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Técnicas proyectivas gráficas.

Pautas generales de interpretación.

La presente ficha de estudio se propone acercar al alumno a la tarea que debe


realizar el psicólogo evaluador a la hora de abordar el material gráfico obtenido
durante la administración de un proceso psicodiagnóstico.

 A tal fin, se ha revisado bibliografía pertinente (ver detalle), la cual sugerimos


consultar para ampliar y profundizar sobre lo aquí expuesto. También forman
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didácticos, amplia casuística perteneciente a estos ámbitos.

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gráficas se realiza por una sumatoria de factores, que en la práctica real no
conservan un orden establecido, sumatorio, sino que se realiza por medio de
un abordaje integral. A los fines didácticos presentamos esta organización,
como forma de acercar al alumno a la experiencia en dicha tarea.

Tal como refiere la Lic. T. Veccia en “Diagnóstico de la personalidad: desarrollos


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aproximación general en cuanto a la adecuación o no del sujeto a la situación
de entrevista y a la tarea propuesta. Para esto, es sumamente importante y
necesario realizar una buena observación y registro de todas las circunstancias
que se generen durante las administraciones.

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nuestra atención (Veccia,
(Veccia, op. Cit, pg. 48)

En un segundo momento del análisis, nos detendremos en una visión más


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Formales (Wolff) o Rasgos expresivos (Hammer) y las Pautas de Contenido.

Cabe aclarar que presentaremos una sistematización de pautas tanto formales


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tratamiento que puede darse a las mismas, ejemplificándolas, pero aclarando
que son los patrones que con mayor frecuencia se repiten y sobre los que mas
acuerdo ha habido a lo largo de investigaciones históricas y actuales, el estudio
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experiencia propia del equipo de cátedra, que se han definido determinadas
significaciones psicológicas para cada uno de ellos. Para ampliar sobre las
investigaciones que llevaron a estas sistematizaciones remitimos al lector a
consultar la bibliografía citada.
No debe entenderse el análisis de pautas en un sentido presencia- ausencia,
con su consecuente significación psicológica. De un solo indicador no podemos
hallar ninguna significación. Como ya dijimos, consideramos que es un paso
necesario en el primer acercamiento al abordaje de la interpretación de gráficos
la realización de este primer análisis, en vistas a lograr un reconocimiento de
variables que, si bien infinitas, presentan también ciertas representaciones
generales. Recordemos que en las técnicas proyectivas se presentan estímulos
ambiguos, de diferente grado de estructuración, que provocan respuestas
teñidas de la subjetividad particular del sujeto, ya que se organizan a partir de
factores intrapsíquicos.

Pedir que dibuje una casa, un árbol o una persona constituye una consigna
ambigua. No se le aclara que tipo de casa, árbol o persona debe representar.
La respuesta surge del interior del sujeto y es en relación a esto que dará un
tratamiento especial a su dibujo (tanto en lo referido al “como” dibuja como al
“que” dibuja). Si bien se trata de conceptos familiares a todos, son poco
específicos por lo cual es posible responder a ellos proyectando aspectos
propios. El sujeto deberá realizar una elección, y esta elección tendrá que ver 
con aquello que para él tenga mayor significado emocional.

Este primer paso implica un reconocimiento del tratamiento dado a los


indicadores gráficos, a partir de los cuales podremos trazar inferencias sobre
modalidades propias de la personalidad del sujeto, que iremos enriqueciendo a
partir del paso siguiente de interpretación, constituido por la integración de
estos datos, tanto en el análisis intratest como intertest, por medio del método
de recurrencias y convergencias(Veccia, Op.Cit, pg. 53). También Hammer 
aclara en Test Proyectivos Gráficos (pg. 43) que “en la práctica, la confirmación
de las especulaciones interpretativas hechas sobre la base de un dibujo deben
buscarse no solo en la confrontación de otros dibujos sino en las conclusiones
de la batería proyectiva completa, en la historia del caso, en la impresión clínica
obtenida durante la entrevista con el paciente y en cualquier otra información”.

También podemos citar a R. Frank, quien en Gráficos en niños (pg. 5) dice que
“la existencia de normas y criterios específicos de interpretación para los
distintos dibujos que configuran una batería gráfica, no invalidan la necesidad
de lograr las asociaciones verbales necesarias que contextuarán la
simbolización única y personal del niño en función de su problemática,
momento vital e historia particular.”

Las pautas formales (según la denominación de Wolff) o Rasgos expresivos


(según Hammer), “se definen como la sistematización del aspecto gráfico a
partir del cual pueden recrearse los movimientos y las características de
personalidaddel sujeto independientemente del tipo de dibujo que se trate”
(Veccia, Op cit, pg. 49). El análisis formal se relaciona con los aspectos más
estables de la personalidad y constituyen la parte mas estructural del dibujo: es
el “como” dibuja.

Un trabajo pionero en el área fue realizado por Wolff, luego de 20 años de


trabajo de investigación. Otra autora que trabajó en el tema es P. Elkish (cuya
sistematización puede ser consultada en Veccia Op. Cit. Pg. 50 y siguientes).
Muchos autores y profesionales dan mayor importancia a las pautas formales
que a las de contenido ya que son mas fácilmente aislables y clasificables.

Consideramos que la riqueza del aporte de las técnicas gráficas lo constituye la


consideración de la relación entre las pautas formales y de contenido, y de
éstas en la integración con los datos del resto de la batería. Si bien en un
primer momento estas se analizan por separado, existe una relación dinámica
entre ellas que será importante considerar a la hora de esbozar nuestras
inferencias.

Tomaremos en este caso la sistematización que propone E. Hammer,


considerando el estudio de: tamaño, movimiento, emplazamiento, trazo,
presión, secuencia, detalles, simetría, sombreado y borrado.

Cada una de las pautas propuestas presenta una amplia gama de diferencias
individuales en su tratamiento. Por ejemplo: en relación al tamaño podemos
encontrar dibujos grandes, chicos o minúsculos.

Cuando hablamos de tratamientos específicos dado a cada una de las pautas


nos referimos a que “el énfasis expresivo en los dibujos transmite distintos
matices de significado”.

Comenzaremos entonces por analizar el indicador tamaño.

Cuando nos referimos al TAMAÑO de un dibujo, consideramos el espacio


relativo que ocupa el mismo en la hoja. Una superficie grande será la de aquel
dibujo que ocupe más de las 2/3 partes de la hoja, y una superficie pequeña,
aquella que tenga menos de 10 cm.

En el caso de los niños debemos tener en cuenta que tienden a hacer dibujos
grandes y fuertes, revelando de esta forma lo que anhelan para sí mismos.

El tratamiento que el sujeto haga del tamaño nos estará hablando de su


autoestima y autoexpansividad. Como variables podemos encontrar:

Un dibujo grande (GRAFICO 1), que tiende hacia los bordes de la hoja, es
característico de personas con altos grados de confianza en sí mismos, con un
autoconcepto elevado. Denota narcisismo, vitalidad y energía. Puede
observarse en personas que necesitan mostrarse ante los demás para ser 
reconocidos y tenidos en cuenta. A su vez, este tratamiento puede deberse a
fantasías sobrecompensatorias debido a la frustración que provoca no poder 
lograr esto.

Cuando se trata de figuras muy grandes (GRAFICO 2), que en ocasiones


pueden ocupar dos hojas, o bien no alcanzar la ofrecida para la graficación
quedando el concepto incompleto, se ha estimado la presencia de altos montos
de agresividad y tendencia a la descarga motora, por inadecuados límites a la
conducta, inmadurez e impulsividad. Cuando la figura se ve interrumpida por el
borde de la hoja, es importante tener en cuenta cual es la parte que se omite.
Los dibujos pequeños (GRAFICO 3) denotan falta de confianza en sí mismos,
bajo autoconcepto, sentimientos de inadecuación y dependencia, con
consecuentes conductas de retraimiento.

Este indicador puede asociarse a un buen control impulsivo, en sujetos cautos


y prudentes, con alta capacidad para tolerar las frustraciones. En estos casos
predomina un tipo de pensamiento analítico, la observación y la objetividad.

En caso de dibujos muy pequeños, minúsculos (GRAFICO 4), se han


relacionado con sentimientos de inferioridad, insignificancia y
autodesvalorización, con conductas de gran inhibición.

En el caso de tratarse de figuras humanas, la relación tamaño del dibujo y


espacio disponible se vincula con la relación dinámica del sujeto con el
ambiente, expresando la forma particular que este tiene de responder a las
presiones ambientales.

La pauta formal de MOVIMIENTO aparece ocasionalmente, más habitualmente


en niños. Implica la expresión de movimiento del concepto graficado
(GRAFICO 5). En los casos en los que aparece, se asocia a actividad, iniciativa
y capacidad de empatía. Dentro de los tratamientos que pueden observarse de
esta pauta, podemos resaltar aquellos dibujos que sugieren una gran actividad
como propios de personas inquietas, hiperactivas, encontrando en el otro
extremo gráficos de una excesiva rigidez, habitualmente en aquellos casos en
los que existe un rígido control sobre conflictos graves y profundos.

Podemos referirnos en este punto, en el caso de figuras humanas, a la postura


en las que se grafican. Pueden aparecer personas sentadas o acostadas lo
cual refiere un bajo nivel energético y falta de impulso hacia la actividad por 
agotamiento emocional. También puede asociarse a personas tranquilas y
diplomáticas, poco pasionales. También se ha observado en personas con
alguna incapacidad física, lo cual habla de la aceptación de la limitación real.

En caso de las figuras inclinadas (en más de 15°) lo asociamos a falta de


equilibrio, inestabilidad (GRAFICO 78).

El EMPLAZAMIENTO se refiere al lugar de la hoja elegido para dibujar.


Recordemos que se considera a la hoja como espacio psicológico (razón por la
cual el tamaño debe ser siempre el mismo para los test gráficos, en vistas a
realizar consideraciones sobre el tamaño y el emplazamiento de los diferentes
dibujos que conforman la batería).

Una persona con un adecuado trato social, con orden en sus conductas
cotidianas y relaciones interpersonales no va a apoyar su dibujo en ninguno de
los márgenes de la hoja. En los casos en que el concepto graficado se apoya
sobre el borde inferior de la hoja (GRAFICO 8), podemos inferir que se trata de
individuos con una gran necesidad de sostén externo y temor a la acción
independiente por profundos sentimientos de inseguridad.
Consideraremos para analizar esta pauta los ejes horizontal y vertical de la
hoja, así como el uso que se hace de los espacios en blanco.

Comenzaremos por las consideraciones sobre el eje vertical. El dibujo puede


asentarse en la zona superior, media o inferior de la hoja. Cuanto más arriba
del punto medio de la hoja se encuentre el punto medio del dibujo, es más
probable que se trate de individuos que sienten que realizan grandes esfuerzos
para lograr sus metas, vivenciadas como inalcanzables. En estos casos existe
un gran actividad mental, con gran desarrollo de la fantasía, siendo individuos
idealistas e imaginativos. Cuando este emplazamiento se combina con falta de
la línea de base del dibujo (quedando el mismo como suspendido en el aire)
denotan inseguridad. (GRAFICO 6)

Cuando el dibujo se emplaza en la zona media de la hoja, podemos estimar un


predominio de lo cotidiano y equilibrio entre tendencias de introversión y
extroversión en el sujeto. Se observa en individuos con buen control sobre sí
mismos, objetivos y reflexivos.

El emplazamiento en la zona inferior de la hoja (GRAFICOS 7,8,9) se relaciona


con apego a lo concreto, firme y sólido, a la realidad; con probables
sentimientos de inseguridad e inadaptación que producen depresión
(GRAFICOS 10,11,12)

El dibujo también puede recubrir las tres zonas (GRAFICO 13), o combinar las
zonas media y superior, o media e inferior. En el primer caso estimamos la
presencia de buenos recursos que producen equilibrio emotivo. El
emplazamiento en zonas media y superior refiere predominio intelectual e
imaginativo, y la media e inferior deseo de apego a la realidad, con temor a
perder contacto con la misma por exceso de emotividad.

Comparando las distintas posibilidades en cuanto al eje horizontal, dividiremos


la hoja para el análisis en zonas derecha, izquierda y central.

Si el dibujo se emplaza en la zona derecha de la hoja, será representativo de


individuos con comportamiento estable y controlado, capaces de postergar la
satisfacción de sus necesidades, con preferencia por las satisfacciones
intelectuales a las emocionales, con gran capacidad de adaptación social e
interés por los otros y los hechos futuros.

Si el dibujo recubre la zona central, el interés predominante es por el presente y


la realidad inmediata.

En la zona izquierda emplazan sus dibujos individuos con bajo control


impulsivo, por lo cual deben satisfacer inmediatamente necesidades e
impulsos. Puede relacionarse con conductas regresivas, preferencia por el
pasado y poca sociabilidad y adaptación.

Relacionando ambos ejes mencionaremos dos posibilidades habituales que


son el emplazamiento en el rincón superior izquierdo (GRAFICO 14) e inferior 
derecho. El primero es habitual en niños o en individuos regresivos y
dependientes, y el segundo nos anoticia de sentimientos de resignación y
decepción.

Por último nos referiremos a la economía espacial, siendo las posibilidades el


abarcar todo el espacio disponible, quedando muy pocos espacios en blanco
(GRAFICO 15), lo cual nos habla de expansión y falta de límites, o bien la
presencia de grandes espacios en blanco, asociado a control impulsivo,
constricción y cautela.

Pasaremos ahora a estudiar el TRAZO de los dibujos, teniendo en cuenta la


dirección y tipo de los mismos.

Para considerar la dirección de los trazos es importante haber realizado una


buena observación durante la graficación. Puede haber preferencia por la
dirección vertical u horizontal de los trazos. En el primer caso, se relaciona con
determinación e hiperactividad, y en el segundo, con debilidad y predominio de
la fantasía. Cuando los trazos se dirigen del papel hacia el examinado
(GRAFICO 69), se infieren características de encierro en sí mismo, introversión
y ansiedad. Otra dirección posible es desde el examinado hacia la parte
superior del papel, lo cual puede ser índice de extroversión o agresividad. En el
eje horizontal, los trazos que predominantemente se dirigen de derecha a
izquierda se vinculan con introversión y retraimiento. Aquellos que van de
izquierda a derecha, implican tendencias extrovertidas, hacia la estimulación
social y la necesidad de apoyo. Cuando la dirección es firme y decidida, se
trata de individuos seguros y perseverantes con respecto a tareas dirigidas a
metas. Si la dirección es indeterminada, se relacionará con indefinición,
inseguridad, individuos sin opiniones propias.

En cuanto al tipo de trazos, un trazo ancho denota energía y vitalidad. El trazo


fino es característico de personas con una alta sensibilidad. Cuando se
presenta alternado, con líneas fluidas y controladas, provocando una sensación
de relieve y profundidad, inferimos un buen desarrollo general, buena captación
y respuesta a los estímulos del medio, observación y originalidad.

Los trazos pueden ser largos (control de la conducta), cortos (impulsividad),


abocetados (generalmente cortos también, índice de ansiedad e inseguridad
cuando hacen aparecer al dibujo como poco integrado o borroneado), rectos
(autoafirmación, agresión. Si son ininterrumpidos denotan rapidez y desición ) o
curvas (dependencia, emotividad, sentido estético. Cuando son interrumpidas
hablan de lentitud e indecisión). En individuos agresivos pueden observarse
trazos dentados y angulosos. Hay predominio de ángulos agudos en individuos
hiperemotivos, con excesiva reacción emocional. Los trazos quebrados o
fragmentados, esbozados o reforzados revelan ansiedad e inseguridad, que
puede provocar vacilaciones en la conducta por falta de decisión y temor ante
nuevas situaciones. Cuando se observa este tipo de trazo por zonas, determina
una zona de conflicto. Las líneas temblorosas se asocian a cuadros orgánicos.
(GRAFICO 16: largos y curvos, GRAFICO 17: abocetados, GRAFICO 18:
rectos, GRAFICO 19 Y 20: fragmentados, GRAFICO 21, 22, 23: reforzados,
GRAFICO 24: tembloroso).
 A partir del trabajo de reconocimiento de indicadores gráficos propuesto por la
ficha, avanzamos en el primer paso para el análisis de test gráficos. Tal como lo
planteamos al inicio, es necesario realizar la integración de los datos obtenidos
a partir de las entrevistas y otras técnicas aplicadas, integrándolos mediante el
método de recurrencias y convergencias.
Bibliografía:

 Hammer, E.: “Test Proyectivos Gráficos”. Paidós (1969)

 Buck, J.- Warren, W. : “Manual y guía de interpretación de la técnica de


dibujo proyectivo del H.T.P.”. Ed. Manual Moderno (1995)

 Veccia, T. y colab. : “Diagnóstico de la personalidad: Desarrollos


actuales y estrategias combinadas”. Lugar Editorial (2002)

 Querol, S. - Chaves Paz, M. : “Adaptación y aplicación del test de


Persona bajo la lluvia”. JVE (1996)

 Koppitz, E. : “El dibujo de la figura humana”. Ed. Guadalupe (1974)

 Frank de Verthelyi, R.: “Gráficos en niños”. Dpto. de Publicaciones.

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