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Escritoras Mexicanas
Objetivo:
Propiciar en los jóvenes el gusto por las obras de escritoras mexicanas a través de
diversas técnicas de expresión oral y escrita, con el fin de que adquieran una visión
general en el ámbito de la literatura mexicana del siglo XX.
Introducción:
Una de las importantes labores del bibliotecario es fomentar la lectura y escritura.
Conocer a las escritoras mexicanas es un tema trascendental; así como reflexionar
sobre su trabajo literario, pese a la discriminación que en su época vivieron.
Las escritoras incluidas en este taller son: Rosario Castellanos, escritora que trabajó
todos los géneros, especialmente la poesía, la narrativa y el ensayo.
Elena Garro, quien se casó con Octavio Paz y viajó con él a España, donde escribió
el libro testimonial, Memorias de España 1937; fue creadora de un realismo mágico
que, de alguna manera, es una crítica al mundo que vivimos.
Guadalupe Amor (Pita Amor), mujer muy hermosa que empezó a escribir poesía a
los 28 años, autora de Yo soy mi Casa y De ébano los luceros.
Ángeles Mastretta, hace más de treinta años la escritora debutó con el libro
Arráncame la vida. La enfermedad de su hija la inspiró a escribir el libro Mujeres de
ojos grandes. También soñó con ser cantante.
Amparo Dávila, con su poderosa y elegante imaginación dejó una huella indeleble
en las letras mexicanas; consiguió crear en su obra un conjunto de atmosferas
sombrías y, en sus cuentos, lo siniestro acecha a cada párrafo.
Requerimientos:
Hojas blancas, lápiz, pluma, dispositivo de música (grabadora; o bien, computadora
y bocinas),
Pide a los participantes que formen un círculo, explica que se van a presentar
rapeando; para ello, deberán llevar el ritmo de rap palmeando las piernas con las
manos. A continuación, cada uno, dirá su nombre con este estribillo, por ejemplo:
Este Rap que te voy a cantar es para mi nombre recordar, Paco Paco me llamo
Paco. Después de que el participante diga su nombre, el resto del grupo deberá
contestar: Paco Paco se llama. De esta manera, todos los participantes se
presentarán, puedes indicarles previamente el orden de la presentación, a la
izquierda o a la derecha y, si lo consideras necesario, también puedes hacer que
escuchen un Rap para que identifiquen el ritmo antes de iniciar la dinámica.
Actividad de introducción
Datos curiosos:
“Cuando abro los periódicos” escribió Rosario Castellanos en un poema, “es para
leer mi nombre escrito en ellos”. Pero el 8 de agosto de 1974 ya no pudo ver su
nombre en los diarios, la noticia relevante era la renuncia de Richard Nixon, pero
también aparecía el anuncio de su muerte. La muerte de Rosario Castellanos es un
misterio, ya que surgen varias teorías: la primera, es que murió de un accidente al
recibir una descarga electica; pero otras versiones, basadas en una carta que
Martha Cerda escribió una a la periodista Lucina Kathmann, dicen que Castellanos
se suicidó, y esta segunda teoría se fortalece más cuando el hermano de Rosario
llegó a comentar que la escritora sufría de depresión desde niña; una versión más
alega que esta gran mujer fue asesinada.
Actividad de lectura
Organiza un círculo de lectura con el grupo, para dar a conocer el texto que a
continuación se presenta.
Al concluir realiza una breve tertulia preguntando sobre lo que se leyó y la vida de
la Escritora.
Monólogo
Edgar Tarazona Ángel
Hace unos años, no muchos como digo en la mayoría de mis historias, tuve un
amigo aficionado al Chapulín Colorado, y repetía a toda hora los dichos de este
personaje si la situación lo ameritaba… o cuando se le ocurría.
Lo que más le gustaba era cambiar el orden de las sílabas en las palabras como el
superhéroe y decía: “Que no panda el cúnico”, “se me lengua la traba”, “Panorando
el contemplama” y otras muchas frases de su invención. Algunas groseras como”Me
incula un porto”, para indicar que lo que estaba escuchando no le importaba un
comino.
Olvidaba comentar que mi amigo era profesor de primaria y dictaba la clase de
español en los grados menores, de manera que les narraba cuentos infantiles para
motivar a los chicos, pero a su manera. Los niños, repetían en los recreos, y en sus
casas, las historias de su querido maestro, porque en verdad estaban encantados
escuchándolo porque también veían el programa del Chapulín y repetían muertos
de risa los dichos:
Ladra que muerde no perra.
Perro que no ha de ladrar, déjalo morder.
Más vale prevenir que cien volando.
Más vale pájaro en mano que lamentar.
No hay nada nuevo que dure cien años.
No hay mal bajo el sol.
El que tiene más saliva ríe mejor.
El que no se arriesga, jamás su tronco endereza.
Árbol que crece torcido no cruza el mar.
Dime con quién andas y te enderezare el tronco.
Árbol que crece torcido y te diré quién eres.
Más vale andar sólo que ser invitado.
Más vale llegar a tiempo que mal acompañado.
En los hogares empezaron a preocuparse por la costumbre de los niños de imitar al
profe y al personaje. Pero como los chicos aprendían no era cosa de preocuparse.
El asunto tomó otro rumbo cuando al docente le dio por cambiarle todo a los cuentos
de hadas y empezó con Blancanieves. Esta historia es la que me dio el título para
este artículo. Pero también estaba Pindiez por Pinocho, La Linda roncadora por La
Bella durmiente, La preciosa y el horripilante, etc.
En realidad, todos nos divertíamos con las ocurrencias del maestro, pero como no
hay mal que dure cien años ni enfermo que lo resista, pues al profe le hicieron un
llamado de atención y lo convirtieron en un maestro normal muy poco divertido.
Síganme los buenos.
Su profe, Edgar Tarazona Angel
Cierre
Antes de agradecer su participación del grupo, menciona algunos los títulos de las
obras de Rosario Castellanos. Cuentos: Ciudad Real, Rito de iniciación, Álbum de
familia; novelas: Balún Canán, El rescate del mundo, De la vigilia estéril; ensayos:
La corrupción, Mujer que sabe latín, El uso de la palabra; poesía: Trayectoria del
polvo, Al pie de la letra, La tierra de en medio; teatro: Tablero de damas y El eterno
femenino.
Comenta a los participantes que al final de cada sesión se mencionarán algunos
títulos de la escritora en cuestión, con el fin de generar un texto, mismo que al final
del taller será compartido con los compañeros.
En su tiempo se comentó que fue agente de la CIA, que estaba loca y que fue una
de las personas que organizaron el movimiento estudiantil de México en 1968, se
cuenta también que fue infiltrada en el gobierno para destruirlo. Elena Garro ha sido
una de las escritoras más controvertidas en México.
Datos Curiosos:
Para algunos, la vida de Garro está a la sombra de Octavio Paz, premio Nobel de
Literatura en 1990 con quien estuvo casada durante 22 años.
Sin embargo hubo un día en la vida de esta autora que la marco, el 24 de mayo de
1937, Octavio Paz y algunos amigos manipulan a Elena que se trasladaba a la
escuela y sin que ella supiera nada la llevaron al juzgado y, ante 4 testigos se casó.
Siempre dijo que fue víctima de una conspiración que puso fin a su vida estudiantil
y sus sueños de ser bailarina; a finales de los años 40, mientras Octavio Paz tenía
una relación con la pintora Pona Tibertelli, Elena se enamoró del escritor argentino
Adolfo Bioy Casares y, que según la escritora, Octavio nunca se lo perdonó. Estos
dos autores se escribieron durante 20 años, pero desde 1956 no volvieron a verse.
Elena se separó de Octavio Paz, se volvió una gran escritora, y defensora de los
indígenas y estudiantes durante las protestas del 68; ataco a 500 intelectuales entre
ellos a Octavio Paz, llamándolos cobardes por no apoyar el movimiento.
Amenazada de muerte partió con su hija a París.
Para realizar el círculo de lectura reparte copias del cuento, que a continuación se
presenta, entre los jóvenes que quieran leer.
Por último, organiza una lluvia de comentarios donde los jóvenes puedan expresar
sus opiniones sobre la escritora Elena Garro, así como de lectura que se realizó.
Elige un objeto con anterioridad que no sea fácil de reconocer al tacto, tápalo con
una bolsa de tela, manta, rebozo, etc. Lo importante es que no se adivine fácilmente.
Camina con el objeto misterioso para que cada uno de los participantes lo observe
a través de la bolsa o tela que elegiste; después, pídeles que escriban el nombre
del objeto y una descripción del mismo. A continuación, acerca nuevamente el
objeto misterioso a los participantes, pero ahora pide que lo toquen a través de su
envoltura. Posteriormente, pide que escriban sus impresiones. Al final, comentarán
la diferencia que encontraron entre las dos descripciones que hicieron del objeto
misterioso.
Cierre
Para finalizar la sesión, menciona a los participantes algunos títulos de Elena Garro.
Cuentos: Perfecto luna, El duende, El anillo, El día que fuimos perros; novelas: Los
recuerdos del porvenir, La casa junto al río, Un traje rojo para un duelo, Un corazón
en un bote de basura; teatro: Un hogar sólido, La señora en su balcón, El rastro, La
dama boba.
Despide al grupo gradeciendo su participación.
Recibe a los jóvenes con entusiasmo y comenta que en esta sesión conocerán a la
escritora Guadalupe Amor (Pita amor).
La escritora fue reconocida a mediados del siglo XX, tanto por su obra como por su
belleza, a Pita le gustaba comentar en público que su belleza era más reconocida
que su obra.
Era soberbia, pero ejercía como nadie la poesía, sus poemarios sorprenderían al
mundo literario. El primero se tituló Yo soy mi casa, reconocida por artistas
como Diego Rivera, Roberto Montenegro, Raúl Anguiano, Juan Soriano y Antonio
Peláez, entre otros.
Yo soy mi casa
Pita Amor
I
II
III
IV
De mi barroco cerebro,
el alma destila intacta;
en cambio mi cuerpo pacta
venganzas contra los dos.
Al concluir con la lectura pide a los participantes que comenten el poema, y que
expresen sus opiniones de la vida de esta escritora. Invítalos a realizar la siguiente
actividad.
Actividad de Escritura: Cambiando el poema
Saca 5 copias del poema que leíste con anterioridad y colócalo en las mesas.
Explica a los participantes que deberán cambiar algunos de los nombres, adjetivos
y verbos que aparecen en el texto con el fin de dar un sentido nuevo al poema.
Da el siguiente ejemplo:
La hermanilla
Vicente Aleixandre
¿Te gustaba?
Descríbeme lo que había allí en el gusto del paladar
Come, come, yo le pedía
No paraba nada
Y comiendo se lo metía otra vez en la boca
Y se reía glotonamente como una loca.
Cierre
Pide a los participantes comentarios de la actividad realizada. Por último,
continuarán con su escrito utilizando los títulos de las escritoras. Aquí los títulos de
Guadalupe Amor: Yo soy mi casa, Puerta obstinada, Décima de dios, Todos los
siglos del mundo, Como Reyna de Barajas, El Zoológico de Pita Amor, Soy dueña
del Universo, 48 Veces Pita.
Agradece la participación del grupo e invítalos a conocer a otra escritora mexicana
en la siguiente sesión.
Sesión 4. Las tías
Una idea y una canción se vio reflejada en 1985 cuando publicó su primera novela
Arráncame la vida que recibió el Premio Mazatlán y tuvo un inesperado éxito. Este
éxito editorial también estuvo acompañado del nacimiento de su hija menor
Catalina, que enfermó en sus primeros años de vida, Mastretta estuvo al pendiente
de su salud y en las noches en el hospital le contaba historias de mujeres de su
familia que consideraba aguerridas (sus tías). De esas historias surgió la antología
Mujeres de ojos grandes.
En 1997 recibió el premio Rómulo Gallegos por Mal de amores, su segunda novela.
En sus obras se destaca la liberación de la mujer oprimida, gracias a esas obras
fundó “Unión de Mujeres Antimachistas”, en el DF, ahora ciudad de México.
Carlos Mastretta su padre, fue siempre una incógnita para ella, y con el pretexto de
conocer más investiga su pasado familiar italiano, descubriendo muchos vicios,
costumbres, secretos y, de dicha investigación escribe, La emoción de las cosas,
en el que buscaba recuperar el gozo infantil por escuchar historias, así como
descubrir en la literatura una nueva forma de contar su vida y mirar la realidad.
El sueño de niña de la escritora era ser cantante, lo practicó ante el público cantando
al lado del maestro Joaquín Sabina con el tema Arráncame la vida.
Actividad de lectura:
La tía Cristina
No era bonita la tía Cristina Martínez, pero algo tenía en sus piernas flacas y su
voz atropellada que la hacía interesante. Por desgracia, los hombres de Puebla no
andaban buscando mujeres interesantes para casarse con ellas y la tía Cristina
cumplió veinte años sin que nadie le hubiera propuesto ni siquiera un noviazgo de
buen nivel. Cuando cumplió veintiuno, sus cuatro hermanas estaban casadas para
bien o para mal y ella pasaba el día entero con la humillación de estarse quedando
para vestir santos. En poco tiempo, sus sobrinos la llamarían quedada y ella no
estaba segura de poder soportar ese golpe. Fue después de aquel cumpleaños, que
terminó con las lágrimas de su madre a la hora en que ella sopló las velas del pastel,
cuando apareció en el horizonte el señor Arqueros.
Cristina volvió una mañana del centro, a donde fue para comprar unos botones
de concha y un metro de encaje, contando que había conocido a un español de
buena clase en la joyería La Princesa. Los brillantes del aparador la habían hecho
entrar para saber cuánto costaba un anillo de compromiso que era la ilusión de su
vida. Cuando le dijeron el precio le pareció correcto y lamentó no ser un hombre
para comprarlo en ese instante con el propósito de ponérselo algún día.
-Ellos pueden tener el anillo antes que la novia, hasta pueden elegir una novia
que le haga juego al anillo. En cambio, nosotras sólo tenemos que esperar. Hay
quienes esperan durante toda su vida, y quienes cargan para siempre con un anillo
que les disgusta, ¿no crees?-le preguntó a su madre durante la comida.
-Ya no te pelees con los hombres, Cristina -dijo su madre-¿Quién va a ver por ti
cuando me muera?
-Yo, mamá, no te preocupes. Yo voy a ver por mí.
En la tarde, un mensajero de la joyería se presentó en la casa con el anillo que
la tía Cristina se había probado extendiendo la mano para mirarlo por todos lados
mientras decía un montón de cosas parecidas a las que le repitió a su madre en el
comedor. Llevaba también un sobre lacrado con el nombre y los apellidos de
Cristina.
Ambas cosas las enviaba el señor Arqueros, con su devoción, sus respetos y la
pena de no llevarlos él mismo porque su barco salía a Veracruz al día siguiente y él
viajó parte de ese día y toda la noche para llegar a tiempo. El mensaje le proponía
matrimonio: "Sus conceptos sobre la vida, las mujeres y los hombres, su deliciosa
voz y la libertad con que camina me deslumbraron. No volveré a México en varios
años, pero le propongo que me alcance en España. Mi amigo Emilio Suárez se
presentará ante sus padres dentro de poco. Dejo en él mi confianza y en usted mi
esperanza".
Emilio Suárez era el hombre de los sueños adolescentes de Cristina. Le llevaba
doce años y seguía soltero cuando ella tenía veintiuno. Era rico como la selva en
las lluvias y arisco como los montes en enero. Le habían hecho la búsqueda todas
las mujeres de la ciudad y las más afortunadas sólo obtuvieron el trofeo de una
nieve en los portales. Sin embargo, se presentó en casa de Cristina para pedir, en
nombre de su amigo, un matrimonio por poder en el que con mucho gusto sería su
representante.
La mamá de la tía Cristina se negaba a creerle que sólo una vez hubiera visto al
español, y en cuanto Suárez desapareció con la respuesta de que iban a pensarlo,
la acusó de mil pirujerías. Pero era tal el gesto de asombro de su hija, que terminó
pidiéndole perdón a ella y permiso al cielo en que estaba su marido para cometer la
barbaridad de casarla con un extraño.
Cuando salió de la angustia propia de las sorpresas, la tía Cristina miró su anillo
y empezó a llorar por sus hermanas, por su madre, por sus amigas, por su barrio,
por la catedral, por el zócalo, por los volcanes, por el cielo, por el mole, por las
chalupas, por el himno nacional, por la carretera a México, por Cholula, por
Coetzálan, por los aromados huesos de su papá, por las cazuelas, por los
chocolates rasposos, por la música, por el olor de las tortillas, por el río San
Francisco, por el rancho de su amiga Elena y los potreros de su tío Abelardo, por la
luna de octubre y la de marzo, por el sol de febrero, por su arrogante soltería, por
Emilio Suárez que en toda la vida de mirarla nunca oyó su voz ni se fijó en cómo
carambas caminaba.
Al día siguiente salió a la calle con la noticia y su anillo brillándole. Seis meses
después se casó con el señor Arqueros frente a un cura, un notario y los ojos de
Suárez. Hubo misa, banquete, baile y despedidas. Todo con el mismo entusiasmo
que si el novio estuviera de este lado del mar. Dicen que no se vio novia más
radiante en mucho tiempo.
Dos días después Cristina salió de Veracruz hacia el puerto donde el señor
Arqueros con toda su caballerosidad la recogería para llevarla a vivir entre sus tías
de Valladolid.
De ahí mandó su primera carta diciendo cuánto extrañaba y cuán feliz era.
Dedicaba poco espacio a describir el paisaje apretujado de casitas y sembradíos,
pero le mandaba a su mamá la receta de una carne con vino tinto que era el platillo
de la región, y a sus hermanas dos poemas de un señor García Lorca que la habían
vuelto al revés. Su marido resultó un hombre cuidadoso y trabajador, que vivía
riéndose con el modo de hablar español y las historias de aparecidos de su mujer,
con su ruborizarse cada vez que oía un "coño" y su terror porque ahí todo el mundo
se cagaba en Dios por cualquier motivo y juraba por la hostia sin ningún miramiento.
Un año de cartas fue y vino antes de aquella en que la tía Cristina refirió a sus
papás la muerte inesperada del señor Arqueros. Era una carta breve que parecía
no tener sentimientos. “Así de mal estará la pobre", dijo su hermana, la segunda,
que sabía de sus veleidades sentimentales y sus desaforadas pasiones. Todas
quedaron con la pena de su pena y esperando que en cuanto se recuperara de la
conmoción les escribiera con un poco más de claridad sobre su futuro. De eso
hablaban un domingo después de la comida cuando la vieron aparecer en la sala.
Llevaba regalos para todos y los sobrinos no la soltaron hasta que terminó de
repartirlos. Las piernas le habían engordado y las tenía subidas en unos tacones
altísimos, negros como las medias, la falda, la blusa, el saco, el sombrero y el velo
que no tuvo tiempo de quitarse de la cara. Cuando acabó la repartición se lo arrancó
junto con el sombrero y sonrió.
-Pues ya regresé -dijo.
Desde entonces fue la viuda de Arqueros. No cayeron sobre ella las penas de
ser una solterona y espantó las otras con su piano desafinado y su voz ardiente. No
había que rogarle para que fuera hasta el piano y se acompañara cualquier canción.
Tenía en su repertorio toda clase de valses, polkas, corridos, arias y pasos dobles.
Les puso letra a unos preludios de Chopin y los cantaba evocando romances que
nunca se le conocieron. Al terminar su concierto dejaba que todos le aplaudieran y
tras levantarse del banquito para hacer una profunda caravana, extendía los brazos,
mostraba su anillo y luego, señalándose así misma con sus manos envejecidas y
hermosas, decía contundente: "Y enterrada en Puebla".
Cuentan las malas lenguas que el señor Arqueros no existió nunca. Que Emilio
Suárez dijo la única mentira de su vida, convencido por quién sabe cuál arte de la
tía Cristina. Y que el dinero que llamaba su herencia, lo habla sacado de un
contrabando cargado en las maletas del ajuar nupcial.
Quién sabe. Lo cierto es que Emilio Suárez y Cristina Martínez fueron amigos hasta
el último de sus días. Cosa que nadie les perdonó jamás, porque la amistad entre
hombres y mujeres es un bien imperdonable.
Al finalizar la lectura, genera una tertulia realizando una serie de preguntas acerca
de esta y de la escritora.
Al término, coméntales que generarán un Book Tag, diles que los BookTuber,
también realizan este tipo de video. Los book tags son unos cuestionarios que se
hacen sobre libros, autores, tu opinión sobre las sagas...etc. así que primero
escribirán su cuestionario.
Los booktubers no solo se dedican a hacer reseñas de los libros que leen, si no que
hacen también otros tipos de videos. Entre ellos destacan los famosos BookTags.
Los BookTags son una especie de juego que realizan los Booktubers entre ellos.
Consiste en relacionar un libro, serie o personaje que hayan leído, con una palabra,
frase o situación de acuerdo a la temática del BookTag, Una vez hecho esto, se
procede a tagear a otros booktubers para también hagan el tag y que de esta
manera se vaya formando una cadena muy divertida de videos entre ellos.
Comenta a los participantes, que es importante antes de grabar algo con cualquier
dispositivo, tener un guion sobre lo que se va a hablar, y no equivocarse seguido.
Así, la grabación quedará perfecta; por ello, los participantes deberán escribir un
guion que, en este caso, será un cuestionario sobre un libro que les gustó, o no les
gustó.
Recuérdales que en el video las preguntas se las hacen ellos y las responden ellos.
Una vez que esté listo su cuestionario realizarán la grabación y la compartirán con
sus compañeros en sus redes sociales. Como ejemplo, consulta el siguiente video:
https://www.youtube.com/watch?v=WxOiwcu2g8Q
Cierre
Menciona los títulos de las obras de Ángeles Mastretta, para que los jóvenes
continúen escribiendo su texto. Novelas: Arráncame la vida, Mal de Amores, Ángel
maligno; cuentos; Mujeres de ojos grandes, El mundo iluminado, Puerto libre,
Hombres de amores; poesía; La pájara pinta y Desvaríos.
Pide al grupo que se dé un fuerte aplauso e invitarlo a la última sesión.
Sesión 5. Taconeando
En esta sesión se pretende desarrollar habilidades como: la comprensión lectora,
creación de ideas nuevas a partir de lo leído, la expresión escrita, la expresión
corporal y el trabajo en equipo.
“Las palabras, finalmente, como algo que se toca y se palpa, las palabras como
materia ineludible. Y todo acompañado de una música oscura y pegajosa”.
Amparo Dávila
“En la casa donde viví mis primeros años vivió un señor feudal que perdió una pierna
y le pusieron una de palo. En las noches yo podía oírlo, taconeando. Este hombre,
como era muy rico, se casó varias veces y se le morían las esposas
misteriosamente. Y fíjese usted que la última de ellas, todavía con su traje blanco,
por las noches deambulaba por la casa. Ella con vela encendida y él, con su pata
de palo. Eso me causaba terror, pero un terror grandísimo. Lo único que lo mitigaba
eran mis perros y mis gatos. Ellos me dieron calor en los primeros momentos de mi
vida” es lo que cuenta la escritora Amparo Dávila.
A partir de una pista musical, preparada por ti, en este caso de terror, cada equipo
escribirá un texto alusivo al tema y, bajo el influjo de los sonidos y la música
seleccionada (bandas sonoras de películas de horror, sonidos ambientales, cortes
de Cradle of Filth, fragmentos de Paganini y Beethoven, etc.) la escucha y escritura
pueden hacerse en penumbra. Da 5 minutos para escribir y otros 5 para preparar
una breve escenificación de su relato de terror.
Al concluir sus participaciones pide que pongan atención a la lectura en voz alta que
realizarás.
Actividad de lectura
Árboles petrificados
Amparo Dávila
Es de noche, estoy acostada y sola. Toda pesa sobre mí como un aire muerto; las
cuatro paredes me caen encima como el silencio y la soledad que me aprisionan.
Llueve. Escucho la lluvia cayendo lenta y los automóviles que pasan veloces. El
silbato de un vigilante suena como un grito agónico. Pasa el último camión de
medianoche. Medianoche, también entonces era la medianoche... Reposamos, la
respiración se ha ido calmando y es cada vez más leve. Somos dos náufragos
tirados en la misma playa, con tanta prisa o ninguna como el que sabe que tiene la
eternidad para mirarse. Nada que no sea nosotros mismos importa ahora,
sorprendidos por una verdad que sin saberlo conocíamos. Nos hemos buscado a
tientas desde el otro lado del mundo, presintiéndonos en la soledad y el sueño.
Aquí estamos. Reconociéndonos a través del cuerpo. Nos hemos quedado
inmóviles, largo rato en silencio, uno al lado del otro. Tu mano vuelve a acariciarme
y nuestros labios se encuentran. Una ola ardiente nos inunda, caemos nuevamente,
nos hundimos en un agua profunda y nos perdemos juntos. Suspiras. Yo también.
Estamos de vuelta. Ha pasado el tiempo, minutos o años, ya nada está igual. Todo
se ha transformado. Se abren jardines y huertos; se abre una ciudad bajo el sol, y
un templo olvidado resplandece. Afuera transcurre plácida la noche y en el viento
llega un lejano rumor de campanas. No quisiera escucharlas. Suenan a ausencia y
a muerte, y me ciño de nuevo a tu cuerpo como si me afianzara a la vida. La
desesperanza florece en una pasión que está más allá de las palabras y las
lágrimas. “Es muy tarde” dices. “Tendrás que irte…” Me siento al borde de la cama
como si estuviera a la orilla del mundo, del espacio en que hemos navegado como
planetas reencontrados. Te contemplo vistiéndote con prisa y sin cuidado, yo me
pongo una bata con desgano y tengo que hacer un gran esfuerzo para levantarme
y caminar hasta la puerta a despedirte. No hablamos.
Pueden oírnos y descubrir que nos hemos amado apresurada y clandestinamente
en esta noche que empieza a caérseme en pedazos. Las campanas siguen tocando
y llegan cada vez más claras en el viento de la madrugada, su sonido nos envuelve
como un agua azul llena de peces. Llegamos cogidos de la mano hasta la puerta y
nos besamos allí como los que se besan en los muelles. La puerta se cierra tras de
ti y es como una página que termina y uno quisiera alargar toda la vida. No logro
entender que ya te has ido y que estoy de nuevo sola. Abro la ventana y el aire frío
del amanecer me azota la cara. Tiemblo de pies a cabeza y comienzo de pronto a
sentir miedo, miedo de que mañana, hoy, todo se desvanezca o termine como niebla
que la luz deshace. Vivimos una noche que no nos pertenece, hemos robado
manzanas y nos persiguen.
Quiero verme el rostro en un espejo, saber cómo soy ahora, después de esta
noche... Ha llegado. La llave da vuelta en la cerradura. La puerta se abre. Voy a
fingir que duermo para que no me moleste, no quiero que me interrumpa ahora que
estoy en esa noche, esa que él no puede recordar, noches y días sólo nuestros, que
no le pertenecen. Ha entrado a ver si estoy dormida, me está mirando, suspira
fastidiado, enciende un cigarrillo, busca junto al teléfono si hay recados, sale,
camina por la estancia, conecta el radio, ya no hay nada, es tarde, sólo music for
dancing, recorre todas las estaciones, va hacia la cocina, abre el refrigerador, no ha
de haber cenado, dijo que no le guardara nada, hay un poco de pollo, si quiere
puede hacer un sándwich, ya tiró algo, siempre tan torpe, está cantando ahora, debe
estar muy contento.
Sigue lloviendo. Suenan las llantas de los automóviles en el asfalto mojado.
También aquel día había llovido en la madrugada y la mañana estaba un poco
fresca, ¿te acuerdas…? Llegaste muy temprano con un ramo de claveles rojos; yo
me quedé con ellos entre las manos... No sé bien lo que te estoy diciendo, he caído
dentro de un remolino de sorpresas y turbación. Nunca me han regalado flores, es
la primera vez, quisiera decírtelo, pero empezamos a hablar de cosas que no nos
pertenecen mientras yo arreglo los claveles en un florero. Tú miras los libros del
estante y los hojeas mostrando un desmedido interés. Sé que los dos estamos
huyendo de este momento o de las palabras directas, de una emoción que nos
aturde y nos ciega como una luz incandescente. Nos quedamos suspendidos sobre
el instante mientras un claxon suena en la esquina como si sonara en el más remoto
pasado. Ese pasado antes de ti que ahora se desvanece y pierde todo sentido. Sólo
tienen validez estos momentos tan honda y confusamente vividos dentro de
nosotros mismos. Nos sentamos junto a la ventana y miramos hacia afuera como si
estuviéramos dentro de una jaula o de una armadura. Quisiera vivir este mismo
instante mañana, en un día abierto para nosotros. Pienso en una ciudad donde
pudiéramos caminar por las calles sin que nadie nos conociera ni nos saludara,
estar tirados en una playa sola o vagar por el campo cogidos de la mano.
Quisiera conocer contigo el mundo, quisiera entrar contigo en el sueño y despertar
siempre a tu lado. Te miro fijamente, quiero aprenderte bien para cuando sólo quede
tu recuerdo y tenga que descifrar lo que no me dices ahora. Una parte de mi vida,
estos minutos, se van contigo. No sé decir las cosas que siento. Tal vez algún día
te las escriba sentada frente a otra ventana. No sé tampoco hasta dónde soy feliz.
Cada despedida es un estarse desangrando, un dolor que nos asesina lentamente.
Estamos llenos de palabras y sentimientos, de un silencio que nos confina en
nosotros mismos. Tal vez esta habitación nos queda demasiado grande o
demasiado estrecha y por eso no sabemos qué hacer con nuestros cuerpos y las
palabras. Miras el reloj. El tiempo es una daga suspendida sobre nuestra cabeza.
Después vendrá la tarde vacía como esas cuando no estás conmigo, cuando nos
separamos y nos falta la mitad del cuerpo... Siento que me está mirando fijamente
y suspira, debe estar cansado, bosteza, ha de ser ya muy tarde, bosteza otra vez y
comienza a desnudarse. La ropa va cayendo sobre la silla, la cama se hunde
cuando se sienta a quitarse los zapatos. Se mete bajo las cobijas pegándose a mi
cuerpo y su mano empieza a acariciarme. Quisiera poder decirle que no me toque,
que es inútil, que no estoy aquí, que sus labios no busquen los míos, yo ya he salido,
estoy lejos conduciendo el automóvil por la avenida de los sauces, oyendo el
zumbido de las llantas sobre el pavimento, viendo de reojo cómo avanza la aguja
en el cuadrante, 70, 80, las casas y los árboles pasan cada vez más rápido, 90, 100,
una niña llora sentada en la banqueta, necesito llegar pronto, la calle se alarga hasta
la eternidad, un hombre me saluda y sonríe, no quiero hacerte esperar, paso las
luces rojas, sólo importa llegar, me has estado esperando a través de los días y los
años, a pesar de la dicha y la desdicha, por eso es tan cierto nuestro encuentro, no
hay otra manera de decirlo. Corro hacia ti y nos abrazamos largamente. Caminamos
cogidos de la mano. Caminamos hacia el fin del mundo. La noche ha caído sobre
nosotros como una profecía largo tiempo esperada. Las calles están desiertas,
somos los únicos sobrevivientes del verano. Este viejo jardín nos estaba esperando.
El tiempo ha dejado de ser una angustia. Estamos tan completos que no deseamos
hacer nada, sólo sentarnos en esta banca y quedarnos como dos sonámbulos
dentro del mismo sueño. Los pájaros revolotean entre las ramas, caen hojas.
Estamos unidos por las manos y por los ojos, por todo lo que somos hoy y hemos
logrado rescatar de la rutina de los días iguales. Aquí sentados hemos estado
siempre, aquí seguiremos sin despedidas ni distancias en un continuo revivir.
Suenan las doce en esta noche perdurable. Han pasado mil años, han pasado un
segundo o dos. Los pájaros revolotean entre las ramas, caen hojas. Miramos la
fachada de una vieja iglesia entre la bruma cálida del amanecer. Miramos las
columnas y los nichos como a través de un recuerdo. No hables ahora, guárdame
en tus manos. Conserva la moneda, tu rostro y el mío, para tardes lluviosas en que
el tedio pesa enormemente. Todo sentimiento aparte de nosotros se ha borrado.
Velada por nubes altas pasa la luna como una herida luminosa en el cielo negro.
Los pájaros revolotean entre las ramas, caen hojas. Se anudan las palabras en la
garganta, son demasiado usadas para decirlas. Vivimos una noche siempre
nuestra. Me afianzo a tus manos y a tus ojos. Es tan claro el silencio que nuestra
sangre se escucha. El alumbrado de las calles ha palidecido. Ni un alma transita por
ninguna parte. Los árboles que nos rodean están petrificados. Tal vez ya estamos
muertos... tal vez estamos más allá de nuestro cuerpo…
Para finalizar el texto que iniciaron en la primera sesión con los títulos, mencionarás
los de Amparo Dávila, así concluirán su obra. Cuentos: Tiempo destrozado, El
Huésped, Muerte en el bosque, El Espejo, El pabellón del descanso, Alta cocina,
árboles petrificados; poesía: Salmos bajo la luna, meditaciones a la orilla del sueño,
Poesía reunida.
Páginas Web
https://www.yaconic.com/45-muerte-rosario-castellanos/
https://elpais.com/internacional/2016/05/24/mexico/1464116209_407106.html
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https://www.milenio.com/cultura/laberinto/rosario-castellanos-y-la-famosa-lampara
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https://tramody.com/blog/improvisacion-teatral-tecnica-y-ejemplos/
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https://relatosehistorias.mx/nuestras-historias/pita-amor-la-poeta-terrible-y-genial
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musa/1241545
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https://www.escritores.org/biografias/4031-mastretta-angeles
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https://www.lja.mx/2017/02/amparo-davila-compartio-experiencias-en-ciclo-charlas-mujeres-
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http://www.elguardatextos.com/2013/12/el-encuentro-ante-lo-inexplicable-en-el.html
https://www.milenio.com/cultura/amparo-davila-la-magia-que-perdura
https://albalearning.com/audiolibros/davila/arboles.html