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Principios de Filosofía - Unidad IV

Explicación del texto: Así habló Zarathustra.


“De las tres transformaciones del espíritu”

El Zarathustra de Nietzsche ha recibido la denominación de obra épica, obra


ditirámbica y de obra evangélica. No obstante, existe un consenso acerca de la
complejidad narrativa que comporta su estructura.

Épica porque reúne las características de un género literario constituido por relatos de
hazañas de héroes que representan ideales asociados a pueblos y a personajes con sus
orígenes y con su destino.

Ditirámbica porque es la composición poética que los autores de la antigua Grecia


escribían en honor de Dionisos, dios de los placeres sensuales en la mitología griega.

Evangélica porque etimológicamente encierra el propósito final del Zarathustra que se


constituye en el portador de una buena noticia (εὐαγγελικός euangelikós), -eu-prefijo
que significa buena y angélicos significa noticia, ev-angélica.

La gran pretensión del Zarathustra es hablar con toda la capacidad alegórica de una
lengua y hacer al mismo tiempo una amplia y profunda crítica a la Filosofía en tanto
Metafísica. Un hablar que pretende recoger el rumor del devenir. Para Nietzsche, la
Metafísica es la esencia de lo que se ha llamado Filosofía, es lo que distingue a todo el
proyecto de pensamiento que define nuestra cultura. En tal medida, la reflexión
fundamental de Nietzsche es una reflexión crítica sobre la totalidad del pensamiento
occidental.
Texto:
Lo que voy a relatar es la historia de los dos siglos que se
aproximan. Y describe lo que viene, lo que no tiene más remedio que
venir: “la irrupción del nihilismo”1

Zarathustra no indagó, en cambio, dijo, profetizó o juzgó, acerca de la "verdad


verdadera” por el camino de la alegoría. Veremos cómo los símbolos que aparecen en el
texto componen el bestiario de Zarathustra. Se ha de valer las características de los
animales elegidos de manera precisa. Nietzsche redescubre la centralidad de la vida
animal para la auto-comprensión del ser humano.

¿Quién es Zarathustra?

Es un profeta persa, fundador del Zoroastrismo, primera religión monoteísta conocida.


Lejano en el espacio y en el tiempo. Conocido por transcripciones griegas Zarathustra es
el que anunciará la muerte de Dios y la llegada del superhombre Übermensch
Zarathustra es el que anunciará la muerte de Dios y la llegada del super-hombre
Übermensch. Profeta persa, fundador del zoroastrismo, primera religión monoteísta
conocida. Zarathustra no tiene condición de europeo, lo que le da autoridad en el relato.
“Aunque parezca cercano a la religión, el mensaje de Zarathustra pretende representar
el final de toda religión y la negación más radical de toda clase de metafísica o teología.
1
NIETZSCHE, La voluntad de poder, F. trad. Aníbal Froufe. Prólogo Dolores Castrillo Mirat, Madrid,
2009
1
“No se debe confundir la doctrina de Zaratustra con una nueva religión, pues esa
religión implicaría necesariamente algún tipo de metafísica o teología, y eso es
incompatible con el pensamiento de Nietzsche”2.
Quizás el tono, en el que procede Nietzsche no se haya podido alejar demasiado de las
profundidades metafísicas que indiscutiblemente han estado y alimentado su crítica
trans-valorativa.

Trataremos, ahora, de interpretar en sentido amplio los signos con los que nos habla
Nietzsche.

Primera trasformación del espíritu está simbolizada en el camello

¿Qué características tiene y qué representa el camello en el marco cultural en el que se


encuentra?
Soporta muchas cargas con reverencia; es vigoroso y sufrido; añora ser cargado con
pesos formidables.
El camello de Zarathustra -cuyo devenir avanza en las transformaciones del espíritu, se
arrodilla a la espera de cargas portentosas. El camello se arrodilla para humillar la
soberbia -es humildad-, finge de loco para burlarse de la sabiduría, se separa cuando
todos celebran la victoria.
"A semejanza del camello", son pesadísimas las cargas que el espíritu sufrido toma
sobre sí.
El escrito de Nietzsche, en el Zarathustra en particular, adopta un símil tono parabólico,
a la manera del texto bíblico.
El camello es símbolo de sobriedad y obediencia, y su habilidad para soportar pesadas
cargas sin quejarse y recorrer largas distancias sin beber agua, le han valido la total
aprobación de la apología cristiana. Fácil es deducir entonces que el primer devenir del
espíritu en Zarathustra sea el camello, en una clara alusión crítica al espíritu del
cristianismo.

La segunda transformación está simbolizada en el león

El símbolo del león está fuertemente asociado al poder solar y divino, es autoridad de la
realeza, emblema de fuerza, sabiduría, justicia y protección. En un sentido negativo, se
considera también como un heraldo de crueldad, ferocidad devoradora, muerte, e
imagen de lo grande y lo temible en la naturaleza que parece encarnar al sol mismo.
Amante de la sombra y cazador nocturno por excelencia, las asociaciones con el sol
provienen más del esplendor iconográfico de la piel dorada, lo radiante de su melena y
de su maravillosa presencia física.
Zarathustra conmina al pueblo para que se diga a sí mismo algunas cosas inauditas, y en
este caso se digan ciertas palabras que involucran una gran crítica a la razón.
La primera opción, o primer camino, puede traducirse en la siguiente hipótesis: si la
razón ansiara el saber, entonces lo haría de la misma forma en que el león ansia su
2
Sánchez Meca y Jesús Conill, "Introducción al volumen III". en Nietzsche, Fragmentos
Póstumos III (1882-1885), edición dirigida por Diego Sánchez Meca, traducción,
introducción y notas de Diego Sánchez Meca y Jesús Conill, Madrid, Tecnos, 2010.

2
alimento, es decir, instintivamente, con avidez instintiva, hecho que la obligaría a
hacerse nocturna, acechante, alevosa, paciente y feroz. Sería entonces la razón negando
en sí misma los caracteres distintivos de la racionalidad, y afirmando la paradójica
posibilidad de una razón instintiva. En la segunda opción, o segundo camino, la razón es
ya directamente pobre y sucia, voluptuosa y miserable.
La crítica se hace entonces desde dos frentes simultáneos: la razón no busca el saber a
partir del reconocimiento de su necesidad vital, y cuando lo hace, lo hace pobre y
suciamente, pues busca solo satisfacer los deseos más vulgares. Así, al decirse "no me
importa más mi razón", quien acepte la invitación de Zarathustra estará diciendo un
"no" simultáneo a la superficialidad y a la miseria de los conceptos. El león es aquí, en
consecuencia, una metáfora del instinto de saber.
En aras de la interpretación, lo primero que hay que advertir es que el león surge como
consecuencia de una transformación. Con esta transformación Nietzsche realiza una
crítica a la metafísica.
Es como si el espíritu-camello señalara el camino de dos albures antagónicos: el del
león o el del dragón. Pero, ¿quién es el dragón del texto?

¿Cuál es ese gran dragón a quien el espíritu no quiere seguir llamando señor o Dios?
Ese dragón no es otro que el "tú debes".

Se trata, ciertamente, de un dragón que afirma el estatuto ontológico y metafísico de los


valores en sí, pues, "todos los valores han sido ya creados. Yo soy todos los valores. Por
ello, no debe haber un “yo quiero”. Así habló aquel dragón".
El contenido polémico y crítico de esta última oración no encuentra demasiada
explicación que concuerde con la enunciación propuesta. Sin embargo, en esa alegoría
que permite una asociación a una figura milenaria presenta en el lugar central el dragón
de los “tú debes” en la función polémica del león que promueve el “yo quiero” y funda
la crítica a la metafísica, por qué no, un desierto propio, el desierto de las reglas
universales.

Si la ética kantiana es "la más alta construcción de la razón", simbolizada aquí por el
dragón, entonces la figura del camello, como animal que carga sobre sí la pesadísima
carga de la conciencia, denuncia el origen cristiano de la moral de Kant.
El devenir dragón era algo que había representado a la cosa más santa. El espíritu amó,
en su tiempo, al “tú debes”.

….”los valores supremos han perdido su crédito…3

El león representa la crítica y la oposición a la razón, sumándole ahora la denuncia de la


base cristiana que esta posee. El león es la oposición ante este albur:

Texto:
“Crear valores nuevos, tampoco el león es aún capaz de
hacerlo: más crearse libertad para un nuevo crear. eso sí es
capaz de hacerlo el poder del león”.
Pero sí lo está el propiciarse libertad para creaciones nuevas.
Para crearse libertad, y oponer un sagrado no al deber, para
3
NIETZSCHE, La voluntad de poder, F. trad. Aníbal Froufe. Prólogo Dolores Castrillo Mirat, Madrid,
2009
3
eso hace falta el león”

La libertad es el privilegio de las naturalezas fuertes y nobles. Lo que la hace fuerte es el


autodominio y la disciplina entre otras características. Una exigencia profunda y auto-
elevada. Por lo tanto, la libertad es aquello que hay que ganarse enfrentando los desafíos
y retos de la vida. Fortaleciendo la voluntad para dificultades cada vez mayores. Eso es
lo que hacen las naturalezas fuertes. “Llegar a ser, lo que se es”.

La tercera transformación está simbolizada en el niño

Si el león "hace falta", entonces es la condición para el advenimiento del niño. Es el que
realiza el juego divino del crear a partir de un santo decir “sí”, y este discurso y la figura
del león en particular encienden un faro que ilumina la evolución de la obra y del
pensamiento de Nietzsche.

Esta concepción es esencial para comprender la ontología de Nietzsche. A partir de ella


su trabajo constituirá un esfuerzo por atenuar nuestra fundamental carencia de palabras
para designar lo realmente existente.

Nietzsche, finalmente, denuncia la profunda cristiandad de la noción de “yo”, pues esta


aparece como condición y fundamento del pensar, y en última instancia como sustancia
poseedora de los pensamientos (res cogitans). Y es en la medida en que Kant promueve
esta idea, al colocar la unidad del “yo” como unidad sintética suprema, que prepara sin
embargo la propia destrucción del “yo”. Es dudoso por tanto que el sujeto pueda
demostrarse a sí mismo, para eso tendría que tener un punto exterior firme, y éste es
precisamente el que falta.

El objeto de la crítica de Nietzsche a la moral no es destruirla para el libertinaje y la


amoralidad sino para buscar una moral no dogmática que constituya una
transvaloración. La moral es parte de la cultura. Una cuerda tendida entre el animal y el
superhombre -una cuerda sobre un abismo-». Lo que en él cabe es amar, una transición.
El niño es el que se adapta al juego progresivo de la vida. No opone la regla a su propia
vida. Zarathustra constituye un espejo simbólico. La vida, como en el niño, será fuerza,
como capacidad, virtud, de inventarse, cada uno él mismo.

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