Вы находитесь на странице: 1из 6

La música y la carrera

La diferencia entre la música y la carrera

Al comienzo hay solo una cosa: la Música


Ningún niño piensa en otra cosa que conectarse con el sonido. El niño se encuentra movido
por la Música. Hay algo allí, que lo atrapa y experimenta así un tender hacia el sonido. No
puede ir hacia aquello que lo llama desde afuera y desde adentro de sí.
Si esto se sostiene en el tiempo, entonces en algún momento se busca a alguien que le enseñe
a este niño.
Se busca a un Maestro.
O a un Conservatorio.
Y aquí ,el peligro.
Porque aquí puede aparecer otra cosa: la Carrera
La diferencia entra la Música y la Carrera es la misma que puede encontrarse entre amor y
matrimonio.
Ambos son caminos diferentes, que pueden seguirse o no. Ninguno esta bien, ninguno esta
mal. Son decisiones personales.
Ambos tienen metas diferentes, objetivos propios y separados.
Ninguno de estos caminos otorga certezas y son tan ambiguos como a vida.
Sin embargo, pueden tocarse, pero solo de una manera: quien sigue el camino de la Carrera
podrá encontrarla o no, pero mientras busque hacer carrera nunca hará Música. Quien sigue el
camino de la Música en algún momento estará haciendo una Carrera.

La música

La música es el arte de expresar emociones a través del sonido.


El hecho de hacer música consta de tres elementos:
 Un musico
 Una obra
 Un instrumento

Se trata de una actividad propia e íntima, más allá de que existan personas observando al
musico haciendo Música.
Cuando el Musico hace Música se contacta con la obra y a través de ella, con sus propias
emociones y su propia vida.
El hacer Música se reedita una escena infantil fundamental: el Juego
Cuando un niño juega esta creando su propio universo con sus reglas y su orden. En el Juego
no hay otro fuera del juego, aunque el niño este jugando con otro, ese otro también está
dentro del juego.
En este juego existen también tres elementos:
 Un niño que juega
 Un juego determinado
 Los elementos a través de los cuales el niño juega

Al igual que en el hecho de hacer música, el niño se expresa a través del juego.
No existe un objetivo mas que el juego. Todos los objetivos están puestos dentro del marco del
juego mismo. Incluso en los juegos competitivos donde el objetivo es vencer a otro oponente,
el objetivo pertenece al juego. Es inherente el.
Cuando el juego termina, nada del juego queda. Si el niño ha disfrutado del juego, se sentirá
un poco mas pleno y si no ha disfrutado se sentirá un poco menos pleno. Y nada más, el juego
ha terminado y el niño vuelve a ser lo que era: un Niño.
De la misma manera en el hecho musical, una vez terminado el concierto nada queda. El
Musico ha tocado. Se ha podido conectar en mayor o en menor medida y ha podido expresar
sus emociones gracias a la obra y a través de su instrumento también en mayor o en menor
medida, experimentara una sensación de mayor plenitud si ha podido hacerlo de manera mas
profunda y una sensación de menor plenitud si no ha podido hacerlo de manera menos
profunda.
Y nada más. El concierto ha terminado y el musico vuelve a ser lo que era: una persona
viviendo su vida cotidiana.
Un niño que juega mucho y que disfruta de su juego esta mas cerca de la felicidad. Y un Musico
que hace música y disfruta de su hacer música esta más cerca de la felicidad.
Eso es todo.

La carrera

La carrera es lo que sucede en lo relativo al crecimiento o no al nivel profesional de una


persona, y que surge como consecuencia de la mirada que otros tienen sobre el desempeño de
esta persona.
En lo referido a un Musico, llamamos carrera musical al crecimiento o no a nivel profesional de
un Musico, y que surge como consecuencia de la mirada que otros tienen sobre el desempeño
de este Musico.
Así, en el hecho de hacer música se agrega un elemento:
 Otro que es quien opinará acerca del desempeño del Músico y quien decidirá su este, a
través de su presentación ha dado un paso o no hacia adelante en su Carrera Musical.

El tocar para hacer Carrera es una actividad hacia afuera, para otro. Ya no hay intimidad, ya no
hay una mirada hacia el propio interior, ya no hay una búsqueda expresiva.
Hay siempre un intento por agradar. El juego ha terminado.
Cuando un Musico piensa en hacer carrera ya no es un niño que juega. Es un ser que intenta
ser así como imagina que el otro quiere verlo. El niño ya no esta solo metido en su propio
universo. Ya no es un creador
Ahora es un ser que necesita olvidarse o relegar a su parte mas profunda e individual para
intentar ser como el otro desea verlo. Es un ser hacia otro.
Hacer Carrera siempre depende de un otro. Siempre es otro el que decide si, a partir del
concierto de hoy, el Musico puede avanzaren u carrera y entonces tocar en un mejor teatro,
ingresar a la orquesta, ser contratado o pasar al año siguiente.
Sin embargo, cuando un Musico toca para hacer Carrera también es un niño. Un niño con el
Juego que ama, pero no juega. Sabiendo que su padre/madre lo esta mirando hace como que
juega, e intenta jugar bien para que sus padres lo quieran.
Es un niño enfermo que no puede jugar y por lo tanto no puede crecer.
En definitiva

Digamos que lo propio de la Música es que haya un Musico que intente vincularse lo mas
profundamente posible con la obra que estaba tocando y que intente expresar sus emociones
a través del sonido. Digamos que es propio de la Carrera que haya un musico que tocando y un
otro evaluando y que sea este otro el que determine si el musico accede a una instancia
superior en el escalón de la carrera.
Como se ve es imposible tocar para hacer Música y para hacer Carrera a la vez.

La relación saludable entre el hacer Música y el hacer Carrera

Hasta aquí pareciera que el hacer música y hacer carrera son movimientos contradictorios. Sin
embargo, podemos afirmar lo contrario: si un musico no consigue tener una carrera que le
permita vivir de la música deberíamos pensar que algo es necesario revisar.

¿Para qué tocamos?

Lo que determina si un movimiento es mas o menos saludable es para que se hace tal
movimiento.
Para darnos cuenta de este para que nos centraremos en cuál es la intención profunda del
Músico cuando va a un concurso más allá de que luego lo gane o no.
Ahora bien, ¿cómo saber si el musico esta tocando para hacer música o para hacer carrera?
Simplemente preguntando “¿Para qué voy a tocar?”. Si el Músico puede sostener esta
pregunta, si le permite a la pregunta que lo habite durante el tiempo necesario, la pregunta
comienza a hacer su camino y el Músico lentamente va percibiendo si, más allá de lo que cree
de sí mismo está yendo a tocar para conectarse con la propia esencia musical o para acceder a
un puesto, aprobar un examen, conseguir que lo contraten.
Como podrá observarse esta es una pregunta clave que sería bueno que el Músico se haga
cada vez que toma su instrumento y sale hacia un lugar de exposición. Y esto es así porque
siempre hacemos Música para algo y si no tenemos consciente este algo solemos hacer Música
para alcanzar objetivos que no nos interesan o que no son saludables para nosotros.
A partir de esta pregunta, el Músico se va dando cuenta que suele tocar para hacer Carrera y
no para hacer Música y va comprendiendo por qué suele sentirse vacío con relación a la
experiencia musical. Y así, comienza a modificar su objetivo acercándose al objetivo central de
hacer Música; cuando esto ocurre algo de este músico se reencuentra nuevamente con su
propia esencia y comienza a expresarse. En este expresarse el Músico retoma su amor por la
Música y el entusiasmo por su actividad. Entonces su carrera se potencia.

Causas y consecuencias

¿Cómo puede potenciarse la Carrera a medida que el Músico deja de centrar su atención en la
Carrera? Justamente por ello. Cuando comprendemos en profundidad cuál es el vínculo que el
Músico saludable establece con la Música y cuál el que establece con su Carrera nos damos
cuenta de que el Músico conectado con su esencia musical, tiene a la Música como causa de su
movimiento y tiene a la Carrera como consecuencia de su movimiento.
Tener a la Música como causa de su movimiento implica que su energía, su interés, su
intención y su ocupación están en el hecho musical, en expresar-se, en conectarse con la obra
y con su vida a través de la obra.
Así, el Músico más saludable se mueve para, por y hacia el hecho musical. Por su parte, tener a
la Carrera como consecuencia de su movimiento no quiere decir que al Músico no le interese
crecer en su Carrera, sino que no se mueve para que ello ocurra.
Cuando un Músico se olvida de su esencia musical y se dedica a hacer Carrera y no a hacer
Música les exige a los logros en la Carrera aquella sensación de realización profunda que en
realidad debería ser dado por la Música. Así, vemos cotidianamente a Músicos con una carrera
reconocida que se encuentran vacíos y que expresan este vacío en forma de frustración dentro
de los ambientes musicales. Sin embargo, cuando un Músico está dedicado a hacer Música y
llega un momento de exposición en la carrera, dedica una energía acorde y dirigida
especialmente a esa situación, pero recordando que esa situación es un lugar más para
intentar experimentar y expresar su conexión con el hecho musical. En otras palabras: El
Músico dedicado a hacer Carrera va, por ejemplo, a dar un Concurso mientras que el dedicado
a hacer Música va a hacer Música a un lugar en el que se va a llevar a cabo un Concurso.

La confusión entre el hacer Música y el hacer carrera en los ámbitos de enseñanza musical

Las instituciones educativas musicales

Las instituciones musicales realizan una planificación general para diagramar el proceso de
estudio de sus estudiantes. Así surgen los Programas de Estudio. Estos Programas de Estudio
son los que el alumno debe cumplir para alcanzar un título. Cuando el alumno alcanza el título
ha finalizado su Carrera. Por lo tanto, en las instituciones musicales se cursa una Carrera. No se
hace Música. El problema surge cuando los integrantes de la institución creen que allí lo
fundamental es el hacer Música.

Estudiar para el examen

El primer lugar de exposición es la clase y el segundo es el examen. Allí, el músico será


evaluado por una mesa examinadora. Es evidente que la situación de examen, nada tiene que
ver con una situación musical y que se trata únicamente de una situación referida a la Carrera.
Ni un examinador, ni el hecho de tocar solo un fragmento de la obra, ni mucho menos el hecho
de calificar con una nota al músico que ha tocado pertenece al acto de hacer Música.
Imaginemos a una mesa examinadora poniendo una nota a un niño que juega su juego.
Evidentemente es absurdo.
Esta situación absurda y que no tiene que ver con la Música sí es pertinente en relación con la
Carrera: un Músico es evaluado por un otro que determina si este músico ha alcanzado o no
determinados objetivos y otorga o no el pasaje a una instancia de la carrera superior.
Cuando en la institución se confunden los objetivos, se piensa que se está haciendo Música y
se insta al Alumno a estudiar con el objetivo fundamental de aprobar el examen haciéndole
creer que esto es hacer Música, algo grave ocurre. El Alumno comienza a creer que hacer
Música es tocar para que otro lo califique, deja de tener como objetivo central la propia
experiencia y expresión y el vacío comienza a gestarse en su interior. Por supuesto, luego de 8
o 9 años de carrera, el Alumno se encuentra en general olvidado de su esencia musical y cree
que lo propio de hacer Música es tocar para que a otro le guste.

Un Programa de Estudios general para un proceso individual

Un Programa de Estudio constituye un ordenamiento de los contenidos a trabajar con el


objetivo de alcanzar un título habilitante. Este ordenamiento y la posibilidad de adquirir
determinados conocimientos sólo a partir de haber adquirido los anteriores tienen que ver con
una mirada general del proceso de aprendizaje musical. Evidentemente se toma así a un
alumno tipo a partir del cual se establece el Programa de Estudios que deberá cumplir. Este
alumno tipo, es a priori de cualquier alumno real.
Esta adecuación del alumno real al Programa de Estudios elaborado a partir del alumno tipo es
pertinente si pensamos en términos de Carrera ya que, para acceder a determinado título
habilitante una persona debe haber adquirido determinados conocimientos. Sin embargo, es
evidente que ni el Programa de Estudios general, ni el alumno tipo ni el título habilitante tiene
que ver con el hecho de hacer Música.
Las instituciones educativas musicales son fundamentales y de vital importancia en la
formación de profesionales, pero son nocivas cuando se confunde y no se comprende que allí
lo fundamental es el hacer Carrera y no Música. Si esto estuviera claro y pensáramos en la
enseñanza musical y no en el hacer Carrera, podríamos amoldar los espacios de clase según las
necesidades del Alumno. Muy probablemente para que esto ocurra sería necesario un
concepto educativo musical demasiado diferente al que impera en este momento y que, en la
actualidad, no sería viable.

La no existencia de materias reflexivas referidas al Músico en tanto persona

Quizá la prueba más contundente en el sentido de cómo la educación musical actual


prácticamente no toma en cuenta el hacer Música musical y se dedica al hacer Carrera sea la
casi nula existencia de materias que ayuden/obliguen al Alumno a pensar-se en tanto persona
que hace música. En la mayoría de las instituciones educativas no existen materias dedicadas a
que el Alumno se observe, se cuestione, se piense, conozca sus emociones, sus
contradicciones, sus valores, su sentir sobre temas inherentes a lo humano y tantas otras
cuestiones cruciales para el existir que son las que el Músico luego expresará en tanto Persona
que hace Música. Evidentemente esta no inclusión de este tipo de materias es pertinente en el
sentido de la Carrera ya que, la posesión de un título, como hemos dicho no implica que el
poseedor sea un Músico, sino un profesional.

Esta no inclusión de este tipo de materias tiene también que ver con la elaboración de
Programas de Estudio generales ya que las materias mencionadas serían de indagación y
profundización personal. También tiene que ver con la escasez de recursos que en general
tienen los docentes de música para habitar una clase del tipo que aquí describimos. Formados
en entidades similares a las que enseñan, los docentes tampoco fueron enseñados a mirar-se y
aquellos docentes que sí lo han hecho, es porque han emprendido este camino de manera
personal y a través de su propio movimiento hacia el crecimiento interior.
En definitiva es importante comprender que, la verdadera valoración de algo tiene que ver con
la comprensión de para qué está ese algo y con no exigirle aquello para lo que no ha sido
creado. Así, las instituciones de educación musical son entidades sumamente importantes y
que cumplen una función vital dentro de lo que se denomina el ambiente musical. Sin
embargo, es fundamental comprender que el objetivo central de estas instituciones es la
formación de profesionales y no de músicos, más allá de que existan personas que puedan
enseñar música y personas que puedan aprender música allí.
Cuando un músico en formación comprende este punto deja de exigirles a las instituciones
aquello que no pueden dar y busca el hacer Música en otros ámbitos o, incluso con los
maestros que enseñan en las mismas instituciones, pero no en tanto docente de la institución.
En la clase particular de instrumento

Muchas veces la idea de hacer Carrera en lugar de hacer Música invade también un espacio en
el que la enseñanza es individual y sin momentos de evaluación como la clase particular de
instrumento. Esto se da no siempre de manera consciente y tiene que ver con la confusión del
Maestro acerca de cuál es su verdadera función en su vínculo con su Alumno. Así, de manera
más o menos explícita observamos muchas veces que en la clase, el Maestro está pensando en
qué es lo que el Alumno debe hacer o como debe tocar para acceder a tal o cual lugar en una
orquesta, ganar un concurso o aprobar el próximo examen que debe dar en el conservatorio.
Este objetivo fundamental de hacer Carrera, constituye en muchos casos el objetivo
fundamental del Maestro en su clase con el Alumno. Por supuesto cuando esto ocurre es
porque también el Maestro tiene para sí mismo el objetivo fundamental de hacer Carrera y
tiene como causa de su movimiento acceder a una posición más alta en la Carrera y no acceder
a lugares más profundos desde el cuál hacer Música, más allá de que haya o no logrado este
objetivo.

Вам также может понравиться