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DOMINGO DE RAMOS (Escoge tu actitud)

Lucas 19:28-40

Semana Santa según la religión tradicional es el periodo sagrado de los cristianos


que se sucede desde el Domingo de Ramos al Domingo de Resurrección. En este
período, se vive intensamente el Cristianismo, ya que en estas fechas se
conmemora la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo.

 
las iglesias evangélicas no tienen un programa de celebración de la Semana
Santa, sin embargo está ligada a la evangelización y a la reflexión.

Hablamos de un Cristo vivo resucitado y eso profetizamos y expandimos.

la mal llamada Semana Santa es la semana donde hay más accidentes, más tragedias, la
gente pierde las perspectivas en esos día y se dedica a la ir a la playa, a beber y lo que menos hace
es ir a la iglesia. Creo que si Dios hizo los días, todos los días son santos, y Dios no se busca por
temporadas, son todos los días y bíblicamente no hay nada establecido con esta semana. Dios
tiene que ser en nuestras vidas un diario vivir, darle gracias por la salud, por la familia, por la vida,
todas las semanas son santas.

la Semana Santa se ha convertido en una temporada para buscar a Dios, y a Dios se busca
siempre.

En cuanto a nosotros como Iglesia Evangélica, cumplimos nuestra actividad, no usamos como lo
hace la iglesia tradicional sus ramos, su ceniza, pero predicamos la entrada triunfal de Cristo a
Jerusalén,

se conoce como DOMINGO DE RAMOS que es la conmemoración del


día cuando Jesús entró de manera triunfal a Jerusalén. Pero, ¿será
que esto ocurrió o es un mito? ¿hay prueba de ello? Hoy les presento
cuatro predicadores que afirman que tal evento en verdad sucedió,
cuatro hombres que testifican  en sus libros lo que hasta el día de hoy
hemos leído, acompáñenme a ver sus relatos y obtener ricas
enseñanzas.

I. Los Cuatro Testigos.

 Mateo 21:1-9.
Mateo fue un testigo presencial de lo sucedido, pertenecía al grupo de
los doce apóstoles, si bien no al círculo íntimo que lo componían
Pedro, Jacobo, Juan y Andrés. Seguramente presenció el hecho de la
entrada triunfal a Jerusalén. Su evangelio estaba dirigido en primer
lugar a los judíos pues su propósito era demostrar que Jesús era el
Mesías prometido en las Escrituras Antiguas, por eso es el único que
dice en el verso 4, “esto sucedió para que se cumpliera lo dicho por el
profeta”, refiriéndose a la profecía plasmada en Zacarías 9:9. Mateo
anhelaba que sus lectores interpretaran la entrada de Jesús a
Jerusalén como “la del rey volviendo a su reino”.

 Marcos 11:1-10.
Este evangelista no perteneció al grupo de los apóstoles pero fue el
primero en escribir un evangelio (antes incluso que Mateo). Obtuvo la
información de su mentor, el apóstol Pedro. Es considerado el
evangelio más corto en cuanto a extensión, quizá porque fue escrito
para los cristianos en Roma y a ellos no les interesaba tanto las
genealogías, citas del Antiguo Testamento y referencias cruzadas que
aparecen en otros sinópticos. Por eso este libro -Marcos-, es directo,
objetivo y punzante. Leerlo es como escuchar el primer relato de un
testigo de un hecho, por eso omite detalles que luego los otros
evangelistas  añadieron en sus escritos.

 Lucas 19:28-40.
Es el evangelista que arroja más detalles de la vida de Cristo a lo largo
de su evangelio, y el evento de la Entrada Triunfal no es la excepción
(es el relato más largo de los cuatro evangelios). ¿Por qué? Quizá se
deba a la doble profesión de Lucas: era Médico e Investigador
(Colosenses 4:14), lo cual hacía de él una persona que indagaba,
estudiaba todo a profundidad y tenía mucho que entregar. Es el único
de los cuatro evangelios que cita un dicho potente: “Les aseguro que
si ellos se callan, gritarán las piedras” (19:40). Con esto el “médico
amado” está declarando la importancia de anunciar el santo evangelio,
de no hacerlo la propia naturaleza lo hará (y de hecho lo hace).

 Juan 12:12-19.
El último evangelista también relata lo sucedido y nos entrega un
detalle curioso, las ramas que las personas cortaban y las ponían en el
camino eran “palmas” (v. 13); quizá por eso hasta el día de hoy en la
tradición católica se acostumbra ir a Misa de Ramos con una hojita de
palmera. Pero Juan también nos dice que los fariseos estaban
preocupados porque toda la gente estaba creyendo en él: “¡Miren
como lo sigue todo el mundo!” (v. 19), lo cual muestra que Jesús a
estas alturas era considerado una amenaza pública, esto por supuesto
según el criterio farisaíco.

Pero, ¿por qué cuatro relatos? ¿no era suficiente con uno? ¿acaso
Dios intenta confundirnos? NO, en ninguna manera. Los cuatro
evangelios funcionan como cuatro testigos de un mismo incidente, así
recibimos cuatro versiones y cada una se complementa con la otra;
hay detalles que aparecen en un relato pero no en el otro, y
circunstancias que menciona aquel pero este no; y así se
complementa la historia hasta entregarnos un cuadro completo.

Entonces, ¿cuál es el corazón del relato? ¿cuál es la verdad que los


cuatro escritores desean entregarnos? Es muy sencillo, los
evangelistas remarcan lo siguiente: JESÚS ENTRÓ A JERUSALÉN
DONDE FUE RECIBIDO CON VÍTORES Y ALELUYAS CUMPLIENDO
ASÍ EL DESIGNIO DE DIOS.

II. ¿Qué Lecciones Aprendemos de los Cuatro Escritos?

1. La entrada triunfal es más que un mito evangélico o una tradición


católica, fue un hecho real. Cuatro testigos dan cuenta de ello.

2. Jesús vino a cumplir las profecías que de él se relataron en el


Antiguo Testamento y que los evangelistas mencionan en sus relatos
(Zacarías 9:9; Salmos 118:25-26)

3. Las mismas personas que aplaudían y gritaban a Jesús ¡Hosanna!


fueron los que días después gritaban ¡crucifícalo!, a pesar que Pilatos
abogaba por salvarlo. Esto nos enseña que las masas son tontas y
volubles…, ¡no vayas tras ellas! Que tu adoración sea genuina y no
cambiante.

4. El burrito en el que se montó Jesús muestra la humildad del


Maestro quien pudo haber entrado en un carruaje tirado por corceles
según la costumbre de los generales victoriosos en la tradición
romana; o bien en un camello según los grandes mercaderes de la
época; también pudo entrar a pie, pero Jesús optó por montarse sobre
un humilde burro, ¿por qué? Porque Dios utiliza lo pequeño, lo
humilde, “lo poca cosa para hacer grandes cosas”. Vemos en este
acto la “teología de lo pequeño”, una escuela de pensamiento que ya
Isaías había plasmado en la consciencia colectiva de Israel con los
relatos de los cuatro cantos del siervo sufriente (Isaías 42:1-4, 49:1-6,
52: 13-15).
En la entrada triunfal se manifestaron diferentes actitudes La actitud
de Cristo, de los discípulos, de los incrédulos, de los enemigos. y
¿Cuál será la nuestra?

DOMINGO DE RAMOS (Escoge tu actitud)

Lucas 19:28-40

Lecturas complementarias:Zac.9:9-12

¿Han presenciado algún desfile? Uno de los más bonitos que tenemos es el
FERIA DE LAS FLORES, hay bandas de bandas…, carros, y muchas otras cosas,
en un desfile uno nunca sabe qué es lo que viene después… y hay muchas
sorpresas.

En los desfiles la mayoría de las cosas que pasan son bonitas, otras no tanto

Nuestra vida es como un desfile, no sabes qué es lo que vendrá después… pero
puedes decidir algo… tu actitud que vas a tener…

No podemos cambiar el pasado, no podemos cambiar lo inevitable, lo que


podemos cambiar y escoger, es la mejor actitud.

La vida se compone de 10% de los eventos y 90% de nuestras actitudes ante esos
eventos… Este domingo de Ramos es tiempo de revisar nuestra actitud, en la
casa, con nuestros hijos, con nuestros hermanos en la iglesia, y nuestra actitud
hacia Dios.

Notemos las actitudes que provocó el Domingo de Ramos, y notemos nuestra


actitud cuando se manifieste…

A Jesucristo le quedaba menos de una semana por vivir… y él lo sabía


perfectamente… Decidió manifestar públicamente que él era El Mesías prometido,
El Rey de Gloria que el pueblo esperaba por cientos de años.

Llamó a dos discípulos:

Luc. 19:30-31 “Vayan a la aldea que está enfrente, y al llegar encontrarán un


burro atado, que nadie ha montado todavía. Desátenlo y tráiganlo. Y si
alguien les pregunta por qué lo desatan, díganle que el Señor lo necesita”

La palabra “Señor” = el Soberano, el Dueño, El que tiene toda autoridad.


Aquí viene la primera actitud en este Domingo de Ramos … imagínense que
ustedes fueran uno de los 12 apóstoles y no los envió a ustedes por el
burrito… ¿Te hubieras enojado porque no te escogió a ti?

Entre los creyentes es muy común esta actitud: “Aahh… yo me hubiera hecho
cargo de la escuela dominical… Acuérdense que somos miembros del cuerpo de
Cristo… unos manos… otros, ojos… etc… y el Señor sabe a quién le encomienda
una labor… aún así decimos: ¿Por qué le darían el puesto de maestro…? Porque
ha pagado el precio, estudiando… preparándose.

Otra actitud entre los dos discípulos que fueron por el burrito:

- ¿Cuánto dinero te dio Jesús para alquilar el burro?

- ¡nada! Yo pensé que te lo había dado a ti.

- Aahh… este maestro nuestro… cómo nos manda sin dinero… ahora vamos a
pagar nosotros.

- ¿Vamos? Yo no traigo nada.

Ninguno de los dos discípulos le presentó alguna objeción al Señor… tuvieron una
actitud correcta una actitud de fe: “Si me envió él sabe la razón, y su palabra es
fiel”

Y empezaron a desatar el burrito… de repente:

- “Hey, ese es mi animal, a dónde llevan ése burro?... y salieron todos los de la
casa y los vecinos con caras enojadas.

¿Qué hubiéramos hecho nosotros? Cuál hubiera sido nuestra actitud?

- “Yo no soy ratero, me confundí… agarré el burro equivocado… El Señor no les


dijo que se defendieran, les dijo: le dicen: “El Señor lo necesita” El dueño
inmediatamente cambió su actitud agresiva a cooperadora…¿Por qué? Lo más
probable es que era creyente y con toda seguridad Dios ya había tratado
personalmente con esa persona… hasta había preservado ése burrito sin usar…
consagrado al Señor… qué hermosa actitud cooperadora… Mateo dice que el
dueño mandó el burrito con todo y mamá…

Este burrito simboliza las cosas consagradas al Señor… sin uso… con uso
exclusivo para el Señor…

¿Por qué Jesucristo escogió un burrito para hacer su entrada triunfal a Jerusalén?

Jesucristo escogió hacer su entrada triunfal a Jerusalén en un burrito para


significar que entraba no para hacer guerra, sino para traer paz… no prepotente
como los que entran en briosos caballos sino humilde… el no vino a matar sino a
ser muerto; para que se cumpliera la profecía hecha con 600 años de anticipación:
Zac. 9:1 Alégrate mucho hija de Sión; da voces de Júbilo, hija de Jerusalén; he
aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno,
sobre un pollino hijo de asna.

Jesucristo sabía que la hora de poner su vida en sacrificio por nuestros pecados,
había llegado… el quiso entrar a Jerusalén aclamado por todo el pueblo, él sabía
que esto desencadenaría en el odio y la envidia de los líderes religiosos que
finalmente resultaría en su muerte.

Jesucristo recientemente había estado en la ciudad de Jericó donde realizó dos de


sus más espectaculares milagros, dio vista a un ciego y la conversión de zaqueo
que terminó en una gran fiesta, de allí partió a Bethania seguido por una multitud
que creían en Jesucristo como el Mesías.

Esta masa de seguidores aumentó con la resurrección de Lázaro en Bethania,


más la fiesta que tuvo Jesucristo en la casa de Simón el Fariseo, así que cuando
Jesucristo entró a Jerusalén montado en un pequeño asno estos seguidores
cortaron palmas que significan que un rey poderoso y victorioso entraba a tomar
posesión.

Y empezaron a gritar: ¡hosanna al hijo de David! ¡hosanna, bendito el que viene en


el nombre del Señor! Esto significa: ¡Sálvanos ahora hijo de David! ¡Toma
posesión de esta ciudad que perteneció a tu padre David y siéntate en su trono
como rey de Israel.

En esos días la ciudad de Jerusalén estaba llena de gente hasta el tope… habían
ido de todo el país a celebrar una de las fiestas más grandes de la nación: La
pascua.

Imaginen que allí estaban ustedes… de repente escuchan… ¡Jesús de Nazaret


está entrando a la ciudad, y la gente lo está aclamando rey! Y todos se fueron
hacia el monte de los olivos donde la multitud procedente de Jerusalén se unió
con los que venían con Jesús, a quién encontraron montado sobre un burrito…
empezaron a tender mantos, aplausos y un mar de gente gritaban
estruendosamente… ¡Hosanna! Hosanna al hijo de David, Hosanna en las alturas!
= Sálvanos ahora hijo de David… Sálvanos desde lo alto de tu gloria! ¡Bendito el
rey que viene en el nombre del Señor!

Qué bonita recepción… lo malo es que la mayoría de la gente realmente


pensaba… sálvanos ahora de la opresión romana… toma el trono de Jerusalén
que le perteneció a David de quien tu eres descendiente… sálvanos tu lo puedes
hacer porque diste vista al ciego de Jericó y resucitaste a Lázaro, puedes con tu
poder derrocar a los impuros, incircuncisos romanos. Si tu eres nuestro rey nos
vas a alimentar milagrosamente, ya no vamos a trabajar, toda enfermedad nos vas
a curar… vamos a ser inmortales… te queremos como rey, te queremos…
¡hosanna! Jesucristo les dice: ustedes me siguen porque quieren que les llene la
panza… convenencieros… no les mostraré ningún milagro… entonces
¡crucifíquenlo! ¡Queremos a Barrabás!
Con seguridad entre el público estaban los indiferentes… nunca formaron parte
del desfile, se quedaron a la orilla del camino tal vez dijeron un “Hosanna” o uno o
dos aplausos… pero tenían otras cosas más importantes qué hacer… son
personas que dicen que conocen a Jesús pero no tienen ningún compromiso en la
iglesia, no se hacen miembros, no quieren servir.

También vemos otra actitud en este domingo de palmas… entre el público estaban
los líderes religiosos, que eran protegidos de las autoridades romanas, a ellos no
les convenía que Jesucristo llegara a implantar su reinado…

Ellos ya habían decidido deshacerse de Jesucristo, veamos cuál fue su actitud:

Luc 19:37 Cuando llegaban ya cerca de la bajada del monte de los Olivos, toda la
multitud de los discípulos, gozándose, comenzó a alabar a Dios a grandes voces
por todas las maravillas que habían visto,

Vv 38 diciendo: ¡Bendito el rey que viene en el nombre del Señor; paz en el cielo,
y gloria en las alturas!

Vv39 Entonces algunos de los fariseos de entre la multitud le dijeron: Maestro,


reprende a tus discípulos.

¿Se pueden imaginar la rabieta y el pánico de los fariseos? Ellos sí comprendían


muy bien lo que querían decir esas alabanzas Lo que los escribas y fariseos
querían es que Jesucristo aclarara:

“No me deben dar este culto… yo no soy el Mesías prometido en las escrituras”
Pero Jesucristo no podía negar quién era él a pesar de la actitud de envidia,
hostilidad y odio de los religiosos.

Esta actitud es muy común allá afuera… cuando nosotros decimos que “Jesucristo
es el camino, la verdad y la vida y nadie viene al Padre sino por mi” Se enojan… y
la virgen dónde la dejan? Y a mi judas Tadeo dónde lo echan?

No se enojen contra nosotros… enójense con Jesucristo que fue el que dijo eso…
o si quieren cambiar a una actitud mejor… reciban a Jesús como el único camino,
la única verdad, y nadie va al cielo sino por Jesús.

Si los religiosos hubieran logrado que las alabanzas a Jesús terminaran… Jesús
dijo que las piedras empezarían a gritar: Hosanna, Bendito el que viene en el
nombre del Señor, hosanna al hijo de David”

Entonces veamos, en la multitud de la entrada triunfal había verdaderos creyentes,


otros enemigos de Jesús, otros que seguían a los demás, toda la gente va para
allá… allá voy también yo… pero también había unos que eran seguidores
gentiles….

Jn. 12:20 Había ciertos griegos entre los que habían subido a adorar en la fiesta.
21 Estos, pues, se acercaron a Felipe, que era de Betsaida de Galilea, y LE
ROGARON diciendo: Señor, QUISIERAMOS VER A JESUS.

Vean… estos no querían milagros, ni pretendían un puesto político en caso de que


Jesús tomara el trono en Jerusalén mucho menos lo odiaban… solo querían estar
con el, conocerlo… querían verlo.

Felipe no supo qué hacer en esta situación fue a consultar con Andrés… y los dos
fueron a comunicarle a Jesús y el les dio esta respuesta:

Jn 12:23 “Ha llegado la hora en que el Hijo del Hombre sea glorificado”

Felipe y Andrés han de haber pensado….¿Entonces en verdad va tomar el trono


de David? ¿Va a ser coronado Rey de Israel? … ¡Qué bueno… este es el mejor
momento porque todo Israel te apoya… va a ser muy fácil que tomes el poder…
pero luego lo que siguió diciendo Jesús los dejó totalmente sorprendidos:

Jn. 12:24 De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y
muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto.

En otras palabras Jesús les estaba diciendo: yo no puedo salvarlos por medio de
un movimiento social, político, no los puedo salvar por medio de un movimiento
revolucionario, por un golpe de estado, no los puedo salvar por medio de un
movimiento religioso, si yo fuera trasladado como Enoc, no los puedo salvar, si
fuera llevado al cielo por un carro de fuego como Elías no los puedo salvar… sino
por mi muerte.

Aún los dos animales reconocieron a su creador, ¿qué sucede cuando uno se
sube a un burrito que no está acostumbrado a que lo monten? Repara hasta tirar
al jinete contra el suelo… pero este fue mansito… permitiendo que el Señor se
subiera y lo llevó dócilmente, aquí vemos una actitud muy ejemplar del burrito…
que nos debería de servir a nosotros.

Sal 24:7-10 “¡Ábranse, puertas eternas! ¡Quédense abiertas de par en par y


entrará el Rey de la gloria. ¿Quién es este Rey de la gloria? ¿Es el Señor, el fuerte
y valiente! ¡Es el Señor, valiente en la batalla! ¡Ábranse, puertas eternas!
¡Quédense abiertas de par en par, y entrará el Rey de la gloria! Quién es este Rey
de la gloria? ¿Es el Señor todopoderoso! ¡Él es el rey de la gloria!

¿Qué significa esto? = Que debemos entregar todo nuestro corazón a


Jesucristo… darle la bienvenida a todas las áreas de nuestra vida… aunque nos
duela dejar a la amante… la botella… y le decimos a Jesús: aquí no entres… aun
no estoy preparado para darte la bienvenida en esta área de mi vida…

Cuando Jesucristo entró en Jerusalén, tenía en mente la crucifixión del viernes…


“me amó y se entregó a sí mismo por mi” se merece que nos entreguemos
totalmente a él… y que en este domingo de entrada triunfal a Jerusalen…
Jesucristo haga una entrada triunfal en cada corazón… y le digamos: bendito el
rey que viene en el nombre del Señor, Hosanna.
III. Lección Final.

Que este domingo de Ramos dejemos entrar a Jesús a nuestro


corazón, recibámoslo con aleluyas, aplausos y gozo, pero
mantengamos esa actitud no sólo por un par de días, sino
constantemente. Hagamos de nuestro encuentro con el Maestro un
Domingo de Ramos permanente y no una mera emoción.

“He aquí yo estoy a la puerta y llamo, si alguno oye mi voz y abre la


puerta de su corazón, entraré a él y cenaré con él y él conmigo”
(Apocalipsis 3:20)

Piense en esta semana en aquel tiempo cuando las circunstancias se veían de cierta
manera, pero se convirtieron totalmente en otra cosa. Recuerde también cuando usted se
dio cuenta de que Dios era diferente a lo que imaginaba, y cuando vio cómo revelaba su
voluntad de manera sorprendente. Busque la oportunidad de compartir esta percepción con
un amigo o un ser querido.

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