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El daño producido por una catástrofe natural a menudo resulta de una peligrosa
combinación entre las fuerzas de la naturaleza y la actividad del hombre; por
ejemplo, la deforestación aumenta la frecuencia y la magnitud de las
inundaciones. Es evidente que el impacto ele las catástrofes no sería tan
devastador si los hombres fueran más prudentes y previsores.
Existen muchas medidas que podrían adoptarse y que. sin embargo, son
ignoradas. Sólo se puede estar prevenido y preparado para enfrentar una
catástrofe cuando se tiene un buen conocimiento del fenómeno que la origina y
los riesgos que se corren. Es por ello que cada vez con más frecuencia se
escucha la práctica de la llamada “cultura de prevención”.
El trabajo de prevención es arduo, pero mucho más barato y grato que las
operaciones de socorro y reconstrucción.
CAUSAS:
La inquieta actividad humana: La Tierra es un sistema complejo en el cual
están conectados e interrelacionados distintos fenómenos que, de una u
otra manera, se encuentran en cierto equilibrio. El clima de la Tierra es
el resultado de una compleja serie de interrelaciones que incluyen la
incidencia de la radiación del sol, la composición de la atmósfera, las
grandes masas de agua que se encuentran en los océanos, casquetes
polares y glaciares, y la vegetación, entre otros.
Los cambios producidos en cualquiera de estos componentes suelen
tener efectos sobre los demás y, dependiendo de la envergadura de
estos cambios, pueden afectar el equilibrio de todo el sistema global.
Desde la Revolución Industrial, la actividad humana sobre la tierra ha ido
introduciendo fuertes modificaciones en varios de estos componentes
clave del sistema: la liberación a la atmósfera de grandes cantidades de
gases que alteran su composición original, los cambios en el uso del
suelo como la deforestación, que producen también la emisión a la
atmósfera del carbono retenido en los tejidos vegetales, o cambios en el
ciclo del agua a nivel local.
El conjunto de estos cambios ha producido el fenómeno que conocemos
hoy como cambio climático,generador de grandes inclemencias y
tragedias, que llamamos desastres naturales, que es impulsado
fundamentalmente por el aumento de determinados gases (dióxido de
carbono y metano, entre otros) en la atmósfera.
Veamos cómo se produce el calentamiento: la vida en la Tierra depende de la
energía del sol. Aproximadamente el 30% de los rayos solares que
llegan a la Tierra son reflejados por la atmósfera; el resto llega a la
superficie del planeta, proporcionando la energía necesaria para que se
produzca la vida. Posteriormente son reenviados hacia el espacio en
forma de radiación infrarroja.
Esta radiación es en parte frenada por gases de efecto invernadero que
atenúan su salida al espacio. Aun cuando éstos componen sólo
aproximadamente el 1% de la atmósfera, retienen suficiente calor como
para regular el clima manteniendo una capa de aire caliente en ella. Sin
estos gases, el planeta sería unos 30 grados centígrados más frío y no
habría vida en la Tierra tal como la conocemos.
Se calcula que la temperatura media global ha aumentado
aproximadamente un poco menos de un grado centígrado (0,74°C)
desde los orígenes de la Revolución Industrial.