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INFLUENCIA EN EL AUMENTO

O DISMINUCION DE LA
FRECUENCIA EN LA POTENCIA
Y
INFLUENCIA EN EL AUMENTO
O DISMINUCION EN LA
POTENCIA REACTIVA EN LA
LINEA DE TRANSMISION
Sistemas Eléctricos de Potencia II

1. GENERALIDADES

1.1. INTRODUCCION

La frecuencia de la onda de tensión debe permanecer dentro de unos límites estrictos


para que el suministro eléctrico se realice en condiciones de calidad aceptables.
Variaciones de la frecuencia alejadas del valor nominal pueden provocar el mal
funcionamiento de diversos equipos industriales o domésticos. Por ejemplo, algunos
motores pueden verse forzados a girar a velocidades distintas de aquella para la que
fueron diseñados, y relojes y automatismos que miden el tiempo en función de la
frecuencia de alimentación pueden adelantar o atrasar.
La frecuencia de un sistema eléctrico está estrechamente relacionada con el
equilibrio entre generación y carga. En régimen permanente todos los generadores
síncronos de una red eléctrica funcionan en sincronismo, es decir, la frecuencia de
giro de cualquiera de ellos multiplicada por el número de pares de polos es
precisamente la frecuencia eléctrica del sistema (50 Hz). Mientras persiste el régimen
permanente, el par aceleraste aplicado por cada turbina sobre cada generador
síncrono es igual, descontando las perdidas, al par electromagnético que tiende a
frenar la máquina. Si en un momento dado aumenta la carga, es decir la potencia
eléctrica demandada en el sistema, entonces aumenta el par electromagnético en los
generadores, ´estos comienzan a frenarse, y la frecuencia eléctrica disminuye
progresivamente.

El comportamiento dinámico de la frecuencia en Sistemas Eléctricos de Potencia


(SEP’s) está directamente relacionado con el balance entre la potencia mecánica y la
potencia eléctrica de cada generador de sistema. En la operación de SEP's se
establece un valor nominal) de frecuencia como referencia para el equilibrio de
potencias, los cambios de carga (potencia eléctrica) se reflejan en el nivel de la
frecuencia, lo que hace necesario modificar Ja potencia mecánica para restablecer el

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equilibrio. Ante cambios pequeños de carga, generalmente se tiene la posibilidad de


modificar la potencia mecánica sin tener desviaciones apreciables de la frecuencia;
lo anterior no es posible ante pérdidas de generación importantes, por lo que el
control de la frecuencia se realiza mediante cambios en la potencia eléctrica
(desconexión de carga). Los esquemas de desconexión de carga por baja frecuencia
son un recurso ampliamente utilizado en la operación de SEP's para evitar colapsos
totales o parciales de los mismos, sin embargo, esta medida afecta la continuidad en
el servicio de ciertos usuarios, por lo que es importante determinar la cantidad
adecuada de carga a desconectar para evitar sobretiros o desconexiones innecesarias.

1.2. REGULACION PRIMARIA, SECUNDARIA Y TERCIARIA

Como la frecuencia eléctrica está ligada al balance de potencia activa en el sistema


eléctrica, suele hablarse indistintamente de control de frecuencia, control de
potencia, o control de frecuencia-potencia. De manera breve puede decirse que la
frecuencia del sistema y los flujos de potencia por determinadas líneas son las
variables que se quieren controlar, y la potencia entrante a los generadores son las
variables empleadas para controlarlas. Aunque hablando estrictamente la frecuencia
de un sistema eléctrica solo es la misma en todos sus nudos cuando el sistema se
encuentra en régimen permanente, al estudiar el control frecuencia-potencia
asumimos que las desviaciones 4 del punto de equilibrio son pequeñas y que la
frecuencia puede considerarse la misma en todos los nudos del sistema. Por ello el
control de frecuencia es un problema que se aborda de manera global. En este sentido
es distinto al control de tensión, eminentemente local y que afecta, salvo en casos
muy especiales como el colapso de tensión, a un conjunto limitado de nudos. Así,
los sistemas de control de frecuencia y de tensión se conciben de forma
independiente, aprovechando el débil acoplamiento entre el flujo de potencia
reactiva y las tensiones, por un lado, y el flujo de potencia activa, los ´ángulos de
tensión y la frecuencia, por otro. La potencia generada en cada planta debe atender
también a otros requerimientos además de la frecuencia, fundamentalmente
compromisos adoptados durante el funcionamiento del mercado eléctrica. Estos

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compromisos se refieren tanto a la producción en cada planta como al intercambio


de potencia entre ´áreas de control vecinas. En la actualidad, dada la extensión
geográfica alcanzada por los sistemas eléctricos modernos y la variedad de
instituciones involucradas en su organización, ´estos se dividen en ´áreas
interconectadas para facilitar su gestión técnica y económica. Las transacciones de
energía en un instante determinado entre ´áreas quedan programadas con antelación,
y cada ´área debe disponer de las suficientes reservas de energía para hacer frente a
sus posibles desequilibrios entre generación y demanda. Teniendo en cuenta todas
estas consideraciones relativas a la potencia, el control de frecuencia debe conseguir
que Se mantenga el equilibrio entre generación y demanda Se mantenga la frecuencia
de referencia en el sistema Se cumplan los compromisos de intercambio de energía
con las ´áreas vecinas Se mantenga la suficiente energía de reserva Todo ello,
además, debe organizarse dentro del marco regulatorio vigente que corresponde a un
mercado de energía competitivo. Para cumplir estos objetivos, el control frecuencia-
potencia se organiza en tres niveles: primario, secundario y terciario. Cada uno de
los niveles opera en un margen de tiempo e involucra un conjunto de variables
provenientes de una parte más o menos amplia del sistema eléctrica: El control
primario es el más rápido, operando en un margen de tiempo de entre 2 y 20
segundos. Actúa de forma local en cada generador síncrono, atendiendo a la
velocidad de giro del eje. La rapidez de este control está limitada por la propia inercia
de los generadores. El control secundario opera en un margen de tiempo de entre 20
segundos y 2 minutos. Actúa en el ´ámbito del ´área de control, atendiendo a la
frecuencia y al intercambio de potencia con las ´áreas vecinas. El control terciario
opera en un margen de tiempo superior a 10 minutos. Actúa en el ´ámbito de un
sistema eléctrica extenso, buscando un reparto de cargas optimizado que asegure
suficientes reservas de energía. 5 Desde la liberalización del sector eléctrica, que en
España comenzó con la Ley del Sector Eléctrico de 1997, los tres niveles de control
se engloban, al igual que otros servicios de gestión técnica, dentro del conjunto de
los servicios complementarios.

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2. MARCO TEORICO

2.1. ANTECEDENTES

Factores como la creciente participación de energías renovables, la creación de


políticas energéticas que impulsan al usuario final a generar parte de su consumo
energético o la iniciativa de la industria de generar parte de su carga reduciendo
costos de operación, son factores que influyen en el equilibrio generación – carga
afectando de forma directa la estabilidad de frecuencia. Los centros de control,
apoyados en el potencial de las fuentes de generación firme son los encargados de
mantener el balance energético cuando las demás fuentes de generación no pueden
mantener su flujo de potencia. Para el caso de la generación renovable, esto se debe
principalmente a la disponibilidad de potencial otorgado por la intensidad de los
fenómenos naturales, y de igual forma responde la inyección de potencia de la
creciente generación distribuida. Dicha dinámica de generación y consumo de
manera cada vez más variable trae consigo efectos secundarios desfavorables para
los elementos de control tales como la variación de parámetros del sistema
interconectado que normalmente se asumen constantes. Este es el caso de la reserva
rodante, la cual es la base del actual control secundario de frecuencia y se encuentra
estrechamente relacionada a variables como la inercia y el amortiguamiento. Es
debido a este aumento de la generación no firme que la gran parte de variables y
parámetros de los sistemas eléctricos aumentan o disminuyen de manera aleatoria
afectando directamente el desempeño de las estrategias de control y
consecuentemente la calidad del servicio eléctrico.

2.2. MARCO CONCEPTUAL

a. ¿Qué es la frecuencia?
La frecuencia de la CA es el número de ciclos por segundo de una onda
sinusoidal de corriente alterna (CA).

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Dicho de otra forma, la frecuencia es la velocidad a la que la corriente cambia


de sentido por segundo. Se mide en hercios (Hz), una unidad internacional de
medida donde 1 hercio es igual a 1 ciclo por segundo.
En su forma más básica, la frecuencia es cuántas veces se repite algo. En el caso
de corriente eléctrica, la frecuencia es el número de veces que una onda
sinusoidal se repite, o completa, un ciclo de positivo a negativo.
Ejemplo: si una corriente alterna tiene una frecuencia de 5 Hz (véase el diagrama
siguiente), eso indica que su forma de onda se repite 5 veces en 1 segundo.

Cuantos más ciclos ocurren por segundo, mayor será la frecuencia.


La siguiente es parte de la terminología relacionada con la frecuencia:
 Hercio (Hz): un hercio es igual a un ciclo por segundo.
 Ciclo: una onda completa de corriente alterna o tensión.
 Alternancia: la mitad de un ciclo.
 Período: el tiempo requerido para producir un ciclo completo de una
forma de onda.
La frecuencia se utiliza normalmente para describir el funcionamiento del
equipo eléctrico. A continuación, se muestran algunos rangos de frecuencia
comunes:
 Frecuencia de línea de alimentación (normalmente de 50 Hz o 60 Hz).
 Unidades de frecuencia variable, que normalmente utilizan una
frecuencia portadora de 1-20 kilohercios (kHz).
 Frecuencia de audio: 15 Hz a 20 kHz (el rango de audición humana).
 Radiofrecuencia: 30-300 kHz.
 Baja frecuencia: 300 kHz a 3 megahercios (MHz).
 Frecuencia media: 3-30 MHz.
 Alta frecuencia: 30-300 MHz.
Los circuitos y los equipos a menudo están diseñados para funcionar a una
frecuencia fija o variable.
Los equipos diseñados para funcionar a una frecuencia fija funcionan
anormalmente si se operan en una frecuencia diferente a la especificada.

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b. ¿Qué es potencia reactiva?


Momentos antes de una reunión un colega que se dedica a física teórica se dirigió
a uno de nosotros: - Tienes que explicarme un día lo que es la potencia reactiva.
- Seguro que no hace falta si te digo que es una magnitud con dimensión de
potencia, pero que no es potencia en sentido termodinámico. - Ah, ¿pero es eso?
Aunque se veía que sus problemas habían terminado, para mayor seguridad la
explicación continuó. - Que se diga de un receptor que absorbe una potencia
reactiva constante de 100 vatios, que aquí suelen llamarse vares, no significa
que en 10 segundos absorba una energía de 1000 julios. De hecho, ese receptor
puede no absorber nada de lo que en termodinámica se entiende por energía. Y
es que la potencia reactiva se llama 'potencia' solo porque tiene dimensión de
potencia. Es un caso similar al del momento de una fuerza, que tiene la misma
dimensión que la energía, fuerza por longitud, pero con el acierto en este caso
de no llamarlo energía. Algunos se opusieron a que se diera el nombre de
'potencia' a la potencia reactiva, pero sin éxito. Si se les hubiera hecho caso sin
duda se habrían evitado muchos problemas de comprensión.
La potencia reactiva es producto de voltios por amperios. Su unidad es, pues,
voltio amperio, V A, la misma que la de la potencia eléctrica. Pero el Sistema
Internacional de Unidades dice que el V A se llama vatio, W, cuando sigue a un
número que expresa potencia en sentido termodinámico, energía por unidad de
tiempo. Eso ocurre con la potencia eléctrica. Por eso su unidad es el W. Y
recomienda dejar la unidad en voltios amperios, V A, no llamarla vatio, si el
número a que sigue no es potencia en sentido termodinámico. Eso significa que,
según el Sistema Internacional, ha de usarse voltio amperio, V A, como unidad
de potencia reactiva. Sin embargo, en Electrotecnia, a los voltios amperios, V
A, de la potencia reactiva se les ha venido llamando 'voltios amperios reactivos',
con símbolo, todavía actual, VAr, que se pronuncia muchas veces var, vares en
plural. Pero calificar de 'reactivos' a los V A va en contra de la recomendación

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del Sistema Internacional de no calificar las unidades de medida, no llamar


reactivos a los V A de la potencia reactiva. Para hacer compatible la tradición y
la práctica con esa recomendación, la Comisión Electrotécnica Internacional
acepta 'var' como nombre del V A cuando es unidad de potencia reactiva. El
Sistema Internacional no hace alusión al var. Por tanto, según el Sistema
Internacional, debe utilizarse V A como unidad de potencia reactiva. Pero la
Comisión Electrotécnica Internacional admite 'var' como nombre y símbolo de
V A cuando es unidad de potencia reactiva. La unidad de momento de una fuerza
nunca se llama julio, sino que se deja en newton metro, N m.

3. METODOLOGIA

3.1. VARIACION DE LA FRECUENCIA EN LA POTENCIA

La mayoría de las estrategias de control de frecuencia comúnmente empleadas en los


sistemas de potencia, consideran únicamente la medición del error y no consideran
en sus ajustes dinámicas tales como saturaciones y variaciones paramétricas, las
cuales, ante una eventual aparición, llevarían a el sistema eléctrico a un
funcionamiento no adecuado y posiblemente cerca de sus límites de estabilidad.
Factores tales como el desconocimiento en la fenomenología de la carga y la
incertidumbre de los pronósticos de consumo eléctrico, asociado a dinámicas no
consideradas en los ajustes de los controladores, generan dinámicas para las cuales
los sistemas de control actuales no están diseñados. Este trabajo propone una
estrategia de control robusta predictiva basada en modelo (RMPC) la cual rechaza
perturbaciones y realiza seguimiento en la referencia a pesar de contar con
variabilidad de parámetros que comúnmente se asumen como fijos. Se realizaron
pruebas de perturbaciones sujetas a variaciones paramétricas y se evaluó su
desempeño mediante la implementación del índice de máxima desviación de
frecuencia (MFDI) teniendo como referencia el desempeño de una estrategia de
control proporcional integral (PI). Los resultados obtenidos fueron satisfactorios, el
controlador presentó un buen desempeño incluso ante la variación de la inercia,

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parámetro más sensible en los sistemas de potencia. La validación de la estrategia de


control se llevó a cabo en los sistemas de transmisión WSCC y New England
Tradicionalmente en los sistemas de energía eléctrica se asume que los parámetros
asociados a los diferentes elementos que constituyen el sistema son invariantes en el
tiempo, lo cual no es cierto. Estas suposiciones hacen que el desempeño de las
estrategias de control sea pobre y que el sistema tenga comportamientos indeseados.
El comportamiento dinámico en varios de los elementos que constituyen un sistema
eléctrico es de naturaleza no lineal, tales como los sistemas binarios de control,
compensadores, convertidores electrónicos, entre otros y a pesar de estos
comportamientos se utilizan estrategias de control lineales, tales como el PID, los
cuales no están diseñados para operar de forma adecuada ante dicha naturaleza y por
ende ocasionan que los sistemas eléctricos a controlar no funcionen de manera
adecuada frente a perturbaciones. El comportamiento aleatorio de la carga en los
sistemas eléctricos, la gran variedad de elementos conectados al sistema, y la falta
de pronósticos confiables en el comportamiento dinámico de los mismos, añaden
incertidumbres en el momento de hacer análisis y de proponer sistemas de control.
Una de las estructuras de control comúnmente empleadas en sistemas de energía
eléctrica son los sistemas centralizados y jerárquicos donde se tienen distancias muy
grandes entre los nodos de generación y los nodos de carga, lo cual afecta el
equilibrio entre la demanda y la generación, y por ende afecta la frecuencia, la cual
es una variable muy sensible que puede llevar fácilmente el sistema a colapsos.

3.2. VARIACION DE LA POTENCIA REACTIVA EN UNA LINEA DE


TRANSMISION

Diversas prácticas internacionales tratan la compensación de reactivos de forma


específica para el área de servicio en particular, delegando esta labor a las entidades
encargadas de la distribución. Por otro lado, desde el punto de vista de la
planificación y expansión del sistema, la compensación es considerada un aspecto
crucial para planificar las redes dentro de los rangos de confiabilidad aceptados. El
objetivo principal de este trabajo radica en esto. Se busca desarrollar una

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metodología de análisis con el fin de obtener criterios de compensación de reactivos


en el Sistema Zonal, y de este modo cumplir con los requerimientos específicos de
los consumos y las topologías particulares. Para lograrlo, la metodología a seguir
comienza con un análisis de la experiencia internacional en términos de tratamientos
de reactivos la que sirve de base para realizar una comparación con la experiencia
nacional, para luego utilizar el enfoque de análisis localizado en el sistema de 154-
66 kV perteneciente al Sistema Zonal del sistema eléctrico chileno, el enfoque del
análisis y objeto de estudio es el consumo interno reactivo de los equipos
transformadores. De la caracterización del sistema, y en específico considerando los
transformadores, equipos con una demanda constante de reactivos, se obtiene una
predominante tendencia en las capacidades y en la compensación de reactivos
instalada, de 30 MVA y 2,5 MVAr respectivamente. La tendencia se mantiene al
integrar los nuevos proyectos a entrar en operación al 2020, aumentando la capacidad
transformadora en cerca de un 20%, sin embargo, la capacidad instalada de
compensación solo se incrementa en un 12%. Lo anterior provoca una carencia de
compensación reactiva que se mantiene en el tiempo al no incluir nuevos proyectos
de bancos de condensadores. El déficit de reactivos provocado por el consumo
interno del transformador en comparación con la compensación reactiva instalada se
mantiene en diferencias superiores al 100%. Estas razones dan pie para generar una
propuesta de bancos de condensadores que compense el consumo interno reactivo
de cada transformador. Para alcanzar este fin, se analiza el subconjunto de equipos
de mayor predominancia e impacto de consumo interno en el sistema, cuya
compensación se determina en base a su condición de máxima exigencia mediante
datos temporales de potencia activa y reactiva. Finalmente, la propuesta de
compensación es validada mediante simulación de flujos de potencias y
contingencias logrando evidentes mejoras en la cargabilidad de las líneas y
transformadores del sistema. Demostrando la carencia de compensación reactiva de
la zona y el impacto considerable del consumo interno reactivo de los equipos.
Si bien la transmisión de potencia reactiva a través de las redes genera diversos
inconvenientes, de acuerdo con la Norma Técnica de Seguridad y Calidad de
Servicio actual, para mantener la seguridad y correcta operación del sistema, así

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como también cumplir con los requerimientos de control de tensión es necesario


mantener reservas de potencia reactiva. Esto se traduce directamente en un sistema
que debe poseer equipamiento necesario de compensación de reactivos, los que se
determinan y remuneran en conformidad con el Reglamento de Servicios
Complementarios. Este análisis considera los requerimientos del sistema de forma
global, no obstante, si se requiere realizar planificación para subsistemas como lo es
el Sistema Zonal, el análisis de potencia reactiva y los equipos para compensación
deben realizarse de forma local y analizar bajo un prisma diferenciado los
requerimientos de cada zona. Esto último no se realiza actualmente en el país y los
equipos de compensación para sistemas zonales no están siendo considerados dentro
de las obras necesarias para la planificación del sistema, dado que no clasifican como
Servicios Complementarios. De aquí es que la motivación del presente trabajo radica
en la necesidad de analizar, desde el enfoque de la planificación, las necesidades
específicas de los Sistemas Zonales, documentar información de cómo se realiza este
proceso en otros lugares del mundo y proponer criterios de compensación que
solucionen los requerimientos y problemas operacionales que presenten los sistemas.
El soporte de tensión y de potencia reactiva es un servicio complementario que
involucra la totalidad del sistema, es decir, se ve comprometida la Generación, la
Transmisión y la Distribución, ya que es suministrado por una combinación de
generadores, líneas, cables, y compensaciones reactivas estáticas controladas por
dispositivos de control, a lo largo de la red. En los esquemas tradicionales, donde las
empresas estatales eran las únicas que se encargaban de la prestación del servicio
público de energía eléctrica, el suministro de potencia reactiva y soporte de tensión
eran actividades implícitas de ésta, y su control se realizaba en forma conjunta y
centralizada, utilizando para ello todos los recursos de generación y transmisión que
tenían disponible, con el fin de mantener el equilibrio del sistema y la calidad del
servicio3. Tradicionalmente los generadores suplían una parte importante de la
demanda de reactivos y se encargaban del soporte de tensión. En estos esquemas los
costos derivados de la prestación de los servicios mencionados se consideraban
dentro de los costos propios del sistema integrado, o sea, dentro de los costos de
generación, transporte y distribución de potencia activa. La empresa integrada no

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buscaba la reducción de estos costos, sino que se limitaba a asegurar la prestación


del servicio. Antes, las redes podían diseñarse de una manera sobredimensionada, y
servían para satisfacer las demandas locales; ahora, con el aumento de la demanda
de energía, y de las interconexiones nacionales e internacionales, las redes de
transmisión se han quedado cortas en su capacidad de transporte y la construcción
de nuevas es cada vez más difícil debido a sus costos, problemas medioambientales,
y de servidumbres, lo que hace necesario establecer unos criterios de eficiencia para
un mejor aprovechamiento de las redes. Actualmente se han implantado esquemas
desregulados, los cuales contemplan la separación de las actividades, y donde varias
empresas son dueñas de los activos del sistema, por ende, la prestación de los
servicios complementarios se debe realizar en forma conjunta por los agentes y
coordinada mediante un centro de control. Esto implica que ya no se pueda disponer
de los recursos, con la libertad que se hacía antes, ni que los costos de la prestación
de servicios serán absorbidos por las empresas, sino que es necesario asignar
responsabilidades a los agentes y dar señales económicas a quienes los preste, en
beneficio del sistema.

El control de tensión y de potencia reactiva es necesaria para que las


implementaciones de los esquemas desregulados funcionen en un mejor ambiente de
competencia y de libre acceso a las redes, debido a sé que mejoran las condiciones
técnicas y de operación del sistema, se optimizan los recursos, y se minimizan las
restricciones del sistema. Por lo tanto, además del aspecto técnico se deberá
considerar los beneficios económicos que una buena gestión de la potencia reactiva
pueda generar a los agentes y al usuario final. Es por esto, que se debe establecer en
Colombia una regulación de soporte de tensión y potencia reactiva de manera que
permita mantener la calidad del servicio y de operación del sistema, y que provea las
señales adecuadas para el soporte de potencia reactiva, la expansión del sistema, y la
optimización de los recursos. Ésta propuesta debe establecer en primer lugar, las
obligaciones asignables a cada uno de los agentes en la prestación de los servicios
de soporte de tensión y potencia reactiva. En cada caso deberá especificar los rangos
dentro de los cuales deben operar para suministrar un soporte de tensión y de

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potencia reactiva mínimo, para garantizar el buen funcionamiento del sistema, y los
rangos dentro de los cuales pueden operar sin causar el detrimento del mismo. En
segundo lugar, deberá establecer la señal económica y las sanciones imputables al
incumplimiento de las obligaciones en la prestación de los servicios antes
mencionados, con miras a remunerar el uso excesivo de la red a los agentes
perjudicados con ese comportamiento y para dar una señal a los agentes que insistan
en operar fuera de los parámetros indicados. En tercer lugar, deberá dar las señales
económicas adecuadas para la prestación del servicio, expansión, y mejoramiento de
la red.

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4. CONCLUSIONES

 El término FACTS, aplicado a los sistemas eléctricos, engloba distintas


tecnologías que mejoran la seguridad, capacidad y seguridad de las redes
existentes de transporte, a la vez que mantienen o mejoran los márgenes
operativos necesarios para la estabilidad de la red. Como consecuencia, puede
llegar más energía a los consumidores con un impacto mínimo en el medio
ambiente, con plazos de ejecución de los proyectos sustancialmente inferiores y
con inversiones más reducidas. Todo ello en comparación con la alternativa de
construir nuevas líneas de transporte o nuevas plantas generadoras.
 Las dos razones principales para incorporar equipos FACTS a los sistemas
eléctricos son: elevar los límites de estabilidad dinámica y mejorar el control de
flujo de energía.
 La mejora del funcionamiento de las redes eléctricas es cada día más importante
por razones económicas y medioambientales. Los dispositivos FACTS son la
solución mejor establecida en el mercado para mejorar la utilización de las líneas
de transmisión.
 Hoy en día la incertidumbre del modelo y la variación de la carga no cuentan con
un pronóstico que nos pueda decir con claridad la variación que estas poseen. De
manera similar, ocurre con la variación paramétrica de los elementos de
generación que presentan una inyección de potencia variable no controlada.
Dichas incertidumbres afectan el desempeño de las estrategias de control y es
preciso realizar un ajuste que contemple este tipo de variaciones.
 La pieza fundamental de esta estrategia de control se encuentra en la precisión de
los modelos. Si bien el modelo tomado solo contiene una parte de la información
contenida por los modelos no lineales más completos, la respuesta fue
satisfactoria y se consiguieron resultados deseados.
 De la respuesta por parte de la estrategia de control se encontró que esta se ve
afectada directamente por la magnitud de la variación paramétrica, y por lo tanto
hay que considerar un equilibrio de diseño, de forma tal que responda de manera
adecuada a las perturbaciones, pero sin perder desempeño de control.

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5. REFERENCIAS

 https://revistas.utp.ac.pa/
 http://www.scielo.org.mx/
 https://www.cne.cl/
 http://163.117.136.247/ingenieria-electrica/operacion-y-control-de-sistemas-
electricos/II_OCSE_RFP.pdf
 http://apolo.creg.gov.co
018%20GESTI%C3%93N%20DEL%20FLUJO%20DE%20POTENCIA%20R
EACTIVA.pdf
 http://bdigital.unal.edu.co/64551/1/1128276048.2018.pdf

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