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ESPACIO TEATRAL

Es un elemento determinante del texto dramático, ya que el drama siempre ha de


darse en un espacio (y un tiempo). La acción se da en un lugar donde están
presentes unos actores – personajes. Este espacio suele estar acotado por los
espectadores y viene indicado en el texto por las didascálicas (acotaciones). El
espacio cumple una función narrativa, porque a través de él conocemos
características ambientales y sociales de los personajes. Y también tiene función
expresiva y simbólica.

Algunos textos (la trama) están en función del espacio (La dama duende)

El espacio se subdivide en: teatral, escenográfico, latente, ausente, narrado y


lúdico.

1) ESPACIO TEATRAL: el único previo al texto dramático. Es la escena y la sal.


Depende de la relación teatro – sociedad que se produzca en cada momento
histórico. Esta relación determina el número de teatros, la forma de la construcción
e incluso su ubicación. Cuando está reglamentada la actividad teatral por el Estado,
los teatros se construyen en el centro de las ciudades. Cuando es algo
extraordinario, como fiestas, se construyen fuera.

La relación escena – sala varía y su resultado determina la representación: Hay


cuatro tipos: el espacio en O, o círculo que engloba la escena y la sala. Esta
disposición responde a un concepto ritual del teatro. Es la forma del teatro griego,
que provienen del ritual a Dionisos. Esta posición posibilita la catarsis.

El espacio en T, la típica a la italiana, cuando la escena está frente a la sala. Típico


del teatro burgués, concebido como entretenimiento. Propone una actitud pasiva
por parte de los espectadores y facilita la ilusión de la realidad frente a la escena.

El espacio en X, con el público en el centro y la escena múltiple, en los extremos,


relacionado con la idea del teatro total, y con las vanguardias del siglo XX. Lo más
parecido, si se hubiese llegado a realizar, fue el proyecto de Gropius Piscato. Y
también Ataúd propugnaba algo similar.
El espacio en L, propio del Nô (siglo XIV) y el espacio en F del Kabuki, los dos
japoneses. Los actores actúan entre el público, en una pasarela La escena no está en
la zona frontal de la sala. Influirá en vanguardias europeas del XX y especialmente
en Meyerhold, que adoptó el sistema del Kabuki.

PLANOS DEL ESPACIO TEATRAL:

1.- Espacio diegético o argumental: es el conjunto de los lugares ficticios que


intervienen o aparecen de la forma que sea en la fábula o argumento. Es el espacio
representado por medio de cualquier procedimiento representativo: espacial o
verbal. Es común a otros géneros: novela, teatro o cine.

2.- Espacio escénico: la escena “representante”. El espacio real, fijo o variable, que
sirve de soporte al espacio ficticio del argumento, en su puesta en escena.

3.- Espacio dramático: la relación resultante entre los espacios diegético y escénico.
O sea, la manera específicamente teatral de representar los espacios ficticios del
argumento en los espacios reales disponibles para su escenificación. Es el espacio
de la representación teatral en el sentido estricto.

Estructura espacial del drama: Se puede presentar en

a) Espacio único: corresponde a la unidad de lugar. Propio de dramaturgias


clasicistas y teatro francés del XVII. También se tiende en las vanguardias actuales,
aunque a veces se produce por problemas económicos.

b) Espacios múltiples: es muy frecuente en el teatro expresionista. Se trata de


representar en un solo espacio escénico, subdividido en partes, los diversos lugares.
Otra forma sería la de acoger los diferentes decorados en múltiples escenarios.

En estos espacios se pueden presentar las escenas sucesivas y las escenas


simultáneas.

La primera es la más frecuente. Implica mutación de un espacio dramático en otro,


de unas ambientaciones de la acción en otras sobre el mismo espacio escénico o
sobre varios. Esta es la forma más característica de la comedia española del Siglo de
Oro, del drama isabelino inglés. Es dominante en el drama romántico. Aparece en
Luces de Bohemia y La Casa de Bernarda Alba.

El funcionamiento de más de un espacio dramático a la vez suele reducirse a


contadas ocasiones por problemas de atención al desarrollo de la obra. A veces se
usa diálogo en un lugar y acción muda en otro; o diálogos en ambas, pero
intercalados. Esto último ocurre en El sueño de la razón y en El tragaluz, las dos de
Buero.

LOS SIGNOS DEL ESPACIO: Kowzan, teórico dramaturgo apunta de qué


medios se vale la representación para significar teatralmente los lugares
requeridos. Se suele llamar

1) Escenografía a estos medios. Y aquí se suele incluir el decorado, la iluminación y


los accesorios: o sea, todo lo que ve el espectador sobre espacio escénico, a
excepción de los actores.

2) Signos lingüísticos: la palabra, el tono, la intensidad, el acento, el ritmo…


sustituyen a veces al decorado, dando un contenido dramático al espacio escénico.
Podemos llamar decorado verbal (típico del teatro clásico español)

3) Signos corporales, el cuerpo del actor con sus movimientos y por su apariencia.

4) Decorado sonoro; sonidos que llegan desde fuera de la escena que suelen ser el
medio más eficaz para sugerir espacios invisibles, contiguos al que vemos. Por
ejemplo, el caballo garañón de La casa de Bernarda Alba

5) Decorado musical: con la música evocamos un espacio (a veces incluso tiempos y


estados de ánimo)

Grado de representación del espacio: la diferencia que hay entre los espacios de
una novela, de un teatro o de una película.

ESPACIOS PATENTES: Los signos del decorado son los encargados de


representar estrictamente el espacio de la ficción y su campo de acción coincide con
las artes plásticas: arquitectura, escultura, pintura y artes decorativas. Aunque su
papel es relevante en la constitución del espacio dramático visible, éste puede
prescindir de él y sustituirlo por algo que parece contradictorio (decorado verbal,
gestual…)

Iluminación: su función es imprescindible. Dota al espacio de existencia dramática.


Lo hace “visible”. La iluminación es tan antigua como el teatro mismo. Lo moderno
es la luminotecnia, el gran potencial a descubrir desde la invención de la luz
eléctrica.

A veces puede sustituir completamente el decorado, aunque apoyándose en otros


signos (verbales, gestuales…)

Los accesorios son objetos visibles en el espacio y ocupan un lugar intermedio entre
los signos del decorado y los del vestuario, a veces difícil de diferenciar.

ESPACIOS LATENTES: también se llaman contiguos. Está creado por el espacio


escenográfico visible [sugerido por la continuidad de la trama] Las entradas y
salidas indican un venir o un ir hacia…

Los lugares fundamentales o naturales son la suma de los espacios patentes y los
contiguos conforman el espacio dramático, por ejemplo, en El tragaluz de Buero
hay unas sombras proyectadas por el tragaluz. Y en su obra El sueño de la razón
hay una piedra que se arroja a la casa de Goya. A veces también ocurre que el
decorado sufre grandes alteraciones por una fuerza exterior.
-Signos sonoros

-Signos paraverbales

Teicoscopía “Visión desde la muralla” cuando un personaje situado desde mejor


posición cuenta a otro personaje lo que está viendo en otro lugar en ese mismo
momento.

ESPACIO AUSENTE O AUTÓNOMO: según García Barrientos. Es invisible


tanto para los espectadores como para los personajes (desde el espacio presente).
No es que no lo conozcan, sino que sencillamente no lo ven ni como presente ni
como contiguo. Puede estar unido al tiempo presente o no.

Fuente:http://esadsevillaescenografia.blogspot.com/2011/01/el-espacio-
teatral.html

Elementos comunicativos en el teatro

-elementos básicos en cualquier acto de comunicación:


Emisor: el que emite el mensaje.

Receptor: el que lo recibe.

Mensaje: información que se transmite.

Código: sistema de signos que conocen tanto el emisor como el receptor.

Canal: medio físico por el que se transmite el mensaje.

Contexto: situación compleja en la que se transmite el mensaje y en la que se hayan


tanto el emisor como el receptor.

Comenzamos por el emisor. En teatro son múltiples, no uno solamente. El primero


de todos sería el dramaturgo que escribe la obra dramática, preparada para que
sirva de base a una representación teatral. Si el texto dramático es una creación
colectiva, como ocurre a veces en grupos independientes, entonces este primer
emisor estaría compuesto por varias personas también. Esa obra ya de por sí es un
mensaje complejo, donde se representan emisores y receptores múltiples, que
serían los personajes que aparecen en el diálogo, más las indicaciones del autor
para la representación, todo ello expresado en un código lingüístico determinado,
el de la lengua en que esté elaborado el texto. A continuación, nos encontramos con
un segundo emisor, que sería el director de escena que pretende representarla, el
cual coordina y organiza según un plan personal o colectivo, de carácter creativo, a
una serie de emisores. Los actores son los encargados de transmitir los mensajes en
varios códigos: lingüístico, cinésico, espacial y gestual. Actúan como emisores y
receptores alternativos entre ellos, y como emisores respecto al público. Aún se
suman otros emisores, que serían los diferentes artistas que producen mensajes de
carácter icónico, como los diseñadores de vestuario y los escenógrafos, además de
los diseñadores de luz, que aportan también significados en códigos específicos.
Por lo tanto tenemos, un mensaje complejo, expresado en varios códigos, por un
grupo de emisores, dirigidos todos por un emisor principal, el director de escena,
que a su vez trata de transmitir un mensaje original producido por un dramaturgo.
El receptor es también múltiple, pues se trata del público. Este receptor domina
colectivamente el código lingüístico, pero no en la misma medida, es decir, no para
todos por igual, los diferentes códigos en que el mensaje se expresa, pues sólo
algunos conocedores interpretarán todos los signos que se ofrecen del mismo
modo. Generalmente, en el mismo acto de la comunicación no se produce
reciprocidad, es decir, el receptor no responde al mensaje de los diferentes
emisores; alguna rara vez el público como receptor puede convertirse en emisor
directamente. Lo cual no quiere decir que sea un receptor pasivo por completo;
tiene también su propio código de expresión durante la emisión y recepción del
mensaje, con sus aplausos, sus risas o sus silencios.

Los códigos, ya se ha dicho, son variados, y pueden predominar unos sobre otros.
Visual, lumínico, gestual, cinésico, lingüístico, musical, son códigos que pueden
aparecer y ser predominantes en una representación teatral, pero que suelen
combinarse según jerarquías y cualidades de una manera armoniosa.

Naturalmente, los canales de comunicación son de dos tipos: visuales y auditivos,


ondas sonoras y luz.
Los contextos pueden variar considerablemente y marcarán ante qué tipo de teatro
nos encontramos.

Trabajo de practica teatral

Profesora Claudette Díaz

Alumno: Verónica Patricia Guerrero

Segundo semestre de Lic. En Arte

Valledupar \cesar
2019

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