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UNIVERSIDAD PRIVADA DE MICHOACÁN

“Educación constante, servicio de excelencia”

Licenciatura en Psicopedagogía.

3° Cuatrimestre.

Expresión oral y escrita.

La importancia de la escritura como medio de comunicación en niños de 3 a


6 años de edad.

Alumna: Fátima Monserrat Segundo Barbosa.

Profesor: Alexandre Servín.

Pátzcuaro Mich. A 23 de Julio 2018.


Nunca esta demás recordar que aunque los humanos seamos la especie
con vida más avanzada del planeta tierra, no estamos “diseñados” para estar
totalmente aislados de los demás, es por esto que es tan importante saber
desarrollar nuestras formas de comunicación ya que considero que la
comunicación más que un habilidad es una necesidad de cualquier ser vivo;
desarrollar la escritura como medio de comunicación es una gran habilidad y por
supuesto hay que verlo como un gran regalo de la naturaleza, es tan increíble
cuando recordamos las formas en las que nuestros antepasados se comunicaban
antes de crear una escritura como la que ahora conocemos, pues ellos se
comunicaban por medio de jeroglíficos, y así va naciendo de alguna forma la
escritura, ya que surge como una necesidad hasta que en nuestros tiempos se
vuelve una técnica.

La comunicación es parte de los procesos mentales de los seres humanos,


y como ya sabemos es un habilidad que se va adquiriendo poco a poco, tal vez
con practica y como ya mencionábamos antes, por necesidad.

En los niños pequeños, la idea de la escritura como tal, aun no es tan clara
y no está desarrollada de la misma manera como en nosotros los mayores, pero
es cierto que sus trazos no dejan de ser una forma de comunicación y aunque
para nosotros los adultos solamente sean trazos, para ellos, los niños y niñas
pequeñitos es su “escritura”, su forma de comunicarse. Mediante estos trazos que
ellos realizan, van elaborando poco a poco su propia forma de comunicarse,
volviendo a sus trazos o dibujos una técnica que los ayuda a comunicarse con los
demás.

También gracias a estos trazos podemos darnos cuentan de algunas


situaciones que los niños reflejan en sus trazos, como también ayudan a despertar
en los niños creatividad, y una forma totalmente extraordinaria para expresarse.

“Un trazo para el adulto es una imagen visual más o


menos abstracta; es el resultado, en último caso, del
deslizamiento de un útil: lapicero o pluma…, sobre una
superficie que lo registrara, que lo hace visible. Un trazo
para el niño, no es solo su resultado visual; es mucho
más: es una vivencia, y como tal una relación con el
mundo, una relación con los demás. El trazo comienza a
ser vivido por el niño con todo su cuerpo, para ir
separándose poco a poco de él, y terminar siendo algo
objetivo en el sentido de que este adquiere significación
por sí mismo; la escritura o el dibujo. Ese largo camino
que arranca mucho antes de iniciarse la actividad
educativa y que comienza con el garabato ha de ser
recorrido en toda su amplitud porque en ese proceso no
está en juego tan solo el hecho grafomotor, sino el
desarrollo de las capacidades mentales que lo hacen
posible. “(García N. Juan A., Preescritura y habilidades
grafomotoras, 2004, p. 5)

Entre los 3 y 6 años de edad, los niños y niñas son vistos como una esponja
porque es en la edad en la que los niños de alguna manera adquieren cierta
plasticidad en su vida, la plasticidad es la forma en la que los niños se pueden ir
moldeando, es decir, llenando de valores, conocimientos, normas, actitudes y
muchas cosas más, así que también es una muy buena edad para comenzar a
enseñar nuevos saberes, entre ellos de este que ya hemos venido hablando, la
escritura, ya que es bueno que los niños conozcan que además de transmitir
información o sentimientos por medio de dibujos, también hay otra forma de hacer
conocer sus ideas y sentimientos por medio de la escritura, y es bueno que sepan
de esto pues es algo que será indispensable en sus vidas, en su día a día, y que
gracias a esta forma de comunicación puede darse cuenta de que es todo un
proceso, un gran proceso por el que atravesamos antes de solo plasmar símbolos
en un papel, pues esos símbolos dentro de nuestro contexto tienen un significado
y gracias a estos podemos entender un poco más sobre lo que se está
plasmando.

La escritura a esta edad comenzará como simples trazos o dibujos, que


tienen algún significado para ellos aunque para nosotras las personas mayores no
tenga significado alguno; pero con el paso del tiempo y con la práctica los niños y
niñas irán adoptando y perfeccionando ciertos simbolismos que forman parte de
su lenguaje, y el lenguaje será determinado por medio del contexto en el que se
desarrollan cada uno de ellos (Tiempo, espacio, cultura) entre otros determinantes
de este mismo, recordemos también que el lenguaje como la escritura pueden ser
heredados por sus padres y a los padres por antiguas generaciones además de
que estos dos aspectos van de la mano y se complementan uno a otro y así con la
práctica se irán plasmando sus propios pensamientos, abordando también los
procesos mentales que caracterizan al ser humano y que a la edad de 4 a 6 años
es posible generar mejores hábitos y técnicas de escritura que ayudaran a los
niños y niñas a plasmar sus propias ideas y pensamientos, generar un lenguaje
con bastante fluidez, y así podremos observar avances en la vida académica de
los niños.
“La idea de que la lengua escrita ha transformado la conciencia
humana porque permite el desarrollo de nuevas formas de
pensamiento y la construcción de nuevos conocimientos, nos ha
llevado a buscar una explicación sobre las relaciones entre el
pensamiento, el lenguaje escrito y su aprendizaje;” (Olga V.,
Reflexiones de la escritura a partir de Vygotsky. P.39)
A partir de los tres años de edad, los niños y las niñas están preparados
para iniciar sus primeros pasos en la escritura sin prisas ni agobios y como
cualquier otro aprendizaje, enseñar a escribir a los niños y las niñas requiere
paciencia y persistencia, para que tanto el niño como sus padres, no se sientan
frustrados o sientan que fracasan en sus intentos, poco a poco y a su tiempo el
niño ira respondiendo a sus propias necesidades. Es sumamente necesario que el
niño obtenga un gusto por la escritura, y que no pierda la ilusión de aprender las
letras, números, frases, etcétera que pueda escribir. Es importante que este
proceso sea entretenido y relajado y que no haga que el niño o la niña se sientan
agrumados o estresados. Normalmente los niños aprenden a escribir en la
escuela, pero este proceso también puede ir estimulándose en casa junto con los
padres, animándoles a conocer e intentar dibujar y escribir las letras una vez que
manejen con soltura el lenguaje oral y hayan obtenido un interés en la lectura.

Cuando el niño comience hablar, los padres pueden ayudarle a comprender que
cada sonido equivale a una letra o tal vez a un conjunto de ellas. Es bueno que a
los niños y a las niñas se les lea mucho y enseñárseles las palabras que se les
están leyendo. Así serán familiarizando con los sonidos de cada una de las
palabras los irán relacionando con la grafía de las letras (formas).
“El dibujo es clave en el desarrollo de esta tarea.
Dibujando, un niño estará practicando la capacidad para
organizar su pensamiento. El contacto con el lápiz y la
intensidad de los trazos, favorecerán al dominio de esta
destreza. Y como paso a paso se va lejos, después de
que el niño se familiarice con el dibujo, ya será hora de
empezar con el aprendizaje de las vocales.
La escritura se forma a través de las palabras, y éstas de
las letras del alfabeto. “(García N. Juan A., Preescritura
y habilidades grafomotoras, 2004, p. 17)

La estimulación es un elemento clave en el proceso de la escritura, pues de


ahí parte el aprendizaje de manera significativa, comenzando con el dibujo o los
trazos como ya mencionábamos antes, después se irán incorporando poco a poco
nuevas formas para la escritura como las vocales, el alfabeto, la formación de
silabas y para esto es recomendable que se asocien con dibujos que sean de su
interés y que sean ya conocidos por ellos. Es aconsejable no aferrarse a las reglas
gramaticales, la ortografía o demás complementos, o concordancias.

Los niños necesitan más que nada confianza y afecto y mientras estos
aspectos se encuentren presentes el aprendizaje de la escritura les resultará de lo
más fácil y lo practicaran con gusto.
Referencias bibliográficas.

1- Juan A. García Núñez, Limusa, Preescritura y habilidades grafomotoras,


México D.F, 2004.

2- Louis Jean Calvet, Paidós, Historia de la escritura de Mesopotamia hasta


nuestro días, España 2007.

3- Valery Olga, Universidad de los Andes- Facultad en humanidades,


Reflexiones de la escritura a partir de Vygotsky, Mérida Venezuela, 2000.

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