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TRATADO

DE
DRUIDISMO
por Iolair Faol
(lIBRO XIº)

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Internet. En ninguna de ellas constaba autor o copyright. No obstante, si
el autor de alguna de ellas, piensa que sus derechos son vulnerados, y
desea que no aparezcan en este libro, le ruego, se ponga contacto con
iluscan@yahoo.es . Gracias.
Todas las imágenes pertenecen a sus legítimos autores.

Nota sobre el texto: En cualquier punto del presente libro se pueden usar
indistintamente, tanto términos masculinos como femeninos para
designar al género humano e incluso el uso del vocablo “druidas”
“bardos”, “vates”, etc., para designar tanto a los hombres como a las
mujeres que practican esta espiritualidad y sus especialidades. El autor
desea recalcar que su uso no obedece a una discriminación sexista, sino
que su empleo es para facilitar la fluidez en la lectura, englobando en los
términos a ambos sexos por igual.

Está permitida la reproducción parcial de este libro, por cualquier medio o


procedimiento, siempre que se cite la fuente de donde se extrajo y al autor del
presente libro.
Para la reproducción total de este libro, póngase en contacto con el autor o con
la persona que posea los derechos del Copyright.
Advertencia; El autor desea hacer constar que existen por Internet, muchas
webs y blogs, que han usado total o parcialmente, capítulos enteros de éste u
otros libros y escritos varios del autor, sin respetar la propiedad intelectual, sin
citar autorías, ni reconocer los esfuerzos realizados. En ocasiones estos usos
indebidos llegan hasta el punto de componer escritos en un confuso “collage”,2
donde autores distintos y con estilos distintos, ven textos escritos por ellos,
mezclados con los de otros autores.
Índice

Introducción
 Sobre iniciaciones druídicas ……...…………..….…….... 4

Cuestion de la Sagartachd
Capítulo I
 ¿Qué es un Nemeton?.....……..……………….………… 11
 Los Árboles vistos por el Druidismo.………..………….. 19
 Formación de un claro litúrgico o círculo ritual ……...… 58

Cuestion de la Filidecht
Capítulo II
 Druidismo y la Creación del Universo ………..………. 116

Cuestión de la Fáithecht
Capítulo III
 La Medicina céltico-druídica …………………….….… 140

Capítulo IV
 Ideogramas céltico-druídicos (“mandalas”) ……,.……. 197

Cuestion de la Filidecht
Capítulo V
 Sobre Poseidonios de Apamea y el Druidismo…,.…… 284

3
INTROITO

INICIACIONES DRUíDICAS

D ebemos ceñirnos a una pregunta inicial acerca de la auto-


iniciación en el Druidismo, ya que se debate con mucha
frecuencia sobre estas cuestiones que siempre resultan
polémicas, complejas y confusas, y desde las que emerjen
cuestiones como;

¿Qué es el druidismo? ¿Es un sacerdocio, una religión, una


espiritualidad, una filosofía, un estilo de vida, una forma de creer,
pensar y actuar, una forma de sentir y percibir?,

La respuesta sería; Pues es todo eso y algo más, pero no es nada de


eso, en exclusión de lo demás.

¿Existe una vía sacerdotal, dentro del Druidismo?;


Si, efectivamente.
¿Significa eso que todos los sacerdotes druidas, son druidas?
Claro, lógicamente.
¿Significa eso que todos los druidas son sacerdotes?;
Pues no.
¿Es sinónimo druida de sacerdote? en la opinión del autor y de
otros; No lo es.

Como no lo es, el hecho de que un pintor y un escultor, aun


siendo ambos artistas, tengan especialidades distintas, aunque
4
ambos puedan compartir muchos conocimientos, e incluso pueda
haber artistas que sean ambas cosas, debido a su dedicación y
estudio. O como los médicos, (ya que el ejemplo sale en los
comentarios sobre la temática en las redes sociales con frecuencia)
un cardiólogo y un ginecólogo, ambos son médicos, pero tienen
especialidades distintas y ambas se hallan dentro de la Medicina.

El Druidismo hoy en dia, debe entenderse también como una


función magisterial y no, como algunas órdenes sacerdotales de
rancio y cuestionable pedigree druidico pretenden, solo como un
sacerdocio druídico.
Claro, en nuestros modos de hablar coloquialmente, cuando
acudimos al cardiólogo, solemos decir, que tenemos cita con el
médico y no especificamos si es cardiólogo u otorrinolaringólogo,
y quizás por esa misma costumbre de compendio y brevedad en el
habla, solemos equiparar, como también hicieron algunos pocos
clásicos, a los druidas solo con sacerdotes, oficiantes de ritos y
liturgias, y que una de las mayores tareas de un sacerdote, sea
druidico o sea de otra religión, es la de realizar actos de culto y rito,
atender a los devotos, al menos de su orden o grupo, encargarse de
los lugares de culto, de la administración de ofrendas y etc.

Obviamente, ello no quiere decir que cualquier advenedizo o


intruso mercachifle y hortera, como ya hemos visto bastante en
estos últimos años, pueda auto-denominarse alegremente druida o
sacerdote druida y ejercer figuradamente como tal, con el propósito
de aumentar su ego o su cuenta corriente bancaria, para después
presentarse como el Gran druida de Occidente, de España o de
América o similar, inventado cualquier patraña o plagiando a otros.
Y ni siquiera quiere decir, que individuos que se declaran druidas o
druidesas de grupos o asociaciones ya establecidas, lo sean
realmente, debido a sus nulas virtudes célticas, a sus egos,
prepotencias, supremacías y a sus nefastas obsesiones por los
“linajes” o prosapias de un Druidismo trasnochado, o sus
dogmáticas actitudes en cuanto a algunas supersticiones o
5
costumbres obsoletas que los acercan mas a sectas que a grupos o
asociaciones de dignidad druidica.

Ahora bien, la respuesta coherente sobre una posible auto-


iniciación clerical o sacerdotal, se circunscribe dentro del
sacerdocio logicamente, puesto que fuera de él, ninguna auto-
iniciación debe ni puede ser necesaria, a no ser en el estricto caso
de una cuestión personal y de una relación y compromiso en
“stricto sensu” con las Divinidades célticas, en cuyo caso
hablaríamos mejor e introspectivamente de un “Acto Votivo”
personal, más que de una dedicación espiritual litúrgica o
consagración íntima volcada hacia un altruismo comunal.

Entonces, la pregunta debería formularse de otra manera:


Si alguien quiere ser sacerdote druida, ¿puede ser auto-iniciado?

En primer lugar debería aclararse que eso de la auto-iniciación


sacerdotal, es muy popular entre los grupos druídicos o wiccanos
(“paganos”, en general) de poca o nula profundidad filosófica.
Lógicamente, dentro de las órdenes sacerdotales respetables y
dignas, no es congruente “auto-iniciarse”, puesto que
consecuentemente, si lo desea el devoto o novicio puede ser
“iniciado”, que es lo mismo que empezar a ser instruido, ya que el
sacerdocio druida, se instruye, se ejercita, y desempeña, dentro de
las órdenes, grupos, hermandades o colegios de carácter religioso
sacerdotal druídico o que lo contemplan.
Entonces, a no ser que uno o varios individuos se decidan, por
poseer los suficientes conocimientos druídicos y organizativos,
crear un grupo u orden druídica y religiosa nueva de creación
espontánea, denominadas del 5º tipo, como ya existen muchas en el
ámbito druídico, que lo son o lo fueron en el momento de su
creación, deberíamos cambiar el término “auto-iniciación”, como
se ha referido anteriormente, por “Voto”. Entendiendo por “voto”
el acto de voluntad personal, espiritual, íntimo, introspectivo e
6
interno, que surgiendo y creciendo desde lo más recóndito del ser,
resultará una promesa y compromiso con el Druidismo y con una o
varias Deidades a las que el individuo se consagrará de una manera
personal, pero especial e intensa, en servicio, sacrificio y
abnegación.
Es por ello, que el Voto Druídico, es un acto de la voluntad
que tiene un valor íntimamente ligado a la esencia de la propia
vocación druídica. Una vocación druídica que tiene diversas formas
de expresión y difusión, las cuales pueden ir paralelas o no a las de
una vocación sacerdotal, porque de eso se trata de una Vocacion o
Cometido y no de una “profesión o trabajo”.

Obviamente, existen iniciaciones sacerdotales druídicas e


iniciaciones al Druidismo, y ambas no son equivalentes.
Etimológicamente una iniciación es ciertamente el inicio de
algo nuevo o diferente para el sujeto que busca y desea esa
iniciación. Su significado fundamental, vendría a ser el proceso, un
ritual por ejemplo, por el cual un individuo obtiene o desea
adquirir los elementales y básicos conocimientos de una filosofía,
religión, actividad o el inicio de una nueva fase de su vida bajo
unos nuevos parámetros ideológicos sean éstos filosóficos,
teológicos, metafísicos, éticos, místicos, espirituales o religiosos.
Sabiendo que el Druidismo es una filosofía, una espiritualidad
y hasta una religión que fue y es compleja, pues sostiene nuevos
valores y principios, algunos muy alejados de los principios
morales vigentes en nuestras sociedades actuales, (al menos, así
debería ser), también propone que el neófito asuma esa ética con
nuevos propósitos de vida, que incluso le pueda dar nuevo sentido a
su propia existencia.
Como sabemos de antaño, en las sociedades celtas, los
aprendices y noveles pasaban por diferentes ritos, que hoy
podríamos llamar iniciáticos, en los que se preparaban tanto física,
espiritual como mentalmente, y que hoy socialmente, podríamos
decir que prácticamente se han abandonado como; el paso de una
edad a otra o de un estado social a otro, que simbolizaban la muerte
7
de la vida pasada para renacer a una nueva vida, lo que conllevaba
una serie de responsabilidades en relación con las nuevas funciones
sociales que adquirían los individuos por voluntad propia.

Hoy en día dentro de las órdenes sacerdotales druídicas dignas y


serias, la iniciación sacerdotal queda en el ámbito de lo privativo o
exclusivo de dichas órdenes, no porque sean unos misterios
sectarios o super secretos o potencialmente peligrosos que hay que
salvaguardar a toda costa para que no caigan en poder de
desaprensivos individuos, al estilo de las películas de temáticas
conspirativas hollywoodienses, sino porque la iniciación adquiere
ese sentido más esotérico y no exotérico, porque adquiere una
dimensión de reflexión personal, un proceso, fase o paso, que se
convierte en progreso personal ya que invita al auto-análisis, al
conocimiento y a la expresión de su Awen/Imbas, en el
compromiso de un sacerdocio druídico que es sacrificio y que es
servicio a los demás.

Obviamente también, con dicho talante confidencial, también se


protege al rito de la iniciación en sí, de algunos sujetos
deshonestos, que lo plagian solo para sus propósitos personales o
comerciales.

El neófito se adentra a partir de ese momento en una renovada


concepción de la existencia y de participación ética, espiritual y
religiosa en el mundo. Por ello, una iniciación es también un morir
simbólicamente de lo que era el individuo/a hasta ese momento,
para renacer simbólicamente a lo nuevo. Es incluso
contemplativamente la muerte del Ego, para dar vida al Desinterés
y con él, a la Filantropía para revivir otras muchas virtudes latentes
en el interior del ser humano (Nobleza, Lealtad, Justicia, Honor,
Hospitalidad, Generosidad, Abnegación, Benevolencia, y etc), que
no todo individuo quiere, puede o desea reactivar.

8
(Evidentemente fuera de cualquier rito de iniciación dichas
virtudes también pueden asumirse y practicarse)

Antes de aceptar o embarcarse en una iniciación druídica


sacerdotal todo novicio, deberia auto-evaluarse y saber si está
dispuesto y preparado para asumir y cumplir con sus futuras
responsabilidades. También debería saber si su grado de madurez y
comprensión del Druidismo, es lo suficientemente alto para poder
participar de una forma efectiva y positiva en su nueva andadura.
Se ha de tener en cuenta, que una iniciación druídica sacerdotal en
el seno de las órdenes o asociaciones druídicas, es un suceso
importante en la vida del novicio, ya que entre otros elementos a
tener en cuenta, se estará dando el paso de una vida secular a otra,
donde lo religioso ocupará la mayoría de las actividades del
individuo, con los compromisos comunales y altruistas que ello
conlleva.
Posteriormente, incluso puede acceder a nuevas cimas del
conocimiento y saber druídico, fuera del sacerdocio, cuando su
grado de conciencia así lo requiera o precise y su propia voluntad
lo desee.
Sin embargo una iniciación personal al Druidismo, en un
marco estrictamente personal e íntimo, tiene un componente más
espiritual que religioso. Incluso es menos ortodoxo, lo cual no
significa que pueda valer cualquier cosa, creencias o actitud, pues
siempre hay unas mínimas esencias, principios y ética druídica que
deberían tenerse en cuenta y respetarse. Además de un juramento
sincero con uno mismo, es un compromiso subjetivo con el
Druidismo en general y su Egregora, y con las Divinidades que
puedan venerarse.

Temas relacionados

En los párrafos precedentes se ha mencionado la palabra


Egregora, que es una palabra utilizada en nuestros días por algunas

9
órdenes druídicas. El vocablo Egregor o Egregora, proviene del
griego (Egregoroi) y viene a significar despertar o velar.
También designa el brío originado por la suma de las energías
positivas mentales de múltiples personas, cuando se vinculan con
sus voluntades y que tienen concretas finalidades y objetivos.
Fue un término muy usado por las órdenes masónicas y llegó
al Druidismo contemporáneo en general, a través de las órdenes
masónicas druídicas, las cuales, algunas aun persisten.
Véanse otras significaciones halladas por Internet:

 1-El egregor, es un concepto que representa una forma de


pensamiento colectivo y grupal que conecta los
pensamientos y creencias de un grupo de personas afines,
espiritual e intelectualmente. Podría considerarse como una
especie de Inconsciente Colectivo de una determinada
espiritualidad, idea o creencia general, al que se le añade un
componente de energía fluída.

 2-La egregor no se limita en el tiempo, ni tampoco se halla


delimitada por el espacio, ni tiene fronteras geográficas,
puesto que conecta a los individuos a través de los planos
sutiles. Al conectarse a un Egregor concreto, el individuo
nutre a ese Egregor con su propia energía, sus propios
pensamientos e ideas y recibe a cambio el sostén espiritual
del conjunto, reforzado por la tradición o las doctrinas que
sostienen. Es una relación empática y simbiótica.

El nombre iniciático o votivo por lo general se elige o te elige


de entre personajes reales o legendarios célticos, animales míticos o
reales, árboles, plantas o minerales que signifiquen algo íntimo
para uno mismo. Puede ser tanto un animal totémico revelado en
sueños como guía espiritual, como un elemento natural o
atmosférico con el que se tenga algún tipo de relación significativa.
Puede ser una virtud céltica de nombre compuesto o simple. Lo
10
puede elegir uno mismo o lo puede elegir un mentor o tutor de
tenerlo. No hay normas fijadas. El idioma que se elige puede ser
alguno de los idiomas celtas con la que el neófito se sienta afín,
como el idioma que se usa habitualmente.
En algunas órdenes druídicas sacerdoales, existe la costumbre
por la que los sacerdotes son quienes eligen el nombre céltico-

druídico del aprendiz, que se utilizará a partir del momento de la


iniciación. Aunque pueden existir otros métodos y procesos según
cada agrupación druídica.

11
¿QUÉ ES UN NEMETON?

12
U
na respuesta popular, general y corta sería;
En las creencias y prácticas druídicas, es un claro sagrado
en el interior de un bosque.
Pero veamos una respuesta más esclarecida y consecuentemente
más larga:

El término galo Nemeton o Nemeto (sagrado, lugar sagrado o


santuario de lo sagrado) proviene del lexema indoeuropeo *nemeto,
el cual pervivió en el viejo irlandés con el nombre de “Nemed”,
que fue el tercer mítico invasor de Irlanda, según el Libro de las
Invasiones.

Así pues, en gaélico la palabra “nemed” sería su homónima,


aunque había otro término más adecuado para designar en irlandés
antiguo un bosque sagrado como era “fidnemed”, el cual se
remonta a un arcaico “vidu-nemeto” de igual significado. En
britónico y en antiguo címrico, la palabra equivalente sería “nyfed”
y en antiguo bretón, se apunta “nimet” como término equivalente a
*nemeto. Este término a su vez se vincula a la raíz *nem que se
traduciría como cielo. El plural de nemeton, sería “Nemeta”. Existe
también en las zona astur de la península celta, en la actual
población de Mieres un término; “nimmedo” que alude a la palabra
“nemeto”. Esta expresión junto al topónimo “assediago”
significaría, “al bosque sagrado de Segiedia o de Adsegiedia”.

El vocablo alude, por lo general, a un sitio concreto en el interior


de un bosque que se concebía como más sagrado que el resto, en el
cual los celtas y sus druidas, efectuaban reuniones y oficiaban sus
ritos religiosos. Incluso se señala, que era uno de los lugares
preferidos por los druidas para transmitir sus enseñanzas y debatir
entre ellos, y probablemente era también un lugar predilecto para el
emplazamiento de algunos “Bangor” o colegios bárdicos galeses
posteriores.

Comentaba Julio Cesar al respecto; “En un momento concreto


13
del año, (los druidas), se reúnen en asamblea en un lugar sagrado
de la tierra de los carnutos, la cual se considera el centro de toda
la Galia”. (Guerra de las Galia VI, 13)

En el Nemetón druídico no
era preciso trazar un círculo,
realizado artificialmente,
porque no se concebía que
fuera preciso esbozar algún
contorno o periferia, pues
todo el bosque o el lugar,
gozaba de la condición de
divino. El nemetón, cargado
potencialmente con las energías telúricas o celestes sagradas,
adquiría simbólicamente las características de centro espiritual
mágico, al estilo del “omphalos” griego, donde las fuerzas del cielo
y de la tierra se conjugaban y donde se realizaba un intercambio
prodigioso entre el Macrocosmos y el microcosmos, entre lo
sobrenatural, lo sobrehumano y lo etéreo, por un lado, y lo natural,
humano y terrenal, por otro. Además, si en el centro del espacio
sagrado podía erigirse un árbol como el roble, éste representaba al
Árbol Cósmico; era Bilé, (Bilios) que tenía similares funciones al
Yggdrasill germánico.

De hecho también se conjetura, que en su contexto inicial, el


Nemeton, podría haber sido un lugar o local a modo de santuario
sagrado que tenía un bosque asociado o una arboleda dedicada a
una determinada Deidad, siendo Nemetona, la deidad más
venerada.
Los druidas en las épocas donde el Nemetón, era ese espacio
abierto consagrado, en contacto directo con lo natural y lo
sobrenatural, entre lo de arriba y lo de abajo, percibían que era la
mejor manera de interactuar con lo divino, comprendiendo “in situ”
que era ineficaz, presuntuoso y trivial, encerrar a las divinidades en
14
recintos cerrados, y cuyo ámbito y espacio, también quedaba
reservado para la observación astronómica.

Se sabe, como se ha señalado, que en tiempos arcaicos, los


cultos druídicos se realizaban, como se ha descrito, en espacios
naturales consagrados, designados por los druidas, en los interiores
frondosos de los bosques y arboledas. Incluso, se conoce que
muchos lugares con remotos dólmenes y sitios con diferentes
vestigios megalíticos, fueron restituidos y rehabilitados con
propósitos ritualísticos y/o religiosos. Pero posteriormente, desde el
siglo II a. EC, hasta la conquista romana y posteriormente también,
muchos recintos naturales y edificaciones sociales, estilo templo,
fueron habilitados o construidos como Nemetones (nemeta), o
“reducidos nemeta”, como de hecho ocurrió entre los celtíberos.

Si bien de momento, no se ha demostrado aun la existencia de


druidas entre los celtas hispanos, al menos es patente la existencia
de un sacerdocio organizado y sus oficiantes, y al igual que sus
homólogos del resto de Europa, celebraban sus ceremonias
religiosas principalmente en espacios al aire libre, en plena
naturaleza. Posteriormente cuando los núcleos urbanos fueron
creciendo en habitantes, fue cuando comenzaron a construir
recintos rituales, que edificaban en puntos centrales de las aldeas u
otros “oppida”.

Así tenemos que dentro de los recintos amurallados, se construían


mediante estructuras de madera o piedra, cuadrados
(viereckschanzen, (término que significa; “reducto cuadrangular
rodeado por un foso, acequia o terraplén y cerrado por una
empalizada de madera.”)) o redondos, que hacían las veces de
templos. En éstos, un gran pórtico presidía las entradas de los
mismos, orientados siempre hacia el Este, hacia el punto por donde
surgía el Sol. Se señala reducidos, en comparación con un Nemeton
de bosque, pero estos “nemeta” (nemetones) de los oppida, es decir
urbanos, tenían paredes o parapetos que llegaban a medir entre 15 y
15
60 metros de longitud. El interior espacioso servía tanto para las
reuniones de carácter religioso como para resolver conflictos
políticos o cuestiones legislativas.

Así pues tenían un carácter pluri-funcional, donde incluso se


desarrollaban actividades, ganaderas, agrícolas y artesanales. Estos
lugares desempeñaban el papel de “Omphalos”, o puntos centrales
y neurálgicos, para todos aquellos que habitaban por los
alrededores, sirviendo de esta manera también como espacios
sagrados para la celebración de rituales y ceremonias.

Estos datos vienen a desmentir la creencia extendida, por cual se


creía que los druidas solo oficiaban sus ritos en el interior de
frondosos bosques o aprovechando los círculos de piedras
megalíticos.

Lo importante de cualquier lugar concebido como sagrado era


que la Luz procedente del resplandeciente sol, irradiara con sus
destellos de divina intensidad, el lugar establecido como Centro
Espiritual. La Claridad Sagrada que procedía del Cielo, de lo
Celestial y de lo Etéreo debía iluminar tanto el espacio designado,
como invariablemente también un área clara y despejada, así como
a sus concurrentes. Siendo así ya podía considerarse como un
“santuario de lo sagrado”. Por ello, el Nemeton, fue también el
lugar de la “Claridad Sagrada”, tanto referida al espacio abierto y
despejado, como a la refulgencia proveniente de lo celeste.
16
En origen y generalmente, esta luz especial se percibía mejor en los
claros del bosque, que era el lugar sagrado por excelencia, pero ya
en otras etapas de la historia druídica, se comprueba como otros
lugares y parajes, pueden denominarse también como “Nemetones
(nemeta)” o “santuarios de lo sagrado”. Así ciertas islas, como la
isla de Mona, o como la popular Fuente de Barenton, ubicada en el
bosque de Paimpont-Brocéliande, que antiguamente se llamaba de
Bélenton, pero en el que se intuye un calificativo como el de Bel-
Nemeton, o santuario sagrado de Belenos, o como la cúspide del
cerro, en Peñalba de Villastar (Teruel, España), donde se presume
que existía el más significativo foco de culto y peregrinaje celtíbero
al dios Lugo (Lugh) “el Brillante”, de la península.

El historiador griego Estrabón,(siglos I a.EC y I d.EC) también


refiere que el nombre del santuario de los gálatas o celtas volcos
tectósagos (tribu cuyo rey era el famoso Ortiagón y su noble esposa
Kiomara, célebre en los anales célticos), instalados en Anatolia, era
“Drunemeton o Drumeton” (Libro XII.I-V). Al parecer, se
interpreta como que éste era una arboleda de robles o "robledal
sagrado o Robledal del santuario sagrado. Pero si el prefijo “Dru”,
resulta ser una partícula superlativa de intensidad, entonces
también podría significar “Gran Santuario”, es decir, un
Drunemeton, como la palabra equivalente en galo Uer-nemeton,

Reconstrucción del Nemeton de Gournay-sur-Aronde,


(Francia)
que derivó en la actual ciudad de Vernantes, en Francia.

El Drunemeton de los gálatas, no solo servía para realizar


rituales religiosos, sino que a modo de Tribunal y Asamblea, servía
para administrar arbitrajes, veredictos y resoluciones que resolvían
12 tetrarcas, en el Consejo de los Trescientos, es decir, al que
acudían 300 asistentes.

17
Lucano, en su obra Farsalia, (III, 399-401) refiere un Nemetón
de los galos, cercano a la ciudad griega de Massilia (Marsella).
Igualmente en la región de los Arvernos, existía un “Nemotocerna
Atrebatum”, así como Nanterre, en el Valle del Sena, también es un
antiguo Nemetodurum. Podríamos extendernos más con los
muchos nombres actuales que derivan del término céltico de
“Nemeto” pero dado que son bastantes, solo los citaremos para no
excedernos en énfasis y redundancias; El bosque de Nevet, cerca de
Locronan (Finistére), Nemossus (actual Nemours) Vernemetum
(actual Vernantes), Nemetostatio, Medionemeton, etc. Y por último
se debe destacar el nemetón del bosque de los carnutos, (Concilium
Galliarum) quizá el más famoso del mundo pan-celtico, después del
nemetón de la Isla de Mona.

También en la Hispania de los celtas, destaca la ciudad sagrada


de Nemetóbriga de la tribu celta de los Tiburos (actual Trives Viejo
o Puente Navea, Asturias) El topónimo está compuesto del sufijo
“briga”, que significa ciudad o fortaleza, y la raíz “Nemeto”, que
significa como se ha dicho en párrafos anteriores, santuario o lugar
sagrado, Nemetóbriga, sería así, la ciudad o fortaleza del santuario
sagrado.

Actualmente, la palabra “Nemeton”, aspira a lograr un nuevo


significado druídico, pues se anhela que el vocablo represente, el
deber de todos los que se sienten celtas druídicos y guerreros
paganos, para proteger los lugares sagrados, como sugiere Patricia
Monaghan, en su libro “Enciclopedia de la Mitología celta y
folklore”.

18
Nemetona

Por otra parte también tenemos una divinidad conocida como


Nemetona, nombrada a veces como Nemetonia y Nemetialis, que
está documentada en la Galia, en Britania, (en Bath), y en la
Germania renana de influencia céltica. Justamente una tribu celto-
germánica, la de los Nemetes (pueblo del santuario sagrado), tenían
como diosa tutelar y protectora a Nemetona. También el geógrafo
griego Claudio Ptolomeo cita una tribu en el Norte de Hispania, a
la que nombra como “Nemetatae”.

Por otro lado, la deidad nombrada como Nemetona, podría tener


vinculaciones con los atributos de la diosa Nemain céltico-
irlandesa, por lo que Nemetona, también poseería esas
particularidades marciales como extensión de su condición
protectora. No en balde dicha diosa fue coadjutora y acompañante,
ya en época de la romanización del dios galo-romano Marte
Loucetios o del dios britano-romano Mars Rigonemetis,
atestiguado en Britania.
El nombre de Nemetona, ha sido transcrito e interpretado como "La
de la Arboleda Sagrada" o como "La
diosa del santuario". Esta
denominación también dio paso a
nombres propios de mujeres como
Nemetógena, es decir, Nacida en el
santuario sagrado. Incluso se
propagaron los cultos a las “Matres
Nemetiales”o Madres de los
Bosques Sagrados, que eran las
entidades divinas guardianas de los
“nemeta”.

Arnemetia

También se tiene constancia de la


19
diosa britano-romana Arnemetia, cuyo nombre significaría “la que
habita en el lugar sagrado o la que habita junto o frente al bosque o
lugar sagrado. Tenía dedicado un santuario denominado “Aquae
Arnemetiae” (aguas de Arnemetia), que se halla en Buxton
Derbyshire, en Inglaterra. No obstante se apunta que Arnemetia
pudo ser un epíteto divino en lugar de un nombre por sí mismo de
una deidad. El epíteto está formado por una partícula “ar”, que
significaría, “en frente de” y el vocablo “Nemetia” que haría
referencia a un Nemeton.

Los Árboles vistos por el Druidismo

20
D esde una postura intelectual y espiritual druídica, se
pretende en este capítulo penetrar en la genuina esencia
arbórea. Por ello, más que explicar las características
botánicas de algunos árboles, se acomete la ardua tarea de aportar
una visión diferente, a la lógica monolítica y racionalista, pero que,
sin embargo, pertenece a la lógica celta, intentando hacer entender
a los lectores más renuentes, que un árbol, no es un trozo de
madera rígido y erecto con sus raíces y ramas, sino que además, es
un ente vivo, con alma o espíritu, con una idiosincrasia propia,
hasta con “pensamientos” y capaz de comunicarse con otros
árboles y hasta con otros seres.
Todos los vegetales, tienen un sistema defensivo e
inmunológico, una especie de sistema nervioso y central, unos
líquidos vitales y un sistema de comunicación, lo que les otorga
cierta conciencia de sí mismos. Tanto es así, que ya se conoce que
los árboles poseen un sistema defensivo con el que avisan a
distancia a sus congéneres, de la presencia de un elemento
agresivo.
En este contexto, el ser humano se asemeja a los árboles, los cuales
toman la energía y nutrientes del suelo, de la Tierra, a la vez que
sus copas y cimas, aspiran las fuerzas del cielo, del firmamento.

La comprensión de estas singularidades, extrañas para los


pensamientos estrictamente racionalistas y utilitaristas que ven en
un árbol exclusivamente una fuente de recursos humanos, nos
afianzan en la confianza de lograr un nivel más en el despertar de la
conciencia humana y con ésta el de la empatía y el de la
sensibilidad, que nos introducirán en nuevos conceptos y formas
para integrarnos más con la Madre Naturaleza, de la que siempre
hemos formado parte, con una actitud recuperada de sumo respeto
y veneración, por estos hermanos mayores que llevan años
intentando, a veces en balde, transmitirnos su magia y el cúmulo de
sus conocimientos.

21
Ya los antiguos druidas vieron en el árbol, no solo a un amigo y
hermano, sino también a un experimentado maestro del que se
podía aprender una forma distinta de conectar con otros Reinos y
realidades, pero también de entender nuestro propio mundo, más
pausado, más armónico, más energético.
Más energético, porque para los seguidores druídicos, todo ser vivo
es energía con distintos grados de conciencia y vibración, estando
enlazados unos con otros y con todas las demás entidades y
sustancias del Universo.

Otros Reinos, porque un árbol específico puede entenderse


como el Eje del Mundo
(Axis Mundi), el Árbol de
la Vida (Crann Bethadh) el
“Bilios” de los antiguos
celtas galos, pues según las
creencias druídicas más
extendidas, existen tres
reinos básicos o
Macromundos, que muy
sintéticamente,
mencionaremos “a priori”
como el Reino del Mar, de
la Tierra y del Cielo, o del
Pasado, del Presente y del
Futuro, o del Bajo, Medio
y Alto mundo, y etc.
A su vez, un eje vertical conecta las tres dimensiones.
Dicho eje es conocido como “Axis Mundi” o Eje del Mundo que es
representado por el arbóreo “Bilios” (Bile) celta.

Este “Bilios” es el Árbol Sagrado, el Árbol de la Vida de los


irlandeses o “Crann Bethadh”, que es símbolo también de la
compensación y ponderación entre los tres reinos, ya que sus
22
simbólicas raíces, sus orígenes y cimientos, nacen en la Oscuridad
de la Tierra, (Bajo Mundo) su mítico tronco crece, se robustece y
aumenta en nuestro Plano o dimensión (Mundo Medio), y sus
alegóricas ramas, con sus brotes, frutos y diversas ramificaciones,
como alegóricos y diferentes niveles que se van obteniendo
conforme progresa y se eleva, se alzan hacia el Reino del Cielo y
de la Divinidad (Alto Mundo).

Asumía este “Bilios” celta, funciones y simbolismos similares al


conocido “Yggdrasil” germánico o al famoso “Omphalos” griego y
los lugares físicos donde se cimentaba se sabe fueron conocidos en
la Galia como “Biliomagos” (planicie o espacio del árbol sagrado).
Posteriormente, derivaría hacia la tradición del “Palo de Mayo”, en
otras áreas celtas.

La función del Bilé-Bilios céltico también como arquetipo


psicopompo, se desvela cuando observamos cómo sirve de
intermediario y puente entre los Mundos, ayudando al tránsito de
las almas de los fallecidos al Otro lado.
El tránsito de las almas, se creía que se efectuaba, por lo general,
por vía acuática, a través de los ríos o por las aguas marinas. Por
ello, los árboles cercanos a lagos o ríos aumentaban sus
características psicopompas. Ese carácter psicopompo del árbol,
queda también corroborado por los restos arqueológicos, troncos
vaciados y ahuecados que sirvieron como féretros para el
alojamiento de cadáveres y objetos y armas del difunto para
afrontar el viaje del alma, al Más Allá.

En un poema galés, atribuido al bardo Taliesin se cuenta como


Gwydion metamorfoseaba a los guerreros en árboles para que
luchasen en la “Batalla de los árboles” (Cad Goddeu) batalla
mítica, llena de simbolismos, que se relata en el poema incluido en
el "Libro de Taliesin" el cual forma parte del "Libro Rojo de
Hergest" del siglo XIII, y es el relato legendario que más ligado se
encuentra a las ideas druídicas relacionadas directamente con los
23
árboles sagrados. Taliesin cuenta el conflicto entre Gwyddion, "El
Hechicero", el cual es un dios sabio, un maestro de la ilusión, bardo
y narrador de historias, un ayudante de la humanidad y un luchador
contra los codiciosos y los mezquinos, fue llamado el druida de los
dioses y es quien invocó a los árboles y arbustos de Britania, contra
el ejército del "Otro Mundo", liderados por Peblig "El Fuerte", y en
último término por su rey Arawn.

Los celtas de antaño, al estar mucho más vinculados a la Madre


Naturaleza que los occidentales actuales, al tener sus sentidos en
armonía con el entorno, en actitud de atención constante ante los
fenómenos de la Naturaleza, pudieron percibir a entidades
espirituales asociadas o vinculadas a los árboles con mucha más
facilidad y asiduidad, que lo que el hombre contemporáneo puede
lograr.
El árbol, era poseedor de muchos significados y simbolismos,
fue emblema de tribus y posiblemente también su Tótem. De este
modo, mostraban la reverencia y el respeto que les merecían, y al
unísono, mediante el simbolismo y llevando el nombre del árbol,
pretendían adquirir sus cualidades. Así los eburones y eburovices
establecieron que su emblema tribal fuera el árbol del tejo, de
Eburos: nombre galo celta del tejo y los arvernos se consideraron
ellos mismos gentes en las Tierras de los Alisos.
La encina, fue “totemizada” como lo fue el roble. A la encina,
en una de las lenguas o dialectos celtas la llamaron “Kaërquez”, es
decir, árbol hermoso, que hoy bajo la versión latina de Quercus, da
nombre científico a una familia de entes arbóreos a la que pertenece
éste y otros míticos árboles: “Quercus ilex” o encina, “Quercus
robur” o roble carballo, “Quercus suber” o alcornoque, “Quercus
cerris” o roble turco, etc.
Cuando en los rituales tribales se danzaba, se simulaba la
cópula de la diosa con el árbol de Beltane, que según las áreas de
ubicación de las tribus, podía ser un tronco de abedul como en

24
Gales, un espino como en ciertas partes de Bretaña, o un acebo
como en Eire, además del sauce.
Todos esos árboles venían a alegorizar dos cuestiones: Por un
lado, un atributo fálico, como miembro fertilizador. Por otro, “El
árbol de la Vida, “Crann Bethhadh, el “Axis Mundi”, como
representación de la fusión entre los Cielos y La Tierra.
Muchos de ellos tenían unas propiedades mágicas especiales
como el conocido y mítico “Árbol de Mughna” un roble prodigioso
que producía tres cosechas de diferentes frutos al año; manzanas,
nueces y bellotas.
Aunque todos los árboles eran considerados sagrados, el método
por el que consideraban a un ente arbóreo específico como
particularmente venerable y dignificado por las fuerzas divinas, se
basaba en la longevidad del árbol, el porte de sus ramas y la altura
y anchura de su tronco. Nuestros antepasados celtas, conocían que
algunos de estos ejemplares extraordinarios, crecían hundiendo sus
raíces en suelos de latentes y patentes fuerzas telúricas y que la
energía del propio lugar, también considerado sagrado, era el que
aportaba la vitalidad a ese ente arbóreo, que además poseía la
potestad y capacidad de transmitir esa misma energía.

Por otro lado y aunque aparentemente para las mentes más


intrascendentes, todos los árboles sean más o menos iguales, es
decir, prescindiendo de ciertas peculiaridades obvias visibles que
puedan diferenciar, por ejemplo, a un ciprés, de un cerezo, no se
intuyen ni se sienten ni se atribuyen diferencias sustanciales ni
energéticas, aunque la realidad misteriosa y sibilina de éstos, nos
advierte que un melocotonero, ni irradia, ni precisa la misma
energía para crecer, desplegarse o expresarse que un abeto.
Justamente por dicha diferencia, la energía que puede transmitir
una higuera es diferente de la que pueda trasmitir un abedul. Y es
por ello, que personas sensibles a dichas energías, encuentran que
una determinada especie arbórea, acepta la presencia y el contacto
directo con ciertos humanos. Otras, sin embargo, no reciben de

25
buen grado que una determinada persona, los toque o permanezca
en su perímetro de influencia energética.

En el druidismo se intuye se concibe y se sabe, que los árboles y


vegetales en general, se comunican entre sí, y progresivamente se
aprende también a entablar un fluido coloquio mental y espiritual
con ellos y con el bosque íntegro. Pero la relación con los árboles y
con el bosque mismo, no siempre es posible puesto que
dependiendo de la energía que el ser humano albergue y despida, y
de su disposición espiritual, los árboles, el bosque y los espíritus
integrados o guardianes a él asociados, pueden también manifestar
su disgusto o agrado ante su presencia a través de la vibración que
se refleja en lo interno, con sensaciones y percepciones de presión,
de congoja si es de rechazo considerándolo un intruso, o de placer
y euforia, si lo acoge como invitado, amigo o hermano.

El respeto druídico a los árboles en general y a su hábitat


natural; el bosque, se practica como simbolismo vivo del Todo, de
la Divinidad, cualquiera sea el concepto que se tenga de ésta, del
Universo Sagrado, donde habitan todas las potencias de la vida
humana y sobrehumana. Y aunque ciertamente es una veneración,
no es ningún fetichismo, idolatría o superstición por o hacia el
árbol, sino que es a la inversa: Una sabiduría y conocimiento, una
intuición y experiencia, un discernimiento y reflexión.
Una comprensión en definitiva, de que un árbol, morador
permanente y supremo del Bosque, está arraigado a la Tierra y sus
ramas se dirigen hacia lo etéreo. Él pone en comunión los niveles
del Cosmos, desde los secretos arcanos profundos de la Tierra
donde echa sus raíces, hasta los rayos del Sol que atrae a sus
ramificaciones y a su tronco. No deberíamos perder de vista que los
organismos clorofílicos, como los árboles, son los únicos que no se
alimentan de otros organismos, pues su alimento proviene de la
energía solar y de la misma Tierra.

26
Terrícolas, somos todos, animales y vegetales, formamos parte de
este maravilloso mundo, que es nuestro hogar inmediato,
compartimos las mismas aguas, estamos compuestos por los
mismos elementos básicos que conforman la vida en este planeta,
la llave maestra que abre el canal para comunicarnos unos con
otros es innata porque nos hallamos inter-conectados, todos con
todos, pero el mejor método para lograrlo es el respeto y una mente
sensible y abierta. No hay más secreto, que éste.

En la parte más material, los celtas se valían de la madera que


proporcionaban los árboles para diversos menesteres. Utensilios y
enseres para la agricultura, herramientas para desarrollar las
diferentes profesiones, embarcaciones pesqueras, armas múltiples,
edificaciones civiles y religiosas y etc.
Así pues, no son ciertas las aserciones que suelen hacerse en
algunos círculos neopaganos de la “new age”, que afirman que los
celtas antiguos no talaban árboles.
Al contrario, puede confirmarse la tala de árboles incluso
masivamente que realizaron las civilizaciones antiguas, incluidos
los celtas, con la aprobación de sus druidas, para la construcción de
ciertos elementos, bastimentos, empalizadas, estructuras y
edificaciones de sus poblados, siendo la madera, junto a la piedra,
uno de los elementos más comúnmente utilizados en su
arquitectura. Solo hace falta recordar los recintos artificiales
cuadriláteros corroborados por la arqueología, llamados
“viereckschanzen”, de los que algunos tenían desde 5.000 hasta
15.000 metros cuadrados de empalizadas de madera, con
edificaciones religiosas interiores también de madera.
También resulta un poco absurdo afirmar, que para la construcción
de dichas edificaciones, utilizaran solo la madera de árboles caídos
o derribados por las tormentas, vendavales o huracanes, por los
rayos, los incendios o cualquier otro desastre natural, ya que la
cantidad de madera que se requería para emprender tales amplias
tareas, superaba considerablemente la cantidad de madera que
pudiera obtenerse debido a estos sucesos naturales.
27
Recordemos también aunque sea un acontecimiento militar a
caballo entre la historia y la leyenda épica, la batalla del bosque o
selva de Litana, donde en las primeras semanas de marzo de 215
a.de la E.C., los galos boios lograron un gran triunfo frente a las
legiones romanas, que sufrieron una de sus peores derrotas
históricas.
La leyenda celta rememora aquel día como “el día en el que los
árboles dirigidos por los druidas derrotaron a Roma”.
La Selva Litana era un bosque espeso en la provincia italiana actual
de Emilia-Romagna. Antiguamente y antes de la expansión
romana, esta zona estaba ocupada por los galos boios desde la
ocupación de Segoveso en el 771 a. de la EC.

En esos años, Roma libraba la Segunda Guerra Púnica contra


Cartago. Los galos boios, intuyendo el peligro del expansionismo
romano se aliaron con Cartago y despejaron el camino del Norte de
Italia para Anibal. A causa de esto, Roma respondiendo al desafío
boio, envió al cónsul Lucio Postumio, el cual al mando de dos
legiones, decidió atacar la capital de los boios, Rávena,
adentrándose en la Selva Litana, donde los druidas habían ordenado
a los guerreros boios, seccionar casi totalmente los arboles, de
manera que al más mínimo contacto, éstos se precipitaran sobre las
tropas invasoras. La consecuencia de esta estrategia fue que de las
dos legiones romanas solo se salvaron diez legionarios según contó
el historiador romano Tito Livio.

Pero lo que también podemos constatar tanto si trata de un


hecho verídico como de una leyenda épica, es que los druidas
mandaron talar toda o casi toda la arboleda del bosque o selva de
Litana, con un propósito bélico, aunque obviamente para
salvaguardar su capital y su tribu.
De tal hazaña, verdadera o proverbial, podemos deducir que no
existía ninguna prohibición general o tribal, para talar árboles, si la
28
circunstancias, la urgencia o la necesidad lo requerían, al menos
entre los celtas continentales.
Ciertamente esas talas no se realizaban arbitrariamente y sin
conciencia alguna, pues creyendo los druidas como creían, que los
árboles poseían alma y que además una arboleda tenía un espíritu
guardián, o incluso una divinidad tutelar, se solicitaba permiso a
éste, para proceder a la tala, al corte o a la poda parcial de sus
ramas, ofreciendo a dicho espíritu guardián o divinidad protectora,
a cambio, algún presente, ya que como sabemos siempre el respeto
y veneración por la Naturaleza estaban presentes en todas las
acciones de los celtas y de sus druidas.

En algunas novelas y leyendas medievales se cita al celta britano


Caratacos (Caradawc) en una de ellas se cuenta como tras vencer a
los romanos en uno de sus muchos enfrentamientos, éstos
menospreciaron a los britanos, afirmando que quienes les habían
derrotado no habían sido en realidad los britanos trinobantes, sino
los espesos bosques en los que se habían visto obligados a luchar.
Ofendido por el desprecio a su honor y a su valor guerrero, Cara-
dawc mandó talar todos los árboles y desafió a los romanos a
luchar de nuevo.
En el libro de las Invasiones, (Lébor Gabala Érenn) se narra
también una tala masiva de árboles, en la segunda invasión de
Irlanda por Partholon, por sus hijos, por su gente y por sus tres
druidas primordiales; Fios, Eolas y Fochmarc:

“En aquella época se talaron árboles para conseguir las primeras


tierras de cultivo, se construyeron las primeras casas y se elaboró
la primera cerveza”.

Podemos también mencionar el simbolismo de una


representación del dios galo Esus en el Pilar galo-romano de los
Nautas de Paris, en el que el dios es representado en actitud de talar
un árbol.

29
Paradójicamente en Irlanda, en las leyes Brehon, y en “Las Triadas
de Irlanda”, se menciona la pena de muerte para quien talase ciertos
árboles:

“Tres cosas que no respiran páguense con solo cosas que respiran,
Un manzano, un avellano y una arboleda sagrada”.

Muchos druidas portaban un cayado de madera obtenido de


troncos o ramas gruesas de árboles caídos, a los que adornaban con
objetos metálicos o cristales y en el que grababan muescas
personales o incluso de rango, que lo identificaban, entre otros
cayados, con su druida portador o propietario.

El cayado o bastón druídico, llevaba en sí el poder mágico de su


energía y la autoridad suficiente para ser también un instrumento de
defensa, pues el cayado es el arma de los pacíficos y con él se
pueden trazar símbolos mágicos durante los rituales de invocación.
Él es el canal por el cual corren las fuerzas verticales y celestes y
así como es intermediario entre ése reino y el terrenal. El bastón,
antaño se podía ritualizar grabando en caracteres oghámicos
diversos nombres y evocaciones.
Hoy en día sigue siendo un sostén y un descanso del viajero
andante, y un apoyo para el explorador y para el pastor que lo
utiliza, gracias a su rectitud, flexibilidad y ligereza. Entre los
druídicos de hoy en día, suele personalizarse grabando símbolos
céltico-druídicos o aquellos símbolos que identifican a su portador
y poseedor.

También se ha querido atribuir a los celtas un calendario


arbóreo, incluso una especie de zodiaco arbóreo. Pero ese
calendario de los árboles fue producto de una mente poética, como
la que tuvo el escritor, a la par que investigador de lo celta, Robert
Graves. Es decir, para explicarlo en términos más prosaicos; se lo
inventó, aunque indudablemente fue una idealista iniciativa
30
basándose en algunos aspectos céltico-druídicos, que han
trascendido popularmente. Él mismo, así lo reconoce en su libro la
Diosa Blanca. A pesar de ser evidentemente una ficción, o si se
prefiere, una inspiración atractiva, y que cada cual tome lo que
mejor se acomode a su mente, lo cierto es que su autor lo adaptó a
ciertas alusiones ancestrales célticas, aunque también las
invenciones quedan bastante manifiestas. Lo curioso, de todo ello
es que hoy en día muchos individuos que gustan de la temática
céltica en general, tratan del calendario arbóreo, sin saber que es de
R. Graves, aunque todo ello, no tiene demasiada autenticidad
histórica.

También tenemos hoy en día otra entelequia histórica, como es


la del alfabeto Ogham con nombres arbóreos para los “feda” y
“forfedas”, ya que diversos investigadores de lo celta como el
lingüista Dr. Damian MacManus y el investigador de lo celta Peter
Berresford Ellis lo han descalificado como calendario arbóreo, pues
aseguran que de los veinte nombres celtas irlandeses dados a los
signos del Ogham, solo algunos corresponden a nombres gaélicos
de árboles. A pesar de ello como se apuntaba, los celtas irlandeses
establecieron en sus leyes ciertas compensaciones para aquellos
que cortaran árboles clandestinamente. Por dichas leyes se
reconocían unas categorías arbóreas que establecieron de la
siguiente manera;

Árboles jefes: roble, avellano, acebo, manzano, fresno, tejo, abeto.


Árboles rústicos: aliso, sauce, abedul, olmo, espino, álamo, morera.
Arbustos: endrino, saúco, madreselva, cerezo silvestre, boj.
Hierbas: aulaga, brezo, retama, mimbre, juncos.

Otras leyendas relacionadas con el árbol, nos cuentan como


entre algunos pueblos y entre ellos, cabe suponer a los celtas,
existía la costumbre de plantar un árbol en las cercanías y al mismo
tiempo y donde nacía un nuevo miembro de la tribu. Dicho árbol
crecía parejo al niño y se convertía en hermano y amigo, aportando
31
ánimos, virtudes e ímpetus al contacto con él, y era este niño o
niña, cuando alcanzaba la edad apropiada, quien debía
especialmente cuidar a dicho árbol, y si ya adulto permanecía en el
mismo lugar hasta el día de su muerte, su cuerpo era enterrado bajo
el árbol, para que así su cuerpo siguiera nutriendo la tierra de la que
el árbol obtenía sus nutrientes y parte de sus energías vivificantes.

Muchos árboles son mencionados con frecuencia en las leyendas


célticas tardías en un contexto ya cristianizado en Irlanda, pero aun
con ello podemos conjeturar, sin tener margen de error, que muchas
iglesias primitivas cristianas fueron edificadas sobre lugares y
santuarios druídicos, entre ellos, sobre antiguos robledales, parajes
y árboles de cultos pre-cristianos. Los más conocidos de estos
lugares son el monasterio de Brígida en Cille Daire (Kildare:
iglesia del roble), Daire Maugh (Durrow: llanura de los robles) y
Colmcille’s Daire Calgaich (Derry: el robledal de Calgaich.
En las leyendas célticas de Irlanda, hay cinco árboles
emblemáticos, que fueron venerados y considerados de forma
especial y que guardaban sus vínculos con las cinco provincias
legendarias de Irlanda:

1. El árbol de Uisnech, (bile Uisnigh), era un fresno,


2. El árbol de Tortu, (bile Tortan) era un fresno
3. El árbol o rama de Dathi, (Craob daithi) rama de Daithi
4. El árbol de Mughna (Dara Mughna) , era un roble
5. El árbol de Ross, (Eo Rossa) , era un tejo

Los cinco fueron árboles sagrados o “Bile”, y tuvieron funciones


en sus respectivos emplazamientos en los cinco condados de
Irlanda, como “Crann Bethadh” (Árbol de la Vida).
El último mencionado, el “Eo Rossa” (Tejo de Ross) fue célebre
puesto que en las leyendas, se le describe como un árbol mágico y
prodigioso cuyos frutos podían otorgar el Conocimiento a todos
aquellos que lo comían o dependiendo de la ingesta, también
32
proporcionaba el acceso a todo el conocimiento del Más Allá o sea,
la muerte.
Tres de estos venerados árboles mágicos, fueron talados por los
cristianos en el año 665 d.C. queriendo simbolizar con tan estúpido
y vil acto, la aniquilación del Druidismo y de cualquier vestigio
pre-cristiano.
Otros árboles surgen de las leyendas celtas que son referidos o
nombrados como célebres, como el señalado en un relato del Otro
Mundo sobre la diosa Fand, de la que se decía, que vivía en un
palacio oculto en una isla rodeada de agua, “Tir Sorcha” (“Pais
Luminoso”) en el centro de un lago. En las puertas de su castillo
había un Árbol de la Vida, (Crann Bethadh) brillante como el oro,
cuyas ramas se mecían y destilaban bellas melodías.
Otro, como el conocido “Bilé Meidbe” de la reina Medb de
Connaught, mencionado en el Tàin Bó. Y quien no ha oído hablar
de Ynis Afallach, la mítica Avalón o Isla de las/los Manzanas/os,
eje del Otro Mundo en el ciclo artúrico.
Y así de místico lo reveló el bardo galés Taliesin cuando afirmó:
“He adoptado una multitud de aspectos antes de adquirir mi forma
definitiva. He sido árbol en el bosque misterioso”.
Porque los bosques con sus árboles, mientras sigan siendo
respetados y no asolados por la mano del hombre, conservarán ese
halo misterioso y enigmático que fascina a las personas sensibles y
empáticas y que tanto las atrae, recordando a la conciencia esa
sabiduría ancestral que reitera la asociación indisoluble y alianza
espiritual, entre el árbol y el humano, pues la energía cósmica y
divina que anima a ambas especies, es la misma.

En el relato de Tuan Mac Cairrill, manuscrito del que solo se


conocen tres textos acerca de esta leyenda: uno que data del siglo
XII; otro que data del siglo XV y otro manuscrito que data del siglo
XVI, nos narran los avatares del protagonista, mientras ocurren las
cinco invasiones legendarias y fabulosas que tuvo Irlanda.
Estos manuscritos nos remontan a la mitad del siglo VI de la EC.
En lo referente al tema arbóreo se cita el siguiente desenlace.
33
” Entretanto, conservé la forma de buitre hasta el momento en que,
encontrándome en el agujero de un árbol, ayune durante nueve
días. El sueño se apoderó de mí y allí mismo fui convertido en
salmón”.

Pues dormir en el hueco de un árbol o bajo sus ramas y amplia


copa, transporta a nuestro subconsciente a las otras realidades
intangibles, sin límites sensoriales y a los mundos oníricos donde
muchas situaciones y estados son factibles, mientras se está
protegido por el pilar cósmico que es un vetusto árbol.
Por otra parte, meditar en el hueco de un gran árbol, atrae a la
energía cósmica y facilita también la inspiración poética o Awen
(Imbas) y éstas proporcionan a su vez, la madurez necesaria para
que la conciencia ascienda a través del canal del árbol a los niveles
más altos y así alcanzar el mundo espiritual y poder vislumbrar el
primer Reino sutil de los Cielos.

También clásicos griegos y latinos dejaron testimonio de esa


veneración céltica y druídica a los árboles, como en las
apreciaciones que dejó Poseidonios de Apamea:

“Muestran gran veneración por los árboles, de los que se sirven


después de que realicen cantos, caricias y otras obscenidades que
prefiero no relatar”.

O las que dejó décadas después, el naturalista y procurador romano


de la Galia, Gayo Plinio Segundo, conocido como Plinio el Viejo:

“Mientras los druidas apoyan sus virilidades con gran devoción y


ceremonial sobre las cortezas de los árboles, las druidesas parecen
encontrar deleite en el roce con las piedras”.

34
Ciertamente las concupiscencias druídicas a las que se refieren
ambos, no eran tales, sino evidentes simulacros o escenificaciones
de coitos con los troncos de los árboles, probablemente como acto
simbólico para despertar la fertilidad y/o para la excitación del
subsuelo del terreno o de la tierra, para que ésta proporcionara
abundantes productos a la tribu. No obstante, tampoco queda
descartada la posibilidad de que tales actos, en vez de simulaciones,
fueran prácticas naturales para adquirir con el frotamiento de sus
genitales sobre las cortezas de ciertas especies arbóreas, mayor
potencia viril y/o mayor fertilidad. Lamentablemente los clásicos
greco-latinos, no entendieron gran cosa de los ritos de fertilidad
céltico-druídicos.
Por otro lado, hay en el mundo entero árboles célebres por sus
edades, tamaños o anchuras de sus troncos. En España plantado en
siglos recientes, en la localidad de Souto da Retorta (Lugo) existe
un eucalipto, al que se conoce popularmente como "O Avó" (en
gallego: "El Abuelo"), el cual es considerado el árbol más grande
de España. Fue plantado en 1880 y alcanza los 67 metros de altura,
tiene 10,5 metros de perímetro en su base.
En México el conocido como “El Ciprés de Moctezuma o Árbol
del Tule (Taxodium mucronatum)” un ciprés en la localidad de
Santa María del Tule (Oaxaca, México), que tiene una edad
aproximada, según análisis entre 2000 y 3000 años de edad, por lo
que es una de las entidades arbóreas vivas más vetustas de nuestro
planeta. Su peso es de casi 550 toneladas, con un diámetro de 42
metros y sigue creciendo.

En Estados Unidos, en el parque denominado “Sequoia National


Park” se encuentra una secuoya gigante, apodada “General
Sherman”, que es el ser vivo, con mayor cantidad de biomasa de la
Tierra, con 11 metros de ancho en su diámetro.
Y señalar por último y como ejemplos;
Al tejo de Llangernyw, situado en la localidad galesa del mismo
nombre, al cual se le calcula una edad aproximada entre 3.000 y
4.000 años, lo que significa que echó raíces en la Edad de Bronce.
35
El popular roble Oak Major, del bosque de Sherwood con más de
mil años de antigüedad y célebre por estar presente en la leyenda de
Robin Hood.
“El Castaño de los cien caballos” que es el castaño más grande y
antiguo del mundo, ubicado en el bosque de Carpineto, cerca del
volcán Etna en Sicilia. Popularmente se cree que tiene de entre 20 y
40 siglos de longevidad. Sobre la superficie el árbol presenta varios
troncos grandes, pero bajo tierra estos troncos siguen compartiendo
las mismas raíces.
“El Olivo de Vouves”, que es el olivo más antiguo del mundo que
está en la isla de Creta. Aunque su edad exacta no puede ser
verificada, se estima que el Olivo de Vouves podría ser el más
viejo con más de 3.000 años. Lo sorprendente es que aún produce
olivas que son altamente cotizadas.
Los colores de los árboles
Como sabemos por la ciencia, cuando la luz incide sobre un
objeto, su superficie absorbe ciertas longitudes de onda y refleja
otras. Sólo las longitudes de onda reflejadas pueden ser captadas
por el ojo y por tanto, en el cerebro sólo se perciben esos colores
reflejados. Así pues la física conoce que el color propiamente dicho
no existe, la materia
carece de color, pues lo
que nuestros ojos
perciben son las
radiaciones lumínicas
que la materia rechaza
y no absorbe. Es decir,
el color que
aparentemente muestra
un árbol, en su tronco,
en su follaje y en sus frutos, son radiaciones del espectro luminoso
que el ojo humano es capaz de percibir y recibir, y que el árbol
despide, reflejándolas hacia nuestros órganos de visión, ya que la
36
estructura de sus moléculas no es capaz de retenerlas. Pero, como
también sabemos, la luz se halla compuesta por partículas
elementales que denominamos fotones, y en definitiva, los fotones
son energía. Por tanto teniendo en cuenta estas realidades físicas, se
puede colegir que los colores tienen un específico efecto energético
sobre otros objetos u organismos que se hallen en su área de
influencia. Dicha influencia lumínica y energética de los colores,
no es mera especulación u obtusa superstición, sino que en lo que
respecta a los entes arbóreos y los entes humanos, son las
radiaciones lumínicas o energías que irradian, las que influyen
tanto en nuestro organismo como en nuestra alma y en nuestra
mente.

Es evidente pues, que cuanto mayor tiempo se pueda pasar cerca de


uno o varios árboles o en un bosque, más podemos impregnarnos
de esa energía.
En el conocimiento ancestral que nos ha llegado, sabemos que
siendo Hijos de la Madre Naturaleza, tenemos parientes cercanos
como los árboles, lo cuales, por lo general son nuestros hermanos
mayores y nuestros Tutores. Nos brindan la oportunidad de
conectarnos y comunicarnos con ellos, abriendo así la mente
paulatinamente y desarrollando o incluso despertando la
sensibilidad perdida y abandonando ese estado mental urbanita
negativo y anti-natural.
Una relación con los árboles que podría ser mucho más íntima aun,
desde el mismo momento en el que se reconozca que también los
seres humanos poseemos un Árbol de la Vida (Crann Bethadh) o
“Bilios” interno, que es nuestro propio “Axis Mundi”, el cual desea
crecer y que quiere extender sus ramas hacia la Divinidad. Un árbol
interno que posee, como todo árbol natural, sus ciclos internos, su
Samos y su Giamos, su polaridad dioica, con flor masculina y con
flor femenina, su ciclos de muerte y renovación, sus ramas de hojas
caducas con sus frutos, y sus ramas de hojas perennes con los
suyos.

37
El cuerpo sutil arbóreo

Como apuntábamos en párrafos anteriores, cada especie arbórea


posee sus propias características energéticas y ello es lo que las
diferencia de las otras especies arborescentes, la experiencia
identificativa en este ámbito, es lo que nos hará entender estas
singularidades y poder conocer los diferentes efectos que nos
causan las energías de las diferentes clases de árboles.
Según los conceptos y algunas creencias druídicas evolucionistas,
los centros energéticos del ser humano estarían distribuidos en tres
vórtices o “calderos”, por lo que siguiendo estos conceptos, los
árboles también poseen tres centros energéticos claramente
localizados; la copa, la raíz y el tronco, además de los circuitos a
modo de canales por donde fluye su energía.

De igual manera poseen un campo o área de influencia o campo


biomagnético, que va aumentado su intensidad conforme más
cercanos a él nos encontremos y que por el contrario, va perdiendo
su potencia y eficacia de penetración conforme nos alejamos de su
presencia.
Las copas de los árboles captan la energía de la atmosfera, la del
sol, y toda energía proveniente del Cosmos y así mismo, utilizan
sus copas en forma de amplias pantallas parabólicas energéticas,
que abosorben, organizan e irradian la energía transformada.

Las raíces de los árboles, en cuyos extremos existen células


similares a las neuronas con una función análoga, también son
centros energéticos básicos de hidratación, absorción y
transmutación de la mayor parte de los nutrientes y de todas
aquellas energías telúricas que fluyen por el subsuelo y por las
acuíferas capas freáticas.
El tronco con sus canales es por donde fluye la energía que
asciende desde las raíces y que desciende desde la copa.

38
Armónicamente, los árboles actúan como acumuladores de energía
y constantemente efectúan un proceso de absorción, retención,
transformación y difusión, ya que no solo absorben dióxido de
carbono para transformarlo en oxígeno, sino que siendo entes
regeneradores, poseen en determinadas épocas, la capacidad de
renovar las energías nocivas transformándolas por otras positivas.

Si la Tierra, tal y como se piensa y cree en el Druidismo, es un


organismo vivo que alberga un espíritu o alma, y consecuentemente
también una conciencia, la superficie de la misma vendría a
constituir su piel, los árboles y arbustos serían el vello, los pelos y
los pelajes de dicho organismo y la savia de los árboles, la sangre
de éstos, pues transporta nutrientes y fluidos vitales para éstos a
través del sistema vascular.

A pesar de carecer de sistema nervioso, los árboles, en general,


poseen un gran potencial sensitivo, como así lo pretendió probar en
el siglo XX, el polémico Steve Backster con sus diversos ensayos.
Como consecuencia de ellos, se divulgó el “efecto Backster”, que
para muchos científicos de la época, fue una prueba convincente de
que árboles y plantas podían realizar cambios orgánicos y
emocionales ante otros árboles, plantas y hasta en relación con los
seres humanos; es decir, quiso demostrar que las plantas podían
reaccionar de diversas maneras a nuestras acciones, palabras e
intenciones. Algo parecido a lo que ulteriormente presentó el
japonés Masaru Emoto en comparación a las diversas formas de
estructuración de las moléculas del agua.
Los ensayos de este polémico científico, Backster, junto a los de
otros investigadores que lo secundaron, fueron publicados en el
libro titulado “La vida secreta de las plantas” (Tompkins y Bird,
1973).

La inteligencia arbórea

39
Ya en los años subsiguientes, varios científicos, siguieron las
premisas de Backster y aun se sigue investigando en dicha área.
Para dichos investigadores o “neurobiólogos vegetales” como
suelen llamarse, como el biólogo molecular Eric D. Brenner, el
fisiólogo italiano botánico Stefano Mancuso, el biólogo eslovaco
Fantiseck Baluska y la fitobióloga Elisabeth Van Volkenburgh,
“los entes vegetales poseen inteligencia, definida ésta, como la
capacidad intrínseca de procesar información a partir de estímulos
bióticos y abióticos, que permite tomar decisiones óptimas sobre
actividades futuras en un entorno dado”.

Esta sorprendente visión científica en la cuestión de las


inteligencias vegetales, viene a corroborar las creencias plasmadas
en las leyendas célticas, como ya hemos mencionado párrafos
arriba, donde árboles y plantas adquieren o poseen su propia
conciencia y son los personajes principales y protagonistas de su
propia historia.
El alejamiento y desconexión de los seres humanos de la Madre
Naturaleza, ha conseguido que el hombre se vuelva un infeliz
urbanita, consumista, materialista, egocéntrico y ecocéntrico, con
un sistema de vida siempre acelerado, como si en todo momento se
le acabase el tiempo o se le acabase la vida, perdiendo con ello
parte de su visión natural y despreciando esa dimensión temporal
más pausada en la que los árboles y vegetales, en general, viven.

Pocas personas hoy en día, pueden afirmar, sin ruborizarse por


lo teóricamente ridículo de la afirmación, que los árboles poseen
una forma de inteligencia y de consciencia. Pero antaño, muchas
culturas así lo creyeron, ajenas a los pensamientos lineales de las
mayoritarias religiones monoteístas, secundadas por el
materialismo científico.
Entre esas culturas, los celtas con sus druidas así lo afirmaban,
porque entendieron que los entes arbóreos poseen una inteligencia
no humana, pero inteligencia al fin y al cabo. Y no solo
40
inteligencia, sino también un alma y una conciencia. Sorprendente,
¿no?
Ya el padre de las teorías sobre la selección natural en la
evolución humana, Charles Darwin, manifestó en su obra “The
power of movement in plants”, producto de sus estudios, análisis y
experimentos que;

“No es exagerado decir, que el extremo de la radícula, posee la


capacidad de dirigir los movimientos de las partes adyacentes y
actúa como el cerebro de los animales menos desarrollados, el
cual se sitúa en el extremo anterior del cuerpo, recibe estímulos a
través de órganos sensoriales y dirige los diversos movimientos”.

Unos órganos sensoriales, que hoy en día ya se sabe que poseen la


capacidad de distinguir entre unas veinte sensaciones diferentes,
incluidas las cinco sensibilidades análogas a las que se adjudican al
ser humano y a otros animales.
“El Olfato y el gusto arbóreo”, capta los productos químicos del
ambiente o del propio organismo
La “Vista arbórea”; absorbe las diferentes longitudes de onda de la
luz y la sombra, de manera que cuando se esconde el sol inician sus
procesos de fotosíntesis.
“El Tacto arbóreo”; las raíces de los árboles reconocen obstáculos u
objetos sólidos, cuando topan con ellos.
“El Oído arbóreo”; percibe sonidos amenazadores de insectos, y
provoca que el árbol responda originando sustancias químicas
defensivas, tóxicas para los parásitos e insectos.

Justamente porque son entidades enraizadas al suelo y no


pueden escapar ante inminentes peligros, los árboles han
desarrollado un enrevesado lenguaje molecular que alerta a otros
árboles y plantas sobre amenazas, y que disuade e intoxica a sus
depredadores o incita a animales o insectos aliados a efectuar
determinados apoyos en contra de dicha amenaza. Así ocurre con la
avispa parasitaria que acude a la llamada química de ciertas plantas
41
y árboles para acometer las plagas de orugas. Inclusive la defensa
arbórea puede resultar en la transformación del sabor o textura de
las hojas, en la elaboración de venenos nocivos para los herbívoros,
como ocurre con el árbol de la Acacia, el cual pueden llegar a
producir taninos suficientes como para intoxicar a un herbívoro y
matarlo o el Sáuco cuyas semillas contienen glucósidos
cianogénicos (generadores de cianuro) y la corteza así como las
hojas y los frutos no maduros contienen el principio de la
sambunigrina que, en contacto con una enzima, llamada emulsina,
produce también ácido cianhídrico.
En general, todos ellos, son comportamientos arbóreos que para
las personas resultan demasiado parsimoniosos y es por ello, que
los humanos no los percibimos conscientemente.

Pocos humanos son conscientes o admiten sin prejuicios religiosos


o filosóficos, la inteligencia de los árboles. Una inteligencia que no
es humana, sino vegetal y a-humana. Una inteligencia que no puede
definirse como la facultad de la “mente” que permite aprender,
entender, razonar, tomar decisiones y formarse una idea
determinada de la realidad, porque los árboles no tienen cerebro,
pero tienen una inteligencia distribuida en los extremidades de las
miles de radículas que reúnen y estiman los detalles del medio en el
que están ubicadas y que dan respuestas coordinadas.
Obviamente los arboles y las plantas, como afirma el biólogo
italiano Stefano Mancuso:

“…no poseen un cerebro central, no poseen neuronas ni tampoco


nervios, pero si consideramos que las neuronas del cerebro de los
animales son células que producen y transportan señales
eléctricas, en las plantas la mayoría de las células ejercen este tipo
de función. Y si nos fijamos en la raíz, vemos que hay una
producción mayor que en el resto de la planta de células que
transmiten señales eléctricas”.

42
Lo mismo ocurre con la memoria ya que en la evolución de las
diferentes formas de vida, la inteligencia que es un atributo
intrínseco a la vida necesario para la supervivencia de cualquier
forma de existencia, se resuelve con la aparición de otros recursos
orgánicos para acumular la información precisa para sobrevivir.
Ello hace que en determinados seres, los tipos de evolución
codifiquen que es inútil e innecesario poseer neuronas.
De forma similar ocurre con la consciencia, si esta se define con
parámetros humanos como el conocimiento inmediato que el sujeto
tiene de sí mismo, de sus actos y reflexiones o como la capacidad
de los seres de verse y reconocerse a sí mismos y de juzgar sobre
esa visión y reconocimiento, entonces desde unos parámetros
estrictamente racionalistas y antropocéntricos, quizá podríamos
establecer que los árboles carecen de ese tipo de conciencia.
Aunque obviamente desde el punto de vista del paradigma céltico-
druídico y desde su “lógica”, estableceríamos lo contrario.
Pero si definiéramos a la consciencia como la cualidad de estar
alerta y atento del entorno que la rodea, entonces podríamos
concluir que los árboles poseen un tipo de conciencia no
fundamentada en ninguna axioma del antropocentrismo de los
paradigmas racionalistas, sino basada en un enfoque y perspectiva
más amplios, que explicaría diferentes tipos de conciencia para
todos y cada organismo vivo.

Nadie duda, ni los antropocentristas más radicales, que las raíces de


los árboles captan las bajas vibraciones y frecuencias que emite el
agua al fluir y dirigen o re-dirigen sus raíces hacia esa fuente de
vibraciones. La captación por parte de las raíces arbóreas de las
vibraciones y ondas hertzianas de la naturaleza, en un hecho
comprobable empíricamente, lo cual no quiere decir, como algunos
“new agers” sostienen, que los vegetales puedan apreciar, al estilo
humano, algún tipo de música, puesto lo que éstos captan y
aprecian son vibraciones por debajo de los 400 hertzios
(propagación de las ondas electromagnéticas).

43
De la misma manera algunos defensores de las dietas alimenticias
carnívoras alegan que alimentarse de vegetales, es acabar con una
forma de vida, lo cual puede ser cierto, pero los vegetales a
diferencia de los animales, no sienten el dolor, porque no tienen
sistema nervioso y éste es además una alerta física para
determinados organismos vivos que no se hallan fijados al suelo y
un componente defensivo para garantizar su supervivencia.

Los Árboles son medicinas

El solo hecho de pasear entre árboles, y acercarse a sus áreas de


influencias, ya es de por sí, un acto purificador y sanador que
elimina la ansiedad, la agitación interna y el estrés urbano
acumulado, y empieza a equilibrar energéticamente las
inestabilidades ocasionadas en nuestro organismo.
Pero además de ello, prácticamente todo árbol, arbusto y planta
tienen partes con propiedades inherentes que han sido utilizadas
por los sanadores y curanderos de todos los tiempos y culturas, las
cuales hoy en día, muchas de ellas, son utilizadas por la industria
moderna farmacéutica.
Podemos comprobar cómo árboles como el del café, por ejemplo,
que produce cafeína, usa esta sustancia como un potente método de
defensa ante agresiones externas de plagas o parásitos, siendo la
cafeína, además una potente droga psicoactiva para determinados
insectos, como la abeja.
La cafeína es un veneno para algunos insectos como los gusanos de
jardín y actúa como pesticida natural, y aunque la cafeína, no es
una sustancia venenosa para los humanos, siempre y cuando no se
tome una dosis superior a la letal (que puede rondar las 100 tazas
de café diarias), si resulta un ingrediente psicoactivo que provoca
que las abejas, al extraer el néctar de las flores del café, recuerden
mejor ciertas flores y tengan tendencia a regresar a las plantas que
tienen brotes con esta proteína.

44
Quien no conoce el famoso acido acetil-salicílico, obtenido de la
salicina de los sauces y usado desde la antigüedad como anti
inflamatorio y analgésico o el taxol derivado del tejo, eficiente
actualmente para detener procesos cancerígenos o la esencia de
trementina o popularmente conocido como “aguarrás”, obtenido de
la destilación de la resina de los pinos.
Pero en realidad no existe un solo árbol entre las 70.000 especies
arbóreas que existen, del que no pueda extraerse algún elemento o
ingrediente que pueda utilizarse en la farmacopea popular o en la
industria farmacéutica.

La Aproximación a un árbol

A priori, es aconsejable acudir en peregrinación consciente a


cualquier bosque, por reducido que éste sea, para hallar un árbol
apropiado con el que experimentar una comunicación o incluso
para ensayar una interacción de energías. No obstante, tampoco
deben descartarse, aquellos árboles próximos que se hallan
enraizados en un parque o jardín urbano.
Éstos últimos debido a su convivencia cercana con los seres
humanos, reconocen nuestras energías y en los primeros intentos de
acercamiento suelen ser más accesibles que los viejos árboles
arraigados en frondosos bosques que tienen contactos esporádicos
con los seres humanos. Lógicamente, los grandes entes arbóreos,
alejados de las urbes, captan, absorben e irradian una energía más
depurada e impoluta, ya que en su hábitat predominan los iones
negativos, frente a los positivos de las urbes contaminadas.

Recordemos que la concentración de iones negativos, se da en los


ambientes límpidos, otorgando las sensaciones de bienestar,
armonía y facilitando una respiración benigna, mientras que los
ambientes cargados con iones positivos son aquellos entornos
densos, cerrados o contaminados, con tufos químicos o de residuos,
gases, humaredas, cenizas, emanaciones tóxicas y aglomeración
polvorienta, que dificultan la sana respiración.
45
Naturalmente, los arbolillos urbanos recién asentados o injertados,
e incluso los árboles medianos recientemente trasplantados o
reubicados, carecen del vigor adecuado para beneficiarnos con sus
armónicas energías, pero aquellos árboles medianos o grandes que
de forma natural crecen junto a ríos, fuentes, o lagos, poseen un
vigor óptimo, y son los que pertinentemente pueden dispensarnos el
privilegio de impregnarnos con su sistémica energía.

Como se ha apuntado párrafos arriba, cada árbol posee unas


singularidades propias, que lo hacen único, a pesar de que
pertenezcan a la misma especie arbórea. Es decir, no todos los
robles, por ejemplo, son idénticos en cuanto a energía se refiere.
A causa de esto, algunos son más aptos que otros para dispensar
esa energía a los seres humanos. Esta disposición altruista que por
lo general poseen los árboles, se ve anulada si el árbol padece
alguna plaga, está enfermo, moribundo o ya muerto.
Si el árbol está sano y dispone de todo su energía, también puede
ocurrir que rechace el acercamiento humano o el específico de una
persona concreta, pero obviamente, las más de las veces ocurre lo
contrario, y el árbol acepta de buen grado el acercamiento y hasta
el intercambio energético, de tal forma que incluso surge cierta
“añoranza” entre el humano y el árbol, cuando el humano decide
pasar largo períodos de tiempo sin asistir al encuentro con su
“hermano y amigo”.

Un período de separación que debería ser corto, o más que corto,


exiguo, ya que los humanos solo pueden vivir saludablemente fuera
del contacto con la Madre Naturaleza y de sus leyes, por espacios
de tiempo no demasiados prolongados, antes de que ciertos
síndromes de la disociación con lo natural se hagan patentes, tales
como hiperactividad, intranquilidad, hipocondría, ansiedad,
agitación, insomnio, depresión, cefaleas y migrañas, ya que las
diferentes vibraciones energéticas y entornos, influyen en los
comportamientos biológicos y en los estados mentales y anímicos.
46
Quizás ya va siendo el momento de que niños y adultos empiecen a
tocar, palpar y abrazar árboles, que además de ser saludable y
terapéutico, es gratis y produce buen humor. La práctica, cada día
se está convirtiendo en un hábito más usual, pues en los países
anglófonos, a estas personas se las llama “tree huggers” o
“abrazadores de árboles”.
Ciertamente, estos abrazadores de árboles han recibido algunas
críticas por parte de algunos colectivos “paganos”, dado la
simpleza con la que acometen este acto, pues son abrazadores de
árboles ocasionales, pero sus vidas cotidianas se hallan inmersas en
el más banal consumismo urbanita.

Ya va siendo hora de que los bardos vuelvan a inspirarse al


contemplar un venerable árbol “abuelo”, con todo el esplendor de
su energía y porte.
Ya va siendo el momento de que los bardos vuelven a versificar al
sentir el advenimiento fluido de la Awen, cuando mediten de nuevo
bajo el vigor de las ramas de un roble, bajo la fuerza de la copa de
una encina, conectado a la sabiduría que transmite el tronco de una
haya, bajo los conocimientos arcanos de un tejo, junto a la plenitud
de un álamo, la flexibilidad de un sauce, el carisma del abedul o la
punzante belleza del espino.

-Así pues, continuando con la aproximación al área de influencia


del árbol que hemos elegido o que nos ha escogido, captando
nuestra atención, conviene presentarse con nuestro nombre. Si éste
es el apelativo revelado o el apelativo espiritual; mucho mejor, ya
que la comunicación telepática siendo una intercambio desde la
introspección, es una experiencia espiritual, más íntima que
ostensible y más silente que sonora.
Los arboles, no conviene obviarlo, son los seres de este planeta más
formidables, experimentados y desarrollados en el horizonte
espiritual.
-El mejor momento del día para acercarse a un árbol es desde las
horas de la mañana, cuando ya sale el sol, hasta el atardecer o hasta
47
cuando se oculta el sol, porque es cuando se inicia el proceso de la
fotosíntesis.
La fotosíntesis consiste en la fabricación de alimentos por medio de
la luz, a partir del agua, las sales minerales y el dióxido de carbono,
desprendiendo oxígeno. Se realiza durante el día porque es
imprescindible para que se realice, la luz del Sol, y ésta tiene lugar
en las hojas. El tronco lleva a las hojas la savia bruta y recoge la
savia elaborada.
Sin embargo, si queremos conceder a nuestros momentos junto al
árbol, un mayor misticismo, no debemos olvidar esos momentos
mágicos del crepúsculo, de incertidumbre, que no pertenecen ni al
día, ni a la noche, en los que el tiempo se diluye y las luces y las
sombras se funden para formar un soportal bajo las ramas del árbol,
que nos une a las energías del cielo y nos conecta con las energías
de la Tierra a través del árbol.

-Subsiguientemente, ya a escasa distancia y delante del árbol,


visualizaremos como la campana energética que emana del árbol y
envuelve su perfil, se abre como si fuera un velo de tisú y permite
cruzarlo. Podremos extender horizontalmente nuestros brazos y
presentar las palmas de las manos en actitud oferente, hasta que
puede sentirse la receptividad o disconformidad del ente arbóreo
ante nuestras intenciones y aproximación.
Mentalmente (y también si se quiere verbalmente, para sensibilizar
a nuestro subconsciente) podemos expresar;

“Oh árbol!,
Tú que eres Hijo de la Madre Tierra igual que yo.
Tú que creciste hacia el Universo como anímicamente también lo
estoy haciendo yo,
Tú que posees la sabiduría de la armonía, la pericia del equilibrio
y la maestría de la serenidad, que yo también pretendo conseguir;
Por ello, te saludo maestro árbol, abuelo, padre, hermano y amigo,
con todo mi respeto y cordialidad.
48
Te deseo que la Luz del Sol, el impulso del agua, el aliento del aire
y la firmeza de la tierra se fundan contigo para que tengas, el
mejor de los crecimientos y la mejor de las existencias.
¡Oh! Árbol! guía, orienta mi camino.
¡Oh árbol Padre! permíteme impregnarme de tu energía que es
sabiduría, que me llegue tu conocimiento que es alimento,
consiente que absorba parte de tu amplia experiencia que es
subsistencia.
Permite que mi cuerpo de carne trémula roce el tuyo de madera
vigorosa y que en este abrazo fraternal mi alma se empape de tu
vital energía y mi cuerpo se unja con tu savia.
Amigo árbol, yo (nuestro nombre), me comprometo a ayudarte,
cuidarte, respetarte, siempre que me sea fisicamente posible.
Esperando de ti que seas mi refugio en el sendero tortuoso de la
vida, y que seas condescendiente con mis equivocaciones y
comprensivo con mis vacilaciones”.

Iolair Faol©

-A continuación, nos acercaremos al tronco del árbol por el sur y


aun sin tocarlo, lo podremos circunvalar tres veces en “deseal”
(gaélico), es decir, siguiendo el curso del sol y dejando el tronco
del árbol a nuestra derecha como acto propiciatorio y como
protocolo de veneración ceremonial hacia el árbol, tal y como lo
realizaron los antiguos druidas y como también lo realizó el galo
Vercingetorix, cuando entregó y ofrendó sus armas al romano Julio
Cesar.
Las tres vueltas de circunvalación alrededor del árbol,
simbolizarían como en un triskel, la receptividad de nuestro cuerpo,
la conexión de nuestra mente y la adhesión de nuestra alma, al
árbol.
En este pequeño acto ceremonial de fraternidad, rito de comunión
espiritual o ejercicio consciente de conexión (según lo entienda
cada cual) ya podremos empezar a captar de una forma sutil y
natural, los primeros atisbos e indicios pausados de su influencia
49
energética a través de la piel y acto seguido también se sentirá su
refinado y penetrante influjo en nuestros pulmones.

La piel es la mayor de nuestras partes orgánicas, y nos sirve


para definir físicamente nuestro Yo de lo externo, siendo por ello,
una parte más para la comunicación con el exterior, por eso las
sensaciones que se reciben y las emociones que se expresan a
través de la piel, es un lenguaje corporal que capta y expresa las
impresiones emocionales que se captan y reciben del entorno.
Por ello, siendo la piel en el ser humano un gran receptor-
emisor sensorial, posee sus propios sensores que también se activan
inconscientemente para la captación de una forma sosegada de las
energías latentes y patentes de la Madre Naturaleza.
Los pulmones, además de oxígeno que reparten por todo el
cuerpo a través de la circulación de la sangre también pueden
absorber otro tipo de emanaciones y energías, a la vez que pueden
exhalar alientos, gases y efluvios varios. Todos estos procesos los
llevamos a cabo de forma mecánica e instintiva, pero si logramos
hacernos conscientes de nuestra propia respiración, podremos
variar nuestro ritmo respiratorio para aumentar la capacidad de
absorción de todas esas energías beneficiosas, implicando a nuestra
capacidad mental y a nuestra capacidad pulmonar u orgánica,
sincronizando y armonizando de esta manera la mente y el
organismo.
Hay cuatro tiempos básicos y diferenciados aconsejables en la
respiración consciente para la absorción de estas energías sutiles y
también de las menos sutiles, ya que una respiración correcta es
una respiración completa.

1- La inhalación o inspiración. Deberíamos inspirar por la


nariz, ya que así se filtra el aire y se regula su temperatura.
El oxígeno y la energía ambiental entrarán gradualmente en
los pulmones hasta alcanzar su máxima capacidad. A mayor
capacidad pulmonar, mayor energía y oxigeno podrá
50
absorberse. La inspiración puede llegar a durar unos seis
segundos.

2- La retención del aire, procurando dirigir el aire hacia el


abdomen para que el diafragma ejerza de soporte antes de
expulsarlo. Se procurará igualmente mantener durante unos
seis segundos el aire, para que las células se oxigenen.

3- La expulsión del aire o exhalación. Se expele durante ocho


segundos lentamente el aire inspirado, que lleva consigo el
dióxido de carbono y el resto de partículas de desecho
liberadas por las células y la sangre.

4- La vacuidad pulmonar o descanso antes de la nueva


inspiración. Los músculos y el aparato respiratorio quedan
relajados durante unos seis segundos, antes de volver a
iniciar el siguiente ciclo respiratorio.

CONTACTO DIRECTO CON Él áRBOl

51
Con las manos

-Proseguiremos nuestro rito o ejercicio con el contacto directo con


el árbol, apoyando o poniendo con firmeza las palmas de las manos
(y si es posible, también el antebrazo) en el tronco del árbol y
presionando el tronco con las yemas de los dedos durante unos
instantes, con el propósito de entrar ya en contacto directo con la
energía del árbol. La postura más apropiada de las manos es en el
sentido de las estrías del árbol o en la dirección de su corteza.
En dicha posición se prosigue inspirando y expirando como se ha
indicado previamente. En este paso del ejercicio o rito, podemos
visualizar como la energía del árbol se introduce como un sutil
flujo por las palmas de las manos y las yemas de los dedos y
recorre el cuerpo como un fluido vital que favorece, renueva y
recarga de energía beneficiosa.

Las manos, obviamente son los mayores elementos captadores y


también emisores energéticos de los seres humanos, ya que en ellas
convergen una serie de canales por donde fluye la energía sutil que
proviene del exterior del individuo y de los vórtices energéticos
incorpóreos que en el Druidismo, especialmente en el
Evolucionista, se denominan “calderos”.
Es por las manos y por el tacto por donde se captan distintas
sensaciones y consecuentemente los distintos efectos e impresiones
que nos produce el contacto con los ritmos energéticos de cada tipo
de árbol.

Para este primer contacto con el árbol, se han escogido las manos, y
no la espalda o la cabeza, porque existe una conexión entre las
manos y el cerebro, que fue determinante para los homínidos en su
evolución como seres inteligentes.
El volumen y capacidad del cerebro humano atañe en buena
medida a la actividad desarrollada por los homínidos en los
primeros pasos evolutivos, en la cual tuvo un significativo papel el
52
dedo pulgar, oponible a todos los demás dedos, que le otorgó la
facultad de coger objetos de la Naturaleza con destreza y
manufacturar utensilios y enseres variados, espoleando de esta
manera a las neuronas y con ello a la creación de nuevas y
progresivas interconexiones nerviosas y cerebrales.
Las manos son el principal órgano para la manipulación física del
medio. A través de ellas podemos conectar e interactuar con el
entorno. Con las manos podemos hacer muchas acciones que otros
seres no pueden realizar, nos permiten tocar, acariciar, palpar, asir,
expresar, sentir, curar y etc. Es decir, las manos nos proporcionan
la facultad de expresar nuestras emociones y buena parte de la
capacidad intelectual como especie, en el arte, en la ciencia, en el
trabajo y hasta en la espiritualidad.

Ya, cuando haya pasado un tiempo, y se sienta que ya se ha


logrado el propósito u obtenido la suficiente energía arbórea, y se
desee cerrar el ejercicio o rito, se procurará hacerlo de forma
paulatina y no precipitada para no interrumpir bruscamente la
conexión establecida.
Un movimiento de las manos, retirándola del árbol lentamente,
mientras mentalmente se le da las gracias, es suficiente y no es
menester decir grandes ni elocuentes palabras de agradecimiento,
ya que los árboles captan vibraciones o impulsos mentales, aunque
si creemos que nuestro subconsciente precisa de algunas palabras,
podemos pronunciarlas. No obstante podemos cesar nuestro
contacto con un emotivo abrazo, el cual es provechoso para ambos.

Con la columna vertebral o espalda

Recorriendo la espina dorsal humana, se halla el canal de energía


principal del organismo como es la médula espinal, protegida por la
columna vertebral. Como sabemos, la médula espinal, es un largo
cordón blanco localizado en el canal vertebral encargado de llevar
impulsos nerviosos a los nervios raquídeos, comunicando el
encéfalo con el cuerpo.
53
El ser humano cuando tomó conciencia de su espiritualidad
ingénita, fue cuando logró ponerse en pie y enderezar
paulatinamente su comuna vertebral, por lo tanto mantenerse
erguido fue una de los requisitos para ser ágilmente consciente y
para que ese desarrollo mental, espiritual y físico continuase.
El hombre como un árbol, posibilita que las energías del Universo
fluyan por su cuerpo, y enlace, las energías cósmicas del cielo con
las energías telúricas de la tierra. Es como una antena o es como los
antiguos menhires que servirán como señalizadores de esas
energías telúricas y como erectas antenas para captar la energía de
los cielos.
A nivel hermético se dice que una de las funciones que tiene el ser
humano en este planeta, es absorber las energías toscas que
penetran desde todas las partes y cuerpos celestes habientes por el
cosmos y transformarlas adecuadamente, para a través de su
organismo, canalizarlas y aplicarlas sobre otros congéneres o
simplemente distribuirlas sobre objetos, animales, vegetales o
directamente sobre el suelo.

La longitud de toda la zona espinal humana, facilita la toma de


contacto con el tronco de un árbol, apoyándose con la espalda en él
o si se prefiere subiéndose a sus ramas con cuidado y reposando
entre sus gruesas ramas con la espalda apoyada en alguna de éstas.
Con esta postura no debe olvidarse tampoco, el seguir respirando
de forma completa como se ha mencionado en párrafos anteriores.

Con la Frente o parte anterior de la cabeza

Uno de los tres vórtices de energía, llamados “calderos”, a los que


nos remite la práctica druídica evolucionista, se ubica
intangiblemente por el centro de la frente, nos referimos al caldero
del Conocimiento o “Coire Fhís”. Es el más alto de los tres “coirí
filíochta”. Para aquellos que se instruyen con conceptos afines de
espiritualidades de otras culturas, como puede ser el hinduismo o el
54
taoísmo, se les indica que coincide con el sexto chakra (cakra) que
tiene en cuenta la espiritualidad hindú, pero su área de influencia se
extiende desde el quinto hasta el séptimo chakra (cakra). También
coincide con el Tan Tien Superior que considera la espiritualidad y
práctica taoísta.

El centro de este caldero es el también esotéricamente llamado


“tercer ojo” y penetra así mismo en el orbe psíquico de la
clarividencia, de la perspicacia, del discernimiento y en el místico
de las visiones y de la intuición, ya que con este Caldero (centro de
la frente) en contacto directo con el árbol, la conciencia se abre y
puede llegar a las concavidades del ente arbóreo y a los espacios
sutiles de su interior, por donde corre la energía sutil y la propia
savia. El cometido más valioso del centro de la frente en el
contacto directo con un árbol, es absorber y captar la energía
interna y externa, física y metafísica, para avivar la capacidad de
vislumbrar lo invisible, conocer lo desconocido y aprender lo
ignorado. Este tipo de contacto directo y comunicación puede
usarse simultáneamente con el directo de las manos, para
amplificar los resultados que se pretenden.

Se asocia con otro de los tres reinos y sustancias elementales


druídicas como es la del Agua, y por tanto vuelve a tener una
vinculación directa con el Árbol, porque éste también es Agua,
como lo somos los seres humanos, y en general, todas las criaturas
de este Planeta.

¿Qué podemos hacer por los árboles?

Después de todo lo expuesto, está claro que los árboles pueden


hacer mucho por nosotros, pero ¿y nosotros? ¿Qué podemos hacer
por ellos?
Plantar árboles aunque es un paliativo de la situación mundial de
tala indiscriminada de árboles, no es tampoco una solución
absoluta, sino apurada.
55
Ecocentrismo

Ni siquiera desde un punto de vista eco-céntrico, la repoblación


forestal es lo único que podemos hacer para ayudar al planeta y a
nosotros mismos.
Desde el Druidismo, se apunta que el problema y la solución no
consisten tan solo en repoblar, sino en comprender que los árboles
son seres vivos que merecen nuestra atención, consideración y
respeto y que no son solo recursos para que los humanos dispongan
de ellos, sino también cobijo y alimento de muchas otras especies
animales.
Con todo, y desde un punto de vista más eco-céntrico, lo que sí se
puede hacer para paliar en algo la situación es reciclar papel y
madera para volverlas a reutilizar y así disminuir la tala
desenfrenada de árboles.

Los setos arbóreos, en las laderas de las montañas, ayudan a


absorber las intensas lluvias que a veces se producen, pero cuando
se eliminan dichos setos las aguas torrenciales originadas por los
aguaceros insistentes van a parar de inmediato a los ríos y se
producen grandes inundaciones río abajo.
La pérdida generalizada de arboledas y bosques aumenta la
temperatura y trasforma el clima de este planeta, y si por desgracia,
la temperatura aumentase varios grados, el hielo de las regiones
árticas empezaría a derretirse y aumentaría el nivel del mar. Si el
nivel del mar aumentase unos metros, muchas ciudades costeras
quedarían cubiertas por las aguas.
Pero el problema mayor generalizado, es la tala y aun peor la tala
indiscriminada para elaborar bienes de consumo, recursos varios o
despejar áreas forestales para la construcción, para la agricultura y
para la ganadería.
En nuestras sociedades consumistas y capitalistas, las talas de
árboles no se pueden evitar por completo, ya que las poblaciones
56
urbanitas consumistas, requieren ingentes cantidades de madera
para que las empresas constructoras puedan fabricar sus casas y
muebles de madera o para poder procesar con la celulosa, papel
para libros y revistas y elaborar todo tipo de artefactos y enseres
que se utilizan en la vida cotidiana, como carcasas de barcos,
juguetes, ataúdes, barriles, celofán, adhesivos, cajas, papel
higiénico aditivos y espesantes de comida, ingredientes para
medicamentos, cascos, cuerda, equipaje, filtros de cigarrillo,
celuloide fotográfico, tintes naturales, aceites perfumados,
alquitrán, brea, aguarrás o trementina, mentol, productos de
limpieza, desodorantes, antimicóticos, insecticidas, betún,
perfumes, pasta de dientes, naylon, crayones, abrillantadores de
maderas, explosivos, cosméticos, cinta adhesiva y fijador para el
cabello.
El lauril sulfato de sodio es un subproducto del proceso de creación
del papel que se utiliza en el champú para el lavado del cabello y
cremas para facilitar el afeitado como elemento generador de
espuma. Y cientos de productos más.
Se requieren acciones simples para resultados múltiples.
Desde un punto de vista individual, puesto que 1+1=2 y 1+1+1=3 y
etc., pueden hacerse acciones simples personales que contribuirán a
preservar el medio ambiente y evitar progresivamente la
destrucción de arboledas.
Acciones ecológicas tales como;

-La compra de productos de papel reciclado, sanitario o de oficina,


así como trapos de tela para sustituir todo aquel artículo desechable
de papel como servilletas, platos y vasos, por otros con opciones
lavables y reutilizables. Evitar recibir todo tipo de la publicidad
impresa, así como extractos bancarios y facturas de servicios (luz,
agua, gas, teléfonos), ya que por todo ese correo basura y
consumista, se estima que es responsable de la friolera cifra de más
de 100 millones de árboles talados anualmente solo en España.
El promedio es de 2,3 árboles por persona y año, solo en España,
por poner un ejemplo, y de 170 kilos, de los que se recicla un 50%.
57
Como dato se apuntará que para conseguir un paquete de 500 hojas
de papel de impresora se precisa, un tronco de árbol de 90 cm de
alto por 20 centímetros de diámetro. Este cambio simple puede
hacernos más reflexivos y maduros al reducir el número de árboles
talados sobre nuestra propia conciencia.

Para las compras de supermercado, es mejor utilizar bolsas de tela


o de productos reciclados antes que utilizar bolsas de plástico o de
papel, ya que las bolsas de papel estándar, también contribuyen a la
deforestación. Y obviamente siempre será más adecuado y acertado
comprar alimentos y productos que preserven los bosques y las
selvas del planeta y que no impliquen la deforestación.

Igualmente, la mayoría de bosques son destruidos para


proporcionar espacio para la agricultura y ganadería, y su
desarrollo, así como han provocado el aumento de los incendios
forestales de forma fortuita o intencionadamente, que se han
incrementado además debido al calentamiento global. La
producción de carne en general requiere muchos recursos. Las
granjas industriales necesitan espacio, agua y comida para los
animales que hacinan.
En cuanto a la compra de muebles de madera, es mejor buscar los
muebles elaborados libres de prácticas de explotación intensiva o
talas indiscriminadas que anuncien con garantías claras que su
madera proviene de fuentes sostenibles y con un impacto cero o
mínimo en los bosques. Otra opción sería adquirir muebles
antiguos en lugar de muebles nuevos.

Citas célebres sobre los árboles.

"Para mí, la naturaleza es sagrada; los árboles son mis templos y


los bosques son mis catedrales."

Mikhail Gorbachev
58
Cada árbol es un depósito de fuerzas salidas del sol y de la tierra,
y podemos extraer estas fuerzas. Escoged un gran árbol: un cedro,
un roble, un haya o un abeto... os arrimáis a él colocando vuestra
mano izquierda a vuestra espalda, con la palma apoyada en el
tronco del árbol, y al mismo tiempo colocáis la palma de vuestra
mano derecha sobre el plexo solar. Os concentráis en el árbol
pidiéndole que os dé una parte de su fuerza; entonces se produce
una especie de transfusión de energías que recibís a través de
vuestra mano izquierda y que cedéis mediante la mano derecha al
plexo solar. Luego, dais las gracias al árbol.

Omraam Mikhaël Aïvanhov (Místico húngaro)

Todo el que disfruta cree que lo que importa del árbol es el fruto,
cuando en realidad es la semilla. He aquí la diferencia entre los
que creen y los que disfrutan.

Friedrich Wilhelm Nietzsche

Los árboles son parte de la solución contra el cambio climático, el


mayor problema que hemos enfrentado nunca."

Al Gore, Político norteamericano

“Un árbol es nuestro contacto más íntimo con la naturaleza”

George Nakashima, arquitecto de la madera

Los árboles son santuarios. Quien sabe hablar con ellos y sabe
escucharlos, descubre la verdad. Ellos no predican doctrinas ni
recetas. Predican, indiferentes al detalle, la originaria ley de la
vida.

Herman Hesse. “El caminante”


59
En la hora del nacimiento, un árbol hermano para enraizar. Un
árbol en la hora de la muerte para conducirnos. Un árbol guardián
que custodia nuestra casa. El árbol en la plaza para la unión del
pueblo. Un árbol templo para la boda, la fiesta y para hablar con
el cielo. Un árbol rey en el centro de la nación para inspirarnos.
Un árbol al principio. Un árbol en el ombligo del tiempo. Y un
árbol antes del fin. Y en esta hora oscura millares de árboles
medicina para sanar al hombre y a la tierra.
Ignacio Abella “La Magia de los árboles”

¡Oh, vosotros!, que estáis siempre en pie, que surgís de la tierra y


que llegáis a tocar el cielo, pueblos de árboles, sois innumerables
pero uno de entre vosotros ha sido escogido para sostener esta
cabaña sagrada de purificación.
Vosotros, pueblos de árboles, sois los protectores de los pueblos
alados, pues sobre vosotros construyen sus tiendas y crían sus
familias, y debajo de vosotros hay muchos pueblos a los que
cobijáis. Que ellos, con todas sus generaciones, caminen juntos
como parientes.

Alce Negro J.E. Brown (Jefe sioux lakota oglala) “La pipa sagrada”

"La gente que no hace nada por conversar los árboles vivirá
pronto en un mundo que tampoco puede sustentar a las personas."

Bryce Nelson

"En la Tierra, el mejor amigo del hombre es el árbol. Cuando


utilizamos el árbol con respeto y prudencia, puede ser para
nosotros uno de los mayores recursos de la Tierra.

Frank Lloyd Wright

60
"Son bellos en la paz; son sabios en el silencio. Perduraran cuando
nosotros ya seamos polvo. Nos enseñan, y nosotros los cuidamos."

Galeain ip Altiem MacDunelmor

ESTABlECIMIENTO DE UN RITUAl DRUIDICO

Cuando en uno de los capítulos anteriores se trató sobre el


“Nemeton/Nemeta”, ya se describió análogamente el concepto
sobre un círculo humano para reunirse druídicamente en un grupo
afín. Este capítulo se va enfocar más en la cuestión ritual.
61
Por ello, en no pocas ocasiones entre seguidores druídicos se
debate en intimidad fraternal, sobre cuál sería la mejor
conformación para establecer un círculo ceremonial y practicar un
ritual.
Se apunta intimidad fraternal, porque abiertamente existen
reticencias para hablar de según qué temas con personas ajenas a
esta espiritualidad o que no conforman el grupo anímico habitual.
Por ello, no existen en español, excepto traducciones del inglés o
del francés, demasiadas orientaciones escritas públicas, sobre las
guías o modelos que pueden seguirse y servir para la realización de
rituales druídicos. Ello en parte es debido a esa reticencia por
exponer “intimidades druídicas” al público en general, pero
también al hecho de que no existen demasiados autores de habla
española que sirvan como referencia de liturgía druídica que sea
seria y digna.
El autor mismo de estas líneas, es medido en exponer ejemplos
de esas temáticas por el recelo personal a ver como el “druidismo
blanco”, que goza con la escenificación pero se halla carente de
profundidad filosófica, pudiera ganar fuerza y sobresalir por
encima de los fundamentos esenciales de la espiritualidad y
religión druídica.
Demasiados, grupos, paginas internáuticas o foros “paganos”
en Internet, se limitan a establecer pautas de comportamientos
litúrgicos, a determinar y describir cuales son los objetos
adecuados, sus colores y formas, a decidir y luego resolver las
vestimentas apropiadas, las invocaciones convenientes, los
protocolos favorables, etc., sin ir más allá de lo estrictamente
ceremonial. Pero para el seguidor druídico consecuente y
coherente, alejado de las formas sin fondo, el acto ceremonial
privado o colectivo, es el postrero acto de la emanación de su
espiritualidad.
El franquear dicha reticencia al realizar ciertas reflexiones
sobre el rito y mostrar sus resultados, tiene como modesto objetivo,

62
la elaboración de un modelo flexible de ritual druídico, que se
adapte sin transgresiones a la espiritualidad que lo alberga.
Así como el motivo principal es el de servir de orientación,
aunque sean elementales e iniciales, a los muchos seguidores
druídicos que no han hallado un itinerario inicial adecuado por
donde adentrarse en la frondosidad solemne de la liturgia druídica,
para expresar ceremonialmente, la consecuencia legítima y genuina
de su espiritualidad.
No pocas veces se observa, como se recurre a rituales y
nociones de otras variantes espirituales, dada la escasa información
fidedigna que se encuentra sobre la realización de los actos
ceremoniales druídicos en la actualidad.
Así pues, con humildad y honestidad, se ha de reconocer que
los criterios que se expondrán, son el resultado de los
conocimientos adquiridos y de la intuición que brota,
fundamentados en lo que el autor piensa que es coherente y
consecuente con la céltica cultura y la druídica espiritualidad.
Por ello, con las recomendaciones que se escribirán, no se
pretende confundir a nadie, ni afirmar que de la forma que se
expresará, fuese así como realmente se practicaba antiguamente,
pues conocemos algunos y explícitos detalles, pero no todos los
detalles.
Finalmente se acaricia la idea, de que dichas sugerencias, no
sean entendidas como falacias, necedades, delirios, o florituras
mentales personales, ni tampoco como axiomas ortodoxos.
En el druidismo, a través de la meditación y otros
procedimientos, se consigue una interiorización íntima y personal
que nos ayuda a entender quienes somos en realidad, despertando
nuestro interior y haciendo de nuestro aprendizaje un perpetuo
auto-análisis, una búsqueda interior que hoy se denomina
remozadamente auto-conocimiento.
Realizar e incluso asistir a unas ceremonias, celebraciones o
liturgias sin conocer por qué y para qué se asiste o se cumplen, es
una práctica inútil; es “druidismo blanco”, es mera escenificación,
sin más valor que el del simple ocio. Sólo puede llegar a
63
comprenderse el significado de un ritual, si conocemos, la creencia,
el mito o la leyenda, es decir, la realidad druídica que lo origina y
lo sustenta.
Defender y apostar por una filosofía con su opción de vida, sin
entender que es lo que realmente se está respaldando, es un acto
fútil. Los propósitos deberían estar bien definidos y claros en esta
primera fase del ritual.
El cómo, porqué y para qué, se celebra, honra o reverencia, un
acto litúrgico. Donde y cuándo se debe asistir o participar en un
evento de culto o ceremonia.
Qué se intenta favorecer con el rito, para qué y porqué se desea
conectar con la Madre Naturaleza y sus elementos (los cuales
siempre estuvieron ahí, aunque nosotros no estuviéramos
preparados para intimar con ellos), para qué honrar y conocer a los
antepasados y a los propios y afines dioses, o el porqué honrar a la
Fuente Suprema, origen primordial de todo lo que existe.
Una vez se tenga claro todo ello, es el momento para poder
decidir si realizar un ritual o no.
En el caso de pensar que se está preparado espiritual y
mentalmente, se habrá de elaborar la siguiente fase del ritual que
consiste en su preparación, teniendo en cuenta que dentro de
cualquier acto litúrgico druídico, pueden formar parte de esa
estructura, tanto los símbolos, los ritmos, las canciones, incluso
danzas y meditaciones, así como un alto grado de cohesión,
afinidad y conexión, entre todos los que participarán en el proceso
y su consumación.
Una de las mayores comprensiones que ofrece un ritual
druídico, sin desechar ningún otro aspecto o entendimiento, es
percatarse de que existe una Realidad Superior, unas fuerzas
tangibles o intangibles, otros planos, otros mundos, otros seres y
otras realidades y entidades.
Otra de las capacidades que se adquieren conforme se progresa
en la práctica del ritual, es la percepción y conocimiento de nuestro
propio Yo, de nuestra misma alma. Aunque también de nuestra
64
personalidad presente, es decir, de la máscara diaria que nos
colocamos para relacionarnos con los demás.
Los druidas antiguos explicaban, que sólo aquellos que
conocían su auténtico rostro y su nombre verdadero eran los
auténticos maestros.

En realidad, somos aquello que creemos que somos, pero


también aquello que mostramos que somos y lo que hacemos ver
que somos, pero también somos, lo que creemos y pensamos que no
somos, pero que otros creen que así somos. Somos lo que los
demás piensan y dicen que somos, porque otros que son, saben con
certeza que así somos. Somos lo que decimos ser, pero somos
también lo que callamos y escondemos ser.

Así pues, para la cuestión de la representación de la liturgia


druídica, se propondrán unas acciones, basadas en lo que el autor
percibe y entiende que son elementos esenciales, culturales y
místicos del Druidismo.
Dichas opiniones no están basadas en datos arqueológicos o
históricos ya que no existen hasta la fecha antecedentes o
testimonios que permitan saber con una mínima precisión y detalle
cómo fueron la mayoría de los rituales druídicos de antaño. Los
escasos datos que existen sobre rituales, son especialmente
literarios, épicos o líricos y son poco precisos e incompletos, por lo
que cualquier reconstrucción litúrgica o práctica de la misma en
cualquier grupo, orden o asociación druídica, se debe más a una
figuración de estilo y modo propio de cada una de ellas, que a
fundamentos basados en datos ancestrales.

Los Bosques

Generalmente, los seguidores druídicos entienden


perfectamente que la tierra no pertenece a nadie en particular, (con
dicha idea base, incluso se pueden sostener ideas y causar
repercusiones políticas) y que los bosques no pueden ser
65
encasillados como posesiones de nadie, ni ser considerados meros
recursos a expoliar para satisfacer la avidez económica de ciertos
humanos.
No deberían poderse comprar o vender ni bosques ni tierras. Ni
deberían ser ensuciados, saqueados, arrasados o expoliados sin
conciencia alguna, pues pertenecen a ellos mismos, a la Madre
Naturaleza y consecuentemente a todos.
Los bosques son nuestros perennes aliados, pues gracias a ellos
también podemos vivir, respirando el oxigeno que producen y nos
obsequian. Pero proteger e intentar conservar el bosque al estilo de
muchos grupos ecologistas más o menos politizados, sin intuir o
discernir las energías que lo albergan, los espíritus amigos que se
manifiestan, tan solo arguyendo su importancia en la supervivencia
del ecosistema y entre las especies, que ciertamente la tiene, es una
defensa que a la larga se diluye en la eco- demagogia política, con
pobres resultados efectivos. Máxime, cuando existen bio-piratas
con una nula espiritualidad que sólo entienden de beneficios
económicos a toda costa y los argumentos ecológicos, les merecen
el mismo respeto y consideración que un bosque lleno de árboles a
punto de ser talado por ellos mismos.
“Total”, dicen; “cuando el hombre devaste el último bosque,
yo no voy a estar aquí para padecer las consecuencias”.
Y es que, sin duda, cualquier renovación social, debe pasar
primero por una revolución íntima y personal. Por un cambio de
conciencia entre los hombres, o mejor expresado, por una
evolución de la conciencia y una revolución espiritual. De lo
contrario, sólo parches pueden obtenerse, que a la larga en la
mayoría de ocasiones, y a la corta en las otras, se pudrirán y caerán
por sí solos.
Por otra parte y como cuestión fundamental de la espiritualidad
druídica, se deberían visitar estos templos naturales, que son los
bosques con más asiduidad. Bastantes seguidores druídicos
concurren y acuden mucho menos a estos templos, que otras

66
personas creyentes de otras espiritualidades o religiones lo hacen
con los suyos.
El bosque se manifiesta también a través de todos los seres que
alberga y de otros a los que ampara, tanto visibles como invisibles.
Se expresa a través de las marcas en sus piedras y de las
contraseñas variadas en sus senderos y rutas. El bosque informa a
quien penetra en su misma longitud de onda, pero también ofrece
serenamente el arte de su naturaleza, en la armónica belleza de sus
rincones. Igualmente brinda a quien pueda percibirlos y quiera
conocerlos e interpretarlos, los ignotos secretos de sus precipicios,
vaguadas y grutas, y proporciona consejos espirituales y
testimonios históricos en sus vetas pétreas y ruinas ancestrales, que
marcan muchos parajes que siempre fueron de máxima inflexión
telúrica.

Deleita los sentidos humanos: El olfato a través del perfume de


sus flores, el gusto a través de sus frutos comestibles, la vista a
través de los matices de su flora y de las formas de su fauna, el
tacto a través de la textura de las superficies de todo lo que allí
existe, y el oído cuando se logra percibir los sutiles mensajes
subliminales, místicos y vitales a través del aullar del viento, del
crujir de sus árboles y ramas, de los rumores de sus fuentes, y del
murmullo del agua de sus riachuelos, de los silbidos de sus aves, de
los ecos de los animales que allí moran y del silencio de sus cuevas.
Todo ello se condensa en el bosque, porque está vivo. Y es
que, categóricamente, si se honra al bosque, éste honrará al que
honra toda vida existente. Cada árbol del bosque continúa estando
en él presente, entre otras consideraciones para ser comprendido,
correspondido y entablar una fluida relación con él.

Los bosques son templos en sí, en la espiritualidad druídica.


Son sagrados y son amigos y con estas connotaciones se debería
actuar una vez en ellos. Bosque y templo son dos nociones
equivalentes en esta espiritualidad, y por tanto, el respeto hacia el
bosque es un cimiento básico donde se apoya el Druidismo.
67
No es consecuente con el Druidísmo, bajo ningún precepto o
conducta, internarse en cualquier bosque, y aún menos donde se
establezca y consagre un Nemetón, para ensuciar, cortar hojas,
ramas, flores, talar árboles o arrancar arbustos o arbolillos
indiscriminadamente, sin ninguna consideración ni respeto. Debería
quedar explícitamente claro que el concepto de respeto a la Madre
Naturaleza, no se puede sostener con tales actitudes egocéntricas y
groseras. Como decían los druidas de otras épocas:
“No se puede arrancar una flor sin perturbar a una estrella”.

Obviamente con respeto, si se desea se podrá recoger lo que el


amigo bosque regale, y siempre, interior o exteriormente pidiéndole
permiso a él o a las conciencias espirituales a él asociadas, y de ser
posible correspondiendo al regalo con acciones de sincero
agradecimiento
Este respeto, esta veneración o culto por la Tierra, por la
Madre Naturaleza, por los bosques y las fuerzas telúricas latentes y
patentes, es la misma que reverenciaban los primeros pueblos
matriarcales del planeta. Los celtas además, aportaron la noción
indoeuropea solar, etérica, incluyendo todo lo que está vivo, arriba
o abajo, en una sola contemplación.
Por ello, el árbol, ente vivo, es el símbolo preciso de esta
observación, pues enlaza los dos niveles: el inferior o menor y el
superior o mayor. Lo que es arriba es abajo y viceversa, afirmaron
los sabios antiguos, aunque quizá no en la misma gradación, sin
embargo, sí en la esencia.
El desierto y su aridez tanto a un nivel narrativo y figurado
dentro de lo espiritual y social, como a un nivel natural y tangible,
es la antítesis del seguidor druídico, y el hecho evidente en la
actualidad, es que éste avanza;. Montes quemados, arboledas
taladas, selvas devastadas, ríos putrefactos o desecados, cielos y
aires contaminados, fauna extinguida, etc.
Quizá la humanidad pueda vivir sin desiertos y aridez, pero sin
aire, ni bosques, ni ríos, categóricamente, ello no es posible.
68
El Nemeton Silvestre

Ya se ha tratado en otro capítulo precedente sobre los “Nemeta”


(pl.), sin embargo, he aquí unas consideraciones adicionales.

El espacio al aire libre formando un natural espacio druídico


ceremonial, preferentemente un bosque o arboleda que podría
denominarse correctamente Nemetón, debería ser un lugar
preferente y predilecto, alejado y aislado de los ruidos inarmónicos
de las grandes urbes y además adecuado para dichos eventos, al que
sólo pudieran acceder sus miembros para realizar celebraciones,
ritos o reuniones y asambleas druídicas.
Hay que considerar que algunos rituales deben celebrarse después
del crepúsculo o cuando se pone el sol, siguiendo las tradiciones
druídicas, pues eran los momentos en el que se iniciaba la jornada
céltica. Y no está de más apuntar, que no existe ninguna
contradicción entre esta forma de iniciar la jornada y las leyendas,
mitos y cuentos célticos, repletos de héroes legendarios con
atributos solares y diurnos.
Hay que hacer una aclaración a esta aparente contradicción en
los conceptos metafísicos celtas, que en realidad no es tal, pues
entre los celtas y otros pueblos pre-cristianos, los contrarios no son
opuestos sino que se complementan.
En realidad es un equilibrio, una simetría y ponderación no
solo entre los dos aspectos básicos de la jornada, sino en toda la
simbología arquetípica entre la luz y las tinieblas, entre la
luminosidad y la oscuridad, entre lo Tuatha Dé Danann y los
Fomorianos, entre el Orden y el Caos, entre lo desconocido y lo
conocido, entre lo latente y lo patente, entre lo velado y los
desvelado, entre la incertidumbre y la certeza, entre el sol y la luna,
y entre todas las divinidades solares y lunares. Los celtas fueron y
son los hijos de la noche, y es la noche la que da nacimiento al día.
De la misma manera como el Ser es engendrado por el No-Ser, y de

69
la misma manera que de lo desconocido se puede llegar a lo
conocido

Así pues, la zona del Nemetón silvestre destinada, circunscrita


y consagrada al rito, debería ser un lugar situado en algún espacio
del bosque o del propio Nemeton, en un claro tranquilo, limpio de
residuos urbanos, y rodeado de rocas o piedras y árboles, a ser
posible.
En dicho espacio concreto del Nemeton, tampoco debería
dedicarse, al mismo o en otro tiempo, a cualquier otra actividad
druídica o de otro tipo que el círculo pueda realizar.
El mismo bosque o el Nemeton, pueden ser espacios bastante
amplios y puede haber zonas adyacentes específicas para diversas
actividades. Además, el respeto, el buen juicio y la moderación,
también son rasgos místicos a tener en cuenta en este tema.
En consecuencia a lo apuntado, el punto más importante para
una ceremonia ritual, es el claro del Nemetón, la zona o área donde
puede contemplarse el firmamento sin obstáculos. Este es el
genuino lugar de todo el Templo Silvestre, donde los almas de los
miembros del círculo druídico van a intentar conectarse con el
espíritu de la Madre Tierra y sus fuerzas telúricas, y con el espíritu
del Padre Cielo y sus fuerzas etéreas. Considerando que ambas
fuerzas, pueden conceptuarse como arquetipos divinos,
emanaciones de una Primera Causa o como divinidades
individualizadas, con epítetos y nombres propios.
Una vez que se ha intuido el lugar donde mejor puede ubicarse
el área litúrgica del Nemetón, lo druídicamente adecuado sería
preguntar a los espíritus guardianes del entono, si aprueban las
pretenciones para establecerlo dentro de su espacio energético, ya
que ellos también se verán influidos por las energías que
desprenden los futuros asistentes al lugar.

Una vez establecido el área, sería coherente con la liturgia


druídica plantar, trasplantar o que estuviera rodeada por setos u
70
otras presencias arborescentes, las cuales también ayudarán con sus
fluyentes energías y propiedades, a realizar esa expansiva conexión
que se pretende.
No es preciso, aclarar en amplitud, que si dicha área tiene
como parapetos naturales a los robles, el lugar supera lo
dignificado y consagrado, si acaso ello es superable, y se
transforma así en sobrehumano y mágico.
En el Nemetón druídico, sería ideal que hubiera un árbol en su
centro como símbolo del Árbol del Mundo, o Árbol de la Vida, el
“Bilios” o el “Crann Bethadh”. Este Árbol Cósmico, cuyo nombre
deriva del Dios Bilé o Bel gaélico o del Belenos galo, tiene
homólogas simbologías al mítico fresno nórdico denominado
Yggdrasil. Si además esta representación druídica del Árbol del
Mundo fuera un roble, sería el “sumum del sumum”.
Es probable que en el Nemetón que se establezca se hallen en
su área elementos pétreos variados; rocas, piedras, peñascos o
minerales. Materia y componentes que son los más antiguos del
planeta y como consecuencia del lugar.
Llevan tantos milenios sobre la Tierra que encierran energías
intensas y arcana sabiduría. Los maestros druidas de antaño sentían
por estos elementos una especial predisposición, honrándolos como
obsequios de la Madre Naturaleza.
Es a través de las sensaciones táctiles, percepciones psíquicas
y emociones anímicas como es factible sintonizar con las energías
que las piedras y minerales transmiten, aunque para muchos ocurra
de una manera imperceptible.
Existen lugares especiales en todo el mundo, donde las piedras,
materia activa que emiten vibraciones geológicas, acentúan su
energía. Estos lugares se reconocen porque en ellos se hallan
construcciones megalíticas, dólmenes o menhires de diversos
tamaños, desde pequeños y menudos, hasta otros de más de cuatro
metros. Dichos alzamientos pétreos, señalan y señalaban puntos de
influencia solar intensa en el lapso de tiempo entre estaciones
climáticas o marcando líneas ocultas de fuerza telúrica.

71
Otros lugares especiales son aquellas superficies por cuyos
subsuelos transcurren ríos subterráneos, se forman lagos naturales
internos o a nivel de la superficie o surgen fuentes y manantiales.
El agua es portadora de vida.
Es gélida como la del témpano de hielo.
Es sinuosa y dulce como la del caudal.
Es lozana y joven como la de la fuente.
Es mística y espiritual como la del vapor.
Es Divina y celestial como la del rocío.
Es mágica y prodigiosa como la de la escarcha.
Es atractiva y seductora como la de la nieve.
Es violenta e impetuosa como la del granizo.
Es fértil y fecunda como la de la lluvia.
Es divertida y placentera como la del mar.
En conclusión, posee una enorme facultad de adaptación y
transformación.

Y finalmente se ha de considerar que un Nemeton, con sus


espíritus guardianes y entidades intangibles, puede aceptar a un
grupo humano durante un tiempo que no es posible determinar,
pero puede ocurrir que en algún momento, la energía concentrada
de los rituales que puedan celebrarse allí, comiencen a repercutir en
la energía del área, alterándola. Es decir, la energía de un grupo
humano que se reúna en él, se puede volver inadecuada e
incompatible con la del espacio sagrado y entonces, es el momento
de pensar en cambiar la ubicación del Nemetón, si ello es posible.
Y sino es factible, entonces habrá que acometer profundas tareas de
purificación y catarsis del espacio íntegro e incluso, no estaría
demás, que también de los asistentes habituales.
El requisito de honrar y respetar a los espíritus del lugar es de
suma importancia, porque sin ellos, cualquier conexión que se
establezca no sólo es irreverente, sino incluso perjudicial.

Preparación personal
72
Antes de asistir o realizar cualquier ceremonia o rito, es
indispensable que deberíamos preparar nuestra alma, mente y
cuerpo para ello.
Si se fuma o se toman bebidas alcohólicas con regularidad, es
preferible que unos tres días, mínimo, antes, se desechen estos
contraproducentes hábitos, aunque sea de manera transitoria, para
que la sangre y los pulmones se tonifiquen y puedan llenarse de
energía de nuevo. El principal metabolito de la nicotina, la cotinina
tiene una vida media que abarca desde las 19 hasta las 37 horas,
según el metabolismo de la persona fumadora.
Sin duda, puede ser un gran esfuerzo para las personas adictas
al tabaco o aficionadas al alcohol, pero la voluntad en lograrlo, es
ya un indicio de la firme disposición para realizar un ritual.
Si se consumen sustancias estupefacientes con frecuencia, la
depuración es aún más larga, ardua y lenta, ya que éstas se fijan en
la sangre y no se eliminan antes de un mes. Por lo tanto, no es
recomendable que ningún toxicómano o adicto a sustancias
narcóticas, esté presente, en ninguna ceremonia druídica, menos
aun que las pueda dirigir.

Ciertamente, determinados grupos paganos utilizan para sus


rituales exclusivamente, algunas sustancias narcóticas para
conseguir estados alterados de la conciencia., pero la postura
mayoritaria de los seguidores druídicos al respecto, es la de dejar
que tal decisión corresponde tomarla a la totalidad de los
componentes de cada grupo, en virtud de su libre albedrío y
autonomía. Sin embargo, debe considerarse que aunque antaño se
utilizaron sustancias enteógenas naturales en los rituales druídicos
y paganos, los tiempos han cambiado, y también el rol y la relación
con las drogas. Hoy son potingues, mayoritariamente químicos que
actúan sobre la mente. Son peligrosas y pueden inducir a un uso
crónico y a una adicción, además de provocar estados de apatía,
somnolencia y torpeza generalizada, con menoscabo de la
sensibilidad, convulsiones e incluso con su consumo continuado; el
73
coma, con lo cual se consiguen unos resultados diferentes a los que
se pretendían durante la consumación del ritual. Es por ello, que la
recomendación generalizada al respecto, es no utilizar dichas
sustancias alucinógenas.
Por otra parte se ha de considerar el aumento de sectas
religiosas que utilizan las drogas para conseguir la sumisión del
adepto, lo que sin duda crea una dependencia absoluta entre sus
seguidores. En el druidismo cualquier actitud, acto ritual o
ceremonia que someta o puede dilucidarse como un sometimiento
de la voluntad individual, es sin duda, execrable.
Sin titubear un ápice, se aconseja como sustituto de las
sustancias narcóticas, la meditación, la cual es mucho más efectiva
cuando se conoce y practica con asiduidad.
Es mejor que la mente medite, a que la mente divague. La
mezcla de las experiencias espirituales con el consumo de drogas es
un cóctel explosivo del que es muy difícil salir anímicamente bien
parado.
Quienes usan las drogas con fines espirituales, en la opinión
del autor de este libro, no son lo suficientemente espirituales como
para prescindir de ellas. Necesitan de los tóxicos alucinógenos para
penetrar en sus realidades subjetivas y ponerse en contacto con sus
divinidades. No es la atmósfera sagrada creada en el grupo, ni su
conciencia serena las que les llevan y facilitan vivir esas
experiencias, sino la borrachera, la embriaguez, el aturdimiento que
les producen las drogas que se administran respirándolas,
ingiriéndolas o a través de la piel, las que les conducen a
experimentar lo que ellos piensan que es sagrado.
Las naturales sustancias que segrega nuestro cerebro, de
manera frecuente cuando estamos sumergidos en la experiencia de
lo sagrado, son más que suficientes para hacernos regocijar con
dulces éxtasis místicos, sin peligro de irse suicidándose lentamente.
El efecto sedante de la meditación y de la paz espiritual, es de
una calidad muy superior a cualquier tipo de tranquilizante
farmacéutico o de droga hipnótica.
74
Por otra parte, antes del ritual, es recomendable también que se
realice un poco de ejercicio físico diario, que el cuerpo se mueva, y
que no esté en reposo demasiado tiempo, exceptuando los
momentos de descanso. Si se soportan demasiadas horas sentado o
en una posición incómoda, es aconsejable cambiar de postura y
levantarse, caminando un poco.
Es conveniente usar ropa cómoda y no ajustada, al igual que el
calzado También, sin importar que tipo de actividad se realice a
diario, es adecuada la ingestión de agua mineral, (mínimo 1,5 litros
por día), ya que ésta se encarga de higienizar las partes internas
físicas, aportando los oligoelementos y sales minerales propias del
líquido, que ejercen un efecto positivo en el refuerzo del organismo
y prevención de enfermedades a las que se está expuesto en una
sociedad tan masificada, consumista e industrializada.

Incluso en la cuestión alimenticia, se debería considerar que


para una relación óptima con el entorno, como hicieron los druidas
de antaño, correspondería nutrirse con alimentos naturales y
propios de la temporada climática en la que se está y que se
encuentran en nuestro entorno. Si se pretende comunicarse con
aquello que nos rodea, con árboles y plantas, con animales etc.,
sería muy consecuente y armónico introducirse en la misma
frecuencia y longitud de onda que ellos.

Sirva el siguiente ejemplo como aclaración:

Si se ingiere piña tropical o ananás en conserva, en zonas


mediterráneas europeas y en invierno, no se estaría en plena
longitud de onda, puesto que las piñas no se dan en esos entornos
climáticos. En conserva posee aditivos y conservantes artificiales
para su mantenimiento en la lata o frasco y pierde sus propiedades.
Es un fruto, que en estado natural, aporta un 85% de agua por lo
que en los inviernos mediterráneos, la reposición de líquidos en el
cuerpo humano, no la precisaría. Con el frío, al organismo le
conviene nutrirse de alimentos calientes, y la piña en conserva
75
normalmente se come fría. En cualquier caso, la cuestión
alimenticia es una sugerencia más para facilitar esa comunión, si
acaso se pretende, con el entorno.
Para preparar la mente es necesario hacer algún tipo de
ejercicio como la meditación, que ayude a centrar los pensamientos
o a colocar la mente en blanco. No son precisas largas horas de
meditación, con algunos minutos diarios, por ejemplo antes de
dormir, ya se logra cierto beneficio.
Con esta práctica no sólo se aprender a concentrarse, sino
también a abandonar la ansiedad a la que se pueda estar sometidos
debido al deambular social y laboral diario.
Existen diversos métodos para meditar y contemplar, hay
tratados y textos extensos sobre ello. No obstante, se recomienda
iniciarla con sonidos considerados como sagrados que son
parecidos a los conocidos “mantras” orientales, con palabras o
frases consagradas cortas en las que concentrarse, que estén
firmemente arraigadas en la espiritualidad druídica. Palabras tales
como “Awen” “Imbas” “Lugh” “Dana”, “Dan” “Aoí”, “Onn”, son
algunas de las más populares.
Después se procede a cerrar los ojos, permaneciendo en una
posición confortable, tumbado o sentado y relajando todos los
músculos, sin cruzar piernas o brazos, respirando suave y natural de
forma lenta pero profunda y expirando de la misma manera, desde
la parte baja del abdomen, hasta la parte alta de los pulmones. A
continuación se repite mentalmente o en voz baja la palabra
sagrada (“mántrica”) elegida, durante quince minutos. Al finalizar,
no debería hacerse bruscamente, es preferible dar un lapso de
tiempo a la mente y al cuerpo para volver al estado anterior al
contemplativo.
Este arte de practicar la meditación ya lo conocían los ancestrales
druidas como el arte del “Dercad” (pronunciado daiarku) que fue
la antigua práctica meditativa que los druidas irlandeses usaban
para lograr un estado de “Sitcháin”. “Sitcháin” (pronunciado
schikun), es en gaélico; la quietud o la paz de la mente.
76
No será necesario aclarar que el lugar donde se practique dicha
técnica de meditación debería estar ausente de ruidos, TV, radios o
teléfonos o cualquier aparato electrónico. Sin embargo, una música
armónica, alejando el aparato reproductor del entorno próximo,
puede facilitar la tarea. Aquellas personas que padecen insomnio,
pueden intentar técnicas meditativas para conciliar el sueño, que
siempre es más saludable que tomar barbitúricos que a la larga se
convierten en adictivos.
Es evidente que ayudaríamos a armonizar nuestras aturdidas
mentes, si padeciendo de insomnio, excluyéramos de nuestra
alimentación nocturna, alimentos pesados, refrescos o productos
con cafeína, productos alcohólicos, incluso evitando el uso y abuso
del tabaco.
Los requisitos de preparación, que también se inscriben en el
marco de los rituales personales, para la realización de una
ceremonia no son realmente difíciles. Ni son manías, caprichos o
prejuicios, pues aunque son voluntarios, deberían ser para el
practicante un hábito previo a cualquier ceremonial, si realmente se
lo toma en serio y desea junto a los demás mantener la energía y
fortaleza del grupo. No son rutinas de un esfuerzo supremo ya que
de convertirse en hábitos, entrarían en la definición de método o
estilo que no serían más dificultosos de realizar que los de los
“rituales menores” que se realizan cotidianamente para ducharse,
levantarse de la cama, ir al trabajo, etc.
Aquellas personas que no sean capaces de atenerse a ninguno
de los requerimientos mínimos expresados, tampoco deben tener un
mínimo interés por asistir o integrarse en cualquier rito druídico.
No obstante, lo expuesto no son dogmas, sino consejos para
facilitar una conexión óptima con el entorno.
Que cada cual pues, actúe según le sugiera su propia conciencia.

Componentes humanos

El grupo druídico, en lo concerniente al factor humano, reúne a


personas que pertenecen o siguen una misma espiritualidad
77
druídica. No obstante, en algunos rituales suelen invitarse a otros
hombres o mujeres paganos de cualquier senda positiva y afín con
las esencias druídicas.
Pero un grupo druídico abarca más aspectos que los
ceremoniales, litúrgicos o asamblearios que se puedan realizar en
un Nemetón. También es un conjunto activo de personas unidas por
una misma espiritualidad que realizan otra serie de actividades, que
podríamos catalogar como sociales, ecológicas, colectivas,
solidarias, tanto en los ámbitos urbanos como rurales o agrestes.

Al igual que los druidas de antaño, los actuales, no están


circunscritos o limitados a una sola área. Uno de los objetivos de
los druidas del pasado, era conseguir la sacralización de toda la
sociedad, incluido por supuesto el entorno agreste. Con este
propósito, evitaban que su tarea fuera entendida como un mero
sacerdocio, pues sabían que el patrimonio de lo sagrado se derrocha
fácilmente solo con los usos clericales.
El cometido concluyente en los rituales, además de venerar a
los antepasados, a las diferentes Divinidades, emanaciones de la
Primordial Causa, además de celebrar los cambios estacionales, y
de fomentar la cohesión tribal, es cambiar la condición de la
persona misma, aproximarla a otro modo de entender el micro y
Macro Cosmos y su posición, meta y nivel en él. El druida de ayer
como el de hoy, en su función magistral como tutor, tiene como
sagrada misión despertar las conciencias, como maestro enseñar lo
que sabe y como consejero espiritual, estimular la espiritualidad de
las personas que con buena voluntad se le acerquen para conocerla.
No es proselitista ni fanático, pero si es perseverante en su
cometido.
El número de personas que se requiere como mínimo para
realizar una conmemoración druídica grupal o colectiva, es de
cuatro. Menor número de personas, más se aproxima a una reunión
de tres o menos amigos que no van a poder efectuar un rito grupal
de forma eficiente y para que no parezca una mera payasada.
78
Aunque ciertamente, se puede hacer cualquier ritual individual
o de más individuos en la privacidad del hogar o en el exterior,
pero con fórmulas menos elaboradas, mas sencillas y breves, a la
par que más íntimas.
También son factibles, los rituales personales e íntimos con
diversos fines espirituales o vitales, tanto en el bosque como en
nuestra vivienda u otro paraje, pero con vínculos, propósitos y
desenlaces diferentes a los cultos ceremoniales grupales.
Además de las cuestiones de eficiencia, el número cuatro tiene
muchas connotaciones místicas, druídicas y célticas, como se
detallan en los siguientes ejemplos;

 Cuatro son las fases principales de la luna: Llena,


Menguante, Nueva y Creciente.
 Cuatro son los animales primarios totémicos: Jabalí, Ciervo,
Águila y Salmón
 Cuatro son las edades del Hombre: Infancia, Juventud,
Madurez y Vejez.
 Cuatro son los tesoros míticos de los celtas: La Lanza de
Lugh, la Espada de Nuada, el Caldero de El Dagda y la
Piedra Lia Fáil.
 Cuatro son las ciudades míticas de los Tuatha Dé Danann:
Gorias, Finnias, Murias y Fálias
 Cuatro son los maestros druidas legendarios: Morias
(Morfesa, Morfis, Marouessos), Sémias (Simias), Urias
(Esras, Esdratis o Euras) y Arias (Uscias)
 Cuatro son las funciones primordiales entre los druidas de
Irlanda: Conocimiento, Batalla, Prosperidad y Canción,
relacionadas con los puntos cardinales básicos: Oeste,
Norte, Este y Sur.
 Cuatro son las festividades Mayores druídicas, ya muy
conocidas: Samhain, Imbolc, Beltane y Lughnasadh.
 Y Cuatro son las festividades Menores druídicas:

79
 Alban Arthan (Solsticio de Invierno) “Deuorius Riuri” que
es la fiesta de invierno que marca el calendario de Coligny
y que celebran algunas agrupaciones druídicas de rito
armoricano o gálico. En la Irlanda actual se conoce como
Mean Geimhridh, Grianstad an Gheimhridh y en Escocia se
llama An Fheill-Shlinnein, en referencia a un tipo de
adivinación mediante huesos quemados de buey.
Matronucta en galo y Modra Necht en galés, son otros de
sus apelativos. En algunas órdenes druídicas galas recibe
también el nombre de Geimros y Genimalacta.
 Alban Eilir, (Equinoccio de Primavera) También Ostara,
Oestre, Eostre, Eastre, Alban Eilir o Eiler, Elaris Alba,
Alban Talamonos, Mean Earraigh, Esracos, Satios, Sul
Bleuniou/Sul ar Vleuniou (breton).
 -Alban Heruin (Solsticio de Verano) “An Fhéill-Eoin”
“Gwyl Ifan” entre los galeses, Golowan entre los celtas
córnicos, Mean Samhraidh entre los irlandeses, Samara o
Eruina Alba entre los galos y Tantad entre los bretones.
 -Alban Elfed (Equinoccio de Otoño) Alban Elued, Eluetias
Alba, o Luz del Agua, “Tiocobricstio”. “Vogiemos” y
“Dervobrextio”. Más tardíamente, en otras zonas insulares
celtas se celebraba con el nombre de Mea'n Fo'mhair o
Mean Foghamar.
Un Inciso

No se citarán, los consabidos Cuatro elementos; tierra, aire,


agua y fuego, porque realmente la Teoría de la existencia de un
principio permanente origen de todo, más conocida como la
"Teoría de los Cuatro elementos", fue formulada por cuatro
filósofos de la Antigua Grecia: Tales, Anaxímenes, Heráclito, y
más tarde Empédocles. Años más tarde esta teoría fue aceptada por
otro filósofo de la Cultura Helénica como fue Aristóteles y gracias
a él ha pervivido tantos siglos.
80
Sin embargo, aunque existen muchos neodruidas actuales, que
tienen en cuenta dicha teoría en sus rituales, sigue siendo una
creencia, hipótesis o deducción tenuemente druídica, adoptada con
cierto vigor recientemente en la historia del Druidismo.
El druidismo trata con Tres principios esenciales: Agua, Tierra
y Aire, que se asocian a múltiples conceptos metafísicos como por
ejemplo los Tres Reinos, aunque dichas tres esencias no eran vistas
solo como manifestaciones exclusivamente de lo físico, sino como
formas de entender la vida.
La comprensión de sus propias existencias pasaba por la
integración con La Tierra, con el Agua y el Aire y todo cuanto en
ellos había y existía. Por ello, al fuego, al “Tan” o “Aed”, entre las
lenguas celtas, lo consideraban como un soplo sagrado, un poder
noble de transmutación y un factor, asociado a la vida, a la muerte
y a la purificación, por ejemplo cuando lo utilizaban en las
conocidas hogueras ceremoniales. Pero no fue considerado un
elemento raíz, al estilo conceptual helénico.
Resumiendo, no existen evidencias que avalen remotas teorías
o prácticas sobre los cuatro elementos helénicos en los rituales
druídicos. Sin embargo, en la posterior restauración revivalista de
estos ritos, se encuentra alguna correspondencia.

Otras consideraciones sobre el factor fuego

El polémico debate sobre el tema del fuego, bajo cualquiera de


sus connotaciones, es una cuestión que atañe a varias corrientes
espirituales y culturales de este planeta, que lo han considerado
como un elemento primario en sus concepciones metafísicas.
Algunas corrientes espirituales orientales también consideran a la
madera como elemento primario, pero entre las cosmovisiones
indoeuropeas como los griegos, romanos y etc, ha sido
conceptuado tanto como elemento primario, como debiendo su
existencia a los otros tres, es decir, al agua, a la tierra y al aire.
En la filosofía druídica, también de base indoeuropea, ha sido
calificado según esta última concepción, aunque algunas órdenes
81
druídicas actuales lo contemplan como principio primario, incluso
está presente en sus rituales.
La ciencia de hoy en día, apoya el punto de vista mayoritario
druídico, es decir, el fuego debe su existencia a la acción del
oxígeno u otro gas, que druídicamente pertenecen al simbolismo
místico del Reino del Aire.
Como también sabemos hoy desde la ciencia, el fuego es una
reacción de oxidación de material combustible, que se acompaña de
una liberación de energía. El oxígeno u otro gas, el calor provocado
y el combustible en proporciones apropiadas, crean el fuego y si
uno de estos elementos faltara o fallara, éste no existiría.
No obstante, el simbolismo del fuego es sumamente arcaico.
Estaba ya grabado en la mente de los druidas como luz que se
fraguaba en lo etéreo y se proyectaba en el aspecto de centellas y
relámpagos o de los rayos vivificantes del sol.
El antepasado celta conectaba el fuego celeste con sus mismos
dioses y al fuego subterráneo como una entidad con precisas
expresiones, ambas de origen divino, simbolizando, por otra parte
en diferentes ocasiones, también al eje del mundo que une lo
terrenal con lo etéreo.
El fuego tiene un profundo sentido de tipo místico-espiritual.
En el druidismo, es un símbolo noble y vivo que se crea consciente
e inconscientemente. Ya los druidas empleaban el rayo de luz solar
para encender, en no pocas veces el fuego de sus altares, lo
ejecutaban concentrando el rayo sobre un cristal apropiadamente
tallado y engarzado, para atraer el fuego divino desde el
firmamento hasta su santuario.
El fuego es el componente que simboliza la iluminación
personal, pero también la transmutación universal, es el que se
eleva hacia el cielo y a sí mismo se sublima. Es el que contribuye al
Gran Plan Cósmico y es el que transmutado otorga nuevas
modalidades de energía y progreso, si es sostenible y adecuado
para la Humanidad. El fuego, es también el atributo de la
metamorfosis espiritual incitando a la meditación y al auto
82
conocimiento, sabedor de las certezas y verdades custodiadas
recónditamente en el inconsciente humano.
Y, además, es un elemento que el humano descubrió por sí
mismo y que también puede originar por él mismo. Lo cual
permitió que desde épocas remotas y gracias también a ello,
pudiera sentirse creador y parte de la Divinidad.
Por todo ello, el que haya druidas y seguidores druídicos o
filósofos de variadas tendencias que no lo conceptúen como
elemento, o que ni siquiera lo consideren un elemento natural
primario, no indica que el fuego no se tenga en alta consideración y
valoración dadas sus cualidades y propiedades, tanto místicas,
mágicas, como funcionales. Aún no siendo considerado un
principio o elemento primario, es de suma importancia, pues su
índole guarda un misterio que entra de lleno en las simbologías
cósmicas, aún no entendidas plenamente por los humanos.
Cuando se habla de elementos primarios desde un punto de
vista orgánico nos referimos, incluso con metáforas a aquellos que
son entornos básicos en el planeta Tierra. Cuando hablamos
filosóficamente o desde la espiritualidad, establecemos tres o
cuatro elementos primarios, según las concepciones de cada cual.
Algunos druidas y seguidores druídicos consideran que la
materia, es decir, todo lo que nos rodea y que percibimos a través
de los sentidos, viene en tres presentaciones aparentemente
distintas, básicas y exclusivas: En sólido, en líquido o en gaseoso
(gas), es decir una tríada, tan apreciada en esta espiritualidad, que
se simboliza como Tierra, Agua y Aire. Por ello, inicialmente cabe
una elemental matización sobre el fuego, puesto que no es lo
mismo tratar sobre él como un elemento esencial natural que como
un principio primario metafísico.
En cuanto a la consideración como elemento esencial natural o
principio primario material, se ha de reflexionar primeramente
sobre su influencia en la existencia del ser humano:
El Homo Ergaster, se supone fue el primer ser conocido, hasta
los descubrimientos actuales, cuyos restos están asociados con el
fuego. Se conoce que lo manipularon y realizaron agujeros en el
83
suelo para ubicarlo y fijarlo para que perdurara el máximo tiempo
posible. Anteriormente al Homo Ergaster, la manifestación del
fuego se debía a los rayos de las tormentas, a la erupción de los
volcanes, a igniciones de elementos gaseosos o materias orgánicas
en descomposición, pero provocados siempre por la Madre
Naturaleza de la cual aprendió el hombre.
Al principio, éste lo obtuvo de fuentes naturales como árboles
ardiendo por la intervención de un rayo, a través incendios
naturales causados por los rayos del sol o de volcanes en erupción y
otros fenómenos naturales. Más tarde, el hombre aprendió a hacer
fuego por medio de dos métodos elementales: percusión y
rozamiento. El método de percusión consistía en golpear dos
pedazos de pedernal, generando chispas que encendían el material
combustible. Y el de rozamiento que consistía en frotar dos trozos
de madera básicamente hasta que la fricción provocaba una chispa
que encendía la hierba seca preparada. Lo que es evidente, es que el
dominio del fuego, no le fue indispensable al hombre primitivo
para la supervivencia hasta entonces, siendo posteriormente, el
único animal capaz conscientemente de provocarlo o producirlo.
Aunque también es evidente, que el conocer las técnicas para
producirlo fue uno de los grandes descubrimientos de la
humanidad, que mejoró y transmutó desde aquellos tiempos hasta
hoy, la vida humana y aumentó significativamente las posibilidades
de supervivencia.
Tierra, Agua, Fuego y Aire en su forma natural, son
propiedades del comportamiento de la materia, propiedades
comunes a todos los fenómenos materiales y que todo cuerpo
material exhibe, pero se afirma que de estos, el fuego no es un
elemento primario porque se necesita de la combinación o acción
de alguno o de los otros tres para que se manifieste. Y, sin
embargo, es una mutación, un proceso, que puede transformar a los
tres que se podrían considerar “a priori” primarios.
El fuego es también, el factor mediante el cual todos los
fenómenos materiales tienen cierto grado de calor. Cuando una
84
sustancia en particular es sentida como fría, se debe a que está
menos caliente que nuestro propio cuerpo. Por lo tanto toda materia
posee cierto grado de calor, cierta cantidad del elemento fuego,
pero no es un valor absoluto, sino relativo. Ya que el fuego nos da
calor o sensación de calor en relación, al estado de temple de
nuestro propio cuerpo.
Pero además de estas consideraciones, que efectivamente son
primarias y básicas, tenemos que físicamente los elementos
primarios que pueden darse en la naturaleza, los estableció un tal
Dimitri Ivanovich Mendeliev que clasificó en 1860, los elementos
químicos ya conocidos, dicha clasificación fue mejorada
posteriormente, es lo que se ha llamado la “Tabla Periódica”.
De todos los elementos que componen dicha tabla se ha
establecido hasta la fecha que los considerados elementos de la
vida o bioelementos son unos 25, es decir, de momento se piensa
que la vida en la Tierra ha surgido de unos elementos concretos, de
sus propiedades físico-químicas y sus procesos.
A su vez, se establece que los bioelementos primarios, son
básicamente el carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno. Con ello
tenemos que al tratar de elementos primarios como agua, tierra y
aire, estamos empleando metáforas y síntesis, aún cuando se traten
desde un punto de vista físico o material, pero con una capacidad
de análisis concreta e inconscientemente desde una forma particular
de entender el mundo.
Así podríamos decir que cuando afirmamos que la Tierra, el
Aire y el Agua, son principios primordiales y el Fuego es un agente
transformador, nos estamos refiriendo a que los tres primeros son
elementos o entornos básicos y el último, un agente o factor capaz
de transmutarlos. Pues como es sabido, la materia no se destruye, ni
por la acción del fuego, sino que éste, transforma la energía de la
materia de distintas maneras.
En cuanto a la consideración como principio o elemento activo
y primario desde la perspectiva metafísica druídica, que es a la que
concierne en este inciso: los elementos no expresan exclusivamente
la literalidad de los términos y aun no siendo considerado por
85
algunos seguidores de esta filosofía como primario terrenalmente
hablando, se asocia a las divinidades y también a lo que hay de
divino en el hombre como parte del Todo.
Por lo tanto, dentro de la espiritualidad druídica tiene una
relevancia sumamente importante. Su simbolismo está sujeto a la
mística del espíritu, a esa fuerza interior que reside en lo más
recóndito del ser humano y en realidad de todas las cosas. Desde
este plano se conceptúa también, como una manifestación
energética de los otros tres elementos que le dan vida.

Por supuesto, entre los celtas, el fuego era un compendio de


calor y de luz, muy relacionado con la purificación, y con la
veneración al Sol. Era un símbolo en muchos rituales como los de
Samhain y Beltane. Dijo Amerghin, el druida de los hijos de Milé,
en el Libro de las Invasiones, al arribar a Erin:
“Yo soy el dios que forma en la cabeza del hombre el fuego del
pensamiento”.
Es evidente que el fuego es símbolo de los dioses solares,
igual que el hacha, la flecha o el martillo, recordemos a Lugh, a
Sukellos o al Thor nórdico.
Por otra parte y debido a este admirable respeto y concepción,
también el fuego del hogar representaba el centro de la actividad de
la familia. Tanto el cocinar, el comer, como el contar proezas de
antepasados y dioses, se recitaban o relataban alrededor del fuego
central del hogar o del fuego central de la tribu.
Era allí donde el druida bardo/fili o el jefe del clan, narraban
las tradiciones mágicas, las leyendas, las historias, las cuales se
transmitían también por estos, de generación en generación. Ellos
eran capaces de inspirarse en la cualidad elemental del fuego y su
llama, como un factor capaz de transmutación, incluso en el
espíritu del hombre. Factor, que además tiene la habilidad física de
cambiar la sustancia de un plano de energía a otro.
Se podría hacer una alusión al Big Bang o Gran Explosión, que
algunos piensan fue el Fuego Primario y generador, y con ello
86
intentar avalar la idea del Fuego como elemento capital y una
divinidad suprema, siguiendo algunas conjeturas de los filósofos
griegos.
Pero dichas creencias se alejan de las concepciones druídicas,
puesto que toda la energía que nos rodea, desde el calor del Sol,
hasta las radiaciones cósmicas que apenas superan el cero absoluto,
son un resto de esa primera explosión y un proceso expansivo, o si
se prefiere transmutador, de ese acontecimiento cósmico, que para
el druidismo también es Divino y originado en primera instancia
por la Divinidad, que es mucho más que energía, sin la cual
tampoco hubiera tenido lugar.
Los Druidas acostumbraban a emplear el rayo de la Luz Solar para
encender Fuego en sus altares; esto lo hacían disponiendo un cristal
o aguamarina en el que incidía el rayo solar sobre él.
Estaba especialmente tallado y engarzado en forma de broche
mágico. En el libro del topógrafo y experto en antigüedades
irlandesas; Charles Vallancey “Collectanea de Rebus Hibernicis” y
en el libro del experto canadiense en mitología, religiones y
ocultismo Mainly Palmer Hall, “El misterio del fuego”, a este
broche se lo denomina “el cristal ardiente de los druidas” o “liath
meisicith o liath fail” y se suponía que tenía el poder de atraer el
Fuego Celeste y Divino y concentrar sus energías para disponerlas
en beneficio del hombre.

Se cierra el Inciso.

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Siguiendo con la cuestión numérica de los miembros de una


comunidad o grupo druídico activo.
El número adecuado máximo de asistentes a los rituales, es
muy variable, dependiendo de la estructura y contexto del ritual y
de las posibilidades del círculo como congregación, pero “a priori”,
el número trece es un número adecuado y propicio, sin que
necesariamente deba ser riguroso. Por otra parte, el número trece,
87
también tiene sus propias connotaciones místico-espirituales y
célticas. Trece son las lunaciones que tiene el ciclo anual espiritual.
Aunque ciertamente, el número de participantes máximo por el
cual un círculo deja de ser efectivo depende de muchos factores,
como puede ser incluso la fraternidad alcanzada entre todos sus
componentes, un círculo sin estos vínculos afectuosos o con lazos
frágiles entre los integrantes, o con conflictos inter-personales,
desequilibra la armonía y debilita el resultado que puede conseguir
el círculo o grupo como conjunto. Por lo tanto, de existir conflictos
personales, éstos deben ser resueltos sin mucha dilación.
Por otro lado, el grupo debería tener un portavoz o dos, así
como oficiantes, sean éstos, sacerdotes o vates druidas para oficiar
los ritos que pudieran proyectarse, preferentemente de ambas
polaridades humanas, es decir, femenino y masculino.
De no haber dichos oficiantes sería adecuado invitar a oficiar
los ritos a sacerdotes o vates de ambos géneros que estén
reconocidos por sus conocimientos por la propia comunidad
druídica u otra afín en creencias y orientación druídica.
Hay ciertos grupos paganos, incluso algunos druídicos que no
realizan sus rituales u otras actividades con personas de los dos
géneros, pero al margen de opinar lo desacertado de la medida o
norma, esa discriminación sexista, no ocurre ya en la mayoría de
los grupos de orientación y espiritualidad druídica.
Las dos polaridades que se expresan físicamente en la especie
humana, con sus fuerzas, energías, potencias, virtudes y
singularidades varias, no son contradictorias, ni se repelen la una a
la otra, sino que se yuxtaponen y se combinan, como así sucedía
antaño en la celebración de Imbolc, donde se veneraba a la mujer y
los hombres aprendían de ellas, estableciendo una vez más contacto
con su polaridad femenina. O por el contrario, como ocurría en la
festividad de Lughnasadh, donde eran las mujeres las que
admiraban las cualidades varoniles, aprendiendo de ellas y
armonizándose con su propia polaridad masculina. Los celtas en
general, eran conscientes de la necesidad del equilibrio interno
88
entre los polos masculino y femenino, cuando ambos permanecían
en concordia en el interior de cada ser humano.

Por ello, en momentos de meditaciones grupales y similares, se


apoya la intercalación de personas de uno y otro género, unidos por
sus manos, para dar mayor cohesión al grupo y mayor fuerza
energética, justo por la combinación de las potencialidades de
ambas realidades físicas humanas.
La unión justamente por las manos, y no por los brazos por
ejemplo, en momentos de meditación grupal, tampoco es un
capricho, pues éstas son unas de las más importantes partes del
cuerpo humano, junto con los pies, ya que absorben la energía,
tanto la que otros seres nos puedan transmitir, como la que se
impulsa desde las extremidades y otros seres captan, sean éstos,
animales; humanos o no, vegetales o minerales.
También, las palmas de las manos, al igual que las plantas de
los pies, tienen una serie de terminaciones nerviosas y cauces por
donde fluye la energía del cuerpo. Es obvio que intentar esta
conexión por los pies al desnudo, es algo más complicado, por lo
que sigue prevaleciendo la recomendación de efectuarla mediante
las palmas de las manos.

Al definir el espacio ritual en un Nemetón, si éste quiere ser


trazado o dibujado como un círculo, aunque no es ritualmente
necesario, puede perfilarse su contorno con una rama o cayado de
roble o cualquier otro árbol significativo.
No es necesario indicar, que si previamente no se tiene un
cayado, concedido o asignado por la Naturaleza, no debería ser
arrancado o cortado de su natural tenedor. Se sugiere que éste debe
ser otorgado y regalado por el bosque.
Se indica, “si éste quiere ser trazado”, porque puede darse la
circunstancia de hallar una zona concreta o área idónea, donde no
sea preciso trazarlo.
Cabe decir que en la antigüedad, los druidas no delineaban
círculos; puesto que si el rito se realizaba en el interior de un
89
bosque, ese claro donde se establecía el Nemeton, ya de por sí era
el lugar consagrado para cualquier rito.
No obstante, si con todo, se insiste en delinear el círculo
debido a circunstancias variables, puede realizarse igualmente con
una espada o lanza, representativas ambas de dos de los tesoros de
los Tuatha dé Danann.
Dicho círculo puede diseñarse también con montones o pilas
de piedras más o menos menudas, sin embargo, esto implica un
mayor esfuerzo tanto en tiempo como en lo físico. Si se realiza de
esta manera, como obsequio a estos esmeros, sentiremos una
intensa y positiva energía, pues las piedras llevan consigo toda la
fuerza de todos los tiempos, de la Madre Naturaleza.
Si se traza el círculo, éste se proyecta en sentido horario o del
sol, es decir, en “deosil”. La palabra “Deaseil”, no significa otra
cosa que “el sentido en el que camina el Sol”, empezando y
acabando por el Este, tal y como hacían los druidas ancestrales.
Ellos denominaban “deisel” “a la manera de la mano derecha”.
De trazar un círculo, éste debe delinearse con unas medidas
mínimas aconsejables. En el caso de haber cuatro personas en el
rito, el mínimo diámetro recomendable es de dos metros. Con solo
cuatro personas, más diámetro circular se pierde calor humano,
pero con menos trazo, las personas que interactúan, se interferirán y
estorbarán unos con los otros.
Si se establecen los puntos cardinales del círculo, si no
conocemos la orientación, es preciso utilizar una brújula. La
circunferencia es símbolo, además, del infinito y de la eternidad,
pues no tiene principio ni fin.
Al colocar un altar, si éste no está fijo (no es necesario que sea
grandioso) o es el mismo suelo, éste debe estar orientado hacia la
salida del Sol, es decir, hacia el Este, como los ancestros hacían,
ofreciendo homenaje al despunte de la energía renovadora.
El altar puede ser una piedra o roca, de adecuadas dimensiones
y estable. Puede ser un tablero sobre caballetes, ambos de madera,
sin elementos artificiales. Incluso puede ser la misma Tierra que
90
pisamos, sobre un área específica que se señalará para tal efecto
con algún tejido, tela o paño de algún color armonizado con la
estación en la que se celebra el ritual: Si el bosque está verde, verde
podría ser el color apropiado, si está blanco por la caída de la nieve,
blanco sería el color adecuado, si está rojizo o amarillento por la
inminente caída de la hoja etc., estos merecerían ser los colores
aplicados. Si aún y así se tienen dudas sobre el color conveniente,
sería aconsejable como fórmula general, obtener un paño o lienzo
blanco de algún tejido no sintético, preferentemente de origen
vegetal como algodón, lino, hilo, yute, ramio, sisal etc. y libres de
tintes químicos.

Dentro de un santuario druídico o Nemeton, el altar, que puede


ser considerado como adecuado para los ritos, obtiene sus
elementos de plantas, ramas u hojas que se hayan podido encontrar
en ese mismo lugar, también de minerales o piedras sin pulir, tal y
como se han encontrado en su estado natural, ya que así son
excelentes conductoras de energía. Dichos elementos cumplen una
función decorativa, pero sobre todo cumplen una función
simbólica. Al recogerlas, no estaría de más tener en cuenta aquel
aforismo que se dice entre druídicos;

“si tomas una piedra del bosque, no lo hagas solo con la


mano, tómala también con el corazón y así la sentirás en tu alma”.

Se puede igualmente colocar velas, candelas o antorchas para


facilitar la visión tanto del altar, como del área del círculo, si ello es
preciso. Pero, si el altar está muy lleno de objetos, éste puede ser
más una distracción y un obstáculo, que un soporte para la práctica
ritual. El altar debe ser fuente de calma, de energía canalizada hacia
los que estén presentes.
Se sabe que los antiguos druidas, instruían y realizaban ciertos
rituales junto a sus discípulos en el interior de cuevas las cuales
iluminaban. Utilizaban para su alumbrado, como resultará obvio
suponer, el fuego, en fogatas, en braseros, en teas y antorchas.
91
Y no sólo usaron antorchas, teas u hogueras cuando sus
rituales eran al aire libre y no había luminosidad suficiente, sino
que también utilizaron velas, al parecer, de cera virgen de abeja, sin
blanquear.
Incluso, cuando los bardos buscando la inspiración
(Awen/Imbas) se recluían en lugares aislados como chozas,
cabañas, cuevas, etc., sin ventanas, para impedir la entrada al
sonido del exterior o a la luz del día, la única claridad que solían
tener, además de la iluminación de la Awen/Imbas, era la tenue
claridad que proporcionaban las llamas de las velas de cera.
Ciertamente, a pocas personas no les resultan embriagadoras la
luz de una vela o las llamas de una hoguera que cautivan,
hipnotizan y ayudan a que acuda la Awen/Imbas.

Se ha de mencionar, que todo objeto utilizado en un ritual


druídico es un elemento que posee sus cualidades propias y su
simbología. Estos objetos, son herramientas y objetos valiosos, que
tienen funciones también arquetípicas, pues la percepción de una
imagen, activa todo el Ser.
Impulsa a la mente, en su forma racional o emotiva, a la
evocación memorística de la herencia espiritual, a la imaginación
en los planos intuitivos y en el orbe de los deseos, incluida la
afectividad. Es decir, involucra todo nuestro Ser, tanto al plano
consciente como al nivel inconsciente.
Así se puede llegar a comprender que la apreciación alegórica
del símbolo, descubre las profundidades de nuestro Ser, a través del
objeto que nos estimula, y expande nuestro autentico Yo.
Simbolizar es lo consecuente en el ser humano, es lo más
claramente perceptible, lo más testimonial o útil; e incluso, es el
principio por el que se manifiestan las esencias inconscientes hacia
el plano consciente, gracias a una sucesión de evocaciones,
reminiscencias, sentimientos y otras metáforas.
El símbolo se utiliza frecuentemente en la vida cotidiana. Y en
el ritual, tampoco podría ser de otra manera. Es necesario, para
92
activar los pensamientos, para personificarlos de la manera más
adecuada. Sirven para desplegarse hacia nuevas dimensiones, para
proyectar la mente y el espíritu hacia lo infinito, y librar al ser de
las limitaciones físicas que lo restringen.

Cualquier símbolo debería ser un elemento encaminado hacia


una realización propia de crecimiento interior, y ser también, un
manantial de conocimiento, ya que combina los diferentes niveles
de nuestras mentes.
El símbolo y el arquetipo es el lenguaje que también utiliza el
espíritu a través de la mente y el cuerpo como medio de
comunicación en el ritual druídico. Con ellos, la magia interior se
concentra, y facilita que ésta entre en contacto con el sub-
consciente para ayudarle a realizar, entender e involucrarse
íntimamente con la ceremonia.

Los llamados Cuartos en un Ritual Druídico

En párrafos anteriores se ha mencionado como establecer los


puntos cardinales, ayudados por una brújula. Y ahora se cita a los
cuartos de nuevo, pues éstos, antaño correspondían a funciones
dentro de la Tribu misma, relacionados con direcciones geográficas
y telúricas, con ciudades míticas, tesoros épicos a modo de
talismanes y druidas legendarios. Es, en referencia a estos
arquetipos y símbolos como en la ceremonia druídica pueden
establecerse los cuartos en la zona ritual del Nemetón.
Hay investigadores del druidismo que varían el orden que se
expondrá a continuación y las correspondencias con los tesoros y
las ciudades míticas, pero en este texto se señalarán las
vinculaciones más usuales aplicadas a las funciones.
No obstante, ello no quiere decir que órdenes, asociaciones y
grupos druídicos de diversa condición y estilo, con sus propias
percepciones sobre el asunto, empleen las correspondencias que
aquí se expondrán.

93
Los nombres de los druidas que se mencionarán entre
paréntesis, son los que aparecen en el “Libro de las Invasiones” o
“Leabhar Ghabhála Erínn”, los mencionados antes del paréntesis
son otros nombres que investigadores de lo céltico, les dan1. Sin
embargo, tanto unos como otros, aparecen postreramente, en
épocas ya de la cristianización y cabe sospechar que no son reflejos
exactos de los tiempos pre-cristianos, aunque, se pueden relacionar
perfectamente con el espacio sagrado druídico de los “cuartos” en
los tiempos actuales.

Agrupaciones y Vinculaciones del Simbolismo de las Cuatro


Funciones Druídicas Primordiales

NORTE SUR ESTE OESTE


FALIAS GORIAS FINDIAS MURIAS
PIEDRA ESPADA LANZA CALDERO
LIA FAIL NUADA LUGH DAGDA
TIERRA FUEGO AIRE AGUA
MORFESA ESRAS USCIAS SEMIAS
ULSTER MUNSTER LEINSTER CONNACHTA
CATH SEIS BLATH FIOS

1
Nota; Algunas órdenes o agrupaciones druídicas de tradición bretona o gálica,
establecen los siguientes nombres:
Para las cuatro islas o ciudades míticas del norte del mundo: Ualiassos,
Goriassos, Uindiassos y Moriassos, de donde provienen los “Toutai Deuas
Danunas” (Tuatha dé Dannan”)
Para los cuatro tesoros: La espada de Nodons, La Lanza de Lugus, La Piedra de
Ualis y el Caldero de Dagodeuos.
Para los cuatro maestros druidas legendarios y primordiales: Marouesos, Esdrios,
Idscios y Semios.
Para las cuatro festividades druídicas: Trinox. Samoni, Ambiuolcaia, Belotennia
y Luginaissatis.

94
(Batalla) (Canción) (Prosperidad) (Conocimiento)
JABALÍ SALMON AGUILA CIERVO

Fios (Conocimiento)

La primera función es atribuida al Conocimiento, llamado “Fios”,


su dirección telúrica es el Oeste, la ciudad mítica relacionada con
esta dirección telúrica y mística sería Murias (Muir en gaélico es
Mar).
Murias es llamada la ciudad de las grandes proezas. Murias
fortaleza de pináculos, Murias ciudad del mar. El maestro druida
legendario es el afable Sénias o Sémias o Semiath, Semios o
Semiatis, "el Sutil".
El tesoro épico y emblemático que procede de la ciudad de Murias
es el Caldero “Coire Anseasc” o “Undri” (Caldero Húmedo) del
Dios creador del Draoicht, (pronunciado Drikt) (Druidismo)); del
gigantesco y ciclópeo Daghda. Caldero de la Abundancia, nunca
seco, y nadie que se surtiera de él, quedaba insatisfecho.
Un caldero, de Regeneración y renacimiento, de fertilidad, en cuyo
interior, húmedo y oscuro, bulle la vida, como en el mismo mar.
Por otra parte, las concentraciones de agua dulce como lagos,
pozos, pantanos, ciénagas, etc., fueron considerados como pórticos
de acceso al Mundo Inferior cuya antesala era el mar. Por ello la
inmersión en el Caldero del Daghda, representa también un
simbólico umbral para acceder al Mundo del Pasado, a esa
dimensión profunda y también íntima que es el Mundo inferior,
subterráneo, subyacente.
Un portal por donde además, debe pasar todo mortal en sus ciclos
de vida y renacimiento.
Es la dirección que se vincula al simbolismo celta del elemento
Agua, aunque en el mundo celta antiguo, existía una diferenciación
en el simbolismo entre el agua del mar o salada y las aguas dulces
pertenecientes a manantiales, fuentes, ríos, pantanos, estuarios,
pozos, etc.

95
Las primeras pertenecen al ámbito del Mundo Inferior y las
segundas pertenecen al ámbito del Reino Medio, pero también con
vinculaciones a ese Mundo Inferior o Subterráneo.

Una de las divinidades celtas relacionada con esta dirección es


Mannanan Mac Lir, que mora en los reinos marinos, teniendo su
residencia en ellos, tutelando y gobernando al mismo tiempo sobre
el Reino del Mar y siendo el guía de las almas de los fallecidos
hacia el Inframundo. Poseedor también de la "Crane Bag"
(irlandés: “corrbolg” literalmente, Bolsa de (piel de) Grulla, una
bolsa mágica y de curación, donde guardaba sus talismanes, que es
un objeto análogo al Caldero del Daghda.
También la diosa celta galesa Kerridwen (Cerda Blanca) tiene su
vínculo con esta dirección, merced a su caldero de la sabiduría y de
la inspiración que es un vigoroso símbolo de la magia de la
transformación y evolución, así como de los aprendizajes en los
conocimientos alcanzados a través de las renovaciones, de las
vicisitudes de la vida y de la experiencia.

Otras divinidades que pueden relacionarse con esta dirección pero


que incluso pueden corresponderse con las otras funciones serían;
La diosa celta continental Rigantona, la galesa Rhiannon, la
irlandesa Macha.
Las dos primeras especialmente por su carácter de conductoras de
almas al Inframundo.
En cuanto a los animales totémicos y su simbología relacionada en
este caso con las orientaciones sagradas donde ejercen de guías
espirituales, se considera que el ciervo es un antepasado mítico de
los celtas, siendo en sus atributos una de los representaciones más
manifiestas de la fertilidad, a la vez que tutor o guía de las almas de
los fallecidos, convirtiéndose de esta manera en un ser psicopompo,
más aun si éste es blanco.
También tenemos la leyenda de Tuan Mac Cairill, entre otras, que
narra cómo este personaje se va transformando sucesivamente, en
96
ciervo, jabalí, águila y finalmente en salmón. Esta leyenda
establece para muchos druidicos los cuatro animales sagrados
primordiales del Druidismo, como son los mencionados, siendo el
salmón otro animal que se puede vincular al Oeste, si se quiere
tener en cuenta los simbolismos que se adaptan al principio del
Agua.
No obstante, en los Mabinogion galeses se cita que los animales
más antiguos del universo son mirlo, ciervo, águila y salmón.
También en otras páginas del referido Mabinogion se cita a un
salmón en la historia de Kulhwch Y Olwen, donde se menciona al
salmón de Llynn Llyw.

Pero si a esta dirección se le quiere atribuir la función más


apropiada y vincularla al animal que mejor la representa, puede
dilucidarse que el animal primordial que mejor se consagra es el
Ciervo, como nos cuenta la leyenda de Ossian (cervato) hijo de
Finn Mac Cumhaill, que tuvo a este hijo producto de sus amores
con un ser femenino del Otro Mundo llamada Sadv, convertida ésta
en cierva dorada. Ya crecido, Ossian quedó cautivado por la belleza
de Niamh Chinn Óir, (Niamh del pelo dorado) hija de Mananann,
viajando con ella hacia el reino de Tir na n’Og.

Poema de Murias

Iolair Faol ©

Ayer soñé con una ciudad sagrada


Fue la hundida Murias, la marinera
Solitaria Murias ahora abandonada
ciudad de coral y espuma hechicera

En aquel vacío, sima de ecos y voces


la magia empapa la noche acuática
azulada imagen de marea estática
de altivas torres, ofrenda de dioses
97
Orfeón del mar, delfines entonando
sinfonías primorosas, bajo las olas
de acordes unánimes, recordando
la ciudad de Murias y sus aureolas

Ciudad de Dioses y glorias pasadas


de sabios druidas y nobles proezas
Altas cúspides rodean sus bellezas
Y luces mágicas titilan apenadas

Semias, el druida sutil y cordial


dejó Murias, usando su videncia
de allí nos trajo su arte y su ciencia
y el regalo de un Hogar espiritual

En la ciudad de Murias, he estado


En el fondo, en las simas del mar
En el tiempo de los sueños he entrado
soñando contigo, mi amor, y ese Hogar

Era otra vida, otro tiempo, otra realidad


En la ciudad inmersa de Murias, ya vivimos
Las almas eran nobles, ¡pero nos fuimos!
Allí no existía la traición, ni la falsedad

Autor; Iolair Faol©

Cath (Batalla)

La segunda función es atribuida a la Batalla, llamada “Cath”, su


dirección telúrica es el Norte, su Ciudad mítica relacionada es
Falias que fue llamada La Grande, La Fortaleza de la Estrellas.

98
Falias ciudad del Aprendizaje, Ciudad de Instrucción y de
Enseñanza. Ciudad del Silencio y del Sigilo.
Falias, la helada ciudad de Falias, iluminada por cometas errantes y
estrellas caídas, coronada por un sobrenatural resplandor, y donde
cuervos con plumaje de blanca nieve, permanecen en silencio.
Una imaginaria descripción en esencia parecida a la que expresó el
poeta William Sharp, cuyo seudónimo fue Fionna MacLeod en su
poema escrito en inglés; “The Dirge of the four cities”

Fragmento del Poema Falias


Fionna Macleod

En la ciudad helada de Falias,


iluminada por estrellas fugaces
he visto a los cuervos volando
como estandartes de guerras antiguas ...

He visto cuervos blancos como la nieve


Sobre capiteles de verde hielo
buscando los paraísos perdidos
de todos los viejos deseos perdidos

El Druida fili primordial que provino de dicha ciudad mítica


fue Morfessa o Morfis, el del Gran Conocimiento, que trajo la
Piedra Hablante de Lia Fáil, también conocida como la mágica
“Piedra del Destino”, la cual cuando los reyes legítimos de Irlanda
ponían los pies sobre ella, la piedra rugía de alegría y aprobación.
También se le atribuía poderes de rejuvenecimiento para el rey
genuino, así como favorecerle con un próspero y largo reinado.
Según El Libro de las Invasiones (Lebor Gabála Érenn) Cúchulain
partió con su espada la Piedra Lia Fail, cuando ésta no gritó con su
protegido, Lugaid Riab nDerg. A partir de ese momento, no volvió
a gritar hasta que Conn de las Cien Batallas (Conn Cétchathach)
pisó acciddentalmente la piedra, antes de ser el Gran Rey de
Irlanda.
99
Ya cuando la conciencia se halla preparada para ampliarse,
para escalar a un nuevo nivel de entendimiento, debe luchar con
determinación contra las propias ideas y actitudes erróneas, siendo
entonces cuando suenan los “carnyx” de guerra interiores como una
llamada espiritual a la batalla y empieza la lucha. El fondo de
nuestro mundo interno vibra ante el temblor que produce el paso de
las huestes de La elevada Conciencia que se enfrentan a las fuerzas
del estancamiento, las cuales ofrecen una férrea resistencia, pero
que deben ser vencidas para alcanzar el siguiente nivel y franquear
el paso que se halla justo detrás de ellas.
Por otro lado, en el ámbito celta esta segunda función de la
batalla (Cath) se puede fragmentar en principio en tres aspectos
ambivalentes. Por un lado hay una divinidad de la guerra, como
puede ser Oghma-Ogmé-Ogmios, por otro, un rey que también es
guerrero Nuada-Nodons y finalmente un héroe, que puede ser
divino, semi divino o humano, Cuchulainn-Lugh.
Pero una de las divinidades celtas que mejor se relacionan con esta
dirección y sus significados o simbolismos, es la diosa celta
irlandesa llamada la Morrighan, a veces representada con
armaduras y armas variadas. Y a veces presentada en su aspecto
trino como Morríghna; Badb, Macha y Morrighan
Efectivamente Morrihgan o la Gran Reina, es una diosa de la
batalla y de la muerte, pero simboliza la fuerza interna, el impulso,
el ánimo y la determinación para el combate, ya que esta divinidad
nunca usó la fuerza física, sino la mágica para la batalla.
Un combate que no solo se interpreta contra enemigos externos,
sino sobre todo como insignia y metáfora contra el enemigo
interno, que es uno mismo. También alegoriza la transformación
tras la agonía de la muerte, como momento supremo de cambio y
de tránsito hacia una nueva vida en el Otro Mundo.

“La Morrigan” sobrevuela las bóvedas celestes internas de los


espíritus humanos incitando a trascender, a transformarse, a
100
metamorfosearse, por medio del desarrollo, del crecimiento
personal, de las propias experiencias y de la apertura de nuestra
conciencia para alcanzar niveles que no hemos concebido o intuido
como posibles hasta ahora o que hemos desechado, por creerlos
pasados de moda.
La muerte que anuncia “Morrigan”, nos puede estimular al
trance interior, a inmolar viejos hábitos, creencias, dogmas,
actitudes de vida que nos impiden avanzar y crecer e iniciar un
nuevo ciclo, como creían antiguamente.
La muerte es un suceso inevitable en nuestras vidas, pero también
incita a pensar que quizás necesitaremos de muchas muertes
simbólicas, pero eficaces, antes de poder entrar espiritualmente en
esos Otros Mundos.
También caracteriza el amor y el deseo sexual en las leyendas
irlandesas. En una de ellas ofreció su amor y energía femenina a Cu
Chulainn y éste la rechazó repetidas veces, lo que ocasionó la
animosidad hacia él, hasta el momento supremo de la muerte del
héroe.
Como se ha referido, es una triple diosa y sus “alter egos” son Badb
y Macha, a veces Nemain (Morrígna) y sus animales asociados son
el cuervo y la corneja e incluso el lobo.
Uno de los animales totémicos que se puede relacionar a esta
dirección es el jabalí, pues es uno de los animales emblemáticos de
los celtas, un ser solitario identificado con el guía espiritual y con
el druida, con el héroe o el líder guerrero.

El coraje y la actitud noble del jabalí, son reflejos también de las


cualidades de luchadores y adalides. Su embestida es impetuosa,
valiente y osada. Ni siquiera le importa estar herido de muerte para
arremeter contra el causante de sus heridas. Esa gran fuerza en la
embestida lo convirtió en el emblema por excelencia de los
guerreros celtas, en cuyos escudos su imagen era muchas veces
representada.
Cantó Amergin:

101
“Soy un jabalí en el frenesí de la batalla”.

Dijo también el historiador Pausanias sobre los celtas:

“Combaten con la desesperación del jabalí mal herido, que aún


teniendo el cuerpo cubierto de saetas sigue buscando a su
enemigo. Pero llegan a más, pues si se les ha clavado una lanza,
que a otros les hubiera forzado a permanecer en el suelo aullando
de dolor, ellos la arrancan de su cuerpo, y con la misma arremeten
contra sus rivales. Ni las hachas, ni las espadas, ni el fuego, los
fuerzan a retroceder. La ciega cólera jamás les abandona si
todavía les quedan fuerzas. Los he visto incorporarse en la agonía,
intentar seguir peleando y, luego, morir de pie”...

Hay diversos jabalís en las leyendas celtas tales como "Twrch


Trwyth", el gran jabalí que había sido rey y hombre y al cual
Culhwch (Ciclo galés) debe arrebatar unas tijeras, un peine y una
navaja, tesoros mágicos, que están entre sus enormes orejas. En la
versión irlandesa el equivalente a este es "Orc Triath".
Otro jabalí conocido y también metamorfoseado, es el jabalí de
Boann Ghulban, hermano encantado de Diarmaid, amante éste
último de Grainne, la cual estaba prometida a Finn Mac Cumhaill,
jefe de los Fianna.
Hay diferentes versiones de esta leyenda, pero en una de ellas se
relata como el jabalí que había sido hermanastro de Diarmaid ua
Duibhne cuando era hombre, mata a éste.

Blath (Prosperidad)

La función que mejor correspondencia tiene con el Este es


atribuida a la Prosperidad, llamada “Bláth”, en gaélico y atañe al
bienestar individual y tribal, al progreso, al desarrollo, a la
abundancia agropecuaria y silvestre, etc.

102
Un vocablo que se pierde en las noches de los tiempos
indoeuropeos y pre-indoeuropeos, donde el Este se designaba como
“aus” que significaba “Aurora”. En irlandés dicho punto se
denomina “Oithear”. En irlandés medieval “Airthis”, y el elemento
que se corresponde con esta función y dirección es el Aire.
El Este, el Oriente, de donde procede el viento de Levante, lugar
por donde se levanta el Sol, símbolo e imagen visible de la
luminiscencia, de la iluminación, del dinamismo, de la irradiación,
del principio que impulsa la vida, siendo éste el primer pasaje del
Ser.
Es el inicio en la aventura que dura toda una vida, atravesando
intrincados laberintos interiores y recorriendo las espirales del
espíritu para llegando al núcleo, al final del camino, averiguar
cuánto ha crecido nuestra alma en este período de la existencia.

El sol entre los idiomas celtas goidélicos era de género


femenino, pero los rayos del sol eran simbolizados por Lugh y la
Lanza que posteriormente utilizó éste en la mítica segunda batalla
de Mag Tuired, contra los fomorianos.
En términos poéticos, el astro sol adopta el alegórico título de
Llama de la Creación, sin cuyo influjo no existiría la vida como la
conocemos en este planeta, siendo su círculo uno de los más
enfatizados símbolos celtas que se asocian a esta dirección sagrada.
Es el Este de donde proviene el espíritu emancipado del águila,
símbolo de la libertad y de la sabiduría, que guarda un equilibrio
entre el cielo y la tierra, siendo el animal celeste por antonomasia
que con su vuelo majestuoso y espléndidas alas abrillanta el cielo.
El águila fue vista por los celtas como uno de los animales más
viejos y longevos existentes en sus tiempos. Igual que el salmón,
esta ave es vista como símbolo de la madurez y de la sabiduría que
se alcanza con la experiencia y con la edad, y que hace las veces de
guía hacia el conocimiento. Así narra el Mabinogion galés sobre el
Águila de Gernabwy: “el animal más viejo de este mundo y que ha
volado sobre los lugares más lejanos”.

103
Un águila, es un espíritu del sol, de la perseverancia, como la
energía del astro que cada día vuelve, no en balde, la variante del
águila dorada, fue llamada en las tierras gaélicas como “Iolaire
suile na grein” “el águila con el ojo iluminado por el sol”.
Simboliza la facultad de la visión despejada y templada con la que
de forma natural se ve la esencia de las cosas por alejadas que éstas
se encuentren.
Es el espíritu que guía, que con su vuelo indica y propone
sobrevolar por encima de la Tierra, de las cosas mundanas, para
acercarse un poco más al Reino Superior.
Es también conductora y tutora de las almas preclaras, aun
encarnadas o desencarnadas, que en sus viajes anímicos pueden
acceder privilegiadamente, a las esferas de ese Reino Superior.
También tiene su misión como centinela y observadora, pues
anunciaba con su presencia grandes eventos como el nacimiento de
un héroe.
Es el ave de los druidas, como se la consideró y respetó, siendo
incluso un símbolo de paz para los celtas, ya que cuando en los
cielos aparecían dos de ellas juntas, era símbolo y augurio
manifiesto de que éstas anunciaban la paz.

La Ciudad mítica vinculada a esta dirección telúrica y mística es


Findias o Finnias, la ciudad de los Dannan que tiene “la
inmutabilidad del metal inquebrantable,” Fortaleza Blanca con
belleza de nube”.
El maestro druida legendario que procede de esta ciudad es
Us(i)cias o Arias.
El Tesoro épico que proviene de dicha ciudad es la lanza “Slea
Bua” también denominada "Gáe Assail”, la “Jabalina Luminosa”
que desvanece la oscuridad. Un símbolo del conocimiento. La
Lanza que esgrimió Lugh en la segunda batalla de “Mag Tuired”
contra los fomorianos.
En algunas versiones de las leyendas celtas irlandesas, esta lanza se
llamaba “Luisne” y fue forjada por el mismo Lugh y usada contra
104
Balor, su abuelo, en la batalla contra los fomorianos. Así pues el
Este, a través de la Lanza, como símbolo también puede ser
relacionado con los rayos penetrantes y afilados del sol mismo al
despuntar en el alba o cuando se halla en su cénit.
El Dagdah es la divinidad mayor, que también se vincula con
esta dirección telúrica sagrada, aunque el caldero del Dagdah sea
un símbolo relacionado con el Reino Inferior y por tanto, con el
Oeste, pero el atributo dispensador y abastecedor de la deidad, la
convierte en adecuada para enlazarse también con esta tercera
función.
Pero cualquier otra divinidad del amplio panteón céltico, que tenga
funciones proveedoras y suministradoras de la abundancia, que
tenga entre sus atributos cualidades de fecundidad y de riqueza, del
bienestar de la colectividad social, puede también asociarse a esta
orientación.
Como Cernunnos, defensor de los animales, proveedor y
animador del renacimiento de la Naturaleza y dispensador de sus
riquezas, como Goibniu-Govannon-Gobannonos, maestro herrero
surtidor de la tribu y sanador, el cual en su representación gaélica,
es conocido como el artesano que elaboraba el “aguamiel de la vida
eterna” y tenía entre sus tesoros unos cerdos inmortales, aunque su
prestigio le llegó especialmente por elaborar y suministrar una
mano derecha de plata, al rey-dios Nuada-Nodens-Nodons-Nudd,
cuando éste perdió la suya en la batalla.
También Mabon-Maponos-Oengus, que encarna el principio de
polinización y propagación masculino, como el galo Belenos-
Vindios (blanco), divinidad de la luz, del sol y del fuego, como
Modron diosa céltica galesa de la fertilidad, como la gala
Rosmerta, diosa de la prodigalidad, representada no pocas veces en
la época galo-romana con la cornucopia de la abundancia, y etc.

POEMA
Findias la Blanca y tú

Iolair Faol ©
105
Más allá del arcoíris, entre peñascos nevados
busca el umbral que a Findias ofrece el paso
Ciudad mítica, iluminada por un opalino ocaso
Albor de luz, irradiando haces de oro rematados

Es un oculto Mundo de ilimitadas dimensiones


Donde aves azules vuelan entre nimbos cerrados
Hay una atalaya en Findias, en el Mundo Sagrado
con una campana de plata tañendo oníricos sones

En Findias, los recuerdos se avivan al instante


Y las añoranzas se tornan firmes realidades
Las ilusiones dejan de ser turbias veleidades
Y los sueños no son más utopías frustrantes

Todo se vuelve de una naturalidad persistente


Y si suspiras por tu amor de forma fehaciente
Este aparece en ese mismo tiempo presente.
Pues todo es real, en las celdas de tu mente

Allí no hay tiempo, ni vejez, ni muerte, amor


Es el orbe de la Verdad y de la Vida inherente
Todo es simple, pero todo es resplandeciente
En la ciudad que brilla con rutilante esplendor

Allí, si me buscas, es donde me encontrarás


Cuando mi hálito ya no esté más a tu lado
En visiones o en mi muerte, de ti separado
Porque mi alma de la tuya nunca desertará
En ese orbe de Felicidad Sublime, te esperaré
Donde brotan tréboles de amor inextinguible
En Findias, en la ciudad pura indestructible
Allí, con tu espíritu eternamente me enlazaré.
106
Iolair Faol©

Séis (Canción y Música)

La cuarta función, llamada “Séis” en gaélico (Canción), tiene


atribuida su correspondencia geofísica al Sur.
¿Pero dónde se ubica el Sur? ¿Qué es y que tiene el Sur? ¿Qué
maravilloso enigma lo envuelve? ¿Cuál es el enérgico influjo que
impele a ir o implicarse en él, como si se tratase de un atrayente
menhir imantado, seductivo, erótico y efervescente?
“Deas” en irlandés moderno, “Dess” en irlandés antiguo, “Dehu”
en galés. Al sur, hacia lo austral, hacia lo meridional, desde donde
sopla el viento cálido meridional.
Ésta es también la orientación del Factor fuego, de la pasión, del
ímpetu que con cierto paroxismo y frenesí, impulsa hacia otras
realidades y estados de conciencia. La ciudad mítica relacionada es
Gorias. Gorias, la ciudad que resplandece como una joya, de
murallas doradas. Ciudad brillante, Ciudad luminosa y caldeada.
(Gor en gaélico, significa calor, un calor moderado o una
incubación, como preparando la inspiración)
El maestro druida legendario que llegó desde Gorias es nombrado
como el de noble naturaleza, su nombre según distintas versiones y
agrupaciones druídicas es: Esras, Esrus, Esdratis, Esdrios, Urías,
Uros o Urios.

Para una mente celta dentro del simbolismo druídico, el Sur es una
dirección tanto telúrica como alegórica en lo emotivo y espiritual,
pero también es un estado de la mente de ida y vuelta entre los
mundos y dimensiones, entre la claridad de los sueños y el
crepúsculo de los espejismos.
Un estado que ayuda a iniciar el proceso del despertar o de
elevación de la conciencia, a través de un dilatado viaje por la
propia existencia, que transita por los sueños y por aquellas
107
realidades oníricas y visiones de vigilia que brotan desde la
Awen/Imbas, hacia la inspiración en la poesía, hacia el hechizo de
la música o hacia el encanto en el canto, y la alquimia que provoca
la Awen, en los artífices de cualquier arte, en general.

En el hemisferio Norte del planeta, el Sur se orienta hacia el giro


de la mano derecha, de la mano auspiciosa, en el sentido del
movimiento del Sol, en “cor deisil”, o deisel, como lo definían los
antiguos celtas de Irlanda, hacia el giro donde se respira la mayor
influencia de la diosa Brighit y la dirección donde más y mejor
fluye la fuerza de la Awen/Imbas.
Las divinidades que mejor se vinculan al Sur son Dana o a su
otra adaptación como Brighid, pero Lugh, también tiene un nexo
especial, por ser la Divinidad plurifuncional por excelencia, el
Soberano de los múltiples dones y el señor de todas las artes y
oficios.
El Sur es la dirección y morada de Brighid, la cual es
considerada la suprema deidad de la fertilidad y de la inspiración
creativa, aunque su veneración alcanza también a su aspecto
guerrero.
Para los poetas, era su Musa, como "banfhile", a quienes ofrecía
inspiración, abriendo los tenues velos entre los mundos, y por ello
es identificada numerosas veces como la Awen invocada por los
poetas, es decir, los bardos o “file” en la tradición celta.
En lo que coinciden todas las variantes célticas es que el fuego es
su simbolismo más acertado y próximo, siendo además uno de sus
principales atributos.
Brigitt también otorga conocimiento y crecimiento en el
interior del ser, por ello, en su advocación como Dana, es la
“Buena Madre” que ampara, custodia, potencia e inspira todas las
tareas creativas, tanto las mentales, como aquellas metafísicas de
índole espiritual, sin olvidar las puramente materiales que los seres
humanos puedan expresar. Protectora además de la clase
productora, de los artesanos, ganaderos y agricultores celtas por
108
poseer los conocimientos, como deidad de los misterios de la
Naturaleza, de las Artes y Oficios, que éstos desarrollaban.

En cuanto al animal totémico y su simbología se apunta el


Salmón que aunque es un ser de características ambiguas, sigue
siendo el animal que mejor se adecúa a esta función.
En la mitología celta el salmón es uno de los animales más antiguos
de la Tierra que posee la sapiencia integral, es decir la
omnisciencia, pero también simboliza el alimento espiritual y la
ciencia sagrada.
Su naturaleza expresa su notable ciclo vital. Su éxodo del lugar
de nacimiento y su regreso a él, salvando grandes dificultades
gracias a su perseverantes aptitudes, es un símbolo del
rejuvenecimiento así como de quienes se mantienen jóvenes de
espíritu y que al mismo tiempo buscan constantes, la sabiduría y la
inspiración. En la leyenda de Tuan mac Cairill, el salmón
constituye la última fase de su evolución.
Tiene el salmón esa connotación especial, como todo otro
animal que puede vivir en las dos clases de aguas; la dulce y la
salada. También simboliza el rito de paso de la muerte y posterior
renacimiento al pasar en sus migraciones desde el reino Medio al
reino Inferior y desde éste nuevamente al Reino Medio, por ello, en
determinados rituales, se lo vincula a la dirección del Oeste.
Por otro lado, el salto del salmón cuando remonta ríos y salva
obstáculos físicos, tuvo su conexión con ciertas pericias guerreras.
Cú chulainn aprendió una habilidad marcial denominada el giro del
salmón o “ich n-erred”, una acción algo estrambótica agresiva y de
fuerza.

El Tesoro mítico que fue traido desde esta ciudad, es la Espada


de Nuada, Espada brillante, Espada de Luz, la “Claiomh Solais”
también conocida posteriormente en los mitos y leyendas como
“CaladBolg” que llevaba el rey de los Tuatha dé Dannan; Nuada,
de cuyas letales estocadas nadie se escapaba o se recuperaba. Dicha
espada fue la precursora en la leyenda de la también mítica
109
Excalibur, pero Caladbolg o Caladcholg (Hoja Dura) fue también la
espada del héroe celto–irlandés del Ciclo del Ulster Fergus Mac
Róich. De esta espada se cuenta que era una espada de dos manos
que formaba un círculo como un arco iris cuando se balanceaba, y
que tenía el poder de cortar las cimas de las colinas y matar a todo
un ejército.

Las espadas simbolizan el valor, el coraje en la batalla y


alegorizan la fortaleza del ánimo en los combates y conflictos
interiores y su triunfo final. El brío en la lucha diaria para acometer
nuevos retos personales. La espada, como “entidad simbólica” en la
espiritualidad de los celtas, es ambivalente como el herrero que la
forja.
Puede representar a la Tierra pues la materia prima de la que
está hecha, de ella surgió, sea hierro, acero, bronce, plata u oro.
Puede representar al Agua, pues en su templado y enfriado, se
precisa de este componente para su dureza.
Puede representar al Aire y como nexo al espíritu, pues aunque
ya moldeada y formada, no está del todo concluida, es preciso,
empuñarla, batirla y alzarla en el ambiente, para después utilizarla
para el fin por y para el que fue ideada.
Y como derivación del elemento Aire, finalmente pertenece al
Fuego, pues para forjarla se precisa de fragua, hornos y crisoles que
utilizan este ingrediente y factor base que es imprescindible para su
forja. Y esta alegoría no es exclusivamente como arma ofensiva o
defensiva, pues la espada es también un instrumento del
conocimiento y de la justicia.
Corta la ignorancia y usada para y por la Justicia equilibra el
derecho de los hombres como un marcador o fiel de cualquier
balanza. Ya antaño cualquier veredicto de los druidas sobre litigios
sociales, se hacían ante la espada sagrada, como símbolo de
equidad y sapiencia, para alcanzar ambas cualidades y distribuirlas.

110
La espada como conocimiento, es ya de por sí un espíritu vivo
y creativo, un aspecto superior del fuego, la cual alzada en el
elemento Aire representa la Intuición y la Inteligencia.
Y es su temple, lo que simboliza el acto de tomar conciencia
de la propia esencia humana y para moldear la tríada; mente cuerpo
y espíritu, convirtiéndolos en elementos apropiados para conseguir
tal condición.
La espada hace reseña a la tradición solar, no en balde, Lugh
“El Luminoso” era el portador de la Calad Bolg, la espada traída de
Gorias, según el Libro Amarillo de Lecán2.

Es un simbolismo también relacionado con lo fálico en


facultad a su energía regeneradora y masculina. Energía que
destruye la inopia, el oscurantismo forjando conocimiento. Es la
combinación entre las propiedades de la Luz, de los rayos del Sol,
del Fuego cuando está desenvainada y el de la noche, de la Luz
Lunar, y de las propias sombras cuando está enfundada en su vaina.
Combina armónicamente ambos polos.
Alude al espíritu guerrero de los celtas, pero también a todas las
batallas que debe librar la esencia humana contra las lacras
personales adquiridas y los errores cometidos, venciendo lo que es
trivial para progresar anímicamente.

Por otro lado, y en relación con estas divisiones de las funciones


celtas en Irlanda hallamos cuatro condados:

1. Connaugth, al oeste, en correspondencia con la ciencia


o conocimiento
2. Ulster, al norte, afín con la batalla.
2
(Sin embargo, en contraposición al Libro Amarillo de Lecán, en el
Libro de las Invasiones, se dice que el tesoro que provino de Gorias fue la
Lanza de Lugh y no la Espada de Nuada)

111
3. Leinster, al este, enlazado con la prosperidad;
4. Munster, al sur, en conexión con la música o canción.

Las cuatro circundan el condado medular de Mide (Meath),


referente a la soberanía, condado del “medio” constituido por la
prominencia de una superficie de territorio sobre los otros y donde
está emplazada la capital espiritual de la Keltia gaélica: Tara.
Como se ha apuntado anteriormente, en los rituales druídicos
es más que improbable que estuvieran presentes los cuatro
elementos que los griegos referían como elementales, al menos, en
las épocas de auge del Druidismo. Posteriormente se hace alguna
referencia sutil, en tiempos de la Edad Media y de un druidismo
muy tardío y seguramente ya contaminado o mixturado.
Como se ha descrito el sistema simbólico de los druidas
representa atribuciones diferentes, articuladas en la concepción de
la Tribu y de la Tierra, máxime si tenemos en cuenta que un ámbito
ceremonial druídico, es una especie de micro-mundo tribal, con sus
funciones y sus miembros humanos.
Todo y así, si se encuentra uno más cómodo con los cuartos en
un ritual druídico, podemos encontrar correspondencias de los
cuatro elementos con los cuatro puntos cardinales, con los cuatro
tesoros míticos y las cuatro funciones druídicas que hemo visto.
Con esta conciliación específica, no se pretende confundir o
invalidar lo expuesto hasta ahora, sino facilitar la adaptación de
aquellas personas que desean integrarse en la espiritualidad
druídica, pero que acostumbrados a otros ritos litúrgicos “paganos”,
les cuesta abandonar conceptualmente los susodichos cuatro
elementos. Elementos, por otra parte, que al seguidor/a druídico/a
evolucionista, no le resultan tan impropios o ajenos, como a
otros/as seguidores/as de otras variantes druídicas.

Veamos como podría conceptuarse e integrarse;

Los Tres Principios + el Factor Fuego


112
Por ello, si en vez de contemplar los “cuartos” como
elementos, nos fijamos en las simbologías de las funciones tribales
celtas, en los tesoros míticos, en las ciudades divinas legendarias o
en la alegoría de los animales totémicos etc., si contemplamos y
preferimos éstos, al concepto sobre los elementos que consideraron
los clásicos griegos, es más adecuado mantener la disposición
geográfica detallada de las direcciones. En referencia a los tesoros
míticos, ya se han citado cuales son: la lanza, la espada, el caldero
y la piedra. En referencia a los animales totémicos primordiales
también han sido citados y son: Jabalí, Ciervo, Águila y Salmón
No obstante, si a pesar de lo descrito hasta este momento, aun
se sigue optando y adoptando los cuatro elementos “griegos” a los
cuartos del círculo druídico, y en correspondencia con los puntos
cardinales, es preciso hacerlo con cierta coherencia druídica3.
Ya que se prefiere asignar elementos a las direcciones, es
decir, el agua, la tierra, el aire y el fuego, al Oeste, Norte, Este y
Sur, respectivamente sería procedente y coherente al menos,
hacerlo atendiendo a sus manifestaciones físicas naturales,
comprobando por nosotros mismos donde se hallan sus
representantes geofisicos. En otras palabras, observando en que
dirección geográfica quedan el agua (mar), el calor (ecuador,
fuego), el aire (vientos) y la tierra (montañas).
Por ejemplo, si se está en la parte Austral de Suramérica, sería
paradójico atribuir el calor a este punto geográfico, puesto que ahí
el Sur, es hielo y frío. Si estamos en el litoral geográfico en el Este
de España, no sería muy coherente atribuir este punto al Aire,
cuando el Mar Mediterráneo, baña esas costas.
Así pues adaptarse al lugar donde se realiza el rito, es también
básico en la espiritualidad druídica, pues ya sabemos que celtas y
druidas buscaban una conexión con lo natural y su entorno.

3
Esta es una visión, especialmente adecuada para aquellos practicantes wiccanos
que desean introducirse e irse adaptando a la cosmovisión druídica.
113
Siguiendo estos parámetros, también parece inadecuado
celebrar el solsticio de invierno (Alban Arthan, Mean Geimhridh,
Modranecht) en el diciembre gregoriano, en un país como
Argentina, o cualquier otro del Hemisferio Sur del planeta, los
cuales justamente en ese mes tiene su Solsticio de Verano.
En esto, ya se puede observar un punto de partida distinto a
como se haría si en el ritual se consideraran las atribuciones y las
funciones druídicas apuntadas anteriormente, puesto que las
asignaciones de los cuartos en el Druidismo hacen referencia a
funciones, que pertenecen al ámbito de las abstracciones y de los
simbolismos, las cuales son los mismos a considerar y establecer,
en cualquier punto del planeta donde se halle el practicante.

Ya que con estas concepciones se busca una mayor relación


con los elementos naturales, se impone un poco de sentido común,
Así de esta manera, se tiene a favor que se sostiene un vínculo
mucho más real y efectivo, ya que los rituales druídicos son parte
de una creencia actual, vigente y viva que quiere seguir
adhiriéndose a lo Natural y a sus Ciclos.
No se están recreando con nostalgia unos ritos (de conocerlos)
que pudieron realizarse en otros tiempos a modo de entretenimiento
de una recreación histórica o pseudo histórica, casi como una
representación teatral, sin tener en cuenta el clima del lugar
El druidismo, es consecuente con lo que cree y practica, y ya
que se habla, no pocas veces, de la búsqueda del equilibrio entre la
parte emocional y la parte racional, es justamente en dicho
equilibrio y usando esa parte racional para la emotividad de las
ceremonias, la que puede llevar a pensar, que para muchos lo
acertado es adaptar ciertas exteriorizaciones y factores dentro de la
celebración, al medio en el cual la honramos y nos desenvolvemos,
especialmente cuando se trata de los solsticios y equinoccios.
No se debería limitar un ritual a recordar aquello que fue o se
cree que pudo ser, sino a integrarlo en nuestra forma de entender la
vida, en nuestro presente y en nuestro lugar. Ejemplo de ello lo
114
encontramos entre los druidas de antes y el pueblo donde se
desarrolló, ya que no pocas veces se adaptaron al medio y al
entorno. Resultaría bastante caricaturesco imaginar a un druida
llegado a las costas de Chile, por los avatares que se quieran,
celebrando un solsticio de invierno, con arbolito incluido si se
quiere, en el pleno verano del desierto de Atacama chileno.

Si se confecciona un altar….

A tal efecto, si se confecciona un altar, sería natural simbolizar


los referidos cuatro elementos con Velas de cera virgen de abeja
colocadas sobre éste, en sus extremos. Al encenderse debería
hacerse con la mano principal, y para estar en consonancia con el
medio, sería adecuado hacerlo con cerillas o fósforos de madera,
con otra vela encendida previamente o con mechas textiles y
símiles. Es preferible evitar los mecheros plásticos y otros
utensilios por el estilo.
Si aun se pretende matizar, más esas cuatro velas pueden ser de
distintos coloridos. Así, las verdes o marrones puede simbolizar al
elemento Tierra, las azules y blancas a los elementos Agua o Aire,
indistintamente, las de tonalidades rojizas al elemento o factor
Fuego.
Cuando deban apagarse, sería preferible evitar los soplidos. Se
pueden dejar que se consuman y se extingan solas, apagarlas con
un apagador de velas, empleando nuestros dedos de la mano no
principal o cualquier cosa respetable.
Si se soplan, además del riesgo de esparcir la cera líquida y
ensuciar nuestro altar, se está inutilizando tanto lo que simboliza
por sí misma, como al elemento aire que le otorga vida.
La vela simboliza al elemento o factor Fuego. Es llamarada
vivaz que reacciona si se le sopla o se la airea, siempre responde,
resplandece más o titila, se entona o quebranta. Al entrar en
contacto con el viento y con el aliento humano, nos tantea. Su
hálito y aura, sin embargo, es quietud, una respetuosa demora, un
silencio fraterno, una tertulia simbólica participativa. No se debería
115
forzar al apagarla, para que las energías en ella concentradas no se
aparten del entorno donde fue prendida.

Por otra parte, pero siguiendo con las alegorías de los cuatro
elementos, también se puede presentar un recipiente de arcilla o
cerámica que contenga agua de fuente o mineral, la cual aludiría al
elemento Agua.
Un recipiente con tierra o sal, “la mágica arena blanca” que se
atribuirá a las fuerzas geofísicas o telúricas de la Tierra.
Y vapores, sahumerios o inciensos que representarán al
elemento Aire. Es sabido, que el incienso no era conocido en las
primeras épocas de los druidas, pero disponían para sus rituales de
otras substancias aromáticas de origen vegetal, utilizadas bajo la
forma de vahos o vapores.
Finalmente, siguiendo estos pasos y una vez todo está
dispuesto y establecido, en el “Nemetón”, todos los componentes
de la Rueda humana, se adjudican la misma distancia del núcleo y
el mismo alcance a éste.
Después se puede comenzar invocando esos cuartos, con
salutaciones como las que siguen como ejemplos, que son previas
al culto ceremonial en sí. Después seguirán unas secuencias
diferenciadas, según la celebración de la que se trate:

Ejemplo de Obertura Druídica

Invocación de Saludo druídica

Invocación hacia el Este:

“¡Invoco a las potencias del Este, a las fuerzas de la


Prosperidad. Al espíritu del Águila y del Sol. Me dirijo hacia
Findias la Fortaleza Blanca con belleza de alba nube”, forjadora
de la Lanza Luminosa. Invoco al espíritu del druida Uscias, a

116
Lugh, Tutor del Reino Superior, Maestro de todas las Artes y
estrella guía de la tribu!”.

(En esta invocación, se hace alusión a la Función asociada con


el Este, la prosperidad (Bláth) a la Ciudad Mítica; Findias al animal
primordial druídico asociado, el Águila, al druida primordial
Uscias, al Talismán Sagrado; La Lanza Luminosa. y al Dios
custodio que la usó)

Ejemplo de Invocación de Saludo adaptada al Medio:

Mirando hacia el Este:

(Se considera en este ejemplo, el elemento agua, por ser el que


en los momentos de escribir esta invocación, (el mar) se halla al
Este del autor. Se contempla también al animal totémico primordial
celta irlandés vinculado al elemento Agua y a la diosa celta galesa
célebre por su Caldero)
“Con el favor del salmón de la conocimiento, que reside en
las sagradas aguas del pozo de Segais, ¡Invoco a las potencias del
Este. Os doy la bienvenida a este círculo espíritus del Este”.
¡Honra oh, Cerridwen! a nosotros criaturas del Agua, los que te
honramos y conservamos viva tu memoria. Qué siempre podamos
recordar las aguas del renacimiento”.

Ejemplo de Invocación de Saludo druídica

Girando o yendo hacia el Sur:

“¡Invoco a las potencias del Sur!. Al espíritu del Sabio Salmón


para alcanzar el conocimiento perpetuo. Al espíritu de Brighid
para que nos insufle su inspiración. Al hálito creativo de la Espada
y del Fuego para crecer siempre en conciencia. Dirijo mi espíritu
hacia Gorias, la ciudad que resplandece como una joya, de

117
murallas doradas. ¡Invoco el espíritu de Esras, el druida
primordial que provino de la ciudad brillante!

(En esta invocación, obsérvese que se hace alusión a la


Función asociada con el Sur, la Canción y sus vinculaciones en el
Arte, a la Ciudad Mítica; Gorias; al animal primordial druídico
asociado, el salmón, al Talismán Sagrado; La Espada Calad Bolg y
a la Diosa custodia asociada a esta función)

Ejemplo de Invocación de Saludo adaptada al Medio:

“Con la bendición del Gran Ciervo, que trota por los sagrados
bosques, ¡Invoco a los poderes del Sur. ¡Espíritus del Sur, os doy
la bienvenida a este círculo!”.
“¡Bendice o Bel, el brillante, a nosotros criaturas del fuego,
que te veneramos en todos los sagrados fuegos de nuestros
hogares, en cada alborada cuando tu calor alimenta nuestros
corazones, en el fuego de la vida que danza en las almas de todas
las formas de vida creadas. Que siempre podamos recordar el
fuego de la purificación”.
(Se considera en este ejemplo, al Factor transmutador del
fuego, por ser el calor el que en los momentos de escribir esta
invocación se halla al Sur del autor. Se contempla también al
animal totémico primordial celta irlandés vinculado a esta dirección
y a la divinidad pancelta asociada)

Mirando, girando o yendo hacia el punto del Oeste:

Ejemplo de Invocación de Saludo druídica

“Invoco a las potencias del Oeste. Invoco a las potencias del


Agua y del Océano. A las fuerzas de la Regeneración y del
Renacimiento. Al espíritu del Gran Ciervo Blanco, tutor y guía de
las almas. Invoco al espíritu del druida Semias. Dirijo mi espíritu
118
hacia Murias, La Fortaleza de Pináculos. Murias las de las
grandes proezas. Murias morada del Caldero y del Gran Padre
Dagdah”.

(En esta invocación, obsérvese que se hace alusión a la


Función asociada al Oeste y sus vinculaciones, a la Ciudad Mítica;
Murias; al animal primordial druídico asociado, el ciervo, al
Talismán Sagrado; El Caldero, al druida primordial que vino desde
Murias, y al Dios custodio asociado a esta función, El Dagdah)

Ejemplo de Invocación de Saludo adaptada al Medio:

“Con la bendición del águila que vuela en el puro y claro aire,


yo invoco a los poderes del Oeste. ¡Espíritus del Oeste, os doy la
bienvenida a este círculo!”
“Bendice divino Maponos, Hijo del jovial Dagodevos, a
nosotros criaturas del Aire, los que siempre recordamos tu soplo
divino sobre todas las cosas, para que siempre escuchemos los
vientos y brisas del espíritu que nos traen las voces y murmullos de
los antepasados llenos de sabiduría”.
(Se considera en este ejemplo, el elemento aire, (vientos) por
ser el que en los momentos de escribir esta invocación se halla al
Oeste del autor. Se contempla también al animal totémico
primordial celta irlandés vinculado a esta dirección y a la divinidad
celta asociada)

Girando o yendo hacia el punto del Norte:

Ejemplo de Invocación de Saludo druídica

“Invoco a las potencias del Norte, a las energías patentes de


la Madre Tierra. Al brío noble del jabalí”.
“Invoco la fuerza interna de la Gran Reina para avanzar y
crecer en conciencia. Dirijo mi voz hacia Fálias, que fue llamada
la Grande, La Fortaleza de la estrellas. Falias, la helada ciudad de
119
Falias, iluminada por cometas errantes, hogar primigenio de la
Piedra del destino”.

(En esta invocación, obsérvese que se hace alusión a la


Función asociada con el Norte, la Batalla. Al elemento vinculado;
la Tierra, a la Ciudad Mítica relacionada; Falias. Al animal
primordial druídico asociado, el jabalí. Al Talismán Sagrado; La
Piedra Lia Fáil, y a una de las Divinidades ligada a esta función, La
Morrighan)

Ejemplo de Invocación de Saludo adaptada al Medio:

“Con la bendición de la Gran Diosa Dana y de lo profundo de


la fecunda tierra, invoco a las fuerzas del Norte. ¡Espíritus del
Norte, os doy la bienvenida a este círculo!”. Invoco al bravo
Espíritu del jabalí y al espíritu indómito del Lobo”.
“¡Bendice Gran Madre Dana!, A nosotros, criaturas de la
tierra y de tu tribu, los que siempre mantenemos viva tus
enseñanzas, con la misma entereza que nuestros antepasados. Que
podamos siempre recordar la Amada Tierra que nos da alimento”.

(Se considera en este ejemplo, el elemento tierra, (montañas)


por ser el que en los momentos de escribir esta invocación es el que
se halla más próximo en dicha dirección geográficamente. Se
contempla también a dos animales totémicos celtas que pueden
enlazarse a esta dirección y a una Divinidad mayor celta asociada)

Y Finalmente:

“Consagro este círculo de fuerza a los antiguos dioses para


que en él puedan manifestarse y bendecirnos”.

Terminando

120
Una vez concluido el rito según la ceremonia que se esté
celebrando, se debe proceder a despedir a las fuerzas invocadas..

Ejemplos de Invocaciones comunes de finalización del ritual

Dirigiéndonos hacia el Norte:

“Espíritus del Norte, (o espíritus de la Tierra), os damos


gracias por los dones de fuerza y de firmeza que nos habéis
aportado. Gracias por estar en este círculo y por estar con
nosotros. Que estos dones permanezcan con nosotros al volver al
mundo aparente”.

Todos pueden decir: “¡Os reverenciamos y damos gracias!”

Dirigiéndonos hacia el Oeste.

“Espíritus del oeste, os damos gracias por los dones que


habéis aportado a este círculo. Gracias por haber acudido y estar
con y entre nosotros. Que estos dones permanezcan con nosotros al
volver al mundo aparente”.
Todos pueden decir al unísono: “¡Os reverenciamos y damos
gracias!”

Dirigiéndonos hacia el Sur:

“Espíritus del Sur, (o espíritus del fuego), os damos gracias


por los dones de entusiasmo y ánimo que habéis aportado a este
círculo. Gracias por estar aquí, por estar con nosotros. Que estos
dones permanezcan con nosotros al volver al mundo aparente”.

Todos pueden decir al unísono: “¡Os veneramos y damos


gracias!”

Dirigiéndonos hacia el Este:


121
“Espíritus del Este, os damos gracias por los dones que habéis
aportado a este círculo. Gracias por estar aquí, por estar con
nosotros. Que estos dones permanezcan con nosotros al volver al
mundo aparente”.

Todos pueden decir al unísono: “¡Os veneramos y damos


gracias!”

Druida / druidesa pueden decir:

“¡Espíritus de este lugar, os damos gracias por vuestras


bendiciones y vuestra acogida! Os damos gracias antepasados, os
saludamos dioses de lo antiguo, por vuestra presencia, vuestra
orientación y vuestra inspiración. ¡Que todos estos dones
permanezcan en nosotros! Os saludamos

Todos: ¡Os saludamos!

El Oficiante(s) puede(n) decir:

“Demos por finalizado este rito, para que todas estas


bendiciones sean compartidas por todo el mundo”

(Se deshace el grupo. Si hay formado un circulo se deshace en


sentido contra-horario)

Druida / druidesa podrá(n) decir:

“El rito ha finalizado en paz, como en paz se ha iniciado. Que


las bendiciones de nuestros antepasados y la influencia de los
antiguos dioses, vaya con todos nosotros para alimentarnos,
fortalecernos y mantenernos cuando hayamos dejado este lugar”.

122
Todos:” “¡Que así sea!”

Los cuartos del círculo en la invocación de saludo adaptada al


medio, han sido ajustados a la costa Este de España. Quien desee
trazar su mapa personal adaptado al lugar donde viva, que observe
donde tiene el mar (agua), si al Este, Oeste, Sur o Norte, de igual
manera debe procederse para los restantes puntos.

Todas las invocaciones son solo ejemplos, pues toda persona


que lo desee puede hacer las suyas propias, adaptando, respetando
y honrando los principios que se establezcan pues son sencillas
proposiciones flexibles.

Instrumentos que pueden estar presentes en un ritual druidico:

Espada, daga, lanza y caldero de hierro colado, según la


tradición (con asas mejor), aunque puede ser de otros materiales
como bronce, oro, plata (descartar los de estaño o latón, por su
ligera solidez)
Báculos o cayados, cedidos por el bosque, y trabajados
artesanalmente a partir de ramas de árbol encontradas. Diademas,
brazaletes u otra orfebrería de estilo celta. Talismanes célticos
como triskeles o espirales que pueden colgar del cuello a modo de
símbolo y alegoría de las propias creencias. Vasijas de cerámica, o
madera, piedra, cristal o plata. Incensarios, aromatizadores o
braserillos, antorchas o símiles, piedras o cristales, (mejor que no
estén pulimentadas)
Atuendos: Túnicas con o sin capucha según la variante del
seguidor druídico: blanca, azul o verde, aunque pueden ser de otras
tonalidades. Algunas órdenes druídicas adoptan normalmente el
blanco, confeccionando sus prendas con materiales no sintéticos
como el lino o la lana.

123
El DRUIDISMO y lA “CREACIóN” DEl UNIvERSO

C
onforme se avanza en el estudio del Druidismo y se
crece en conocimientos dentro de esta espiritualidad,
brotan algunas preguntas desde los pensamientos, que
pueden obtener una respuesta ambigua y compleja.

¿Acaso los druidas y los celtas en general, no tenían como


otras culturas alrededor del planeta, una respuesta mística, con sus
conceptos y significaciones, para explicar la creación de este u
otros mundos? y ¿Si la tenían, como las explicaban?

124
Pues bien, desde la intuición podemos apuntar, aunque no con
acometividad concluyente, que la tenían, pero desgraciadamente no
nos ha llegado hasta nuestros días en toda su explicativa plenitud.
Sin embargo, se va a intentar esbozar lo que se conoce sobre este
tema y concretar las ideas y nociones que se tienen al respecto,
basadas en conceptos espiritulaes eminentemente druídicos, pero
también con datos históricos.
Como ya sabemos, la dificultad para conocer en su origen, la
cosmogonía celta, así como para vislumbrar las enseñanzas y
percibir la filosofía, que se halla dentro de las leyendas, sagas,
mitos o hazañas de personajes legendarios, proviene en buen grado
de esa especie de sincretismo religioso de los primeros monjes
cristianos celtas. Éstos plasmaron en sus recopilaciones de la
epopeya celta, los esfuerzos, pretensiones y afanes por y para
conciliar un paganismo latente, tradicional y veterano, con los
entonces nuevos dogmas cristianos, tanto sobre la creación del
mundo, como en otras cuestiones. Sumando a esto, la reticencia
druídica a transmitir profusamente por escrito sus conocimientos,
obtenemos desafortunadamente, una aproximada y poco extensa
explicación druídica original sobre el tema que ocupa nuestras
inquietudes en este momento, igual como sucede con alguna otra
temática.
Para intentar ser menos subjetivo y más objetivo e imparcial,
se debe reconocer, a pesar de este sincretismo, donde la trivialidad
es cristiana y la trascendencia de la esencia es druídica, que desde
la Edad Media, estos monjes, muchos de ellos descendientes de
antiguos druidas, se protegieron bajo sus comentarios bíblicos de
una probable censura y posterior sentencia y condena, por herejes
por sus supervisores.

El conocido libro más antiguo en lengua celta, que nos habla


secundariamente de la creación, es el Leabhar Ghabhála Erinn o
Lebor Gabala Erren, según corresponda al gaélico medieval o al
gaélico actual, es decir, lo que en lengua castellana, se ha llamado
“Libro de las Invasiones”, el cual pertenece al denominado “Ciclo
125
Mitológico Irlandés”, que con un lenguaje mitad en verso y mitad
prosa, refiere en trece secciones, las hipotéticas seis ocupaciones y
asentamientos que sobrevinieron sobre la Isla Esmeralda, hoy
conocida como Irlanda, que haría las veces de Tierra, en el relato.
Desde Cesssair, a la que se menciona como nieta del bíblico
Noé, hasta la llegada de los hijos de Mil, procedentes, según cuenta
el texto, de España, concretamente de la zona Galaica.
El libro cuenta en detalle en qué períodos se produjeron estas
presencias y colonizaciones, pero aludiendo constantemente al
génesis bíblico. Dicho manuscrito forma parte del Gran Libro de
Leinster (Lebor Laigen o Leabhar Laighneach), redactado en el año
1100 en el monasterio de Terriglass, bajo la supervisión del Obispo
de Kildare y recopilado en la Abadía de Donegal en el siglo XVII
por los denominados “Cuatro Maestros” en sus Anales (Annala
Rioghachta Éireann) aunque se cree que los primeros registros se
refieren a fechas de alrededor de 550 a.EC.
No es difícil adivinar que todo lo que en dichos textos hace
algún tipo de referencia, sea explícita o implícita a los dogmas
cristianos o a la Biblia, no podía tomar forma, ni hallarse presente
en las sagas primitivas y originales pre-cristianas.
La intención narrativa, de los monjes recién cristianizados por
emparentar al pueblo celta irlandés con el linaje de Noé, para no
quedar excluidos de la “Sagrada Historia Cristiana”, es una
manifiesta adaptación, por la causa que se quiera, posterior a las
leyendas originales. Tanto es así, que a Cessair, la refieren como
nieta de Noé y a Partholon, patriarca de la segunda expedición (o la
primera después del Diluvio Universal) y a Nemed (Neimhedh),
líder de la tercera, como descendientes de Magog, hijo éste a su vez
de Jafet, descendientes todos, de la estirpe de los jaféticos o dicho
de otra manera de los pueblos indoeuropeos. Y Jafet, como nos
cuenta la Biblia, fue a su vez, hijo de Noé.
Todos estos entroncamientos, son también un ingenuo esfuerzo
y fervor catequizador, que contradice, además de a los registros

126
históricos y a la arqueología erudita en el tema, a la propia
espiritualidad celta pagana o precristiana.

En esta leyenda apologética, lo que se intuye en el trasfondo de


índole druídica, aludiendo a un posible mito de la Creación, sería
que mítica y místicamente Irlanda, haría las veces de “Mundo” o
“Tierra”, y Partholon, que llega a Irlanda o sea al “Mundo”, desde
el “Mar”, es decir desde el Otro Mundo, en la jornada de Beltaine,
es decir, en la fiesta del Fuego de Bel (Bel-Tane) o sea de Belenos,
y una vez en Tierra, se celebra la celebración de la Renovacion o
Renacimiento de la Naturaleza, o sea, de la Madre Natura después
de sufrir ella, Irlanda-La Tierra, un Caos preliminar, provocado, en
el relato por el Diluvio Universal. La Tierra-Irlanda-Dana (o
cualquiera de sus advocaciones, p. ejem; Belisama, gala) que había
quedado desolada por el diluvio universal, vuelve a estar
“consolada”, gracias a Belenos-Bilé-Bel, que la estimula fecunda y
reanima, merced a su acción purificadora y fertilizadora.
Partholon, como posteriormente los Tuatha Dé Danann,
simbolizaría las fuerzas positivas creadoras, civilizadoras,
organizadoras, y los fomorianos simbolizarían las fuerzas telúricas,
el caos primigenio y las fuerzas voraces y anárquicas, pero
necesarias para equilibrar y consolidar la Tierra-el Mundo.

Otros textos, igualmente cristianos, como la historia de Conlaí


de Connacht, sostienen que varios druidas de aquellas tierras, se
auto-proclamaban creadores del Mundo, jactándose ̶- especifican
dichos compendios ̶ de haber creado, el sol, la luna, la Tierra y el
Mar.
Estas patochadas cristianas se hallan en una glosa del “Senchus
Mor” (Código de leyes irlandesas, que fue compuesto por Patricio
y Benigno (Benen)), y es otro intento malévolo por querer
desprestigiar la sabiduría y el carisma de los antiguos druidas.
Dejando de lado los inconsistentes y vejatorios argumentos de
algunos misioneros cristianos contra las formas paganas de

127
expresar la espiritualidad de sus pueblos, tenemos que recurriendo
a los anales históricos dentro de la epopeya céltica, y a sus remotos
orígenes, se menciona y manifiesta una deidad primigenia que ellos
denominaron Dana.
Dana o Danu, es una primitiva deidad celta, Diosa Madre,
ascendiente de todo el panteón céltico, cuyo epíteto significaría
“Aguas del cielo”. Sus hijos o descendientes fueron los conocidos
Tuatha dé Dannan. Expresándonos históricamente Danu, indicaría
también al río Danubio en cuyo ámbito se definieron y
desarrollaron los celtas antes de su expansión por Europa.
Místicamente hablando, Dana, es la Madre-Río que fertiliza
con sus aguas las tierras donde estos se asentaban. La noción de
una diosa Madre, está presente en casi todas las religiones del
planeta, desde sus propios inicios y orígenes. Los celtas en esta
materia, no fueron diferentes.
Asociado a Danu/Dana como su consorte, hallamos a un
“Padre de todos los Dioses y de los Hombres”, reconocido como
Bilé, llamado en otros lugares de ámbito céltico Bel o Belenos.
Esta divinidad, es la popular, acreditada e identificada por Julio
Cesar, como el “Dispater” de los celtas galos. Deidad asociada a la
druídica y céltica fiesta de Beltane, siendo, además, una divinidad
mortuoria, avalada y documentada como el dios de los muertos.
Bilé transporta las almas de los difuntos al Otro Mundo, por rutas
hídricas, es decir, por “aguas divinas”, lo que simbólicamente se
alegoriza como hacia su consorte Dana, “Aguas del cielo”, hacia la
Diosa Madre.
De ambas deidades, nacen todos los dioses conocidos como
“Tuatha dé Dannan”. Según el investigador Peter Berresford Ellis;
Dana primera fuente de vida riega al roble que era Bilé/Bel/
Belenos, símbolo fálico y a la vez masculino de la fertilidad y por
este acto nació la deidad conocida y apreciada por los celtas, a
quien nominaron como “El Dagda”. Éste Dios, como patrón del
druidismo, asume tres identificaciones “Señor de la Gran
Sabiduría” o “Ruadh Rofessa”, “Fuego” como “Aedh” y la tercera
128
potestad, la hereda de su divino progenitor Bilé, por la que es más
conocido que éste mismo, como “Padre de Todos” o “Eochaidh
Ollathair”.
Pero aunque lo expuesto hasta el momento, puede esclarecer
una parte del concepto integral de la holista cosmogonía pagana y
pre-cristiana celta, aún no se aclara, ni se dilucida totalmente,
máxime cuando sabemos que los celtas y sus druidas no veían a
estas divinidades, ni siquiera a Dana o Bilé, como sus creadores,
sino como antepasados, como a hermanos mayores y ascendientes,
más evolucionados, e incluso como a héroes admirables.
Tampoco lo expuesto hasta el momento explicaría cómo se
creó o formó míticamente el Universo o el planeta Tierra y su
biodiversidad desde este paradigma.
Si bien muchos montes, túmulos, fuentes, pozos y ríos se
explican como creaciones de los referidos “Tuatha Dé Danann”, los
orígenes de otros elementos planetarios o extra-planetarios no se
nos revelan. Sabemos que miticamente los Tuatha Dé Danann,
llegaron desde etéreas ciudades fabulosas como fueron Falias,
Gorias, Findias y Murias, hasta una Tierra, que hoy se denomina
Irlanda, transportados en prodigiosas nubes.
Dicha Tierra-Isla, ya estaba formada, y allí combatieron contra
los firbolgs. Se dice que éstos Firbolgs eran gigantes, y otros
dilucidan que fueron mortales, y que también lucharon contra sus
dioses; los Fomoré o fomorianos, cuya diosa madre era Domnu, es
decir, el Mundo, los Abismos de las Profundidades del Mar y la
Oscuridad, en contraste a los Tuatha, que simbolizan la Luz y la
Sabiduría, dotados para todo tipo de Artes, desde la técnicas y
funcionales hasta las místicas y mágicas.

Y, sin embargo, posteriormente uno de sus máximos


representantes de estas Artes fue el divino Lugh, apodado
Samildánach (el que ejerce muchos oficios) que era mitad
fomoriano, y mitad Tuatha dé Dannan. Su madre Ethlin, era hija de
Balor, líder y mago de los fomorianos y su padre Cian, hijo a su

129
vez de Dian Cecht, un solar Tuatha Dé Danann. Una simbiosis de
lo más significativa.
Pero aún con estos detalles, en los que podríamos profundizar
dilatadamente para interpretar un cúmulo de simbolismos, no
hallamos explicaciones concretas sobre la creación u organización
mítica del Universo.
Es en este momento, cuando debemos centrar nuestro
pensamiento en otros parámetros y aspectos de la filosofía druídica
conocida.
Los episodios y procesos de la Creación del Universo, los
druidas los veían y ven como conceptos los suficientemente
complejos como para poder asignárselos o imputárselos
frívolamente a alguna divinidad concreta del extenso panteón
céltico. Es bien sabido, que los druidas y celtas recurrieron a
imágenes concretas como fueron las espirales, trísqueles, nudos y
óvalos o huevos como representaciones del Devenir del Universo e
incluso como simbolismo de uno de sus Inicios. Aunque en la
filosofía druídica se habla casi exclusivamente de un Devenir, más
que de un Inicio, puesto que el Universo o los Universos son
también cíclicos, se expanden, se contraen y vuelven a reiniciarse o
reordenarse, y donde el espacio es relativo con diversas
dimensiones o planos de existencia y el tiempo, no es lineal.

El druidismo tanto el de épocas remotas, como el


contemporáneo en sus diferentes percepciones, y especialmente el
denominado “evolucionista o druidismo evolutivo”, basa su
concepto de la Divinidad en un Todo Absoluto, Fuente Suprema,
Causa Primera o Sustancia Primigenia, en constante Devenir o
Formación, que es una entidad que sin ser necesariamente creadora,
es impulsora del universo, de cuya Esencia manaron
potencialidades y energías supremas conscientes, simbolizadas y
compendiadas en los entes divinos que se denominan; Lugh,
Dagda, Brigit, Dana etc, dependiendo sus nombres de las áreas

130
célticas que se contemplen. Éste es el llamado Henoteísmo celta o
druídico que pertenece al politeísmo indoeuropeo..
Dichas entidades espirituales, también y además, pueden
discernirse y comprenderse como elementos e hipóstasis de un
Todo, donde la Singularidad es múltiple, pero la Esencia es Una,
cuya cometido místico y cósmico es la realización de ese Devenir.
No obstante, a los seres humanos, las divinidades emanadas de
ese Ente o Energía, nos resultan más comprensibles, inmediatos y
próximos que Lo Incognoscible y Lo Abstracto que puede ser ese
Todo; Ese Todo Absoluto, Lo Increado, Lo Incognoscible, Lo
Innombrable, La Causa Primera, La Madre, la Matriz o Núcleo de
Todas las Cosas y Seres. Esa Esencia espiritual que no tiene
género, pero que comprende todos los géneros del Universo. Ese
ente o Ser que es; el No-Ser.
Todos esos títulos y adjetivos, son algunos de los diferentes
epítetos de esa Divinidad Suprema, que es Orígen y Término de
todas las cosas, que es Uno y Múltiple, además de emisor-receptor,
inagotable y perpetuo.
Sin duda será mucho más, pero en nuestras limitaciones de
discernimiento humanas, lo comprendemos restringidamente, pero
también lo entendemos, lo sentimos o intuimos, como una energía-
mente-espíritu-ente cósmico primigenio que lo abarca Todo.
Por ejemplo, para la percepción del investigador celtómano y
druida; Yann Brekilien, en su libro “Le Message des celtes” nos
expone su reflexión y sentir en este tema;

“Los druidas, en contraposición, gente muy instruida, sabían


muy bien que Dios es único, infinito y absoluto y ellos enseñaban a
sus discípulos, en el curso de su iniciación, que las innombrables
divinidades del panteón céltico, no eran más que símbolos, las
múltiples facetas de la Infinita Trascendencia……… Lejos de ser
parecidos a los hombres, ellos cambiaban de forma y su
genealogía simbólica era bastante surealista porque ellos podían
ser tal vez, sus propios hijos o su propio abuelo. De hecho ellos

131
eran de esencia puramente espiritual, a esta reseña se debe que
nuestros lejanos ancestros rechazaran hacer imágenes de ellos.”

Para los seguidores druídicos y para el Druidismo, si acaso


hubo en algún instante cósmico, un momento originario de este
Universo, lo fue por la Voluntad de esa Deidad Absoluta, de esa
Entidad Suprema, que es el Absoluto Cósmico, pero que es más
que Nuestro Universo y que todos los potenciales existentes
Universos y dimensiones juntas, pero que todas ellas son parte de
Ella.
Expuesto este concepto, quizás algunos lectores, se quedarán algo
sorprendidos ante este monismo o panenteísmo y henoteísmo
druídico, pero ya antaño, esta noción provocó una metamorfosis y
fue una evolución elitista de la clase intelectual de los celtas; los
druidas, en un mundo conocido que era básicamente politeísta
antropomórfico. Un antropomorfismo que fue influenciado por
algunas escuelas filosóficas helénicas, por las creencias
introducidas por la romanización y por creencias teológicas
germánicas, y aun actualmente sigue siendo una creencia teologal
válida y vigente, en un Mundo claramente perfilado en su mayoría,
con unos monoteísmos acérrimos y dogmáticos; como son el
cristianismo, el judaísmo y el islam.
Esos símbolos céltico-druídicos que muchos conocemos, como
nudos, trísqueles, espirales, óvalos y huevos son inherentes al
druidismo, aunque no solo a éste, sino también a otros pueblos y
sus filosofías espirituales. Para los celtas y sus druidas, el triskel, el
círculo, la rueda, la espiral, eran y son venerables. Aludían y aluden
a la creación y al Devenir constante de los astros que se conocían a
simple vista y que hoy pueden ser observados con instrumentos
ópticos sofisticados. Las estaciones se alternaban y se reanudaban,
igual que hoy, en cada ciclo como fragmentos de una Gran Rueda.
Las espirales eternas no tienen partida o llegada, ni inicio o
término, ni origen ni final, lo que constituye un ciclo que se
concatena con otro. El perenne movimiento, el Devenir de la
132
espiral, simboliza un tiempo que no es lineal y la siempre dilatada
tendencia de la sapiencia y el discernimiento que no tienen fin.

Pero por otra parte, es sensato con la concepción druídica, no


plantear un origen de la creación del Universo, puesto que, existe el
concepto de que éste no fue creado, sino que es eterno, ha existido
por siempre y siempre existirá, forma parte de ese Todo Absoluto
mencionado, el cual también es Continuo y Perpetuo, y éste está
vinculado a él. Su expansión, es decir, su Devenir, sin embargo,
transita por otras órbitas del saber.

El Devenir cósmico o Expansión del Universo

El Universo cuando dicen los científicos que ya existía bajo


otro aspecto, como una bola de masa condensada de toda la materia
del Cosmos o como un átomo primigenio4 y que tras lo que
denominan Big-Bang, singularidad gravitacional o impulso inicial,
se liberó toda la materia y energía del Universo que inició su
progresiva expansión. Una bola de plasma o de fuego que nuestros
druidas y otros sabios de antaño, ya esbozaron bajo el aspecto y
simbolismo de un Huevo Cósmico. Es decir, le daban al Universo
una forma, según ancestrales percepciones humanas, de Óvulo,
Matriz o Embrión, como germen inicial de la existencia en este
Ciclo del Universo.
Un óvulo o huevo análogo al que producen las hembras mamíferas
del planeta Tierra, cuando ovulan y menstrúan.
Este Huevo Cósmico, sigue siendo parte de ese Todo
Absoluto, concentrado, pero no es tampoco, un Origen, sino una
Renovación y Evolución, un Reinicio con su Metamorfosis, una
continuación necesaria para la Persistencia y la Perennidad.

4
Georges Lemaître, padre de la teoría del Universo en expansión, después
confirmada por Edwin Hubble.
133
Este concepto del Huevo Cósmico o “Huevo del Mundo” es un
principio mitológico que existe en varias cosmogonías y filosofías,
que descienden de los indoeuropeos primitivos, además de hallarse
subrepticiamente en la druídica. En la más conocida mitología que
se encuentra, es en la tradición hindú, en el Rig veda (Rig Veda
10.121) que tiene numerosos paralelismos con la céltico-druídica.
En los himnos védicos sánscritos este Huevo primordial se le
denomina “Hiranyagarbha Sukta” que significa “Feto o Matriz
dorada” y poéticamente como el “Germen del Universo”. En los
himnos al Ser Supremo se le conoce como Prajapati (señor de la
creación y protector) Otro de sus epítetos es Vishvakarman el
Creador Cósmico Supremo, aquel en el que permanecen todas las
cosas existents. En los Upanishad, a este Creador Cósmico
Supremo se le llama “el Alma del Universo” y “Brahman” y en
ciertas variaciones del hinduismo, Hiranyagarbha es Brahma. En
otros modelos cosmológicos el Ser Supremo nace del Huevo
Cósmico y en otras, el Ser Supremo fecunda a las Aguas
Primordiales que engendra un Huevo Cósmico que es incubado,
dando origen al Universo.
Místicamente, el Huevo Cósmico Druídico es elaborado por la
Serpiente Cósmica, simbolizando ésta, las fuerzas y poderes de la
Sabiduría Suprema anteriores, que ya latían en el Todo Absoluto.
Dicho Huevo u Óvulo asume sus ciclos de evolución e involución.
El Huevo Cósmico o dicho científicamente, el “atomo
primigenio” o la Bola de Plasma concentrada, es el ciclo
involutivo. El Big-Bang, percibido por los humanos, es el ciclo
expansivo del Huevo Cósmico.
Todo es un ciclo y de esta manera se producirá en algún
momento del Devenir y Perpetuidad del Universo, un nuevo Huevo
que dará paso a otro y a otro, constantemente.
El Huevo Primordial, es oval y se aproxima en su forma al
círculo. Posee un impulso amplificador y unisexual, igual que el
Todo Absoluto, con el que Deviene y es Parte.

134
Dicha esencia la percibimos, como expansión de la Energía y
de toda la Existencia, desde el momento de esa aparente liberación
o Big-Bang.
El Huevo de la Serpiente cósmica es el inicio de un ciclo, pero
también el final de otro ciclo anterior, es un Constante Devenir, es
la Espiral que jamás está Inmóvil. Todo espíritu y materia es
energía vibratoria, fuerza móvil. Siendo la misma alegoría que los
ciclos célticos aquí en la Tierra; Samhain es el inicio de un nuevo
ciclo, pero también el final de uno precedente. La espiral es el
sendero hacia el Huevo Cósmico que contiene la potencialidad de
la vida aún no manifestada en este nuevo ciclo.
Todos estos conceptos fueron representados simbólicamente
por los druidas y otros sabios antiguos, con bastante insistencia en
forma de una pareja de serpientes entrelazadas, o bajo su símil y
analogía, como es, una doble o triple espiral.
En los conceptos druídicos la espiral y la serpiente son
símbolos del conocimiento y de la sabiduría, como lo es, el mítico
dragón:
La doble espiral se halla vinculada al Huevo Cósmico, pues
éste fue incubado simbólicamente de la Serpiente.
La Serpiente y la Espiral son equivalentes.
Los antiguos druidas fueron los Hijos de la Sierpe, como
sinónimo de Herederos de la Sabiduría, por mucho que se empeñen
los jerarcas cristianos en decir que su Biblia claramente identifica a
Satanás como el Dragón, y como la serpiente. (Génesis y
Apocalipsis).
La triple espiral es tambien el Triskel druídico. Las espirales
son los laberintos que tienen que recorrer los que quieran
desentrañar los misterios allí contenidos.

En las elaboraciones artísticas de los celtas se solía representar


a la serpiente enroscada en forma de espiral. Es, por tanto, natural
según estos conceptos que espirales y serpientes representen al
Universo en las leyendas, alegorías y creaciones artísticas céltico-
druídicas.
135
Es interesante confirmar, como es justamente bajo esta
estructura como percibimos los humanos, la mayoría de las
constelaciones y galaxias conocidas.
Grandes fueron los conocimientos de nuestros druidas en
aquellos tiempos remotos, para intuir o conocer estas y otras cosas.
La espiral, no cabe duda, es la alegoría más plausible y digna
para representar al Universo. Un Universo que es sabiduría cuando
observamos igualmente, como la traslación de los astros de nuestro
sistema solar alrededor del Sol se dibuja como un movimiento en
espiral, y cuando gracias a la ciencia se descubre que la
organización en la célula del Ácido Desoxirribonucleico o ADN, es
en forma de espiral alargada o como un entrelazado de doble
hélice.
Por otra parte, los druidas denominaban "vouivre" (líneas del
dragón) a una energía de la tierra, que se deslizaba cual serpiente a
través del suelo a modo de corriente telúrica. Tales líneas
energéticas son unas vías de intensidad espiritual que recubren todo
el planeta.
Se dice que lugares sagrados como Glastonbury o la catedral
de Chartres, erigida sobre el antiguo bosque sagrado de los celtas
galos Carnutos, se encuentran ubicados sobre ese tipo de líneas..
Otras “vouivres” o energías telúricas nacen de los
serpenteantes tránsitos de las aguas de los subsuelos o de las grietas
de terrenos que entran en fricción y contactan con fondos de
naturaleza distinta, incluso, provienen de los subterráneos magmas
planetarios. Serían la manifestación misma de la vida de la tierra y
origen de la fertilidad de ésta.
Las "vouivres" son también energías que cruzan los cielos,
cauces energéticos que, en ciertos parajes concretos, vigorizan con
una condición específicamente benéfica la acción de las corrientes
telúricas del subsuelo, y crean allí un lugar privilegiado, que los
druidas de antaño, conocedores de esta sabiduría, se aprestaban a
marcar con menhires o dólmenes.

136
Posteriormente, a las acciones del druida, estos lugares se
convertirán en centros de rituales y ceremonias, donde para
favorecer esas manifestaciones, se cultivaba con danzas e
invocaciones. Lugares favorecidos por la Madre-Naturaleza,
favorecidos por las aguas subterráneas simbolizadas por Dana,
Diosa primigenia, otorgadora de Vida, favorecidos por la Serpiente
Cósmica, secretora del Huevo Cósmico, repleto de nueva Vida y
Energía.
Lugares en definitiva, en donde la tribu, advertida y orientada
por la ciencia mágica y mística de sus instruidos druidas, Hijos de
la Serpiente, se dirigía a dichas zonas para recibir los beneficios
tanto físicos como espirituales de estos venerables espacios. Ahí es
donde precisamente los celtas rendían culto a la Diosa-Tierra, y a
todas las entidades divinas que albergaban las fuentes, lagos, ríos o
manantiales que había en esos lugares, cuyos fluidos poseen efectos
salutíferos.
El naturalista romano, Cayo Plinio Cecilio Segundo, conocido
como Plinio el Viejo, autor de la "Historia natural", en cuya obra
recoge los conocimientos del mundo antiguo en materias como
geología, fisiología animal y vegetal, cosmología, etc., víctima de
sus propias exploraciones al curiosear la erupción del Vesubio que
acabó con Pompeya y Herculano, menciona la presunta creencia de
los druidas en una especie de huevo de serpiente que también
llamaban Glain Naddair o Nathair. Era un huevo especial que se
creía era el resultado del entrecruzamiento de numerosas serpientes
enrolladas. La secreción de los cuerpos de los reptiles entrelazados
creaba dicho huevo. Un huevo que según Plinio, precisaba ser
robado mediante una maniobra cargada de peligro. Luego de
obtenerlo, el raptor debe dirigirse presuroso a un río. Si lograba
atravesarlo, cesaba toda amenaza de ser capturado por las
serpientes que lo persiguieran. Plinio el Viejo da una explicación
muy escueta y desorientada que los descubrimientos posteriores
atestiguan de otra manera. Plinio lo relata así:

137
(Historia natural, XXlX, 52) ......."una especie de huevo del
que los griegos no hablan, pero que es muy conocido en las Galias.
Durante el verano, innumerables serpientes que están enrolladas
juntas, se unen en un abrazo armonioso gracias a la baba de sus
gaznates y a las secreciones de sus cuerpos. Es lo que se conoce
como el huevo de serpiente. Los druidas dicen que este huevo se
lanza con silbidos y que hay que recogerlo con un manto antes de
que toque el suelo. En este momento, el raptor debe huir muy
deprisa a caballo, puesto que le persiguen las serpientes, las cuales
sólo se detendrán ante el obstáculo de un río. Se reconoce este
huevo debido a que flota contra la corriente, incluso si está
enganchado a algo de oro. La extraordinaria habilidad de los
magos (druidas) para esconder sus fraudes es tal, que sostienen
que hay que apoderarse de este huevo sólo en una determinada
fase de la luna, como si fuese posible hacer coincidir dicha
operación con la voluntad humana. Ciertamente, he visto este
huevo, del tamaño de una manzana redonda de talla mediana, con
una corteza gelatinosa como los numerosos brazos del pulpo".

Nuestro entrometido romano, no entendió absolutamente nada


de las simbologías de aquello que le pudieron haber contado, y se
duda que lo viera con sus propios ojos. La tergiversación que hizo,
fuera ésta, obra suya o de su narrador, es substancial. Máxime
teniendo en cuenta, que como naturalista debía saber que las
serpientes saben nadar magníficamente, hasta hay serpientes
marinas y fluviales, y, no pocos pueblos consideran a ciertas
variedades como “amantes del agua”.
Sin duda, la cuestión del huevo no se puede tomar, ni hoy ni
ayer, literalmente, como hizo Plinio, por toda la simbología que se
ha expuesto previamente en este Capítulo.

Otros Mitos de la creación celta

Un supuesto mito originario de la creación según los druidas, se


138
supone lo expuso el cónsul e historiador romano Cayo Cornelio
Tácito, yerno del tristemente famoso Cneo Julio Agrícola, el
segundo general romano, genocida de Mona. Aunque se duda, si
realmente fue este su autor. En cualquier caso es un mito bastante
improbable que existiera, pues habla de cosas totalmente ajenas a
los celtas y al druidismo. El libro en cuestión lleva por título
“Celtae Ritus et Magice” narra la intrusión de un esclavo romano
entre los druidas, en el santuario de la isla de Mona, antes de ser
arrasada por las legiones. El traidor, un tal Aurepilo, cuenta a “El
Escriba”, que se supone era Tácito, todo lo que acontecía y se
enseñaba en la escuela druídica. No obstante, la información que se
obtuvo fue poco interesante para los objetivos militares romanos.
Ya el libro en sí es muy polémico, y se le suponía perdido, quizás
lo expuesto por éste, si acaso fue el autor, se trate de una simple
fantasía de ficción histórica, alguna leyenda inconexa, quizás
posterior y sajona o mera propaganda bélica. En definitiva la
incluyo en presente capítulo, ya que algunos piensan que es
auténtica, aunque resulta bastante ajena al talante e idiosincrasia
druídica. En realidad, los historiadores e investigadores serios y
prudentes, no la consideran, ni la tienen en cuenta.
En cualquier caso dice así:

Desde el Primer Tiempo a la aparición de la Tierra, el Sol y la


Luna:
En el Primer Tiempo sólo existía Deisug, morador de las más
oscuras entrañas del universo, señor de la nada, predecesor de lo
primero y sucesor de lo último. Deisug era el cuerpo fornido
gobernado por sus cuatro cabezas sumidas siempre en
interminables disputas, pues cada una de ellas dominaba un poder
que las otras envidiaban. Cada poder diezmaba por igual al cuerpo
de Deisug cuando era invocado, mas como sus efectos se
desvanecían en un aliento si se ejercían por separado, cada cabeza
ansiaba el dominio de los otros tres poderes.

139
La primera cabeza se llamaba Toargsun y con su magia
lograba concentrar el cuerpo de Deisug en un punto minúsculo
como hace el alfarero con la figura de barro tierno.
La segunda cabeza recibía el nombre de Agizesun y cuando su
poder se desataba, desvanecía el cuerpo al que permanecía atada
por todos los puntos del universo, como lo haría el montículo de
arenilla al viento.
La tercera se llamaba Glursun y su poder le permitía deformar
el cuerpo de Deisug a su voluntad haciéndole tomar formas
caprichosas y monstruosas cual hábil alfarero.
La cuarta se llamaba Uigsun y su habilidad le permitía copiar
cualquiera de los poderes de sus hermanas como el reflejo de un
espejo copia la imagen de quién lo contempla, si bien sólo podía
ejercer uno de los poderes cada vez.
Por miles de años se sucedieron los conflictos entre las cuatro
cabezas, con tal ensañamiento, que pronto descuidaron éstas el
cuidado de su cuerpo y este fue languideciendo falto de alimento y
ejercicio, y desgastado por las incesantes luchas de sus cabezas.
Así aconteció una batalla final, cuando el ya ajado cuerpo de
Deisug presenció la alianza entre Toargsun y Glursun, planeando
ambas servirse de la otra para apoderarse de sus hermanas y
dejando para más tarde eliminar a su aliada.
De este modo se alzaron las aliadas para destruir a Uigsun
más, como hubieron planeado estas intrigas creyendo a sus
hermanas dormidas no esperaban que Agizesun, que se percató de
cuanto urdieron y temerosa del poder de esta alianza, hubiera
advertido a Uigsun y planeado sus defensas en conjunto. Y así,
cuando Toargsun y Glursun atacaron a Uigsun, esperaban éstas que
al observar Agizesun las desventajas de su hermana aislada, se
uniera a ellas y lograr así su verdadera destrucción y así fue que
Agizesun hizo amago de atacar a Uigsun, pero en un acto de gran
astucia, dirigió verdaderamente sus artes contra el interés de sus
hermanas que se hallaban completamente desprevenidas y Uigsun,
imitando su poder, duplicó su fuerza.
140
Toargsun y Glursun fueron eliminadas y Agizesun tomó el
poder de la primera y Uigsun el de la segunda, pero cuando ambas
hermanas clamaron sus más terribles imprecaciones para destruir a
la otra, el fatigado y corroído cuerpo de Deisug estalló y ambas
supervivientes acompañaron en su final las dos hermanas. Más
algunas de sus facciones sobrevivieron. Y lo que antes era vacío
ahora estaba lleno del cuerpo de Deisug y del poder de sus cabezas,
y cuánto antes no era se hizo entonces.
Deisug devino la tierra, el sol y la luna y briznas de los poderes
de las cuatro hermanas se depositaron en todo y confirieron poder a
las cosas y diferentes poderes en razón de las distintas mezclas.
El poder que se encontraba en cada cosa buscaba el otro poder y
así, con el tiempo, el poder se encontró concentrado en pocas cosas
y disperso en muchas.

Tácito, “De Celtae ritus et Magice”. Cap. III, Ep. I.III

Tras el hipotético o apócrifo texto de Tácito, nos toca analizar


otro mito supuestamente céltico sobre la creación. Éste es bastante
popular en tierras galesas e inglesas y en variadas órdenes druídicas
de la actual Inglaterra y Bretaña francesa que tienen un talante
revivalista. La conocida OBOD, al parecer lo acepta, o lo aceptó en
no muy lejanos momentos de su historia, como aceptó cierto
sincretismo con lo cristiano.
Su actual dirigente Philipp Carr Gomm, escribió en el prólogo
al libro de Ross Nichols “El Libro de los Druidas” lo siguiente:

“El druidismo tiene con el cristianismo unos vínculos que no


tiene la Wicca”........”Algunos lectores de estos párrafos se
alegrarán al conocer este diálogo entre Druidismo y
Cristianismo”............. “El druidismo se puede combinar con el
Budismo o el Cristianismo, con la práctica de la Wicca o el
Judaísmo o se puede practicar por sí mismo”.

141
Aunque ciertamente, dichas frases están sacadas de su
contexto, pueden los lectores comprobar todo el texto por sí
mismos, si consultan dicho libro, páginas 15 y 16, e incluso si lo
leen entero.
La opinión personal de quien esto escribe, al respecto, es de
disconformidad con la visión que se expondrá y recuerda
demasiado las mezcolanzas intermedias y sincréticas de la New
Age, con el hinduismo, el budismo y el cristianismo.
Pero esta opinión personal en este capítulo carece de más
relevancia, así pues se extracta ese otro mito de la creación
sincrético, que como se ha apuntado, la OBOD contempló en algún
momento de su trayectoria y aun considera mayoritariamente.
La controversia surge en torno al libro de los Barddas, escrito
por el anticuario Iolo Morganwg, (1757-1826), pero publicado en
1862. Iolo convenció a buena parte de sus contemporáneos
seguidores druídicos, de la veracidad ancestral de lo que él escribía,
presentándolo como recopilaciones antiguas. Inspirado en las
tradiciones druídicas, ideó en su tiempo un sistema de reglas,
ceremonias y teorías, promoviendo la celebración del Eisteddfod, el
cual sigue en uso.
Posteriormente muchas de sus recopilaciones se descubrieron
que eran un fraude. Otras se revelaron como correcciones suyas y
otras probablemente fueron auténticas.
La cuestión es, que está amalgama de escritos de diversa
procedencia fueron incorporados a su obra. Aún hoy existen dudas,
de que es lo auténtico y proviene de la sabiduría primitiva, qué es
lo inventado y qué es lo corregido. En cualquier caso, los
investigadores de la temática céltico-druídica no la incluyen entre
sus teorías sobre un posible mito de la creación celta. Solo algunas
órdenes druídicas, como se ha apuntado, lo contemplan entre sus
doctrinas.
Estas teorías sobre un supuesto principio de la creación según
los celtas galeses, puede resumirse de la siguiente manera. En

142
cualquier caso remito al lector al “Libro de los Druidas”, de Ross
Nichols, donde podrá leerlo ampliamente.

“Cuando Dios pronunció su nombre, con la palabra surgió la


Luz y la Vida, pues antes de esto, no había vida con excepción del
mismo Dios, y el modo en que se pronunció esta palabra fue de la
dirección de Dios. Su nombre fue pronunciado y con ello se
produjo el brote de la luz y la vida, y el hombre, y todos los seres
vivos, es decir, todo y cada cosa brotó junto. El primero que
consiguió el entendimiento de las letras fue Adán, que lo obtuvo de
Dios en el Paraíso y su hijo Abel el inocente”.....y etc.

Estos son los círculos de la creación:

El circulo Abred, en el que están todas las existencias


corporales y muertas.
El círculo de Gwynvydd, en el que están todos los seres
animados e inmortales.
El círculo de Ceugant donde solo está Dios.

“Y Dios hizo que todo ser vivo y animado pasase por todas las
formas y especies de existencia dotadas de vida, para que al final,
todo ser vivo y animado pudiese tener un conocimiento perfecto,
vida y Gwynvydd y todo esto desde el perfecto amor de Dios que,
en virtud de su naturaleza divina, él no tenía más remedio que
mostrar al hombre y a todo ser vivo.
Todos los seres vivos que hay por debajo del círculo
Gwynvydd han caído en Abred y están ahora regresando a
Gwynvydd. La migración de la mayoría de ellos será larga, debido
a las muchas veces que han caído, por haberse pegado al mal y a
la iniquidad, y la razón que cayesen fue que querían atravesar el
Círculo de Ceugant, que solo Dios podía resistir y atravesar.
Por eso cayeron también en Annwn y fue por orgullo, que
querían igualarse a Dios, por lo que cayeron, y no hay
necesariamente caída hasta Annwn, sino es por orgullo. Algunos
143
buscaban la sabiduría y vieron lo que podría hacer el orgullo y
decidieron comportarse según lo que Dios les había enseñado y se
convirtieron en divinidades o ángeles santos y adquirieron la
enseñanza, con lo que veían en los demás, y así es como vieron la
naturaleza de Ceugant y la eternidad y que solo Dios podría
soportarlo y atravesarlo.
Y todo esto puede conocerse por los gwyddoniaid, desde el
principio de los siglos, desde los tiempos de Set, hijo de Adán, hijo
de Dios, obtuvieron Awen de Dios y por eso, conocieron el misterio
de la divinidad y los Gwyddonaid eran de la nación de Cymru
desde el principio de los tiempos..........
Desde esto, los Gwyddonaid, se llamaron bardos según el
privilegio y la costumbre de los bardos de la isla de Gran Bretaña,
pues fue desde la llegada de los Cymru a la isla de Gran Bretaña
cuando se hizo esta regulación y este conocimiento se ha adquirido
con las celebraciones del bardismo y Awen de Dios, y no se puede
acumular ninguna falsedad del Awen de Dios. En la nación de
Israel se encontraron los santos profetas que por el Awen de Dios,
conocían todas las cosas tal y como se describen en las sagradas
escrituras. Después de que Cristo, el Hijo de Dios, viniese en carne
desde Gwynvydd, se consiguió más conocimiento de Dios y su
Voluntad, como se ve en el sermón de San Pablo.

Algunos han llamado a Dios el Padre Hen DDIHENYDD,


porque es de su naturaleza, de donde proceden todas las cosas y en
él está el Principio de todo y no tiene principio, pues Él tiene que
existir y nada puede tener un principio sin alguien que se lo dé. Y
Dios Hijo se llama LAU, o sea, Dios bajo forma y una corporeidad
finita, pues de no ser así, un ser finito no puede conocer y percibir
a Dios. Y cuando se hizo hombre en este mundo, se llamó
Jesucristo, pues Él no era de lo perpetuo bajo una forma y un
cuerpo finitos. Y el hombre que cree en él y realiza las siete obras
de misericordia se verá liberado del dolor de Abred y será bendito
para siempre el que haga esto”.
144
En definitiva, el texto es mucho más largo y difícil de digerir,
con enunciados bastantes incomprensibles. Hay numerosos
párrafos donde se mezcla lo pagano con lo cristiano, se describen
los tres “gogyrvens” primarios y se afirma que antes de la fe de
Cristo había 16 y luego 18 y más tarde 20. Se explica lo que es el
“manred”, como primera sustancia del Universo, con más
conceptos sincréticos y así el libro introduce en unas 20 páginas
más, numerosas alusiones a conceptos pre-cristianos y cristianos.
Sin embargo, existe otra hipótesis nada sincrética y más
pagana de la creación según los celtas galeses que expondré a
continuación:
Algunos druidas galeses, igual que sus homónimos de otras
áreas célticas, no concebían que un Creador pudiera ser
comprendido y menos visto por los humanos, cuyas emanaciones
se hallaban más allá de la limitada comprensión del hombre,
incluidos ellos mismos. Por tal motivo llamaban a la Entidad
Suprema como “Celi”, y esté no era un nombre, sino un adjetivo,
que significaría “El Oculto”.

Recordemos otros epítetos atribuidos al Todo Absoluto, aún


hoy en uso, como son: El Incognoscible, el Innombrable,
calificativos que usaban también antiguamente para distinguirlo.
Celi tenía una consorte, la diosa lunar Cerridwen o Kerridwen. Esta
diosa, de la unión mística con Celi, tuvo dos hijos que representan
los aspectos luminoso y oscuro que emergen de ella: Su hija
Crearwy, que es la más hermosa y blanca del mundo y su hijo
Afagddu, que es oscuro y tremendamente feo. Cerridwen, es la
poseedora del Caldero del Otro Mundo, donde se elaboran la
inspiración o Awen y el conocimiento sagrado. Posteriormente
Gwion, de forma accidental bebió las tres gotas famosas que le
otorgaron la sabiduría, y tras ser perseguido y engullido por
Cerridwen renació de ella, como Taliesin. Aunque esto es ya otra
historia…..

145
Sin embargo, los simbolismos de los círculos, Abred/Awbredh,
Ceugant/Kawgynt y Gwynvyudd/Gwynneth y Annwn pueden
pertenecer más un ámbito reencarnacionista que al de una
hipotética Creación en sí, aunque ambos, en dichas teorías o
doctrinas pueden fusionarse. Pero analicemos la siguiente
proposición:
Annwn es una dimensión del Otro Mundo o incluso un plano
astral, ese que los celtas galeses llamaron el Inframundo o el No-
Lugar, no es un equivalente al infierno católico con el que no tiene
ningún punto de conexión, sino que es un plano exterior, donde la
existencia y las energías anímicas o almas, han sido allí depositadas
por Celi y custodiadas por Cerridwen, poseedora del Caldero de la
Inspiración.
En ese plano de existencia anímica, las almas carecen de la
inspiración espiritual o Awen. Quizás, esas almas o formas de
existencia provengan de antiguas existencias animales, vegetales o
minerales del plano de Abred, y en su evolución deben pasar por el
plano Annwn, para que Cerridwen les otorgue la inspiración
espiritual. Incluso, puedan ser almas que una vez fueron cuerpos
mortales, en el plano de Abred, pero que debido a su baja
inspiración espiritual han debido volver a ese plano, tras la
desaparición de su forma física, para ser rehabilitadas con nueva
Awen. Dichas formas de existencia podían ser las representaciones
que las leyendas celtas galesas nos transmiten, en sus frecuentes
cambios de formas.
El círculo Abred recibe las almas de Annwn, Abred
(principio), es un plano de experimentación y crecimiento, por
donde debe pasar toda la humanidad. Es una dimensión donde lo
positivo y negativo, tienen la misma capacidad de influencia y los
seres, en su libre albedrío, toman sus elecciones y decisiones. Es,
en definitiva, este plano de existencia donde la energía se
manifiesta en las formas físicas que conocemos, especialmente la
humana, que posee la facultad razonadora y la inspiración o Awen,
otorgada por el Caldero de Cerridwen en Annwn.
146
Conforme el hombre vive su experiencia de vida, evoluciona o
involuciona espiritualmente, y también lo hace su Awen. Cuando
su existencia física desaparece de este plano, si ha sabido, en su
libre albedrío, elevarse, sobrepasa este nivel, para acceder al
siguiente círculo o plano que es Gwynvyd. Si ha logrado una
evolución insuficiente, permanece en una próxima vida física de
nuevo en Abred. Si ni siquiera ha logrado una evolución
insuficiente sino que, además, debido a sus actos negativos ha
involucionado, su alma cae de nuevo en Annwn, para ser renovada
con nueva Awen y reiniciar el ciclo.
El círculo de Gwynvyd, (pureza), es el plano del bienestar,
donde el espíritu carente de la forma física humana y sin tiempo, se
desarrolla plenamente hasta su conjunción con Celi, según esta
tradición galesa.
El círculo de Ceugant, (Ceu= infinito y cant = círculo), está
ocupado por Celi, que representa la manifestación de la energía, del
espíritu, en todas sus formas, pero allí también existe la polaridad
sombría o fuerza destructora, llamada Cythraul, la cual Celi
absorbió.
Manred, se cree que fue la primera sustancia, sin conciencia
propia, del universo,
….y todos los elementos que había en sus partículas y átomos
tenían vida, pues Celi (el oculto), estaba en cada partícula del
universo, una Unidad completa,
(sería el equivalente al Todo Absoluto, Causa Primera o
Increado, y Manred sería el equivalente al Huevo Cósmico, y a la
Bola de Plasma o a una sustancia sutil, sin conciencia propia)
….y cuando se pronunció la Palabra….
(ya sabemos que la palabra era sagrada para los druidas, lo que
podríamos interpretar como el desencadenante del Big-Bang)
…se expandió por el espacio multiforme de Ceugant, en su
expansión infinita Y Celi, estaba en cada partícula de Manred y en
sus agregaciones conjuntas de un modo colectivo, porque la Voz de
Celi, es la Voz de cada partícula de Manred, en la medida en que
147
se pueden contar o comprender sus números
eros o cualidades y la Voz
de cada partícula es la Voz de Celi, siendo Celi en la partícula
como su vida y siendo cada partícula o átomo que hay en Celi
como su vida.

En definitiva, estas son algunas interpretaciones que realizan


algunos analistas sobre esta disquisición doctrinal que tiene sus
creyentes entre los seguidores druídicos y druidas contemporáneos
británicos y bretones sobre la doctrina y conceptos de la creación
de mundo y su organización.. Creencias basadas mayormente según
el revivalismo galés de los siglos XVII, XVIII y XIX, XIX y en las
aportaciones de Iolo Morganwg, en sus apologías y alusiones sobre
el druidismo ancestral del que él creyó ser su consignatario.

148
SOBRE lA MEDICINA CÉlTICO-DRUíDICA

« Namque Tiberi Caesaris principatus sustulit Druidas eorum et


hoc genus vatum medicorumque per senatus-consultum ».

“Durante el principado de César Tiberio, de hecho fue emitido un


decreto del senado contra los druidas galos y toda aquella estirpe de
adivinos y médicos”.

Plinio el viejo Historia Natural, Liber 30, vs 13

149
1-Historia

Es necesario empezar apuntando como primer dato que la


medicina de los celtas pre-cristianos, poco tiene que ver con la
medicina moderna contemporánea, llamada alopática, pero
tampoco con la medicina conocida como homeopática.
Antaño no había diferencia entre ciencia y espiritualidad,
porque ambas cuestiones se entrelazaban de manera que eran una
misma cosa, justo por ello el médico druida, por lo general un
druida “fàith”, denominado “liaigh” en las tierras gaélicas, que era
además creyente y practicante de la espiritualidad de la que
formaba parte, no podía, ni debía abstraerse de sus propias
creencias druídicas, las cuales se hallaban presentes en sus
diagnósticos y en su mediación e interposición sanadora ante las
Divinidades. Es decir, creía que las enfermedades tenían
causas espírituales y mentales además de físicas.

Actitudes ante la muerte, ante la práctica de la eutanasia, la Ley


de compensación, de reparación o enmienda, eran cuestiones que
eran concebidas de una forma divergente a como puedan
entenderse en nuestras sociedades contemporáneas y en los códigos
deontológicos de hoy en día. Por tanto, ya que ellos creían en la
inmortalidad del alma, tal y como se enseñaba en el Druidismo, y
confiaban en que la muerte solo era una mera transformación hacia
la verdadera vida en el Mas Allá, no solían luchar contra la muerte
del enfermo incurable o terminal, sino contra el dolor y
padecimiento que una enfermedad o herida mortal podía provocar.

Hemos de constatar que la célebre terapéutica druídica de antaño,


se hallaba acoplada tanto; a la magia en su aspecto transformador
como afirmaba el naturalista latino Plinio el Viejo, comprendiendo
ritos elaborados, cánticos, demostraciones místicas, sugestiones,
encantamientos, talismanes, y el propio espiritualismo del

150
paradigma céltico-druídico, como; al empirismo o utilitarismo de la
praxis orgánica.
Bajo ese aspecto la medicina poseía tres naturalezas diferenciadas,
dos funcionales o prácticas;

1- La sangrante o quirúrgica
2- La medicina herbolaria, vegetal, mineral o natural
3- La metafísica y psicológica a través de los encantamientos y
de la intercesión ante las divinidades sanadoras u otras.

Corresponde reseñar que para algunos investigadores de lo céltico,


el aspecto mágico de los druidas sanadores o “ouatis-faithliaigh” en
general, estaba tan acreditado entre la población celta, que señalan
que éste era el verdadero fundamento histórico de la autoridad y
prestigio influyente de esta clase mágico-intelectual de los druidas.

En realidad, en la atención al enfermo o perjudicado existía un


previo trabajo psicológico por parte del druida para requerir la
aquiescencia del paciente y así iniciar un coloquio metafísico a tres
bandas, entre el druida, el aquejado y la Divinidad sanadora a la
que se invocaba o se acudía en otros planos de la Realidad, para
solicitar la curación del enfermo.
No obstante, en su faceta como terapeuta, el druida liaigh sabía
diferenciar entre los estados de salud cotidianos de las personas
(vejez, expectoración, resfriado, agotamiento, heridas, fracturas y
etc.) para los que tenía remedios, pócimas y tratamientos varios, y
las afecciones causadas por otros humanos y/o energías perniciosas
o entidades sobrehumanas infaustas, todas las cuales requerirían la
observación y consideración minuciosa del "hombre medicina”,
fuera éste el druida o vate médico o en tiempos anteriores; el
chamán, el curandero o el sanador taumaturgo que utilizaba
técnicas chamánicas, para averiguar si el enfermo había violado
algún “geis” o consultar en estado de trance a las divinidades
adecuadas, para conocer si el afectado había sido maldecido por

151
algún mortal o por alguna entidad o fuerza del Otro Mundo
inmortal.

Así puede presumirse que el druida sanador, tenía a su abasto dos


recursos primordiales interconectados entre sí, a través de su
espiritualidad para conseguir la sanación de los enfermos. Esto es;
la religión y la magia.
Si la observancia religiosa y las creencias en las divinidades
suponían la mediación o reconciliación divina en la sanación del
enfermo, mediante la intervención de alguna deidad, fuerza
inmaterial o entidad sobrehumana, en la magia, no resultaba
necesaria la intervención de ninguna de ellas, ya que era el druida,
el que buscaba a través de sus rituales y actos mágicos,
encantamientos y ritos, la sanación del sujeto afectado.
Unos actos mágicos cuya eficiencia y eficacia dependían
enteramente de la credibilidad y sugestión de éste para sanar y de la
confianza y convicción del enfermo para curarse.

Así pues observamos que el druida médico; el vate (ouatis,


faithliaig, eubages) fue también un pronosticador, fue también un
hipnotizador, y en definitiva, fue también un curandero, que utilizó
los tres aspectos sociales básicos de la civilización celta;

1. El aspecto de la primera función dumeziliana o perspectiva


mágica del druidismo, realizada ésta sobre los enfermos a
través de hechizos, encantamientos, ritos e invocaciones a
los dioses

2. El aspecto de la segunda función dumeziliana o técnica


sangrante o sangrienta en las intervenciones quirúrgicas
realizadas en los, reyes, guerreros y cazadores heridos o
aquellos que precisaban de cirugía.

152
3. El aspecto de la tercera función dumezialiana vinculada a
los productores y a la medicina vegetal que emplearon al
unísono, los médicos vates y otros sanadores rurales de
aldeas y poblados.

Dichos aspectos resultan probados al confirmar como los vates


médicos, utilizaban también los métodos mágicos en la sanación,
con los rituales, ademanes, expresiones y ceremonias espirito-
religiosas propios de la primera función, asistiéndose con
intervenciones quirúrgicas sobre los cuerpos de los afectados, como
extracciones de flechas o puntas de lanzas, amputaciones,
dislocaciones y trepanaciones, vinculadas éstas a la segunda
función, finalizando con la aplicación de cataplasmas herbarios
astringentes5, ungüentos y la utilización de enteógenos y
psicotrópicos, para el alivio de dolores y malestares y para realizar
viajes a otras realidades, enlazados todos ellos a la tercera función,
usando además procedimientos directos como métodos de succión
o presión para aplicar sobre heridas, ventosas, torniquetes,
cauterizaciones y utilización de “nieblas”, es decir; vahos, baños de
vapor6 y otras variaciones de emanaciones (humaredas).

5
Hay constancia en un texto de Estrabón, en Geographica III, 3,6 que dice
sobre los lusitanos celtas o celtizados: " Dicen que algunos lusitanos que habitan
en las inmediaciones del río Duero, viven muy lacónicamente; que usan dos
veces al día los alipterios (recinto donde se perfumaba a los que salían del baño y
se untaban con óleos) toman baños de vapor que se desprende de piedras
candentes, se lavan y bañan con agua fresca y solo hacen al día una comida muy
parca y frugal; examinan las venas de los costados, toman el pulso y predicen por
los cadáveres lo futuro.
6
Los celtas poseían saunas, las cuales además de utilizarse para ritos de
purificación, se utilizaban para curar o aliviar el reumatismo, e incluso, pudiera
ser que fueran utilizados como paritorios (por ejemplo la de uso termal del castro
de Ulaca, en Avila (España) de la tribu vetona) o las “pedras formosas” de la
cultura castreña del noroeste. Poseyendo además un sentido ritual, vinculándose
a ceremonias iniciáticas guerreras.

153
Técnicas sanadoras y terapéuticas corrientes entre los druidas vates
médicos (faith-liaigh en Irlanda)

A-Las pertenecientes a la primera función dumeziliana o mágica:

1. Los encantamientos, interpelaciones, conjuros, bendiciones


y actos ceremoniales, conocidos en Irlanda muy
posteriormente como “Carminas”, (Carmina Gadélica)
fueron elementos que acompañaban a la medicina
quirúrgica y a la medicina vegetal. En realidad formaban un
conjunto inseparable y se integraban en una holista o
integral concepción de la sanación, la cual debía de darse en
los tres aspectos siempre señalados; de la mente, el cuerpo y
el alma.

2. Las peticiones eran dirigidas hacia las divinidades


sanadoras. En la Irlanda pre-cristiana, las apelaciones se
encauzaban hacia deidades mencionadas en las sagas como;
Diancecht, Lugh, Airmed, Miach, Oirmiach (Ochtriullach),
etc. En la Galia las peticiones se dirigían hacia Divinidades
tanto locales como pancélticas, como Belenos (dios también
de la sanación solar, como Lugh), Belisama, Lugos, Borvo,
Bormano, Grannos, Luxovio. Nerios, Bormona, Damona o
la britónica Sulis y etc., ya que la intervención divina, se
creía era precisa para paliar los males y enfermedades
humanas o animales. Entre los celtas hispanos, también
había divinidades asociadas a la sanación como Endovélico,
Ataecina, Bormanico, Edovio, Arentia, Coventina, etc.

3. Preexistía la creencia de que muchas de las enfermedades o


males, eran provocados por entes sobrehumanos o fuerzas
singulares, incluso por otros humanos con ciertos poderes
mágicos, y por tanto, se precisaba de la intervención o
intercesión de entidades superiores como las mismas
154
Divinidades con atributos sanadores, invocadas por las
personas adecuadas, como eran los druidas vates médicos,
facultados para concertar directamente con los dioses o
diosas sanadores.

4. Invocaciones dirigidas a la Madre Tierra, y a las “Matres”


triples, para obtener su consentimiento como deidades
protectoras y proveedoras de salud, siendo a la vez,
generadoras de árboles, hierbas, plantas, piedras y minerales
y otros elementos, a las que se invocaban, para que dichos
ingredientes naturales fueran eficaces y eficientes contra las
afecciones, los padecimientos o los trastornos psíquico-
físicos.

5. Los talismanes y los amuletos que funcionaban como


objetos profilácticos mágicos, protegiendo a los humanos y
animales de las energías nocivas y de las influencias
perniciosas.

6. El sacrificio mágico de compensación. Dicho sacrificio


consistía antaño en el traspaso mágico de una enfermedad
letal de un humano o animal, a otro humano, animal u
objeto. En casos excepcionales y de enfermedades humanas
extremas de personajes importantes, se ofrecía a las
Divinidades, la muerte de un ser humano (un voluntario, un
prisionero de guerra o un proscrito) para intentar sortear la
muerte de otro ser humano. No obstante, no será menester
aclarar vastamente, que en la praxis actuales de los druidas
vates sanadores, dichos procedimientos han evolucionado y
se conceptúan de manera empática, por lo que no se ofrece
la muerte o la vida de ningún ser vivo a las Divinidades en
compensación por la sanación de un ser humano. De haber
sacrificios, (renuncias, entregas, ofrendas) éstos son íntimos
y personales.

155
7. La Hidroterapia. Incluiremos en esta función mágica, la
hidroterapia, por tres razones básicas;

a) Primero por el culto que se debía a las entidades y espíritus


de las aguas dulces, manantiales y fuentes sanadoras,
vinculadas a los balnearios, así como a los espíritus locales
benefactores o divinidades acuáticas también sanadoras.

b) Segundo, porque fue una práctica ligada a la función


médica circunscribiéndose la acción a la psico-magia,
aunque también podría incluirse en el trabajo y la actividad
de la medicina vegetal, puesto que como narra una leyenda
irlandesa; Fingín el druida médico del legendario
Conchobar Mac Nessa, sanaba a los heridos con baños
cuyos ingredientes, además de la salutífera y catártica agua,
eran las hierbas consideradas medicinales.
No obstante debe añadirse, que los ingredientes de estos
baños, no siempre eran solo hierbas medicinales, ya que en
ocasiones diferentes las sustancias que lo constituían podían
además incluir carne de animal, (vaca, cerdo, caballo, oveja)
mezclada con variopintos ingredientes como tuétano, leche,
huesos y barro, como así lo narra el “Táin Bó Fraich”, por
ejemplo, para curar las heridas recibidas por Froech.
En la tardía compilación irlandesa del Sanas Cormaic
(Glosario de Cormac) del siglo X de la E.C, aun se cita, en
remembranza de tiempos pre-cristianos, un baño medicinal
hídrico nocturno de cuerpo entero, denominado
“fothrucud”, con su ritual asociado”.

c) Y tercero, porque la hidroterapia fue una técnica medicinal


que pertenecía a un ámbito alternativo al del tratamiento
sangrante o cirugía, aunque obviamente podía limpiar,
lavar, desinfectar y purificar heridas sangrantes. Y no solo
eso, sino que la hidroterapia también se ajustaba al área del
156
reposo y descanso, para aquellos guerreros provenientes de
un combate singular o de una batalla colectiva, en los que se
usaban tanto baños de barro como de vapor.

El culto a las aguas dulces vivificantes purificadoras y


sanadoras fue una de las expresiones más importantes de la
medicina druídica, como así lo demuestran los
descubrimientos arqueológicos de balnearios y termas cerca
de fuentes, arroyos y manantiales, en las áreas célticas
donde los druidas oraron, enseñaron y sanaron.
Poca cosa queda actualmente de las instalaciones pre-
romanas de balnearios, cabañas de vapor, construcciones de
baños medicinales y etc., probablemente construidas en
madera, las cuales tras la conquista romana fueron
reemplazadas por las construcciones típicas romanas en
piedra, pero la hidroterapia, fue muy eficaz y pujante entre
los celtas pre-cristianos, como así lo demuestran los
diversos santuarios de aguas termales, que por ejemplo en la
Galia, por lo general, estuvieron bajo la protección del dios
Borvo, o entre los lusitanos de Hispania, bajo la protección
del dios Bormánico (Bormano, Bormo, Boruoboendua, etc)
o como el también conocido santuario britónico de Bath,
bajo la protección de la Diosa sanadora, Sulis.

Santuarios, todos ellos, donde existían aguas termales y se


aplicaba y se trataba con hidroterapia. Sirva también como
ejemplo el balneario mencionado de “Bath”, cuyas
instalaciones gozaban de un “caldarium” (baño caliente), un
“tepidarium” (baño templado) y un “frigidarium” (baño
frio), ciertamente revigorizadas en tiempos de la
romanización, pero cuya utilización de los tres espacios,
provienen, como el nombre de la diosa protectora, de los
tiempos previos a la conquista romana. También el agua de
lluvia o rocío, que se acumulaba en los huecos de las

157
piedras sagradas, fue utilizada como bebedizo contra las
enfermedades o como bálsamo de uso tópico.
En lo inmortal se circunscribe el procedimiento mágico-
hídrico que emplearon en la legendaria y mitológica
Segunda Batalla de Magh Tuireadh, el dios médico irlandés
Dian Cecht, y sus tres hijos; Airmed, Miach y Octriuil
cuando recitaban encantamientos mientras administraban
baños mágico-medicinales, en la fuente cuyo nombre era
“Salud”, a los guerreros heridos letalmente en la lucha, para
curarlos y devolverlos vivos y salvos de nuevo a la batalla.

8. La Litoterapia: La sanación mediante las piedras tuvo una


aplicación distinta a como se viene empleando dicha técnica
actualmente en las corrientes y técnicas new age. En
tiempos de los celtas pre-cristianos, las piedras sagradas y
las grandes piedras denominadas sanadoras, tenían una
aplicación energética, pues se creía que podían albergar
espíritus sobrehumanos, encauzar fuerzas telúricas o
contener energías sobrenaturales y que podían sanar,
compensar desarreglos orgánicos, prevenir enfermedades o
equilibrar trastornos físicos.
En dichos tiempos, se creía que sus propiedades tenían que
ver con la forma, el origen, el color, la textura, y la
composición que presentaban en su lugar de ubicación. Por
lo general, la piedras sanadoras se hallaban en lugares de
antiguos ritos ancestrales en forma de monolitos; menhires,
dólmenes, crónlechs, círculos de piedras, túmulos, rocas
horadadas, piedras figuradas, incluso altares pétreos, muros
y piedras de fuentes, o bien, con proporciones más
reducidas, en los bosques esparcidas por el terreno, o en
grutas, cavidades o vetas mineras.

Así pues, más que una correspondencia mágico-religiosa-


sanadora con gemas o minerales pulimentados, existía un
158
vínculo espiritual con los megalitos, los cuales además de
toda su simbología mística; perennidad, sexualidad, energía,
fertilidad, fuerza y etc., éstos si poseían un verdadero y
natural valor religioso y mágico.
En cuanto a praxis terapeutas con piedras romas, cantos
rodados obtenidos de lechos de los ríos o lagos, aerolitos,
pedernales, u otros elementos de silicato, cabe decir que
fueron prácticas curativas o balsámicas, no muy extendidas
entre los antiguos celtas pre-cristianos, o al menos no ha
quedado constancia de ello. No obstante en los tiempos
actuales son prácticas acordes con los conceptos céltico-
druídicos, que suelen complementarse con la hidroterapia o
con los masajes.
La técnica consiste en sumergir las piedras en agua y
calentarlas mediante la acción del fuego, para luego ser
colocadas en los lugares vitales del cuerpo, especialmente
sobre la zona de los denominados “tres calderos druídicos”
para facilitar una mejor rotación de éstos o de sus canales
energéticos, y para mejorar la fluidez de la energía y
equilibrar los excesos o sus defectos.
El calor directo sobre los calderos energéticos provoca una
mayor acción y efecto sobre éstos, así como permite una
manipulación suave y flexible en el caso de que se proceda
a un masaje terapéutico. Una práctica anexada al masaje
con piedras calientes, es la combinación con el uso de
piedras frías, lo que provoca una reacción que logra abrir
los canales energéticos obturados.

9. Medicina Vibracional; La Musicoterapia y la Sonoterapia

“Llevaban arpas de oro, plata y bronce con figuras de


serpientes, pájaros y perros de oro y plata. Cuando las
cuerdas se ponían en movimiento aquellas figuras se
volvían hacia los hombres. Empezaron a tocar y doce
hombres de su casa murieron de lloros y tristeza”
159
del Táin Bó Fraech

Vinculada, en no pocas ocasiones a la hidroterapia y a los


santuarios célticos de sanación, concurrían las técnicas
terapéuticas del sonido (sonoterapia) y de la música
(musicoterapia), las cuales y de forma general, eran unas
prácticas usadas de forma hipnótica apropiadas para la
relajación y adecuadas también para la meditación.
De todos los instrumentos musicales el más adecuado para
dichas prácticas sanadoras fue el arpa o el arpa corta o
“cruit” (en irlandés). En las leyendas celtas de las islas,
existen anécdotas y gestas transcritas donde la música
afecta e influye en la conciencia humana, pues la música
como decían los celtas antiguos “hace reír, hace llorar y
hace dormir”, así se refiere en un relato durante la
legendaria “Segunda Batalla de Mag Tuireadh, en la que el
arpa de roble, “Uaithne, propiedad de la Divinidad conocida
como “An Dagdah”, produce dichos efectos.
Este instrumento tenía la capacidad de controlar el orden de
las estaciones cuando era tocada, y podía interpretar tres
tipos de melodías a saber: “Goltraiges” (el acorde del
llanto), “Gentraiges” (el acorde de la risa) y “Suantraiges”
(el acorde del sueño).
Así pues, tanto los sonidos procedentes de instrumentos
como el arpa, instrumento mágico por excelencia para los
celtas, como eufonías provenientes de la entonación o del
canto de la voz humana o de los sonidos, del viento, de los
ríos y sus fuentes y de algunos animales, podían llegar a
suprimir el sufrimiento mental, trocándolo en sosiego
mental y espiritual, permitiendo además, el adormecimiento
sin dolor.
El talento y el empleo de la música, no solo amansa a las
fieras, como suele decirse popularmente, sino que en los
tiempos célticos, tanto los vates como los bardos, probaban
160
con la música y los cánticos, calmar o apaciguar los ánimos
encendidos de las catervas de guerreros enardecidos prestos
a la batalla, y en otras ocasiones también, justamente lo
contrario, es decir, enardecerlos con soflamas, cánticos y
sonidos más estridentes y rimbombantes.

Por otra parte, y así como tenemos constancia, a través de


las leyendas insulares de la Irlanda pre-cristiana, del empleo
de la música como terapia medicinal, especialmente sedante
y relajante, no tenemos tal evidencia con otros tipos de
sonidos originados mediante otras técnicas, que sería lo que
hoy viene conociéndose como Sonoterapia o Terapias de
Medicina Vibracional.
Las Terapias sanadoras mediante el Sonido, estando sus
conceptos muy acordes con todas las esencias druídicas
como veremos, y siendo una práctica respetada y practicada
en el druidismo de cariz evolutivo, es una técnica mágica no
invasiva, ni sangrante, y su aplicación carece de dolor.
Pero ciertamente, mucho se ha señalado que la Medicina
vibracional utiliza terapias alternativas puestas de moda por
las corrientes de la Nueva Era, donde se mezclan las
creencias sobre atlantes o lemures con mongoles y budistas
tibetanos, taoísmo y ying yang con instrumentos sonoros
como el didjeridoo australiano, además de relacionarla con
todo tipo de aplicación de las creencias orientales, como
yantras, mantras y chakras hindúes, enredando aun más el
tema con creencias teosóficas, prácticas de médiums y
espiritistas, viajes astrales, y lo que haga falta, ¡oiga!. Y
siendo todo ello cierto, pero no siendo responsabilidad de la
Medicina Vibracional, sino, como siempre, de las personas
que la utilizan sin apenas conciencia y conocimiento o por
mero interés mercantilista.

Cuando se ha afirmado que la medicina vibracional


mediante el sonido es sanación y es coherente con las
161
esencias primordiales druídicas, se ha hecho dicha
afirmación constatando y confirmando el concepto y
significación de dicha terapia.
La Medicina Vibracional es una práctica terapéutica que
incide en la sanación a tres niveles como es; la salud
orgánica, la salud mental y en la salud anímica. Una tríada
de tres dimensiones del Ser, que está en plena concordancia
con las creencias druídicas.
El concepto general que la sostiene a nivel teórico, es que
todo lo que existe en este u otros Universos, es energía.
Desde un átomo hasta la estrella más imponente, desde lo
más ínfimo a lo más inmenso, desde el microcosmos al
Macrocosmos, todo es energía y todo vibra en diferentes
gradaciones, desde lo más sutil a lo más denso. Por lo tanto,
todos los organismos son energía, son vibración y se podría
decir, que son organismos vibrantes y melodiosos. El
sonido pues es también energía y siendo energía es
ondulación y vibración, que el oído humano puede captar en
forma de ondas de determinadas frecuencias.
Así pues en la Medicina Vibracional, se pueden utilizar
instrumentos como las arpas, pero también otros menos
usuales, como calderos de cobre o bronce, cuencos
metálicos de oro, de plata y de cuarzo o los conocidos como
los modernos diapasones terapéuticos que originan tonos de
diversas frecuencias. Por lo tanto la medicina Vibracional o
Sonoterapia reside en producir esos sonidos perceptibles, a
modo de registro sonoro, donde las vibraciones y
frecuencias producidas, aplicadas en determinadas áreas del
cuerpo, tratan de restituir el equilibrio energético y lograr la
armonía entre cuerpo, mente y espíritu.

Pero estas vibraciones no solo son de los órganos y células


del organismo, sino que los pensamientos, las emociones y

162
el sentimiento, también son energía y vibraciones en
distintas frecuencias vibratorias.
A este respecto la medicina vibracional se sumerge en el
Principio de Resonancia que se basa, en que una vibración
intensa y armónica repercute, se irradia y contagia a otra
más débil, disonante o no armónica o saludable. Es decir,
que dos energías cercanas en diferente nivel de frecuencia,
no pueden mantenerse en el tiempo en distintos rangos,
puesto que la más intensa contagiará a la vibración menos
intensa, hasta equilibrarla o emparejarla.

B- Las pertenecientes a la segunda función dumeziliana. Técnicas


llamadas sangrantes, vinculadas a la clase guerrera.

1. Una de las técnicas consideras sangrantes, más y mejor


conocidas en la Europa céltica antigua fue, sin duda, la
Trepanación. Esta intervención quirúrgica instrumental
consistía primeramente en quitar una porción de hueso de la
parte superior de la bóveda craneal, mediante una incisión
con un punzón u objeto afilado y puntiagudo o mediante un
raspado progresivo, para seguidamente proceder a la
eliminación de tumores cerebrales, infecciones, edemas e
inflamaciones. El objetivo era también el de aliviar
migrañas y todo tipo de enfermedades consideradas en
aquellas épocas como cerebrales, así como según se creía,
el de posibilitar la expulsión o salida de la fuerza maléfica
o energía perniciosa que provocaba la enfermedad. No
obstante, también había razones iniciáticas tribales para
proceder a una trepanación, como una especie de acto
ceremonial en la adolescencia para alcanzar la edad
adulta. No se descarta, incluso, que algunas trepanaciones
fueran realizadas tras el fallecimiento del sujeto, con el
propósito místico de facilitar la salida del alma, ubicada en
la cabeza, según las creencias druídicas, o de proceder con

163
el trozo de hueso extraído de la calota, a la confección de
fetiches o amuletos.

Una de las anécdotas legendarias, más conocidas, aunque ya


druídicamente tardía, y que comenta Peter Berresford Ellis
en su libro “Druidas”, sobre un caso de trepanación con
supervivencia tras la intervención, es la del líder irlandés
Cenn Fáelad mac Ailella (alias Cennfaeladh, fallecido en
679 de la E.C.), el cual sufrió una herida mortal en la
cabeza en la batalla de Moira o “Cath Magh Rath”.
Trasladado herido a la escuela médica de “Tuam Brecain”
(Tomregan) - cuenta la historia - que le extirparon las partes
dañadas del cráneo y del cerebro. Tras la intervención
adquirió mejor memoria y se convirtió en un erudito
irlandés, célebre por ser uno de los autores del “Uraicept na
n-eces” (Manual de los poetas) y ser el fundador del colegio
bárdico de Derryloran.

2. Además de las trepanaciones, los druidas vates y médicos


procedían a realizar cesáreas y suturas, a extirpar tumores, a
practicar incisiones sobre infecciones, pústulas, furúnculos
y otras acumulaciones purulentas, así como a efectuar
amputaciones de miembros gangrenados o muy lisiados, y a
acoplar prótesis.
El acontecimiento legendario mas mencionado en las sagas
celtas irlandesas sobre una prótesis, es el que narra la
sustitución del brazo herido y perdido del legendario rey
irlandés Nuada, en la primera batalla de “Mag Tured”. Tal
maestría de sustitución, la efectuó Dian Cecht, el dios
druida de la medicina y médico de los Tuatha dé Danann,
en la extremidad del soberano Nuada al acoplarle un brazo
de plata. Pero Miach hijo del dios y médico también él
mismo, superó las artes y técnicas de su propio padre y
sustituyó el brazo de plata que había colocado su
164
progenitor, por uno de carne y hueso, aunque todo esto “a
priori” pertenece al mundo de la simbología, del mito y de
la leyenda.

3. El alto nivel que alcanzaban los médicos druidas o


sanadores druídicos, en sus estudios y en su actividad, los
convertía en unos expertos en las cuestiones quirúrgicas.
Debido a dicho prestigio, un grupo de druidas faithi (vates)
médicos o “faithliaigh”, irlandeses, bajo las directrices de
Fíngin, seguían a los tropeles guerreros de Conchobhar Mac
Nessa, en las batallas del Táin, para asistir a los heridos en
el campo de batalla. Incluso uno de esos druidas médicos,
llegó a suturar con hilo de oro una herida producida por el
proyectil lanzado con una honda, que impactó y penetró en
el cráneo de Conchobhar, según un fragmento de la leyenda
de “Aided Conchobuir” (El asesinato de Conchobar). Al
final aunque sobrevivió con el proyectil en el interior de su
cerebro durante siete años, murió cuando el proyectil
finalmente fue expelido de su cabeza, y este hecho le causó
la muerte.
Otro líder guerrero también celto-irlandés conocido como
Tadhg Mac Cian fue gravemente herido en la batalla de
Crionna en el año 226 de la EC., el cual también fue curado
de sus heridas por un médico de su ejército. En los textos
irlandeses del Táin Bó Cúailnge existen unas cuantas
referencias, a la aptitud y competencia quirúrgica de los
médicos druídicos o ouatis (vates, faithi). Por ejemplo:
“Cuchulainn, dijo a Lôeg, su cochero, que fuera a buscar a
los guerreros del Ulster, con el fin que vinieran para
impedir el secuestro. Abrumado por la fatiga, hizo un
poema”;
….De mi lado derecho, y de mi lado izquierdo
Es difícil decir cuál está más enfermo.
La mano que los ha golpeado no era la del médico Fingin
quién detiene la sangre con una rodaja de madera.
165
Estos terapeutas portaban una bolsa llamada en gaélico
“lés” que iba llena de “recursos medicinales”. Tan
importante era esta bolsa, que un “faith” o “faith liaig”
(médico) sin ella, no podía ser considerado como un buen
sanador.
Otros instrumentos que podían portar estos “fáithi”
irlandeses eran; una trompetilla acústica a modo de
estetoscopio, un cuerno denominado “gipne” que servía
para realizar catas bebibles, y varias sondas o “fraigs” para
facilitar la salida de humores o purulencias, explorar heridas
o fístulas e introducir ungüentos en heridas profundas.
Seguramente llevarían otros utensilios, habituales en la
Europa de aquellas épocas del siglo I de la EC, como
aquellos que cita el médico galorromano Aulo Cornelio
Celso, nacido en la Galia Narbonense, tales como; bisturís,
pinzas, ganchos, cánulas, agujas y etc., pero de los
mencionados en primer lugar, han quedado constancias
físicas e históricas entre los celtas insulares especialmente.

4. En este apartado de las intervenciones quirúrgicas, habría


que hacer una especial mención a la oftalmología céltica, la
cual estaba muy desarrollada para la época. En toda el área
céltica, pero especialmente en la Galia, y ciertamente con el
influjo de la medicina griega, impulsada desde Massalia
(Marsella) se llevaban a cabo prácticas oftalmológicas de
precisión como la extracción de las cataratas en el cristalino
del ojo o como la elaboración de colirios sólidos como
ungüentos, bálsamos o pomadas, los cuales eran más fáciles
de transportar.
Según deducciones de algunos investigadores sobre esta
cuestión, como la de la francesa experta en el tema, Dra.
Arlette Madeleine Sedille Dechambre, en su libro “Les
ophtalmologistes gallo-romains”, afirmaba que existían
colegios médicos, e incluso otros investigadores conjeturan
166
que seminarios o academias druídicas, anexas o cercanas a
los colegios médicos, donde se enseñaba y practicaba
exclusivamente oftalmología, donde los médicos druídicos
recibían enseñanzas comunes y adiestraban su talento y
pericia con esfuerzo científico. Ya cuando los oculistas,
todos ellos, con los mismos conocimientos, principios
terapéuticos y praxis alcanzada, abandonaban dichos
colegios, se dirigían a las villas, a veces ubicadas a grandes
distancias del colegio, donde iban a ejercer, llevando con
ellos los utensilios que habían forjado o adquirido en el
tiempo de estudio. Para muchos investigadores de esta
cuestión, como Émile Thèvenot, hay una relación muy
estrecha entre la oftalmología y el culto celta a las aguas
sanadoras y las escuelas de enseñanza de esta especialidad,
que se ubicaban en un santuario de divinidades acuáticas,
generalmente sanadoras.

Santuarios en los que existían fuentes y manantiales a los


que se atribuía propiedades sanadoras, como lo evidencia el
gran número de exvotos encontrados en ellos y que
remedan partes orgánicas humanas, así como los hallazgos
en dichos lugares de diversos tipos de utensilios
quirúrgicos.
De lo expuesto también cabe deducir, a pesar de algunos
críticos que opinan en sentido contrario, que tanto en la
Galia pre-romana como en la galo-romana, existían colegios
o seminarios exclusivamente médicos, cuyas enseñanzas
estaban destinadas a la clase intelectual de los celtas, esto
es; a los druidas, o como se les llamaba en Eire a su
especialidad, a los “faith-liaigh” (vates médicos).
Es también innegable, que la cirugía céltica, se transmutó
marcadamente hacia el empirismo y el laicismo tras el
contacto con la medicina y la cirugía greco-latina, la cual se
impuso progresivamente, especialmente en la Galia.

167
C- Las pertenecientes a la tercera función dumeziliana.
Técnicas incluidas en las llamadas de medicina vegetal, vinculadas
a la clase productora.
En los relatos y leyendas celtas, mayormente insulares, los
druidas y druidesas aparecen en numerosas ocasiones ejerciendo la
sanación como sanadores o médicos expertos en herbalismo, o
fitoterapia, litoterapia, hidroterapia, selvoterapia (arboterapia),
termalismo y etc (obviamente son nombres modernos para
prácticas antiguas).
No en balde, a la divina Airmed, hermana de los dioses
sanadores, Miach y Ormiach e hija del dios irlandés de la medicina,
Dian Cecht, se le arroga la virtud de haber clasificado e
identificado 365 hierbas sanadoras.
No obstante, no hay mayor dios sanador que Lugh, el cual es
polivalente y plurifuncional, capaz de sanar cualquier herida y de
inducir a cualquier ser humano a un sueño reparador, mediante el
canto del “ferdord”, como así procedió con Cuchulainn, vencido
por el agotamiento sufrido y las heridas recibidas, cuando se
enfrentaba a los ejércitos de la reina Medb.
“Entonces el guerrero del sidh (Lugh) puso hierbas, plantas
de salud y hechizos curativos en las heridas, en las lesiones, las
magulladuras y las numerosas heridas de Cuchulainn. Y
Cuchulainn se restableció durante su sueño sin darse cuenta de
nada
“Táin bó Cuailnge”.

En otros pasajes del Táin Bó Cuailnge, (según versiones)


vemos como en los duelos personales entre Cuchulainn y Ferdéad
(Ferdiad), son los sanadores los que atienden con hierbas
medicinales, hechizos, plegarias y etc., a los dos contendientes. Los
pasajes dicen así;
En el primer día tras el primer combate singular y habiéndose
causado heridas superficiales y no letales se narra;

168
“Las personas capaces de sanar las enfermedades, los
médicos, llegaron para tratarlos, curarlos; Pusieron hierbas,
plantas medicinales sobre las magulladuras, las articulaciones, las
numerosas heridas, y pronunciaron sobre ellas fórmulas mágicas
que sanan. Las fórmulas mágicas y encantamientos empleados
para las magulladuras, las múltiples heridas, las articulaciones de
Cuchulainn, fueron llevadas en la misma cantidad a Ferdéad, más
allá del vado del oeste”.
Después del segundo día de combates singulares, el Táin Bó
Cuailgne, (según versiones) relata al segundo día de duelo;…
“…los médicos hábiles en el arte de sanar, llegaron para
ocuparse de ellos, observarlos y velarlos esa noche. A causa de la
gravedad de las lesiones, de las heridas y numerosas
excoriaciones, los médicos no emplearon más que palabras
mágicas y oraciones para detener la sangre que fluía y corría; los
brebajes mágicos, las palabras mágicas, las plegarias de las
cuales se sirvieron para curar las heridas de Cúchulainn, fueron
en igual cantidad llevadas a Ferdéad, más allá del vado del oeste”.

De ambos pasajes pueden dilucidarse dos interesantes


interpretaciones y deducciones;

 La primera es que cuando las heridas o enfermedades son


letales sin recuperación viable o posible, ya no se interviene
quirúrgicamente, ni siquiera a través de medicaciones, sino
solo a través de los métodos paliativos anestésicos o
analgésicos, y entonces se deriva la acción médica hacia el
acto mágico-espiritual, y a través de oraciones, rezos, votos,
plegarias e invocaciones.
 La segunda deducción que puede extraerse, es que la
medicina druídica, no solo fue y es una práctica sanadora
para la atenuación de los síntomas que produce una
enfermedad, sino que siempre se encauza hacia las índoles
esenciales del ser, según los principios druídicos por
169
excelencia esto es; mágico-espiritual (psíquico-anímico) y
empírico-quirúrgico (físico).

Cabe decir, que en esta tercera función, no todos los practicantes de


la medicina vegetal o de la sanación, fueron druidas vates
especializados en medicina, sino que un buen número de personas
de ambos géneros, practicaban una medicina de forma alternativa y
popular, generalmente aprendida a través de la propia experiencia o
debida a las transmisiones hereditarias familiares, de padre o
madres a hijos o hijas.
Es decir, que debido a las notables distancias geográficas entre las
villas y santuarios, donde se ubicaban los colegios médicos, y las
aldeas rurales, prosperaron una variedad de personajes sanadores
populares con sus recetas naturales y pócimas rústicas de
curanderas aldeanas, ciertamente no siempre honestos, y que a
veces tenían más de charlatanes agoreros que de auto-didactas
eruditos e instruidos.

En la esfera de los sanadores populares o aldeanos de prestigio, se


inscribe la obra del distinguido galo romanizado Marcellus
Empiricus, conocido como Marcelo Burdigalense o de Burdeos,
titulada “De Medicamentis” siglo IV y V de la EC. Los remedios
naturales del tal Marcelo, son recetas de plantas, hierbas, sustancias
minerales o animales y colirios, acompañadas de conjuros mágicos.
La compilación contiene 262 nombres, en varias lenguas, de
plantas, algunas exóticas. Muchas de las pócimas y drogas descritas
que elaboraba, llevaban nombres célticos galos.
Por su parte, Décimo Magno Ausonio, hijo del médico Julio
Ausonio, fue un poeta galo-romano cristianizado, que escribió sus
poemas en el siglo IV de la E.C, y en los que plasmaba diversas
alusiones a su herencia celta pre-cristiana. En la cuestión de la
medicina druídica nos dejó una muestra de dos triplicidades
vinculadas a la forma de entender la medicina entre los druidas y
consecuentemente, entre los celtas de antes de la romanización y de
170
la cristianización; “El arte de curar tienen tres aspectos; la
enseñanza recibida, el método y la experiencia. Y triple es la
medicina; ella conserva, ella preserva, ella sana”.

Así pues la práctica médica tenía tres aspectos principales;

 la higiene (aseo, pulcritud, desinfección),


 la profilaxis (prevención, dietética y eugenesia,)
 la terapéutica (medicación, tratamiento, método)

Evidentemente, la época del galoromano Marcelo Empírico, fue


una época celta medicamente ya greco-latinizada, donde cada vez y
yendo en aumento, se operó un sincretismo entre la medicina
céltico-druídica y la medicina greco-latina. Principalmente
sabiendo que el Imperio romano, acosó y arrinconó la faceta
médico-mágica de los druidas sanadores o vates.
En las Galias, muchos de estos druidas “vates” o sanadores
druídicos, se adaptaron y adoptaron progresivamente la concepción
greco-latina de la medicina, engendrando y propagando lo que ha
llegado a llamarse como medicina galo-romana, la cual también fue
avanzada en los aspectos quirúrgicos y terapéuticos de la medicina
en general de la época. Pero las influencias greco-latinas en la
medicina, es una cuestión que trataremos en párrafos aparte.
Centremos, nuestra atención, en esta tercera función dumeziliana, y
dentro de ésta, en aquellas técnicas, a modo de resumen, llamadas
de medicina vegetal;

1. La Hemostasis: La utilización de hierbas medicinales


astringentes y cataplasmas en la compresión de heridas
hemorrágicas, así como la cauterización de las mismas,
mediante la aplicación de hierros o metales candentes sobre
éstas, con el propósito de detener la efusión sangrienta o de
controlar la hemorragia.

171
2. La Anestesia: Utilización de hongos, plantas psicoactivas y
enteógenas, sobre las cuales además se realizaban las
correspondientes solicitudes y plegarias, invocando a las
deidades sanadoras, (politeísmo-triteísmo), a la Madre
Tierra (panteísmo-panenteísmo) e instando a los propios
espíritus de las plantas a activar sus efectos salutíferos
(animismo-chamanismo). Las plantas de la familia de las
solanáceas, como el adormecedor beleño, (nombre asociado
al dios celta Belenos) la narcótica belladona, la anestésica
mandrágora y el estramonio, tuvieron un papel importante
en el ámbito médico de los celtas, debido a sus propiedades
hipnóticas, alucinógenas, anestésicas o sedativas,
analgésicas o calmantes. Utilizaron una especie de
compuesto con tres de estas plantas solanáceas, que los
griegos llamaron “Filtro de Circe”. También en Irlanda se
conocía la pócima somnífera denominada; “Deoch suain”,
presente en la leyenda “Toraiocht Dhiarmada agus
Ghrainne” (o aquella otra “deocht lonnaid”, presente en la
leyenda de “Togail Bruidne Da Derga”, la cual producía el
sueño eterno (muerte) o la pócima conocida como “deoch
ndermait” o “deoch dermait” que como poción sanadora
provocaba un sueño parcial u olvido, de la que tanto
Cúchulainn, el legendario campeón irlandés y su esposa
Emer bebieron, para olvidar la locura producida por el
percance del enamoramiento del héroe por Fand, la mujer
del Otro Mundo, esposa de Manannan Mac Lyr.
Con propósitos anestésicos también utilizaron el alcohol7 o
“espíritu de la fruta o de la madera”, como desinfectante y
antiséptico. Invocando la ayuda del Dios Sucellos dios celta
de la agricultura, los bosques y las bebidas alcohólicas de
los Galos. Como sabemos, el alcohol en pequeñas dosis

7
Estos alcoholes eran creados a partir de la fermentación de frutas, semillas con levadura,
maderas, etc.
172
tiene efecto calmante o sedante. En dosis mayores, tiene un
efecto analgésico o calmante del dolor, y en dosis aún
mayores, posee un efecto hipnótico narcótico o soporífero.

3. La Antisepsia. Se entiende por antisepsia, en este apartado,


el empleo de sustancias minerales o fitosanitarias (hierbas,
árboles y plantas) como emplastos para impedir infecciones
o putrefacciones orgánicas, tras las intervenciones
quirúrgicas, o tras otros tratamientos o curaciones, como
por ejemplo el empleo de la cauterización. Es decir, para
evitar las infecciones, se empleaba también la cauterización
que consistía en cauterizar (quemar) una parte sangrante del
cuerpo para detener rápidamente una hemorragia.
4. La Farmacología vegetal. En los tiempos célticos pre-
cristianos no existían las Farmacias, ni siquiera los
farmacéuticos, como es lógico suponer, pero si existían,
como se ha visto los practicantes herbolarios, tanto druidas
como sanadores, hombres y mujeres rurales, aldeanos
surgidos de las clases productoras populares, que podrían
ser considerados como fitoterapeutas. Sabemos de varias
plantas que fueron utilizadas como medicina vegetal. Plinio
el Viejo decía que una planta denominada “samolus” era
utilizada por los druidas para proteger de las enfermedades
al ganado. Otra llamada “selago” era efectiva contra los
daños o enfermedades oculares y menciona al conocido
como “el cura lo todo” o muérdago con su ritual asociado.
La verbena, hierba considera también sagrada, era apreciada
por sus propiedades antisépticas, analgésicas, sedantes y
cicatrizantes, y así podría seguirse enumerando árboles,
plantas y hierbas. Todas las cuales, fueron recolectadas y
recogidas mediantes concretos rituales y utilizadas de
diversas maneras.
A modo de conclusión en este punto, podría decirse, que
toda planta, hierba u hoja, corteza o raíz de los vegetales y
de toda la flora en general y mayormente autóctona, fue
173
utilizada dentro de la medicina vegetal druídica, con fines
terapéuticos y psico-mágicos, para la sanación o prevención
de las enfermedades o de las heridas sufridas en combates,
batallas y etc.
Fuera del ámbito de la sanación, pero aun dentro del
herbalismo, e introduciéndonos en el orbe de los venenos
vegetales, se conoce el uso de una hierba denominada en
irlandés “Tre luib eccineol” que era venenosa y producía la
muerte, como se narra que se la produjo al satirista de los
Tuatha dé Danann, Cridenbel.
En este orbe tóxico y también mortífero, cabe destacar los
brebajes venenosos que los guerreros celtas en general,
como los galos y los astures, bebían para suicidarse, como
fue la pócima realizada con las hojas del tejo, árbol sagrado
que poseía la ambivalencia de ser venenoso o de servir
como contraveneno. Catuvolcos el magistrado y líder de los
galos eburones, según Julio César, se envenenó ingiriendo
alguna pócima elaborada con las hojas del tejo.

Pertenecientes también a esta tercera función dumeziliana,


vinculándose a la clase popular y productora, podrían añadirse otras
técnicas populares de sanación como los conocidos como “baños
de aire caliente” practicados en las cubiles o cabañas de sudar, que
en Irlanda fueron conocidas con el nombre de “Tigh n’alluis”, y
que por lo general, podían tener como intención, curar el lumbago
y el reumatismo y otras afecciones como la artritis, aunque en un
primer término podrían haber sido utilizadas con propósitos
espirituales.
Estos reducidos habitáculos que fueron construidos en piedra, no
tenían más de 3 o 4 m2 de superficie y poca altura, estaban
apartados de las viviendas de las aldeas. En su interior se prendía
un fuego central donde quemaban hierbas medicinales, hasta que el
habitáculo se caldeaba lo suficiente, para introducir al sujeto

174
envuelto en una capa y éste se aposentaba sobre una piedra o tocón
de madera, donde permanecía hasta sudar lo conveniente.
Al salir al exterior, se le sometía al individuo a un baño de agua fría
(refrescando también el alma) y tras un masaje terapéutico y
entrando en calor, el individuo procedía a prácticas de meditación
como las denominadas como “dercad”, (Dercad Duthracht o
Devocion de la Meditación) para alcanzar el “Sitcháin” (estado de
bienestar interior o de paz).
En la pequeña isla de
Inishmurray, en Donegal,
existe aún una muestra de
estas pequeñas edificaciones.

Saliendo ya del tema de las


funciones dumezialinas y de
las técnicas de sanación
asociadas, observamos uno
establecimientos, edificaciones
o estructuras mayores, donde los druidas vates médicos practicaban
o procedían a la sanación de los enfermos o heridos. Ya hemos
mencionado las cabañas de sudar irlandesas o “Tigh n’alluis”,
saunas y similares, existentes en toda el área céltica, pero no eran
éstas las únicas edificaciones.

Los Hospitales

Antes del establecimiento de los primeros hospitales para atender a


enfermos, los clásicos afirmaron que los celtas (pre-cristianos y
antes de la latinización), o bien sacaban a los enfermos a los
caminos de las aldeas o bien a sus encrucijadas, para que los
transeúntes los observasen e indicaran si conocían algunos
remedios para las dolencias o enfermedades observadas. Esta
referencia indica también que los enfermos contagiosos, como los
leprosos, eran apartados de la comunidad, constituyendo
grupúsculos de convivencia, lo cual fue debido a la prevención por
175
tomar medidas profilácticas tendentes a evitar las enfermedades
endémicas en las agrupaciones tribales.

Según algunos investigadores, como Peter Berresford Ellis, el


primer hospital de Irlanda, fue fundado en el 377 antes de la EC
(tiempos pre-cristianos) en Emain Macha por la reina Macha Mong
Ruadh, hija de Aed Ruadh, y fue llamado Bróin Bherg (Casa del
Dolor), el cual fue utilizado por los guerreros de la Rama Roja, aun
en el período de la Irlanda de los tiempos pre-cristianos. Sin
embargo, fue destruido en el 332 antes de la EC.
Este dato en sí, no tiene mayor trascendencia, sino se subraya que
fue el primer establecimiento dedicado a la atención de enfermos y
heridos en la Europa de aquella época8.
El antiguo código civil y de leyes seculares conocido como “Leyes
de Brehon” escritas entre el 600-900 de la E.C.) y que se sabe, son
un reflejo de las leyes tradicionales de la Irlanda pre-cristiana,
preservadas en la tradición oral por los druidas filid y
posteriormente recopiladas por los monjes cristianos, ya había
disposiciones y requerimientos legales que regulaban esos
hospitales.
Esas Leyes que existieron paralelamente, y en abierto conflicto,
con el Derecho Canónico impuesto por la cristianización, requería
que cada territorio debía mantener un hospital y que éste debía
tener cuatro puertas y una corriente de agua dulce, la cual debía
atravesar por el medio del vestíbulo, debiendo además, mantenerse
exenta de servidumbres, peajes o tributos.

8
Nota. El obispo Basilio de Césarea (Basilio el Magno) fundó en el año 370 de la
EC, un hospital en Cesarea de Capadocia, con el cual comienza propiamente la
historia de los hospitales bajo el palio cristiano. A continuación fueron creados
los hospitales de Edesa (375), Antioquía (en el año 398) y Éfeso (451)

176
Unos hospitales que además servían como centros de aprendizaje,
pues los médicos asociados al mismo, debían además instruir, cada
uno, a tres o cuatro estudiantes.
En dichas leyes céltico-irlandesas, también había normas para la
compensación y el cuidado de las personas heridas o enfermas.
Uno de esos decretos establecía que la persona que hería a otra
ilegítimamente era responsable no sólo a pagar una multa (Eric o
corp-díre) por la lesión provocada, sino que también debía sustentar
al herido (“othrus”, término del irlandés antiguo para definir el
mantenimiento del enfermo).

Es decir, debía nutrir y sostener, paradójicamente, a la persona que


había lesionado o tratado de eliminar, hasta que ésta se hubiese
recuperado completamente de la lesión causada.
Esas mismas Leyes Brehon, disponían que solo médicos
cualificados pudieran tratar a los heridos o enfermos, y que éstos
fueran responsables del tratamiento de los heridos o enfermos. Si
por incompetencia o desidia del médico, el paciente empeoraba o
moría, se debía ofrecer una compensación o reparación, adecuado
al daño causado.
Esto es lo mismo que decir, que solo los faith-liaigh, o sea, los
druidas-vates médicos estaban amparados por esas leyes, ya que los
curanderos rurales y populares, quedaban fuera de dicho amparo y
eran multados si se les sorprendía ejerciendo las artes sanadoras.
Una circunstancia, no muy diferente a lo que sucede hoy en día, en
todas las partes del mundo, con los llamados “curanderos”.
De esta manera, se pretendía asegurar la profesionalidad, es decir la
manera correcta de realizar un trabajo que obviamente se iba
convirtiendo cada vez en más laico, de los sanadores, aunque
ciertamente, muchos de esos curanderos populares, aun sin ser
faith-liaig, tenían muchos más conocimientos y experiencia que los
estudiantes recién salidos de los colegios médicos, por lo que no
eran meros charlatanes o embaucadores, y habían adquirido
prestigio y credibilidad entre los lugareños.

177
En el libro de las Genealogías (Leabhar na nGenealach) que es una
compilación tardía del siglo XVII pero con descripciones que se
encuentran en el Libro de Ballymote, escrito en el 1.390 de la EC y
en el Libro de Lecan, escrito en el año 1397, que compilan escritos
y referencias de otros libros más antiguos como el Libro de la
Invasiones, pues en dicho libro de las Genealogías, se conservan
notas sobre las familias de todas partes de Irlanda, de todas las
época. En dicho libro se cuenta que el primer médico laico de
Irlanda, fue un tal Capa y también se dice que la primera mujer
médico laica de Irlanda fue Eaba.
No obstante, la primera referencia histórica a un médico se halla en
los Anales de los Cuatro Maestros, donde se comenta la muerte de
Maelodhar Ua Tindridh, "el médico más sabio de Irlanda", y el dato
se registra en el 860 de la E.C., épocas ya muy tardías para la
medicina druídica, en las que debido a la cristianización, la
medicina pierde su aspecto mágico y se seculariza,
transformándose paulatinamente en una profesión hereditaria.

El Masaje

En las leyendas celtas, tenemos escasas referencias al masaje,


siendo vagas las observaciones y poco descriptivas o explicativas
de cómo éste se realizaba.
No obstante, sabemos que todos los pueblos y culturas en la
historia de la Humanidad han utilizado técnicas de amasamiento y
de manipulación sobre el cuerpo de hombres y mujeres, tanto con
aplicaciones con propósitos sanadores y terapéuticos internos o
externos, como preventivos, convirtiéndose el masaje en la técnica
terapéutica más antigua que el ser humano ha utilizado para ofrecer
y procurarse un recurso natural contra el dolor.
Existen hallazgos arqueológicos que corroboran la existencia del
masaje en muchas civilizaciones antiguas como China, Camboya,
India, Japón, Corea, Egipto, Roma, Grecia, Mesopotamia y etc.
Julio César recibía un masaje diario para aliviar su neuralgia, y el
178
escritor romano Plinio El Viejo, aliviaba sus ataques de asma con el
masaje y estaba tan agradecido por ello a su masajista que solicitó
para él, del emperador, la ciudadanía romana.
Los celtas, como elementos constituyentes de la historia de la
Humanidad, no pudieron ser ajenos a esta práctica común, presente
y realizada en los santuarios de los baños termales en las áreas
célticas. No se descarta, como también ocurrió con otras prácticas
terapéuticas, la influencia greco-latina entre los celtas galos, desde
el siglo V a. de la EC, y desde el punto geográfico de inflexión
como fue la colonia focea de Massalia, con la práctica conocida
como “anatripsis” (frote, fricción o manipulación)

Así, mientras que en Oriente y en diferentes espiritualidades de


aquel continente, se fueron desarrollando las técnicas sobre masajes
desde una óptica tanto empírica como espiritual, en los países
occidentales, el culto y el desarrollo de estas prácticas, de sus
técnicas y de su concepción mágico-espiritual, quedaron
interrumpidas a causa de la cristianización, cuando el oscurantismo
cristiano llevó a despreciar las prácticas paganas de sanación, al
mismo tiempo que se le negaba al ser humano, las aplicaciones
sanadoras y reparadoras del Ser, desviándose obsesivamente hacia
la práctica de la mortificación de la carne para lograr la santidad, y
obteniendo como consecuencia una fractura emocional y psíquica
en los individuos.

El propósito del masaje entre los celtas se intuye que era el de


inducir a la relajación profunda corporal, mental y anímica,
proporcionar alivio contra el dolor físico o emocional, siendo
también una técnica preventiva contra las enfermedades, en
general. Antaño, entre los celtas de Eire, lo habitual era que el
masaje antecediera a la meditación o “dercad”, para luego poder
acceder al “sitcháin” (Bienestar interior profundo).
En dicha técnica, acompañándose de prácticas como la sonoterapia
o la musicoterapia, la manipulación manual del terapeuta vate,
recorría el cuerpo del masajeado para hallar, percibir y predecir, los
179
desequilibrios existentes, tanto del cuerpo denso, como del cuerpo
sutil.

Masaje celta contemporáneo

Lo que singulariza a la manipulación manual del cuerpo,


llamémoslo por convención masaje céltico contemporáneo, es que
se basa en;

1. La creencia céltico-druídica de que todos los órganos


tangibles de un cuerpo viviente, (inclúyase obviamente al
cuerpo humano) operan simultánea y globalmente de forma
holística, estando vinculados entre todos ellos, como lo está
a través de las fuerzas telúricas o wouivres, toda la Tierra, o
como a través de la energía cósmica, (Nearth, Nert, Nertos,
Nwyfre) lo están todos los cuerpos del Universo. Por lo
tanto, todo lo que influye o afecta a un órgano, acaba por
influir o afectar al funcionamiento de los otros órganos.

2. Las energías externas, sean físicas o metafísicas, influyen,


modifican, mejoran o empeoran las funciones internas del
organismo, por lo que toda enfermedad se manifiesta de
forma externa como síntoma somático. El Druidismo ve a
los seres en su parte material, es decir los cuerpos, como
energía o como campos de energía, y que por tanto, se
encuentran en procesos constantes de cambios, tanto el del
masajista como el del masajeado.

3. La circulación tanto de todos los fluidos corporales, como


de las energías sutiles, originadas internamente o
provenidas externamente, son esenciales para el
mantenimiento de la salud física-psíquica de cualquier
individuo y de su equilibrio interno.

180
4. Inervación: Tanto los nervios de un organismo, como los
canales somáticos (wouivres, wyverns) juegan un papel
crucial en controlar los fluidos corporales y las corrientes
energéticas sutiles que fluyen por el organismo.

5. El masaje céltico, se circunscribe a la espiritualidad


druídica y se vincula a la sensibilidad y a la intuición (a la
Awen o Imbas) del Masajista asistente, sin la cual carece de
sentido. Es el terapeuta o vate druídico quien tiene la
facultad de percibir e interpretar el estado de ánimo, el
carácter de las personas masajeadas, así como elegir los
ambientes naturales más adecuados para el desarrollo de su
práctica y valorar las situaciones y escenarios, para poder
proceder de la manera más adecuada y lograr un efecto
equilibrador.

6. Para la práctica actual del Masaje céltico, de la forma más


óptima, no debería utilizarse cualquier lugar, ni valdrían
todas las situaciones o circunstancias. Se ha especulado con
la practicidad de si antaño, estos masajes eran realizados
bajo cielo libre o dentro de los balnearios u otros espacios
apropiados. Lo que puede presentirse es que su realización
dependería de las condiciones climatológicas, pero teniendo
en consideración que el uso de óleos naturales, enfría los
cuerpos masajeados, se deduce que debería haber una
temperatura cómoda para los individuos, por lo que se
practicarían tanto masajes a cielo abierto, como a cielo
cerrado, dependiendo de la climatología y del estado de los
masajeados, principalmente guerreros.

7. Los masajes célticos antaño se administraban con óleos o


ungüentos naturales y aromáticos, acompañados de otras
técnicas sedantes o relajantes, como la musicoterapia, la
sonoterapia, con sonidos naturales, o evocadoras de las

181
raíces célticas de la terapia. Actualmente se acompañan con
aplicaciones de aromaterapia o de litoterapia con la
aplicación de piedras romas calientes y frías que producen
una dilatación de los vasos sanguíneos y linfáticos,
impulsando la circulación sanguínea y reforzando la
eliminación de toxinas. La técnica relajante está basada en
movimientos largos, suaves y lentos que van desde
movimientos de fricción con la palma y muñeca de la mano
y amasamiento desde la zona lumbar, al cuello, cara,
piernas y pies, es decir, por todo el cuerpo humano e
incluso de ciertos animales.

Imposición de manos

En el tema de la Imposición de manos e incluso lo que se ha venido


llamando “Reiki celta”, hay que matizar algunas cuestiones e
ideas;
En primer lugar la técnica de la imposición de manos, tal cual, es
una técnica antigua que buscaba armonizar y restaurar cualquier
desequilibrio en el campo electromagnético de los seres.
Obviamente antaño formaba parte de las creencias de cada
espiritualidad que la contemplaba o practicaba y se incluía en la
faceta psico-mágica de la antigua medicina; siendo por tanto, una
creencia y parte de una doctrina religiosa o espiritual.
En el antiguo Egipto existen pruebas de su práctica, en el tratado
médico conocido como Papiro Ebers, datado hacia el 1552 a.C., y
que describe a esta técnica como un tratamiento médico utilizado
en aquellos tiempos.
Entre los celtas antiguos, no hay datos, en las leyendas, sobre dicha
práctica, pero siendo una manera natural, sencilla y un recurso
fácil, para procurar alivio o equilibrar las energías que se pensaba
existían tanto por debajo, como por encima de la tierra y como
consecuencia en todos los seres vivos, podríamos deducir que
también la utilizaron, como egipcios, judíos, hindúes, chinos y etc.
182
Posteriormente, en la época del Absolutismo y la Ilustración, en
1779 el médico Franz Anton Mesmer, afirmaba que podía llevar a
cabo curaciones a través de la canalización de lo que él llamaba el
magnetismo animal. Mesmer, (creador del mesmerismo) creía en la
existencia de una fuerza o energía vinculante, la cual podía ser
canalizada, que unía los astros, la tierra y los cuerpos animados.
Mesmer creía que esa energía podía entrar en el organismo a través
de cientos de canales eléctricos y recorrer el cuerpo humano. La
enfermedad sería causada por los obstáculos en dichos canales.
Mesmer, no fue el único en intuir ese tipo de energía invisible o
sutil, ya que muchos otros investigadores y científicos a lo largo de
la historia han experimentado con ella, concediéndole diversos
nombres y epítetos.

La Imposición de manos entre los celtas, como tantos otros


rituales, acciones y actividades, no sería solo un acto de pretendida
sanación mediante la sugestión, o de equilibrio energético mediante
la fluidez de las energías sutiles o menos sutiles a través de los
canales somáticos, sino que seguramente fue una praxis religiosa o
espiritual panteísta y animista, la cual concretamente se intuye que
estaría vinculada al aspecto psico-mágico de la misma.
Sería por tanto, una acción sanadora parecida al masaje céltico,
pero sin masaje, es decir, sin tocar el cuerpo del afectado, y que
actuando el impositor como canal de transmisión y emisor al
mismo tiempo, trataría solo mediante la imposición de manos, de
desbloquear o hacer fluir las energías que procedentes del exterior
o generadas en el interior, se creen que circulan por los meridianos
o canales energéticos (wouivres somáticas), para una redistribución
correcta hacia los diferentes órganos y hacia las Ruedas de los
Calderos o Vórtices energéticos, que contempla el Druidismo
Evolucionista.
Con la Imposición de manos al modo céltico, existiría una
intencionalidad de canalización energética tanto de la energía
externa o cósmica (Nert, Nertos, Nwyfre, Dana), como de la propia
183
energía procedente del impositor hacia el individuo tratado, sumada
a la que el sujeto tratado recibe indirectamente de los entornos
naturales. Esto es ya un punto entre otros, divergente, con lo que se
viene conociendo en Occidente como Reiki, ya que éste asume que
el Reikista solo es un mero canal de transmisión de la energía
cósmica o vital, que es llamada Ki.

O sea, en la Imposición de Manos al modo céltico, mientras se


realizase la praxis de la imposición, también se utilizarían como
fuentes de transferencia energética general, las energías de los
árboles, de los arbustos, de las plantas, de los bosques y montañas
en su conjunto, de los dólmenes y megalitos antiguos que puedan
hallarse esparcidos por doquiera, e incluso del mar, de las fuentes,
de los ríos y lagos, del agua de lluvia, del rocío y un largo etc.,
sumadas todas ellas, a la energía proveniente del que practicase
dicha Imposición. Es decir, la imposición de manos siguiendo la
esencia filosófica de esta espiritualidad, se realizaría invocando a
las deidades sanadoras de Celtia, en espacios naturales o en áreas
donde las influencias energéticas de los elementos mencionados,
pudiera ser notoria y notable, y donde el impositor también sirviera
de puente energético y de emisor.
Como método sistémico podría ayudar a mantener en
equilibrio, lo físico, lo emocional y lo mental, y aunque también
podría ser utilizado como terapia para la sanación orgánica, tendría
además un cometido esencial mas esotérico, como sería la toma de
conciencia, el auto-conocimiento y por supuesto la captación y
comprensión de otras realidades, de otras fuerzas y energías y de
otros mundos, además del tangible.
Explicar estos detalles es importante, pues como veremos,
difieren de la práctica que en los últimos años, naciendo y
partiendo de Inglaterra, viene conociéndose, como “Reiki celta”

184
Sobre el “Reiki celta”.

En la actualidad existen ya algunas corrientes diferentes sobre


el “Reiki celta”, que inciden en unos aspectos u otros, pero la
mayoría de ellas, se circunscriben a una Federación que se
denomina “Reiki Celta” o “Reiki Druídico”, a la que algunas
órdenes druídicas acusan de New Age. Este tipo de reiki, fue
innovado y puesto de moda desde el año 2005, por el galés Martyn
Pentecost, un reikista del método reki conocido como “usui”.
Los símbolos psíquicos, mentales, místicos y espirituales que
se utilizan en este “reiki celta”, a modo de las proyecciones y
propulsiones mentales del reiki japonés, son las del alfabeto celta
Ogham, (a pesar de las controversias) donde cada símbolo
oghámico se supone que está conectado con la energía, propiedades
y vibraciones de un árbol o arbusto concreto.
Su creador, asegura que más que una fórmula o terapia para la
sanación física, este tipo de reiki, es un procedimiento para
conectarse con todo lo viviente y animado, con la Naturaleza y con
el Planeta entero. Por ello, según su inventor, es también una
terapia emocional, un reencuentro con la conexión perdida de la
naturaleza.
Las críticas que recibe el Sr. M. Pentecost por parte de las
órdenes druídicas, especialmente las reconstruccionistas, obedecen
en primer lugar; a que dicha técnica es una ocurrencia
contemporánea sin ningún respaldo histórico, y a que asume un
nombre foráneo como es el de “Reiki”, aunque se llame “celta”.
En segundo lugar se objeta que el uso simbólico del alfabeto
Ogham como proyección mental y metafísica para la canalización
de la energía universal y su vinculación a las propiedades de ciertos
árboles, como lo conjeturó el escritor Robert Graves, es otra
falacia, ya que el ogham, fue un sistema de escritura, utilizado para
representar gráficamente sobre monumentos pétreos inscripciones
cortas y sólo de nombres, basado en el alfabeto latino, como
códigos privados de señalización. Pero teorías existen para todos
los gustos;
185
Teorías esotéricas plantean que fue inicialmente un alfabeto de
dedos inventado por los druidas
Una primera teoría se basa en las deducciones de
investigadores como James Carney y el historiador irlandés Eoin
MacNeill (1867-1945) en su ensayo “Archaisms in the Ogham
Inscriptions”, que sugerían que el Ogham fue creado por primera
vez como un alfabeto críptico ideado por los celtas de Irlanda.
Afirmaban que los celtas irlandeses lo crearon en respuesta a
reflexiones político-militares, para que los que tenían solo
conocimientos de latín, no pudieran entenderlo.
Una segunda teoría fue sostenida por Damian McManus quien
afirmaba que el Ogham fue inventado por los primeros cristianos
de Irlanda en búsqueda de una combinación lingüística. El autor
declaraba que los sonidos de la lengua irlandesa primitiva eran
demasiado difíciles de transcribir al latín.
Una tercera teoría afirmaba que la escritura Ogham fue
inventada en el oeste de Gales en el siglo IV a. de la EC al
entrelazar el alfabeto latino con la lengua céltica, en respuesta a la
endogamia entre los romanos y los britanos romanizados. Esto
explicaría el hecho de que algunas de las inscripciones oghámicas
son bilingües.
Una cuarta teoría fue propuesta por Robert Alexander Stewart
Macalister (1875-1950), en su obra “Secret Languages of Ireland”
y solía estar muy divulgado antes de que otras teorías la eclipsasen.
Este autor afirmaba que el Ogham fue ideado en la Galia Cisalpina
alrededor del año 600 a. de la EC., por los druidas galos que lo
crearon como un método de transmisión de mensajes con la mano.
MacAlister sugería también que se transmitía por vía oral hasta que
finalmente fue puesto por escrito en los principios cristianos de
Irlanda. Argumentaba que las líneas incorporadas en Ogham
representaban la mano al basarse en cuatro grupos de cinco letras
con una secuencia de percusiones de uno a cinco. Sin embargo, no
hay evidencia para sustentar la teoría de MacAlister por la que el

186
lenguaje y el sistema de Ogham pudieran haberse originado en la
Galia.
Teorías míticas para el origen de Ogham también aparecen en los
textos desde los siglos XI al XV. El Lebor Gabala Erenn del siglo
XI afirmaba en plan bíblico que el Ogham se inventó poco después
de la caída de la torre de Babel.

Así pues, sabemos que lo que ideó Robert Graves, fue una
teoría más de las varias existentes, que sin embargo triunfó en el
mundo “neopagano” y de la moda New age, como una iniciativa de
su propio impulso poético, pues antaño, como el investigador Peter
Berresford Ellis comenta en su artículo “The Fabrication of Celtic
Astrology”, no existió ninguna vinculación histórica real ni
ancestral y pre-cristiana del Ogham con los nombres de los árboles.
Así tenemos una doble invención; la de R. Graves y la de M.
Pentecost en la cuestión del llamado “Reiki celta”.

Lo que Robert Graves ingenió proviene de unas hipótesis del


historiador irlandés Roderic O'Flaherty, (1629-1718) que en su
obra “Ogygia” redactó un registro de los caracteres del Ogham,
declarando que cada letra era supuestamente el nombre de un árbol.
Esta idea fue generalmente aceptada por las llamadas órdenes
druidas románticas y revitalistas del siglo XVII, XVIII y XIX,
incluido Iolo Morganwg, basándose en una obra temprana titulada
“Auraicept na nÈces”, supuestamente escrita en el siglo VII de la
E.C., por un erudito llamado Longarad. No obstante, la copia más
antigua que existe del “Auraicept na nÈces” está recogida en el
Libro de Ballymote, compilado en el siglo XIV por Maghnus Ó
Duibhgeánáin.

El Reiki, en general

Este fragmento que sigue, no pretende herir la sensibilidad de


nadie, sino tan solo exponer en un breve análisis lo que es esta
práctica de forma objetiva. Seguramente algunos defensores del
187
Reiki, podrán molestarse con ciertas explicaciones que se
expondrán del tema, pero obviamente pueden disentir de esta
interpretación o investigar más profundamente por su cuenta los
datos que se mostrarán.

En la actualidad existen casi tantos sistemas de Reiki como


Maestros, pero intentado sintetizar, procederemos a realizar un
breve análisis de lo que es el reiki, de donde surgió, hacia donde
maniobró y los métodos reiki más conocidos, especialmente los que
destacan en Occidente, para poder dilucidar, qué es exactamente
Reiki, y así poder también deducir, si puede establecerse alguna
relación con lo céltico o con la espiritualidad druídica o se trata
simplemente de una técnica diferente ajena al paradigma y
mentalidad céltico-druídica, que las modas New age, han
expandido y comercializado por doquiera, propagándose a toda
espiritualidad del planeta, incluido el “paganismo”, y dentro de
éste, especialmente a muchas líneas de la Wicca y de otras
orientaciones neo-paganas.
Empezaremos diciendo, que reiki, es una técnica ideada por un
semi-monje budista zen, llamado Mikao Usui, que perteneció unos
años, entre 1914 y 1920, a una facción o secta del budismo
esotérico Tibetano, denominada “Tendai”, aunque sus creencias y
educación pertenecían familiarmente al budismo zen.
Es decir, lo que ideó este hombre, Mikao Usui, en el año de 1922,
tiene un mayor sentido y una mejor comprensión dentro del
arquetipo contemporáneo cultural y espiritual del budismo japonés,
en cuyo paradigma estaba inmerso su creador.
Partiendo de esas creencias, Usui creó una técnica, la cual
actualmente, trata de encauzar a través del impositor o sujeto
activo, esa Energía Universal o “ki” la cual, según dichas creencias,
procediendo del Cosmos nos penetra, y se canaliza hacia el sujeto
pasivo, que recibe el tratamiento, para tratar de armonizarlo y
equilibrarlo. Obviamente, es una técnica que se desarrolla a partir
de una creencia que pertenece o es afín a una doctrina filosófica y
188
espiritual, como es el Budismo. La creencia se basa en que por el
cuerpo fluye una energía llamada en japonés “ki” que es vital y que
también es universal “rei”. Ciertamente en el hinduismo, existe una
creencia paralela que denomina a esta energía “prana”, en el
taoísmo la llaman “chi”. En las creencias del Druidismo también
existe un nombre para esa energía vital, que dependiendo de la
lengua celta que se trate, se denomina, nert, nertos, nearth, nwyfre,
etc.
Evidentemente se trata de una creencia, común a algunas
espiritualidades del planeta, pero que empíricamente, en el
momento actual de la ciencia, no se puede demostrar la existencia
de esa energía, y su presencia sigue siendo invisible e indetectable.
Por tanto, solo entre los creyentes o entre los escépticos que se
predisponen a la presunción de su existencia, sea por un efecto de
la sugestión y placebo, sea porque despierta ciertas sensaciones y
sensibilidades adormecidas, puede llegar a sanar o reequilibrar
ciertas afecciones psicosomáticas de la idiosincrasia humana.

Según las espiritualidades que creen en ese impulso vital


universal, cuando esa energía, no fluye, se bloquea o es escasa, se
producen enfermedades y trastornos de los cuales uno puede
curarse si una terapia adecuada elimina esos bloqueos energéticos
mediante el masaje, la imposición de manos, o en el caso que nos
ocupa, también a través de la aplicación del “reiki” moderno.
Se indica Reiki moderno, pero debería llamarse reiki transfigurado,
porque el original, el que ideó Mikao Usui, poco tiene que ver ya
con el reiki que se practica actualmente en Occidente.
Algunos partidarios occidentales del “reiki” defienden la idea de
que éste no tiene ninguna afinidad religiosa ya que es usado por
cristianos, musulmanes, budistas, paganos, new agers, agnósticos e
incluso por algunos ateos, lo cual solo es cierto en la medida en que
como práctica new age se ha propagado por todos los rincones del
planeta, especialmente mercantilizándose en Occidente, y muchos
individuos lo utilizan como moda o lo realizan como “terapia”
alternativa, obviando la parte doctrinal y religiosa original, pero
189
que a pesar de su expansión y comercialización masiva, sigue
siendo en su inicio y raíz, una práctica vinculada a una creencia que
no tiene sentido, ni coherencia, fuera de las doctrinas espirituales
que la contemplan.

Ciertamente, esta mercantilización y propagación del Reiki


empezó ya en los años 30 del siglo pasado, con la hawaiana de
origen japonés Hawayo Takata, que creó un reiki modificado, que
le enseñó Chujiro Hayashi, alumno a su vez de Mikao Usui, el cual
era apto para su consumo occidental, especialmente
norteamericano.
Este reiki se fundamentó en la tesis mercadotécnica de "vale lo que
se paga" y se decidió a cobrar la suma de 10.000 dólares por el
nivel de maestro reiki en aquel entonces. Dichos precios y
fundamentos fueron cambiando radicalmente con el correr de los
años, de acuerdo a los criterios de cada escuela y tras la llegada a
occidente de otros maestros reikistas peculiares como Hiroshi Doi e
Inamoto Yakuten, por citar a un par de los conocidos en dicho
contexto.
En la banalización consumista de toda espiritualidad, muchos
piensan que puede extraerse de cualquier religión o espiritualidad
la parte que más nos cautive, interese o guste, recogiendo “esto” y
desechando “aquello”, al buen estilo new age, y darle o imprimirle
un nuevo sello, más consumista, más apto para todo el mundo y
más asimilable mentalmente. Al fin y al cabo, en Occidente
seguimos bautizando a nuestros hijos según los ritos cristianos o
casándonos por sus cultos, sin creer realmente, en muchos casos,
una sola palabra de la Biblia.
Por ello, la visión simplista del reiki aun más trasfigurado que
viene usando la New Age, y muchos individuos “sanadores” como
un complemento alternativo terapeutico y pecuniario, como un
método más para obtener algún dinero extra, como una terapia más
que puede usarla cualquiera, adopte o no adopte la filosofía del
Budismo contemporáneo, todo ello, excluye y descarta a propósito,
190
la idea budista original de su creador que era; la de alcanzar un
camino de vida que condujera a una vida iluminada (la extinción
del deseo que lleva al sufrimiento según el budismo) mediante el
control de las emociones que crean una respuesta neurotransmisora
negativa y hace que el organismo se desequilibre y enferme.

Solo hace falta echar un vistazo al manual “Hikkei” escrito por


su fundador para darse cuenta de hasta donde se ha llevado la
transfiguración del teórico reiki original. En realidad pocos
reikistas occidentales, practican ya el reiki que ideó Usui, con lo
que la tergiversación es aún mayor.
Usui escribió en el Hikkei: “Primero hay que sanar la mente. Si
nuestra mente está sana entonces nuestro cuerpo sanará. De ahí la
importancia de llevar una vida tranquila y de practicar Gassho”
(una postura budista concreta para la meditación).

Además de las posiciones de las manos, el Reiki inicial


utilizaba un conjunto de prácticas conocidas como Hatsurei Ho
(ejercicios para facilitar la fluidez y circulación de la energía ki)
que incluían los Kotodama (sonidos sagrados o “mantras”)
Las prácticas también fueron modificadas y adulteradas ya desde
las enseñanza de Hayashi reduciéndose todo a la parte de la terapia
por la siempre ancestral imposición de manos, eliminando todo
ejercicio y adiestramiento espiritual.
Usui dijo: “El Ki surge del sanador, especialmente de las manos,
boca y ojos”.
En ningún momento se mencionó que el practicante de reiki solo
era un canal de energía, es decir un simple transmisor, como se
pretende entre los practicantes de reiki actual en occidente. En
ningún párrafo de su manual de instrucciones (hikkei) mencionó
que la energía universal era canalizada por el reikista hacia el que
recibía el tratamiento. Dicha idea, que se expandió por Occidente,
proviene de la mixtura con otros credos y filosofías, como la hindú,
en cuya espiritualidad si se contempla, los canales energéticos y la

191
energía cósmica o pránica que entra en los organismos y fluye,
según la medicina ayurveda, por los “nadis” o canales sutiles.
Contrariamente, muchos rekistas actuales afirman como se puede
leer aquí; http://www.sanacionysalud.com/imposicion.htm
o aquí; http://www.universoenergetico.com.ar/articulos/diferencias-
entre-el-reiki-y-la-imposicion-de-manos/ por poner un par de
ejemplos, lo siguiente;

“El practicante de Reiki es meramente un canal, lo que implica


varias cosas. La energía que un paciente recibe es la Energía
Universal que nos rodea. No hay una transmisión de energía del
practicante al paciente y en ningún momento el paciente recibe la
energía del practicante. De esta forma, garantizamos en todo
momento que la energía que recibe el paciente es la más pura, sin
mezclarse con las energías del practicante que pueden tener los
aspectos negativos o desequilibrados de cualquier ser humano. En
Reiki, se subraya una y otra vez que la verdadera sanación la está
llevando a cabo el mismo paciente. Repetimos: el practicante se
limita a canalizar la energía, poniéndola a disposición del paciente
para que la use para lograr su bienestar. En Reiki, nunca usamos
la palabra "curar". Reiki ofrece al paciente Energía Universal
pero es la responsabilidad del paciente utilizar esa energía para su
bien. Un practicante no puede forzar u obligar a un paciente en el
proceso de sanación.”

Efectivamente, a nivel espiritual y de doctrina, poco tiene que


ver el reiki, con el hinduismo, a no ser su “orientalidad”, ya que
éste tiene su propia percepción sobre la imposición de manos
ayurvédica, (el Pranachikitza moderno o el más antiguo Anga
Nyasa), pero lo que llegó al país del consumismo por excelencia,
del capitalismo, del hedonismo y obviamente del mercantilismo,
esto es; Estados Unidos, fue el Reiki transfigurado por Hawayo
Takata, el cual en su afán mercantilista fue variando sus métodos,
según sus pseudo “maestros” y adquiriendo nuevos nombres. Así
192
han surgido múltiples escuelas reikistas en Occidente que han
seguido su propio camino mixturando tanto técnicas como
creencias; Como veremos hay técnicas reikistas que invocan a los
llamados “maestros ascendidos”, que canalizan energías
procedentes de la Atlántida o Lemuria, que invocan a Saint
Germain o a Jesus, o que apelan a Kwan Yin (Guan Yin).

Veamos, en síntesis, los métodos más conocidos del Reiki;

Reiki Gendai (Gendai, significa moderno)

El sistema Reiki más difundido en Occidente es el llamado


Reiki Usui Shiki Ryoho, mal llamado "Reiki Tradicional" o "Reiki
Usui". Este sistema fue introducido en Hawai por Hawayo Takata,
hawaina de origen japonés, quien contactó en Japón, con uno de los
discípulos de Mikao Usui, el Dr. Chujiro Hayashi. Debido a su
condición de médico, Hayashi introdujo cambios en el método de
aplicación del Reiki superponiendo la técnica de imposición de
manos y relegando los ritos y prácticas espirituales, como
meditaciones, control de la respiración, etc., lo que causó la
separación del reiki de la Soka Gakkai Internacional (SGI)
(asociación budista mundial dedicada a promover la paz), en la que
estaba el reiki original.
Así el Reiki de Hayashi y Takata se transformó en una técnica
de canalización dirigida a la sanación a través de la energía
cósmica, (al estilo hindú o taoista) donde el reikista actuaba
exclusivamente como puente, y desviando y obviando de su praxis
toda los ejercicios o ritos espirituales asociados al Reiki inicial que
le incrustó su creador Usui.
El reiki Gendai, trata de corregir en parte estas
transfiguraciones y volver a las raíces originales de Usui perdidas o
modificadas por las tergiversaciones y omisiones de Hayashi y de
Takata, pero, según afirman sus seguidores y creyentes, de una
forma sencilla y moderna. No obstante, fue debido a estas

193
modificaciones y mixturas que tuvo garantizado su aceptación y
auge en Estados Unidos.
Desde USA, y ya desde el año 1981, el reiki transfigurado por
Takata y su heredera su nieta Philhis Furumoto, se propagó por
todo Occidente ya como una técnica de exclusiva imposición de
manos, común a tantas culturas, pero excluyendo en su difusión, la
mayoría de técnicas y ritos de crecimiento espiritual, de auto
potenciación y lustración espiritual budista.
A través de la promoción y empeño de los nuevos asistentes y
“maestros” fue que tuvo una rápida propagación y surgieron otros
nuevos sistemas Reiki todos ya adaptados a una mentalidad
occidental, donde el laicismo fue preferente (Reiki Karuna,
Tibetano, Tera Mai, etc.) cuyas bases no fueron evidentemente ni
siquiera las enseñanzas originales de Usui, sino que se
fundamentaban en la herencia occidental del reiki modificado a
partir de Takata.
Cuando surgió el Reiki Gendai, éste, propuso volver a las
raíces del Usui y transmitir en sus enseñanzas las técnicas
tradicionales japonesas casi de la misma forma que las ideó Mikao
Usui, aunque de una forma más simple y comprensible para todo el
mundo, sin sintonizaciones a distancia.
Ellos mismos definen su reiki de la siguiente manera;

“ Gendai Reiki Ho, no es una forma de medicina, sino un método


de armonización de la energía y desarrollo espiritual, orientado
hacia la armonía del cuerpo y la mente, preservando la integridad
de las enseñanzas espirituales de Usui Reiki Ryoho”. “Conforme a
las enseñanzas de Usui Sensei, es la purificación del cuerpo, mente
y espíritu para alcanzar el estado de “Anshin Ritsumei” o “Dai
Anshin” que es el completo estado de paz de la mente y el alma.
Este proceso en la tradición Japonesa se denomina Misogi y
Chinkon. (purificación y pacificación del alma)”(conceptos a
caballo entre el budismo y el Shinto)

194
Reiki Karuna o Seichem Tera Mai

A pesar de usar un nombre sánscrito, que significa


“compasión”, el Reiki mixturado conocido como “Karuna”, fue
modificado del Reiki difundido por Tanata en EEUU, por Wiliam
Lee Rand, fundador del International Center for Reiki Training,
con sede en Michigan, Estados Unidos. Rand, desde 1995 y al
mejor estilo New Age, usó símbolos del reiki Usui, así como otros
de diferentes espiritualidades, junto a otros ideados por el propio
William Lee Rand.
Lo que diferencia al Reiki karuna de su original, es que acepta
la noción de karma hindú y pretende su sanación, teniendo
tendencia a agregar conceptos de esta religión. Incluso permite,
según sus teorías modernas de Nueva Era, conectarse con Seres
espirituales, llamados “maestros de luz” a los que se puede solicitar
su ayuda. Los guías que creen atienden este sistema son varios:
María, Jesús, Kuan Yin, el arcángel Gabriel. Pero el mayor
“maestro de Luz” al que solicitan ayuda es una “entidad de la Luz”
que se presentó, según dicen, como Avalokiteshvara, el cual
personifica el principio de compasión Budista, que es un bodisatva,
es decir, un ser que ha trascendido la existencia en este plano y que
sin embargo continúa accesible a los seres para conducirles a la
Libertad, según dicen. Encarna la Compasión y la Sabiduría en
perfecta unión, y se manifiesta como la actividad salvadora y
protectora.
Tiene nueva versiones, como la organizada por Kathleen Ann
Milner, que se denominó Reiki Tera Mai, aunque al principio se
denominaba “Sai Baba Reiki” pero que prácticamente viene a ser el
mismo Reiki Karuna.

El Reiki Karuna-Pakriti;

Es un tipo de reiki, de variación del karuna, que cree que puede


lograrse la sanación a distancia. El Sistema Karuna-Prakriti, según
conciben sus creyentes y seguidores, da la posibilidad de colaborar
195
con maestros y seres ascendidos que han alcanzado la iluminación.
Potencian y destacan los símbolos como el Antahkarana y el
Sutratma. Fue introducido en España en 1995 por Antonio Moraga
quien, incorporó en el sistema símbolos y técnicas de origen hindú,
formando así el Sistema Karuna-Prakriti (Karuna significa
“compasión” y Prakriti es la Energía Cósmica sin forma).

Reiki Tibetano

Es una línea de Reiki originada por William Lee Rand quien


introdujo una serie de técnicas y símbolos tibetanos, entre los
cuales destaca la potencialización del uso del símbolo del
Antahkarana y la órbita microcósmica. Sello con la imagen del
Antahkarana. Esta nueva línea, es una nueva mixtura de Reiki Usui
con Raku Kei Reiki, creado por Arthur Robertson, y sus propios
aportes.

El Raku Kei Reiki

Raku es la energía vertical y Kei la energía horizontal que


fluye a través del cuerpo. Arthur Robertson fundador de la
Asociación Americana de Maestros de Reiki (American Reiki
Master Association) fue alumno de Iris Ishikuro, alumna a su vez
de Takata, fue el que ideó el sistema Raku Kei, también conocido
como "El Camino del Dragón de Fuego”. Se dice que es el mismo
sistema que Takata enseñó con el agregado de los generadores de
Frecuencias Maestras (originalmente creadas por Rolf Jensen) y la
Caligrafía de la Luz Blanca (según se dice, agregada por Ishikuro).
Se diferencia del reiki tibetano en la aplicación de la sintonización.

Reiki Karuna Ki

Karuna Ki es otro nuevo sistema de Reiki, llamado libre e


independiente, que ha sido inventado por Vincent Amador. Sus
196
seguidores afirman que Karuna Ki trabaja con nueve símbolos de
gran fuerza y eficacia, se utilizan igual que los símbolos Reiki en
las terapias, y con aplicaciones específicas de los mismos. Es
específico para tratar temas de alineamiento o equilibrado de
Chakras, resolver traumas de vidas pasadas,(Hay que creer en una
ineludible reencarnación) ayudar con problemas de abuso y
adicciones, limpiar la energía negativa, liberar miedos y crisis de
pánico, trabajar con la prosperidad, sanar relaciones, purificar,
sellar, proteger y tratar cualquier trastorno psicológico, emocional o
físico. Un poco de todo, vamos. Según su inventor; nos dice;
“Karuna Ki es la energía compasiva o más apropiadamente
"El Camino de la energía compasiva". Es maravilloso difundir la
compasión del Creador para todos, y toda la creación. Se trata de
"ser" la compasión de Dios, como San Pablo nos aconseja o como
personifica Kwan Yin. Karuna Ki tiene el corazón centrado en la
curación. Ya sea en las palabras de San Pablo donde estamos
llamados a ser la "Compasión de Dios", o el "Corazón
Misericordioso de Jesús", o en las costumbres budistas de Kuan
Yin, la diosa de la compasión, el resultado es el mismo. Las
iniciaciones se realizan con la intención de conectar y convertirse
en esta "Compasión de Dios".
Como podemos ver, no se puede ser más sincrético y es de
suponer, que tan condensada terapia, es una panacea capaz de
acabar con todos los traumas humanos.

Reiki Kundalini

Es uno de los métodos reiki más simple y escueto que han sido
inventados, el cual fue ideado por Ole Gabrielsen. Este tipo de
reiki, no usa símbolos, sino solo la intención con un tratamiento
completo de entre 3 y 5 minutos.
El reiki kundalini, se introduce en algunos conceptos de la
espiritualidad hindú como la Kundalini que según sus practicantes
incide en que ciertos canales de sanación, y chakras se han abierto;

197
con lo cual se obtiene acceso a la energía de la Tierra que es una
parte de la energía universal.
El chakra de la Raíz, que es el centro de energía localizado
cerca del cóccix, actúa como una entrada para la energía de la
Kundalini. La energía de la Kundalini es llamada también "el
Fuego de Kundalini.". Un Kundalini abierto significa que en un
menor lapso de tiempo, se obtendrá una purificación completa de
los chakras, de todas las partes del cuerpo y de los canales de
energía.

Reiki del Noveno Ki

Es un método de imposición de manos que se basa en las


creencias y trabajos de Mikao Usui, con símbolos de los colores
correspondientes a los chakras y que se envían a cada uno de ellos,
en forma de disparos energéticos, acompañados de sonidos. Sus
practicantes, usan preferentemente idiomas antiguos como el
hebreo o el latín, porque piensan que tienen mayor vibración.

BioReiki

El BioReiki es otro método reiki sincrético, producto de la


moda new age, que tiende a mezclar todos los sistemas, ya que
pretende integrar los símbolos Reiki y sus supuestos efectos
específicos, junto con los métodos de la bioenergética, con las
técnicas taoísta, con las técnicas de oración yóguica, meditación
oriental budista y terapias de imposición de manos y autosanación
occidentales.

Imara Reiki

Imara Reiki es otro método reiki, que no usa símbolos, ideado


por Barton Wendel y modificado por su hermano Geoffrey. Sus
practicantes afirman que es muy eficaz para los alineamientos de
198
los chakras que contempla el budismo o el hinduismo, pero con una
fuerte conexión espiritual con seres elevados, como ángeles,
espíritus guías, etc.
Sus practicantes, también utilizan un procedimiento de curación a
distancia muy sencillo, pero que afirman es muy intenso.
Las sesiones de Reiki Imara, según afirman sus usuarios, inducen a
visiones y mensajes del mundo espiritual.

Reiki Egipcio (Seichim o Sekhem)

Sekhem (SKHM) es una palabra egipcia que significa poder o


fuerza. Vendría a ser el equivalente egipcio del término hindú
“prana”, del vocablo chino chi, o del ki japonés, que designaría la
fuerza esencial y envolvente que une el universo. Según éstos, la
fuerza o Sekhem nos rodearía y al mismo tiempo estaría dentro de
nosotros.
Patrick Ziegler, y sus alumnas Phoenix Summerfield y Diane Ruth
Shemaker, combinaron los conceptos de Sekhem, y Reiki como
una fusión de energías sanadoras sagradas, a fin de equilibrar y
armonizar los cuerpos, físico, emocional, mental y espiritual, lo
cual potenciaría la capacidad de asimilar una cantidad mayor de luz
y de amor, y serviría de ancla fijando la fuerza vital dentro de
nuestro sistema energético.

Reiki de la Llama Violeta

Ideado por Ivy Moore entre el 2000 y el 2001, es otro método


reiki centrado en la bodhisattva venerada en el budismo, llamada
Guan Yin, la cual según sus practicantes ayuda a despejar los
aspectos negativos del ego y atraer la pureza de corazón.
Este Reiki también llamado de Quan Yin, es un sistema que,
según sus practicantes, impulsa a la persona a "escuchar" su interior
o ser superior al mismo tiempo que recibe una sesión de Reiki.
Nos reintroduce a la bondad de nuestro propio poder personal por

199
conectarnos con la energía amorosa de Quan Yin y Saint Germain.
Hay cuatro niveles, con 10 símbolos cada uno.
Ivy Moore cree que los símbolos son sagrados y privados, por lo
que no los muestra abiertamente a los asistidos a los que aplica
Reiki.

Reiki Baraka

El alemán Peter Köster ideó el reiki Baraka, que según sus


practicantes-creyentes es una sanación con la bendición de Dios,
que no recurre a los símbolos para la captación o canalización de
las energías. La palabra Baraka, es un término árabe utilizado por
los sufíes que significa “Bendición” o “el poder de la bendición”.
Sus sesiones de imposición de manos, tienen una duración corta de
entre 15 o 20 minutos como máximo.

Reiki Okuna

El método del reiki Okuna es otro sistema de la Nueva Era,


que trata de canalizar la energía vital con métodos de inspiración en
la civilización atlante. La energía de los símbolos de Okuna trabaja
con los elementos helénicos del éter, aire, fuego, agua y tierra, con
los chakras de la “Nueva Era” y con las activaciones a través de los
colores, y según las interpretaciones del esoterismo del siglo XIX.

Reiki Piramidal

Es otro método reiki no muy diferente a algunas de las


variantes anteriores, teniendo como innovación que usa pirámides
como un acumulador geométrico y amplificador de las fuerzas de
energía. Se utilizan pirámides tanto de dimensiones reducidas,
como de gran tamaño donde caben personas enteras.

200
Reiki Shambhalla

Este método reiki, fue ideado por John Armitage, conocido


como Hari Baba, en los años 90. Armitage según él mismo, tiene
conexión con el espíritu ascendido de Saint Germanin que le
inspiró este método de curación. La esencia del método Shamballa
es el amor sin condiciones y el respeto de todas las formas de vida.
La filosofía de sanación Multidimensional de Shamballa se basa en
el reconocimiento de la energía divina que creó el universo entero
con todas las formas.

Reiki Siete Perlas

Este es otro método de transfiguración del Reiki New Age, que


fue ideado por Michele Blanc en el año 2004.
Según sus creyentes y practicantes, la meta principal de este nuevo
método, es elevar el nivel de vibración de los Iniciados y enseñar
las calidades mentales y espirituales del Maestro para perfeccionar
su compromiso con el Plan Divino. Las enseñanzas y los símbolos
del Reiki de las siete Perlas, según expresan sus seguidores;
devuelve a las antiguas y olvidadas fuentes del conocimiento que
anteceden a la Atlántida y a Lemuria. Permite reconectar con los
recuerdos profundos y olvidados donde nosotros ya transmitíamos
la Energía de Amor de nuestro Corazón de Diamante. Este sistema
enseña a escalar los siete pasos de la sabiduría, para ser
merecedores de recibir las 7 Perlas del Reiki, es decir los 7 Pasos
de la espiritualidad y entrar en contacto directo con las energías
divinas de los siete Maestros Ascendidos. Unos Maestros
ascendidos que quieren ayudar a la Especie humana, en este
período de grandes cambios del planeta, a su evolución espiritual, y
así poder servir y ayudar a todo cuanto existe.

Reiki Andino y Reiki del Arco Iris

Este método se anuncia como una Escuela de Iniciación y de


201
formación Terapéutica del Reiki Andino, Reiki Americano y
Reiki del Arco Iris, para la Era del Amor.
Su sistema se sumerge de lleno en las teorías de la Nueva Era.
Una de las teorías de esta técnica es que la práctica es un medio
para la sanación y así trascender a los planos Espirituales. Es
custodiada por la Gran Hermandad Solar, a través del Shamán
Kóndor Sagrado y Gran Maestro K'uychi o Gran Maestro del Arco
Iris y del Amor. Según sus partidarios, para comprender estas dos
escuelas debemos distinguir que el Reiki Andino es la escuela
exotérica y el Reiki del Arco Iris es la esotérica. El Arco Iris o
K’uychi o kurmi en Quechua o Cheel en Maya, es el Dios que
mejor representa la tradición Amerindia y es por ello que en
meditación el Maestro lo canaliza, para representar simbólicamente
esta escuela iniciática.
Sabiendo que el proceso de crecimiento espiritual sólo será
posible en aquellas personas sanas, en la Escuela del Arco Iris pone
énfasis en el desarrollo de las capacidades de sanación de cada
persona y para ello bajo inspiración divina, la escuela tiene una
estructura iniciática que va desde un primer hasta un séptimo nivel.

Reiki Zen

Según los practicantes de este método, el Reiki Zen es otra


metamorfosis del sistema Reiki, donde se mezclan a propósito las
técnicas de meditación del budismo zen con el dharma hindú y la
obtención de la Iluminación. Este Reiki surge como resultado de la
mezcla del Reiki en sus diversos sistemas en relación con el Zen y
las prácticas chamanicas, tibetanas y del hinduismo tántrico y del
yoga kundalini. Sus seguidores afirman que siguen la estructura de
movimiento de las energías cosmo-teluricas con el patrón ancestral
de unión de Cielo y Tierra que permite la creación de espacios
limpios desde los que realizar las invocaciones en relación con las
direcciones bajo los buenos auspicios de los Maestros Ascendidos
de la humanidad.
202
Reiki Unitario

Como su nombre indica el Reiki Unitario es la fusión de las


diferentes técnicas de Reiki existentes hasta el 2002, año en el que
fue creado por Selene y Cyrille Odon en Francia. Contiene los
símbolos de la tradición Usui, del Reiki Karuna, del Shambhala
más los símbolos propios del sistema Unitario. Este sistema se
trabaja energéticamente partiendo de la creencia base de que somos
una geometría, un color y un sonido por lo que, en una sesión, no
sólo se dibujan y visualizan los 19 símbolos, sino que se cantan ya
que se conocerán los secretos del sonido para dar un mayor poder
de sanación. Según sus practicantes, el Reiki Unitario activa el
cuerpo de luz o Merkabah así como el ADN de 12 hélices.

203
La Influencia Griega en la Medicina Galo-Céltica
Los colegios Médicos y las Divinidades salutíferas galo-romanas

Aunque no es cometido de este ensayo internarnos en el


ámbito galo-romano y sus circunstancias, no cabe duda alguna de
que la medicina céltica recibió influencias notables de la medicina
greco-latina, especialmente en la Galia y tras la conquista por los
romanos.
De forma escueta comentaremos lo esencial de dicha
influencia. Un flujo e influjo, que llegó a través de las colonias
griegas emplazadas en las costas mediterráneas, siendo uno de los
focos de mayor influjo, la ciudad focense de Massilia.
Personajes de esta ciudad como Charmis y Crinias fueron
reconocidos médicos en sus comunidades y entre los vecinos galos,
como ya lo comentó Estrabón en su libro “Geographica IV;
“Los galos, hacen buen acogimiento de nuestros sofistas, así como
de nuestros médicos, que reciben de ellos un buen salario, sea de
particulares sea de las villas”.
Charmis cambió el antiguo método de la medicina de la
hidroterapia al aconsejar que las personas enfermas, debían tomar
baños con aguas frías y heladas, incluso en invierno.
Crinias, sin embargó destacó en el campo de la dietética y de los
regímenes alimenticios saludables.
Ya en la época galo-romana, entre el siglo I y II de la EC,
varias mujeres se adhirieron a las prácticas médicas, desde una
perspectiva laica y adoptando nombres helénicos ejercieron la
medicina. Así en la ciudad gala de Nîmes (Namausatis, en galo)
destacó una tal Flavia Hedone. En Tréveris (ciudad de los celtas
Tréveros), una obstetra y ginecóloga llamada Julia Pieris. En Lyon
(el Lugodunon galo), una tal Metilia Donata, y fuera del territorio
galo-romano, sobresalió en la ciudad hispanorromana de Emerita
Augusta (Mérida), una médico llamada Iulia Saturnina. Y

204
posteriormente en el siglo IV de la EC, aun despuntó otra mujer
médico en la Galia, en la ciudad de Burdigala (Burdeos) llamada
Emilia Hilaria, que no fue otra que la tía materna del escritor galo
latinizado Ausonio, hijo de paganos, cuyo padre, Julio Ausonio,
también era médico.
En general, el influjo médico griego se notó en las prácticas
oftalmológicas, en el desarrollo de la hidroterapia y farmacopea y
el uso de las aguas termales o termalismo, en la obstetricia y
ginecología.
Como la maestría médica se fue haciendo cada vez mas
secular, se reformaron los antiguos colegios médicos druídicos,
especialmente los ubicados en los santuarios con balnearios y se
crearon nuevos colegios médicos ya seculares, para enseñar a los
nuevos correligionarios, y donde también se pudieran ensayar las
técnicas aprendidas sobre los enfermos. Estos colegios médicos
tuvieron una fama renombrada en la época, así se conocen los
colegios médicos de Metz (Galia Belga), Avenches (Aventicum de
los celtas Helvecios, (Suiza)), la colonia de los griegos foceos de
Massallia (Marsella, antigua ciudad celto-ligur), y de Burdigala
(Burdeos, Aquitania (Francia)), entre los más célebres.
Debido a esta influencia greco-latina se veneraron infinidad de
divinidades locales con epítetos relacionados con esta nueva etapa
de influjo greco-latino, las cuales estaban más antropomorfizadas
que en el período eminentemente celta. Entre las muchas y diversas
divinidades locales salutíferas sincréticas citaremos algunas a modo
de ejemplo;

1. -Abnova; Diosa salutífera, vinculada a Diana y a los


bosques, venerada en la Germania céltica y diosa del Monte
Abnova que lleva su nombre, frente a la villa gala de
Rauricum (la Augusta Raurica romana).
2. -Acionna; Divinidad acuática y salutífera galo-romana de la
zona de Orléans, corroborada en la Fontaine L’Etuvée.
3. –Alisanos; Divinidad salutífera galo-romana venerada en la
región de Borgoña y en la zona de Aix-en-Provence.
205
4. -Apono o Mapono(s); Divinidad galo-romana y britónica,
vinculada a Apolo, que siendo una deidad representada
como joven, es también sanadora. Se encuentra en algunas
inscripciones descubiertas en las contigüidades de los
santuarios termales. En uno de los epígrafes se asocia a este
dios con el epíteto Citharoedus (el Arpista), lo que podría
indicar una combinación con la sonoterapia, musicoterapia
o medicina vibracional.
5. –Arduinna; Diosa forestal celto-belga de la zona de las
Ardenas, vinculada a la diosa latina Diana en su aspecto
salutífero.
6. –Avicantos; deidad local venerada en la zona perteneciente
a los celtas galos de la tribu de los volcos arecómicos, en el
actual Languedoc-Rousillon. Es una deidad salutífera
asociada al pequeño rio Vistre, en las cercanías de la ciudad
de Le Vigan y de Nîmes.
7. -Bricia, Brixia, Bricta, Brixta; Diosa acuática asociada a la
sanación, consorte de igual rango que Luxovio y venerada
localmente en Luxeuil-les-bains (Luxovium).
8. -Clutoida/Clutoissa; Divinidad salutífera venerada por los
galos senones en Mesves-sur-Loire y por los celtas Eduos
en Etang-sur Arroux.
9. –Divona; Deidad relacionada con algunas fuentes
salutíferas galas. La radical “Div” se refiere a lo divino; la
segunda radical, ONA (en masculino ONO), que se
encuentra en muchos nombres de ríos, siendo una palabra
gala que significa río, agua o fuente. Por lo tanto, Divona
significaría agua divina. Su teónimo está relacionado con la
ciudad de Cahors (Divona Cadurcorum) y sus fuentes
salutíferas y con la ciudad de Divonne-les-bains que desde
siempre fue un centro termal importante.
10. –Dunisia; Divinidad galo-romana asociada a las fuentes
termales de Salt-en-Dunzy, que llegan del río Loira.

206
11. –Icovellauna; Divinidad galo-romana asociada al rio
Mosela, venerada entre los belgas orientales y los Tréviros.
Gobernaba las aguas turbulentas y sagradas que manaban de
las entrañas de la Tierra. Sus santuarios principales fueron
hallados en las cercanías de la ciudad de Metz y en Trèves,
en la Galia.
12. –Moguntia; asociada a Icovellauna en ciertos santuarios, era
una diosa sanadora que asumió este apelativo como diosa
Madre de la Tierra, fue reverenciada entre los celtas belgas
de la tribu de los mediomátricos, vecinos de los remos, los
tréviros, los catalaunos y los lingones. Su santuario más
célebre fue hallado en Metz (el Divodorum
Mediomatricorum, de los celtas).
13. –Sequana; como divinidad gala desde el siglo II antes de la
EC y posteriormente romanizada por lo que puede
considerarse también galo-romana. Sequana es la
personificación del río Sena o mejor dicho de los
manantiales de donde nace dicho río, denominados “Fontes
Sequanae”(Fuentes de Sequana). Venerada por la tribu gala
de los sequanos en las cercanías de la localidad de Dijon
donde existía un importante santuario y centro de sanación
acuífera.

Realmente la lista podría ser extensa; Graselos, Ilixo, Nemausus,


Nerius, Segeta, Sena, Ura, serían algunos de los nombres de
divinidades consideradas salutíferas y galo-romanas.
.

207
lOS DIAgRAMAS SAgRADOS

S
obre los ““mandalas” (círculos sagrados celtas o
geometría sacra, también nombrados como Ideogramas,
Pictogramas o Diagramas célticos-druídicos)

 Definición “mandala”: Diagrama simbólico que representa


la evolución del universo respecto a un punto central.
 Definición de Ideograma: Signo o elemento de sistemas de
escritura basados en signos que representan conceptos y no
son descomponibles en sonidos o formantes. Signo gráfico

208
que representa un concepto o idea de forma sintética y no
por análisis de sonidos o formas
 Definición de Pictograma: Dibujo o signo gráfico que
expresa un concepto relacionado materialmente con el
objeto al que se refiere. En un principio los símbolos,
dibujos o grabados del hombre prehistórico eran meros
pictogramas, en los que los dibujos equivalían a las palabras
que denominaban: un bisonte era un bisonte, un arco era un
arco"
 Definición de Diagrama: Representación gráfica de las
variaciones de un fenómeno o de las relaciones que tienen
los elementos o las partes de un conjunto.

PRIMERA PARTE

Quizá alguno se extrañará que desde una posición druídica se


intente realizar un acercamiento y exposición conceptual de un
tema que “a priori”, parece ajeno al Druidismo, como puede ser la
cuestión de los ““mandalas”.
Se apunta ““mandalas”, pero usando términos más de cariz
druídica, podríamos decir; geometría sacra de abstracción o dibujos
de círculos y espacios sagrados celtas.
Es pues desde una postura del Druidismo evolutivo, que se
asume la sintetizada y comedida labor de exponer
circunspectamente, unas impresiones sobre lo que podríamos
llamar popularmente “mandalas céltico-druídicos”.
No obstante, si el calificativo resulta antipático o ridículo para
los más fieles a la recuperación de los términos célticos, entonces
apuntaremo los siguientes vocablos; espacios y círculos druídicos
dentro de la geometría sagrada celta, (aunque resulta bastante
largo). Per obviamente la palabra sería lo de menos, siendo lo
importante; su significado.

209
Como siempre se ha mantenido, el Druidismo fundamenta sus
entendimientos y discernimientos más básicos, en las escuelas que
sostiene por doquier la propia Madre Naturaleza, porque se piensa
que los conocimientos y la ciencia que han adquirido los seres
humanos, no son más que las partes descubiertas, entendidas y
comprendidas de fragmentos de esa Naturaleza, y como reflejo del
mismo Cosmos.
Justamente por ello, al observar como en la Naturaleza e
incluso en el Universo, hay multitud de formas “mandálicas”, es
por lo que se pretende abordar este tema desde una percepción
druídica, notoriamente evolucionista.
Ejemplos mándalicos en la Madre Naturaleza los hay por
doquiera; Así la formación de los cristales, de las gotas de agua, del
rocío, de la nieve, de una tela de araña, de un nido de pájaro, de una
planta o flor e incluso del mismo iris ocular de humanos y algunos
animales.
También en el Universo se forman estructuras “mandálicas”, o
figuras como en la configuración de los mismos planetas, de sus
sistemas solares, de sus galaxias, de sus constelaciones y de un
largo etc.

Pero veamos primero que significa eso de “mandala”

El término “mandala”, es un vocablo que denota espiritualidad.


La palabra en sí procede de Oriente, de la India, y su origen
proviene del sánscrito, una de las lenguas indoeuropeas más
antiguas documentadas y además, es el lenguaje sagrado del
hinduismo. Su significado en dicho idioma, se transcribiría como
“círculo, rueda o espacio sagrado”.
No vamos a tratar aquí de los paralelismos existentes entre el
Hinduismo y el Druidismo, puesto que eso requiere otro tipo de
vastos estudios y análisis que muchos grupos druídicos actuales, ya
emprendieron o promueven. (Algunos druídicos de nuestros días,
llaman al “mandala”, "rueda medicinal" en tanto que posee la
210
facultad de equilibrio y de transformación de la mente y del
entorno.)
Así pues, los “mandalas” son formas geométricas cuyas
representaciones metafísicas y rituales, vienen a simbolizar
diferentes energías espirituales cósmicas, siendo el “mandala”, una
imagen del micro (ser humano) y macrocosmos (dioses).
Es también un sistema ideográfico de meditación, que contiene
un espacio sagrado, que para Jung era la representación de la mente
que abarcaba tanto el consciente como el inconsciente. Con ese
discernimiento se presenta como una terapia para la sanación
espiritual y para reconectarse con el Yo espiritual, así como para
expresar la creatividad.
Aunque el término extendido por todo el planeta sea el de
“mandala”, el concepto en sí, no solo atañe a las espiritualidades de
Oriente, ya que se halla presente en diversas figuraciones en toda
espiritualidad del orbe. Así podemos observar como existen
estructuras mandálicas también en Occidente dentro de las
eminentemente paganas como el Druidismo, hasta las cristianas,
hecho que se refleja notoriamente en las catedrales e iglesias
góticas y románicas, en los rosetones y vitrales que las adornan
como en Nôtre Dame de Paris o en la española Catedral de Burgos.

Entre las espiritualidades antiguas podemos observar


estructuras “mandálicas” desde Sumeria y Caldea, pasando por
Egipto, llegando a los famosos laberintos griegos y las imágenes de
plenitud de la escuela pitagórica, hasta los típicos meandros, nudos,
sinuosidades y espirales celtas, incluso entre los nativos americanos
(navajos, sioux, aztecas, incas, etc) y aborígenes de Australia,
remontándonos a los conocidos como petroglifos del Neolítico o el
círculo de piedras megalítico de Stonehenge.
Dicha generalidad espiritual, es obvia si nos percatamos de que
siempre, las imágenes circulares y concéntricas han manifestado
conceptos sagrados sobre la perfección y la energía, por su
equivalencia y concordancia con respecto a su núcleo. Un círculo al

211
fin y al cabo no es más que la suma de puntos sucesivos que están
equidistantes de un punto central.
Resumiendo, podemos observar como el “mandala” existe
independientemente de cualquier cultura o espiritualidad, ya que
incluso se encuentra en el Cosmos y como reflejo en la propia
Madre Naturaleza.
Por tanto, la noción de círculo o espacio sagrado no es de
ningún modo, ajena a la espiritualidad céltico-druídica, como
simbolización de un espacio sagrado tanto dentro de un ritual,
donde se muestra la separación de un espacio sagrado con respecto
a otro menos sagrado, como puede ser el claro ritual de un bosque
con respecto al resto del bosque, o total o parcialmente profano,
como en la alegoría manifestada en cualquier expresión artística o
conceptual.
Con referencia a los rituales en un espacio sagrado como es un
claro de bosque, dado que el bosque ya es, según las concepciones
druídicas, de por sí, sagrado, el claro donde tiene lugar el ritual
simboliza la perfección de ese espacio que se sacraliza para
cualquier ceremonia.
En dichos rituales el área circunscrita como un Claro ritual,
puede hacer funciones análogas al círculo-“mandala”. Su núcleo,
sirve para penetrar en otros niveles de conciencia, convirtiéndose
en un proceso individual o colectivo de crecimiento espiritual.
Todo el “mandala”, en sí, actúa como área sagrada dentro de la
cual, pueden surgir experiencias espirituales. La experiencia de
realizar un viaje espiritual en un lugar sagrado forma parte de una
de las principales concepciones espirituales del Druidismo. Justo
por eso, el “mandala” druídico o pictograma céltico, es un símbolo
de crecimiento espiritual.
Por todo ello, cualquier concepto conocimiento, intuición,
sensación, sentimiento, percepción, pensamiento, idea o creencia,
pueden ser sacralizados y sublimados mediante la expresión de un
ideograma (“mandala”), ya que éste alcanza niveles más profundos,
donde la simple palabra por su propia limitación no llega,
212
definiéndose como un sistema ideográfico, un lenguaje simbólico,
contenedor de una esfera sagrada, donde, además de representar la
totalidad de la mente, abarcando tanto al consciente como al
inconsciente, como decía Jung, también, como se percibe dentro
del Druidismo, corresponde a la propia Alma.
En otras palabras; Los pictogramas (“mandalas”) celtas son la
expresión ideográfica de esa fusión que tiene lugar entre el cuerpo,
la mente y el alma. Así pues, la manifestación o representación de
un ideograma (“mandala”) celta, se refiere también al concepto
ideal, de lo que se intenta transmitir.
A un pictograma (“mandala”) ritual, no se le debe cambiar su
contenido porque desde el mismo momento de concepción, fue
realizado en su presente como una fuerza descriptiva que se
traslada en el tiempo hasta llegar al futuro. Estos poseen también
efectos relajantes que actúan sobre los individuos, armonizando
tanto el mundo interior como el exterior. Un ideograma
(“mandala”) ayuda a centrarnos, a encontrar la calma, y el
equilibrio que permite transformar el entorno y la mente. Dichos
resultados se consiguen mediante la meditación.

Por ello, si se transforma su contenido, si se modifica, la


esencia de lo que quería transmitir se desvirtúa, se pierde. Pero un
mismo “mandala”, puede convertirse en una fuerza regeneradora y
creativa, como un modelo de otras y variadas figuras
representativas que se restauran con el devenir, en nuevas formas
de conciencia con las cuales puede coexistir, son los llamados
“mandalas individuales.
Así pues, se puede afirmar, que hay tantos “mandalas” como
individuos en el mundo dispuestos a crearlos, y, sin embargo, en la
esencia, todos ellos se vinculan, pues todos son análogos. Cuando
creamos un “mandala” personal, estamos creando nuestro propio
espacio sagrado interior, un espacio anímico sobre el que se
concentran nuestras energías e ideas creativas que pueden
canalizarse hacia un objetivo constructivo y concreto.

213
Igualmente son útiles para la meditación y la relajación,
mediante su contemplación.
Los “mandalas” también tienen diferentes intenciones y
aspiraciones conforme a la figura que representan. Así, pueden
manifestar cualquier emoción o facultad humana positiva, o
estimular y/o avivar las denominadas virtudes célticas.
Consecuente y generalmente, los “mandalas” o pictogramas
céltico-druídicos suelen estar inspirados en la Madre Naturaleza, en
el Universo, reproduciendo sus simetrías y colores en una
estructura, por lo general circular. (Como hemos referido varias
veces, si se emplea la palabra “mandala”, es debido a la brevedad
del término, a su concisión y su fácil comprensión, si bien podría
denominarse de otras maneras; Ejemplo; pictograma céltico,
ideograma druídico)
En la práctica, los “mandalas” hindúes insertan entre sus
imágenes letras sánscritas y deidades a las que aspiran asimilar,
añadiendo figuras geométricas como el cuadrado o el triángulo y
otras figuras rectilíneas y los mandalas budistas tienden a la
simbología con gráficos esferoidales y cuadrangulares, que forman
los contornos de un palacio visto desde arriba, en el que hay torres,
cada una con su entrada hacia las cuatro direcciones.
Sin embargo, en los “mandalas celtas”, predomina la
Abstracción, perfilando y dilatando sólo los trazos principales de la
figura implicada, de haberla, o incluso, prescindiendo totalmente de
ella, para acoplar espirales, lazos, nudos, triskeles, y entrelazados
complejos.

Por ello, en el “mandala” o ideograma céltico se prefiere:

La Creatividad:

El simbolismo y deleite por la geometría estilizada. El rechazo


a plasmar líneas rectas y su embriaguez por formar curvilíneas
complejas, produciendo la sensación aparente de un todo
214
enmarañado pero ordenado, donde las figuras o imágenes, de
haberlas, se pintan apretadas, saturadas y estrambóticas, con
pomposidad en los colores que suelen ser estridentes, pero con
diseños totalmente simétricos.

Lo apodado como Pavor celta al vacío

Característico también de todo lo que participa en el arte celta,


donde no se halla prácticamente ningún área o punto vacío, dentro
de la figuración del espacio sagrado. Así los “mandalas” célticos,
siguen en la misma línea de inspiración y expresión
awénica/imbásica.

El Zoomorfismo religioso

Hoy se denominaría bioinspiración, o biomimética, que


implica hallar la inspiración en la Naturaleza para crear algo
totalmente nuevo. En dicho zoomorfismo religioso céltico-druídico,
se recurre a los animales como fuente de inspiración y de
plasmación de metáforas que remiten a conocimientos o
expresiones esotéricas. Dichos animales, estilizados y huyendo del
realismo, se pueden trazar como símbolos de las funciones del
espíritu y de las atributos que van anexos a todo rasgo animal,
desde la perspectiva del carácter totémico de la espiritualidad
druídica.

Ornamentalismo

Cierto predominio de lo ornamental sobre el contenido o la


imagen central. El autor del “mandala” celta puede situar un icono,
imagen o escena en el centro de su “mandala”, pero tenderá a
deleitarse con los adornos secundarios que envuelven la imagen
considerada central.

215
En la composición del “mandala” o gráfico simbólico celta, se
tienen en cuenta, a modo de tríada los tres siguientes elementos
principales:

Un núcleo, centro energético o foco

El núcleo simboliza el mismo centro de energía, lugar de


nacimiento de cualquier existencia, de toda idea, noción,
pensamiento, intuición o percepción. La expansión posterior y el
círculo sagrado de la esfera surgen de aquí. Es la unidad que se
diversifica, el Uno que Deviene múltiple, lo múltiple que deviene
Uno. Es el inicio y el término de todos los rumbos posibles. El
principio esencial que se vincula al núcleo, es el silencio, la Ley del
Cosmos, mientras que la expansión es el movimiento del Cosmos,
es el Devenir, es la Emanación. El núcleo siempre es el corazón del
ideograma que se manifiesta. Es el foco de la idea que se
expandirá.

La expansión de dicho núcleo

La expansión de dicho núcleo tiene lugar de una forma


centrífuga hasta el límite del círculo, desde el cual, se refleja para
volver hacia el núcleo, en movimientos vibracionales centrípetos
como un eterno retorno.

Y la frontera, límite o contorno exterior o círculo

El círculo resguarda y protege el interior sagrado del


ideograma del exterior, pero también es la alegoría abstracta de lo
Absoluto, es la simbolización del microcosmos (interior del
ideograma) y del macrocosmos (exterior de todo el ideograma).

216
Así pues, los beneficios de interactuar con pictogramas
célticos, ideogramas druídicos o si se prefiere el vocablo “mandalas
celtas”, son múltiples y variados.
Favorece el equilibrio, mantiene activa la creatividad
individual y actúa contra el fraccionamiento anímico,
conectándonos con la esencia íntima de cada ser. Inicia un trabajo
de meditación activa y expande la conciencia. Desarrolla al unísono
la paciencia y despierta los sentidos, así como la propia intuición.

Observemos a continuación, en síntesis, algunas formas,


colores y los significados que están asociados a los ideogramas
céltico-druídicos, ya que todo elemento integrado en un “mandala”
posee una significación peculiar.
A este respecto podemos observar como desde la antigüedad
nos han sido legadas numerosas figuras grabadas sobre piedra o
plasmadas, siguiendo patrones ancestrales y recurrentes, en libros
medievales como el conocido Libro de Kells u otros manuscritos
como el de Lindisfarne. Dichas figuras consisten mayormente en
espirales, cruces de lados equidistantes, nudos y trisqueles que
contienen un lenguaje simbólico atávico.
Resultaría muy extenso hablar de cada símbolo, nudo, cruz,
espiral, círculo o forma elíptica, cuando conforman una estructura
concreta, pero podemos condensar ciertos elementos a “grosso
modo” y darles una interpretación, pues para los celtas y sus
druidas, el Trískel, el círculo, la rueda, la espiral, eran y son
símbolos esenciales de su espiritualidad. Aludían y aluden a todo lo
Infinito, y al Devenir constante de los astros y del Universo que
conocían y que hoy se reconocen, así como a su propia humanidad.
No obstante, dicha orientación también puede ser útil, si se
pretende proyectar pictogramas propios.

Así pues, algunas de esas figuras esbeltas y refinadas, o


dibujos estilizados más reproducidos que nos han llegado desde la
antigüedad druídica y posterior y que son imitados
contemporáneamente son:
217
Serpientes celtas, sueltas, ligadas o enlazadas:

La serpiente para los celtas y sus druidas, eran y son símbolo de


sabiduría telúrica y cósmica. Histórica y arqueológicamente, las
conocidas como "piedras de las serpientes" céltico-druídicas, son
símbolos de una realidad y veracidad cósmica encubierta en la
diversidad de la Madre Naturaleza, pero esta especie de ideograma
litográfico, fue probablemente utilizado para meditar.

Mitológicamente, las serpientes cósmicas surgen del laberinto


del Universo y del Infinito, forman el Huevo Cósmico, y por ello se
dice que los druidas son Hijos de la Serpiente, como sinónimo de
Hijos de la Sabiduría y de la Conciencia Cósmica. Así, podemos
vislumbrar que la simbología de varias serpientes enlazadas
formando diseños de laberintos o espirales, posee un significado
paralelo.
Por otra parte, el significado de la serpiente está inmerso en un
simbolismo complejo que surge de las características físicas de este
enigmático ser.
Una de las peculiaridades física de la serpiente, es la de mudar
de piel, y ello fue la causa por la cual los celtas asociaran esta
particularidad como símbolo de resurrección. Con dicha
característica la serpiente se asociaba a deidades tales como Sirona,
diosa de fertilidad, de la salud y del renacimiento, cuya imagen se
ha representado como una deidad que llevaba una serpiente
enroscada en un brazo. Diosa, por otra parte, conocida en el Norte
de Galés como Dirona, cuyo nombre simboliza a la Estrella del
Alba. También observamos en la serpiente su naturaleza de irse
arrastrando por la Tierra, lo cual le confiere un poderoso símbolo
telúrico.
La serpiente, entre los celtas era símbolo de beneficencia, pero
también de muerte. Obviamente la muerte para los antiguos celtas
no era un hecho trágico, sino que vista como un suceso o proceso

218
natural, se consideraba el reverso de la existencia y la mitad del
camino del alma.
Sus alegorías están también vinculadas a las representaciones
de fertilidad, motivada por la forma fálica de este ser y a las
múltiples crías que nacen en un solo parto.
En los conceptos druídicos, la espiral y la serpiente son
símbolos del conocimiento y de la sabiduría, como también lo es el
mítico dragón. La serpiente sagrada era también el aspecto sagrado
de la Luna, como la deidad galesa Cerridwen, un espíritu pasivo
creador de formas. Entre los celtas una de las formas, que se
conocen que se usaban en su iconografía es la de la serpiente con
cabeza de carnero, que es una combinación de características de
animales. Por un lado, el simbolismo del carnero como aspecto de
fecundidad y por el otro, el de la serpiente como atributo de
regeneración.
Esta amalgama de distintos animales, es por supuesto una
plasmación de los artistas celtas que intentaban aglutinar en un
animal, las características de varios. No se deben confundir estas
creaciones, con los seres mitológicos de los que tanto se ha escrito
existentes entre los celtas, como dragones y serpientes marinas.
Hay también una relación directa en los mitos irlandeses entre
las serpientes y su función de veladoras o guardianas de Tesoros
Secretos. Uno de los héroes del Ulster, Conall Cernach, el de la
Rama Roja, tiene un encuentro con uno de estos animales, en su
labor como guardiana de un tesoro.

Los huevos, elipses y círculos ovalados:

El Huevo cósmico y los círculos ovaloides en un “mandala”


céltico-druídico, simbolizan la transmutación de las fuerzas y
poderes de la Sabiduría Suprema anteriores, que latían en el Todo
Absoluto o si se prefiere, en el Universo.
El Huevo alegórico de la Serpiente Cósmica es el comienzo de
una nueva etapa, pero también es el término de otra fase anterior.

219
Es un Perpetuo Suceder o Devenir. Es la Hélice, que siempre está
girando, que jamás está Inactiva o inerte.

La espiral

La espiral es una figura cargada de significaciones simbólicas,


presente en casi todas las culturas, siendo un símbolo natural y
habitual para representar el Universo, donde se incluye obviamente,
el planeta Tierra.
Invoca la evolución de una energía, de una etapa, simbolizando
la difusión, la extensión, el avance, la continuidad cíclica pero en
progreso y giro. La espiral se vincula al simbolismo sideral de la
luna, a la simbolización de la matriz femenina y, por tanto, de la
fertilidad. Representa a la vez todos los ritmos cíclicos de la vida,
siendo símbolo de fecundidad, equivalente a las entrañas de vida de
la Madre Naturaleza y de toda hembra e incluso del nonato
enroscado en la matriz materna.
También se relaciona con el simbolismo acuático merced a la
representación marina del caparazón de las caracolas, de las
conchas marinas y del arcaico trilobites.
La espiral alude al laberinto, un movimiento de progreso que
fluye desde el centro, y apunta a la regresión como eterno retorno
al núcleo, y por tanto, significa el nacimiento y la muerte.
Para un druida, conjuntamente simboliza la muerte iniciática y
el renacimiento como un nuevo Hombre transformado, proyectando
con su transformación, el concepto válido del desarrollo y
continuidad del alma en otros estados de existencia. Las espirales
son los laberintos que tienen que recorrer los que quieran
desentrañar los misterios allí contenidos, pues dichos misterios son
los específicos del Devenir del Todo.
En la concepción druídica, además, la doble espiral es
congénita al Huevo Cósmico, el cual surgió simbólicamente de la
Serpiente. La Espiral y la serpiente son gemelas y semejantes. La
triple espiral compone el Triskel céltico-druídico.
220
En las elaboraciones artísticas de los celtas se solía representar
a la serpiente enroscada en forma de espiral. Es, por tanto, natural
según estos conceptos que espirales y serpientes representen al
Universo en las leyendas, alegorías y creaciones artísticas célticas.
Es gratificante al unísono confirmar, como es justamente bajo esta
estructura espiraloide, como percibimos los humanos, la mayoría de
las constelaciones y galaxias conocidas. Grandes fueron los
conocimientos de nuestros druidas en aquellos tiempos remotos,
para intuir o conocer éstas y otras cosas.
Las imágenes de las galaxias espiraloides, son las mejores
representaciones que caracterizan al Universo. Un Cosmos que es
conciencia y sapiencia en el que se observa en la cercanía como el
tránsito de los astros por nuestro sistema solar en torno a la Estrella
central del Sol, se traza como un desplazamiento de bucle en
espiral. Y también cuando debido a los avances científicos sabemos
que la distribución de las células del ADN o Ácido
Desoxirribonucleico, es como una estructura espiraloide dilatada o
entrelazada en dos cadenas que se enrollan entre ellas para formar
una estructura de doble hélice. O sin ir más lejos con la llamada
espiral de Fibonacci presente en la Naturaleza y en los huracanes,
algunas galaxias, las conchas tipo trilobites y etc.
Las estaciones se alternan y se reanudan, en cada ciclo como
fragmentos de una Gran Rueda. Las espirales eternas no tienen
partida ni llegada, ni inicio ni término, ni origen ni final, lo que
constituye un ciclo que se concatena con otro. El perenne
movimiento, el Devenir de la espiral, simboliza la siempre dilatada
tendencia de la sapiencia y el discernimiento que no tienen fin.

El Círculo o esfera:

En lo más recóndito y ancestral del espíritu del hombre, está


almacenada una primitiva impresión sobre la figura del círculo,
pues éste es una de las más antiguas maneras de representar al
Universo y dentro de algunas filosofías, como la druídica,
rememora de nuevo al Huevo Cósmico.
221
El círculo también nos recuerda La Rueda del Sol, la
circunferencia de la Tierra, la esfericidad de la Luna, siendo la
figura más simple, y, sin embargo, su comprensión requiere de un
alto grado de cognición y conciencia para entender la abstracción
de sus simbolismos.
Los druidas y los celtas rehuían en sus Artes, las líneas rectas y
comprendieron la proporción perfecta de todas las partes del círculo
todas equidistantes de su centro, y vislumbraron que dentro de éste
se podía forjar cualquier otra figura.
El círculo druídico es la Serpiente que se muerde la cola, como
el Ouroburos helénico y alquímico. Es una representación
simbólica que alegoriza la Eternidad, lo absoluto, el movimiento
perpetuo, los procesos cíclicos tanto de la Naturaleza como los de
los humanos, lo no manifestado.
El círculo contiene las potencialidades de todas las demás
formas. Son los elementos que forman cada punto de la figura hasta
completar toda la circunferencia, donde cada punto individual va
componiendo la figura, que llegará a ser la Totalidad. Si al círculo
le faltara tanto solo uno de sus puntos dejaría de ser círculo, de tal
manera que las Partes son al Todo, como éste es a las Partes.
Es la circunferencia que precisa de todos los puntos para poder
denominarse así. Como el Todo Absoluto precisa de todas las otras
divinidades y de todas las almas individuales, sean humanas o
extra-humanas para su Devenir cósmico y para poder seguir
considerándose un Todo.
En un plano humano y dentro de un simbolismo mandálico, el
círculo representa al Individuo, su Yo, pero también su Totalidad
como Ente complejo. El centro del círculo es su Alma divina, con
una zona alrededor del centro que compone al individuo. Lo
externo al círculo es la Inmensidad del Cosmos, cuya frontera entre
el alma y éste, es el perímetro tangible de la propia circunferencia
circular. Fuera de esta circunferencia se halla lo Infinito e
Incognoscible. Es la representación predilecta por los druidas para
simbolizar el Mundo terrestre y el Mundo cósmico.
222
Es también el simbolismo de un círculo ritual druídico,
adquiriendo forma ceremonial donde todos los componentes de la
Rueda humana, son elementos consecutivos que se adjudican la
misma distancia del núcleo y el mismo alcance a éste.

La Cruz Druídica o Cruz Anillada Celta y el Trébol de 4 hojas

Muchos de nosotros hemos pensado alguna vez y seguramente


muchos lo siguen pensando, que la Cruz celta y la cruz rodada, es
decir, la cruz envuelta en un círculo, es un inequívoco símbolo
cristiano, que proviene de la época en la que el cristianismo se
instauró en las tierras celtas de Irlanda y Britania, y que dada la
peculiar manera de entender el cristianismo en esas tierras por sus
gentes, formaron de una forma sincrética, la cruz cristiana (de
vástago inferior más largo) con rasgos célticos. Esto, cuando no
hemos pensado o visto actualmente que se trata de una cruz en un
círculo que han adoptado grupos políticos de extrema derecha como
símbolo de su ideología.
En realidad las cruces cristianas de vástago o porción inferior más
larga que el resto de sus otros brazos, fueron alzadas por los monjes
irlandeses desde el siglo VIII, primero en Irlanda y luego en Gran
Bretaña, hasta el siglo XII, siglo en el que dejaron de erigirse. Con
el revivalismo druídico del siglo XVIII y XIX fueron rescatadas
pero conforme el Druidismo derivaba cada vez más hacia el
paganismo antiguo, la cruz cristiana celta, fue siendo sustituida por
la cruz celta solar. Es decir, por la cruz de brazos equidistantes o
iguales con o sin anillo o círculo.
Pues en realidad, la Cruz celta, es un símbolo solar, es la
Rueda del Sol, siempre en movimiento y diferente a la típica cruz
cristiana.
La cruz celta de brazos iguales es el símbolo del equilibrio
adecuado entre cuerpo, mente y alma, parecido al triskel. Existe una
diferencia básica con una cruz cristiana en la cual existe, como se
ha emncionado, un desequilibrio en uno de sus brazos, que es más
largo.
223
La cruz celta, sin embargo, es armónica, todos sus brazos son
idénticos. La cruz cristiana esta compuesta por dos maderos pero la
cruz celta no está compuesta por maderos, sino que es un símbolo
alegórico abstracto, un primer símbolo, de cualquier cultura solar.
La cruz celta, en realidad no tiene ninguna reminiscencia cristiana,
no evoca la muerte de ningún ser divino, semi-divino u humano,
sino que se hunde en los tiempos profundos y primitivos, en los
cuales representaba y simbolizaba, entre otras alegorías, al trébol de
cuatro hojas.
Tanto el trébol como su expresión posterior la cruz de brotes
iguales, es una alegoría de los puntos energéticos que se concentran
en el centro y se expanden por todo el perímetro.
El Trébol de cuatro hojas y la cruz celta, tienen un cuadruple
simbolismo, según el pensamiento esotérico druídico, pues expresa
los cuatro elementos sagrados y míticos de los Tuatha De Danann.
Es decir, los cuatro tesoros míticos que según el “Libro de las
Invasiones”, salieron de cuatro ciudades míticas hacia a las Tierras
Irlandesas:

El caldero de El Dagda que trajeron de la mítica ciudad Murias


La lanza de Lugh que trajeron de la mítica ciudad de Findias
La espada de Nuada que trajeron de la mítica ciudad de Gorias
La Lia Fáil que trajeron de la mítica ciudad de Falias

También el trébol de tres hojas fue un tipo de talismán popular


mágico pre-cristiano que utilizaron los campesinos celtas,
especialmente los de Irlanda.
En la tradición céltico-irlandesa las tres hojas representaban a
las “Matres” o triples diosas". Luego la Iglesia Católica lo adoptó,
como hizo con muchos otros símbolos y costumbres paganas,
utilizándolo para sus fines evangelizadores, como según se cuenta
que hizo el predicador y moralista Patricio, también conocido como
el Patrón cristiano de Irlanda.

224
Popularmente se afirma que existen 10.000 tréboles de tres
foliolos por cada trébol de cuatro folíolos, lo cual le confiere ese
carácter especial. Se creía que al encontrar, conservar y portar un
trébol de cuatro hojas, se entraba en sintonía con los cuatro
elementos que simbolizaba, de manera que se lograba alcanzar el
equilibrio personal. Por ello para los druidas de entonces, el
autoconocimiento era un proceso cognitivo que contenía una
principal capacidad de lucidez emocional personal, cuya alegoría
eran las hojas de un trébol de cuatro foliolos o pétalos o incluso la
cruz solar misma, pues las cuatro hojas o brazos son un simbolismo
que representaba al hombre, en su relación con los elementos
simbólicos de: La Tierra, El Aire, El Agua y con el factor excelso
del Fuego, en su alegoría como energía del Cosmos, sin los cuales
el hombre, se entendía, no podía existir como tal, tanto a nivel
físico como metafísico.
El centro de la Cruz, simboliza la propia Alma, humana y a su
vez divina, emanación de la Divinidad Suprema. Su núcleo, actúa
como un corazón desde donde emana y bombea toda emoción o
sentimiento de los mortales, recorriendo
gracias a la intersección, todas las
extremidades de la cruz y su perímetro
circular. Dicho simbolismo aporta un
concepto holista de lo que puede ser el ente
humano, que es etérico en su pensamiento
(aire), ígneo en su espíritu (fuego), y en su
organismo con los elementos que lo
conforman es agua y es tierra. Una exacta
correspondencia holista que se ensambla
con los Tres Reinos Druídicos de: Aire,
Agua, Tierra, teniendo al fuego (pasíon, amor, ímpetu, entusiasmo,
emoción etc), como un factor causante de transmutación.

Con el trébol y sus cuatro hojas podemos perfectamente


dibujar los cuatro brazos de la cruz celta o como Cruz Druídica.
Esta cruz es la reunión de las corrientes telúricas en un punto
225
concreto de la Tierra, como señalan los menhires y crónlechs de la
antigüedad. Esta proyección del trébol con sus cuatro hojas o de la
Cruz Druídica con sus cuatro brazos iguales, podría decirse que
simboliza los cuatro ciclos naturales, las cuatro festividades
principales: Imbolc, Beltane, Lughnasadh y Samhain y las cuatro
menores. Alude a los cuatro animales druídicos primarios
totémicos: Jabalí, Ciervo, Águila y Salmón, y puede también
representar las edades del conocimiento humano: Infancia,
Juventud, Madurez y Vejez.
La cruz druídica y el trébol rememoran incluso, otros estamentos de
la antigua organización social y tribal celta patrocinada por los
druidas: campesinos, guerreros, druidas y reyes. La cruz druida está
de acorde con los cuatro puntos cardinales básicos y con las cuatro
fases más elementales de la luna.

El Triskel

El triskel celta es un elemento geométrico con tres esferas


sagradas que manifiesta y representa la triplicidad en la Unidad, de
la Divinidad Suprema o Causa Primera, de una forma abstracta. Así
como la tríada que está compuesta por el Principio y el Fin, la
Eterna Evolución y el Perpetuo Aprendizaje.
Se representa también como tres espirales en movimiento, que no
son nada más y nada menos que las manifestaciones de la energía
divina.
Crear un “mandala” con este símbolo de virtud, es tanto como
esbozar la divinidad que cada uno lleva. Como simbolismo
mandálico, actúa sobre el subconsciente a modo de un talismán
protector. En su aspecto más esotérico adquiere la virtud de ser el
símbolo que representa el tránsito de las almas de los difuntos hacia
el Otro Mundo, ante la presencia de los espíritus de los
Antepasados. Los brazos rematados en espirales manifiestan un
punto de partida desde el centro del triskel y un lugar de destino
226
que cada vez se aleja más del punto, que son los enrevesados
mundos y dimensiones del Más Allá.
Hay tantos tipos de Triskel, como artistas capaces de plasmarlo,
algunos formados por Tres espirales que acaban uniéndose al final
en un círculo exterior que las contiene. Hay otros que son tres aspas
que nacen de un centro común y acaban rematadas por pequeñas
esferas cada una, que pueden o no estar unidas a un circulo que las
rodea, pero en todos, se puede observar el punto de origen o centro,
foco vital de la existencia que se repite siempre, y las tres patas o
brazos donde el número tres representa los tres caminos evolutivos
del ser humano: Cuerpo, mente y alma o lo material, lo racional y
lo espiritual; Ésta es la esencia del Triskel.
Este símbolo, es la representación alegórica de un sendero o punto
de partida que se aleja en forma de espiral donde los problemas y
las cosas no se perciben bien desde la distancia. La única forma de
desvelar las soluciones a los problemas y a nuestra propia vida, es
la experiencia personal acumulada en nuestro interior, volviendo a
nuestro centro, pues todo centro y círculo, es energético.
Crear un “mandala” con dicho símbolo, es el recuerdo permanente,
cada vez que se contempla y siente, de un camino evolutivo elegido
por cualquier ser humano. Es en sí mismo, el simbolismo tangible
de una idea ternaria de la propia vida en el equilibrio que debemos
alcanzar en todo aquello que nos rodea e influye, para descubrir la
propia esencia y la de aquellos a los que amamos.
La primera espiral puede interpretarse como el descubrimiento de
nuestro propio organismo, saber quien somos físicamente.
Descubrir nuestro cuerpo y sus sensibilidades, también sus
limitaciones y desarrollo.
La segunda espiral simboliza el sendero de la mente. El
Pensamiento es creador, pero también puede ser destructor. En la
Voluntad y libre albedrío humano se halla la capacidad para
emplearlo en uno u otro sentido.

227
La tercera espiral simboliza nuestro propio camino espiritual, el
difícil camino del alma. Nos adentramos en lo que es desconocido,
nos introducimos en el mundo de nuestros dioses y convicciones y
también en nuestra Tir Na N'Og.
Es el brazo de lo místico, donde no todo está despejado, donde
nuestras creencias evolucionan a la par que nuestra espiritualidad,
en la cual podemos y debemos aprender continuamente.
La espiral y giro de este tercer brazo, es como un detonante para
lograr el desapego material del espíritu y entrar en un estado de
conciencia para alcanzar la trascendencia.
Es digno de experimentarse, conviene relajarse, meditar u observar
un “mandala” con un triskel para lograr un nivel elemental de
tranquilidad y paz interior, pues éste nos concede paz al alma y
ánimo, ante las vicisitudes de la vida.
Las triples manifestaciones de la energía divina en el Ser
Humano pueden entenderse de varias maneras, simbolizadas en el
Triskel, como:

1/ La Experiencia, La Inspiración y La Aptitud, que se


relacionan respectivamente con las tres clases sociales de los
antiguos celtas: Guerreros, Druidas y Productores.
A su vez los guerreros se caracterizaban por un trío de virtudes
divinas como son el Valor, el Honor y la Lealtad.
Los Druidas como receptores y maestros enseñaban a sus
alumnos en cuevas, grutas, bosques o colegios consagrados, otra
tríada de gracias divinas: La Filosofía, la Ciencia y el
Espiritualismo
Y finalmente los productores representaban otra tríada de
dones celestiales como son: La Creación, la Producción y la
Devoción. Donde la creación se asocia a la Intuición, a la
Inspiración y a la Vocación. La producción se asocia a la
Formación, a la Realización y a la Adjudicación, y la Devoción se
asocia a la Fusión, al Amor y a la Fecundación.
228
2/ En el Mundo terrenal se puede relacionar: Con el Agua, el Aire y
la Tierra en su movimiento. Encerrados los tres por un cuarto
componente, que es factor de transmutación; el fuego, representado
en algunos triskeles, por el círculo que los envuelve. También alude
a los tres estados de la materia: Líquido, Gaseoso y Sólido,
envueltos los tres estados por un cuarto factor que es la Energía que
es esencia de todas las cosas, que al condensarse produce la materia
en cualquier manifestación.

3/ Puede representar también la concepción druídica del: Pasado,


del Presente y del Futuro, reunidos en el gran centro denominado el
Gran y Eterno Ciclo o Continuo Infinito Presente, donde los tres
mundos son contemporáneos y existen al mismo tiempo aunque en
dimensiones diferentes y encajan perfectamente con la percepción
de que el tiempo-espacio, no es lineal.

4/ Puede representar también las tres fases solares: Noche o


crepúsculo, Mañana o alba y Atardecer o momento incierto.

5/ Puede representar también las tres fases de las edades de los


humanos: Infancia, Madurez y Vejez o las triples manifestaciones
interiores sensibles de todo ser humano: Emoción, Sentimiento y
Pensamiento.

6/ Así como la triple manifestación de las divinidades, como la


diosa Brigitt: Niña, Madre, Anciana o también Hija, Madre y
Hermana. Sin olvidarnos de la representación de la Trinidad
femenina de la Batalla: Macha, Morrigan, Boadb o la masculina:,
Dagda, Ogma, Lugh.

7/ El triskel es símbolo y emblema de Ecuanimidad, de


Ponderación, de Equidad, expresada y manifestada en su conjunto
ternario, que se identifica con la elección y libre albedrío que todos
poseemos en nuestra Voluntad.

229
8/ Aunque para otros bien puede representar la tríada de: La
Expresión, la Ondulación y la Condensación. Donde la Expresión
es aire, la Ondulación es agua y la Condensación es Tierra, donde
el aire es representado por el Águila, el agua por el Salmón y la
tierra por el Jabalí, siendo estos tres seres, animales totémicos del
Druidismo.
9/ Y por último, representa a la Tierra misma, pues no en balde es
el Tercer planeta del sistema solar más cercano a la Estrella del Sol.

Quienes gocen de la visión de un pictograma (“mandala”) con el


triskel, pueden disfrutar de la representación y manifestación
alegórica más de acuerdo con su yo interior que les satisfaga,
aunque en realidad, cualquier pensamiento druídico ternario puede
ser su simbolismo.

Los Nudos

Hay nudos de toda suerte y tamaño más o menos intrincados,


pero todos ellos simbolizan la red infinita de interrelaciones,
conexiones y vinculaciones entre las diversas formas de existencia,
las interrelaciones entre todos los mundos, entre todos los planos y
dimensiones, donde todos los caminos se comunican.
Existen también nudos divididos en cuatro secciones que
pueden simbolizar las cuatro fiestas druídicas mayores, los cuatro
puntos cardinales básicos, los cuatro animales totémicos
elementales del Druidismo, los cuatro tesoros mitológicos, y en
general, todo lo relacionado con los cuartos. Otros nudos, sin
embargo, se hayan divididos en tres elementos.
En la actualidad podemos dar a los nudos divididos en
diferentes secciones, cualquier significado acorde a las esencias
druídicas, pues poco se conoce las significaciones detalladas que
los antiguos druidas les confirieron.

230
No obstante, se conoce que en la simbología céltico-druídica,
los nudos siempre simbolizaron la continuidad, la longevidad y la
eternidad. El nudo fue un claro símbolo de la unión y en épocas
celtas tardías simbolizó el amor perenne, como en la saga artúrica,
en el poema de “Sir Gawain y el caballero Verde”, donde Sir
Gawain, lucía nudos del amor fiel, a modo de nudo perenne que no
se podía deshacer, simbolizando en esas épocas de paladines y
princesas, el amor cortés y noble.
Por otra parte, el nudo además de su valor ornamental, también
se utilizó como símbolo de protección, ya que simboliza la relación
entre las Divinidades y los hombres, lo que enlaza el Cosmos y la
Tierra.
Un nudo central en un “mandala” celta es una “clave”; donde
se revela los misterios de la vida y la muerte, entre el anverso y el
reverso de una misma realidad.
El nudo celta, simboliza la búsqueda espiritual interminable e
infinita de los hombres, en un trayecto intrincado por donde se
abren ante nosotros diferentes pasajes. Unos serán obstáculos y
aprendizajes por donde deberá pasar nuestra alma para trascender y
crecer. Otros, serán diferentes rutas que representarán la búsqueda
incesante por el conocimiento, la sabiduría, escrutando siempre las
vías, para conocer y saber quienes somos. Es decir, el nudo
simboliza la esencia interior de cada persona.
Como sabemos si observamos todas las plasmaciones de arte
celtas, éstos rehuían casi siempre las líneas rectas, debido a que en
la Madre Naturaleza hay pocos componentes hechos de líneas o
ángulos rectos.
La verticalidad de un árbol con respecto a la horizontalidad de
la Tierra tampoco es muy exacta ya que el horizonte tanto óptica
como realmente es curvo.
Por tanto, pocos “mandalas” céltico-druídicos de la
antigüedad, a excepción de la cruz druídica de brazos equidistantes,
el pentagrama presente en algunos diseños, posiblemente debido a
influencias greco-latinas sobre diseños rectangulares, tendría como
elementos representativos y simbólicos, los cuadrados, los
231
rectángulos, los triángulos, los hexágonos, los pentágonos o
cualquier otra figura geométrica de contornos rectilíneos, a no ser
que en el interior de sus trazos se esbozaran diseños anudados.
No obstante a lo anterior, se puede trazar un esbozo en modo
abreviado, de aquello a lo que puede hacer referencia o simbolizar
esas figuras geométricas en la espiritualidad druídica, si acaso,
deseamos o vemos que forman parte del diseño de algún ideograma
céltico-druídico.

El Pentagrama:

También llamado pentáculo, pentalpha o pentángulo, y más


conocido como estrella de cinco puntas o estrella flamígera, es una
figura que daría para escribir varias hojas, especialmente porque ha
sido usado como símbolo místico en muchas espiritualidades y
culturas del orbe.
Su historia simbólica, espiritualmente hablando, se remontaría a
épocas tan lejanas como las de Sumer y Mesopotamia
posteriormente llegaría a Egipto, India y Persia, pero abarcaría
espiritualidades tan amplias como las que van desde la Kábbalah
del pensamiento esotérico, de los gnósticos cristianos, de la
Masonería, pasando por la brujería de la Edad Media, hasta llegar a
los ocultistas y herméticos actuales e incluso actualmente, es uno
de los símbolos más apreciados por los paganos de tendencias
wiccanas.
Dejando a parte los múltiples y diversos significados que
pueda tener en la tradición wiccana y en otras que se pueden
conocer en los muchos libros editados o incluso en páginas serias
de webs internáuticas, nos ajustaremos en síntesis, en la
significación céltico-druídica y en una de sus más afines como fue
el pitagorismo. No obstante es menester apuntar, que el
pentagrama, además, se vincula con el guarismo cinco y con
aquello que se relaciona con dicho número.

232
Así de esta manera, para los pitagóricos simbolizaba la salud y
el conocimiento. Esta figura representaba para los seguidores de las
ideas pitagóricas, la salud, y matemáticamente era la razón, entre la
diagonal y el lado del pentágono regular. El pentalfa pitagórico,
cuyo nombre proviene de la voz griega “penta”, que significa
cinco, y alpha, por la letra A, fue llamado así, porque en su
configuración, si se observa, también presenta la forma de esa letra
en cinco posiciones diferentes. Servía también como salutación y
cumplido en el encabezamiento de las epístolas, cartas y mensajes
que escribían los pitagóricos a sus colegas y afines. Dicha figura
geométrica en relación con su estructura y significado esotérico,
también representaba para ellos la inteligencia, la fuerza, la vida, la
generación y la naturaleza, es decir, la Armonía del Ser e incluso
del Universo.
El pentagrama, es el triple triángulo enlazado druídico,
símbolo para los Druidas de la Estrella Polar de aquellas épocas y
quizás una alusión a la dirección simbólica y mística de donde ellos
provenían, de las míticas y legendarias islas situadas al norte del
mundo e incluso de la isla blanca y polar semejante a Thule,
además de indicarnos una posible dirección al Mas Allá.
Los arqueólogos hallaron monedas de los galos carnutos, en la
región de Chartres, de los celtas belgas suessones, una tribu que dio
nombre a la actual ciudad francesa de Soissons, y también
británicas, donde en sus reversos aparecen los pentagramas.

No obstante, si deseamos construir o adoptar “mandalas”


personales, quizá con total o quizá con parcial influencia céltico-
druídica, pero que de igual manera serán positivos, podemos tener
en cuenta otros elementos geométricos, que por su armonía y
estética, aportan también en su contemplación efectos
introspectivos, reflexivos y relajantes y además, tienen un
significado concreto de ámbito universal.
Por otro lado, existe lo que viene denominándose la geometría
sagrada, donde cada cuerpo geométrico tiene una significación

233
sacra, estudiándose sus figuras y sus conexiones alegóricas con
respecto a la evolución del ser humano.
A este respecto y a modo de síntesis, podemos considerar:

El Cuadrado

El cuadrado en cualquier construcción mandálica expresa la


horizontalidad y la verticalidad, vinculándose y constituyendo una
referencia elemental sobre el equilibrio, la estabilidad, la
permanencia y el bienestar psicológico sobre quien lo contemple o
construya. La línea vertical puede simbolizar al alma. Esta fuerza
espiritual podría moverse tanto de arriba hacia abajo, del cielo a la
tierra como de abajo hacia arriba, de la tierra al cielo. La línea
horizontal puede simbolizar la materia y el movimiento de oeste a
este o viceversa.
Como el cuadrado combina lo vertical y lo horizontal, se
convierte en un símbolo de ámbito material y físico, pero vinculado
al espíritu. La postura vertical de dos de sus lados, que están
perpendiculares a los dos horizontales, simboliza un estado de
conciencia que desea elevación, transcendiendo de lo material.
Tanto el cuadrado como el rectángulo sugieren lo manifestado,
lo determinado, lo delimitado, lo concreto, lo realizado. Así como
la curva es femenina, lo recto y anguloso es masculino.
El cuadrado se vincula al número cuatro como es lógico
suponer. El número cuatro en la simbología druídica tienes diversas
connotaciones e interpretaciones que lo vinculan a la Cruz druídica
y al trébol de cuatro hojas.

El Octograma

Dos cuadrados cruzados conforman una estrella de 8 puntas, es


decir, un octaedro y una figura simbólica como es el octograma.
Este es otro símbolo universal asociado a la integridad, a la
totalidad, a lo infinito, a la expansión y a todo lo esotérico
234
relacionado con el guarismo ocho, como podría ser la las 8
festividades aceptadas druídicas.
El número ocho horizontal, como sabemos, representa a dos
serpientes enlazadas, símbolo druídico de la sabiduría, de las
fuerzas telúricas y del equilibrio entre fuerzas opuestas. También
representa el eterno y cíclico movimiento cósmico, expansivo y de
condensación, base de la regeneración de lo inmortal, de lo
imperecedero y de lo infinito. . Hace referencia a los ocho puntos
cardinales, Norte Noroeste, Noreste, Sur, Sudoeste, Sudeste y Este
y Oeste.
El ocho también, en la terminología druídica galesa se asocia a
la poesía y a la canción. En los polémicos (polémica entre falsos o
verdaderos) manuscritos del Pheryllt encontramos ocho melodías
con el nombre de "englyns" (antigua palabra galesa que significa
"canciones"), todas escritas en ogham y cada una con una
indicación que la relaciona con una de las festividades druídicas.

El Triángulo:

Druídicamente el triángulo tuvo poco uso en la antigüedad


celta, pero hoy en día lo podemos contemplar en un buen número
de “mandalas” inspirados en diseños celtas.
El triángulo se vincula a lo triple y por tanto, perfectamente
puede vincularse a las tríadas druídicas y en especial al Triskel y a
sus alegorías. Por ello, simboliza la excelencia humana, la perfecta
conjunción entre cuerpo, mente y alma. Evidentemente se trata del
triángulo equilátero o regular, cuyos tres lados y ángulos son
iguales.
Existe como simbolismo, en múltiples espiritualidades, en la
India, donde el “Aum”, se representa con un triángulo equilátero,
entre los Caldeos donde representaba a Ain Soph, la Luz Ilimitada,
como una trinidad por medio del triángulo equilátero. En cada
espiritualidad de este planeta, el triángulo ha tenido infinitud de
significaciones asociadas.

235
Por ello sintetizando y como características principales y
generales podemos decir que:
Cuando su vértice apunta hacia arriba, alude al factor Fuego y
a lo masculino o viril. Manifiesta también, la expresión Divina
hacia la Tierra y simboliza al hombre que desea ascender, en su
búsqueda hacia la fusión con la Causa Primera y con las energías
cósmicas que alegóricamente además, son atraídas por el vértice y
transmitidas por sus laterales hasta los cimientos.
Sin embargo, el triángulo con el vértice orientado hacia abajo,
alegoriza lo divino trasmitiéndose hacia abajo, a planos más
humanos. En dicha posición, se convierte en símbolo femenino, y
alude tanto al elemento y reino del Agua, como a la espiritualidad
expresada a través de la materia.
Así pues la conjunción de un triángulo invertido sobrepuesto a
otro erguido, nos esboza un hexagrama, la conocida estrella de seis
puntas, también conocida por “estrella de David” que obviamente
no es originaria ni de David, ni del pueblo hebreo, pues aunque su
origen es incierto, probablemente puede vincularse, a símbolos de
la geometría sagrada egipcia, y por ello, rastrearse hasta esas
tierras, de donde los hebreos la adoptaron. En cualquier caso, el
hexagrama es un símbolo universal de equilibrio entre lo divino y
lo humano, representado como estrella de 6 puntas, como la unión
de los opuestos pero que a su vez, son complementarios, muestra la
unión de lo superior con lo inferior, de lo de arriba con lo de abajo.
(Como es arriba, es abajo) del Macro con el microcosmos.

El Septagrama

Es una estrella de siete puntas, dentro de una circunferencia y


se relaciona esotérica y místicamente con el número siete. Su figura
esta constituida por siete triángulos. Se relaciona con la música ya
que siete son las notas musicales e incluso con los elementos
musicales celtas y druídicos, los cuales nacían de un sistema modal
en el que había siete modos, siete cuerdas en un arpa, siete tonos en
236
una escala musical que correspondían a cada uno de los cuerpos
celestes conocidos entonces. Así pues el numero siete simboliza la
inspiración en la música y a la música en diferentes aspectos y en
general. También se relaciona con los siete colores del arco iris.
En la canción de Amergin se canta: "Soy un ciervo de siete
puntas". Siendo ésta la máxima simbología de madurez,
experiencia y sabiduría.
Así pues un “mandala o ideograma céltico” con el septagrama,
en su observación o realización, aporta inspiración, capacidad de
improvisación, creatividad artística y sugestión.

El Nonagrama

El nonagrama es una estrella de nueve puntas dentro de un


círculo y se relaciona con el número nueve.
Existe una figura conocida como eneagrama que también tiene
nueve puntas, trazadas dentro de un círculo y unidas entre sí. Dicha
figura se basa en una circunferencia, un triángulo y las líneas que
unen los restantes puntos en el círculo, por lo que puede ser
considerado como un “mandala” por sí mismo.
El Eneagrama, fue puesto contemporáneamente de moda y uso
en occidente por Gurdieff, el cual lo adoptó de la Orden islámica
Sufi llamada Naqshbandi, dirigida por su maestro, un tal Mawlana
Abdullah ad-Daghistâni. Aunque el propio Gurdieff aseguraba que
era el símbolo clave de la Hermandad Sarman, una orden mística
existente en Asia Central desde hace miles de años. No obstante,
este símbolo es antiquísimo y su origen, algunos afirman que es
babilónico o caldeo, otros dicen que probablemente su origen se
remonte a la astrología del Nepal antiguo, aunque como se ha
mencionado, el sufismo también lo adoptó, y en realidad, ha
llegado hasta la actualidad después de haberse instalado y
atravesado por distintas culturas.
Esta figura, ateniéndonos a las últimas significaciones
contemporáneas y también sufíes, se ha convertido en símbolo del

237
auto-conocimiento, del auto-desarrollo, de la transformación
interior, de la observación y del ser consciente.

Significado de los Colores

Toda comunicación se da a través de signos. El lenguaje del


color es aquél cuyos signos son cromáticos. Los colores son
elementos comunicantes. Elementos que son de suma importancia
para la comunicación en todos los tiempos, tanto social, religiosa
como políticamente.
En la Madre Naturaleza, es algo obvio para el ser humano que
existe y se refleja el color, pero cada especie los percibe de forma
distinta y la mayoría de las veces, solo se ve un determinado matiz.
Para un buen sinfín de animales como los perros el mundo que
ellos ven se limita a tonalidades de grises. Por el contrario, un buen
número de insectos ven el azul, el verde e incluso el amarillo,
indispensables para reconocer ciertas plantas y flores y gracias a
ello, sobrevivir. Las aves, no obstante, distinguen el color rojo, el
cual es imprescindible para su supervivencia, para detectar ciertas
bayas purpúreas, rojizas o granates, de las que se alimentan.
Sin embargo, el órgano de la visión de los seres humanos es
mucho más amplio ya que distingue las diferentes tonalidades y
matices, gracias a los múltiples bastoncillos que existen en nuestra
retina. Así pues, en comparación a otras especies para el ser
humano, la captación de los colores es en realidad una verdadera
riqueza que nos otorgó la Madre Naturaleza. Justo por eso, es
instintivo que exista un lenguaje de los colores natural.
Pero el color va más allá de considerarse un simple suceso
óptico, puesto que influye y afecta a los seres que los perciben
desde lo meramente físico, pasando por lo funcional, hasta lo
psicológico.

238
Los colores gozan de la facultad de impresionarnos, de
afectarnos o influenciarnos, y de hacernos sentir diferentes
sensaciones.
Pero desafortunadamente demasiadas veces se nos impone
sutilmente un lenguaje de los colores, que proviene de una mera
invención o ficción, que obedece a intereses o prejuicios concretos
y en ningún caso a una interpretación basada en la observación
natural.
El sistema imperante en occidente y su avidez globalizadora,
influyen de una manera determinante y condicionante en nuestro
subconsciente, que incluso en un tema como el de los colores, hace
que una mayoría de hombres y mujeres occidentales perciban y
sientan las mismas sensaciones ante éstos. Tanto es así, que las
estrategias comerciales de empresas y multinacionales tienen en
cuenta un lenguaje ficticio pero ya impuesto, de los colores y sus
estímulos, para poder influir favorablemente en el potencial
comprador masificado y vender sus productos.
Los seres humanos desde que nacen y conforme crecen, van
siendo influidos por el lenguaje del color imperante, asentado en
las significaciones culturales del entorno social en donde se forma,
es decir, en la interpretación habitual y común.
De esta manera, por ejemplo, se ofrecen a la venta y consumo,
productos alimenticios con coloraciones que se saben atractivas
visualmente, que muchas personas compran con satisfacción y
agrado, pero de escaso, nulo, artificial y hasta nocivo contenido
nutritivo, convirtiéndose el lenguaje de los colores, de esta manera,
en un artificio manipulador.
Las interpretaciones culturales de los colores son muy
relativas, porque no en todas las partes del globo, ni en todas las
culturas son comprendidos de igual manera. De esta manera, por
ejemplo, el blanco se convierte en algunas culturas en símbolo de
dolor y luto y en otras de bienestar y gozo.
En cualquier caso, interpreten como se interpreten esos
colores, lo cierto es que cada coloración, tono o matiz, brillo o
saturación, que percibimos que posee la materia sea de forma
239
individual o global, corresponde a un efecto energético y tiene su
influencia sobre todos los organismos. Cuanto mayor tiempo
pasamos en su radio de influencia más nos impregnaremos de esa
energía, y ello aunque se perciban esas coloraciones como se
perciban, puesto que cada especie ve lo que le rodea, según la
capacidad de sus sentidos y los seres humanos, además, las
interpretamos de distintas maneras.
Esa influencia de los colores, no es una mera especulación u
obtusa superstición, pues la física conoce que el color propiamente
dicho no existe, la materia carece de color. Lo que nuestros ojos
perciben son las radiaciones lumínicas que la materia rechaza y no
absorbe. Es decir, absorbe todas las radiaciones del espectro
luminoso que el ojo humano es capaz, o no, de percibir, y repele,
reflejándola hacia nuestros órganos de visión, la que la estructura
de sus moléculas no es capaz de retener. Podríamos, decir, que un
objeto en esencia, es de todos los colores, menos del que nosotros
percibimos. Por ello, al rechazarlo, si estamos en su ámbito de
influencia, por proximidad física, ese es el color o esas son las
radiaciones lumínicas para ser más exactos, que pueden incidir e
influir en nuestro organismo, en nuestra psique e incluso en nuestra
conciencia y en nuestra alma.
Así pues, los siete colores básicos que percibe el ojo humano,
proporcionan distintas combinaciones, y mezclándolos con el negro
y el blanco conseguimos diversos matices y diferentes tonalidades.
La diferencia básica entre matiz y tonalidad consiste en que el
matiz es la primera cualidad del color, siendo la característica que
nos permite diferenciar un color de otro y empleándose como
sinónimo de color. Por ejemplo, la diferenciación entre el verde y
el marrón.
El tono es la frecuencia de la longitud de onda de un color
dado, siendo una identidad única de cualquier color o matiz dentro
del espectro luminoso, es decir lo que lo diferencia de otro. Por
ejemplo, la diferenciación entre el azul celeste y el azul cobalto o
marino.
240
Ya que el blanco y el negro, son las referencias absolutas
comos valores de luz, del más alto al más bajo respectivamente, el
tono o valor de un color se refiere a la claridad u oscuridad de ese
color.
El blanco tiene el mayor grado de reflexión de la luz, por el
contrario el negro, tiene el menor grado de reflejo de la luz. Por
ello, en el espectro del color, los tonos claros tienen un grado de
rebote de la luz mayor que los oscuros y se suele decir que la
tendencia al blanco es un color cálido y la tendencia al negro es un
color frío.
Así pues el color tiene tres dimensiones diferenciadas:

1/ El matiz, que es el color en sí, donde cada matiz tiene


características propias, existiendo tres matices primarios o
elementales, los cuales se llaman así, por ser únicos y porque se
encuentran en la Madre Naturaleza y no provienen de ninguna
mezcla. Éstos son, el rojo, el verde y el azul, representando cada
uno de ellos cualidades fundamentales, que incluso al combinarse
entre sí dan nuevos matices y nuevos significados primordiales.
Tres matices secundarios, como son: el violeta, el naranja y el
amarillo, y otros tantos matices terciarios que son el resultado de
combinar un color primario con uno secundario.
Todos ellos, con cualidades esenciales y significados primordiales,
que por otra parte, en el Druidismo se intuyen e interpretan desde la
observación natural.

2/ El Tono, que como se ha referido, es la luminosidad,


claridad u oscuridad de un color, lo que otorga a los determinados
matices originalidad y características únicas.

3/ La saturación que es equivalente a la pureza del color. Un


color es más puro, cuando carece de agregados de otros colores.

241
Por lo expuesto, el coloreado de los pictogramas (“mandalas”)
y la composición de sus tonos y matices pueden tener diversas
interpretaciones.
Una de ellas, hace referencia al estado interior de quien lo ha
coloreado y lo que subconsciente o conscientemente signifiquen
para él los diferentes matices y tonos empleados.
Otra interpretación, puede ser una explicación universal, de ámbito
general y global, de dichas tonalidades.
Otra interpretación de los colores, alude al simbolismo ancestral
otorgado a las coloraciones, según las diferentes tradiciones
espirituales.
Y otra, más superficial, es la interpretación asociada e influida por
técnicas de estrategia comercial, que pasan a formar parte de
definiciones culturales y populares para dar significado a los
colores.
Por ello, hay que apuntar la diferencia, por una parte, entre las
emociones y sensaciones que nos pueden producir personalmente
los colores y por otra, la de los significados espirituales de los
mismos, constatando que algunas emociones son más involuntarias
y pueden ser influidas por factores externos perturbadores, que las
convierten en emociones reactivas negativas, mientras que los
significados trascendentales tienen un contexto espiritual concreto,
un sentimiento mucho más potente y profundo que ayuda a
desarrollar las emociones reactivas positivas.
En cuanto a esto se debe apreciar la diferenciación en general entre
emoción y sentimiento. Las emociones, en general, se producen y
manifiestan como una reacción ante distintas causas, pudiendo
originar emociones negativas o positivas y tienen una intensidad
mayor que los sentimientos y una duración má corta. Las
emociones causan respuestas orgánicas que crean reacciones
bioquímicas en el cuerpo alterando el estado físico.
Los sentimientos, sin embargo, son asociaciones mentales y
reacciones hacia las emociones según las experiencias personales.
Son el resultado de las emociones, pero los sentimientos son más
242
duraderos que las emociones pues son estados que una persona
tiene debido a la impresión afectiva que le producen determinados
hechos, personas, cosas, recuerdos, etc.
Por eso, las actitudes de los individuos frente al color pueden
ser modificadas por influencias del medio, del entorno, de la
educación, de la cultura, de la religiosidad e incluso del
temperamento, por ello nos encontramos que los significados de los
colores varían sustancialmente, según quien los interprete.
Por lo comentado se debe mencionar, que la tradición druídica
ajena a estrategias comerciales y también a interpretaciones
personales condicionadas más o menos por lo cultural, basa su
interpretación de los colores, en la observación y su constatación en
la diversidad que ofrece la Madre Naturaleza, y en lo que cuentan
sobre ellos, los relatos de las leyendas célticas, y por ello,
subrayamos como algunas coloraciones adquieren interpretaciones
y significados precisos y hasta distintos de las consideraciones que
habitualmente se les adjudican en nuestro mundo occidental.

Por otra parte, desde un punto de vista orgánico, se ha de hacer


constar que algunos estudios cifran en nueve millones los matices y
tonalidades que un ojo experto puede diferenciar. Según cita otro
estudio, por ejemplo, los esquimales, dado su hábitat y entorno, son
capaces de diferenciar entre doce tonalidades de color blanco. Y
como sabemos hay personas daltónicas que no pueden diferenciar
según que colores.
Con estos enunciados lo que se pretende comentar, es que no
todos los seres humanos podemos ver los matices y los tonos de los
colores de la misma manera, ya que en el proceso de captación del
matiz, participan factores diversos, tales como la facultad de
observación, la memoria cromática y la agudeza visual, e incluso
influyen las circunstancias culturales, religiosas y geográficas,
además de la información genética particular. La luz no es la
misma en el Polo Norte que en el Polo Sur, ni que en los dos
Hemisferios, ni en China que en Etiopía, ni en México que en

243
Francia, ni en Buenos Aires que en Sevilla, ya que las diversas
manifestaciones atmosféricas subordinan la percepción.
A pesar de que todos los humanos no ven los mismos matices,
ni tienen la misma cultura, ni la misma genética, en este esbozo
cromático, se tratará de sintetizar, al menos, los colores más
representativos y su simbolismo desde una perspectiva de la
espiritualidad druídica, que nos ayudará a descifrar tanto los
“mandalas” céltico-druídicos como cualquier otra manifestación
donde se incluyan los colores.
Así pues, los colores son capaces de transmitir emociones y
sentimientos, aunque la impresión y su simbología están
supeditadas a la cultura o civilización que se trate y en menor
medida, a las apreciaciones subjetivas de los individuos.
Por ello en un pictograma o ideograma (“mandala”) de
inspiración céltica todos los colores tienen aspectos positivos, sean
éstos, cuáles sean.

El Color Blanco y sus gradaciones

Teniendo el blanco un poco de cada color, es un epítome de las


cualidades y características de todos los demás colores, siendo este
un color de síntesis que simboliza la Unión, la Perfección del
espíritu, la Pureza del alma, la transparencia espiritual, y también lo
Uno. Es símbolo de ese Todo Absoluto o Fuente Sublime, del que
muchos seguidores del Druidismo hablan, ya que del Uno manan
múltiples divinidades, cada una con sus peculiaridades distintivas,
pero compartiendo la misma esencia primordial, como igual sucede
con el color blanco, del cual brotan distintos colores cada uno con
sus peculiaridades específicas, pero compartiendo el mismo origen
y la misma esencia.
El color blanco en un primer proceso, se ramifica en los
llamados colores primarios que son tres. Es decir, como una
hipóstasis o trinidad de la Luz, y ello nuevamente simboliza las
hipóstasis, “tri-unidad” o “trimurtis” druídicas de ese Todo
244
Absoluto abstracto, de esa entidad Absoluta que es inmanente y
trascendente a la vez.
La belleza de su matiz reside en su sencillez compleja.
Sencillez, porque no hay color más humilde que el blanco.
Complejidad, porque en su sencillez, reside latente pero patente, el
potencial de todos los demás colores. Esos son otros de sus
simbolismos, como la sobriedad, la austeridad, la modestia y el
misticismo, atributos que como reflejo y ejemplo asumen y se
manifiestan en los druidas.
Druídicamente también, el color blanco está asociado a los
druidas sacerdotes. En la antigüedad el ritual druídico de la
recolección del muérdago, con referencia al color blanco, consistía,
en efectuar un sacrificio de dos toros blancos que no hubieran sido
hasta ese momento amarrados a yugo alguno, para posteriormente
el druida, con hoz de oro y vestido de blanco, procedía a cortar el
muérdago, recogiéndolo en una tela también blanca.
En dichas ceremonias el blanco asumía el símbolo del
enaltecimiento de lo sagrado y de la incorruptibilidad.
En la actualidad un porcentaje alto de las órdenes druídicas
sacerdotales existentes, han adoptado este color para todos sus
miembros para los rituales ceremoniales y otros eventos varios,
siendo por tanto, el color sacerdotal por excelencia.

Siendo el Blanco un color cuya primordial característica es que


se difunde, de igual manera el Otro Mundo celta, se difunde, se
diversifica, se comunica y se propaga por éste.
Por ello, el color blanco en el Druidismo, es simbolismo del
Otro Mundo, encontramos ejemplos de ello en los diferentes mitos
celtas. En el mito galés, Cerridwen es una divinidad representada
como una cerda, pero una cerda blanca, igual que los perros del
Annwn, unos perros peculiares puesto que también son blancos
pero tienes las orejas rojas. En realidad, todos los animales blancos
son indicativos de ese Otro Mundo celta, como lo atestiguan los
diversos cuentos celtas donde animales como caballos o yeguas,

245
corzos o ciervos, cisnes u otras aves de dicho color, representan a
alguna divinidad o ser de esos Otros Mundos o dimensiones.
Pero todos estos animales blancos de las leyendas celtas, son
observados fuera de ese Otro Mundo, por seres mortales que
obviamente moran en este Lado de la realidad. Son por tanto
símbolos de esos otras Esferas celtas, que no solo se manifiestan en
este mundo, sino que se propagan, se difunden, se relacionan, se
vinculan y se comunican con éste. De esta manera, el blanco es
también un color que simboliza el tránsito entre los Mundos e
incluso el paso y viaje hacia ese otro Lado de la realidad, cuando
nuestro cuerpo fallece.
Pero en las concepciones druídicas, tampoco es sinónimo de
luto o duelo. No se convierte en un color para manifestar el dolor,
sino que es el color de la convicción de esa transformación, de la
certeza de que después de esta vida, sigue otra vida, desde otra
perspectiva no encarnada. La muerte natural en las convicciones
druídicas no es la hecatombe del ser humano, sino un suceso
común de los ciclos de la existencia y resulta ser la paz, calma y
armonía absoluta de nuestra alma liberada de su envoltura física.
Al igual como se percibe la blancura de la luna y ésta cambia
de fases y estado, al igual que la nieve blanca cuando se funde en la
tierra, al igual que las nubes blancas cuando varían de forma y
aspecto, el blanco simboliza el paso, el traspaso y el cambio dentro
de un ámbito espiritual.
Siendo el color blanco como se ha mencionado, también
símbolo de la luna, y siendo la Luna en los idiomas derivados del
latín y entre algunos seguidores druídicos del ámbito mediterráneo
(francófonos, italianófonos, hispanófonos) de género femenino,
ciertas divinidades celtas, como la diosa galesa Arianrhod (rueda de
plata) son simbolizadas por este astro cercano, representando sus
cualidades divinas y femeninas.
Es el color blanco también alegoría del color masculino del
semen, simboliza la sustancia energética de la creación, y
representa la capacidad de engendramiento y propagación cósmica.
246
Podemos hallar muchas otras muchas metáforas y comparaciones
místicas en todo lo blanco que nos rodea, desde las perlas, pasando
por la leche, el muérdago, hasta llegar a nuestros propios huesos.
Por otro lado, universal y generalmente, es un símbolo de
pureza. En algunas culturas como la hindú, la China, y otras
muchas asiáticas, es el color del duelo ante la muerte de los seres
queridos. Para religiones como la cristiana simboliza la luz, la
virginidad, la inocencia, la limpieza, la candidez, el triunfo del
alma sobre la materia.

El Color Negro

El color negro es considerado habitualmente como un color,


pero realmente es la ausencia de luz visible y por tanto la ausencia
de matiz o color. Pero puede también tener otra lectura pues
también es el resultado de la unión de todos los colores.
En las concepciones druídicas el color negro es el que
simboliza el seno de la Madre Tierra como Divinidad, donde toda
vida se manifiesta de la oscuridad y de lo negro.
Las deidades femeninas de color negro, que luego fueron
convertidas en vírgenes negras por el cristianismo, son un ejemplo
que demuestra ya desde tiempos prehistóricos, como se asoció el
color negro a las divinidades que han simbolizado el seno de las
diferentes diosas de la Tierra del planeta como Isis, Isthar,
Artemisa, Cibeles, Kali o la celta Belisama.
Incluso la diosa madre de los celtas Dana o Ana, fue
simbolizada negra, siendo cualquier piedra negra, habitualmente de
origen volcánico o meteórico, su representación, y en épocas
tardías del paganismo celta, fue personificada como efigie e imagen
negra, dando lugar posteriormente con la cristianización a una
imagen deformada de esta deidad, conocida como Black Annis, una
especie de bruja antropófaga.
En realidad las diosas negras se encuentran diseminadas por
todo el mundo y todas ellas fueron representadas y conceptuadas
generalmente de color negro porque este es el símbolo y color del
247
seno de la Tierra primigenia que, una vez fecundada por el Sol, se
convertía en fuente de toda vida en este planeta.
El negro puede ser el color de la noche, pero en muchas
espiritualidades “paganas”, como la druídica el color negro
simboliza la Vida Potencial, inmanente pero patente, ya que de la
oscuridad surge la Luz, ya que el día nace de la noche, ya que del
huevo, de la vaina, del útero oscuro, nacen muchas formas de vida.
El color negro simboliza también el Mundo Inferior; y tiene
clara simbología también con la reencarnación y la fertilidad,
siendo el negro por ello un símbolo más de vida. Es este color, el
que druídicamente se utiliza como símbolo para representar esa
tierra primitiva que, una vez fecundada, será fuente de toda vida.
La Diosa-Tierra, implica el color negro y por ello es el negro
símbolo de la materia primordial.
El color Negro es símbolo de la oscuridad, del misterio, pero a
la vez confiere elegancia, formalidad, seriedad, rebeldía y
renacimiento.
En Occidente desafortunadamente, se le atribuyen aspectos
negativos e incluso para los cristianos simboliza el mal, la muerte,
la tristeza, la disolución, la separación, la noche, ya que ésta
siempre se ha entendido como negativa y peligrosa. De esta manera
en nuestro lenguaje encontramos expresiones que aluden a esta
negatividad encaminada hacia la superstición, como Lunes negro,
lenguaje negro, lista negra, gato negro, humor negro, oveja negra,
magia negra, corazón negro y un largo etc. Pero lejos de estos
significados, lo que es el negro, es humildad, porque abandona,
dado su matiz, toda ostentanción y fastuosidad.
Pero para el Druidismo, el negro es un color de aspectos
provechosos ya que los conceptos asociados a dicho color, son
también positivos. Es un color que absorbe energía, calor y luz; y
por eso se convierte en símbolo de la Absorción e Impregnación y
de la Retención como Conservación, Salvaguardia y Custodia. Es
por ello que numerosos animales míticos de color negro o

248
personajes ataviados de negro, son garantes custodios de secretos y
tesoros ocultos, en oscuras cuevas o grutas.
Más allá de una antítesis entre el negro y el blanco, el
Druidismo ve una oposición complementaria y una dualidad, una
duplicidad patente sin conflicto, que son de la misma esencia,
puesto que siendo el negro, el Color del Inconsciente y de la
Interioridad, no puede manifestarse sin que haya un Consciente.
El negro simboliza lo Infinito, la indeterminación de la
Sustancia primigenia de la que surgió el Cosmos, de lo Primordial e
incluso de lo No manifestado.

DE LOS COLORES PRIMARIOS

Los matices o colores primarios son aquellos que se aprecian


como puros y categóricos ya que no pueden crearse mediante la
mezcla de otros colores.
Dependiendo de qué ámbito, podemos encontrar dos
clasificaciones básicas de los colores primarios:
La primera considera como primarios al rojo, al verde y al azul
y se les conoce como primarios aditivos. Si se mezclan en distintas
proporciones, forman otros colores y si lo hacen en cantidades
iguales producen la luz blanca. Son los colores que el ser humano
puede percibir, según los tres tipos de conos que el ojo humano
posee, los cuales requieren de un nivel alto de iluminación para
funcionar. Estos tres tipos de conos oculares perciben el rojo, el
verde y el azul.
La segunda clasificación alude a un ámbito laboral y
profesional como por ejemplo es el de editores, impresores,
publicistas de revistas, periódicos, libros y publicaciones varias. En
este ámbito se conoce a los colores primarios como sustractivos y
son el magenta, el cian y el amarillo, y son obtenidos mediante
tinturas, colorantes y otros pigmentos artificiales, justo por ello
también se le conoce como colores pigmento. Deformándose estas
denominaciones, suelen expresarse como rojo, azul y amarillo, lo
cual ha dado origen a equívocos entre las personas en la
249
catalogación del los colores primarios de la Luz, aunque en
realidad el cian es la mezcla del azul y el verde, el magenta del azul
y el rojo y el amarillo es la mezcla del rojo y verde.
Así pues la mezcla de los tres colores pigmento primarios en
idéntica proporción, cian, magenta y amarillo, da el negro, mientras
que la de los colores luz, mezclados en la misma medida, rojo,
verde y azul da el blanco.
Tomando como referencia el color luz, que es inmaterial y
proviene del sol, se sugieren las siguientes significaciones, donde
cada una de ellas, se perciben como cualidades fundamentales de
los colores primarios, en el ámbito de las concepciones druídicas.

El color azul y sus tonos.

Este color es uno de los colores primarios de la Luz.


Druídicamente el azul se concibe como el color del intelecto,
de la mente. Actualmente, se le refiere como el color de los bardos
o “filid”, el que se usa para despertar a la intuición y a la
inspiración y por tanto, es el color de la Verdad.
Dicho color, aporta paciencia y moderación, estabilidad y
firmeza a la mente. Repone el poder de la conciencia y siendo un
color que ayuda a restituir las características del intelecto, éste, nos
confiere igualmente concentración, circunspección, discreción,
buen juicio, prudencia, cautela, sensatez, reflexión y madurez, entre
otras muchas cualidades intelectuales.
Según Julio César: “Los celtas pintan sus cuerpos con tintura
de glasto, para parecer más terribles”.
Hubo varias tribus celtas, especialmente las britanas, que se
pintaban y tatuaban con un tinte añil extraído de las hojas de una
planta llamada glasto, (no eran los pitufos) especialmente para la
guerra. También un pueblo celtizado como el de los pictos, tenía
idéntica costumbre. Se impregnaban los cuerpos con dicho color
porque les causaba orgullo su linaje guerrero, a la vez que les
provocaba sosiego y optimismo ante la batalla y si iban a pelear y
250
morir bajo el cielo azul, que mejor que “vestirse” de cielo, para que
el alma trascendiera hacia lo divino mezclándose con él,
representado en el azul del cielo donde moraban algunas de sus
divinidades.
Por ello en las concepciones druídicas el azul es un color
divino y de las divinidades, que simboliza la lejanía de la bóveda
divina y celestial, pero al mismo tiempo alude a la fidelidad
guardada hacia ese divino cielo azul, que configura nuestro
firmamento.
En un ideograma o pictograma druídico (“mandala”) siendo
como es, un color primario aporta igualmente una visión práctica
del entorno y de uno mismo, refleja todo aquello que es, o puede
ser experimentado, lo adiestrado, lo técnico, lo eficaz. Aporta
lógica, sosiego, coherencia y racionalidad, especialmente ante
circunstancias donde el apasionamiento, el arrebato, la excitación,
se perciban como perjudiciales e incluso cuando emociones
negativas como la furia, la rabia o la ira, se intuyen como prontas a
brotar desde nuestro interior.
El color azul calma, nos facilita paciencia, pero no concede
una tranquilidad al estilo del color verde, sino que el color azul nos
predispone a una serenidad desapegada, desinteresada, sigilosa,
silenciosa, introvertida, de introspección, de reflexión y examen.
Universalmente, el azul, es uno de los colores que representan
el descanso de la mente, incluso va ligado al símbolo de la Paz.
También, simboliza lo fascinante e ilimitado de los sueños, de
nuestros denominados “sueños azules”.
Universalmente para el ser humano, aun tiene un simbolismo
mucho más profundo porque es el color de nuestro planeta, de
nuestro hogar, de nuestro viviente Planeta Azul.
Aunque culturalmente en occidente, el azul se asocia a lo frío
por los tonos azulados de la nieve, a lo gélido, a lo glacial, a lo
inmaterial, en el Druidismo tiene otras connotaciones. Si bien la
nieve, tiene tonos azulados, también los tiene una llama. Pero no
solo una llama, pues cuando observamos los lagos azules con toda
las variedades de tonalidades o las piedras preciosas de tonalidades
251
azules, como el lapislázuli, como el zafiro azul, como el
aguamarina, que avivan nuestro mundo interior ante sus reflejos,
los cuales nos los irradian a nuestro ser, que reflejan el cielo y su
profundidad para los que las contemplan, que guardan la energía de
los mares contenidas dentro de ellas, no se puede por menos que
pensar que todas ellas rescatan esas ráfagas de luz espiritual que
esparcidas por el planeta, se hallaban escondidas bajo la Tierra en
los océanos o en el mismo azul del cielo.
En el Druidismo, el azul simboliza la iluminación espiritual
entre los bardos o filid y entre los hombres inquietos en general,
que buscan ese algo más que se oculta detrás de nuestras
limitaciones naturales y humanas, igual que las piedras, minerales y
gemas azules que se hallan ocultas en las profundidades de la tierra,
permaneciendo inasequibles hasta brotar como flores o ser
rescatadas de las profundidades por el hombre activo y dinámico
que no se conforma con lo fácil, para después ofrecer su belleza y
cualidades al mundo.
El azul, es un color colosal, como colosal es una ballena azul,
es un aspecto de la realidad humana que ayuda a buscarnos y
encontrarnos. Es un color que ayuda a aumentar los conocimientos
pero sin acaparamiento o codicia, para posteriormente esparcirlos y
ofrecerlos a quien los necesite o quiera adquirirlos.

El color verde y sus tonos:

El color verde, es otro de los colores primarios de la Luz.


Dicho matiz, es el representativo generalmente de la Madre
Naturaleza, especialmente en primavera, desde el tono verde tenue
de las hierbas tiernas y jóvenes u hojas recientes de plantas o
árboles, hasta el tono verde frondoso de las florestas y arboledas
milenarias.
Por tanto dicho color aporta, equilibrio como analogía
psicológica al que existe en la propia Madre Naturaleza, al igual

252
que crecimiento natural y esperanza emocional. Es el color de la
Vida.
Dicho color, envía estímulos para poder expresar con más
libertad y balance los sentimientos, y mejora el sentimiento de
vínculo y conexión con la Madre Naturaleza. Como consecuencia,
libera al ser humano del apego a las ciudades, del consumo, de los
bienestares y placeres urbanitas, de los bienes materiales.
Envía estímulos para lograr más perseverancia en nuestras vidas,
nos proyecta hacia la templanza y serenidad espiritual y por ello es
un color adecuado para la meditación y reflexión.
Nos otorga la natural voluntad y ánimo para la constancia, nos
concede brío y firmeza en la regeneración, tanto de nuestras células
orgánicas como de nuestros sueños.
El verde comúnmente se reconoce como el color de lo
ecológico y en la tradición druídica concretamente es el tono que
representa al amor y a la sabiduría, a lo exuberante y a lo profundo,
a lo fértil y a lo fecundo, a lo productivo, prolífico y fructífero.
El Druidismo es ajeno a las interpretaciones jocosas con respecto al
color verde tales como “Ponerse verde de envidia” “explicar
chistes verdes” “Poner verde a alguien”, “viejo verde”, por las
connotaciones negativas que exteriorizan que son causadas por una
interpretación no natural, sino cultural o social denigradora,
vinculada a dicho color.
Es uno de los colores por excelencia de los vates (Fáithi) y por
tanto, se relaciona con la medicina natural, con lo activo, con lo
fresco, con lo saludable, con lo lozano, con lo vivo, con la
sanación, con el altruismo y con el amor expansivo tanto hacia uno
mismo como hacia los demás.
Se relaciona con proyectos y deseos, con propósitos,
pensamientos e ideas nuevas. Igual que el verde brillante de la
Naturaleza, las radiaciones de este color, nos incitan a una vida
nueva.
Siendo el color verde en esencia, un color primario de la Luz,
nos aporta equilibrio espiritual entre el amarillo que es el color
representativo de la energía del sol que nos da vida, de los rayos
253
luminosos y cálidos que otorgan emoción, desarrollo y evolución, y
el azul que es el tono distintivo del intelecto, del entendimiento, de
la sabiduría.

El color rojo y sus gradaciones

El color rojo es otro de los colores primarios de la Luz,


resultando ser la frecuencia más baja de ésta, que el ojo humano
puede percibir. Por debajo de su umbral, se suele calificar como
infrarrojo.
Sinónimos de rojo son en castellano los términos: colorado,
bermejo, encarnado, carmesí, carmín, rubí, coral, bermellón,
cinabrio, granate y etc.
Por otro lado, es el tono que simboliza la pasión, una
sensualidad más intensa e impulsiva, el amor físico, la vitalidad, el
entusiasmo, el ímpetu, el coraje y la fogosidad. Se lo considera un
color que fluye de idiosincrasia extrovertida, siendo el más
llamativo, pero que denota más impulsividad que reflexión.

Druídicamente también se relaciona con seres u objetos del


Más Allá celta, como los perros de orejas rojas del Annwn celta
galés, pues no en balde es el tono del sol y del cielo en el
crepúsculo vespertino y matutino. Asociado al primer caldero
druídico y al fuego como factor de transformación, y por tanto, de
progreso anímico, favorece en un “mandala”, con su energía
propulsora, la consecución de proyectos y propósitos. Favorece de
igual manera el vigor vital de todo el organismo, así como el área
relacionada con dicho primer caldero, especialmente en lo que
atañe a los órganos sexuales.
Entre los antiguos celtas y otros pueblos cuando, en las zonas
más gélidas de sus asentamientos, cuando aparecían las heladas y
las posteriores nieves, cuando casi toda vida estaba paralizada,
oculta o latente, cuando el solsticio hiemal marcaba que el Sol
iniciaba su Renacimiento cíclico, éstas gentes solían ataviarse con
254
ropajes o prendas de color rojo o bermejo, como un símbolo de
vida que entendían, aportaba energías positivas a sus vidas en ese
Nuevo Ciclo que se iniciaba, a la par que colocaban en sus hogares
como tutela, rojas guirnaldas de acebo.
Por todo ello, el Druidismo concibe el color rojo como un color
vigoroso, activo, de vida, de renacimiento, no solo porque la sangre
es de este color, sino por su asociación con los nacimientos.

Es también un color relacionado con el Este y Oriente, ya que


el sol en su nacimiento diario, al despuntar cada mañana se
caracteriza por ese tono rojizo, siendo por ello el primer color del
espectro solar.
Tiene el rojo una consideración dual, es símbolo de lo masculino, a
la vez que de lo femenino.
Masculino puesto que es el color del dinamismo, de la
actividad, de la energía, del afán, incluso es símbolo de
acometividad, furor, brío y vigor guerrero, tal y como se describe
en la última batalla del héroe celta Cuchulainn, contra la reina
Mebd de Connacht, donde se profetizó que Cuchulainn traería “rojo
y púrpura” sobre el ejército de la reina Medb. Es pues el color rojo
entre todos los pueblos indoeuropeos, el matiz que corresponde a la
función guerrera y a sus legendarios héroes y guerreros como
aquellos celtas de la Rama Roja del Ulster.
Es el color rojo también femenino en el Druidismo, puesto que
diferentes diosas y heroínas lo manifiestan, como Macha, (Macha
Mong Ruadh) la del cabello rojo, o la guerrera Scatagh, que recibió
por parte de sus discípulos algunos epítetos que indicaban su
condición de guerrera, como “Scatagh Nuamaind” (La Invencible)
o “Scatagh Buanand” (La Victoriosa).
La inspiración popular de los celtas, la caracterizó como una mujer
guerrera de cuerpo formidable y gran hermosura, con músculos
sólidos pero sin perder la feminidad y con cabello rojo ardiente.
Son divinidades o heroínas celtas, como la pelirroja Boudicca,
reina de los celtas icenos, según la describió Dion Casio, que
combinaban su ardor guerrero con una relevante sensualidad,
255
reflejada en sus cabellos rojizos, cuestión que ha trascendido las
épocas, pues aún hoy se piensa estereotípicamente, que las mujeres
pelirrojas son especialmente sensuales, pasionales e incluso
viscerales.
Así pues, es el color rojo, símbolo de la sensualidad femenina
e incluso de la sexualidad ya que el rojo se vincula a la sangre
femenina de la menstruación.
De esta manera, entre los celtas y otros pueblos de antaño,
fuego y sangre se vinculaban en un significado existencial, como es
la creencia en el poder de la sangre y del fuego como fuerza divina
y como factor de transmutación que incluso puede aniquilar.
El fuego purificaba, salvaguardaba del frío, protegía al ser humano
y a sus animales, de otros animales depredadores, facilitaba y
beneficiaba a los alimentos y su preparación.
Entre los druidas y druidesas vates contemporáneos, tanto en sus
rituales como en el ejercicio de su vocación parece que el rojo,
junto al verde, es el atuendo preferido por ellos y sus órdenes,
aunque mayoritariamente prefieren el verde.
En este sentido, es famosa la descripción que se hace en los cuentos
galeses del Mabinogion (Libro Rojo de Hergest) de la bella
Olwen9, hija del gigante Ysbaddaden y protagonista de la historia
de Culhwch y Olwen;

“Olwen vestía una túnica de seda de color rojo encendido y


llevaba un macizo collar de oro rojizo de su fino cuello adornado
con perlas preciosas y rubíes” (rojos)

Por otro lado, tenemos que el cristianismo ha rechazado


notablemente el color rojo, junto al negro, relacionándolo con toda
suerte de brujería y nigromancia, e incluso con su diablo favorito
“Satan”, al que otorga una apariencia rojiza en un infierno

9
Nota, Algunos investigadores piensan que Olwen puede ser una evemerización de
una antigua diosa solar de los celtas galeses.
256
rebosante de eternas llamas rojas. Por esta nefasta concepción, se
llegó a prohibir durante períodos de la Edad Media, el cultivo, y
obviamente el consumo de todo producto de aspecto bermejo
llegando incluso la prohibición hasta para utilizar prendas de vestir
de dicho color.
Universalmente es símbolo y color de la sangre y debido a ello
y subconscientemente, es alusión directa a un estado de alerta,
atribuyéndosele emocionalmente una alegoría que lo relaciona con
cualquier peligro.
De esta forma lo podemos encontrar en Occidente asociado a
señales de inseguridad, prohibición, riesgo o peligro, pero dada su
gran vistosidad y atractivo, es un color del que desgraciadamente se
ha abusado hasta la saciedad en la publicidad mercantilista de
nuestras sociedades.
En Oriente, sin embargo, es un color asociado a la buena suerte
y a la protección, como el conocido Dragón Rojo, el cual también
es el símbolo del País de Gales (Ddraig Goch), que aparece en los
Mabinogion celtas y anteriormente personificando a los celtas de
Inglaterra, en oposición al dragón blanco que personificaba a los
invasores sajones.
Al parecer, ha quedado demostrado por la fisiología que el
color rojo puede acelerar el pulso, la circulación sanguínea,
acelerar la respiración y elevar la presión arterial, mientras que el
azul produce los efectos contrarios, así pues, la presencia y visión
de objetos o paredes, lienzos, tapices o cortinas rojas, así como la
convivencia con geranios, claveles, amapolas, rosas rojas, o portar
rubíes contribuyen a dichos efectos. Y como consecuencia, comer
también alimentos rojos como cerezas, manzanas, fresas, tomates,
etc., favorece las cualidades que aporta dicho color.
Por tanto, en cualquier “mandala” donde pueda contemplarse
dicho color, éste, alienta, estimula y vigoriza a quien lo observe.
Como color primario pasa a formar parte de otros colores,
tales como el púrpura, el rosa, el color naranja, el granate y etc.,
aportando a éstos, parte de sus características.

257
DE LOS COLORES SECUNDARIOS

El amarillo y sus tonalidades

El color amarillo se obtiene de mezclar los colores primarios


verde y rojo, es por tanto, un color secundario.
Tanto druídicamente como en otras espiritualidades de la
tierra, el amarillo es el color del sol, del calor, asociado a la energía
sanadora de éste y simbolizando la fuerza y vigor activo y nutritivo
de sus efectos. La adoración del sol fue una de las primeras y más
extendidas prácticas devotas en el mundo, convirtiéndose en el
atributo de las deidades solares, tales como el romano Apolo-
Helios, el egipcio Ra, el celta Lugh, el dios del sol Inti de los
incas, el dios sol Huitzilopochtli de los aztecas o el dios solar Ahau
Kin de los mayas. En la mitología egipcia, los penetrantes rayos del
sol se consideraban el esperma dorado de Ra.
Por el contrario, para los cristianos y desgraciadamente por su
influencia, para buena porción de las gentes de occidente, este color
les recuerda el satanismo, la mala suerte y la traición. La religión
cristiana asoció este color con un hipotético azufre, elemento
químico que se halla en los supuestos infiernos cristianos. Le dio
una significación peyorativa convirtiéndolo en imagen del orgullo,
de la falsedad y de la traición, siendo incluso para éstos, símbolo
desafortunado de la infidelidad y del adulterio.
A principios del siglo XIII, el Papa Inocencio III estableció los
colores de la liturgia y excluyó el amarillo, siendo el único que está
ausente de los rituales católicos.
En el Medioevo, los herejes, cismáticos y e infectados por la
peste, eran obligados a vestir de amarillo, convirtiéndose por ello,
en el color de la enfermedad y la cuarentena.
Fue también símbolo de la traición de Judas a Jesús y, por
similitud de la traición de todos los judíos que pidieron su
258
crucifixión. A los hebreos de Europa, en la Edad Media, se les
obligaba a llevar un ribete amarillo cosido en sus vestimentas y un
gorro o capirote picudo de color amarillo, práctica muy similar a la
de los nazis cuando obligaron a los judíos a llevar una estrella de
David amarilla cosida sobre sus ropas.
Posteriormente aún con esta influencia subconsciente, en los
comienzos del sindicalismo político, se denominó “sindicato
amarillo” al organismo obrero controlado o influenciado por los
empresarios que no defendía integralmente los intereses laborales
del proletariado y obviaba el fundamento de la lucha de clases
preconizada por los marxistas.
La denominada prensa amarilla que deforma los hechos con
fines crematísticos o dolosos, es otro ejemplo de la negatividad
asociada a este color en buena parte de occidente.
El color amarillo está mal considerado y tiene un halo de
negatividad entre las personas de Occidente. En dicho simbolismo
cultural, el amarillo es el color de la mala reputación y es el color
del mal aspecto físico en las personas. Desafortunadamente, el
sentido negativo de este color en occidente, ha sido debido a la
aplicación discriminatoria que se le ha dado durante la historia de
este continente y en su contexto especialmente religioso, pero el
color en sí, no transmite sensaciones ni emociones negativas, sino
al contrario.
Ejemplo de dicha positiva vibración que se percibe sobre este
color, el Druidismo lo comprende como el color símbolo de los
ideales, del idealismo, incluso de la fantasía, simbolizando aquellas
ideas, a veces brillantes, a veces precipitadas y poco
convencionales, que pueden ser convertidas en realidades. También
por eso es símbolo de lo espontáneo.
Es alegoría de la capacidad de percibir y entender más allá de
la sola intelectualidad, sugiriendo una elevada conciencia divina
que permite concebir, descubrir y creer claramente en esencias,
elementos, factores o entes y mundos intangibles. El amarillo se
toma por representativo de la justicia, de la clemencia y de la
benignidad.
259
El Druidismo sugiere el color amarillo como representación
del principio activo asociado al sol, al polo masculino, que se halla
tanto en el interior de los hombres como de las mujeres.
Tanto en los ideogramas (mandalas) como fuera de ellos, el
amarillo nos inspira jovialidad, simpatía, receptividad, ayudando a
remover y hacer circular la energía positiva y masculina de nuestro
interior, la cual aporta brillantez y agilidad mental, ocasionando
incluso que la mente sea una vorágine de ideas, las cuales sin una
provechosa canalización, se dispersan y se desperdigan.
Un pictograma amarillo o el color amarillo en sí, ayudan a la
difusión de las ideas, como el sol que esparce sus rayos por
doquiera, y por tanto, la visualización del amarillo, es eficaz
cuando debamos acometer estudios posteriores o debates
intelectuales. Es incluso un matiz que estimula la memoria, induce
hacia el estudio, para conocer más. Impulsa hacia el conocimiento,
como un paso más hacia la sabiduría. Anima a la disertación de las
ideas, a la exposición de los pensamientos y a la publicación de
esos conocimientos adquiridos. Es, como el sol, un color de
irradiación de su calor, de difusión de su energía, de divulgación
mediante sus destellos, de penetración de sus rayos, de eco de sus
fulgores.
Desde otra perspectiva que complementa la anterior, el
amarillo es un color que refleja la revelación íntima de los
profundos deseos de iniciar un nuevo ciclo, un nuevo comienzo, un
nuevo episodio en nuestra existencia, habiendo asumido
emocionalmente el hecho de emprender algo distinto y hasta
desconocido, pero con el vigor y esfuerzo necesario para efectuar
esos cambios anímicos y terrenales. También simboliza el inicio de
la aventura espiritual en el laberinto de la vida, cuando se abren los
ojos de la mente y del alma por primera vez, igual que el sol
cuando renace cada amanecer, cada día, como si fuera la primera
vez aportando nuevos rayos benefactores.
Se percibe también al amarillo, como el color de la alegría, del
verano, pues es el color de la mayoría de las flores en dicha época,
260
como el girasol y frutos como el limón cuando alcanzan su
madurez. Amarillo es pues el color de los vegetales que ya pasaron
por su ciclo de inmaduros, y en ese sentido, el amarillo, en su tono
ocre, simboliza la madurez. Es también el color de los cabellos
naturales de muchos hombres y mujeres, y de incluso el pelaje de
muchos animales.
Por otro lado, representa el color del oro que en los rituales
druídicos tiene claras connotaciones sacras y nobles, como la hoz
de oro de los druidas o las torques de oro que los guerreros celtas
portaban en su cuello como sinónimo de bravura y valor y por ello
se vincula al color dorado, como símbolo de las causas que se creen
justas.

El color dorado

Como inciso y en referencia al color dorado y su significación,


observamos que este color solo es una tonalidad del amarillo
buscando un tono metálico, próximo al metal dorado. Se podría
considerar como una amarillo suavizado pero vivo, ya que el efecto
reflectante del dorado se debe a las propiedades estructurales de la
materia, cuando la luz incide sobre ésta.
El oro tiene muchos y distintos simbolismos en la tradición
druídica, ya que las cualidades y características de su estructura, se
amoldan y se habilitan para las aplicaciones más diversas, desde
sus orígenes en las capas profundas de la Tierra, hasta su destino
final en relucientes joyas y diferentes objetos sagrados, es el color
de la elegancia, del prestigio espiritual que refleja confianza y
solidez. Simboliza lo veterano, lo completo, el esplendor del ser
humano. Podríamos decir que simboliza la conciencia y el alma
elevada.
Los seres humanos de otros tiempos pensaban que el oro
maduraba en el interior de la tierra, merced a la acción fecundadora
de las divinidades. Toda cueva, gruta o túmulo, fue una apariencia
simbólica del más allá y del otro Mundo celta, lo mismo que todos

261
los metales y en particular los que poseían un fuerte brillo áureo,
los cuales, son también además, una alegoría solar.
Es pues el color dorado, un símbolo de eternidad pero también
de consumación, de conclusión, de terminación. Es una síntesis
simbólica entre la riqueza material y la riqueza espiritual, donde la
magnanimidad, la esplendidez y la generosidad coronan la alegoría.
Una conjunción que se adapta fácilmente a las concepciones
druídicas, donde lo material no es extraño, ni foráneo o impropio
de lo espiritual, sino que se integran y completan como opuestos
complementarios y donde el uno ayuda al otro en su realización y
consumación. No obstante, entre los celtas y sus druidas, el valor
del oro como riqueza y lujo fue escaso. Si en algún momento fue
usado como ostentación lo fue en su simbolismo religioso solar y
ceremonial. Es por esto que el oro aparece asociado a la soberanía
divina o terrenal, pero con casi ningún valor económico.
El oro también simbolizó el crecimiento de la semilla vital
para las tribus celtas, representó la abundancia como la arena
dorada de las playas o la exuberancia del trigo y la cebada, cuando
los graneros se desbordaban y se elaboraba la cerveza dorada
“corma”, (cuirm en irlandés antiguo y cwrw en galés) elaborada a
partir del trigo o cebada, añadiendo miel.
O los calderos de oro celtas, al igual que escudos de oro y
otros objetos ceremoniales forjados por míticos expertos herreros y
orfebres celtas, que debían estar bien bruñidos y relumbrar
intensamente, como el mismo sol.
En muchas leyendas celtas como la de "Baile in Scaíl",
(frenesí de los fantasmas) se relata como Conn de las Cien Batallas,
perdido entre la niebla, es conducido por un enigmático personaje a
caballo por un llano, hasta un lugar donde se alzan un castillo y un
árbol de oro. El personaje se revela como el mismo dios Lugh y en
el castillo se encuentra una mujer sentada sobre un trono de cristal
que encarna la soberanía de Erin, a su alrededor hay varias copas y
vasijas de oro de las que da de comer alimento y de beber aguamiel
dorada a Conn.
262
Mediante los dictámenes de Lugh, la muchacha fantasmal pero
bella, profetiza y da a conocer a Conn de las Cien Batallas, la
descendencia de su prole que reinará Irlanda. Finalmente, Lugh, la
muchacha y el castillo desaparecen, dejando al héroe en la posesión
de los recipientes y copas de oro. Esta es una historia muy similar,
aunque anterior a la conicida búsqueda del Grial.

Otra leyenda galesa narrada en los Mabinogion, nos relata en el


sueño de Maxen, (Breuddwydd Maxen), como éste hace un viaje
onírico que se incluye dentro de la literatura celta de los “aisling”
(visiones).
En el relato Maxen Wledig sueña que hace un viaje muy
lejano, a través de mares y ríos hasta llegar a una isla donde
encuentra un castillo, y narra lo siguiente……”

“La puerta del castillo estaba abierta y entró. Dentro vio una
bella sala. El techo de la sala parecía ser de oro y las paredes,
formando un círculo de piedras preciosas destelleantes; todas las
puertas de la sala eran de oro macizo. Vio lechos de oro y mesas
de plata. En el lecho, frente a él, estaban sentados dos jóvenes
morenos que jugaban al ajedrez. El tablero era de plata y las
piezas de oro; los jóvenes iban vestidos de brocado negro y sus
cabellos se sujetaban con diademas de oro rojo, llenos de piedras
preciosas; alternaban rubís, gemas y piedras imperiales. Calzaban
zapatos de cordobán nuevo, cerrados con placas de oro rojo.
Al pie de una de las columnas de la sala vio a un hombre de
cabellos blancos sentado en una cátedra de hueso de elefante
adornada con dos águilas de oro rojo. Llevaba en los brazos
brazaletes de oro, numerosos anillos en los dedos, un torque de oro
en el cuello y una diadema dorada que recogía sus cabellos; su
aspecto era majestuoso. Delante de él había un tablero de oro con
sus piezas y en la mano sostenía una vara de oro y resistentes
limas con las que tallaba las piezas del juego de ajedrez. Y vio a
una doncella sentada frente al anciano en una cátedra de oro rojo
y no le habría resultado más difícil mirar al sol cuando brilla, que
263
contemplarla a ella, debido a su extraordinaria belleza. Vestía
camisa de seda blanca cerrada sobre el pecho con hebillas de oro
rojo, un brial de brocado de oro y una capa de la misma tela,
cerrada con un broche de oro rojo. Llevaba en la cabeza una
diadema de oro rojo con rubís y gemas que alternaban con perlas y
piedras imperiales: su cinturón era de oro rojo. No había criatura
mortal que ofreciera una visión más bella.
La doncella se levantó de su cátedra y se acercó a él. El le
echó los brazos alrededor del cuello y los dos se sentaron en la
cátedra de oro, que no pareció más estrecha para ellos que para la
doncella sola”………(y sigue el relato).
Esta visión es una breve descripción de un sueño, donde se
menciona la palabra oro 18 veces y en el cual la mujer, la estancia
y las vestimentas, tienen todos los atributos solares, representando
otra dimensión, uno de los Otros Mundos celtas, el Tir na n’Og de
las leyendas.
Existen muchas gestas y narraciones celtas donde estas
analogías son muy comunes, pero sería extensísimo anotarlas todas,
pero los ejemplos apuntados esperamos sirvan de exposición y
demostración.
Por otro lado, el color dorado universal y espiritualmente, es el
aspecto de muchas deidades pues es el color más luminoso e
incluso por la virtud de la nobleza que se le asocia, puede
representar una celebración particularmente festiva y solemne,
incluso en honor de las divinidades. Para los hinduistas es el color
de la verdad y para los budistas es el color, como en la mayor parte
de las espiritualidades, símbolo de la realización espiritual y del
despertar o como entre los alquimistas y los masones es el símbolo
de la “Gran Obra” alquímica y del “Gran Arquitecto del Universo”.
El adjetivo dorado ha sido el epíteto que ha designado épocas
históricas sobresalientes como, la edad de oro, el siglo de oro, la
época de oro, o lugares míticos como el famoso El Dorado que
buscaban los conquistadores españoles que llegaron a América, u
objetos y elementos como el vellocino de oro griego, los míticos
264
escarabajos de oro egipcios, el becerro de oro de los semitas, las
manzanas de color dorado del mítico y helénico Jardín de las
Hespérides, los corderos dorados que apacentaba Atlas en el
extremo occidente, los anillos de oro de los enlaces matrimoniales
romanos, etc. O como conceptos tales como el famoso número de
oro de los hermanos espirituales pitagóricos, pasando por la
denominación para el oro de “excremento de los dioses” de las
tradiciones incas y aztecas.
Por todo lo expuesto, el dorado aun siendo una tonalidad del
color amarillo, tiene ese halo de autenticidad que lo hace digno de
ser considerado como un elemento importante dentro de cualquier
“mandala”, por todo lo que simboliza y por todo lo que refleja.

De los colores terciarios

Los colores terciarios se consiguen al mezclar un color


primario con porciones de un color secundario que no lo contiene.
Las proporciones son variables, aunque en propiedad, los colores
terciarios en el sistema aditivo, son los matices que posee un
determinado color. No obstante son los más abundantes en la
naturaleza, y por lo tanto, dignos de análisis, por sus expresiones
naturales y derivadamente por las significaciones y simbologías
druídicas que pueden extraerse o interpretarse, en cuanto a
observación de lo que es Natural.
Volvemos a recordar que en una clasificación o sistema de
color aditivo, (que es al que se refiere este análisis, por
considerarse el más natural, ya que son los colores primarios de la
Luz) y es el que se crea cuando se proyectan superponiendo Tres
Haces de Luz, se obtienen los tres colores primarios de dicho
sistema, que son; Rojo, Verde y Azul. Este sistema también es
conocido por las siglas en inglés de dichos colores, es decir, RGB,
o en castellano como RVA (Rojo, Verde, Azul).
265
No obstante para crear o combinar colores e incluso para
colorear pictogramas o “mandalas” ya diseñados en sus formas, es
factible y más adecuado enfocarse en el sistema sustractivo, puesto
que se van a utilizar tintes y tintas, pinturas o pigmentos artificiales
en ellos.

El color Rosa y los tonos rosáceos o rosados:

El color rosa es un color que se obtiene con la mezcla de rojo


que es un color cálido y el blanco que es un color neutro. Así pues
guarda un grado de equilibrio moderado entre ambas
características. Se podría decir que es un rojo con más Luz, un rojo
enaltecido.
Podría decirse que el color rosa y sus más de 50 gradaciones,
es en el Occidente contemporáneo un color socialmente polémico,
a la vez que denostado.
A la mayoría de hombres de nuestras sociedades
contemporáneas, dicho color no les produce ninguna sensación,
porque durante décadas ha sido identificado como el color de lo
femenino. Como puede observarse fácilmente en nuestras
sociedades y entornos, tanto en recién nacidos como en personas
adultas, el uso y significación de este color por parte de sujetos
masculinos está en buena proporción distorsionado, restringido y
vedado ya que socialmente se le imputa debilidad e infantilismo,
además de una pérdida de masculinidad. Esta distorsión proviene
desde 1920, pues en la sociedad occidental surgió como una moda
genérica del textil debido a los avances tecnológicos que lograron
producir tintes que eran resistentes al agua hirviendo.
Posteriormente derivó en un color que algunas sociedades lo
utilizaron como color discriminatorio, cuando por ejemplo, en la
Alemania Nazi, los homosexuales fueron obligados a llevar un
distintivo en forma de triángulo rosa cosido a sus vestimentas.

266
Pero en el Druidismo nuevamente, igual que con la
interpretación de otros colores, se siente ajeno a las connotaciones
e interpretaciones condicionadas existentes en algunas sociedades y
comunidades sobre este color, y apunta enteramente hacia la
valoración y evocación de un significado más acorde con su
connotación natural.
Por ello los tonos rosáceos tanto en prendas como en otros
objetos personales u otras preferencias, no se perciben como
indicativos de la orientación sexual de los individuos, ni de su
género. Ni se perciben como los colores de los objetos baratos, ni
como la coloración de las insalubres golosinas adictivas y
empalagosas, ni como el reflejo etéreo de las ensoñaciones y
fantasías subjetivas o de los mundos de yupi* o de color de rosa,
como suele decirse popularmente. (El mundo de Yupi, es un
programa de Tv que simulaba un lugar demasiado bonito,
demasiado feliz y demasiado inocente).

Contrariamente a lo expuesto, en el druidismo se interpreta


dicha coloración de una forma más natural, ajena a los significados
convencionales despectivos y discriminatorios que le han asociado
los condicionantes humanos, observando como en la Madre
Naturaleza este matiz existe y nos aporta otras sensaciones internas.
El rosa siendo también el nombre de una flor, evoca la
sensibilidad y la delicadeza, y por ello, ha sido designado y
escogido para ser el nombre propio de mujeres, tales como Rosa,
Rosamunda, Rosana, Rosalinda, Rosabela, Rosangela, Rosalba,
Rosalía, etc. Pero curiosamente, también ha sido rechazado por
muchas mujeres que han visto en el simbolismo de dicho color, el
distintivo de una feminidad aprisionada al machismo dominante de
décadas pasadas.
El color rosa, en una de sus insinuaciones naturales vinculada a
la flor rosada que le da su nombre, refleja finura, revela tersura y
volatiliza en el ambiente aromas benignos y agradables. Sus pétalos
denotan delicadeza y delicia, pero también observamos que en su
tallo y cuerpo hay espinas, para intimidar a aquel que con
267
brusquedad y avaricia se acerque para arrebatar o despojar su
belleza.

También podemos observar como existen otras flores de


tonalidades rosadas como ciertas variedades de geranios, hibiscos y
orquídeas, que nos ofrecen igualmente su belleza y nos comunican
su sensualidad. Como existen peces de carnes y tonos rosados
como el salmón tan persistente en remontar las dificultades y
sinuosidades de los ríos para llegar a su origen-destino, el cual nos
transmite un significado de voluntad y brío, sin perder la armonía y
agilidad en su destreza saltarina, o el equilibrio y belleza estética
que nos contagia el delfín rosado del Amazonas.
Así como existen aves de tonalidades rosadas, como el
flamenco e insectos con coloraciones rosáceas como algunas
mariposas. También hay accidentes geográficos como algunos
lagos de aguas rosadas, montañas rosáceas como las de los
Dolomitas en los Alpes Orientales, minerales como el cuarzo rosa o
como el cielo rosado de muchos atardeceres primaverales, que nos
infunden sensaciones a través de las peculiaridades descritas sobre
este color.

En definitiva, podemos incluso considerar al color rosa como


la tonalidad compuesta más importante de nuestro complejo
pigmento natural, ya que en Occidente y para muchos europeos o
descendientes de ellos, es un matiz asociado a la propia piel y a la
carne. Justo por dicha asociación con la carne y la piel, adquiere,
incluso un significado más místico, pues alude a la creencia sobre
la Reencarnación, y por ello es símbolo de regeneración.

Así pues, un pictograma (“mandala”) de tonos rosáceos inspira


sensibilidad y suavidad. Despierta la sensibilidad positiva, alejada
de la susceptibilidad y de connotaciones de debilidad, ya que es
justamente la fuerza de las sensaciones y de los sentidos lo que
hace que se puedan acometer, en la acción, las más difíciles tareas,
268
empresas, propósitos u objetivos, por improbables que “a priori”
aparenten ser, con voluntad e ímpetu, pero sin perder el horizonte
de la euritmia y la armonía.
Por ello, la contemplación o realización de un pictograma
(“mandala”) con tonalidades rosadas, o predominando dicho color,
nos irradia estímulos de equilibrio, tolerancia, transigencia,
templanza, serenidad interior y regeneración o corrección.
Transfiere ternura, sutileza, cordialidad, afectividad y simpatía.
Todas ellas, emociones muy detractadas y menoscabadas hoy en
día, pero a la vez tan necesarias para las relaciones con el entorno y
con el prójimo.
El rosa es sobre todo y universalmente, un símbolo de la fuerza
del amor, simboliza la energía creadora y artística que todo ser
humano, sea hombre o mujer, posee en su interior.

El Color Marrón y sus tonalidades

La palabra marrón proviene de un término empleado en el sud-


este de Francia “marron” que designa por metonimia o
trasnominación a la castaña rústica. No obstante, su verdadero
nombre en castellano sería castaño o pardo y en según qué latitudes
geográficas hispanoparlantes, se alude a él, como color café,
tabaco, nogal, canelo o chocolate. Aunque también en
determinados sectores sociales se le conoce con eufemismos tales
como “rubio oscuro” “bronce” “cuero” u “oro viejo”. Así,
dependiendo de qué tonalidad de marrón se trate se usan epítetos
tales como beige, avellana, miel, sepia, etc.

El color marrón y sus más de 95 variantes, es una mezcla en la


que predominan el rojo y el verde, pero que se combinan con algo
de naranja, o de azul, amarillo o violeta, e incluso por la mezcla del
naranja con el negro. Como color terciario se obtiene, como se
puede comprobar, con la combinación de los tres primarios, pero
no en la misma proporción. Es decir, dependiendo de si estamos
tratando con sistemas de colores aditivos o sustractivos, las
269
correspondencias para obtener, el susodicho color marrón sería la
siguiente:

 Con los primarios aditivos, sistema (RGB): rojo + poco


verde + poco azul = marrón
 Con los primarios sustractivos, sistema (CMY): magenta +
amarillo + poco cian = marrón
 Con los primarios sustractivos artísticos, sistema (RYB):
rojo + amarillo + poco azul = marrón

En un sistema de cromosíntesis otra manera de lograr tonos


marrones sin recurrir a más de dos primarios es prescindir del cian
o del azul, y llevar la mezcla de los dos primarios restantes a un
valor más bajo mediante la adición de negro o la reducción de la
luminosidad.

 Con los primarios aditivos (RGB): rojo + poco verde +


reducción de luminosidad = marrón
 Con los primarios sustractivos (CMY) con negro: magenta
+ amarillo + negro = marrón
 Con los primarios sustractivos artísticos (RYB) con negro:
rojo + amarillo + negro = marrón

Al parecer, el color marrón, es una coloración poco apreciada


en nuestras sociedades por su desmerecida vinculación con lo
sucio, con lo pobre, lo austero y hasta con los excrementos, pero
sin embargo, dicha coloración se halla naturalmente por doquiera y
es un color terroso, que viene siendo utilizado desde la prehistoria,
empleándose hasta en las pinturas rupestres.
Marrones son algunos elementos robustos. Marrones son
múltiples animales, como los osos pardos, los búhos, las ardillas,
etc. La tierra misma, la superficie, el suelo, en muchos lugares
aparece de color marrón. Dicho color es debido a los cuantiosos
restos microbianos, que se suele denominar “humus”, los cuales,
270
son una aglomeración de restos carbónicos microscópicos que
colorean la tierra con ese color marrón característico. El carbono
absorbe la mayoría de los colores del espectro solar, reflejando
únicamente la luz marrón. Es por ello un color que denota realismo,
naturalismo y cierto grado de materialismo, aunque para algunos
intransigentes, solo es sinónimo de tosquedad, aburrimiento y
antigüedad.
Durante la Edad Media, el color marrón fue el color del luto e
incluso algunas órdenes cristianas lo adoptaron como símbolo de su
retiro del mundo, el cual aún lo siguen usando. En dichas épocas
era considerado un color grotesco y repulsivo, especialmente para
las clases altas de la sociedad, ya que era el color de los pobres, de
los mendigos, de los siervos y de los rústicos. Era el color de los
infortunados e indigentes puesto que las vestimentas pardas que
utilizaban, carecían, debido a su inasequible precio, de teñidos y
entintados, siendo los ropajes que vestían de pieles naturales de
animales o de hilados ásperos crudos y pardos. De esta manera las
vestimentas sin teñir proclamaban, sin lugar a equívoco, la
condición del “populacho” como miserable e inferior, unido a las
pieles “morenas” curtidas al sol de los campesinos o como se les
denominaba “gente parda”.
Pero aun hoy en día, tiene dicho color otras connotaciones
negativas, pues en el pensamiento occidental contemporáneo, por
lo general y más burdamente, el marrón fue, y todavía está
asociado a todo lo oscuro, a la podredumbre, a lo ajado, a lo
marchito, a la apatía y todo lo que produce desagrado.

Pero en el Druidismo se impulsa a descubrir y sentir este color


desde otra perspectiva más positiva y natural. El color marrón es
ante todo femenino, es el color de la Fecundidad, simplemente
porque buena parte de la envoltura de la Madre Tierra, es de dicho
color. Pero esta coloración nos recuerda también el color de la
madera, el color de los troncos de muchos árboles, entre ellos, los
robles y los castaños.

271
Es el color de muchas montañas, por eso denota reposo,
calidez, confortabilidad, confiabilidad, credibilidad y sabiduría. Es
el color de la madurez y de la sensatez, de la sobriedad y de la
moderación, de la templanza de espíritu y de la modestia. Es sin
duda un color de virtud. Es el color simbólico del equinoccio del
otoño, donde se relaciona con el color de las hojas que se separan
de los árboles y caen a la parda tierra.

En los significados positivos de un pictograma céltico


(“mandala”) y como color terciario, compuesto por una amalgama
de otros colores, es una óptima alegoría de unión y altruismo, de
huida de la egolatría, de ausencia de individualismo, de
adaptabilidad y neutralidad. El marrón en su simbolismo sincrético,
al contener la energía de otros colores enterradas, pero bien
patentes, que anhelan proyectarse, nos remite y alienta a
sumergirnos en las profundidades del inconsciente y a entender sus
fuerzas fundamentales.
Denota la sencillez terrenal y natural, la fecundidad de las
ideas y las circunstancias propicias para sembrar y cultivar nuevas
ideas en la forma de semillas, como las del nogal y el avellano, y
como nuevas iniciaciones o aperturas mentales en los campos
espirituales aún sin cultivar y algo descuidados.

La avellana, entre los celtas, es símbolo entre otros, del


conocimiento y de la sabiduría que se pueden alcanzar. Tiene la
avellana ese tono marrón propio tan característico, el cual incluso
en la actualidad dentro de la lengua castellana tiene sus
connotaciones propias. Suele decirse color avellana, por ejemplo, o
unos ojos de color avellana. En la tradición espiritual druídica el
avellano expresa el final de un ciclo, el momento místico en el que
el hombre alcanza el conocimiento completo. Este árbol nos da
ejemplo con su belleza, con su fuerza ejemplar en el trabajo
humilde, discreto y paciente.

272
El marrón mezclado con rojo produce un tono marrón rojizo
bastante parecido al color de la sangre seca,
y también es el aspecto que tienen los excrementos humanos y
de algunos animales y aunque las heces son un desecho biológico,
son también un rico fertilizante y ello simboliza que aquello que
nuestro interior rechaza o expulsa por inservible para nosotros,
puede tener una positiva influencia en nuestro entorno e incluso
atractivas cualidades para otros. Es decir, de lo que a priori parece
desechable y negativo, pueden extraerse ilustraciones eficaces y
provechosas.

El color Naranja o anaranjado

En el sistema de cromosíntesis aditiva, es decir, del color como


radiación de luz, donde los colores primarios con los que se pueden
formar el resto son; el rojo, el verde y el azul, se conocen
aproximadamente unas 45 tonalidades diferenciadas del color
naranja, que obtienen diversos epítetos, más o menos populares,
tales como color teja, ocre claro, color mandarina, color melocotón,
rojo gamba, color ladrillo, color butano, color calabaza, cinabrio,
azafrán, cobrizo y etc. Si bien en países americanos de habla
hispana, se prefieren términos como anaranjado, naranjo, mamey,
china o chinita.
En dicho sistema aditivo, el naranja se obtiene superponiendo
luz roja y luz verde en proporciones desiguales: la luz roja debe
tener el doble de intensidad que la verde. Sin embargo, en el
sistema sustractivo, que es el empleado por lo tintes y pigmentos y
en uso también por los artistas pictóricos, el color naranja se
obtiene con la mezcla de rojo y amarillo.
Este color toma su apelativo de la fruta que lleva su nombre.
Este simple hecho ya sugiere que el naranja es uno de los colores
más habituales en la Madre Naturaleza, pues existen muchas frutas
y hortalizas con envoltura naranja o anaranjada, tales como las
propias naranjas, los pomelos, los albaricoques, las zanahorias, las
calabazas, los mangos, algunas variedades de melones y
273
melocotones, los nísperos, las mandarinas, etc., por lo que éste es
un color asociado a la nutrición natural y al veganismo frugívero.
Algunos investigadores promotores de la técnica energética de la
cromoterapia aplicada al organismo humano, sostienen que los
alimentos de color naranja regeneran los tejidos y depuran el
organismo de los nocivos efectos de la contaminación, del tabaco y
de otros elementos perjudiciales. Incluso existen minerales que
transmiten dicho color como el hierro, el calcio, el níquel, el zinc y
etc.
No obstante, este color desempeña una función específica en el
pigmento de ciertos animales, como señal de Advertencia. Esta
característica se denomina aposemática. La Aposemática, es un
fenómeno por el que algunos organismos, plantas o insectos
presenten rasgos vistosos a los sentidos, pero destinados a alejar a
sus potenciales depredadores, pues exteriorizan amenaza, peligro o
toxicidad, como por ejemplo; la mariposa monarca o un mero tigre
naranja con rayas negras.
Este cometido natural ha sido copiado por los humanos que
usan el color naranja para mejorar la visibilidad de objetos o
personas que deben ser visibles a cierta distancia, usando
materiales y vestimentas de dicho color e incluso para advertir de
peligros inminentes como las señales naranjas con símbolos negros.
El naranja en el vocabulario ha sido bastante relegado en favor
de su primario que lo compone; el rojo. Suele decirse un atardecer
rojo, un hombre pelirrojo, un gato rojo, un hierro al rojo vivo, un
pez dorado, etc., pero en la apariencia visual todos ellos son de
color anaranjado.

No hallaremos en las leyendas celtas, referencias en el idioma


correspondiente insular o continental, a este color como traducción
de naranja o anaranjado, ya que solía definirse como un rojo tenue
o como rojo amarillento. La palabra naranja y sus equivalentes en
otros idiomas europeos tales como, laranja (portugués), arancia
(italiano), orange (francés, inglés), apfelsine (lit; “manzana de
274
China”, alemán) etc., son vocablos de incorporación tardía en casi
todos los glosarios y léxicos europeos, ya que en este continente,
no se conocían éstas, hasta que las primeras naranjas fueron traídas
desde Arabia por los Cruzados, habiendo pasado previamente dicho
fruto por China y siendo originario de la India, en donde se la
conocía con los nombres de narang (sánscrito), narensh (persa), y
postreramente como naranjah (árabe).
No obstante, podemos observar con naturalidad, como el color
naranja, o quizá deberíamos decir como Goethe, rojo-amarillento,
es el color de la Luna en tiempo de recolectas y de cultivos
agrarios, lo cual permitía en épocas pretéritas e incluso
actualmente, extender la actividad de agricultores y recolectores
durante la cosecha.
Es decir, en lo que viene designándose en contextos campesinos y
en entornos paganos como “Luna de Cosecha”. Lo que se ha
denominado “Luna de la cosecha”, es la Luna Llena más cercana al
Equinoccio Otoñal, (druídicamente Alban Elfed, Alba Eluetias,
Dervobrextio, Mean Foghamar, etc) que ocurre en el Hemisferio
Norte entre el 21 y el 23 de Septiembre, y en el Sur, alrededor del
21 y 23 de Marzo, siendo el resultado de la posición de la Luna
cercana al horizonte. En esa situación, la luz que de ella proviene,
atraviesa la atmósfera dispersando el factor azul, permitiendo el
paso en línea recta del componente rojizo hasta el ojo del
observador. A este efecto se le conoce como “Dispersión de
Rayleigh”.

El mencionado y conocido autor Johann Wolfgang von Goethe,


(1749-1832) en su obra “Teoría de los colores” (Zur Farbenlehre,
1810), afirmaba que;
“el naranja o “rojo amarillento” provoca choque, disturbio y
produce la sensación de calor. Es el color en su máxima energía, el
que les gusta a los niños, a los primitivos y a los bárbaros”.

Puesto que los celtas y sus costumbres, para griegos y latinos,


siempre fueron bárbaros, haremos a un lado la significación
275
peyorativa del adjetivo, y recuperaremos los significados positivo
céltico-druídicos que puedan vislumbrarse, más afines a esta
espiritualidad, que nos puede sugerir esta tonalidad cromática.
Así, siendo el matiz del ocaso, del cielo en el crepúsculo cuando se
oculta el Sol tras el horizonte, no resulta impropio o absurdo con
esta espiritualidad, discernir que dicho color simboliza el instante o
momentos, donde un ciclo llega a un final, a un límite, a un
desenlace pero empieza seguidamente otro, incluso más sugestivo y
fascinante.
Por ello, dicho color posee una simbología liberadora para todas las
actividades mentales, con lo que alivia de los desalientos y
desánimos cotidianos, induciendo hacia la metamorfosis como
mariposa monarca de color naranja y hacia la evolución personal y
de conciencia al emprender nuevas etapas.

Con un nuevo despertar, con un nuevo ciclo, pueden llegar nuevas


ideas, nuevas actitudes, también indefinidas incertidumbres, pero
siempre desechando ya viejas pautas, actitudes o ideas obsoletas
del momento, período o ciclo anterior.
Todo esto, es lo que nos puede aportar la confección de un
diagrama sagrado céltico (“mandala”) o la visualización y
meditación ante un ideograma céltico druídico, donde el naranja
sea el color preeminente.
En un pictograma de inspiración céltico-druídica, el color naranja,
siendo un color suave, denota placidez, calma, tolerancia y
condescendencia, pero no hasta el punto de simbolizar la
mansedumbre e inducirnos hacia la sumisión, pues ello no
resultaría muy acorde con las virtudes célticas, sino que dado que el
color rojo configura al naranja, éste simboliza también el color del
fuego o ardor interior, pero dentro de unos límites aceptables. Es
decir, representa un vigor implícito pero comedido y un esfuerzo
prudente y circunspecto, resultando también un color
druídicamente sociable, ya que atenúa la agresividad y la
acometividad que se le atribuye al color rojo.
276
Para finalizar este color, y si se me permite la licencia citaré
una de las frases de Vasili Kandinsky, considerado el padre de la
pintura abstracta, decía;
"Nuestra esperanza es como una alegre fogata en días
otoñales, cuando el sol cae tiñendo de luz anaranjada las copas de
los castaños”

El color gris

El vocablo “gris” procede del idioma provenzal, (variante del


occitano) y éste a su vez del latín medieval (griseus) y al parecer,
éste a su vez del germánico “*grisja”, (gris) y de una raíz
indoeuropea *gher, que significaría “brillante, color metálico”.
Su uso en castellano, se intensifica a partir del siglo XII, ya
que en esas épocas, la adjetivación de ese color era empleada muy
ocasionalmente. El uso del término “gris” se vuelve más habitual
después del siglo XVI.
Sin embargo, en las lenguas celtas, el vocablo que se fijaría a
ese color, es en galo; “leto”, en gaélico es “Liath”, y en galés es
“llwyd”. Hubo poblaciones célticas que llevaron dicho vocablo en
su denominación, como Leto-ceton, (Arboleda gris, latín
“Letocetum”), Letisama (La más gris), o la española Ledesma (
Salamanca), antigua Letaisama, latinizada como Laetissima y
Bletisama, y otros epónimos como “Letus Mons”, y antropónimos
como Con-liath, Coni-letus, Cuno-leto (lobogris) o lettio(us) (el
gris).
Como ocurre con los otros colores, no hay un solo matiz de
gris, sino más de 65 gradaciones.
En occidente y en la mentalidad lineal mojigata y ridícula de
algunos teorizantes que aceptan el simbolismo tradicional de los
colores, tachan al color gris de color insulso, frío y de mediocridad,
y de esta manera se han inventado a lo largo de los lustros en todos
los vocabularios, expresiones tales como; gris cadavérico, gris
mugre, gris sucio, gris ajado, gris polvo, gris turbio, gris andrajoso,
vida gris, etc.
277
Al parecer, estos “profetas” de los colores no han recabado que
en la Naturaleza, el color gris es el color mejor adaptado al
camuflaje nocturno, como demuestra el color del plumaje que
cubre a múltiples aves nocturnas, siendo además un color que se
encuentra por doquiera, hasta en una simple roca o piedra.
El gris, se halla en el pigmento natural de variados animales
como un garboso caballo, una voluminosa ballena, un esbelto
delfín, un robusto elefante, un lobo gris o un simple ratón, hasta en
la tonalidad de minerales como el aluminio, que es el tercer
elemento más común que se halla en el planeta Tierra, el plomo, el
granito, la plata, la antracita, etc. Incluso elementos como la niebla,
la ceniza o el humo, se manifiestan bajo un aspecto grisáceo.
Lejos de ser un color aburridamente mediocre y sin fuerza,
como algunos lo definen, es un color armonioso y equilibrado pues
contiene la nobleza del blanco y la energía condensada del negro.
Es también el distintivo de la sabiduría en la vejez, en su
madurez, puesto que en la “materia gris” del cerebro se genera el
entendimiento. Consecuentemente, es también el color que
simboliza la intelectualidad, la respetabilidad, la sobriedad y la
maestría. (en tono de broma; no olvidemos al personaje ficticio de
Gandalf el gris, del célebre libro de J.R.R. Tolkien, el Señor de los
Anillos y otros)
Por todo ello, en su óptima simbología alude a la
introspección, a la abstracción y al recogimiento en uno mismo, y
en definitiva al Inconsciente. Es un color que denota la justa
medida entre mentalidad y emotividad, entre actividad y pasividad.
He ahí su condición de neutro o de ecuánime.
Así tenemos que el gris da significado a lo que se denomina
“literatura gris”, que es la literatura muy instruida y por ello, poco
convencional, cuyos documentos son de muy diversa tipología
como tesis doctorales, informes de investigación, ensayos
magistrales y etc., que muestra su índole distintiva.
El gris se halla también asociado al equinoccio de otoño.

278
En la mitología céltica irlandesa, se explica que Cúchulainn
tenía dos magníficos caballos que tiraban de su carruaje.
carruaje Uno de
ellos, era llamado “Liath Macha” o “Gris de Macha”, el cual
lloraba lágrimas de sangre antes de la última batalla de Cuchulainn,
presagiando la muerte del héroe.
También una guerrera conocida como Liath Luachra, (Gris de
Luachair) que fue una de las madres adoptivas de Finn Mac
Cumhaill, y compañera-amante
amante de la tia de Finn, Bodhmall, se dice
que tenía un espíritu feroz y el corazón firme de un guerrero.

En Gales existe una tradición de orígenes pre-cristianos


pre que
viene denominándose “Mari Lwyd” (“María la Gris”). En dicha
tradición galesa, en el apogeo del invierno se celebra un ritual en el
que un cráneo de caballo,
ataviado con una tela fina
blanca a modo de velo y
adornado con cintas y
cascabeles, recorre las calles,
llevado por jóvenes, para recibir
ofrendas. En el caso de que el
solicitado niegue la ofrenda, se
cuenta como anécdota,
ané que el
caos se instalará en su hogar.
El nombre de “Mari Lwyd”
popularmente se traduce como
"yegua gris", pero la voz en
galés para yegua sería “caseg”, por lo que ue la traducción resultaría
poco probable, y el nombre probablemente contendría una
vinculación con el folklore cristiano, ya que se traduciría como
"María la Gris".
A pesar de ese acoplamiento al cristianismo, la base del
popular rito sería pre-cristiano,, pues un cráneo de un caballo con
colgaderos y adornado con orlas y campanillas, sería una evocación
de características totémicas, ajenas al judeo-cristianismo,
cristianismo, pero que
pervivió en las creencias populares, debido a la manifiesta afinidad
279
de las ascendencias populares galeses con las raíces y creencias
célticas pre-cristianas.
El acto en sí, tiene además fuertes reminiscencias estacionales,
y una representación antropomórfica y teatralizada de las Diosas-
yeguas como Rhiannon de la tradición céltica que se proyectarían
en “Mary Lwyd” como un icono o figura reminiscente de la
soberanía.
En una de esas perchas que sostiene al conjunto del títere DE
Maru Lwyd suelen colocar además a un pájaro artificial al que se le
conoce como “Aderyn Pica Lwyd (Urraca duende gris).

Por otra parte en la Isla de Man, existe un leyenda asociada al


“cabyll-ushtey” que es un ser mitológico peligroso en forma de
caballo pero marino de color también Gris Pálido, parecido al ser
mitológico con aspecto de caballo de mar, conocido en Escocia
como “Each Uisce”, “Ech-Ushkya” en Irlanda o en Inglaterra como
“Aughisky” el cual posee la habilidad de transformarse en un
apuesto muchacho.
Gris pálido es también el aspecto de la anciana Cailleach (sus
otros nombres son; Callech, Caillech, Cailliach, Cailleach Bheirre,
Birrn, Bearra, Bhear, Beare, Birra en Irlanda; Sentainne Berri en la
Isla de Man, Caillagh ny Groamagh en el Ulster, Cally Berry; en
Escocia, Cailleach Bheur, Cailliche, y Carlin).
Esta figura folclórica irlandesa, escocesa y de la isla de Man,
cuyas leyendas y ritos perduran aun en nuestros días,
probablemente procede de una divinidad, no solo pre-cristiana, sino
también pre-celta de nombre ignoto, que tendría relación con la
teúrgia, la adivinación, el conjuro, la magia, el hechizo, o sea, en
pocas palabras, con lo que hoy en día, viene siendo considerado
“brujería” y con divinidades arcaicas ligadas a la Tierra, como
aquellas de las fuerzas fomorianas. En su origen se apunta que era
una diosa cuya función era la de proteger a todos los animales
durante el invierno y el otoño y cuidar la flora y la fauna aunque se

280
dice también que era en sí misma, el mismo Espíritu del Invierno,
en las creencias animistas isleñas.

El color Plata

Suele decirse que el color plata, es un gris ennoblecido, y


debido a dicho proverbio se le asocia a las cualidades de nobleza
del metal. Hoy en día la plata ha ido perdiendo protagonismo en
favor del oro, que la ha relegado a un segundo lugar. De hecho en
el otorgamiento de galardones y premios de competición, la
medalla, copa o premio de plata, es concedida a la segunda mejor
posición.
Debido a su grado de refulgencia de la luz del sol, es
considerado un color frío o mejor expresado, que “reduce el calor”.
A pesar de esa frialdad, es un color que un ideograma céltico-
druídico, representa lo dinámico, puesto que la plata que no circula,
oscurece y entonces pasa a ser distintivo peyorativo y simboliza la
inacción o vagancia y la avaricia.
Como metal es más abundante en este planeta que el oro y por
ello es también de uso frecuente en la orfebrería y joyería, así como
en la industria química y la eléctrica, pues tiene como propiedades
su maleabilidad y su conductividad siendo el metal que mejor
conduce la electricidad y el calor.

Es por tanto el color plata una alegoría directa de flexibilidad.


Expresada en un ideograma (“mandala”) expande nuestra
conciencia e indica una adaptación al medio, induciéndonos a ser
sociables y ello influye sin duda en la capacidad personal de quien
lo expresa en la resolución de situaciones o problemas de la vida.
La flexibilidad temperamental que inspira el color plata brillante, es
opuesta a la mente rígida que se cierra y se limita porque no quiere
escuchar otras opiniones o ideas, típicas de las mentes dogmáticas.
Tiene la plata como peculiaridad natural, la cualidad de
eliminar gérmenes nocivos para la salud, usándose desde tiempos
pretéritos para potabilizar las aguas destinadas al suministro y
281
nutrición. Quizá debido a esta cualidad, en las leyendas populares y
supersticiosas de las plebes, la plata haya tenido esa cualidad
mágica para proteger de ciertos hechizos y eliminar monstruos y
otros engendros imaginarios, ideados por las mentes más crédulas e
ingenuas del vulgo.

En el estilo poético de los bardos, especialmente de aquellos,


que llevaban una rama de plata con campanillas, como fueron los
bardos de Eire, con categoría de “ fili ansruth”; el color de los
cabellos grises de los ancianos, se convierte, enaltecido, en color
plata, en “cabellos plateados” o “barbas de plata”, y las primeras
mechas grises de cabello que aparecen con la madurez, se
convierten en los “hilos de plata de la sabiduría”.
Cabe recordar el poema épico celto-irlandés del siglo IX, del
viaje de Bran Mac Febal, donde una rama de plata cortada de un
místico manzano, produce un sonido mágico que es un talismán
para penetrar en el Otro Mundo. Hay numerosas alusiones a la plata
en el relato que empieza así;

“Llevo una rama del manzano de Emain,


parecida en la forma a las que ya conoces.
Crecen en ellas ramas de plata blanca
y hermosos capullos de flores cristalinas.

Y sigue en otra estrofa….

Carruajes dorados en Magh Réin,


Se levantan hacia el sol con la marea;
Carruajes de plata en Magh Mon,
Y de bronce sin mácula.

Y prosigue….

Será un ciervo con cuernos de plata


282
En la tierra donde se conducen los carros,
Será un salmón moteado en un estanque lleno,
Será una foca, será un cisne blanquísimo.

Para los celtas de antaño, la plata como metal noble, tuvo una
importancia indiscutible para la forja de determinados adornos y
utensilios. Hallazgos diversos en toda el área céltica e incluso
extra-céltica desde el famoso recipiente de uso religioso conocido
como el Caldero de Gundestrup, o como la copa de plata de Alesia,
hasta torques, fíbulas y monedas de plata, copias de monedas de
origen macedónico u otro tipo de dinero en plata como barras y
anillos de determinados pesos.
En las lenguas célticas, la raíz “arganto o argento”, significa
plata que provienen de la raíz indoeuropea *arg (blanco, brillar) y
tenemos que un rey legendario del reino de Tartessos, en la
península de los celtas e íberos (Península mal llamada Ibérica),
Arganthonios, era el rey de la plata, y si se menciona en este
apartado, es debido a que Arganthonios, nombre céltico, había
alcanzado una cierta notoriedad en su tiempo y mundo conocido,
por su atípica longevidad para la época, ya que según Herodoto
vivió 120 años. Y ya penetrando aun más en el reino de la epopeya,
posteriormente se dijo que hasta 300 años. La cuestión es que por
ser el “rey de la plata”, estando asociado su nombre a dicho metal y
conociendo las propiedades de éste, podríamos concluir diciendo
que para los celtíberos mas ancestrales, la plata era símbolo de
durabilidad.
Es también míticamente un distintivo sagrado del favor y
anuencia de los dioses, como lo sugiere la simbólica lanza de plata
que el caudillo numantino, mitad legendario, citado por Floro;
Olíndico, recibió de los mismos dioses para luchar contra los
romanos. Una lanza de plata de condición propia asimilada a la
Luna y a la nocturnidad. Una lanza que se asemeja a otro venablo
también de plata y mágico, que poseía el mismo dios Lugh
(Lugos), a la que se denominaba según las sagas de Eire como
“Gae Bolga”, ligera pero mortífera.
283
O como cuentan también dichas historias irlandesas, la
relación con la plata de Nuada Argetlam, rey de los Tuatha dé
Danann, cuando al perder su brazo en el transcurso de la primera
batalla de "Mag Tured", y ya no poder reinar con tal carencia, el
dios-médico Diancecht le forjó una mano de plata, con todas las
facultades que posee una natural.
Entre los celtas galeses, hay una divinidad femenina vinculada
a la plata y sus connotaciones, como es Arinarhod. Arianrhod,
viene a significar “rueda de plata” y hace referencia a un conjunto
de estrellas en la Corona Boreal, donde se dice que se halla su
palacio o “Caer Arianrhod”. La rueda haría alegoría a los ciclos de
eterno retorno, de muerte y de renacimiento, y la plata como
elemento secundario pero sagrado, simboliza lo místico o espiritual
de dicha rueda o corona, es decir, representaría al Alma humana.

Color Violeta o Púrpura

“Sueño con bellas Violetas en la nieve, como lágrimas de los


dioses que irradian la belleza de la vida floreciendo y abriéndose
paso por doquier. Sueño con Violetas mágicas que cautivan al
caminante entre los mundos de los hombres y de los dioses y lo
acompañan en su viaje al Más Allá”.
Iolair Faol

La reseña natural al color violeta son los pétalos de la flor del


mismo nombre. Al color violeta también se le suele llamar color,
Lila, magenta, malva, púrpura o morado. Si bien, todos ellos son
colores diferentes aunque a veces coincidentes en sus gradaciones.
El Lila, es el violeta con aportación de color blanco en la
misma proporción que el rojo y el azul.
El malva es una tonalidad del color violeta
El magenta es el color rojo púrpura, también conocido como
fucsia

284
El añil y el índigo, son variaciones de gradaciones muy oscuras
del color azul, pero que en numerosas ocasiones se confunden con
el violeta.
En el sistema aditivo de los colores, en el cual las coloraciones
se consiguen combinando haces de luz, en lugar de pigmentos o
tinturas como en el sistema sustractivo, para obtener el color
violeta se debe sobreponer a luz roja, la luz azul en proporciones
disímiles: la luz roja debe tener menor intensidad que la azul, pero
ninguna de las dos luces debe llegar a su intensidad máxima.
Convencionalmente se le ha atribuido características femeninas
a dicho color, y así tenemos que Violeta, en muchos idiomas es
nombre de mujer, incluso el nombre de Yolanda, en su etimología
más antigua proveniente del idioma griego, significa "aquella que
es de las tierras violetas" o "aquella que pertenece al país de las
violetas".
Ciertamente el violeta es un color que no es el que con más
frecuencia se puede contemplar en la Madre Naturaleza, ya que no
existen multitud de seres u organismos, materias o elementos, en
los que se aprecie. Ello es debido, obviamente, a las características
del ojo humano por ser el color con menor longitud de onda en el
espectro cromático de la Luz, que puede apreciarse por la vista.
Tenemos algunas variedades de ovíparos como algunas
serpientes y aves, e insectos como escarabajos y mariposas, así
como animales marinos como ciertas caracolas y estrellas de mar
que lo manifiestan. En el mundo arbóreo puede apreciarse como el
árbol de la jacaranda, el hibisco, el ciruelo cisterna, o la flor de la
lavanda, lucen sus ornamentas violáceas. En el mundo mineral la
Amatista resplandece ante nuestros ojos con su color Púrpura,
siendo considerada un mineral tan valorado como el rubí o el
diamante.
En cualquier caso, es curioso observar cómo según los
diferentes países, el color púrpura es interpretado y percibido de
diferentes maneras; pues en unos lugares, se imagina que tiende
hacia los tonos rojizos y en otros lugares, tiende hacia los tonos

285
azulados. De esta manera podría decirse que existe un púrpura
violeta o azulado y un púrpura rojizo.
No obstante, debe apuntarse que el color púrpura de nuestros
ancestros se inclinaba hacia los tonos azulados, es decir hacia el
violeta, por un par de sencillas razones naturales:
Por un lado, el cronista romano Plinio el Viejo, apuntaba que
el color púrpura era el de la amatista, pero la razón natural más
notoria, era que había, y aun existe, un molusco, el murex, cuyo
hábitat natural es el mar Mediterráneo, que al recolectarse y
almacenarse para dejarse pudrir, producía una mucosidad que se
empleaba para elaborar tintura de color violáceo, tras largos y
costosos procesos manufactureros que eran empleados antaño.
Los mayores productores de dicho tinte fueron los fenicios, y
más tardíamente los romanos, que aplicándolo a ciertas vestiduras,
lo exportaron por todo el Mediterráneo, si bien a precios
sumamente altos, por lo que solo personajes de alta alcurnia,
prestigio y poder, podían ostentosamente lucir atuendos de color
púrpura. Este color púrpura tenía la peculiaridad de que no se
decoloraba, ni ajaba por la acción de la luz, por lo que pasó en
muchos pueblos antiguos a ser símbolo de cualidades como la
Perpetuidad, la Persistencia, la Permanencia y cualquier condición
que denotara Duración o Conservación.

Entre los celtas de antaño, el color púrpura violeta también fue


conocido, aunque su utilización, especialmente en la vestimenta,
quedaba reservada a personajes de distinguida categoría. En los
relatos donde aparece dicho color por algún motivo o con algún
propósito, su simbolismo queda ceñido a personas célebres en una
aureola de fama, prestigio, belleza y apostura en lo considerado
elegancia en el buen vestir, como puede observarse en las
siguientes citas;

286
En una de las versiones de la leyenda bretona de herencia
céltica de la ciudad sumergida de Ker-Ys, (Fortaleza de las
Profundidades) se narra que “…..
“ una mañana de primavera, un extraño jinete se aproximó a
Ys. Montaba un magnífico corcel negro e iba vestido, de la cabeza
a los pies, de púrpura”.
En una leyenda irlandesa, conocida como “El Cortejo de
Étain” (Tocmarc Etaine) Fuamnach, la consorte del Tuatha dé
Danann, Midir, enfurecida por los celos ante las infidelidad de éste,
convirtió a su rival Étain, en una larva que produjo un insecto
Púrpura, (mariposa o mosca, según versiones y traducciones) que
fue el más bello de toda Irlanda, cuyo zumbido era más placentero
que la mejor de las músicas, y la escarcha que expelía de sus alas
aliviaba toda clase de dolores.
También esa misma Divinidad Tuatha dé Danann, conocida
como Midir el Orgulloso, hijo del Dagdah, aparece con frecuencia
descrito en las leyendas irlandesas (Myths and legends of the celtic
race- Midir The proud-T.W. Rolleston) como un personaje
esplendoroso en sus atuendos, y virilmente bello. En un pasaje de
la leyenda cuando éste aparece ante el rey Eochaid en la Colina de
Tara, se le describe así:
“Una mañana temprano Eochaid miró a su alrededor y vio a
un joven guerrero sobre la tierra alta a su lado. La túnica que el
guerrero llevaba era de color Púrpura Su cabello era de un color
amarillo dorado, y de tal longitud que le llegaba hasta el borde de
los hombros los ojos del joven guerrero eran brillantes y grises”…

También en otra leyenda irlandesa se describe a Cormac Mac


Art;
“Llevaba una capa de Púrpura con festones de buen vellón,
sujeta con broches de plata engastados en oro, y una camisa de
seda verde bordada con hilos dorados”

Y en otra descripción del mismo personaje se detallaba;

287
“Los nobles de Irlanda se reunieron para beber en el Banquete de
Tara con Cormac en un momento determinado.... Magníficamente
llegó Cormac a esta gran asamblea, porque ningún hombre que lo
había precedido era su igual en belleza, exceptuando Conary Mór
o Conor hijo de Caffa, o Angus Óg, hijo del espléndido Dagda, de
hecho, así fue la aparición de Cormac en esa Asamblea…… Un
manto de Púrpura amplia plegable lo cubría con un broche de oro
engastado sobre el pecho, un torque de oro alrededor de su cuello,
llevaba encima una camisa de cuello blanco bordado en oro; le
rodeaba una faja con hebillas de oro y adornado con piedras
preciosas; dos sandalias de oro con hebillas de oro en sus pies, dos
lanzas con tomas de oro y muchos remaches de bronce rojo en la
mano; mientras él permanecía en el resplandor lleno de belleza,
sin defecto o imperfección”.

En dicho fragmento, la insistencia en la combinación de ciertos


colores como Violeta (Púrpura) -plata-oro, refleja la regla armónica
del esmero, del refinamiento, y de la distinción, modos o talantes
poco convencionales.
En la gesta irlandesa del Táin Bó Cuailnge, Cethern Mac
Fintain, compañero de armas de Cuchulainn, detalla sobre una
atacante desconocida que la causa heridas letales, que luego el
héroe identifica como la reina Medb;
“Se me acercó una mujer alta y rubia, de cara alargada, los
rasgos suaves… Tenía cabellos amarillos en la cabeza y dos
pájaros dorados en los hombros. Vestía un manto Púrpura plegado
alrededor de su cuerpo, con cinco trenzas doradas a la espalda.
Sostenía en la mano una lanza liviana de bordes filosos, y sobre la
cabeza una espada de hierro con la empuñadura apropiada para
su mano, una figura impresionante, fue la primera que me atacó.
Entonces,- respondió Cuchulainn,- te compadezco, era Medb de
Cruachan”.

288
Debe hacerse mención también del comentario que hizo Julio
César, en su libro “de Bello Gallico”, en el que menciona como los
britanos usaban para marcar sus cuerpos “vitrum”, pudiendo
significar el tatuaje con “isatide”. Aun con la correspondiente
controversia sobre dicho comentario, y también sobre la costumbre
que tenían muchas tribus célticas, como los pictos, de realizar sobre
sus cuerpos tatuajes o dibujos o ambas cosas, según los momentos
y circunstancias, con el color añil obtenido de la planta “isatis
tinctoria”, conocida también como glasto. Debe añadirse que el
color de dicho glasto, se puntualiza generalmente como de color
azul, añil e incluso índigo, pero todo indica que podría ser un
púrpura azulado, (todos muy parecidos entre ellos) ya que el
púrpura entre sus significados figurados, alude a la Originalidad y
Belleza, pero también tiene un propósito más místico, como es el
mágico, e incluso penetra en el campo de la utopía para simbolizar
la aspiración de hacer viable lo que aparentemente es inviable, pero
que potencialmente es factible.
De esta manera se convierte también en símbolo entre los
mundos visibles e invisibles, e incluso de los viajes del
subconsciente hacia otras realidades y dimensiones. Podría decirse
que es un color que denota un estado entre la vida y la muerte.

En la historia de “Sinend y el Pozo del conocimiento” se narra


que la diosa Sinend, que se decía, hija de Lodan hijo de Lir, fue a
un determinado pozo llamado “Pozo de Connla”, que está bajo el
mar, es decir, en la Tierra de la Juventud que se halla en las esferas
más allá del tiempo “de los dioses Tuatha dé Danann.
"Ese es un pozo", narra el relato bárdico, "en el que están los
avellanos de la sabiduría y de las inspiraciones, es decir, los
avellanos de la ciencia de la poesía, y al mismo tiempo brotan de
ellos frutos, flores y hojarasca que luego cae sobre el pozo
levantando del agua un surtidor Púrpura”. No se dice que ritos o
preparación omitió Sinend al asomarse al pozo, pero las aguas
furiosas la arrastraron hasta la orilla del Shannon, donde murió,
dando al río su nombre.
289
Así pues en un ideograma (“mandala”) céltico-druídico, el
color púrpura violeta, o alguna de sus gradaciones, conforta y
seduce, aumentando la concentración y atención sobre el mismo
ideograma, ya que el color púrpura rehúye lo común y usual.
Por lo expuesto, podríamos decir que el violeta en un ideograma
céltico sería un color que prepara para la transmutación, para los
cambios espirituales y mentales, aporta afán por evolucionar.
Al plasmar este color en un pictograma, se abre la percepción y la
comprensión ante las cosas invisibles.

290
POSEIDONIOS DE APAMEA
Y
LOS DRUIDAS (GALOS)

Sobre Poseidonios

Entre los seguidores de la filosofía y espiritualidad druídica,


desafortunadamente poco se conoce al polímata10 griego
Poseidonios (Ποσειδώνιος) de Apamea, también conocido como

10
Polímata, es un individuo que destaca en diversas ramas del saber. El término se
refiere a personas cuyos conocimientos no están restringidos a un área concreta, sino que
dominan diferentes disciplinas.
291
Poseidonios (Posidonius, en latin) de Rodas, conocido por haber
sido el primer etnógrafo que estudió a los galos y sus druidas, y uno
de los más importantes analistas en lo que a las sociedades celtas se
refiere, después de Timeo de Taormine (Tauromenion) (siglo III a.
de EC).
Poseidonios de Apamea (135-51 antes de la E.C.) o Poseidonios
de Rodas, fue un sabio griego que conoció a los celtas galos de
primera mano y cara a cara, como suele decirse, pues habiendo
viajado a sus territorios, entró en contacto con ellos en varias
ocasiones.
Producto también de todos sus recorridos por parte del mundo
conocido, escribió libros completos que trataban de dichos viajes, a
los que añadió experiencias de otro viajero, historiador y embajador
de la helénica “Liga Aquea”, como fue Polibio.
Desafortunadamente, ninguna de las
obras de Poseidonios al completo ha
llegado hasta nuestros días, tan solo
escasos fragmentos, aunque sus
referencias fueron recogidas por otros
autores clásicos. Aun a pesar del
inconveniente de la pérdida de casi
todas sus obras, esas porciones
recuperadas de las mismas,
especialmente el desaparecido libro
XXIII de sus “Historias”11 convierten
a Poseidonios de Apamea, en la llave
maestra que abre el arcón de algunas
incógnitas para lograr el
discernimiento y entender el papel y
las funciones que desempeñaron los druidas en la sociedad gala,
antes de su romanización, es decir, la del siglo II y I a.EC.

11
Según comenta Venceslas Krutas, en su libro “Los celtas”.
292
Este matiz es importante reseñarlo, puesto que las sociedades
evolucionan (o declinan) y aunque en aquellos tiempos lo hicieran
más lentamente que en nuestros días, antaño y entre los celtas en
general, la sociedad celta pre-romana del siglo V antes de la EC, no
fue la misma que la sociedad celta pre-romana del siglo II o I antes
de la EC, y mucho menos, que la sociedad celta del siglo II de la
E.C. Consecuentemente, si la sociedad celta no fue la misma en el
transcurso de los siglos, la clase intelectual, que es en parte quien
provoca dichos cambios, tampoco. Y la clase intelectual de los
celtas, era obviamente; sus druidas.
Poseidonios (Ποσειδώνιος) fue un notable y prestigioso
astrónomo, físico, filósofo ecuánime y ecléctico, dentro de la
estructura de un monismo estoico, metereólogo, botánico,
aritmético, astrónomo, antropólogo, político filo-romano, geógrafo
e historiador que nació en Apamea, ciudad helénica, en la actual
Siria en el año 135 a.EC y murió en el año 51 a.EC. Muchos
inventos y descubrimientos en todos los campos de las ciencias y
las artes se deben a Poseidonios (Ποσειδώνιος)12, por lo que fue
denominado en su época como “polymathestos”, pero en lo que
respecta al tema que nos ocupa, nos centraremos en las impresiones
que tuvo de su contacto con los celtas galos del siglo I, y que
fueron recogidas por sus cesionarios.

Poseidonios (Ποσειδώνιος) hizo amplios viajes por el mundo


conocido cercano, merced a sus influencias en la Roma distinguida,
ya que apoyaba su expansión como instrumento pacificador de un
mundo que consideraba violento. Sus simpatías con la cúpula
aristócrata y patricia romana, representaron una ventajosa
12
Cerca del año 100 a. C., Poseidonio realizó una medición bastante aproximada de la
circunferencia de la Tierra. La cuestión que se suscita y cabe preguntarse, es que si realizó
una medición más o menos acertada de la circunferencia de la Tierra en “estadios” que
traducido a kilómetros sería de 38.625Km2. (La circunferencia de la Tierra, hoy en día
está calculada en 40.075 km2.), es porque ya se conocía que ésta era redonda y no plana,
como se ha venido suponiendo históricamente, hasta la Edad Media. De hecho antes que
Poseidonios, ya Anaximandro de Samos (S.VI a. de C.) demostró la “redondez de la
Tierra”, y en el siglo III a. EC. También lo expuso Erastótenes.
293
posibilidad para poder realizar expediciones por todo el orbe
romano e incluso más allá de los límites de dicha civilización,
llegando incluso a servir como embajador de Roma en la época de
Mario y Sila, y gozando de la amistad de Pompeyo y Cicerón.
Conoció, como espectador presencial, además de las costumbres
de los galos, también las de otros pueblos como las de los
habitantes de Iberia y de otros lugares más alejados de Roma, como
los de Egipto. Describió con detalle diversas especies animales
desconocidas para los romanos y refirió variedades vegetales que
fue descubriendo a lo largo de sus exploraciones. Habló de vientos,
de montañas donde afloraban metales apreciados, de prodigios
atmosféricos y de las técnicas utilizadas por otros pueblos para
realizar las diferentes labores cotidianas de sus vidas.
Poseidonios (Ποσειδώνιος) fue la principal fuente de referencia en
lo relativo a los celtas y sus druidas, especial y concretamente de
los galos, cuyas opiniones y datos fueron utilizados, a veces de
forma franca y otras de manera subrepticia, por numerosos
historiadores clásicos como Timágenes, Macrobio, Lactancio,
Estrabón, Cicerón, Cleomedes, Tito Livio, Plutarco, Diogenes
Laercio, Séneca, Clemente de Alejandría, Pomponio Mela, Galeno
y especialmente por Julio César y Diodoro Sículo, que utilizó las
referencias de Poseidonios (Ποσειδώνιος) como fuente de su
Biblioteca Histórica.
De hecho, actualmente se considera, que en lo referente a
Poseidonios (Ποσειδώνιος) de Apamea, hay algunos escritores
clásicos greco-romanos, que han sido denominados como “la
escuela de Poseidonios (Ποσειδώνιος)”, tal y como lo comenta
también, el autor Peter Berresford Ellis, en su libro “Druidas”, y
todos ellos, coinciden en ser de los primeros escritores históricos,
que son además coetáneos en el tiempo, que reseñaron algunas de
las costumbres de los galos y las de sus druidas. Estos son los
principales; Timágenes, Estrabón, Diodoro Sículo, Julio César,
Cicerón y Ateneo de Náucratis. Posteriormente, de los comentarios
que hizo Julio César, sobre los galos y sus druidas, igualmente
294
procederían muchas de las apreciaciones que refirieron autores
clásicos como; Pomponio Mela, Marco Aneo Lucano y Plinio el
Viejo. No obstante cabe decir, que no todos ellos fueron fieles a las
observaciones de Poseidonios (Ποσειδώνιος), pues algunos de ellos
distorsionaron o deformaron su información, como patentemente
hizo Julio César, debido a sus intereses, ambiciones políticas y
codicias personales.
Poseidonios (Ποσειδώνιος), en la Galia, se relacionó con varias
tribus celtas galas a las que observó, llegando a censurar ciertas
costumbres y hábitos de sus habitantes, tales como el
apasionamiento que profesaban en todo lo que hacían, el orgullo
petulante y fanfarrón de los galos tanto en la vida cotidiana como
en la batalla, así como su voracidad y desenfrenos en los banquetes,
pero a la vez aprendió de sus druidas y compartió muchas de sus
creencias, derivando en una admiración hacia dicha clase o casta
intelectual a los que consideraba sobre todo, como “sabios filósofos
de los bárbaros”, que se ocupaban de diversas funciones
intelectuales.
No obstante, cometió algunos errores de interpretación, dado
que en su método de crítica, seguía prevaleciendo la “interpretatio”
y valores greco-romanos, y ello le resta un poco de imparcialidad.

SACRIFICIOS

Tal es el caso de la cuestión de los sacrificios humanos druídicos


y las adivinaciones que supuestamente llevaban a cabo los druidas,
cuando éstos vaticinaban acontecimientos futuros, según eran los
estertores de las moribundas víctimas que tanto Julio Cesar, como
Estrabón citan, refiriéndose a unas observaciones de Poseidonios
(Ποσειδώνιος) de Apamea, al descubrir éste, cráneos humanos
incrustados y alineados sobre los muros (murus gallicus) de
ciudades y casas de los galos.
Poseidonios (Ποσειδώνιος) cuenta que los galos colgaban los
cráneos del cuello de sus caballos, o los clavaban en estacas en las
entradas de sus casas como trofeos; también los embalsamaban.
295
Añade Poseidonios (Ποσειδώνιος) que las enseñaban gustosos a
sus huéspedes y visitantess, y que se jactaban de las grandes sumas
que ofrecían las familias de los vencidos para rescatarlas.
Así lo expuso Estrabón;

“Poseidonios (Ποσειδώνιος) dice haber visto el mismo este


espectáculo (de las cabezas cortadas) que primero le repugnaba
pero luego acabo soportando serenamente por la costumbre...”
Estrabon 4, 4, 5.

Diodoro Sículo, haciendo eco de lo mismo que observó


Poseidonios comentó:

“Los galos embalsaman en aceite de cedro las cabezas de sus


enemigos más distinguidos y las guardan cuidadosamente en una
caja enseñándoselas con orgullo a los visitantes, diciendo que por
esta cabeza, su padre, uno de sus antepasados o el mismo rehusó el

296
ofrecimiento de una gran suma de dinero. Dicen algunos de ellos
que rehusaron el peso de la cabeza en oro.

Diodoro de Sicilia 5, 9, 5.

Y Tito Livio también dijo más o menos lo mismo a propósito de


la muerte del cónsul Postumius, cuyo cráneo, limpio y recubierto
de oro, se convirtió en un vaso sagrado.
Las especulaciones y deducciones de Julio Cesar, le hicieron
comentar al romano, que los druidas eran los encargados de realizar
los sacrificios, los cultos rituales y la realización de todas las fiestas
religiosas, sin más labores que éstas. Sin embargo, Poseidonios
(Ποσειδώνιος) observó que los druidas eran teólogos y filósofos.
Timagenes, algo más escueto, dilucidó desde los comentarios de
Poseidonios que los druidas eran intelectuales un poco etéreos y
Estrabón, interpretó que los druidas eran sabios, jueces y filósofos.
Opiniones éstas, que hoy en día, apoyan un buen porcentaje de
celtólogos actuales, tales como P. Berresford Ellis, Jean Markale,
Nora K. Chadwick, Henri Hubert y Jean Louis Brunaux, entre otros
varios.
Así explica este último investigador, los comentarios de los
cesionarios de Julio César; como Plinio, Tácito y Lucano, los
cuales solo ven a los druidas como sacerdotes sacrificadores de
cultos horripilantes, pero omiten las funciones básicas ejercidas por
los druidas tales como filósofos, juristas y educadores, cosa ésta
curiosa, pues Poseidonios, fuente primordial de estos autores, si se
percató de ellas.
También Henri Hubert, en su libro, “Los celtas y la civilización
céltica” anota:
“Los escritores antiguos, bastante bien informados por buenos
observadores, nos han dado de ello una idea en pocas palabras
llenas de buen sentido. Clasificaron a los druidas entre los
filósofos místicos próximos a los viejos filósofos griegos a quienes
se atribuye el honor de haber elaborado la doctrina de la
inmortalidad del alma”.
297
VINCULOS CON LA DOCTRINA DRUIDICA

Uno de esos paralelismos doctrinales en las creencias entre


Poseidonios (Ποσειδώνιος) y los Druidas era la idea compartida
también por los estoicos, o tal vez, remedada y aportada por
Poseidonios a esta escuela de pensamiento, sobre la interconexión
entre todo en el Universo, como si todo él fuera un organismo
viviente, y como parte de un proyecto o plan divino unificador,
coherente y lógico. El filósofo griego, creía en la predicción y
revelación (adivinación) a través de la “simpatía cósmica” que
consistía en hacer pronósticos de carácter científico de eventos
futuros. Al plantear y creer, que el universo sería un organismo
vivo, entonces todas las partes estarían en conexión mediante el
“pneuma13” a través de la simpatía.
La base de esa “simpatía” (sympatheia) cósmica” sería que las
cosas y los sucesos, estarían producidos siempre por algo o alguna
“Causa”, es decir, existiría una determinación causal o un
casualismo universal que determinaría las acciones y sus efectos, y
por tanto, sería posible predecir el curso de los acontecimientos.
Por ello, cualquier variación en alguna parte, por lejana que fuera,
del Cosmos, hallaría un reflejo en el conjunto, pues todo estaría
conectado recíprocamente de una forma viva. Percepciones éstas,
que fueron idénticas a los conceptos chamánicos que reflejaron las
espiritualidades indoeuropeas como la de los nórdicos y la de los
celtas, por influjos externos, que intensificaron esta noción sobre la
“tela de araña” o “wyrd” de los conceptos paganos sajones. Este
concepto de la “wyrd”, hace énfasis en la idea de que todas las
cosas están unidas y que, por tanto, todo lo que ocurre en el
Universo repercute en mayor o en menor medida tanto en el resto
del cosmos, como en nuestro planeta.

13
El Pneuma es el impulso o energía cósmica que ordena el curso de los astros y vivifica
a todos los seres de la creación. Por lo tanto, los procedimientos mágicos y astrológicos se
valdrían de esta energía.
298
Poseidonios (Ποσειδώνιος), ensayó a exponer con minuciosidad
la unidad orgánica de la Madre Naturaleza, ya que tenía un
concepto cíclico del transcurso del mundo; según él, el Universo
sufre periódicas destrucciones por el fuego y posteriores
regeneraciones. Este pensamiento hace una parábola y alusión, sin
duda, a un atávico aforismo druídico, según el cual, al final de los
tiempos, todo perecerá por el agua y por el fuego.
Para Poseidonios (Ποσειδώνιος), uno de los objetivos del ser
humano era vivir en armonía con la Naturaleza, y lo que se asemeja
más a la Naturaleza sería la virtud, ya que todo proceder antagónico
con las virtudes, resulta una turbación para el alma humana.
Al igual que los druidas, defendió la preexistencia y la inmortalidad
del alma y concedió vital trascendencia a cultivar la razón para
alcanzar cotas de sabiduría más altas.

Homoerotismo entre los celtas

En relación a sus contactos con los celtas, destacan sus


impresiones, debidas a su presencia testimonial entre ellos, sobre la
homosexualidad, o mejor expresado, sobre el “homoerotismo” de
los celtas, las cuales son las opiniones que más crédito han
merecido sobre esta cuestión, a los investigadores de todos los
tiempos.
Sus reseñas sobre la práctica homoerótica entre los guerreros celtas,
no se han conservado de su propia pluma. No obstante, sus
descripciones se hallan incluidas en las compilaciones del
historiógrafo Diodoro Sículo, así como en las del orador Ateneo de
Náucratis.
Al respecto, Diodoro Sículo ratifica lo siguiente, sobre los galos en
su Historia Universal, V, 21:

“Aunque sus mujeres son perfectamente bellas, no viven con ellas


salvo excepciones, pero son extremadamente dados al amor
criminal con el otro sexo, acostados en el suelo sobre pieles de
animales salvajes, a menudo no se avergüenzan de tener a un joven
299
a cada lado. Lo más
extraordinario es que no tienen el
menor recato ni dignidad; se
ofrecen a otros hombres sin la
menor compunción. Además, este
comportamiento no es
despreciado o considerado
vergonzoso: al contrario, si uno
de ellos es rechazado por otro al
que se ha ofrecido, se ofende”. ".

Y Ateneo de Náucratis,
haciéndose eco también de
Poseidonios (Ποσειδώνιος), al
que considera su referente para
citar hábitos y tradiciones de los
celtas, análogas a algunas de las
ya indicadas por Diodoro, en su
obra, Deipnosophistas, (El banquete de los Eruditos) XIII, 79,
afirma:

" Se sabe que entre los bárbaros, los celtas, que tienen, por tanto,
mujeres magníficas, tienen una preferencia por los muchachos, de
manera que se ve mucho entre ellos acostarse con dos jóvenes a la
vez sobre sus lechos de piel de bestias”.

Emancipación de las Druidesas y Matrimonio

En otras cuestiones sociales, Estrabón, con probabilidad,


haciéndose eco también de Poseidonios (Ποσειδώνιος) de Apamea,
precisó la circunstancia por la que las sacerdotisas (druidesas) galas
estaban emancipadas de sus cónyuges masculinos, revalidando la
idea del comportamiento independiente de las mujeres celtas, así
como de la existencia de enlaces o vínculos conyugales entre la
300
clerecía druídica, aun a pesar de los compromisos de dedicación
requeridos dentro de las funciones del sacerdocio celta e incluso del
Druidismo, en general.
Entre los druidas, además existían comunidades druídicas
espirituales, ello no les restaba protagonismo en la vida social de la
tribu o aldea celta, ni les impedía contraer nupcias o tener
descendencia.
En estas cuestiones sociales celtas, también Ateneo de Náucratis,
citando al propio Poseidonios (Ποσειδώνιος), explica que los galos,
exhibían tan poco miedo a la muerte, que eran capaces de entregar
sus vidas para poder sufragar deudas y proporcionar algún peculio
para sus familias.

Sobre el vino y la cerveza

Siguiendo con Ateneo de Naucratis, y las costumbres de los


galos, escribió hacia el año 200 de la E.C., a propósito de ellos y
probablemente reproduciendo las observaciones testimoniales de
Poseidonios (Ποσειδώνιος):

"Los pudientes importan el vino de Italia o de Marsella y lo beben


puro y, a veces, mezclado con un poco de agua. Los humildes
hacen el zythum de fermento al que añaden miel pero la mayoría
de las veces lo beben tal cual. Lo llaman corma".

Diodoro de Sicilia, otro de los escritores como se ha referido de la


“escuela posidónica”, en el Libro I, dice:

"Cuando una región no puede producir vino, se procura un vino


sacado de la cebada que poco desmerece al vino por su fuerza y su
sabor".

Sin embargo, las informaciones obtenidas por los hallazgos


arqueológicos, dan al vino, especialmente el importado desde Italia
y Grecia, y en las zonas celtas más próximas a la influencia y
301
comercio con Roma, un carácter exótico, valioso y también sagrado
que Poseidonios, no logró comprender ni llegó a vislumbrar, ya que
dichos hallazgos, conceden al vino un papel religioso y social, tanto
en los festines celtas, como en los actos rituales que se llevaron a
cabo entre los siglos II y I antes de la E.C.
En esto, Poseidonios interpretó frívolamente a la greco-romana, la
afición gala, al estimado producto de la vid y no fue testigo, en
ningún caso de los rituales reservados a la tribu, donde la
embriaguez sagrada fue utilizada, circunstancialmente por los
druidas en sus ritos. Máxime si se considera al vino dada su escasez
y producto importado, como un medio o elemento sagrado para
alterar la conciencia y llegar a Otras Realidades psíquicas.

Los Druidas fueron polímatas

Cicerón, a través de las observaciones de Poseidonios


(Ποσειδώνιος), relata que los druidas dominaban un vasto campo
de ciencias, lo que los griegos llamaban fisiología. La fisiología
originalmente, era el estudio de la naturaleza.
Para conocer las reglas de la Naturaleza, era necesario observarlas
y estudiarlas, que era lo que realizaban los filósofos de la
naturaleza o fisiólogos, como los druidas. Los filósofos de la
Naturaleza pretendían explicar los fenómenos naturales (física,
química, biología, geología, botánica, zoología, medicina, etc.)

Julio César, utilizando las referencias de Poseidonios


(Ποσειδώνιος) escribió:

“…los druidas tienen mucho conocimiento de las estrellas y sus


movimientos, del tamaño del Universo y de la Tierra, y de filosofía
natural”.

A Poseidonios, le interesaban y entusiasmaban los pitagóricos,


deduciendo que existía una conexión entre estos y los druidas, y
302
aceptando él mismo, en su espíritu ecléctico, buena parte de sus
enseñanzas.
Para él como para los pitagóricos y los druidas, la sabiduría no
debía estar exenta de su aplicación, ni ser indiferente a las diversas
actividades encauzadas a lograr los progresos y desarrollos de
mejoramiento tanto de los hombres a un nivel individual, como de
sus sociedades.
El estudio para los sabios, la gesta y el combate para los guerreros,
la iniciativa y el comercio para los productores, la agilidad mental o
habilidad manual para los artistas, siempre fueron las funciones
dinámicas que alentaron los druidas.
Así pues para los pitagóricos, como para los druidas e incluso para
el mismo Poseidonio, existían tres tipos de acciones para lograr esa
progresión social.
Esas tres acciones fueron justamente las funciones que ejercían los
druidas en sus tribus, por encima de las otras;

 -la ciencia, para optimizar las actividades humanas


 -la educación para mejorar a los propios humanos
 -la política para armonizar la vida social.

Ciertamente Poseidonios, pudo comprobar la polimatía de los


druidas, en muchas de las plurifuncionalidades que desempeñaban
en las comunidades galas, aunque el sabio griego no apreciaba
necesariamente la función religiosa de los druidas, probablemente
porque ellos mismos no incidían en ella. No incidían en ella, no por
desconocimiento de los cultos y liturgias, y sus períodos y
observancias, sino que merced a su autoridad moral, espiritual y
social, su realización y cumplimiento lo delegaban en los
oficiantes, coadjutores de confianza y convicción, tales como
pudieron ser los vates druídicos. Ello puede resultar evidente, si
partimos de la impresión base de Poseidonios, por la cual la
religión para los druidas galos, no fue un fin, sino solo un medio,
entre otros, para conducir a las componentes de las tribus galas
303
hacia su progresión espiritual e implantar progresivamente una
sociedad ideal en la que ellos creían.

FUNCIONES DE LOS DRUIDAS;


DE LOS VATES Y DE LOS BARDOS

Así Poseidonios aun pudo percibir un hecho social, que es


incluso hoy en día, asombroso en nuestras sociedades; el resultado
social de las tres acciones conjuntas, es decir, una serie de
comunidades donde los sabios, eran los que dirigían y asesoraban a
los gobernantes, a los guerreros, a los productores, en sus variadas
funciones. Donde todos corrían la misma suerte y donde el
bienestar de la comunidad, prevalecía sobre el individual, puesto
que el bienestar común, obviamente, redundaba en todos. Donde
gobernar, no era un privilegio para beneficiarse privativamente,
sino servir públicamente a su colectividad.
Y así los druidas en su rol religioso fueron supervisores
controladores y tal vez sacerdotes, pero sobre todo fueron los
promotores de todos los actos de culto público e intermediarios o
mediadores entre los miembros de sus tribus y la divinidad, pero en
su rol socio-político, fueron filósofos, magistrados, jueces,
médicos, poetas, consejeros, entre otras muchas más funciones.

En aquellos tiempos, la ética druídica siendo práctica, se


alimentaba en parte de la experiencia obtenida. Ello llevaba a los
druidas a ser unos constantes reformadores de sus propias normas
sociales, cuando, merced a los aprendizajes de la vida o a través de
los conocimientos aportados por los viajeros de otras naciones,
pretendían inculcar renovados principios éticos en la dinámica
conducta de la tribu.
Poseidonios llegó a comprender que los druidas galos, en tanto que
renovadores, habían transformado la antigua religión que procedía
304
de tiempos remotos. Pero al ser conocedor de las áreas en las que
destacaban los druidas y desde las que ejercían mayor influencia
sobre los demás, pudo constatar como éstos, no participaban en las
batallas, ni en las escaramuzas tribales, aunque las controlaban,
pues su autoridad les hacia estar por encima de rencillas o disputas
tribales y nacionales, trascendiendo sus inconvenientes y
limitaciones. De la misma manera, Poseidonios se percató de que
los druidas, no celebraban por ellos mismos, los actos litúrgicos ni
los rituales públicos, ni ejercían en los asuntos religiosos, aunque
los controlaban, dejando el curso y transcurso de su realización a
otros especialistas y sacrificadores, versados en dichos menesteres,
como fueron, los vates.

Así también lo transmitió Estrabón, reflejando las impresiones de


Poseidonios en su libro Geographica IV, 4, 4 c197:

“Entre los pueblos galos, hay tres categorías de personas que se


honran de manera especial: los bardos, los vates y los druidas. Los
bardos son cantantes y poetas; los vates se ocupan de las
ceremonias religiosas (adivinos) y tienen conocimientos de las
ciencias de la naturaleza. Los druidas son igualmente conocedores
de las ciencias de la naturaleza, pero ellos practican la filosofía
moral. Los druidas son considerados los más justos entre los
hombres y por esta razón se recurre a ellos sea para los conflictos
privados, sea para los problemas de la comunidad. En la
antigüedad, arbitraban incluso en casos de guerra, y las detenían
cuando los contendientes ya estaban iniciando la batalla”.

Poseidonios, alcanzó a comprender que entre los galos había pues


tres formas de honrar a los dioses y de cumplir su voluntad. Así lo
comenta también, el arqueólogo francés, experto en la temática
celta, Jean Louis Brunaux;

“la natural de los filósofos (druidas), la mítica de los poetas


(bardos) y la civil de los legisladores (vates)……En cuanto a los
305
vates, es evidente que ellos se han impuesto como funcionarios de
la práctica religiosa, representantes del Estado en los cultos
públicos”.

Estas aseveraciones, por supuesto, tienen su polémica y


controversia dentro del druidismo contemporáneo galo-bretón y
britónico-galés, puesto que pone “patas pa’rriba”, la creencia y
algunos métodos de ciertas órdenes druídicas sacerdotales
derivadas del revitalismo romántico- esotérico-masón, del siglo
XVII al XX y de la mezcolanza celta-new age, del siglo XX.
La mayoría de dichas órdenes, colegios o agrupaciones,
ciertamente muy corporativas y sistémicas, siguen manteniendo
una rígida estructura derivada de las erróneas interpretaciones de
algunos escritores clásicos cesionarios de Poseidonios y siguen
realizando ordenaciones de nuevos “hipotéticos” druidas/druidesas,
según las clases o categorías de esas elucidaciones incoherentes.
Así se perpetúa la confusión, al seguir considerando que los
oficiantes de la estructura del rito, ritual o ceremonia son los
druidas, y no los instruidos en estas cuestiones o deberían estarlo,
como serían los vates.
No es que lo que digan los investigadores modernos, críticos con lo
que viene denominándose neo-druidismo, como Nora K.
Chadwick, en su libro “The Druids” (pag 101), que también;

“On the whole it would seem reasonable to regard the druids as


barbaric survivors of ancient Mediterranean systems of education
and philosophical thought, rather from that to look upon them as
priesthood which was not essentially different from that of the
germani and other barbaric peoples of ancient Europe”.

Traducción: "En general, parece razonable considerar a los


druidas como bárbaros supervivientes de los antiguos sistemas
mediterráneos de educación y de pensamiento filosófico, más que

306
verlos como sacerdotes, que no era esencialmente diferente de la
de los germanos y otros pueblos bárbaros de la Europa antigua ".

…sino que Estrabón, Timágenes, Diodoro y Amiano Marcelino, de


igual forma lo afirmaron en su tiempo, reflejando, de paso, las
observaciones de Poseidonios; los druidas no fueron ni
sacerdotes ni sacrificadores.

Diodoro de Sícilia coronó esta contundente afirmación añadiendo;


en “Historias V, 31,2-5”:

“(los galos)… tienen filósofos y teólogos a los que tienen en gran


honor y llaman druidas”.

Posteriormente en el siglo I de la EC., el geógrafo hispano, nacido


en Tingentera (Algeciras o Tarifa), Pomponio Mela, expresó:

“….Sin embargo, tienen su propia clase de elocuencia y maestros


sabios llamados druidas. Estos afirman saber la medida y forma
del mundo, los movimientos de los cielos y de las estrellas y la
voluntad de los dioses”.

Y ya el referido y referente de todos ellos; Poseidonios


anteriormente había sintetizado que los druidas como filósofos, se
ocupaban de todas las áreas del saber, y por ello, su presencia, su
supervisión, opinión y aprobación, eran obligatorias en los ritos,
actos de culto y en las ceremonias religiosas.
Pero este prestigio social, que por un lado les ofrecía una posición
social casi de “teócratas”, por otro, les impedía cualquier acción
física en los cultos. Su integridad moral y su dignidad social,
traducida en una pureza mística, simbolizada en la blancura de sus
vestimentas, les vetaba a la acción en el rito y en el sacrificio. Su
función protocolar era puramente supervisora.

307
EL ESOTERISMO DE LOS DRUIDAS

El esoterismo, palabra griega que significa; desde dentro e íntimo,


es un vocablo genérico que se usa habitualmente para referirse a un
conjunto de enseñanzas, conocimientos y técnicas ritualísticas, que
se consideran secretas, mistéricas, herméticas, inviolables y
confidenciales, de corrientes fiosoficas, espirituales o religiosas,
que se transmiten únicamente a determinadas personas a las que se
considera aptas y capacitadas mental y espiritualmente, para
comprenderlas.
Lo inverso al esoterismo es el exoterismo, que es, en resumen, el
conocimiento accesible e inteligible para el individuo en general y
que es transmitido públicamente sin inconvenientes, ni recelos.
Podría decirse que todas las religiones tienen su parte esotérica y su
parte exotérica.

Hoy en día usamos muchas palabras de nuestro léxico


contemporáneo para referirnos a ideas o creencias de otros tiempos,
en los que no se usaban esos términos. Por tanto, el vocablo
"esoterismo", en el ámbito druídico, hoy hace referencia como
término genérico, al conjunto de conocimientos, doctrinas,
enseñanzas, prácticas, incluso ritos, del Druidismo que utilizaba
ciertos secretos y símbolos que solo fueron comprensibles para sus
seguidores y que por lo general, se transmitían a una minoría
selecta de aprendices y que no eran conocidos por personas ajenas
a éste.
El esoterismo druídico abarcó un conjunto de prácticas, simbología
y rituales asociados, tales como la adivinación predicciones uso de
piedras tanto para la sanación como la litoterapia como para la
adivinación, etc. Por extensión, podríamos decir que el esoterismo
druídico hace referencia a la propia doctrina que precisó un
aprendizaje para conocerla en su total amplitud, para lo que se
requería muchos años.

308
Por otro lado, tenemos que justamente el conocimiento exotérico es
el que es fácilmente accesible para todas las personas y que se
transmite públicamente. Asi pues tendríamos practicas, creencias y
ritos druidicos esotéricos y prácticas y ritos y creencias druídicas
exotéricas.

Expuesto esto, podemos considerar a los druidas galos como


sofistas esotéricos (es el nombre dado en la Grecia clásica, al que
hacía la función de enseñar la sabiduría), ya que mantenían
“esotéricamente” algunas de las creencias druídicas más complejas
ocultas para el resto de individuos. Entre esas creencias tendríamos,
las ideas respecto al Más Allá, la presunción en la reencarnación, la
creencia en una Entidad Suprema Indefinida, y etc.
Pero como Poseidonio pudo comprobar, ese esoterismo, no arrastró
a los druidas a convertirse en solitarios anacoretas insociables que
deseasen el aislamiento o la clausura, o apartarse del resto de los
mortales en los frondosos bosques de las Galias, al estilo de
Merlines de novela y fantasía, o como los monjes en sus
monasterios, sino que al contrario, estuvieron activos en las mismas
entrañas de la vida social de sus poblados de una forma abierta y
sin intenciones subrepticias.
Pero ese esoterismo no les convirtió en cofradías secretas, al estilo
de algunas fraternidades francmasonas del siglo XVIII, que tanto
embriagaron a las incipientes órdenes druídicas de la época, y a los
“revivalistas druídicos” que pretendieron reproducir ciertos
procedimientos, conductas y propósitos de las comunidades
druídicas ancestrales. Ni tampoco fueron, merced a su actitud de
sabios de amplia apertura intelectual y visión espiritual, un
movimiento místico-filosófico sincrético al estilo del Teosofismo
del siglo XVIII de Helena Blavatsky, donde poder fundir y
confundir por precepto, las creencias de religiones ya existentes,
pero de esencias discordantes.

Los esotéricos druidas galos, aunque actuaron como guardianes o


cuidadores de los modos de vida de sus pueblos, de sus creencias
309
metafísicas, de sus valores morales y espirituales, sin por ello
negarse a las innovaciones que pudiesen aportar beneficios, fueran
éstos, prácticos o fueran descubrimientos intelectuales o progresos
anímicos.
Los druidas aun conservando dicho esoterismo, precisaban para el
desarrollo y supervivencia de su filosofía, el avance de sus
creencias, el crecimiento de sus creyentes y el incremento de sus
partidarios, que a corto y medio plazo, algunos de ellos debían
tomarles el relevo como druidas.
Todo lo cual, se fue desarrollando en mayor o menor grado, medida
y velocidad, hasta el siglo I a. de la EC., y hasta la romanización
que siguió a la invasión y conquista de Julio César.
Y ello, nos lleva a otro punto polémico, al mal interpretado anti-
proselitismo de los druidas, o mejor expresado, el compromiso
intelectual, el cometido social y misión espiritual, de difundir e
irradiar el Druidismo.

310
Difusión del Druidismo

En el ámbito religioso, la palabra griega prosélito significa e indica


un “nuevo venido”, que fue reutilizada por el latín eclesiástico, y
así en Occidente quedó vinculada al cristianismo como método
general de su divulgación y expansión por el mundo.
Hoy, las connotaciones del proselitismo son peyorativas ya que se
asocia al fanatismo religioso de algunas sectas dentro de las
religiones monoteístas u otras de tendencias “new age” y sus
tentativas obsesivas y fastidiosas por evangelizar y convertir a las
personas a sus creencias e incluirlas en sus grupos.
No obstante, la Declaración Universal de los Derechos Humanos de
1948, establece en sus artículos; 18º y 19º que:

“Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de


conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de
cambiar de religión o de Creencia, así como la libertad de
manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente,
tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el
culto y la observancia.

Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de


expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de
sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones,
y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio
de expresión”.

Sin embargo, estos artículos de la Declaración Universal de los


derechos Humanos de 1948, no son aceptados por todos los
gobiernos del mundo, los cuales aplican o dictan su propio enfoque.

Amiano Marcelino cesionario de Timágenes de Alejandría, y del


mismo Poseidonios, hace constar en su obra “Historia del Imperio
Romano”. Tomo I, la existencia de comunidades druídicas.

311
“Los druidas vivían en común y profesaban la inmortalidad del
alma”.

Tanto Poseidonios, como sus cesionarios, estimaron que esas


comunidades druídicas, también funcionaban como colegios14 o
escuelas druídicas y que además tenían una estructura parecida a la
de los pitagóricos, donde el ciclo completo de las enseñanzas
druídicas duraba 20 años.
Julio César, legatario, como ya se ha referido varias veces, de las
impresiones de Poseidonio, así lo comenta en su libro “La Guerra
de las Galias”:

“XIV. Los druidas no suelen ir a la guerra, ni pagan tributos como


los demás; están exentos de la milicia y de todas las cargas
concejiles. Con el atractivo de tantos privilegios son muchos los
que se dedican a esta profesión; unos por inclinación propia, otros
por destino de sus padres y parientes. Dícese que allí aprenden
gran número de versos, y pasan a menudo veinte años en este
aprendizaje.

Unas comunidades, en el seno de las cuales además, las diferentes


reflexiones metafísicas druídicas podían ser expuestas y debatidas
ampliamente e iniciar coloquios y tertulias entre druidas de
análogos o iguales niveles de entendimiento, para reafirmar y
asegurar la cohesión en las doctrinas filosóficas y teológicas.

Unos colegios druídicos, donde se instruían a los discípulos o


prosélitos avanzados en las especializaciones representativas del
Druidismo continental; la de Bardo, la de Vate y la de Druida o

14
Bangor fue un monasterio, vinculado al evangelizador irlandés San Columbano, pero
previo a la cristianización fue una célebre escuela druídica. El término se suele emplear
para designar, en nuestros días a un colegio druídico contemporáneo.
312
Filósofo, y sus especialidades en las diferentes ramas del saber que
cubrían tres de los aspectos fundamentales del druidismo;
1-Espiritualidad, 2-Técnica y 3-Intelectualidad;

Amiano Marcelino comenta esas tres especializaciones en;


Constantius et Gallus, XV;

“En estas regiones, según la gente se iba civilizando poco a poco,


se hizo más común la atención por las artes más nobles, un estudio
introducido por los bardos, por los euhages (vates) y por los
druidas. Era costumbre de los bardos celebrar las hazañas
valerosas de sus hombres famosos en verso épico acompañado por
las dulces cuerdas de la lira, mientras que los euhages procuraban
explicar los grandes misterios de la naturaleza. Entre ellos
vinieron los druidas, hombres de un talento mayor, miembros de la
confraternidad íntima de la fe pitagórica, ellos fueron ensalzados
por las investigaciones de las cosas secretas y sublimes, y, con
gran desdén por lo mortal, ellos afirmaban la inmortalidad del
alma”.

Pero previamente a las especializaciones típicas y tradicionales, los


investigadores como el arqueólogo francés Jean Louis Brunaux,
han deducido que al funcionar los colegios druídicos de forma
similar a las escuelas pitagóricas, los nuevos discípulos recién
acogidos, debían pasar un filtro de perseverancia, pues eran
iniciados e instruidos paulatinamente.

Habría una primera fase que al igual que entre los acusmáticos
(oidores) pitagóricos, el conocimiento les llegaría desde el
aprendizaje y la memorización a través de las disertaciones que
pronunciaba un Druida instructor. Éste, como orador exponía lo
esencial de las creencias, principios morales, ritos y prescripciones,
pero sin pretender de los neófitos un discernimiento profundo de
los conocimientos disertados y de las creencias ostentadas y
reveladas. Pasado este primer filtro de perseverancia/constancia y
313
en un segundo curso o paso, los discípulos recibirían unas
enseñanzas más intensas y extensas, al estilo de cómo las recibían
los “matemáticos” 15 pitagóricos, para después de éstas, entrar ya
en alguna de las tres especializaciones fundamentales del
Druidismo y sus múltiples sub-categorías y funcionalidades.
De forma similar también lo apuntó, Henri Hubert, el cual se
extendió sobre este asunto, en su libro “Los celtas y la civilización
céltica” (pag. 458, 459) :

“Los druidas forman un orden dentro de la sociedad céltica, pero


este orden constituye una cofradía, una sociedad de individuos que
ejerce colectivamente una función social”….
“Los colegios druídicos se reclutan por la enseñanza y libre
elección, pero hay familias druídicas. Debían existir iniciaciones,
una preparación, grados, cuyos vestigios encontramos entre los
filid.
“En todo caso, los druidas forman un colegio disperso cuyos
miembros distribuidos dentro de los cuadros políticos de la nación
ejercen las funciones más variadas. El colegio adquiere conciencia
de su unidad en sus santuarios, sus escuelas, sus asambleas, como
la asamblea del país de los carnutos que se celebraba en Galia, y

15
En los colegios pitagóricos, los “matemáticos” eran los correligionarios que ya
encajaban perfectamente en la filosofía pitagórica y recibían por ello, unas
enseñanzas más profundas sobre los cimientos de las ciencias.
No obstante, la palabra “matemática” no expresaba solo “la ciencia del cálculo
numérico” ya que el término proviene del griego μαθηματικά (máthēmatika), y
significaría «lo que se aprende».
El vocablo aun derivaría de una locución griega más arcaica como μάθημα
(máthēma), que expresaría un «campo de estudio o instrucción».
El concepto de “matemática” en su acepción original, se refiere pues a las áreas
del conocimiento que sólo pueden entenderse tras haber sido instruido en las
mismas (astronomía, geometría, aritmética, etc.) y que significa “todas las cosas
que se pueden aprender”.

314
era simultáneamente un concilio y un congreso corporativo de los
druidas”

HOSPITALIDAD

Poseidonios también nos transmitió otra curiosidad de las clases


dirigentes de la sociedad celto-gala; su pasión por la Hospitalidad,
llevada hasta el punto de convertirse en acto religioso de cumplida
observancia y siendo a la vez una costumbre social
institucionalizada, sistematizada y bien organizada. “Quien mate a
un extranjero- se decía- será ejecutado”.
La nobleza gala, no se conformaba solo con alimentar u alojar al
viajero fuera etrusco, griego o de otras lejanas tierras, sino que
llegaban a facilitarles el trayecto a través de su propio territorio,
acompañándolos hasta la próxima etapa del mismo, o hasta los
límites de la tribu vecina, donde otro protector de la familia, clan o
tribu contigua, lo atendía de igual manera.
En el fondo de esta virtud hospitalaria, había un propósito mucho
más práctico, y si se prefiere, mucho más mundano, y éste era la
notoria curiosidad celta. La misma curiosidad que les llevó a ser
pioneros de nuevas técnicas productivas y desarrollar inventos para
mejorar su calidad de vida, y la misma curiosidad que les llevó a

315
asimilar todo lo útil que encontraron en otros pueblos, en su periplo
histórico.
Así pues, los galos y todos los celtas, eran excesivamente curiosos,
pero esta curiosidad era privativa y tenía una provechosa
característica, pues les importaban menos, los países de donde
procedían los viajeros o sus formas de vivir, y preferían recibirlos
con generosidad, para aprender e instruirse de los conocimientos
acumulados en sus experiencias y exploraciones.
No obstante cabe señalar, que solo algunos pocos nobles celtas y
galos podrían conocer lenguas como el etrusco, griego o latín, etc.,
por lo que se apunta que los que mayormente cultivaban esta noble
virtud y costumbre práctica de la “Hospitalidad”, eran
especialmente los intelectuales y los plurilingües, como así fueron
los druidas; Altruistas dentro de su egoísmo, filántropos dentro de
su interés y curiosos por condición, observadores, pensadores y
interpretadores de las Divinidades y de sus planes divinos, que se
interrogaban a diario, en sus reflexiones metafísicas y filosóficas,
sobres las leyes que regían a los dioses, a la Naturaleza, a los
hombres y los animales y al Cosmos entero.

Sobre lugares de Culto

Fue también Poseidonios de Apamea, quien reveló otros sitios


donde se realizaban cultos druídicos, además de los típicos
frondosos bosques de las áreas célticas.
Dichos lugares eran construidos por los celtas en forma rectangular
y en cuyo interior se desarrollaban los ritos druídicos. Son los
recintos artificiales que en la actualidad han recibido el nombre
alemán de viereckschanzen (vier=4, ecks=lados o esquinas,
schanzen=empalizada o muralla) que tienen unas dimensiones entre
cinco y quince mil metros cuadrados.

316
Poseidonios, en otro pasaje donde habla de la cerveza conocida
como “corma16”, concluye a través de la pluma de Ateneo de
Náucratis;
“…el esclavo hace circular esa bebida de izquierda a derecha. Y
de esta manera que ellos sirven, es de esta manera que ellos
adoran a sus dioses, orientándose hacia la derecha”.

Y así para reverenciar correctamente a las deidades, se debe girar u


orientarse hacia la derecha, pues es el sentido tradicional y vital,
siguiendo el movimiento del divino astro.
Diodoro, quien ciertamente tenía los escritos de Poseidonio a
mano, concretamente el libro XXIII de sus “Historias”, al igual
como mencionó Timágenes, dijo que los druidas galos se
clasificaban en tres clases: los bardos, los adivinos y los sacerdotes.
Diodoro escribió;

“Poseidonio de Apamea, relata, en su vigésimo tercer libro de las


“Historias” que los celtas llevaban con ellos, cuando partían para
la guerra, acompañantes de vida, que ellos llamaban “parásitos” o
comensales. Estos últimos cantaban alabanzas a sus maestros en
las asambleas numerosas, pero también a cada uno de ellos en
particular”.

“Los galos son inteligentes y capaces de aprender. Tienen poetas


que llaman bardos y que cantan la alabanza y la culpa,
acompañándose de instrumentos similares a las liras y tienen
filósofos y teólogos muy honorables que llaman druidas. Ellos
tienen también adivinos que son de gran reverencia."

Algunos de sus cultos litúrgicos, los druidas los efectuaban


desnudos. Poseidonios escribió al respecto sobre algún rito de

16
El vocablo “Corma” es afín con el viejo irlandés “cuirm” y al galés “cwrw”,
como apunta T. Koch, en su obra “Celtic Culture”.

317
fecundidad, que pudo escuchar de algún interlocutor, ya que
personalmente, como extranjero y foráneo, existen serias dudas de
que él pudiera presenciarlo, dado el carácter de intimidad tribal que
tenían tales ritos:

“Muestran gran veneración por los árboles, de los que se sirven


después de que realicen cantos, caricias y otras obscenidades que
prefiero no relatar”.

Las concupiscencias druídicas a las que se refiere Poseidonios,


pudieran ser simulacros de coitos con los troncos de los árboles,
probablemente una escenificación para la excitación del subsuelo
del terreno o de la tierra, para que ésta proporcionara abundantes
productos. No obstante, tampoco queda descartada la posibilidad
por la que tales actos, en vez de simulaciones, fueran prácticas
naturales para adquirir con el frotamiento de sus genitales sobre las
cortezas de ciertas especies arbóreas, mayor potencia viril y/o
mayor fertilidad.
Décadas después, el naturalista y procurador romano de la Galia,
Gayo Plinio Segundo, conocido como Plinio el Viejo, observó algo
similar:

“Mientras los druidas apoyan sus virilidades con gran devoción y


ceremonial sobre las cortezas de los árboles, las druidesas parecen
encontrar deleite en el roce con las piedras”.

Lamentablemente no entendió gran cosa de los ritos de fertilidad, si


es que realmente los vio.
Varios cronistas reflejan cuestiones relacionadas con las
observaciones de Poseidonios. Así el recopilador y compilador de
otras fuentes escritas, Diodoro Sículo comentó:

318
Desnudos, de la misma manera que sus guerreros en la batalla, se
muestran ellos a sus dioses. Pese a lo impúdico de su proceder, la
cólera de los dioses no parece que recaiga sobre ellos.

Pero a estos escritores clásicos se les olvidó mencionar, que entre


los celtas la desnudez natural era sagrada y además, otorgaba una
especie de protección divina y sobrenatural.

CREENCIAS CELTAS REFERIDAS POR POSEIDONIOS

Diodoro de Sicília de nuevo, basándose en los conocimientos


obtenidos por Poseidonios sobre los galos, comentaba que los
druidas creían que después de cierto tiempo y número de años, las
almas de los fallecidos, volvían de nuevo a la vida entrando en otro
cuerpo. Por ello en los funerales, lo galos arrojaban a la pira
funeraria cartas escritas a los muertos, como si éstos pudiesen
realmente leerlas en el Más Allá.
En primer lugar cabe señalar sobre esta observación de
Poseidonios, que si los galos arrojaban a las piras funerarias cartas
escritas, era obviamente porque conocían algún tipo de escritura,
con lo que se puede desechar la exageración por la que se ha
indicado que los galos y sus druidas, eran analfabetos o iletrados.
Arqueológicamente ya es una evidencia la utilización de la
escritura griega por los galos para fines políticos, comerciales y
privados, ello por no hablar del uso del alfabeto íbero por parte de
los celtas hispanos.
En segundo lugar, Poseidonio nos informa, a través de la pluma de
Diodoro, de una de las creencias más polémicas del druidismo
galo; la Reencarnación, o de la no menos polémica Transmigracion
de las Almas.

Concluyendo

319
Existen otras muchas referencias y anécdotas sociales sobre los
galos, observadas por Poseidonios y transcritas por los escritores
clásicos de la llamada “escuela poseidónica” que ha sido
mencionada párrafos arriba, como el apasionamiento y acopio que
los galos hacían del oro, tanto para su uso personal, como para
honrar a sus dioses, pero para no extender más el presente ensayo,
se opina que las ya citadas son las relevantes en lo que concierne a
aspectos de la espiritualidad de los celtas y especialmente de sus
druidas.

FIN DEL PRESENTE LIBRO

320
Referencias de algunos textos Bibliograficos consultados para
la confección de este libro;

BIBlIOgRAFIA SOBRE lA MEDICINA CÉlTICA

1- -La Medècine en Gaule. Gwenlach Le Scoucec.


2- -Les Druides. . Gwenlach Le Scoucec.
3- -La Medicina céltica. Marc Questin
4- -Médecins et Médecin de Gaule. Paul Marie Duval
5- -Los Druidas. 2.5.El druida Médico. Christian J.
Guyonvarc’h, Françoise Le Roux
6- -Táin Bó Cuailgne- Traduccion y notas de H d’Arbois de
Juvainville.
7- Magie, médecine et Divination chez les celtes. Christian J.
Guyonvarvarc’h
8- -Visage du Druidisme. André Savoret
9- -La Médecine en Gaule. André Pelletier

AlgUNAS RESEÑAS BASICAS BIBlIOgRAFICAS

1. The Religions of the ancient celts. John McCulloch.


2. The Historical Library of Diodorus Siculus. Traductor
G.Booth.
3. The Fragments of Posidonius. I.G. Kidd
4. Religion des celtes. George Dottin.
5. Myths and Legends of the celtic race. T.W. Rolleston.
6. Mythes et Dieux de la Gaule. Ed Picard. Jean Jacques Hatt.
7. Mitos y Leyendas Celtas. J,M, de la Prada. MRA Editores
8. Mitos Celtas. Miranda Jane Green. Akal Ediciones
9. Mitología Celta. David Bellingham. Edimat Libros.S.A
10. Misterios Celtas. John Sharkey. Ed. Debate.
11. Mabinogion. Anónimo. Editora Nacional
12. Los Pueblos celtas. Mª Luisa Cerdeño. Arco Libros.
321
13. Los Mitos celtas. Pedro Pablo G.May. Acento Editorial.
14. Los Mitos celtas. Miranda Jane Green.
15. -Los Grandes Mitos celtas. Ramón Sainero.
Edicomunicción.
16. Los Druidas. T.D. Kendrick.
17. Los Druidas. Giuseppe Zecchini.
18. Los Druidas. Ch.J.Guyonvarc’h y F. Le Roux. Abada
Editores
19. -Los Druidas. Anónimo. Editorial Tomo S.A. de C.V.
20. Los Druidas, el espíritu del mundo celta. P. Berresford
Ellis.
21. Los Dioses de la Hispania Céltica. J.C. Olivares Pedreño.
Real Acad. de la Historia.
22. Los celtas. Venceslas Krutas
23. Los celtas. Teresa de la Vega. Ediciones Akal S.A
24. Los celtas. T.W Rolleston. Edimat Libros.S.A
25. Los celtas. T.G.E. Powell. Oberon-Grupo Anaya
26. Los celtas. Manuel Yañez Solana. Edimat Libros.S.A
27. Los celtas. Fco. Marco Simón. Ed. Historia 16.
28. Los celtas. Alexander Demandt
29. Los celtas, un pueblo de Leyenda. Sira Garcia Casado. Ed.
Temas de Hoy S.A.
30. Los celtas y la civilización celta. Henri Hubert.
31. Los celtas en la literatura griega de los siglos VI-I a.C.Juan
Antonio López Férez.
32. Les Druides. Les sociétés initiatiques celtiques
contemporaines. Michel Raoult.
33. Les Druides, des philosophes chez les Barbares. Jean Louis
Brunaux.
34. Les celtes et la civilisation celtique. Jean Markale.
35. Leabhar Ghabhala (Libro de las Invasiones) Traductor:
Ramon Sainero. Ediciones Akal s.a.
36. Las Tres Espirales. Jean Markale. J.J de Olañeta editor

322
37. Las Civilizaciones Celtas. Olivier Launay. Circ. Amigos de
la Historia.
38. La verdad sobre los Druidas. Gälic Druham. Ed. 29
39. La Tradition des Druides. Ed Arbre d’or. Gwenc’hlan Le
Scouëzec.
40. La Tradición celta. Caitlín Matthews
41. La Religion des Gaulois-Le Druidisme. Ed.Leroux.
Alexander Bertrand.
42. La religion des gaulois, le druidisme. Alexander Bertrand.
43. La Gaule Celtique. Ed. Armeline. Albert Grenier.
44. La Europa de los Celtas. Christianne Eluère. Ediciones
B.S.A
45. La Civilización céltica. Henri Hubert.Akal Ediciones
46. Irish druids and Old Irish Religions. James Bonwick.
47. Historias misteriosas de los Celtas. Run Futthark. Editorial
de Vecchi.
48. Historia del Imperio Romano. Tomo I. Amiano Marcelino
Trad. F. Norberto Castilla.
49. Histoire des Gaulois. Tome I, II y III. Amedée S.D. Thierry.
50. Histoire de la Gaule.Tome VI. Camille Jullian.
51. Geographica. Liber IV. Estrabón
52. Enciclopedia de la cultura céltica. Manuel Alberro.
Ediciones del Serbal.
53. El Sendero del Druida. Philip Shallcrass. Editorial de
Vecchi.
54. El papel de los druidas en la sociedad céltica. Filippo
Lourenço Olivieri.
55. El Mundo de los Druidas. Miranda J. Green. Ediciones
Akal.S.A.
56. El Misterio de los Druidas.Ward Rutherford. Martinez Roca
57. El Libro de Merlin. Nevill Drury. Edaf
58. El Libro de los Celtas. Pedro Palao Pons. Ediciones
Robinbook
59. El Libro celta de la Vida y la muerte. Juliette Wood. RBA
Editores
323
60. El Legado Celta. J. Garcia Font. MRA Editores
61. El ciclo mitológico irlandés y la Mitología Céltica. Arbois
de Jubainville
62. Druidas. Pedro Palao Pons, Ediciones Karma 7
63. Druidas, Jean Markale. Ediciones Taurus.
64. Diosas celtas. Manuel Alberro.
65. De Bello Gallico. Julio César
66. Celtiké, M.d'Obrheravt, Edicomunicaciones s.a.
67. Celtic Culture. T. Koch
68. Breve Historia de los Celtas, Manuel Velasco. Ediciones
Nowtilus S.A

324

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