Andre

Los labios, el cuello, especialmente la parte donde se notan las venas; el huesito ese que
va de la cadera a la pelvis, es un hueso o es un músculo, no sé...En qué me parezco a mi
mamá? el autoboicot, el útero. Las tetas también. A veces me siento menos que otras
personas.
Antes cruzaba más seguido la puerta de mi casa familiar; la misma por donde jugaba
entre columnas com Ismene y mi querido Polinices. Ahora sólo una o dos veces al mes.
Aquí dentro, parada em la puerta del refugio me limpio los pies, los ojos, las clavículas las
muñecas y mis sienes, cada vez que paso. Afuera, un trapo lleno de sangre que aprieto
fuerte entre las manos. Allí afuera, Las puertas de los templos que visité, la tranquera y la
puerta de la casa de fin de semana cerca de Tebas, donde todo esto que pasa ahora
parecía tan lejos, casi imposible.
¿Qué iba a decir? No lo sé. Estoy traida y llevada por las esperanzas, sin ver el presente
ni lo que hay detrás.
Amo mi flequillo cortado chueco,las figuritas de garfield, las baldosas frías de palacio em
verano, las lechuzas de cerámica que mi madre odiaba. La gente cree que soy necia por
mi torpeza emocional, mi pose politicamente correcta y mis ganas de asesinar a Creonte,
en mi mundo inteior. Afuera. Adentro, hay alguna diferencia? Lo cierto es que me aburro
fácil, pierdo el tiempo y soy fría em muchos aspectos.
Em que nos parecemos vos y yo, papá? ya no podrás verme sonreir...ya no podrás verme
llorar. Soy trágica, lo sé. La dramática de la família, la que estará esperando la muerte
por defender a los suyos, la que seguirá los designios de su sangre y de su fe. Tiresias
confunde la verdad com la cura. Los dioses se descuidan y Creonte tropieza com un
oráculo y hace de eso una causa, su poder. A partir de ahora la desgracia me rondará
como una peste, la que se hereda, la del linaje, la de los ojos hundidos. Yo sigo viendo
ciegos. Tal vez yo sea uno de ellos y me encariñe también com esta peste.
Em qué me parezco yo a mi madre? Tengo un ojo más chico que el otro, duermo mucho y
profundamente, no puedo meter la cabeza debajo del agua, tengo muchos errores de
ortografía. Confieso que me gusta el control, ese que se confunde com la ley divina.

Nostalgia...me cuelgo mirando la ventana. reflexión

mais pechos hinchados de dolor

no por psicología, sino por destino...a los que envidian a los reyes y sus herededos les
digo, vayanse a la mierda...,

odiaré a mi tío..el pelotudo de creonte, que por gracia divina le pego a un oráculo...pero
siempr fue el inutil de la família. Y un inutil al poder es trabajo para las herinies.
soy dramática,

Me retaron porquemarme por cortarme chueco el plequillo, por quejosa, por llegar tarde..
empapelados viejos que toqué, las baldosas frías, perfectamente pentadas y talladas por
esclavos, las cortinas ásperas, la piel húmda, mi pelo seco.
La gente tiene derecho a lidiar com esta crisis, tiresias,,vos crees que lo sabes todo, tal
vez si me encarino com la peste esta se valla, o me adapte a ella y simplementa mem
muera em el intento. Quiere tener derecho a morir…

pierdo el tiempo, los dedos (el meñique sobre todo), las puertas de los aviones y los
aeropuertos que pisé,

¡Egoísta! las uñas también!

(las sanas, las otras no).

.
La puerta de mi casa para ir a trabajar. La respiración en pausa.

la sien colgada, fría en muchos aspectos.

la sien manipuladora. Las tetas también.

EDIPO.- Suplicas. Y de lo que suplicas podrías obtener remedio y alivio en tus

desgracias, si quisieras acoger mis palabras cuando las oigas y prestar servicio en esta
enfermedad. Y yo diré lo que sigue, como quien no tiene nada que ver con este relato ni
con este hecho.

TIRESIAS.- Aunque seas el rey, se me debe dar la misma oportunidad de replicarte, al

menos con palabras semejantes. (...) Y ya que me echaste en cara que soy ciego, te digo:
aunque vos tenes vista no ves en qué grado de desgracia te encontras, ni donde habitas,
ni con quienes transcurre tu vida. ¡Acaso conoces de quienes descendes? Sos, sin darte
cuenta, odioso para los tuyos (...) y vos que ahora ves claramente, algún día estarás en
oscuridad.

Me voy, porque ya dije aquello para lo que vine, no porque le tenga miedo a tu cara.
Nunca me podrás perder.

Sigo mi linaje, mi hermano enterrado