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Primera parte

Evolución del Sistema de numeración


ROMANA

Las principales civilizaciones de la humanidad, tales como egipcia, sumeria, babilonia


entre otras, adoptaron la costumbre de anotar los primeros nueve números naturales
mediante la repetición de trazos verticales, círculos u otros símbolos análogos con lo que
representaban la unidad en línea recta tantas veces como era necesario, así

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I II III IIII IIIII IIIIII IIIIIII IIIIIIII IIIIIIIII

El sistema numérico representado por los números romanos se originó en la antigua


Roma y siguió siendo la forma habitual de escribir los números en
toda Europa hasta finales de la Edad Media. Los números romanos se representan al
combinar letras latinas y al principio se basaban en solo siete símbolos.

I:1 V:5 X:10 L:50 C:100 D:500 M:1000

Sistema numérico era defectuoso, no tenía cero (0) y no tenía un método único para
contar más de varios miles de unidades (las líneas a menudo se colocaban sobre
números para indicar múltiplos de su valor).
Aunque los números romanos llegaron a escribirse con letras del alfabeto romano, al
principio tenían independencia un símbolo de otro.

En la edad media aparte de los romanos se usaban otros símbolos adicionales como por
ejemplo el sustituir la V por una A o la D por una Q, a estos símbolos los
llamaron Números romanos medievales. En otros casos se sustituían los significados pero
en la actualidad aunque en países europeos se encuentran en algunos diccionarios, en la
realidad dejaron de ser usados y solo se conocen los romanos. Los números romanos no
carecen de defectos. Por ejemplo, no hay ningún símbolo para cero, y no hay forma de
calcular fracciones. Esto dificultó la capacidad de desarrollar un sistema matemático
sofisticado y universalmente entendido, y dificultó el comercio.

EGIPTO

La necesidad de contar, de repartir hizo surgir los sistemas de escritura. Se puede


establecer una relación directa entre las matemáticas y la escritura. Los egipcios
utilizaban principalmente para sus inscripciones el papiro, una planta parecida al junco
que nace a lo largo del curso del Nilo. Hacia el siglo (111 a.C.) empieza a surgir un
concepto abstracto del número. En un principio el símbolo que utilizaban para representar
un número de animales era distinto al símbolo que representaba el mismo número de
medidas de grano. Así el "dos" de dos corderos no era igual que el "dos" de dos
medidas de grano. Tuvieron que pasar cerca de mil años para ver que esos símbolos
guardaban una relación entre sí, consiguiendo crear, entonces un único sistema de
numeración aditivo y decimal. Los egipcios escribían de derecha a izquierda, y no, de
izquierda a derecha como nosotros lo hacemos. Aunque, al ser un sistema no posicional
se podía alterar el orden de los símbolos. Para representar las fracciones de numerador
“uno”, representaban el denominador con los mismos símbolos poniendo encima una
figura ovalada:

1/3 1/20

III ∩∩

Combinando estos símbolos de izquierda a derecha, representaban los números


intermedios, por ejemplo el número 32 se escribe ||∩∩∩. Realizaban la suma como lo
hacemos en la actualidad, unidades con unidades, decenas con decenas, centenas con
centenas y así sucesivamente, teniendo en cuenta que diez unidades forman una decena,
diez decenas una centena, etc.

Por ejemplo: 21+13 =| ∩∩+ ||| ∩= = |||| ∩∩∩34.

La resta era análoga a la suma, 32 -11 =|| ∩∩∩- | I∩= = | ∩∩21.

Este sistema era considerado sagrado por los egipcios y eran muy pocos los que sabían
escribirlo. También era aditivo. Para representar fracciones sustituían la forma ovalada del
sistema jeroglífico por un punto (.) Según Aristóteles las matemáticas tuvieron su origen
en la necesidad de entretenimiento que tenían los escribas egipcios, esto fue corroborado
por el descubrimiento de un papiro conservado actualmente en la colección Rhind del
British Museum, mas conocido como el papiro de Ahmes y llamado “Instrucciones para el
conocimiento de las cosas oscuras”. También se conservan otros papiros de contenidos
matemáticos: Kahun, Berlin, Reisner, Akhmun,… La suma era la operación fundamental
de Egipto de la que partían la multiplicación y la división, como duplicaciones o
mediaciones, respectivamente. La duplicación la obtenían sumando el número consigo
mismo. Así, por ejemplo, para multiplicar 15 x 37, sumaban 37 consigo mismo, obteniendo
74, que volvían a sumar consigo mismo para obtener 148, repitiendo el proceso se
obtenía 296, que equivale a 8 veces 37. Como 15 = 8 + 4 + 2 + 1, entonces tenemos, 8
veces 37 + 4 veces 37 + 2 veces 37 + 1 vez 37; es decir: 296 + 148 + 74 + 37 = 555. Para
dividir usaban las mediaciones, como proceso inverso a la duplicación. En 350 : 27,
buscaban el número que multiplicado por 27 equivalía a 350. 1 vez 27 =27; 2 veces 27 =
54; 4 veces 27= 108; 8 veces 27=216; 16 veces 27= 432. Se observa que con 16 veces
nos sobrepasamos del total de elementos (350). Si sumamos los resultados de 8 veces y
4 veces, obtenemos 324. El cociente = 8 + 4 ; el resto = 350 - 324= 26 Aprender a
manejar los sistemas numéricos y las reglas de la aritmética requería de un aprendizaje
para el que sólo unos pocos eran los elegidos.
Sumeria y Babilonia

Los sumerios fueron el primer pueblo conocido en inventar un sistema numeral


posicional, el cual heredarían a su vez los babilonios. No obstante, su sistema era
diferente al nuestro y no se basaba en diez números, sino en sesenta. Es decir, los
sumerios utilizaban cincuenta y nueve símbolos para formar los primeros números, pero a
partir del sesenta utilizaban repeticiones de símbolos anteriores, siendo la posición de las
cifras la que definía la cantidad exacta.

Números del uno al 60 en el sistema numeral sumerio. El número 60, como se puede
observar, reinicia el ciclo de generación de números a partir de los 59 caracteres básicos.

Viendo esto, uno podría preguntarse por qué utilizar sesenta números. Los hindúes y los
chinos usaban diez por los dedos de las manos, pero ¿por qué sesenta? La respuesta
también está en nuestras extremidades, que parecen haber inspirado el surgimiento de la
numeración en casi todas las culturas.

Los sumerios utilizaban el dedo gordo para señalar las diferentes falanges de los cuatro
dedos restantes de esa mano, empezando por el meñique. Cuando habían contado todas
las falanges levantaban un dedo de la otra mano y volvían a empezar. Los sumerios
contaban doce falanges por cada mano, y en la otra solo tenían cinco dedos para
levantar. Así obtenemos la clave del origen de su sistema sexagesimal, ya que doce
falanges por cinco dedos levantados son igual a sesenta.

Los babilonios invadieron la región Mesopotamia, delimitada por los ríos Éufrates y Tigris
derrotando a los Sumerios y estableciendo su capital en Babilonia alrededor del año 1900
a.C. De los Sumerios, los babilónicos heredaron una forma abstracta de escritura basada
en símbolos conformas de cuña o cuneiformes. Esta forma se debe a que estos símbolos
se escribían con un punzón sobre tabletas de arcilla húmeda que se cocían al sol. Miles
de ellas han sobrevivido hasta nuestros días. También heredaron un rudimentario sistema
numérico sexagesimal, es decir de base 60, que perfeccionaron, transformándolo en un
sistema posicional, análogo a nuestro sistema decimal. Si bien para representar nuestro
sistema decimal necesitamos 10 símbolos distintos los Babilónicos no necesitaban 60
símbolos para representar su sistema sexagesimal, necesitaban sólo dos. Esto es así
porque cada uno de los 59 números que van en cada posición se construye con un
símbolo de unidades y otro.

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