Вы находитесь на странице: 1из 4

PERÍODO PERSA 450 – 330 a.C.

Después de tiempo de Nehemías, los persas controlaron Judá por unos 200 años, pero a
los judíos se les permitió continuar observando sus tradiciones religiosas y no se les molestó. Durante este período los
sumos sacerdotes tenían la responsabilidad del gobierno nacional

PERÍODO HELÉNICO 330-166 a.C.

En al años 333 a.C., Alejandro Magno derrota a los ejércitos persas destacados en Macedonia. Estaba convencido de que
la cultura griega sería la fuerza que unificaría al mundo. Alejandro les permitió a los judíos que guardaran sus leyes e
incluso les eximió del pago de tributos e impuestos durante sus años sabáticos. Cuando constituyó Alejandría en Egipto,
animo a los judíos a vivir allí y les dio algunos de los mismos privilegios que les concedió a sus súbditos griegos. La
conquista de los griegos preparó el camino para que (cerca) de 250 a.C. se tradujera al AT al griego (versión Septuaginta)

PERÍODO ASMONEO 166- 63 a.C Cuando comenzó este período histórico, los judíos sufrieron una gran opresión. Los
Tolomeo fueron tolerantes con los judíos y con sus prácticas religiosas, pero los gobernantes seléucidas, decidieron
helenizarlos. Ordenaron la destrucción de reproducciones de las Escrituras y promulgaron leyes de una crueldad
externa. Los judíos oprimidos se sublevaron, bajo la dirección de Judas Macabeo.

PERÍODO ROMANO 63 a.C

En el año63 a.C., el general romano Pompeyo captura a Jerusalén, quedando las provincias de Palestina sometidas a
Roma. Parte del tiempo se le confió el gobierno nacional a príncipes y el resto a procuradores nombrados por los
emperadores. Herodes el Grande era gobernador de toda Palestina cuando nació Jesús.

Terminamos Malaquías viendo a Israel de regreso a la tierra prometida. Había sido exiliado en Babilonia y,
después, bajo la autoridad del rey medo-persa, Ciro, regresó y reconstruyó Jerusalén. Aún de vuelta a casa,
Israel no era un pueblo libre. Pagaba impuestos y estaba bajo el control del Imperio persa. Sin embargo,
durante este reinado, Dios les dio gracia y Ciro les permitió adorarlo libremente.  

En el año 331 a.C., Dios levantó a un líder de 24 años que derrotó y conquistó a los persas: Alejandro Magno.
Alejandro Magno o Alejandro III de Macedonia, fue un rey del antiguo reino griego de Macedonia. Él estudió
bajo la tutela de Aristóteles. Durante este periodo, surgieron tres filósofos principales en Grecia: Sócrates, que
fue instructor de Platón, quien a su vez tuvo a Aristóteles como alumno. Aristóteles se caracteriza por haber
tenido una gran ambición.
Esta ambición se basaba en unificar todos los campos del conocimiento en una filosofía agregada. Era tan
grande su obsesión con esta idea que se la inculcó a Alejandro. Así que cuando este gran joven, este genio
militar llegó al poder, la influencia de su maestro lo llevó a intentar unificar todas sus conquistas y a querer
hacerlas como todos los griegos. 

De esta forma fue como comenzó la helenización del mundo antiguo. Por supuesto, Alejandro esperaba que
cada grupo conquistado por él se comportara como los griegos, hablara su idioma y llegara a tal punto que no
existiera diferencia entre culturas. Este cambio drástico en la historia del mundo tuvo tanto impacto que es la
razón por la cual el Nuevo Testamento de la Biblia fue escrito en griego. No obstante, una hazaña increíble fue
que, aunque Alejandro impuso su cultura sobre todas las demás, Dios protegió a su pueblo para que no cayera
y permaneciera con sus tradiciones judías y con su Dios.

El fin de la vida de Alejandro llegó en el año 327 a.C. en Babilonia. Al morir, su reino se dividió entre todos sus
generales (4). Hubo una gran lucha de poderes, pero al final, quedaron dos grupos principales, los ptolomeos
y los seléucidas. Al principio, Israel fue controlado por los ptolomeos, no obstante, más adelante, en 198 a.C.,
Antíoco III conquistó Israel y lo anexó a los seléucidas, que también controlaban a Siria. Antíoco estaba
empeñado en helenizar a Israel, por lo que trató de imponer su cultura, filosofía, religión, lengua y demás por
medio de la violencia.

La Septuaginta: traducción del hebreo al griego:

El título completo en griego antiguo: Ἡ τῶν Ἑβδομήκοντα μετάφρασις, literalmente "La traducción de los
setenta", deriva de la historia tradicional registrada en la Carta de Aristeas de que la Septuaginta fue traducida
a pedido de Ptolomeo II Filadelfo por 70 o 72 eruditos judíos (6 de cada una de las 12 tribus de Israel) que
tradujeron independientemente versiones idénticas del canon hebreo completo.

Un pequeño grupo de judíos conservadores ortodoxos, los judíos jasídicos, se opuso ferozmente a este
proceso. Sin embargo, muchos sucumbieron ante la presión y comenzaron a comportarse como los griegos. A
pesar de todo lo que estaba sucediendo, Dios continuó protegiendo a su remanente. Fue durante este tiempo
cuando muchos grupos surgieron para oponerse. Un ejemplo claro son los fariseos, quienes emergieron en
oposición a la helenización en Israel.

Años más tarde, alrededor del año 175 a.C., después de la muerte de Antíoco III, Antíoco Epífanes estuvo a
cargo del Imperio seléucida. ¡Este hombre estaba loco! Él se nombraba Epífanes porque creía que era Dios
manifiesto. Durante algún tiempo persiguió brutalmente a los judíos, quienes lo llamaban Apímenes o Antíoco
el Loco. Cualquier actividad relacionada al cristianismo, como poseer la Biblia hebrea, o incluso una parte de
ella, guardar el sabbath o practicar la circuncisión, se castigaba con la muerte.  Sí, conociste a este emperador
en tus clases de Historia.

En una guerra contra Egipto, la historia dice que sufrió un fracaso, en la que fue herido. Al haberse reportado
que había muerto, los judíos celebraron jubilosos esta noticia. Pero esto lo molestó, y cuando volvió a
Jerusalén, mató 160 mil judíos, aproximadamente. Él fue quien profanó el templo y sacrificó a un cerdo en el
altar. Definitivamente el pueblo judío no pudo tolerarlo, así que en el 164 a.C., el pueblo de Dios se rebeló. Un
anciano judío, Matatías, se levantó en contra de Antíoco y armó una rebelión. Él tenía 5 hijos y cada uno lo
apoyó en su insurrección en contra de las políticas que el emperador había establecido. Matatías murió, pero
su hijo, Judas Macabeo, se levantó como un héroe nacional cuando continuó defendiendo a su pueblo al
oponerse a los seléucidas. Judas salió victorioso ganando la libertad religiosa y el culto libre en el templo de
Israel. A partir del 142 a.C., el segundo templo fue dedicado de nuevo y, desde entonces, Hannuka se celebra
en memoria de la victoria de Judas Macabeo. 

Los judíos gozaron de esta libertad hasta el 62 a.C., cuando se levantó el Imperio romano que conquistó al
derrotar a Grecia. El general Pompeyo de Roma fue quien conquistó Israel. Los romanos tenían un reino
enorme, así que, en un intento por gobernar mejor cada región, nombraron reyes locales. En el 40 a.C., Roma
nombró a Herodes el Grande como gobernador de Israel.

Este Herodes fue el que está en la historia por varios eventos:


1. Mato a su esposa Marianne y a algunos de sus hijos para no darles el reino, pues el favorecía a otros.
2. Este fue el rey que buscaba matar a Jesús por ser el rey de los judíos.
3. Como no pudo matar a Jesús, ordeno la matanza de los niños menores de dos años.
Pero entre cosas buenas y cosas malas, él ordenó la construcción del templo de Jerusalén, puso soldados a
cuidar la ciudad de invasiones extranjeras, y trajo agua a la ciudad.

Al finalizar esta etapa en el tiempo de la Nación judía, se puede ver que, aunque estuvieron involucrados en
guerras, hubo grandes matanzas, y persecuciones hacia este pueblo de Dios, pero nunca los pudieron eliminar
de la faz de la Tierra. Su fe perseveró, persistió, y con esa confianza, llegaron al triunfo de ver a su Mesías
nacer en ese humilde pesebre de Belén.
33 años recibieron De Jesús, sus enseñanzas; 12 personas lo siguieron y de él trasmitieron su mensaje. Pero a
los suyos vino, y los suyos no lo recibieron.
Después de habernos ubicado en el contexto histórico, podemos comenzar con el Nuevo Testamento. Pudimos
ver y entender el sufrimiento y la brutalidad que sufrió la nación judía.  Los israelitas ya estaban cansados del
dominio de Roma a través de Herodes III, quien era considerado un traidor. La fatiga los hizo olvidar a Dios
por completo. Hubo algunos que se levantaron e impusieron requisitos religiosos difíciles de alcanzar sobre el
pueblo judío.

1.- Creacion, Origen del pecado,Diluvio, torre de baber

Вам также может понравиться