El cerebro triuno

El cerebro es nuestro órgano más misterioso, de él parten todas las órdenes y las
regulaciones del organismo, de las más simples a las más complejas y sin excepción
de las funciones psicológicas. Se divide en dos hemisferios y es el núcleo de los
pensamientos superiores, como la memoria y la razón. También es la parte más grande
del encéfalo, controla el habla, el pensamiento, las emociones, la lectura, la redacción y
el aprendizaje.

Si bien es cierto que el cerebro recibe estímulos de forma constante, también lo es

que no nos damos cuenta de todos ellos, lo que significa que en gran medida ingresan
a nuestro cerebro de forma subliminal, y de tal forma también nos afectan.

Según Paul MacLean, el cerebro humano está conformado por tres “sistemas
neurales” llamado Cerebro Triuno, cada uno de los sistemas tienen su inteligencia y
funcionan independientemente. El primero de estos sistemas es el sistema reptílico, se
dice que es el más viejo de los cerebros, este se encuentra en la parte superior de la
médula espinal. Nos hace hacer las cosas instintivamente, es decir, alejarse de las
cosas que nos desagradan o acercarse a las cosas que nos agradan. Esta parte del
cerebro regula pulsiones o instintos animales, imprescindibles para la supervivencia de
la especie, tales como las respuestas de ataque o huída, las funciones metabólicas
básicas como comer, dormir, etc.

Otros de los sistemas es el Límbico, también se le llama cerebro mamífero, está

detrás de la cara envolviendo el cerebro reptil, está básicamente envuelto en las
experiencias y expresiones de la emoción. Además comprende centros importantes
como el tálamo, hipotálamo, el hipocampo y la amígdala cerebral. Estas estructuras se
encuentran en todos los mamíferos y son el asiento de la afectividad. Aquí se procesan
las distintas emociones: penas, angustias y alegrías intensas, también el temor o la
agresión. Por ejemplo, pacientes con la amígdala lesionada ya no son capaces de
reconocer la expresión de un rostro o si una persona está contenta o triste.
 Por último está la Neocorteza o Corteza Nuevo, es el más nuevo de los cerebros,
recubre y engloba los más primitivos sistemas R y límbico. La corteza es el asiento de
las funciones cognitivas superiores, comenzando por la capacidad del darse cuenta. La
mayor parte de nuestro pensar o planificar, del lenguaje, la imaginación, la creatividad
y la capacidad de abstracción provienen de esta región cerebral, que corona al sistema
nervioso. Se supone que los grandes logros de la civilización humana se han generado
en esta parte del cerebro. Está conectado al sistema límbico, y se divide en dos
hemisferios encargados de analizar, percibir, hablar, pensar. Sin embargo, no hay que
perder de vista que la corteza no está sola y que los “tres cerebros” interactúan entre
sí.