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LA SOCIEDAD EXCLUYENTE La Argentina bajo el signo del neoliberalismo InTRODUCCION Maristella Svampa 1 En In ikmas décadas, Is entrada en una nueva etapa de in del capital pradujo hondas ansformacioncs s0- os procesos,caracterizdos por Ia difsién global de aaclin social por Ia reestructuracion ones sociales, exnbiaron ins pantas de integraciny wa atculacin entre economia y por imteroe de ls wocledades contemper de las desigualdades evo “oleones" ee pobrem ymarginalidad ‘Sit embargo, es necesaro tener en cuenta que en Jos pa mutacin estructural no se expres ‘el desmantclamiento total o evaitotal cos regulators tpicas del modelo an terior (Estado de Bienestar o Estado Social). En contaste con «ilo, en las regiones del captalismo periférico la globaliza ‘én no a snsnacionalzacin nel deaguace rai faldel Estado Social en ss version "nacional poplar el que mis fas, se habla caraterizado pororientar sn aceidn hacia ta area ‘da fil de produce ceria cohesiin socal, en un contexto de Sociedades heterogénes,desgualesy dependientes. Aten Amn ‘ca Latina, eta wansformaciones, que vinieron dela mano de politicas ncliberals, conlleyaron una fuerte desregulacion eco- Domicay una reeatructuracign global del Ext, lo el tering por acentnr la dengwaldades exisentes, al Gempo que gene- nuevos procesos de exclusion, que afectaron 8 Un conglo- nero aupio de sectores sociales Recordemos que, como afirmaban hace décaastos eéricos latinoamericanos que reflexionaron sobre la dependneta y la _marginaliad los obmeulosal desarrollo forman parte inrise- ‘hdel process global del capitalimo y,como ta son el ella ‘dela asimetrica articulaisn entre el ent ya periferia. En ese sentido, en Amériea Latina la dependencia siempre implied el reconocimiento de que In ralidad tena dos escenas: por un Ido, ta nacional: por el ou, Ia internacional. Asi esta dualidad ide eacenaslmitaba lon margenes de aceién de los diferentes ac tores sociales maclonales, al dempo que sefalaba la incorpe- acid de ottos acores econdmicos, de caricter internacional fa espinonaartieulacién entre poli y economia Sin embar fp, en le ims dena, ala I de la nuevas condiciones de lominacion eoondinicofinanciens, estos procesos cobraron fran envergacuray dimensidn, basa leg, para decio con te fhinor de Guillermo O'Donnell (2001), "um grado yun tipo de Adependencia que no softaron squier lx ie pests texto sobre alependenci excritos hace algunas dcadas” ‘Gitta esque este escenario tenia como telén de fondo Ia “aécada perdi’, signala por la ers estructural del modelo nacional: popular, visible en el incremento de la deuda ex: {cena laaltainflacién, I paperizacion ereciente yal inal de Jor 80, lon epitodios hiperinflacionariox. Con todo, el recono- cimiento dela criss n habiltaba como dna sala, y meho ‘menos como la mis adecuada a Tos intereses dela mayoria de Tasociedad, aquelia que Finalmente habria de adoptarse a ber, lasolucion neoliberal” ‘Ahora bien, en Argentina, en el contexto de la nueva de pendencia, In salida neoliberal se wadujo.en laimplementacion {de un programa dristico de reforms extrneturales que, acm Fad y iad pra intacén de un nuevo mode de icin politica, tering producienda tna fuerte mt ‘ion yreconfiguracign de a socked > En efecto, cambios de toda indole, algunos ya anunciados| dee mesdiados de los Tl, encontraron ura inflesign hiperbé lica en el marco de la pollen neoliberal puesta en marcha por Carlos Menem (1989-1998) y continuada por sus sucesores. En fete nuevo marca socal, atavesado por una fuerte dindmica de polarzacgn, tod Ins cles rocales suiron grandes wanslor- fhucones. Mientras que lon grupos pertenecienes a i cape fe ta sociedad sunaron alta rentabidad econémica Y contin 1a de clase al encontrar en su adversro histrico —el pron ‘mo— vn alindo inesperado, ina gran parte de la sOcledad, pereneciente alas chises medias y populares, experiments una ‘risa reduccién de is oportuniades de vida. AM ase pro- 250 no fe, de ningtin modo, homogeéneo, pues si bien es certo {que ampli rans ae clases medias expermentaon el emp ecient yl caida socal otras acoplaron con mayor Exo al modelo y Buscaron afrmar a ciferencta por medio del consi ‘mo ylos nuevos eats de vida Por iio, las cases wabaiadorss, ‘aya identidad poisco socials hab extrctarado dexdey a par tirdel primer peronsamo,atravesaron un proceso de descolectit 2acin que aro alasituacion de margnalidad yexcusin ava tossectores, por viadel abajo informal el desempleo. En sums, la dindmiea de polaizacion yfragmentacin cal adguirig fal vrulenela que durante gran parte dela década ide los 90 hbo grandes diffeltacesen dota dew lengua po- Iitice alas experiencia de descolectvizacion, en la cual seen twemerclaban diferentes trayectorasy sitsaciones, ademas de sentimientox conteadictoros yambivalentesrespecto de a nue ‘acomdicion social, Noera para menos; a mutacion era no 510 ‘cconmica, sino tambien roca y politica. En realidad, durante la década del 90, los cambios fueron reflejando ripidamente la configuracién de un muevo “campo de fueras societal”, nociGn que tomamor de Edward Thompaon 1986). y que desigha menos una extructara ya consolidada que tun proceso atavesado por dos andes tendenclas, suerte depo los magnéticos que arastran de manera irresistible alos dife- rentes grupos sociales hacia uno u otro extrem, hacia laadgu Sicin de posciones ventajosas o hacia a desealificacion socal tne lenguaje de los actores sociales, hacia la sabaciOn" o ha: tala ealda" El pasos devolvia asia imagen dena sociedad «en plono estado, poarizada, en medio de una dindmica vert tino, la ye, muy inesable. Sin embargo, con los aos, lejos fe consttnr un movimiento pasjero, la doble indica de po- lavizacion yrgentacin fe moldeando los contornos med rrderos de un nuevo pais, le una socedad exigent, estructarada Sore la hase del erstalizacn ee fs desigualdades tant eco ‘notices como sociales y cultures ate libro se propane abordar algunas de las dimensiones principales de exe proeao de mutacin y econtiguraciin este {ural vivo por Argentina en los 9, con una dptica que prvi legia el anailsis de a sociologta polities. Su objetivo ex deseribit, «emia medics de lo posible, los contormos generales dela soc fad excluyente Para dar cuenta de ello, hemos deciido diviir ‘nuestro alii en tres partes, cada una de ellascompuesta por treceapitlos. En la primera parte, titulada “La gran mutacion", Iniciamos el recarrito presemtando ls diferentes dimensiones del proceso de mutacion estructural, a fin de instaarnos huey tenel terreno propio de Is soiologta politica, asaber, través del ‘nals del modelo de dominacion politica y us avatares, as c= ‘mo de fs trnsformacionesen fs figuras de a eudadana Au ‘gue comsientes de que estas ia ce entrada extn lejos de agotar| Cl conjunto de mutaciones plitiss que atrasiesa ka sociedad ar sential as lias decdas,ereemos que clanaliss propuesto hos facia igunae de las lives conceptsales que nos servi ‘de guia para aburdar y comprender lor rcleos problemaicos ‘quecomponen segunda a tercera parted este bro, Ta segunda pare ex consagrada a estudio de "La nueva ‘onfguracin soa. Para clo, nox proponemos pasar revista proceso de dsiocacion y tansformacion de las diferentes clases “locales, en un contexto que seal el pasje dea gran maraciin a Incomolidacign de ona sociedad exclayente. Ast comenzaremon ‘om un analss des continues yrupeuras de ls sectres do- Iinantes, para adentrarion luego en ladindmica de fragment: ‘iin de lasclses medias, por timo, avanzaremosen el elato de los process le pauperizaciinyteretrialzaign de a clases po palates Agu, nuestro anise apunta.adetectar y poner de mani Fist neva diletica que se extablee entre extras pri thas sociales en un excenario marcado por un fuerte increment sdeTasasimettas economics, sociales eultarales polities En la tercera ydtima parte abordamos l estudio de ta ac cin colectiv y us clferentesinflexiones, Sn pretender exhat tvidad, nuestro propdsito apunta a dar cuenta, con la ayuda de algunos casos emblematicos, de Ine formas de resistencia pro- pat del perdodo, en lasnaleaseaternan yentremezclan vgjo Jrnuevor aetores sociales, ai como nuevor escenario ydiferen {es esalas dela conflictividad emergente. En finen un marco por dems complejo y atravesio por diferentes modalidades Ae accién colectva, nos proponemos aprliender lox sentidos ormas ue adopta la resistencia aun modelo de exelusin, le dla no solo como una mera respuesta reactiva, sino también co ‘mo una apucsta politica de ceacin ee niewoslzoe wiles, En teste sentido, esta reflexion busca emplarare en tuna ers pectiva que senala la doble dinamiea y wialidad de lo socal as bios ta compleja dlaléctiea que ex posible etableverentse xcs proceso de eescomposicion de recomposicin social 2 Antes de iniciar nvestro reeorido, querriamos realizar ale guns comentarios sobre el cardtery sented est bro. En primer gar, deseamos dejar constancia de que en él se sintt {ay reelabora gran parte de las Investigaciones que hemo ver hide desarolland en ls ilkimos die aos ee nuestra carrera académica, en el marco de a Universidad Nacional de General Sarmiento Pars comenzat esa relaboraci contempla unaserie dein vestigacionesrealizadas entre 1905 y 1907, ascuales nos perme ron dedicarnos a xa recurrente trea de la soclalog argentina Selosikimos sesenta anos que consist en interpretar unay ou ‘elas ranstormaciones ysigfieaciones del peronismo, Esa pr ‘mera Investigacion sobre la Argentina de los 0, realiada je ae com Danilo Mrtaccelly punta dat eventa de ae ‘utaciones de Ta ida potiteayel descentramiento de has eige- fet del peroniame smoria cole, mediante ct estudio pormenorizado dels subjedvdades de los actoressoiales (ile fates politicos, mundo snail, subjetidades populares). Poco despucs, dich investigacion nos ew a profundizar la leesara de 7 los procesos de desetructuracion del mundo del trabajo, pine: palinente através de as diferentes transformaciones operadasen {Ermundo dels traajadores metalirgeos, protagonists emble- tnitics del modelo nacional popula cia 199, disgioos nuestra ateneién hacia ls nevos fe- meno de segregacién urbana, a partir de estudio de las ur- baniraciones cerradas. Ello nor permit adentrarnos en el anilisis de certo cambios generals ligados alas clases medias ‘alas, sobre todo-en lo que respecta nels de vid, espacio de {octablidad, modelos de socalizacion y iguras de la cutdadania ‘Acimismo, nos parecta que esta via pasbitaba realizar una pe {neraaproximacin als otra ara del proceso de ragmentacion ‘elas clases medias {la dindmiea ascendente), la eal buseaba ‘complementar aquelisleeturas emprendidas por nuestros = Tegas de area en la uses, centrada en los procesos de empobre- ‘Gino y cada soca, si como en el destrrolio de nuevas est tegias de obrevvencia (el trueque), Por sldmo, eta inmersion fen la vida en Tos countries y barrios privados, en la cual parte ipé un equipo formado por ovens investgadoras de a UNS, ‘nos permit copes In maggitad de los cambios culturalesy50- {ales vividos en lx época del menemismo. En niniembre de 2001, luego de la publicacién det Hbro Los que amaron, joan Carls Torre me sir aiden de esrb tim texto sobre ia sociedad argentina actual. Aunque en aquel momento la sugerencia despert6 un sinnimero de interrogan- tes acerca de st factblidady pertinencia, lo certo es que no Contaba con la energia sufciente como para emprender tan fio esate ya decir verdad, tampoco me atraala idea de con- tinuar instalada dentro de aquel earapo que el propio Forrede- Signaba con elacertada to de “tocologiayantropologta dela ‘descomposicién social”. Meses despucs, lon vatares de la pro- pia histori police argentina nslleaban hacia hgaresimpenss {do y nuevas infleiones pliticoracadémicas En efecto, en febre rode 2002 inciamos el estudio ¥acompafamiento de la accién ‘olectivaprotagonizada por lox desocupadosy las asambleas ba ‘rales, AN, dante aquel aio extraordinario realiramos junto ‘on Sebanian Pereyray parte del equipo de Ciencias Sociales de Troses una suerte de iumersion en le endcros de aque Ar sentina desvericrada, en especial, por aquellas provincia y hi gates del interior que, habiendo conocido épocis de esplendor, haba sur los efectos devastadores de a politica de privatiza clones y el desmantclamiento de ss economias egionale, El ‘ajc inclayg muchos otros argos recorvidos por elancho y desi ‘dustralizado Conurbano Bonaerens, ai donde al decir de a gunn reside el verdadero coraua de la nueva cuestion socal a= entina, Necesario es decir que, pese que en los ilimos flempos hemos comensado a explorar otras vias y experiencias idea accién colectvy, el recuerdo imborrable de aquellos viajes erdaderos viajes dela’ no han cesado de acompararnos En mayo de 200 recib un lamaco de la ecitor lia Salt mann, quien legé com la propuesta de un ib que pudiera sin tedza los camblos ocurrdos en la sociedad argentina contem Porinea, wn ibro que de alguna manera diera cuenta de "ese fnuevo pale, ean diferente del de nuestros mayorery tan distante ‘de estas primerasexperiencias de socallzacion. Finalmente tme decidi a emprender el nuevo viaje, asabiendas de que el de- ‘aflo era enorme yee que hasta ese momento s6lo contaba co tina hoja de ruta a medio armar, Por ello mismo, en el camino, te aboqué «una intensa hiqueds bibliogrtica sobre lo que xe habia escrito aceven de lon 0, en especial, lo referido a as trane- formaciones econémicis y polities. Relef asf aquelon textos ‘que forman parte de la tradlelon etic y descubrt ots tantor ‘ho menos valiowon Ellos me ayudaron no slo recuperse parte ide aquel increible elima social que caracteriz6 la mutacin e+ truetiral experimentada en los 9, sino también a asentar una suerte de conversion continua yenriquecedora con ots po ‘asyouroscontemporineos. Ast, son milipes fs bros yauto- fe que me acompataron en el proceso de mapeo de la nueva ‘Sociedad argentina: que, en definitna, me orientaron tanto en las preguntas como en la escritra, como bien pode advert el lector por el toy, sobre todo, en el desarrollo mismo de esa obra. Sisus nombres aparecen tsa otra vez no ex slo porque luna obra come ésua, que aspira a una cera sintesis, termina ‘Sendo necesaramente una mere de produccion colectiv, sno también porque lr arguinentos centralesdesarollados en ests piginas apumntan a inseribirse ya subrayar fa exitencia—pese ala Sscontnuidad-— de una uadiin crea en las clenciaa sociales Sngentinas, En este sentido, mis alla de los rerultados comcre tos de ete bro, st timo me reves hasta que punto laexisten- {inde un legado erica en las iencias sociales puede raduclise fn un “efecto de aeumulaeon posit, cuando éte aimenta y produce ners preguntas investigaciones. ste bro no hnbiera sido posible sn el apovo del equipo de Ciencias Sociales del Tnaitto de Ciencias de UNS, que coi jo-con Inés Gonsilez Borba y Gabriel Kessler. Por ello, quiero ‘grace loseomentariosyaugerenciasrealzalo por Pablo Bo- pal, Cala del Cucto, Deniz Corral, Mariana Baratin, Ped Niificr, Carla Grass, Marina Gaels, Gabriela Wicrykier, Lorena Botaroy Lucia Canel, Una ver mis, agradezco la pertinencia de Tas correccionesy las sugerencias de Marana Laz, sf como Ta Jnfinta paciencia con I eval ley las dstinas partes de este ma nuserto,Agradezco a Marina Garcia lacolaboracion, sempre de Tigenteyaleciuon, en a biqueda por momentos febril de mate- al bibliogratio, ‘Quiero agradecer muy especialmente a Inés Gonzi Bom- bly Gabriel Keser no alo por el apoyo irrestrito que me ate ‘eron, un en los momentos ms eile, cuando todo parecia tambalear frente» i tera de a tare, sino también por la ge ‘rersiad intlecual com kev sguieron el proceso de escritara ‘eet libro, haciendom sugerencas, proponizndome explorar nuevas ig abrir evox canteros integra bibliografa olidada 0 EImplemente ignoraa, en fin, incur observaciones que eran ‘onel matic justo que roqueria cl abordsje de eens ematias. ‘Agraderco a Roberto Bisang, Cristina Garcia y Valeria ler nines, por habcrme ayudado a comprender algo del nuevo undo de la agroindsra argentina. A Pierre Salama, por sus ‘Comentarios sabre nuestro pa siempre inelsvos y cargados de lina rica perspectiva comparati Ana Castellani, por haber puesto generesamente aun disposicion distintos materials (al Eunos inéditon sobre kx scctores dominantes delos cuales hay thn poca investigacion en nuestro pais. A Pablo Berge, pore tldloga yl dscusin que mantenemos desde hace tes aos tne han ayutado a enriquecer la visi sobre los moni tales, AL equipo de “Trabajo y Mundializacion” del iD, de rs, en expetial a Monique Selim, por el apoyo incondicional we me brindan en cada wna de mis argas esiadias en Franca, ‘Como investigadoraiitada de aquellanstivucién, Sin duds si este libro mejorésustanciahmente entre el pr mer borrador ylaversin defi, hasido gals todo ellos, Hiuciga decir que ls omisiones, deraceris © incompletudes {que seguramente hay, son, por supuesto, absolut responsable dad dela autora presenta propane un recor que rs legion ana deni a soca pcs sen pier he fp realamos cl ado de is mucins ceon nas, ps ficary soaca que blseron pouble ls emarpenia de ‘ara ha taego on aerator en land ead ire tracts prices sii nets eeudio de iS rarwormacons dew ieremes rps cc soca Por limos cl ecorside propane emfar cm cl enatio des formas detec sec ue involura a aclon de eee {Stcoesnacos dade Hg hate presente ii dgmon que ee Hr een pretnder dar wna win cabana con proceso soy ples ion Bora Argernn spat de 18 cul no co seta una tee {Sev sne que aden ees yertnenci oe que bisainon dart n sa pn, Con sy sox Comacene gun abc ca traer nos daca Se is tendcnit comin ef soot genie procive sn consrucsgn de aes eon Cert Sons ms [tors Aon screen qu locos ha id de tal en ‘Srpadrn in conan de sgnieados an grande, que le ve IE jens cone el ego finde ves de as Alina an, lo clo otro, tos macs craton? ‘amieaconcs del que hemos dado en denonnar "aoc dad exclyentes En Suma, mis all de a susenca ines bis ety come de uel semde an sun Hoe dhe menos por las apn que pueda aporar que por lo Iueon camo ue daca pop tap fen oabran Marista Soom, 31 de julio de 2005, i PRIMERA PARTE La GRAN MUTACION Cairuto 1 HACIA EL NUEVO ORDEN NEOLIBERAL La hipaa ita i moments latin nna, uta, cad Ie portant oma Ea fit ft ‘pnp ol ce be ur tn vr A eee “stan xref coe aon tn ey mes pfian eweund satadrd saet ‘Ryo rns fr rarer fre ocr ras or pra ui id Auras ty dee repre poems pgs cin des ton een sr ek ‘aeons han Talo Halpern Dog ag go de ring pa Durante dead, en a Argentina impers un modelo de in tegracién de tipo nacional popular, ewya maxima expresion fue ¢lprimer peronisino (1946-1985). Este madelo we carsctriraba pores rasgos mayere. En primer lugar en el plano econdm 0, presentaba una concepeion del dessrrollo vines Ia etapa de susuineion de importacionesylaestrategia mercado. internist. En segundo lugar, implcaba el reconorimient del rol del Estado como agente y productor de la cohesi social, principalmente por medio el gaso pblico soca. Esta poli ‘se tradujo as en la ampliacdn de ln exfera cela ciudad, 2 través del reconocimiento de los derechos sociales, exprese ‘los paradigmaticamente en el artiealo 11 bis ele la Const {én nacional. Por ultimo, vinatendencia la homageneidad social visible en Ia incorporaeln de wna parte importante de bs Jentsmo, perorsobre todo, el peronismo), en los cuales el oly Ieautonomta del parti polio propiamente dicho sparecia {Como paricularmente dbl con telcion al condietor eas’ toy en el eno del pevonisme, hala ls corporacones sind tates, Para muchos, por ende, para ingresir en in verdadero fhodclo de represetacion pola de intereses sociales era ne- Cena iferencar estou ntees, fin de posta una veda tleruarelacin entre Io seal fo pelt, ‘Geto cs que la progres fstulonaliaion del sistema sco partario nose do sin iaconvenientes, entre lox ees Tay que destacar tanto la sebiones mates proviucldas do Tame el pesiedo de Afonsiny el primer ao del gobierno de Mencan, como la eonstante reson de lo grupos econemicos, dhmaticamenc asada por el primer rote hiperinflacons. ‘Rode 1980, considerado por algunos como verdadero "Bok pede mercado”. Sin embargo lo propo del periodo queseabre £1 1988 sobre todo, apart de 1987, ese acercaments ea ‘er mayor enie las seroreseconémicamentedominantery ts Partidospoltcos mayoritrios En realidad, desde cl punto de ‘sade low sectors dominantes, fa apertara democratic ajo “onsigo un cambio importante de pepectcs plc, apart del abalone de las poicones gop yl aeptain de ls ‘eras rela de juego, Este proce, que tena como tasfonds Jnconvienin de que la corporacion militar habia djado de ser cl canal més aproplado de nis interes econémicor (Aci $1005), ambien daa cuenta de lnexienci de una suerte de rmandata “democrtice” que recoren el subcontinent, sal do por Estados Uniden y los orgaistnoe internacionales, Ello ‘os permite comprendcr por qué de ahi en mn, a selon de ton sectores dommnantes ¢ orentard a la colontzacion de ou dos grandes partidos polos exlstntes, através de la nfl fig dl diets econdmico liberal, como ej de lasalucion de ton problemas argentinos Exe dncine waa en nuevo alan e,Inego del fracas estersle det Pan Austra e198, mo tmentoven cl cial lon sectors dominantes comenearon des Frollar una camp nstemsitiea en vor dela necsiad de realizar profundas reforms xtceraes(Beerin-1989, p73). Recordemos que en 1988, la pollca ber, uno de fos [puntos centres del programs econdmicosocal de a dict ‘ura militar, era fundamentalmente sostenida por fos grandes tuponecomimicor yl partidos de nspiracon Nera este ‘hamente vinculador con aquéla Sin embargo, hacia fines de Ton 80, este dicurso paso a formar pare de la plataforma pol ticoeconémica del entoncescandidato als presidenciaporel partido radical, Eduardo Angelog, eveland con ello fos te fuladosexitonon de una extrncgia de aceraiento 9 sedue- cin de ls sectores dominantes hacia ls partidos mayor ‘ion Finalmente, In pcsta en marcha deh ssewo programa liberal, median Laalanea entre importantes grupos soci econsmicony el gobiceno democradco, se torsariy posible on ia asuncin del nuevo presidente justiialista de la Argen tina, Clos Menem * = Sin embargo, ines dels 0 no fueron pocos tos observa ‘ores poltcon que retomaron la categoria ¢populimo™ para carateriar ls propuests de lon caidato presidenlales en fulbe aes com argentina, Bras Per, Venennela y Mésico. atl el ecenao pico clectorlainoameriano, qe darcuenta anode he imitacones como de lacrsh ext fal del modelo nacional popul esa srvesido por deman {is ambnlentesy hasta comtractoras or an lad, frente a Ins crecentes dicts econoicasy a esi de lox mecanis thos tencioaies de cobesion social asfcomo ala dest eciin {Te tacslidaridades ovis elamado poplin emerg, una Sis como una temttvs de rest el progreso als Tnavorf, por va de una politica nacionakpopula Por ot Tad st demande recline acompatada tambien por una nomenon fuerte exigenea de efienin y geet, Feces para cniventar lacs mpomerse por sb Tost {Crees de or ifeventes stores en pga. Sobre exe tclon de fon se bre I experiencia de Me ne que ete eabalmemte ca slemsindas contaditors [Sraunue su campan lector se fund ene fama po pulsta Menem termind consruyendo una nie lane, po- Mticoecomdtica suc te permio dar cauce at demanda de tjectnidad, mediante wna estrategi Hera, oemtada a la eteglumaciony deamantelamiente completo dl modelo a tonatpopulr in que por ellolnpromesa electorates ast ‘psa toeaion populares pari jusialistaseconirveran Enum verdadero obsesco Ta end nun evo orden Hheral puso Bn al ee rrente distancia exnente entre stern de poder yssema pol than que tantosaalists efron como nade fax fuentes de Initctabiidad yplarisciin pene ls Argentina. La larga Ctapa de lvvemates soles que habia caraterzao al pas S yurede 1856 sgh cada vee mis por ln acentacin dla {st del modelo naconakpopulare Husa por ls feoees punsente dncrasconcepeiones de la ceonoma, Iasociedady In poten, paren haber ego tu fi Se aba una news pen, maivads la vee por polarizacin yf ragmentacion SEC at como por la fogemona de los grupos economics Cranes cone! paride mayoriaro ‘lao ext que una ranstormacion tn radial de proyecto cconsimeo eas un cambio fundamental en a ales ple. tica del Parti Justcialsta, que dej6 de apoyarse masivamente sobre el ator carporativosindial, como lo habla hecho trad tdonalmente, para vincularse estrechamente con los sectores| ‘dominantesrepresentados por ls grandes grupos econémicos, Fue esta nueva allan, en fa que se integraron tambien los re- presentantes politcor del neoliberalismo verniculo, la que hizo posble la aplicacdn de ia reforma del Estado, a parte del abantdono de una politica de concertacén socal y dela atun- ‘dn de una gestin decisionisa, ‘Solo tras n perfodo signadlo porls puesta en excena de ix ‘aucraallanzas econémicas (en una primera etapael Ministerio fe Economia fe asgnados in fnclonaio del grupo econdm 0 Bunge & Born) y por un conjuntode planes sucesivos de eta bitizacion econémica, se consoldd en el pasa iberaliracion de 1a economia partir del Plan de Converubilidady la reforms, del Estado, Hlubo ramores de desparamientosyrenuncias, yre- sonantes escindalos de corrupeidn involucraron a personajes dea familia presidencial, pero en 1991 el regimen loge estab lzarse, con laasuncién de Domingo Cavallo en lacartera econé- smicay la puesta en marcha del Plan de Convertbildad. En etecto, cl Plan de Convertibilidad, que acompan6 ls re- formas extructurales, produjo una verdadera tansformacion de las reglas de juego econdmicas, entre ells, la paridad entre fe dolar yl peso, I restricion de la emisidn monetari, la re ‘duccién de las barrerasaduanera, la beralizacién de comercio exterior yel aumento de la presién fsa, También fueron su primidos los principales mecanismos de control del Estado Sobre la economia, en favor de las reglas del mercado, al Lempo que seliberaling la inversion extranjeraen Ia Argentina, ‘Asi, Se loge salir de la spiral hiperinflaconaria apliando tuna severa politica de ajuste de establizacién, complements da por una politica de apertura del mercado nacional alas mm portaciones las inersiones extranjeras Esta estategia de sho Togeé detener la hiperinlacién, lo cual contibuyé a ecuperar parte de la credibilidad ante los mereados internacionales a Sempo que facilis en los primeros aos del Plan de Convert bilidd, Ts ecuperacion econémicaylareduccign de la pobre- 24, Ente 1901 y 1994 la pobrera descendio —lel 473% regis 440 en 1980, en pleno pico hiperiflacionasio—, al 19.7%, pero a no voli6 Jos nivees de la década del 80 (Lozan2005). Por tro lado, el incremento de fa actividad econdmicaaleanzaria cligo%t en 1991, para ie descendiendo progresiamente 29.6% ‘1002, 5,7% en 1903y 5.89% en 1994 (Aronskind 2001, p. 57), ‘Asimismo, fa adopolon de I convertibildad supaso el abando- ho de una poten monetariaautGnoma, lo cual acentué la de pensdonciaesructaral del pats frenteal mercado internacionaly Sis sobreslts coyunturatesy no permits tampoco desarrolla lu nivel de compestvdad sulicente(Salama'2003), "EI muevo oven impuso un modelo de "moderaizacién ex- cluyente”, como fempranamente lo denominaron Barbeito y {Lo Vuolo (19), mpulsnd la dliacion dela economia ya sociedad, Ast rante In déeada del 90, mientras que la Poble ion Economicamente Activa (Mt) creed tn 28%, el desem peo creck 156,3% y el subempleo, 115.4%. La pauta general fue el ineremento de la productidad, con escasa generacion de empleo 7 deteriora creciente de las condiciones laborales. ‘Asimismo, el nvevo modelo modifié la insercion de Ia econo- min en el mercado mundial ya que la apertura ala import ‘Gones condujo a una “reprimarizcion de la economia": en teste contexto las pequeiasy medianas empresas tuvieron grat tes ificltades para afontar la competencia externa, con lo ‘ual ls exportaciones se concentzaron ah donde sus precios Scexpresiban directamente en délares(petreo, gas, produc ‘on agricola) y donde el valor agregado era débilo ast mul (Salama:2003,p.9) En los primeros aos, el cambio de modelo econémico sgener6 una sitnacidn novedosa, visible en la coexistencia de recimiento econdimico y aumento de la desoeupacion. Sin ‘embargo, las limitaciones propias del modelo de moderna {én excluyente e harian notorias a partir de 1995, momento fn eleual el crecimiento se estancs, debido a una combinacién {4 elementos externos (el “efecto Tequila) e iternos (limites tenia expansién del consumo interno), Asien 1995 la propor ‘Gn de hogares pobres sument6 en un 27% (Lozano:2003), Tenirtendo la tendencia decreciente inmediatamente poste rior a la hiperinfiacion de 1989, El nicio de la recesign ila Acompaiiado por tn aumento espectacular de la desocupa neque era del O56 en 1990, pero aleansé un primer pico.en 1906, de 18.8%. A partir de 1996, el pas logré mejorar sus nd ces econdamicos, pero dos os mas tarde, en 1998, entréen un periodo de recesion profunds, que se continuaria durante el breve gobierno dela Allan, ylevarfa al esalido del modelo, hnacia fines de 2001. En octubre de 3001, la desocupacisn pasé 218.8% y two un segundo pico de 21,5% en mayo de 2002, der: pu del colapso de! modelo de convertblidad. Mientras an to, la pobreza salts en 2002 a 54,3%, para descender en el se- fgundo semestre de 2004 al 0%, muy por encima del umbral Fegutrado alo lago de lor 9. 2 proceso de restructracén del Edo fe eri Se sginelmanval de Jonesy Thompron. Un mal fal warse rence evo moc de gestion vcarsteria por lr OR: eceructuracion,Rcingeniera, Remencion, Reina Re. oncepealzacion" Laprimers-R eundanenal, pes con tye el primer paso de a secuencia. Reesrctarar sgn “clminar dela organic todo agua que contnye pore lor al eco © produce saminda a pts, chen o consid As wr problema de In eestctracion fslsterminaion de qu s iminay uv een en fon Sion de lo objets intrecspoltcon de los obiernos” ‘sen Zteer2009, El programa de ajste, sad en In reestoctracin gle bal del tscdo, paso en igor una fuerte redecon del ga public, Is descenraliecton administra ye asad de Eompeteneie (dy educeion) aon eles prov ym scala como una bere deforma oentgas aa dese incigny prtizacion que spactaronfeetemente en a dy alcanee de ls serio haves exc momenta en poder del Exado nacional. Ea comecventn, ls eformascorearon tina sever eformlacion de rol dei Exo ei lion con it economia tn socedad, to cual jo como crv acon. toldacgn de una nuera ete socal carsterizada por una {ere indica de polariaciony por a mula de as ‘lesiguldadex Por oad desteglacion de os meted, = acompaiiada de Ia introduecidn de nuevas formas de organi zaciin del trabajo, produjola entrada en una eraearacterizada por la lexiblizacion y I preeariedad labora y una ata taxa fe desempco. ‘Asis lo largo de ton 9, la dindmica de consolidacién de tuna nucva matri estatal se fe apoyando sobre tres dimensio- ‘nes mayores el patrimoninismo, elasistencialisino yelrefor2z Imento del sistema represivo institucional. El primer rasgo ali {dea las caracteraticas que aus el procesode vaciamiento de las capacidadesinsttucionales del Estado, como producto dela Gristica reconfiguracion de las relaciones entre Lo publico y la privado, De manera mis precisa, el patrimonialismo se vineula con la otal perdida de In atonomiarelatva del Estado, {través del careter que adoptaron las privatizaciones. Recor ‘demos que ladinamica privatiadors envolveri vastas reas del estado, Agreguemossexto que a princpios de los 80, el Estado ‘estaba presente de manera parcial o total en aproximadamente ml firmas, aunque solamente 14 de ells (entre las cuales est ban ve, Segha, Gas del Estado y Aeroliness Argentinas) repre- sentaban entre dos vercios yes cuartos del total de la actividad tcondmica de las empresas piblias (Margherit:2000,p. 50) Certo esque mchas de eras empresas tenfan una pobre per formance econdmea, graves problemas de endeudamiento y prestaban servicios exda vez ms dficitaries,aleindose ast {el propésto socal que habia guiado su ereaciin, No menos tierto cr que entre estas distrsiones iguraba el hecho de ha- bperse convertido en un espacio de prebendas para el secto privado, proveedor de servicios (la Hamada “patria contratiy ta"), como de afirmacion, muchas veces cientelar, de los po- dleronoesindicatos ‘Gran parte de la estrategia de legiimacién desarollada por el nuevo gobierno y su aliados apuntd entoncesdess- rear el rol monopélice del Extado, augurando que la ibe tad de mercado aregurarfa la efcienciay la modersizacion, sin nnecesidad de que se implementarsn los controle propios que feaueria un modelo semestatsta, estancado y corrupto. Sin mbar, la Forma que adap el proceso de prvaizaciones «> tuvo lejos de correspontere con las allsonantes declaraciones ‘que postulaban la aociacin natural entre democracia, merci w doy globallzaciin. Antes bien, el proceso de prvatzaciones int plied fa dstruccién de las capacidades estitales, ast como la Eonstiucion de mercados monopalicos,paraddjicamente Fvo- recidon por In propia proteccion esta, que terminaron de asequrar, por media de condiciones ventajous de explotacion, ln obtencion de una “rentabilidad diferencia!” (Notchet'1998; Basualdo:2000). Una de las caves del perfodo, a saber, la ripida conformacién de tn nuevo entramatlo econdmico, suerte de “comunidad de negocios” (Bansaldo:2002) entre grupos eco ‘némicos nacionales y empresas trasnacionales,aoctados en la stdquiscibn de empresas etataes privatizadas, fue posible grat asa lacorrupeién ycooptacidn dela clase polities local —eo- smo lo eflejan los grander escindalos denunciados ao largo de tuna década—, as como por la fuerte imbricacion preexisten te entre el equipo econémico rector, con los grupas privados Por iltimo, no hay que olvidar que durante el proceso de pri vatizaciones, el Estado generé huevas norms jurdicas, que Exorecieron la implantacon de eapitalesextranjeros, al det po que garantizaban la aceptacién de la normativacreada en los espacios ransnacionales, como el Centr Internacional pa rael Arregio de Diferendos Relatvor a Inversones (Ab), de pendiente del Banco Mundi "En segundo liga, en Ia media en que las plitcas en eur so implicaron una tedistrbuci6n importante del poder soci! {generando un contingente amplio y heteragénco de “huevos perdedores”), el Estado se vo obligado a retorrar las extrate- las de conteneién de fa pobreza, por lava dela ditribucion —eada vex mas masva— de planes sociales yale asistencia al ‘mentaria las poblaciones afecadas y moviiadas, Ciertamen- te, recordemos que desde fines de los 80 la accion extatal se fencaminda reformular la relacicn con las poblaciones mise favorecidas por medio de una accion politica mis localizad y barra orientada ala gestidn de las “necenidades basics ines tsfecas" De esta manera, el pasije de ia ibrica al barrio fue consoldndose a partir dela articulacin entre politica sola les focalidas y onganizaciones comunitatias los primeros en sayos de asistencia alimentaria (impulsada por el gobierno radical y Ios diferentes gobiernos provincales,en manos del Justicia, a fines de los 80), fueron seguidos por una politica dle syuda social que Incr asaya nfancia. sos proce see sRiton a pola en nein del menor bara Seu de la oguninacn y diribién de recuse al seats Co expresion parlgmsties eran lr maneane Bee eo' prone de Ducnos Aves Finalmente, durante fa [Sista fads 00, en aencade carte deereacon TEC oeupacion forma ton gobierno argentinos se aboce TES gpetenar de manera mis steratin ma seie de rotate emergencia acupaconal qe contempt fe lege de naiios nonetrn «cambio de na contapre wiGmatonten preyecos de tees pba o social des SSelosacontency al menos parciamente, ellos que que TEngh cacti del meseao dewaajo ye moivaban tances nepientenngateacines de desoespades Lossi- Sestroprantamacioney como el Pan Trabar Hy, SE Euste nactonal os panes provinces, como e Batios Tonacremes nfcommrcersnament ls atales Planes Je Teeter Hogar ans instanton carcersicon de eas tsunleyar asec imeem gare Estados encaming hacia le foresee tel sstema fepresofsitiona, apna st Got de aspoblaionce pres yal repress yerimialee Mine sontten socal ene ats perdi deitegracion senses setticy et erecenve mento de is desu, fo sents consterablemente ss poe de pot 1 eat trcomo conseuuenenun progresiadelzamiento hacia un Eerae Soya Ea rag, que sctnimenteconfgora Tordercerace ninoamericvas, no debris er dessin Uc ncmergencia de noes onteras pole juries, en rela Sn-cnecouse con attain Ge a conrad soil {ucapume fa criminaizaion de verse eategrts sodas deSijtenespobresy minora extranjerss, hawt organic: ‘en polticosou als vied En rigor el proceso de reestrucuracion del Estado me: diante la prvatiaciones tavo dos etapas. La primera se ex: tendié desde la asuncin de Menem hasta principios de 1901 y ares Ia transferencia 1 manos privadas de la empresa telef>- hica (Entel) Toe transporter agreos (Aerolineas Argentinas, ambos comversdos en eawos eemplares. También en esta pric Inera fase se dio inicio a otfas privatiraciones, coneluldas mis adelante, que inclayeron la red Wal, cartes Je television, ra dios, reas petoleras, polos petroquimicos y lineas de ferro- ‘arrles. Esta primers ola de printizaciones fue acompanada por faertesconfictoslaboraes, entre los que se destacaron 1s Iovilizacones de ls rabjacores telefnics y Tas dela come nidiad de San Nicoliy, liga a la empresa Somisa. Por su parte, segunda etapa, seg consigna Margheritis (2000, pp. 94-55), bares" prvatiracign del servicio elecrico,gasfero, de agua Y eloacales, asi como tambien el resto de lor ferocarriles, las reas petroleras remanentes, [a firmassiderryias, alrededor ‘de500 edifiios publica, la red de sbterrineos de In ciudad de Buenos Aires algunos hoteles ibrias militares la junta nacio naly loselevadores portaris de granos, el mercado de haclen- {4ayel hipddromo, En 1994 conch Ia eforma del sistema ni tional de seguridad social y In trinslerencia de tansporte ‘maritimo, la eaja nacional de seguro y la corporacién agree 1a nacional, Dada sus especiticdades ysu ubicacion temporal, a venta de vr puede ser considerada un caso intermedio, ples Feiine caracteristieas de ambas etapas del proceso privaiza- dor. Esta segunda fase extvo menos marcada por los conflc- {os sndicales que la primera, entre otras cosas debido a que el Estado prometi iadivtribacidn de aeclanes alos tabaladores, fgarantzando —en clertoscasos— una participacin de ls sin ticatosen el proceso de privatizacidn (Torve:1998, p. 76). As mismo, necesario es decir que a partir de 1901, las expectativas ‘sconsmicas yu eran otras, pes el plan de exabilizaion imple tentado por Cavallo habla logrado detener la inflacién y no fran pocos los argentinos que habian interiorizado un discur- to critica —y hasta vergonante— respect del rol del Estado, Adhiriendoal consenso neoliberal 7 “el impacto social del desguace del Estado sobre el empleo fue devasiador En cifras absolutas, ise consideran so lassiete fmpresas nds importantes del sector (teléfonos, correos, rans porte aerco, gus agua, energia y wansporteferroviatio), hacia oss hate 243.354 empleador del sector publico. En 1988, se hhabian reducido a 75.770 (Duarte:2003, p71). Por lo general for despidos masivos se combinaron cow planes de retro mas fo menos compulaivos, implementados en un lapso muy bre- ev durante el periodo previa la privaizacion, cuando le prsas eran delaradas sujetas peiatizacion", De esa manera, ‘Sc habiltaban planes draconianos de racionalizacin, en manos dle todopoderosos interventores que respondian direetamente SlPoder tjecutivo, At, entre 1991 y 1992 la reducen del em pleo perjudice mada menos que a 100.000 trabajadores del sec {orpiibico (Duate-2002, p75). Ts importante subrayar que este proceso afecs directa & indireciamente comunidades enteras, como lo refleja de ma nheraparadigatia la privatzacin de las empresas productivas fll Fstado, Eemplo de ello eselcaso deve Vacimientos Petro- IiferosFiscales), que desde su ereacin en 1822 hasta su private sein y reesucturacion setenta aos mls tarde, Tue el motor Ae desarrollo de vasis economias tegionales. Mas ain, YF, la ‘emprest productive estatal mas grande del pals, construy6 un Smnadelo Ge eiizacin teretorial” pues la modalidad de ocr pacion del territorionose cccunseribié ala ola explotacion de fos recursos natures, sno que inclayé en todos los casos una fextensa red de servicios sociales, recreaivos y residencies para el personal permanente (Rofinan:1999, p. 199). En este Sentiio. apr era un verdadero Estado dentro del Estado, pues el trundo laborl de la zona explotada, ye manera mis extens, ‘leonjunt de la vida social extaban esructarads directa o in tirectumente en torno de ‘En 1900, la empresa, que contaba con 51.000 empleados, Juego de un aeelerato proceso de reestrucuracién que incu ‘eit voluntaros y despidos,pas6a tener 3000, Ello reperes- {issobrela actividad eeandmica ye empleo: por ejemplo, para {lease de Mosconi y Taragal (provincia de Salta), el rei de fr en 1995 implits una cada del 79% de la actividad petrle fqucasu verse tradujo en ua eaccién del 75% en el empleo (Svampay Pereyai2005, Por otto lado, a reestructaracin in plied chasdexnantelaiento de ts actidad econdrin de Smpliossectores de Ia combnidad,cuyos seriios staan ‘rletados tao ala empresa como al personal de wr. Exo re: tela Ta ausencia de una estrategia de reconersén producti ‘lon dor nivel esto en, rexpecto de la sona,ltegralmente flependiente de Ix accion teretoral de, ytespeet de los proplos tabajadores,cuya evabiidad labora y oportunider {lex de vida aparecian indiocablemente liga —en muchos ‘un, dee hacia varias goneraciones—a la empresa cal ‘Asien mayo de 2001, mientras que a asa de desocupacion en iow aglomeradon urbanon de NeugutsrPlier era de 152%, «en CutralGo yPlza Huineul, ge del economia petrotea del fone patagéinico alcanzaba ef 38.5%. Au ver, nents que en Salta capital la desocupacin er del 17.1%, en MoaconiTae {aga aleansaa el 42.8% (Seampay Pereyes: 2003) 2 fugue sin las dimensiones desu par peteole, la empresa Somisa (Sociedad Mista Siderurgia Argentina), ratieadaen el te San NicoleRerallo, conocd un proceso simi Como onsigna Petal (2000), entre 1991 y 1092 €1 905 de wh tua de 12000 tabajadoresquedaron sn empleo. Al igual que en tlcao de YP, areestuctracin se realiz6combinando ein Yoluntaros y despidon. El impacto sobre la tara de desocupa {hom aera cn egtn (16%, de lon cuales D5 eran despe dios de Somisa), at come sobre lade sbocupacion (13%) ‘ons quel, Ammo la cost de te pro ‘ee hiceron vibes en el aumenta dea proporion de pleo precarioy en nego. Aqu también la susenca de una pla hifcacon yuna estrategia de recanversin ccondmica hia gue pate de las ndemnizasones desemboraraen emprendiin- tos comerciales indviduales(oncon, remiteris) fuera deste tau consumo yadguscin de bienes (compra de atomou tes, casa), Poco tempo despues, gran parte de los comercos ‘ar acorn parte de in bee ro vendo ferocupacion coment a tepar a tas ty superior espce- Aodelrestodelpais Yreneresee For otro lo, el proces de ajuste restructuracin des ‘ord ln esfera del Estado, pars alcansa la totlidad del mer cio de wabajo, por medi de wn conju de eformasaborales «qve implica la *reformulacn de las fomterasinternas del ‘Miajotaslariado” (Palomine:2005).Dichas reformas trajeron Sparejado cl desinantelamiento del marco regulatorioantesior, Tindado en los derechos del trabajador y el poder de negoci ‘ibn dels sindicatos. ‘As la implementacion de un modelo de acumutacion exible produjo una extractracién diferente del mereado de tr Inj, reficjada en la mulplicacién de las formas de contrataciin {empleo sutdnom, tercerizai6n, subcontratacin trabajos tem onatog) Elo se hizo efecuvo en 1991, gracias ala sancion de Iitey21013 0-Nueva Ley de Empleo”, que conilew un cambio tn elmodo en que el Estado intervenia en la elacin capitara bijo. 12 ley reconocta la emergencla labora al tiempo que planweaba tna doble etrategia por un lad, la lexibilizacton Ja eontrato de trabajo formal ylaereacion de “nuevas moda Tidades de contratacion”,destinadas a faciitar la entrada y sal (dadclmeveado de trabajo; pore otro, el desarrollo de poltica Soclals compensitoria, Ext ly edo asiismo ls pores pa- UMomales» lseyuridad social, modified las normas sobre atc Uentes y enfermedades laborales y efe6 un seguro de dese pleo que cubria silo certs sectores de! mercado formal. Las Feformas incluyeron tambien un decreto que incentivaba a leseenwaliacion de la negociacién colectvay otro que im plementa el aumento por prodctividad, De eta manera, en la ccada del 90 el mad “costo laboral” bajé un 62%, seqin las estadistcas oficiales del Ministerio de Trabajo. Por otro li tio, se observe también un notorig aumento del empleo no re- fgatrado, que pasé del 26,5% en 1080, a 35% en 1999 (Decca Fix2002),y del subempleo, que en 2001 alcanzaba el 16.3% Undee). Pese alas ersens programatcas, esta politica labora tenconit continvidad durante el breve gobiemo de Ia Alianza, fom la promulgacion de a polemiea ley de flexbilizaci6a labor fal, que vino af aconfirmarel cambio de ls reglas de juego en las elaciones entre el capital ye trabajo. ‘En fin, la precarzacton bora fue compafida por nuevas formas de contrition, las cuales se dfundieron de manera ‘ertginosa por medio de lox contratos de “prestaciin de servi “ow lantoen el dmbito privado como en el public), yl deri actin atereroso externalizacin (extendida sobre trio en el sector industrial y fas nuevas éreas de comercalzacién). Una Ge as consecuencias de este fenémeno fue lnemergencia de un “derecho del trabajo de segundo tipo" (Palomin'2008), que feet la capacilad de representacion y de recutamiento del ‘ncvimiento sindical, Missin, estas Wansformaciones, opera ddaren un contexto de ajste de! gasto publico y de desindus- tralizicin, aceleraron notablemente el proceso de quiebre del poder sindieal,reorientando sus fines lmitando su peso ‘specifica dentro de Ia sociedad, y acentuaron el proceso de te- ‘torializacion dela clases populares, visible en elempabreck tniento ylatendencia a la segregacidn socleespacial MODERNIZACION EXCLUVENTE ASIMETHIAS REGIONALES Eldable proceso de modernizacion yexclusén que afeets al sitema econdmmico nacional e reprodujo en cada una de las Tegiones que lo itegran (Rofinan-1090,p. 228). En este venti {ola politica de apertura econdmica signifies el desmantela miento de la red de regulaciones que gavantizaban un Tugar a las economias regiontlesen la economia nacional. Como aft ‘man Vaca y Cao (2004.76), esta politic traduefa una manera diferente de concebir el espacio geogrlico nacional que des- plasaba ia idea de ut modelo global de terrtoro subsidiado eae el Estado nacional, ala de "terior efciente. En com Secuencia, ln vablia o inslabilidad de las econornias regina les paud a medirse en Fancion de la tas de ventablidad. Dicha politica mantivo las asimeteias regionales preexstentes, al tiempo que conllevs a ess y desaparicin de actores sociales ‘inculados a anterior modelo (economlas regionalesigadas a ‘empresa extatals, pyznes, minifundies) y en muchos casos ‘condujoa la teprimarizacion de la economia, a través de la ex: pansign de enclaves de exportacin. ‘Asuna mirada nacional del impacto que tvieron el jus- tela puesta en marcha del modelo neoliberal requiere sin d- fda dar cuenta de sus dimensiones regionales, Para ello, podemos tomar el informe del pxvb (3008), el eual establece tres gran tes zonas econdmicamente diferenciadas: en primer lugar, ua ‘Area ental de gran desarrollo econémico, que se caracteriza por Ia existencia de “economéas urbanas de servicio” (ciudad ide Buenos Aire), asf como por la existencia de “estructaras ‘econsmicas de gran tamaho y diversficacién” (provincias de Buenos Alves, Crdaba y Santa Fe), Aqui el proceso de moder nizacin exeuyente desembocd en una dindmiea de desindue- tealizacin, que fue acompafads por la concentaci erecente de ls actividad econdmica en manos de grupos privadosy et presat moltinacionales,Clertamente,el proceso de reforms ex Tructuralimpulsé un dinmien de fragmentacion y expulsion ‘que termind arrasrando a sectoresFuertemente ssalariados € Integrados al meteado formal, dems de otras franjas de wabs adores vinculados al era informal Ensegundo higarelinforme alude aun Ara miei confor: mada por las provineas patagonicas (a excepcién de Rio Ne- ser), caracterizaae como “estructura productivas bass en ‘luso intensivo de recursos no renorable”. Lo notorio aul et Ta presencia de grandes empresas mulinacionales, beneficadas por el proceso de privatiasion, vinculadas ala explotacioa de hidrocarburos. Este provincia, que presentan unt baja dens: dad poblacional yun ingreso per capita mayor que el de otras provineias,suftieron sin embargo los efectos det pasaje de un Imola de “lira tersitoril” (como el que enearnabs Yi), ‘lun esquema de explotacin mis ociado ana economia de ‘enclave liga a Ins exportaciones, ayo beneficoe ifeilmen=| tellegan a derramarge sobre el conjunto de los actores sociales delazona (Rotinan:1008). En tercerhigar, se encuentran las provncias del Area pif rica, que se mantinen rezagadas en términos de crecimiento ‘ccondmico, mie ali del desarrollo de ciertasSreas marginale, Tigadas a la expansion dela frontera agricola (produccion de soja eransgéniea) y minera (Rio Negro, Catamarea), que en los ‘timos afios ha movilizado inversionesmillonarias, Estas pro: vincias se caracterizan por un deterioro econdmico mayor que tle otras dress del pai, luego del decreto de dearegulacon {de 1991, aun si uno de sus rasgos mayores es el peso (e incre- mento} del empleo pablica, como vnble herramienta de con tol polfico. Ene ls provineas perifricas tarmadis, lt forme incluye a Rio Negro, Entre Rios, Tucuman, Salta y La Pampa, donde ve detecta la comvivencia de ncleos de expota- ion econdmica tradicional con desarollos mis modernos (agroindusta). En este mismo grupo, pero con indices mas clevados de desarrollo humano, se cluyen Mendoza y San Luis Por ulimo, en et grupo de las provincias perifrias ra [Redas,caracteriradas por fuertesrigileces en su sparato pro- ‘Suet, estin Misiones, San Juan y Jujuy mientras que La Rio- Ja, Santiago del Estero, Corrientes y Formosa, presentan un ‘marcado retraso productivo y empresaral. En cuanto a Cats rmarea, pese a que en los dios adios presenta un desarrollo Iminero importante, modelo de explotacion econémica sigue Ia linea tipiea dena economia de enclave En cuanto a las faeries asimeuas reonales existentes, el informe ctado sefala que “las dos juriedieciones de mayor en vergadura (provincia de Buenos Aires ciudad de Buenos Aires) ‘dan cuenta det 59% del total de producto bruto geografico, Les figuen, en dimension econémie, las prowincian de Cérdoba y Santa Fe—alrededor de un 8% del tot, cada una—y Mendo- ‘73, con una partcipacion de cai 4%. Faas cinco juriaicciones, ‘donde resid aproximadamene el 67% de la poblacién del pals, generaba cerca del 85% del producto toa. El resto dels Drovincias (19), aportaba el 15% del producto bruto interno y ‘ada una de elas tenia una dimensin econémica inferior a 10% dela provincia de Buenos Ares” (N09:2002, p. 82) Por otro lado, tengamos en cuenta que el proceso de mo- dernizacin excliyente implics Ia introduccion de un evo modelo agraio, que trajo sparejados grandes cambios en los sistemas de organizacian y exploracién tradicionales, Gero esque] auewo modelo taj consigo aumentos importantes de Ia produccin y la productivdad, Pero, asimismo, esta politica fect severamente a peque'ios y medianes propietaios, avo- reclendo la concentracion de la produccion en unidades de ‘mayor tamatio (Teubal y Rodriguez2001, pp. 75-76). En reale dads posbledistinguir tres procesosque,en gran medida, re fcjan en sus diferentes aspectos las dimensiones inherentes a ‘modelo neoliberal aplicado al sector agraro argentino. As, en primer lagar durante os primerosafios dela década de 90, el dix {uso oficial se centr en dos ees: In modernizaion, mediante In incorporacién de nuevas tecnologia, y la compettvida, ‘mediante la produceion en gran escala. El modelo estimulaba w alpequeio producto a endevdarse bien aceder (vender oat {Guia la lerra aloe grandes productores. Una de ls conse- heneias de ello fue la desaparicin de numerosas pequesasy tmedianas unidades de produccin, lo cul supuso la modifica Con de la estructura agraria tradicional, anteriormente asada ten la convivencia ente ls grandes unidades de produccién y ia produccién minifundista (62008). AI mismo tempo, la cts ene] campo se expreso también en la expansin de la phi ‘actividad, pues lov ttularesytrabajadores de las explotacio- hes comenizaron a desirolla actividades fuera de éstas (Mur ‘81998, p. 230). En undo lugar, el proceso de apertura econémica posi Dilits a introducctan de nuevas tecnologgae (vemilla tanaye nica, asoclada lasiembra directa), que modifcaron bruscamen: {eel modelo local de orgunizacin ce Ia produccin,orientada ll mereado externo, Estas innoraciones impicaron un gran de ‘Srooo del sector agroimentario, ue increment6 notablemer- tela produceiin de sja transgenics, colocando a la Argentina entre los primeros exportadores mundiales. BI salto en la pro- Guccisn (a “sojiacion” del modelo agrario argentino) se dio a Fines de los 0. Actulmente, cai mis del 50% de la superficie sembrada de le Argentina xe culvaublizando ls nuevas tecno- Togias (sang 2003, p. 431) Sin embargo, el impacto socal de la inroduceign de estas nueras tecnologlas no puede ser mini: Inizado. Un inforine elaborado por Mora y Araujo (dado en ‘Trig o l:2002) consigna que et nimero de explotaciones se fedjo un 39%, de 176.000 116.000, con un incremento en la hiperficle media, que pas6 de 243 a 857 hectireas. Asimismo, Tas tccnicas de sembra directa dismiyeron entre ua 289 un 137% el ws de mano de obra (c#3:2004, p. 112), lo que geners lun fuerte éxodo dela poblacisn, En tereer lugar, en los stimion aos sea registrado Ia ex pans de las fronteraeageopecuariasy mineras, pes esas act Nidades tienden a radicare en ls areas marginale del pas. As, ttre 1903 y 1909, la superficie total sembrada de soja crecié ‘as un BORE; pero en Entre Rios se inerement® en un 809%, y ten Santiago del Estero, nun 161% (Biang-2003, . 416). Fstos pprocesosafectan sobre tod alos campesinos ya is comunida Ses indigenas, quienes "ven tambalear sus derechos legales © conauetudinario” yestin en el origen de desilojosvolentos, Tesados a eabo por los nuevos y ej invesores ~como Ls ‘empresie ojerat @ os ingenios azucareros (GER2008)—, €n muchos eats con laconnivencia de poderes localesy/o prosin- ales! Por uli, reclentemente, I expansion de a fronters ‘miners, lleada seabo por empresa asnacionales, ha genera: ‘do miiples moulizacones multisectoral en defenea det hit bitat, que cuertionan el desarrollo dela mineria tea Durante la década del 90 asitimo al final de a “excepcio- nalidad argentina” en el context latinoamericano, Mis all de lasasimetrias regionalesy de Insjerarquiae sociales, xta"excep- peqeon Productore agrarios (case media sutGnoma). Tambien "nto que us anode lx lanes median, como empleadosy profesional ligada ov sericor sociales lon nuevos sor Fie de ronsumn (oc, expuchniento, publicidad) gracias 3 Sts elifeacones endicron x conser aus pencones. Port timo, aunque comparatamente minorarion exe) coado de tos janadoes" de ascacs media se evonseuando divers frupossocsescompuesios por personal ealifado,proeior its imermedianoneeatelconsuocladon al dbo prado, ‘Engram partevinculadoralon noe se¥cos ef, aa ae “ix que englobari, por encima de ls diferencias, tanto alos sec: ores mediosconsaidados como a lonsectoresenascenso ees manera, la entrada en uma sociedad exchayente re formalé la daléetica entre estructura estrategiasen elseno de Ine clases medias. Porn lado al tastocarse sus condiciones ob Jetvas de existonci, la clases media empobrecidas debieron fesarollar nuevas esrategin de sobrevivencia, basadas en [a utlizacion y potenclacion de competencia cultralesy sociales preexistentes, para volver vneularse con el mundo socal. Un fxforzada trabajo de reinclusin que conllevaria tanto un duro Sprendizaje como un diseurso amargo sobre as razones de st expulsion del colectivo de las clases media. Por otro lado, para fom sector de le cates medias consolidadas yen ascenso, ls & {ttegias de inclusion en el nuevo modelo apuntaron a una bis ‘queda de la distancia, no sélo respecto de los sectores pop tes sino de las propias clases medias empobrecidas, mediante ‘SRlare ors parte desde estoy, la positon cond a la exa eer cfa de los gos pleboor del peronismo. Eso imo se ‘Mie'uutle tanto en Ia apelecion a a cera del taba ¥ Uireames come muy eapcialmente—entel lengua her eo icomectaa del peronisme con relaign sa cultura ofa ‘Odors cat plea un tasocamiento de Tos supuestos com (Cititntera ls rlaciones voce, las formas de eferenlay (eee soe el ‘orden natural de Ts coms’ y el sentido ‘Rltstimtende lenowscetoressocale” Gamess990) aun cuando es posible halla elementos ‘comunitarios y classtas, hizo improbable una praca de a concen ctredimensones. a See coasna ractn petra, npracones de conmue sop cera erase te seb chemetens hie emee “Ei tegen aterm era en vos eran wh las clases medi seografic a aria at emer imple nacimento de una vedas comida pop on un estilo de vide propio, esto es, la constitucién de un grupo social cerrado y atamente combat, comma en el caso paral ndtico de la clase obrera inglesa™ oe consolidacién de valores fc a ‘trabajo; la segunda apuntaba ala fi ‘o eee disetneeie rane ‘en ejercici acto de Tos derechos del trabajadory del veguro SE por medio de las obras sociales) como el mantenimien- sey el etorramiento de prineipis asistencia yclentelares (dino sparcetareflejado en las provinelas del interior oa tra (elute ta Fundacion va Peron). Sin embargo, la figura del po- ‘ese constaua como una protomgacién cat watural de la ima fon del spuebiovtrabajador’, pues abi donde la intervencign etal dellFetado se manifesaba como insufciente, la benef [Chea emengia eon el fit de colar tales vacios sociales. Peto fhientras que el Estado reulador se erigia como mecanismo Nmpesonal” de sedistrbacion, la beneficencia guardaba ws ‘ardcter personelizadey diserecional. La posterior crisisy que he det bases industrials del peronismo potenciaron sin ‘ida fo elementos claramenteasstencialistas, ya presentes en late original ‘Crertmente, la desartiulacsén del mundo de Tos trabajse ores anos, inciada en Ios 70 y consunada en tos 90, ajo “arjuon profundos cambios en la experiencia popular pro- fat, Reeorlemos que, Bisieamente el peronismo feel gran Tenguaje politico que permits, desde ln experiencia popular otetiar (a tees mediante ana caltura plebeya, otras veces thediante las referencias igualitarias) la yerticalidad del ineulo Metal Deate 1945, pasando por el large periodo de prosrip- ‘dm potfucay aun durante lo 80, con la primera gran derrota Elect det Partito Justicia, e peronismo continu siendo “hlocsectores populares una exructara activa que posefa la pci de organza a experiencia cotidiana, ala vez politica Piprada. Sin embargo, durante 1 90, el peronismo dejo de 12e principio de articulacion entre una identidad obrera un Scntidiento nacional yuna conciencia popular. Cada uno de Ctosclementos ve debiltindose ydisociindose de Tos oto la ‘cnuidad obrera,elatiamente debilen la Argentina, ent en (ess com Ia ransformacign del mescado labora, la precaria ‘Son y la inestabilidad de hs uayectoraslaborales, El sent {hienzo nacional Fue diluyéndose, en tanco yen euanco las de Tndas populares no encontraron correlao en un programa Se polities publics, que spuntara ala integracion socal y na ‘Gonal Ta conciencia popula fue desdibujandose a medida que lnheterogencidad vial fae muliplicando los registros de des sad, y que dvones idols comenzaron reduc i dtcencas pect dea implementa de poles, Scestoncs de orden cco en torn de un inko modelo sci ‘condmic. En fine peroniamo fe perdienda capac ere oe dcr dimensiones de experienc socal Y polite. De ena mancra, djs grauamcote dese un mec iam activo de comprenstn de lo soi x parade ual fos ‘sctores populares ithian la doninaciny ts a a a Meraconsesalyplebeya de verel nun “desea para ‘ince wen dupont de conta y domsinscOn poticn de lonsccores populares por medio de un ferntesy nue for ‘ude nrvenn rol Yea eons sean DESCOLSCTITZACION V TRANSFORNACIONES ELA SUBIETRIDAD POPULAR ‘A panir de fos aos 70, a dinmica desindusriatizadoray clempobrecinieno del mundo popu rginaron wn proce fo de desoletvracion, que fue taductendose en protundes ambos dentro del ted socal popular Exe proceo, que Meet alncasestrabajadorsagentinas, nooeieisen use: Cuenca net sino mas bien fue desarrolln dose en eiferentes feo oe Aso nding doles Profundasmptcanca ano en el plano objetivo como ene bjevo,en el nivel sora commen lest : Tr primer lar, desde un punto vista objetivo, para wn secon on tones mens actor dence ra dora formal (Beecara2002,e proceso de deseolectvirscion fvranes en 1876, con a Gime dletadure military se fe ace ‘anda ao largo de los primron yoblernondemocrtcos As ‘yen exe piel, no fueron pocos os abaadores qu ve Fon exculdos del mereado formal, y que comensaron 4 dex Plazarsc hacia atvidades propia del sector informal, a partir te abajo por cuenta propia en reacion de dependencla En términos de accion cole, ete proceso de paupersacion dels cles populares aparece tustrad por las tomas legs. les de irra anentamienton), que se desarrollron dete fines de a dictadura militar y durante los peimeros afios del go- bierno de Alfonsin Ahora bien, como sostiene Denis Merklen {2001, 2005), los aentamientos expeesan la emergencia de tina nueva coafiguracidn social que pone de manifesto el proceso de inseripeldn territorial de ls clases populares. Li- fgadas als lucha por vivenday los servicios basicos, esas c- Sones fueron comstruyendo un nuevo marco ya la ver, un tnuramado relicional propio, cida vex mas desvinculadas del ‘mundo del trabajo formal. Una de las primeras consecuen- Chas de esta inseripelin territorial que el barrio fue sur fiendo como el espacio natural de accion y orgamizacion,y se Comin en el lugar de interacién entee diferentes actores Sociales reunidos en comedores,salas de salud, organizaclo hes de base formales informales, comunidades ecesiales, tn algunos casos, apoyadas por organizaciones no guberna- Inentales En fin el sargimiento de nuevos espacios organiza- ios dentro del barrio conocié un nuevo limpulso, aunque fagaz, durante los cos episodios hiperinflacionarios de 1989 11090, visibles en la proliferacign de olla y eomedores popu lares ‘A eta primera ola desindustriaizadora, le sucedié una se- sgunda. ya bajo cl gobierno de Menem, a partie de 1990-1091, a izle i inplementacion de una serie de reformasestructarae lesencaminadas a sbri la economia, privtizarlasemprea pie bicay descentraizar la aeminiracion pablicay controlar la ‘mano de obra mediante la Dexiilizacign labora. Fsta seu Ga ola, de cardcter mis vertginoso y general, afect6 tanto @ los trabajadores del cordén industrial del Conurbano Bonae Fense,en donde residian gran parte de la Semas industrials {del pais, como a los empleados dependientes de la drbita del Esti, Durante este periodo, los indivdhios tendieron a bus- far un refugio en las aetidades informnalesy precaras, acer Sando con ello fa inestabllidad de las rayectorias laborales. En parte, sobre toda en las provincia, la dinimica deseo. lectivizadora fue contenida por el aumento del empleo pil Co (Becearia:2001) y la disribucién diserecional de recursos Drovenientes de los 47W (Aportes del Tesoro Nacional), Este momenta se caracterio también por intensos procesos de mo- Viliacincolectiv, sobre todo eneabezados por los empleados del Fsado, los docentesy los jubilados. La mayor expresién de ‘estos conficos fe sin dda el “saniaguenazo" estado social ‘curva en 1903, que promovid ln intersencicn activa del Esta ‘do nacional, el cual dstribuys ingentes recursos exes empleo piblico. Por tikimo, en 1995, con el “efecto Tequila", se iniié una tercera ola, que abris una mera etapa de criss econémicay de Semple. Sin embargo, la reeesion ecanémica se insalé sobre todo partir de 1998 (Bay6n y Saravi2002), lo cual terminarta poracclerarel proceso de expulsion del mercado de trabaj ye Aumento de la inesabildad labor. EI perfodo sefala también Ta emergencia de nuevas formas de resistencia colectiva surgidas enelinterior del pas, donde se producen los primeroxpigetes Yel levantamiento de comunidades enteras, que luego deser Docarin en el surgmiento de un conglomerado de organizacio- nes de desocupados® Ambos procesos eacontrarin ua nea theta deteren durante a eri de 2001 2002, El proceso de descolerviacin fue diferente, seg las r= fiones y las province, As, mientras In desinchistalizacién toc6 tempranamente los grandes poles de desarrollo econdmi 0, como Cértioba, Rosario y el Canurbano Bonaerense, no Cedis lo mismo en ciertos enclaves prodictivos en el interior del pais, que fueron afectados mas tarde, en los 90, a rar del proceso arelerado de privaiacionesy la crisis de as econo Fegionales, No por casualdad, los panes piquctesy moniliza- ‘ones tsvieronlogar en las Ijanas locales petraeras ( lualCo y Plaza Huineul, en Neuguéas Moscon! y Tartags, en Sila) ali donde la experiencia del desarraig fue vertiginosay radical, visible en el brusco desmantelamiento de Tos marcot cultures y sociales que habjan orientado la vida de varias ge- neraciones de trabajadores ‘Asimismo, este conjunto de transformaciones se insert en un escenario lahoral que da cuenta del aimento de la product- vidal producto tanta de la modernizacion teenoldgica como de Ia ostensible reduccion de los coton de la mano de obtay través del deterioro de las condiciones de trabajo, va la imple- rmentacisn de la exibilzacign y la preeariedad labora. AN, como sefiala Beccria (2002), la mayoria de los nuevos empleos reados en los M0 se caraeterizan tanto por It precariedad, a camo por su escas 0 ul cobertura socal ydesprotecciin pean as monedas para la cereca of entrada a recal, porque pleman, con alin ertrio de realidad, que no po. {vin eneontrar tales ltertatasen ninguna version dea po Ica organirada tal cal extd estructura on fa Argentina ontempordnes" Con nis eta, que ade a barrio lay pelea alejera, at oposicin als pole el rock cchabén Ett eos de encarnar tna mia de "ganadorer> Mas bien ligual que cl tango, es un stmo musical que evoca alos "per. edores del sistema, a Ine vctmas nee de wna reese {uractén social violins, abrapta y traumatca™ (Semin y ila-1980,p. 249251). Por ultimo, bien vale la pena subrajar el cardcter ansersa (cles populares y clases mei) de sta mises, que engloba una redrca smbiguaycomestaaria instante despolizada (donde se unen cl echaso alos pol cosy una aettud amtissiem), si com estos rockeron mi disimiles entre si. af Difernte-s el caso de los rtmos “bailanteros” (cumbia, cvarteto, “eumbiavller” ente ots), euyos mors Se apr Placiin, depend del sector ocal de que tte, Los sectors Imedios(o,excepeionalmente, los sectore ton) sue real Zar una apeopiacn de segundo grad, ue leva imple un reconocimieme (el carder fexivo de i mis, igo. Puestamente-a su origen plebey) yaa ver, unatoma dedi tind, donde perbtee relic eigmatcar wearer de Ikea "ler propia desi tei), ‘Una atencin especial merece el enomeno de a “cumbia villera,genero strgido fines de Io. 89, en el Conurbano Bo. Maerene, La “cumbia vilra” een ritmo poplar ran que regia una inlucncia dela cumbia colombian y del grey, muy especialmente, del rap nad hs expresiones mas i portantes de la cultura urbana de Io scion excise at seciedadesactuales— Sein Elisa Martin (2002, p. 26), sierup- (Gn reciente, seyuica de una gran mediatizacion, ha generado diferentes lectus: dende aquellas que la consieran un dscur So de los marginales prontamente abworbido por el mercado, 9 luna expresin de In"decadencia moral yeultaral del pais, has taaquellos otros que romantiran la acttud derebeldia que con Teva en continuidad con el sock chabén o arrial ‘Desde esta perapectiva ln “cumbia villera" —peve a su ca- rier no slo pops, sino marcadamente plebeyo no pue de ser imerpretada como un movimiento de resistencia cultw- fal, ext es, como na expresién de los sentimientos de injusticia y desigualdad de parte de los sectores subalternos Gierto cx que vehiculiza temas otpicospropios de las clases su balternas,sin embargo, ende a nevtralzar'su potencilidad al cxaltar un modo de vida que, como afirma Miguel Brenner (2001), conduce a legiimar In exclusign ya marginaldad. Ea este sentido, se caraeteriza por un discurso que constitye un nosotros" negatvo termina por vacar de significado el rela Analicemos algunos de tos tipicas centres de i “ctmbia villers™ El primere de ellos xe refiere ala mujey, la cual apare- te constintemente denigrada yriiculizada, Sobre todo en el plano reat. La virulencia de exon ataques, lejos de ser casual emite a complejos procesos sociales: os referimos, por Un lado, al fuerte tasiocamiento del universo.masculin, cuya Sdentidad estaba anclada en el trabajo y en el reconocimiento desu rol como proveedor principal; por otro lado, a la emer kgeneia y afeemacign de un procagonismo femenino, como lo $tetiguan los movimienton sociales existentes, no solo en la AF senting, sino en otras regiones de la priferiaglobalzada. Este ‘able Tendmeno nos ayuda a entender entoners por qué en la Uihima déeada, dentro del fragmentado espacio popular, se han {generado expresiones musicales sexist, que contienen ele fentos de una increible siglencia verbal contra la mijet. Mas ihn, las referencias que aparecen en ns letras de fa “cumbia ¥ Hera” apuntan a denigrary ridiclizar la eeclente autonoma (sexual) de I mujer, precsamente en un momento enel cual estotoriasu mayor partapacign —y autonomia-—en eleampo focal y politico, En un extzemo, aunque realizado en vono fest +o, ete proceso de impugnacion de ta mujer reflea a crisis el ners mascino ys mpontad desl delve come toy.por ende de redefine pentivamente lassen En fn, {ta imagen negatva dela mujer aparece como lacontacara Sun proce desenactracon ye elimina tmasulnor algo que, necesario cs dec est lejos dese pri tho del io rgtin, pus nbn conse semen ‘ertebrador de ots expresione del cultura wrbana popular {come sucede con el ap). ae ET segundo tSpco ite aparece en a “cumbia wer” cx repudio ala poli, el ue, como hein dicho, e um t6picn Constdve de la jventadsgentna, Asan sen a “cuba Ville” muchas dela eferencas eran en un eoqueme de {2posiion coneret (adrones/ poi), isola mension tet

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