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En esta edición
Nuestra vida
12 años acercándonos a la Familia 4
Discernimiento a la luz de la oración 6
Mi vivencia durante el confinamiento 8
Salir del yo para unirse al hermano 9
Descubriendo lo mejor del confinamiento 10
Tiempos recios 11
Y llegó la luz: Paula, una bebé en tiempos de confinamiento 12
Durante todo este “tiempo” de confinamiento… 13
¿Qué hemos vivido y aprendido de esta pandemia? 15
Mi experiencia 16
Desde Oteiza. Experiencias del confinamiento 17
Adiós al alma de Cáritas 21
Agradecimiento desde Pinto 22
Acción de gracias de fin de curso en Getafe 24
25 años de compromiso en la Sagrada Familia 25
Clausura Bicentenario de la Fundación Sagrada Familia 25
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Nuestra Vida
Han pasado algo más de doce años, tiempo en el que este boletín se ha ido renovando,
pasando a llamarse Familia en Misión y siendo hoy una publicación de toda la Familia de
Pedro Bienvenido Noailles en España.
Desde entonces Pilar ha estado al frente de la redacción del boletín, donde con el resto de
enlaces de las distintas vocaciones ha ejercido su tarea con mucho esmero y dedicación y
lo que es más importante “siendo ejemplo de trabajo conjunto y de construcción de la
comunión en todo momento”; tal y como ella misma decía del anterior Equipo en ese nº 27
de 12 de junio de 2008, primer número del boletín que realizaba.
Fue un auténtico placer el tiempo que trabajamos juntas. Sentía continuamente que
andábamos en la misma sintonía, que nos complementábamos. Admiro su manera de
manejarse con el lenguaje, su capacidad de concreción de la noticia, sus habilidades
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informáticas para recoger las noticias en un documento impecable y por su puesto su gran
conocimiento de nuestra Familia.
El paso del tiempo ha invertido los servicios dentro de la Familia y en la actualidad, Pilar
forma parte del recién nombrado Comité Nacional de los Laicos españoles y una servidora
es miembro del Equipo Intervocacional de Información para la elaboración del boletín de la
Familia.
Hoy como entonces en un nº 27 pero de 1 de julio de 2020, primer boletín de este nuevo
Equipo, quiero repetirte algo que tú me has dicho a mí hace poco tiempo “cómo te voy a
echar de menos Pilar”. Muchas gracias por todo este tiempo al servicio de la información y
comunicación dentro de la Familia. Gracias por asumir este nuevo compromiso que deseo
te haga muy feliz y te ayude a ser fiel al carisma de nuestra bicentenaria Fundación.
Puri Cano-Caballero
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Cuando habla el corazón, sale lo auténtico, lo mejor de nosotros mismos. Es lo que han hecho los
distintos miembros de la Familia que han querido dar su testimonio y compartir sus vivencias de
estos tiempos de pandemia en los que estamos inmersos. Pidamos unidos que el “viento de Dios”,
su Espíritu Santo, que ha inspirado estos escritos, nos siga acompañando para caer en la cuenta y
aprender que no podemos volver atrás, que es necesario, edificar un “mundo diferente, más
humilde, solidario, sencillo, sobrio y ecológico, más tierno y entrañable, que cuide nuestra
casa común y se sienta conectado con toda la creación” (cita de Víctor Codina en su artículo
Caos o viento)
Todo comenzó el viernes 13 de marzo, cuando en el trabajo nos comunicaron que a partir
de ese momento sólo nos comunicaríamos con el público por vía telemática; nada de
encuentros personales y cada uno debería permanecer en su ubicación evitando el contacto
personal. Además, nos comunican que debemos estar pendientes del teléfono durante todo
el fin de semana. El domingo, nos informan que debemos adaptar nuestros ordenadores
personales para trabajar desde casa. Esto fue un gran desafío, y en un primer momento no
fue fácil, pero con paciencia y la ayuda telefónica de otros compañeros, pude instalar todos
los programas necesarios para trabajar desde casa. Comenzaba el teletrabajo. En principio
para un periodo de quince días que continúa hasta hoy.
Esos primeros días, los viví con inquietud: algunos compañeros habían contraído la
enfermedad y esto suponía estar alerta por los posibles contagios. En esos momentos mi
preocupación no era contraer la enfermedad, sino contagiarla a mi madre y a mi tía,
personas mayores con las que convivo.
Las comunicaciones personales eran a través del teléfono y de las videollamadas. Tocaba
vivir una nueva realidad, en la que las nuevas tecnologías, jugaban un papel importante:
pasaban de ser algo accesorio a convertirse en herramientas necesarias tanto para el
trabajo como para la comunicación. Esto me llevó a pensar en nuestras relaciones, como
miembros de la Sagrada Familia. Era el momento de aprovechar todo este aprendizaje y
comenzar a utilizarlo en nuestras reuniones, de dar un paso hacia adelante, para intentar
suprimir parte de los viajes que realizamos para reunirnos, empezando a usar estos medios
como Familia.
Un virus nos obligaba a todos a parar. Nuestra superioridad no era tal. En el libro del
Génesis 3,10 podemos leer: “Me entró miedo porque estaba desnudo” ésta era nuestra
realidad, estábamos desnudos ante un bichito. Me preguntaba ¿Qué nos quiere decir Dios?;
¿Qué espera de mí?
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El día 27 de marzo, el Papa imparte una bendición extraordinaria
desde la Plaza de San Pedro ante el Covid-19. Nos pidió que
confiásemos en Dios. El ambiente de la plaza era algo mágico,
vimos la Presencia de Cristo Sacramentado, en una noche
lluviosa e inhóspita, en la que compartimos nuestros temores al
“vernos en la misma barca, todo juntos y desorientados” (Papa
Francisco), pero El, con su presencia nos bendecía, llenando
nuestras vidas de esperanza. La esperanza y la certeza de saber
que no caminamos solos, que El está siempre con nosotros.
Por otra parte, este tiempo, me ha hecho caer en la cuenta de la cantidad de necesidades
que nos creamos y de constatar que para vivir se necesita muy poco. En estos días lo
necesario era el alimento y los servicios básicos como luz, agua, calefacción.
Cada día veía en las noticias cómo los gestos de generosidad hacia los más necesitados,
se multiplicaban; mi contribución no podía ser mucha, pero tengo la obligación de aportar
mi granito de arena.
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Mi vivencia durante el confinamiento
Ahora que ya han pasado más de 80 días desde que se inició el estado de alarma y a pesar
de haber pasado tantos sufrimientos yo creo que también hemos vivido, todos, muchas
experiencias positivas que quedarán grabadas en nuestro corazón para siempre.
También ha sido para mí este tiempo una oportunidad para” crecer hacia dentro”, para
reavivar mi relación con Cristo y mi confianza en El, para disfrutar de la oración, para
formarme a nivel espiritual, para valorar los sacramentos que en este tiempo no hemos
podido recibir y agradecer todo lo que han hecho nuestros párrocos por acercarnos al Señor
con los medios que han podido, y agradecer también el carisma de nuestro Fundador y a
tantas personas que Dios ha puesto en mi vida y que son parte de mi familia.
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Salir del yo para unirse al hermano
Para mí ha sido y está siendo un momento de gracia pues estoy disfrutando de la paz que
me proporciona el campo en una casa que dispone de huerta y jardín, el contacto con las
plantas es sanador y me ayuda a reflexionar sobre la grandeza de Dios en todo lo creado.
A nivel social he participado en un grupo donde se han elaborado batas y material sanitario
para repartir en centros.
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Es aquí donde uno mi ser al dolor y sufrimiento del hermano, vibrando con ellos en la tristeza
y en las alegrías sintiendo que soy parte de un todo y por tanto que Dios está ahí,
cuidándonos y animando a velar los unos de los otros. Es ese conocimiento personal
el que pasa a ser conciencia colectiva y, es entonces cuando vislumbramos el porqué
de la existencia y de la vida misma.
Salir del yo para unirme al otro y ser parte del todo, que no es otra cosa que sentir la
maravilla del universo del que formamos parte activa. La humanidad hermanada con la
indivisible creación de Dios.
El conocimiento personal que cada ser humano tenemos, sobre todo en de los momentos
críticos por los que estamos pasando, nos encumbra para ser parte de otra sabiduría más
amplia, cómo una gran Conciencia colectiva que nos eleva, haciéndonos participes
de la situación general de la humanidad, uniéndonos al pensar y sentir de todos los
seres del planeta. Sabiendo que tenemos obligación de cuidarnos los unos de los otros y
a su vez de todo lo que forma parte de nuestro planeta tierra.
Piensas ¡no somos nada, estamos en las manos de Dios!. En ocasiones creemos que
podemos con todo y vemos lo frágiles que somos. Hay personas sin recursos y otras con
situaciones familiares muy complicadas.
Eso está siendo muy largo y lo que aún nos puede quedar…
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Personalmente como cristiana, creo que este tiempo nos va a servir para madurar en la fe,
rezando más por todos.
¡Cómo se han descubierto los talentos de las personas, por ejemplo, los científicos! .
También la generosidad de las personas intentando colaborar en voluntariado, los jóvenes
que se están preocupando por los mayores y las personas solas…
Tiempos Recios
Nunca hubiéramos imaginado que íbamos a conocer y vivir esta situación de confinamiento
por el COVID – 19, algo nunca visto ni conocido. ¡Cuánto dolor y sufrimiento se ha llevado
esta pandemia, cuántas familias rotas por la pena silenciosa y resignada. Qué cambio en
nuestras vidas, ha trastocado proyectos e ilusiones!. Ha sido tan brutal que sin duda
tendremos que retomar nuestra vida normal confiados y esperanzados, pensando que todo
esto podrá tener un cambio personal en todos y cada uno de los ciudadanos por lo que
hemos vivido con tanta angustia.
Una de las muchas inquietudes ha sido por los niños. Si ya es duro vivir
encerrado tanto tiempo, han tenido que pasar por la difícil experiencia
de las clases online. Pobres niños y pobres padres, que quizás, sin tener
muchos de ellos, ni medios ni conocimientos, han tenido que luchar por
sacarlos a delante. Confiemos que en su crecimiento, saquen lo mejor
que hay en ellos, y con la ayuda de los padres, profesores y el ejemplo
de la sociedad renovada, en un futuro, todo quede en el olvido.
En medio de tanto desasosiego nos quedamos con lo bueno y positivo que no ha faltado.
Por eso, y por todo lo bueno y por todo lo bueno que aún está por llegar y celebrar, decimos
con el salmista: ¡El Señor ha estado grande con nosotros, aún en la debilidad y estamos
alegres!
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Y llegó la luz: Paula, una bebé en tiempos de
confinamiento
Como todas las personas, hemos sentido miedo; miedo de padres primerizos por si
estábamos atendiendo bien a Paula, miedo al ir al ambulatorio dónde desde el primer día
las medidas de seguridad alentaban más éste sentimiento. Miedo sobre todo al contagio de
nuestros seres más queridos, a no poder verles, abrazarles…
Hemos sentido un poco la soledad y tristeza sin visitas, sin abrazos, sin besos, sin palabras
bonitas que nos animaran en ésta nueva experiencia. Ha sido muy duro ver a nuestras
familias a través de video llamadas. Tanto abuelos, tíos, sobrinos…sólo vieron a Paula un
día en el hospital por lo que las emociones al vernos detrás de una pantalla eran muy
intensas. Hasta la ansiada fase dos no pudimos dar nuestro primer paseo, no pudieron
cogerla sus abuelos en brazos…es como si se hubieran perdido sus dos primeros meses
de vida.
Paula es una bebé a la que nuestros padres llaman “Bebé burbuja”, ya que ha estado más
de dos meses exclusivamente con nosotros. Está acostumbrada a estar en un clima
tranquilo por lo que se está adaptando a vivir en sociedad. Se agobia cuando hay mucha
gente, mucho ruido, cuando le cogen muchas personas…pero no hay nada como convivir
con el resto de la familia para conocer la realidad de la vida.
Pero no todo han sido sentimientos negativos. Siempre hay que ver la parte positiva de
todo.
Así que nosotros hemos vivido estos meses de confinamiento con mucha tranquilidad. La
recuperación del parto ha sido muy buena. Hemos estado los tres solitos en casa todo el
tiempo conociéndonos, adaptándonos a nuevos horarios, jugando con ella, riéndonos de
sus avances…pero sobretodo adaptándonos a nuestra nueva vida con paz y mucha
felicidad. Ya que entre la baja de paternidad y el teletrabajo, nos sentimos unos privilegiados
por haber podido disfrutar mucho de los primeros meses de vida de nuestra hija.
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Nos hemos sentido arropados aunque sea desde la distancia por todas las personas que
tenemos a nuestro alrededor.
Hemos aprendido a valorar las cosas sencillas como darnos los buenos días por whatsapp
toda la familia, enviar las fotos del día de Paula que esperaban con gran ilusión toda la
familia, dar un paseo, estar sanos… y ahora después de lo que hemos pasado todos los
momentos los vivimos de manera más especial como la primera vez que conoció a su
bisabuela, como la primera vez que vio el mar, el primer día en el chalet, la primera comida
con sus abuelos, tíos, primos… la primera vez que le han visto nuestros amigos, la primera
visita a la Virgen de los Desamparados… en resumen valorando mucho más todo lo que
tenemos y a todas las personas que tenemos a nuestro alrededor.
Creemos que Paula es una bendición que nos ha llegado en este momento para dar amor,
alegría, paz y esperanza en tiempos de miedo, incertidumbre y mucho dolor a nuestro
alrededor.
Un abrazo muy fuerte a todos.
Es un tiempo para resituarnos y recolocar como valor central al SER HUMANO, por encima
de la economía, las ideologías, la política. Hemos descubierto que la Vida y la Salud son
importantes para todos. Derecho fundamental que olvidamos fácilmente.
Es un tiempo de ser responsables con nosotras mismas para el BIEN COMÚN, no hay
excusas. Mi responsabilidad afecta a todo lo demás.
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Es un tiempo de cuidar los detalles, esa llamada a personas que están solas, a saludar y
reconocer a los vecinos cuando salimos a aplaudir a las 20h cada día, a familiares,
hermanas/os de lejos, a amigos…
Es tiempo para retomar lecturas, reflexiones, dedicar más tiempo a la oración. Somos
apostólicas desde la contemplación
Es tiempo de flexibilidad, nos hemos tenido que adaptar a las videollamadas con los grupos
de laicos de la Sagrada Familia para mantener los grupos vivos, con buenas reflexiones
conjuntas sobre el momento y el futuro. Toda una riqueza.
Ojalá que hayamos aprendido algo durante este tiempo… Yo he aprendido a cuidar mi
mirada y mi oído, a sentirme parte responsable de un Todo mayor, a valorar los pequeños
detalles y a confirmar que lo importante no son las cosas sino las personas y juntos lo
conseguiremos.
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¿Qué hemos vivido y aprendido de esta pandemia
que nos ha confinado en casa tantas semanas?
Viviendo en el medio rural, sin virus, en una buena casa y con las necesidades cubiertas
decimos que ha sido un tiempo regalo aunque nuestro corazón ha estado con quienes peor
lo están pasando que, muchas veces son situaciones que “no se ven”…
Hemos tenido mucho tiempo para silenciarnos, para conectar más pausadamente con la
interioridad, saborear esos espacios, caer en la cuenta de nuestra fragilidad, de lo que no
es esencial; el silenciamiento interior cambia la mirada sobre una misma, sobre las demás
y sobre la realidad de lo que acontece.
Entre nosotras nos está permitiendo intercambiar más, unas veces con los acontecimientos
y otras con los textos evangélicos y con escritos de hondura y clarividencia que nos ayudan
a comprender este acontecimiento mundial, porque las cosas no se van a arreglar con una
vacuna o con un control de la población.
La Escucha, que tanto hemos trabajado estos meses pasados, nos ha enseñado a
relacionar todas las formas de vida, somos interdependientes y ahora, este parón, favorece
esas pequeñas experiencias de lo que decimos en nuestros “papeles” de que somos una
unidad con Todo. Trabajar la huerta nos lo confirma y disfrutamos, y, al mismo tiempo,
escuchamos cómo en esta pandemia la Naturaleza está gritando que cambiemos nuestra
forma de vivir y de relacionarnos en la única Casa Común que habitamos.
Nuestra pequeña contribución al cambio es seguir apoyando a las familias que producen
alimentos en los pueblos, aunque esto suponga no comer durante meses lo que no es de
temporada y aunque sea más incómodo que comprar todo en una gran superficie porque
sabemos cómo el consumo fácil de cualquier producto depende, en gran medida, de la
precariedad y pobreza de otras personas, cercanas y lejanas, lo estamos constatando.
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Mi experiencia
En este tiempo en el que me he encontrado atrapada por el Covid 19, he pasado por varias
fases. Los primeros días, en los que te encuentras postrada con tos, fiebre, malestar, no
tenía ganas ni de rezar, ni hacer nada, solamente una actitud de aceptación y serenidad y
alguna invocación “Señor aquí estoy“
Pasada esta fase, la vivencia ha sido distinta: He tenido mucho tiempo para Orar,
reflexionar, darme cuenta que mi vida es de Dios. Se me han venido abajo muchas
pretensiones… el hacer… tener… poder… y un simple virus me ha podido.
Al estar tanto tiempo aislada, he vivido con mayor intensidad el silencio… la soledad… los
encuentros con el SEÑOR… más de Tú a tú,… comuniones espirituales… deseos más
profundos de Amar y Servir… Saboreando la lectura del Evangelio de cada día, viviendo la
solidaridad y unida a tantas personas sufrientes por la misma causa, personas fallecidas,
personal sanitario, voluntarios… todos entregados a cuidar a los demás. Me sentía una
privilegiada… a la vez daba gracias a Dios por ello.
Varias veces me ha venido a la mente, que la Naturaleza Grita y se defiende ante el maltrato
de los humanos y nos dice: que debemos vivir de otra manera, cuidándola, respetándola,
amándola… dando valor a lo que realmente lo tiene.
He vivido con preocupación el estado de varias Hermanas, no poder verlas y estar con
ellas… y máxime el sufrimiento de no poder ni decirles una palabra de aliento y cariño. Hay
que agarrarse a la Fe en este momento y decir “Hágase tu Voluntad”
El no poder ver a las demás, ni reunirnos, no tener lugar para comunicarnos… cada una en
su habitación con sus vivencias… sus miedos…incertidumbres…
Puedo asegurar que todo ello me ha ayudado a crecer en la vivencia del Espíritu de Familia
y agradezco de corazón, todas las muestras de cariño y cercanía, tanto por los miembros
del Consejo Provincial, como de muchas Comunidades y Hermanas .Gracias a todas
El personal que hemos tenido nos ha cuidado con mucho cariño y delicadeza. GRACIAS
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Desde Oteiza. Experiencias del confinamiento
¡Hola!, aquí estoy para comunicaros lo que nos habéis pedido: mi experiencia en este
tiempo de Coronavirus. Cuando empezó la noticia de que había un virus muy malo, lo viví
con mucha preocupación y a la vez con serenidad. Hemos estado dos meses sin tener
Eucaristía en casa y viviendo todo a puerta cerrada. Esa ausencia de la Eucaristía, ha sido
algo fuerte, nunca vivido, pero he valorado mucho el servicio que los medios de
comunicación nos han prestado con la Eucaristía diaria.
La Semana Santa, sin los Oficios del Triduo Pascual, vivida como Comunidad, ha sido muy
positivo el vivirlo juntas por TV. La verdad que a mí no me ha faltado nada; he sabido vivirlo
día a día, como se presentaba. Ha sido una experiencia única, que he podido vivirla desde
dentro. Ha marcado mucho mi vida.
A la vez he vivido una solidaridad con amor y entrega, empezando desde dentro, desde la
Comunidad y valorando y admirando, todo lo que se ha hecho y se está haciendo a todos
los niveles en nuestro país y en el mundo entero.
Hemos recibido muchas llamadas interesándose por nosotras, pues nos sentían
Comunidad de riesgo y se prestaban a ayudarnos, si necesitábamos cualquier cosa:
patatas, verdura, fruta… ¡os lo dejaremos en la puerta!...Gestos muy emocionantes, muy
apreciados por toda la Comunidad. Por ejemplo, unos amigos que vienen los domingos a
la Eucaristía, llaman al timbre y nos dicen: “abrid la puerta que os traemos una bolsa grande”
Era una bolsa muy grande llena de galletas y variedad de cosas y un sobre con un buen
donativo que decía: “Todo esto con amor”…
Mi experiencia personal ha sido y está siendo, la de vivir toda esta realidad, desde el silencio
y soledad, oración, que desde la fe, sé que llega al Universo entero.
Toda esta realidad nos ha despertado más fuertemente a tantas formas de pandemia que
existen en el mundo y que oramos por todo ello.
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Se une Mª Teresa para comentar:
Al principio era una noticia lejana, oramos por ellos como hermanos nuestros que son.
Después poco a poco empezó a correr la noticia de que había llegado a Europa, más en
concreto a Italia y por los medios de comunicación nos íbamos informando de la gravedad
del virus y lo rápido que se iba expandiendo por todo el mundo por contagio. Cuando llegó
a España y nos íbamos informando de la cantidad de personas afectadas y fallecidos, era
doloroso. Médicos amigos de la comunidad, tan queridos, contagiados en el servicio,
familiares cercanos de algunas. El dolor aumentaba por el aislamiento y no poder estar
cerca. La oración de súplica se me ha hecho más viva y real. En mi interior y en convivencia
en Comunidad, lo he vivido como algo que me sobrepasaba, me sentía en una soledad
habitada, escuchaba una voz interior: En un mundo que parecía podía controlar, dominar
todo; y de repente todos estamos asustados. Señor; ¿Qué nos dices a través de todo esto?
Estamos palpando nuestra vulnerabilidad como nunca… escuchaba en mi interior como un
susurro, tanto dolor vivido unidas a Cristo; el Padre nos está atrayendo hacia EL… El Hijo,
desfigurado no parecía Hombre… nos salvó en la Cruz de nuestra autosuficiencia, porque
somos suyos. Dios fecunda el mundo, sin que nosotros sepamos dónde y cómo, esto me
llena de esperanza.
Juana añade:
He vivido durante este tiempo, con mucho interés los acontecimientos, pero sin miedo,
preocupada pero sin angustia. Sufrí mucho por la suspensión de la Eucaristía, me costó
entender que no pudiera venir el Capellán para nada, pues la confinación nos llegó a todos;
no entendía, me resultó durísimo; a mis 100 años ¡vivir esto…! Todos confinados: niños,
jóvenes, adultos, ancianos… ¡las mascarillas…! Interesada por los medios de información,
me llamaba mucho la atención que las personas no respetaran las normas…, la
desobediencia al Gobierno, personas detenidas por ello… multas… Y he rezado mucho por
todo, por el mundo entero.
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También Mª José, trabajadora de la casa, ha querido unirse y contarnos sus vivencias de
este tiempo dentro y fuera de Oteiza.
He tenido mucho miedo por la gente mayor, angustia de todas las medidas que teníamos
que tener para no contagiarme ni contagiar. Yo tenía la responsabilidad de trabajar con
gente mayor, de riesgo, trabajo de los llamados esenciales, por eso no he dejado ni un día
de trabajar. No he sentido el agobio de estar encerrada, pues al tener que salir para ir al
Monasterio, era como un respiro. He vivido la angustia de que mis hijos adolescentes
estaban encerrados, así como mi marido. Esto nos ha unido mucho como familia: hacíamos
actividades juntos, pizzas, diversos juegos y salíamos a las 8 a aplaudir a los sanitarios.
Mi experiencia me viene de una conversación con una persona amiga que me decía que
se decía que esto era castigo de Dios. Yo le decía que Dios no castiga, pero sí habla a
través de los acontecimientos, y le remitía a lo que a lo largo de la historia de la salvación
ha ido ocurriendo y le contaba el relato de Jonás. Mi agradable sorpresa fue, cuando el
Papa Francisco, en una homilía posterior se sirvió de dicho texto. Y ahí encontré como que
daba palabra a mi experiencia, que os comparto.
En la primera Lectura hemos oído la historia de Jonás, en un estilo de la época. Cómo había
“alguna pandemia”, no sabemos, en la ciudad de Nínive, una “pandemia moral” quizá, la
ciudad iba a ser destruida. Y Dios manda a Jonás a predicar: oración y penitencia, oración
y ayuno. Ante aquella pandemia, Jonás se asustó y escapó. Luego el Señor por segunda
vez lo llamó y él aceptó ir a predicar. Y hoy todos, hermanos y hermanas de toda tradición
religiosa, rezamos: jornada de oración y de ayuno, de penitencia, convocada por el Alto
Comité para la Hermandad Humana. Cada uno reza, las comunidades rezan, las
confesiones religiosas rezan, rezan a Dios: todos hermanos, unidos en la fraternidad que
nos reúne en este momento de dolor y de tragedia.
No nos esperábamos esta pandemia, ha venido sin que la esperásemos, pero ahora está.
Y tanta gente muere. Tanta gente muere sola y tanta gente muere sin poder hacer nada.
Muchas veces puede venir el pensamiento: “A mí no me afecta; gracias a Dios me he
salvado”.¡Pero piensa en los demás! Piensa en la tragedia y también en las consecuencias
económicas, las consecuencias en la educación, las consecuencias... en lo que vendrá
después. Y por eso hoy, todos, hermanos y hermanas, de cualquier confesión religiosa,
rezamos a Dios. Quizá haya alguno que diga: “Esto es relativismo religioso y no se puede
hacer”.Pero, ¿cómo no se va a poder rezar al Padre de todos? Cada uno reza como sabe,
como puede, como ha recibido de su cultura. No estamos rezando uno contra otro, esta
tradición religiosa contra esa, ¡no! Estamos unidos todos como seres humanos, como
hermanos, rezando a Dios, según la propia cultura, según la propia tradición, según las
propias creencias, pero hermanos y rezando a Dios, ¡esto es lo importante! Hermanos,
haciendo ayuno, pidiendo perdón a Dios por nuestros pecados, para que el Señor tenga
misericordia de nosotros, para que el Señor nos perdone, para que el Señor detenga esta
pandemia. Hoy es un día de hermandad, mirando al único Padre, hermanos y paternidad.
Día de oración.
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En noviembre del año pasado, no sabíamos lo qué era una pandemia: ha venido como un
diluvio, ha llegado de golpe. Ahora nos estamos despertando un poco. Pero hay tantas otras
pandemias que hacen morir a la gente y no nos damos cuenta, miramos a otra parte. Somos
un poco inconscientes ante las tragedias que en este momento suceden en el mundo. Solo
quería daros una estadística oficial de los primeros cuatro meses de este año, que no habla
de la pandemia del coronavirus, habla de otra. En los primeros cuatro meses de este año
han muerto 3 millones 700 mil personas de hambre. Es la
pandemia del hambre. En cuatro meses, casi 4 millones
de personas. Esta oración de hoy para pedir que el Señor
frene esta pandemia, nos debe hacer pensar en las otras
pandemias del mundo. ¡Hay tantas! La pandemia de las
guerras, del hambre y tantas otras. Pero lo importante es
que, hoy –juntos y gracias al valor que ha tenido este Alto
Comité para la Hermandad Humana– juntos hemos sido
invitados a rezar cada uno según su propia tradición y a
hacer una jornada de penitencia, de ayuno y también de
caridad, de ayuda a los demás. Esto es lo importante. En
el libro de Jonás hemos oído que el Señor, cuando vio
cómo había reaccionado el pueblo –que se había
convertido–, el Señor se detuvo, frenó lo que quería
hacer.
Que Dios detenga esta tragedia, que pare esta pandemia. Que Dios tenga piedad de
nosotros y que detenga también las otras pandemias tan malas: la del hambre, la de la
guerra, la de los niños sin educación… Y esto lo pedimos como hermanos, todos juntos.
Que Dios nos bendiga a todos y tenga piedad de nosotros.
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Adiós al alma de caritas
Cáritas diocesana quiere rendir homenaje a Margarita
Vargas, religiosa de la Sagrada Familia de Burdeos,
recientemente fallecida y que durante muchos años
trabajó para Cáritas Madrid, en la Vicaría XI, situada en
los bajos de la parroquia de San Eugenio, en Getafe. Al
dividirse la Archidiócesis, se mantuvo en la Diócesis de
Getafe, en el mismo puesto como administrativa de
Cáritas hasta su jubilación. Continuó como voluntaria
apoyando en la preparación de envíos de campañas, en
la actualización de fichas y dando apoyo en la atención
telefónica, para, después, cuando la salud ya la limitaba,
ser esa visita sorpresa que alegraba la mañana o la tarde
al equipo, con pastas o fruta para compartir.
Por todos los fallecidos durante este tiempo de pandemia. Por los miembros de
nuestra familia que se fueron y que ya gozan de la presencia plena del padre
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Agradecimiento desde Pinto
Gracias Don Carlos y Don Pablo, por su interés y apoyo desde el afecto y la oración.
Gracias a Corolina y a todo el personal. Hemos vivido detalles muy bonitos por vuestra
parte. Nos hemos sentido muy cuidadas.
Quisiera que al expresar la gratitud por parte de la Comunidad fuera extensible al Equipo
Provincial y comunidades que en todo momento nos han acompañado con su cercanía. De
alguna manera quiso aliviar al equipo de enfermería y pidió a Begoña Olea que viajó desde
San Sebastián y a Mª Luisa Narvarte que lo hizo desde Barcelona; también para ellas
nuestro reconocimiento, que desde su llegada se implicaron dando lo mejor de sí mismas.
Al ver vuestro comportamiento más de una vez he pensado en el paso de Jesús el Señor,
en su andadura por tierras de Jerusalén, Galilea y otras ciudades:
22
Junto al paralítico, se acerca con gran bondad y le dice: ¡Levántate!
A los niños que pueden resultar molestos ¡Dejad que se acerquen a mí!
23
Pero ante el temor de olvidarme de algunos otros gestos no
menos significativos, no quiero seguir enumerando, pero si,
deseo que todas os deis por aludidas.
Comunidad de Pinto
24
25 años de compromiso en la Sagrada Familia
¡Felicidades Chonita!
25
espiritualidad, a la luz de la visión Salvador en Alcalá la Real. Una
emergente del mundo. celebración que la comunidad de
El pasado 6 de junio nos uníamos en hermanas apostólicas, los dos grupos de
Oración de alabanza, la Familia de Pedro laicos y el sacerdote preparamos con
Bienvenido Noailles repartida por los esmero, con mucho cariño, y que al igual
cuatro continentes, en agradecimiento por que la oración del día anterior fue seguida
estos 200 años de nuestra Fundación. por el canal de youtube.
Desde Roma y a tr avés del canal de
youtube, seguimos esa preciosa oración Desde este medio queremos dar las
cargada de gestos y símbolos. El empleo gracias una vez más, a nuestro cura Javier
de tres idiomas (francés, inglés y español), por su disponibilidad para con los
dejaba patente la extensión del sueño de miembros de la Sagrada Familia, por su
nuestro Fundador por 27 países. profunda y cercana homilía, transmitida
desde el corazón.
26
Hemos Participado en…
Sus ponentes fueron Miguel Ramón Viguri Axpe, sacerdote de la diócesis de Bilbao, doctor
en Teología Sistemática y especialista en Diálogo Fe-Ciencia acompañado de nuestra
hermana Nely Vásquez, doctora en Teología Bíblica.
27
Enraizado en el tema central de la Laudato Si, la Ecología, desde sus dimensiones
ambiental, social, mental e integral; no faltaron en dicho retiro momentos de oración
comunitaria (preciosas oraciones de inicio y final de nuestro Papa Francisco a nuestra
madre tierra y por la creación que podemos encontrar dentro de la Laudato); emisión de
videos cortos de Leonardo Boff que nos hicieron reflexionar en torno a las 4 ecologías,
espacios de oración personal acompañados de música e imágenes relajantes y también
tiempos de rico compartir, de poner en común aquello que había tocado o preocupaba en
torno al tema del encuentro: La Encíclica del Papa y su relación con las situaciones que
estamos viviendo por esta pandemia, especialmente el sufrimiento y muerte en soledad que
ha provocado el Covid-19. y que nos recuerdan que hay muchos sufrientes más, muchos
crucificados, que necesitamos comprometernos en el cuidado unos de los otros a la luz de
la corriente de espiritualidad del cuidado de la “Casa Común”, que es la Tierra.
28
La Realidad nos Cuestiona
MariLuz desde Alcalá y Pilar desde Málaga, nos acercan a la realidad del refugiado e inmigrante a
través de las acciones de los Círculos del Silencio. Ambas, conocedoras de la problemática de estos
colectivos, llevan años trabajando, la primera desde la Asociación de ayuda al Pueblo Saharaui y la
segunda desde Cáritas; para apelar a la conciencia, “de quienes hacen las leyes, de quienes las
aplican y de aquellos en cuyo nombre son hechas”. Coinciden ambas en resaltar la participación de
las hermanas apostólicas de las comunidades de sendas ciudades en esta iniciativa. Sirva este
artículo para interpelarnos sobre la gravedad de las situaciones que viven estos hermanos nuestros
y para llamarnos a hacer realidad el título de este boletín: Familia en Misión
29
Son reuniones en plazas, o zonas públicas Son una respuesta más que surge desde
en las que una acción no violenta la raíz de la sociedad, que es cada
proclama la solidaridad con las personas persona, que desea unirse a otras.
migrantes, y es el reconocimiento de los Personas que vienen o participan en otras
derechos de todas las personas. Es la diversas pastorales, ONGs e iniciativas a
defensa del camino de la no violencia favor de la acogida a los inmigrantes.
como camino a seguir y descubrir.
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diferentes credos e ideologías. La base hora… pero justamente durante esta
sobre la que se sustenta es el pandemia, han podido acompañarme
reconocimiento de la dignidad de las ellos también, ya que hemos tenido que
personas migrantes y refugiadas y la cambiar “el formato” y de esta forma se
defensa de sus derechos fundamentales, han podido sumar al gesto.
independientemente de su situación legal. Efectivamente, si el Covid-19 nos obligaba
Los cristianos fundamentamos este a confinarnos, no iba a poder “callarnos”,
reconocimiento en el hecho de que todos valga la paradoja. No podríamos
hemos sido creados a imagen de Dios, lo manifestarnos públicamente en la plaza,
tenemos a Él como padre y formamos pero nos hemos valido de las nuevas
parte de una única familia humana» tecnologías para estar conectados y,
curiosamente, para llegar a más gente. El
primer mes fue a través de la publicación
del manifiesto y de varias fotos y mensajes
en las redes sociales con
#circulodelsilencioencasa, pero al mes
siguiente ya nos liamos.. y.. ¿quién me iba
a decir a mí que iba a aprender a gestionar
un canal de Youtube, a editar vídeos y a
retransmitir en directo? Hemos triplicado
la difusión con estos medios, hemos
compartido recursos con Círculos de otras
ciudades y, casi con toda seguridad, se ha
dado a conocer el gesto a más gente… Me
alegra muchísimo haber aportado mi
Tuve conocimiento del Círculo a través de granito de arena. Ojalá cada vez seamos
Cáritas, ya que soy voluntaria en el equipo más, que estos gestos no violentos en
jurídico desde hace varios años. reclamo de solidaridad y justicia sean
Recuerdo la primera vez que fui.. allí me cada vez más representativos. No sólo por
encontré con Isabel Montiel y con varias el deber de dar voz a los que no la tienen,
apostólicas de la comunidad de las Flores sino porque también para nosotros es un
¿Cómo no iban a estar allí? Al principio signo de comunión. Me hace una ilusión
solo asistía cuando podía escaparme, enorme haber descubierto que comparto
pero poco a poco me fui enganchando y esta inquietud con tantos miembros de la
ya es raro que falte alguna vez. Desde que familia, ¡si es que no podía ser de otra
colaboro en la mesa de movilidad forma! Y debemos seguir adelante,
humana, participio de forma más activa fortaleciendo esta red, siendo conscientes
también. Es curioso cómo la gente se y generando conciencia. Los Círculos del
acerca y presta la atención que no has Silencio son una de tantas acciones que
buscado acaparar. Ven los carteles, las se vienen realizando a favor de los
pancartas, los folletos que se reparten.. y migrantes, y cada vez se unen más
muchos se unen al silencio y se quedan a ciudades y localidades, puedes buscar y
escuchar el testimonio. unirte al Círculo de tu ciudad en esta
página:
A mis niños les resultaba raro que yo
pudiera quedarme callada durante media https://circulosdesilencio.wordpress.com/
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La Luz que nos Ilumina
Los comentarios en azul no forman parte del texto original del autor. Los hemos incluido porque
nos parece que aportan reflexiones interesantes con preguntas que nos interpelan y enriquecen.
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fortaleciendo los sectores básicos – en una forma u otra, los políticos son un
alimentación, educación, sanidad, renta reflejo de la sociedad en la que aparecen,
mínima…–, en el sistema socioeconómico el retrato no deja lugar a dudas.
–para superar el neoliberalismo
depredador en aras de una economía El narcisismo funciona como un
centrada en la persona–, en el terreno mecanismo de defensa que busca
ecológico –situando la lucha contra el protegernos de nuestra propia inseguridad
cambio climático en el centro de cualquier y que, en su vertiente neurótica, hace que
programa de recuperación–, en el estilo de la persona y los colectivos vivan girando
vida –pasando del derroche a la constantemente en torno a sus
austeridad, del individualismo a la necesidades, sus miedos y sus intereses.
cooperación, del estrés a la serenidad–…
En este sentido, el narcisismo es el
Se hace necesaria una atención reverso de la consciencia de unidad. Una
privilegiada a las personas y colectivos personalidad narcisista es incapaz de
más vulnerables y a quienes se van a ver sentir empatía y compasión: ¿cómo
más afectados por los efectos de esta habría de vivir solidaridad? Las
situación. sociedades narcisistas buscan protegerse
y asegurar su propio bienestar por encima
La crisis está mostrando que solo de cualquier otro objetivo y a costa, si es
saldremos adelante en la medida en que necesario, del sufrimiento de otros.
seamos capaces de trabajar unidos. Es
cierto que, como nos ocurre cuando Con lo cual, el cambio global al que nos
somos víctimas del miedo, la amenaza invita esta crisis solo será posible si nace
puede activar un comportamiento de una nueva consciencia colectiva, de la
narcisista del “sálvese quien pueda”. Pero comprensión de la unidad que somos.
esas actitudes tienen un recorrido muy
corto. En lenguaje espiritual, eso significa
reconocer que cada cual nos estamos
Ahora bien, todos estos cambios solo experimentando en una persona única e
serán posibles en la medida en que irrepetible, pero que nuestra identidad es
crezcamos en una consciencia de unidad. solo una y la misma. Así como todas las
Lo cual requiere, a su vez, ir superando el gotas son solo formas que el agua adopta,
narcisismo, individual y colectivo, para nosotros somos igualmente formas en las
que emerja una actitud solidaria. que la consciencia –vida o presencia
consciente– se despliega. Por eso puede
Tal consciencia de unidad se pone de afirmarse con razón que no somos
relieve en las crisis, plasmándose en iguales, pero somos lo mismo. Nos falta
muestras de solidaridad, servicio, integrarlo experiencialmente y vivir en
entrega… Necesitamos hacerla más coherencia con ello.
explícita para que provoque un cambio
duradero en nosotros, que oriente Si me reduzco a la “gota”, es probable que
nuestras actitudes y comportamiento vea a todas las demás como rivales y eso
hacia una solidaridad efectiva. me lleve a protegerme, aislarme o
imponerme sobre ellas. Si, por el
Del narcisismo a la solidaridad contrario, me reconozco como “agua”,
sentiré que lo que le sucede a cada gota
Los expertos señalan que vivimos en una me está sucediendo a mí mismo.
cultura marcadamente narcisista. Lo cual
parece confirmarse cuando dirigimos la La creencia de que somos un yo separado
mirada hacia gran parte de los líderes nos encierra y mantiene en el miedo. La
políticos en la mayor parte del mundo. Si, comprensión de que compartimos la
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misma identidad –el paso de la profunda con lo que realmente somos.
consciencia de separatividad a la Esa es la consciencia de unidad, de donde
consciencia de unidad– nos expande, brota empatía, compasión, solidaridad,
modifica radicalmente nuestra mirada y da comunión…, la única “tierra” de donde
un giro de ciento ochenta grados a nuestro habrán de brotar una sociedad y una
modo de tratarnos y de actuar en el humanidad nuevas.
mundo.
“Hoy toda la humanidad está invitada a
¿Qué somos? –se preguntaba el sabio tomar conciencia de la interconexión e
Raimon Panikkar–: ¿la gota de agua o el interdependencia de todo cuanto existe, a
agua de la gota? La respuesta adecuada celebrar la unicidad, la diversidad y la
solo puede ser una: las dos cosas. comunión. Esta invitación nos urge a un
Aunque de una forma asimétrica, si se me cambio de mentalidad que nos lleva a
permite la imagen. La “gota” es nuestra comprender y situarnos en un modo nuevo
personalidad; el “agua”, nuestra de vivir nuestra relación con Dios, con la
identidad. Dicho con otra metáfora: humanidad, con la tierra y con toda la
somos agua con un contorno delimitado. creación. Por lo tanto, todo ello suscita en
La identidad es el agua (H2O) pero, siendo nosotras una manera nueva, de actuar
agua, nos estamos experimentando en el para dar respuesta, a la misión de Cristo
“contorno” concreto de nuestra persona. en el mundo”
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La Sagrada Familia en…
VALENCIA
Con este artículo nos acercamos a las puertas siempre abiertas de la Sagrada Familia de
Burdeos en Valencia, saboreamos su historia y recordamos a través de las respuestas de
varios asociados lo que ha supuesto y supone la misión de la Asociación en esta provincia.
La muestra de esa continuidad se puede ver en la actual labor de las apostólicas en nuestra
querida Casa de Terramelar y en los testimonios compartidos por algunos de sus Asociados
Laicos:
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¿Cómo fue tu primer contacto con la sagrada familia en Valencia?
Decidí estudiar magisterio por vocación a la docencia. Las prácticas de 2º curso las hice en el colegio
de Valencia. Yo venía de haber estudiado en un colegio religioso pero lo que encontré en la Sda Familia,
desde el primer día, nunca lo había vivido en otro lugar. Las religiosas y el profesorado, de gran calidad
humana y cristiana, me hicieron una gran acogida y acompañamiento. Hay dos personas a las que les
debo mucho: Mª Pilar Echezarreta, por confiar en mí para ejercer la profesión de maestro en infantil y
Amparo Vilar, por echar la red y ganarme como laico en la Sda Familia. Siempre he vivenciado en todas
las religiosas a Solo Dios y el espíritu fraterno, todo lo hacían por su cole y por nosotros.
Mi tía abuela Amparo Carrau Leonarte fue Mi primer contacto fue con 4 años cuando empecé
religiosa de la Sagrada Familia de Burdeos. a formar parte de esta gran familia como alumna
Desde pequeña venía a pasar los veranos con del colegio Nuestra Señora de Loreto de Valencia.
nosotros. Cuando venía a Valencia se quedaba Nada más entrar por la puerta, cogida de la mano
en nuestra casa a dormir. Los últimos años los de mis padres, nos recibía una religiosa que dejaría
pasó en Valencia, en la comunidad del Colegio una huella imborrable en todos los que la
Nuestra Señora de Loreto y más tarde en conocimos. En el colegio crecí, tomé la comunión
Terramelar. Íbamos a visitarle a la comunidad. y me confirmé rodeada de las religiosas. Cada una
Mi madre y mis tías estudiaron en el colegio, por de ellas, ocupando su lugar, dejó un rastro, un
lo que siempre he tenido lazos familiares que me aprendizaje, el sentido de seguir con una misión.
unían a la Sagrada Familia. En la etapa de la universidad continué vinculada al
Y... ¡cosas de la vida! yo acabé trabajando en el colegio como monitora de los grupos SAFA y ahora
colegio de maestra de Educación Infantil. tengo la oportunidad de realizar mi vocación de
Gracias a Amparo Vilar, que me impulsó a maestra en este mismo colegio. En todas las
participar en el grupo de laicos sigo formando etapas de mi vida he estado vinculada a la Sagrada
parte de esta familia. Familia.
María Guillem. (Asociada Laica comprometida) Elena Castellanos (Asociada Laica en formación)
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Comunidad de Terramelar junto a unos jóvenes invitados :) (2018)
Siento que mi vida ha estado ligada a la Sagrada Es muy complicado explicarlo con palabras ya
Familia siempre. Nuestros padres eligieron este que mi vida ha girado siempre en torno a la
colegio y desde pequeñas fuimos las tres hermanas. Sagrada Familia. Me formé con ella. Con ella
Mi madre había ido, mi abuelo… en cierta medida he vivido mi Comunión, Confirmación, mi
siempre hemos estado unidas a esta gran familia. boda, la Comunión de mi hijo y he “sentido”
Después de la formación y del compromiso, se han que en los grandes momentos de mi vida y
hecho más evidentes esos lazos y se han convertido cuando más lo he necesitado, siempre ha
en un verdadero compromiso de vida. estado ahí. Las religiosas para mí, han sido
En mi caso, las religiosas , con las que he tenido el “un regalo”; sus vivencias, su ejemplo, sus
privilegio de compartir muchas etapas de mi vida han palabras,....personalmente, laboralmente y en
sido un verdadera inspiración , con su ejemplo de amor todos los niveles de mi formación como
y entrega en todo este camino. persona han sido imprescindibles.
Desde un primer momento, me sentí atraída por el carisma de esta Asociación, es algo que se respira cuando
entras en el colegio. Llegué de Bilbao con 11 años y las religiosas del colegio, con su acogida, su presencia, su
forma de impartir clase, de educarnos, supieron transmitirme su amor por la Sagrada Familia de Nazaret y, poco
a poco, a través de los grupos SAFA me sentí parte de esta familia.
Mis mejores recuerdos del colegio están ligados a los campamentos de verano, a las celebraciones en la Capilla
(qué risas y cómo vivíamos desde el coro todas las Eucaristías) y a las convivencias que fueron calando en mí
ese espíritu de familia. Fueron, sin darme cuenta, mis primeros pasos en esta gran familia.
Amparo Vilar, Mª Pilar y Mª Victoria fueron pilares fundamentales para mí y piezas clave en mi formación
religiosa, junto al ejemplo de mis padres que fueron el apoyo que necesitaba para empezar mi formación dentro
de la Asociación de la Sagrada Familia.
Recuerdo con mucho cariño la reunión que prepararon las religiosas en la biblioteca del colegio, para darnos a
conocer la Asociación y como, el grupo de jóvenes de Madrid, también en formación, compartió con nosotros su
experiencia como grupo. En ese momento, sentí que ese era mi lugar, que quería pertenecer a la Sagrada
Familia, empaparme de su carisma y amar a solo Dios acompañada de las religiosas que sentía como mi
segunda familia y a otros laicos como yo que tenía mis mismas inquietudes con los que compartía un mismo
sueño, el sueño de Pedro Bienvenido.
Arantza Lázaro (Asociada Laica comprometida)
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Creo que la formación religiosa y espiritual de una persona parte en gran medida de lo transmitido
durante su infancia y en mi caso, mis padres han sido mi referencia. Ellos fueron quienes confiaron en
las religiosas de la Sagrada familia de Burdeos, con larga experiencia en la ciudad, para la formación
académica de sus hijas pero, por supuesto, esta formación se transmitía con un carisma especial, a
través de ellas, las apostólicas. Ese es el carisma que he vivido: preocuparse por atender a las
necesidades de los demás, compartir como una familia, buscar a Dios en todas las cosas y personas…
Son valores que en mí calaron como muy importantes en un cristiano. Entender el mundo como una gran
familia para mí era un descubrimiento precioso que me acercaría a los demás, incluso a aquellos que no
entendía, me ayudaría a querer comprenderlos.
La Sagrada Familia de Burdeos para mí ha sido mi colegio, mi voluntariado, mis amigos, mi compromiso,
mi familia... Y esto ha sido así, gracias a las personas que en ella he conocido: en primer lugar las
apostólicas del colegio (Mª Victoria, Mª Pilar, Amparo Vilar, Julia, Ana Mª, MªÁngeles, Julia, Loreto,
Piluca, Teresita, Alicia, Vicenta, Begoña...): siempre insistentes, siempre comprometidas y siempre en
misión, sin descanso, un ejemplo de fe a seguir. Ellas consiguieron que muchas niñas y adolescentes
profundizasen, se cuestionasen su fe e incluso su forma de vivir.
Más tarde, conocí la comisión de pastoral juvenil vocacional con apostólicas como Maribel o Rosi, más
jóvenes e “intrépidas” con guitarras, vaqueros y cigarrillos (jejejeje) y después, mi experiencia se
enriqueció en la oración, en el compromiso y en la manera de compartir en grupo esa fe gracias a los
Asociados Laicos, de la mano de “nuestra” Amparo Vilar quien nos descubrió toda la vida de las religiosas
desde que llegaron a Valencia en 1850, nos contó la vida de la Asociación en Paterna, Buñol y aquí en
Valencia con varias comunidades, el colegio, el economato y la clínica. Es preciso sentir nostalgia (hasta
soledad no negativa) cuando ahora ellas no nos acompañan y su obra material no está en pie sostenida
por ellas, pero incluso han sido un ejemplo en su despedida. Hemos vivido con ellas ese final y hemos
sentido la manera en que han querido pasar el testigo con humildad y compromiso con la misión.
La Sagrada Familia son personas en el mundo y aquí en Valencia son muchas las personas que se han
contagiado de ese carisma y por eso sigue vivo y seguirá.
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¿Cómo has sentido el acompañamiento de la Sagrada Familia?
Damos gracias a Dios por la vida y labor de todas estas mujeres que han
dejado buena huella en nosotros y su entorno. Nos sentimos bendecidos por
el don de haber conocido y compartido mesa y mundo con muchas de ellas.
GRACIAS.
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Cartas del Buen Padre
CARTA 178
Querida hija:
Creo que con este cambio, nosotros hemos perdido más que Vd. Lo veníamos pensando
desde hacía tiempo. Por fin se decidió el cierre del internado.
Dios nos da siempre el ciento por uno. Esta verdad, que tan bien puede entender en estos
momentos, le ayudará a desear cumplir siempre la voluntad de Dios, por mucho que le cueste. No
ame, no busque más que Su santa voluntad. De este modo será cada día más prudente, se sentirá
más feliz y corresponderá al bien que recibe por parte de tantas personas.
Mis consejos valen poco, si los compara con tantas ayudas que recibe ahí. Pero si en algo
puedo serle útil estoy a su disposición.
No dejaré de pedir por Vd. Y por sus jóvenes compañeras. Aunque ya no asistan a mi misa,
siempre las recuerdo en ella. Las coloco en el Corazón de Jesús, donde voy dejando a todas mis hijas
y donde todos debemos fijar nuestra mirada. Es un amable retiro, donde debe procurar penetrar
cada día más. Allí se encuentra lo que el mundo no puede dar. Es un lugar seguro cuando nos
persigue el demonio y hasta los más débiles pueden llegar a ser invencibles. Allí se encuentra la paz,
los atractivos del amor divino y el deseo de Solo Dios. Pida que le ayuden a buscar únicamente vivir
en el divino corazón, que le indiquen la entrada y permanezca allí toda su vida. ¡Cuántos
sufrimientos evitaría en la tierra y cuanta riqueza atesoraría para el cielo!,
Como la hormiga que corretea durante el verano procura hacer provisiones y conservarlas
bajo tierra, para vivir tranquila, e incluso tener abundancia cuando llegue el invierno, así debe ir
depositando en el corazón de Jesús sus buenas obras y pensamientos, todas cuanto le inspire su
virtud o le pida la santa regla. Cuando lleguen los tiempos difíciles, las sequedades y arideces,
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escóndase en ese Corazón santo, hasta que pase la tormenta. Allí encontrará almacenado el bien
que ya ha hecho y sentirá nuevas fuerzas y dinamismo apostólico.
Es buen momento para leer y comentar esta carta. Cuando celebramos la fiesta del
Sagrado Corazón en estos días y este mes está también dedicado a él.
Dice el Señor: el que tenga sed, que venga a mí; el que cree en mí
que beba. De sus entrañas manaran torrentes de agua viva (Jn
7,37-38)
Del corazón brotan los sentimientos y hoy vamos a ver esos sentimientos del Buen Padre
a través de su carta: Actitudes de cariño “lo mucho que la quiero” “soy y seré siempre su
padre” “la alegría de recibir su carta”.
Su actitud cercana y cariñosa lo demuestra a través de todas sus cartas, siempre se acerca
a la persona desde el corazón. También es digno de mencionar un párrafo de la carta 160
después de la separación de los sacerdotes y le escribe al superior del seminario de Issi y
le dice: “Pasado el primer momento muchos me han escrito pidiéndome que no les retire
mi amistad. Realmente mi afecto por estas personas es el mismo”
Otra de sus características es resaltar las actitudes positivas de la persona: “No dudo de
su buen corazón ni de su gratitud”
Para mí el Buen padre, abrió la puerta, Jesús entro en su corazón cenó con él como signo
de amistad y permaneció para siempre, y desde ahí vive sus actitudes de afecto y cariño
Las coloco en el Corazón de Jesús donde voy dejando a todas mis hijas y donde
todos debemos fijar nuestra morada.
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¿QUÉ PUEDO HACER YO POR EL PLANETA?
10 PEQUEÑOS GESTOS, GRANDES CAMBIOS
CAMBIO HÁBITOS,
AHORRO ENERGÍA, CUIDO
DE NUESTRO PLANETA
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Agenda
http://sagradafamiliaburdeos.blogspot.com/
sagradafamiliaburdeos
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Un poco de humor
Tanto durante la cuarentena como en las fases de desescalada, las redes se han
colapsado con infinidad de memes y chistes sobre el coronavirus. Y es que los españoles
con su gran sentido del humor han intentado combatir el miedo echando unas risas. Sin
ánimo de ser originales ni querer ofender a nadie, recopilamos algunos:
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Siempre hay caminos nuevos para la
esperanza.
Para mantener la ilusión y la fe.
Para construir la justicia y la paz.
Para proclamar a Dios.
Para anunciar un mundo bueno, una
tierra nueva en la que todos tenemos un
lugar,
un sentido, una misión.
Y esos caminos se construyen y se
preparan,
se pelean y se encuentran,
se abren y se recorren.
Siempre nuevos, siempre eternos…
Pastoralsj.org