la realidad es perversidad
suya, (…).

En fin, tengo un consuelo, y es que mis escritos precisamente agradarán a mis hijos, para
quienes, en primer lugar, los trabajé, si a los demás no les acomodare, sentiré que la obra no
corresponda a mis deseos, pudiendo decir a cada uno de mis lectores lo que Ovidio a su
amigo Pisón: ―Si mis escritos no merecen tu alabanza, a lo menos yo quise que fueran dignos
de ella. De esta buena intención me lisonjeo, que no de mi obra‖.

Cuando escribo mi vida, es sólo con la sana intención de que mis hijos se instruyan en las
materias que les hablo.

No quisiera que salieran estos cuadernos de sus manos, y así se los encargo; pero como no
sé si me obedecerán, ni se les antojará andar prestándolos a éste y al otro, me veo precisado
(para que no anden royendo mis podridos huesos, ni levantándome falsos testimonios) a
hacer yo mismo, y sin fiarme de nadie, una especie de Prólogo; porque los prólogos son
tapaboca de los necios y maliciosos, y al mismo tiempo son, como dijo no sé quién, unos
remedios anticipados de libros, y en virtud de esto digo: que esta obrita no es para los sabios,
porque éstos no necesitan de mis pobres lecciones; pero sí puede ser útil para algunos
muchachos que carezcan, tal vez, de mejores obras en que aprender. O también para algunos
jóvenes (o no jóvenes) que sean amigos de leer novelitas y comedias; y como pueden
faltarles o no tenerlas a mano algún día, no dejarán de entretenerse y pasar el rato con la
lectura de mi vida descarriada.

En ella presento a mis hijos de los escollos en donde más frecuentemente se estrella la
mocedad cuando no se sabe dirigir o desprecia los avisos de los pilotos experimentados.

Si les manifiesto mis vicios no es por lisonjearme de haberles contraído, sino por enseñarles a
que los huyan pintándoles su deformidad; y del mismo modo, cuando les refiero tal o cual
acción buena que he practicado, no es por granjearme su aplauso sino por enamorarlos de la
virtud.

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El cuento: Desde sus primeras manifestaciones hasta el período pre
independentista.
Ahora bien para ubicarnos en las primeras manifestaciones del mismo en Latinoamérica
debemos entender que en esa época se vivía, un ambiente de ansiedad libertaria, como
mencionamos al inicio de este capítulo, en esa época los escritores, no solo se encargaban de
escribir, también eran hombres de política, ejercían la labor periodística, entre otras cosas.

El periodo de la pre independencia fue pródigo en nombres de relieve intelectual en toda la


América hispana. Los creadores en el siglo XIX, exponentes elocuentes de ese quehacer
generacional de formación y búsqueda de unas raíces y de una identidad que comenzaban a
insinuarse, exhibieron una producción desigual, pero digna de resaltar. Los rasgos imitativos y
poco selectivos de sus manifestaciones (la literatura era una de ellas) se calcaron de las
modas y tendencias eurocéntricas y norteamericanas convertidas en autoridad. En general,
hacían parte de estos grupos de políticos e intelectuales como comentamos antes que, en su
mayoría, tuvieron la oportunidad de viajar a Europa o a Estados Unidos, animados por ideales
separatistas y emancipadores. En el seno de las tertulias compartían las experiencias de sus
viajes, discutían las ideas filosóficas de moda y reflexionaban sobre la lectura de libros
recientemente importados. Así se fueron incubando los sueños de independencia.

No es exagerado decir que para este conjunto de humanistas, la literatura fue una necesidad,
a juzgar por la frecuencia del quehacer y la talla de los hacedores. Las temáticas y principales
motivaciones se vinculaban a la política, a la docencia, y a la divulgación literaria. La creación
de periódicos, boletines literarios, editoriales y universidades constituye también una seria
motivación para la actividad literaria.

Debemos tomar en cuenta lo siguiente:

Los primeros cuentos que se publican en Latinoamérica son simples traducciones

Los primeros cuentos aparecen en la revista Miscelánea que editaba José María Heredia
En Miscelánea aparecen la serie de "Cuentos orientales" y otros más Estos cuentos no
pueden considerarse como los primeros cuentos hispanoamericanos porque no fueron
escritos por Heredia, sino traducidos y compilados por él.

En "El matadero" de Esteban Echeverría, da paso a la crítica política del régimen del dictador
Rosas. El tema de "El matadero" es el conflicto entre unitarios y federales o entre civilización y
barbarie La barbarie en este cuento, se dramatiza al final en la muerte del unitario que
revienta de indignación.

La tendencia a incluir descripciones costumbristas en otros cuentos se pueden ver en José


Victorino Lastarria (1817-1888) primer cuentista de Chile. Publicó "El mendigo", "Rosa",
"Mercedes" y otros más compilados en la revista Antaño y ogaño; novelas y cuentos de la vida

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hispanoamericana (1885). La nota sobresaliente en los cuentos de Lastarria es el elemento
nacional pero no dominó la técnica del cuento.

La literatura hispanoamericana se hace romántica por influjo de Europa. El 9 de diciembre de


1824 se libra la batalla de Ayacucho, que señala el fin de las guerras de independencia y, por
ende, de la dominación española, y del establecimiento de las repúblicas. En verdad, la
cronología del romanticismo prueba que su presencia fue larga y que alcanzó para cubrir dos
o más generaciones; incluso, cuando aparecen tendencias de signo opuesto en el campo de
la prosa, el espíritu romántico se resiste a desaparecer y se metamorfosea bajo distintas
apariencias que le insuflan nueva vida e incluso le permiten alcanzar su verdadera grandeza.
Ejemplos de eso son las tradiciones de Ricardo Palma y la poesía gauchesca, que no son
formas ortodoxas del romanticismo pero sí reflejos o síntesis americanas de su espíritu. El
romanticismo estimuló además la identidad o conciencia colectiva de
cada comunidad hispanoamericana y dio origen al concepto de literatura nacional que, unida
a teorías de raíz positivista, orientaron los estudios literarios hasta entrado el siglo XX. En una
palabra, el romanticismo es el fenómeno capital de la literatura continental en el siglo XIX.

Las ideas centrales de este tiempo en las colonias fueron muy similares a las ideas
prevalentes en Europa. Primero, los cuentos se enfocan en la rebelión contra regulaciones, y
defienden la evolución y la expansión. Segundo, se concentran en la belleza de la naturaleza
indómita y dan prioridad al corazón. Halstead sostiene que los Románticos sentían que, ―El
corazón tiene razón que la lógica no comprende‖. Para ellos el corazón fue la fuente de
información y sabiduría y en vez de centrarse en lo lógico, exaltaban el instinto, de manera
que el análisis racional destruye la experiencia de la sensación. En tercer lugar, el
romanticismo desarrolla un gusto especial por lo exótico, por lo diferente y lejano.
Un cuento que ejemplifica estas ideas perfectamente es el cuento del amor imposible, ―Amor
Secreto‖ por Manuel Payno (México, 1810-1894). Este cuentista mexicano narra una breve
historia entre dos personajes centrales, Alfredo, un hombre pobre, y Carolina, una mujer rica.
Payno no nos cuenta una larga historia recargada de dialogo, sino que este cuento es más
como una narración de lo que ya sucedió al pobre Alfredo para que podamos aprender de
esta situación. Y para demostrar esta lucha romántica, Payno desarrolla un protagonista
romántico que no piensa en lo racional. A todo lo largo del cuento el narrador recuerda el tono
de Alfredo como todo ―sentimental‖. Payno describe con mucho detalle el proceso de su
corazón.
Los protagonistas románticos se caracterizan por querer escapar de algo y abrazar algo
nuevo, diferente. Alfredo es un protagonista verdaderamente romántico en la medida en que
sigue e intenta cumplir con su corazón en vez de lo que sabe que es aceptable socialmente.
No escucha a su mente, a las reglas de la sociedad. Con referencia a Carolina dice que ―La
amé en el mismo momento‖ en que la vio. Su amor no es una cosa racional. Payno muestra la
idea de un amor imposible a la misma vez que un rechazo de la clase alta.
Otro cuento que también tiene que ver con la lucha entre clases diferentes y las reglas de la
sociedad es mi segundo ejemplo, ―Rosa‖ por José Victorino Lastarria (Chile 1817-1888).
Como el otro ejemplo, se caracteriza por el conflicto histórico y personal a la vez. Pero esta
vez no es sólo de una persona sin el reconocimiento de la otra. Este cuento se trata de un

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amor entre un hombre rebelde y la hija de un conservador. Muestra la lucha entre las reglas
de la sociedad, aunque esta vez no se trata de un conflicto de clase sino de su asociación
política. Empieza con la historia del ejército cerca de un triunfo por la independencia de Chile
y desde el principio sabemos que aunque hay una lucha por la independencia, va a venir otra
lucha por este amor imposible.
Este cuento, típicamente romántico, se concentra en mostrar las contradictorias emociones de
los personajes mediante el uso de una adjetivación rica y apropiada. Al comienzo del cuento,
mientras espera la victoria, Lastarria describe la cuidad sumergida en ―un estupor espantoso‖.
Nos ofrece, pues, este cuento otro ejemplo de la atracción romántica por la idea del amor
imposible entre dos personas de experiencias diferentes, como Alfredo y Carolina—una rica y
un pobre—, pero ahora tenemos un héroe de la independencia y la hija de un realista. Estos
enamorados representan dos mundos opuestos.
Empezaremos pues, con ―El Matadero‖ de Esteban Echeverría.
Comenzaremos por ubicar la obra en el contexto histórico:
El Matadero de Esteban Echeverría (1805- 1851). Se trata de un relato bastante corto cuyo
núcleo es el conflicto entre Unitarios y Federalistas, que sacudía la Argentina de entonces. Tal
conflicto puede considerarse como una consecuencia de la Independencia. Durante la época
colonial Argentina sólo había sido para las autoridades un lugar de tránsito entre el Atlántico y
Lima. Nunca España prestó atención a este territorio inmenso. Cuando llegó la Independencia
se apoderaron de los mandos los representantes de la oligarquía terrateniente, que tenía una
formación, una cultura de tipo europeo. Frente a estos pocos: los indios, los gauchos, los
pobres y los intelectuales liberales que se oponían al régimen caudillista que instaló Rosas, un
estanciero. Los intelectuales liberales, Unitarios, se consideraban civilizados y veían en los
gauchos, en el campo, un mundo violento, bárbaro. Esteban Echeverría pertenecía a este
grupo y su relato El Matadero es un panfleto contra el régimen de Rosas, Federalista y
dictatorial que favorece la violencia. Para el escritor, el matadero es una manera de símbolo
de la
Argentina de aquel tiempo. La descripción del matadero hubiera podido ser un cuadro de
costumbres como otros tantos, pero Echeverría no se conformó con esta técnica y quiso
utilizar su pluma para expresar su violento desacuerdo con una situación política y, por
consiguiente, con la manera de pensar del poder. Al mismo tiempo, la situación era así con la
alianza de la Iglesia y del régimen político, que la denunciaba: acusaba Iglesia y Estado: el
caso es reducir al hombre en una máquina cuyo móvil no sea su voluntad sino la de la Iglesia
y del Gobierno.
El autor no vacila en afirmar su pensar no-oficial: han de saber los lectores que en aquel
tiempo la Federación estaba en todas partes, hasta entre las inmundicias del matadero y no
había fiestas sin Restaurador, como no hay sermón sin San Agustín. Está claro que el relato
de Echeverría se situaba claramente al lado de y en oposición con las estructuras sociales
vigentes. Tan anxiógeno era este pensar, que las autoridades censuraron este relato que sólo
se publicó después de muerto su autor y caído el dictador, y que exilé a Echeverría en
Montevideo donde murió sin haber vuelto a Buenos Aires. Clasificar este relato dentro del
Costumbrismo (por ser la misma época que en España) o de realista, no tiene sentido en el
contexto argentino; más bien nos inclinaríamos a calificarlo de anti-caudillista. Para el escritor

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se trataba de exponer irónicamente, y por consiguiente de atacar un pensar, una ideología, y
la información no-oficial que nutre el relato está omnipresente, por detrás de lo que aparece.
Como se ve, este relato es muy diferente del primer ejemplo (Periquillo Sarniento) y revela
otro sistema de pensar. Ya hemos visto una obra resultado de la disconformidad con un
pensar y otra en oposición con un pensar, en dos ámbitos diferentes. La diferencia
fundamental estriba en un hecho histórico. Cuando Lizardi escribió su novela la colonia
imperaba todavía, pero cuando Echeverría publicó su relato ya era Argentina independiente y
se enfrentaba con los problemas de la libertad recién adquirida, pero contrarrestada por los
caudillos. Para el mexicano, se trataba de construir una situación nueva partiendo de lo que
existía reformándolo. Para el argentino se trataba de expresar el conflicto civilización/barbarie,
dos mundos opuestos, sin nada en común (por falta de comunicación, quizás, a causa de la
existencia de dos sistemas de pensar que se formaron paralelamente, ignorándose). El
pensar, y por consiguiente la creación literaria de Echeverría es mucho más radical que en el
caso de Lizardi.

Esteban Echeverría:
Nació en La ciudad de Buenos Aires el 2 de septiembre de 1805. Era hijo de la argentina doña
María Espinosa y del vasco español José Domingo Echeverría. A
temprana edad perdió a su padre y fue iniciado en sus primeras
letras por su madre y comenzó la escuela primaria, pero al perder a
ésta, quien falleció en 1822, hizo que, huérfano, comenzara una
vida adolescente de joven mujeriego y guitarrero, lo que agravó
ciertos problemas cardíacos que lo aquejaban. Esto lo obligó a
cambiar de vida y asentarse. Ingresó en el Departamento de
Estudios Preparatoria de la Universidad y en la Escuela de Dibujo
de la misma, a la vez que comienza a trabajar como dependiente
en la fuerte casa comercial Lezica Hermanos. Resolvió a los 20
años completar su educación en Europa. Esa ausencia de la patria
(1825-1830) le fue provechosa; en París se interesó por las Letras,
se familiarizó con las tendencias literarias ideológicas de la época, y estudió con afán
ejemplar, logrando una sólida cultura. En junio de 1830, regresó a Buenos Aires, e introdujo
en la zona del Río de la Plata el romanticismo literario, participó activamente en las reuniones
de los Salones Literarios y logró una renovación. Publicó sus primeros versos en periódicos
porteños, en 1831, y al año siguiente, en 1832, editó en forma de folleto, "Elvira o la Novia del
Plata" considerada la primera obra romántica en lengua castellana. Posteriormente publicó
"Los Consuelos", (1834) y sus "Rimas" (1837), donde se incluye su obra más importante en
verso: "La Cautiva".
En 1837 participó activamente en el Salón Literario en la librería de don Marco Sastre. Juan
Manuel de Rosas ordenó la clausura del Salón, y Echeverría funda una sociedad secreta, la
Asociación de Mayo, alrededor de 1838. Y publicó las ideas de su generación en el "Credo de
esta Asociación", y que servirán de base para la publicación posterior de "El Dogma
Socialista" en 1846.En este tiempo (1839) Echeverría residía en su estancia "Los Talas",
cerca de Luján. Pero los problemas políticos y las persecuciones a los "unitarios" por parte de
los "federales" en la época de Rosas, hicieron que emigrara a Montevideo a finales de 1840,
adonde vivió dedicado a la literatura hasta su muerte, ocurrida en 1851.Esteban Echeverría

Literatura latinoamericana I Página 97


fue el más importante poeta del primer período romántico en el Río de la Plata, introductor de
este movimiento, fue quien utilizó la temática del indio y del desierto en la manifestación
poética, y es considerado el autor del primer cuento argentino "El matadero", aunque críticos
posteriores señalan que este escrito tiene dos temáticas o nudos paralelos que no condicen
con el decálogo del cuento, por ejemplo, planteado por Horacio Quiroga, de que un cuento
debe tener una única unidad temática.
Para interpretar "El matadero" se debe tener una visión de la situación histórico-socio-política
que se produce en Buenos Aires.

El Matadero (fragmento)

"La perspectiva del matadero a la distancia era grotesca, llena de animación. Cuarenta y
nueve reses estaban tendidas sobre sus cueros y cerca de doscientas personas hollaban
aquel suelo de lodo regado con la sangre de sus arterias. En torno de cada res resaltaba un
grupo de figuras humanas de tez y raza distinta. La figura más prominente de cada grupo era
el carnicero con el cuchillo en mano, brazo y pechos desnudos, cabello largo y revuelto,
camisa y chiripá y rostro embadurnado de sangre. A sus espaldas se rebullían caracoleando y
siguiendo los movimientos, una comparsa de muchachos, de negras y mulatas achuradoras,
cuya fealdad trasuntaba las arpías de la fábula, y entremezclados con ellas algunos enormes
mastines, olfateaban, gruñían o se daban de tarascones por la presa. Cuarenta y tantas
carretas toldadas con negruzco y pelado cuero se escalonaban irregularmente a lo largo de la
playa y algunos jinetes con el poncho calado y el lazo prendido al tiento cruzaban por entre
ellas al tranco o reclinados sobre el pescuezo de los caballos echaban ojo indolente sobre uno
de aquellos animados grupos, al paso que más arriba, en el aire, un enjambre de gaviotas
blanquiazules que habían vuelto de la emigración al olor de carne, revoloteaban cubriendo
con su disonante graznido todos lo ruidos y voces del matadero y proyectando una sombra
clara sobre aquel campo de horrible carnicería. Esto se notaba al principio de la matanza."
(...)
"Hacia otra parte, entretanto, dos africanas llevaban arrastrando las entrañas de un animal;
allá una mulata se alejaba con un ovillo de tripas y resbalando de repente sobre un charco de
sangre, caía a plomo, cubriendo con su cuerpo la codiciada presa. Acullá se veían
acurrucadas en hilera cuatrocientas negras destejiendo sobre las faldas el ovillo y arrancando
uno a uno los cebitos que el avaro cuchillo del carnicero había dejado en la tripa como
rezagados, al paso que otras vaciaban panzas y vejigas y las henchían de aire de sus
pulmones para depositar en ellas, luego de secas, la achura."

Esteban
Echeverría
(Escrito en 1839;
publicado por
primera vez,
postmortem, en
1871)

Literatura latinoamericana I Página 98


Manuel Payno (1810-1894).

Nació en la Ciudad de México. Terminados sus estudios, trabajó


como meritorio en la Aduana. Con el grado de teniente coronel,
pasó al Ministerio de Guerra como jefe de sección. Fue
administrador de rentas del Estanco de Tabacos. En 1842 se le
nombró secretario de la Legación Mexicana en Sudamérica e hizo
su primer viaje a Francia e Inglaterra. Fue enviado por Santa Anna
a Nueva York y Filadelfia para estudiar el sistema penitenciario.

En 1847 combatió a los norteamericanos y estableció el servicio


secreto de correos entre México y Veracruz. Fue ministro de
Hacienda (4 de julio de 1850 al 13 de enero de 1851) en la administración de José Joaquín de
Herrera. Perseguido por Santa Anna se refugia en Estados Unidos. Regresa y ocupa la
Secretaría de Hacienda (14 diciembre-5 mayo de 1856) en el gobierno de Comnfort, y
contribuye al golpe de Estado de 1857, por lo que se le procesa y elimina de la política.

Acusado de conspiración, es hecho prisionero. Restaurada la República, es varias veces


diputado. Es profesor de historia en la Escuela Nacional Preparatoria. En 1882, ya senador, el
presidente Manuel González le envía a París y en 1886 es nombrado cónsul en Santander, y
después cónsul general en España.
A su regreso al país, en 1892, fue senador. Murió en San Ángel, Distrito Federal. Aunque
Payno cultivó la poesía en su juventud y escribió para el teatro, su mayor aportación literaria
está en el campo de la novela. Fue un impulsor del periodismo. Colaboró activamente en El
museo mexicano, donde escribió cuentos y narraciones de viajes reunidos después bajo el
título de Tardes nubladas (1871). También en El Ateneo Mexicano, El Año Nuevo, Don
Simplicio, El Siglo Diez y Nueve, El Boletín de la Sociedad de Geografía y Estadística y en El
Federalista Amor Secreto.

En la Revista Científica y Literaria de México dio a conocer parcialmente su novela El fistol del
diablo (1844-46), publicada posteriormente (México, 1859). Con El fistol del diablo, Payno
señala el principio de la novela romántica de folletín. En 1861 escribe El hombre de la
situación, cuadro de las costumbres virreinales del siglo XVIII y principios del XIX.
Los bandidos de Río Frío, la novela más famosa de Payno, fue escrita en España entre 1888
y 1891 bajo el seudónimo de ―Un ingenio de la corte‖. Producto tardío de las novelas por
entregas, es la pintura de todas las capas sociales de México en la primera mitad del siglo
XIX, importante por la riqueza de conjunto y su profundo mexicanismo.

Literatura latinoamericana I Página 99


―Amor Secreto‖ por Manuel Payno (México, 1810-1894)
Mucho tiempo hacía que Alfredo no me visitaba, hasta que el día menos pensado se presentó
en mi cuarto. Su palidez, su largo cabello que caía en desorden sobre sus carrillos hundidos,
sus ojos lánguidos y tristes y, por último, los marcados síntomas que le advertía de una grave
enfermedad me alarmaron sobremanera, tanto, que no pude evitar el preguntarle la causa del
mal, o mejor dicho, el mal que padecía.
—Es una tontería, un capricho, una quimera lo que me ha puesto en este estado; en una
palabra, es un amor secreto.
— ¿Es posible?
—Es una historia —prosiguió— insignificante para el común de la gente; pero quizá tú la
comprenderás; historia, te repito, de esas que dejan huellas tan profundas en la existencia del
hombre, que ni el tiempo tiene poder para borrar.
El tono sentimental, a la vez que solemne y lúgubre de Alfredo, me conmovió al extremo; así
es que le rogué me contase esa historia de su amor secreto, y él continuó:
— ¿Conociste a Carolina?
— ¡Carolina! … ¿Aquella jovencita de rostro expresivo y tierno, de delgada cintura, pie breve?
—La misma.
—Pues en verdad la conocí y me interesó sobremanera… pero…
—A esa joven —prosiguió Alfredo— la amé con el amor tierno y sublime con que se ama a
una madre, a un ángel; pero parece que la fatalidad se interpuso en mi camino y no permitió
que nunca le revelara esta pasión ardiente, pura y santa, que habría hecho su felicidad y la
mía.
―La primera noche que la vi fue en un baile; ligera, aérea y fantástica como las sílfides, con su
hermoso y blanco rostro lleno de alegría y de entusiasmo. La amé en el mismo momento, y
procuré abrirme paso entre la multitud para llegar cerca de esa mujer celestial, cuya existencia
me pareció desde aquel momento que no pertenecía al mundo, sino a una región superior; me
acerqué temblando, con la respiración trabajosa, la frente bañada de un sudor frío… ¡Ah!, el
amor, el amor verdadero es una enfermedad bien cruel. Decía, pues, que me acerqué y
procuré articular algunas palabras, y yo no sé lo que dije; pero el caso es que ella con una
afabilidad indefinible me invitó que me sentase a su lado; lo hice, y abriendo sus pequeños
labios pronunció algunas palabras indiferentes sobre el calor, el viento, etcétera; pero a mí me
pareció su voz musical, y esas palabras insignificantes sonaron de una manera tan mágica a
mis oídos que aún las escucho en este momento. Si esa mujer en aquel acto me hubiera
dicho: Yo te amo, Alfredo; si hubiera tomado mi mano helada entre sus pequeños dedos de
alabastro y me la hubiera estrechado; si me hubiera sido permitido depositar un beso en su
blanca frente… ¡Oh!, habría llorado de gratitud, me habría vuelto loco, me habría muerto tal
vez de placer.
―A poco momento un elegante invitó a bailar a Carolina. El cruel, arrebató de mi lado a mi
querida, a mi tesoro, a mi ángel. El resto de la noche Carolina bailó, platicó con sus amigas,

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sonrió con los libertinos pisaverdes; y para mí, que la adoraba, no tuvo ya ni una sonrisa, ni
una mirada ni una palabra. Me retiré cabizbajo, celoso, maldiciendo el baile. Cuando llegué a
mi casa me arrojé en mi lecho y me puse a llorar de rabia.
―A la mañana siguiente, lo primero que hice fue indagar dónde vivía Carolina; pero mis
pesquisas por algún tiempo fueron inútiles. Una noche la vi en el teatro, hermosa y
engalanada como siempre, con su sonrisa de ángel en los labios, con sus ojos negros y
brillantes de alegría. Carolina se rió unas veces con las gracias de los actores, y se enterneció
otras con las escenas patéticas; en los entreactos paseaba su vista por todo el patio y palcos,
examinaba las casacas de moda, las relumbrantes cadenas y fistoles de los elegantes,
saludaba graciosamente con su abanico a sus conocidas, sonreía, platicaba… y para mí,
nada… ni una sola vez dirigió la vista por donde estaba mi luneta, a pesar de que mis ojos
ardientes y empapados en lágrimas seguían sus más insignificantes movimientos. También
esa noche fue de insomnio, de delirio; noche de esas en que el lecho quema, en que la fiebre
hace latir fuertemente las arterias, en que una imagen fantástica está fija e inmóvil en la orilla
de nuestro lecho.
―Era menester tomar una resolución. En efecto, supe por fin dónde vivía Carolina, quiénes
componían su familia y el género de vida que tenía. ¿Pero cómo penetrar hasta esas casas
opulentas de los ricos? ¿Cómo insinuarme en el corazón de una joven del alto tono, que
dedicaba la mitad de su tiempo a descansar en las mullidas otomanas de seda, y la otra mitad
en adornarse y concurrir en su espléndida carroza a los paseos y a los teatros? ¡Ah!, si las
mujeres ricas y orgullosas conociesen cuánto vale ese amor ardiente y puro que se enciende
en nuestros corazones; si miraran el interior de nuestra organización, toda ocupada, por
decirlo así, en amar; si reflexionaran que para nosotros, pobres hombres a quienes la fortuna
no prodigó riquezas, pero que la naturaleza nos dio un corazón franco y leal, las mujeres son
un tesoro inestimable y las guardamos con el delicado esmero que ellas conservan en un
vaso de nácar las azucenas blancas y aromáticas, sin duda nos amarían mucho; pero… las
mujeres no son capaces de amar el alma jamás. Su carácter frívolo las inclina a prenderse
más de un chaleco que de un honrado corazón; de una cadena de oro o de una corbata, que
de un cerebro bien organizado.
―He aquí mi tormento. Seguir lánguido, triste y cabizbajo, devorado con mi pasión oculta, a
una mujer que corría loca y descuidada entre el mágico y continuado festín, de que goza la
clase opulenta de México. Carolina iba a los teatros, allí la seguía yo; Carolina en su brillante
carrera daba vueltas por las frondosas calles de árboles de la Alameda, también me hallaba
yo sentado en el rincón oscuro de una banca. En todas partes estaba ella rebosando alegría y
dicha, y yo, mustio, con el alma llena de acíbar y el corazón destilando sangre.
―Me resolví a escribirle. Di al lacayo una carta, y en la noche me fui al teatro lleno de
esperanzas. Esa noche acaso me miraría Carolina, acaso fijaría su atención en mi rostro
pálido y me tendría lástima… era mucho esto: tras de la lástima vendría el amor y entonces
sería yo el más feliz de los hombres. ¡Vana esperanza! En toda la noche no logré que
Carolina fijase su atención en mi persona. Al cabo de ocho días me desengañé que el lacayo

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no le había entregado mi carta. Redoblé mis instancias y conseguí por fin que una amiga suya
pusiese en sus manos un billete, escrito con todo el sentimentalismo y el candor de un
hombre que ama de veras; pero, ¡Dios mío!, Carolina recibía diariamente tantos billetes
iguales; escuchaba tantas declaraciones de amor; la prodigaban desde sus padres hasta los
criados tantas lisonjas, que no se dignó abrir mi carta y la devolvió sin preguntar aun por
curiosidad quién se la escribía.
―¿Has experimentado alguna vez el tormento atroz que se siente, cuando nos desprecia una
mujer a quien amamos con toda la fuerza de nuestra alma? ¿Comprendes el martirio horrible
de correr día y noche loco, delirante de amor tras de una mujer que ríe, que no siente, que no
ama, que ni aun conoce al que la adora?
―Cinco meses duraron estas penas, y yo constante, resignado, no cesaba de seguir sus pasos
y observar sus acciones. El contraste era siempre el mismo: ella loca, llena de contento, reía y
miraba al drama que se llama mundo a través de un prisma de ilusiones; y yo triste,
desesperado con un amor secreto que nadie podía comprender, miraba a toda la gente tras la
media luz de un velo infernal.
―Pasaban ante mi vista mil mujeres; las unas de rostro pálido e interesante, las otras llenas de
robustez y brotándoles el nácar por sus redondas mejillas. Veía unas de cuerpo flexible,
cintura breve y pie pequeño; otras robustas de formas atléticas; aquellas de semblante tétrico
y romántico; las otras con una cara de risa y alegría clásica; y ninguna, ninguna de estas
flores que se deslizaban ante mis ojos, cuyo aroma percibía, cuya belleza palpaba, hacía latir
mi corazón, ni brotar en mi mente una sola idea de felicidad. Todas me eran absolutamente
indiferentes; sólo amaba a Carolina, y Carolina… ¡Ah!, el corazón de las mujeres se
enternece, como dice Anthony, cuando ven un mendigo o un herido; pero son insensibles
cuando un hombre les dice: ‗Te amo, te adoro, y tu amor es tan necesario a mi existencia
como el sol a las flores, como el viento a las aves, como el agua a los peces.‘ ¡Qué locura!
Carolina ignoraba mi amor, como te he repetido, y esto era peor para mí que si me hubiese
aborrecido.
―La última noche que la vi fue en un baile de máscaras. Su disfraz consistía en un dominó de
raso negro; pero el instinto del amor me hizo adivinar que era ella. La seguí en el salón del
teatro, en los palcos, en la cantina, en todas partes donde la diversión la conducía. El ángel
puro de mi amor, la casta virgen con quien había soñado una existencia entera de ventura
doméstica, verla entre el bullicio de un carnaval, sedienta de baile, llena de entusiasmo,
embriagada con las lisonjas y los amores que le decían. ¡Oh!, si yo tuviera derechos sobre su
corazón, la hubiera llamado, y con una voz dulce y persuasiva le hubiera dicho: ‗Carolina mía,
corres por una senda de perdición; los hombres sensatos nunca escogen para esposas a las
mujeres que se encuentran en medio de las escenas de prostitución y voluptuosidad; sepárate
por piedad de esta reunión cuyo aliento empaña tu hermosura, cuyos placeres marchitan la
blanca flor de tu inocencia; ámame sólo a mí, Carolina, y encontrarás un corazón sincero,
donde vacíes cuantos sentimientos tengas en el tuyo: ámame, porque yo no te perderé ni te
dejaré morir entre el llanto y los tormentos de una pasión desgraciada.‘ Mil cosas más le

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hubiera dicho; pero Carolina no quiso escucharme; huía de mí y risueña daba el brazo a los
que le prodigaban esas palabras vanas y engañadoras que la sociedad llama galantería.
¡Pobre Carolina! La amaba tanto, que hubiera querido tener el poder de un dios para
arrebatarla del peligroso camino en que se hallaba.
―Observé que un petimetre de estos almibarados, insustanciales, destituidos de moral y de
talento, que por una de tantas anomalías aprecia y puede decirse venera la sociedad,
platicaba con gran interés con Carolina. En la primera oportunidad lo saqué fuera de la sala, lo
insulté, lo desafié, y me hubiera batido a muerte; pero él, riendo me dijo: ‗¿Qué derechos tiene
usted sobre esta mujer?‘ Reflexioné un momento, y con voz ahogada por el dolor, le respondí:
‗Ningunos.‘ ‗Pues bien —prosiguió riéndose mi antagonista—, yo sí los tengo y los va usted a
ver.‘ El infame sacó de su bolsa una liga, un rizo de pelo, un retrato, unas cartas en que
Carolina le llamaba su tesoro, su único dueño. ‗Ya ve usted, pobre hombre —me dijo
alejándose—, Carolina me ama, y con todo la voy a dejar esta noche misma, porque
colecciones amorosas iguales a las que ha visto usted y que tengo en mi cómoda, reclaman
mi atención; son mujeres inocentes y sencillas, y Carolina ha mudado ya ocho amantes.‘
―Sentí al escuchar estas palabras que el alma abandonaba mi cuerpo, que mi corazón se
estrechaba, que el llanto me oprimía la garganta. Caí en una silla desmayado, y a poco no vi a
mi lado más que un amigo que procuraba humedecer mis labios con un poco de vino.
―A los tres días supe que Carolina estaba atacada de una violenta fiebre y que los médicos
desesperaban de su vida. Entonces no hubo consideraciones que me detuvieran; me introduje
en su casa decidido a declararle mi amor, a hacerle saber que si había pasado su existencia
juvenil entre frívolos y pasajeros placeres, que si su corazón moría con el desconsuelo y vacío
horrible de no haber hallado un hombre que la amase de veras, yo estaba allí para asegurarle
que lloraría sobre su tumba, que el santo amor que le había tenido lo conservaría vivo en mi
corazón. ¡Oh!, estas promesas habrían tranquilizado a la pobre niña, que moría en la aurora
de su vida, y habría pensado en Dios y muerto con la paz de una santa.
―Pero era un delirio hablar de amor a una mujer en los últimos instantes de su vida, cuando los
sacerdotes rezaban los salmos en su cabecera; cuando la familia, llorosa, alumbraba con
velas de cera benditas, las facciones marchitas y pálidas de Carolina. ¡Oh!, yo estaba loco;
agonizaba también, tenía fiebre en el alma. ¡Imbéciles y locos que somos los hombres!‖
—Y ¿qué sucedió al fin?
—Al fin murió Carolina —me contestó—, y yo constante la seguí a la tumba, como la había
seguido a los teatros y a las máscaras. Al cubrir la fría tierra los últimos restos de una criatura
poco antes tan hermosa, tan alegre y tan contenta, desaparecieron también mis más risueñas
esperanzas, las solas ilusiones de mi vida.
Alfredo salió de mi cuarto, sin despedida.

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José Victorino Lastarria Santander. (1816 – 1888)
Nació en Rancagua, en marzo de 1816, según propia
declaración, o el 23 de marzo de 1817 según sus familiares.

Es uno de los intelectuales más brillantes del siglo XIX en Chile.


Su padre fue Francisco de Asís Lastarria. El joven José
Victorino estudió en el colegio que mantuvo por algún tiempo el
liberal español José Joaquín de Mora y en el Instituto Nacional,
llegando a ser profesor de éste, en ramos de derecho. En 1839
recibió su título de abogado y ese mismo año fue nombrado
profesor en el Instituto Nacional. Fue discípulo de Andrés Bello
y mantuvo con él una interesante polémica sobre el carácter de
los estudios históricos. Fue diputado, senador, ministro de
Estado y de la Corte Suprema, consejero de Estado, diplomático, profesor y decano de la
Facultad de Filosofía de la Universidad de Chile y director de la Academia Chilena. Fundó y
colaboró con diferentes periódicos, entre ellos fundó en 1842 ―El semanario de Santiago‖, y
realizó un gran aporte al desarrollo de la cultura y del sistema democrático. Liberal incansable,
sufrió criticas y persecuciones. Fue precursor de la literatura política y el primero en hacer
ciencia política en Chile.
Expositor en la primera sesión solemne de inauguración de la Universidad de Chile, en 1844,
su discurso tuvo amplia difusión y sus ideas fueron muy bien recibidas por la juventud. Se dice
que, por ello, Lastarria es el padre intelectual del Partido Liberal.
Su originalidad y espíritu renovador chocaron con las tendencias más conservadoras de la
sociedad chilena, pero logró formar escuela y tuvo muchos seguidores.
Fue diputado suplente por Elqui y por Parral. En 1849 fue elegido diputado por Rancagua,
pero fue desaforado en junio de 1851. Participó en los motines de Aconcagua, el 5 de
noviembre de 1850 y el 20 de abril de 1851. En ambas ocasiones fue desterrado a Lima.
Más tarde fue diputado por Quillota y también por Valparaíso, en periodos distintos. Senador
por Valparaíso y más adelante ministro de Hacienda de José Joaquín Pérez y ministro del
Interior de Aníbal Pinto. Lastarria escribió literatura, política, geografía, historia y derecho.
Buen exponente del cuento y la novela corta, éstos adquirieron alto nivel literario en el país.
En sus obras intercalaba hechos históricos con personajes de ficción. Entre algunas de sus
obras están: ―El mendigo‖ (1843), ―Investigaciones sobre la influencia social de la conquista en
Chile‖ (1844), ―Rosa‖ (1848), ―Historia constitucional de medio siglo‖ (1853), ―Lecciones de
política positiva‖ (1874), ―Recuerdos literarios‖ (1878), ―Antaño y ogaño‖ (1885). Entre 1906 y
1914 se publicaron veintitrés tomos de sus ―Obras Completas‖. Junto a su pensamiento
liberal, tuvo una actitud americanista y pacifista, que le valió duras críticas.
Al respecto, en enero de 1865, como diplomático en una misión a La Plata, Argentina,
―lamentablemente se extralimitó –dice una fuente– en las instrucciones que había recibido de
la Chancillería y entregó al gobierno argentino una proposición que importaba la renuncia a
las nueve décimas partes de la Patagonia, a la mitad del estrecho de Magallanes y de Tierra
del Fuego‖. Falleció en Santiago, el 14 de junio de 1888.

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Rosa de José Victorino Lastarria deforme edificio se descubría, envuelto en
un ancho manto, un hombre que, a veces
I apoyado en la muralla i otras moviéndose
El 11 de febrero de 1817 la población de lentamente, semejaba estar en acecho.
Santiago estaba dominada de un estupor De repente hiere el aire el melodioso
espantoso. La angustia i la esperanza, que preludio de una guitarra, pulsada como con
por tantos días había ajitado los corazones, miedo, i luego una voz varonil, dulce i
convertíanse entonces en una especie de apagada deja entender estos acentos:
mortal abatimiento que se retrataba en
todos los semblantes. El ejército ¿Qué es de tu fe, qué se ha hecho
independiente acababa de descolgarse de El amor que me juraste,
los nevados Andes i amenazaba de muerte Rosa bella,
al ominoso poder español: de su triunfo Acaso alienta tu pecho
pendía la libertad, la ventura de muchos, i Otro amor i ya olvidaste
la ruina de los que, por tanto tiempo, se Mi querella?
habían señoreado en el país; pero ni unos
ni otros se atrevían a descubrir sus ¿No recuerdas, linda Rosa,
temores, porque solo el indicarlos podría Que al separarte jurabas,
haberles sido funesto. Sollozando,
La noche era triste: un calor sofocante Amarme siempre, i donosa
oprimía la atmósfera, el cielo estaba Con un abrazo sellabas
cubierto de negros i espesos nubarrones Tu adiós blando?
que a trechos dejaban entrever tal cual
estrella empañada por los vapores que Como entonces te amo ahora,
vagaban por el aire. Un profundo silencio Porque en mi pasada ausencia,
que ponía espanto en el corazón i que de A mi lado,
vez en cuando era interrumpido por lejanos Te soñaba encantador,
i tétricos ladridos, anunciaba que era Compartiendo la inclemencia
jeneral la consternación. La noche, en fin, De mi hado.
era una de aquellas en que el alma se
oprime sin saber por qué, le falta un Torna, pues, a tus amores,
porvenir, una esperanza; todas las ilusiones No deseches mi quebranto.
ceden: no hai amigos, no hai amores, ¡Que muriera,
porque el escepticismo viene a secarlo todo Si ultrajaras mis dolores,
con su duda cruel; no hai recuerdos, no hai Si desdeñaras mi llanto!
imájenes, porque el alma entera está ¡Hechicera...!
absorta en el presente, en esa realidad
pesada, desconsolante con que sañuda la Pone fin a las endechas un lijero ruido en
naturaleza nos impone silencio i nos los balconea i un suave murmullo que, al
entristece. Temblamos sin saber lo que parecer, decía:
hacemos, el zumbido de un insecto, el — ¡Carlos, Carlos! ¿Eres tú?
vuelo de una ave nocturna nos hiela de —Si, Rosa mía, yo que vuelvo a verte, a
pavor i parecen presajiarnos un no sé qué unirme a tí para siempre.
de siniestro, de horrible... — ¡Para siempre! ¿No es una ilusión?
Eran las diez, las calles estaban desiertas i —No: hoi que vuelvo trayendo la libertad
oscuras; solo al pié de los balcones de un para mi patria i un corazón para tí, alma

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mía, tu padre se apiadará de nosotros: yo esta mañana a las siete la cuesta de
le serviré de apoyo para ante el gobierno Chacabuco: nuestro ejército los espera de
independiente, i él me considerará como un este lado, i en este momento se está
marido digno de su hija... decidiendo la suerte del reino, señor
— ¡Ah, no te engañes, Carlos, que tu marques. Entre tanto, ¿V. S. no ha leído la
engaño es cruel! Mi padre es pertinaz; te Gaceta del Rei?
aborrece porque defiendes la —No, léala usted i veamos.
independencia, tus triunfos le desesperan —Trae la misma noticia que acabo de dar a
de rabia... V. S. i este párrafo importante.
—Yo le venceré, si tú me amas; prométeme El Asesor lee:
fidelidad, i podré reducirle... ―Anoche ha sido aprehendido, en una casa
— ¡Espera un instante, que en ese sitio respetable de esta ciudad, el coronel
estás en peligro! insurjente Cárlos del Rio. Se sabe de
El diálogo cesó. Después de un tardío positivo que este facineroso ha sido el
silencio, se ve entrar al caballero del manto vencedor de nuestras avanzadas en la
por una puerta escusada del edificio, la cual cordillera; i que juzgando el insolente San
tras él volvió a cerrarse. Martin que podía sacar gran ventaja de la
Pero la calle no queda sin movimiento; a audacia i sagacidad de este oficial le ha
poco rato se vislumbra un embozado que mandado a Santiago con el objeto de
sale con tiento de la casa, desaparece ponerse de concierto con los traidores que
veloz, i luego vuelve con fuerza armada, i se ocultan en esta ciudad. Pero la
ocupa las avenidas del edificio: voces providencia divina, que proteje la causa del
confusas de alarma, de súplica, ruido de Rei, nuestro señor, puso en manos del
armas, varios pistoletazos en lo interior, gobierno el hilo de esta trama infernal, i uno
turban por algunos momentos el silencio de de los mejores servidores de S. M. entregó
la ciudad. anoche al insurjente, el cual se había
Una brisa fresca del sur había despejado la atrevido a violar el asilo de aquel señor con
atmósfera, las estrellas brillaban en todo su un objeto bien sacrílego. S. M. premiará a
esplendor i la luna aparecía coronando las su debido tiempo tan importante servicio, i
empinadas cumbres de los Andes; su luz el traidor espiará hoi mismo su crimen en
amortiguada i rojiza, contrastaba con la un patíbulo, a donde le seguirán sus
oscura sombra de las montañas i les daba cómplices...‖
apariencias jigantescas i siniestras. Aquí llegaba la lectura del Asesor, cuando
El chirrido de los cerrojos de la cárcel i de Rosa, que estaba al lado de su padre el
sus ferradas puertas resonó en la plaza: un marqués, cae desmayada, lanzando un
preso es introducido a sus calabozos... grito de dolor. Todos se alarman, la
marquesa da voces, el Asesor se turba,
II unos corren, otros llegan; solo el marqués
permanecía impasible, i diciendo al Asesor:
A la una del día doce, estaba sentado a la —No se fije usted en esta loca, yo he sido
mesa con toda su familia el marqués de quien ha prestado al Rei ese servicio, yo
Avilés. Uno de los empleados del gobierno hice aprehender aquí, en mi casa, a ese
real acaba de llegar. insurjente que me traia inquieta a Rosa de
— ¿Qué nos dice de nuevo el señor mucho tiempo atrás; qué quiere usted ¡casi
asesor? —pregunta el marqués. se criaron juntos! La frecuencia del trato,
—Nada de bueno: los insurjentes trepaban ¿eh?... El muchacho se inquietó, con los

Literatura latinoamericana I Página 106


insurjentes, yo le arrojé de mi presencia i inquietan, corren, huyen; el tropel de los
hoi ha vuelto a hacer de las suyas! caballos i la algazara de los soldados de la
Después de algunos momentos, merced a guarnición lo ponen todo en alarma. La
los ausilios de la marquesa, Rosa vuelve en jente se apiña en el palacio, el Presidente
sí: sus hermosos ojos humedecidos, su va a salir, no se sabe a dónde: allí están el
color enrojecido, sus labios trémulos, su marqués, la marquesa, el asesor i otros
cabellera desarreglada, sus vestidos muchos de los principales.
alterados, todo retrata el dolor acerbo que Rosa aprovecha la turbación jeneral, sale
desgarra su corazón: es un ánjel que pide de su casa disfrazada con un gran pañolón:
compasión i que solo obtiene por respuesta oye vivas a la patria, sabe luego que los
una sonrisa fría, satánica!... independientes han triunfado en
—¡Padre mio, dice arrodillada a los pies del Chacabuco, i corre a la cárcel a salvar a su
marqués, yo juro no unirme jamás a Carlos, querido: llega, ve todas las puertas
pero que él viva!... abiertas, no halla guardias, todo está en
¡Un sollozo ahoga su voz! silencio, los calabozos desiertos; corre
—Que él muera, replica el anciano despavorida, llama a Carlos, solo le
fríamente, porque es traidor a su Rei. responde el eco de las ennegrecidas
— ¿No os he dado gusto, padre mío? ¿No bóvedas. Penetra al fin en un patio: allí está
me he sacrificado hasta ahora por Carlos, el pecho cruelmente desgarrado, la
respetaros? Me sacrificaré más todavía, si cabeza inclinada i atado por los brazos a un
es posible, pero que él viva! poste del corredor... ¡Una hora antes lo
— ¡Vivirá i será tu esposo, si reniega de habían asesinado los cobardes satélites del
esa causa maldita de Dios que ha Rei!
abrazado, si vuelve a las filas de su Rei... Rosa toma entre sus manos aquella cabeza
El anciano se conmovió al decir estas que conservaba todavía la bella expresión
palabras. del alma noble, intelijente, del bizarro
Rosa se levanta con una gravedad coronel; quiere animarla con su aliento... se
majestuosa, i como dudando de lo que oye, hiela de horror... vacila i cae de rodillas...
fija en su padre una mirada profunda de Una mano de fierro la levanta, era la del
dolor i de despecho, i concluye exclamando marqués que con voz trémula i los ojos
con acento firme: llorosos le dice: — ¡Respeta la voluntad de
— ¡No, señor! Quiero más bien morir de Dios!
dolor, i que Carlos muera también con
honra por su patria, por su causa: yo no le III
amaría deshonrado...
Desapareció. Un movimiento de espanto, Era el 12 de febrero de 1818: el ruido de las
como el que produce el rayo, ajitó a todos campanas, las salvas de artillería, las
los circunstantes. músicas del ejército, los vivas del pueblo
que llena las calles i plazas, todo anuncia
Las tinieblas de la noche iban venciendo ya que se está jurando la independencia de
el crepúsculo, que hacía verlo todo incierto i Chile!
vago. ¡La patria es libre, gloria a los héroes que
Había gran movimiento en el pueblo, el en cien batallas tremolaron victoriosos el
susto i el contento aparecían tricolor! ¡Prez i honra eterna a los que
alternativamente en los semblantes, nadie derramaron su sangre por la libertad i
sabe lo que hai, todos preguntan, se ventura de Chile!...

Literatura latinoamericana I Página 107


En el templo de las Capuchinas pasaba en romanticismo notándose un ritmo rápido y
ese instante otra escena bien diversa: las un interés por el pasado. Basándose en
puertas estaban abiertas, los altares Chile por medio de sus descripciones
iluminados, algunos sacerdotes celebrando; antiguas, ―la noche era triste, un calor
una que otra mujer piadosa oraba. Las sofocante oprimía la atmósfera, el cielo
monjas entonaban el oficio de difuntos, su cubierto de negros i espesos nubarrones‖
lúgubre campana hería el aire con sones
plañideros. En el centro del coro se Así mismo es el único que utiliza un poco
divisaba, al través de los enrejados, un de poesía para darle más vida a sus
ataúd... descripciones y narración. ―¿No recuerdas,
Ese ataúd contenía el cadáver de la hija del linda Rosa, Que al separarte jurabas,
marqués de Avilés, estaba bella i pura sollozando....‖
como siempre, i su frente orlada con una
guirnalda de rosas. Al terminar de leerla nos demuestra la
Esta última es una obra que en primera mayor característica del Romanticismo que
instancia mezcla el romanticismo con es la Libertad expresada por el marqués, la
algunos defectos, y así mismo un carácter cual lucha con el amor poniendo como
que no pareciera real sino muy planeado. obstáculo la cárcel, y terminando con la
tristeza de una muerte realista. ―Rosa toma
Algo muy raro también es que muestra entre sus manos aquella cabeza que
muchas faltas de ortografía, ―No léala usted conservaba todavía la bella expresión del
i veamos....‖ pero no deja de presentar un alma noble, intelijente....‖.
drama español pero muy influenciado en el

Literatura latinoamericana I Página 108


Actividad de comprensión lectora:
Lea atentamente el fragmento del “Periquillo Sarniento” y conteste lo siguiente:
1.- Para el autor del texto Prólogo es:
a) Una herramienta útil en las obras escritas.
b) Una forma de aprendizaje.
c) Un tapaboca de los libros.
d) Unos remedios anticipados de los libros.
e) El prólogo de los necios.

2.- De acuerdo con el prólogo la obra trata de:


a) Una reflexión de vida.
b) Un manifiesto para sus hijos.
c) La educación moral.
d) La enseñanza de la virtud.
e) La manifestación de los vicios y el amor por la virtud.

3.- El diminutivo de Periquillo se deriva de un:


a) Hipocorístico b) Seudónimo c) Mote d) Sinónimo e) Defecto

4.- La frase: ―Si mis escritos no merecen tu alabanza, a lo menos yo quise que fueran dignos
de ella. De esta buena intención me lisonjeo, que no de mi obra‖. Se refiere a:
a) Un reconocimiento por el valor de lo escrito

b) Un reclamo del autor por las críticas.


c) Un deseo de ser homenajeado.
d) Un lisonjeo por el autor.
e) Una alabanza en el autor.

5.- La frase: ―Nadie tiene que mosquearse cuando vea pintado el vicio que comete‖. Se refiere
a:
a) Que a veces nos sentimos culpables.
b) No debemos perder la calma o si sentimos criticados.
c) Que nadie debe sentirse una mosca en la sopa.
d) Que algunas personas se sienten mal por ser criticadas.
e) Que las personas son viciosas en general.

6.- En la frase: ―En ella presento a mis hijos muchos de los escollos en donde más
frecuentemente se estrella la mocedad cuando no se sabe dirigir o despreciar los avisos de
los pilotos experimentados‖. Los antónimos de las palabras en negritas son:
a) Obstáculos-juventud
b) Pericias-madurez
c) Huecos-destreza
d) Problemas-senectud
e) Tropiezos-pubertad

Literatura latinoamericana I Página 109


Conteste:
¿Qué significa literatura precolombina?

Explique que es una ―Crónica de Indias‖ y donde cree Ud. Que deben ser clasificadas.
(Historia, literatura)¿Por qué?

¿Quiénes son los cronistas más representativos en Latinoamérica?

¿Quién era Álvar Núñez Cabeza de Vaca?

¿Cuál era el pensamiento en la Latinoamérica del siglo XIX?

¿Quién era José Joaquín Fernández de Lizardi?

¿Cuál fue su obra más representativa?

¿Qué papel jugo Lizardi en la revolución mexicana?

Explique ¿Por qué la obra de Lizardi fue censurada?

A ¿Quiénes está dedicada ―Periquillo Sarniento‖?

¿En qué revista aparecieron los primeros cuentos de Latinoamérica?

¿Quién era el editor de esta revista?

¿Qué caracterizaba a los cuentos de esa época?

¿Quién fue el primer cuentista en chile?

¿Quién es Manuel Payno?

¿Qué caracteriza a los escritores románticos de Latinoamérica?

¿Cuáles son las diferencias entre ―El Matadero‖ de Esteban Echeverría y ―El Periquillo de
Sarniento‖ de José Joaquín Fernández de Lizardi?

Literatura latinoamericana I Página 110


Actividades didácticas:
1. Estructure una línea del tiempo desde los orígenes de la prosa en Latinoamérica hasta las
manifestaciones literarias pre independentistas. (Esta debe poseer datos generales históricos,
y datos específicos de la literatura en Latinoamérica).

2. Identifique los vínculos ideológicos, sociales, religiosos, económicos y culturales que


relacionan a las culturas europeas con la literatura latinoamericana.

3. Señale cuál es el papel del indígena en la historia de la literatura latinoamericana.

4. A partir de los textos leídos hasta el momento, y el contexto histórico de la literatura


latinoamericana, realice un escrito en el que exprese su punto de vista, con respecto al papel
desempeñado por los indígenas en la literatura latinoamericana.

5. Elabore un mapa conceptual con el temario de la unidad 2.

6. Lea ―Amor secreto‖ de Manuel Payno, y descubra el contexto en que fue escrita la obra, el
tema y la intención de la misma.

7. Lea ―Rosa‖ de José Victorino Lastarria, e investigue el porqué de las faltas ortográficas en
la misma.

Observe atentamente la siguiente imagen, inspirada en ―El matadero‖ de Esteban Echeverría


y responda:

¿Qué sentimientos despierta en ti, la


observación de esta imagen?

¿Qué sensaciones te provoca?

¿Qué relación encuentra entre esta imagen,


y el cuento leído?

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Extensión:
Con la lectura de las dos primeras unidades y conteste lo siguiente:

¿Cuál de las opciones describe más acertadamente las actividades religiosas en la vida de los
indígenas en el siglo XVI?

a) Los religiosos ejercían un gran control en todos los niveles de la organización social de los
pueblos indígenas.
b) La influencia de los religiosos era notable sólo en el ámbito político.
c) Los frailes se mantuvieron al margen en los pleitos de sucesiones, herencias y tutorías de
huérfanos entre los indígenas.
d) La relación de los frailes con los indios se circunscribió solamente a su labor
evangelizadora.

¿En cuál de las opciones se describe más acertadamente de la actitud de los religiosos en el
trato de los indígenas en el siglo XVI?

a) Los frailes crearon en cada pueblo una caja de comunidad de la que se pagaban los gastos
generales de la orden.
b) Los frailes crearon junto a los conventos escuelas en donde todos los niños y adultos
recibían instrucción a la usanza española.
c) Algunos religiosos en sus actividades desarrollaron un profundo paternalismo hacia los
indios.
d) Los religiosos en su enseñanza a los indígenas evitaron que conociera nuevas técnicas
agrícolas y el cultivo de otras materias.

Literatura latinoamericana I Página 112


Referencias
José Joaquín Fernández de Lizardi, Obras XI. Folletos (1821-1822), edición, notas y presentación de Irma Isabel
Fernández Arias (México: UNAM, 1991), p. 348.
José Joaquín Fernández de Lizardi, Obras XIII, recopilación, edición y notas de María Rosa Palazón Mayoral e
Irma Isabel Fernández Arias, prólogo de la primera (México: UNAM, 1995)
Arias Coello, Alicia, et al. «El Álbum mexicano: índices», Anales de literatura hispanoamericana, núm. 26, II,
Madrid, Publicaciones de la UCM, 1997.
Leal, Luis. Bibliografía del cuento mexicano. México. De Andrea. 1958.— El cuento hispanoamericano. Buenos
Aires. Centro Editor de América Latina.1967.
Martínez, José Luis. La emancipación literaria de Hispanoamérica. México. J. Mortiz.1972.
Perales Ojeda, Alicia. Asociaciones literarias mexicanas. México. Imprenta Universitaria.1957.
Pupo-Walker, Enrique. «The brief narrative: 1835-1915», The Cambridge History of Latin America Literature,
vol.I, Cambridge, Cambridge University Press, 1996.
Schneider, Luis Mario. Ruptura y continuidad: la literatura mexicana en polémica. México. F.C.E. 1975.
RAFFI-BÉROIJD, CATHERINE, Rijksuniversiteit, Groningen Holanda
DESSAU, ADALBERTO. Universidad de Rostock, República Democrática Alemana

Literatura latinoamericana I Página 113


Unidad 3: La poesía latinoamericana:
Muestras poéticas prehispánicas: Lírica náhuatl, Maya e Inca.
Primeras manifestaciones líricas en lengua castellana y
portuguesa.

Literatura latinoamericana I Página 114


La poesía latinoamericana
La poesía tiene una historia milenaria. Los primeros
testimonios de lenguaje escrito en forma de poesía se
remontan a 25 siglos antes de Cristo, en jeroglíficos
egipcios. En Latinoamérica, la poesía comenzó a
desarrollarse en las culturas precolombinas y, tras la
llegada de los conquistadores europeos, fue adquiriendo
nuevas características.

A lo largo de la historia, fueron muchos los poetas


latinoamericanos que se han destacado por su talento. Por
supuesto, aún hoy existen numerosos referentes de las
letras que cultivan este género y seguramente mañana nacerán nuevos autores. Es que, más
allá de los cambios sociales, la poesía mantiene intacta su capacidad transmitir sensaciones
al lector.

Muestras poéticas prehispánicas


La extensa y profunda tradición poética que España ha dejado en Hispanoamérica quizá sea
uno de los motivos que lleva -a no pocas personas- a pensar que en nuestro continente la
práctica de la poesía comienza a desarrollarse con posterioridad a la invasión española tras la
llegada de Colón a América. Pero la realidad es distinta, aunque lamentablemente poco
conocida, incluso por el público lector habitual.

Habría que comenzar diciendo que el poblamiento de América se inicia 35.000 años antes de
nuestra era, aproximadamente, causado por hordas que cruzaron el estrecho de Bering. En
Centroamérica las primeras civilizaciones datan de cerca del 1.500 a.C. y los pueblos más
representativos de éstas fueron los que conformaron los imperios Maya y Azteca.
Civilizaciones de gran complejidad social y sentido religioso que practicaron una escritura
jeroglífica. En cuanto a su alimentación, el cultivo del maíz fue de vital importancia. Más al sur,
en la zona andina, destacó el imperio Inca cuyo régimen político era una especie de
comunismo de Estado. Estos llegaron a extender sus dominios hasta el río Maule donde
fueron detenidos por los Mapuche, pueblo que resistió la presencia de los españoles durante
tres siglos. La historia de esta epopeya quedó testimoniada en el poema épico de Don Alonso
de Ercilla y Zúñiga: "La Araucana".

En cuanto a la cultura, los pueblos precolombinos llegaron a alcanzar un gran desarrollo en


áreas como la arquitectura, aritmética y astronomía. Esto principalmente en los imperios
Maya, Azteca e Inca, pues a pesar de ser muchos los pueblos que poblaron la América
Prehispánica, fueron éstos los que lograron hegemonizar a sus vecinos y someterlos, llegando
a conformar grandes civilizaciones. Aunque no se puede desconocer el profundo aporte de los

Literatura latinoamericana I Página 115


Olmecas (quienes fueron los primeros en crear una escritura jeroglífica en América),
Zapotecas, Teotihuacanes, Toltecas, etc. En la América del sur los Chibchas y Quembayas
dieron gestación a las culturas de la región de Colombia y los Quichuas formaron el imperio
del Tahuantimsuyo (incaico) desde Quito -en el actual Ecuador- hasta el río Maule en lo que
hoy se denomina Chile. Respecto a Norteamérica, es donde se han encontrado los vestigios
más antiguos de cultura precolombina, especialmente en Arizona, Nuevo México y Nevada,
pero que no alcanzaron el grado de civilización de sus vecinos de más al sur. De la poesía
oral india de Norteamérica se ha podido tener conocimiento de, por ejemplo, la de los pueblos
sioux, pawnee, y pápago, entre otros. Dice un poema de estos últimos: "¿Cómo empezaré mis
cantos/ en la noche azul que está llegando?/ En la gran noche mi corazón saldrá afuera, / las
sombras vienen hacia mí sonando. / En la gran noche mi corazón saldrá afuera".

En cuanto a los textos precolombinos de los pueblos más desarrollados socialmente, no es


mucho tampoco lo que ha quedado, aunque sí lo suficiente para hacerse una idea del
concepto poético de estos pueblos. Esta poesía posee, principalmente, un fuerte sentido
religioso de comunicación colectiva entre los hombres y sus divinidades, también
encontramos, además de los textos sagrados, una cantidad de poemas educativos, líricos,
épicos y eróticos, muchos de los cuales fueron transmitidos en forma oral y luego llevados a la
simbología escrita. Los habitantes precolombinos dieron una importancia superlativa al
cosmos, sacralizándolo incluso en sus manifestaciones orgiásticas y festivas, que no eran
menores dentro de su cultura. La conservación de los textos se debe principalmente a los
códices o libros en lengua autóctona escritos por los amanuenses más letrados. Muchas de
las creaciones precolombinas, sobre todo las dramáticas, se cantaban y bailaban en las
ceremonias rituales, eventos esenciales en el desarrollo cotidiano de estas sociedades.

Para este breve recorrido por la poesía precolombina nos basaremos fundamentalmente en
las culturas azteca, maya, e inca, siendo la idea resaltar aspectos que, si bien pueden resultar
generales, acerquen al lector, de algún modo, a la literatura
practicada por nuestros antepasados más cercanos,
permitiéndonos, a la vez, una especie de reencuentro con
nuestras raíces prehispánicas.

Ubicación de los
Mayas, Aztecas e
Incas en
Latinoamérica.

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Los Aztecas

Los aztecas en el siglo XIII, alcanzan una situación hegemónica dentro de México dominando
a los aborígenes vecinos. En el siglo XV los aztecas dominan el valle de México; en el poder
estaba Moctezuma; los Mayas se hallaban en total decadencia; los incas se encuentran en el
momento de florecimiento del imperio. Los arqueólogos y los paleontólogos están de acuerdo
en que los amerindios llegaron de otra parte y se establecieron en el continente americano.
No existen en América vestigios de seres humanos primitivos de dónde hubiera podido
proceder la población indígena, y por ello se supone que los primeros pobladores pasaron de
Asia a América, probablemente por el estrecho de Bering.

Esta inmigración comenzó al parecer, terminados los períodos glaciares. Los inmigrantes
pertenecían sin duda a la etnia mongólica, y por consiguiente, los indios primitivos de
América estarían emparentados con los chinos. Los inmigrantes ocuparon América del norte,
luego el centro y por último el sur. Eran cazadores y en su existencia nómada iban de unas
comarcas a otras en busca de plantas comestibles y de caza. Se ignora cómo ni cuándo
comenzaron a cultivar el maíz, único cereal que conocían. La aparición de la agricultura puso
fin al nomadismo y cimentó estructuras sociales más perfeccionadas, empezando a
destacarse manifestaciones culturales.

Los Aztecas: en México no ha podido descubrirse su cultura más remota, pero se ha podido
delimitar un período muy primitivo que ha recibido el nombre de "época arcaica". En los
primeros siglos antes de nuestra era, florecía una población que cultivaba el maíz: los
Olmecas, que eran hábiles escultores. En el siglo X de nuestra era, los habitantes de las altas
mesetas fueron materialmente desbordados por una poderosa invasión de toltecas, que
crearon un imperio tan notable como el del pueblo vecino. En el siglo XIII de nuestra era, los
aztecas se establecieron en el centro de México.

Luego de vencer a pueblos antecesores, los aztecas fundaron sobre unos islotes del lago
Texcoco, una ciudad llamada Tenochtitlán, "la ciudad de la rosa-cacto", según la tradición
hacia 1325. Hasta el siglo XV no tuvieron gran importancia como comunidad histórica, pero
en éste siglo pactan alianzas con otros pueblos a los que pronto sometieron y llegaron a
dominar gran parte de lo que hoy es México. Las tribus anexionadas conservaron su
autonomía, si bien pagando tributo a Tenochtitlán.

En el siglo XV, los aztecas poseían una poesía lírica y épica ampliamente desarrollada. Se
han conservado algunas piezas de su lengua aborigen: el náhuatl, entre los que se hallan los
cantos atribuidos a Netzahualcoyotl, rey de Texcoco y los Himnos Sacros de los nahuas, que
un misionero recogía de los nativos poco después de la llegada de los españoles.

Literatura latinoamericana I Página 117


En febrero de 1519 Hernán Cortés desembarcó en las costas mexicanas; nueve meses
después fue recibido por el emperador Moctezuma como huésped de honor en Tenochtitlán,
principal ciudad azteca, y permaneció allí pacíficamente durante algunos meses, hasta que la
matanza realizada en el santuario de cholula (seis mil indígenas degollados), mientras
oficiaban su culto, desató la reacción de los aztecas, y los conquistadores fueron obligados a
partir.

Un año más tarde Cuauhtémoc, último emperador azteca, entregaba los restos humeantes de
Tenochtitlán, la ciudad imperial, centro de una civilización segada en mitad de su evolución.
Desaparece una cultura de la cual quedan pocos testimonios, entre ellos los de sus
destructores y de algunos indígenas que cuentan la tragedia de su pueblo aniquilado.

Los aztecas fueron un pueblo que tomó muchos elementos culturales de los Olmecas
(mencionados anteriormente); de los Zapotecas, que poseían un sistema de escritura que
grabaron en pergaminos y piedra. De los Mixtecas, de los cuales se conservan códices
pintados sobre piel de animales y de los Teotihuacanes cuyo legado religioso fue profundo.
Fueron politeístas con un marcado antropomorfismo. En el aspecto lingüístico no
pronunciaban la b, g, r y s. Usaban mucho los sonidos p, c, l y x, predominando el tl. Los
poetas en esta cultura poseían un elevado rango que los ponía a la par con sacerdotes,
nobles y príncipes. Algunos nombres que se conservan son los de Netzahualcoyotl,
Tlacahuepan, Tozcuatectli y Tlatecatzin, entre otros. La mayor parte de la poesía azteca o
Náhualtl es anónima y priman los poemas de corte místico donde la relación con la divinidad
prevalece, tal como se expresa en este fragmento: "Y decían que a los primeros hombres/ que
dios los hizo, los forjó de ceniza./ Eso lo atribuían a Quetzalcóatl, cuyo signo es el viento" (...)
"Se cimentó luego el tercer Sol. Su signo era lluvia" (...) "Y decían que en él llovieron las
pedrezuelas que vemos,/ que hirvió la piedra tezontle/ y que entonces se enrojecieron los
peñascos", perteneciente al texto "Rito de los cinco Soles". Otro poema importante se titula
"Poema de Quetzalcóatl y el nacimiento de Huitzilopochtli". Vale destacar unos singulares
concursos de poesía llamados Huehuetitlan donde participaban los caudillos y guerreros.
Estos fueron recogidos luego en los Cantares Mexicanos.

En un poema festivo, "Canto de Chalco" donde se eleva la figura del vate, se canta: "¡Oh!,
llegaron las flores,/ las flores en primavera:/ bañadas de sol están las múltiples flores;/ son tu
corazón, tu cuerpo, ¡oh dador de la vida". Los aztecas practicaron los sacrificios humanos y
mantuvieron un permanente estado de guerra con sus vecinos, lo que también quedó
reflejado en su poesía: "¿Qué estáis pensando, príncipes de Huexotzinco?/ Fijad la vista en
Acolhuacan, / la tierra arrasada, como sementera de Huexotla/ de Itztapalocan. / ¡reina la
noche en la ciudad!" (...) "¿Por qué motivo nos aborrece Tezozomoctzin?/ ¡Acaso muerte nos
prepara y guerra quiere!/ ¡Ya está tendida la batalla en Acolhuacan!/ Aunque afligidos, damos

Literatura latinoamericana I Página 118


placer/ al dador de vida". También sería importante destacar que el poeta cumplía además
una función de educador, historiador, teólogo y filósofo, todas funciones donde se mezclaba lo
real con lo mitológico.

Teotihuacá

Moctezuma II, último


emperador azteca.

Tenochtitlán

Literatura latinoamericana I Página 119


La flor y el canto

Anónimo de Chalco.
Cantares mexicanos

Brotan las flores, están frescas, medran,


abren su corola.
De tu interior salen las flores del canto:
tú, oh poeta, las derramas sobre los demás.

Mi poema

Totoquihuatzin,
rey de Tlacopan
(principios del siglo XVI)

Yo perforo esmeraldas,
yo oro estoy fundiendo:
¡Es mi canto!
En hilo ensarto ricas esmeraldas:
¡Es mi canto!

Eterna vida de poesía

Tochihuitzin,
señor de Mexicaltzinco
(entre 1510-1520)
Cantares mexicanos

Kuicatl anyolke

Kuicatl anyolke,
Cual un canto habéis vivido,
xochitl ankueponke,
cual una flor habéis brotado,
antepilwan,
oh príncipes.
ni zakatimaltzin, in Tochiwitzin,
Yo soy Tochihuitzin que dejé la grama:
ompa ye witze
¡aquí va el sartal de mis flores!
xochimecatl.

Literatura latinoamericana I Página 120


Ruego en flores

Cantares mexicanos

¡Oh tú por quien todo vive!: alzamos a ti el ruego:


ante ti nos rendimos para complacerte,
junto a los floridos tambores,
Señor del palacio de las aguas:
¡Se reponen ya los tambores,
se guardan en la casa de las flores!
¡Ya te dan culto tus amigos,
Yaomatzin, Micohuatzin, Ayocuauhtzin:
ya con flores a ti suspiran los príncipes!

El colibrí florido

Cantares mexicanos

He llegado hasta acá,


a las ramas del Árbol Floreciente
yo el Colibrí florido:
deleito mi nariz y me siento gozoso:
sabrosos y dulces son mis labios.

El ave roja de la diosa

Cantares mexicanos

El ave roja de Xochiquétzal


se deleita, se deleita sobre las flores.
Bebe la miel en diversas flores:
se deleita, se deleita sobre las flores.

Literatura latinoamericana I Página 121


La vida póstuma

De Tenochtitlan,
con ocasión de la muerte del príncipe Tlacahuepan (1493-98)
Cantares mexicanos

Áurea mariposa ya libando está:


la flor que se ha abierto es mi corazón,
oh amigos míos, es una flor fragante,
ya la esparzo en lluvia.

Sueño de palabras

Tecayehuatzin
Cantares mexicanos

Itlatol temiktli

Auh tokniwane, ¡Amigos, favor de oír


tla xokonkakikan in itlatol temiktli: este sueño de palabras!:
xoxopantla technemitia, en tiempo de primavera nos da vida
in teocuitlaxilotl, techonitwuitia el áureo brote de la mazorca:
tlauhkecholelotl, techoncozctia. nos da refrigerio la roja mazorca tierna,
¡In tikmati ye ontlaneltoca pero es un collar rico el que sepamos
toyiollo, toknihuan! que nos es fiel el corazón de nuestros amigos.

Qué es la poesía

Netzahualcóyotl
(1450)
Romance de los Señores de la Nueva España.

Kin ok tlamati noyollo


Lo he comprendido al fin:
nik kaki in kuikatl,
oigo un canto: veo una flor:
nik itta in xochitl.
¡oh, que jamás se marchiten!
Maka in kuetlawia in tlaltikpak!

Literatura latinoamericana I Página 122


Sed de inmortalidad

Netzahualcóyotl
Cantares mexicanos

Me siento fuera de sentido,


lloro, me aflijo y pienso,
Niwinti, nichoka, niknotlamati,
digo y recuerdo:
nikmati, nik-itoa, nik-elnamiki:
¡Oh, si nunca yo muriera,
¡maka aik nimiki, maka aik nipoliwi!
si nunca desapareciera!...
Inkan ahmicowa, inkan ontepetiwa,
¡Vaya yo donde no hay muerte,
in ma onkan niauh:
donde se alcanza victoria!
¡maka aik nimiki, maka aik nipoliwi!
Oh, si nunca yo muriera,
si nunca desapareciera...

Mi hermano el hombre

Netzahualcóyotl

Amo el canto de zenzontle


pájaro de cuatrocientas voces,
amo el color del jade
y el enervante perfume de las flores,
pero más amo a mi hermano: el hombre.

Dolor del canto

Netzahualcóyotl
Romances de los Señores de la Nueva España

Oye un canto mi corazón:


me opongo a llorar: me lleno de dolor.
Nos vamos entre flores:
tenemos que dejar esta tierra:
estamos prestados unos a otros:
¡iremos a la Casa del Sol!
Póngame yo un collar de variadas flores:
en mis manos estén:
¡florezcan en mis guirnaldas!
Tenemos que dejar esta tierra: estamos prestados unos a otros:
¡nos vamos a la Casa del Sol!

Literatura latinoamericana I Página 123


Habla Netzahualcóyotl
Poema de la conquista
¡Aun allí, aun allí yo Netzahualcóyotl,
Del manuscrito de 1528, ed. Mengin llorando estoy!
¿He de irme acaso, habré de perderme
Con suerte lamentosa nos vimos en la región de los muertos?
angustiados. Me abandono a ti, tú por quien todo vive:
En los caminos yacen dardos rotos: tú me lo mandas: me iré, me perderé
los cabellos están esparcidos. en la región de los muertos.
Destechadas están las casas, ¿Cómo quedará la tierra de Acolhuacan?
enrojecidos tienen sus muros. ¿Alguna vez se dispersarán tus vasallos?
Gusanos pululan por calles y plazas, Me abandono a ti, tú por quien todo vive:
y están las paredes manchadas de sesos. tú lo mandas: me iré, me perderé
Rojas están las aguas, cual si las hubieran en la región de los muertos.
teñido,
y si las bebíamos, eran agua de salitre. Otro poeta
Golpeábamos los muros de adobe en
nuestra ansiedad Sólo el canto es nuestra gala:
y nos quedaba por herencia una red de destruyen nuestros libros los nobles
agujeros. guerreros.
En los escudos estuvo nuestro resguardo, Haya gran deleite aquí:
pero los escudos no detienen la desolación. nadie tiene casa propia en la tierra:
Hemos comido panes de colorín ¡totalmente dejaremos las bellas flores!
hemos masticado grama salitrosa, Nadie agotará tu dicha, oh autor de la vida:
pedazos de adobe, lagartijas, ratones bien lo comprende mi corazón:
y tierra hecha polvo y aun los gusanos... por muy breve tiempo la tienes prestada.
Oh Netzahualcóyotl, no por vez segunda
Bailete de Netzahualcóyotl venimos aquí: nadie tieme casa propia en
la tierra:
Cantares mexicanos (c. 1500) no por segunda vez venimos a la tierra.
Yo cantor lloro al recordar a
Primer tiempo
Netzahualcóyotl.
Preludio de un cantor. ¡Ven, llega hasta acá!
¡Lloro al recordar a Netzahualcóyotl!
Se aprestan aquí nuestros atabales.
Segundo tiempo
Ya hago bailar Águilas y Tigres.
Ya te yergues tú, flor del canto: estás entre Monólogo de Netzahualcóyotl
ellos.
Yo busco cantos:
Cánticos floridos haya: digan:
son nuestra gala.
¡Tomo las flores que embriagan,
Oh príncipe mío, oh Netzahualcóyotl:
también hay flores de aroma!
tú ya te fuiste a la región de los muertos,
Ven, serás engrandecido.
ya estás para siempre en el lugar del
Legaron ramilletes de flores:
misterio.
son las flores del placer:

Literatura latinoamericana I Página 124


se esparcen y se estremecen, se Quetzal
entreveran variadas flores.
Ya retumbó el tamboril: Lloro y me siento triste:
comience el baile. nadie tiene casa propia en la tierra.
Con rica flor de perfumes se pinta mi Digo, yo que soy mexicano:
corazón: voy a seguir mi camino.
cantor soy: tómense flores para que sean Iré hasta Tecuantepec, perecerá el de
tremoladas. Chiltepec,
¡Gozad, gozad! y solo llora el de Amaxtlan, y el de Xochtlan
perece.
Dentro de mi corazón se quiebra la flor del Llora ya Tecuantepec.
canto ya esparzo flores.
Con cantos he de ataviarme alguna vez, Cuarto tiempo: triálogo
de flores ha de entrelazarse mi corazón:
son los nobles, son los príncipes. Anónimo
Lloro por eso al decir:
mi fama florida, mi renombre de cantos Ya está en pie el tamboril,
tengo que dejar un día, sea el baile, nobles guerrero.
de flores ha de entrelazarse mi corazón: Tomen ya sus piedran finas,
son los nobles, son los príncipes. tomen ya sus anchos penachos de preciosa
pluma.
Tercer tiempo: ¡Nadie tiene casa propia en la tierra!
diálogo de dos poetas disfrazados de Ya tengo en mis manos las flores
aves del que hace vivir al mundo.
Tomen ya sus piedras finas,
Tozquéchol tomen ya sus anchos penachos de preciosa
pluma.
Soy papagayo amarillo y rojo: ¡Nadie tiene casa propia en la tierra!
¡Volaba sobre la tierra: se embriagó mi
corazón! Netzahualpilli

Quetzal Ya sus cascabeles está agitando el dios,


aquel por quien todo vive.
Yo llego en tiempo de lluvias: Acaba de conocer a Nonoalco y a
sobre las flores puedo cantar: Ahuilizzapan,
digo mi canto: se alegra mi corazón. y a Atlacochtempan y Atlixco.
Es el rey Netzahualpilli.
Tozquéchol
Un esclavo vencido
Agua de flores espuma sobre la tierra:
se embriagó mi corazón. Ya empuñaste en tu mano el desollador.
Con él das placer al dios, Príncipe
Netzahualpilli.
Se angustia mi corazón, porque yo soy de
Nonoalco.

Literatura latinoamericana I Página 125


Ave del país del hule, pero mexicano en Abriendo están la corola.
lengua. Guerra hubo y pasó,
dicha fue y victoria.
Quinto tiempo: Un poeta. Ahora fragantes flores se esparcen: son tu
Dese ya principio, amigos: empiece el palabra.
canto aquí. Y aquel por quien todo vive sobre de
Ha llegado ya aquel que hace alegría a los Anáhuac se tiende.
guerreros. Así perdurará la ciudad dentro del agua.
Naciste en el país del canto. Ha nacido un En tus manos permanece: tú solamente la
dios. ves.
En tu casa la aurora se entrelaza:
tus flores, tus cantos, son jades
florecientes.

Literatura latinoamericana I Página 126


Los Mayas
Los españoles que llegaron a los dominios mayas encontraron un territorio poblado por
diversas comunidades; eran los restos de una civilización que enlaza sus orígenes con
culturas aztecas. En las ciudades de Piedras Negras y Tikal, en el siglo IV, se inicia el
período del antiguo imperio que se extiende hasta el siglo X y establece destacados centros
urbanos en Palenque y Copán, dentro de un territorio que abarca Guatemala, Honduras y la
base de la península de Yucatán.

En sus comienzos las tribus Mayas se habrían establecido en el norte de Petén y Tikal. Su
economía estaba basada en el cultivo del maíz, algodón, cacao y ciertas fibras nacionales.
Por voluntad de la clase dominante se construyeron templos en forma de pirámide truncada
en la que se levantaba una construcción rectangular con varias salas y a la que se llegaba por
escalinatas laterales, también se edificaron palacios.

Quizá hayan sido los primitivos métodos de cultivo que paulatinamente fueron inutilizando la
tierra, uno de los motivos que obligó a los mayas a emigrar a otras regiones. Es en el oriente
de la península yucateca, que el nuevo imperio señala su florecimiento con las ciudades de
Chichén Itzá, Mayapán y Uxmal, vinculadas entre sí por pactos de alianza. La sociedad
estaba constituida por la nobleza, el clero, el pueblo y los esclavos.

Con el tiempo Mayapán llegó a sojuzgar a las restantes ciudades y las mantuvo bajo su
dominio cerca de dos siglos, hasta que el levantamiento de las poblaciones vasallas la
derrotó. Esta lucha inició el desmembramiento total de la organización política existente y
junto con la destrucción del poderío de Mayapán comenzó la decadencia de la civilización
maya a mediados del siglo XV.

En 1527 llegaba una expedición española a las órdenes de Francisco Montejo, quién como los
demás conquistadores, solo deseaba encontrar oro y conquistar tierra, y sus hombres no se
comportaron con mucha corrección con respecto a los indios, quemando sus libros sagrados y
destruyendo sus ídolos. Tras quince años de luchas encarnizadas y de violencias,
consiguieron aniquilar la última rebelión de los indígenas y el Yucatán se convirtió en otra
posesión española.

Aquella conquista significaba la desaparición de una cultura que suscita aún hoy admiración y
asombro. Se han preservado, sin embargo, algunas obras literarias, entre ellas se destaca el
"Popol-Vuh" que fue estimado como libro sagrado del pueblo maya-quiché. El sacerdote
Francisco Jiménez incluyó la transcripción y traducción en el primer tomo de su "Historia del
origen de los indios de esta provincia de Guatemala".

Literatura latinoamericana I Página 127


Un desconocido indígena realizó la versión en alfabeto latino de los mitos de los quiché (en la
actualidad el 10% de la población guatemalteca habla actualmente el quiché), pueblo
poderoso y civilizado en la época de la conquista. El autor afirma escribir la manifestación, la
publicación y la narración de lo que estaba oculto, es decir, de las revelaciones que se
consignan en pinturas desaparecidas por obra del fervor y el fuego cristiano. Pero
actualmente, se supone que el manuscrito finalizado antes del año 1559, más que reproducir
un solo texto, compila y recoge la historia de los antepasados del autor, que éste tomó de la
tradición oral y pictográfica.

La poesía debió ser, en los tiempos antiguos y durante el periodo colonial, el género literario
por excelencia de la literatura en lengua maya. De ahí que resulte importante recordar el
desarrollo histórico de la poesía Maya Aunque en la actualidad ya no se pone en duda la
existencia y la calidad poética de los textos mayas contamos, a la fecha, con escasos estudios
(lingüísticos y literarios) en relación a la poesía maya esta carencia de investigaciones
produce dificultades. Poder advertir, por ejemplo, el peligro que representa confundir el uso de
un lenguaje esotérico con la posibilidad o certeza de hallarnos ante un texto poético; y se nos
hace difícil también establecer, sobre todo al analizar textos coloniales, si nos encontramos
frente a una prosa poética o frente a una poesía (o texto versificado). A esta problemática se
enfrenta Arzápalo cuando, partiendo de la estructuración interna del texto y apoyándose en un
estudio retórico del mismo (localización de metaplasmas y metataxas), consigue ofrecernos
un esquema rítmico del Ritual de los Bacabes; no olvida comprobar cómo la sintaxis de esta
obra colonial no es la del lenguaje coloquial, ni siquiera la del estilo narrativo. La transcripción
rítmica del Ritual nos ayuda a sustentar la opinión de que la poesía habría alcanzado un
desarrollo y una importancia singular dentro de la cultura maya. Un estudio comparativo del
Ritual de los Bacabes con un texto moderno como el de la Ceremonia de Balankanché podría
abrir nuevas perspectivas en relación a la poesía en lengua maya; pero capítulo aparte deben
ocupar estos textos de tipo religioso (o sagrado) que aparecen en forma de oración, en un
ritual, y que son creados (y rezados) por un batab, por un h-men o sacerdote.

La poesía, siempre compleja, se defiende de los azares históricos y culturales propios de


cualquier literatura mediante la condensación y la resistencia; un poema puede resistirse al
tiempo y permanecer en la memoria por transmisión oral a la espera, quizás, de ser registrado
por escrito. Considerando que las raíces de la literatura oral se remontan al establecimiento
mismo del lenguaje humano sólo cabe añadir, en esta ocasión, que la poesía oral y la poesía
escrita discurren de forma paralela. Mientras la narrativa da versiones (y variaciones), la
poesía se conserva y se difunde más íntegramente. Se otorga a la poesía la grave función de
guardar celosamente, y transmitir, el origen y la belleza de la cultura a la cual pertenece; el
recuerdo y la imaginación que entraña toda literatura solamente puede perpetuarse a través
de la sabiduría poética. De la antigua poesía maya escrita poco podemos decir pues,

Literatura latinoamericana I Página 128


íntimamente ligada a la escritura jeroglífica, su conocimiento resulta todavía hoy una
incógnita; pero es muy probable que la glífica maya encierre textos poéticos.

En este sentido podemos destacar el trabajo de Galina Yershova que, en los últimos años, ha
ofrecido interesantes aportaciones al arte poético escrito representado por textos en vasijas.
Esta autora considera que las vasijas y los versos en ellas escritos están dedicados a las
mujeres ardientemente amadas en vida, y que fueron ejecutadas, por encargo, por un poeta
profesional. De ser ciertos los descubrimientos de Yershova seria en la escritura jeroglífica
uno de los pocos momentos en que la literatura íwaya, que hasta hoy conocemos, alcanza a
producir obras de autor; esta hipótesis, sin embargo, queda pendiente de corroboración.

La literatura oral en lengua maya ha podido mantener un desarrollo continuo, aunque


accidentado, a lo largo de los siglos, mientras que la literatura maya escrita, en relación a su
representación gráfica, sufrió una ruptura definitiva: en una primera época fue glífica y a partir
del siglo XVI se impuso el alfabeto latino. Añadir también que se conoce la existencia de obras
teatrales mayas; habría pues unos argumentos y, por qué no, unos versos aprendidos de
memoria y recitados primero en los rituales y en las representaciones escénicas y, con el paso
del tiempo, en los juegos y en las fiestas populares. El documento clave de la poesía en
lengua maya, registrado ya con el alfabeto latino, son los Cantares de Dzítbalché. El copista,
en la portada establece que se trata de El libro de las Danzas y de los hombres antiguos que
era costumbre hacer aquí en los pueblos (de Yucatán) cuando aun no llegaban los blancos
(Barrera, 1980: 37).

Alrededor del año 1942, en Mérida, cayó en manos del profesor Alfredo Barrera Vásquez el
legajo que contenía los Cantares, y éstos pudieron fecharse hacia la mitad del siglo XVIII,
aunque sin duda se trata de una copia de un documento mucho más antiguo. Textos poéticos
únicos y de suma importancia. Los Cantares se publicaron por el Instituto Nacional de
Antropología e Historia en 1965. La introducción, la transcripción, la traducción al castellano y
las notas corresponden al efectivo trabajo del propio Barrera Vásquez. Los quince textos, y la
portada, son una preciosa ilustración de la antigua poesía maya: los Cantares se
acompañaban con música y danza. Yershova comenta que:

―Los Cantares constituyen importantísimo monumento tanto literario como histórico de la


cultura maya, ya que los textos mayas hasta ahora conocidos son instrucciones sacerdotales
devocionarias y textos históricos. En su mayoría los Cantares se distinguen por su profundo
contenido lírico...‖ (Yershova. 1983: 40).

El estilo de los Cantares es, más bien, diverso: mientras unos parecen narraciones o
explicaciones por su forma descriptiva, y otros se asemejan a oraciones, existen cantares
puramente líricos. De éstos, según Barrera Vásquez, los más representativos son el Cantar II

Literatura latinoamericana I Página 129


(l-I‘kay-balam, El canto del juglar), y los dos últimos, ambos sin título; este lirismo se refleja,
por ejemplo, en los siguientes versos del Cantar 11:

X-CIiCHPAN-EK La Bella Estrella refulgente encima de


HOIIOPNANYOOK los bosques ―humea‖
KAAX CV AV ILAN(‘A desvanecientemente viene a morir la
l.AMAi-LAMAT luna sobre el verdor de los bosques.
V TAAL-V-CIN4IL y
YOOK-YAXIL KAAX
(Barrera. 1980: 104—105.)

En los diccionarios mayas (Motul, Pérez o Viena) y en las obras de Fray Diego de Landa y
Sánchez de Aguilar, entre otros autores, se registraron los nombres que los antiguos mayas
usaban al referirse a su música y a sus cantos: el breve listado que hemos seleccionado,
recurriendo a los datos que Barrera Vásquez nos ofrece en su ―Introducción a los Cantares‖,
se limita a las voces mayas que tienen relación con la poesía lírica.

KAY Canto.

AH NOH CAL Al que cantaba entonando.

HOLPOP Maestro de canto.

AH KIN XOX Un gran cantor, músico, dios de la


poesía.
AH KIN XOCBILTÚN Otro nombre del dios de la poesía.

AH TUZ KAY Compositor de cantos.

KUKUZ CAN Contar cuentos, decir gracias.

AH CAN El que cuenta alguna cosa, diestro en


contarla.
BALDZAM Farsante o actor.

BACAB Representante, juglar.

TAAH o TAAHHALDZAM Representante, decidor, comediante.

BEKECH CAL Voz delgada (el tenor).

COCH CAL Voz gruesa (el bajo).

CHHEH CAL Voz recia y sonora (el barítono).

Literatura latinoamericana I Página 130


U ZÍNAAN KAY La armonía del canto.

AH DZIC CAL Cantante desentonado.

TZOL CHICH Canto gracioso que trata de pájaros.

U CAL HOM Imitación del sonido.

POPOLNA Casa especial donde se aprendía la


danza y el canto; conservatorio.

Parecería que estas artes, al igual que el teatro, eran comunales; y la representación
(actuación) de los cantos implicaría la existencia de una masa coral, con solistas. La reflexión
de Barrera Vásquez al indicar que los mayas en el periodo colonial

―siguieron practicando secretamente ritos de su religión; mas el canto y la danza los hubiese
denunciado y las farsas requerían de las poblaciones‖ (1980: 21)

Hace presuponer que quedaban prohibidos los recitales, afectando a la poesía pues ésta era
mayoritariamente cantada. Queda de manifiesto, una vez más, que ante la consiguiente
represión que sufrieron las actividades culturales y religiosas indígenas a partir de la
presencia española en la península yucateca la resistencia maya solamente encontraba
refugio en el silencio.

El registro de instrumentos musicales que fray Diego de Landa detallada en su ―Relación‖ da


cuenta de la importancia que tenía la poesía lírica cantada entre los antiguos mayas:

―Tienen atabales pequeños que tañen con la mano, y otro atabal de palo hueco, de sonido
pesado y triste, que tañen con un palo larguillo con leche de un árbol puesta al cabo; y tienen
trompetas largas y delgadas, de palos huecos, y al cabo unas largas y tuertas calabazas; y
tienen otro instrumento (que hacen) de la tortuga entera con sus conchas, y sacada la carne
táñenlo con la palma de la mano y es su sonido lúgubre y triste. Tienen silbatos (hechos con
las) cañas de los huesos de venado y caracoles grandes, y flautas de cañas, y con esos
instrumentos hacen son a los valientes‖ (Landa, 1982: 38-39).

La escasez de investigaciones literarias que existe de los textos coloniales conocidos con el
nombre de Chilames no nos permite todavía hablar, con autoridad, de su contenido y función
poética. Mientras Mediz Bolio, al estudiar y traducir al castellano el Chilam Balam de
Chumayel, no duda en consignar el dramatismo y la calidad poética de algunos fragmentos
basta llegar a su versificación, más recientemente George Haudot, al referirse a los Chílames,
rechaza incluso la existencia de una ambición propiamente literaria. Pero la transcendencia
cultural de la antigua poesía maya, junto al valor poético que Arzápalo ha reconocido en el

Literatura latinoamericana I Página 131


Ritual de los Bacabes, permite creer que los libros de Chilam Balam pueden contener poemas
y cantares. Las profecías y las crónicas se constituyen en temas fundamentales para una
poesía de tipo épico en donde se recuerden las creencias cosmológicas del pueblo maya y se
canten las hazañas de sus héroes. La falta de conocimientos suficientes sobre las lenguas de
este grupo mesoamericano ha provocado que se dijeran y se repitieran opiniones erróneas
acerca de la naturaleza de la literatura colonial; lo cierto es que solamente con estudios
lingüísticos y antropológicos, más profundos, podremos intentar desentrañar el valor literario
de los Chílames.

Ser conscientes, en todo caso, como nos previene Silvia Rendón de que

―las dificultades que para la investigación presentan en general los textos escritos en lenguas
indígenas por nativos doctos, son varias y radican tanto en el estado del manuscrito como en
el desconocimiento de la materia que tratan propiamente, así como en las oscuridades y
ambigüedades que los caracterizan, acentuadas éstas por el estilo literario y el lenguaje ritual
de su redacción‖ (Barrera, 1948: 77).

Viajeros, estudiosos y religiosos europeos visitan las tierras mayas en el siglo XIX. El
aventurero Federico de Waldeck recoge sus impresiones en la obra ―Viaje pintoresco y
arqueológico a la provincia de Yucatán‖ (París, 1838). Waldeck, recorriendo Yucatán durante
los años 1834 y 1836. Descubrió algunos viejos papeles en la hacienda sobre el terreno de la
cual se hallan las ruinas de Uxmal. Entre esos papeles hay una rarísima pieza de poesía:

―Es una balada en diecisiete estancias de cuatro versos; ha sido recogida de boca de los
indios que la cantaban, y traducida en mal español por cierto fray Ignacio Gordillo, de Maní. El
manuscrito de esta traducción está dedicado a don Juan Bautista de Campo, alcalde de la
Hermandad, y lleva la fecha del 14 de marzo de 1577‖ (Waldeck, 1930:77).

―La balada data de 1518‖ afirma Waldeck más adelante; año en que, sí recordamos, Francisco
Montejo (el Adelantado) viaja a Yucatán en la segunda expedición de los españoles
capitaneada por Juan de Grijalva, y acompañan a los conquistadores, en esta ocasión, los
mayas Julián y Melchor como traductores. Pero la prolongada (y no comprobada) estancia de
fray Ignacio Gordillo en Yucatán que se deduce entre ambas fechas (1518-1577) solamente
contribuye a crear más confusión en relación al origen del documento. Sería menester cotejar
otros escritos de la época (cartas, relaciones, etc.) y localizar el manuscrito castellano a fin de
probar su autenticidad. El fondo de la balada le parece ―evidentemente auténtico‖ a Waldeck,
dado que la historia de los amores de Cancoh seguía en la tradición de los mayas que en el
siglo XIX vivían cerca de Uxmal. Impregnado de idolatría, las palabras finales del canto
parecen una profecía cristiana añadida, quizás, por el fraile español que lo registró por escrito;
la analogía de esta balada con la historia europea de la Vestal es reconocida por el propio
Waldeck. El contenido lírico (amor romántico) y el estilo literario ofrecen la posibilidad de
comparar la balada con los mencionados Cantares de Dzítbalché; y pienso sobre todo en el

Literatura latinoamericana I Página 132


Cantar 13 ―Canción de la danza del arquero flechador‖ (citada anteriormente en la unidad 1 de
este texto). Puede existir, de igual manera, algún paralelismo con la antigua leyenda de las
princesas Zac Nictee y Kan Lol que, aún hoy, es posible escuchar en Yucatán. En todo caso
coincidimos con el maestro Villa Rojas (quien tuvo la gentileza de entregarnos una copia del
texto) en que el ejemplo merece registrarse, pues nos encontramos ante unos versos que de
su origen oral en lengua maya fueron registrados directamente por escrito en castellano; la
antigüedad de la pieza, en los inicios mismos de la conquista, le otorgaría un valor especial.

A John Stephens que, acompañado del médico Dr. Cabot y el dibujante Catherwood, recorrió
las tierras mayas de Yucatán en los años 1841 y 1842 le debemos la más detallada guía de
las antiguas ciudades mayas. El desconocimiento de la lengua maya por parte de Stephens
impide que en su relato ―Viajes a Yucatán‖ aparezcan opiniones y datos de tipo literario. El
mismo se lamenta de ese desconocimiento cuando, por ejemplo, en una fiesta es objeto de
burla por parte de un ―fiscal‖ que se dirige a él en lengua maya; también, en Maní, intenta
infructuosamente leer un volumen de antigua y venerable apariencia pero que
―desgraciadamente estaba escrito en lengua maya‖.

En su relato apenas recoge algunas palabras mayas y se refiere de pasada a ciertas leyendas
antiguas; en relación a la lírica sólo existe una breve alusión al recordar una fiesta celebrada
en la población de Nohcacab (Santa Elena). ―Luego que se concluyó el primer baile —dice
Stephens- , comenzaron a cantar dos muchachas mestizas. Todo el pueblo parecía entregado
al placer del momento, y aunque había allí facciones repugnantes a la vista y al buen gusto,
también se veían muchachas bonitas y bien vestidas, y en todo el concurso se observa cierto
aire de franqueza y alegre desembarazo, que no podía menos de atraerse las simpatías del
espectador. Cuando el padrecito y yo regresábamos al convento, al subir las escaleras del
atrio, alcanzamos a oír todavía el coro de voces que cantaban, dulce y armonioso por la
mezcla de acentos femeninos y que parecían nacer del fondo del corazón, el coro decía: ―Qué
bonito que es el mundo; ¡Lástima es que yo me muera!‖ (1984: 365).

Estas fiestas y estos cantos parecen indicar un resurgimiento de las antiguas tradiciones
mayas en el siglo XIX; en Yucatán habría de desencadenarse. Por entonces, La violenta y
conocida Guerra de Castas (1847-19 10).

Benjamín Moore Norman recorrió Yucatán en aquellos años, y el barón alemán Frederichstahl
fue el primero que visitó y dio a conocer a Europa las ruinas de Chichén Itzá. Vale la pena
recordar la importancia de los 51 cantos lacandones recogidos por Alfred M. Tozzer en
Chiapas entre los años 1902 y 1905. Puesto que se trata de unos cantos y conjuros de
naturaleza netamente indígena. Pero de todos los viajeros destacamos la figura del abad
Brasseur de Bourbourg que, gracias a sus conocimientos de lenguas mayas y su interés
cultural. Escribió ―Chrestomathie ou choíx de morceaux de littérature maya‖ (Paris, 1870). Allí

Literatura latinoamericana I Página 133


registra un conjunto de textos literarios en lengua maya, recogidos directamente de la
tradición oral:

―Yacunah Cay‖ es un canto de amor, y tiene una importancia singular dentro del desarrollo
histórico de la literatura maya de Yucatán pues podemos considerarlo como el primer texto
lírico, en lengua maya, registrada en los tiempos modernos. El canto procede de Izamal y está
fechado en el mes de diciembre de 1864. A Brasseur de Bourbourg le debemos otro
documento Iiterario importantísimo: la recuperación del drama-ballet – en lengua quiché,
―Rabinal Achí‖; único texto que se conserva hoy del antiguo arte escénico maya.

El interés por la cultura maya ha ido en aumento desde el siglo pasado y en la propia
península, sobre todo en Mérida, surgió un importante grupo de estudiosos, narradores y
poetas; se empezó a hablar de ―literatura yucateca‖ (en castellano). Autores como Rejón
García. Mediz Bolio y Rosado Vega, entre otros, han publicado antologías en donde
presentan versiones castellanas de tradiciones mayas, con un predominio de los textos
narrativos (cuentos y leyendas).

1º Poema el maíz blanco, su maíz.

La sagrada piedra roja, su piedra, La sagrada piedra negra, su piedra,


el ser rojo oculto en la tierra, la piedra del poniente,
la ceiba roja primigenia, la ceiba negra primigenia,
atributo principal del oriente, su principal atributo,
el árbol rojo del monte, el maíz negro, su maíz.
su árbol, El camote negro, su camote,
sus fríjoles rojos, las aves negras, sus aves,
sus fríjoles, su casa, la noche oscura,
sus aves rojas de cresta amarilla, el fríjol negro, su fríjol.
el rojo maíz tostado.
La sagrada piedra amarilla, su piedra,
La sagrada piedra blanca, su piedra, la ceiba amarilla primigenia,
la piedra del norte, su atributo principal,
la ceiba blanca primigenia, el árbol amarillo del monte, su árbol,
su atributo principal, su camote amarillo,
el ser blanco oculto en la tierra, las aves amarillas, sus aves.
las aves blancas, El fríjol amarillo, su fríjol.
los fríjoles blancos,

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2º Poema sea molido y tomado como en donde se posará Kan
alimento, xib yuyum,
(Un katún corresponde a juntamente con su el ave amarilla.
un año maya o a una corazón...
cantidad unitaria de Por obra de Yax bolón Se alzará también
calendario maya.) dzacab, Sac Imix che,
Gran-nueve-fecundador. la ceiba blanca al norte,
En el ll-Ahau Este se posesionará allí se posará Sac chic,
es cuando salió Ah mucen del decimotercero piso del el ave blanca.
cab cielo Soporte del cielo,
a poner vendas en los ojos y hará que se disperse el señal del aniquilamiento
de Oxlahun ti ku, polvo será la ceiba blanca.
Trece-deidad... que se desprende de las
Con las vendas de su semillas Se alzará también Ek Imix
rostro y la punta de la mazorca che,
terminó el amanecer para desgranada, la negra ceiba primigenia,
ellos el hueso del maíz, al poniente del paísllano.
y no supieron ya lo que aquí sobre la tierra, Señal de aniquilamiento
vendría. lugar de su corazón, será la ceiba negra.
Cuando fue apresado porque Oxlahun ti ku, Allí se posará Ek tan
Oxlahun ti ku, Trece-deidad, Picdzoy,
Trece-deidad, no respeta el corazón del pájaro de pecho negro.
por obra de Bolón ti ku, sustento... Se alzará también Kan
Nueve-deidad; Imix che,
entonces será Se hundirá el cielo la ceiba amarilla
cuando bajen cuerdas y y se hundirá la tierra primigenia,
fuego también al sur del país llano,
y piedra y palo cuando los extremos del como señal de
y sea el golpear con palo y doblez del katún aniquilamiento.
piedra, se unan... Allí se posará Kan tan
cuando sea Se alzará entonces Cantul picdzoy,
apresado Oxlahun ti ku, ti ku, pájaro de pecho amarillo...
Trece-deidad. Cuatro-deidad;
Entonces será los cuatro Bacabes, Se alzará también
cuando se le rompa la vertedores, Yaax Imix che,
cabeza que arrasarán la tierra. la ceiba verde primigenia,
y se le abofetee el rostro, en la región central,
y sea escupido y cargado Al terminar el como señal y memoria de
a cuestas arrasamiento, aniquilamiento.
y despojado de sus se alazará Chac Imíx che, Ella es la que sostiene el
insignias la ceiba roja primigenia, plato y el vaso,
y cubierto de tizne; columna del cielo, la estera y el trono de
y el quetzal, el pájaro señal del amanecer del los katunes
verde yaxum, mundo, que por ella viven.
árbol del Bacab, vertedor,

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3º Poema El 9-Cauac ensayó por primera vez
los mundos inferiores.
Así explicó el gran sabio, El 10-Ahau sucedió que los hombres malos
el primer profeta Napuctun, se fueron a los mundos inferiores...
primer sacerdote solar, ah kin. El ll-Imix sucedió que modeló piedra y
Así es la canción. árbol,
Sucedió que nació el mes, lo hizo así dentro del sol.
allí donde no había despertado la tierra, El 12-Ik sucedió que nació el viento
antiguamente. y así se originó su nombre,
Y empezó a caminar por sí mismo... viento, espíritu,
Y se explica que haya nacido porque no había muerte dentro de él.
porque sucedió que Oxlahun oc, En el 13-Akbal sucedió que tomó agua,
el de los trece pies, humedeció la tierra
emparejó su pie. y modeló el cuerpo del hombre...
Partieron del oriente.
Y se dijo el nombre del día, Así nació el mes
allí donde no lo había antiguamente... y sucedió que despertó la tierra,
Así nació el mes aparecieron el cielo y la tierra
y nació el nombre del día y los árboles y la piedra...
y nacieron el cielo y la tierra, La lectura de la cuenta de los días,
la escalera del agua, uno antes que el otro,
la tierra, las piedras y los árboles, empieza por el oriente...
nacieron el mar y la tierra.

El 1-Chuen sacó de sí mismo su divinidad,


él hizo el cielo y la tierra.
El 2-Eb hizo la primera escalera
y bajó su divinidad en medio del cielo,
en medio del agua,
donde no había tierra,
ni piedra, ni árbol.
El 3-Ben hizo todas las cosas,
la muchedumbre de las cosas,
las realidades de los cielos,
del mar y de la tierra.
El 4-Ix sucedió que se encontraron,
inclinándose, el cielo y la tierra.
El 5-Men sucedió que todo trabajó.
El 6-Cib sucedió
que se hizo la primera luz,
donde no había sol ni luna.
El 7-Caban nació por primera vez la tierra,
donde no había nada
para nosotros antiguamente. Calendario maya, considerado uno de los
El 8-Edznab asentó su mano y su pie más exactos.
que clavó sobre la tierra.

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Canción de la danza del arquero flechador
Espía, acechador que andas cazando por Habrás de hacer esto
los montes, sin dejar de danzar, porque
una vez, dos veces, así es como lo hacen los buenos escuderos
vamos a cazar a orillas de la arboleda guerreros,
en rápida danza, hasta tres veces. los hombres que se escogen
Alza bien tu frente, para dar bondad
alista bien la mirada, a los ojos del Señor Dios.
no hagas errores Así como se asoma el sol
para que alcances tu premio. sobre el bosque del oriente,
¿Tienes bien afilada la punta de tu dardo? comienza del arquero flechador
¿Tienes bien enastada la cuerda el canto.
de tu arco, has puesto buena Todo lo dan
resina de calzitn en las plumas los escuderos peleadores.
que están en la punta de la vara de tu
dardo?
¿Has untado bien
grasa de ciervo macho
en la fuerza de tu brazo, en la fuerza de tu
pie,
en tus rodillas, en tus gemelos,
en tus costillas, en tu tórax, en tu pecho?
Da tres vueltas rápidas
alrededor de la columna de piedra pintada,
ahí donde está atado el viril
hombre joven, virgen e inmaculado.
Da la primera, a la segunda
toma tu arco, ponle la flecha,
apúntale al pecho, no es necesario
que pongas toda tu fuerza
para asaetearlo, para no
herirlo profundamente en sus carnes,
para que pueda sufrir un poquito,
pues así lo quiso
el Bello Señor Dios.
Cuando des la segunda vuelta
a la columna pintada de azul,
cuando la des, Ek Chuah.- Dios de la guerra

asaetéalo de nuevo.

Literatura latinoamericana I Página 137


Los Incas:
Cortés había penetrado hasta el corazón del imperio azteca, Montejo había descubierto los
orígenes de la cultura maya. En la cordillera de los Andes, a miles de metros sobre el nivel
del mar, se había desarrollado una civilización espléndida y rica, que hoy atestiguan
numerosos descubrimientos arqueológicos. Los investigadores opinan que en las costas del
Perú ya existía una cultura floreciente durante los cinco primeros siglos de nuestra era (en la
época en que la cultura maya vivía su edad de oro).

Se caracterizaba por una agricultura eficiente, excelente artesanía textil, cerámica delicada y
una escultura y arquitectura altamente desarrollada. Lo mismo que en América Central esa
edad de oro siguió un prolongado período de decadencia, seguido a su vez por un
renacimiento. Con la diferencia de que la civilización maya, volvió a decaer en el siglo XV,
mientras que la cultura india del Perú alcanzó su mayor desarrollo a lo largo de éste siglo.
Los Incas no eran el único ni el primer pueblo civilizado de aquella parte del mundo, sino los
herederos de otras civilizaciones que habían florecido muchos siglos antes. El primer
emperador inca que la historia ha podido señalar, gobernó con toda probabilidad a principios
del siglo XII. El imperio inca estaba constituido política y culturalmente desde hacía tiempo y
sus soberanos habían organizado una administración centralizada en su célebre capital
Cuzco, al noroeste del lago Titicaca.

La unidad fundamental de todas las estructuras sociales que a lo largo de los tiempos,
nacieron y se desarrollaron en los Andes era el "ayllu", significa la tribu, el clan. En la cima de
la pirámide social se encontraba el soberano, el inca. Una red de carreteras facilitaba la
inspección de todas las zonas del país, despertando la admiración de los españoles. Las
carreteras imperiales franqueaban elevados desfiladeros y bordeaban precipicios, y a menudo
túneles excavados en la montaña, salvaban los pasos difíciles; sobre ríos y valles se
extendían puentes colgantes inteligentemente construidos y a lo largo de la carretera los
viajeros podían descansa

Machu Picchu antiguo poblado andino inca

Literatura latinoamericana I Página 138


Al hablar de la literatura inca, lo primero que hay que tener en cuenta es que los incas no
tenían una lengua original, sino que apelaban a distintos dialectos nativos hasta que
adoptaron al quechua como idioma oficial. De esta forma, fue impuesto en todo el imperio,
aún en las regiones que hablaban otras lenguas. En la actualidad, el quechua todavía es
hablado en distintas poblaciones indígenas de Perú, Ecuador, Colombia, el norte de Chile y el
norte de Argentina.

Volviendo a la literatura inca, es importante destacar que no ha quedado ningún registro


escrito de sus textos literarios. Los incas no contaban con un sistema de escritura ideográfica,
sino que utilizaban los quipus (hilos de distintos colores que se anudaban de diversas formas).
El sistema de los quipus permitía, por ejemplo, llevar la contabilidad del imperio, aunque no
era útil para expresar ideas abstractas. Por lo tanto, los testimonios de la literatura incaica que
se conservan en la actualidad pertenecen a su tradición oral y a las transcripciones realizadas
por los conquistadores españoles o a sus cronistas como Cristóbal de Molina(conocido
como El Cuzqueño), el Inca Garcilaso de la Vega y Felipe Guamán Poma de Ayala.
La poesía de los incas se centraba en temas relacionados con la naturaleza, como las
plantas, las flores y los animales. Los investigadores atribuyen esta tendencia a las
actividades agrícolas que desarrollaban. Las poesías, por otra parte, solían ser acompañadas
con música y danzas.

Pueden mencionarse distintos tipos de poesías: el wawaki, que era entonado por coros
juveniles en las fiestas de la luna; el huahuay, un canto de lamento; el yaravía, un tipo de
poesía lírica que trataba sobre el amor; el huaino, de contenido erótico; el triunfo, un canto a
la victoria; y el aymoray, unos poemas que se inspiraban en la vida rural.

Por último puede mencionarse que los incas contaban con poetas oficiales de la corte, a los
que denominaban amautas. Los poetas populares, en cambio, recibían el nombre de haravec.
Los arawikus o poetas incas siempre prefirieron los versos cortos, de cuatro, cinco o seis
sílabas y raras veces los de ocho. Los poemas incaicos más comunes tratan del hombre
poniéndose en contacto con la divinidad donde expresa sus sentimientos religiosos. Es
entonces una oración aunque puede ser un himno. Estos poemas son mejor conocidos
como jaillis sagrados. De losjaillis como oraciones es muy común encontrar al hombre
tuteando al Dios. Viracocha, el Dios creador, es el Dios al que más se dirigen en estos
poemas. El jaillisagrado era cantando en festividades religiosas, acompañado de música y
posiblemente de danza también.

Otro tipo de poema quéchua es el jailli agrícola. Este tipo de poema es una canción realizada
por los campesinos para descansar de su tarea, alude al trabajo concreto que ha reunido a
hombres y mujeres en el campo. El wawaki, similar al jailli agrícola era una canción de tipo
dialogada. El wawaki parece tener una directa relación con las festividades a la Luna, provoca

Literatura latinoamericana I Página 139


acercamientos entre ambos sexos: de ahí que los temas más frecuentemente desarrollados
en estos cantos se refieran al amor fácil entre jóvenes, conquistas y galanterías. Al arawí es
conocida como la canción amorosa. De este género nacen dos otros tipos de poemas o
cantos amorosos. El primero es el wayñu que es caracterizado por el amor leve, puro, lírico. El
segundo tipo de poema es conocido como el qhashwa. Esta es una canción cantada y bailada
por parejas de jóvenes en las sementeras. Por último, el urpi (la paloma) viene a ser una
canción nostálgica y doliente en la que se canta el dolor del poeta. Por eso pueden llamarse
poemas causados por la mujer-la paloma.

Superior izquierda: mascara de oro inca.

Inferior izquierda: Retrato de Pachacutec


emperador inca

Centro: Atahualpa. Decimotercero gobernante inca

Superior derecha: aborígenes incas.

Inferior derecha: águila de oro inca.

Literatura latinoamericana I Página 140


Quita Urpi !Oh Wiracocha del ¿estás adentro?
(La Paloma Agreste) principio del mundo, ¿estás en las nubes?
(ejemplo de un Wiracocha del fin del ¿estás en la sombra?
poema Urpi) mundo, ¡Escúchame, atiéndeme!
¿Qué viene a ser el amor Wiracocha principal y ¡Concédeme este ruego!
palomita agreste, bello! Hazme vivir
tan pequeño y esforzado, !Oh Creador, Providente! por tiempo indeterminado,
desamorada; que diciendo: protégeme, susténtame!
que al sabio más ”Sea el hombre, Y a través de esta ofrenda
entendido, sea la mujer” recíbeme,
palomita agreste, a todos hiciste. donde quiera que estés,
le hace andar desatinado? Creado y colocado ¡Oh Wiracocha!
desamorada. por ti (en este mundo)
Oración Primera al pacíficamente
Hacedor y sin cuidados
(ejemplo de un poema jailli viviré.
sagrado.) ¿Dónde estás?
¿estás afuera?

Madre Luna

(ejemplo de un poema wawaki)

Luna, reina y Madre


por la bondad de tus aguas,
por el amor de tus lluvias
estamos llorando,
estamos sufriendo.
La más triste de tus criaturas
de hambre,
de sed
te está clamando.
Padre, conductor del mundo,
¿dónde estás,
en el cielo,
en la tierra
o en algún otro mundo cercano?
Obséquiale con tus lluvias
a este siervo,
a este hombre
que te implora.

Literatura latinoamericana I Página 141


Poema Yaraví de Mariano Melgar "Tragedia del fin de Atau Wallpa".
¡Ay, amor!, dulce veneno, Atau Wallpa

ay, tema de mi delirio, Adorables y tiernas princesas mías,


mi corazón se hunde en hondas pena,
solicitado martirio
una extraña ansiedad de mi ser devora,
y de todos males lleno. la razón me abandona.
He amanecido acongojado.
¡Ay, amor! lleno de insultos, Por qué será que dos noches seguidas
centro de angustias mortales, el mismo sueño infausto ha venido ha
turbarme.
donde los bienes son males Ambas veces he visto al sol,
purificador padre nuestro,
y los placeres tumultos.
oculto en denso y oscuro humo,
¡Ay, amor! ladrón casero y toda la extensión del cielo
y las montañas todas ardiendo con el
de la quietud más estable. mismo rojo
¡Ay, amor, falso y mudable! que hay en el pecho de los pillkus.
Quizás la muerte estará cerca,
¡Ay, que por causa muero! Quizás el sol y la luna,
nuestros depuradores padres,
¡Ay, amor! glorioso infierno
de su presencia nos apartarán.
y de infernales injurias, Ay mi adorable Qhora Chinpu,
Ay mi dilecta Qoyllur T´ika,
león de celosas furias, tiernas princesas mías,
disfrazado de cordero. nos anega la pena,
amanecemos a la angustia.
¡Ay, amor!, pero ¿qué digo, Así se toma nuestra vida.

que conociendo quién eres, Qhora Chinpu


Amado y único señor,
abandonando placeres.
Atau Wallpa, Inca mío,
soy yo quien a ti te sigo? dinos, pues, si en tu sueño
repetido en dos noches
viste algo más.
Mariano Lorenzo Melgar Valdivieso (Arequipa, Perú, 10 de
agosto de 1790 - Puno, 12 de marzo de 1815).
Poeta y revolucionario independentista peruano. Para Atau Wallpa
muchos iniciador del Romanticismo en esta parte del Ay, mi adorable
mundo.
Qhora Chinpu
Ay, mi dilecta Quyllur t´ika,

Literatura latinoamericana I Página 142


tiernas princesas mías, ¿Dónde estás?
me ha dado una wak´a un negro augurio, ¿No podría verte?
dos veces ya me ha embrujado ¿En el mundo de arriba
o en el mundo de abajo,
me ha mostrado en mis sueños
o a un lado del mundo
una escena increíble, está tu poderoso trono?
difícil de ser admitida, ¡Jay!, dime solamente
imposible de ser narrada. desde el océano celeste
Tal vez sea evidente que Hombres o de los mares terrenos en que habitas.
vestidos de agresivo hierro Pachacamac
han de venir a nuestra tierra creador del hombre.
Señor, tus siervos,
a demoler nuestras viviendas,
a ti,
a arrebatarme mi dominio, con sus ojos manchados
Qhora Chinpu, princesa mía. desean verte.
Cuando pueda ver,
"Tragedia del fin de Atau Wallpa". Esta obra "anónima" ha
sido recuperada supuestamente por Jesús Lara (poeta y
cuando pueda saber,
estudioso de quechua boliviano) en realidad parece cuando sepa señalar,
presentar muchos retoques realizados por su cuando sepa reflexionar,
"descubridor". me verás,
me entenderás.
Canto a la Machi El sol, la luna,
el día, la noche,
Serás machi, me dijo el verano, el invierno
el rey de la tierra; no están libres,
sola me ha mandado; ordenados andan:
machi ¡ay! Me dijo están señalados
el rey de la tierra: aproxímate, y llegan
soy el rey médico a lo ya medido.
y te digo seas médica. ¿Adónde, a quién
Por eso con mi solo poder el brillante cetro
no he sido machi. enviaste?
¡Jay!, dime solamente,
escúchame
cuando aún
Himno a Wiracocha no estás cansado,
muerto.
¡Ah Wiracocha, de todo lo existente el
poder!
Que éste sea hombre,
que ésta sea mujer (dijiste).
Sagrado... señor,
de toda luz naciente
el hacedor.
¿Quién eres?

Literatura latinoamericana I Página 143


Primeras manifestaciones líricas en lengua castellana y portuguesa.

El barroco de Indias y la identidad criolla:

En medio de un ambiente religiosamente represivo incitado por las reformas religiosas


iniciadas por el cura alemán Martín Lutero, surge un arte marcado por la contradicción. Se da
un arte sensual y escéptico (incluso la mística lo es), que exhibe la angustia típica del periodo.
Es éste un estilo de la Contrarreforma -la cristiandad se siente amenazada- viniendo a ser la
apoteosis del ademán estético que se iniciara en el Renacimiento (es la fase final del
Renacimiento, su descomposición, su metamorfosis por exageración). Después de ser el
hombre el centro del universo, éste, consciente de sus contradicciones, con urgencia, con
grandes gestos angustiados o sarcásticos, retorcidos e imaginativos, vuelve a buscar a Dios.
De ahí que el Barroco sea también el ansia de alcanzar la perfección, que es Dios, el regreso
a la adoración sagrada.

Los elementos que distinguen al periodo son: la exageración de la forma expresiva, el


amalgamamiento, la exaltación de la curva, la alteración de la armonía y el equilibrio clásicos
por medio de la distorsión, la recreación en la imaginación humana, el interés por lo raro, lo
inusitado. El ideal de belleza al que aspiraba el Renacimiento se transmuta en la belleza
desmesurada, atrapada en lo discordante y lo deforme del Barroco, reflejo de una existencia
caótica y confusa.

El Barroco de Indias es la versión americana del Barroco europeo. Entonces se produce un


sincretismo singular: el arte europeo se manifiesta con la imborrable señal de lo netamente
americano y con elementos africanos. ¿Y qué es el Barroco de Indias? El Barroco americano -
que es el contexto de sor Juana Inés de la Cruz - aunque despunta del barroco europeo, se
enriquece con elementos latentes de antiguas culturas americanas y africanas, y con las
tradiciones regionales. El barroquismo en América refleja un desfase histórico ya que alcanza
su auge a partir de la segunda mitad del siglo XVII y primera del XVIII. Destaca como el
modelo europeo en América se combina con la necesidad de recuperar a un mundo cuyas
referencias han sido barridas o suplantadas, lo que conecta la nueva estética con una
búsqueda de identidad americana. Pero como recuerda Carlos Fuentes en El espejo
enterrado, esta identidad no está clara, de ahí que el barroco americano exprese también
esas dudas e inseguridades: "el arte de la abundancia basado en la inseguridad y el deseo".

Básicamente, del modelo euro mantuvo rasgos esenciales como el dinamismo de la forma, la
monumentalidad y la actitud aristocratizante y latinizante, pero se volvió mestizo. Sin
embargo, excepto en sor Juana y unos pocos, los americanos hicieron una imitación
extremosa de los maestros peninsulares. Y muy pocos lograron reflejar las contradicciones
fundamentales barrocas.

El fenómeno del Barroco americano expresa una realidad ella misma caótica. Por lo que la
exuberancia barroca favorece a la expresión chocante de un arte que en América ha sido
reinterpretando a partir de su circunstancia: la naturaleza exuberante, la arquitectura colonial

Literatura latinoamericana I Página 144


(barroca) llevando impresa los códigos de otras razas y culturas precolombinas. El contexto
de sor Juana quedó expresado en el visaje arquitectónico de las iglesias de Potosí, en Bolivia,
donde los ángeles oscuritos de piel que ornamentan los altares, exhiben plumas de aves
americanas o sostienen instrumentos nativos. El dogma represivo de una cultura impuesta es
filtrado por lo que pretende reemplazar: la cultura desplazada haya su manifestación estética,
su exudación apenas disimulada en el tapiz del Barroco de Indias. De ahí que las creencias se
enmascararon y protegieron en los santos católicos, en desdoblamientos de deidades
antiguas americanas, en dioses negros y en derivaciones paganas.

Y de ahí surge sor Juana como modelo intelectual del sabio criollo. Surge de un sufragio
estético y cultural, y de una ansiedad por manifestarse en su singularidad. En sus poemas y
villancicos la monja mexicana no sólo usa admirablemente el habla popular de mulatos y
criollos sino que incorpora la lengua misma de los indios, el náhuatl. También se vale de
imágenes y símbolos de las antiguas culturas amerindias.

Sor Juana Inés de la Cruz

La obra de sor Juana Inés de la Cruz constituyó la primera gran


manifestación de la literatura hispanoamericana y una de las
más altas de las letras barrocas en lengua castellana. Juana
Inés de Asbaje, que tomaría el nombre de sor Juana Inés de la
Cruz, nació en San Miguel Nepantla, Virreinato de Nueva
España, el 12 de noviembre de 1651. A los nueve años marchó
a vivir a la ciudad de México, y desde tan temprana edad
manifestó una extraordinaria precocidad intelectual. Su erudición
y atractiva personalidad le otorgaron gran popularidad en la corte
del virrey, a cuya esposa sirvió como dama de honor. En 1667
entró en un convento carmelita, que abandonó para profesar el
24 de febrero de 1669 en el convento de San Jerónimo. Allí
desarrolló una prodigiosa actividad intelectual, reunió una
valiosísima biblioteca que contaba con unos cuatro mil
volúmenes, y se dedicó al estudio de las más diversas disciplinas y a la composición de su
obra literaria. Su variada producción incluyó obras en prosa, entre ellas Carta athenagórica
(1690), profunda disquisición sobre las Sagradas Escrituras y la doctrina de los santos padres
de la iglesia, en la que sor Juana Inés de la Cruz hacía una crítica de las enseñanzas del
jesuita Antonio Vieira. Respuesta a Sor Filotea (1691), dedicada al obispo de Puebla, que
había criticado su afán de erudición en un tiempo en que éste parecía reservado a los
hombres. Numerosas loas y villancicos dramáticos integraron la producción teatral de sor
Juana Inés de la Cruz, en la que merecen destacarse los autos sacramentales El divino
Narciso, El mártir del sacramento y El cetro de José, y dos comedias de enredo, Los empeños
de una casa (1683), influida por Pedro Calderón de la Barca, y Amor es más laberinto (1688).
Pero donde el genio literario de sor Juana Inés de la Cruz alcanzó sus cotas más elevadas fue
en su poesía, que por estilo y tema entroncaba directamente con la lírica barroca española.
Su calidad poética quedó patente en los tres volúmenes de poemas que se publicaron en
España: Inundación castálida (1689, Madrid), del que formaba parte el largo poema "Primero

Literatura latinoamericana I Página 145


sueño", ejemplo de profundidad conceptual y lirismo depurado; Segundo volumen de las obras
de sor Juana Inés de la Cruz (1692, Sevilla); y Fama y obras póstumas del fénix de México y
décima musa (1700, Madrid). Sor Juana Inés de la Cruz dedicó los últimos años de su vida a
sus obligaciones religiosas. Murió en la ciudad de México el 17 de abril de 1695, víctima de
una epidemia cuando cuidaba a sus hermanas de orden.

Sobre sus Poemas.


Poesía amorosa
La poesía amorosa de Sor Juana puede dividirse en tres grupos de poemas: los que tratan de
la casuística amorosa, los de índole personal y los de amistad. Siguiendo la tradición, Sor
Juana utiliza el ―yo‖ en sus poemas, pero supone un cambio, ya que hasta entonces el ―yo‖
era desde un punto de vista masculino, y el suyo era des del punto de vista femenino.

Poemas de circunstancias: jocosos y satíricos; religiosos


Dedicó parte de su obra a los poemas satíricos y burlescos. Sor Juana sigue la tradición.
Dentro de estos poemas cabe destacar el de los ―hombres necios‖. Según Octavio Paz: ―el
poema fue una ruptura histórica y un comienzo: por primera vez en la historia de nuestra
literatura una mujer habla en nombre propio, defiende a su sexo y, gracias a su inteligencia,
usando las mismas armas de sus detractores, acusa a los hombres por los vicios que ellos
achacan a las mujeres. En esto Sor Juana se adelanta a su tiempo: no hay nada parecido, en
el siglo XVII, en la literatura femenina de Francia, Italia e Inglaterra‖

Poemas filosófico-morales. El ―Sueño‖


No escribió demasiados poemas de este tipo, pero pese a todo, se considera su obra más
importante. El ―Sueño‖ es su obra más importante. También es su poema más largo (975
versos). El poema trata de si el hombre es capaz, mediante su inteligencia, de comprender la
realidad. La originalidad del poema radica en la dilatada extensión. Verdadera osadía fue la de
Sor Juana al convertir en poesía una materia tan abstracta y, por qué no decirlo, tan árida,
alcanzando unos resultados literarios que sólo los grandes poetas pueden lograr.
Consideramos que el mérito excepcional de sor Juana consiste en hacer del arte una
expresión de su ser y de la relación que establece con el mundo en que vive; para ello se
auxilia de la poesía comúnmente llamada lírica en su sentido más estricto, asociando la
expresión de lo personal a la tendencia filosófica o a la expresión satírica.
Sor Juana Inés tiende a fundir lo intelectual con lo emotivo, matizando conceptos de:
inquietud, ansiedad, incertidumbre, placeres y amarguras con la necesidad de conocimientos.
El lirismo refleja el drama de su vida y su entorno social. El marco de la poesía que hace es la
sociedad colonial mexicana en que vive. Sus figuras: damas, caballeros, letrados, estudiantes,
pastores o indios, generalmente aparecen envueltos en su fino lirismo sin perder en ningún
momento el significado y carácter social de la clase a la que pertenecen. Esto se aprecia
maravillosamente en su poesía eminentemente romántica donde emplea modos de expresión
de su época, dándole tratamiento al amor de tres maneras diferentes: Como íntima
experiencia personal, como asunto de fino examen psicológico, o como tema que propicia
el juego de conceptos o puramente satírico. Esta variedad de formas de abordar el amor nos

Literatura latinoamericana I Página 146


descubre la diversidad de sus aptitudes poéticas, la multiplicidad de su personalidad, de su
inteligencia, de su espiritualidad vivaz e ingeniosa que se complace en el análisis de
conceptos y observaciones psicológicas; así como en los ejercicios de la argumentación.
Para abordar de tan diversas maneras este tema tan controversial, la poetisa utiliza cambios
de voces y tonos poéticos así como la pluralidad de formas de la versificación para reforzar
determinados episodios; por ejemplo emplea el soneto, por su forma grave y difícil, para
cantar acerca de los momentos culminantes de la pasión amorosa; se vale
de imágenes poéticas construidas mediante el uso de metáforas delicadas que nos
transportan, empleando gran número de verbos y usando mesuradamente los adjetivos con la
función de complementar equilibradamente cada verso y transmitir un mensaje sin
complejidades que atenten contra la calidad de la obra.
Por ejemplo:
…Detente, sombra de mi bien esquivo,
imagen del hechizo que más quiero,
bella ilusión por quien alegre muero,
Dulce ficción por quien penosa vivo…
Así mismo utiliza la lira por su amplia libertad y armonía acompasada para expresar la
exaltación, el dolor, o la ausencia, a continuación un fragmento:
…Amado dueño mío,
Escucha un rato mis cansadas quejas,
Pues del viento las fío,
Que breve las conduzca a tus orejas,
Si no se desvanece el triste acento
Como mis esperanzas en el viento…
En otras oportunidades emplea la redondilla y si el verso es de humor o de ingenio entonces
el mismo se acomoda y la autora recurre a otras estrofas de artificios.
De esta manera se consigue la concordancia entre el pensamiento y la forma en la poesía
singular y amena de sor Juana Inés de la Cruz, que nos acerca a la sensibilidad femenina de
esta mujer extraordinaria., que nos hace pensar cuando disfrutamos de sus mejores versos,
que se refiere a seres reales y concretos, palpablemente humanos, que aman, gozan, sufren,
piensan, sienten o sueñan como cualquiera de nosotros, ejemplo de ello lo tenemos en los
siguientes versos:
…Si ves que triste llora
su esperanza marchita, en ramo verde,
tórtola gemidora,
en él y en ella mi dolor te acuerde,

Literatura latinoamericana I Página 147


que imitan, con verdor y con lamento,
él mi esperanza y ella mi tormento…
donde se observa algo natural y vital, insinuándose, que la hace olvidar los elementos
puramente formales, los artificios, pues en ella lo propio y lo real ya sea vivido o soñado vale
más que lo creado artificialmente.
Utiliza la lira cuando escribe sobre temas aunque amorosos más flexibles por su musicalidad y
armonía acompasada, y deja el empleo de la redondilla y el romance que ofrece innumerables
posibilidades expresivas para cuanto se le ocurre transmitir.
En los poemas de amor como pasión vivida, observo que se combinan la fuerza con la
naturalidad, la intensidad de la emoción con la delicadeza, dando una impresión de realidad
que ha propiciado diferentes lecturas a lo largo de todos estos siglos para quienes han
intentado biografiarla. Lo cierto es que el amor está presente en las etapas de la vida de sor
Juana Inés de la Cruz en que perfectamente tuvo oportunidad de florecer, dándole a su
poesía un realismo poético admirable surgido de las necesidades del espíritu, en ocasiones
vacilante y sin un objeto preciso, por ejemplo:
Al que ingrato me deja, busco amante;
Al que amante me sigue, dejo ingrata;
constante adoro a quien mi amor maltrata;
maltrato a quien mi amor busca constante…
Así como cuando la pasión es frágil y fluctúa entre la realidad y la fantasía: Detente, sombra
de mi bien esquivo…, cuando está llegando el ocaso del amor por indignidad del sujeto
amado: Cuando mi error y tu vileza veo… Otra de las características de sor Juana es que vivió
en la tensa oposición entre la razón y la pasión:
En dos partes dividida
tengo el alma en confusión:
una, esclava a la pasión,
y otra, a la razón medida.
Se observa en una de sus redondillas los efectos irracionales del amor a través de la
musicalidad de las rimas asonantes:
Este amoroso tormento
Que en mi corazón se ve,
Sé que lo siento, y no sé
La causa porque lo siento.
Siento una grave agonía
Por lograr un devaneo

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Que empieza como deseo
Y para en melancolía…
En otras estrofas apreciamos su visión del aspecto agónico del amor que le obligan a recurrir
al testimonio de los que lean sus versos y amen:
Si acaso me contradigo
En este confuso error,
Aquel que tuviese amor
Entenderá lo que digo.
Sor Juana se encuentra influenciada por los mejores líricos españoles( Garcilaso, fray Luis de
León, San Juan de la Cruz, Góngora o Lope de Vega), asimilando creadoramente sus estilos,
fundiendo en una fórmula única y renovadora sus elementos para darle vida propia
a emociones muy suyas.
Como bien habíamos dicho con anterioridad, en su obra poética encontramos una actitud
filosófica, que se concreta en algunos poemas en los que el afán de saber y el empeño de
interpretar la realidad universal y reducirla a un lenguaje que se pueda explicar, eran el objeto
de la poetisa. Esto lo podemos apreciar en el poema: Primero Sueño. Esta obra resulta la que
más se acomoda a mi juicio, a la personalidad de la autora, necesitada de interpretar la
realidad y de reducir su interpretación a símbolos poéticos y filosóficos que su inagotable
fantasía creaba y enlazaba en complejas estructuras. Cuenta con 975 versos, escritos
probablemente entre la edad de los treinta y cinco y cuarenta años de edad, cerca de 1690.
Publicado por primera vez en 1692.
Su estilo es una versión del gongorino, donde se reconoce el espíritu independiente de sor
Juana Inés de la Cruz y se satisface las exigencias clásicas de una poesía de contenido,
siguiendo un orden para exponer sus ideas. Se observan en él el uso acertado de un léxico
culto, de latinismos léxicos, abundante erudición mitológica e histórica, cuidadoso cultivo de
la imagen y de la metáfora, regido por el despliegue de conceptos y no por la mera búsqueda
de lo altisonante y brillante del lenguaje.
La sátira no era el fuerte dentro de los intereses que despertaban su vocación poética, pues
existe un tono de gravedad en todo cuanto escribe, aunque noto que su inconformidad con lo
injusto o absurdo desde su punto de vista y valores, despierta una crítica mordaz que se
percibe como comentarios humorísticos, con suaves notas de ironía, propias de su forma de
vida.
Carece sor Juana de las características específicas del poeta epigramático, por esta razón
predomina en este tipo de poesía un fondo ideológico, siendo más razonadora que divertida y
chispeante, en su función de subrayar contrastes, errores y contradicciones, ejemplo de ellas
son sus famosas redondillas donde sale en defensa de las mujeres, arguyendo de
inconsecuente el gusto y la censura de los hombres que en las mujeres acusan lo que
causan:
…Hombres necios que acusáis

Literatura latinoamericana I Página 149


a la mujer sin razón,
sin ver que son la ocasión
de lo mismo que culpáis
si con ansia sin igual
solicitáis su desdén,
¿Por qué queréis que obre bien
si las incitáis al mal?...
Aunque el mejor ejemplo lo constituye su difundido Ovillejo, que ridiculiza la falta de
originalidad de la literatura amanerada y sin contenido que se escribía en la época de la
autora, definiendo así sor Juana, su versión acerca de la originalidad literaria que censura y la
frase hecha y el lugar común, doscientos años antes de que apareciera
el modernismo hispanoamericano.
Antonio de Vieira (1608-1697) (Lirica portuguesa)

Religioso, escritor y orador portugués perteneciente a la Compañía


de Jesús. Se trata de uno de los personajes más influyentes
del Siglo XVII en temas de política, destacando también
como misionero en tierras brasileñas. En este sentido, defendió
infatigablemente los derechos humanos de los pueblos indígenas,
combatiendo su explotación y esclavización. De hecho, ellos le
llamaban "Paiaçu" (Padre Grande, en Tupi).
El padre Antonio Vieira, jesuita y catequista, orador sagrado, se
impuso por sus escritos, donde se revelan rasgos europeos,
portugueses y brasileños. Entre los Sermones (15 volúmenes), son
de particular interés para la literatura brasileña el ―Sermón del
primer Domingo de Cuaresma‖ (1653), que gira sobre el tema de la extinción de la esclavitud
india, y el ―Sermón XIV del Rosario‖ (1633), sobre los esclavos negros. En la Historia del
Futuro escribe un tratado sobre la profecía donde defiende la mística del 5º imperio del
mundo, que sería portugués con sede en Brasil, y por el que tuvo que rendir cuentas ante la
Inquisición por sus deslices heterodoxos. De estilo barroco, fue el mayor orador
sagrado de Brasil. Sus discursos son minuciosos, llenos de alegorías que revelan la
agudeza de su raciocinio.

“Sou homem do tempo; com ele vivo, com ele morro, com ele adoeço, com ele saro”
P. Antonio Vieira.

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La obra del Padre Antonio Vieira se puede dividir en tres tipos de trabajos:

Profecías, Cartas y Sermones.

Las Profecías constan de tres obras: Historia del Futuro, Esperanzas de Portugal y Clavis
Prophetarum. En ellas se notan el sebastianismo y las esperanzas en que Portugal se
volvería el "quinto imperio del Mundo". Según él, ese hecho estaba escrito en la Biblia. Aquí
él demuestra su estilo alegórico de interpretación bíblica (una característica casi constante de
los religiosos brasileños íntimos de la literatura barroca). Además, claro, de revelar un
nacionalismo megalómano y una servidumbre fuera de lo común. Lo grueso de la producción
literaria del Padre Antonio Vieira está en sus aproximadamente 500 cartas. Éstas tratan de
las relaciones entre Portugal y Holanda, de la Inquisición y los cristianos nuevos y de la
situación de la colonia, transformándose en importantes documentos históricos.

Lo mejor de su obra, sin embargo, está en los 200 sermones. De estilo barroco conceptista,
totalmente opuesto al Gongorismo, el predicador portugués juega con las ideas y los
conceptos, según las enseñanzas de retórica de los jesuitas. Uno de sus principales trabajos
es el Sermón de la Sexagésima, pronunciado en la Capilla Real de Lisboa, en 1655. La obra
también quedó conocida como "La palabra de Dios". Polémico, dicho sermón resume el arte
de predicar. Con él, Vieira trató de tocar a sus adversarios católicos, los gongorinos
dominicanos, analizando en el sermón "Por qué no Fructificaba la Palabra de Dios en la
Tierra", atribuyéndoles la culpa.

La ilegalidad del sometimiento interpretado desde la perspectiva moralista


Jesuítica.
Después de participar activamente en Portugal en la vida política de la época, defendiendo a
los cristianos nuevos y suscitando la reprobación de la Inquisición, Vieira regresa al Brasil
estableciéndose en el Marañón en el año de 1653, con la tarea concreta de restituirles a los
misioneros ignacianos el dominio y potestad de los indios naturales de esta región y del
territorio circundante por orden de la propia corona lusa, así como desarrollando actividades
de evangelización y protección de los naturales. Justamente, su primera prédica la
proclamaría en la ciudad de San Luis dirigiéndose a los señores dueños de esclavos indios
(―Sermón del primer domingo de Cuaresma‖), donde el jesuita se dispone a presentarse como
a un amigo leal quien alerta a su compañero acerca del peligro que le asedia.
En calidad de ―médico cristiano‖, que procura abiertamente diagnosticar cualquier tipo de
padecimiento o dolencia al enfermo sin importar agraviarlo, Vieira apela a la liberación de los
esclavos indígenas resaltando que la manumisión de los indios sometidos por parte de los
colonos y dueños de esclavos, redundará en la salvación de las almas de aquellos, sus
esclavistas, y en general en bendiciones a estos territorios portugueses.
Debido a los pronunciamientos de la corona y de los propios ignacianos que habían
acreditado la humanidad del indio brasilero, Vieira considera más que ilegitima la esclavitud
que se promovió en y desde este Estado, la cual es considerada desde su perspectiva de

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religioso como una verdadera ofensa a Dios; acción vergonzosa que se ve doblemente
agravada ya que en sí este sometimiento ofende mortalmente al propio Dios, al punto que
teológicamente, el esclavista ―vende [literalmente] su alma al demonio‖, transacción que
desde la perspectiva del ignaciano era sumamente rentable y beneficioso para el demontre,
quien compraba ―extremadamente baratas las almas de los señores esclavos‖, dándoles en
contraprestación permiso para acceder y poseer algunos esclavos93. Para enfatizar en la
mala actuación de los colonos y señores esclavistas en este Estado, Vieira va más allá de la
condenación eterna de sus almas y presagia que su actitud censurable atraerá una serie de
calamidades y desastres hasta ahora desconocidas – en palabras del jesuita, ―plagas‖ - en las
tierras brasileras (invasiones holandesas, hambruna, enfermedades degenerativas e inclusive,
esterilidad).
Propone que los esclavos ―mal habidos‖ deben ser liberados inmediatamente y señala que el
simple hecho de someter a los indígenas evidencia la ignorancia de los designios de Dios y la
falta de fe hacia el creador, lo cual nuevamente – y desde el enfoque del iñiguista – revalida la
presencia jesuítica en estas tierras; presencia que Vieira considera indiscutiblemente
trascendental puesto que la experiencia de contacto y convivencia con los indígenas apresta a
los misioneros jesuitas para que aconsejen y propongan las medidas a tomar con las
poblaciones indígenas del sector. Vieira aprovechando su labor en representación de la
corona lusa propone la manera cómo debería darse la libertad paulatina de los
esclavos indios, así como la manutención de aquellos retenidos en las llamadas ―guerra justa‖
por parte de los colonos y moradores del Marañón y el Gran Pará, precisándoles inclusive las
posibles ventajas que traería este procedimiento.
Exhortando desde el púlpito, Vieira intenta persuadir al auditorio maraheñense presente en
esta prédica para que se ejerciten en la virtud de la abstinencia; virtud requerida por Dios
durante esta época de conflicto entre colonos y jesuitas. Aprovechando el período cuaresmal,
Vieira apunta a que los tratantes y señores de esclavos indios liberen ―de las ataduras de la
injusticia, y que dejéis ir libres a los que tienes cautivos y oprimidos‖, como demostración de
su obediencia y acato a los designios de Dios y como triunfo indiscutible sobre el demonio94,
estableciendo desde entonces un enfoque que persistirá en los demás sermones que
pronunciaría en el Marañón acerca del sometimiento indígena, en los cuales predominará
como característica particular la asimilación del colono o morador maraheñense como una
figura demoníaca calificada como tal a raíz de la tipificación jesuítica de estos como individuos
desalmados y sanguinarios.

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Manuel Botelho de Oliveira (1636-1711)
Poeta y dramaturgo brasileño. Autor de Música del Parnaso, obra que
agrupa casi toda su producción literaria en varios idiomas.

Manuel Botelho de Oliveira, publicó en 1705 Música del


Parnaso (dividida en cuatro coros de rimas portuguesas, castellanas,
italianas y latinas) con un contrapunto cómico presente en dos
comedias: Hay amigo para amigos, y Amor, engaños y celos.

Presencia de la lengua castellana en la poética barroca brasilera.


La aparición, en 1705, del libro Música do Parnaso, de Manuel Botelho de
Oliveira, representó un importante marco para la historia de la literatura brasilera: fue el acto
inaugural de la tradición de publicación de libros de poesía en Brasil. Estando prohibida la
imprenta hasta 1808, la publicación de Música do Parnaso se realizó en Lisboa, después de
obtenidas las necesarias licencias del Santo Oficio y de la Corona Portuguesa. El autor del
libro, nacido en la cidade da Bahia, en 1636, y fallecido en 1711, en ese mismo sitio, sobre el
pionerismo de su realización literaria advirtió, en las páginas iniciales de la obra y en fórmula
de afectada modestia, que esperaba ser reconocido, si no por su talento poético, al menos
como el primer hijo de Brasil que publicaba libro de poesía. Sin embargo y no obstante su
inexcusable importancia histórica, el libro Música do Parnaso ha sido objeto de escaso y poco
profundo examen. La crítica literaria, desde el Romanticismo y con pocas excepciones, ha
considerado ese libro carente de mérito, ya que en él estarían ausentes el color local y la
temática nativista.
La imposición de esos criterios de carácter romántico-nacionalista a la evaluación de una
obra barroca impidió que la crítica la reconociera como importante etapa del
―processo de integração da América Portuguesa com o sistema da cultura européia‖, como
ha observado Ivan Teixeira, en el ensayo titulado ―A poesia aguda do engenhoso fidalgo
Manuel Botelho de Oliveira‖, que sirve de introducción a la edición facsimilar de Música do
Parnaso publicada en 2005 para celebrar el aniversario de trescientos años del libro
(OLIVEIRA, 2005, p. 13).
Otra razón para que la crítica tradicional considerase el libro indigno de incorporarse al canon
de la literatura brasilera es su carácter plurilingüe. En Música do Parnaso, Manuel Botelho de
Oliveira ejercitó su talento poético en cuatro idiomas: portugués, castellano, italiano y latín, en
ese orden. Las composiciones escritas en lengua extranjera son autónomas frente a aquellas
escritas en la lengua materna del poeta; no siendo meras versiones de los poemas escritos
en portugués, los poemas extranjeros tienen garantizada su personalidad propia. El
plurilingüismo de la obra, en lugar de haber sido tomado como uno de sus méritos, como
quería el poeta, ha sido utilizado como uno de los fundamentos de la reserva con que la crítica
nacida bajo el signo del romanticismo ha evaluado la obra.

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Si pocos son los estudios realizados sobre la parte de Música do Parnaso escrita en lengua
portuguesa, en ese sentido más grave aún es la situación de las composiciones poéticas en
español. A pesar de que son numéricamente superiores a los poemas en portugués, italiano y
latín, poquísimos son todavía hoy los estudios realizados sobre ese conjunto mayoritario de
poemas. Acerca del protagonismo de la lengua española dentro del libro, hace falta mencionar
que Manuel Botelho de Oliveira dejó sugerida, en el introito de su libro, la idea de que ese
idioma era, para los lectores brasileros de poesía de la época, tan vulgar y conocido como su
misma lengua materna.

El reconocimiento de la existencia de esa literatura brasilera escrita en español nos impone la


necesidad de conocerla, estudiarla, disfrutarla y divulgarla. Por ese motivo, constituimos como
objeto de este breve estudio una de las composiciones poéticas en español de Música do
Parnaso. Manuel Botelho de Oliveira la compuso en 1699, por ocasión de la muerte de Doña
María Sofía Isabel (1666-1699), mujer de Don Pedro II (1683-1706) y madre de Don João V
(1689-1750), ambos reyes de Portugal.
A continuación:

A MORTE DA SENHORA RAINHA DONA MARIA SOFIA ISABEL


COMPARADA COM ECLIPSE DO SOL
Opónese la Luna al Sol flamante,
Y aunque le debe todo el lucimiento,
No le faltó villano atrevimiento,
Para oponerse ingrata al Sol radiante:
Siente la oposición la tierra amante,
Porque ve del eclipse el sentimiento,
Más aunque el Sol parezca sin aliento,
Para el Cielo se queda Sol brillante.
Así la Reina pues, cual Sol lustroso,
El eclipse padece entristecido
A la tierra, que siente el fin penoso:
Pero volando al Cielo es tan lúcido,
Que si a la tierra queda tenebroso,
Para el Cielo se ofrece esclarecido.

Es conveniente comentar que todos los poemas de Música do


Parnaso, incluso los escritos en lengua extranjera, recibieron títulos en
portugués. El poeta, quien tuvo el cuidado de explicar, en las páginas
introductorias del libro, la razón de algunos de los procedimientos allí
adoptados, con respecto a ese procedimiento específico nada informa
al lector.

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Actividades didácticas.
Repaso:

¿Quién es el autor de la Historia verdadera de la conquista de la nueva España?

Nombra la producción literaria de Sor Juana Inés de la Cruz:

¿Quiénes fueron los cronistas indígenas?

Características del siglo XVIII:

Nombra los diferentes tipos de cronistas:

Descripción de la obra ―Primero sueño‖:

Como está considerado el ―Chilam Balam‖:

En que partes se divide el ―Popol Vuh‖:

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Lea y analice lo siguiente :
PUES ESTOY CONDENADA Si a otros ojos he visto,
mátenme, Fabio, tus airados ojos;
Pues estoy condenada, si a otro cariño asisto,
Fabio, a la muerte, por decreto tuyo, asístanme implacables tus enojos;
y la sentencia airada y si otro amor del tuyo me divierte,
ni la apelo, resisto ni la huyo, tú, que has sido mi vida, me des muerte.
óyeme, que no hay reo tan culpado
a quien el confesar le sea negado. Si a otro, alegre, he mirado,
nunca alegre me mires ni te vea;
Porque te han informado, si le hablé con agrado,
dices, de que mi pecho te ha ofendido, eterno desagrado en ti posea;
me has, fiero, condenado. y si otro amor inquieta mi sentido,
¿Y pueden, en tu pecho endurecido sáqueseme el alma tú, que mi alma has
más la noticia incierta, que no es ciencia, sido.
que de tantas verdades la experiencia?
Mas, supuesto que muero,
Si a otros crédito has dado, sin resistir a mí infeliz suerte,
Fabio, ¿por qué a tus ojos se lo niegas, que me des sólo quiero
y el sentido trocado licencia de que escoja yo mi muerte;
de la ley, al cordel mi cuello entregas, deja la muerte a mi elección medida,
pues liberal me amplías los rigores pues en la tuya pongo yo la vida.
y avaro me restringes los favores?
Sor Juna Inés de la Cruz.

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Conteste:
¿Qué tipo de poema es? (soneto, romance, etc.)

¿Es un poema narrativo o lírico? ¿Es diálogo o monólogo?

¿Quién habla? (¿De quién es la voz poética que escuchamos?) ¿A quién se dirige?

¿Cuál es el tono del poema (la actitud del hablante hacia su tema)?

¿Qué figuras retóricas se utilizan?

Lea y analice lo siguiente:

Poemas lacandones:
Frente a ti ofrezco mi copal, es para ti. Ofrécelo al padre, es para ti, elévalo al padre. Cumpliré
de nuevo con mi ofrenda de pozol, es para ti, ofrécelo al padre. Cumpliré de nuevo con mi
ofrenda de pozol para ti, para ti. Frente a ti hago mi don, de nuevo, para tu felicidad. La he
ofrecido para que mi don no se corrompa, permanezca entero, sea la cabeza (parte principal)
de mi don, para ti. ¡No se quiebre el don que te hago! ¡No se rompa el don que te hago!
¡Mírame haciéndote un don, oh Padre! ¡Que no sea yo hundido en el fuego de la fiebre! Yo te
he colocado en el nuevo brasero, mírame haciéndote nuevamente un don para tu felicidad,
mírame haciéndote un don para el espíritu de mis hijos. Que no queden cercados, que no los
aprisione la enfermedad, el frío, la fiebre. Entra, camina hacia mis hijos, cura a mis hijos.

Cada vez que levanto mi pie,


cada vez que levanto mi mano,
muevo la cola.
Escucho tu voz venir de muy lejos.
Casi estoy dormido:
busco un árbol caído,
voy a dormir en el árbol caído.
Mi piel, mi pie, mi mano,
mis oídos están rayados.
Nota: El primer poema lacandón fue recogido por Alfred M. Tozzer entre los lacandones de la selva de Chiapas, México, entre
los años 1902 y 1903. Él mismo lo publicó dos veces (Tozzer, 1907 y 1921). La versión maya que se utiliza es la misma que
usó Tozzer en su publicación de 1921, pero se ha modificado el sistema de escritura para facilitar la impresión. La versión
castellana ha sido preparada por Voz Viva UNAM del original maya. Es un canto sagrado para bendecir el copal y ofrecerlo a
los dioses.
El segundo poema lacandón, parece un poema festivo, un poema para niños. Sin embargo, seguramente encierra también un
sentido religioso. Fue recogido entre los lacandones de Pelhá por Phillip y Mary Baer. Se usa su versión maya y una
traducción de Voz Viva UNAM al castellano.

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Conteste:
¿Cuál es el tema principal?

¿Hay temas secundarios? ¿Cuáles son?

¿Cómo revelan el tema las siguientes figuras?

Las imágenes

Los símbolos

Las otras figuras retóricas

¿Tiene un "mensaje ―o fin didáctico el poema?

¿Qué tipo de cosmovisión o ideología sugiere?

Lea y analice el siguiente soneto:

Cansado el ciego Dios de herir flechero de Manuel Botelho de Oliveira

Cansado el ciego Dios de herir flechero


Las nobles almas con incendio hermoso,
Quiso buscar sosiegos de gustoso
Quien motiva cuidados de severo.

Viendo de Anarda el rostro lisonjero,


Pensó que Venus era, y delicioso
Gustando en ella halagos de un reposo,
Probó lo dulce, reprobó lo fiero.

Pero después sabiendo (en lo arrogante)


Que Anarda no era Venus, inflamado
Amó de Anarda la beldad triunfante;

De suerte que en asombros del cuidado


El propio Amor se vio de Anarda amante,
El propio Amor se vio de amor flechado.

Aplique las preguntas del ejercicio anterior al mismo.

Una vez contestadas las preguntas elabore un ensayo de 2 páginas, sobre este soneto.

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Referencias.
Obras escolhidas (ts. XI-XII), Lisboa, Sá da Costa, 1996.
Historia do Futuro, introduçâo, actualizào e notas por Maria Leonor Carvalho Buescu,
Lisboa, Biblioteca de Autores Portugueses, 1992.
LOYOLA, San Ignacio de, Ejercicios Espirituales, en Obras completas de San Ignacio de Loyola,
Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, 1963.
JUANA INÉS DE LA CRUZ, Sor, Carta athenagórica, Puebla de los Ángeles, 1690.
Carpentier, el al., Historia y ficción en la narrativa hispanoamericana, Caracas, MonteÁvila, 1984, págs. 149-166.
E. Pupo Walker. La vocación literaria del pensamiento histórico en América, Madrid,
MARTINEZ López, ENRIQUE, University of California, Santa Bdarbara.
Arzápalo, ramón el ritual de los Bacabes.UNAM
Barrera Vázquez, A. y Rendón Sylvia, el libro de los chilam balam 1,2, 3, biblioteca americana México.
Yershova .A. Galina:
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John Los 1984 Viajes a Yucatán, Producción ed. Dante. Tomo 1 y II, Mérida, Yucatán.
Federico de: 1930 Viaje pintoresco y la Provincia de’ Yucatán (América Cenorsil). Durante los años l 534v 1836.
Traduce. Y prólogo del Dr. M. Mestre Chigliarza. Editor: Carlos R. Menéndez Compañía Tipográfica Yucateca,
SA Mérida. Yucatán

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Unidad 4: Diversidad poética del siglo XVIII y XIX

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Neoclasicismo en Hispanoamérica

El pensamiento de la ilustración influyó grandemente en la cultura y la política de


Hispanoamérica. Al decir ello se entiende que fue notable su influencia. Puede vérsela hacia
el siglo XVIII y en algunos decenios del XIX. Los ideólogos de la emancipación del continente
y de su inmediata organización republicana debieron mucho de su formación a la
nueva filosofía europea.
Ese origen y las exigencias políticas de la época prendieron en la conciencia de los
neoclásicos hispanoamericanos el interés por la libertad y la suerte de sus pueblos. Las ideas
liberales -de lucha contra la tiranía y la intolerancia- movieron su pluma y levantaron su
elocuencia. Simón Bolívar usó su pluma para defender y divulgar los principios republicanos, y
a veces para expresar sus emociones y vivencias personales. Las creaciones literarias que
marcarán pauta pertenecerán a los géneros de la prosa y la poesía de sabor neoclásico de
Andrés Bello A su lado, destaca la escritura genial de ruptura y parodia de Simón Rodríguez.

Neoclasicismo y romanticismo

En los inicios de la era republicana figuran cuatro grandes nombres de las letras
venezolanas: Andrés Bello, Fermín Toro, Rafael María Baralt y Juan Vicente González. El
más destacado poeta, de clara autenticidad romántica, se llama Juan Antonio Pérez Bonald.

Entre los costumbristas venezolanos están Daniel Mendoza, Francisco de Sales Pérez,
Nicanor Bolet Peraza, Francisco Tosta García, Rafael Bolívar Álvarez, Rafael Bolívar
Coronado y Miguel Mármol. Dos escritores de carácter señalan la transición hacia nuevas
posiciones intelectuales y creadoras: Cecilio Acosta y Arístides Rojas.
Aparte la obra y los hechos ingentes de los pensadores, científicos y hombres públicos del de
entonces, se descubre el doble estímulo de la libertad y de un positivismo material (que
acelerase el progreso) en los discursos y páginas literarias de sus figuras más destacadas.
El neoclasicismo, en el campo de la poesía no vino sino tras la independencia
hispanoamericana. Nacidos en el Ecuador, Venezuela y Cuba, respectivamente. Todos ellos
pusieron en ejercicio un gusto inconfundiblemente neoclásico. Tuvieron predilección por los
mismos autores.

Neoclasicismo Hispanoamericano

El neoclasicismo o estilo neoclásico fue un movimiento cultural, artístico y literario que se


desarrolló desde mediados del Siglo XVIII hasta las primeras décadas del Siglo XIX, en que
después fue sustituido por el Romanticismo. Su origen viene de la reacción ante los "excesos"
del barroco en el arte y especialmente el abuso decorativo de su última fase: el rococó.
El neoclasicismo significó una vuelta a los contenidos grecorromanos y se buscaba
nuevamente el equilibrio y la armonía entre los diferentes elementos.
En Hispanoamérica, tuvo gran influencia en la cultura y política. Creo gran interés por la
libertad y la suerte de sus pueblos; las ideas liberales de lucha contra la tiranía y la
intolerancia. Varias de las manifestaciones reconocidas son la poesía neoclásica y la poesía
gauchesca que se originó más tarde.

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Características y manifestaciones

El neoclasicismo trató de imitar a los griegos y romanos. Su principal característica es la


belleza fría y sin alma. La sátira y la burla identificaban la prosa y el verso; algunos críticos
nombraron esa literatura como prerrevolucionaria, por su intención y por haber antecedido a
las guerras de la independencia americana. Todo esto se generó cuando comenzaron las
críticas contra las autoridades que representaban la corona española.

La poesía neoclásica se distinguió principalmente por su lírica de contenido ligero,


con temas sobre el amor, mitología, asuntos bíblicos, civiles y progresistas. También por el
renacimiento de la fábula, el epigrama y otras composiciones festivas y
moralizantes, introducción del paisaje y de personajes locales, incluyendo la flora y la fauna.
Auge de la poesía patriota, en forma de odas e himnos heroicos, sobre hechos de las guerras
de la independencia.

Además una entrada al léxico poético de voces regionales o populares y la aparición en el Río
de la Plata de la poesía gauchesca. Hubo también una poesía revolucionaria, aunque
de valor estético limitado. Ésta celebraba los triunfos de las armas americanas, enaltecía a los
héroes de la guerra, promovía el entusiasmo nacional y atacaba a España, sus hombres y sus
actos. Esta poesía se ha recogido en cancioneros, y algunas de las composiciones son
anónimas, mientras que otras aparecen firmadas.

En la prosa, los fenómenos fueron los siguientes: el surgimiento del periodismo político, social
y económico, como medio de difusión de la nueva ideología y revolución. Una preferencia por
los ensayos, proclamas, historias y discursos; el nacimiento de la verdadera novela realista
hispanoamericana en México. Un ejemplo de este genero son los himnos nacionales escritos
en este estilo. Aunque el periodismo fue la actividad literaria más inmediata y directa, la prosa
revolucionaria es riquísima en memorias, autobiografías, cartas, discursos, artículos, ensayos,
panfletos y traducciones. En el teatro, sin embargo, no hubo grandes novedades. Se
representaban las comedias y tragedias del repertorio clásico español. Hubo, con todo,
intentos de teatro popular, que pueden considerarse como los precursores de los teatros
realistas locales. El monólogo o unipersonal tuvo bastante auge en esos momentos.
Los temas preferidos por los neoclásicos hispanoamericanos fueron de libertad y progreso
inspirados por los generales Simón Bolívar, Sucre y José de San Martín. El máximo
representante de la época es José Joaquín Olmedo (1780-1847), ecuatoriano que compuso
una famosa oda en elogio a Simón Bolívar La victoria de Junín. También está José María
Heredia (1803-1839), cubano y humanista, autor de dos célebres odas: En el teocalli de
Cholula y Niágara.

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Poesía

Dos son los poetas que sobresalen como representativos de una poesía neoclásica: el
ecuatoriano José Joaquín de Olmedo (1780-1847) y el venezolano Andrés Bello (1781-1865).
En ellos existe una evidente preocupación métrica y un interés por resaltar aspectos políticos
y sociales, además de hacer patente la presencia de lo americano.
Por su parte, la poesía romántica encontró favorable eco en un abundante número de
escritores. Entre ellos destacan los argentinos que conforman el grupo de los proscritos,
opositores a la dictadura de Juan Manuel Rosas (1835-1852). Entre ellos se encontraba la
figura de José Esteban Echeverría (1805-1851). De sus poesías, Elvira o la novia del
Plata (1832), Consuelos (1834) y Rimas (1837), resalta «La cautiva» (del último libro), un
largo poema que trata de las desventuras de una mujer blanca, retenida por los indios. En
Cuba son especialmente significativas las obras de Gertrudis Gómez de Avellaneda (1814-
1873). Paralelamente, durante el XIX se desarrolla en torno al Río de la Plata la poesía
gauchesca. Centrada en la figura del campesino nómada de la Pampa, recurre, en general, a
un lenguaje que recoge los usos dialectales y vulgares de este colectivo. El interés por el
mundo del gaucho se enmarca en el renacimiento del nacionalismo y la búsqueda de lo
autóctono propios del siglo XIX. La fama de José Hernández (1834-1886) queda ampliamente
justificada con el poema narrativo Martín Fierro (ver Obras clave), la obra más significativa del
período. Su éxito provoca la prolongación de la poesía de materia gauchesca en el siglo XX.
Pero, además de estos primeros poetas, destaca un grupo de autores más jóvenes que
siguen también la estela de la estética romántica. Con ellos se desarrolla la última etapa del
movimiento. Cabe destacar entre ellos al chileno Guillermo Blest Gana y al colombiano Rafael
Pombo (1833-1912). Así también merece una atención especial la figura del uruguayo Juan
Zorrilla de San Martín (1855-1931), autor de Tabaré, un poema que convierte en mito la figura
del indio uruguayo.

Narrativa

Dentro de la prosa ilustrada destaca la obra del mexicano José Joaquín Fernández de
Lizardi (1776-1827), que consolidará el género novelesco en Hispanoamérica. Su labor como
novelista se desarrolló en los siguientes títulos: Periquillo Sarniento(1816), La Quijotita y su
prima (1818), Noches tristes y día alegre (1818) y Don Catrín de la Fachenda (1832). En el
prólogo a la obra, el narrador de Periquillo Sarniento manifiesta sus intenciones: «Cuando
escribo mi vida, es solo con la sana intención de que mis hijos se instruyan en las materias
sobre que les hablo», y, aún más, «si les manifiesto mis vicios no es por lisonjearme de
haberlos contraído, sino por enseñarles a que los huyan pintándoles su deformidad». Esta
intención pedagógica, edificante, moralizadora, es la nota relevante de la narración del pícaro
mexicano, desde su nacimiento hasta su muerte. Asimismo, su obra supone una virulenta
sátira política a las costumbres de una nueva sociedad.

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En la prosa romántica hispanoamericana predomina el relato breve (tanto en la modalidad de
artículo de costumbres como del cuento) y la novela alcanza una importante representatividad
en sus directrices histórica, costumbrista, indianista o sentimental.
En la literatura argentina, El matadero (1838), de Esteban Echeverría, es un ejemplo de la
oposición del autor a la tiranía de Rosas. También se puede decir con propiedad que es uno
de los principales antecedentes de la novela sobre la dictadura en Latinoamérica. Destaca
también Domingo Faustino Sarmiento, cuya obra cumbre es Facundo, un alegato contra el
despotismo de Rosas y un fiel reflejo de la oposición civilización-barbarie (o dictadura). José
Mármol (1817-1871) representa con Amalia, «novela histórica americana» (1855), el
romanticismo social imperante por esos años. Es quizá la diatriba más violenta contra la
tiranía de Rosas, haciendo suya a la vez la antítesis sarmientina. Aparte de Echeverría,
Hernández, Ascasubi, Sarmiento y Mármol, también pertenecieron al grupo de los
«proscritos» Juan María Gutiérrez, Juan Bautista Alberdi y Vicente Fidel López.
En la literatura colombiana surgen voces como Eugenio Díaz (1804-1865), autor de Manuela,
una de las novelas representativas de la primera generación romántica. Jorge Isaacs (1837-
1895) es el autor de María (1867), la novela latinoamericana romántica por excelencia. Isaacs
expuso idealizados en ella los conceptos del amor puro y de la vida rural; en sus páginas, la
huella del romanticismo francés queda equilibrada por un tratamiento realista.
En Cuba, Cirilo Villaverde (1812-1894) es el autor de Cecilia Valdés, una historia de amor
funesto, que trata las relaciones incestuosas entre dos hermanos que ignoran ser hijos de un
mismo padre. Es además una recreación de la sociedad habanera y una denuncia contra la
situación inhumana del esclavo. Otros dos nombres de notables narradores cubanos son:
Gertrudis Gómez de Avellaneda, autora de Sab y de Guatimozín, y José María de Cárdenas y
Rodríguez (1812-1882).
Pero también destaca la narrativa en otros países. El boliviano Nataniel Aguirre (1843-1888)
escribe Juan de la Rosa, una novela histórica, que recoge «memorias del último soldado de la
Independencia», confiriéndoles dimensiones épicas. El dominicano Manuel de Jesús Galván
(1834-1910) es el autor de Enriquillo, una de las narraciones históricas indianistas más
notables del período. Juan León Mera (1832-1894), ecuatoriano, destaca por su
novela Cumandá o un drama entre salvajes, que muestra una directa influencia de
Chateaubriand. Ignacio Manuel Altamirano (1834-1893) se afianzó como el principal novelista
romántico de México con dos historias de amores desgraciados, Clemencia (1869) y El
Zarco (1901). El representante más importante de la narrativa realista hispanoamericana es
el chileno Alberto Blest Gana (1830-1920). El costumbrismo y el realismo están presentes en
sus novelas La aritmética en el amor, Martín Rivas, El ideal de un calavera, Durante la
reconquista, Los trasplantados (sobre la vida de los latinoamericanos en París) y El loco
Estero. Sin embargo, en Hispanoamérica los escritores pronto reciben la influencia del
Naturalismo, especialmente en Argentina, donde sobresalen voces como las de Eugenio
Cambaceres (1843-1888), autor de Sin rumbo (1885); Lucio Vicente López, que en La gran
aldea (1884) retrata las «costumbres bonaerenses» de 1840, o Julián Martel.

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En México destacan autores como José López Portillo y Rojas; Rafael Delgado, importante
cuentista, y Emilio Rabasa. Federico Gamboa es el autor de Santa, una de las obras
representativas del Naturalismo latinoamericano.
Asimismo, el uruguayo Eduardo Acevedo Díaz (1851-1921) escribió una serie de novelas de
carácter histórico, conformada por la siguiente tetralogía: Ismael, Nativa, Grito de
gloria y Lanza y sable. Este ciclo tenía como objetivo mostrar la realidad política y social del
Uruguay. Por último sobresale la peruana Clorinda Matto de Turner (1852-1909), precursora
del indigenismo latinoamericano con su novela Aves sin nido.

Teatro

La producción dramática autóctona disminuyó considerablemente en la segunda mitad del


siglo XVIII. Salvo algunas realizaciones de Agustín de Castro y de Pablo de Olavide, es
poquísimo lo que se puede rescatar. En cambio, ya en plena vigencia del período neoclásico,
se aprecia un despuntar teatral de cierta importancia, con dos líneas bien diferenciadas: una
de temática histórico-mitológica y otra de temática costumbrista. Entre los autores neoclásicos
destaca el mexicano Manuel Eduardo de Gorostiza (1789-1851), renovador de la comedia de
tipo moratiniano.

Estas dos líneas teatrales se afianzan definitivamente durante la época romántica; sobresale
ahora especialmente la costumbrista. Es el momento en que los teatros nacionales logran su
autonomía como expresión artística; el costumbrismo va a convertirse en un motivo generador
del teatro latinoamericano. Daniel Barros Grez (1834-1904) es considerado el padre del teatro
en Chile. De su extensa obra sobresalen La beata, Cada oveja con su pareja, El vividor y El
ensayo de la comedia. Otros dramaturgos chilenos de este período fueron Salvador
Sanfuentes y Román Vial. En México destacan Ignacio Rodríguez Galván y Fernando
Calderón. Manuel Ascensio Segura (1805-1871) es la figura más destacada del teatro
peruano. Ña Catita, una de sus comedias más difundidas, contiene todos los elementos
configuradores de su teatro: sátira a las costumbres y realidades sociales, afán europeizante,
ironía, personajes que entran en conflicto por sus distintas intencionalidades (arribismo,
oportunismo), contradicciones valorativas, etc. A la par con Segura, realiza su obra Felipe
Pardo y Aliaga.

Significativa es también la obra del colombiano Luis Vargas Tejada (1802-1829), que cultivó la
tragedia de corte neoclasicista y la comedia costumbrista.

El mayor desarrollo del teatro naturalista tuvo lugar en el Río de la Plata, siguiendo la línea
costumbrista legada de generaciones anteriores. En Argentina, la novela de Eduardo
Gutiérrez Juan Moreira (1879) fue adaptada por el cómico uruguayo José Podestá para el
teatro en 1884. Este hecho se considera como el punto de partida del teatro rioplatense. Otro
dramaturgo argentino fue Martiniano Leguizamón, autor de Calandria.

Literatura latinoamericana I Página 165


Don Andrés Bello
Humanista y creador sublime, Andrés Bello figura como máximo
representante de la nueva civilización hispanoamericana.
Maestro de Bolívar, polígrafo insigne, gramático y filólogo
original, es también un príncipe de la poesía castellana. Poseía
una firme vocación creadora
Don Andrés Bello nació en Caracas el 29 de noviembre de 1781y
falleció en Santiago de Chile el 15 de octubre de 1865.
Humanista, poeta, legislador, filósofo, educador, crítico y filólogo;
en suma, autor de una obra poligráfica que constituye la base
más sólida de la naciente civilización hispanoamericana. Fue hijo
primogénito de Bartolomé Bello y Ana Antonia López.
Andrés Bello vivió su infancia y juventud, hasta los 29 años, en Caracas. Cursó las primeras
letras en la "Academia" de Ramón Vanlosten.

Desde niño tuvo pasión por la lectura, particularmente de los clásicos del Siglo
de Oro español. Frecuenta el Convento de Las Mercedes, donde aprende latín, con el Padre
Cristóbal Quesada. A la muerte de éste (1796), Bello traduce el libro V de la Eneida. Estudió
desde 1797 en la Real y Pontificia Universidad de Caracas y se graduó de Bachiller en Artes,
el 14 de junio de 1800.

Cuando Alejandro de Humboldt visita a Caracas, Bello lo conoce y lo acompaña en la subida a


la cima del monte Ávila. Estudia Derecho y también Medicina. Imparte clases a particulares,
entre otros a Simón Bolívar; y comienza a perfilarse como literato. Sus traducciones de versos
del latín, del francés, y sus adaptaciones de poemas clásicos, junto a poesías originales, le
han dado prestigio, y un cognomento, el cisne del Anauco. Estudiaba por su propia cuenta
francés e inglés.

En 1802, es nombrado Oficial Segundo de la Secretaría de la Capitanía General de


Venezuela, en cuyo desempeño mereció honores, como el de Comisario de Guerra, otorgado
en 1807.

En julio de 1806, Bello solicita en arrendamiento perpetuo a su nombre y en el de su madre y


hermanos, unas tierras en las laderas de la fila de Mariches, al Este de Caracas, para
dedicarlas al cultivo de café. Su solicitud es aprobada. En 1808, con la introducción desde
Trinidad de la imprenta de Mateo Gallagher y Jaime Lamb, Bello se convierte en el redactor
de la Gaceta de Caracas.

En 1810, ya en pleno inicio del movimiento autonómico, Bello es ascendido por la Junta
Suprema a Oficial Primero de la Secretaría de Relaciones Exteriores.

Las pocas obras juveniles de Bello conservadas tienen fecha imprecisa. Compuso algunas
poesías: el poema A la Vacuna, la oda Al Anauco; el soneto A una Artista; la égloga Tirsis

Literatura latinoamericana I Página 166


habitador del Tajo umbrío; el romance A un Samán; la oda A la Nave, y los sonetos A la
victoria de Bailén y Mis Deseos.

Escribió también los dramas Venezuela consolada y España restaurada, así como el
Resumen de la Historia de Venezuela, la más antigua prosa que poseemos del gran
humanista.

Embajador de las letras y del pensamiento emancipador

El 10 de junio de 1810, en la corbeta inglesa "General Wellington", parte de Venezuela hacia


Londres acompañando a Simón Bolívar y a Luís López Méndez, en la misión diplomática
nombrada por la Junta de Gobierno de Caracas cerca del gobierno inglés. Permanecerá en
Londres hasta 1829, pasando por épocas de penuria y estrecheces. Su amistad con Francisco
de Miranda le permite el uso de su biblioteca, en Grafton Street, que fue una auténtica
revelación cultural para Bello, pues aprovecha al máximo tan rico acervo humanístico.

En 1813, solicita ser incluido en la amnistía que había acordado España a los patriotas
americanos. En 1814, se casa con María Ana Boyland, de la que enviuda en 1821, de
este matrimonio tiene tres hijos.

En 1815, solicita un puesto al Gobierno de Cundinamarca, pero la petición no llega a su


destino, ya que las tropas de Pablo Morillo interceptan el mensaje.
En 1822, es designado Secretario Interino de la Legación de Chile en Londres a cargo de
Antonio José de Irisarri; participa en la fundación de la Sociedad de Americanos, que
promovió la publicación de dos grandes revistas: la Biblioteca Americana (1823), y El
Repertorio Americano (1826-1827).

En 1824, se casa con Isabel Antonia Dunn, de cuyo matrimonio nacerán 13 hijos. En 1825, se
encarga de la Secretaría de la Legación de la Gran Colombia. En 1826, es elegido Miembro
de Número de la Academia Nacional, que se había creado en Bogotá. En 1828, se le nombra
Cónsul General en París, pero decide trasladarse a Santiago de Chile en 1829.

Sus trabajos en Londres abarcan una considerable lista de asuntos políticos, diplomáticos y
hacendísticos americanos a él confiados; investigó frecuentemente en el Museo Británico;
completa sus conocimientos lingüísticos, filológicos y de historia literaria; se prepara en
experiencias diplomáticas y en estudios de Derecho Internacional; se dedica a
la enseñanza privada; dirige publicaciones; llena sus páginas con escritos de carácter
enciclopédico; crea sus más grandes poemas originales, entre ellos la Silva Alocución a la
Poesía, que imprime en 1823 y la Silva a La Agricultura de la Zona Tórrida , que ve luz en
1826. Elabora estudios de crítica y de historia literaria y filológica. Realiza traducciones del
francés y del inglés, y elabora investigaciones sobre el idioma castellano (ortografía,
etimología).

El 14 de febrero de 1829, parte de Londres y llega a Valparaíso el 25 de junio, a bordo del


bergantín inglés "Grecian" y permanecerá en Chile hasta su muerte. Reside durante los

Literatura latinoamericana I Página 167


últimos años de su vida en Santiago de Chile, salvo los años que vivió en Valparaíso y en la
hacienda de los Carrera.
En 1829, es nombrado Oficial Mayor del Ministerio de Hacienda chileno; y en 1830, se le
designa Rector del Colegio de Santiago. El mismo año se inicia la publicación de El Araucano,
del cual fue el principal redactor.

En 1831, inicia su actividad como maestro en su propio domicilio y en 1832, publica la


primera edición de Los Principios del Derecho de Gentes que luego se transformó en Los
Principios de Derecho Internacional. En este mismo año es nombrado miembro de la Junta
de Educación y luego el Congreso de Chile lo declara ciudadano legal de ese país.

En 1835, publica los Principios de Ortología y Métrica; en 1937, es elegido Senador de la


República, y lo fue hasta su muerte. En 1840, empieza sus trabajos que culminarán en
el Código Civil; en 1841, pública Análisis Ideológica de los Tiempos de la Conjugación
Castellana y el poema El Incendio de la Compañía.

En 1842, se funda la Universidad de Chile y Andrés Bello es su rector en 1843. En 1848,


publica la Cosmografía o Descripción del Universo; en 1850, publica la Historia de la
Literatura; en 1851, es designado Miembro Honorario de la Real Academia Española y, en
1861, Miembro Correspondiente.

En 1864, se le elige árbitro para resolver una diferencia internacional entre el Ecuador y
los Estados Unidos y, en 1865, es elegido para ser árbitro en la controversia entre Perú y
Colombia.

La finalidad primordial del trabajo de Bello se puede sintetizar en el "proyecto civilizador" en


pro de los países llegados a la independencia nacional, después de la dura lucha por
conseguirla. Se propone a sentar las bases de civilización y cultura, requeridas por
las sociedades hispanoamericanas, al advenir a la situación de pueblos emancipados.

La gran pregunta que Bello se formula, es sin duda, cuál debía ser la educación de cada
pueblo, para desarrollar la cultura peculiar, equilibrada, sólida, totalizadora, a fin de construir
el futuro. Además, su mayor preocupación fue cómo definir "las bases jurídicas del Estado".
Sin embargo, la gran preocupación de Bello fue siempre la educación, su dedicación a los
temas de la enseñanza desde la docencia superior hasta la escuela primaria y su interés por
divulgar el conocimiento de las ciencias.
Sobre estos firmes pilares (organización del Estado, vida internacional, lenguaje, educación y
formación del buen gusto) edifica su obra ingente. Bello fue un gran humanista, un gran
educador.

Como lo dice su biógrafo Miguel Luis Amunátegui, "puede afirmarse sin inexactitud que pasó
la vida enseñando".

Literatura latinoamericana I Página 168


Presentamos aquí una muestra de la obra de este insigne creador.
EL ANAUCO la silenciosa margen
de los estigios lagos.
Irrite la codicia
por rumbos ignorados La turba dolorida
a la sonante Tetis de los pueblos cercanos
y bramadores austros; evocará mis manes
el pino que habitaba con lastimero llanto;
del Betis fortunado y ante la triste tumba,
las márgenes amenas de funerales ramos
vestidas de amaranto, vestida, y olorosa
impunemente admire con perfumes indianos,
los deliciosos campos dirá llorando Filis:
del Ganges caudaloso, "Aquí descansa Fabio".
de aromas coronado.
¡Mil veces venturoso!
Tú, verde y apacible Pero, tú, desdichado,
ribera del Anauco, por bárbaras naciones
para mí más alegre, lejos del clima patrio
que los bosques idalios débilmente vaciles
y las vegas hermosas al peso de los años.
de la plácida Pafos, Devoren tu cadáver
resonarás continuo los canes sanguinarios
con mis humildes cantos; que apacienta Caribdis
y cuando ya mi sombra en sus rudos peñascos;
sobre el funesto barco ni aplaque tus cenizas
visite del Erebo con ayes lastimados
los valles solitarios, la pérfida consorte
en tus umbrías selvas ceñida de otros brazos.
y retirados antros
erraré cual un día,
tal vez abandonando

Literatura latinoamericana I Página 169


ÉGLOGA leerán con pavor mi triste delicada,
Imitación de Virgilio suerte; a la menor injuria se
nadie entonces querrá amortece.
Tirsis, habitador del Tajo decirte amores, La pálida violeta es
umbrío, y execrarán tu nombre los apreciada,
con el más vivo fuego a pastores. y lánguido el jazmín tal vez
Clori amaba; fallece,
a Clori, que, con rústico "Ya la sombra del bosque sin que del ramo, que
desvío, entrelazado adornaba ufano,
las tiernas ansias del los animales mismos las ninfas le desprendan
pastor pagaba. apetecen; con su mano.
La verde margen del bajo el césped que tapiza
ameno río, el prado, "Mi amor y tu belleza
tal vez buscando alivio, los pintados lagartos se maldecía,
visitaba; guarecen. tendido una ocasión sobre
y a la distante causa de Si afecta las dehesas el la arena,
sus males, ganado, y Tirrena, que acaso me
desesperado enviaba si la viña los pájaros veía,
quejas tales: guarnecen, -¡oh Venus, dijo, de
No huye tanto, pastora, el yo solo, por seguir mi bien injusticias llena;
corderillo esquivo, lejos de unir las almas,
del tigre atroz, como de mí sufro el rigor del alto can diosa impía,
te alejas, estivo. las divide y separa tu
ni teme tanto al buitre el cadena!...
pajarillo, "Tú mi amor menosprecias De Clori sufres tú las
ni tanto al voraz lobo las insensata, esquiveces,
ovejas. y no falta pastora en esta y yo te adoro a ti que me
La fe no estimas de un aldea aborreces.-
amor sencillo, que, si el nudo en que
ni siquiera, inhumana, gimo, un dios desata, "¡Ah! No sé por qué causa
oyes mis quejas; con Tirsis venturosa no se amor tan fino
por ti olvido las rústicas crea. puede ser a tus ojos tan
labores, ¿No me fuera mejor, di, odioso;
por ti fábula soy de los ninfa ingrata, cualquier pastor, cuando el
pastores. mis obsequios rendir a rabel afino,
Galatea, escucha mis tonadas
"Al cabo, al cabo, Clori, tu o admitir los halagos de envidioso.
obstinada Tirrena, ¿No cubre estas praderas
ingratitud me causará la aunque rosada tú, y ella de continuo
muerte; morena? mi cándido rebaño
mi historia en esos árboles numeroso?
grabada "¿Acaso, hermosa Clori, la ¿Acaso en julio, o en el
dirá entonces que muero nevada crudo invierno,
por quererte; blancura de tu tez te me falta fruto sazonado y
tantos de quienes eres ensoberbece? tierno?
adorada El color, como rosa

Literatura latinoamericana I Página 170


"Ni tampoco es horrible mi aún cubiertas del vello y el corazón viviente
figura, delicado. devorado
si no me engaño al verme Desde la tierra entonces padece a cada instante
retratado no podías renovado.
en el cristal de esa alcanzar el racimo
corriente pura; colorado; "Mas, ¡ay de mí! que en
y a fe que a ese pastor y después que tus medios vano, en vano envío
afortunado apurabas, a la inhumana mi doliente
que supo dominar alma mi socorro solícita acento.
tan dura, implorabas. ¿Qué delirio, qué sueño es
si a competir conmigo este mío?
fuese osado, "Entonces era yo vuestro Prender quise la sombra,
en gentileza, talle y caudillo, atar el viento,
bizarría, mi tercer lustro apenas seguir el humo y detener
siendo tú misma juez, le comenzado, el río.
excedería. sobresaliendo en el pueril Y mientras lo imposible
corrillo, loco intento,
"Ven a vivir conmigo, ninfa como en la alfombra del tengo en casa la vid medio
hermosa; ameno prado podada,
¡ven! mira las Drïadas, que descuella entre las yerbas y en el bosque la grey
te ofrecen el tomillo. abandonada.
en canastos la esencia de Desde entonces Amor,
la rosa, Amor malvado, "¿Qué fruto saco de elevar
y para ti los campos me asestaste traidor la al cielo
enriquecen. flecha impía esta continua lúgubre
Para ti sola guardo la que me atormenta y hiere querella?
abundosa noche y día. Ni encender puedo un
copia de frutos que en mi corazón de hielo,
huerto crecen; "¡Ah! Tú no sabes, Clori, ni torcer el influjo de mi
para ti sola el verde suelo qué escarmiento estrella.
pinto guarda Jove al mortal Si Clori desestima mi
con el clavel, la viola y el ingrato y duro; desvelo,
jacinto. hay destinado sólo a su sabrá premiarle otra
tormento pastora bella.
"Acuérdate del tiempo en en el lóbrego Averno un Ya baja el sol al occidente
que solías, antro oscuro; frío;
cuando niña, venir a mi en su carne cebado, un vuelve, vuelve al redil,
cercado, buitre hambriento ganado mío".
y las tiernas manzanas me le despedaza con el pico
pedías impuro,

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DIOS ME TENGA EN GLORIA
A la falsa noticia de la muerte de Mac-Gregor.

Lleno de susto un pobre cabecilla


leyendo estaba en oficial gaceta,
cómo ya no hay lugar que no someta
el poder invencible de Castilla.

De insurgentes no queda ni semilla;


a todos destripó la bayoneta,
y el funesto catálogo completa
su propio nombre en letra bastardilla.

De cómo fue batido, preso y muerto,


y cómo me le hicieron picadillo,
dos y tres veces repasó la historia;

Tanto, que, al fin, teniéndolo por cierto,


exclamó compungido el pobrecillo:
-¿Conque es así? -Pues Dios me tenga en gloria.

Poema Miserere de Andrés Bello


En la verdad te gozas
¡Piedad, piedad, Dios mío! y para más rubor y más afrenta,
¡Que tu misericordia me socorra! tesoros me mostraste
Según la muchedumbre de oculta celestial sabiduría.
de tus clemencias, mis delitos borra. Pero con el hisopo
De mis iniquidades me rociarán, y ni una mancha leve
lávame más y más; mi depravado tendré ya; lavárasme,
corazón quede limpio y quedaré más blanco que la nieve.
de la horrorosa mancha del pecado. Sonarán tus acentos
Porque, Señor, conozco de consuelo y de paz en mis oídos,
toda la fealdad de mi delito, y celeste alegría
y mi conciencia propia conmoverá mis huesos.
me acusa y contra mí levanta el grito. Aparta, pues, aparta
Pequé contra Ti solo; tu faz, ¡oh, Dios!, de mi maldad horrenda
a tu vista obré mal; para que brille rastro de culpa por tu enojo encienda.
tu justicia, y vencido, En mis entrañas cría
el que te juzgue tiemble y se arrodille. un corazón que con ardiente afecto
Objeto de tus iras te busque; un alma pura,
nací, de iniquidades mancillado, enamorada de lo justo y recto.
y en el materno seno De tu dulce presencia,
cubrió mi ser la sombra del pecado. en que al lloroso pecador recibes,

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no me arrojes airado Que si víctima fueran
ni de tu santa inspiración me prives. gratas a Ti, las inmolará luego;
Restáurame en tu gracia, pero no es sacrificio
que es del alma salud, vida y contento; que te deleita el que consume el fuego.
y al débil pecho infunde Un corazón doliente
de un ánimo real el noble aliento: es la expiación que a tu justicia agrada:
haré que el hombre injusto la víctima que aceptas
de su razón conozca el extravío; es un alma contrita y humillada.
le mostraré tu senda, Vuelve a Sión tu benigno
y a tu ley santa volverá al impío. rostro primero y tu piedad amante
Más líbrame de sangre, y sus muros humilde
¡mi Dios, mi Salvador! ¡Inmensa fuente Jerusalén, Señor, al fin levante.
de piedad! Y mi lengua Y de puras ofrendas
loará tu justicia eternamente. se colmarán tus aras y propicio
Desatarás mis labios, recibirás un día
si santo un pecador que llora alcanza, el grande inmaculado sacrificio.
y gozosa a las gentes
anunciará mi lengua tu alabanza.

José María Heredia


El último día de diciembre de 1803 nació en la oriental ciudad de
Santiago de Cuba el bardo José María Heredia y Heredia, uno de
los más destacados poetas del siglo XIX, por la copiosa obra y la
calidad de sus composiciones.

Su formación estuvo marcada por la vida y costumbres


adquiridas bajo diversos cielos, y la influencia que sobre él
ejercieron sus padres, de origen dominicano. A los tres años vivió
en la ciudad de Pensacola, en Estados Unidos, luego en La
Habana y de ahí pasaron a República Dominicana. El padre fue
nombrado oidor de la Audiencia de Caracas y a la edad de nueve
años, José María pasó a residir en Venezuela.

Los diversos cambios no impidieron que estudiara con regularidad, pues su progenitor José
Francisco Heredia, se encargó de su iniciación humanística, al punto que a los ocho años era
capaz de traducir obras del poeta latino Horacio.

Su acercamiento y amor a la poesía se aprecia desde su adolescencia, pues ya en 1816


aparecieron sus primeros poemas manuscritos, cuando estudiaba Gramática Latina en la
Universidad caraqueña.

Al regresar a La Habana siguió los pasos de su padre y comenzó a estudiar Leyes, pero
simultáneamente actuó en representaciones en Matanzas de su obra ―Eduardo IV‖ y también
compuso la tragedia ―Moctezuma‖ y el sainete titulado ―El campesino espantado‖.

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De nuevo Heredia viajó y fue a México, donde reinició los estudios de Leyes, colaboró en
publicaciones periódicas y reunió sus composiciones poéticas en dos cuadernos, hasta que al
morir el padre, volvió a La Habana, se graduó de bachiller en Leyes y fundó la revista
Biblioteca de damas, de corta aparición.

Durante su estancia en Cuba, lo denunciaron en Matanzas por conspirar contra España y ser
miembro de los Caballeros Racionales, una rama de la Orden de los Soles y Rayos de
Bolívar. El gobierno dictó una orden de prisión contra Heredia, quien embarcó
clandestinamente hacia Boston y de ahí fue a varios sitios de Estados Unidos, entre ellos las
cataratas del Niágara.

La llamada ―Oda al Niágara‖ merece mención aparte, pues ante la grandiosidad de la


naturaleza el poeta quedó gratamente sorprendido. En el libro de visitantes existente en el
lugar escribió de un tirón esta obra, ejemplo de su calidad creadora.
De nuevo en México, Heredia ocupó diversos cargos gubernamentales de gran importancia y
paralelamente se dedicó a la creación literaria, que dio a conocer en diversas publicaciones
periódicas de la época.

Por esos días se desempeñó además como catedrático y conspirador, lo que acompañado de
una sobrecarga de trabajo le llevó va a una actitud de gran desaliento, que aumentó con sus
serios problemas de salud y la muerte de su hija Julia.

La grave enfermedad de su madre le hizo escribir una carta en abril de 1836 al Capitán
General de la Isla de Cuba don Miguel Tacón, en la que se retractaba de sus ideales
revolucionarios, pues sabía que sólo así recibiría el permiso para regresar del exilio.
Concedida la autorización llegó a La Habana en noviembre de ese año, pero sus antiguos
amigos desaprobaron su actitud y rehuyeron su compañía.

Dos meses más tarde, en enero de 1837, volvió a México, pero ya había perdidos influencia
política en el lugar y de Ministro de la Audiencia pasó a ser un simple redactor del Diario del
Gobierno. También realizó una amplia tarea como traductor de inglés, francés, italiano y latín
para compensar sus grandes problemas económicos, hasta su muerte ocurrida en Ciudad
México el 7 de mayo de 1839.

Medio siglo después, en Nueva York, José Martí, quien admiró con verdadera pasión a José
María Heredia, pronunció un memorable discurso, considerado una de sus piezas oratorias
más perfectas, en el que da a conocer su gran conocimiento y devoción por el poeta
santiaguero.

Entre sus obras se pueden citar: Calma en el mar


Oda a la Poesía
La prenda de fidelidad En el Teocali de Cholula
La Melancolía La Inmortalidad
Oda al Niágara Oda a los Griegos
Oda a una tempestad Oda a Napoleón
Oda al Sol Retrato de mi Madre

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Muestra de la obra de José María Heredia

Oda al Niágara
Templad mi lira, dádmela, mis plantas despeñados:
que siento Vórtice hirviente abrir, y Crúzanse en él mil iris, y
En mi alma estremecida y amé el peligro. asordados
agitada Mas del mar la fiereza Vuelven los bosques el
Arder la inspiración. ¡Oh! En mi alma no produjo fragor tremendo.
¡cuánto tiempo La profunda impresión que En las rígidas peñas
En tinieblas pasó, sin que tu grandeza. Rómpase el agua:
mi frente vaporosa nube
Brillase con su luz...! Sereno corres, Con elástica fuerza
Niágara undoso, majestuoso; y luego Llena el abismo en
Tu sublime terror solo En ásperos peñascos torbellino, sube,
podría quebrantado, Gira en torno, y al éter
Tornarme el don divino, Te abalanzas violento, Luminosa pirámide
que ensañada arrebatado, levanta,
Me robó del dolor la mano Como el destino irresistible Y por sobre los montes
impía. y ciego. que le cercan
¿Qué voz humana Al solitario cazador
Torrente prodigioso, describir podría espanta.
calma, calla De la sirte rugiente
Tu trueno aterrador: disipa La aterradora faz? El alma Mas ¿qué en ti busca mi
un tanto mía anhelante vista
Las tinieblas que en torno En vago pensamiento se Con inútil afán? ¿Por qué
te circundan; confunde no miro
Déjame contemplar tu faz Al mirar esa férvida Alrededor de tu caverna
serena, corriente, inmensa
Y de entusiasmo ardiente Que en vano quiere la Las palmas ¡ay! las
mi alma llena. turbada vista palmas deliciosas,
Yo digno soy de En su vuelo seguir al Que en las llanuras de mi
contemplarte: siempre borde oscuro ardiente patria
Lo común y mezquino Del precipicio altísimo: mil Nacen del sol a la sonrisa,
desdeñando, olas, y crecen,
Ansié por lo terrífico y Cual pensamiento rápido Y al soplo de las brisas del
sublime. pasando, Océano,
Al despeñarse el huracán Chocan, y se enfurecen, Bajo un cielo purísimo se
furioso, Y otras mil y otras mil ya mecen?
Al retumbar sobre mi las alcanzan,
frente el rayo, Y entre espuma y fragor Este recuerdo a mi pesar
Palpitando gocé: ví al desaparecen. me viene...
Océano, Nada ¡oh Niágara! falta a
Azotado por austro ¡Ved! ¡llegan, saltan! El tu destino,
proceloso, abismo horrendo Ni otra corona que el
Combatir mi bajel, y ante Devora los torrentes agreste pino

Literatura latinoamericana I Página 175


A tu terrible majestad ahora me agita
conviene. Entera se abre a ti; tu Ruga mi frente, de dolor
La palma, y mirto, y mano siente nublada.
delicada rosa, En esta inmensidad que
Muelle placer inspiren y me circunda, Nunca tanto sentí como
ocio blando Y tu profunda voz hiere mi este día
En frívolo jardín: a ti la seno Mi soledad y mísero
suerte De este raudal en el abandono
Guardó más digno objeto, eterno trueno. Y lamentable desamor...
más sublime. ¿Podría
El alma libre, generosa, ¡Asombroso torrente! En edad borrascosa
fuerte, ¡Cómo tu vista el ánimo Sin amor ser feliz? ¡Oh! ¡si
Viene, te ve, se asombra, enajena, una hermosa
El mezquino deleite Y de terror y admiración Mi cariño fijase,
menosprecia, me llena! Y de este abismo al borde
Y aun se siente elevar ¿Dónde tu origen está? turbulento
cuando te nombra. ¿Quién fertiliza Mi vago pensamiento
Por tantos siglos tu Y ardiente admiración
¡Omnipotente Dios! En inexhausta fuente? acompañase!
otros climas ¿Qué poderosa mano ¡Cómo gozara, viéndola
Vi monstruos execrables, Hace que al recibirte cubrirse
Blasfemando tu nombre No rebose en la tierra el De leve palidez, y ser más
sacrosanto, Océano? bella
Sembrar error y fanatismo En su dulce terror, y
impío, Abrió el Señor su mano sonreírse
Los campos inundar en omnipotente; Al sostenerla mis amantes
sangre y llanto, Cubrió tu faz de nubes brazos...!
De hermanos atizar la agitadas, ¡Delirios de virtud...! ¡Ay!
infanda guerra, Dio su voz a tus aguas ¡Desterrado,
Y desolar frenéticos la despeñadas, Sin patria, sin amores,
tierra. Y ornó con su arco tu Sólo miro ante mí llanto y
Vílos, y el pecho se terrible frente. dolores!
inflamó a su vista ¡Ciego, profundo,
En grave indignación. Por infatigable corres, ¡Niágara poderoso!
otra parte Como el torrente oscuro ¡Adiós! ¡Adiós! Dentro de
Vi mentidos filósofos, que de los siglos pocos años
osaban En insondable eternidad...! Ya devorado habrá la
Escrutar tus misterios, ¡Al hombre tumba fría
ultrajarte, Huyen así las ilusiones A tu débil cantor. ¡Duren
Y de impiedad al gratas, mis versos
lamentable abismo Los florecientes días, Cual tu gloria inmortal!
A los míseros hombres Y despierta al dolor...! ¡Ay! ¡Pueda piadoso
arrastraban. agostada Viéndote algún viajero,
Por eso te buscó mi débil Yace mi juventud; mi faz, Dar un suspiro a la
mente marchita; memoria mía!
En la sublime soledad: Y la profunda pena que Y al abismarse Febo en

Literatura latinoamericana I Página 176


occidente, Y al escuchar los ecos de Alce en las nubes la
Feliz yo vuele do al Señor mi fama, radiosa frente.
me llama,

La Estrella de Cuba.

¡Libertad! ya jamás sobre Cuba Nos combate feroz tiranía


Lucirán tus fulgores divinos. Con aleve traición conjurada,
Ni aún siquiera nos queda ¡mezquinos! Y la estrella de Cuba eclipsada
De la empresa sublime el honor. Para un siglo de horror queda ya.
¡Oh piedad insensata y funesta! Que si un pueblo su dura cadena
¡Ay de aquel que es humano, y conspira! No se atreve a romper con sus manos,
Largo fruto de sangre y de ira Bien le es fácil mudar de tiranos,
Cogerá de su mísero error. Pero nunca ser libre podrá.

Al sonar nuestra voz elocuente Los cobardes ocultan su frente,


Todo el pueblo en furor se abrasaba, La vil plebe al tirano se inclina,
Y la estrella de Cuba se alzaba Y el soberbio amenaza, fulmina,
Más ardiente y serena que el sol. Y se goza en victoria fatal.
De traidores y viles tiranos ¡Libertad! A tus hijos tu aliento
Respetamos clementes la vida, En injusta prisión más inspira;
Cuando un poco de sangre vertida Colgaré de sus rejas mi lira,
Libertad nos brindaba y honor. Y la Gloria templarla sabrá.

Hoy el pueblo, de vértigo herido, Si el cadalso me aguarda, en su altura


Nos entrega al tirano insolente, Mostrará mi sangrienta cabeza
Y cobarde y estólidamente Monumento de hispana fiereza,
No ha querido la espada sacar. Al secarse a los rayos del sol.
¡Todo yace disuelto, perdido...! El suplicio al patriota no infama;
Pues de Cuba y de mí desespero, Y desde él mi postrero gemido
Contra el hado terrible, severo, Lanzará del tirano al oído
Noble tumba mi asilo será. Fiero voto de eterno rencor.

Literatura latinoamericana I Página 177


EN EL TEOCALI DE CHOLULA (fragmento)

¡Cuánto es bella la tierra temblar en torno de él; un


que habitaban los campos fertilísimos, do arco inmenso
ledo
los aztecas valientes! En que del empíreo en el
su seno los mira el indio en cenit finaba,
púrpura ligera
en una estrecha zona como espléndido pórtico
concentrada, y oro teñirse, reflejando el del cielo,
brillo
con asombro se ven todos de luz vestido y centellante
los climas del sol en occidente, que gloria,
sereno,
que hay desde el polo al de sus últimos rayos
ecuador. Sus llanos en hielo eterno y perennal recibía
verdura,
cubren al par de las los colores riquísimos. su
doradas mieses a torrentes vertió su luz brillo
dorada,
las cañas deliciosas. El desfalleciendo fue; la
naranjo y vio a naturaleza blanca luna
conmovida
y la piña y el plátano y de Venus la estrella
sonante, con su dulce calor, hervir solitaria
en vida.
hijos del suelo equinoccial, en el cielo desierto se
se mezclan veían.
Era tarde: su ligera brisa
a la frondosa vid, al pino ¡Crepúsculo feliz! Hora
agreste las alas en silencio ya más bella
plegaba
y de Minerva al árbol que la alma noche o que el
majestuoso. y entre la hierba y árboles brillante día.
dormía,
Nieve eternal corona las ¡Cuánto es dulce tu paz al
cabezas mientras el ancho sol su alma mía!
disco hundía
de Iztacchihual purísimo, Hallábame sentado en la
Orizaba detrás de Iztacchihual. La famosa
nieve eterna Choloteca pirámide.
y Popocatepec; sin que el Tendido
invierno cual disuelta en mar de el llano inmenso que ante
toque jamás con oro, semejaba mí yacía,
estructora mano

Literatura latinoamericana I Página 178


los ojos a espaciarse la opresión me amenaza Te hizo el cielo la flor de la
convidaban. con muerte tierra;
en los campos do al mas, tu fuerza y destinos
¡Qué silencio! ¡Qué paz! mundo nací. ignoras,
¡Oh! ¿Quién diría y de España en el déspota
que en estos bellos Mas ¿qué importa que adoras
campos reina alzada truene el tirano? al demonio sangriento del
la bárbara opresión, y que pobre, sí, pero libre me mal.
esta tierra brota mieses encuentro.
tan ricas, abonada Sólo el alma del alma es el ¡Cuba, al fin te verás libre
con sangre de hombres, centro: y pura!
en que fue inundada ¿Qué es el oro sin gloria ni Como el aire de luz que
por la superstición y por la paz? respiras,
guerra?... Aunque errante y poscrito cual las ondas hirvientes
me miro, que miras
Himno al desterrado. y me oprime el destino de tus playas la arena
severo; besar.
por el cetro del déspota Aunque viles traidores te
ibero sirvan,
¡Cuba, Cuba, que vida me
no quisiera mi suerte del tirano es inútil la saña,
diste,
trocar. que no en vano entre
dulce tierra de luz y
Cuba y España
hermosura!
¡Dulce Cuba!, en su seno tiende inmenso sus olas el
¡Cuánto sueño de gloria y
se miran mar.
ventura
en el grado más alto y
tengo unido a tu sueño
profundo,
feliz!
las bellezas del físico
¡Y te vuelvo a mirar...!
mundo,
Cuán severo,
los horrores del mundo
hoy me oprime el rigor de
moral.
mi suerte

Literatura latinoamericana I Página 179


José Joaquín Olmedo
José Joaquín de Olmedo y Maruri (20 de marzo de 1780 - 19
de febrero de 1847)

Fue un poeta, abogado y político ecuatoriano nacido en la


ciudad de Guayaquil. Fue uno de los personajes con mayor
trascendencia y participación en la historia ecuatoriana.

Su figura se hizo notable en la era independentista, en la


integración bolivariana y en los inicios republicanos
de Ecuador.
En la era colonial española, Olmedo se destacó como gran orador en las Cortes de Cádiz con
el fin de lograr la abolición de las mitas. Estuvo prófugo un breve tiempo durante
la restauración absolutista promulgada por el rey Fernando VII. Volvió a su ciudad natal e
inició, con otros patriotas, la preparación para la emancipación guayaquileña, lo cual se
desarrolló el 9 de octubre de 1820. Luego fue proclamado como primer (y único) Presidente
de la Provincia Libre de Guayaquil, y prestó ayuda a Antonio José de Sucre para la
emancipación de los restantes pueblos de la región. Protestó contra Simón Bolívar por anexar
a Guayaquil, vía manu militari, a la Gran Colombia; y en la posteridad, luchó contra el régimen
centralista de dicho país impulsando la desintegración gran colombiana.

Olmedo apoyó inicialmente a Juan José Flores por la separación del territorio del Distrito del
Sur de la Gran Colombia. Tras la creación de la República del Ecuador, Olmedo fue
designado como primer vicepresidente, sin embargo, decidió renunciar debido a divergencia
con el presidente Flores. Ocupó varios otros cargos menores, hasta el gobierno de Vicente
Roca fuerte, donde fue el presidente de la Convención Nacional que redactó la segunda
constitución ecuatoriana. Tras la nueva ascensión al poder por parte de Flores, criticó
duramente al régimen militarista. Impulsó la Revolución marcista, derrocando con ello a Flores
e instaurando un triunvirato, del cual también formó parte.

Durante su vida, dedicó parte de su tiempo a la creación de novelas, cantos, odas, poemas,
entre otros tipos de obras literarias. Entre sus más conocidas obras está Canto a Bolívar, Al
General Flores, vencedor en Miñarica, y Alfabeto para un niño. Diseñó la bandera y
el escudo de Guayaquil, además de componer la letra para su posterior himno.

Literatura latinoamericana I Página 180


Hijo legítimo del Capitán Miguel Olmedo y Troyano, natural de la Villa de Armijos, Obispado
de Málaga, España, quien viajó primeramente a Panamá donde residió cuatro años, ocupó
en Guayaquil el cargo de Tesorero y Comisario de Guerra para la expedición al Marañón y se
quedó de Oficial del Fortín de San Carlos dedicado al comercio, dueño de las fragatas "San
Isidro" y "San Fermín", y de la guayaquileña Ana Francisca de Maruri y Salavarría, de la
antigua nobleza vasca asentada en la cuenca del Guayas.

Después de nueve años de edad en Guayaquil, su padre lo llevó a Quito a cursar estudios en
el Convictorio de San Fernando regentado por los dominicanos, donde aprendió Latinidad y
Gramática Castellana, y además tuvo el honor de tener entre sus maestros al Dr. Francisco
Javier Eugenio de Santa Cruz y Espejo. En 1792 estaba de regreso en Guayaquil. En 1794
fue enviado a Lima, encomendado a su pariente el Dr. José de Silva y Olave, quien lo
matriculó en el Colegio de San Carlos. En 1799 fue alumno de la Universidad de San
Marcos y figuró en un acto público de filosofía y matemáticas. En 1800 obtuvo por oposición
en San Carlos la cátedra de Filosofía. En 1802 escribió "Epitalamio" con ocasión de las bodas
de una pareja amiga. En 1803 escribió el poema "Mi retrato" y se lo envió a su única hermana
Magdalena que residía en Guayaquil, pidiéndole que al pie pusiera como letrero: "Amó cuanto
era amable, amó cuanto era bello". El 15 de junio de 1805 obtuvo el doctorado en
Jurisprudencia y pasó a dictar Derecho Civil en el Colegio de San Carlos. El 6 de noviembre
del mismo año se recibió en práctica y al año siguiente alcanzó el doctorado en ambos
derechos Civil y Canónigo, escribiendo sus poemas "Matemáticas" y "Loa al Virrey".
Para 1807 publicó "En la muerte de doña María Antonia de Borbón, princesa de Asturias".

Después de 4 años de práctica se graduó de abogado en 1808, se incorporó al Colegio de


Lima y dictó la cátedra de Digesto en San Marcos. Entonces se inspiró y compuso el prólogo a
la tragedia "El Duque de Viseo de Quintana" y su famosísima Silva titulada "El Árbol", que
terminó en 1809 y contiene dos partes, una filosófica y bellísima y otra menos hermosa con la
que cierra el poema, pareciendo como si hubiera unido dos versos distintos. Casi enseguida
fue llamado a Guayaquil porque su padre estaba grave y arribó el 20 de agosto, para recibir
de su padre el encargo de ser el albacea de sus ya menguados bienes y velar por el sustento
de la madre (casi ciega) y todavía en el hogar.

En 1809 se incorporó de abogado de la Audiencia de Quito. En marzo de 1810 le nació una


hija natural en Ramona Ledos, acompañó al Dr. José de Silva y Olave en su viaje a
la Península Ibérica, en Septiembre recibió en México el nombramiento de Diputado por
Guayaquil a las Cortes de Cádiz. En enero de 1811 aún estaba en México y leyó su poema
"Improntu". Semanas después viajó a España y se incorporó a las Cortes. El 12 de agosto de

Literatura latinoamericana I Página 181


1812 pronunció su célebre discurso sobre la abolición de las mitas; no era un gran orador,
pero causó buen efecto. El diputado Castillo inició la discusión y las Cortes aprobaron la
abolición de las mitas. Ese discurso se ha publicado varias veces desde que Vicente Roca
fuerte lo dio a la Imprenta en Londres. Entonces consiguió que su protector y pariente José de
Silva y Olave fuere designado Obispo de la Diócesis de Huamanga.

Secretario de las Cortes de Cádiz y después miembro y secretario de la Diputación


Permanente hasta el 11 de mayo de 1814, fecha en que las Cortes fueron disueltas por
Fernando VII y los diputados perseguidos y apresados, Olmedo se escondió en Madrid y
regresó en 1816, encontrando que su madre había muerto. A principios de 1817 viajó a Lima y
escribió "A un amigo, don Gaspar Rico..", a su vuelta, el 24 de marzo contrajo nupcias con su
deuda Rosa de Ycaza y Silva, sobrina del Obispo, su protector. En 1819 defendió en juicio
a Vicente Ramón Roca acusado de conspirador por haberse carteado con el cura insurgente
de Acapulco, que de patriota se había vuelto realista.

Producida la Revolución en Guayaquil el 9 de octubre de 1820, Olmedo fue electo Jefe


Político de la Provincia, pero en vista de los abusos que cometía el Jefe Militar José Gregorio
Escobedo, pidió una Junta Provisional de Gobierno que quedó conformada con el Dr. José
Vicente de Espantoso y Avellán y con el coronel Rafael María de la Cruz Jimena y Larrabeitia.
En Noviembre presidió el triunvirato formado por Francisco María Roca y Rafael Jimena y
obtuvo que la Junta Electoral de la Provincia apruebe el "Reglamento Provisorio de Gobierno"
que había redactado con José de Antepara y Arenaza.

En 1821 escribió su hermosa "Canción al 9 de octubre" considerada el primer Himno que ha


tenido el territorio ecuatoriano. Entonces llamó al ejército colombiano para que colabore en la
campaña libertadora. Olmedo era partidario de la independencia de Guayaquil frente a los
gobiernos de Perú y Colombia, pero comprendía que Guayaquil no podía alcanzar la libertad
de la Audiencia de Quito sin ayuda de otros ejércitos. Se crea así la División Protectora de
Quito y deja los ejércitos en manos de Antonio José de Sucre.

El 11 de julio de 1822, después de la Batalla de Pichincha, arribó Simón Bolívar a Guayaquil y


anexó la república guayaquileña a la Gran Colombia luego de la Entrevista de Guayaquil que
mantuvo con José de San Martín. Olmedo protestó por este abuso de fuerza y el 29 de julio
emigró al Perú con más de doscientos vecinos de la primera distinción. El 22 de septiembre
fue electo Diputado por el Departamento de Puno y formó parte de la Comisión designada por
el Congreso peruano para redactar la primera Constitución que tuvo ese país. En 1823 editó
en Lima su traducción del inglés del "Ensayo sobre el hombre" de M. Pope, en 45 páginas. y a
nombre del Congreso cursó una invitación a Simón Bolívar para que se traslade al Perú a

Literatura latinoamericana I Página 182


luchar por la independencia. Desde ese entonces volvió a amistar con el libertador y cuando
se enteró en 1824 de la victoria de Junín, inició el "Canto a Bolívar", poema épico que le dio
fama continental al salir publicado en Guayaquil en 1825 y en Londres en 1826.
En 1825 compuso una "Marcha", el poema "La Libertad" y recibió el nombramiento de Ministro
Plenipotenciario de la Gran Colombia en Inglaterra. En Octubre estaba en Londres. En 1826
se dio tiempo para publicar en París y en Londres su célebre "Canto a Bolívar" En noviembre
del mismo año fue electo Miembro fundador de la Academia Nacional de Colombia y
para 1827 viajó a Guayaquil. En 1828 falleció su hija Rosa, llamada "Mi rosita de Ayacucho".

Entre 1828 y 1829, y por dos ocasiones fue designado Ministro de Relaciones Exteriores de la
Gran Colombia pero se excusó en ambas. En 1830 fue Prefecto de Guayaquil y el 19 de mayo
suscribió el Acta de Anexión del Departamento de Guayaquil a la República del Ecuador. En
agosto concurrió a Riobamba de Diputado a la primera Convención Nacional, fue nombrado
Miembro de la Comisión compuesta para redactar la primera Constitución y el 12 de
septiembre obtuvo catorce votos y salió electo Vicepresidente de la República. En febrero
asumió interinamente la presidencia por ausencia del titular. Poco después renunció por tener
que ausentarse a Guayaquil, y en noviembre nuevamente fue Prefecto del Departamento de
Guayaquil como tal autorizó la toma de posesión de las islas de archipiélago de las Galápagos
y viajó a Bogotá en calidad de Comisionado de Límites para solucionar un diferendo con
la Nueva Granada por la anexión de Pasto hasta 1833 donde prosiguió estas negociaciones
en Quito.

En 1833 fue designado por Vicente Roca fuerte para discutir la paz con los delegados del Jefe
Supremo, Dr. José Félix Valdivieso. En 1835 escribió su poema "Al General Flores, vencedor
en Miñarica", fue electo Diputado por Guayaquil y luego Presidente de la Convención Nacional
reunida en Ambato que eligió a Vicente Roca fuerte como nuevo presidente. En 1836 fue
comisionado para la mediación entre Chile y Perú.
En 1837 escribió la "Canción del 10 de agosto", que como bien lo ha demostrado el Padre
Espinosa Pólit, sirvió de antecedente al actual Himno Nacional, e intervino en la elaboración
de las bases del Tratado con España que firmó Pedro Gual. En l838 fue Alcalde Primero
Municipal de Guayaquil, después Gobernador interino de la Provincia y comisionado por el
Presidente para liquidar el capital e intereses del crédito público de Miguel de Anzoátegui
Cossío, que nunca se llegó a pagar.
En 1839 fue Subdirector de Estudios, prologó la "Historia del Reino de Quito" del padre Juan
de Velasco y redactó un proyecto de "Reglamento de Policía". En 1840 escribió "En la muerte

Literatura latinoamericana I Página 183


de mi hermana". En 1843 editó "Ocios poéticos del General Flores y una oda en su obsequio"
en 52 págs.

El 6 de marzo de 1845 estalló la Revolución Marcista antifloreana en Guayaquil y Olmedo fue


designado Presidente del triunvirato con Vicente Ramón Roca y Diego Noboa. En noviembre
renunció dichas funciones y Vicente Roca fuerte lo candidatizó la presidencia de la República,
perdiendo frente a Roca, que ascendió al poder tras alcanzar las dos terceras partes de la
votación.

En 1846 fue comisionado con el General Antonio Elizalde para traer los restos de Lámar
a Guayaquil, escribió un soneto "Al General Lamar", y viajó a Lima, donde no encontró
mejoría a su antigua dolencia del estómago. Nuevamente en Guayaquil ejerció la
Subdirección de Estudios del Guayas y prematuramente avejentado a causa de continuos
dolores al estómago y estitiquez ocasionados por un cáncer lento falleció el 19 de
febrero de 1847, a la 01: 15 de la mañana, de 66 años y 11 meses de edad. Antes de morir
había dicho: "He cumplido, no sin gloria, mi destino".

De allí en adelante sus cantos comenzaron a republicarse con gran éxito. En 1848 salió
en Valparaíso un volumen de "Obras Poéticas", única colección revisada y corregida por
Olmedo, meses antes de su muerte. La segunda edición data de 1853, París, 214 págs. Hay
otras posteriores.

Olmedo era de estatura mediana, rostro ovalado, ni blanco ni trigueño, labios gruesos, ojos y
cabellos negros, sus funerales se celebraron en todas las ciudades del Ecuador y sus restos
se enterraron en la Iglesia de San Francisco y se quemaron durante el Incendio Grande del 5
al 6 de octubre de 1896. En su tumba está la siguiente inscripción:

"A Dios glorificador,


aquí yace el Dr. José Joaquín de Olmedo.
Fue Padre de la Patria,
Ídolo del Pueblo.
Poseyó todos los talentos,
Practicó todas las virtudes"

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Muestra de su obra:

A Eliza de José Joaquín de Olmedo.


¿No ves cuán pronto por la azul esfera
el vuelo de las horas se desliza?,
¿no ves, amable Eliza,
marchitarse al nacer las tiernas flores
de la fugaz y alegre primavera?
Pues ¡ay!, con más presteza
nacen, desaparecen los amores,
las gracias de la edad y la belleza.
Feliz en todas partes
quien con el grato estudio de las artes
mezclando las lecciones
de virtud y piedad, engaña, burla
del tiempo y de sus hijas estaciones
la ciega rapidez y la inconstancia.

Así cuando la bella primavera


pierde su gala y virginal sonrisa
y se retira triste
de tu jardín, Eliza,
huyendo del invierno los enojos,
al fuego de tu genio y de tus ojos
con sus vivos colores y fragancia
bajo de tu pincel nace en tu estancia.

En tu estancia feliz que yo contemplo


será con tu presencia
el más hermoso templo
del gusto, la piedad y la inocencia,
a cuyo culto y plácidos misterios
vestal sacerdotisa
con tu graciosa hermana será Eliza.

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En la muerte de mi hermana
Parodia épica

¿Y eres tú Dios? ¿A quién podré


¿Ves cuál se precipita en ígneo sulco,
quejarme? de la ominosa nube desprendido
, el rayo asolador, de ronco trueno
inebriado en tu gloria y poderío. y luz deslumbradora precedido;
y de las enriscadas, desiguales
¡Ver el dolor que me devora impío sierras derroca las enormes masas
de portentosa, horrible pesadumbre,
y la mirada de piedad negarme!
que desarraigando los añosos robles,

fuertes encinas y sublimes pinos,


Manda alzar otra vez por consolarme en derredor los valles asordando,
con fracaso espantable por las faldas
la grave losa del sepulcro frío, ásperas y fragosas saltan, ruedan
y allá en el hondo abismo se despeñan;
y restituye, oh Dios, al seno mío y a un tiempo los soberbios capiteles,
que entre nubes de lejos se divisan,
la hermana que has querido arrebatarme. y valles y collados señorean,

que el tiempo respetó, con mil estragos


Yo no te la pedí. ¡Qué! ¿Es por ventura se desploman y en polvo se deshacen:
templos, casas, alcázares, palacios,
crear para destruir, placer divino, do en asiática pompa el lujo ríe,
la altiva frente rinden, y deshechas
o es de tanta virtud indigno el suelo? el suelo besan que antes desdeñaban,

y sus vastas ruinas portentosas


grandes, pequeños, ricos, pobres, buenos,
¿O ya del todo absorto en tu luz pura
malos, fuertes y débiles sepultan;
te es menos grato el incesante trino? grito de muerte a las esferas sube,
un silencio de muerte le sucede?...
Dime, ¿faltaba este ángel a tu cielo? En tanto... en tanto... ¡Oh descripción
amiga,
ya el aliento me falta; otro te siga!

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Canción Llega, noche, no te tardes,
ven mis dichas a colmar.
Aquel velo misterioso
que al pudor la noche da, Décimas
es más bello y más hermoso
que el sol en su claridad. Para templar el calor
Ven, pues, noche, no te tardes, de la estación y la edad,
ven mis dichas a colmar. me abandonas sin piedad,
mi hechizo, mi único amor.
Allá lejos tras los montes Te engañas, porque el ardor
escondiéndose el sol va; de un alma fina y constante,
ésta es la hora venturosa si está de su bien distante,
del placer y de la paz. crece en el agua, en la nieve,
Llega, noche, no te tardes, y sólo templarse debe
ven mis dichas a colmar. en el seno de un amante.

Ven, amiga, presurosa, Ven, pues, dulce amiga, luego,


que mi amor te espera ya, que tú eres la sola fuente
y cada sombra me engaña que puede mi sed ardiente
pensando que tú serás. saciar, y templar mi fuego.
Llega, noche, no te tardes, En vano buscaré ciego
ven mis dichas a colmar. más gracia, más perfección,
otro afecto, otra pasión,
porque tus ojos divinos
Las palomas se acarician solos saben los caminos
y se quejan a la par: que van a mi corazón.
con sus quejas y caricias
dulce ejemplo nos darán.

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José Basilio da Gama

Uno de los poetas más importantes del grupo es José


Basilio da Gama (Tiradentes, Minas Gerais, 1740, Lisboa,
1795), quien usó entre los árcades el nombre de
Termindo Sipílio, estudió en el Colegio de los Jesuitas en
Rio y luego en Portugal y en Roma. Su vida gira
alrededor de los jesuitas pues, acusado de amigo de
ellos, fue apresado y desterrado; luego, cuando los atacó
en su poema El Uruguay (1769), fue elevado por ello a
noble pero, al caer en Portugal su protector el marqués
de Pombal, Basilio da Gama sufrió luego la persecución
de esa congregación y se vio precisado a volver al Brasil en 1795, aunque casi
inmediatamente retomó a Lisboa donde falleció al poco tiempo.

Autor de obras variadas, aunque generalmente de circunstancias, Basilio da Gama destaca


sobre todo por su epopeya El Uruguay, poema que consta de una invocación y cinco cantos,
escrito en endecasílabos blancos en los que narra una breve guerra que Portugal y España
declararon a los Siete Pueblos de las Misiones del Uruguay, rebelados por instigación de los
jesuitas contra el tratado de Madrid de 1750 que transfería esas misiones para los
portugueses y la Colonia del Sacramento para los españoles.

Entre los personajes que destacan en el poema tenemos en primer lugar la figura del héroe, el
portugués Gomes Freire de Andrada; luego, la de los indígenas Cacambo, Cepé, Caitutú y la
de la desventurada Lindoya, la heroína. Con un tema pobre de argumento, la inspiración de
Basilio da Gama lo lleva a componer cuadros descriptivos notables en los que brota el paisaje
americano con plástica belleza. Estas vívidas descripciones llenan de riqueza e interés al
poema. En el episodio escogido, puede comprobarse como el poema, utilizando tópicos de
descripciones pastoriles, pero que tienen por fondo una naturaleza salvaje, logra componer un
cuadro lleno de patético sentimiento que concluye con un verso magistral.

Algunas obras suyas son Declamação trágica (1772), poema dedicado a las bellas
artes; Soneto ao Rei D. José (1775), compuesto para el día de la inauguración de su estatua
ecuestre; Os Campos Elísios (1776); Lenitivo da saudade na morte do Sereníssimo Senhor D.

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José Príncipe do Brasil (1788) y Quitúbia (1791), una canción de alabanza a un rey negro. Su
obra más sobresaliente es O Uraguai (1769), en la que narra la masacre de los indios y
homenajea al marqués de Pombal durante el episodio conocido como Sete Povos de Missões.

Una breve muestra de su obra:


Traducción de Silva-Sansebastian

MUERTE DE LINDOYA

Terror helado corre por las venas El diestro Caitutú, sin más demora,
de Caitutú, quien deja ahí a los suyos; pues tiembla ante el peligro de la hermana,
y a la hermana en la umbría de los árboles tensó el arco, y quiso, por tres veces,
va buscando, temblando de encontrarla. lanzar el dardo, y vaciló tres veces
Entran por fin en la honda y escondida entre temor y furia. Al fin crujió
parte del viejo bosque, oscuro y negro, el arco revolando aguda flecha,
donde al pie de una roca cavernosa, que alcanza el pecho de Lindoya y hiere
cubre una ronca fuente murmurante, la testa de la sierpe y boca y dientes
ramada de jazmines y de rosas. clavados deja en el vecino tronco.
Este lugar tan triste y delicioso, Fustiga el campo con ligera cola
cansada de vivir, escogería El monstruo airado y con tortuosos giros
para morir la mísera Lindoya. se enrosca en el ciprés y vierte envuelto
Reclinada allí, como que dormía en negra sangre el lívido veneno.
en las mimosas flores y en el césped; En brazos alza a la infeliz Lindoya
las manos en el rostro y en el tronco el hermano infeliz y al despertarla
de un fúnebre ciprés que desparecía siente ¡con qué dolor! en la faz fría
melancólica sombra. Mas, cercano los signos del veneno, viendo herido
descubren que enredándose en su cuerpo por el diente sutil el blanco pecho.
verde sierpe en paseándola le ciñe Los ojos, en que Amor reinaba un día,
garganta y brazos y le lame el seno. llenos de muerte; y muda aquella lengua,
Huyen al verla así sobresaltados que al viento tantas veces y a los ecos
y paran con temor a la distancia; contó la larga historia de sus males.
que no se atreven a llamarla, y temen Caitutu no derrama triste llanto
que despierte asustada e irrite al monstruo mas rompe en profundísimos suspiros, l
y huya y aprese en el huir la muerte. al leer en entrada de la gruta

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por su mano ya trémula grabado Aún conserva el pálido semblante
crimen ajeno y muerte voluntaria, un no sé qué de lastimado y triste
y por todos los sitios repetido que a duros corazones enternece.
el suspirado nombre de Cacambo. ¡Tan bella fue la muerte entre su rostro!

Extraído de POESÍA BRASILEÑA COLONIAL. Traducción y prólogo de Ricardo Silva-Santisteban. Lima: Centro de
Estudios Brasileños, 1985. 117 p. (Tierra Brasileña. Poesía 23)

A UNA SEÑORA NATURAL DE RIO DE JANEIRO, DONDE A LA SAZÓN SE


HALLABA EL AUTOR.

Ya, Marfísia cruel, no me maltrata


Saber que usas conmigo de cautelas,
Que aún la espero ver, por causa dellas
Arrepentida de haber sido ingrata.

Con el tiempo, que todo desbarata,


Tus ojos dejarán de ser estrellas;

Y verás marchitar las caras bellas,


Las trenzas de oro convertirse en plata.

Y si bien sabes que esa tu hermosura


Por fuerza ha de sufrir de edad los daños,
¿Por qué me niegas hoy esta aventura?

Guarda para otro día los desengaños,


Gócemenos ahora, mientras dura,
Que poco la flor dura de los años.

Extraído de CUATRO SIGLOS DE POESÍA BRASILEÑA. Introducción, Traducción y Notas de Jaime Tello. Caracas: Centro

Abreu e Lima de Estudios Brasileños; Instituto de Altos Estudios de América Latina; Universidad Simón Bolívar, 1983.

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Fray José de Santa Rita Durão
Fray José de Santa Rita Durão (1722-1784). Poeta, orador
y religioso agustino brasileño, nacido en Cata Preta
(municipio perteneciente al actual estado de Minas Gerais, y
bautizado en su honor como Santa Rita Durão) en 1722, y
fallecido en Lisboa (Portugal) el 24 de enero de 1784.
Aunque pasó la mayor parte de su vida en Europa (pues sólo
residió en su Brasil natal hasta los nueve años de edad), se
le considera como uno de los primeros escritores de la
Literatura brasileña, así como uno de los precursores -avant
la lettre- de la vasta corriente indigenista que habría de
triunfar en las Letras de su patria (y en las de las restantes
naciones de América Latina) en el siglo XX.

Nacido en una pequeña localidad próxima a la ciudad de Mariana, pronto abandonó la tierra
serrana y minera en la que había venido al mundo para afincarse en Río de Janeiro, donde
recibió sus primeras lecciones en el colegio regentado por los padres jesuitas. En vista de las
asombrosas dotes intelectuales que demostró en esta primera etapa de su formación, sus
maestros aconsejaron a sus familiares que lo enviaran cuanto antes a Lisboa, pues era muy
probable que en la Corte portuguesa llegase a adquirir una espléndida formación académica y
lograse desarrollar una brillante carrera en el seno de la Iglesia.

Fue así como, con tan sólo nueve años de edad, el jovencísimo José de Santa Rita se
embarcó rumbo a Europa, sin llegar a sospechar que jamás habría de retornar al continente
que le había visto nacer. Llegado a Lisboa en 1731, completó allí su formación básica bajo la
tutela de los jesuitas y, al cumplir los quince años de edad (1737), ingresó en la Orden de los
Eremitas de San Agustín, para recibir sus primeras órdenes religiosas en 1738, en el
Convento de la Gracia.

No dejó, entretanto, de ser ese alumno aventajado que había sorprendido por su precocidad a
sus maestros cariocas, por lo que, en el transcurso de aquel mismo año de 1738, marchó, con
el beneplácito de los superiores de su Congregación, a la ciudad portuguesa de Coimbra, en
cuya archifamosa universidad cursó estudios superiores de Filosofía y Teología hasta el año
de 1745. En esa fecha regresó a Lisboa para recibió las órdenes que le facultaban para actuar
como presbítero, y al poco tiempo retornó a su amada Universidad de Coimbra, donde siguió
ampliando sus ya vastos saberes hasta alcanzar, en 1756, el grado de doctor en Teología.
Para aquel entonces, hacía ya más de un lustro que ejercía la docencia, compaginando sus
estudios e investigaciones con las clases de Teología que impartió primero en Braga (1750-
1754) y, poco después, en su propia alma mater, donde, al tiempo que preparaba su

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doctorado, daba lecciones de su especialidad en el Colegio de San Agustín. Su progresión
intelectual fue tan espectacular que en 1756, el mismo año en que fue investido como doctor,
se incorporó también como miembro de número a la Academia Litúrgica Pontificia de
Coimbra.
Sus primeras desavenencias con sus superiores religiosos tuvieron lugar en 1759, cuando
tuvo que renunciar al puesto de profesor de Filosofía y Matemáticas que le ofrecían en la
Universidad de Leiria debido a que el obispo don João Cosme da Cunha -más tarde célebre
Cardenal- le negó el permiso pertinente para ejercer dicha labor docente, pues quería tener
del talento de Fray José de Santa Rita enteramente a su disposición.

Ya empezaba a ser célebre por la brillantez y eficacia de sus prédicas cuando, en 1759,
pronunció en dicha población de Leiria un inflamado sermón contra los jesuitas, a los que
acusaba de haber tramado el magnicidio que, en la noche del 13 de septiembre de 1758,
estuvo a punto de acabar con la vida del rey José I -que, por su talante abierto y proclive a las
ideas ilustradas, habría de pasar a la historia de su pueblo con el sobrenombre de "el
Reformador".

Poco después, don João Cosme le pidió que redactase una carta Pastoral -como tal, firmada
por el propio obispo- en la que reiterase las acusaciones que había lanzado en aquel famoso
sermón; y unas semanas después recibió de su superior un encargo similar, esta vez
consistente en la redacción de una epístola donde Fray José de Santa Rita pusiera en boca
del obispo -que era quien habría de firmarla- una serie de retóricas alabanzas del rey don
José. Al mostrar, de esta forma, su apego al monarca reformista y su consecuente enemistad
con el sector más reaccionario de la Iglesia (encabezado por la Compañía de Jesús), don
João Cosme da Cunha -merced, en parte, al talento oratorio y epistolar de Fray José de Santa
Rita- ascendió vertiginosamente en la jerarquía eclesiástica y en la Corte portuguesa (en muy
poco tiempo fue promovido a Obispo de Évora, de ahí a Inquisidor General, más tarde a
Regidor de Justicia, a Ministro y, finalmente, a Cardenal).

A comienzos de la década de los años sesenta, las siempre tensas relaciones entre Fray José
de Santa Rita Durão y su ambicioso superior eran ya insostenibles, por lo que el teólogo
brasileño -considerando también que en Portugal estaba seriamente amenazado por los
jesuitas a los que tanto había atacado-, decidió huir del territorio luso y pasar discretamente a
España (1762). Malvivió durante algún tiempo en Ciudad Rodrigo y Zaragoza, de donde pasó
a Francia y, tras haber permanecido una temporada en Toulouse, continuó su huida-
peregrinación por tierras de Italia.

En 1763, después de haber visitado por vez primera en su vida Roma, Florencia y Viterbo,
regresó a Francia y volvió a afincarse en Toulouse, donde, por influencia de los poderosos
jesuitas, fue retenido por las autoridades y sufrió un breve período de encarcelamiento,

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durante el cual comenzó a sentir escrúpulos morales por los ataques que había dirigido contra
la Compañía de Jesús.

Una vez puesto en libertad, Fray José de Santa Rita Durão pasó a Marsella y, finalmente,
decidió que su destino le empujaba, por fuerza, hasta Roma, ciudad en la que se asentó a
finales de aquel año de 1763, después de haber residido unas semanas en Montefiasione
(Italia).

Tan pronto como se hubo asentado en la Ciudad Eterna, el religioso agustino decidió confesar
sus "crímenes" -según su propio testimonio- en una sincera retractación, que de forma oral y
por escrito, presentó ante el papa Clemente XIII. Este escrito, redactado íntegramente en latín
y conocido como Poenitens confessio (Retractación), consta de tres documentos de
información autobiográfica, aderezados de curiosas noticias sobre la situación política y social
en el Portugal de la segunda mitad del siglo XVIII. Presa de una aguda crisis moral -en la que,
además de la mala conciencia derivada de su innoble actuación contra los jesuitas, influía
también su sensación de sentirse engañado y abandonado por el obispo don João Cosme-,
Fray José de Santa Rita Durão relata los pormenores de su vida y describe lujosamente la
obra desarrollada por la Compañía de Jesús en Portugal, así como la enrarecida situación
política que precedió a sus sermones acusatorios; y confiesa, además, que redactó cartas y
piezas oratorias difamatorias contra los jesuitas por encargo de su superior don João Cosme,
quien había tramado presentar estos escritos como propios ante el todopoderoso marqués de
Pombal -enemigo acérrimo de la Compañía de Jesús-, con la intención de ganar sus favores y
medrar en la Corte (como así sucedió).

La sincera, brillante y elocuente retractación del religioso natural del lejano Brasil -considerada
actualmente como una pequeña joya de la literatura testimonial- causó un buen efecto en el
ánimo de Clemente XIII y la curia romana, hasta el punto de que Fray José de Santa Rita
Durão fue autorizado a permanecer en Roma, con el privilegiado cargo de la Librería (es decir,
"biblioteca") Pública Lancisiana. El religioso agustino, feliz en su nueva ubicación romana,
permaneció en la Ciudad Eterna durante cerca de diez años (1763-1774), hasta que la caída
en desgracia de Pombal y la restauración del régimen político y la mentalidad conservadora
anteriores a sus reformas ilustradas (fenómeno conocido en la historia lusa como "A
Viradeira") propició su retorno a Portugal.
Al poco tiempo de haberse asentado nuevamente en el territorio que le había acogido cuando
arribara a Europa con tan sólo nueve años de edad, Fray José de Santa Rita Durão ocupó
una cátedra de Teología en la Universidad de Coimbra, donde volvió a ejercer la docencia
hasta que, ya muy enfermo, decidió retornar a Lisboa para morir, en el convento de los
agustinos en la capital lusa, a comienzos de 1784. Durante aquellos postreros años de su
vida, compaginó su dedicación a las lecciones de Teología con la redacción de la obra por la
que ha pasado a la Historia de la Literatura universal: el gran poema épico Caramuru (Lisboa:
Régia Oficina Tipográfica, 1781). Esta publicación fue recibida con total indiferencia por parte
de los lectores y estudiosos de su tiempo, lo que sumió a Durão en una nueva fase de
amargura que, entre otras decisiones, le llevó a destruir las poesías líricas que había ido
componiendo a lo largo de toda su vida.

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Una breve muestra de su obra a continuación:

Caramuru (fragmento)

… La ventana volvió a cerrarse lentamente, y trascurrieron dos horas mortales de angustia e


incertidumbre para el desconocido. Por vez tercera, el doliente clamor del aguará fue a
resonar en los oídos de la hermosa y a recordarle el cumplimiento de una promesa que acaso
se olvidaba o se arrepentía de haber hecho. Esta vez se abrió del todo la ventana, y se
entabló a media voz el siguiente diálogo entre la dama y el galán:

-¡Valor alma mía!... Ha llegado el momento solemne...

-Todavía es temprano.

-No, que va a despuntar el alba.

La joven como si luchase con encontrados sentimientos, fijó irresoluta sus bellos ojos en los
de su amante.

-Vamos, ¿qué dices? continuó este.

-¡Ay, tengo miedo!...

-¿Ahora te arrepientes? ¿Y de qué tienes miedo?

-No sé... pero me parece que no todos duermen... van a sorprendernos, Amaro; más vale que
lo dejemos para mañana.

-¡Mañana! ¡Imposible, imposible! repitió el gaucho con acento sombrío; mañana vendrá tu
padre a buscarte. Lía, es preciso que me sigas ahora mismo.

-Mira, repuso la niña medio turbada por el modo imperativo con que se le exigía una
obediencia que no estaba acostumbrada a prestar a nadie: mira, no he podido ganar al
esclavo que debía favorecer mi evasión, y...

-¡y bien!... exclamó Amaro, centelleándole los ojos de ira.

-No tengo por donde salir, contestó Lia humildemente, fascinada por aquella terrible mirada y
dejando caer una lágrima sobre la mano de su amante, que tenía cogida entre las suyas.

-¿No es más que eso? preguntó este trocando en alegría su enojo; ¿si tuvieras por donde
salir, me seguirías?...

Versión imprimible en: http://es.wikisource.org/wiki/Caramur%C3%BA_(Versi%C3%B3n_para_imprimir)

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Claudio Manuel da Costa
Claudio Manuel da Costa está considerado como uno de los
mayores poetas brasileños de la época colonial. Abogado, fue
el hijo de un campesino y minero João Gonçalves da Costa y
Teresa Ribeiro de Alvarenga. Después de iniciar sus estudios
en Vila Rica (Ouro Preto) y asistir a la filosofía en Río de
Janeiro, en 1749 se fue a Lisboa y después a Coimbra, donde
se graduó en Cánones, en 1753.

En Portugal, entró en contacto con los ideales de la Ilustración y


comenzó su carrera literaria con la publicación de folletos, al
menos tres poemas: "Munúsculo métricas", "Laberinto de Amor"
y "Epicédio. En todos los estudios, el carácter poético del siglo
XVII, barroca es evidente en el cultismo, conceptos y
formalismos.
De regreso en Brasil, se dedicó a la abogacía, siendo nombrado secretario del gobierno de
Minas Gerais, cargo que ocupó entre 1762 y 1765. La literatura, su pasión no fue olvidado, y
Claudio Manuel da Costa ha creado una academia, la colonia de ultramar. Luego se
desempeñó como juez de la tierra Cámara metros de Villa Rica, que fue la capital de Minas
Gerais provincia. En 1773, adoptó el nombre de Arcadia Glauco Saturnio. Años más tarde,
participó, junto a Joaquim José da Silva Xavier, Tiradentes, Inácio José de Alvarenga Peixoto
y otros, de la conspiración Minas. Al mismo tiempo, escribió el poema clásico "Vila Rica",
preparado en 1773 pero publicada en 1839, en Ouro Preto, 50 años después de su muerte. El
poema describe la situación de los paulistas en la limpieza del interior y sus luchas con los
indígenas emboabas a la fundación de la ciudad de Villa Rica.
En los años 70 y 80, escribió varios poemas en el que muestra preocupación por los
problemas políticos y sociales, publicados en su mayoría por Ramiz Galvao en 1895.Cláudio
Manuel da Costa era rico (tenía tres fincas, y otros bienes) cuando se vio envuelto en la
Conspiración de Minas. Detenido, fue interrogado por los jueces el 2 de julio de 1789. Muy
nervioso, se comprometió a unos amigos en su testimonio, antes de ser enviado a prisión en
la Casa de los Cuentos, en Villa Rica.
El 4 de julio de 1789, Claudio Manuel da Costa, se ha suicidado en la cárcel, aunque algunos
historiadores sostienen que el poeta ha sido asesinado. Su cuerpo fue encontrado colgando
de una viga.

Contemporáneo Arcadia Lusitana, Claudio Manuel da Costa fue un poeta de la técnica, un


escritor que trató de equilibrar su fuerte vocación barroco y el neoclásico. El minero también
ha introducido un poeta, en sus escritos, los elementos locales, que describe los paisajes y
expresan un fuerte sentimiento nacionalista.

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Breve muestra de su obra:

Para cantar de amor tenros cuidados


Por Cláudio Manuel da Costa

Para cantar de amor tenros cuidados,


Tomo entre vós, ó montes, o instrumento;
Ouvi pois o meu fúnebre lamento;
Se é, que de compaixão sois animados:

Já vós vistes, que aos ecos magoados


Do trácio Orfeu parava o mesmo vento;
Da lira de Anfião ao doce acento
Se viram os rochedos abalados.

Bem sei, que de outros gênios o Destino,


Para cingir de Apolo a verde rama,
Lhes influiu na lira estro divino:

O canto, pois, que a minha voz derrama,


Porque ao menos o entoa um peregrino,
Se faz digno entre vós também de fama
La canción, porque mi voz se derrama,
Traducción del portugués al español Debido a que al menos se
canta el peregrino
Cantar de la ternura de la atención Si te hace también digno de la fama.
por Claudio Manuel da Costa

Para cantar la atención tierno amor,


Tomo entre vosotros, oh montes,
el instrumento;
He escuchado a mi lamento fúnebre;
Si es así, que están motivados por la
compasión:

Ya que has visto, los ecos que lastiman


Tracio Orfeo viento mantenerse en las
mismas;
La lira de Anfión a dulce acento
Si usted vio sacudido las rocas.

Sé que otro genio del destino,


Para pegar desde el Apolo de follaje verde,
Influyen en la lira divina estro:

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Actividades didácticas:
Lea y analice lo siguiente:

Alfabeto para un niño


de José Joaquín de Olmedo

AMOR de patria comprende IRA hace al hombre un tirano respeto y amor al padre,
cuanto el hombre debe amar: de inferiores y de iguales: amor, ternura a la madre,
Su Dios, sus leyes, su hogar, la ira es propia de animales, reverencia a los mayores.
y el honor que los defiende. porque no es afecto humano.
SOCIEDAD es el estado
BONDAD, bella cualidad JUEGO es una diversión en que con otro vivieres,
que siempre logra alabanza, honesto, si es moderado; y serás social si fueres
aplausos y premios alcanza, pero si es inmoderado justo, modesto y aseado.
inmensa felicidad. causa nuestra perdición.
TIRANÍA y opresión
CANDOR en toda expresión, LIBERTAD ¡oh dulce nombre! suenan y expresan lo mismo:
callar lo más que pudieres; hermoso y celeste don: para salir de este abismo
muy cortés con las mujeres, tú eres la misma razón, es honrosa toda acción.
pero sin afectación. tú eres el alma del hombre.
VENGANZA, nunca jamás:
DIOS es el sabio creador MORAL, la sana moral nunca, nunca odio o rencor;
que conserva y ama al hombre, consiste en amarse bien, porque no hay placer mayor
sea cual fuere su nombre, en hacer a todos bien, como amar y perdonar.
condición, secta y color. y en no hacer a nadie mal.
YO debo ser el primero
ESTUDIO y aplicación NATURALEZA sagaz para mi conservación;
forman a la juventud, llena y rige al universo: mas por buena educación
y emulación de virtud todo está bien; el perverso en sociedad el postrero.
sin envidia ni ambición. solamente está de más.
ZELO en cumplir su deber
FRANQUEZA, nunca ORO es un bien apreciable en cualquier condición,
indecencia, para el cómodo sustento; será la única ambición
usa en la conversación; pero es el mayor tormento que un niño debe tener.
disimulo y no ficción; la sed de oro insaciable.
libertad, nunca licencia. Estas reglas niño amado,
PEREZA es enfermedad te harán un niño gracioso,
GRATITUD siempre al favor tan mala como la muerte; un joven pundonoroso,
es un deber justo y grato; así no cabe el inerte un hombre bueno y honrado
y es por eso el hombre ingrato en ninguna sociedad. y un anciano respetado
es un monstruo que da horror. que a sus iguales auxilia,
QUIJOTERÍA es un vicio sus diferencias concilia,
HONOR es en sumo grado que causa risa y desprecio, con bondad, no con rigor,
el alma del ciudadano: pues es un quijote necio y muere siendo el honor
sin honor es miembro vano, corre aventuras el juicio. de su patria y su familia.
o pernicioso al Estado.
RESPETO a los superiores,

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Conteste:

¿Qué tipo de poema es?

¿Es un poema narrativo o lírico? ¿Es diálogo o monólogo?

¿Quién habla? (¿De quién es la voz poética que escuchamos?) ¿A quién se dirige?

¿Cuál es el tono del poema (la actitud del hablante hacia su tema)?

¿Qué figuras retóricas se utilizan?

Elabore un resumen del asunto del poema

¿Cuál es el tema principal?

¿Hay temas secundarios?

¿Tiene un "mensaje‖ o fin didáctico el poema?

¿Qué tipo de cosmovisión o ideología sugiere?

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Elabore un mapa conceptual sobre las condiciones socio-históricas del continente americano
durante los siglos XVIII y XIX:

¿Cuáles son las obras más reconocidas de José María Heredia?

Mencione al menos 4 obras de Don Andrés Bello:

¿Quién era José Basilio da Gama?

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¿Quién era Fray José de Santa Rita Durão?

¿Cuál fue su aporte a la literatura?

Con la lectura previa de Caramuru de Fray José de Santa Rita Durão determine lo siguiente:

Género de la obra literaria

El argumento y el tema

La originalidad de presentación

La claridad de exposición

La habilidad del autor para sorprender nuestras expectativas

La importancia que la obra tiene dentro de la historia literaria de la humanidad

Nota: la obra completa se encuentra en http://es.wikisource.org/wiki/Caramur%C3%BA_(Versi%C3%B3n_para_imprimir) versión


para imprimir.

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REFERENCIAS.
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