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Aniyar de Castro, Lola: Criminología de la liberación

Introducción
A lo largo de los años se ha relacionado al delito con los medios de comunicación, tratándose de construir un
conocimiento científico sobre el delito. Esto siempre ha estado dividido entre dos bandos: los que se encuentran
alucinados por las posibilidades tecnológicas, quienes anulan las individualidades, considerando que el “mensaje es
el medio”, estos serían “los integrados” los que ven en los medios aportes positivos. Y por otro lado están los
apocalípticos, son los que teorizan sobre la “peligrosa cultura de masas”, se fundan sobre la crítica cultural y el rol de
las ideologías en el capitalismo tardío.
“Los medios crean una sensación de universalidad, de un mundo sin pugnas… y expropian al hombre su capacidad
de intervenir en los procesos sociales, de interpretarlos”…
Los medios de comunicación han demostrado ser claves en la construcción de ideologías. Y como consecuencia
de las actitudes y de los valores.
Para avanzar sobre el tema se considera necesario presentar tres definiciones que lo abarcan, ellas son:
PUBLICIDAD: es generar representaciones, crear nociones, repetir afirmaciones, sumergir al perceptor en una
reiteración de situaciones, de manera que se concentre sobre ellas su atención y crea en ellas. La publicidad puede
ser tanto de hechos reales, como de hechos de ficción.
DELITO: es más que hurtos, homicidios, violaciones. También entrarían los delitos de los poderosos, como la
misma violencia institucional.
INSEGURIDAD: situación de desprotección, la cual a veces no pasa por la conciencia de los ciudadanos.
1-La publicidad del delito y el sentimiento de inseguridad.
La noticia como construcción social de la realidad
Una tendencia epistemológica, nos anuncia que nunca aprehendemos el fenómeno social tal cual es, al percibirlo
y filtrarlo, estamos construyendo una realidad subjetiva y personalizada. Habría que entender a la noticia como
construcción social de la realidad.
La noticia va a asumir la forma que determinan múltiples factores: 1) necesidades técnico-profesionales: resumir,
llamar la atención, atraer compradores, 2) intereses políticos y comerciales: los “porteros”, es decir los que filtran el
flujo de información, decidirán que es noticia y que no lo es, según los intereses.
La noticia revela y oculta, cuando revela da a la noticia carácter publico, es allí cuando puede generarse un
sentimiento de implicación , por parte de los perceptores, que pueden alcanzar niveles imaginarios y conformar una
supuesta realidad delictiva; sentimientos de inseguridad que no siempre son acordes con la realidad tal cual es. Los
medios son los encargados de orientar la atención del público a cierto número de noticias. Además, tienen la
capacidad de convertir simples acontecimientos en sucesos, según la característica que adopte la información. El
suceso es más bien mítico, autónomo, no remite a nada fuera de sí, se convierte en un símbolo de algo.
De lo dicho se puede extraer un primera conclusión, “el sentimiento de inseguridad esta socialmente construido y
es, por ello selectivo.
Uno de los elementos que se destacan como modificador de la información, es el poder, esto se refleja en: la
concentración progresiva de los medios en pocas manos. Se produce así un público homogéneo, estándar. Se
quiebra la estratificación social por sexos, edades, nacionalidades, bajo un denominador común “hombres del
medio”.
Los medios subliminalmente crean estereotipos.
Los estereotipos:
Los estereotipos son elementos simbólicos, fácilmente manipulables en las sociedades complejas. El estereotipo
del delincuente (como alguien perteneciente a las clases subalternas, de condiciones afectivas y familiares precarias,
agresivo, incapaz de incorporarse con éxito al ámbito productivo) tiene dos funciones esenciales:
1. Sirve para que la supuesta mayoría “no criminal” se redefina a sí mismo en base a las normas que el
delincuente ha violado, y refuerce el sistema de valores dominante.
2. Funciona como chivo expiatorio, ya que hacia él deriva toda la agresividad latente en las tensiones de clases,
que en caso contrario se dirigiría contra detentores del poder.
Vemos así, como la construcción social de la noticia, mediatizada por el poder económico y político, va generando
actitudes y valores, para que se cree un sentimiento de inseguridad que es absolutamente selectivo.
Una consecuencia del estereotipo del delincuente es también la siguiente: “como los que están próximos el uno
al otro, en el espacio y en el tiempo, o que se parecen entre si, tienden a ser percibidos como una estructura
común”, el estereotipo del delincuente como perteneciente a una sola clase social, produce una ampliación del
sentimiento de inseguridad, porque se teme mas a bien a toda una clase social.
A veces hay un interés muy claro por crear sentimientos de inseguridad, por varias razones:
Políticas:
1. Para desviar la atención pública de acontecimientos nacionales más importantes. Más habitual.
2. Para movilizar la actividad pública, y formalizar la reacción en leyes o en decretos.
3. Para que la opinión pública acepte medidas autoritarias para el aseguramiento del orden político.
Económicas:
1. La publicidad de la inseguridad que se presenta como real, mediante graficas terribles y agresivas, estimula el
sentimiento de inseguridad y las ventas.
La noticia, como la totalidad de los medios es una forma de control social.
2. La noticia como mercancía la distracción como mercancía y la conformación de un estado de inseguridad: El
delito agresivo se promociona a través de la prensa, y los noticieros de radio y televisión. Aparece allí como
información, es decir como realidad.
La descalificación del mensaje: procesos que favorecen una mayor implicación y una mayor influencia en el
perceptor: Los medios transmiten una imagen codificada del mundo. Pero su influencia es variable según los casos.
Hay procesos psicológicos que impiden o favorecen una penetración total de la percepción, es decir que el
perceptor está preparado para descodificar, al menos parcialmente el mensaje.
La influencia de los mensajes violentos en la agresividad personal, y por lo tanto en una situación de inseguridad
real:
Acá se hace de nuevo presente el enfrentamiento entre apocalípticos e integrados.
Los apocalípticos ven en los medios 1. Una escuela del crimen. 2 .factores desencadenantes de pulsiones latentes.
3. La relación directa con la comisión de delitos.4 un factor generador de inseguridad.
Los integrados por su parte dicen que los medios tienen una función integradora, pues refuerzan las normas
sociales, y al dar publicidad a la conducta desviada instan a la moral única.
A partir de distintas películas, series, noticias, se da una publicidad del delito como forma de control social, hay
cosas que resultan evidentes en algunos países, como por ejemplo en Venezuela:
 Los medios construyen la realidad social, al fragmentar, descontextualizar, y vaciar de significación a la
realidad tal cual es.
 Contribuyen a la construcción social de la delincuencia, al concretar sobre un solo tipo de delincuencia la
información de sucesos. También contribuyen a la formación de esta al conformar el estereotipo
diferencial de delincuente, a través de la ubicación de la noticia, los caracteres, el uso de fotografías y un
vocabulario particular para referirse a él.
 Atraen la atención del gran público, que es el más desinformado y con menor capacidad crítica, hacia un
tipo de delincuencia del cual dependería exclusivamente el sentimiento de inseguridad.
 El sentimiento de inseguridad relacionado a un solo tipo de delincuente, se amplifica hacia toda una clase
social, a la cual se le temerá globalmente, creando un rechazo generalizado hacia ella y canalizando la
agresividad colectiva hacia la misma, en vez de hacia los detentores del poder.
 El sentimiento de inseguridad selectivo atrae la atención de un gran público, desviándola de otros tipos
de conductas antisociales y de problemas sociales de mayor envergadura.
 El sentimiento de inseguridad creado por los medios sirven para que el Estado pueda implementar
medidas autoritarias y centenares de muertos en presuntos enfrentamientos con la policía.
 Los medios forman parte del proceso de socialización del individuo, lo que quiere decir que buena parte
de los mensajes transmitidos, de cualquier índole que sea, va a integrar la manera de ser de la población
que ha crecido sometida a su influencia.
Se considera a los medios como un eficaz instrumento de manipulación, de engaño, de privación de las realidades
múltiples y de opciones posibles. Reducen la libertad y la creatividad, así como la participación y por lo tanto la
representatividad social y política.
Cap. IV: Notas para la discusión de un control social alternativo
Hay un control social que es formal aquí incluimos: el derecho o instituciones de represión y tratamiento: policías,
tribunales, cárceles. Y otro no formal o extrapenal, la religión, la familia, la escuela, los medios de comunicación,
partidos, opinión pública, etc. Todos estos elementos se encuentran en la definición de lo que es el delito, de quien
es el delincuente, de cuál es la delincuencia y por lo tanto en los que se han llamado procesos de criminalización.
Estos son procesos selectivos, mayoritariamente de naturaleza política, ligados a la densa trama que comprende, por
encima de la infraestructura económica que los condiciona, la estructura institucional y la superestructura
ideológicas, ello implica que sus destinatarios sean ubicados en clases sociales concretas, como línea general de
acción.
Se dirá que:
-el control social crea el delito al definirlo.
-el control social crea al delincuente al señalar a una persona en vez de otra que ha realizado una conducta
similar.
-el control social crea la delincuencia al definir el delito y seleccionar los casos que ingresan a los registros
oficiales que pretenden indicar la realidad delictiva de un país y por lo tanto los que son abandonados componen la
llamada cifra obscura de la delincuencia.
-el control social se activa diferencialmente por razones de clase: hay ilegalismo de derechos para las clases
hegemónicas e ilegalismo de bienes para las clases subalternas.
-las representaciones y controles del público son un primer nivel de control y criminalización, como elementos
que son de base ideológica de control social.
Toda política criminal de corte socialista debe tener en cuenta la relatividad de los conceptos “delito, delincuente,
y delincuencia”, y proponer una definición alternativa de los mismos, en beneficio de las mayorías y de quienes no
tienen poder. Toda proposición transformadora debe pasar por la modificación de la conciencia pública.
La llamada prevención del delito no puede ser objeto de una división sectorial de la Administración Pública, sino
el resultado de la acción concertada de todas las instancias gubernamentales, y por consiguiente el control social
formal e informal a la vez.
El derecho y el sistema de administración de la justicia: La constatación de que el Derecho es una manera de
garantizar intereses de las clases hegemónicas, no debe oscurecer el hecho de que hay intereses comunes para estas
y las subalternas.
Se debe dar una redefinición de los derechos humanos, en clave social, entendiendo estos derechos como un
sistema, y por lo tanto que los derechos individuales no pueden garantizarse si no se tiene pleno disfrute de los
derechos sociales.
Tres opciones se presentan en la época actual, como alternativa al sistema de administración de la justicia
tradicional, presente en nuestro país:
- La llamada justicia participativa, mediante la incorporación de representantes de la comunidad en la actividad
jurisdiccional (tribunales populares, asesores, jurados, etc.). De esta manera no se lograría una justicia más social, ni
siquiera autónoma, se borrarían más bien los perfiles visibles del poder, impidiéndose así una revisión que podría ser
permanente.
- La abolición del sistema penal, sustituyéndolo por un sistema de entendimiento entre las partes,
compensaciones, indemnizaciones, trabajo en favor de la víctima, etc. Lo que daría lugar a la total privatización del
conflicto, estos es, a una solución de los mismos que sería ajena a la intervención de las instituciones públicas. Esto
produciría obstáculos importantes para el acuerdo y entendimiento reciproco entre víctima y agresor ,
pertenecientes a clases sociales distintas, y portadoras de intereses opuestos.
- El uso alternativo del derecho, vigente mediante la incorporación de los jueces a una actividad conscientemente
creadora de la función interpretativa y jurisdiccional, en la decisión de cada caso concreto, que este comprometida
con un sentido perfectamente social y con los intereses de las mayorías. Esta podría ser una medida transitoria, útil
para atenuar el peso de una legislación preexistente. Para esto es importante contar con una colaboración
consciente del magistrado con una actitud social positiva.
Proposiciones:
Debería tenderse a sustituir la política penal por la política social. Además de establecerse un sistema especial
para la problemática juvenil que sea ciertamente tutelar, y en el cual los límites de la imputabilidad penal estén
marcados por criterios de maduración individual.
Mientras se instala la desaparición total de la prisión, meta que se alcanzará en forma progresiva, deberán
sustituirse las penas privativas de la libertad por otras de mayor contenido social. Las cárceles deben ser convertidas
en unidades de formación y producción.
Se debe revisar los principios constitucionales para que se ajusten a los derechos socialistas del hombre.
La función policial
La policía sirve de correa de transmisión de ideología y las practicas del control en el interior de las clases
subalternas.
Generalmente, la pertenencia a las clases marginales, la policía ejerce la parcela mas explicita de la represión en
estos sectores. El estereotipo del delincuente juega un papel importante en la disolución de la conciencia de clase,
en los grupos obreros, marginales y campesinos.
Proposiciones:
-La función policial obedece normalmente a los criterios de la ley y el orden. Por lo tanto la no adhesión a estos
criterios por parte de un proyecto social alternativo debe ser un primer punto de referencia.
-plantearse la necesidad de re-definir el rol policial, en un sentido no autoritario.
-reformular el papel policial orientándolo hacia tareas de prevención, reforzamiento de la solidaridad en las
comunidades marginales y construcción de su conciencia de clase.
-incentivar la solución de conflictos interpersonales dentro de un cuadro de comunicación y de no violencia.
La violencia y la agresión
Violencia es toda modificación de lo que existe. Es una forma de crear desorden en el orden natural de las cosas.
Se ejerce violencia cada vez que se hace algo, y cada vez que no se hace nada cuando se debería hacer.
La única manera objetiva de definir la violencia, es asumir un compromiso con las mayorías, así como una
orientación permanente hacia la obtención de la mayor cantidad de libertad posible.
Los niveles de agresión más frecuentes son:
1. Los derivados de los conflictos por la posesión de las cosas.
2. Los derivados de conflictos entre personas cosificadas. Entre estos están: las relaciones pasionales y las
relaciones de dominio.
Se pueden hablar de dos factores básicos, la pasión y la necesidad. En ambos casos media la cosificación: la
reducción del otro y del si mismo a objetos de apropiación. O la transposición de todo valor en la “cosa”.
Proposiciones:
Se debería hacer volver los ojos hacia el hombre. Hacia niveles más individuales, la incidencia debería hacerse en
primera instancia sobre los textos escolares y la literatura al alcance de los menores, así como el control de los
medios audiovisuales masivos, para que obedezcan a patrones de conciencia solidaria.
La delincuencia de los poderosos:
El análisis de la política criminal no puede prescindir del rol que juega la variable partidista en la mecánica del
estado latinoamericano con democracia formal, la cual interviene fuertemente en el proceso de conversión de la
infraestructura económica en la estructura política, y por lo tanto en el control formal.
Se debe hacer efectivo los controles para las clases hegemónicas, lo que solo se logra con un poder político
independiente de las presiones de los grupos económicos. Se debería hacer una recreación de los estereotipos del
delincuente a nivel popular.
El sentimiento de inseguridad ciudadana
El miedo al delito tiene una función bien conocida la de legitimar la función represiva y aumentar los recursos
otorgados a la policía.
Teniendo en cuenta que la manipulación del sentimiento de inseguridad ha sido característica de los partidos
tradicionales con fines electoreros, un proyecto político debe discutir:
1. Si este tipo de manipulación es estético.
2. Si lo que persigue es legitimar la función policial y la actividad represiva en su globalidad.
3. Si se usa para desviar la atención hacia problemas mas generalizados.
Se debe asumir un compromiso hacia la orientación y control de la información de los problemas delictivos, y la
preparación de las masas para percibir críticamente, y en su justo nivel objetivo el problema de la violencia real.
Todo como una manifestación de respeto hacia los ciudadanos y un compromiso en mejorar su calidad de vida.
Cap V “Derechos Humanos, Modelo Integral de la ciencia penal y Sistema Penal Subterráneo”
¿Un modelo penal integrado?
El surgimiento del positivismo, invadiendo todas las ramas del conocimiento en lo que fue la evolución del
pensamiento científico de la época, afectó desde luego también la pacífica existencia del incontestado mundo del
Derecho Penal. Había un interés en establecer los modelos en los cuales podía combinarse el cientificismo
pregonado por la criminología positivista de la época y la arquitectura lógica del derecho penal.
Fue tal vez el momento en el cual se aspiró con más énfasis a construir un modelo penal integrado.
Pero lo cierto es que el interés por las perspectivas integradoras fue diluyéndose en el tiempo a medida que se fue
desinflando el globo del positivismo y se fue extendiendo un equilibrio en las legislaciones que acogieron ciertas
reformas, a la vez que la dogmática aceptó modificaciones en la teoría del delito, especialmente en lo relativo a la
culpabilidad y a la individualización de la pena.
La criminología positivista nación y permaneció en los límites del derecho penal, al no problematizar las conductas
que éste le proporcionaba como objeto de estudio. De esta manera mientras que para el jurista esa criminología era
una disciplina “auxiliar”, para el criminólogo, ese Derecho Penal le definía los márgenes de acción.
Una discusión contemporánea sobre las relaciones entre ambas especialidades no podría establecerse ahora sino
sobre nuevas bases, tomando en cuenta mutaciones epistemológicas que han sobrevenido en la criminología, ya que
la criminología se abrió paso hacia perspectivas capaces de proporcionarle la autonomía suficiente para mirar desde
lejos y en perspectiva la derecho penal.
En primer lugar surge la llamada criminología liberal. Esto le permite más bien desarrollar la sociología a través de las
llamadas escuelas ecologista, culturalista y funcionalista. El control social se hace mucho menos represivo, más
sofisticado, más preventivo, más concientizador.
Por otra parte, se desarrolla la criminología crítica, radical o nueva criminología, la cual se caracteriza por ser ciencia
negativa, es decir, no-positiva. Es la antítesis de la criminología positivista. Lo importante de esta criminología es que,
al cuestionar los límites del Derecho Penal en la sociedad, se orienta abiertamente al análisis de las instituciones y de
todo el control social, formal e informal, control del cual el derecho penal no es más que una parte. No trata de
negar el derecho; se interesa más bien por dotarlo de nuevos contenidos y rescatar su vertiente “garantista”.
No puede negarse el impacto que la práctica teórica de esta nueva criminología puede tener en la modificación de
las conciencias y en la tarea intelectual de juristas y prácticos del derecho.
Los Derechos Humanos
Hay dos grandes modelos para entender el sentido y el alcance de los Derechos Humanos:
1) El modelo liberal, propio de una perspectiva iusnaturalista, los configura como inmanente al hombre y
previos al Estado. Para este modelo el acento mayor está en la libertad, y ésta se entiende dentro de un
encuadramiento individualista.
2) Un segundo modelo, que los entiende como históricamente condicionados. Por lo tanto, serían posteriores
al Estado y pueden ser construidos a partir de la Ética Política y Social. El acento mayor aquí está en la
igualdad, entendida dentro de un marco social-colectivo.
Y hay tres grandes grupo de Derechos Humanos:
a) Los que atañen a la libre disposición del cuerpo (derecho a la vida, a la seguridad, a la libertad de
movimiento, a la salud, al trabajo, a no tener hambre)
b) Los que afectan la libre disposición del espíritu (derecho a la libertad de pensamiento, conciencia y opinión,
educación y cultura)
c) Los que afectan la libre disposición de los medios para poner en práctica los derechos anteriormente citados,
derecho de igualdad ante la ley, y el derecho político de elegir y ser elegido, el derecho a la existencia de un
recurso procesal para hacerlos valer.
Como la historia puede relatarse a través de la larga secuencia de casos en los que los derechos de los débiles son
pisoteados por los fuertes, y es a la vez la historia de la desigualdad de los hombres, esta última es, en realidad, la
medida de la desigualdad implícita en todo planteamiento programático.
De esta manera, una buena cantidad de artículos de la Declaración de los Derechos Humanos aparecen como ideas
arquetípicas sin concreción posible. Por ejemplo, el art 7° nos dice que “todos tienen derecho a igual protección
contra toda discriminación que infrinja esa declaración”.
Es interesante señalar que, como siempre, la coartada de la “guerra contra el delito” en una sociedad atemorizada
por una bien publicitada inflación delictiva, ha funcionado como elemento legitimador.
De todos modos, lo importante es poner de manifiesto tres elementos básicos de la cuestión: primero, que la ley no
tiene como objeto transformar la sociedad ni puede transformarla. Segundo, que cuando se habla de “proteger a la
sociedad” en realidad se está hablando de “proteger el sistema”. Por lo tanto, tercero, que los Derecho Humanos no
se han definido para protegerlos.
El Sistema Penal como parte del sistema jurídico total y como parte del sistema social
Encontramos que:
1) La tutela de los Derechos Humanos es programática: su sanción no es ubicable en el ámbito institucional. El
concepto de Derecho Humanos está normalmente construido sobre el esquema de derecho subjetivo (no
exento del toque de iusnaturalismo), sobre el modelo de los derechos patrimoniales (propiedad privada y
derecho de crédito), concebido como libertades (en realidad son privilegios o “poderes distribuidos
diferencialmente”). Así, mientras el Derecho se presenta como “igual para todos”, la desprotección
institucional de los derechos sociales determinará que esto es falso, no hay Derecho igual para hombres
desiguales.
2) Por otra parte, la articulación del Derecho Penal sustantivo con el adjetivo descubre también la selectividad
clasista del control. Así encontramos procedimiento privilegiados: antejuicios, inmunidades, sanciones y
tribunales diferenciales y no estigmatizantes.
3) La articulación de ambos con los niveles de control más discrecional (la policía, por ejemplo), revela que
éstos operan sistemáticamente en función de la selectividad.
Todo esto conduce a una afirmación conclusiva: en América Latina habría un Sistema Penal Subterráneo.
El Sistema Penal subterráneo y el Sistema Penal aparente
El sistema subterráneo operaría en los diferentes niveles del sistema social, es decir, tanto en los mecanismos de
control formal como los de control informal.
Como todo el control social va a desembocar en el sistema penal, a través de los procesos de criminalización:
1) El proceso de criminalización de conductas:
 Mientras en el Sistema Penal Aparente lo que es “malo” está expresamente formulado en los
Códigos a través de las incriminaciones, es el Sistema Penal Subterráneo el que detectará lo que es
“bueno” y en consecuencia quienes son los “buenos” del sistema social. Como contrapartida, el
Sistema Penal Aparente criminaliza prioritariamente conductas que son más fácilmente ubicables en
el ámbito de las clases subalternas.
 En el Sistema Penal Subterráneo hay una criminalización de las disidencias ideológicas, operada por
los servicios de inteligencia policial, que obran con una cierta discrecionalidad y con una autoridad
sustentada en la impunidad de hecho.
 Las legislaciones contravencional y de “orden público”, que son fuertemente selectivas, así como la
ideología de la “peligrosidad”, encaminan hacia el Sistema Penal Aparente a miembros de las clases
subalternas.
 Las enormes cifras de detenidos en espera de sentencia que existen en el continente, representan
grandes depósitos de procesados a la vez que un sistema sancionatorio que funciona al margen de
las pautas del Sistema Penal Aparente.
2) El proceso de criminalización de individuos:
 En el Sistema Penal Aparente, la criminalización de individuos se produce por efecto de la codena
formal. En el subterráneo, además existe una criminalización primaria que se ejerce a través de los
estereotipos del delincuente como perteneciente a la clase baja.
 Otra forma de criminalizar subterráneamente es el mantenimiento de la marginalidad social, la cual
priva a grandes masas, en los hechos, de su parcela de derechos humanos individuales y sociales, a
la vez que motiva conductas discordantes con mínimas posibilidades de defensa procesal efectiva.
En el Sistema Penal Aparente las cosas se resuelven afirmando el principio de igualdad ante la ley.
 Hay una amplificación de la reacción social y judicial, y en consecuencia, un establecimiento de la
llamada carrera delictiva para quienes tienen antecedentes policiales o penales, a través de los
mecanismos psicosociales de etiquetamiento, desconocidos por el nivel formal del Sistema Penal.
 Aunque prohibido por el Sistema Penal Aparente, hay procedimientos diferenciales para las clases
subalternas en el terreno fáctico: allanamiento de moradas; violencia policiales; violación al derecho
a la propia imagen en el tratamiento informativo; arrestos y detenciones preventivas indefinidas,
etc.
 Aun cuando es principio reconocido que toda persona debe ser juzgada por sus jueces naturales, lo
cierto es que las minorías étnicas, religiosas, sexuales, o de cualquier índole, no gozan de la sustancia
de ese principio.
 El derecho a la defensa, pregonado por el sistema aparente, se hace nugatorio cuando la defensorías
públicas de presos pobres están sobrecargadas de casos.

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