Unlam. Derecho. Prof. Adrian Tinti.

ESTUDIO DEL DERECHO ROMANO.

A) PRIMIS VERBIS.

Al aproximarnos al conocimiento debemos, sin remedio, adentrarnos poco a poco en

las sombras que proyecta lo desconocido.

A medida que lo hacemos, nuestros pasos se tornan inestables y parecemos perder el

equilibrio. No vemos donde estamos, ni sabemos hacia dónde ir.

Quien aquí escribe, en su momento, también debió enfrentarse al mismo dilema. Hay
que, primero, perder el miedo, luego pararse y finalmente, aprender a caminar en esa
oscuridad. No es sencillo, por supuesto, pero quien desea atravesar la densa penumbra
para lograr arribar a la luz, debe, por lo menos intentarlo.

Cuando ya la costumbre hace que el lugar no nos perturbe, es cuando hay que
comenzar a esforzarse para incorporarse.

Recién en este momento, cuando ya los pies se encuentran firmes sobre el suelo, es
cuando estamos listos para animarnos a caminar.

Llegada la hora, daremos el primer paso.

¡Animo! que el camino es largo, pero no imposible.

B) BREVE INTRODUCCION AL DERECHO ROMANO.

Cuando hablamos de Roma, pueden ocurrir muchas cosas. Pensamos en el Vaticano y

Francisco, en el Coliseo, en la Associazione Sportiva Roma y el Estadio Olímpico, La
Fontana di Trevi, las antiguas ruinas, etc, etc. Nuestra mente viaja a un lugar físico,
lejano, aunque bien definido, una ciudad.

Cuando hablamos de Derecho nos imaginamos un conjunto de leyes, una balanza, un

libro, una pobre mujer ciega o -quizás afortunada- que sostiene una balanza.
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Pero, al referirnos al DERECHO ROMANO, hay que pensar en un viaje en el tiempo,

que paradójica e inconscientemente todos los días los abogados hacemos al aplicar
muchas de las leyes de nuestro Sistema Jurídico actual.

Esta es la peculiar dificultad del Derecho Romano. Ya que aquí la oscuridad no

solo la proyecta la ignorancia, sino además la remota antigüedad.

Nos conmociona al instante inicial, como pudo estar la vida de los antiguos
organizada alrededor de la muerte. Esto es algo que genera reacciones disimiles,
aunque predomina la inmediata burla. ¿ Que tontos o locos estaban estos hombres
de la antigüedad?; ¿Cómo creían en seres muertos?.

Esto último es algo, que siempre me interesa (expresándome como lo hago en la

práctica durante las cursadas) preguntar o consultar: ¿Que pasa después de la
muerte con nosotros?, ¿Existen los fantasmas?, ¿los extraterrestres?, ¿Dios?...

Las respuestas, pese a algunas caras sonrientes o dubitativas, jamás llegan.

No es el objeto de la cursada introducirnos en profundas vicisitudes de índole filosófico,

pero si es necesario establecer una pauta inicial desde la cual enfocar el estudio de la
materia. Para lograr entender realmente las instituciones jurídicas romanas, NUNCA
DEBEMOS OLVIDAR, que los romanos eran en esencia hombres pragmáticos. Como
seguramente habrán apreciado, si leyeron el libro DERECHO ROMANO PRIVADO
DE ALFREDO DI PIETRO, este autor suele hablar de una evolución histórica de los
conceptos al inicio de varias de las temáticas principales, refiriéndose en ocasiones a las
“Modernas Teorías”. El campo de la abstracción y la construcción de complejos cuerpos
teóricos, estuvo siempre ligada al quehacer del griego (que lo heredo probablemente de
otros, pero se esforzó monumentalmente para adoptarlo como sello distintivo de su
esencia) de inspiración sumergida en las profundas aguas de la gnoseología, la que, en
guerra constante con la mitología, ha proyectado una fascinante realidad tan elevada que
aún hoy ha de conmover nuestro pensamiento. Es por esto último, que
inconscientemente, tendemos a caer en esta tan increíble “trampa griega”.

Los romanos, en cambio, hasta que fueron seducidos también por este irresistible
sistema, llevaban a cabo su apreciación jurídica, así, con el tamiz de su necesidad
inmediata:
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Un ciudadano romano de la antigua monarquía diría: “El IUS es lo justo ritual.”

Que equivale a decir: El derecho es lo que la religión ordena.

Y si, en función de lo dicho, se le preguntara ¿qué es la religión?, probablemente

éste respondería: La religión es cumplir con las ofrendas a nuestros dioses e
invocar su bienestar con las palabras y actos debidos en el momento oportuno. 1

Como vemos, no hay definiciones o teorías, sólo se aprecian conductas sujetas a una
ancestral e indiscutida costumbre, actos de la práctica cotidiana, como válidas.

Así, con la religión en el centro de su vida cotidiana, ellos primitivamente, sentaron

las bases de su sistema jurídico . Por esa razón, principalmente, se hace difícil el
estudio de la materia Derecho Romano. Todas las instituciones romanas, están
alimentadas por esta visión. Luego la desaparición de la religión antigua, acelerada
por la llegada de la Filosofía a Roma, dio nacimiento con el correr de los siglos a
las escuelas laicas y clásicas del Derecho Romano, las que, si, comenzaron a
instaurar ciertas tendencias teorizantes.

En los próximos escritos, que iré subiendo con el correr de los días, comenzaremos a
abarcar las principales problemáticas que desde la perspectiva teórico- práctica,
representa el estudio del Derecho Romano.

1 Según Capítulo II “Culto de los muertos”. La Ciudad Antigua. Fustel de Coulanges. Pags. 27 y siguientes.