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La Investigación científica: cómo abordarla 2a ed.

Book · July 2004


DOI: 10.13140/RG.2.1.4335.7843

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Melchor Torres-Muñoz
CENTRO PARA LA GESTIÓN E IINNOVACIÓN SOCIAL A.C.
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1
La Investigación Científica:
Cómo Abordarla
2ª edición
(revisada y actualizada)

Melchor Torres Muñoz


ISBN: 968-7731-38-7
QA 180.78.2004

2
Nota: El índice está al final del escrito.
PRÓLOGO

El libro que el lector tiene en sus manos ha nacido de la labor de investigación y de las reflexiones
que sobre este proceso ha efectuado el autor. En efecto, el proceso científico -tome el nombre que
tome- nació del diálogo entre la hipótesis y la práctica. No la describe como una actividad que es
conocida por juicios y referencia ajenas, sino -fundamentalmente- por experiencia de quién
escribe, como lo atestiguan los numerosos trabajos publicados, asesorías a tesistas, además del
trabajo efectuado para planear y diseñar programas de posgrado en ciencias.

La existencia del binomio teoría-práctica imprime, además, una característica muy especial a esta
obra. Debemos recordar que, si bien, mucho se ha escrito sobre la investigación científica y aunque
una gran cantidad de personas se dedican a esa actividad, no todos los que han escrito sobre el
tema cuentan con una basta experiencia en ese campo, ni tampoco, todos escriben sobre las teorías
epistemológicas que sustentan su labor. Esto se debe, a mi juicio, a la escasa atención que,
desafortunadamente, recibe la actividad literaria en nuestro medio. Sin embargo, este obstáculo -
otro más- debe ser salvado por los propios investigadores, pues preguntarse ¿qué es hacer ciencia?
o, más precisamente, tratar de saber qué hace el científico... no significa solo interrogarse sobre la
eficacia y el rigor formal de las teorías y los métodos, sino (hacer ciencia) es examinar las teorías
y los métodos mismos.

El binomio determina también el contenido y la función de este libro. En él, con un lenguaje llano
y un estilo muy directo, se expone el tema a la consideración de los profesores, de quienes apenas
se inician y de los que, ya con experiencia quieren refrescar o redefinir los conceptos y principios
que fundamentan su labor diaria. En este punto cabe recordar a Gastón Bachelard, quién en alguna
ocasión preguntaba: ¿Cuál es el físico que aceptaría gastar sus haberes en construir un aparato
carente de todo significado teórico? Esta premisa guía el trabajo del autor de este libro y lo lleva a
proponer diversas definiciones de ciencia, conocimiento, teoría, variable, tipos de investigación
científica. Incluso, distingue perfectamente entre método y técnica, diferencia rarísimamente
establecida. De esta forma insiste -una vez más- que no existe ninguna práctica sin teoría.

La experiencia que ha adquirido el autor de La Investigación Científica: cómo abordarla, le


permite dar ejemplos sobre elementos de la investigación, así como hacer propuestas muy
concretas que, sin llegar a convertirse en recetas, puedan funcionar como categorías de análisis y
guíen la labor de creación de conocimientos.

Por otra parte, no solo en el medio educativo es lugar común afirmar que los temas de
investigación, su metodología, su abordaje, así como su importancia, se deben a lineamientos y
políticas que determinan secretarios de estado o funcionarios públicos de menor jerarquía. Sin
dejar de reconocer la influencia de esos personajes en la actividad mencionada, en este libro se
concibe al conocimiento -y al proceso que lo genera- como un producto social históricamente
determinado. Hijo no de una voluntad, sino de su tiempo y circunstancia. Aquí tampoco existe la
generación espontánea. La investigación científica -afirma el autor- también nace, crece y no
muere en tanto que se reproduce. En su genealogía encontraremos, invariablemente, las corrientes

3
de pensamiento dominantes. La distinción entre ellas arroja diferencias en los métodos, las
técnicas, los temas y las fuentes de problemas abordados en el proceso de investigación. Esto es
muy conocido por quienes han realizado estudios de posgrado o han efectuado labores en países
extranjeros. Sin embargo, con toda la determinación que el Positivismo, el Funcionalismo, el
Materialismo y demás corrientes ejercen en la actividad científica, poquísima atención se le presta
a este aspecto en obras que tratan temas afines al que ahora nos ocupa. El autor no soslaya este
tema tan importante y frecuentemente omitido por los estudiosos.

Numerosos autores han abordado en sus tratados los denominados obstáculos epistemológicos,
situaciones psicológicas creadas por el hombre o por su entorno, que dificultan o no permiten que
se realice el proceso de conocimiento. Sin embargo, aunque tales existen en la investigación,
raramente se atiende este aspecto de esta actividad. En un intento por eliminar toda perturbación
que dificulte la creación del saber, muchos sobrevaloran los procesos estadísticos como una
filosofía de vigilancia crítica que se convierte -desafortunadamente para la ciencia- en coartada de
la sujeción ciega a un instrumento valioso. En el presente tratado, sin demeritar la estadística, se
examinan atentamente las limitantes para el proceso científico y control de las fuentes de error,
elementos que todo investigador debe considerar en su trabajo.

Estas reflexiones acerca de las características más significativas del libro me han conducido a
leerlo una y otra vez. Me anima para escribirlas el saber que pueden proporcionar elementos de
juicio a los investigadores, los profesores, creadores y recreadores del conocimiento y a sus
estudiantes, copartícipes en el proceso científico.

CESAR OCTAVIO CONTRERAS VEGA (+).

4
PRESENTACIÓN

Toda actividad consciente y voluntaria necesariamente es planeada. El humano -gracias a su


imaginación- puede ver con antelación los resultados de los fines que pretende realizar. Las
necesidades lo motivan a proponerse fines y logros. Por ello concibe medios por los que concreta
ideales que convierte en bienes materiales y espirituales. No se resigna a recibir lo que la naturaleza
le prodiga, sino que a partir de sus necesidades transforma conscientemente lo que encuentra. Es
decir, es un ser práctico. Esta culturación -y las actividades que de ella se derivan- no la realizan
individuos aislados, sino en colectividad; los bienes materiales se producen, se distribuyen, se
intercambian y se consumen en sociedad. Lo mismo sucede con los espirituales, tales como la
ciencia, el arte, la religión, las aficiones... lo cual quiere decir que además de práctico es social.

Al transformar la naturaleza y la sociedad, el humano también las descubre y las aprehende -con
ello se transforma a sí mismo- porque esta transformación no es solamente instintiva sino
consciente. Toda acción culturizante implica conocimiento del cual una buena cantidad ha sido
generada por la práctica. En sus inicios se modificaba la realidad sin la intención de entenderla,
sino con el propósito de producir bienes -materiales y espirituales- para satisfacer las necesidades.
De este proceso productivo se adquirió conocimiento. Primeramente, el empírico-espontáneo y
después el abstracto y racional, tan complejo como lo son el científico y el filosófico.

Se puede afirmar que todas las disciplinas científicas llegan en la actualidad a la comprensión
gracias a la indagación, aunque cabe aclarar que la humanidad ha investigado desde que adquirió
la identidad de sociedad humana. No obstante, en los últimos 200 años se ha generado y registrado
más conocimiento que en toda la historia previa. Mediante este proceso la humanidad se ha coloca-
do en la posibilidad de saber más y de aplicar su aprendizaje a un mundo de avances tecnológicos
sin paralelo, además intentar entenderse mejor a sí misma. Tales logros exigen un mejor registro
y una mayor sistematización de la información para su manejo.

En los medios universitarios, cuando se escucha el término investigar o hacer investigación se


asocia con una actividad que por definición está por encima del nivel de cualquier mortal o
reservada para seres dotados de una inteligencia inalcanzable para el individuo común. Se ha este-
reotipado -y por tanto limitado- una acción que debiera formar parte del hacer diario de todo
estudiante universitario.

La visión deformada sobre qué es la ciencia o la investigación científica se debe a quienes hacen
del ámbito de la investigación un patrimonio exclusivo para mantener una categoría social y
académica que les permita parasitar cómodamente de las instituciones que, por encima de
cualquier cosa, debieran ser generadoras de conocimiento de y para la sociedad.

Urge borrar de la mente esa falsa idea sobre la generación de conocimiento y partir de que ser
investigador implica -básicamente- tener la inquietud de cuestionar lo que nos rodea de manera
metódica, auto-disciplinarse y sobre todo querer aprender. Estas tres actitudes convierten al
verdadero estudiante en un investigador incipiente, pero con toda la posibilidad de un desarrollo
pleno.

5
Estos apuntes pretenden ser un modesto instrumento para asomarse a lo que es el conocimiento
científico y la manera de adentrarse en este apasionante mundo, que finalmente es patrimonio de
todos. Sin embargo, es indispensable establecer que la rapidez y profundidad con que se avance
en este camino está en función del interés, dedicación y responsabilidad con que este afán se
emprenda.

Intenta una aportación para los estudiantes universitarios a fin de que tengan elementos de
reflexión que los induzca al mundo de la investigación científica. Los ejercicios que están al final
de cada capítulo presentan interrogantes y tareas para quienes estudian las diversas disciplinas que
se ofrecen en una universidad.

El texto está separado en tres grandes partes o secciones. En la primera se abordan los aspectos
conceptuales relacionados con la ciencia, el método y el conocimiento científico. En la segunda se
hace énfasis sobre lo que significa la investigación científica, cómo se compone y cómo se puede
realizar. También se diferencian en este punto sus tipos y cómo se practican regularmente.
Finalmente, en la tercera y última parte se discute en qué consiste y cómo se elabora un proyecto;
cómo se traduce en un informe escrito o comunicado, después de cumplirse. Esta última parte
concentra la experiencia que me ha dejado el contacto con gente que emplea atinadamente su
sentido común, en el perenne aprendizaje que es el vivir, especialmente la relación con los
estudiantes de la Universidad Autónoma de Chihuahua y con los académicos de diversas institucio-
nes de enseñanza en la región.

Para quienes al final de su carrera profesional desean hacer un trabajo de investigación que sea su
tesis profesional y, por alguna razón, no deseen atender las cuestiones epistemológicas del escrito,
les sugiero leer los capítulos 3 y 4 primeramente, después atender el capítulo que se refiera al tipo
de investigación específico en que pretende desarrollar su proyecto, pero sin dejar de repasar los
dos últimos capítulos del libro.

Espero que en algo ayude el tiempo que -tú lector- dediques a las líneas aquí contenidas.

El autor

6
CAPÍTULO 1
Fundamentos de la Ciencia

El ser humano, en tanto cobraba conciencia de sí y de su entorno, construyó un conjunto de ideas


a partir de sus vivencias que derivó en conocimiento -constituido en patrimonio de los diversos
grupos en proceso de humanización- y, en esa dirección, se configuró una estructura más elaborada
y compleja conocida en la actualidad como ciencia. La humanidad ha elaborado múltiples
definiciones coincidentes y encontradas entre sí sobre el concepto de ciencia y, todavía en la ac-
tualidad, se ofertan definiciones y clasificaciones a partir de distintas perspectivas.
El primer capítulo revisa las propuestas de algunos autores en torno al término ciencia. Compara
definiciones y clasificaciones. Ofrece una idea básica sobre qué es una teoría, qué el conocimiento
y en qué tipos se puede deslindar para su mejor concepción y estudio.

1.1. Definición.
Zorrilla (1984, 24) comenta que la sociedad griega denominó isemi al concepto conocer o tener
noticia de. Los pueblos latinos lo incorporaron posteriormente como scientia, cuyo origen es
scients, participio presente de sciere, cuyo significado es conocer.
El concepto de ciencia se ha precisado a través del tiempo, de modo que en la actualidad se tiene
un acervo de propuestas con diverso enfoque. A manera de ejemplo, se presentan las siguientes:
o Eli de Gortari (1979, 13) establece que ciencia significa: "la explicación objetiva y racional del
universo".
o Alfredo Tecla (1980, 20) la define como "un sistema de teorías, leyes y categorías que observa
tres niveles: el teórico, el metodológico y el técnico".
o Ezequiel Ander-Egg (1976, 19) acepta como definición lo siguiente: "el conocimiento racional,
cierto o probable, obtenido metódicamente, sistematizado y verificable"
o Polit y Hungler (1985, 19) expresan que es "el conjunto de sistemas teóricos y conceptuales
que constituyen el empeño máximo y más avanzado de los seres humanos para comprender las
complejidades del universo en el cuál viven".
o Kedrov y Spirkin (1986, 117-119) formulan varias explicaciones de lo que a su juicio es la
ciencia y las cuales en conjunto exhiben la concepción materialista. Destaca la identificación
de la esfera espiritual del ser humano como constituyente del origen del pensamiento, en la
siguiente cita: "un importantísimo elemento de la cultura espiritual, la forma superior de los
conocimientos humanos". Ligado a la anterior expresión, aparece la estrecha relación entre la
realidad exterior y el ser humano individual y colectivo, cuando dicen que "es un sistema de
conceptos acerca de los fenómenos y leyes del mundo externo y de la actividad espiritual de
los individuos, que permite prever y transformar la realidad en beneficio de una sociedad".
Como comentario final, los autores establecen dos condiciones esenciales para comprender el
concepto de ciencia, las cuales son la necesidad de corroboración y reproducibilidad del objeto
de estudio con el fin de comprender el universo. Tales apreciaciones se deducen por las

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siguientes afirmaciones: “es el sistema de conocimientos confirmados por la práctica y que
representan la verdad objetiva", y más adelante también mencionan que “la ciencia coadyuva
a elaborar una concepción correcta del mundo".
o Merton (1965, 542) plasma que ciencia "es una palabra falsamente incluyente (el subrayado es
del autor) que se refiere a una variedad de rasgos distintos, aún cuando interrelacionados... se
usa comúnmente para denotar: a) una serie de métodos característicos a través de los cuales se
certifica el conocimiento; o b) la acumulación de conocimientos que ha surgido de la aplicación
de dichos métodos; o c) una serie de valores y normas culturales que gobiernan las actividades
llamadas científicas; o d) una combinación de las anteriores". Merton hace un juicio y una
crítica a las ideas de otros autores sin ofrecer propuesta alguna, aunque evidencia la falta de
una definición concluyente.
Las distintas versiones tienen variantes en su forma, aunque comparten lo esencial. Así pues, es
posible establecer que ciencia abarca el conjunto global, integrado y sistematizado de
conocimientos verificables o comprobables generados por el humano y acumulados a través de su
historia, para entender totalmente sus dimensiones -biológica, psicológica y social-, y para
comprender su relación con los fenómenos de la naturaleza.
Para el dominio del conocimiento se divide y subdivide, en la inteligencia de que su acumulación
es considerablemente amplia y una vez definida la ciencia, se requiere una clasificación que facilite
ese entendimiento.
A continuación, se ofrecen las sugerencias de varios autores:

1.2. Clasificaciones de la ciencia.


Los pensadores han elaborado una serie de clasificaciones de la ciencia, basadas en criterios que
son producto de acuerdos entre individuos. Sin embargo, determinados autores, por las propuestas
que hacen, llegan a conformar corrientes de pensamiento. Por tal razón, para representar una
clasificación, se escogieron varios autores para ilustrar la diversidad de las corrientes
epistemológicas más importantes de nuestro tiempo.

1.2.1. Positivista.
Muchos investigadores aceptan la división de ciencia según Bunge (1981, 19-49), (véase la figura
1.1.). Este autor hace una separación en dos grandes grupos: las formales (o ideales) y las fácticas
(o factuales). Este autor fundamenta su distinción en los objetos, procedimientos y criterios de
verdad.
Los objetos de las ciencias formales son ideales (abstracciones), en tanto que los de las fácticas
son materiales (tangibles). La deducción es el procedimiento en el caso de las ideas y en cuanto la
naturaleza, la observación, la experimentación y en un segundo plano la deducción. Respecto al
criterio de verdad válido para las abstracciones, los resultados son analíticos pues se deducen de
postulados o teoremas, conforme a la consistencia o no contradicción de sus resultados; y para las
factuales es la verificación.
De la división anterior cabe señalar que su autor divide y subdivide el esquema de ciencia hasta

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separarla en disciplinas altamente especializadas y desvinculadas entre sí. Y no concluye con una
posterior reunificación de las fracciones de conocimiento. Por tanto, descuida la interrelación de
los diversos enfoques disciplinarios pertinentes para una correcta explicación de la realidad. Este
esquema es rescatable en tanto se considere un punto de partida que reintegre los fragmentos del
todo.

Lógica
Formal
Matemática

o Física
o Química
Natural o Biología
o Psicología Individual
Ciencia o Etc.
Factual
o o Sociología
Fáctica o Economía
o Ciencia Política
Cultural o Historia material
o Historia de las ideas
o Psicología Social
o Etc.
Cuadro 1.1. Clasificación de la Ciencia según M. Bunge,

Mario Bunge menciona, en la obra referida, una serie de características distintivas en la ciencia.
Seguidamente, se citan los quince rasgos más relevantes:
o Iterativa. Parte de los hechos y siempre vuelve a ellos. La ciencia intenta descubrir los
hechos tal y como son.
o Trascendente. Trasciende los hechos. Descarta hechos, produce nuevos y los explica.
o Analítica. Aborda problemas definidos, uno a uno, y trata de separar sus elementos y
componentes.
o Especializada. Delimita los diversos campos del conocimiento para desarrollar una mayor
profundidad en su estudio.
o Clara y precisa. Los problemas deben formularse de manera clara; la ciencia define la
mayoría de sus conceptos; la ciencia crea lenguajes artificiales; y la ciencia procura siempre
medir y registrar los fenómenos.

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o Comunicable. El lenguaje científico comunica información a quienquiera que haya sido
entrenado para entenderlo. La comunicabilidad es posible gracias a la precisión, condición
necesaria para la verificación.
o Verificable. La verificabilidad es inherente al conocimiento científico. De no ser así, no
podría decirse que los científicos procuran conocimiento objetivo.
o Metódica. La investigación científica no es errática, sino planeada.
o Sistemática. Esta característica le confiere al conocimiento científico el carácter de
racional.
o General. Ubica los hechos singulares en normas generales y los enunciados particulares
en esquemas amplios.
o Legal. Busca leyes y las aplica, concretamente se refiere a las leyes de la naturaleza y de
la cultura.
o Explicativa. Intenta establecer los hechos en términos de leyes y las leyes en términos de
principios.
o Predictiva. Trasciende los hechos presentes intentando reconstruir el pasado y
pronosticando cómo podrá ser el futuro. La predicción científica, en contraste con la
profecía, se funda sobre leyes y sobre informaciones específicas fidedignas o confiables y,
de ser posible verificables, relativas al estado de cosas actuales o del pasado.
o Abierta. No reconoce barrera a priori que limiten el conocimiento.
o Útil. La utilidad de la ciencia es una consecuencia de su objetividad: sin proponerse,
necesariamente, obtener resultados aplicables la investigación los provee a la corta o a la
larga.
Esta serie de características de la ciencia marca aspectos importantes para comprender su
definición y clasificación desde la perspectiva positivista del autor.
El Cuadro 1.2., muestra la estructura básica de dicha clasificación.

Cuadro 1.2.
Características distintivas entre las Ciencias fácticas y las Ciencias Formales

Ciencias Formales o Ideales Ciencias Fácticas


Establecen relaciones ideales. Interpretan las formas ideales en términos de
hechos y experiencias.
Los entes ideales existen en la mente Dado que estudian entes materiales se
humana. necesita emplear la observación y la
experimentación.
La Lógica y la Matemática construyen sus En estas ciencias exactas se emplean
propios objetos de estudio. símbolos interpretados.
Demuestra o prueba Verifican o corroboran.
La demostración es completa y final La verificación es incompleta y temporaria.

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1.2.2. Dialéctica.
M.B. Kedrov y A. Spirkin (1986, 118) consideran como base para la clasificación general de las
ciencias el descubrimiento de las interrelaciones entre tres grandes sectores del saber científico:
las ciencias naturales, las ciencias sociales y la filosofía, como se ve en el cuadro 1.3. En esta
visión se aprecia un enfoque que atiende a la necesidad de ver el todo como algo más que la suma
de las partes. Es decir, la integración de las partes requiere de su interrelación y genera un resultado
más completo.

CLASIFICACIÓN DE LOS CAMPOS DISCIPLINARIOS

OBJETO CAMPOS DISCIPLINARIOS


NATURALES

APLICACIÓN
La Naturaleza DE TÉCNICAS Química
- inorgánica
- orgánica Física
Biología
El Ser Humano
Economía Bioquímica
Individual
Psicología

La Sociedad y el Sociología ABSTRACCIÓN


Pensamiento
Matemáticas
(humanos)
SOCIALES FILOSOFÍA

Figura 1.3. Clasificación de los campos disciplinarios según el objeto de estudio

Una interpretación de este esquema es la integralidad del ser humano consigo mismo y su
interrelación con la naturaleza, en lo individual y en lo social. Existe una clara correspondencia
entre los objetos y las disciplinas específicas, de modo que, puede visualizarse cómo un objeto de
estudio o problema está inmerso en el conjunto de conocimientos y sólo se orienta más
acusadamente hacia alguno de los elementos de la triada naturaleza-sociedad-filosofía.

1.2.3. Otras clasificaciones.


Armando Asti (1975, 20) revisa críticamente la clasificación de Bunge. Le aplica el calificativo de
extremadamente esquemático y de asumir una actitud previa de carácter doctrinario, al condenar
a las ciencias de la cultura a una continua oscilación entre las fácticas y las formales. A la vez,

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divide la ciencia en tres grupos: las del hombre, integradas por aquéllas de la cultura; las disci-
plinarias -como la biología, la física, la matemática...; y las que denominó como nuevas- la
parapsicología y la semiótica.
Finaliza su juicio afirmando "toda clasificación es convencional".
Zorrilla (1984, 32) integra clasificaciones de distintos autores y comenta en relación "la ciencia
necesita de un sistema de definiciones con respecto a los fenómenos, así como de procesos a través
de los cuales se analicen los datos que proporcionan la base del conocimiento científico".
El sistema de afirmación de fenómenos se llama teoría y los procesos para analizar datos se
denominan investigación.

1.3. Definición de teoría.


Quienes buscan y generan nuevo conocimiento en los hechos y en las ideas no pueden
sencillamente acumularlos en forma aislada. Por tal razón, los científicos tratan de integrarlos en
forma ordenada y en una interrelación coherente denominada teoría.
La palabra teoría tiene usos diversos según la perspectiva del aplicante. En las ciencias sociales se
emplea como orientación teórica, marco de referencia o esquema teórico. También los textos de
autores clásicos suelen ser identificados nominalmente con el término teoría, según Zorrilla (1984,
35).
En el campo de las ciencias experimentales teoría se refiere a una serie de proposiciones y/o
aseveraciones lógicamente interrelacionadas con sentido empírico.
Ma. Teresa Yurén (1981, 33) ofrece un ejercicio al proponernos imaginar la labor de un investiga-
dor en los siguientes supuestos: "al principio se encuentra con datos aislados, y por ello formula
hipótesis, sin conexión entre sí. En ese momento las ideas no están ordenadas ni se enriquecen
unas a otras; de tal manera que no se sabe cuáles controlan a cuáles. Pero a medida que se
desarrolla la investigación, se descubren relaciones entre las hipótesis antes aisladas; éstas se
comprueban para obtener leyes. Se va estableciendo una conexión entre las diversas leyes,
ordenándolas coherentemente hasta formar una unidad. Esta cohesión o encadenamiento de leyes
se llama sistema, y el conjunto que resulta de ese encadenamiento recibe el nombre de teoría".
Este ejercicio ilustra con bastante claridad los pasos de cómo se genera y estructura el
conocimiento hasta conformar una teoría. En este orden de ideas, la misma autora resume el
proceso de una investigación hasta llegar a ser ciencia "cuando en ella se han construido teorías...
de ahí que los datos, los problemas, las hipótesis y las leyes sueltas no constituyen una ciencia".
Para Yurén una teoría debe presentar rasgos característicos. Ser dinámica. Al respecto, ella afirma
que "el incremento de conocimientos origina nuevos planteamientos de problemas y abre nuevos
caminos para otras leyes, teorías e investigaciones". El riesgo de una conceptualización de tal
naturaleza restringe a pensar en la teoría con un avance uniforme, cuando esto no es obligadamente
cierto.

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Además, ser global. Yurén sostiene: “La teoría en su conjunto corresponde, de un modo más o
menos imperfecto, al objeto de estudio en su conjunto". En esta afirmación se aprecia un enfoque
limitante en tanto que la noción conjunto suele ser excluyente de otros aspectos no contemplados
dentro de la teoría propuesta a pesar de ser parte de lo estudiado; no obstante, su restricción antes
discutida, cumple su función globalizadora.
También le atribuye el rasgo de ser acumulativa. Dice: "Una teoría no suprime del todo a las
teorías anteriores, sino que conserva algunos de sus componentes". Esta característica no es
original en la autora, pues otros autores la mencionan y le confieren validez. Adicionalmente
reconoce dos tipos de principios válidos para la formulación de teorías en las ciencias factuales.
Los divide en internos y puente. Textualmente su definición es la siguiente: “principios internos,
que indican las características de los fenómenos básicos a que se refiere la teoría, así como las
leyes que explican esos fenómenos; y principios puente, que muestran cómo se relacionan los
procesos considerados por la teoría con fenómenos empíricos, que son aquéllos con los que
estamos familiarizados, y que la teoría puede entonces explicar, predecir o retrodecir". Esta
propuesta tiene gran valor en tanto sintetiza claramente el binomio abstracción-práctica.
Otro autor, Alfredo Tecla (1980, 30) aborda el término teoría con un enfoque dirigido hacia la
transformación revolucionaria de la sociedad, surgida de la generalización de la actividad cognos-
citiva y de los resultados de la praxis. Él plantea los siguientes rasgos:
“La teoría es un sistema de conceptos, categorías y leyes (saber generalizado)".
Consecuentemente, evidencia la conformación de un orden de los elementos del conocimiento.
"Se encuentra indisolublemente ligada a la práctica". Esta afirmación tiene su origen y su destino
únicamente dentro del ámbito de las ciencias sociales.
"Son estructuras complejas: cálculos formales e interpretación sustancial". Aquí, por el contrario,
esta característica tiene un rango de aplicación universal.
"Puede servir de guía para la transformación de la realidad; contribuyen a transformar la
naturaleza y la vida social". Este rasgo cobró validez para los científicos a partir de teorización de
fenómenos sociales -surgida a raíz de los cambios emergentes de la Revolución Industrial-,
ocasionando una ruptura con el discurso científico tradicional.
"Las teorías sociales poseen un carácter de clase". Un planteamiento descrito en los términos -
como lo hace Tecla- evidencia su origen en la visión materialista de la historia.
"Es el reflejo objetivo de la realidad". Tal rasgo es el más controvertido por el riesgo de una
omisión, voluntaria o involuntaria, del contexto histórico en que se produce la teoría, como se
confirma con la siguiente cita: “La teoría científica está condicionada social e históricamente".
Una vez vistas varias posiciones de autores sobre la definición de teoría, se concluye que ésta es
una interconexión coherente de leyes, fenómenos o procesos; no solamente un agregado.

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1.4. El conocimiento científico.
Toda investigación científica tiene como primer y último fin la obtención del conocimiento para
conformar una guía de las acciones del ser humano.
La palabra conocer viene del latín cognoscere que significa averiguar por el ejercicio de las
facultades intelectuales la naturaleza, las cualidades y las relaciones de las cosas. En una acepción
más amplia se entiende por conocimiento la acción y el efecto de tomar conciencia de la existencia
de sí y de las cosas. Su plural es el conjunto de nociones de las cosas, comúnmente denominado
sabiduría.
El acto del conocimiento encierra la dualidad sujeto-objeto (el sujeto cognoscente y el objeto
conocido), pues si el primero no cuenta con el segundo se rompe el enlace.

1.4.1. Tipos de conocimiento.


Cervo y Bervian (1980, 24) expresan que el concepto de conocimiento se ha dividido de manera
amplia, en los siguientes tipos:
Empírico, que es ametódico y asistemático. Considera la experiencia como única fuente
valedera de información. No emplea la teoría, y el razonamiento lo aplica de una manera
superficial.
Científico. Busca conocer la verdad mediante causas y leyes; contrariamente al anterior, es
metódico y sistemático. Se basa en la observación, el análisis y la verificación o comprobación,
según sea el caso.
Filosófico. Intenta conocer la realidad y trascenderla. Busca explicar el universo, la naturaleza
y el ser humano en su más amplio sentido. Pretende encontrar explicación y justificación a la
esencia y la integralidad humana.
Teológico. Al igual que el anterior, requiere un alto grado de abstracción. Se basa en la
existencia de la divinidad, el argumento de autoridad y en los dogmas de fe.

Cabe destacar que los tipos de conocimiento se interrelacionan, excepto el científico y el teológico,
mutuamente excluyentes, en razón de su propia definición. Por un lado, el teológico requiere de la
fe, la cual consiste en creer en algo sin que medie explicación alguna y -por otra parte- el científico
exige explicaciones, respuestas y comprobaciones críticas y rigurosas a las interrogantes que
surgen de cualquier hecho, fenómeno o idea.
Ambas son formas de conocimiento diametralmente opuestas. No se afirma que una sea mejor que
la otra (o viceversa), sino que simple y sencillamente no pueden emplearse simultáneamente para
intentar explicar la realidad.

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En la Fig.1.4, se aprecia una forma gráfica de este planteamiento.

FILOSÓFICO

TEOLÓGICO CIENTÍFICO

EMPÍRICO

Fig. 1.4. Tipos de conocimiento

1.5. Ejercicios y recomendaciones para estudio.


1. Buscar tres definiciones de ciencia distintas a las expuestas en este capítulo, en textos
de diferentes autores. Detectar las coincidencias y/o las diferencias.
2. Construir una definición propia sobre qué es Ciencia a partir del análisis de las
definiciones conocidas.
3. Explique por qué se usan como sinónimos ciencia y disciplina.
4. Elabore una descripción de ciencia apoyada en el trinomio materia-mente-sociedad
inherente al ser humano.
5. Describa brevemente tres de las teorías científicas más importantes que conozca y
explique por qué las conceptúa así.
6. Formule un ejemplo correspondiente a cada tipo de conocimiento.
7. Distinga con un ejemplo los diferentes tipos de conocimiento sobre un tema común.
Puede tomarse como muestra el fuego, la inteligencia, el sueño, la luz, etcétera.
8. Explique las formas en la cuales el conocimiento científico difiere del basado en la
tradición, la autoridad, el tanteo y el sentido común.

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CAPITULO 2
El Método Científico.

Al hablar de ciencia, según se definió en el capítulo anterior, el humano ha observado un camino,


una forma amplia y general que le permite mantener y mejorar la obtención de conocimiento. En
resumen: ha conformado un método.
Este capítulo trata sobre qué es un método en abstracto y concretiza qué es el método científico,
sus elementos constituyentes y sus limitantes.

2.1. Definiciones del Método científico.


La palabra método proviene del latín methodus y éste, a su vez, del griego methodos - meta < fin,
odos < camino -. La unión de ambos términos significa el camino o la vía que se sigue para lograr
un fin determinado. En sentido amplio el diccionario lo explica como el modo de hacer o decir con
orden una cosa. Dentro del contexto filosófico se aplica exclusivamente a los procedimientos
necesarios en la obtención y exposición del conocimiento.
El método supone una disciplina tanto en pensamiento como en acción; un conjunto de procesos
que preestablecen un orden y no una norma absoluta en la consecución de un objetivo a lograr,
para la obtención de conocimientos sistematizados y organizados, según Zorrilla-Arena (1984,
58). Es un orden que se debe imponer a los procesos necesarios para lograr un fin o un resultado
deseado. A partir del concepto de ciencia, método es una aproximación sistemática a la solución
de problemas y difusión del conocimiento, conforme Polit y Hungler (1991, 16).
De ninguna forma, el método sustituye el talento ni la inteligencia del científico. Tiene sus
limitaciones, pues en sí mismo no enseña a encontrar las grandes hipótesis ni las ideas nuevas y
profundas. Esto depende del genio creador, de la reflexión crítica y profunda del científico como
actor principal del conocimiento.

2.1.1. La distinción entre un proceso y la metodología.


Para tener una idea, lo más clara posible, sobre la diferencia entre un proceso y la metodología
propiamente, se debe recordar primeramente que el método es el mecanismo ordenado, sistemático
y útil para obtener conocimiento (como fin general) que por medio de procesos busca la solución
a un problema determinado, mediante la ejecución de una serie de pasos seriados y específicos.
Por tal causa, según Cervo y Bervian (1980, 51-52), el proceso está subordinado al método.
Una vez asentado el concepto de método se debe definir metodología. El término proviene de la
unión entre la palabra método y logos, cuya significación es tratado. Se entiende como tal el estudio
formal de los procedimientos empleados en la adquisición y/o difusión del conocimiento científico,
según Yurén (1981, 74).

16
Por medio de la metodología se intenta agrupar a los distintos métodos disponibles para las
diversas disciplinas, ya que cada área emplea e instrumenta la vía más idónea para los fines que
pretende, según su objeto de estudio, de conformidad con Mendieta-Alatorre (1986, 38).
Se identifican dos grandes grupos de ciencias que reúnen métodos de manera amplia: las naturales
y las sociales. En este punto cabe subrayar que dentro de cada uno de esos grupos existen líneas
metodológicas distintas e incluso confrontadas. Por su parte Cervo y Bervian (1980, 52) destacan
la propiedad de la metodología para reunir y explicar áreas comunes y las técnicas con que puede
valerse cada una.

2.1.2. El Método y los métodos.


En la actualidad se presenta confusión o falta de precisión de términos cuando se habla de la
Ciencia en singular y las ciencias en plural. En el primer caso es concebida como término genérico
y amplio, según se trató en el capítulo anterior. El segundo para referirse a disciplinas específicas,
especialidades o campos delimitados del conocimiento. De igual forma sucede con el Método y
los métodos cuya imprecisión obliga con frecuencia a un mayor esfuerzo para delimitar a qué se
refiere en cada caso específico, merced a las diferencias de nivel. Al respecto, Grawitz (1975, 289)
establece que el término método "se utiliza para caracterizar unos procedimientos, que se sitúan
a niveles muy diferentes, en cuanto a su inspiración más o menos filosófica, a su grado de
abstracción, su finalidad más o menos explicativa, su acción en unas etapas más o menos
concretas de la investigación y el momento en que se sitúan".
También comenta diversos métodos que se integran en la metodología de las ciencias: "el método
estadístico que sirve para prever y diseñar formas de procesar y elaborar la información ya obte-
nida; el método experimental que básicamente consiste en extraer información de un fenómeno
potencialmente controlable, además de que permite reproducir y verificar a éste; el método
histórico, consistente en efectuar una recolección sistemática y las valoraciones críticas corres-
pondientes a hechos pasados; el método de estudio de caso, que es aplicado para investigar a un
grupo, una institución o cualquier otra unidad social individual, desde la interrogante de por qué
es su comportamiento de cierta manera y no de cuáles son su progreso, estado o acciones; o
también el método de estudio de campo, que es fundamentalmente cualitativo y que busca
descubrir y estudiar fenómenos en su ambiente natural. Pero esta lista no es concreta ni
homogénea. ¿Cómo situar en el mismo plano la estadística, el método experimental, el método de
casos o el método directo y participante?".
El autor expone la confusión existente en la jerga científica al usar de manera indiscriminada el
término método para aplicarlo a planos teórico-conceptuales correspondientes a niveles distintos.
A fin de tener más bases de juicio para emplear la expresión método se ofrecen algunas aportadas
por Greer (1969, 21):
o El Método en sentido filosófico.
"En el sentido más elevado y más general del término, el método (en singular) está
constituido por el conjunto de operaciones intelectuales por las que una disciplina trata
de alcanzar las verdades que persigue, las demuestra y/o las verifica. Este conjunto de
reglas aspira a procesos y formas de razonamiento y de percepción que hacen accesible

17
la realidad que debe captarse. Se trata de puntos de vista filosóficos que definen la
posición de la mente ante el objeto".
o El método como actitud concreta en relación al objeto.
"En este caso se da por supuesta la posición filosófica y así el método dicta formas
concretas de enfocar u organizar la investigación de forma más o menos precisa, completa
y sistematizada".
o El método en relación a una tentativa de explicación.
"En esta situación sí se vincula hasta cierto punto con una posición filosófica y puede
influir en alguna etapa de la investigación. Ante todo, busca un esquema explicativo que
puede ser de menor o mayor amplitud o situarse a diferentes niveles de profundidad".
o El método relacionado con un dominio particular.
"Desde este punto de vista el término se aplica a una esfera específica del conocimiento”.
En estas ocasiones, con frecuencia, se tiende a querer ampliar el concepto, tal vez de
manera inconsciente, y se puede caer en traslaparlo con la teoría. Por ejemplo, el método
psicoanalítico, que se relaciona con una concepción teórica de conjunto de la psicología o
de la sociedad. Por tal razón se debe evitar la confusión en ambos sentidos y en este sentido
es mejor usar el término modelo en lugar de método. Toda teoría pone en juego unos
problemas ligados al contenido específico que ordena y posee un carácter sustantivo, es
decir, define el qué, mientras por otra parte el conjunto de procedimientos establece el
cómo.

2.1.3. Método y técnica.


En este punto se define el concepto de técnica como los procedimientos operativos rigurosos, bien
definidos, transmisibles, susceptibles de ser aplicados de nuevo en las mismas condiciones y
adaptados al género del problema y fenómeno en cuestión. Las técnicas se emplean en la búsqueda,
obtención y elaboración de datos y resultados. Siempre se ligan directamente con el método y, por
esta razón, con frecuencia suele confundirse técnica con método. Tanto la técnica como el método
son la respuesta a un cómo. La primera representa las etapas de operaciones limitadas, unidas a
elementos prácticos y concretos; mientras que el segundo, una concepción intelectual que coordina
un conjunto de operaciones específicas.

2.2. El proceso del método científico.


Eli de Gortari (1979, 68) establece como "proceso del método científico los requisitos que
presupone una investigación científica [...] el conjunto de pasos que, de seguirse, se traducirán
en seguridad, objetividad y confiabilidad para el investigador".
Cada disciplina adecua estos requisitos a su objeto de estudio, por ser sistemáticos y propositivos,
mas nunca normativos.
Más esquematizada, Cervo y Bervián (1980, 22) ofrecen la visión completa del proceso del método
científico: "Toda observación nace de un problema observado o sentido, de tal forma que no puede

18
avanzar, a menos que se haga una selección de la materia que se va a tratar. Esta observación
presupone alguna hipótesis que guiará y al mismo tiempo delimitará el tema que se va a investigar.
Además del conjunto de procesos o etapas de que se sirve el método científico, tales como la
observación y recolección de los datos posibles, la hipótesis cuando se requiere, la
experimentación, la inducción y la teoría, el método científico aprovecha también el análisis y la
síntesis, los procesos mentales de la deducción y de la inducción. En suma, método científico es
la lógica general, tácita o explícitamente empleada para dar valor a los méritos de una
investigación".
El proceso del método científico no puede darse sin cumplir un orden mínimo preestablecido,
como lo plantean los tres autores citados, aunque el primero resume lo que los otros explicitan.

2.2.1. La estructura del método científico.


A la par con la atomización de las distintas disciplinas, los científicos han pretendido encontrar un
método científico propio para cada área del conocimiento. Tal pretensión, evidentemente, resulta
absurda. En rigor, el método es único. Su estructura básica no está sujeta a variaciones
disciplinarias. Las adaptaciones particulares a cada campo del conocimiento se denominan
procedimientos y no métodos, a pesar de que muchos autores les nombren así.
En la fig. 2.1. se describen los pasos propios del método científico.

Tener y delimitar un problema

Obtener información respecto a él

Analizar y discutir la información

Sacar conclusiones y hacer propuestas

Divulgar los hallazgos

Figura 2.1. El proceso del Método Científico.

La estructura general contiene elementos básicos, a los que se pueden añadir otros, según las
necesidades del investigador.

19
2.2.2. Los pasos de la estructura del Método Científico.
Todo investigador debe seguir una serie de pasos propios del método para obtener sus resultados.
En seguida se enumeran uno a uno.
o Tener y delimitar un problema. El trabajo de investigación inicia cuando se toma un
problema específico y se asume su conocimiento mediante su delimitación inicial.
o Obtener información sobre el problema. Con el fin de enriquecer el conocimiento previo
que se tenga del problema que se plantea, como paso subsecuente se buscará toda la
información posible de que se disponga sobre él.
o Analizar y discutir la información. Una vez concluido el paso anterior y se reunió la más
información posible sobre el problema, se la discute para eliminar toda aquella que no sirva
al propósito específico que se tiene.
o Sacar conclusiones y propuestas. De la discusión anterior se pueden obtener algunas
conclusiones sobre el problema que se está investigando; además de que también se tendrán
algunas propuestas.
o Divulgar los hallazgos. Finalmente, con las conclusiones y las posibles propuestas, la
siguiente tarea es la de avocarse a su divulgación, por medio de la publicación por cualquier
medio.

2.2.3. Elementos básicos de la estructura del Método Científico.


Se proponen algunos elementos básicos de la estructura del Método Científico, el investigador
definirá en definitiva si tal cantidad aumenta o disminuye, según la necesidad de un proyecto en
lo particular.
o La observación. Consiste en aplicar atentamente los sentidos a un objeto para adquirir un
conocimiento claro y preciso. Sin ella el estudio de la realidad y de sus leyes se reduce a
simples conjeturas y a pura adivinación. La observación se diferencia de la percepción por
su marcada connotación psicológica.
Para que la observación cumpla con su cometido dentro de la investigación, ésta deberá
reunir algunas condiciones previas:
 Condiciones:
 Físicas: Se requiere órganos sensoriales en funcionamiento normal y correcto.
También buenos instrumentos de medición, como un auxilio para los sentidos.
 Intelectuales: Curiosidad para observar lo cotidiano y capacidad para discernir
hechos significativos.
 Morales: Paciencia para resistir la precipitación que obliga a conclusiones
prematuras. Entereza para no separar de los hechos, ciertos fenómenos raros o
decisivos. Imparcialidad, entendida como la liberación de toda preocupación por
los resultados y el respeto escrupuloso y la convicción estricta hacia la verdad.

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 Reglas: Son pocas las reglas para la observación desde el ejercicio científico, pero
fundamentales para lograr un conocimiento confiable.
 Atenta porque el científico debe concentrarse en su objeto de estudio; exacta, por
su necesidad de apreciar el problema tal como es en realidad.
 Precisa, debido a la exigencia de encontrar todos los detalles, con tal motivo debe
saber efectuar mediciones.
 Completa puesto que el fin del estudio es abarcar la integralidad del objeto.
o La información. Es el conjunto de conocimientos previos de que dispone el investigador,
hayan sido generados por él mismo o por otros. Se requiere hacer un acopio exhaustivo de
información relacionada con el problema a estudiar y hacer una correcta clasificación de
ella. Es importante destacar que no todos los datos recopilados son, necesariamente,
utilizados en forma directa para atender la indagación del problema. Sin embargo, ninguna
explicación relacionada, aunque de manera indirecta, es prescindible para que el
investigador se forme un juicio más completo e integral de los distintos aspectos
relacionados con el problema. Los informes pueden ser orales, escritos, grabados o
comunicados por cualquier otro medio útil.
o Hipótesis. En términos generales, la hipótesis consiste en establecer explicaciones posibles
acerca de aquello que se estudia. O como lo mencionan Cervo y Bervian (1980, 23):
"equivale a una suposición verosímil, sujeta a comprobarse o rebatirse por los hechos, los
cuales decidirán, en último caso, la verdad o falsedad de lo que se pretende explicar".
Toda hipótesis presenta una doble función:
 Práctica porque orienta al investigador encauzándolo en la dirección de la causa
probable o de la ley que busca.
 Teórica cuando coordina y completa resultados ya obtenidos, agrupándolos en un
conjunto completo de hechos, para facilitar su inteligibilidad y estudio.
Se pueden formular hipótesis por deducción de resultados o por la experiencia y
prácticamente no hay reglas rígidas para sugerirlas, lo fundamental es la inteligencia.
La hipótesis presenta algunos rasgos característicos que le son propios, en función de su
calidad cognoscitiva, pues la falta de uno o más va en detrimento de su validez. En el
capítulo 4 de este volumen se hará una exposición más detallada de los conceptos,
características y definiciones relacionados con las hipótesis.
 No debe contradecir, de inicio, ninguna verdad ya aceptada o explicada.
 Debe ser simple, es decir, que si se presentan varias hipótesis se recomienda escoger la
más simple.
 Debe ser sugerida y verificable por los hechos. Esto es, las hipótesis no se inventan.
En el capítulo 4 de este libro se hará una exposición más detallada de los conceptos,
características y definiciones relacionados con las hipótesis.

21
o Obtención de datos y/o experimentación. Este elemento abarca el conjunto de pasos
utilizados para verificar las hipótesis. Difiere de la observación simple porque responde a
una idea con una intención definida; sin embargo, cuando es provocada a la luz de una
expectativa definida conforme a la lógica se conoce como experimentación. La función de
la experimentación es verificar y corroborar hipótesis.
o Análisis y discusión. Una vez obtenidos los datos que resultaron de planear y ejecutar la
investigación, se hace un análisis exhaustivo y a fondo para definir y fundamentar las
conjeturas que se deriven de dicho análisis y se puedan explicar dentro del marco de
referencia, marco teórico o teoría en la que se inscribe el nuevo conocimiento. En este
punto se debe interpretar por análisis la descomposición de la información en sus elementos
constitutivos. De esta forma, se puede optar por la visión analítico-sintética, la cual
entiende que los conceptos de todo y parte se interrelacionan. Un análisis presupone a la
síntesis y viceversa. Ambos son plenamente correlativos y absolutamente inseparables. No
se puede hablar de uno sin el otro. Es un error común de análisis pensar que las partes son
independientes y que integran el todo. Por ejemplo, la sociedad está integrada por
individuos, quienes a su vez conforman la sociedad. Es decir, sin individuos no habría
sociedad, pero también éstos al componer o integrar la sociedad no se dan indepen-
dientemente, sino formando subestructuras. En consecuencia, un análisis se hace tomando
en cuenta, los siguientes aspectos: la visión del todo, la búsqueda de subestructuras, la
definición de los elementos que las componen y la correcta interrelación de todos los nive-
les.

2.2.4. Limitantes para el proceso del método científico.


El proceso del método científico no garantiza la solución de todos los problemas ni produce
siempre resultados positivos. Su correcto seguimiento solamente ofrece una mayor probabilidad
de explicarse el problema o un mejor acercamiento a la esencia del fenómeno o idea en estudio.
No es panacea alguna, sino una manera ordenada de estudiar aquello que nos interesa. Tiene sus
limitantes; por lo que se debe identificarlas, tratar en lo posible de salvarlas o, en su caso, tenerlas
siempre en cuenta.
Conviene hacer una descripción detallada de las limitantes del proceso del método científico para
su mejor comprensión:
o El argumento de autoridad. En las ciencias experimentales y en la filosofía el principio
de autoridad es normalmente un obstáculo. Aceptar sin reflexión y pasivamente la opinión
de un especialista o autoridad en la materia o tema, significa eliminar la verdadera
búsqueda de conocimiento. Es decir, casi se convierte en un acto de fe (previamente en el
primer capítulo se discutió que la ciencia no se puede ejercer desde la fe, entendida ésta
como una aceptación sin que medie explicación alguna). No obstante, el argumento de
autoridad tiene utilidad como referente.
o Los aspectos éticos y morales. En ciertos campos disciplinarios, por la naturaleza de los
temas que se abordan o los objetos que se estudian, una limitante siempre presente son los
aspectos éticos y/o morales. Con mucha mayor frecuencia se presenta en áreas que tratan
cuestiones de valores humanos -muy especialmente la investigación en salud o cuando se

22
trabaja desde una perspectiva ecologista-. Las interrogantes que se refieren a este tipo de
problemas no pueden sujetarse a corroboración científica. Sin embargo, este tipo de
aspectos son frecuentes, complicados y en su mayoría trascendentales.
o Los problemas de las mediciones. Este aspecto ha sido una limitante en áreas de
conocimiento susceptibles a la experimentación. Generalmente, cuando el científico
trabaja sobre una idea que explica el comportamiento de un sistema o un ente y no dispone,
hasta ese momento, del instrumento necesario para efectuar mediciones de alguna variable
(y a veces ni siquiera es factible su construcción) se encuentra con que esta limitante es el
obstáculo que le impide comprender el objeto de estudio. Tal limitación también ha jugado
un papel importante en la discusión de los científicos que se interesan en hacer estudios de
tipo cualitativo más que cuantitativo, como en las áreas sociales, ya que los instrumentos
de medición son aún muy reducidos en número o en precisión.
o Los problemas de control. En la medida que se avanza en el conocimiento los problemas
se hacen más complejos y, por tanto, la forma de ejercer un control sobre el fenómeno u
objeto de estudio se complica. Generalmente, el científico delimita el horizonte o el alcance
del problema con la finalidad de poder controlarlo y así tener confiabilidad en los
resultados; sin embargo, con más frecuencia que la deseable, se tienen que descartar o dejar
de considerar variables por la imposibilidad de poder controlarlas. Consecuentemente, la
explicación del problema se aleja ante la impotencia del científico.

2.3 Ejercicios y recomendaciones para estudio.


1. Establezca la(s) diferencia(s) entre método, proceso y técnica.
2. Explique qué es el método en sentido filosófico.
3. Compare con amplitud los conceptos de método y metodología.
4. ¿Cuál es la diferencia entre Método y métodos?
5. ¿Por qué se dice que el método científico es predictible?
6. Ejemplifique el argumento de autoridad en varias formas dentro de la vida diaria y en
el ámbito científico.
7. Señale y discuta las consideraciones éticas en torno a los siguientes temas:
a) la eutanasia.
b) el aborto.
c) las pruebas de fármacos en humanos.
d) el uso de animales para pruebas de laboratorio.
e) la clonación.

23
CAPÍTULO 3
La investigación científica

Tanto la ciencia como el conocimiento científico se concretan y se desarrollan, en la práctica, por


medio de la investigación, entendida como la búsqueda de nuevo y mejor saber. En este capítulo
se presentan diversas concepciones del significado del concepto investigación científica, cuántos
tipos existen, sus factores componentes y los criterios para identificar las diferentes clases de
estudio que abordan el proceso de investigar.

3.1. Definición de la palabra investigar.


El vocablo investigar viene del latín investigare, cuyo significado es desarrollar actividades con el
fin de registrar, indagar o descubrir la verdad. Su propósito, en términos muy generales es agregar
algo nuevo a los conocimientos humanos. La investigación surge cuando se tiene conciencia de un
problema y se enfrenta la búsqueda de su solución, por lo que constituye el instrumento principal
del trabajo científico. Para reforzar el concepto de investigación científica se ofrece las
definiciones de diversos autores:
Rojas Soriano (1980, 43), por su parte establece que "puede considerarse a la investigación
científica como la búsqueda de conocimientos y verdades que permitan describir, explicar,
generalizar y predecir los fenómenos que se producen en la naturaleza y en la sociedad. Por ello,
se plantea como finalidad la descripción, la explicación y la predicción de los fenómenos".
Según Mendieta-Alatorre (1986, 4-5) investigar es simplemente "una sistemática y refinada
técnica de pensar, que emplea herramientas, instrumentos y procedimientos especiales con objeto
de obtener la solución más adecuada a un problema que sería imposible realizar [sic] con medios
ordinarios". Ambas propuestas en torno a la cuestión de la acción de investigar, evidentemente,
son complementarias en su fondo, aunque diferentes en el enfoque. La correspondiente a Rojas
Soriano destaca el objeto de estudio. Y la referencia de Mendieta Alatorre atiende los medios. En
resumen, los dos autores coinciden en que es la búsqueda de conocimiento.

3.2. Acepciones de investigación científica.


Comúnmente, el investigador da por asentado un concepto de investigación científica, a partir del
objeto de estudio o de la disciplina en que se desenvuelve. Tal práctica, consciente o inconsciente,
propicia una polisemia (multiplicidad de acepciones en torno a un vocablo) que provoca
ambigüedad en el empleo cotidiano del término.
Tal vez el alumno ya esté familiarizado con algunas de las acepciones de investigación que párrafo
abajo se discuten, pero en el caso de que no lo esté, se ofrecen las más usuales a continuación:
o Indagar el número de veces que se presenta un fenómeno e intentar descubrir las variables
que lo afectan y las relaciones entre éstas.
o Inquirir la razón por la cual un fenómeno se presenta con diferencias muy precisas en un
mismo ciclo.

24
o Conocer las relaciones constantes y reducirlas a hipótesis que puedan ser objeto de
comprobaciones posteriores para generar una ley.
o Examinar las diversas hipótesis obtenidas por observación y buscar la verificación de las
mismas.
o Explorar la presencia de una situación determinada que se deteriora o se transforma en
antítesis, para derivar la síntesis aplicando el método dialéctico.
o Averiguar el número de veces que se presenta un fenómeno.
o Explorar, en forma exhaustiva, el área de un conocimiento.
o Saber cuántos y cuáles son los documentos escritos sobre un determinado tema, para tener
una visión completa del asunto.
o Comparar la forma cómo ha sido tratado o elaborada una cuestión y precisar sus
diferencias.
o Deducir conclusiones de análisis dados y objetivamente adquiridos, para vaciarlos en
muestreos estadísticos.
El riesgo de una imprecisión como la reseñada, conduce a quien realiza una investigación a
desempeñar el papel semejante al de un historiador influido por una concepción determinada de la
historia, quien asume como válido que la investigación científica se resume a la acumulación de
testimonios ordenados cronológicamente, con los que presume reconstruir un período determinado
de una sociedad.

3.3. Tipos de investigación científica.


La investigación científica admite diversas formas de clasificación. La más general y aceptada en
la actualidad incluye la básica, la aplicable, la documental y la de campo.
Respecto de los dos primeros tipos, el punto de coincidencia depende de la existencia de una
utilidad directa del conocimiento buscado, como se explicará más adelante. Esta división se usa
con mucha frecuencia se usa en el tiempo actual, incluso para conformar los planes y programas
de fomento científico en diversos países. Los dos segundos, se agrupan por el vínculo que tienen
con los procedimientos que se emplean en su realización y, aunque responden a otro criterio
clasificatorio, presentan aspectos especiales -por lo que es necesario considerarlos junto con los
anteriores-, ya que además de no oponerse, se incluyen como variantes de los dos primeros casos.
o La básica busca el progreso científico; acrecentar los conocimientos teóricos, sin interesarse
directamente en las posibles aplicaciones o consecuencias prácticas; persigue las
generalizaciones con vista al desarrollo de una teoría basada en principios y leyes.
o La investigación aplicable (mal llamada aplicada) guarda íntima relación con la básica, pues
depende de los descubrimientos y avances de la última y se enriquece con ellos; pero se
caracteriza por su interés en la aplicación, utilización y consecuencias prácticas de los
conocimientos. La investigación aplicable busca el conocer para hacer, para actuar, para
construir, para modificar...

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o La documental es aquélla que se realiza a través de la consulta de documentos (libros, revistas,
periódicos, anuarios, registros, etcétera). Toda investigación requiere de este tipo de indagación
a lo largo de todo su desarrollo, aunque se trate de un estudio experimental o de campo. En
estos dos últimos casos se busca conocer las contribuciones culturales o científicas del pasado.
Cuando se trata de investigación con orientación fundamentalmente documental se puede hacer
la reconstrucción histórica del tema de interés para el investigador y debe recorrer los pasos
formales de un trabajo científico. Esto se presenta con mayor frecuencia en investigación
histórica, epidemiológica, literaria o filosófica. En la segunda opción la indagación bibliográfica
constituye parte de la investigación experimental o de campo, en cuanto a que se efectúa con el
propósito de recoger informaciones y conocimientos previos sobre un problema para el cual se
busca respuesta a hipótesis que se quiere poner a prueba.
Para el investigador incipiente este tipo de estudio es un excelente medio de formación, ya que lo
pone en contacto no sólo con el fondo de los temas de su interés, sino con la forma sistematizada
del manejo de la información. Las técnicas más comunes y las recomendaciones al respecto se
tratarán en el capítulo 5 de este mismo documento.
o La de campo (o directa) es la que se efectúa en el lugar y en el tiempo en que ocurren los
fenómenos (objeto de estudio). Se emplea frecuentemente en las ciencias sociales y las de la
salud. Algunas de sus técnicas son igualmente empleadas en otras disciplinas. Las propias
tienen como finalidad recoger y registrar ordenadamente los datos relativos al tema escogido
como objeto de estudio y equivalen, por tanto, a instrumentos de investigación controlada. Entre
las utilizadas destacan principalmente la observación (como técnica), la entrevista, la encuesta,
el test, etcétera.

3.4. Los factores de la investigación.


Los factores de la investigación se constituyen por las interrogantes: ¿quién va a investigar?
(sujeto), ¿qué se va a investigar? (objeto), con ¿qué finalidad? (objetivos) y de ¿cuáles medios va
a valerse? (medios). De esta manera se puede establecer cual sujeto es quién realiza la acción de
investigar; cuál es el problema o fenómeno que va a ser estudiado; cuál es el objetivo o la finalidad
de la indagación y, finalmente, cuál es la forma de aplicación. Una ampliación de los elementos
indispensables de los factores básicos de la investigación se agrupa en los puntos que siguen a
continuación:

3.4.1. El investigador (sujeto).


Toda persona que tenga la intención de prepararse como investigador deberá, previamente, tomar
en consideración algunos puntos que son fundamentales para su formación:
o Aptitudes. Se pretende que presente esta cualidad para que le permita razonar y
profundizar en los temas a investigar o descubrir lo importante en ellos; matizar los asuntos
y seleccionar los materiales.
o Habilidad para solucionar problemas y superar las dificultades. Esta cualidad es
importante porque a lo largo de la investigación se encontrarán muchas dificultades que
deberá afrontar. También es deseable que sea capaz de organizar los elementos de las tareas
y busque la mayor precisión en las apreciaciones.

26
o Conocimiento de los procedimientos y las técnicas de la investigación. Debe dominar
los temas como las técnicas y los procedimientos de que se valdrá para conocer la realidad.
o Capacidad administrativa. Debe tener o desarrollar habilidad para el manejo ordinario
del papeleo de oficina, por las necesidades que enfrente para realizar la presentación de
informes, de presupuestos o de avances de investigación.
o Imparcialidad intelectual. Es preferible que presente capacidad para ser imparcial frente
a un fenómeno dado.
o Conciencia del deber. Solo una persona organizada puede producir conocimiento, porque
es imposible que éste se genere en un ambiente desordenado. Para que haya una capacidad
organizativa, debe haber conciencia del deber.
o Buena memoria. Difícilmente, una persona que no es capaz de retener en su memoria
datos sueltos o información secuencial, puede emprender una labor de investigación, por
lo que se sugiere que se tenga o se refuerce esta cualidad.
o Capacidad de observación. Muy frecuentemente, a esta cualidad se le conoce como
intuición, pero en el caso de un investigador es fundamental su capacidad para descubrir,
aún en la cotidianeidad, asuntos que puedan ser dignos de ser investigados.
o Experiencia. Resulta indispensable que haya algún antecedente de experiencia en todo
aquel que desee iniciarse en la investigación. En el caso de que esta no se posea, puede
recurrirse al asesoramiento hasta que la adquiera.
o Voluntad. La labor de investigación requiere de mucha paciencia, por lo que la voluntad
de quien requiere dedicarse a ella, debe estar perfectamente templada para seguir adelante,
aún en contracorriente.
o Creatividad. Cuando una persona tiene la suficiente imaginación para idear soluciones a
problemas, puede decirse que ha dado un paso importante para concretar su trabajo.
o Ética. El abordaje de los problemas de investigación requiere que haya una actitud ética
para que pueda fructificar, sin truculencias que al final impidan que el conocimiento
adquirido se sostenga por sí mismo.
o Salud física y hábitos de trabajo. En muchas ocasiones el trabajo de investigación
requiere que haya buenos hábitos para evitar fatiga innecesaria y se cuente con una
condición física buena, para tener un mejor rendimiento.

3.4.2. El objeto.
Para que un hecho, un objeto o un fenómeno requiera ser estudiado, debe reunir algunas
condiciones previas:
o Ser digno de estudiarse. Por sí o por su naturaleza, debe ser trascendente a su momento.
o Factible. Su abordaje debe ser factible con los medios con los medios de que disponga el
investigador.
o Viable. El objeto de estudio debe ser viable en términos sociales, económicos y hasta
políticos.

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3.4.3. Los objetivos.
El planteamiento de los objetivos perseguidos en una investigación debe estar regido bajo los
siguientes lineamientos:
o Nuevas formas de trabajo. Por su naturaleza, la investigación científica debe ser
altamente innovadora, por lo que se desea que también produzca nuevas formas de trabajo.
o Nuevos enfoques de un problema. La Ciencia tiene como planteamiento fundamental el
descubrimiento de lo trascendente, aún en lo cotidiano; por lo tanto, ante un problema que
ordinariamente se tiene enfrente, se deben plantear nuevos enfoques del mismo.
o Enriquecimiento del tema. Mediante la aportación personal, el investigador debe buscar
el enriquecimiento del conocimiento disponible sobre el tema con nuevos puntos de vista.
o Originalidad. El sello personal del investigador radica en su originalidad. Esta puede ser
un tema nuevo, con un abordaje igualmente novedoso cuyos resultados pudieran ser de
calidad equiparable.

3.4.4. Los medios.


Todos los recursos, desde el personal de un laboratorio hasta las instalaciones mismas, pueden ser
considerados como medios, por los cuales se realiza el trabajo de investigación. Tampoco se deben
descuidar, para una mejor evaluación y aprovechamiento de los medios las siguientes
recomendaciones:
o Condiciones propicias y adversas. El conocimiento tanto de las condiciones propicias,
como de las adversas es importante para una investigación, ya que de ellas depende su
éxito.
o Prevención de las dificultades. Una parte importante de toda investigación radica en la
prevención de dificultades que se puedan presentar durante el proceso.
o La relación y organización de los materiales. Para tener un buen abastecimiento de los
materiales necesarios para la investigación, es necesario que se lleve una relación fiel de
éstos y de preferencia una bitácora de su utilización, para prevenir faltantes en un momento
dado.
o El plan de trabajo. Para mantener un orden interno en la investigación, debe seguirse un
plan rigurosamente trazado.
o Recursos. El acopio de personas, materiales y elementos para el desarrollo del plan de
trabajo es fundamental para el correcto desarrollo y buen éxito de toda investigación.

3.5. El tema de investigación.


o Polit y Hungler (1987, 60-62) sostienen que la selección del tema o problema a investigar
es la tarea más difícil de la empresa científica. Sobre todo si se trata de personas que se
inician en esta actividad. La dificultad de elegir un objeto para estudio no depende de la

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escasez de cosas que deban estudiarse, puesto que nada se ha investigado de manera cabal
y definitiva.
o En la primera etapa del proceso de investigación es importante no apresurarse, pues no es
fácil identificar un asunto susceptible de conocer, pero indispensable hacerlo. Es imposible
proceder de manera ordenada e inteligente en un proyecto de investigación, a menos que
se tenga la mayor claridad sobre el problema.

3.5.1. Fuentes de investigación.


Las tres fuentes más comunes de temas de investigación son la experiencia con que cuenta el
investigador, la literatura sobre el área de conocimiento en que está involucrado, y las teorías de
que dispone.
o La experiencia. Las vivencias diarias del investigador son un aporte sustancioso de
problemas para investigación, ya que con frecuencia se aprecian situaciones o hechos
interesantes o desorientadores y problemáticos. Si como consecuencia de estas
apreciaciones han surgido algunas dudas (¿por qué se hacen las cosas de esta manera? ¿qué
sucedería si...? ¿qué enfoque serviría mejor?, etcétera) es posible estar en el camino hacia
el desarrollo de una idea susceptible de investigación. Los problemas más cercanos, que
necesitan solución o que despiertan curiosidad, son pertinentes e interesantes para una
indagación y en razón a su cercanía, generan más entusiasmo que los problemas abstractos
y lejanos, deducidos de una teoría.
o Literatura especializada. La lectura de información especializada sobre los temas de
interés para el investigador es la fuente más usual de ideas para desarrollar temas de
investigación. Este tipo de actividades no sólo ayudan al neófito a encontrar un problema
susceptible de abordarse desde la perspectiva científica, si no también ayudan a conocer el
enunciado del estudio y también comprender la forma real de efectuar trabajos de esta
índole y estar en las corrientes más actuales de las áreas del conocimiento de mayor interés.
o Teoría. La tercera fuente importante de problemas parte de los sistemas teóricos y los
modelos conceptuales correspondientes al área de conocimientos en las que se pretende
hacer el estudio. Se había establecido que teoría es la explicación abstracta y generalizada
de fenómenos de la naturaleza o de la sociedad. En sí mismas no están arraigadas en
problemas prácticos o situaciones concretas, pero cuando no se concretan en las
circunstancias de la realidad tangible y no se prueban científicamente, tienen poco valor.

3.5.2. Elección del tema.


El desarrollo de un problema para investigar es esencialmente un proceso de creatividad
dependiente de la imaginación, la perspicacia y el ingenio. Puede ser dificultado o ahogado por la
tensión y por la valoración temprana de sus resultados. Por tanto, es conveniente que -en las etapas
iniciales- cuando están surgiendo las ideas de la investigación, no se les califique de inmediato. Es
mejor comenzar con sencillez, relajándose y anotando áreas generales de interés, según vayan
llegando a la imaginación. En esta fase importa poco si los términos para recordar las ideas son
abstractos o concretos, amplios o específicos, técnicos o coloquiales. Lo importante es poner las
ideas en el papel.

29
Una vez cumplida esta primera etapa, las ideas así registradas pueden clasificarse en distinto orden,
ya sea por interés, por los conocimientos que el investigador tenga sobre el campo o por lo prome-
tedoras que parezcan como temas de investigación.
Cuando se ha seleccionado la que ofrezca más posibilidades, no debe descartarse el resto de la
lista, pues con frecuencia se requiere volver a revisarlo.

3.5.3. Delimitación del problema.


La selección de un tema es el primer paso para la definición del problema y además una etapa
importante en el seguimiento de la investigación.
La siguiente fase es la delimitación del objeto de estudio. En este punto es muy útil la discusión
de las ideas con los colegas, compañeros o profesores para tener una visión más amplia de los
límites que requiere el problema.
No debe gastarse demasiada energía en preocuparse sobre si el tema seleccionado ya fue
investigado. Son escasos los temas completamente originales y peculiares y, además, no es posible
haya dos estudios totalmente idénticos. Por tal motivo, cualquier investigación contiene la
potencialidad para aportar conocimiento, siempre y que se realice con el mayor rigor científico.
Cuando se ha elegido un problema, aun en forma provisional, el investigador debe comenzar la
tarea de reducir cada vez más su extensión. Es común que los principiantes se planteen problemas
exageradamente amplios, lo cual dificulta marcadamente el desarrollo y buen logro de los
resultados de la investigación.

3.5.4. Requisitos para la valoración de un problema de investigación.


Deben considerarse varias condiciones para la selección final del objeto de estudio. En primer
lugar, debe ser importante. En segundo, poder investigarse. Las preguntas morales o éticas son
sumamente difíciles de abordar y deben evitarse los conceptos no susceptibles a la definición ni a
la medición precisas. En tercer lugar, toda investigación debe ser practicable. La practicabilidad
se refiere a los aspectos inmediatos del trabajo como tiempo y oportunidad propicios, dispo-
nibilidad de sujetos de estudio, colaboración de terceros, acceso a instalaciones y equipo, recursos
económicos, experiencia y competencia del investigador, etcétera). Por último, pero igualmente
importante, lo atractivo que resulte el tema para el investigador.

3.5.5. Enunciado del problema de investigación.


La experiencia recomienda que el problema seleccionado debe enunciarse formalmente, es decir
por escrito, antes de planear el estudio. Un buen enunciado del problema sirve de guía durante toda
la investigación. Debe identificar las variables más importantes a estudiar; especificar las
características de la población que se investiga y sugerir la posibilidad de pruebas de orden
práctico. Se acompaña de un conjunto de definiciones precisas de los conceptos que participan con
el fin de facilitar la comunicación de las ideas de investigación y de ayudar a salvar la brecha entre
fenómenos abstractos y variables factibles de ser medidas.

30
3.6. Los tipos de estudio en la investigación científica.
El tipo de investigación se elige en función de los objetivos que se busca alcanzar, de los recursos
de que se dispone y de lo específico de problema que se pretende abordar. Con base en Méndez y
col. (1988, 11-13) son cuatro los criterios de clasificación que definen un estudio de investigación.
Es posible encontrar una descripción específica del tipo al que pertenece una investigación; pero
no más de un subcriterio. Por ejemplo: un estudio puede ser prospectivo, longitudinal, comparativo
y experimental. Pero nunca podrá ser prospectivo y retrospectivo al mismo tiempo; observacional
y experimental a la vez; ni tampoco longitudinal y transversal simultáneamente.
Con base en los datos de Méndez se ofrece una esquematización de los criterios clasificatorios,
con el propósito de facilitar la comprensión:
3.6.1. Temporal.
De acuerdo con el periodo en el que se capta la información y la generación de los datos, el estudio
puede ser:
o Retrospectivo. Emplea información obtenida anteriormente a su planeación, con fines
ajenos al trabajo de investigación que se pretende realizar.
o Retrospectivo parcial. Cuenta con una parte de la información; el resto está por obtenerse.
(Para fines de clasificación se considera como estudio retrospectivo).
o Prospectivo. Toda la información se recogerá, después de la planeación de ésta, de acuerdo
con los criterios del investigador y para los fines específicos de la investigación.
3.6.2. Dimensional.
Este se establece de acuerdo con la evolución del fenómeno estudiado y se divide en dos posibilida-
des:
o Transversal. Es el estudio que requiere la medición de la(s) variable(s) por una sola vez;
es decir, se examinan las características de uno o más grupos de unidades en un momento
dado, sin pretender evaluar su evolución.
o Longitudinal. Cuando una variable debe ser medida más de una vez para ver la evolución
que ésta ha tenido a través del tiempo, el estudio se considera longitudinal. Por esto se
entiende la comparación de los valores de la(s) variable(s) de cada unidad en las diferentes
ocasiones.
3.6.3. Relacional.
Se establece de acuerdo con la comparación posible entre poblaciones y se distinguen dos tipos:
o Descriptivo. Considera solamente a una población, la cual se pretende describir en función
de un grupo de variables sin afán de comparación y no requiere de hipótesis centrales.
Quizá se tenga un grupo de hipótesis que se refieran a la búsqueda sistemática de asocia-
ciones entre variables en la misma población.
o Comparativo. Es el estudio en el que se contemplan dos o más poblaciones y en el que se
comparan algunas variables para contrastar una o más hipótesis centrales.

31
3.6.4. De control.
De acuerdo con el dominio de las variables por el investigador en el fenómeno que se analiza, el
estudio se clasifica en:
o Observacional. En este tipo de estudio, el investigador solamente puede describir o medir el
fenómeno; no debe modificar a voluntad ninguno de los factores que intervienen en el proceso.
o Experimental. En esta clase de estudio el investigador modifica a voluntad una o más de las
variables consideradas como causa dentro de una interrelación. Su aspecto fundamental radica
en que los valores que cobran las variables son alterables.
Adicionalmente, hay autores que incluyen la clasificación de estudio analítico, a pesar de su
connotación reduccionista. Recuérdese que todo estudio científico requiere de una etapa de
análisis, de no ser así, se trata de un trabajo distinto al científico.

3.7. Las etapas de la investigación científica.


Conforme lo expone Ander-Egg (1979, 63), se requiere que el planteamiento de la investigación
"proyecte el trabajo de acuerdo con la estructura lógica de las decisiones y con una estrategia que
oriente el modo de obtener las respuestas adecuadas". De esta manera se aprecian diversas etapas:
el qué y el para qué. Con lo que se determina el cuándo, dónde, cómo, con qué y con quién se va
a investigar.
Existe una serie de etapas básicas del proceso de investigación. Sin embargo, puede haber
variaciones y algunas pueden ser innecesarias, dependiendo del tipo de estudio de que se trate,
mientras que en otros casos se necesitan suplementarias. De tal opinión son los siguientes autores:
Ander-Egg (1979, 63); Bunge (1981, 24-30); Canales y col (1986, 51-54); Cervo y Bervian (1980,
49-62); Garza-Mercado (1978, 19-26); De Gortari (1979, 44-80); Méndez y col. (1988, 29-32);
Mendieta-Alatorre (1986, 56-57); Pardinas (1985, 26-28); Polit y Hungler (1987, 22-24) y
Zorrilla-Arena (1984, 79-102).A continuación se ofrecen las etapas constituyentes de la
investigación científica:
o Formular y delimitar el problema. Identificar un problema de investigación, enunciarlo y
valorar su practicabilidad.
o Revisar la literatura. Leer y organizar el material que exista en relación con el problema
específico que se investiga, con los marcos teórico e histórico y con las formas adecuadas para
realizar el proyecto.
o Establecer un marco teórico. Integrar el problema en un contexto científico más amplio que
intente explicar la regularidad de las relaciones entre las variables.
o Formular hipótesis (si se requiere hacerlo). Establecer predicciones acerca de los resultados
del estudio; especificar las relaciones esperadas que pueden someterse a prueba entre las
variables.
o Identificar las variables de investigación. Definir cuidadosa y explícitamente las variables
en estudio. Entendiendo por éstas las características, atributos, rasgos, cualidades o
propiedades que se dan en individuos, grupos, objetos o situaciones que pueden cambiar de
valor. También reconocer las variables dependientes y las independientes.

32
o Operacionalizar las variables de la investigación. Establecer y/o seleccionar las técnicas y
los instrumentos adecuados para medir y definir las variables que interesan.
o Definir un plan de investigación. Formular una estrategia para responder a las interrogantes
del estudio y establecer los controles sobre la situación a investigar.
o Especificar la población. Identificar el universo de estudio, es decir, la cantidad de alguna
clase de objetos o individuos que tienen una o más características en común.
o Seleccionar la muestra. Establecer y operar un sistema de muestreo -valiéndose de
procedimientos probabilísticos- para obtener una muestra o subgrupo que represente a la
población global en estudio; o de tipo no probabilístico, pues en ocasiones se puede tomar una
muestra de conveniencia.
o Efectuar el estudio piloto y hacer revisiones. Realizar un ensayo en pequeña escala para
descubrir cualquier problema imprevisto en los procedimientos de investigación.
o Compilar los datos. Acopiar la información necesaria para responder a los cuestionamientos
de la investigación con el fin de poner a prueba las hipótesis.
o Elaborar los datos para análisis. Preparar para el estudio por medio de codificaciónes y pro-
gramas de procesamiento computarizado -si así se requiere o es factible-, los datos recabados
a fin de facilitar la etapa de análisis.
o Análisis de los datos. Discutir y resumir la información obtenida por medio de procedimientos
estadísticos para aumentar la interpretabilidad de las observaciones y hacer deducciones acerca
de su confiabilidad en la población más extensa -es decir, el universo de análisis-.
o Interpretar los Resultados. Hallar sentido en los resultados de las observaciones y explicar
la relación que guardan con el marco conceptual preestablecido y con otras observaciones que
se hayan realizado.
Esta etapa es esencial evidencia la manera como el investigador entiende la información
arrojada por el objeto de estudio.
o Comunicar los resultados. Describir por escrito el proceso de estudio y sus conclusiones (qué
se hizo, por qué se realizó, con qué o con quiénes se efectuó, qué se descubrió y cuáles son las
posibles deducciones), para finalmente recomendar las vías de continuación a otras etapas de
ese estudio.

3.8. Conclusión.
Quien decida iniciar un estudio de investigación debe considerar que además de las preocupaciones
teóricas y metodológicas, hay asuntos prácticos que deben resolverse en el curso de un proyecto,
y que las dificultades imprevistas son inevitables. El investigador no puede eludir todos los
problemas, pero sí contrarrestarlos mediante la planeación y la organización cuidadosas. Un
instrumento útil consiste en preparar un cuadro cronológico con fechas límite calculadas para
terminar las etapas o las tareas del estudio. El establecimiento de metas parciales es un buen auxilio
para tener una actitud más realista en la distribución del tiempo.

33
3.9. Ejercicios y recomendaciones para estudio.
1. Explique las diferencias y las relaciones de asociación que se dan entre la investigación
básica y la aplicable.
2. ¿Por qué se afirma que la investigación documental se relaciona con los otros tipos que
menciona el texto?
3. Aporte mínimamente dos ejemplos en que se realice investigación de campo.
4. Exponga un caso en forma secuencial que enlace los diferentes tipos de investigación a
un mismo objeto de estudio.
5. Defina de qué tipo de estudio se trata en los siguientes casos:
a) Determinación del efecto de las horas-televisión-día en el desarrollo psicosocial de
niños de 3 a 11 años.
b) Establecimiento del nivel nutricional en la población suburbana de una ciudad con
más de 300,000 habitantes.
c) Evaluación de los efectos del ausentismo en empresas de tamaño pequeño y mediano.
d) Cuantificación de los niveles de plomo en pobladores de una ciudad seleccionada.
e) Determinación del consumo mínimo y máximo de agua en hortalizas producidas por
hidroponia.
f) Clasificación de los factores de muerte infantil en la población del Estado de Jalisco,
en el período 1980-1990.

34
CAPÍTULO 4
Componentes críticos de la investigación científica.

Este capítulo aporta las definiciones y clasificaciones de las hipótesis y las variables, los
componentes más importantes -críticos-, pues son los puntos de sustento para asentar la estructura
de la investigación científica.

4.1. Definición de hipótesis.


Como se mencionó en el capítulo 2, una hipótesis consiste en establecer las explicaciones posibles
acerca del problema que se estudia y es mejor construida en tanto se fijen las relaciones entre las
variables que intervienen. Es ésta y no el enunciado del problema, la que se somete a prueba en
razón del acopio y el análisis de datos. Siempre debe establecerse antes de efectuar el estudio,
porque da dirección a la obtención e interpretación de los resultados. Su principal función es guiar
el cuestionamiento científico y unificar las teorías con la realidad, ampliar los conocimientos y
dirigir la investigación.
Las hipótesis pueden obtenerse por deducción de resultados previamente conocidos o por la
experiencia del investigador. Prácticamente no hay reglas para descubrirlas. En todo caso, existen
condiciones que facilitan y ayudan en su formulación. Son el desarrollo previo del tema a
investigar, la analogía como una explicación nueva con referentes ya conocidos, la deducción con
el fin de obtener conceptos generales a partir de fenómenos particulares, la inducción como
particularización de leyes generales en eventos específicos y la reflexión utilizada como
instrumento.
A menudo, las hipótesis surgen del marco teórico, de la experiencia y de la información previa que
se posee. El científico razona de las teorías a las hipótesis y prueba éstas en la realidad circundante
como el vehículo por el cual se enlazan a las situaciones del mundo real.
Una buena hipótesis se expresa en lenguaje sencillo, claro y conciso. Define las variables en
términos concretos y operacionales, cuya descripción y características se abordan en este mismo
capítulo (punto 4.6) para su mejor comprensión. Ambos requisitos entran en conflicto en algunos
casos, si la definición operacional exige una explicación demasiado extensa. Sin embargo, si ésta
es vaga, las variables deben definirse operacionalmente por separado, después del enunciado de la
hipótesis. De cualquier forma, debe de ser lo bastante específica para que el lector comprenda lo
que son las variables y particularmente qué estudiará el investigador.
Conforme lo establece Zorrilla (1984, 109), deben cubrir los siguientes requisitos: Establecer las
variables a estudiar y sus interrelaciones; además, contener un mínimo de supuestos referidos al
problema seleccionado para su indagación científica.
Ambos requisitos sintetizan las condiciones necesarias para que toda hipótesis cumpla su función
rectora del proceso de investigación.

35
4.2. Tipos de hipótesis.
Algunos autores establecen distintos tipos de hipótesis científicas, según se presentan en los
siguientes párrafos:
o Pardinas (1985, 160-162) las clasifica en alternativas, nulas y de trabajo. Las primeras son
aquéllas que pueden ayudar a buscar diferentes respuestas para un mismo problema y
escoger entre ellas cuáles son y en qué orden se va a tratar su comprobación. Seguidamente,
por nula entiende aquella que se formula para ser rechazada a partir de la inferencia esta-
dística. Finalmente, la hipótesis de trabajo se propone provisionalmente para la in-
vestigación, en una etapa anterior a la formulación de la propuesta definitiva.
o Susan Pick, según Zorrilla (1984, 110), a diferencia de Pardinas introduce las hipótesis
conceptuales como aquellas que se formulan como resultado de las explicaciones teóricas
aplicables al problema y ayuda a explicar, desde el punto de vista teórico, el fenómeno que
se está investigando.
En las restantes las distinciones entre Pick y Pardinas se reducen a matices en la forma, más nunca
en el fondo. La nula indica que no hay diferencias significativas entre los grupos de datos
estadísticos, es decir, define si la diferencia es significativa y no se atribuye al azar. De trabajo es
aquella que sirve al investigador como base de estudio y la cual tratará de aceptar como resultado,
rechazando la hipótesis nula. Finalmente, la alternativa es aquella que intenta explicar el fenómeno
cuando se rechaza la de trabajo y por alguna razón no se puede aceptar la nula.
o La división que hace Rojas Soriano (1980, 92-93) para el caso de la investigación en
ciencias sociales, establece a las hipótesis como descriptivas y las separa en tres tipos según
el número de variables y su interrelación. Las que involucran una sola variable, las que
relacionan dos o más en forma de asociación y las que se vinculan en términos de
dependencia.
En primer término, las de una sola variable señalan la presencia de ciertos hechos o fenómenos en
la población objeto de estudio. Su único valor consiste en probar la existencia de una característica
o cualidad en un grupo social determinado y abrir el camino para sugerir explicaciones sobre la
presencia de los fenómenos. La variable estudiada se presenta frecuentemente por medio de
porcentajes, tasas o mediante la observación directa en el universo estudiado.
Las que relacionan dos o más variables en forma de asociación establecen que un cambio o
alteración en una o más variables independientes va acompañado de un cambio proporcional,
directo o inverso, en la variable dependiente; pero la relación que se establece no es de causalidad.
Finalmente, las que vinculan dos o más variables en términos de dependencia en relación
causa-efecto. Permiten explicar y predecir los procesos sociales con determinados márgenes de
error. El procedimiento más efectivo para someter una hipótesis de relación causal a prueba es el
experimento.

36
Polit y Hungler (1987, 105-106) opinan que las hipótesis según alguna de las siguientes
características, pueden ser: Simple o sencilla, la que predice una relación entre una variable
independiente y una dependiente. Compleja es la que enuncia una relación esperada entre dos o
más variables independientes y más de una dependientes. Son de gran valor porque ofrecen la
posibilidad de reflejar la realidad en el plan de investigación. Direccionales, cuando especifican
una relación esperada o el carácter de una relación hipotética. Por último, las no direccionales
denotan una relación, pero no estipulan la forma precisa que adoptará ésta.
Para evitar confusiones se requiere distinguir entre las hipótesis de investigación y las de
estadística (también llamadas nulas). Predicen la existencia de relaciones y expresan la falta de
cualquier relación, respectivamente. Este último tipo se asocia con la lógica de la relación
estadística y a menudo se supone sin ser enunciado formalmente.
Frecuentemente, se mencionan de manera tácita las relaciones de causalidad en la literatura
científica. Tal sobreentendido significa que el factor causal incrementa la probabilidad del efecto;
mas no que al existir la causa, obligadamente sobrevendrá el efecto. Por ejemplo, si se postula
como causa que el consumo de azúcar refinada induce la aparición de caries dental como efecto,
no se pretende afirmar que toda persona que consuma ese tipo de azúcar desarrollará caries, sino
únicamente que su contacto con la dentadura aumenta la probabilidad de inducirla. Otro ejemplo:
la relación entre el número de libros que posee una persona en su hogar y su grado de escolaridad.
Se puede establecer que entre mayor sea la cantidad de volúmenes que existen en su casa, más alto
su nivel académico. No significa que por voluminosa que sea su biblioteca personal, su grado
académico se eleve. Tampoco implica que una persona con instrucción elemental tenga en su
domicilio pocos textos. Sencillamente al revisar el postulado, se señala una relación de
direccionalidad entre ambas variables.
4.3. Estructura de las hipótesis.
Las hipótesis se estructuran con tres elementos: Las unidades de observación o de análisis
constituidas por personas, grupos, instituciones, etcétera; las variables, entendidas como los
atributos, características, cualidades o propiedades presentes en las unidades de observación;
finalmente, el término de relación o enlace lógico, definido como vínculo entre las unidades de
análisis y las variables.
Para una mejor comprensión se ejemplifica la estructura de una hipótesis: Mientras mayor es la
crisis económica, crece la disposición al consumo. Se distingue:

Unidad de observación. No se encuentra explícita, pero son personas o grupos.


Variable Independiente. Crisis económica.
Variable Dependiente. Disposición al consumo.
Enlace lógico. Mientras mayor es... crece...

37
4.4. Necesidad de las hipótesis.
La investigación descriptiva se encamina principalmente a descubrir fenómenos y no a explicarlos,
al menos en una primera fase. La mayoría se efectúan sin hacerlas explícitas. En las ciencias
sociales y en algunos campos de la investigación en salud, este tipo de estudios suelen ser impor-
tantes para establecer las bases de trabajos posteriores que trascienden la mera descripción.
Cuando el campo de estudios es nuevo, en razón de la escasez de hechos o datos previos, resulta
difícil proporcionar una justificación adecuada para suposiciones explicativas. Por tal motivo hay
estudios de carácter descriptivo para los que no se requieren hipótesis.
La formulación de hipótesis suele reforzar los empeños iniciales para investigar fenómenos.
Incluso cuando no haya literatura sobre un tema, la experiencia práctica es una fuente valiosa de
ideas para predecir resultados. Es ordinario que los estudios descriptivos tengan un propósito más
amplio y de mayor alcance en el fondo. Al descubrirse relaciones se establece la posibilidad de
una hipótesis potencial.

4.5. Definición de variables.


Cuando se opercionalizan los conceptos, suelen llamarse, en términos técnicos, variables -es decir
algo que cambia-. Según lo menciona Zorrilla (1984, p.115), “son características, atributos,
rasgos, cualidades o propiedades que se dan en individuos, grupos, objetos o fenómenos”. A
manera de ejemplos: talla, peso, temperatura corporal, diagnóstico físico... Propiedades que
cambian o difieren de un individuo a otro. No serían variables si todos los humanos tuvieran igual
estatura y pesaran lo mismo. La investigación tiende a comprender cómo y por qué varían las
cosas, a fin de adentrarse en los motivos de la relación que guardan de una variable a otra.
Para ilustrar lo dicho, considérense los estudios sobre cáncer que manejan como variable el
pulmonar. Se le identifica como tal, porque no todo individuo lo padece. Los investigadores en
este campo se preocupan por descubrir qué otras variables pueden tener relación con esta
enfermedad. Se ha descubierto que el tabaquismo tiene relación con este cáncer. Puesto que no
todo mundo fuma, aparece como una variable adicional. Otra más surgiría si la persona en estudio
está expuesta a respirar polvo de asbesto continuamente. En consecuencia, una variable es un ente
abstracto que adopta valores distintos. Otro ejemplo, la edad es una variable que puede adoptar
valores de 0 a más de 100 años en los humanos; si por el contrario, el estudio se hace en algunos
insectos los valores podrían variar entre 0 y 100 horas.

4.6. Los tipos de variables.


El investigador debe idear un sistema, según el proyecto que siga o las variables que vaya a medir,
para clasificar o asignar valores a determinadas variables. Por tanto, es necesario conocer los tipos
de variables que se pueden establecer.

38
Tipos de variables
o Dicotómicas. Tal es el caso del género (sexual) como variable a la que no se le asignan
valores numéricos naturales, sino que adopta solamente una de dos posibilidades de valor
excluyentes entre sí. Otros casos de este tipo de este tipo de variables serían: fumadores/no
fumadores, presencia de reacción alérgica/falta de reacción alérgica, vivo/muerto,
embarazada/no embarazada, etcétera.
Por lo general, las variables dicotómicas no se restringen a atributos previos de los individuos,
organismos, acontecimientos, o medios; en muchos casos, el investigador las crea o las planea.
Por ejemplo, si se interesa en probar la eficacia de un fármaco “A” en comparación con uno
“B” para disminuir la presión arterial en hipertensos, algunos individuos pueden recibir el
fármaco A y otros el B. Para los fines del estudio, cada tipo de compuesto debe considerarse
una variable, porque distintos individuos recibirán cada uno de los compuestos.
o Activas. Cuando las variables son creadas por el investigador, éstas reciben el calificativo de
activas.
o De atributo. Son características previas que el investigador sencillamente observa y mide. Se
puede partir de que el ambiente inicial, la herencia y otras circunstancias han hecho de los
individuos lo que son. Se deben considerar atributos previos del sujeto como edad, peso, talla,
inteligencia, genero sexual, posición socio-económica... y otras más.
o Continuas. Permiten diferencias de grado en las unidades-caso. Ejemplo: Como unidad-caso
la edad en un grupo humano (de 0 a 85 años); pero para un estudio se pueden establecer tantos
rangos como se considere sean necesarios. Estos constituyen las diferencias.
o Inter-dependientes. Hacen comparaciones entre grupos como, por ejemplo: Un estudio sobre
jóvenes que cursan el primer grado en una escuela y simultáneamente los del mismo nivel en
otra institución, con el propósito de establecer comparaciones.
o Intra-dependientes. Son las que pueden estudiarse ene el mismo grupo (o individuo) a lo largo
de diferentes períodos. Es decir, los jóvenes de la primera escuela al principio y al final del
ciclo escolar.
o Inter-recurrentes o intervinientes. Son aquellas que aparecen inesperadamente en una
investigación. Su presencia requiere de un gran control, por lo que se necesita que el
investigador esté alerta en todo tiempo. Este tipo de variable afecta muy frecuentemente la
relación entre la variable independiente y la dependiente. Para su manejo pueden seguirse dos
caminos: controlarlas o eliminarlas para que no afecten la relación antes mencionada; o
asimilarlas por su insistente o necesaria presencia.

4.7. Las variables dependientes e independientes.


Por su naturaleza cambiante, las características de las variables son difíciles de limitar; sin
embargo, con el propósito de que el alumno pueda tener una idea más clara, se dividen en dos: las
dependientes y las independientes.
Muchos estudios se encaminan a desentrañar y comprender las causas de fenómenos subyacentes.
¿Causa un fármaco mejoría de un problema médico? ¿Aumenta el uso de técnicas de dinámica de
grupos el rendimiento escolar? ¿Provoca el tabaquismo cáncer pulmonar? ¿Produce el

39
sobreentrenamiento efectos negativos en el deportista? Las posibles causas se llaman variables
independientes, en tanto que al efecto presunto se le denomina dependiente.
Se supone que la variabilidad en esta última depende de la primera. Por ejemplo, el investigador
escudriña la medida en la cuál la intensidad de ruido en un ambiente laboral (la variable
independiente) afecta la agudeza auditiva de los trabajadores (la variable dependiente). En otro
estudio, se pudieran examinar los efectos de dos distintas formulaciones nutricias (la variable
independiente) sobre la velocidad de crecimiento en plantas de tomate (la variable dependiente).
La obligación de causalidad entre variables no está, necesariamente, implícita en los calificativos
dependiente e independiente. Con frecuencia se emplean para sugerir direccionalidad de la
influencia. Un ejemplo: se estudia la actitud de adolescentes acerca de la eutanasia y descubre que
los de más años tienen opiniones de mayor aceptación de ella que los más jóvenes. Tal vez no se
admita la posición de que las actitudes son causadas por la edad. Sin embargo, se aprecia un sentido
que va claramente de la edad a las actitudes. Además, tendría poco sentido sugerir que las actitudes
causaron la edad. Aunque no se deduce una relación causal entre edad y actitudes, resulta adecuado
conceptualizar las actitudes hacia la eutanasia como la dependiente y la edad como la
independiente.
La variable dependiente suele ser aquella que el investigador está interesado en comprender,
explicar o predecir. Muchas que se investigan tienen diversas causas o antecedentes. Si interesa
estudiar los factores que influyen en el peso de una persona, se pudiera pensar que sexo, edad, talla
y hábitos de alimentación del individuo son independientes. Adviértase que algunas de éstas son
de atributo (edad, sexo y talla) mientras que las costumbres de mesa pueden ser modificadas, en
cuyo caso serían una variable activa.
En un estudio se puede incluir a más de una variable independiente, e igualmente, dos o más
dependientes. En resumen, con frecuencia se planean proyectos con multiplicidad de independien-
tes y dependientes.
La condición de independencia o dependencia de las variables es relativa según la función que
cumplen en un estudio. No se debe suponer que son absolutas -intrínsecamente dependientes o
independientes-. Se tienen dos casos. En el primero se busca la relación entre orientación
anticoncepcional (independiente) y embarazo no deseado (dependiente); el otro, un proyecto en
que se pretende averiguar el efecto del embarazo no deseado (independiente) sobre la frecuencia
de maltrato infantil (dependiente). En otras palabras, la designación de una variable como
dependiente o independiente parte de la función que cumple en una investigación en particular.
Méndez y otros (1988, 189-190) incluyen en su clasificación las universales, que son usadas en
investigaciones con seres humanos, pues se requiere captarlas para dar una descripción general de
la población. Para una mejor identificación, corresponden a las que con anterioridad Zorrilla
denominó variables de atributo (punto 4.6).

A partir de esta agrupación general los autores citados las subdividen en:
o De interés primario. Son aquellas que permiten medir en forma directa los aspectos
fundamentales del estudio como la talla, el peso, la edad... en un estudio de crecimiento y
desarrollo.

40
o Sustitutas a interés primario. Cuando no se pueden medir las de interés primario por
motivos técnicos, éticos o de tiempo, éstas se sustituyen por otras que sean equivalentes o
que estén asociadas fuertemente con las primeras. Es el caso de la medida del pliegue
cutáneo como indicador del estado nutricional.
o Auxiliares. Son aquellas que a pesar de no ser fundamentales proporcionan información
adicional al proceso estudiado. Como el estado socioeconómico y lugar de procedencia en
un estudio de crecimiento y desarrollo.
En general, el uso de las variables en una investigación corresponde a su descripción o su
interrelación, pues de ellas depende medir los elementos primordiales del proceso. No es el
científico quien decide las variables que se presentan, sino el objeto de estudio. Su tarea consiste
en descubrirlas y definir el papel que juegan en el fenómeno. Excepto las experimentales, puesto
que se designan y controlan expresamente. Al inicio de la investigación se debe plantear
explícitamente cuáles son las variables primarias y cuáles las secundarias -además, su condición
de dependientes o independientes-. Por ello, es pertinente aclarar que las clasificaciones
previamente descritas tienen la función de referencia.
Para facilitar el ordenamiento de las variables, con el fin de visualizarlas, se recomienda
primeramente elaborar una lista, a partir de una lluvia de ideas y apuntarlas en forma
indiscriminada. A continuación, con ellas se elabora una matriz como aparece en la figura 4.1, que
sirve de auxiliar para su concentración y distribución. Se agrupan inicialmente en primarias y se-
cundarias y seguidamente, conforme a su dependencia o independencia. Con este procedimiento
es relativamente fácil y rápido elaborar la visualización de la interrelación de las variables,
consiguiendo así una clarificación de la estructura del problema.
Variables
Dependientes Independientes

Primarias

Variables

Secundarias

Figura 4.1 Matriz de Variables

4.8. Definiciones de concepto.


Polit y Hungler (1987, p.32) afirman que los conceptos son abstracciones que se formulan al
generalizar manifestaciones particulares de algunas conductas o características. Tómense como
ejemplo las palabras buena salud, dolor, perturbación emocional, esfuerzo, resistencia

41
consideradas en abstracto. Muchas de ellas forman parte del habla común o del dialecto
profesional. Las palabras utilizadas como ejemplos excepcionalmente se definen de manera exacta
en el uso cotidiano, pero en la investigación científica no deben hacerse conceptualizaciones
eventuales, inciertas o vagas. La definición precisa de términos se torna importante en razón de
que la investigación, con frecuencia depende de fenómenos observables. No importa qué tan
abstractos o teóricos sean, debe intentarse traducirlos -de alguna manera- en manifestaciones que
puedan observarse, compararse o medirse. Explicarlos en lenguaje claro y preciso facilita la
conducción de un proyecto de investigación y es indispensable para crear conocimiento científico.

4.9. Definiciones operacionales de los conceptos.


Dicen Polit y Hungler (1987, 33): "Traducir conceptos a fenómenos susceptibles de investigarse
es, en esencia, un proceso de dos etapas. La primera consiste en aclarar y definir términos de
manera que sean potencialmente observables. La segunda etapa llamada operacionalización de
los conceptos consiste en delinear los procedimientos y las técnicas necesarias para hacer las
observaciones y mediciones". Consecuentemente, la definición operacional de un concepto es una
especificación de las acciones que debe efectuar el investigador con el fin de recabar la informa-
ción necesaria. La facilidad con que pueden operacionalizarse los conceptos tiene un rango de
elección muy amplio. Por ejemplo, el concepto de peso es fácil de medir y definir. Puede utilizarse
como definición "la ligereza o falta de ella de un objeto expresada en kilogramos", o también "la
resultante de la acción que ejerce la gravedad sobre un cuerpo, expresada en kilogramos". Debe
advertirse que el peso se precisa según un sistema de medida (kilogramos) y no otro (libras). La
definición operacional puede especificar que el peso de los participantes en una investigación debe
medirse al kilogramo más cercano, con una báscula de tipo romano, los sujetos completamente
desnudos y después de 10 horas de ayuno. Así se explica lo que debe hacer el investigador para
medir el peso de manera que un individuo no conocedor del estudio sepa con exactitud a qué se
refiere el término.
Por desgracia, muchos conceptos de interés en la investigación no se operacionalizan con tanta
facilidad y de manera tan directa como el peso, sobre todo aquellas que abordan tópicos de investi-
gación en ciencias sociales. Con frecuencia abundan las formas para precisar un concepto y el
investigador debe elegir aquélla que mejor defina la idea que conceptualiza.
Como ejemplo, rendimiento físico puede convertirse en operacional, en relación con las funciones
fisiológicas o a los registros de marcas deportivas. Si el investigador decide destacar los aspectos
fisiológicos, la definición pudiera comprender medidas de la índole de frecuencia cardíaca, número
de leucocitos, presión arterial, capacidad pulmonar, etcétera. Si por otra parte, rendimiento físico
se conceptualiza para los fines de la investigación como un fenómeno comparativo para definir
marcas deportivas, tendrá que identificar los procedimientos por los cuales se valora, tales como
las respuestas del sujeto a ciertas pruebas de esfuerzo, la adaptación en el tiempo a mediciones
específicas de tipo deportivo o la voluntad del sujeto para superar ciertas marcas, según sea
observada por el investigador.
La precisión al definir los términos de manera conceptual y operacional tiene la ventaja de
comunicar exactamente lo que significan las palabras y no permite confusiones ni sobreentendidos.

42
4.10. Qué son los datos.
Los fragmentos de información obtenidos en el transcurso del estudio se denominan datos cuando
las variables adoptan los valores verdaderos. La recolección de éstos debe efectuarse conforme a
un plan establecido, a fin de disminuir errores y confusiones. En el desarrollo de una investigación
la etapa que normalmente absorbe una gran proporción del tiempo, es su recaudación. Pero no
basta con tenerlos; deben procesarse, elaborarse y analizarse para que su interpretación posibilite
llegar a conclusiones.

4.11. Ejercicios y recomendaciones para estudio.


1. Construya una definición de hipótesis con sus propias palabras.
2. Enuncie tres de sus características.
3. ¿Qué representa dentro del método científico?
4. ¿En qué consiste su valor explicativo?
5. Enuncie las condiciones generales para formular correctamente una hipótesis.
6. Indague cuál fue el planteamiento hipotético del que partió Louis Pasteur para refutar
el principio de la generación espontánea.
7. Describa el problema que dio lugar a cada uno de los postulados siguientes:
a) Los estudiantes que, al inicio de un curso, no se les indica el programa, los
objetivos y las formas de evaluación, tienen menor rendimiento que aquellos a
los que se les da la información necesaria.
b) Los bebés que reciben estimulación temprana presentan un mayor avance en su
desarrollo psicomotor, que aquéllos que no son estimulados.
c) La violencia entre los espectadores de futbol es directamente proporcional a la
que se presenta en la cancha.
e) Las personas tienen mayor disposición a ofrecer su opinión sobre un tema
particular cuando éste es actual y tiene gran difusión.
8. En las hipótesis anteriores identifique y clasifique todas las variables, que a su juicio
participan en el problema, según su grado de dependencia y su importancia. Utilice la
matriz de variables que se sugiere en el texto.

43
CAPÍTULO 5
La investigación documental

En la investigación documental sus tareas tienen sentido cuando se ha escogido y delimitado el


problema a estudiar. Sin embargo, también puede ser utilizada para buscar un tópico y delimitarlo.
Se puede hacer indagación documental para dar luz sobre temas de interés que faciliten iniciar una
empresa científica, aunque esta última situación se presenta más frecuentemente entre los
investigadores incipientes.
La búsqueda de los elementos de un problema de investigación no se hace de manera aleatoria o
desordenada, sino en forma planeada. Cuando se identifica un problema es necesario planearlo
para poder resolverlo. La elaboración del plan obliga a plantearlo y delimitarlo para encontrar una
explicación satisfactoria.
En la elaboración de un trabajo de investigación, deben atenderse las siguientes etapas, sin sin que
signifique que su seguimiento debe ser mecánico.
La elección del tema. Muchos aspectos intervienen en la selección de un tema. Al respecto,
indicaremos cuatro: la preferencia por un tema específico, un vínculo con el conocimiento previo
que de él se posee; la aparición oportuna de un evento trascendente en el momento que se vive o,
simplemente, una afición de carácter personal relacionada con el tema.
El esclarecimiento de los objetivos. Después de la selección del tema se debe plantear el
esclarecimiento de los objetivos de la investigación, con los que se dilucida el marco teórico
referencial y sirven para escoger la bibliografía básica sobre la que se sustentará el estudio.

5.1. Las fuentes de información y sus instrumentos.


Son todo lugar, institución, suceso, objeto, persona... que dan cuenta de hechos presentes, pasados
o posibles y enriquecen la experiencia; por tal razón permite incrementar los conocimientos sobre
la realidad.
Camero (1989, 29-36) clasifica las fuentes de información en dos grandes grupos: las de
observación directa y las de observación indirecta.
o Las de observación directa. Son aquellas que observan directamente los fenómenos que se
estudian y lo hacen en presencia de la realidad misma, ya sea en la naturaleza o en la sociedad.
Cuando se explora la primera, se hace con el curso normal de la observación o por medio de
experiencias en el laboratorio. Sin embargo, cuando el interés del estudio se centra en la
segunda, la indagación se hace por conducto de entrevistas, encuestas o la participación en los
acontecimientos mismos, conforme a un plan que evite la dispersión y permita obtener la
mayor y mejor información, de acuerdo con lo que se estudia.
o Las fuentes de observación no directa. Conforman aquellas que por no poder realizar la
observación directamente, lo hacen por medio de instrumentos que reconstruyan la
información. Ejemplo: el estudio de las capas terrestres que practican los geólogos para
determinar las transformaciones que -a lo largo de los siglos- ha sufrido la tierra. También

44
sería el caso de aquellos estudios que explican -o pretenden explicar- el origen de la vida. O
también datos perdidos de la cotidianeidad de los ancestros humanos, tales como sus
actividades sociales y económicas. Ante la imposibilidad de realizar cualquier estudio
presencialmente, el investigador debe recurrir a una observación indirecta de restos fósiles o
instrumentos encontrados recientemente por los cientificos.
Otros autores como Polit y Hungler (1987, 77-78) y Zorrilla-Arena (1984, 96-97) distinguen como
las dos grandes divisiones de las fuentes de información:
o Las primarias. Desde el punto de vista de la literatura de investigación, es la descripción
de un estudio escrito por quien lo realizó. Son los trabajos originales, que contienen
información nueva, no abreviada ni traducida.
o Las secundarias. Se constituyen por la descripción de un trabajo preparado por una
persona diferente del investigador original. Son todas las obras de referencia que auxilian
al proceso científico.
Anderson (1988, 36-37) incluye un grupo más que identifica como terciarias y entiende por éstas
a los libros de texto, ya que dice que se escriben a base de fuentes secundarias. También menciona
que "la autoridad de las fuentes informativas depende casi siempre del número de manos por las
que haya pasado la información".
El que las fuentes sean primarias, secundarias o terciarias significa que tienen papeles importantes
en la tarea de revisar literatura, pero cada una presenta peculiaridades. Los investigadores novatos
tienden a confiar demasiado en las dos últimas. Esta preferencia puede afectar notablemente la
calidad de la revisión. Las secundarias son útiles para brindar información bibliográfica sobre las
primarias correspondientes. Sin embargo, las descripciones secundarias de los estudios no deben
considerarse sustitutivas de las primarias. Es fundamental que en la tarea de revisar literatura se
usen fuentes primarias siempre que esto sea posible.
Baena (1988, 120) ubica dos grandes ramas en cuanto a las fuentes de información: la
investigación documental y la de campo.
o La investigación documental. Esta fuente de información, según Duverger (1988,
115-144) ..."equivale a la memoria de la humanidad, registrada en cada uno de los objetos
sobre los que ha dejado huella el ser humano". Y se subdivide en bibliográfica,
hemerográfica, escrita, audiográfica, videográfica e iconográfica.
o La investigación de campo. Es aquella en la que el estudioso es partícipe directo en la
percepción del fenómeno en un tiempo y lugar determinados. Esto evita que ocurran defor-
maciones en los datos que pudieran deberse a la percepción o la interpretación de personas
informantes. Por supuesto, esta modalidad requiere por fuerza de la presencia del
investigador, con lo que se tiene una marcada limitación y a veces se imposibilita el
desarrollo de la tarea investigativa. Por ejemplo, no es posible predecir la ocurrencia
espontánea de un suceso social para poder observarlo. En esta modalidad requiere como
técnicas de investigación a la observación (estructurada - no estructurada, participante - no
participante, individual - por grupos, de campo - de laboratorio...) y de la interrogación
(entrevista, cuestionario, escalas de opiniones y de actitudes, sociogramas...) como
instrumentos de investigación.

45
5.2. Diferencias entre método y técnicas de investigación.
En este punto cabe recordar que frecuentemente suele confundirse técnica con método. En el punto
2.1.3 se abordó este tema, sin embargo, conviene recordar que las técnicas son las herramientas
necesarias e indispensables que permiten llevar el método a la acción.
Las técnicas posibilitan recopilar datos e información de manera ordenada, además seleccionarla
y jerarquizarla, mantener un control efectivo de las fuentes consultadas, revisar sus fuentes y tener
sus registros, así como formar una memoria de los diversos aspectos analizados sobre el universo
estudiado. Aunque no todos los datos obtenidos hayan sido utilizados en el cuerpo de la investi-
gación podrán emplearse posteriormente en otras fases del proceso.
El método y la técnica son dos elementos distintos que convergen en un mismo fin, un resultado o
un conocimiento nuevo. El primero preestablece el modo en que ha de utilizarse, mientras que la
otra lo concreta, lo aplica y no puede, ni debe estar separada del otro.
Los trabajos de carácter bibliográfico o documental cuentan con una serie de técnicas mediante las
cuales se posibilita la recopilación y selección de la información en forma eficaz y adecuada,
eliminando la pérdida de tiempo y de datos.

5.3. Las fichas bibliográficas.


Cada fuente de información tiene sus respectivos instrumentos. En el cuadro 5.1 propuesto por
Camero (1989, 51), se pueden apreciar los diferentes tipos de fichas de registro.
Tipo de Ficha Origen de la Ficha
o De autor individual
o De coautoría
o De diccionario o enciclopedia
Ficha bibliográfica o De tesis profesional o de grado
o De publicación oficial
o De acuerdos o tratados internacionales
o De información en página web o internet
o De artículo en periódico o revista
o De suplemento
Ficha hemerográfica
o De sobretiro
o De historieta
o De carta
Ficha archivográfica o De manifiesto
o De acta
Ficha audiográfica o De grabación en cassette, disco o archivo digital

o De grabación en videocassette, disco o archivo


Ficha videofráfica
digital
o Iconográfica
Ficha museográfica o Paleontográfica
o Arqueográfica

Cuadro 5.1. Tipos de Fichas de Registro

46
El autor ofrece esta propuesta para fines de clasificación y con la intención de destacar la variedad
de fichas que existe, sin embargo, en el uso práctico no es necesario hacer tal distinción.

5.3.1. Contenido de una ficha bibliográfica.


Los datos que debe contener una ficha bibliográfica son los siguientes:
o Nombre del autor (o autores). Si trata de uno solo, se registra por el apellido y después
de una coma, el nombre. Por ejemplo: Bernal, Carlos.
Si se refiere a dos o más autores, se hace de la siguiente manera: Baena, Guillermina y
Montero, Sergio. O también: Baena, Guillermina y Sergio Montero.
o Título del documento. Título y subtítulo (si existe).
o Nombres del prologuista y el traductor. Se indican cuando son de reconocida autoridad.
Al segundo lo antecede la abreviatura (tr.).
o Pie de imprenta. Incluye el año, la editorial (o casa editora) y el lugar de edición. Si la
obra consultada es primera edición este dato no se registra, pero si se trata de una posterior
se indica: 2a. ed., 3a. ed., etcétera. Cuando se refiere a una reimpresión se apunta el año,
por ejemplo: 1978. 2a. ed.1989. 8a. reimp.
o Páginas. En las fichas bibliográficas, se especifica el número total de páginas de que consta
la obra.
Según lo recomienda el Taller de Técnicas de Investigación y Comunicación de Resultados
(TICOR) de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco (1987, 12), las fichas
bibliográficas conviene hacerlas en tarjetas 12.5 x 7.5 centímetros. O, en su caso, en Listados en
archivos electrónicos. Existen programas automatizados para catalogar datos en fichas de esta
naturaleza.
En la figura 5.2 se presenta un modelo de ficha bibliográfica que incluye los datos mencionados:

MARTÍNEZ DE SOUZA, José:


Diccionario de Ortografía Técnica. 2004,
Fundación Germán Sánchez Ruipérez, 3ª. ed. 9ª. reimpresión
422 pp.

Figura 5.2. Modelo de Ficha Bibliográfica

47
Para mayor facilidad y ahorro de tiempo y esfuerzo las tarjetas para la elaboración de fichas
bibliográficas se encuentran con un formato prediseñado en cualquier papelería a precios
accesibles.
También, existen programas sencillos de tipo electrónico que permiten elaborar y clasificar
ficheros bibliográficos.
Actualmente, Internet concentra un conjunto significativo de información que permite acceder a
documentos y recursos de todo tipo (texto, sonido, imagen). Por tal razón, en los trabajos y escritos
que aparecen en la red, además de las conocidas referencias bibliográficas relativas a libros,
artículos de revistas, etc., se pueden hallar referencias que provienen de la propia Internet y que se
incluyen un amplio espectro de medios y sus combinaciones: archivos de texto en muy diversos
formatos electrónicos, vídeos, grabaciones sonoras y audiovisuales, programas informáticos y
datos de diversa índole. Esta circunstancia ha hecho necesaria alguna forma de regulación para
otorgar a las referencias bibliográfica y no bibliográficas cierta coherencia y uniformidad y -de
esta manera- puedan ser localizables. Así, los nuevos recursos digitales requieren de una serie de
normas o disposiciones específicas para identificar y describir los nuevos recursos electrónicos,
como se verá más adelante en este texto.

5.4. Las fichas de trabajo.


Se constituyen en el instrumento esencial para la recolección de los datos. Conforme a lo
establecido por Baena (1988, 88-89) "en ellas se recaba todo el material que se extrae de las
fuentes: son las anotaciones que en forma de ideas, juicios, fechas, nombres o cifras se registran
durante la investigación".
Las fichas de trabajo se escriben en tarjetas o papeles de 22.0 por 13.4 centímetros
(aproximadamente el tamaño de media hoja carta). Se recomienda sean de papel grueso o cartulina
ya que permite evitar el deterioro, en mayor medida, que un papel más delgado. O -en su defecto-
en archivos electrónicos con el debido formato.
Se representa en las tarjetas de trabajo la memoria de los datos generales de las fuentes consultadas.
Y al final del trabajo se convierte en la bibliografía, ya que un estudio de investigación sin
bibliografía carece de valor y con más facilidad ser puesto en tela de juicio, ya que, en mayor o
menor grado, todo conocimiento tiene antecedentes.
De la Torre-Villar y Navarro (1981, 35-36) hacen notar que la bibliografía conlleva tres valores:
el de autoridad, el de contenido y el de extensión:
El de autoridad equivale a dar validez a la investigación sustentándola en autores diversos, así
como brindar calidad y reconocimiento en la materia que se estudia. El de contenido, por lo general
en todo trabajo de investigación el título y el subtítulo representan la guía para inferir el contenido
de la fuente de información. Finalmente, el valor de extensión, orienta al investigador y le da un
criterio sobre la amplitud de la información. No es lo mismo que se haya consultado una síntesis,
un comentario o un resumen que una obra completa.

48
5.4.1. El formato de las fichas de trabajo.
Toda ficha de trabajo (Véase la Figura 5.3) debe contener los siguientes datos:
o Identificación: Se colocan en el lado superior derecho y son tres: apellido(s) del autor(es)
seguido(s) por una coma; una o varias palabras iniciales de la obra, seguida(s) por tres
puntos suspensivos; y la(s) página(s) de la(s) que se tomó el dato.
o Título, regesto, cabeza o encabezado: Se redacta centrado en la tercera parte de la tarjeta
y da la mayor información del contenido en el menor número de palabras. Ahorra leerla
toda y permite ordenarla y clasificarla. Se subraya o se pone en mayúsculas para
distinguirlo del resto del texto.
El formato debe ser lógico, sistemático, específico, sintético y combinable. Lógico porque
debe ser congruente con el contenido; sistemático, ya que debe obedecer a una clasificación
y jerarquización; específico, al referirse a un solo hecho o idea; sintético, pues debe ser
claro, breve y preciso; combinable, debe poder relacionarse con los datos contenidos en
otras tarjetas.
o Categoría general o complemento del título: Se coloca en la parte superior izquierda. y
se refiere al tema general de la investigación o alguna indicación para ordenar las fichas.
Si no se considera importante puede excluirse del encabezado.
o Contenido o texto: Se escribe en el espacio disponible, de la mitad hacia abajo de la tarjeta.
En el caso de que se necesite más espacio se puede utilizar el reverso, a efecto de que cada
ficha esté escrita en una sola cartulina.
o Comentarios o aclaraciones: Se ubican al final de la cita, como un agregado personal del
investigador. Téngase la precaución de no confundirlos con las opiniones del autor
consultado. Son aclaraciones para un mejor orden de la información del fichero.

Obligaciones mercantiles Acevedo Balcorta


Derecho Mercantil Derecho mercantil
Código civil pp. 191, 192
Código Mercantil
OBLIGACIONES MERCANTILES. Se expone la definición del concepto y se
detalla el régimen legal. El autor destaca que “son tan escasas las disposiciones que,
en materia de obligaciones, contiene el Código de Comercio, que puede afirmarse
que no existe en nuestro sistema jurídico una teoría general sobre las obligaciones
mercantiles.
El autor expone las carencias en lo referente a las obligaciones mercantiles y exhibe
la necesidad de recurrir al Código Civil en materia de obligaciones, salvo los
artículos 77 al 88 del Código de Comercio que son escasos e incompletos.

Figura 5.3 Modelo de Ficha de trabajo

49
5.4.2 Tipos de fichas de trabajo.
De acuerdo a la naturaleza de su contenido existen cuatro tipos de fichas de trabajo:
o De extracto o digesto. Es el más frecuente, ya que ahorra mucho tiempo al redactar y
habitúa al investigador a digerir los textos y no a copiarlos. Comúnmente se tratan temas
breves o datos concretos. También pueden ser uno o más párrafos que se refieran a una
idea.
o De resumen. Se considera el mismo criterio que en la ficha de extracto, pero la diferencia
estriba en la extensión de los datos. En estas fichas pueden caber resúmenes completos de
capítulos u obras.
o De datos aislados. Por lo general esta ficha se refiere a la extracción de cifras, nombres,
fechas y, en general, datos individualizados. No importa que uno solo abarque toda la
tarjeta, la única manera de sistematizar y clasificar la información es aislándola.
o De citas textuales. Conviene usar este tipo de fichas pero con carácter de excepción. Toda
cita se entrecomilla cuando es textual. Preferentemente se recomienda para ideas muy con-
cretas o para definiciones, pero se corre el riesgo al usarse indiscriminadamente de que se
acumule material en forma excesiva e innecesaria.

5.5. Referencias.
Antes de la publicación de los resultados de una investigación, todas las consultas que el autor
haya hecho previamente en las fuentes de información, se convierten en referencias al momento
de plasmarlas en el escrito. Se dividen en dos tipos: la nota al pie de página y la cita bibliográfica.
Ambas tienen la función de remitir al lector al pie de la página, en donde encontrará algún
comentario adicional a lo que se discute arriba o sencillamente se le indica la fuente consultada.
Sin embargo, la remisión al lector tiene distinto destino. La nota, como su nombre lo indica, obliga
a ver el pie de la página en donde el autor le pidió buscara. En cambio la cita dirige al lector
directamente a la bibliografía.

5.5.1. La nota al pie de página.


Este recurso es el más rico en usos, porque lo mismo sirve para que el autor haga algún comentario
breve sobre un tema adicional, relacionado indirectamente con algún punto de su discurso en el
texto, como para aportar sistemáticamente los datos de las fuentes de información consultadas.
La llamada de la nota al pie de página. Se denomina así al recurso que el autor emplea para remitir
a su lector al pie de la página que tiene en sus manos, porque ahí encontrará datos adicionales.
Las hay de tres tipos: cifras, letras o signos ortográficos. Cualquiera de las tres opciones se coloca
como superíndice dentro del texto, para atraer la atención del lector, afuera de él. Puede ser
utilizado cualquiera de los tres, pero las casas editoriales suelen preferir las cifras por la facilidad
de su manejo.

50
Ejemplo. El texto dice:
“No se sabe qué pasó con los libertos de la Nueva España. En otras partes como
Panamá y Cuba, fueron asentados en colonias propias y se les dieron herramientas
para ponerlos en camino de ganarse la vida. En cierto aspecto, las protestas de los
antiguos dueños estaban justificadas; los placeres de oro cayeron en una decadencia
de la cual nunca se recuperaron y el Virrey hubo de reasignarse a la mengua del
Quinto Real, o sea el impuesto tipo sobre los metales preciosos3”.
Y la nota de pie de página dice:
3 En todo caso, los placeres de oro ya estaban probablemente agotados. Como después vimos en
California, los placeres fueron siempre una industria superficial y temporaria condenada al temprano
abandono.
Como se aprecia, con toda claridad, el número escrito como superíndice en el texto, induce al
lector a bajar la mirada al pie de la página, en donde se encuentra una explicación del autor sobre
la verdadera razón del agotamiento de los placeres de oro, mientras que en el texto llano, puede
haberse malentendido como una franca justificación de la esclavitud ejercida por los españoles en
América. Igualmente, como resulta evidente, si el autor hubiese optado por insertar tal alegato
dentro del discurso, su lectura resultaría engorrosa y se haría lenta o dispersa.
Adicionalmente, como se mencionó arriba, otra función de la nota al pie de página permite al autor
establecer los datos mínimos de la fuente consultada.
El texto dice:
En vista de las muchas acusaciones usuales, tanto dentro como fuera de México72, de
que los revolucionarios eran comunistas, socialistas, anarquistas o lo que fuere, sin
respeto por la ley de la propiedad, resulta impresionante esta persistencia en el respeto
por la ley y la propiedad.
La nota al pie dice:
72
Véase, por ejemplo, Estañol Vera, Jorge: Carranza and his bolshevik regime.

Ahora bien, cuando se trata de aportar únicamente los datos de una fuente de información
consultada por el autor, se emplea lo que técnicamente se llama nota corta. La regla fundamental
es la brevedad. Los ejemplos representativos son:

El nombre del autor. Al respecto, cuando se redacta el nombre de pila puede ser abreviado, sin
embargo, el apellido paterno no debe abreviarse para evitar confusiones en el lector.
El título del libro. Se escribe completo y deberá subrayarse.
El número del tomo o del volumen. Cuando la obra referida está compuesta por tomos o
volúmenes, se utilizará una abreviatura para indicar este dato. Puede ser una simple (t) para tomo
o la abreviatura vol. para volumen. Además, inmediatamente después se colocará el número
respectivo en arábigos, según corresponda a la fuente consultada.
La fecha. Este dato es importante, porque con él se distingue en específico un trebajo entre los
títulos que haya publicado un mismo autor.

51
La página. La palabra página se debe abreviar siempre. si se trata de una, se indica con la inicial
más el punto (p.). Pero si son más de una, sin importar la cantidad, se escribe una doble inicial más
el punto (pp.). También es importante señalar que siempre s escriben en minúscula.

Ejemplo de nota corta:


Reyes-Coria, B. Manual de estilo editorial. 2003. pp. 26-28.

La secuencia de las notas al pie de página. El orden con que, al pie de página, se presentan todas
las notas que un autor hace, debe corresponder -estrictamente- al orden en que éstas van
apareciendo al lector a lo largo del texto. También, para evitar confusiones al lector, se recomienda
evitar que al pie de la página se inserten notas cuya llamada fue hecha en páginas anteriores o
posteriores. Se colocan al pie de una página determinada, -exclusivamente las que se refieren al
texto que el lector tiene frente a su mirada-. Esto le evitará saltar de un sitio a otro del libro, con el
riesgo de perder la concentración y abandonar la lectura.
La progresión numérica de las llamadas. Hay autores que, con la primera página de su escrito,
también inician la progresión de las llamadas al pie de las páginas. Aquí se manifiesta la virtud de
los números, ya que al ofrecer una progresión infinita no presentan el rápido agotamiento que se
da si se usan letras o signos ortográficos. Hay otros autores que al iniciar un nuevo capítulo en el
escrito, también reinician la numeración de las llamadas al pie de página.
Para ofrecer un mayor detalle con respecto al orden que deben guardar las notas al pie de la página,
al lado izquierdo se coloca el número progresivo a modo de superíndice.
Ejemplo:
21
García Cantú, G. Las invasiones norteamericanas en México. 2001. p.23.

Ahora bien, si la nota 22 (la siguiente), remite al lector al mismo escrito, el título de la obra se
sustituye por la expresión obra citada, pero en forma abreviada, así: ob. cit. Se recomienda evitar,
en este caso el uso de la locución latina opus citatus u op. cit. para evitar confusiones al lector,
aunque en estricto sentido, sí se puede emplear esta modalidad.
22
García Cantú, G. ob. cit. p. 25.

Como se observa, a parte de que el título de la obra fue sustituido por un par de abreviaturas, el
número de la página también cambió, porque la consulta fue progresiva.
En el hipotético caso de que el autor tuviera que referirse de nuevo a la misma obra, se escribe la
expresión ibidem, en sustitución tanto del nombre del escritor y del libro consultado, como de su
título.
23
Ibidem. p.26.
Sin embargo, la expresión ibidem, solo puede utilizarse inmediatamente después de una nota que
conserve el nombre del autor que identifique a la obra; aunque, por otra parte, haya habido cambio
en las páginas consultadas, como se evidencia en el ejemplo.
Otro caso distinto es cuando el autor desea remitir a su lector a una obra cuyos datos son idénticos
a los aparecidos inmediatamente antes. En tal situación, basta con escribir la palabra idem que

52
sustituye al nombre del autor, el título de la obra y las páginas consultadas.
24
Idem.
En la nota anterior, por razones de claridad, se buscó que diera continuidad con la llamada marcada
con el número ( 21 ) en el ejemplo, en la que los datos respectivos aparecen completos.
Ahora bien, suponiendo que entre la nota ( 21 ) y la ( 23 ) se debe insertar una con una fuente de
información distinta en autor, título y página, que ocupe el número ( 22 ), la única sustitución que
se hará, será colocar las abreviaturas ob. cit. en lugar del título “Las invasiones norteamericanas
en México”. El nombre del autor se preserva y las páginas, puesto que sí tuvieron cambios, dado
que la consulta fue progresiva.
Ejemplo:
22
García Cantú, G. ob. cit. p. 27.

En tal caso, los datos del autor permitirán al lector reconocer la obra.

5.5.2. La cita bibliográfica.


Las citas bibliográficas son porciones de textos, sin importar el tamaño, que el autor utiliza para
apoyar sus argumentos a lo largo del escrito. Pueden ser extraídas de libros, documentos impresos,
reportes científicos, boletines de instituciones académicas, leyes, decretos, etcétera.
Con las citas el autor se apoya en la autoridad intelectual de otros escritores o investigadores, para
justificar su posición frente a una disyuntiva o para resolver algún problema. No hay límite para
el uso de las citas bibliográficas en un texto. La cantidad de ellas la determina, en todo caso, la
necesidad que tenga el autor de fundamentar su escrito. Sin embargo, se recomienda utilizar las
que sean estrictamente necesarias para apoyar el texto y evitar que la lectura resulte enfadosa.
La llamada de la cita bibliográfica. El recurso con el cual el autor atrae la atención de su lector
hacia la bibliografía, en donde encontrará mayores detalles para obtener el libro o documento
consultado se denomina llamada.
Evidentemente, en el mercado editorial existen abundantes sistemas de llamadas en las citas
bibliográficas; sin embargo, por la brevedad de espacio, aquí solamente se expondrán algunos,
para que el alumno entre en contacto con ellos.
El sistema norteamericano. También reconocido como Fecha-nombre. Consiste en llamar la
atención del lector hacia la bibliografía. Para tal efecto, dentro del texto, el autor debe escribir los
siguientes datos de su fuente documental consultada: el apellido del autor de la obra referida y -
entre paréntesis- el año de edición y el número de las páginas consultadas.
Ejemplo:
...Bunge (2001, p. 45) distingue dos grandes grupos: las formales (o ideales) y las fácticas (o
factuales).

Para el empleo del anterior modelo de la cita bibliográfica, se deben respetar dos reglas. La primera
consiste en que, cuando el nombre del autor referido forma parte del discurso, se redacta el apellido

53
fuera del paréntesis y los dos datos restantes dentro de él. Véase el ejemplo anterior. Sin embargo,
la segunda, cuando el nombre del autor referido es parte del discurso, los elementos se redactan
dentro de corchetes.
Ejemplo:
Para que la comunicación se produzca o sea viable, ambos (emisor y receptor)
necesitan disponer de un código a partir del cual formular y descifrar los mensajes
que, respectivamente emiten y reciben [Fontanilla Merino, 1983, p. 7].

El sistema de numeración progresiva. Consiste en atraer la atención del lector fuera del texto,
mediante llamadas numeradas. y progresivas, como ocurre como con las de las notas al pie de
página; sin embargo, el destino de las llamadas se dirige a la bibliografía utilizada.
Dentro del texto, cuando se vaya a utilizar este sistema, se coloca el número respectivo a modo de
superíndice inmediatamente después del apellido del autor referido.

Ejemplo:
Stillman 13, 14 y 15.
De manera abreviada
Stillman 13-15.

Como se ve en este caso de citas progresivas, basta con abreviar la cantidad de llamadas, al escribir
únicamente la primera y la última, unidas entre sí por un guión.

5.6. La bibliografía.
Un estudio de investigación sin bibliografía carece -en buena medida- de valor intelectual, porque
se evidencia una falta de soporte dentro de la comunidad científica, que lo fundamente. Por tanto,
con más facilidad puede ser puesto en tela de juicio ya que, con mayor o menor grado, todo
conocimiento tiene un antecedente.
La exactitud de la bibliografía es responsabilidad del autor y solamente la citada en el texto debe
enlistarse al final.
Cabe subrayar que las abreviaciones et al. o y col. deben usarse solamente en el texto. Asimismo,
se escribe el título completo del artículo u obra y el año de edición. Si es una revista periódica se
redacta el título de ésta, el volumen, el número (entre paréntesis) y la(s) página(s). Las referencias
se citarán en su idioma original sin traducirse. Eco (1989, 89), Gibaldi y Achtert (1984, 75) no
están de acuerdo en que sólo se cite al autor o autores por la inicial del nombre, ya que propicia
confusiones con mayor frecuencia en las investigaciones documentales de tipo histórico o
filosófico. Además, no deben incluirse en las citas ni en el texto los títulos profesionales o grados
académicos.
De la Torre Villar y Navarro (1981, pp.35 y 36) puntualizan que la bibliografía presenta tres
valores: el de autoridad, el de contenido y el de extensión.

54
o El de autoridad equivale a dar validez a la investigación sustentándola en autores diversos,
aparte que da reconocimiento de la materia que se estudia.
o El de contenido. Por lo general, en todo trabajo de investigación el título y el subtítulo
representan la guía para la referencia del contenido en la fuente de información.
o El de extensión. Orienta al investigador y le da un criterio sobre la amplitud de la información.
No es lo mismo que se haya consultado una síntesis, un resumen o un comentario que una obra
completa.
Los elementos que constituyen una bibliografía son tres: el nombre del autor, la obra consultada
y, finalmente, los datos relativos a la edición. En el último se tiene el nombre de la casa u
organización editora, el año de publicación, el año de edición y de la forma de presentarlo.

5.6.1 Formas de cita bibliográfica.


De un texto o libro.
Buendía, L., Colás, P. y Hernández, F. (2008). Métodos de investigación en
psicopedagogía. Madrid, España: Mc Graw Hill.
Hernández Sampieri, R., Fernández Collado, C. y Baptista Lucio, P. (2003). Metodología
de la investigación. México: Mc Graw Hill.
Schmelkes, C. (2004). Manual para la presentación de anteproyectos e informes de
investigación (2ª ed.). México: Oxford.
García Córdoba, F. y García Córdoba, L. (2005). La problematización (2ª ed.). Toluca,
México: Instituto Superior de Ciencias de la Educación.

De una traducción:
Best, J. (2002). Cómo investigar en educación. (9ª. ed. en español; G. Gonzalvo, Trad.).
Madrid, España: Morata. (Trabajo original publicado en 1970).

De revistas sólo impresas


Fernández, C. (2005). Nuevas exigencias de la sociedad del conocimiento en la formación
del profesorado universitario. Implicaciones para el profesorado de ciencias sociales. Íber,
44, 57-67. Barcelona: Editorial Graó.
Hirst, P. (2000). La economía del conocimiento: ¿realidad o fábula? Este País, Tendencias
y Opiniones, 116, 14-19. México: Este País.

55
De revistas en versión electrónica:
Abric, J. C. (2006). Central system, peripheral system: Their functions and roles in the
dynamics of social representations. Papers on Social Representations, 2(2), 75-78.
Recuperado el 21 de julio de 2007, de http://www.psr.jku.at/PSR1993/2_1993Abric.pdf
Aguirre, J. (2007). Estatus epistemológico de la conversación y sus aportes a la práctica
investigativa. Cinta de Moebio, 25. Recuperado el 14 de febrero de 2007, de
http://www.moebio.uchile.cl/25/aguirre.htm

De revistas que se publican impresas y en versión electrónica y se ha consultado la


versión electrónica:
Bermúdez, E. y Martínez, G. (2001). Los estudios culturales en la era del ciberespacio
[versión electrónica]. Convergencia 8(26), 11-31. Recuperado el 13 de noviembre de 2007,
de http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/pdf/105/10502601.pdf
Bernabeu, N. (1997). Educar en una sociedad de la información [versión electrónica].
Comunicar No. 8, 73-82. Recuperado el 5 de noviembre de 2007, de
http://www.revistacomunicar.com/numeros_anteriores/index.php?pag1=8
Se recomiendan como adecuados, los modelos de citas arriba enlistadas. Sin embargo, cada
editora, revista especializada o institución educativa se reserva el derecho de definir sus
propias normas para presentar las citas y la bibliografía. Por tal razón, el autor de un escrito
debe enterarse del formato específico que requiere cada caso particular.

56
Según la norma ISO-690-2, los elementos bibliográficos para documentos electrónicos son los
siguientes:

Monografías electrónicas, bases de datos y


programas de cómputo Ejemplos:

o Responsabilidad principal (obligatorio) -CARROLL, Lewis. Alice's Adventures in Wonderland


o Título (obligatorio) [en línea]. Texinfo ed. 2.1. [Dortmund, Germany] :
o Tipo de soporte (obligatorio) WindSpiel, noviembre 1994 [citado 10 febrero 1995].
Disponible en World Wide Web:
o Responsabilidad secundaria (opcional)
http://www.germany.eu.net/books/carroll/ alice.html>.
o Edición (obligatorio) También disponible en Internet en versiones PostScript y
o Lugar de publicación (obligatorio) ASCII: <ftp://ftp.Germany.EU.net/pub/ books/carroll/>.
o Editorial (obligatorio)
o Fecha de edición (obligatorio)
-Meeting Agenda [en línea]. Gif-sur-Yvette (France) :
o Fecha de actualización/revisión Centre d'Etudes NuclÚaires, Saclay Service de
(obligatorio) Documentation, March 1991- [citado 30 septiembre
o Fecha de la cita (obligatorio para 1992]. Actualización bimensual. Formato ASCII.
documentos en línea; opcional para los Disponible a través de QUESTEL.
demás)
o Serie (opcional)
-Kirk-Othmer Encyclopedia of Chemical Technology [en
o Notas (opcional)
línea]. 3rd ed. New York : John Wiley, 2004 [citado 3
o Disponibilidad y acceso (obligatorio para enero 1990]. Disponible a través de: DIALOG
documentos en línea; opcional para los Information Services, Palo Alto (Calif.).
demás)
o Número normalizado (obligatorio)
-AXWORTHY, Glenn. Where in the World is Carmen
Sandiego? [disquete ]. Versión para IBM/Tandy. San
Rafael (Calif.) : Broderbund Software, 1998. 1 disquete;
5 1/4 pulg. Acompañado de: 1986 World Almanac and
Book of Facts. Requisitos del sistema: IBM/Tandy
compatibles; 128 kB RAM; MS DOS 2.0, 3.0 serie; se
necesita adaptador gráfico. Diseñadores: Gene Portwood
and Lauren Elliott.

5.7. Ejercicios y recomendaciones para estudio.


1. Defina y ejemplifique la diferencia entre las fuentes de información primarias, secundarias
y terciarias.
2. Aporte tres ejemplos específicos de cada una de las técnicas de investigación documental.
3. Elija un tema que sea de su interés, delimite un problema de manera más específica y realice

57
una indagación documental durante la cual se generen 30 fichas bibliográficas y 75 de
trabajo.
4. Busque entre los libros que tiene en su casa y confeccione un fichero bibliográfico por
temas.
5. Seleccione un artículo de una revista científica periódica y realice una búsqueda
bibliográfica retrospectiva sobre el tema tratado, apoyado en las citas referidas. Se
recomienda conseguir no menos de cinco documentos.
6. Consiga casos reales para cada uno de los ejemplos de cita bibliográfica que se exponen en
este capítulo.

58
CAPÍTULO 6
La investigación experimental

En capítulos anteriores se había apuntado que los diferentes campos disciplinarios establecen los
enfoques y modelos que les son más idóneos para obtener el conocimiento que persiguen.
Disciplinas cuyo objeto de estudio son las ideas -la lógica y la matemática- o la indagación de
registros -la historia-, emplean formas de trabajo particulares diferentes a las fincadas en la
necesidad de corroboración o verificación. Estas últimas son las agrupadas con el nombre genérico
de experimentales -la biología, la física, la química...- y utilizan la vía concreta de la investigación
experimental, sobre la cual versa este capítulo.
En la investigación científica es indispensable saber con toda claridad y precisión qué se busca con
el propósito de reconocerlo sin confusión cuando se encuentre. Y se requiere desarrollar la
suficiente habilidad para determinar con exactitud lo que es realmente nuevo, en el caso de haber
realizado un hallazgo.

6.1. Postulados Básicos.


Para encuadrar la realización de la investigación científica experimental es necesario partir de
algunos supuestos primordiales llamados postulados, entendidos como aseveraciones admitidas
sin prueba hasta ese momento, pero que requieren verificarse y corroborarse una y otra vez. Según
De Gortari (1979, 39) existen tres postulados básicos, sobre los que se sustenta cualquier investiga-
ción: "El universo y la naturaleza existen objetivamente, de manera independiente a la conciencia
y a la voluntad humanas y, en particular, el ser humano existe como parte integrante del universo.
Todos los procesos existentes, incluyendo el universo, que constituye el conjunto total de estos
procesos, son susceptibles de llegar a ser conocidos por el ser humano, ya sea de manera directa
o indirecta. Finalmente, el desarrollo de todos y cada uno de los procesos existentes, com-
prendiendo los acontecimientos extremos de su surgimiento y su desaparición, es predictible y
verificable".
Las distintas disciplinas específicas asocian tales propuestas en cada investigación concreta para
dar forma a la hipótesis que hay necesidad de verificar. Al terminar la investigación, además de
los resultados que se obtengan sobre el propósito concreto, también se consigue una ratificación
específica del conjunto de postulados tomados como punto de partida y, como consecuencia de
esa verificación, por tanto, se convierten en explicaciones comprobadas para ese caso particular;
por lo tanto, se transforman en fundamentos de la investigación efectuada.
Como parte de este proceso, en cada nueva investigación sobre la misma dirección de
conocimiento, los postulados constituidos en hipótesis se verifican una y otra vez, pero con mayor
profundidad, conforme se presenta esquemáticamente en la figura 6.1. Es decir, se sujetan a un
proceso iterativo continuo de formulación-corroboración.

59
Hipótesis
Verificación
Hipótesis
Verificación
Hipótesis
Verificación
Hipótesis
Verificación

Figura 6.1 Proceso formulación-Verificación

En este tipo de investigación los resultados obtenidos en la experimentación y en el desarrollo


teórico son utilizados, en algún momento, como nuevos puntos de partida para seguir avanzando.
Son generalizados, analizados, sintetizados y combinados de muchas maneras, hasta lograr
constituir con ellos explicaciones posibles, tanto de los nuevos hechos descubiertos, como de los
conocidos con anterioridad. En esencia esta visualización de la investigación es la que diferencia
a la experimental de otras modalidades, como la documental y la social (la cual se tratará con
mayor amplitud en el siguiente capítulo).

6.2. La racionalidad de la explicación científica.


La explicación científica, por ser objetiva, hace una representación de la existencia de los procesos
o los fenómenos del universo, de la naturaleza y del humano en las diferentes modalidades en que
se manifiestan. Además, su carácter racional permite encontrar las articulaciones posibles entre los
descubrimientos realizados y los conocimientos adquiridos. Estas conexiones son sometidas a la
prueba decisiva de la experiencia, ajustándolas y modificándolas cuantas veces se haga necesario,
hasta conseguir que representen los vínculos y las interrelaciones que efectivamente existen en los
procesos y fenómenos reales.
Así pues, una explicación posible de un fenómeno -hipótesis- tiene que pasar por un arduo proceso
de pruebas experimentales y de reflexiones racionales acerca de los resultados antes de com-
probarse. Solamente hasta entonces es científicamente válida porque explica tanto los hechos de
los cuales fue extraída y, con frecuencia, otra multitud de hechos semejantes pero desconocidos o
que ni siquiera se han producido.
La validez de la explicación científica se conquista rigurosamente por medio de su verificación
experimental y por esta razón no se ve alterada con el avance de la investigación, pues aún y
cuando se lleguen a descubrir otros fenómenos o procesos cuyo comportamiento difiera del
previsto por una propuesta determinada y comprobada antes, lo único en que esta última queda
modificada es en el hecho de que se ponen al descubierto los límites de su cumplimiento.

60
Lo que entonces se requiere es el planteamiento de una nueva hipótesis que ofrezca una
interpretación que abarque tanto lo expuesto anteriormente, como los nuevos procesos o fenó-
menos divergentes de la dilucidación anterior.
Una de las bases fundamentales de la investigación científica es la consideración de que el
desarrollo de los procesos y fenómenos existentes es predictible y verificable, incluyendo los
extremos del proceso, como lo son el surgimiento y su desaparición. En función de su carácter
racional se puede establecer que, si fuera imposible hacer predicciones o éstas no se pudieran
verificar, se negaría rotundamente el conocimiento científico.
En el caso de que surja alguna discrepancia incompatible entre una conclusión racional y un
resultado experimental obtenido de manera rigurosa y correcta, se concede la primacía al
experimento sobre la racionalidad, porque la realidad objetiva impone su dominio sobre la razón.

6.3. El binomio observación - experimentación.


Los procedimientos empleados en las observaciones científicas se han desarrollado conforme las
maneras prácticas utilizadas en la vida ordinaria -especialmente en las artes y los oficios-. Lo que
la distingue de su uso común son los fenómenos observados y los modos precisos para hacer la
observación.
La reiteración de las observaciones y el incremento de su exactitud y precisión permiten el
discernimiento del comportamiento de los procesos y de las relaciones cuantitativas entre ellos.
El refinamiento de las mediciones y el mejoramiento de las formas de calcular propiciaron, en un
momento dado, la posibilidad de determinar los modos de reproducir ciertas condiciones para
provocar un resultado previsto. En ese momento quedó superada la observación y se convirtió en
experimentación. A partir de entonces resultó insuficiente el simple registro de las manifestaciones
espontáneas por copioso que pudiera ser. Se impuso la necesidad de intervenir en el
comportamiento de los procesos para poder corroborar las consecuencias predeterminadas con
apoyo de las observaciones o las experiencias anteriores.
Así pues, cuando se supera la práctica de observar los procesos -tal y como éstos se presentan
naturalmente- y se interviene tanto en su producción como en su desarrollo, se llega al
experimento. Entonces los fenómenos se producen artificialmente provocando la aparición de las
condiciones para que aquéllos surjan o para que se modifique su comportamiento. De esta forma
el ensayo implica la realización en condiciones controladas de una predicción y su cumplimiento.

6.4. El análisis y la síntesis como partes esenciales de la experimentación.


En la experimentación se realizan constantemente dos operaciones: el análisis y la síntesis. Por
medio del primero el proceso se desestructura o separa en sus partes constituyentes para su estudio,
después de haberlo visualizado como un todo integral. Posteriormente, a través del segundo se
vuelve a integrar o reestructurar para observarlo con mayor profundidad después de haberlo
conocido en sus detalles particulares.

61
Es fundamental que al reunir los elementos constituyentes del proceso no se hace una mera suma
o agregación de ellos, sino se obtiene un complejo unitario al que se le aprecian nuevas cualidades,
como producto de haber entendido mejor las interrelaciones entre los componentes particulares.
Este planteamiento se basa en que el universo es un proceso de la mayor amplitud constituido, a
su vez, por infinidad de procesos menores, pero no forma parte de otro mayor y además refleja sus
principios básicos en las divisiones particulares.
6.5. El control en la experimentación.
Asociado a la experimentación existe el control, consistente en tener un dominio sobre las variables
y sus interrelaciones. Consiste simplemente en ser capaz de que se presenten y se mantengan
durante el tiempo que dura el experimento. En otras ocasiones, el investigador logra ejercer un
dominio completo de la intensidad de dichas condiciones y llegar a anularlas o a neutralizarlas en
caso necesario. El manejo puede ir más allá de las condiciones de producción y sostenimiento del
proceso, abarcando también las condiciones de observación y medición de las variables.
Conforme adquieren mayor importancia las perturbaciones introducidas por el investigador y sus
instrumentos, mayor será la necesidad de controlar estrictamente las condiciones en que se observa
y se mide. De esa manera se tiene la posibilidad de observar más claramente y de medir con
exactitud y precisión.
A la par del control surge la planeación del experimento, pues no es posible ejercer un manejo
exacto sin haberlo diseñado previamente. Su planeación requiere de varias determinantes previas:
las condiciones en que se puede provocar el surgimiento o la presencia del proceso en cuestión;
los medios de mantener el control de esas condiciones y los procedimientos para observar y medir
su comportamiento. Por tal motivo, el experimentador debe reflexionar, ensayar, tantear y com-
binar las ideas de muchas maneras para descubrir las condiciones que sean más apropiadas y
resulten factibles para la realización del objetivo que persigue.
Basado en las determinaciones anteriores el investigador procede a diseñar el experimento
especificando los materiales, aparatos, instrumentos y dispositivos que se necesiten; el personal
científico y técnico que intervendrá y su participación concreta, así como las precauciones que
deberán tomarse para que el experimento funcione satisfactoriamente y no se corran riesgos que
sea previsible evitar. Esta etapa de planeación puede estar constituida por uno o más experimentos
y debe hacerse explícita en el documento que se denomina protocolo o plan de investigación, el
cual se discutirá ampliamente en el capítulo 8.
6.6. El control contra las fuentes de error.
Una de las razones de ejercer control en los experimentos es reducir al mínimo posible los sesgos
que pueden presentarse en el estudio de un fenómeno y eliminar las fuentes de error, que llevan a
establecer relaciones causales o direccionales equívocas entre las variables. Este juicio coincide
con lo establecido por Plutchik (1975, 169), quien afirma: "...dado que los experimentos se realizan
siempre para responder a preguntas específicas, un sesgo o fuente de error se puede concebir
como cualquier hecho o factor que conduzca a conclusiones erróneas o a resultados ambiguos".
Los errores se pueden originar como consecuencia del descuido de las variables relevantes, el
inadecuado análisis de los datos, el uso de procedimientos inadecuados de muestreo y las
expectativas del experimentador, entre otras razones.

62
o Descuido de las variables relevantes. Ninguna investigación puede llevarse a cabo
adecuadamente sin conocer ni sin tomar en cuenta las variables del caso. El
desconocimiento de su influencia puede causar errores serios que afecten el desarrollo de
un experimento. Tanto más se sepa acerca de los factores que afectan un fenómeno dado,
mejor se podrá planear la investigación. De ahí la importancia de un estudio bibliográfico
exhaustivo sobre el objeto de estudio antes de planear un experimento. Aunque en un
momento dado no se conozcan todas las variables con posible influencia que interesan, se
puede tener en cuenta las identificadas y su interrelación para poder explicarse cualquier
efecto en el experimento que sea provocado por una variable no identificada.
o Análisis inadecuado de los datos obtenidos. Con frecuencia los desaciertos en los
experimentos se deben a los errores cometidos en el análisis de los datos. En este aspecto
la estadística aporta técnicas de buena calidad para analizar la información con elevada
confiabilidad; por desgracia, la disponibilidad de esas técnicas no garantiza su buen uso.
La literatura científica reporta un elevado número de casos en los cuales se partió de un
error y, consecuentemente, se llegó a conclusiones equívocas sobre un fenómeno u objeto
de estudio por no utilizar la técnica idónea para una correcta interpretación, e incluso en
ocasiones se forzaron resultados por medio de una aparente justificación estadística. Por lo
mismo, es importante que el investigador preste la debida atención a este problema.
o Muestreo inadecuado. La fase en que se establece la muestra y se definen sus técnicas de
muestreo es sumamente importante en el buen desarrollo de un experimento, aunque esta
consideración también se extiende a las ciencias sociales. En ciertos casos se emplean
grupos de individuos de una población -humana, animal, vegetal, microbiana o
inanimada... para estudiar un fenómeno específico con la intención de extrapolar o extender
una generalización del proceso o fenómeno a la población total. Por tanto, la muestra debe
representar claramente el universo completo con el cual se van a relacionar los datos. Esto
con frecuencia es difícil porque se infiltran errores o sesgos como resultado de los
procedimientos de muestreo utilizados.
o Expectativas del experimentador. Una de las fuentes de error más peligrosas es la
expectativa generada por el investigador sobre los resultados que pretende obtener. Estas
tienen tres modalidades básicas:
 La consciente pero que el investigador controla para no dejarla influir en ningún
sentido sobre la calidad de los resultados. Es decir, priva el buen juicio y el sentido de
honestidad intelectual del investigador.
 La inconsciente, peligrosa por su propia característica de pasar inadvertida para el
investigador. Este caso se puede presentar cuando el experimentados se ve presionado
por razones externas al proceso mismo, como es el caso de la exigencia de los
superiores por los resultados o ante la expectativa de una mejor retribución económica
por la conclusión del estudio o el reconocimiento intelectual derivado de comunicación
de los hallazgos.
 La premeditada es la que no debe aceptarse en el medio científico, sin embargo,
sucede con más frecuencia de la deseada y consiste en que los resultados sean de cierta
manera, por lo que se manipulan, se inventan o se arreglan para que coincidan con la
hipótesis o la base de sustentación del proyecto. Esta variante tiene razones semejantes

63
a las mencionadas respecto a la inconsciente, pero con el agravante de estar dirigida y
concretada con toda premeditación.

6.7 Tipos de error en la investigación experimental.


Según Holman (1977, 54-55) se deben considerar junto con las fuentes, los tipos de error que se
presentan en la investigación experimental. Pero debe tenerse en cuenta que un error real es aquel
factor indeterminado total o parcialmente que tiene cierto grado de incertidumbre. Esta puede
variar en mayor o menor medida dependiendo del experimento particular que se trata y de la forma
específica de la interrelación de las variables. En algunos escritos científicos se usa indistintamente
error o incertidumbre experimental, por lo que es necesario familiarizarse con esta sinonimia.
Entre los tipos de errores que pueden causar incertidumbre en una medición experimental están
las fallas en los aparatos -o en la construcción de la instrumentación-, las cuales pueden invalidar
los datos obtenidos. Otro tipo, es el fijo o sistemático que se refleja con la misma magnitud en
lecturas repetidas de datos -como puede ser el caso de un defecto en la rectitud de una aguja en la
carátula de medición de un instrumento o una falla de volumen en una pipeta- y se le denomina
así porque se reproduce la misma desviación cada vez que se realiza una medición. Finalmente,
un tercer tipo es el aleatorio o por azar, que puede causarse por fluctuaciones personales de
observación del experimentador o por alteraciones intempestivas e irregulares en un instrumento
eléctrico o electrónico o causado por la fricción mecánica en el caso de instrumentos de esta
naturaleza.

6.8. La necesidad e importancia de la medición de las variables.


Aparte de la visión cualitativa es necesaria la cuantificación de las variables para el buen desarrollo
de la investigación científica y, muy especialmente, la experimental. Para efectuarla, de acuerdo
con Polit y Hungler (1991, 313), se requiere realizar la medición de las variables sin perder de
vista ciertas características como su precisión, su exactitud, su objetividad y, preferentemente, su
unidimensionalidad. Algunos de los factores que influyen en el proceso de la medición pueden en
cierta medida ser controlados y aceptar que los datos obtenidos de casi todos los instrumentos son
falibles.
Las mediciones en las investigaciones de campo, dentro del ámbito de las ciencias sociales, deben
efectuarse recabando los datos con instrumentos adecuados para poder convertir en números y
proporciones susceptibles al análisis estadístico para poder dar validez a los resultados. Se da por
sentado la inclusión de una visión cualitativa de las variables y del fenómeno a la cuál la
cuantificación le otorga una mejor definición. Estos aspectos se tratarán en el capítulo
correspondiente a la investigación en ciencias sociales. Por tal razón, en este apartado se centrará
la atención en las mediciones en la investigación experimental.
Se distinguen dos grandes grupos en las mediciones experimentales:
Estudios con seres humanos. En ellos se buscan respuestas conscientes o inconscientes sobre
eventos, comportamientos o percepciones de los sujetos.
Los instrumentos más frecuentemente utilizados en estos casos son los cuestionarios relacionados
con encuestas, pruebas y entrevistas. En estos, la interacción que se da entre el investigador y los
sujetos de estudio debe cuidarse en extremo para no introducir errores.

64
Experimentos con variables de tipo físico, químico o biológico; por tanto, los instrumentos son
diferentes a los anteriores.
Casi siempre se recurre a dispositivos o procedimientos que pueden controlar y/o medir la variable
que se estudia. También se distingue su aislamiento para su estudio, más aún con la aparición y el
uso de las computadoras se ejerce un control más amplio en sistemas que pueden manejar y medir
distintas variables a la vez, lo cual genera una visión más precisa del fenómeno o proceso en
estudio.
En este último caso se incluye no sólo humanos, sino cualquier ser, sistema, proceso o elemento
que existe en el universo. En fin, cualquier objeto de estudio que sea de interés científico, por su
relación inmediata con el ser humano.

6.9. Ejercicios y recomendaciones para estudio.


1. ¿Cuáles son las principales características de las ciencias de tipo experimental?
2. Ejemplifique los esquemas que se basan en la inducción y los sustentados en la
deducción.
3. ¿Para qué se utilizan los parámetros de control?
4. ¿Qué es un experimento?
5. Aporte ejemplos de varias disciplinas experimentales mencionando en qué basa su
elección.
6. Llene con agua un vaso estrecho hasta el borde, coloque una pieza de papel que cubra
totalmente la boca del recipiente. Sujete el papel cubriéndolo con los dedos de la mano
e invierta el vaso. Explique de manera fundamentada en qué consiste que el agua no
se derrame.
7. Coloque dos monedas acostadas en una mesa de manera que sus bordes estén en
contacto. Presione firmemente con el índice una de ellas y golpéela con una tercera.
Al igual que en el caso anterior explique y fundamente el fenómeno.
8. ¿Cómo decide qué variables tomar en cuenta y cuáles eliminar en el desarrollo de un
experimento?

65
CAPÍTULO 7
El diseño de la investigación social

Este capítulo trata lo relativo a la investigación social por la importancia que tiene en la actualidad,
tratándose especialmente de áreas como las relacionadas con la salud, en las que debe tenerse una
visión conjunta de las ciencias naturales y las sociales y no sólo de uno de los grupos.
Se puede afirmar que los diversos tipos de asociación humana se originan y desarrollan a partir de
razones de asociación básica como son la producción y la reproducción. Consiguientemente, el
avance del conocimiento depende del desarrollo de la producción social. Tanto el pensamiento
como el conocimiento empezaron en la actividad productiva y no se pueden separar de tal
asociación, ni de la identidad individual humana. En el transcurso de la historia el conocimiento
ha sido consolidado paso a paso y con lentitud, en razón de los múltiples caminos que se fueron
recorriendo en la búsqueda de un progreso, tanto material como espiritual. Cada estudio del
desarrollo constituye un todo compuesto por las fuerzas productivas, las relaciones humanas, las
estructuras sociales y políticas, las construcciones teóricas, ideológicas, artísticas, religiosas,
etcétera.
El acervo de conocimientos, en su forma y fondo, se liga históricamente con la producción en
cualquier nivel de desarrollo social. Consecuentemente, lo que el humano ha sido capaz de
investigar acerca de la naturaleza y de la sociedad depende de su relación con ambas. Sin embargo,
el avance del saber no está mecánicamente subordinado al progreso de las fuerzas productivas sino
también a las relaciones sociales y otras formas de actividad no productiva. Tómese el caso del
arte, la religión, el deporte, las aficiones recreativas, la mitología... entre otras.

7.1. Antecedentes históricos.


Se puede afirmar que el Renacimiento -abarcó del siglo XV al XVII- fue la cuna histórica del saber
y el conocimiento científicos propiamente dichos, entendidos como se planteó en el capítulo 1 de
este mismo documento.
La transición del feudalismo al capitalismo -basada principalmente en la acumulación de capital-
afectó todas las actividades del humano tanto en lo individual como en lo colectivo y recompuso
la forma de organización social en varios países importantes de la Europa de esa época. En medio
de la explosión cultural, como respuesta a la sombría Edad Media, se desencadenó una búsqueda
de explicaciones a fenómenos que nunca antes se habían abordado en forma metódica como temas
de investigación. Al parejo del avance de la economía de mercado se dio una explosión de
descubrimientos, inventos e ideas que replantearon no sólo las características propias de la
sociedad feudal, sino también y de manera importante, sus escalas de valores éticos, morales, reli-
giosos, políticos, filosóficos y artísticos.
Aranda-Izguerra (1990, 13-14) menciona en su trabajo que "es difícil de decir en términos de
cronología cuando surgen las ciencias sociales. Sin embargo, si se quiere dar una respuesta
simple, se puede decir que la política nace con la teorización de El Príncipe de Maquiavelo, la
sociología con Augusto Comte y la economía con Adam Smith. Pero más que estos autores que,
sin duda tienen que ver con el desarrollo de las ciencias sociales, es el proceso de desarrollo de

66
una nueva forma de organización de la sociedad la que posibilita sus reflexiones. En este sentido
puede decirse que no es el sujeto el que inventa el objeto. Por ejemplo, Marx no invento el
capitalismo, sino más bien el capitalismo inventó a Marx".
Cabe mencionar que aún cuando Adam Smith es el autor más reconocido en cuanto al desarrollo
de la economía política, se tiene el registro de una obra muy anterior de Nicole Oresme publicada
en 1370, llamada Traité de la première invention des monnaies, que constituye el primer ejemplo
de una obra experimental al mismo tiempo que el nacimiento de una ciencia social, según lo
consigna Duverger (1983, 21).

7.2. ¿Ciencias sociales contra ciencias naturales?


Dado que la intención de este trabajo es dar elementos y herramientas para el uso de la metodología
científica, se ofrece una serie de elementos que faciliten la comparación de procedimientos de
investigación en ciencias sociales y en ciencias naturales para ver si efectivamente se contraponen
o se excluyen, según se ha sostenido entre los académicos.
La tendencia a buscar respuestas para las interrogantes que el ser humano se ha planteado respecto
al universo y la naturaleza se centró por muchísimo tiempo en objetos o fenómenos externos,
muchas veces lejanos de sí mismo en lo individual y en lo colectivo. De ahí que la física, la
química, la astronomía... se hayan desarrollado como sucedió. Sin embargo, al preguntarse el
porqué, indefectiblemente se necesita recurrir al análisis del desarrollo de la sociedad humana en
sus diferentes etapas históricas para encontrar respuestas aceptables. Áreas del conocimiento en
ciencias naturales, como las mencionadas en renglones anteriores tienen raíces tan antiguas que se
pierden en el tiempo. Por el contrario, las ciencias sociales, según coinciden quienes se han
dedicado al estudio de la colectividad humana, tienen su nacimiento como tales con el surgimiento
de la sociedad capitalista.
El conocimiento está en continuo cambio y esto lo ha llevado muchas veces a tomar caminos
extraños, como el afán de la especialización, que en algún momento se justificó, pero abrió la
puerta a una desmedida búsqueda de particularidades que con el tiempo llevó a los científicos a
ver los árboles y no el bosque. Mucho menos a acordarse de que los árboles, junto con otros
muchos seres y fenómenos, conforman aquél. Por fortuna esta etapa se está superando, al tiempo
que se rescata la búsqueda de la reintegración del conocimiento y la posibilidad de retomar la
visión global del acervo humano. Se requieren especialistas, y de muy buena calidad, que resuelvan
problemas específicos, pero se exige un consenso y un cambio de actitud en cuanto a darse cuenta
que las fracciones de conocimiento se requieren unas a otras para integrar la totalidad del
patrimonio intelectual de la humanidad y que este último no es la simple suma de las fracciones,
si no está constituido tanto por las partes como por su interrelación dinámica y además enriquecido
por la absorción de sus propios productos.

7.3. Bases conceptuales de la investigación social.

67
Para poder tener las bases de la aplicación del método y las técnicas científicas en la investigación
social se requiere una serie de elementos conceptuales que se exponen a continuación:
Al respecto Popper (1978, 10-27) establece varios postulados:
Punto de partida: "el conocimiento no comienza con percepciones u observación o con la
recopilación de datos o de hechos, sino con problemas".
Caracterización: "y en todos los casos, sin excepción, son el carácter y la cualidad de los
problemas los que determinan el valor o falta de valor del rendimiento científico".
Ensayo: "El método de las ciencias sociales, al igual que el de las ciencias de la naturaleza,
radica en ensayar posibles soluciones para sus problemas. Se proponen críticas y soluciones. En
el caso de que un ensayo de solución no resulte accesible a la crítica objetiva, es preciso excluirlo
por no científico, aunque acaso sólo provisionalmente. Si es accesible a una crítica objetiva, se
intenta refutarlo, porque toda crítica consiste en intentos de refutación".
Objetividad científica: "el Método de la Ciencia es el de la tentativa de solución, el del ensayo (o
idea) de solución sometido al más estricto control crítico. No es sino una prolongación crítica del
método del ensayo y del error. Se tiene el erróneo y equivocado naturalismo o cientificismo
metodológico, que exige que las ciencias sociales aprendan, finalmente, de las ciencias de la
naturaleza lo que es el método científico. Este equivocado naturalismo impone exigencias como
éstas: comienza con observaciones y mediciones, es decir, con sondeos estadísticos, por ejemplo,
y avanza inductivamente a posibles generalizaciones y a la formación de teorías. De esta manera
se busca una aproximación al ideal de la objetividad científica, en la medida que eso sea posible
en ciencias sociales. Se debe tener conciencia de que la objetividad es mucho más difícil de
alcanzar en las ciencias sociales (si es que es en absoluto alcanzable) de lo que es en las ciencias
de la naturaleza, porque la objetividad equivale a la neutralidad valorativa, y solo en casos muy
extremos logra el científico social emanciparse de las valoraciones de su propia capa social
accediendo a cierta objetividad y asepsia en lo tocante a los valores".
En tal sentido cabe dudar seriamente de que la objetividad de la ciencia depende de la del científico,
también de la creencia de que el estudioso social es menos objetivo que aquel que se desenvuelve
en el campo de las ciencias naturales.
La objetividad de la ciencia, independientemente de cuál sea su vertiente, no es competencia
individual de los científicos, si no atribución social por su crítica recíproca y la compartición de la
división del trabajo, a veces difícil, entre quienes se dedican a la búsqueda del conocimiento;
además un esfuerzo inter e intra disciplinario y su búsqueda honesta por diversos caminos distintos
y eventualmente hasta opuestos entre sí.
En este punto se antoja recurrir de nuevo a Popper (1978, 18), quien dice que "la teoría de la
objetividad científica sólo puede ser explicada a partir de categorías sociales, como por ejemplo,
la de competencia (tanto entre los diversos científicos, como entre las diversas escuelas), la de
tradición (es decir, la tradición crítica), la de las instituciones sociales (tales como editoriales,
periódicos, o las asociaciones que participan en congresos), la del poder estatal (que incluye la
tolerancia política de la libre discusión de las ideas)". Sin embargo, este autor se contradice, ya
que para él "son pequeñeces tanto la posición social o ideológica del investigador que acaban por
eliminarse a sí mismas con el paso del tiempo, aunque en el corto plazo jueguen siempre, como es
obvio, su papel". Su contradicción consiste en olvidar que la posición social y la ideología son

68
respuesta a la condición de la clase social a la que el académico pertenece y no es posible
despojarse de ella como cambiar de ropa, así como tampoco pensar que quienes financian o
promueven el desarrollo de la investigación científica, sean los gobiernos u otros organismos, son
indiferentes o insensibles a la concepción social y a la posición política de los investigadores. Es
obvio que hay preferencias en función de estas características y de los intereses que mueven al
apoyo para el desarrollo y la divulgación del conocimiento o fracciones selectas de éste.
Vale la pena, en este punto, recurrir a Adorno (1978, 30-38) quien en una réplica a Popper establece
que "la presunta ignorancia sociológica no designa en buena medida sino la divergencia existente
entre la sociología como objeto y el método tradicional [se refiere al positivismo]; de ahí que
apenas pueda pensarse en subsanarla acudiendo a un conocimiento que reniega de la estructura
en honor de su propia metodología. Por otra parte, tampoco puede sostenerse el usual ascetismo
empirista frente a la teoría". Y enfatiza que la integralidad social es el universo de estudio: "La
totalidad social no mantiene ninguna vida propia por encima de los componentes que aúna y de
los que, en realidad, viene a constar. Se produce y se reproduce en virtud de sus momentos particu-
lares". Theodore Adorno reconoce a la sociedad como una totalidad en el sentido de que el todo
no es igual a la suma de sus partes, ya que sin este sustento no es posible interpretarla en forma
orgánica e integral: “Sistema y particularidad son recíprocos y sólo en su reciprocidad resultan
cognoscibles".
En las ciencias sociales el objeto de estudio es la sociedad misma o los fenómenos relacionados
con ella. Su elección no es producto del azar, sino que está íntimamente ligada a una perspectiva
global determinada, la cual permite explicar la realidad social que, como toda realidad, posee un
número infinito de interpretaciones.
Así pues, de la visión de la realidad que tiene cada grupo o estrato social en lo general y el
investigador en lo particular, parten la elección del objeto de estudio, la definición de lo que es
esencial y de lo que es accesorio, las preguntas que se plantean a la realidad; condicionando el
enfoque y el desarrollo del estudio de la problemática de la investigación. Consecuentemente
también le otorgan un carácter específico a la interpretación de los hechos y la formulación de
teorías.

7.4. Corrientes de pensamiento científico más importantes en México.


En México se pueden identificar con claridad distintas corrientes básicas de pensamiento en lo que
a ciencia se refiere, que han tenido efectos importantes al seno de la sociedad mexicana. Como lo
dicen Saldaña y Medina-Peña (1988, 1111-1112): "la organización de la actividad científica en
México ha seguido patrones que modelaron el desarrollo de ésta en distintas épocas de la historia;
de modo paralelo, el orden político prevaleciente ha desempeñado un papel definitivo".

7.4.1. El positivismo.
Esta línea de pensamiento abarcó desde mediados del siglo XIX hasta rebasar más de la mitad del
XX. La principal característica de esta escuela fue que sus practicantes, tanto al servicio de go-
bierno como refugiados en las universidades, se esforzaban por justificar la situación imperante en
el país. Según lo consigna De Gortari (1980, 298-337). "Tuvo sus raíces en las enseñanzas del

69
Colegio de Minería, las cuales perfilaron la fisonomía laica de la enseñanza y el desarrollo
científico de México cuando triunfó el Movimiento Liberal de la Reforma y bajo cuya influencia
se institucionalizaron las actividades científicas de ese tiempo, como parte de las actividades de
la élite intelectual y del propio estado, para contribuir a que la población se instruyera y ci-
vilizara",
Sin embargo, es conveniente apuntar cómo en el mencionado periodo se presentó, bajo la cobertura
de las potencias europeas, la libre concurrencia del capitalismo que condujo en todos los países a
la depauperación de los campesinos, a la ruina de los artesanos y la decadencia de muchas
poblaciones. Por tal razón generó un ambiente de combatividad en diversos grupos humanos. De
ahí los movimientos generalizados en muchos países de Asia, África y América. Precisamente en
esa época se dio en México la etapa decisiva de la lucha que culminó con la victoria de los liberales.
El positivismo considera la lógica formal como instrumento indispensable para la investigación
científica y se la estima, a la vez, como resultado de la observación experimental y de la reflexión
racional sobre los procedimientos seguidos en la labor de indagación. Sin embargo, la lógica
terminó por convertirse en una disciplina normativa. Ya no se trataba de explicar, de profundizar
ni de ampliar los procedimientos empleados en la ciencia, sino en establecer reglas dogmáticas de
cómo deberían ser dichos procedimientos, aún a sabiendas de que, en la realidad, se seguía un
curso muy distinto en las investigaciones. Por otro lado, hay que reconocer que esta corriente
modificó las condiciones del desenvolvimiento de la ciencia en México, acumulando libros, instru-
mentos y aparatos; además permitió y dio impulso a la reunión de una enorme cantidad de datos
que sirvieron, a pesar de las lagunas e insuficiencias, como materia prima para estudios posteriores.
Finalmente, el positivismo ha ido siendo desplazado por el funcionalismo, aunque la transición ha
sido muy lenta, ya que la asociación entre ambos modelos es muy estrecha. A partir de la década
de los años cuarenta del Siglo XX, se deslindan con mayor claridad ambos enfoques conceptuales.

7.4.2. El funcionalismo.
Otra visión interpretativa es la que supone una adecuación funcional de los aparatos formales para
la investigación científica a los requerimientos del sector productivo y de la estructura social, desde
un punto de vista económico. Obliga a un desarrollo lineal en donde se requiere una constante
diversificación y especialización de sectores del conocimiento, como consecuencia del desarrollo
tecnológico, como lo sostienen Karabel y Halsey (1977, 78-79).
De acuerdo con esta propuesta se obliga al científico a que defina si el producto de su actividad es
funcional o no. Este enfoque, aunque a veces disfrazado, subyace en los planes y programas para
el desarrollo científico y tecnológico de México y algunos otros países, aun en las expresiones más
locales como las de gobiernos estatales o de instituciones académicas.
Bajo esa concepción, la modernización de la sociedad se mide en función del grado alcanzado de
adecuación del binomio funcionalidad-estructura. Esto es, la institucionalización y formalización
de las prácticas científicas, así como su especialización por separado del conjunto de las otras,
constituye un factor de progreso y desarrollo del sistema social. De esta manera, la burocratización
del saber se convierte en consecuencia inevitable del proceso de cambio y modernización social,
conforme a Parsons (1974, 86-92). Desde este ángulo el avance de la ciencia se aprecia como un
proceso que va desde una ciencia tradicional, difusa y total, hasta una moderna extremadamente

70
diversificada y con una multitud de objetos que reclaman un sinnúmero de disciplinas. En concor-
dancia, la sociedad moderna se debe entender como sumamente diferenciada estructural y
funcionalmente. Esta visión merece una rigurosa crítica teórica y empírica, en función de que posee
una acentuada connotación ideológica por su papel de excluir e incluso confundir los mecanismos
que rigen la lógica del desarrollo de los campos de la ciencia.
Por otro lado, resulta claro que las influencias del campo de la producción no explican todo el
proceso y la estructura del conocimiento científico. Debido a que entre las determinaciones
objetivas y las prácticas sociales interviene una serie de factores que impiden analizar esta relación
como de causa-efecto. Puede suceder que para un mismo conjunto de determinaciones económicas
requeridas por la producción, se ofrezcan respuestas científicas múltiples y diferentes entre sí.
Además, es común que simultáneamente convivan, inclusive de manera poco armónica, campos
disciplinarios con enfoques rebasados y obsoletos con otros que presentan propuestas innovadoras.
o Gómezjara y Pérez (1989, 167-168) resumen el funcionalismo como el uso y abuso de una
metodología inductiva y una técnica de investigación directa basada en la recolección
unilateral de información del investigado al investigador, además autoritaria porque
desecha la problemática de lo estudiado en aras de los intereses de quienes patrocinan los
trabajos. Este modelo ha sido aplicado por las corporaciones multinacionales y el estado
desarrollista a partir de los años cincuenta del siglo XX.
o Herver (1989, 81) sintetiza la finalidad del funcionalismo en los siguientes términos:
 "Entender los fenómenos sociales en términos de su relación con un sistema,
[empleándolo como] el conjunto de partes (instituciones, formas de comportamiento
organizado, grupos, etc.) que integran el todo social.
 Determinar el papel que un patrón de comportamiento observado juega en el
mantenimiento de un sistema más amplio del que forma parte".
En México es una corriente vigente y bastante extendida en la actualidad, sus exponentes son
identificables en casi todas las esferas de gobierno y entre quienes conducen las instituciones
rectoras de la ciencia y la tecnología en el país.

7.4.3. El materialismo.
La corriente marxista, compuesta por el materialismo histórico como teoría social y el dialéctico
como su filosofía. Este planteamiento parte del principio de que la producción y el intercambio de
mercancías constituyen la base del orden social, según lo consigna Hernández-León (1989, 126),
quien subraya que "al analizar cualquier sociedad debe considerarse lo que se produce, cómo se
hace y la manera de intercambio. Esta relación entre individuos es la que explica la existencia de
las clases sociales y su articulación dentro de la sociedad".
Desde el punto de vista metodológico, el materialismo histórico forma un cuerpo de conceptos
abstractos que sirven como instrumento para analizar las diferentes sociedades, tanto sus leyes
internas como su desarrollo histórico.
Duverger (1988, 27-29) agrega que "el materialismo constituye el primer sistema completo de
explicación de los fenómenos sociales, la primera cosmogonía. Con anterioridad, sólo se habían

71
elaborado síntesis parciales como la de Montesquieu para los regímenes políticos o la de Adam
Smith para los hechos económicos. Ninguna otra ha podido sustituir hasta la fecha la de Marx,
pues ninguno de los sistemas elaborados desde entonces posee un carácter tan completo y ni uno
solo ha conseguido rebasar el ámbito restringido de una escuela científica particular".
Duverger inserta el marxismo dentro del pensamiento contemporáneo, desde la siguiente visión:
"la influencia del planteamiento marxista es pues considerable. En determinados casos sirve de
base -de sistema de referencia-, incluso a los que la critican y señalan sus errores e insuficiencias.
Sin embargo, esta influencia es más fecunda incluso para los no marxistas que para los propios
marxistas. El carácter globalizador de su doctrina ha llevado a éstos últimos a utilizar el
razonamiento deductivo más que la investigación experimental, desarrollando una nueva
escolástica en un ambiente dogmático; de este modo los discípulos de uno de los grandes
fundadores de la ciencia social han vuelto paradójicamente a la primitiva confusión entre ciencia
y filosofía".
Sin dejar de reconocer la enorme valía de la aportación marxista a la búsqueda de explicaciones
de la sociedad humana y sus relaciones, se debe aceptar que aún no se tiene una respuesta del todo
satisfactoria. Es la sociedad misma la que toma su rumbo sin sujetarse necesariamente a las inter-
pretaciones hasta ahora sugeridas.

7.4.4. El ecologismo.
Recientemente la concepción ecologista ha surgido como nueva posibilidad de interpretar la
realidad, en respuesta a una sociedad altamente tecnificada. No debe confundirse con los
movimientos ambientalistas que muchas veces tienden a utilizar el mismo nombre provocando el
desconcierto. Esta concepción retoma elementos de análisis de las teorías y las experiencias
anteriores. Se fundamenta en que todos los problemas ecológicos y ambientales son problemas
sociales, relacionados fundamentalmente con una mentalidad y un sistema de relaciones basados
en esencia en la dominación y la jerarquía.
Esta corriente pretende demostrar que una sociedad fundada en la economía de mercado, en la
sobreexplotación de los llamados recursos naturales y en la competencia, terminará por aniquilar
el planeta. Busca otra visión más coherente del mundo. En lo tocante a la tecnología opina que no
debe buscarse tan sólo que sea eficiente y renovable, sino que contribuya a mejorar el mundo
natural, a la vez que el modo y calidad de la vida humana. Se plantea el desarrollo de la sociedad
hacia un sistema de relaciones que haga a los humanos partícipes del ecosistema y no sus domina-
dores y explotadores. Lo importante de esta visión de la sociedad es el planteamiento de que el
avance no está en que se busque el poder para cambiar la sociedad, ya que se caería en la falla
fundamental, que es la existencia de un estrato condicionante tanto en lo emotivo y lo psicológico,
como en lo económico. Es decir, no se remplazaría la vieja política autoritaria y centralista basada
en las estructuras de los partidos y la burocracia. En concreto, esta propuesta pretende voltear los
ojos a una necesidad básica del ser humano: su supervivencia como especie a partir de una nueva
cultura popular, de una nueva cultura política y ecológica, difundida entre la base de los grupos de
individuos y las comunidades. Establece que toda sociedad humana es de hecho plural, en la que
grandes áreas de la actividad no se hallan de conformidad con los valores oficialmente impuestos
o declarados. Así como existen muchos aspectos de las sociedades capitalistas que no operan sobre
los principios inherentes a esta ideología, en muchas de las sociedades que se dicen socialistas no
están dominados por la economía de estado.

72
El ecologismo sostiene que el ciudadano común se enfrenta cotidianamente en su realidad a una
enorme diversidad de comportamientos del grupo social en que vive. Entre éstos coexisten
conductas encontradas. En el campo los valores se observan de manera distinta que en el medio
urbano, por ejemplo, en la distribución del tiempo a lo largo del día. Otro caso es el concepto de
trabajo entre el asalariado y su esposa. Ambos invierten cantidades equivalentes de tiempo y
esfuerzo, sin embargo, la remuneración es desigual. Consecuentemente, si se comprende la
realidad como una diversidad en sí misma, se amplía la visión social -con lo que se rompe con un
esquema eminentemente biologista- para aceptar la existencia de otros individuos con hábitos,
necesidades, intereses, ideologías, aficiones... diferentes al observador.
Algunos sectores económicos se interesan en la sobreexplotación de materias primas, sin importar
las consecuencias de su depredación reflejadas en la salud pública, la imposibilidad de renovar
recursos. En oposición, otros grupos civiles buscan su uso racional y preservación, lo que implica
que su conceptualización se transforme en movimiento social.
Pero para la concepción ecológica existe un dilema básico que resolver: en un sentido la necesidad
de satisfacer ciertos niveles de consumo -sobre todo en una población que como en el norte de
México se transformado en urbana- tales como la electricidad, los medios de transporte, el vestido,
la vivienda y los alimentos; y por otro el rechazo explícito o implícito de sus formas de producción.
Ante esto, como afirma Pierre Achard (1989, 262), "la salida no es oponer los procesos biológicos
a los técnicos, sino buscar el remplazo de ciertos procesos por tecnología más ligera que evite
una intrusión violenta en los procesos naturales y propicie una utilización racional de los
recursos". Se trata de reconocer y respetar la alteridad de la naturaleza y su relación con los
procesos sociales, pero además cuestionar la legitimidad del crecimiento como índice de éxito.
Rebatir la ecuación desarrollo técnico y científico como función directa del crecimiento económico
igual a progreso. Más aún cuando este último se convierte en sinónimo del producto nacional bruto
y desestima los problemas de la imposibilidad de renovación de ciertos recursos naturales y el real
aumento del subdesarrollo en el Tercer Mundo.
Finalmente, a través de la historia de la civilización hay tradiciones, tendencias opuestas que han
estado en conflicto permanente: la romana contra la popular; la imperial contra la federalista; la
autoritaria contra la libertaria... la de las autoridades sedientas de poder, de conquista y de
dominación política y religiosa contra la de la gente común.
La propia sociedad busca sus caminos y sus respuestas, al científico le corresponde interpretar y
explicar de la mejor manera posible la realidad en lo general y en lo particular, en lo abstracto, en
lo natural y en lo social.
A continuación, se ofrece una vista general de las técnicas más empleadas en la investigación
social.

7.5. Elementos de la investigación social.


De acuerdo con Gómezjara (1987, 167-168) la investigación social consta de tres elementos
fundamentales:
Los aspectos teóricos. También conocidos como marco de referencia, se componen por los
conceptos, las categorías, las variables y los indicadores utilizables.
Los metodológicos. Se refieren al diseño de la investigación, basado en una concepción -ya sea

73
deductiva, inductiva o dialéctica- que conduzca a su interpretación final.
Los técnicos. Son los relacionados con la recolección de la información, su análisis y su
presentación.
Esta unión teoría-metodología-técnica en las ciencias sociales conlleva bien definidas
implicaciones de orden ideológico. A pesar de que los métodos y las técnicas llegan a adquirir una
autonomía relativa en ciertos momentos, también cumplen en última instancia una función social
en relación a su propia teoría, seleccionada como marco conceptual de la investigación.
Puesto que el marco teórico también está delimitado por el cúmulo de conocimientos previos y el
estado de conceptualización que se tiene de la realidad, conviene, a efecto de estudiar el proceso
que se ha seguido al respecto, tomar en cuenta las distintas corrientes de pensamiento que han
influido el ámbito de la investigación científica en México. No debe olvidarse que el científico,
con mucha frecuencia sufre la influencia de las corrientes de pensamiento dominantes.

7.6. Las técnicas en la investigación social.


Como se refirió en el capítulo 2, las técnicas son los procedimientos operativos rigurosos, bien
definidos, transmisibles, susceptibles de ser aplicados de nuevo en las mismas condiciones y
adaptados al género de problema y fenómeno en cuestión.
Las técnicas para la investigación social son prácticamente las mismas que se usan en otras
ciencias, sin embargo, deben ser congruentes con el método utilizado para el estudio. Conviene
recordar que, en los fenómenos sociales, al igual que los naturales, están sujetos a leyes y
principios.

7.6.1. Técnicas documentales y bibliográficas.


Reciben esta denominación porque sus datos provienen de fuentes escritas o grabadas. Tales como
libros, periódicos, revistas, tesis, archivos... Como lo establecen los participantes en el Taller de
técnicas de investigación y comunicación de resultados de la Universidad Autónoma
Metropolitana (1982, 4): "Una buena lectura comprende cuatro etapas básicas que pueden
reunirse en: percibir las palabras, captar el significado que quiso dar el autor, reflexionar sobre
lo que se lee y relacionar las ideas adquiridas a través de la lectura con los conocimientos que ya
se poseen".
Con respecto a la bibliografía, Martín-Sánchez y Gutiérrez-Aragón (1989, 27-28) consideran que
"es el conocimiento de los textos impresos, que se basa en la investigación, descripción,
transcripción y clasificación de los mismos. Sirve para comprobar si es exacto el título de un libro;
para conocer el material con que se cuenta al iniciar una investigación, así como diversos datos
importantes en relación con las obras que se registran, por ejemplo, su valor, su contenido y las
ediciones que ha tenido".
Baena-Paz (1986, 9-10) opina que "son muy diversas las formas que adopta un trabajo de
investigación documental y éstas dependen de la ocasión para la cual se requiere el trabajo. Por
lo que distingue como las más usuales:
o Monografías: Las conforman estudios profundos sobre un tema.
o Ensayos: Son estudios argumentativos.

74
o Informes: Los constituyen resúmenes de investigaciones parciales o avances de
investigación.
o Registros estadísticos: Se trata de presentaciones gráficas e interpretación de datos
cuantitativos.
o Investigaciones: La búsqueda de respuestas a preguntas específicas.
o Memorias: Conforman la síntesis de las actividades realizadas en determinado período.
o Trabajos didácticos: Enfocan una concepción personal sobre métodos o doctrinas
pedagógicas.
o Anales, historia, historiografía: Cuando se sistematizan acontecimientos, hechos, relato
de acontecimientos e interrogación filosófica de causas. (termina la cita de Baena.
Cabe incluir aquí las modalidades de:
o Reportajes: Artículos periodísticos escritos tras obtener datos de encuestas, entrevistas o
indagaciones efectuadas personalmente por el autor.
o Reportes técnicos: Informes sistematizados sobre un tema específico y que casi siempre
son producto de un grupo de trabajo que actúa bajo una cobertura institucional o de
personas morales.

7.6.2. La observación como técnica.


Se utilizó el término observación para definir una de las etapas constituyentes del método
científico. En lo sucesivo, se referirá a una técnica empleada en la investigación social, por lo cual
tiene un sentido eminentemente práctico.

Se reconocen distintos tipos de observación:


o Documental: Esta modalidad no solamente rescata el contenido de los documentos que se
utilizan en un estudio, sino que se aplica un análisis minucioso de los documentos que se
observan, tanto en el fondo como en su forma y origen.
o Monumental: Anteriormente se entendía como el análisis de obras de escultura o
arquitectura. En la actualidad se ha extendido a las herramientas, utensilios, mobiliario,
ropaje, armas y toda clase de artículos que el humano ha producido a lo largo de su historia
y ha empleado en alguna actividad, como rituales, juegos, actos de gobierno o su vida
cotidiana.

Duverger (1988, 140) propone tres formas de análisis en la observación monumental:


o El material. Consiste en precisar de qué está hecho el objeto. Este conocimiento por sí
indica el horizonte cultural alcanzado por el grupo humano al que pertenece el objeto, así
como las técnicas empleadas para elaborarlo. Con frecuencia sirve para reconstruir su
organización social.

75
o El tecnológico. Permite inferir el uso o aplicación que se daba a los objetos y, a través de
su evolución, conocer el grado de desarrollo que hubo alcanzado una comunidad y los
cambios sucedidos en las condiciones de producción, a los cuales se asociaban las grandes
transformaciones sociales.
o El simbólico. Ayuda a comprender el uso y significado de los objetos a través del tiempo
en los diferentes grupos humanos. Por ejemplo, banderas, escudos, blasones, joyas,
peinados, vestidos u objetos rituales. Considerando que todo producto humano tiene un
valor utilitario, artístico, sagrado, mágico o simbólico.

7.6.3. La observación participante y no participante como forma de investigación social


directa.
La investigación social tiene que recurrir con frecuencia al análisis de la conducta humana
individual y colectiva, mediante datos recopilados en el lugar mismo en donde se produce el hecho
a investigar. Ello implica que el investigador tiene que efectuar las observaciones por él mismo, lo
cual puede realizarse participando o no en el fenómeno que se estudia. Por tal razón, a estas
variantes se les ha denominado investigación participante y no participante respectivamente.
La primera variante requiere que el investigador se integre por completo al problema y al grupo
en estudio para que la observación se enriquezca con sus vivencias y su experiencia.
En la segunda obtiene la información de manera indirecta y recaba los datos sin intervenir
activamente en el problema.
La participante debe preferirse a su alterna para un acercamiento más confiable con la realidad en
estudio. Por desgracia no siempre es posible realizarla, debido al surgimiento de dificultades que
van más allá de las posibilidades del investigador.

76
7.7. Ejercicios y recomendaciones para estudio.
1. Defina qué es para usted la investigación social.
2. ¿En qué se diferencia la investigación social de la experimental?
3. ¿Qué relación tienen la documental y la social?
4. Explique conforme el método científico si hay o no diferencias entre el aplicado en las
ciencias sociales y las de corte experimental.
5. Comente las bases conceptuales de cada una de las corrientes de pensamiento científico
más importantes en México.
6. Indague cuáles son los personajes más representativos de cada una de las corrientes de
pensamiento referidas en el punto anterior.
7. ¿Cuáles son los elementos más importantes de la investigación social?
8. Establezca qué instrumentos y técnicas emplearía si fuera a estudiar la forma de vida y
las relaciones que se dan en los siguientes casos:
o Un regimiento militar acuartelado y en el campo de batalla.
o Los monjes de una orden religiosa en que se practica el voto de silencio.
o Una comunidad ejidal.
o Una comunidad indígena.
o Un club social urbano.

77
CAPÍTULO 8
El diseño del protocolo de investigación

Conforme a lo visto en el capítulo 3, el proceso de la investigación científica contempla varias


etapas: Previsión, planeación, organización, ejecución y control. En las tres primeras se debe
establecer con claridad el propósito y la línea de acción para desarrollar el estudio de acuerdo al
marco teórico correspondiente. La fase de ejecución significa poner en práctica las etapas
propuestas en el plan de investigación -también conocido como protocolo- y debe considerarse la
posibilidad de cambios en alguna parte de la propuesta durante la marcha. Las modificaciones
emergentes son es válidas siempre y cuando se justifiquen debidamente. Por último, la fase de
control efectúa cuando se ha realizado el análisis exhaustivo de los resultados y se han sacado
conclusiones para contrastarlas con el objeto de estudio o con el planteamiento inicial, para
apreciar el conocimiento nuevo.

8.1. Guía de elaboración.


La experiencia muestra que la forma práctica es iniciar la confección del plan redactando la
delimitación del problema y todos los elementos que se relacionan en forma directa y específica
con éste. En un segundo momento, integrar la recopilación bibliográfica y redactar el apartado de
la introducción. Y hasta el final, poner atención en la estructura del presupuesto de recursos
humanos, materiales y financieros del proyecto.

En la figura 8.1, se ofrece un esquema comparativo entre el índice del trabajo ya terminado y la
guía de elaboración para ir conformando las partes del plan. La explicación de cada punto se hará
siguiendo la guía de elaboración, aunque una vez desarrollados todos los puntos, estos se
reacomodan y ordenan conforme el índice tradicional de un documento.

78
ESQUEMA COMPARATIVO ENTRE LA GUÍA DE ELABORACIÓN Y EL
ÍNDICE DEL PROTOCOLO TERMINADO.

Guía de Elaboración Índice del documento

1. Delimitación del problema u 1. Título.


fenómeno en estudio.
2. Objetivo(s) del estudio. 2. Introducción:
- Antecedentes.
- Marco Teórico.
3. Hipótesis. 3. Justificación.
4. Definición de las variables. 4. Objetivo(s) del estudio.
5. Diseño de la investigación. 5. Hipótesis.
6. Unidades de investigación. 6. Definición de las variables.
7. Técnicas y procedimientos. 7. Diseño de la investigación.
8. Justificación. 8. Unidades de investigación.
9. Introducción: 9. Técnicas y procedimientos.
- Antecedentes.
- Marco Teórico.
10. Recursos: 10. Recursos:
- Humanos. - Humanos.
- Materiales. - Materiales.
- Financieros. - Financieros.
11. Presupuesto en tiempo y costos. 11. Presupuesto en tiempo y costos.
12. Calendario de Actividades. 12. Calendario de Actividades.
13. Bibliografía. 13. Bibliografía.
14. Título.

Figura 8.1 Esquema Comparativo entre la guía de elaboración y el índice del protocolo terminado

8.2. Delimitación del problema.


Ningún estudio se inicia con el invento de un lenguaje, ni con la definición de cada una de sus
palabras. Ninguna disciplina o campo nuevo de conocimiento parte desde cero. Invariablemente
otros trabajos preceden al que va a iniciarse y obligadamente deben ser estudiados para no repetir
investigaciones ya hechas y precisar si se pueden obtener respuestas más consistentes al desechar
hipótesis admitidas preliminarmente porque al terminar la indagación carecieron de bases
suficientes. Así se refuerza la corriente de pensamiento con que simpaticemos en principio, sin
perder de vista que la intención es avanzar en el conocimiento.

Una vez definida -a partir de la teoría y la realidad- la duda, cuestionamiento o problema a


investigar, se recomienda cumplir con las siguientes actividades.
a) Determinar los límites teóricos del problema, mediante su conceptualización.

79
b) Situar el problema en su contexto más general, ya sea biológico, ya económico, cultural u otros
(puede ser más de uno a la vez).
c) Definir las unidades de observación.
d) Establecer la(s) relación(es) entre dos o más variables (no es requisito indispensable).
e) Fijar los límites espaciales y temporales del fenómeno a estudiar.
f) Redactar el marco conceptual en forma clara y precisa.

8.3. Objetivos(s).
Constituyen la finalidad hacia la cual está orientada la investigación. La descripción de éstos debe
ser clara y concisa. Hay que tener cuidado en la selección de los verbos que describen la acción
que pretende lograrse (por ejemplo: conocer, evaluar, comparar, determinar, etcétera). Es
conveniente jerarquizar los objetivos y pueden separarse en general y particular(es): El general
establece el alcance de manera amplia y los particulares detallan aspectos selectos o relevantes del
estudio o metas parciales a lo largo del desarrollo del trabajo.
Mediante el uso de la anterior jerarquización, el planteamiento del trabajo será más claro.

8.4. Hipótesis.
En relación con la investigación en ciencias sociales o tecnológicas se puede afirmar que la
postulación de la hipótesis debe desprenderse de manera lógica de los objetivos y ser congruente
con el conocimiento disponible sobre la materia. Contrariamente, en la básica -que no busca la
solución de un problema práctico inmediato-, el punto de partida es la hipótesis, ya que su
comprobación es el objetivo del trabajo. Para desarrollar los objetivos de la investigación, con
frecuencia se parte de una suposición, conjetura, proposición o argumento que trata de explicar
ciertos hechos y puede someterse a contrastación; además utilizarse para deducir temporalmente
otros eventos que se espera ocurran. Para contrastar el planteamiento inicial es necesario estar en
posibilidades de medir (en el sentido de comparar) las variables, y las condiciones de contrastación
deben conseguirse con los medios disponibles. La hipótesis provee las bases para la investigación
que se pretende realizar y al plantearla deben especificarse las condiciones de comparación.
Muchos estudios científicos mencionan relaciones de causalidad entre las variables. Sin embargo,
en el fondo subyace que el factor causal incrementa la probabilidad del efecto y no necesariamente
siempre que exista la causa se tendrá el efecto. Por ejemplo, si se postula que el consumo de
estrógenos (causa) produce trombo-embolismos (efecto), no se pretende establecer que toda
persona que utilice estrógenos desarrollará trombo-embolismos, sino únicamente que el uso de
estrógenos incrementa la probabilidad de desarrollarlos. Para mejor comprensión, un ejemplo
adicional: La relación existente entre la mancha amarilla de nicotina en las yemas de los dedos de
un fumador y el desarrollo de cáncer de pulmón. Se puede establecer que a mayor tamaño y oscu-
recimiento de la mancha, más alta es la probabilidad de que se detecte el padecimiento. Esto no
significa que la mancha provocó el cáncer sino que establece una relación de proporcionalidad
directa entre ambas variables. Este vínculo entre variables se denomina con el término de riesgo
en el campo de la epidemiología, en el cual se establece que un individuo o una población que está
en riesgo se encuentra en la situación de ser más susceptible a los efectos de que un agente o
condición específicos; pero no que necesariamente lo va a afectar.

80
8.5. Definición de las variables en el proyecto.
Estas requieren ser definidas operacionalmente, lo cual implica elegir una técnica y/o
procedimiento que permita categorizar o cuantificar la variable de la manera más objetiva. El
investigador debe señalar qué tipo de variable se medirá y cuál es su posición en el planteamiento
del problema (dependiente, independiente, interrecurrente, etcétera).

8.6. Diseño de la investigación.


El diseño del estudio se explicitó en el punto 3.4, sin embargo, conviene precisar si la investigación
conlleva alguna implicación ética o moral, requiere de un grupo de comparación además precisar
de qué tipo (histórico, el mismo grupo problema como control, el universo como grupo de com-
paración, simultáneo al azar o por apareamiento, etcétera) para el delineamiento del proyecto.

8.7. Unidades de investigación.


Deben definirse cuáles son los objetos o sujetos de investigación (personas, familias, viviendas,
establecimientos u otros) y determinar los criterios de inclusión y exclusión. Precisar el tipo de
muestra (probabilística o de conveniencia) y muestreo (azar simple, sistemático, estratificado, por
conglomerados, combinado, etcétera). También su tamaño y cómo se calculó. Además, se debe
señalar si se van a formar grupos o bloques de los individuos investigados.

8.8. Técnicas y procedimientos.


Los medios y mecanismos utilizados específicamente por una disciplina, se conocen como técnicas
y procedimientos. Esto no significa que no puedan emplearse en más de una disciplina. Son los
medios adecuados o convenientes para ejecutar las operaciones de interés en un área del cono-
cimiento.
En la definición operacional de las variables deben señalarse las técnicas y procedimientos a
utilizar. Además, es necesario, en este apartado del protocolo, describirlos detalladamente.
También señalar qué técnica de recolección de la información se va a utilizar. Y elaborar el
formulario -si el tipo de estudio requiere de esta herramienta- y someterlo a una prueba piloto.
Finalmente, deben precisarse las fuentes de información.
Las principales características de las técnicas y procedimientos son las siguientes:
o Especificidad y sensibilidad.
o Exactitud y precisión.
o Operatividad (rapidez, costo, aceptación, etcétera).

8.9. Justificación.
Un proyecto de investigación se justifica en base a uno o varios de los siguientes apartados:
o Magnitud (daño, exposiciones...).
o Trascendencia (social, económica, etcétera).
o Vulnerabilidad (disponibilidad de técnicas, procedimientos... y otros).

81
o Factibilidad (disponibilidad de recursos).
o Viabilidad (adecuación política y/o normativa).
o Ausencia de conocimiento (puede ser general o parcial).

8.10. Introducción.
Constituye el marco de referencia que permite ubicar el estudio en el área en que se inscribe el
tema abordado por la investigación para que el lector, con una somera revisión, obtenga una idea
lo más completa posible sobre el contenido del reporte.
En esta sección de introducción deben incluirse los siguientes aspectos fundamentales:
o Los antecedentes o marco histórico.
o El marco teórico o conceptual y planteamiento del problema.

8.10.1. Antecedentes o Marco Histórico.


De los antecedentes deben desprenderse lógicamente los objetivos y la justificación de la
investigación. Solamente los autores que aplican la metodología materialista incluyen el concepto
de marco histórico, mientras que quienes siguen las líneas funcionalista, estructuralista o
positivista lo excluyen.
Adviértase que en cualquier estudio deben referirse los antecedentes que incluyen una buena
revisión actualizada de la bibliografía existente sobre el problema de investigación planteado, la
que deberá contener los resultados o hallazgos de estudios preliminares -nacionales y extranjeros-
. La recaudación y lectura de los antecedentes debe hacerse en forma crítica, ya que de esa manera
se pueden distinguir los diferentes niveles metodológicos de la investigación. Consecuentemente,
el planteamiento del marco teórico (que se presenta en el siguiente punto) debe ser congruente con
los conocimientos existentes. Cada concepto o enunciado debe señalarse con un número a manera
de referencia bibliográfica.

8.10.2. Marco teórico conceptual y planteamiento del problema.


El marco teórico o conceptual define el problema desde una escuela de pensamiento que da
respuesta a las interrogantes más generales. Por esta razón, en la mayoría de las veces el marco
teórico está determinado por la ideología del propio investigador. Al respecto el funcionalismo
emplea una metodología inductiva que elimina los conceptos teóricos y se limita a seleccionar
categorías adecuadas que cumplan primordialmente el papel de elementos clasificatorios. En esta
concepción, más que preceptos teóricos se manejan criterios operativos para dividir y subdividir
el problema estudiado y cada fracción se denomina variable. Su selección es notoriamente
empírica y está referida a la particularidad del objeto de estudio. En oposición, la metodología
dialéctica considera que las categorías además de cumplir con una función clasificatoria, son
puntos de referencia teóricos que se relacionan con aspectos o conceptos filosóficos más generales.

8.11. Recursos.
Hay necesidad de enlistar los recursos humanos, materiales y financieros para la investigación con
el mayor detalle posible, incluyendo el nivel y tipo de perfil de los participantes, la razón de la

82
intervención en el estudio (investigadores o investigados), marcas, modelos y especificaciones de
equipos e instalaciones requeridas, etcétera.

8.12. Presupuesto en tiempo y costos.


Este punto va íntimamente ligado al anterior. Se debe hacer una relación a detalle de todos los
gastos en que se incurra en el estudio: sueldos, costos de materiales y equipos, viáticos y gastos de
transportación en caso de que se requiera. Asimismo, conviene pormenorizar las fechas en que
debe contarse con el financiamiento.
Todo presupuesto puede dividirse en:
o De trabajo.
o De recursos humanos.
o De materiales y reactivos.
o De equipo, instalaciones y servicios.
o De administración.
o De publicación y difusión del trabajo.
o De tiempo o cronograma.

8.13. Cronograma (calendario) de actividades.


Como requisito indispensable debe adjuntarse en el protocolo la distribución del tiempo para
determinar la secuencia o simultaneidad en las etapas del estudio. También sirve para tener una
visión más clara de las fechas en que se requiere disponer del financiamiento o prever compras y
adquisiciones con anticipación. Se recomienda utilizar la gráfica de Gantt para este propósito, que,
adicionalmente, puede servir para elaborar el presupuesto de costos y gastos, como se muestra en
la figura 8.2.

CRONOGRAMA
Causas, niveles y efectos del ausentismo en el personal de la empresa ACME
ACTIVIDADES MES 1 MES 2 MES 3 MES 4 MES 5 MES 6 MES 7

1. Diseño del protocolo de


20000
investigación
2. Caracterización de las
12000
condiciones de trabajo.
3. Estudio del proceso de
trabajo y elaboración del 80000 45000
mapa de riesgos.
4. Caracterización del perfil
patológico de los 96000 38000
trabajadores.
5. Correlación entre proceso
de trabajo, mapa de riesgos,
56000 32500 26000
perfil patológico y niveles de
ausentismo.
6. Procesamiento y
7500 7500
elaboración de resultados.
7. Análisis y discusión de
10000
resultados.
8. Informe final. 8500
Figura 8.2. Cronograma de tiempo y costos

83
8.14. Título.
En una investigación el título debe indicar en forma exacta y precisa cuál es el objeto de estudio;
esto permite colocarlo adecuadamente en índices bibliográficos y sistemas de recuperación de
información. También puede complementarse con nombres o adjetivos que señalen su tipo de
estudio o la información relevante. Siempre debe ser informativo y conciso. Conviene que
responda a las preguntas: ¿Qué? ¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Dónde? ¿Con quién?

8.15. Bibliografía.
Todo protocolo requiere de una lista de bibliografía consultada durante las diferentes etapas
(justificación, antecedentes, etcétera), por lo que al final del protocolo son necesarias las citas
correctamente anotadas, tal y como se propone en el capítulo 7.

8.16. Ejercicios y recomendaciones para estudio.


Realice el protocolo de una de las siguientes propuestas en todos los puntos que constituyen un
plan de investigación, incluyendo cronograma y presupuesto:
a) Determinar los niveles de ingreso familiar y la distribución del gasto, en la población de una
ciudad en una década.
b) Determinar la eficiencia de las operaciones productivas agropecuarias según la forma de
asociación de los productores en diversas regiones.
c) Determine las preferencias musicales de los jóvenes de 14 a 24 del lugar donde vive.
d) Compare las condiciones económicas y los efectos de operación en empresas del mismo
ramo.
e) Determine la rapidez de recuperación en niños recién operados a quienes se explicó en qué
consistía la intervención quirúrgica y las razones de su necesidad y compare con niños a
quienes no se les brindó la explicación.
f) Se pretende diseñar e introducir en el mercado un nuevo producto alimenticio. Proponga un
caso específico y desarróllelo.
g) Establezca un programa preventivo contra una epidemia de males gastrointestinales
(considere la temporada del año).

84
CAPÍTULO 9
Comunicado de la investigación o el informe final

Aunque con brevedad, por las limitaciones naturales de espacio, en el presente capítulo se tratan
las normas generales que rigen la fase final de una tarea de investigación: La comunicación de la
investigación o Informe final. Y es precisamente en esta etapa, en la cual con frecuencia puede
perderse el trabajo previo de la investigación, porque ningún proyecto puede, por muy brillante
que sea, considerarse completo si no se publica.
En el medio científico latinoamericano se ha generado una enorme cantidad de material valioso
que no se conoce debido a la sencilla razón de que no se ha publicado. Es claro que el investigador
que apenas se inicia en esta tarea ve la elaboración del documento final como una tarea casi
imposible de realizar. Sin embargo, al tener claridad sobre la visión global de la investigación
realizada y seguir una serie de reglas básicas, seguramente se podrá estructurar y dar una buena
presentación al documento que comunica los hallazgos.
Los reportes científicos están dirigidos a un lector con distinta formación profesional: Desde una
persona especializada en la materia; hasta un consultor eventual, cuya profesión sea distinta a la
tratada en el reporte, pero que por alguna investigación específica se interesa en el tema. Por
ejemplo: un sociólogo que consulta reportes sobre incidencia de caries dental en una población
consumidora de refrescos.
También el reporte suele tener distintos fines. Por ejemplo, obedecer a los intereses de alguna
institución que patrocinó la investigación o a una empresa que busca indagar los efectos de su
producto en el mercado. Este tipo de motivos determinan el carácter del contenido del reporte.
Conforme al tipo de interés que el lector puede tener en el reporte, se puede clasificar en cuatro
posibilidades:
Comunicado de divulgación. Está destinado a grupos no especializados en el tema.
Escrito de tesis. Se limita a un requisito académico escolar, en cuyo caso constituye un documento
amplio que contiene no solamente la estrategia de investigación, si no que requiere se detallen los
pasos de su realización, para medir la minuciosidad y el rigor con que el estudiante enfrentó el
problema de estudio.
Ponencia. Es el documento que se presenta en un congreso o simposio de especialistas.
Artículo. Cuando se trata de un escrito dirigido para su publicación en una revista de alta espe-
cialización en el tema. Generalmente se redacta en forma breve por el espacio limitado de las
revistas; además está enfocado a profesionales o investigadores que conocen el tema y no requieren
encontrar una profusión de detalles.
En los cuatro tipos de escrito para comunicar los resultados se encuentra en común el contenido y
la forma general, aunque en lo específico se observan algunas variantes.
Como diferencia básica entre el protocolo y la comunicación de los resultados se distingue la
perspectiva del documento. El primero implica la idea de un trabajo que va a realizarse en el futuro
y del cual prácticamente se tiene un plan de investigación; por el contrario, en el segundo se expone

85
un trabajo ya realizado, con el cual se saben los puntos más relevantes y en qué aspectos es
necesario poner mayor atención en cuanto al desarrollo del estudio.
En este capítulo se tratarán cinco grandes secciones que constituyen el formato de un escrito.

9.1. Los preliminares.


Este primer grupo presenta diferencias que dependen del tipo de escrito que se trate, sea una tesis
o disertación, un artículo para una revista o un trabajo para una presentación profesional.

9.1.1. Tesis o disertación.


Un trabajo de tesis o una disertación para obtener un título académico, difiere normalmente según
cada institución de educación superior, pues cada una tiene su propio formato y normatividad al
respecto. Puede diferir en detalles de forma, pero contiene los mismos elementos básicos que ya
se vieron en el capítulo 9 al hablar del protocolo de investigación.
A continuación, se describen los componentes básicos de los preliminares:
o La carátula o portada. Es la hoja de presentación del trabajo. Debe contener el título del
estudio, el nombre del autor, el de la institución en que se presenta la tesis, la fecha y el
lugar en que se publica.
o El índice de contenido. En éste se enlistan las partes y subdivisiones del total de la obra
debidamente numeradas y con la indicación de la (s) página (s) en dónde localizarlas.
o Hoja de dedicatorias. Es frecuente que en este tipo de documentos se incluya una hoja de
dedicatorias, en razón de las implicaciones afectivas relacionadas con la finalización del
estudio.
o Hoja de agradecimientos. De igual forma se puede dar cabida a una hoja de
agradecimientos, ya que la mayoría de las veces el autor requiere expresar deferencia tanto
a personas, a instituciones u organismos que tuvieron un papel importante en el desarrollo
de la obra.
o El título. Establece en forma precisa y exacta cuál es el objeto de estudio.
o El resumen. Es un extracto lo más condensado posible de la justificación, los objetivos y
los resultados más relevantes obtenidos de la investigación.
o Antecedentes y marco histórico. Son el marco referencial que permite delimitar la
importancia, evolución y alcance del tema tratado en el área particular de estudio que se
trata. En esta sección se debe tener cuidado en no incluir un exceso de información
innecesaria, ya que es muy fácil caer en el afán de aportar elementos que finalmente hacen
crecer el volumen del escrito sin que en realidad se le agregue calidad. Por el contrario, lo
que se logra es confusión y pérdida de precisión en las ideas.
o El marco teórico conceptual y planteamiento del problema. Es la especificación del
problema que se va a abordar enmarcada en una concepción teórica que debe explicitarse.
o Justificación. Constituye la razón de por qué es importante ese problema para ser
investigado.

86
o Objetivo(s). Son los fines y metas hacia los que está orientado el estudio.
o Hipótesis. En caso de que se requiera, debe incluirse como el argumento que trata de expli-
car ciertos hechos o fenómenos y pretende ser verificada o comprobada, según sea el tipo
de investigación de que se trate. Es indispensable incluir con este punto la definición de las
variables, de preferencia operacionalizadas.
o Tipo de estudio y las unidades de investigación. Es muy importante especificar de qué
tipo de estudio se trata, cuál es su objeto y cuáles las unidades de investigación.

9.1.2. Artículos para publicarse en revistas.


Para cualquier rama del conocimiento, la información juega un papel fundamental. De ahí que los
científicos recurran a revistas especializadas, ya que se asegura una mayor circulación y difusión
de los hallazgos pues sería poco menos que imposible hacerlo de otra manera.
El artículo destinado a una revista tiene el mismo formato que el texto de una tesis en su esencia,
con la diferencia de que su extensión es notoriamente menor. Debido a que el público al que está
dirigido se compone por especialistas en la materia, el escrito requiere ser específico y evidenciar
cómo se realizó, qué se obtuvo, qué se concluye. Es recomendable que después de terminado y se
busca su publicación, se procure una revisión por personas ajenas al trabajo para que detecten
posibles fallas o defectos. Normalmente este tipo de observadores perciben aspectos como ritmo
de lectura, claridad en la redacción o fallas de expresión. Cabe insistir en lo compacto que debe
ser este tipo de presentación de resultados de investigación.

9.1.3. Presentaciones profesionales.


Cada asociación formal de científicos establece las reglas de formato para la aceptación de
presentaciones profesionales y por lo general se difunden con la suficiente anticipación para que
sean seguidos por los participantes en el transcurso de un simposio o congreso.
Estos escritos presentan tres ventajas con respecto a los destinados a publicarse en revistas. En
principio se tiene que comúnmente ha transcurrido muy poco tiempo entre la terminación del
trabajo de investigación y la comunicación de los resultados en un congreso, reunión o simposio.
Seguidamente, se tiene la posibilidad de una comunicación directa entre el auditorio y el autor,
con las ventajas de que pueden surgir aspectos relevantes vistos desde otras perspectivas, así como
recibir las observaciones de especialistas que trabajen con problemas similares en otras partes del
país o del mundo. Finalmente, en la mayoría de los eventos, dependiendo de su importancia, los
trabajos presentados aparecen en las memorias de la reunión y, por tanto, pueden llegar a manos
de personas que no asistieron.

9.2. Los métodos, procedimientos y técnicas.


Se detalla en este apartado del reporte todo lo que se hizo para reunir y analizar los datos, de modo
que cualquier investigador que pretenda repetir el estudio evidencie su reproductibilidad. En las
ciencias sociales, la repetición de algunos fenómenos es muy difícil o hasta imposible de lograr en
algunos estudios, por la naturaleza del fenómeno que se esté investigando.

87
Mientras que en las tesis debe ser lo más explícita posible y no puede cubrirse como simple
requisito, ya que la concepción de los procedimientos va en íntima relación con la forma en que se
percibe el problema, cómo se delimita y cómo pretende estudiarse. En el caso de que se utilicen
instrumentos como cuestionarios, encuestas, pruebas o programas de computación diseñados ex
profeso para el trabajo, debe incluirse un ejemplar del mismo. Una forma práctica es que en esta
sección solamente se establezca la referencia y se presente de manera desarrollada en un apéndice.
Puede suceder que haya necesidad de modificaciones a técnicas muy conocidas -o técnicas oficia-
les- avaladas por alguna organización internacional, nacional o gubernamental. En este caso debe
detallarse en qué consiste la modificación y cómo se justifica ésta. Afortunadamente, tal situación
se presenta con relativa frecuencia en estudios de tipo experimental.
Finalmente, se tiene que redactar una relación del instrumental, equipo y materiales,
pormenorizando la marca, modelo o lote que se haya empleado en el estudio. Con el fin de tener
un mayor control de las variables en tanto a los resultados del estudio.
También debe describirse y evaluarse cualquier imprevisto que haya ocurrido a lo largo de la
investigación, para dar elementos de juicio sobre su influencia en la obtención de los productos
del trabajo.

9.3. Los resultados.


Esta sección del reporte es fundamental y en ella el investigador debe presentar los resultados
obtenidos, en la forma más precisa, detallada y completa posible; haya habido o no comprobación
de las hipótesis. Se exponen exclusivamente los resultados y se hace referencia a las tablas y
figuras que los contienen, destacando el número específico correspondiente. La redacción es
escueta y abarca estrictamente los resultados sin que los acompañe juicio alguno, con el fin de que
el lector pueda apreciarlos sin que medie ningún análisis, para que no exista sesgo. No deben
incluirse resultados que no sean referidos y discutidos en algún punto del texto, aunque sea en
forma global.

9.4. La discusión.
La etapa en la que se pone a prueba la capacidad del investigador es la discusión de los resultados,
en la que se demuestra el nivel de comprensión del problema y abre nuevas puertas al avance del
conocimiento del problema en estudio. Ahí precisamente reside la importancia de un análisis de
los hallazgos, lo más cuidadoso posible en esta fase.
También es necesario utilizar tablas, gráficos, cuadros e ilustraciones que fueron referidos en los
resultados y, eventualmente, incluir datos de otras fuentes para analizar los resultados en forma
rigurosa y detallada.

9.5. Las tablas y las figuras.


La palabra tabla suele referirse a las series de resultados ordenados y presentados en columnas.
Figura se refiere a distintos tipos de expresión gráfica en la que se utilizan elementos que van más
allá de letras y números.

88
En el medio científico existe la costumbre de no repetir la información en forma de tablas y de
gráficas, simultáneamente. Y se recomienda no presentar en forma de tablas los resultados que sea
más fácil de expresar en la redacción del texto, pues se aprecia exagerado. Por el contrario, es
preferible tabular aquel grupo de resultados que en la redacción ocupe más de cinco renglones.
Para decidir la presentación más adecuada de un grupo de resultados, se recomiendan las siguientes
opciones: si se quiere dar preferencia a los detalles cuantitativos, mejor usar tablas; por el contrario,
cuando se requiere destacar más la proporcionalidad o la tendencia de un fenómeno, preferible
usar gráficas.
Las tablas y las figuras siempre deben estar referidas en el texto. Como ejemplos:
- Las tendencias de desviación de edades de los grupos en estudio se presentan en la figura
14.
- La tabla 21 muestra la disponibilidad diaria de proteínas y calorías en diversos países de
América.

Una norma general muy útil para la colocación de las tablas y las figuras: si ocupan más de media
página, deben presentarse solas en una hoja del escrito. Por el contrario, cuando abarcan menos,
se pueden incluir acompañadas de texto en una sola cuartilla. Sin embargo, para efectos prácticos,
es mejor que cada tabla y figura ocupen hojas aparte porque esto implica ahorro de tiempo si se
quiere corregir o volverla a mecanografiar. También es importante decidir si la tabla o la gráfica
van a lo largo del escrito o si se incluyen en conjunto en un apéndice. Posiblemente la decisión
convenga basarla en la calidad de la información. El primer caso supone que el material es esencial
para entender el dato referido en ese punto de la lectura. Si solamente se trata de un conjunto de
detalles confirmativos a los cuales puede recurrir el lector, se emplea la segunda opción.
Las tablas deben estar enumeradas para poder identificarlas con facilidad. Puede haber diversas
formas de clasificarlas, sin embargo, se acepta como más conveniente la forma arábiga. Contempla
dos posibilidades: Progresiva, desde la primera hasta la última, sin interrupción; o puede ser
progresiva por capítulos reiniciando la numeración desde el uno en cada capítulo, con la variante
de escribir juntos el número de la tabla y el del capítulo.

o La cabeza de tabla. Se escribe en la parte superior de cada cuadro. Por ejemplo:


- Tabla 13 -
(Título de la tabla)
o también
- Tabla 5.13 -
(Título de la tabla)

89
o Numeración de las figuras. Las mismas reglas que rigen a la numeración de las tablas
sirven para las figuras, sólo que en estas últimas se colocan al pie. En este caso se puede
hacer uso de la palabra Figura o de la abreviatura Fig.
Por ejemplo:
-Figura 7- o también -Fig. 4.7.-

o Títulos de las tablas y las figuras. Cada tabla o figura lleva su título, el cual explica
claramente el contenido de aquélla. Se escribe en forma expositiva y sin una redacción
accesoria. Además, se intitula como aparece en la lista de tablas y de figuras.

o Formato de las tablas. Se presentan en la forma más sencilla posible. En ellas se distingue
la numeración, el título, las cabezas generales, las de campo y la nota de pie de figura, si
se requiere. Por ejemplo, para citar la fuente de los datos si no son producto del propio
estudio. Cabe mencionar que cuando se usan cabezas de campo es necesario decir qué se
está midiendo y en qué unidades.

En las Figuras 9.1 y 9.2, se muestran ejemplos de tablas.

TABLA 14
COMPOSICIÓN DE LOS INGREDIENTES TRATADOS CON CALOR1
AGUA PROTEÍNA CARBOHIDRATOS
INGREDIENTE CQ 2
(%) (%) (%)
Avena 2.0 14.0 72.8 66.7
Garbanzo 4.6 20.5 62.5 125.3
Alubia 5.7 20.7 65.9 118.3
1
Cocimiento a vapor a una presión de 0.6 kg/cm2 durante 10 minutos y posterior secado a
80ºC por 30 minutos.
2
Calificación Química de proteína
Fuente: Duarte-Mayagoitia, María Ofelia. Evaluación de las condiciones de tratamiento de
avena en la formulación de un alimento para infantes. Tesis de Maestría. Facultad de
Ciencias Químicas. Universidad Autónoma de Chihuahua. México. 1985.

Figura 9.1. Ejemplo de tabla

90
TABLA 12.8
COMPARACIÓN DE LA COMPOSICIÓN QUÍMICA DE LAS
SEMILLAS DE COLZA Y DE CANOLA

COMPOSICIÓN1 (%)
COMPONENTE
COLZA DE
COLZA3 CANOLA3
REFERENCIA2
Proteínas 22.0 a 23.6 20.3 21.6
Grasa 31.6 a 48.1 36.0 37.8
Fibra cruda 6.3 a 16.1 16.4 15.2
Cenizas 4.2 a 8.4 4.6 5.2
Carbohidratos 10.5 a 25.7 21.7 20.2
1 La composición se expresa en base seca.
2 Tomado de Hougen y Stephenson (1985)
3 Datos experimentales

Fuente: Urita-Sánchez, Ofelia. Extracción de Aceite de Colza (Brassica napus sp.) y determinación de
compuestos tóxicos. Tesis de Maestría. 1989.

Figura 9.2. Ejemplo de tabla.

o Formato de las figuras. Debe ser también lo más sencillo posible. Se destaca el título y la
numeración tal y como se estableció con anterioridad. Si se trata de gráficas cartesianas se
incluye el nombre de la variable que se mide en cada eje especificando sus unidades. Las
escalas se definen con claridad y en caso de que se requiera hacer un corte para cambiar la
magnitud de la escala en la misma gráfica, se utilizan dos diagonales en el punto
correspondiente que intersecten el eje de coordenadas.
Hay que tener cuidado de evitar un vicio muy difundido, consistente en unir los puntos
experimentales con líneas rectas, lo cual estrictamente está alejado del comportamiento
real del fenómeno medido. El dibujo se hace a partir de un análisis de correlación que
indique la tendencia del desarrollo del fenómeno. Además, es recomendable indicar el
rango de incertidumbre en cada punto de la gráfica.
Ordinariamente, la presentación de una ilustración se ordena para leerse de izquierda a
derecha sobre el eje horizontal y de abajo hacia arriba en el vertical. Asimismo, hay que
procurar no incluir más ejes o líneas coordinadas de las necesarias para que el lector pueda
entender la figura sin dificultad.

91
En las Figuras 9.3, 9.4, 9.5 y 9.6 se presentan ejemplos de gráficas.

COMPOSICIÓN POBLACIONAL (% )

30
25
20
15 29
22
10
10 Composición Poblacional (%)
5 7
0
Cd Juárez Chihuahua NO Otras
EXISTE ciudades

Tamaño de Ciudades en 1990

Figura 9.3 Tamaño de las ciudades en el Estado de Chihuahua en 1990.

PERFIL GENERAL DE RIESGOS

Espacio reducido 12
Esfuerzo físico 60
P o sicio nes incó mo das 62
A tenció n excesiva 74
Riesgos y Exigencias

Trabajo mo nó to no 115
A ctividad intensa 142

Trabajo repetitivo 191

Vibracio nes 15
Iluminació n escaza 17
Iluminació n excesiva 38
Cambio s de temperatura 64
Sanitario insalubre 118
Ruido excesivo 122
Expo sició n a po lvo s 189

0 50 100 150 200 250

Número de Personas

PERSONAS EXPUESTAS

Figura 9.4 Perfil General de Riesgos y Exigencias en el Centro Laboral.

92
Figura 9.5 Series de Temperaturas máximas y mínimas en un período de diez días.

80
Nitrógeno solubilizado (%)

70
60
50
40
30
20
10
0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13
Condición de extracción (pH)

Figura 9.5 Curva de solubilidad de proteina de frijol canario con variación de pH

93
9.6. Los comentarios y conclusiones.
Aquí se incluyen los comentarios referentes al estudio y también se manifiesta la subjetividad del
investigador. En ella se muestra la experiencia, la percepción y la capacidad creativa del científico.
Es relevante en tanto rescata la apreciación de la totalidad del alcance del proyecto por parte del
autor y a menudo esclarece puntos más allá de lo que muestran los propios datos. Claro está que,
por esa razón, el investigador vea solamente aquello que quiere y eso lo conduzca al error. Por tal
motivo, es conveniente ser crítico en los comentarios, pues esta sección -por su propia esencia- es
la más susceptible de ser puesta en tela de juicio.
Las conclusiones permiten llegar a confrontar lo que se obtuvo contra lo planteado al inicio del
estudio. Puede decirse que ésta es la fase de control del proceso y deben resumirse en forma clara
los avances, los puntos débiles y las posibles vías para continuar avanzando en el tema. De las
conclusiones se derivan con frecuencia nuevos horizontes en el avance, bloqueo momentáneo o
clausura total de una línea de investigación.

9.7. Los complementos.


Prácticamente todo trabajo de investigación -principalmente las tesis y los textos- requieren de
elementos complementarios o secundarios para su presentación y comunicación. Estos elementos
son los apéndices, los anexos y los índices.

9.7.1. Los apéndices.


En ocasiones se presentan escritos de tesis que requieren apéndices, -como una extensión del
cuerpo del trabajo- los cuales permiten explicar, ampliar o ilustrar algún aspecto relevante del
trabajo; pero por su extensión, no se incluyen en éste para no distraer la atención del lector. Son
frecuentes en campos como la salud, la ingeniería, la historia, la filología. Por ejemplo, si en el
texto se hace referencia a tablas amplias, glosario de términos, códigos, programas de computación
no comerciales o elaborados expresamente para el trabajo en cuestión, entre otros.
Se requiere incluir estos materiales como apéndices, ya que enriquecen la presentación del escrito
y auxilia al lector a entender con mayor facilidad los planteamientos u operaciones contenidos en
él.
Cuando se trata de cuadros, figuras, diagramas o datos estadísticos, se justifica que aparezcan en
los apéndices solamente si no es posible insertar la información en el cuerpo del texto para evitar
el riesgo de una lectura difícil o confusa. En todo caso es necesario establecer con toda claridad la
referencia específica al apéndice con el cual el lector puede ampliar la información.

94
9.7.2. Los anexos.
Se establecen prácticamente con los mismos criterios de los apéndices, con la diferencia que
generalmente son material complementario que no elabora el autor del trabajo, sino que él lo
escoge para respaldar con datos específicos ciertos aspectos ya explicados. En éstos se puede
incluir leyes, reglamentos, documentos poco comunes o difíciles de encontrar, etcétera. Al igual
que en el punto anterior, los anexos deben ser referidos con toda oportunidad y claridad en el
momento correspondiente del trabajo, ya que de pasar desapercibidos dejan de cumplir con la
importante función para el que se destinan.

9.7.3. Los índices.


Pueden ser de distinta naturaleza y finalidad ya que, como se mencionó al principio de este
capítulo, existen escritos con diversa estructura y orientación, algunos de los cuales incluso no
requieren de índice, tales como los artículos en revistas especializadas o de divulgación general.
Los índices se colocan al inicio o al final de las obras por costumbre y según el país en donde se
publican, así por ejemplo en los libros españoles, franceses e italianos se pueden encontrar al final.
Por el contrario, en Alemania y Estados Unidos se ubica al principio -costumbre que se ha
adoptado cada vez más en los países latinoamericanos-. Esta variante es aparentemente más
cómoda para el lector, ya que para ver el contenido completo de la obra se maneja un número muy
reducido de hojas y el esfuerzo físico es menor. En este punto cabe destacar que algunas editoriales
norteamericanas colocan el índice general después del prefacio y a veces hasta de otras partes
introductorias de la obra, lo cual lejos de ayudar induce mayores complicaciones en lugar de
evitarlas.
Los índices se pueden dividir en:
o General o sumario. Consiste en la lista de temas de contenido de una obra y en él se
encuentran los capítulos, subcapítulos y párrafos o parágrafos en que se divide el texto.
o Índice analítico. Es el listado alfabético de nombres propios y conceptos que casi siempre
va al final de la obra. Si bien es difícil de elaborar -por ello no es frecuente encontrarlo en
las ediciones sencillas- es de suma utilidad.
o Índice temático. Al igual que el anterior, se coloca al final de la obra. Sin embargo, resulta
más sencillo, pues solamente se refiere a conceptos. Con frecuencia es confundido con el
analítico.
o Onomástico y biográfico. Se usan en obras muy especializadas y con elaboración muy
cuidada. Preferentemente en tratados de historia o investigación documental en obras
clásicas.

95
BIBLIOGRAFÍA

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vol.II, México, Editorial Porrúa, 1989, 10a. ed.
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40. Urita, S.O.: Extracción de Aceite de Colza (Brassica napus sp.) y determinación de compuestos

97
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***** Revistas ******


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38 (12): 1111-1121, México, 1988.

98
ÍNDICE

Página
Prólogo 3
Presentación 5
Capítulo 1. Fundamentos de la ciencia 7
1.1. Definición. 7
1.2. Clasificaciones de la ciencia. 8
1.2.1. Positivista. 8
1.2.2. Dialéctica. 11
1.2.3. Otras clasificaciones. 11
1.3. Definición de teoría. 12
1.4. Qué es el conocimiento. 13
1.4.1. Tipos de conocimiento. 14
1.5. Ejercicios y recomendaciones para estudio. 15
Capitulo 2. El Método Científico. 16
2.1. Definiciones del Método Científico. 16
2.1.1. La distinción entre un proceso y la metodología. 16
2.1.2. El Método y los métodos. 17
2.1.3. Método y técnica. 18
2.2. El proceso del método científico. 18
2.2.1. La estructura del método científico. 19
2.2.2. Los pasos de la estructura del método científico. 20
2.2.3. Elementos básicos de la estructura del método científico. 20
2.2.4. Limitantes para el proceso del método científico. 22
2.3 Ejercicios y recomendaciones para estudio. 23
Capítulo 3. La investigación científica 24
3.1. Definición. 24
3.2. Acepciones de investigación científica. 24
3.3. Tipos de investigación científica. 25
3.4. Los factores de la investigación. 26
3.5. El tema de investigación. 29
3.5.1. Fuentes de investigación. 29
3.5.2. Elección del tema. 30
3.5.3. Delimitación del problema. 30
3.5.4. Requisitos para la valoración de un problema de investigación. 30
3.5.5. Enunciado del problema de investigación. 31
3.6. Los tipos de estudio en la investigación científica. 31
3.6.1. Temporal. 31
3.6.2. Dimensional 31

99
3.6.3. Relacional 31
3.6.4. De control 32
3.7. Las etapas de la investigación científica. 32
3.8. Conclusión. 33
3.9. Ejercicios y recomendaciones para estudio. 34
Capítulo 4. Componentes críticos de la investigación científica. 35
4.1. Definición de hipótesis. 35
4.2. Tipos de hipótesis. 36
4.3. Estructura de las hipótesis. 37
4.4. Necesidad de las hipótesis. 38
4.5. Definición de variables. 38
4.6. Los tipos de variables. 38
4.7. Las variables dependientes e independientes. 39
4.8. Definiciones de concepto. 41
4.9. Definiciones operacionales de los conceptos. 42
4.10. Qué son los datos. 42
4.11. Ejercicios y recomendaciones para estudio. 43
Capítulo 5. La investigación documental 44
5.1. Las fuentes de información y sus instrumentos. 44
5.2. Diferencias entre método y técnicas de investigación. 46
5.3. Las fichas bibliográficas. 46
5.3.1. Contenido de una ficha bibliográfica. 47
5.4. Las fichas de trabajo. 48
5.4.1. El formato de las fichas de trabajo. 49
5.4.2. Tipos de fichas de trabajo. 50
5.5. Referencias. 50
5.5.1. La nota al pie de página. 50
5.5.2. La cita bibliográfica. 53
5.6. La bibliografía. 54
5.6.1. Formas de cita bibliográfica. 55
5.7. Ejercicios y recomendaciones para estudio. 57
Capítulo 6. La investigación experimental. 59
6.1. Postulados Básicos. 59
6.2. La racionalidad de la explicación científica. 60
6.3. El binomio observación-experimentación. 61
6.4. El análisis y la síntesis como partes esenciales de la experimentación. 61
6.5. El control en la experimentación. 62
6.6. El control contra las fuentes de error. 62
6.7 Tipos de error. 64
6.8. La necesidad e importancia de la medición de las variables. 64

100
6.9. Ejercicios y recomendaciones para estudio. 65
Capítulo 7. El diseño de la investigación social. 66
7.1. Antecedentes históricos. 66
7.2. ¿Ciencias sociales contra ciencias naturales? 67
7.3. Bases conceptuales de la investigación social. 68
7.4. Corrientes de pensamiento científico más importantes en México. 69
7.4.1. El positivismo. 69
7.4.2. El funcionalismo. 70
7.4.3. El materialismo. 71
7.4.4. El ecologismo. 72
7.5. Elementos de la investigación social. 73
7.6. Las técnicas en la investigación social. 74
7.6.1. Técnicas documentales y bibliográficas. 74
7.6.2. La observación como técnica. 75
7.6.3. La observación participante y no participante como forma de investigación
76
social directa.
7.7. Ejercicios y recomendaciones para estudio. 77
Capítulo 8. El diseño del protocolo de investigación. 78
8.1. Guía de elaboración. 78
8.2. Delimitación del problema. 79
8.3. Objetivos (s). 80
8.4. Hipótesis. 80
8.5. Definición de las variables en el proyecto. 81
8.6. Diseño de la investigación. 81
8.7. Unidad(es) de investigación. 81
8.8. Técnicas y procedimientos. 81
8.9. Justificación. 81
8.10. Introducción. 82
8.10.1. Antecedentes o marco histórico. 82
8.10.2. Marco teórico conceptual y planteamiento del problema. 82
8.11. Recursos. 82
8.12. Presupuesto en tiempo y costos. 83
8.13. Cronograma (calendario) de actividades. 83
8.14. Título. 84
8.15. Bibliografía. 84
8.16. Ejercicios y recomendaciones para estudio. 84
Capítulo 9. Comunicado de la investigación o el informe final. 85
9.1. Los preliminares. 86
9.1.1. Tesis o disertación. 86
9.1.2. Artículos para publicarse en revistas. 87

101
9.1.3. Presentaciones profesionales. 87
9.2. Los métodos, procedimientos y técnicas. 87
9.3. Los resultados. 88
9.4. La discusión. 88
9.5. Las tablas y las figuras. 88
9.6. Los comentarios y conclusiones. 94
9.7. Los complementos. 94
9.7.1. Los apéndices. 94
9.7.2. Los anexos. 95
9.7.3. Los índices. 95

Bibliografía 96

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