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pan
Las masas para panes tienen tres partes de harina y una de líquido. Una proporció n mayor de harina
daría lugar a una pasta dura como las de las galletas. La mayoría de los batidos y masas y los productos
horneados en base a estos ingredientes, se denominan espumas. El tamañ o y la forma de las células de gas
determinan la consistencia del producto horneado. La textura está influenciada principalmente por el
carácter del material que estaría definiendo y rodeando la célula de gas.
-Ingredientes de los panes y funciones:
HARINA:
Le da a los batidos y masas su estirabilidad o elasticidad. Gracias a esto logran retener los gases
esponjantes.
La harina también contribuye con estructura o rigidez. Esta rigidez se debe al gluten que se coagula por el
calor y el almidó n que se gelatiniza.
Las harinas difieren en la cantidad y calidad del gluten que producen y esto afecta la capacidad para fijar
o mantener la humedad. Cuando el agua se combina con la harina para formar masa, parte del agua está
unida por los constituyentes de la harina, principalmente almidó n y las proteínas.
La primer capa de moléculas de agua se absorbe firmemente, sucesivamente las siguientes capas se
adhieren menos y menos firmemente hasta que el agua queda libre para fluir.
La harina puede absorber y fijar poco má s de ¼ de su peso en agua.
La masa que contiene solo agua fija es, rígida, inelá stica y sin vida. Solo aquella porció n que no se requiere
para lograr la capacidad de hidratació n de la harina queda libre para contribuir a la movilidad de la
mezcla.
La relació n ó ptima de agua a harina en la masa varía de acuerdo con la harina ya que aquellas de trigos
má s duros tienen una mayor capacidad para retener agua.
La masa para pan es elá stica. Cuando se estira se recupera en parte, al momento, y en parte lentamente.
La masa para pan es viscosa y podrá adaptarse al tamañ o y forma del recipiente.
Esta viscosidad y elasticidad se atribuyen al desarrollo del gluten. La masa también tiene un elemento de
plasticidad (fuerza para iniciar el flujo) son los granos de almidó n hidratados que comprenden menos de
la mitad del volumen de la masa sin levar.
Para la elaboració n del pan se debe amasar, esto significa lograr un estiramiento y doblamiento suave de
la masa hidratada. El objeto es mover los componentes de la harina para que se unan en puntos
estratégicos y formen el gluten.
LÍQUIDO:
Un ingrediente líquido es esencial para disolver aquellas sustancias que contenga la masa de pan, segú n la
receta, como puede ser el azú car, polvo de hornear, bicarbonato, sal etc..
La masa puede incluir simplemente agua o leche que es un 87% agua. Esta aumenta el valor nutritivo y
también retarda el endurecimiento del pan.
El agua hidrata las proteínas de la harina para desarrollar el gluten y permite la gelatinizació n del
almidó n durante el horneado.
El agua es esencial para la hidró lisis del almidó n y la sacarosa de los que se obtendrá n los nutrientes para
permitir el crecimiento y multiplicació n de las células de levadura.
Permite por lo tanto vehiculizar estos nutrientes al interior de las células.
Aunque la existencia del líquido es fundamental para hidratar los constituyentes de la masa, también lo es
la presencia de agua libre. Si es mucha la masa será má s pegajosa, si es poca, la masa será dura y pondrá
resistencia al estiramiento.
El agua libre que queda en la masa durante el horneado será convertida en vapor, lo cual sirve de agente
leudante.
SAL:
La sal hace má s lento el leudado ya que por un efecto osmó tico limita el flujo de agua dentro de las células
de levadura. En las masas con levadura, entonces, se requiere de una proporció n menor de sal, pero si se
omitiera completamente la misma, el leudado sería muy rá pido y la textura y el grano de la masa sería de
inferior calidad.
La sal también se utiliza para dar sabor a la harina.
LEVADURA:
Su nombre científico, Saccharomyces Cereviceae. Esta se vende en el mercado en forma de panes
comprimidos. A Tº ambiente, la célula del microorganismo morirá . En Tº de refrigeració n durará días. En
el congelador resistirá alrededor de 3 a 4 meses. La levadura en polvo, tiene menor contenido de
humedad 8% en comparació n con la anterior que presenta un 70%, esto hace que dure má s tiempo.
La levadura se incluye para obtener el gas esponjante CO2 que se conseguirá solo en presencia de glucosa,
fructosa, sacarosa y maltosa, es importante saber que no utilizará el hidrato de carbono que aporte la
leche.
La levadura no solamente se incluye como agente leudante, si no también para mejorar la elasticidad,
adhesividad y fuerza de la masa. Esto lo hace por medio de los componentes á cidos que produce durante
la fermentació n.
También mejora el aroma del pan.
La masa debe poder soportar la tensió n del gas leudante, por lo tanto entre má s débil sea el gluten, menos
tensa podrá permanecer la masa.
Las células de levadura necesitan azú car para producir CO2, pero mucha cantidad de esta, má s del 10%
del peso de la harina, retardará la fermentació n. Cantidades excesivas de azú car compiten por absorber el
agua.
Las células funcionará n mejor con un aporte continuo de azú car fermentable constituido por el almidó n
que se encuentra en la misma harina. En la harina hay dos enzimas capaces de hidrolizarlo y convertirlo
en un azú car atractivo para el alimento de la levadura.
Las enzimas son la alfa amilasa y la beta amilasa. Parte de estas enzimas son agregadas a la harina
industrialmente para mejorar este proceso.
Entonces si bien se puede agregar azú car a la masa, es importante recordar que la harina por si misma
logra producir los nutrientes necesarios para la levadura.
AZÚ CAR:
Esta si se incluye sirve como fuente de azú car fermentable, ya que la harina contiene solo un 1% de
sacarosa. Los azú cares que permanecen en la masa ayudan al tostamiento y mejoran el sabor. (Maillard)
En ausencia de esta la producció n de CO2 se retarda dependiendo solo de la hidró lisis del almidó n, como
sustrato para la levadura.
GRASA:
El agregado de esta es opcional, ya que un buen pan puede hacerse sin ella, pero la grasa hace que el
producto sea má s suave y la cubierta se tueste mejor. (Maillard)
La grasa rodea a las burbujas de gas y evita que este pueda escapar, por lo tanto se ha visto en las masas
que la contienen un mayor volumen. Para este propó sito es má s conveniente una grasa de origen animal o
plá stica que una grasa líquida, ya que esta rodea demasiado pronto a la harina y la impermeabiliza de tal
manera que se hace má s difícil el ingreso del agua en la misma.
HUEVO:
Si estos se incluyen, segú n la fó rmula o receta, los panes se ven má s atractivos y con mejor sabor. Las
proteínas del huevo le proporcionan una elasticidad adicional.
PROPORCIONES DE INGREDIENTES:
Harina a Líquido: 3/1 da una masa suave, no pegajosa, manipulable y elá stica.
Sal y azú car:
La sal no debe exceder el 2% del peso de la harina.
El azú car se podrá incluir hasta un 10% del peso de la harina.
Levadura:
Con poca cantidad, la masa tarda má s tiempo en esponjar. Con mucha cantidad se infla antes de que se
desarrollen otros cambios fundamentales y puede quedar sabor a levadura en el producto terminado.
Se usara mayor proporció n, si los tiempos para hacer el pan son cortos. Pero si se dispone del mismo
menor cantidad de levadura y mayor tiempo de fermentació n producirá un mejor pan.
La química y la cocció n
un poco de química ayuda a entender los cambios que tienen lugar en los alimentos que cocinamos.
Muchas veces cuando hacemos una preparació n seguimos exactamente las instrucciones de la receta y,
sin embargo, al terminar de cocinarla no aparece el producto esperado. Podemos haber seguido mal las
instrucciones, o empleado una receta inadecuada, o equivocado el ú ltimo paso, la cocció n. Masitas que
deben deshacerse en la boca resultan crocantes, costra de pan queda muy gruesa, profiteroles que
queremos rellenar no se inflan y muchos otros desastres. En esta entrega exploraremos có mo manejar el
calor en la cocció n.
Có mo llegue el calor a la preparació n y con qué intensidad son factores clave para lograr un resultado
exitoso. El calor es energía y la temperatura es una medida de esa energía. Cuando dos cuerpos está n en
contacto, el calor fluye del má s caliente al otro, continú a haciéndolo mientras sus temperaturas sean
distintas y cesa una vez que se igualan. El calor también fluye dentro de un cuerpo, de zonas má s calientes
a má s frías. Estos flujos tienen lugar de tres formas: por conducció n, por convecció n y por radiació n. Cada
una tiene características particulares que influyen en la cocció n.
La transferencia de calor por conducció n tiene lugar dentro de un mismo cuerpo o entre objetos que
está n en contacto. Algunas sustancias conducen el calor mejor que otras: en líneas generales, los só lidos
mejor que los líquidos y estos mejor que los gases. Los metales son muy buenos conductores; la madera y
el aire son malos conductores. Por esta razó n, ollas y sartenes son metá licos.
Las parrillas, los asadores y los alimentos cocinados sobre ellos reciben el calor principalmente por
radiació n.
En un gas o en un líquido existe la posibilidad de que sectores calientes se desplacen hacia los má s fríos y
generen corrientes llamadas de convecció n, muy comunes en el aire y el agua. Así, si la fuente de calor de
un horno está en su parte inferior, el aire caliente se mueve hacia arriba y desplaza al frío, que toma su
lugar abajo. Por lo tanto el horno estará má s caliente arriba que abajo, para contrarrestar lo cual algunos
redistribuyen el aire con ventiladores y disminuyen así las diferencias de temperatura.
Tanto la conducció n como la convecció n requieren la presencia de materia que transfiera la energía
caló rica; no así la radiació n, por la cual nos llega el calor del sol.
Luego de esta introducció n, veamos los ejemplos dados al inicio. Las masitas que debían deshacerse en la
boca quedan crocantes porque no se logró que la masa se cocine adecuadamente, es decir, que el almidó n
se gelatinice por efecto del calor, pero que no se doren los bordes, lo que se produce cuando se carameliza
el azú car presente en ellos. Para conseguirlo, la temperatura del horno debe ser media (170ºC) y la
cocció n, corta (el tiempo varía con el grosor de las piezas). Si el horno está a má s temperatura o se
prolonga la cocció n, se producirá el indeseado efecto de masas doradas y crocantes.
masas de pâ te-à -choux abiertas para ser rellenadas con crema pastelera.
La costra del pan queda gruesa en vez de delgada como se desea porque no se alcanza un adecuado
equilibrio entre tres cosas: el dorado de la costra, el levado del pan y la cocció n completa del interior de
las piezas. La temperatura ó ptima del horno depende del tamañ o de estas: los panes grandes requieren
ser cocinados a menos temperatura que los chicos para conseguir dicho equilibrio de igual manera
debemos tener en cuenta la ciudad en la que estamos orneando y a que altura esta sobre el nivel del mar
(ver nuestro estudio hornear segú n la presió n atmosférica) . Pero se han ideado artilugios para lograr
una costra fina: para hornear pan francés, conviene rociar las piezas con agua, porque el vapor transmite
calor por conducció n mejor que el aire, y el efecto del agua sobre el almidó n superficial hace que se
gelatinice, luego sufra desecació n y tenga lugar la reacció n de Maillard y la caramelizació n, lo que deja la
costra lisa y brillante . En otros panes se aplican coberturas antes de hornear –llamadas doraduras–, que
pueden ser mezclas de almidó n y agua, o huevo, almidó n y agua, o huevo, almidó n, azú car y agua. Esas
doraduras mejoran el color y el aroma a la costra.
Los profiteroles o similares se hacen con una clase particular de masa llamada pâ te-à -choux. Deben
cocinarse con ciertos reparos para que las piezas se inflen por acció n del vapor de agua que se forma en
su interior y puedan ser rellenadas. Pero no se inflan si la cocció n se inicia con el horno a baja
temperatura, por debajo de los 200ºC. Por encima de esa temperatura se coagulan las proteínas del huevo
que contiene la masa y queda la capa exterior seca. En esas condiciones, el agua interior de las piezas se
transforma en vapor, ejerce presió n pero no puede escapar debido a la coagulació n externa (siempre que
no queden fisuras o partes menos cocidas). La presió n contenida infla la preparació n y deja el hueco para
rellenar. Antes de terminar se puede bajar la temperatura del horno para que la masa continú e
secá ndose. La preparació n de esta masa tiene algunos otros riesgos, entre otras
>
Si estamos al nivel del mar la presió n atmosférica es mayor y va disminuyendo a medida que se nos
encontremos a mayor altura. La presió n atmosférica afecta directamente el horneado y la fermentació n
en caso de la levadura.
Una vez asumida esta idea, las consecuencias primarias son relativamente fáciles de entender. Y de ellas
derivan una serie de consejos para evitar los problemas que plantea hornear a gran altura.
Agentes leudantes
Estas sustancias -químicas o bioló gicas- otorgan a las masas textura porosa y ligera mediante la
producció n de gas carbó nico durante el horneado. Se clasifican en tres categorías: químicos, físicos y
bioló gicos.
Leudantes químicos
Son compuestos químicos que actú an en presencia de líquidos y de altas temperaturas. Algunos
reaccionan por la sola hidratació n (con agua, jugos de frutas o leche); en estos casos, las masas deben hor-
nearse en cuanto se terminan de confeccionar. Otros, en cambio, comienzan a desarrollar su poder
leudante cuando entran en el horno, pues poseen componentes que se activan con el calor. Los má s co-
nocidos son el polvo para hornear, el bicarbonato de sodio y el bicarbonato de amonio.
Polvo para hornear
El má s clá sico es una mezcla de bicarbonato de sodio, crémor tá rtaro y algú n fosfato (de sodio, de calcio,
de amonio u otro) con una base de almidó n de maíz o de arroz que controla el grado de humedad. Para
lograr una buena distribució n se tamiza junto con la harina. La dosis promedio es del 3% del peso de
harina, es decir que para 500 gramos de harina se utilizan 15 gramos de polvo para hornear. Esta
proporció n puede variar; por ejemplo, una masa para tarta lleva una dosis mínima, mientras que un
budín cargado de frutas requiere mucho má s.
MECANISMO
El mecanismo de reacció n es el siguiente: El ácido reacciona con el bicarbonato produciendo burbujas de
CO2, y dando volumen a la masa. Se diferencia de la levadura bioló gica en que el efecto de esta ú ltima es
mucho má s lenta, mientras que la levadura química actú a de inmediato y es perceptible a la vista. Un
ejemplo de reacció n química se puede obtener de las primeras levaduras químicas obtenidas de la ceniza
de madera (que contienen principalmente potasa y carbonato potá sico) 2 HC3+HCHC+COOK + L2CO3 → 2
CH3-CHOH-COOK + H2O + CO2
En el que dos moléculas de á cido lá ctico (C3H6O3) con carbonato potá sico (K2CO3) dan dos moléculas de
lactato potá sico y liberan dió xido de carbono. Suele añ adirse a la mezcla un poco de harina o almidó n
para que la mezcla tenga fuerza.
La mayoría de las levaduras químicas modernas son de "doble acció n" (Double-Acting) debido a que
poseen sales á cidas que reaccionan en dos etapas, la primera es cuando se amasa, es decir reaccionan a
temperatura ambiente cuando se mezclan con el agua de la masa y luego una segunda cuando está n en el
horno (a altas temperaturas), algunas de las sales á cidas má s conocidas son el cremor tá rtaro o bitartrato
de potasio), el fosfato cá lcico, algunos citratos, etc. Las levaduras que poseen só lo una reacció n a baja
temperatura se las denomina de "una sola acció n". La mayoría de las levaduras químicas del mercado son
de doble acció n, y se puede decir que se comportan así para garantizar una estructura esponjosa del
producto final.
En algunos casos se añ ade ortofosfatos só dicos: monosó dico, monopotá sico y monocá lcico que cumplen
la funció n de gasificantes, que combinados con el bicarbonato só dico forman algunas levaduras químicas.
Usos
Por regla general se suele emplear una cantidad de una cucharadita (5 ml) para hacer crecer un volumen
de harina de una copa (200-250ml), si se pasa en la cantidad el exceso hace que se formen burbujas y
salgan a la superficie, en algunos casos ese efecto es deseable. Si los ingredientes empleados en la masa
son ya á cidos conviene rebajar un poco la cantidad para no agregar demasiados elementos á cidos. En
estos casos algunos libros de cocina mencionan que si los elementos á cidos son muy abundantes se
piense en emplear bicarbonato só dico.
Conviene mirar las fechas de caducidad para comprobar que la levadura está en buen estado, no obstante
se aconseja verter una cantidad en un recipiente y verter un poco de agua para que se humedezca, si se
nota cierta actividad es que la levadura está lista para cumplir su funció n.
1 Bicarbonato de sodio
Es una sal con buen poder leudante, que por encima de los 60°C se descompone en gas carbó nico y
carbonato de sodio. Para corregir el sabor desagradable que este ú ltimo imparte a los productos es
habitual recurrir a un ácido.
El bicarbonato de sodio (también llamado bicarbonato só dico, hidrogenocarbonato de sodio, carbonato
á cido de sodio o bicarbonato de soda) es un compuesto só lido cristalino de color blanco muy soluble en
agua, con un ligero sabor alcalino parecido al del carbonato de sodio, de fó rmula NaHCO3. Se puede
encontrar como mineral en la naturaleza o se puede producir artificialmente.
Cuando se expone a un ácido moderadamente fuerte se descompone en dió xido de carbono y agua. La
reacció n es la siguiente:
NaHCO3 + HCl → NaCl + H2O + CO2 (gas)
NaHCO3 + CH3COOH → NaCH3COO + H2O + CO2 (gas)
Debido a la capacidad del bicarbonato de sodio de liberar dió xido de carbono se usa junto con
compuestos acídicos como aditivo leudante en panadería y en la producció n de gaseosas. Algunas
levaduras de panaderias contienen bicarbonato de sodio.
Usos
El bicarbonato de sodio se usa principalmente en la repostería, donde reacciona con otros componentes
para liberar CO2, que ayuda a la masa a elevarse, dá ndole sabor y volumen. Los compuestos ácidos que
inducen esta reacció n incluyen bitartrato de potasio (también conocido como crema de tá rtaro), jugo de
limó n, yogur, á cido acético.
Efectos adversos de su consumo
Debe usarse con precaució n, ya que una dosis mayor a una cucharadita puede producir una ruptura
gá strica. Esta se produce porque la mezcla de bicarbonato con el ácido clorhídrico del estó mago produce
dió xido de carbono (CO2). Si el estó mago se encuentra muy lleno de comida o cerveza (indigestió n), o si
hay trastornos del vaciamiento gá strico, la suma del contenido con el gas puede desgarrarlo, má s
frecuentemente por su curvatura menor.