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La princesa Isabel como subalterna segunda honoraria en el Servicio Territorial Auxiliar de Mujeres,
1945.
En 1943, a la edad de 16 años, Isabel realizó su primera aparición pública en solitario en una
visita a la Guardia de Granaderos, de la que había sido nombrada coronel en jefe el año
anterior.36 A medida que se acercaba su 18.º cumpleaños, fueron modificadas las leyes para
que pudiera actuar como uno de los cinco consejeros de Estado en el caso de incapacidad de
su padre o por ausencia del mismo en el extranjero, como ocurrió cuando visitó Italia en julio
de 1944.4 En febrero de 1945, ingresó al Servicio Territorial Auxiliar de Mujeres como
subalterna segunda (teniente segunda) honoraria con el número de servicio 230873. 37 Se
formó como conductora y mecánica, 38 y fue promovida a comandante júnior (capitán)
honoraria cinco meses después.39
Durante la guerra, se desarrollaron planes para sofocar al nacionalismo galés al afiliarse
Isabel más estrechamente con Gales.40 Los políticos galeses promovieron la propuesta de que
se convirtiera en princesa de Gales en su 18.º cumpleaños. La idea fue apoyada por el
ministro del Interior, Herbert Morrison, pero fue rechazada por el rey porque consideraba que
era un título que pertenecía únicamente a la esposa del príncipe de Gales. Además, este
último siempre había sido el heredero (por lo general, el hijo mayor del soberano) e Isabel era
solo la heredera legal y podría ser reemplazada en la línea de sucesión si el rey tuviera un
hijo.41 En 1946, fue incluida en la comunidad galesa Gorsedd de Bardos en
el Eisteddfod Nacional de Gales.42
Día de la Victoria en Europa, 1945
Matrimonio[editar]
Isabel conoció a su futuro esposo, el príncipe Felipe de Grecia y Dinamarca, en 1934 y lo
volvió a ver en 1937.45 Después de otra reunión en el Britannia Royal Naval College en julio de
1939, Isabel —de tan solo 13 años— se enamoró de Felipe, hijo de los príncipes Andrés de
Grecia y Alicia de Battenberg, y comenzaron a comunicarse por cartas.46 Se casaron el 20 de
noviembre de 1947 en la Abadía de Westminster. Ellos son primos segundos por parte del
rey Christian IX de Dinamarca y primos terceros por parte de la reina Victoria. Antes del
matrimonio, Felipe renunció a sus títulos griegos y daneses, se convirtió de la ortodoxia
griega al anglicanismo y adoptó la denominación de teniente Felipe Mountbatten, tomando el
apellido de la familia británica de su madre. 47 Justo antes de la boda, fue designado duque de
Edimburgo y recibió el tratamiento de Su Alteza Real.48
El matrimonio no estuvo exento de polémicas: Felipe no poseía capacidad financiera, provenía
del extranjero (a través de un súbdito británico) y tenía hermanas que se habían casado con
nobles alemanes relacionados con los nazis.49 Marion Crawford escribió: «Algunos de los
consejeros del rey no lo creían suficientemente bueno para ella. Era un príncipe sin hogar ni
reino...».50 Si bien la madre de Isabel se opuso inicialmente a la relación, 51 más tarde le dijo al
biógrafo Tim Heald que Felipe era un «caballero inglés». 52
Isabel y Felipe recibieron 2500 regalos de boda provenientes de todo el mundo, 53 aunque
Gran Bretaña aún no se había recuperado de la devastación de la guerra. Isabel, incluso,
necesitó de cupones de racionamiento para adquirir los materiales para su vestido de
casamiento, diseñado por el modisto Norman Hartnell54 en satén de color marfil y decorado
con hilo de plata, bordados de tul y 10 000 perlas blancas importadas directamente de
América.55 Su ramo de orquídeas blancas y de mirto, extraído del arbusto que había plantado
la reina Victoria tras su boda, fue depositado en la tumba del soldado desconocido, acto que
su madre había realizado también en 1923. 56 Tras la ceremonia religiosa, se ofreció una
comida a los invitados en el Palacio de Buckingham. 55
En la Gran Bretaña de posguerra, no era aceptable que las relaciones alemanas de la familia
del duque de Edimburgo fueran invitadas a la boda, incluyéndose a sus tres hermanas. 57 Una
de las notables ausencias fue Eduardo, el antiguo rey, que no fue invitado, mientras que su
hermana, la princesa María, se ausentó por problemas de salud. Ronald Storrs afirmó que no
concurrió en protesta por la exclusión de su hermano. 58
Reinado[editar]
Sucesión y coronación[editar]
En diciembre de 1936 el rey Eduardo VIII del Reino Unido abdicó para poder contraer
matrimonio con la divorciada plebeya Wallis Simpson de Estados Unidos, convirtiendo a su
hermano menor Alberto en el nuevo monarca con el nombre de Jorge VI del Reino Unido y a
su sobrina Isabel en princesa heredera. Desde entonces, joven pero decidida, comenzó a
configurar su imagen como futura reina. La salud de Jorge VI empeoró considerablemente
durante 1951 (se le diagnosticó cáncer de pulmón en septiembre,64 padeció una obstrucción
arterial y se le practicó una resección pulmonar) 65 e Isabel pronto lo reemplazó en
prácticamente todos los actos públicos. En octubre de ese año, realizó una gira por Canadá y
visitó al presidente de los Estados Unidos Harry S. Truman en Washington; en el viaje, su
secretario privado, Martin Charteris, llevaba consigo la declaración de adhesión, en caso de
que el rey muriera durante la gira.66 A principios de 1952, Isabel y Felipe partieron para una
gira por Australia, Nueva Zelanda y Kenia. El 6 de febrero de 1952, cuando apenas habían
llegado a Sagana Lodge —su residencia en este último país— y tras pasar una noche en
el Hotel Treetops, recibieron la noticia de la muerte del padre de Isabel. 67 Felipe fue el
encargado de transmitirle el hecho a la nueva reina. Charteris le pidió que escogiera un
nombre para desempeñar el cargo; optó por Isabel, «por supuesto», según declaró. 68 Fue
proclamada reina y la comitiva real se apresuró para regresar al Reino Unido, 69 donde el
matrimonio fue trasladado al palacio de Buckingham.70
Con la adhesión de Isabel, parecía probable que la casa real llevase el nombre de su marido.
Lord Mountbatten pensó que se convertiría, a partir de entonces, en la Casa Mountbatten, ya
que Isabel habría tomado el apellido de Felipe tras el matrimonio. Sin embargo, la reina
María y el primer ministro británico Winston Churchill se manifestaron a favor de mantener el
nombre de la Casa de Windsor. El duque, por su parte, se quejó: «soy el único hombre en el
país al cual no se le permite dar su apellido a sus propios hijos». 71 En 1960, después de la
muerte de la reina María el 24 de marzo de 1953 y la renuncia de Churchill en 1955, se adoptó
el apellido Mountbatten-Windsor para Felipe y los descendientes masculinos de Isabel que no
posean títulos reales.72
En medio de los preparativos para la coronación, la princesa Margarita le informó a su
hermana que quería casarse con Peter Townsend, un plebeyo divorciado 16 años mayor que
ella y con dos hijos de su anterior matrimonio. La reina les pidió que esperaran un año; en
palabras de Martin Charteris, «la reina fue naturalmente simpática con la princesa, pero creo
que ella pensó —más bien, esperó— que en un momento dado, el noviazgo terminara». 73 Los
políticos de alto rango estaban en contra de la unión y la Iglesia de Inglaterra no permitía el
matrimonio después del divorcio. Si Margarita contraía matrimonio civil, tenía que renunciar a
su derecho de sucesión.74 Finalmente, decidió abandonar sus planes con Townsend. 75 En
1960, se casó con Antony Armstrong-Jones, I conde de Snowdon. La pareja se divorció en
1978 y Margarita no volvió a casarse.76
A pesar del deceso de la reina María, diez semanas antes de la coronación, esta se celebró
en la Abadía de Westminster el 2 de junio de 1953. Antes de morir, la reina María había
aclarado que en caso de su fallecimiento la coronación no debía posponerse. Toda la
ceremonia, con excepción de la unción y la comunión, fue televisada por primera vez en la
historia británica y la cobertura fue fundamental para impulsarle popularidad al medio; el
número de licencias de televisión en el Reino Unido se duplicó a 3 millones, 77 y más de 20
millones de espectadores vieron el evento en las casas de sus amigos o vecinos. 78 En
América del Norte, poco menos de 100 millones de espectadores vieron las transmisiones. 79
Isabel lució un vestido encargado a Norman Hartnell bordado, según sus instrucciones, con
los emblemas florales de los países de la Mancomunidad de Naciones:80 Rosa
Tudor inglesa, cardo escocés, puerro galés, shamrock irlandés, zarzo dorado australiano, hoja
de arce canadiense, helecho plateado neozelandés, protea sudafricana, loto sagrado para
India y Ceilán, y trigo, algodón y yute para Pakistán.81 Isabel II es la monarca que más tiempo
ha reinado en la historia británica. Solo otros cinco reyes y reinas han reinado al Reino Unido
durante más de 50 años: Victoria (63 años), Jorge III (59 años), Enrique III (56 años), Eduardo
III (50 años) y Jacobo VI de Escocia (Jacobo I de Inglaterra) (58 años).
La reina Isabel con el primer ministro australiano Robert Menzies durante su primera visita a Australia en
1954
Jubileo de plata[editar]
Isabel II bailando con el presidente estadounidense Gerald Ford durante una cena de Estado en julio de
1976.
En 1977, Isabel celebró su jubileo de plata como reina, para el cual se llevaron a cabo fiestas
y eventos a lo largo de todo Reino Unido, muchos de los cuales coincidieron con giras
nacionales y viajes por países miembros de la Mancomunidad. Las celebraciones reafirmaron
la popularidad de la reina, pese a las notas negativas de la prensa que se encontraba más
enfocada en la separación de la princesa Margarita de su marido. 107 En febrero de 1977, se
realizaron algunas ceremonias religiosas a lo largo de todo el mes. El 17 de mayo realizó una
gira a través de Glasgow y a su vez, concretó otros viajes de Estado a Samoa Occidental,
Australia, Nueva Zelanda, Tonga, Fiyi, Tasmania, Papúa Nueva Guinea, Canadá y la India. Al
final, se calculó que la reina junto a su marido habían recorrido más de 56 mil millas.108 El 6 de
junio de 1977, comenzaron las celebraciones correspondientes a su jubileo de plata como
reina y un día después, se dirigió en el carruaje Gold State Coach a la catedral de San Pablo
de Londres para un servicio de acción de gracias al cual asistieron jefes de Estado de todo el
mundo y primeros ministros británicos retirados.108 Después, asistió con su familia a un
almuerzo en Guildhall, donde pronunció un discurso y de regreso al Palacio de Buckingham
saludó desde el balcón a la multitud presente. Se estimó que 500 millones de personas
observaron la procesión por televisión. 108
En 1978, Isabel recibió al dictador comunista de Rumania, Nicolae Ceaușescu, en una visita
de Estado.109 Para el año siguiente, la vida de Isabel estuvo marcada por dos hechos: el
desenmascaramiento de Anthony Blunt —el conservador de las obras pictóricas de la reina—
como un espía comunista, y el asesinato de su tío político lord Mountbatten por parte
del Ejército Republicano Irlandés Provisional.110
De acuerdo con Paul Martin, a finales de la década de 1970 Isabel estaba preocupada porque
«la Corona tenía poco sentido» para el primer ministro canadiense Pierre Trudeau.111 Tony
Benn dijo que la reina se encontraba «decepcionada» con Trudeau; 111 por otra parte, estas
declaraciones parecieron confirmarse por su actitud para con la reina, por ejemplo, cuando se
deslizó por las barandillas del palacio de Buckingham y efectuó algunas piruetas detrás de
Isabel en 1977, o cuando eliminó algunos símbolos reales de Canadá durante su mandato. 111
En 1980, algunos políticos canadienses arribaron a Londres para discutir la repatriación de
la constitución canadiense y encontraron a Isabel «mejor informada acerca del caso
constitucional de Canadá, más que cualquiera de los políticos o burócratas británicos». 111
Estaba interesada en el debate constitucional tras el fracaso del proyecto de la ley C-60, que
había afectado su papel como jefe de Estado.111 La repatriación había sofocado el papel
del Parlamento británico en la constitución canadiense, pero se mantuvo la monarquía.
Trudeau dijo en sus memorias: «La reina favoreció mi intento por reformar la Constitución.
Siempre me impresionó no solo por la gracia que emitía en público en todo momento, sino
también por la sabiduría que mostró durante una conversación privada». 112
Años 1980[editar]
Durante la ceremonia Trooping the Colour de 1981 y a sólo seis semanas de la boda del
príncipe Carlos y Diana Spencer, se efectuaron seis disparos contra la reina desde una
distancia corta mientras cabalgaba camino a The Mall en su caballo «Burmese».
Posteriormente, la policía descubrió que las balas disparadas eran de goma. El agresor de 17
años de edad, Marcus Sargeant, fue condenado a cinco años de prisión y liberado luego de
tres.113 Se elogió ampliamente la calma que mantuvo la reina y su habilidad para cabalgar. 114
Desde abril a septiembre de ese año, la reina estuvo especialmente orgullosa 115 y un tanto
ansiosa116 de su hijo Andrés, mientras éste servía en las Fuerzas Armadas británicas durante
la guerra de las Malvinas. El 9 de julio del año siguiente, cuando Isabel despertó en su
habitación del palacio de Buckingham, halló a un intruso, Michael Fagan, parado al pie de la
cama. Mantuvo la calma mientras se comunicó con el departamento central de policía, y
conversó con Fagan hasta que las autoridades llegaron siete minutos después. 117 A pesar de
que recibió al presidente Ronald Reagan en el castillo de Windsor en 1982 y visitó su rancho
de California en 1983, se molestó cuando el gobierno estadounidense ordenó la invasión de
Granada, uno de sus reinos del Caribe, sin su consentimiento previo. 118 La visita del
papa Juan Pablo II en 1982 fue la primera visita de un papa católico al Reino Unido en 450
años.
Durante la década de 1980, el gran interés mediático en las opiniones y la vida privada de
la familia real británica llevó a una serie de historias sensacionalistas dentro de la prensa,
aunque no todas fueron ciertas.119 El editor de periódico Donald Trelford escribió en The
Observer el 21 de septiembre de 1986: «El serial televisivo real ha llegado a tal grado de
interés público que el límite entre la realidad y la ficción se ha perdido de vista. No es justo
que algunos papeles no corroboren las afirmaciones o acepte desmentidos: no les importa si
las historias son verdaderas o no». [cita requerida] Se informó inclusive, en la edición de The Sunday
Times del 20 de julio de 1986, que Isabel estaba preocupada de que las políticas económicas
de la primera ministra británica Margaret Thatcher promovieran una mayor división social, y
que además se hallaba alarmada por el alto índice de desempleo, los disturbios de 1981, la
violencia de la huelga de mineros de 1984 y la negativa de Thatcher a aplicar sanciones
contra el apartheid en Sudáfrica. Las fuentes de los rumores incluían al ayudante real Michael
Shea y al secretario general de la Mancomunidad de Naciones Ramphal Shridath, aunque
Shea aclaró que sus afirmaciones fueron sacadas de contexto y modificadas por la prensa. 120
Thatcher supuestamente dijo que la reina votaría por el Partido Social Demócrata, los
opositores políticos de Thatcher. 121 El biógrafo de la primera ministra, John Campbell, afirmó
que «los reportes sólo eran un pedazo de travesuras del periodismo». 122 Para desmentir los
informes de acrimonia entre ellas, Thatcher admitió más tarde su admiración por la reina y, 123
después la asunción de John Major, Isabel otorgó dos honores a Thatcher: la Orden del
Mérito y la Orden de la Jarretera.124
En 1987, el nuevo gobierno electo en Fiyi fue depuesto por un golpe militar. Isabel, como jefe
de Estado, apoyó los intentos del gobernador general, Ratu sir Penaia Ganilau, para afianzar
el poder ejecutivo y negociar un acuerdo. El líder del golpe, Sitiveni Rabuka, depuso a
Ganilau, abolió la monarquía y declaró a Fiyi una república. 125 A principios de 1991, el espíritu
republicano en Gran Bretaña aumentó debido a las estimaciones que hacía la prensa sobre el
patrimonio particular de la reina, las cuales fueron refutadas por el palacio, y los rumores
acerca de los noviazgos y tensiones matrimoniales en su extensa familia. 126 La participación
de los miembros más jóvenes de la realeza en el evento de beneficencia It's a Royal
Knockout fue ridiculizada,127 y la reina fue el blanco de la sátira.128
Años 1990[editar]
El príncipe Felipe e Isabel II, octubre de 1992
En 1991, a raíz de la victoria en la guerra del Golfo, Isabel se convirtió en el primer monarca
en abordar una sesión en el Congreso de los Estados Unidos.129 Al año siguiente, intentó
salvar el matrimonio de su hijo mayor, Carlos, mediante asesorías para él y su esposa, Diana,
y así tratar de reconciliarlos.130
En un discurso pronunciado el 24 de noviembre de 1992 para conmemorar el 40.º aniversario
de su ascensión al trono, la reina llamó a 1992 su annus horribilis, es decir, «año horrible».6
En marzo, su segundo hijo, el príncipe Andrés, duque de York, y su esposa Sarah, se
separaron. En abril, su hija Ana se divorció de su marido, el capitán Mark Phillips.131 Durante
una visita de Estado a Alemania en octubre, manifestantes furiosos le arrojaron huevos
en Dresde,132 y en noviembre el castillo de Windsor sufrió severos daños tras un incendio
devastador. La monarquía recibió críticas en aumento y el escrutinio público. 133 En un discurso
inusualmente personal, Isabel expresó que toda institución espera recibir críticas, pero sugirió
que éstas debían expresarse con un «toque de humor, ternura y comprensión». 134 Dos días
más tarde, el primer ministro John Major anunció reformas en las finanzas reales que se
habían planeado desde el año anterior, incluyendo un pago de impuesto sobre la renta por
primera vez, comenzando en 1993, y una reducción de la lista civil. 135 En diciembre, Carlos y
Diana se separaron formalmente, 136 y el año finalizó con una demanda de la reina al
periódico The Sun por violación de derechos de autor cuando se publicó el texto de su
mensaje anual de Navidad dos días antes de su emisión. El diario se vio obligado a pagar los
gastos legales y donó 200 000 libras a obras benéficas.137
En los años siguientes, los rumores acerca del estado matrimonial entre Carlos y Diana
continuaron.138 En consulta con el primer ministro Major, el arzobispo de Canterbury, George
Carey, su secretario privado, Robert Fellowes, y su marido, Isabel le escribió a Carlos y Diana
en diciembre de 1995 diciendo que el divorcio era una opción deseable. 139 Un año después del
divorcio que tuvo lugar en 1996, Diana murió en un accidente automovilístico en París el 31 de
agosto de 1997, momento en que la reina se hallaba de vacaciones en Balmoral con su hijo y
nietos. Los dos hijos de Diana querían ir a la iglesia, así que sus abuelos los llevaron por la
mañana.140 Después de una única aparición pública, durante cinco días la reina y el duque
protegieron a sus nietos del intenso interés de la prensa, manteniéndolos en Balmoral, donde
podían llorar a su madre en privado;141 sin embargo, el aislamiento de la familia real causó
consternación pública.7 Bajo la presión de la reacción del público hostil, la reina volvió a
Londres y acordó una transmisión en vivo a todo el mundo el 5 de septiembre, un día antes al
funeral de Diana.142 En la emisión, expresó su admiración por ella y sus sentimientos «como
abuela» de los príncipes Guillermo y Enrique.143 Como resultado, gran parte de la hostilidad
pública desapareció.143