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MICROFINANZAS PARA EL DESARROLLO “EL REBUSQUE”

Justificación

Al sector conocido como comercio informal, es un sector de poco acceso a fuentes

de financiamiento, frecuentemente los comerciantes informales acuden a un

autofinanciamiento o a recursos informales de crédito para financiar sus negocios.

La mayoría de los bancos o cooperativas financieras no apoyan a estos sectores de

vulnerabilidad debido a que tienen una apreciación de alto riesgo por su baja

rentabilidad alusiva a la carencia de sus ingresos fijos.

Estos sectores requieren de este apoyo y esa gota de confianza en ellos, para

elevar su capital humano, cuando las situaciones de escasez tales como ingresos

inestables o condiciones de desempleo, dificulta el acceso a todo los canales de

crédito que puedan ayudar a disolver las situaciones precarias que se puedan

presentar en su diario vivir, como salud, educación, trabajo digno, que a la vez son

derechos fundamentales, pero como individuos que buscan su propio crecimiento no

se puede esperar a que la administración pública de una solución, pero si se

necesita de ese apoyo que ofrezca micro finanzas para la innovación y desarrollo a

los comerciantes informales.


Identificación del problema

El comercio informal se presenta como una problemática social que puede ser

combatida, desde el punto de vista económico, el cual lleva a que este informalismo

cada vez vaya en aumento y no presenta controles, en los centros de las ciudades

es donde más observamos este fenómeno, por ejemplo, en el centro de la ciudad de

Bogotá encontramos una mezcla de múltiples negocios informales que es casi

imposible no toparse en los andenes con esta parte de la población que solo buscan

un sustento diario para suplir sus necesidades.

Según un informe de la Universidad del Rosario y la Universidad EAI de Medellín,

condensado en un informe del diario El Tiempo, se calcula que el 66.3 % de la

población activa en total, corresponde al grupo de personas en la informalidad.

En la actualidad, con la situación de emergencia que se vive a nivel mundial a causa

del COVID-19, esta población ha sido doblemente afectada ya que no solamente

viven la lucha por evitar el contagio como todos los demás, sino que también, por el

confinamiento obligatorio impuesto por el gobierno, se han visto en la obligación de

suspender sus labores en ventas. El no trabajar implica perder su sustento,

aguantar hambre gran parte de los casos y no poder seguir respondiendo con

muchas de sus obligaciones una vez agotados sus ahorros. (si contaban con ellos)

En medio de esta situación, muchos se han visto en la obligación de tener que

rematar su mercancía, para solventar sus necesidades o incluso perderla a causa

de la fecha de caducidad de la misma. Esto implica que, una vez la alcaldia y el

gobierno den luz verde para que puedan reactivar su comercio, la gran mayoría no
tenga como empezar a trabajar nuevamente, al tener que empezar de ceros sin

mayor capital.

Esta problemática empeora la situación de pobreza que se vive en el país, que al

año 2018 era del 19,6% de la población total, para Colombia ha sido difícil reducir

este porcentaje, por lo cual con mucha probabilidad estaría en incremento para este

año de una manera que no se ha visto en los últimos años.

Jairo Núñez, investigador de Fedesarrollo, trabaja de la mano en el impacto

ocasionado por la pandemia con el Banco Mundial y Planeación Nacional, sostiene

que: “el país retrocedería un poco más de la mitad de lo que avanzó en diez años, a

causa de las pérdidas de empleos entre las micro y pequeñas empresas y el sector

informal y la pobreza podría subir 6 puntos porcentuales como mínimo. Eso implica

un enorme retroceso, dado que en la última década hubo una reducción de 10

puntos”.

Ya de por sí, la imposibilidad de tener acceso a un trabajo formal, como garantía de

ingresos estables, es entre otros, uno de los factores que inciden directamente en el

empobrecimiento de una sociedad. Existe mucha relación entre el trabajo y la

pobreza material, ya que se asocia directamente a la manera en la que las personas

obtienen sus ingresos.


Metas

Lo que se pretende alcanzar con el apoyo a esta población, que en este momento

más que nunca se encuentra en situación de vulnerabilidad, es principalmente

brindar un apoyo para el resurgimiento de su actividad económica, obteniendo así:

 Disminución de la pobreza en la ciudad de Bogotá.

 Una fuente de apoyo para que puedan retomar su actividad laboral por medio

del comercio.

 Más posibilidades de ocupación para vendedores informales.

 Una fuente de ingresos más estable, con la posibilidad de empezar a una

vida financiera que les permita crecer de manera personal, profesional y

económica.

 Estar en contacto directo con los vendedores ambulantes para conocer sus

necesidades y construir una propuesta conjunta que dé una solución que

satisfaga a todas las partes.

Diagnóstico de la población objetivo

Los vendedores informales, hacen parte de la también llamada economía popular, el

47,6% de los trabajadores colombianos están laborando en condiciones informales,

es decir, que un total de 5,7 millones de ciudadanos logran obtener un ingreso

mensual al desarrollar alguna actividad informal de acuerdo con cifras reveladas por

el DANE.
Este sector, a lo largo de los años se ha conocido con diferentes nombres,

“vendedores ambulantes”, “rebuscadores”, “coteros”, entre otros. En este sector

encontramos hombres, mujeres, niños, los cuales se hallan en todas partes y

trabajan según los horarios de sus clientes. Los hay con “puesto fijo” por así

llamarle, (lo que en la mayoría de los casos es una esquina en un semáforo, parque

o avenida), como también están los que deben caminar largas calles en busca de

compradores. Así como algunos han logrado establecerse en algunas de estas

partes más estables, hay otros que con solo una caja o un canasto desarrollan su

actividad económica.

Son desempleados, madres cabeza de hogar, personas de la tercera edad, que la

necesidad les hace salir a buscar un sustento para su familia, ya sea en un

semáforo, en la esquina de un parque, a las afueras de un evento público o donde

ellos vean la oportunidad de vender y obtener recursos para cubrir sus necesidades

básicas, entre las que sobresalen alimento, arriendo y su propia mercancía para

salir al rebusque.

La mayoría de estas familias son numerosas, lo cual hace que sean familias

excluidas socialmente y por lo cual no se tienen en cuenta para incluir en proyectos

de financiación, ya que pueden presentar un alto riesgo para la entidad financiera,

según el sitio web “ LaOpiniondeMurcia” Tener hijos aumenta el riesgo de caer en

exclusión social, según el informe. El 21% de los hogares con menores a su cargo se

ven amenazados por la marginación frente al 16% de aquellos sin niños, y la cosa se

agrava en las familias monoparentales y numerosas, en las que los porcentajes se

elevan al 29 % y al 32 %, respectivamente, en la Región. Tomado de:


https://www.laopiniondemurcia.es/comunidad/2019/08/06/pobreza-amenaza-especialmente-familias-numerosas/1042999.html
Referencias Bibliográficas

La opinión de Murcia. (05 de Agosto de 2019). La opinión de Murcia. Recuperado el


01 de Junio de 2020, de
https://www.laopiniondemurcia.es/comunidad/2019/08/06/pobreza-amenaza-
especialmente-familias-numerosas/1042999.html

Coronavirus: más pobres y menos clase media. 2020. Revista Dinero. [online]


Recuperado de: <https://www.dinero.com/pais/articulo/cuanto-subiria-la-pobreza-
tras-la-pandemia/2847. Ultimo acceso 2 Junio 2020.

Aa.com.tr. 2020. El 19,6% De Los Colombianos Vive En Pobreza Multidimensional.


Recuperado de: https://www.aa.com.tr/es/mundo/el-19-6-de-los-colombianos-vive-
en-pobreza-multidimensional/1530438#:~:text=El%20Dane%20mencion
%C3%B3%20que%20los,Risaralda%2C%2012%2C5%25. Ultimo acceso 2 Junio
2020.

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