La Verdad Del Movimiento de Reforma

La Verdad Sobre El Movimiento de Reforma
LA VERDAD SOBRE
EL MOVIMIEMTO
DE REFORMA
“La verdad, pasando por alto a los que la desprecian y rechazan, triunfará”. Los
hechos de los apóstoles, pág. 480.
Reformation Herald Publishing Association

P. O. Box 7240, Roanoke, Virginia 24019, E.E.U.U.
1
PROLOGO
Con afecto fraternal nos permitimos ofrecer a la hermandad Adventista la presente

obra, escrita por el hermano A. Balbach, actualmente Secretario de la Conferencia
General de Movimiento de Reforma de la Iglesia Adventista de Séptimo Día, y traducida
del portugués por el pastor Daniel Dumitru, con el fin de ventilar cuestiones
trascendentales que afectan la organización adventista y el Movimiento de Reforma y al
Movimiento de Reforma suscitado dentro de ella, cuestiones que han sido objeto de
dolorosas controversias, más a menudo nacidas de una confusión de conceptos que de
una celosa defensa de la institución largo tiempo venerada por parte de los componentes
de la hermandad adventista.
Deseamos con todo nuestro corazón, no sin antes haber elevado nuestra oraciones,
que este pequeño esfuerzo contribuya a cimentar la verdad en los corazones que estén
dispuestos a aceptarla a cualquier costo, sabedores, como nosotros, que el que se allega a
la verdad y la practica, viene a la luz y es libre, condición espiritual de primera necesidad
para la salvación. Este es el único interés que nos mueve y nos ha obligado a echarnos a
cuestas la tarea de buscar a nuestros antiguos hermanos, a quienes nos une la misma fe y
la misma esperanza.
Amado lector, escudriña imparcialmente y medita clamando al Espíritu Santo por su
dirección, ya que el conocimiento de la verdad respecto al Movimiento de Reforma de la
Iglesia Adventista del Séptimo Día, constriñe a tomar una decisión concienzuda de vivir
dentro o fuera de él. Esto es algo que no puede soslayarse. Nuestra oración será siempre
constante en favor de aquellos que habrán de encontrarse en situación de elegir.
Deseamos aclarar que este Movimiento de Reforma nada tiene que ver con un grupo
que se presenta con nombre igual al nuestro, ocultando el suyo verdadero de “Sociedad
Misionera Internacional”, otrora dirigida por un hermano Carlos Kozel, grupo cuyo
carácter es suficientemente conocido por muchos adventistas y ha servido para causar
oprobio a la verdadera Reforma.
Para solicitar mayor información, rogamos dirigirse a: Misión Azteca de los

Adventistas del Séptimo Día, Movimiento de Reforma, Apartado Postal 19063, México
19, D. F.
2
A b r e v i a t u r a s
BTS Bible Training School
CE El colportor evangélico
CES Consejos sobre la escuela sabática
CNJ Cristo nuestra justicia
CS El conflicto de los siglos
CT Counsels to Parents, Teachers, and Students
DA Daniel y apocalipsis
DR Daniel and Revelation (U. Smith, edición 1905)
DMJ El discurso maestro de Jesucristo
DTG El deseado de todas las gentes
Ed La educación
EFSTA
Ev El evangelismo
FLB The Faith I Live By
GCB General Conference Bulletin
HA Los hechos de los apóstoles
HD Hijos e hijas de Dios
HS Historical Sketches of the Foreing Missions
LC En los lugares celestiales
LLM Loma Linda Messages
LS Life Sketches
MJ Mensajes a los jóvenes
MSV ¡Maranatha: el Señor viene!
NB Notas biográficas de Elena G. de White
OE Obreros evangélicos
PE Primeros escritos
PP Patriarcas y Profetas
PR Profetas y reyes
PVGM Palabras de vida del gran Maestro
RH Review and Herald
SDATW Seventh-day Adventists in Time of War
ST The Signs of the Times
TM Testimonios para los ministros
1-10BC Seventh-day Adventist Bible Commentary, vols. 1-10
1-6BIO The Ellen G. White Biography, vols. 1-6
1-19MR Manuscript Releases, Vols. 1-19
1-4SG Spiritual Gifts, vol. 1-4
1-9T Testimonies for the Church, vols. 1-9
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Prólogo.................................................................................
1. La iglesia de Diosa a través de los siglos ....................
2. La iglesia de Laodicea .................................................
3. Apostasia en Laodicea .................................................
4. La necesidad de una reforma .......................................
5. ¿Cuál es la diferencia entre rebelión y reforma? .........
6. Reforma, ¿dentro o fuera de la iglesia? .......................
7. El mensaje de la justicia de Cristo ...............................
8. Se desenvuelven dos clases en las filas de los adventistas
9. El zarandeo desde el punto de vista histórico ................
10. Apostasía local o general ...........................................
11. ¿Quién se apartó de la verdadera iglesia? ...................
12. ¿En favor de quién se cumplen las promesas? ...........
13. Que dicen las profecias ..............................................
14. Separación .................................................................
15. Preparación para la lluvia tardía ................................
16. La amonestación final ................................................
17. Separación final entre el oro y la escoria ...................
18. Una falsa esperanza ...................................................
19. Objeciones refutadas ..................................................
20. El trigo y la cizaña .....................................................
21. El grupo remanente ....................................................
22. Epilogo ......................................................................
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1. — LA IGLESIA DE DIOS A TRAVÉS DE

LOS SIGLOS
Dios siempre ha tenido una iglesia sobre la tierra. Nunca quedó sin verdaderos
adoradores, aunque, en ciertas ocasiones, estos quedasen reducidos a un mínimo. La
antorcha de la verdad, en el correr de los siglos, jamás se apagó por completo, ni se
apagará. Es verdad que ha habido muchos desvíos en todas épocas de la historia, mas
Dios nunca quedó sin un remanente fiel.
Lancemos una mirada retrospectiva y consideremos la situación de Israel en los días
del rey Achab y del profeta Elías. Tan decaída estaba aquella nación, que el profeta se
sentía solo. “Señor, á tus profetas han muerto, y tus altares han derruído; y yo he quedado
solo, y procuran matarme”. (Romanos 11:3). Mas Dios había reservado para sí un puñado
de fieles. “He dejado para mí siete mil hombres, que no han doblado la rodilla delante de
Baal” (ver. 4). Así fue también en los días de Uzzías, Jothan, Achaz, y Ezechías, reyes de
Judá. “Si Jehová de los ejércitos no hubiera hecho que nos quedasen muy cortos residuos,
como Sodoma fuéramos, y semejantes á Gomorra”, declaró el profeta Isaías (cap. 1:9).
Consideremos ahora a la Iglesia Cristiana, fundada en la elección de los doce
apóstoles, y contra la cual las puertas del infierno no habían de prevalecer (Mateo 16:18),
como mayores que hayan sido los esfuerzos de Satanás para destruírla, sea por el furor de
la persecución, sea por la seducción de la apostasía, la iglesia, desde el principio del
mundo, permanece indestructible, porque el Señor quien la sostiene con su diestra.
También en la iglesia cristiana no tardó en penetrar la apostasía. Los fieles se oponían
fuertemente a la marea de la decadencia espiritual, mas sus esfuerzos fueron infructíferos.
“Tras largo y tenaz conflicto, los pocos que permanecían fieles resolvieron romper toda
unión con la iglesia apóstata si ésta rehusaba aún desechar la falsedad y la idolatría. Y es
que vieron que dicho rompimiento era de todo punto necesario si querían obedecer la
Palabra de Dios”. CS 49.
Durante la reforma del siglo XVI se repitió la misma historia. Hombres de fe como
Lutero, Calvino, Zwinglio y otros, se esforzaron para reformar la iglesia que se
encontraba en un estado de gran decadencia, mas luego sufrieron feroz oposición. Su
testimonio no fue recibido y, con pesar, tuvieron que separarse de Roma. Fueron
continuamente acusados por los romanistas, de herejía y voluntaria separación de la
verdadera iglesia. “Pero estos cargos recaen más bien sobre ellos mismos. Ellos son los
que arriaron la bandera de Cristo y se apartaron de ‘la fe que ha sido una vez dada a los
santos.’ (S. Judas 3.) CS 55.
Pero las iglesias reformadas también entraron en decadencia. En el tiempo de em que

surgió el grande despertamiento en torno al mensaje de la segunda venida de Cristo, las
iglesias protestantes estaban cediendo más a las costumbres y prácticas del mundo y
declinando paulatinamente en la vida espiritual.
Vino el mensaje del advenimiento, predicado al principio dentro de las iglesias

protestantes, pues los que creían en el breve regreso de Jesús no tenían la intención de
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separarse de ellas. Mas el mensaje que se destinaba a despertar al pueblo de su letargo,

fue rechazado por la mayoría y los creyentes que no lo aceptaron comenzaron a se
perseguidos. ¿Y cuál fue el resultado? “En el verano de 1844 cerca de cincuenta mil
personas se separaron de las iglesias”. CS 426.
Así, vemos que Dios ha mantenido a su iglesia en la tierra a través de un puñado

de sobrevivientes a las apostasías. Esos remanentes siempre han constituido el verdadero
tronco de la iglesia, desde el inicio del mundo. Las innumerables ramas que surgieron,
muchas de las cuales más fuertes, materialmente, que la propia iglesia verdadera, son,
todas desvíos del verdadero tronco. Desde que una iglesia abandona
la verdad, no es más el pueblo de Dios. No es más el tronco. Es, eso sí, una rama
desviada y cortada (Romanos 11:17. Y aunque esos remanentes se desliguen da la iglesia
en apostasía, no están, por eso, separados del tronco. Separada está la rama que se desvía
de la verdad, y que es, consecuentemente, cortada por Dios.
“Este principio se aplica con igual propiedad a una cuestión que ha agitado por
mucho tiempo al mundo cristiano: la cuestión de la sucesión apostólica. La descendencia
de Abrahán no se probaba por el nombre y el linaje, sino por la semejanza del carácter.
La sucesión apostólica tampocodescansa en la transmisión de la autoridad eclesiástica,
sino en la relación espiritual. Una vida movida por el espíritu de los apóstoles, el creer y
enseñar las verdades que ellos enseñaron: ésta es la verdadera evidencia de la sucesión
apostólica. Es lo que constituye a los hombres sucesores de los primeros maestros del
Evangelio”. DTG 432.
Los judíos no comprendían esta verdad. Fiábanse en la presunción de la decendencia

directa. Pensaban que, como hijos de Abraham, las promesas les pertenecían
infaliblemente (Mateo 3:9). Mas, ¿cuál fue el resultado de esa falsa seguridad? Fueron
rechazados, con excepción de un pequeño remanente (Romanos 11:5). Esto no quiere
decir que Dios haya rechazado a su pueblo (ver. 1). Él rechazó a aquellos que por la
apostasía dejaron de ser su pueblo. Una vez que una iglesia se desvía, ella no es más la
iglesia de Dios. El pueblo de Dios es siempre el remanente fiel, el cual es el tronco y no
las ramas desviadas y cortadas. Por eso es que “no todos los que son de Israel son
Israelitas” (Romanos 9:6).
También la iglesia Católica se dejó seducir por la misma presunción. Confiada en la

directa decendencia apostólica, ella ha pretendido ser la verdadera iglesia, el pueblo de
Dios, aplicando indebidamente a sí misma las palabras de Cristo: “y las puertas del
infierno no prevalecerán contra ella” (Mat. 16:18. No comprenden los católicos que esta
promesa solo puede cumplirse con el tronco — el remanente fiel. Dios no se mantiene
unido INCONDICIONALMENTE a un pueblo o iglesia. En cuanto el pueblo permanece
fiel a Dios, Él lo reconoce como suyo; si el pueblo lo deja, Él también lo deja. La
condición es siempre la misma, a saber: “Jehová es con vosotros, si vosotros fueres con
Él”(2 Crónicas 15:2). Esto equivale lo que se encuentra en Jeremías 18:7-9.
2. — LA IGLESIA DE LAODICEA
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EL TRATO DE Dios con su pueblo es invariable. Lo reconoce como suyo bajo

condición de fidelidad. Siempre fue así, y es evidente que Laodicea — la iglesia del
advenimiento — no podrá constituir una excepción a la regla.
“Por cuanto los hijos de Israel no cumplieron con el propósito de Dios, fueron puestos
a un lado, y el Señor extiende su invitación a otros. Si éstos también son infieles, ¿no
serán rechazados de la misma forma?” PVGM 245.
“Si la iglesia sigue una conducta similar a la del mundo, compartirá la misma suerte.
O, mejor dicho, como recibió mayor luz, su castigo será mayor que el de los
impenitentes”. II-JT 12.
“La iglesia será pesada en la balanza del santuario. Si su carácter moral y su estado
espiritual no corresponden a los beneficios y bendiciones que Dios le concedió, ella será
hallada en falta”. 5T 83.
“Hermanos, vuestras lámparas habrán seguramente de vacilar y debilitarse hasta

apagarse en las tinieblas a menos que hagáis esfuerzos decididos para reformaros.
‘Recuerda por tanto de dóndehas caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras.’ La
oportunidad que se presenta ahora puede ser corta. Si estos momentos de gracia y
arrepentimiento pasan sin aprovecharse, se da la amonestación: ‘Pues si no, vendré presto
a ti, y quitaré tu candelero de su lugar.’ (Apocalipsis 2: 5.) Estas palabras son
pronunciadas por los labios del que es longánimo y tolerante, Advierten solemnemente a
las iglesias y a las personas que el que vela y nunca dormita está midiendo su conducta. A
su paciencia maravillosa únicamente, deben el no ser cortados como estorbos del
terreno”. II-JT 255.
“Dios puede cumplir en cualquier momento lo que promete, y la obra que él ordena a
su pueblo que haga puede realizarla por su medio. Si ellos quieren vivir de acuerdo a toda
palabra que él pronunció, se cumplirán para ellos todas las buenas palabras y promesas.
Pero, si no prestan una obediencia perfecta, las grandes y preciosas promesas quedarán
sin efecto”. I-JT 212.
Como vemos, las promesas en relación a la iglesia están subordinadas a un “si”. Solo
podrán cumplirse bajo condición. Y la condición es esta: perfecta obediencia. Mas, para
que la iglesia pudiera llenar este requisito, necesitaría reformarse. He aquí, pues, la
condición: REFORMA.
3. — APOSTASÍA EN LAODICEA
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La reforma solo tiene razón de ser donde hay apostasía. Sin haber apostasía no se
necesita de una reforma. Mas, ¿penetró, de hecho, la apostasía en la iglesia de Laodicea?
Sí. Esto nos muestran los hechos y lo confirman los testimonios del Espíritu de Profecía.
Nótense ahora los testimonios dados durante varias decenas de años:
1852
“Mientras últimamente he estado mirando en derredor para encontrar a los humildes

discípulos del manso y humilde Jesús, he sentido mucha preocupación. Muchos de los
que profesan esperar la pronta venida de Cristo se están conformando con este mundo y
buscan más fervorosamente los aplausos en derredor suyo que la aprobación de Dios. Son
fríos y formalistas, como las iglesias nominales de las cuales se separaron hace poco. Las
palabras dirigidas a la iglesia de Laodicea describen perfectamente su condición actual.
(Véase Apocalipsis 3:14-20.) No son ni fríos ni calientes, sino tibios. Y a menos que
escuchen el consejo del ‘Testigo fiel y verdadero,’ se arrepientan celosamente y obtengan
‘oro refinado en fuego’, ‘vestiduras blancas,’ y ‘colirio,’ los escupirá pronto de su boca”.
PE 107.
1855
“Vi que el Espíritu del Señor ha estado apartándose de la iglesia”. I-JT 30.
“Vi que la iglesia ha perdido casi completamente el espíritu de abnegación y

sacrificio”. I-JT 32.
1856
“Luego, me fueron señalados los años 1843 y 1844. Reinaba entonces un espíritu de
consagración ahora ausente. ¿Qué le ha sucedido al pueblo que profesa ser el pueblo
peculiar de Dios? Vi la conformidad con el mundo, la falta de voluntad para sufrir por la
verdad y notable rebeldía ante la voluntad de Dios”. I-JT 34.
1860
“Me fue mostrada la baja condición del pueblo de Dios; Dios no se había apartado de
ellos, mas ellos se habían apartado de Él y se habían hecho tibios. Poseen la teoría d ela
verdad, mas falta su poder salvador”. 1T 210.
1868
“Dicen (los centinelas infieles) en el corazón, sino en palabras. . . ‘¿Por qué no

profetizan (los centinelas fieles) cosas agradables, clamando: Paz, paz? Entonces todas
las cosas irían sin dificultad’.
8
“Estos son los verdaderos sentimientos de muchos de nuestro pueblo y Satanás se

exalta en dominar las mentes de aquellos que profesan ser cristianos. Él los engañó,
entorpeció su sensibilidad, y alzo su bandera infernal bien en el medio de ellos, y ellos se
encuentran tan completamente engañados que no saben que es él. . . El profeso pueblo de
Dios es egoísta e interesado en si mismo. Aman las cosas de este mundo y tienen
comunión con las obras de las tinieblas. Tienen placer en la injusticia. No tienen amor
para con Dios ni tienen amor para con sus prójimos. Son idólatras y son mucho más
peores, a los ojos de Dios, que los paganos, adoradores de imágenes esculpidas, que no
tienen el conocimiento de un camino mejor.
“Se exige de los seguidores de Cristo que salgan del mundo, y se separen no tocando
nada inmundo, y entonces tienen la promesa de ser hijos e hijas del Altísimo, miembros
de la familia real. En tanto no llenen las condiciones, no alcanzan, ni pueden alcanzar, el
cumplimiento de la promesa. Una profesión de cristianismo es nada a los ojos de Dios;
mas una obediencia verdadera, humilde y voluntaria, a sus exigencias, es lo que
caracteriza a los hijos de su adopción, los recipientes de su gracia, los participantes de su
salvación. Los tales serán personas peculiares, serán un espectáculo para el mundo, para
los ángeles y para los hombres. Su carácter peculiar y santo será discernido, y
nítidamente los separará del mundo y de sus afecciones y concupiscencias.
“Vi que solamente pocos de entre nosotros corresponden a esta descripción. El amor
de ellos (de los demás) hacia Dios es en palabras, y no en hechos y en verdad. Su
procedimiento, sus obras, dan testimonio de ellos, mostrando que no son hijos d ela luz,
mas de las tinieblas. . .
“Como el antiguo Israel, la iglesia deshonró a su Dios apártandose de la luz,

descuidando sus deberes y abusando de su elevado y exaltado privilegio de ser peculiar
en carácter. Sus miembros violaron su pacto de vivir para Dios y solamente para Él. Se
unieron a los egoístas y amantes delmundo. El orgullo, el amor a los placeres, y el pecado
han sido acariciados, y Cristo se retiró. Su espíritu fue apagado en la iglesia. . .
“Mas el Señor es deshonrado y su causa sufre oprobio por el hecho de que su pueblo
está subordinado al mundo. Está en amistad con el mundo, con los enemigos de Dios. Su
única esperanza de salvación es separarse del mundo y mantener celosamente su carácter
separado, santo y peculiar.
“Me fue mostrado al pueblo de dios como estando en una condición apostatada. . .
“Ya les declaré que por lo que me fue mostrado, solamente un pequeño número de los
que ahora profesan creer en la verdad serán finalmente salvados, no porque no puedan ser
salvos, mas porque no quieren se salvos de la manera indicada por Dios”. 2T 440-445.
“¡Qué mayor engaño puede penetrar en las mentes humanas que la confianza de que
en ellos todo está bien cuando todo anda mal! El mensaje del Testigo Fiel encuentra al
pueblo de Dios sumido en un triste engaño, aunque crea sinceramente dicho engaño. No
sabe que su condición es deplorable a la vista de Dios. Aunque aquellos a quienes se
9
dirige el mensaje del Testigo Fiel se lisonjean de que se encuentran en una exaltada
condición espiritual, dicho mensaje quebranta su seguridad con la sorprendente denuncia
de su verdadera condición de ceguera, pobreza y miseria espirituales. Este testimonio tan
penetrante y severo no puede ser un error porque es el Testigo Fiel el que habla y su
testimonio debe ser correcto”. I-JT 327, 328.
“La figura empleada al decir que os vomitará de su boca, significa que no puede
ofrecer a Dios vuestras oraciones o vuestras expresiones de amor. No puede apoyar
vuestras enseñanzas de su Palabra ni vuestra obra espiritual. No puede presentar vuestros
ejercicios religiosos con la petición de que se os conceda gracia”. III-JT 15.
1880
“Las barreras que la palabra de Dios coloca en torno a su pueblo están siendo
derribadas. Hombres que están familiarizados con la manero como Dios guió a su pueblo
en el pasado, en vez de preguntar por las veredas antiguas y defender nuestra posición
como un pueblo peculiar, están de brazos dados con el mundo”. 4T 513.
1882
“El pueblo al cual Dios ha confiado las verdades sagradas, solemnes y escrutadoras
para este tiempo, está durmiendo en su puesto. Dice por sus acciones: Tenemos la verdad,
somos ricos, y estamos enriquecidos, y no tenemos ‘necesidad de ninguna cosa;’ mientras
que el Testigo Fiel declara: ‘Y no conoces que tú eres un cuitado y miserable y pobre y
ciego y desnudo.’ (Apocalipsis 3: 17.)”. II-JT 14.
“Me fue mostrado, que el espíritu del mundo está a leudar aceleradamente a la iglesia.
Estáisen el mismo sendero que el antiguo Israel. Es la misma apostasía de vuestra santa
vocación como pueblo peculiar de Dios. Tenéis comunión con las obras infructuosas de
las tinieblas. Vuestra conformidad con los incrédulos trajo el desagrado de Dios sobre
vosotros. No conocéis las cosas que a vuestra paz pertenecen y ellas serán ocultados a
vuestros ojos. Vuestra excusa de seguir la luz os ha de llevar a una condición más
desfavorable que la de los judíos sobre quienes Jesús profirió un ay”. 5T 75, 76.
“Mirando Jesús, hoy, al estado de sus profesos seguidores, Él ve vil ingratitud, hueco
formalismo, hipócrita sinceridad, orgullo farisaico y apostasía”. 5T 72.
“La iglesia ha dejado de seguir en pos de Cristo, su líder, y está volviéndose

firmemente hacia Egipto. Sin embargo pocos están alarmados o sorprendidos por su falta
de poder espiritual”. SC 50.
1881
10
“Gracias a Dios no todos serán arrullados para dormir en el lecho de la seguridad

carnal. Habrán fieles que discernirán las señales de los tiempos. Al paso que un gran
número de los que profesan la verdad presente negarán su fe por sus obras, habrá algunos
que habrán de perseverar hasta el fin”. 5T 10.
1888
“Los hechos del profeso pueblo de dios hablan más fuerte que su confesión y
comprueban que algún poder cortó el cable que los anclaba a la Roca Eterna, y que se
fueron a la mar sin mapa ni compás”. CNJ 25.
1893
“Es una solemne declaración la que hago a la iglesia, de que ni uno de cada veinte de
aquellos cuyos nombres están registrados en los libros de la iglesia se halla preparado
para terminar su historia terrenal, y que estaría tan ciertamente sin Dios y sin esperanza
en el mundo como el pecador común. Profesan servir a Dios, pero están sirviendo
fervientemente a Mammón. Esta obra que se hace a medias es una negación constante de
Cristo, más bien que una confesión de Jesús. Muchos han traído a la iglesia su propio
espíritu insubordinado, carente de refinamiento. Su gusto espiritual está pervertido por
sus propias corrupciones inmorales y degradantes, y simbolizan al mundo en espíritu, en
corazón y en propósito, confirmándose a sí mismos en prácticas lujuriosas,
completamente llenos de engaño en su profesa vida cristiana. ¡Viven como pecadores, y
53 pretenden ser cristianos! Los que pretenden ser cristianos y confesar a Cristo deben
salir de entre ellos, y no tocar cosa inmunda, y separarse”. SC 52, 53.
1898
“Jerusalén es una representación de aquello que la iglesia será si ella rehusare a

recibir la luz que dios le concedió y andar en ella”. 8T 67.
1900
“ Los profesos seguidores de Cristo no son más un pueblo separado y peculiar. La

línea de demarcación es borrosa. El pueblo se está subordinando al mundo, a su prácticas,
a sus costumbres, a su egoísmo. La iglesia ha vuelto al mundo en la transgresión de la
ley, cuando el mundo debiera haber vuelto a la iglesia por la obediencia al Decálogo.
Diariamente, la iglesia se está convirtiendo al mundo”. PVGM 256.
“Dios no permita, hermanos, que esta conferencia [sesión de 1901 de la Asociación

General] termine como las conferencias terminaron en el pasado, con la misma
administración, la misma voz, el mismo método”. Manuscript Releases, vol. 11, pág. 76.
“Los dirigentes de las lineas regulares tienen que sufrir un cambio total, una
organización enteramente nueva, y tener un comité que sea formado no simplemente de
media docena, que sea un poder dominante y controlador, sino que formado de
11
representantes de aquellos quienes fueron puestos en posiciones de responsabilidades en

el interés de nuestra educación, en nuestros sanatorios que obran, y que la vida en ellas
está actuando constantemente, siempre añadiendo, siempre proporcionando al campo el
talento que ha venido de él”. Spauding and Magan Collection, pág. 163.
1902
“Por todas partes, se ven personas que han tenido mucha luz y conocimiento elegir
voluntariamente el mal antes que el bien. No tratan de reformarse, y empeoran de día en
día”. III-JT 548.
1903
“¿Por qué no se percibe mejor el estado espiritual de la iglesia? ¿No están cegados los
centinelas que velan sobre los muros de Sión?”. III-JT 252.
“Aquel que ve debajo de la superficie, que lee en los corazones, habla así de quienes
han tenido grandes luces: ‘No se afligen ni se sorprenden de su estado moral y espiritual.’
‘Y pues escogieron sus caminos, y su alma amó sus abominaciones, también yo escogeré
sus escarnios, y traeré sobre ellos lo que temieron; porque llamé, y nadie respondió;
hablé, y no oyeron; antes hicieron lo malo delante de mis ojos, y escogieron lo que a mí
desagrada.’ ‘Por tanto, pues, les envía Dios operación de error, para que crean a la
mentira;’ ‘por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos’ ‘antes
consintieron a la iniquidad’. (Isaías 66: 3, 4; 2 Tes. 2: 11, 10, 12.)”. III-JT 253.
“ ‘¿Qué, pues, la ciudad fiel ha venido a ser una ramera?’ ¡La casa de mi Padre es
hecha un lugar de comercio, de donde se han retirado la gloria y la presencia divinas! Por
esta causa haydebilidad y falta la fuerza’ ”. III-JT 254.
1905
“Ha llegado el tiempo en que el Señor quiere que todos los que quieren honrarlo
tomen su posición firmemente al lado de la verdad y de la justicia. No más debemos ser
una multitud mixta. Los que profesan ser seguidores de la palabra de Dios, deben ser
leles, puros y santos”. 3MR 226.
Al aproximarse la tempestad
“Conforme vaya acercándose la tempestad, una clase numerosa que profesaron creer
en el mensaje del tercer ángel, pero que no fueron santificados por la obediencia a la
verdad, abandonarán su posición, y se alían a las filas de la oposición”. GC 608.
12
En la expectativa de la prueba
“Uniéndose (esta clase numerosa) con el mundo y participando de su espíritu,

llegarán a ver las cosas casi bajo el mismo aspecto; así que cuando llegue la hora de
prueba estarán preparados para situarse del lado más fácil y de mayor popularidad”. GC
608.
“Al depararse del pueblo de Dios, (la clase del siervo malo) se une más y más a los
impíos. Se le encuentra comiendo y bebiendo con los ‘tumultuosos’ -- uniéndose a los
mundanos y participando de su espíritu”. 5T 102.
“Cuando el traspasante flagelo pase por la tierra, cuando la zaranda estuviere

limpiando el granero de Jehová, Dios será el auxilio de su pueblo. . .
“La separación causará dolor y amargura para ambas partes. Es la disensión que
Cristo declaró haber venido a traer. Mas los convertidos sentirán continuo deseo de que
sus amigos abandonen todo por amor a Cristo, sabiendo que, a menos que lo hagan, habrá
una separación final y eterna. . .
“Se oirá la voz de los fieles atalayas: Salid de ahí, no toquéis cosa inmunda, salid en
medio de ella, purificáos, los que lleváis los vasos del Señor”. 5T 82, 83.
Cada vez que un adventista de la “clase numerosa” pasa para el grupo de los
“hermanos de antaño” (el Movimiento de Reforma), experimenta el cumplimiento de
Mateo 10:34-36. Entra en disensión con sus propios familiares, amigos y adventistas que
no quieren aceptar la Reforma. Mas, ¿qué podrá él hacer? Para su propia seguridad, ve
que debe apartarse “de las relaciones mundanas” que prevalecen en la iglesia, él ve que
debe apartarse apresuradamente de “su atmósfera espiritual”, pues “el espíritu existente
en la iglesia es molde para desviar de Dios y del camino de la santidad”. 5T 82; 2T 138.
“El mundo no debe introducirse en la iglesia, y casarse con la iglesia, formando un

vínculo de unidad. Por este medio la iglesia, llegará ciertamente a corromperse, y como
se declara en el Apocalipsis, será ‘Albergue de todas aves sucias y aborrecibles’ ”. TM
269.
Bajo la prueba, viniendo el decreto dominical.
“Así que cuando llegue la hora de prueba estarán preparados para situarse del lado
más fácil y de mayor popularidad. Hombres de talento y de elocuencia, que se gozaron un
día en la verdad, emplearán sus facultades para seducir y descarriar almas. Se convertirán
en los enemigos más encarnizados de sus hermanos de antaño. Cuando los observadores
del sábado sean llevados ante los tribunales para responder de su fe, estos apóstatas serán
los agentes más activos de Satanás para calumniarlos y acusarlos y para incitar a los
magistrados contra ellos por medio de falsos informes e insinuaciones”. CS 666.
En el tiempo de la aplicación de la señal.
13
“Pero la gloria del Señor se ha apartado de Israel; aunque muchos perseveraban en las
formas de la religión, faltaban el poder y la presencia de Dios”. II-JT 65.
Al caer las plagas.
“Aquí vemos que la iglesia, el santuario del Señor, era la primera en sentir los golpes
de la ira de Dios. Los ancianos, aquellos a quienes Dios había brindado gran luz, que se
habían destacado como guardianes de los intereses espirituales del pueblo, habían
traicionado su cometido”. II-JT 65, 66.
En el tiempo de la angustia de Jacob.
“Entonces se me mostró una hueste que aullaba de agonía. Sobre sus vestiduras
estaba escrito en grandes caracteres: ‘Pesado has sido en balanza, y fuiste hallado falto.’
Pregunté acerca de quiénes formaban esta hueste. El ángel me dijo: ‘Estos son los que
una vez guardaron el sábado y lo abandonaron.’ Los oí clamar en alta voz: ‘Creímos en tu
venida, y la proclamamos con energía.’ Y mientras hablaban, sus miradas caían sobre sus
vestiduras, veían lo escrito y prorrumpían en llanto. Vi que habían bebido de las aguas
profundas, y hollado el residuo con los pies pisoteado el sábado — y que por esto habían
sido pesados en la balanza y hallados faltos”. PE 37.
Los testimonios hasta aquí considerados traducen la situación de extrema gravedad.
Analicemos lo que fue escrito en 1893:
en el mundo como el pecadorcomún”. SC 52.
Menos de uno en veinte es menos de cinco por ciento. Quiere decir que menos de 5%
eran fieles y más de 95% eran infieles, eso en 1893. Considerándose la situación de la
iglesia desde 1844 hasta 1893, se verifica que hubo una acelerada decadencia. La
proporción de los infieles fue aumentando, hasta que alcanzaron aquellas asombrosas
cifras. ¿Y cuál sería la situación unos veinte años más tarde? ¿Y hoy? La diferencia es
siempre mayor. Y no solamente esto. No crece solamente en porcentaje de los infieles,
crece también entre éstos la intensidad de la apostasía. Y ¿qué se puede hacer en
presencia de esta situación?
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4. — LA NECESIDAD DE UNA REFORMA
“A menos que la iglesia contaminada por la apostasía — escribe la hermana White —

se arrepienta y se convierta, comerá del fruto de sus propias obras, hasta que se aborrezca
a sí misma”. III-JT 254.
“Arrepentirse” y “convertirse” es, en otras palabras, hacer una reforma. En los

tiempos bíblicos no se usaba el vocablo “reforma”, se usaba “conversión”,
“arrepentimiento”. “Convertíos de vuestros malos caminos” — era el mensaje que Dios
frecuentemente enviaba a sua pueblo. “Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean
borrados vuestros pecados; pues que vendrán los tiempos del refrigerio de la presencia
del Señor” dice el apóstol Pedro, lanzando una mirada profética a nuestros días (Hechos
3:19).
El apóstol tiene en vista, aquí, la misma necesidad indicada por el Testigo Fiel y
Verdadero en Apocalipsis 3:19: “Sé, pues, celoso, y arrepiéntete”. Es que, entre el pueblo
de Dios, en los días finales, habría de realizarse una obra de arrepentimiento y conversión
— una reforma — antes que pudieran recibir el refrigerio por la presencia del Señor.
“Hay muchos que no entienden la naturaleza verdadera del arrepentimiento. Gran

número de personas se entristecen por haber pecado y aun se reforman exteriormente,
porque temen que su mala vida les acarree sufrimientos. Pero esto no es arrepentimiento
en el sentido bíblico. Lamentan la pena más bien que el pecado”. CC 21.
“El arrepentimiento comprende tristeza por el pecado y abandono del mismo. No

renunciaremos al pecado a menos que veamos su pecaminosidad; mientras no lo
repudiemos de corazón, no habrá cambio real en la vida”. CC 21.
“No hay evidencia de arrepentimiento verdadero cuando no se produce una reforma

en la vida”. CC 59.
“Hay gran necesidad de una reforma entre el pueblo de Dios”. I-JT 402.
“Un reavivamiento de la verdadera piedad entre nosotros es la mayor y más urgente

de todas nuestras necesidades. El buscar esto debe ser nuestro primer trabajo. (Review
and Herald, 22 de marzo de 1887)”. SC 53.
“Dios pide un reavivamiento y una reforma”. SC 53.
“Debe realizarse un reavivamiento y una reforma bajo la ministración del Espíritu

Santo. Reavivamiento y reforma son dos cosas diferentes. El reavivamiento significa una
renovación de la vida espiritual, una vivificación de los poderes de la mente y del
corazón, una resurrección de la muerte espiritual. La reforma significa una
reorganización, un cambio en las ideas y las teorías, en los hábitos y las prácticas.” SC
53, 54.
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“Necesitamos una reforma completa en todas nuestras iglesias”. TM 450.
“Dios llama a los que están dispuestos a ser dirigidos por su Espíritu Santo a
encabezar una obra de completa reforma”. SC 54.
“Los ministros deben estar convertidos antes de poder fortalecer a sus hermanos.
Ellos no deben predicarse a sí mismos, sino a Cristo y su justicia. Se necesita una reforma
entre el pueblo de Dios, pero esto debe comenzar su obra purificadora con los ministros.
Ellos son los atalayas sobre las murallas de Sión, para hacer sonar la nota de advertencia
a los descuidados e incautos; también para describir el destino de los hipócritas de Sión”.
1T 469.
5. — ¿ CUÁL ES LA DIFERENCIA ENTRE REBELIÓN Y REFORMA?
Esta es una cuestión que no conviene saber, porque muchos rebeldes han sido
indebidamente llamados reformadores, al paso que muchos reformadores han sido
impropiamente tachados de rebeldes. Desde el punto de vista religioso, rebelión es
oposición e insubordinación a la dirección de la iglesia, que se mantiene en la verdad, y
que, por eso reconocida por Dios; y, aun más, insumisión a los principios verdaderos.
Reforma es restauración de los principios de la verdad abandonados.
Satanás pretendía ser un reformador. Quería reformar las leyes de Dios. “Principió
por insinuar dudas acerca de las leyes que gobernaban a los seres celestiales, sugiriendo
que aunque las leyes fuesen necesarias para los habitantes de los mundos, los ángeles,
siendo más elevados, no necesitaban semejantes restricciones, porque su propia sabiduría
bastaba para guiarlos. . .
“Mientras aseveraba tener perfecta lealtad hacia Dios, insistía en que era necesario
que se hiciesen cambios en el orden y las leyes del cielo para asegurar la estabilidad del
gobierno divino. Así, mientras obraba por despertar oposición a la ley de Dios y por
inculcar su propio descontento en la mente de los ángeles que estaban bajo sus órdenes”.
PP 16, 17.
Mas la ley de Dios es santa, justa, verdadera, buena y perfecta, y es inmutable, como
inmutable es el carácter de sua Autor. Por consiguiente, oponerse o pretender modificarla
es un acto de rebelión contra el gobierno de Dios. Satanás, queriendo ser un reformador,
fue en realidad un rebelde.
Otro ejemplo de rebelión nos es presentado an la actitud de Coré, Datán y Abirán,

antes de la entrada de Israel en Canaán.
Estos al frente de 250 mayorales de la congregación se opusieron a la autoridad de

Moisés, pretendiendo que él había sacado el pueblo de Egipto por su propia iniciativa a
fin de hacerlos perecer en el desierto; querían reconducirlo a la tierra de esclavitud de
donde habían salido presumían ser benefactores de l pueblo, y muchos del pueblo, y
16
muchos los tuvieron por tales. Pero Moisés era fiel a Dios (Números 12:7). Todo lo hacía
de conformidad con las instrucciones del Señor, no desobedeció a Dios ni se desvió de la
verdad. ¿Cómo entonces se podría llamar al procedimiento de aquellos tres hombres?
Rebelión. Rebelión y nada más.
Entre los adventistas se dio cierta vez un caso semejante. Surgió un individuo que
publicó un folleto condenando la iglesia de “Babilonia” y sosteniendo que debía
destruirse lo que el Señor estaba edificando por medio de sus agentes humanos (TM 33).
Y esto aquel individuo hacía cunado la iglesia adventista era la única que estaba en la
brecha, reparando el cerco, reconstruyendo los lugares asolados (TM 47). La actitud de
aquel hombre fue, pues, una rebelión.
Veamos ahora algunos ejemplos de reforma. En el tiempo del profeta Elías, Israel
estaba entregado a la apostasía. Elías y siete mil más eran los únicos que no habían
doblado las rodillas a Baal. Elías recibió del Señor la misión de acabar con el culto de
Baal y de restaurar el culto verdadero. Mas el rey de Israel lo tenía como rebelde y
alborotador. Achab le dijo: “¿eres tú el que alborotas a Israel?” (1 Reyes 18:17). El rey no
comprendió que la rebelión era el abandono de los principios verdaderos y no la
restauración de los mismos. El rebelde y alborotador era Achab y su casa, porque había
dejado los principios. En estas condiciones Elías respondió al rey: “Yo no he alborotado
á Israel, sino tú y la casa de tu padre, dejando los mandamientos de Jehová, y siguiendo á
los Baales” (1 Reyes 18:18).
Después del cautiverio babilónico, Esdras y Nehemías emprendieron una gran obra de
reforma, material y espiritual. Mas no demoraron ellos en ser acusados de rebeldes
(Esdras 4:12-16; Nehemías 2:19).
Cristo también fue un reformador. Se esforzó por elevar la condición moral y

espiritual de sus contemporáneos, apartados de dios. Por dos veces purificó el templo,
expulsando de el a los mercadores con sus mercancías. Combatió las tradiciones de
origen humano y exhortó a los hombres a obedecer los mandamientos de Dios. Mas fue
considerado como un alborotador y rebelde.
En fin, los ejemplos mencionados son suficientes para mostrar que:
a) Rebelión es oposición a los rectos principios o a la autoridad establecida por los

mismos.
b) Reforma es la restauración, en la iglesia o en el corazón de los individuos, de los

principios abandonados.
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6. — REFORMA, ¿DENTRO O FUERA DE LA IGLESIA?
He aquí una pregunta tan fácil que hasta un infante la puede responder con acierto:
Si quisiéramos reformar una casa, o un traje, o una máquina, ¿dónde comenzaríamos

el trabajo? En la propia substancia que vamos a reformar, y se queremos reformar una
iglesia, nuestra obra debe comenzar dentro de ella; es lógico.
Israel pasó por varias reformas y todas ellas fueron iniciadas y llevadas a su fin, nu
fuera, sino dentro de él. ¿Por qué fue que los reformadores de Israel lograron alcanzar tan
gran éxito? Fue porque emplearon el poder de la espada y la fuerza, desarraigando así el
error ye restableciendo la verdad.
Mas, desde que Israel dejó de ser un reino teocrático, se ha usado otro método: “No
con ejército, ni con fuerza, sino con mi espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos”
(Zacarías 4:6).
Jesús inició la reforma dentro de la iglesia judaica, mas no por el poder de la espada,
y en resultado de sus esfuerzos. El despertó un pequeño número de discípulos, una
“manada pequeña” (Lucas 12:32).
“Su pueblo — la “manada pequeña” — no fue rechazada por Él (Romanos 11:1).

Apenas fueron rechazados aquellos que no queriendo liberarse de la apostasía ni aceptar
el Salvador, dejaron de ser su pueblo, aunque constituyeron la mayoría abrumadora.
Fueron cortados como ramas desviadas, mas el tronco -- la manda pequeña del
remanente fiel -- permaneció. Los discípulos continuaron su trabajo dentro de la iglesia
judaica, mas fueron fuertemente rechazados. Así, al comprender que no podían seguir
siendo parte integrante de los que rechazaban, continuaron como una organización
separada, haciendo el trabajo del Maestro. La reforma comenzó dentro de la iglesia, pero
continuó fuera de ella.
“El Sanedrín había rechazado el mensaje de Cristo y procuraba su muerte; por tanto,
Jesús se apartó de Jerusalén, de los sacerdotes, del templo, de los dirigentes religiosos, de
la gente que había sido instruida en la ley, y se dirigió a otra clase para proclamar su
mensaje, y congregar a aquellos que debían anunciar el Evangelio a todas las naciones.
“Así como la luz y la vida de los hombres fue rechazada por las autoridades
eclesiásticas en los días de Cristo, ha sido rechazada en toda generación sucesiva. Vez
tras vez, se ha repetido lahistoria del retiro de Cristo de Judea. Cuando los reformadores
predicaban la palabra de Dios, no pensaban separarse de la iglesia establecida; pero los
dirigentes religiosos no quisieron tolerar la luz, y los que la llevaban se vieron obligados
a buscar otra clase, que anhelaba conocer la verdad. En nuestros días, pocos de los que
profesan seguir a los reformadores están movidos por su espíritu. Pocos escuchan la voz
de Dios y están listos para aceptar la verdad en cualquier forma que se les presente. Con
frecuencia, los que siguen los pasos de los reformadores están obligados a apartarse de
las iglesias que aman, para proclamar la clara enseñanza de la palabra de Dios. Y muchas
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veces, los que buscan la luz se ven obligados por la misma enseñanza a abandonar la
iglesia de sus padres para poder obedecer”. DTG 199, 200.
Guillermo Miller comenzó su obra en 1831 dentro de la iglesia protestante, él y sus

compañeros ne tenían la menor idea de separarse de la iglesia a la cual pertenecían, mas,
finalmente en 1844 vino la separación. (CS 426).
Toda reforma verdadera comienza dentro de la iglesia, mas si esta rehúsa reformarse
y persigue a los reformadores, estos se retiran juntamente con el remanente fiel para
continuar su obra fuera de la iglesia, pues saben que, si después de prolongados esfuerzos
de los que son enviados, ella rechaza su testimonio, Dios también la rechaza; así lo fue
antes y así lo es también ahora.
En cuanto a la reforma que debería ser hecha en la iglesia de Laodicea, el asunto es
muy claro. El Espíritu de Profecía predice que esta reforma sería llevada a cabo dentro o
fuera de la madre iglesia.
Muchos adventistas claman: “La reforma es dentro de la iglesia no fuera de ella”.

Muy bien, así debía ser. La necesidad era realmente esta. Muchas apelaciones fueron
hechas para este fin, mas consideremos la cuestión desde el punto de vista profético:
¿Aceptaría la iglesia las apelaciones que le fueron repetidamente hechas? ó ¿sería la
reforma llevada adelante fuera de la madre iglesia? ¿Qué profetizan los testimonios?
Muchas verdades innegables no se encuentran referidas en la biblia o en los

testimonios en palabras que pongan de lado toda discusión. No obstante, si examinamos
el conjunto de los pasajes que hablan de esas verdades, vemos que la Palabra inspirada
los establece de manera positiva e indudable.
¿No es bastante claro en el nuevo testamento el asunto de la ley y el sábado para los
adventistas? Lo es, sin duda alguna. ¿Y cuál es la causa del rechazo de tales verdades por
los protestantes?
En primer lugar, es prejuicio a formado, las falsas teorías y sofismas anti-sabáticos
inculcados en la mente del pueblo, y en segundo lugar la falta de sinceridad. Muchas de
las personas con quienes se estudia no tienen la paciencia de oír un estudio completo
sobre esta cuestión que es tan clara, apenas preguntan: “¿Donde se encuentra en el nuevo
testamento un mandamiento ordenando la observancia del sábado?”, y cunado se trata de
explicarles que a pesar de no haber talmandamiento en la forma que ellos exigen, hay
gran número de pruebas neotestamentarias de que el mandamiento del sábado sigue
siendo válido en la dispensación cristiana,, no quieren ver razones ni pruebas.
La perfecta comprensión de un asunto depende de un examen bajo todos los aspectos.
Si alguno dijere que solo reconocerá al Movimiento de Reforma como verdadero si

encuentra en los testimonios del Espíritu de Profecía un pasaje más o menos como este:
“La reforma será hecha fuera de la iglesia, y continuará como um movimiento aparte de
la iglesia madre” -- este procede como el protestante que solo creerá en el sábado si le es
mostrado en el nuevo testamento un precepto así. “Acuérdate del día del sábado par a
santificarlo”.
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Si somos sinceros debemos aceptar las pruebas que establecen una verdad, pruebas
constituidas por el conjunto de pasajes que hablan del asunto en estudio.
Bien, las pruebas de que el Movimiento de Reforma tiene base profética, se hallan en
los testimonios de Espíritu de Profecía, que muestran claramente que:
a) En la iglesia adventista se desarrollarán dos clase: por un lado una grande mayoría
de tibios y por otro lados una minoría de creyentes fervorosos:
b) Esas dos clases permanecen juntas, distinguiéndose entre tanto más y más una de
la otra hasta sobrevenirles una crisis, ocasión en que se separan; es el zarandeo de que
hablan los testimonios.
c) Una clase — la minoría de los fieles — emprenden entonces una obra preparatoria
en larga escala, — la reforma — para finalmente recibir la lluvia tardía.
d) La otra clase — constituida por la mayoría de tibio e indiferentes — no desaparece,

mas continúa organizada como iglesia.
Estos son los puntos que en capítulos siguientes comprobaremos por los testimonios,
y una vez comprobados, no podrá haber más duda sobre la legitimidad del Movimiento
de Reforma en la mente del adventista sincero.
7. — EL MENSAJE DE LA JUSTICIA DE CRISTO
En 1888, la atención del pueblo adventista fue de nuevo llamada, enfáticamente, por
el mensaje de la justicia de Cristo, para la necesidad de una obra de reforma.
En la era cristiana, como ye se ha hecho ver, las reformas han tenido dos fases: una de
incubación y otra de eclosión. La primera es el esfuerzo hecho dentro de la iglesia en el
sentido deregenerarla, es la fase preparatoria; la segunda es el surgimiento del
movimiento reformatorio pos parte del remanente fiel, separado ya de la iglesia madre
apostatada.
Pues bien. La fase preparatoria de Reforma en Laodicea tuvo su origen, de manera

especial, en 1888, año en que se realizó la conferencia de Minneápolis, bajo aquel “otro
ángel” con el mensaje de la justicia de Cristo, destinado a despertar al pueblo.
“El Señor en su gran misericordia envió un muy precioso mensaje a su pueblo por
medio de los pastores Waggoner y Jones. Este mensaje había de presentar en forma más
prominente al mundo al Salvador levantado, el sacrificio por los pecados del mundo
entero. Presentaba la justificación por la fe en el Garante [Cristo]; invitaba al pueblo a
recibir la justicia de Cristo, que se manifiesta en la obediencia a todos los mandamientos
de Dios. Muchos habían perdido de vista a Jesús. Necesitaban dirigir sus ojos a su divina
persona, a sus méritos, a su amor inalterable por la familia humana. . . Este es el mensaje
que Dios ordenó que fuera dado al mundo. Es el mensaje del tercer ángel, que ha de ser
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proclamado en alta voz, y acompañado por el derramamiento de su Espíritu en gran

medida”. TM 89.
El mensaje de la justicia de Cristo es el mensaje a Laodicea. En lo que se dice al
respecto de la necesidad de la iglesia, presentan virtualmente, un mismo mensaje, porque
buscan el mismo blanco: satisfacer el mensaje del Testigo Fiel y Verdadero (Apocalipsis
3:18), operar una reforma. Dice el testimonio:
“Agradecemos al Señor de todo corazón porque tenemos una preciosa luz que
presentar ante la gente, y nos regocijamos porque tenemos un mensaje para este tiempo
que es verdad presente. Las nuevas de que Cristo es nuestra justicia han proporcionado
alivio a muchísimas almas, y Dios dice a su pueblo: ‘Avanza’. El mensaje a la Iglesia de
Laodicea se aplica a nuestra condición. Cuán claramente se describe la posición de los
que creen que tienen toda la verdad, que se enorgullecen de su conocimiento de la
Palabra de Dios, al paso que no se ha sentido en su vida el poder santificador de ella.
Falta en su corazón el fervor del amor de Dios, pero precisamente ese fervor del amor es
lo que hace que el pueblo de Dios sea la luz del mundo”. RH 23 de julio de 1889.
“En cada reunión, a partir del congreso de la Asociación General, algunas almas han
aceptado ávidamente el precioso mensaje de la justificación en Cristo. Agradecemos a
Dios porque hay almas que comprenden que necesitan algo que no poseen: el oro de la fe
y el amor, el manto blanco de la justicia de Cristo, el colirio del discernimiento espiritual.
Si poseen esos preciosos dones, el templo del alma humana no será como un altar,
profanado. Hermanos y hermanas, los exhorto en el nombre de Jesucristo de Nazaret a
que trabajen donde trabaja Dios. Ahora es el día de la bondadosa oportunidad y del
misericordioso privilegio”. RH 23 de julio de 1889.
¿Cómo fue recibido ese mensaje por muchos de los profesos cristianos de Laodicea?,
y ¿cómo fueron tratados los portadores de ese mensaje?
“Sin embargo, muchos han escuchado la verdad, hablada con demostración del
Espíritu, yno solamente han rehusado aceptar el mensaje, sino que han odiado la luz.
Estos hombres colaboran en la ruina de las almas. Se han interpuesto ellos mismos entre
la luz enviada del cielo y el pueblo. Han pisoteado la Palabra de Dios, y están actuando a
despecho de su Espíritu Santo”. TM 88.
“Comenzaron esta obra satánica en Minneápolis. Más tarde, cuando vieron y sintieron
la demostración del Espíritu Santo que testificaba que el mensaje era de Dios, lo odiaron
más, porque era un testimonio contra ellos. No quisieron humillar sus corazones para
arrepentirse, para dar a Dios la gloria y vindicar la justicia. Continuaron con su mismo
espíritu, lleno de envidia, de celo, y de malas sospechas, al igual que los judíos. Abrieron
sus corazones al enemigo de Dios y del hombre. Sin embargo, estos hombres han estado
ocupando puestos de confianza y han estado modelando la obra a su propia semejanza,
hasta el punto en que les fue posible”. TM 77.
“Quiero presentar una amonestación para los que por años han resistido la luz y
albergado un espíritu de oposición. ¿Por cuánto tiempo odiaréis y despreciaréis a los
mensajeros de la justicia de Dios? Dios les ha dado su mensaje. Llevan la palabra del
Señor. Hay salvación para vosotros, pero sólo por medio de los méritos de Jesucristo. La
21
gracia del Espíritu Santo os ha sido ofrecida una y otra vez. La luz y el poder de lo alto
han brillado abundantemente en vuestro medio. Aquí había evidencia, para que todos
pudieran discernir a quién reconocía el Señor como su siervo. Pero existen personas que
desprecian a los hombres y el mensaje que ellos presentan. Se han burlado de ellos
tratándolos como fanáticos, extremistas y entusiastas. Permitidme que profetice acerca de
vosotros: A menos que humilléis rápidamente vuestros corazones delante de Dios, y
confeséis vuestros pecados, que son muchos, cuando sea demasiado tarde veréis que
habéis estado luchando contra Dios. Por la convicción del Espíritu Santo, que no
contenderá por más tiempo para producir reforma y perdón, veréis que estos hombres
contra los cuales habéis hablado han sido como señales en el mundo, como testigos de
Dios. Entonces querréis dar todo el mundo si pudierais redimir el pasado, y ser
precisamente tales hombres celosos, movidos por el Espíritu de Dios para elevar vuestra
voz en solemnes amonestaciones al mundo; y, como ellos, ser firmes como una roca en
los principios. La forma en que dais vuelta completamente las cosas es conocida por el
Señor. Continuad por un poco más de tiempo como habéis andado, rechazando la luz del
cielo, y estaréis perdidos. . .
“Os ruego que os humilléis y ceséis en vuestra obstinada resistencia a la luz y la

evidencia. Decid al Señor: Mis iniquidades han hecho separación entre mí y mi Dios. Oh
Señor, perdona mis transgresiones. Borra mis pecados de tu libro de memoria. Gracias a
su santo nombre, hay perdón en él, y podéis ser convertidos y transformados”. TM 94,
95.
“Pero hay tales que no ven la necesidad de una obra especial para nuestro tiempo.
Mientras Dios está obrando para despertar al pueblo tratan de alejar (retener) el mensaje
de amonestación, de censura y de ruego. Ejercen su influencia para apaciguar el temor de
la gente y para impedirles ver el despertamiento y reconocimiento de la solemnidad del
tiempo”. RH 13 de agosto de 1890.
“Los que Dios ha enviado con un mensaje son solamente hombres. ¿Cuál es empero
el carácter del mensaje que ellos llevan? ¿Te atreves a apartarte o a menospreciar las
advertencias porque Dios no te ha consultado en lo que ha de preferirse? Dios llama a
hombres que quierenhablar, que quieren clamar en alta voz y no detenerse. Dios ha
despertado mensajeros para hacer su obra correspondiente a este tiempo. Algunos se han
apartado del mensaje de la justicia de Cristo para censurar las personas”. RH 29 de
septiembre de 1890.
“El Señor envió un mensaje para despertar a su pueblo, para volver a hacer las
primeras obras. Empero ¿cómo ha sido aceptado su mensaje? Mientras que algunos la
apreciaban, otros traían desprecio y vergüenza sobre el mensaje y los mensajeros”. RH 23
de diciembre de 1890.
“Si todos nuestros hermanos fuesen obreros para Dios, no tendrían duda alguna de
que el mensaje que Él envió durante los últimos años, es del cielo. Nuestros jóvenes
miran a los hermanos mayores, y como ven que ellos no aceptan el mensaje, sino que lo
tratan como si fuera sin importancia, tal influye en los que no conocen las escrituras a
22
rechazar la luz. Aquellos hombres que se niegan a aceptar la verdad, se interponen en

pueblo y la luz. Pero no hay disculpa cuanto al rechazo de la luz de parte de ninguno,
porque ha sido claramente manifestada. No es necesario que alguien permanezca en la
incertidumbre. . . En lugar de poner vuestro peso contra el carro de la verdad que ha de
subir una pendiente escarpada, deberíais trabajar con toda vuestra energía para empujarlo
hacia adelante”. RH 18 de marzo de 1890.
Los mensajeros y el mensaje de la justicia de Cristo, el cual desdobla el consejo a

Laodicea, han sufrido oposición por parte de muchos del pueblo y los dirigentes.
Mas tenemos la promesa: “Aun cuando nuestros hombres dirigentes rechacen la luz y
la verdad, esa puerta permanecerá aún abierta. El Señor suscitará a hombres que den al
pueblo el mensaje para este tiempo”. TM 104.
Cundo Dios tiene un mensaje para su pueblo y no lo envió por medio del ministerio de la
iglesia, esto es una señal grave. Consideremos a propósito dos ejemplos del pasado:
“Como las nuevas del nacimiento del Salvador, el mensaje del segundo advenimiento
no fue confiado a los caudillos religiosos del pueblo. No habían conservado éstos la
unión con Dios, y habían rehusado la luz divina; por consiguiente no se encontraban entre
aquellos de quienes habla el apóstol Pablo cuando dice: ‘Vosotros, empero, hermanos, no
estáis en tinieblas, para que aquel día a vosotros os sorprenda como ladrón: porque todos
vosotros sois hijos de la luz e hijos del día; nosotros no somos de la noche, ni de las
tinieblas.’ (1 Tesalonicenses 5:4, 5, V.M.).
“Los centinelas apostados sobre los muros de Sión deberían haber sido los primeros
en recoger como al vuelo las buenas nuevas del advenimiento del Salvador, los primeros
en alzar la voz para proclamarle cerca y advertir al pueblo que se preparase para su
venida. Pero en vez de eso, estaban soñando tranquilamente en paz, mientras el pueblo
seguía durmiendo en sus pecados”. CS 361.
La misma dificultad prevalecía en al iglesia adventista en 1888, cuando Dios quería

enviarle un mensaje. Por eso Dios despertó instrumentos de su propia elección y les
encomendó una obra.Consideremos el siguiente testimonio:
“La reprensión del Señor reposará sobre los que quieran obstruir el camino a fin de
que la gente no reciba luz más clara. Una gran obra ha de ser hecha, y Dios ve que
nuestros dirigentes necesitan más luz, para unirse con los mensajeros que él envía a hacer
la obra que él se propone sea hecha. El Señor ha suscitado mensajeros, los ha dotado de
su Espíritu, y les ha dicho: ‘Clama a voz en cuello, no te detengas; alza tu voz como
trompeta, y anuncia a mi pueblo su rebelión, y a la casa de Jacob su pecado’. No corra
nadie el riesgo de interponerse entre el pueblo y el mensaje del cielo. Este mensaje
llegará a la gente; y si no hubiese voz entre los hombres para darlo, las mismas piedras
clamarían”. OE 319.
23
La historia se repite. En el plan de Dios, se nota, siglo tras siglo, una sorprendente
similitud. Cuando los dirigentes rechazan la luz, Dios llama hombres humildes para llevar
el mensaje al pueblo. Así lo fue y así es como el mensaje de la justicia de Cristo fue
presentado clara y plenamente en la Conferencia General de Minneápolis en 1888.
“¡Cuán triste y cuán lamentable, -- dice el anciano Daniells -- es el hecho de que el
mensaje de la justicia de Cristo tuvo que chocar en el tiempo de so venida con la
resistencia de personas serias y bien intencionadas en la causa de Dios”. CNJ 33.
Mas, a despecho de la oposición, el mensaje no murió. Aunque este es llevado por

mensajeros humildes, fue proclamado con gran poder. Dice, a proposito, el Espíritu de
Profecía:
“Ahora es el momento de dar la última amonestación. Hay un poder especial en la

presentación de la verdad en el tiempo actual; pero ¿cuánto tiempo durará? Tan sólo un
poquito. Si alguna vez hubo una crisis es ahora”. II-JT 371.
El “poder especial” que acompañaba al mensaje no murió. El poder especial del

Espíritu Santo fue concedido en gran medida.
¿Y quiénes eran los mensajeros que Dios envió, en 1888, con un mensaje para el
pueblo adventista? Era el cuarto ángel, el ángel de Apocalipsis 18.
“El tiempo de prueba está precisamente delante de nosotros, pues el fuerte pregón del
tercer ángel ya ha comenzado en la revelación de la justicia de Cristo, el Redentor que
perdona los pecados. Este es el comienzo de la luz del ángel cuya gloria llenará toda la
tierra”. RH 22 de noviembre de 1892.
El ángel de Apocalipsis 18, representando a los mensajeros a quienes Dios confiara el

mensaje de la justicia de Cristo, vino, entonces, para hacer su obra con gran poder. Mas el
“poder especial” que inicialmente acompañó su obra, como ya vemos, solamente había de
durar tan solo un poquito, en virtud de la oposición al mensaje.
“Dios quería que los atalayas se levantaran y con voces unísonas proclamen un
mensajedecidido, dando a la trompeta un sonido certero, para que el pueblo se pongan a
sus puestos del deber y actúen en la gran obra. Entonce la luz fuerte y clara de aquel otro
ángel que baja del cielo teniendo grande poder llenaría la tierra con su gloria. Estamos
con muchos años de atraso; y aquellos que quedaron en su ceguedad y han obstruido el
progreso del mensaje que Dios quería que saliese de Minneápolis, como una lámpara
ardiente, necesitan de humillar sus corazones delante de Dios y ver y comprender como
la obra ha sido impedida a causa de su ceguedad de mente y dureza de corazón”.
Manuscript Releases, vol. 14, p. 111.
“Ha habido un apartamiento de Dios entre vosotros, y la obra de celoso

arrepentimiento y regreso a vuestro primer amor, esencial para la restauración y la
regeneración del corazón, todavía no está realizada. La incredulidad ha estado haciendo
sus incursiones en nuestras filas; porque está de moda apartarse de Cristo, y dar lugar al
24
escepticismo. En el caso de muchos el clamor del corazón ha sido: ‘No queremos que
éste reine sobre nosotros’. Baal, Baal es la elección. La religión de muchos entre nosotros
será la religión de muchos entre nosotros será la religión del apóstata Israel, porque aman
su propia manera de ser, y abandonan el camino del Señor. La verdadera religión, la
única religión de la Biblia que enseña perdón solamente mediante los méritos de un
Salvador crucificado y resucitado, que aboga por justicia por fe en el Hijo de Dios, ha
sido considerada livianamente, se ha hablado contra ella, se la ha ridiculizado y se la ha
rechazado. Ha sido denunciada como culpable de inducir al entusiasmo y al fanatismo”.
LW 373.
“Satanás quiere seducir también hoy a los hombres lo mismo que los sedujo en el
pasado. La primera iglesia fue seducida por el enemigo de Dios y del hombre, y la
apostasía penetró en los hogares de aquellos que profesaban amar a Dios, y hoy día, si el
pueblo de dios no despierta de su sueño será presa de improviso de la astucia de Satanás.
¡Cuántos de aquellos que profesan creer en la pronta venida de Cristo han recaído,
cuántos han perdido su primer amor y están descritos bajo la iglesia de Laodicea que no
son ni fríos ni calientes! Satanás hará todo lo posible para mantenerlos en un estado de
indiferencia y estupor”. CJN 91.
El mensaje de la justicia por la fe en Cristo, la cual detalla el mensaje a Laodicea, fue

rechazado por la mayoría. El “poder especial” que lo acompañaba al principio, duró, de
hecho, solo un poco de tiempo. Mas el mensaje no murió. No fue rechazado por todos,
algunos lo aceptaron. Y la voz de los mensajeros continuó a ser oída. También
continuaron las apelaciones del Espíritu de Profecía al pueblo para que aceptara el;
mensaje de Testigo Fiel y Verdadero.
8. — SE DESENVUELVEN DOS CLASES EN LAS FILAS DE LOS

ADVENTISTAS
Desde que comenzó a ser presentado el “mensaje a Laodicea” en 1856, y más

especialmente desde que vino el “mensaje de la justicia de Cristo” en 1888, por los
mensajeros representados por el ángel de Apocalipsis 18, las dos clases del pueblo
adventista venían desenvolviendo más y más su carácter, una para la purificación y la
otra para la apostasía, en virtud de que unos aceptaron y otros despreciaron las
advertencias de Dios.
Enseguida citaremos algunos trechos de los testimonios para recalcar este hecho:
“Vi que muchos tienen tanta escoria acumulada ante la puerta del corazón que no
pueden abrirla. Algunos tienen que eliminar las dificultades que tienen con sus hermanos.
Otros tienen que eliminar el mal genio o la codicia antes que puedan abrir la puerta. Otros
colocan al mundo delante de la puerta de su corazón, y así la cierran. Toda esta escoria
tiene que ser quitada. Entonces podrán abrir la puerta y dar la bienvenida al Salvador”. I-
JT 43.
25
“Vi que algunos volverán gozosamente. En cambio otros no permitirán que este
mensaje dado a la iglesia de Laodicea ejerza influencia sobre ellos. Seguirán actuando
más o menos como antes, y la boca del Señor los vomitará. Únicamente aquellos que se
arrepientan celosamente recibirán el favor de Dios”. I-JT 43.
“Gracias a Dios que no todos serán arrullados para dormir en el lecho de la seguridad
carnal. Habrá fieles que han de discernir las señales de los tiempos. Al paso que un gran
número de los que profesan la verdad presente negarán su fe por sus obras, algunos habrá
que han de perseverar hasta en fin”. 5T 10.
“Apenas pocos son cordialmente consagrados a Dios. Hay apenas pocos que como las
estrellas en tempestuosa noche, brillan aquí y allá, entre las nubes. . . Muchos de nuestro
pueblo son tibios”. 5T 76.
“Me fue presentada una compañía que, a pesar de llevar el nombre de adventistas del
séptimo día, aconsejaban que el estandarte que nos hace un pueblo singular no se
destacase tanto, pues alegaban que no era el mejor proceder para dar éxito a nuestras
instituciones. Pero éste no es el momento de arriar nuestra bandera o avergonzarnos de
nuestra fe. El estandarte distintivo, descrito con las palabras, ‘aquí está la paciencia de los
santos; aquí están los que guardan los mandamientos de Dios, y la fe de Jesús’,
(Apocalipsis 14: 12) debe flamear sobre el mundo hasta el fin del tiempo de gracia. Al
paso que han de aumentarse los esfuerzos para avanzar en diversas localidades, no debe
encubriese en modo alguno nuestra fe con el fin de obtener patrocinio”. II-JT 422.
Por otro lado, aún la hermana White vio también, en visión, un grupo de fieles que no
concordaban con los métodos propuestos por los que pretendían bajar el estandarte:
“Vi que una compañía se mantenía de pie bien guardada y firme, negando su apoyo a
aquellos que querían trastornar la fe establecida del cuerpo. Dios miraba con aprobación a
esa compañía. Me fueron mostrados tres escalones: los mensajes del primer ángel, del
segundo y del tercero. Dijo mi ángel acompañantes. ‘¡Ay de aquel que mueva un bloque
o clavija de estos mensajes! La verdadera comprensión de esos mensajes es de
importancia vital. El destino de las almas depende de la manera en que son recibidos’ ”.
PE 258.
9. — EL ZARANDEO DESDE EL PUNTO DE VISTA HISTÓRICO
En 1915, después de la muerte de la hermana White, la Conferencia General tomó

una resolución equivocada opuesta a la actitud hasta entonces adoptada. El hermano
Spicer fue enviado a Alemania en 1916, y como resultado de su visita, fue publicado lo
siguiente el 20 de marzo de 1916 en el órgano oficial de la iglesia, “Zionswaechter”:
“La comisión de la Conferencia de la Unión Alemana, en lo que respeta al porte de

armas o a los deberes militares, toma la posición de que esta es una exigencia civil a la
que los gobiernos constituidos por Dios están autorizados, de acuerdo con 1 Pedro 3:13,
14y Romanos 13:3-5:
26
“Esta posición fue también tomada por la Comisión de la Conferencia General en

sesión de noviembre de 1915. Hablando sobre esas cosas dijeron: ‘Concedemos a todos
los países en este mundo plena libertad para en el futuro adaptarse a sus leyes
establecidas, como lo hicieron en el pasado”.
En primer lugar, encontramos aquí una imprudencia: “en el pasado” no apareció un

solo caso en que la iglesia hubiese dado a los miembros “plena libertad” para adaptarse a
las leyes de los hombres en oposición a la ley de Dios. En segundo lugar, esta decisión, a
la luz de los testimonios es una traición al reino de Cristo (TM 13).
Lo que aconteció en 1914, no fue un caso local, en Alemania. Ni tampoco fue un caso
exclusivamente europeo. La guerra de 1914-1918, como todos saben, fue de extensión
mundial, y afectó a la iglesia adventista en todo el mundo. También afectó a la propia
sede de la obra. En vez de investigar la situación en Alemania y aconsejarles la posición
fiel a los mandamientos de Dios, la Conferencia General, como se ve, envió al hermano
Spicer con su decisión ya tomada en 1915, concediendo libertad para violar la ley de
Dios. Aconteció, en tanto, que por ocasión del rompimiento de la guerra en 1914, no
todos los miembros de la iglesia adventista se conformaron con la actitud combatiente
tomada por los dirigentes de la obra en Europa. Así, por ejemplo, en Alemania, surgieron
serias dificultades. Al paso que la mayoría acordó en tomar las armas para defender a la
patria, una minoría insistió en permanecer fiel a los principios antiguos.
Se repitió así, la experiencia de 1844, cuando los que osaban o se atrevían a expresar
su fe en la próxima venida de Cristo fueron expulsados de las iglesias a la que
pertenecían (PE 237).
Era, como se ve, un paralelo entre el surgimiento del movimiento del segundo ángel y
del cuarto ángel. Después de la guerra, en 1920, la Conferencia General envió una
comisión de cuatro miembros (incluido el presidente de la Conferencia General) para
juntamente con los dirigentes de diversas uniones europeas, discutir, con los
representantes de los miembros expulsados, sobre la dificultad que había surgido durante
la guerra.
Los hermanos excluídos tenían el deseo de reconciliarse con la iglesia, en tanto que
los dirigentes responsables de la había ocurrido, confesasen sus faltas. Mas fueron
decepcionados, pues se verificó lo que esperaban. Y el presidente de la Conferencia
General, en vez de censurar a los responsables por la división que había surgido, los
justificó, contrariamente a la expectación de losrepresentantes de los defensores de la
antigua fe.
No conformes con esta decisión, los defensores de la antigua fe procuraron una nueva
oportunidad para una reconciliación. En 1922 enviaron a la Asamblea General en San
Francisco de California, EE.UU., una comisión para exponer sus razones, pero les fue
negada la audiencia. “Estáis errados y sois de Satanás. Vuestro casa jamás será
presentado delante de los dirigentes”, les dijo el pastor Daniells.
En Hechos 15 encontramos un ejemplo. Ocurrió que, en virtud de una disensión

surgida en Antioquía, los hermanos enviaron una delegación a Jerusalén para solucionar
27
la disputa. La “conferencia general” les dio oídos, resolviendo así las dificultades. Los
testimonios del Espíritu de Profecía también muestran, que, en casos de divergencia de
opiniones, el asunto debe ser llevado delante de la Conferencia General. El partido
conservador procuró seguir este camino, mas el pastor Daniells le cerró la puerta. Eso
determinó, en definitiva, la división da la iglesia adventista.
Es así como entre los judíos se corrió la noticia de que los discípulos vinieron de
noche a robar el cuerpo de Jesús, mientras los guardianes dormían; así también se difunde
en la iglesia grande la noticia de que los hermanos responsables por la apostasía en
Europa se arrepintieron, reconociendo sus errores y pidiendo perdón, pero los reformistas
no quisieron perdonarles. Si esto aconteció, entonces debe figurar en el protocolo; mas en
él no se encuentra asentado nada a respecto. Si, pues, algunos dijeren al estimado lector
que los hermanos en Europa se arrepintieron y pidieron perdón por los que hicieron, debe
exigir que le muestren donde se encuentra tal cosa en el protocolo.
10. — APOSTASÍA LOCAL O GENERAL
Se esfuerzan los pastores de la iglesia adventista en llevar al pueblo a considerar la

apostasía de 1914 como un caso local ocurrido en Alemania. Vayamos a l fondo de la
cuestión.
“¿No sabéis — dice el apóstol Pablo — que un poco de levadura leuda toda la masa?”
(1 Corintios 5:6). Si el mal incipiente no es detenido, se extiende por todo el cuerpo
alcanzando el corazón. Cuando la apostasía se extiende por la iglesia, teniendo también
acceso a la Conferencia General, ¿se puede aún tratar el caso como siendo un asunto
local? No, por cierto.
La actitud de 1914-1918 fue sancionada por la Conferencia General y todos de la

iglesia fueron cómplices en el pecado. Ante esto, no es posible dar a estre desvío un
carácter puramente local.
Dicen que se arrepintieron. . ., pero, cuando alguien se arrepiente de su pecado,

¿cómo debe mostrar su arrepentimiento? ¡Abandonando el pecado! Si reincide en la
transgresión muestra que no hubo arrepentimiento.
¿Cómo procedió la iglesia grande en la última crisis? ¿No fue más allá de lo que
había idoen la primera? Veamos la verdad.
El pastor Daniells, en aquel entonces presidente de la Conferencia General, en su

declaración antes mencionada, sancionó el procedimiento de los dirigentes en Europa,
diciendo que debía permitirse a cada quien vivir según so conciencia, y que, el los
Estados Unidos, se había dado a los hombres libertad de opinión y conciencia en relación
a la guerra, no disciplinándose a aquellos que habían ido al campo de batalla.
Mas, ¿puede una iglesia dar a sus miembros libertad de conciencia en asuntos que
afectan a los principios?
28
Supongamos que un miembro de la iglesia adventista, padre de una numerosa familia,

que tenga que llevar pesados gastos y luchas con dificultades económicas, consulte a su
conciencia, y esta le dice que para no hacer pasar a sua familia privaciones, debe trabajar
también loa sábados, a fin de no perder ni los sábados ni los domingos remunerados en
día de pago. ¿Qué acontece? Esa persona actúa de acuerdo con la conciencia, mas la
iglesia lo excluye de su comunión.
Si la iglesia permitiese a sus miembros proceder según la conciencia de cada cual, en

cuestiones que afectan a los principios, sin disciplinar a los transgresores, el resultado
será funesto. ¿Qué no harían los que aprecian el cine o el juego, o los que no dominan su
apetito por los artículos prohibidos, o los que no viven en paz con su esposa, etc., etc.?
La iglesia se volvería en una verdadera Babilonia. Según los testimonios y la original

fe de los adventistas, es una herejía dar a los miembros libertad de conciencia, para, en
tiempos de crisis, obedecer o no a los mandamientos de la ley de Dios, sin advertirles del
resultado de su infidelidad y sin disciplinarlos en caso de transgresión.
Los mandamientos de Dios son positivos e insofisticables. Valen para todos los
hombres, en todo tiempo y lugar. Por tanto, ningún hombre tiene, delante de Dios, el
derecho de usar su propio criterio en desobediencia a cualquier de esos preceptos.
11. — ¿QUIÉN SE APARTÓ DE LA VERDADERA IGLESIA?
La separación fue profetizada. Los fieles tendrían que estar separados de los infieles.
Esto es claro a todos. Mas lo que muchas personas no comprenden, es: quien tendría que
salir de la iglesia, si los fieles o infieles.
Veamos lo siguiente:
El poder siempre está en las manos de la mayoría. La mayoría decide, la mayoría

tiene fuerza para expulsar la minoría, cuando hay desacuerdo. ¿Qué sucede, pues, cuando
la minoría apostata y la mayoría permanece fiel? Esta excluye a aquella. ¿Qué sucede, en
caso contrario, cuando la iglesiacon la propia dirección, apostatan, y solo permanecen
fieles unos pocos? La minoría fiel no tiene poder para excluir a la mayoría infiel. La
mayoría tiene el poder.
Cuando viene una prueba, la mayoría cede a las exigencias del mundo y se acomoda a
las circunstancias. Na sale de la iglesia ni ve razón para salir. La minoría fiel es excluida
si protesta contra la apostasía de la mayoría infiel, o cuando no, es perseguida, viéndose
obligada ante la situación, a retirarse de la iglesia. Es considerada como rebelde.
La mayoría apostatada no sale del lugar, materialmente hablando. Continúa

considerándose como iglesia de Dios. Prosigue, como antes, en sus actividades, como si
nada hubiese ocurrido. Y continúa cediendo, paso a paso, a las exigencias del mundo,
decayendo cada vez más. Toda vez que viene una prueba está lista a someterse a las
29
circunstancias, con poca o ninguna censura se conciencia. Ni nota las pruebas. Las
pruebas para ella no son más pruebas. Ceden un dedo tras el otra, y fácilmente ceden
también l mano, y siempre piensan que las pruebas aún no vinieron. Las esperan para el
futuro.
Para que el lector amigo sepa, pues, quien tendría que salir de la iglesia, si los fieles o
los infieles, basta saber la proporción entre ambos. Ya mostramos cual fue, en 1893, la
proporción, cunado citamos ex texto que dice:
en el mundo como el pecador común”. SC 52.
En 1893 la proporción fue: menos de 5% de fieles para más de 95% de infieles. Y la
diferencia, téngase en mente, va siempre en aumento. ¿Qué se podría esperar cuando
vinieran las pruebas a efectuar el zarandeo?
Solo se podría esperar esto: los pocos fieles, primeramente protestan contra la
apostasía, empuñan el estandarte y propagan la verdad directa. Sus esfuerzos encuentran
obstáculo de parte de la mayoría abrumadora, esta los persigue, y, a menos que aquellos
por sí mismos lo decidan, son finalmente excluídos.
Esp fue en al pasado. Ver DTG 199, CS 49, 55. En el tiempo presente también es así.
Las mismas causas, bajos las mismas circunstancias, producen los mismos efectos.
Materialmente hablando, esta minoría fiel sale de la mayoría apostatada. Esto es lo que se
ve con los ojos carnales. Mas espiritualmente hablando, es la mayoría apostatada que sale
de la minoría fiel. Sí, los que se apartan de la plataforma de la verdad son los separatistas.
Fue así que la iglesia judía no hubo salido de su lugar, materialmente hablando; mas los
judíos, en la sacudidura profetizada (Amós 9:9-11) cayeron fuera de la zaranda, en cuanto
Cristo y los discípulos permanecieron an la zaranda, a pesar de haberse ellos apartado de
la iglesia judaica.
La misma experiencia se repitió en la reforma del siglo XVI. “Los romanistas se han
empeñado en acusar a los protestantes de herejía y de haberse separado caprichosamente
de la verdadera iglesia. Pero estos cargos recaen más bien sobre ellos mismos. Ellos son
los que arriaron la bandera de Cristo y se apartaron de ‘la fe que ha sido una vez dada a
los santos.’ (Judas 3.)”. CS 55.
¿Cuál es, pues, el punto de referencia básico para determinar quién se apartó de la
verdadera iglesia? Es el fundamento de la misma. Quien se aparta del fundamento, se
aparta de la verdadera iglesia. Pero, ¿cuál es el fundamento? Es Cristo. (Mateo 16:18; 1
Corintios 3:10, 11; Efesios 2:20-
22; 1 Pedro 2:3-5, etc.). La iglesia que se aparta de las enseñanzas de Cristo, se aparta del
fundamento. “Cualquiera que se rebela, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene á
Dios: el que persevera en la doctrina de Cristo, el tal tiene al Padre y al Hijo”. 1 Juan 1:9.
30
Por tanto, cuando hay separación, es fácil determinar cual es la verdadera iglesia. Sí,
es posible que una iglesia continúe con la mayoría absoluta del pueblo, con la misma ley
de autoridad eclesiástica, con el mismo nombre, con los mismos edificios, puede
permanecer físicamente en el mismo lugar, puede continuar sus actividades como si nada
hubiese acontecido, y, al mismo tiempo, puede esa iglesia haberse apartado del
fundamento, al abandonar las enseñanzas de Cristo. Dice Jesús: “Si vosotros
permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; Y conoceréis la
verdad, y la verdad os libertará”. Juan 8:31, 32.
Una iglesia que se aparta del fundamento, es nada más que una ramificación desviada
y separado de la verdadera iglesia. Así es como la iglesia judaica, la iglesia católica y las
iglesias protestantes, no son más que ramificaciones.
Por otro lado, ¿puede un remanente fiel, con el objetivo de permanecer sobre el
fundamento, apartarse de la iglesia apostatada, y continuar dentro de ella?
Es peligroso, porque esos pocos fieles sienten que podrían ellos mismos ser
arrastrados por la mayoría fuera del fundamento.
En estas condiciones se apartan de la iglesia adventista, mas permanecen en el

fundamento, y en la doctrina de Cristo; y esto no significa que se hayan apartado de la
verdadera iglesia. Ellos mismos, permaneciendo sobre el fundamento, es que son la
verdadera iglesia.
Fue esta manera que los cristianos salieron de entre los judíos quienes se apartaron de
la verdadera iglesia, y también los católicos, a pesar de haber salido de entre ellos. En
1844 no fueron los adventistas quienes se apartaron de la verdadera iglesia, fueron los
protestantes.
Conocidas las reglas de sucesión apostólica, según las explicaciones que anteceden,
no será de ningún modo difícil para un adventista sincero determinar quién, en 1914,
cuando vino el zarandeo, se apartó de la verdadera iglesia. Obedeciendo a la ley de la
sucesión apostólica, la minoría de los fieles, después de hacer todos los esfuerzos para
reformar la iglesia, puede y debe separarsede la mayoría de los infieles, si estos insisten
en continuar en apostasía, aunque no existiera para esa separación una profecía directa.
En los primeros siglos de la era cristiana, cuando, “Tras largo y tenaz conflicto, los
pocos que permanecían fieles resolvieron romper toda unión con la iglesia apóstata si ésta
rehusaba aún desechar la falsedad y la idolatría. Y es que vieron que dicho rompimiento
era de todo punto necesario si querían obedecer la Palabra de Dios”. CS 49.
Eses pocos fieles — el remanente — no indagaron si había profecía para su

separación (CS 49). En la grande reforma del siglo XVI los protestantes no preguntaron
si había cualquier profecía que justificase la separación (CS 55). Cuando surgió el
movimiento del advenimiento en los Estados Unidos, los que finalmente no rehusaban
expresar su fe en la pronta venida del Señor Jesucristo, fueron expulsados de las iglesias,
31
y un poco más tarde, cerca de cincuenta mil almas los acompañaban. (Ver CS 426). Así
surgió la iglesia adventista, como un movimiento separado de la iglesias protestantes.
No preguntaron por la profecía que diese lugar a la separación.
“Si nuestros antepasados en la fe hubieran dependido de las profecías que los

autorizaran para la separación que cada movimiento reformatorio acarreaba, ninguno
hubiera podido hasta hoy haber salido de la iglesia madre y todos estarían aún en la
iglesia católica.
Se sintieron plenamente autorizados y por lo mismo obligados a separarse de las

iglesias a las cuales pertenecían, por causa da la apostasía a que las mismas iglesias
habían abierto las puertas. La apostasía, y no la profecía, era el único motivo delante del
cual se sentían justificados para apartarse de esas iglesias.
“La obra de Dios en la tierra presenta, siglo tras siglo, sorprendente analogía en cada
gran movimiento reformatorio o religioso. Los principios que rigen el trato de Dios con
los hombres son siempre los mismos. Los movimientos importantes de hogaño
concuerdan con los de antaño, y la experiencia de la iglesia en tiempos que fueron
encierra lecciones de gran valor para los nuestros”. CS 391.
El motivo que sirvió a nuestros antepasados, también debe servir para nuestros en el
Movimiento de Reforma da la iglesia adventista. La apostasía debe ser denunciada y
derrumbada, y la obediencia a la ley de Dios debe ser restablecida. La obra de reforma
consiste en arrancar las plantas que el Padre Celestial no plantó y en cultivar las que Él
plantó.
Una vez hechos todos los esfuerzos para reformar a la iglesia apostatada, y
rehusándose ella libertarse de su apostasía, ¿pueden los pocos fieles continuar en su
comunión? Sienten, delante de Dios, el solemne deber que pesa sobre sus hombros y
saben que no pueden cumplir ese deber sin desligarse de la iglesia a que pertenecen.
Los fieles una vez separados de la iglesia apostatada, no necesitan pedir el
reconocimiento de parte de ésta, ni esta puede otorgarlo. Los cristianos no esperaron que
los judíos los reconociesen, los protestantes tampoco esperaron esto de los católicos,
también los adventistas no esperaron tal cosa de los protestantes; tampoco los
componentes del Movimiento de Reforma necesitan esperar el reconocimiento de parte
de la iglesia adventista nominal.
Una iglesia, una vez que ha apostatado, es, por lo tanto, privada del discernimiento
espiritual, no reconociendo nunca el grupo remanente llamado a continuar la obra. Al
contrario, siempre lo persiguió, difamó y odió, y prohibió a sus miembros tener cualquier
contacto con él.
¿ Y qué pueden los reformadores esperar de la iglesia adventista nominal? Si los
tratasen como los judíos trataron a los cristianos, como los católicos trataron a los
protestantes y como los protestantes trataron a los adventistas, apenas seguirán la regla
seguida por las iglesias apostatadas del pasado, y los reformadores no quedarán tristes,
32
porque si son maltratados y perseguidos, tendrán en ello una confirmación de que están
en la verdad.
La iglesia adventista nominal siempre se gloría de su surgimiento profético en 1844 y

esto de acuerdo con la profecía de las 2300 tardes y mañanas (Daniel 8:14). ¡Muy cierto!
Nunca hemos puesto en duda el origen del movimiento adventista. Su origen fue
verdadero, mas esto no es suficiente. La iglesia judaica también tuvo su origen verdadero
(Éxodo 19:5, 6). La iglesia católica de hoy, es, por la transmisión sucesiva de la autoridad
eclesiástica, sucesora de la iglesia apostólica que fue fundada por Jesucristo (Mateo
16:18). Si la iglesia adventista tiene motivos para gloriarse en virtud de su origen
evidente, mayor motivo de gloria tienen las iglesias judaica y católica. El origen legítimo
de una iglesia no es, aún, el único factor que debe determinar si esa iglesia aún es acepta
delante de Dios. Una iglesia puede tener un comienzo correcto, como la iglesia judaica, y
la iglesia que hoy es católica, y las iglesias protestantes, y a pesar de eso pueden tener in
fin errado. Este fue el caso de las iglesias del pasado y es también el caso de la iglesia
adventista nominal.
12. — ¿EN FAVOR DE QUIÉN SE CUMPLEN LAS PROMESAS?
“Los judíos habían interpretado erróneamente la promesa de Dios de favorecer

eternamente a Israel: ‘Así ha dicho Jehová, que da el sol para la luz del día, las leyes de la
luna y de las estrellas para la luz de la noche; que parte la mar y braman sus ondas;
Jehová de los ejércitos es su nombre: Si estas leyes faltaren delante de mí, dice Jehová,
también la simiente de Israel faltará para no ser nación delante de mí todos los días. Así
ha dicho Jehová: Si los cielos arriba se pueden medir, y buscarse abajo los fundamentos
de la tierra, también yo desecharé toda la simiente de Israel por todo lo que hicieron, dice
Jehová’. Los judíos consideraban que su descendencia natural de Abrahán les daba
derecho a esta promesa. Pero pasaban por alto las condiciones que Dios había
especificado. Antes de hacer la promesa, había dicho: ‘Daré mi ley en sus entrañas, y
escribiréla en sus corazones; y seré yo a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. . .
Porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado.
“El favor de Dios se asegura a aquellos en cuyo corazón está escrita su ley. Son uno
con él. Pero los judíos se habían separado de Dios. A causa de sus pecados, estaban
sufriendo bajo sus juicios. Esta era la causa de su servidumbre a una nación pagana. Los
intelectos estaban obscurecidos por la transgresión, y porque en tiempos pasados el Señor
les había mostrado tan grande favor, disculpaban sus pecados. Se lisonjeaban de que eran
mejores que otros hombres, con derecho a sus bendiciones.
“Estas cosas ‘son escritas para nuestra admonición, en quienes los fines de los siglos
han parado.’ ¡Con cuánta frecuencia interpretamos erróneamente las bendiciones de Dios,
y nos lisonjeamos de que somos favorecidos a causa de alguna bondad nuestra! Dios no
puede hacer en favor nuestro lo que anhela hacer. Sus dones son empleados para
aumentar nuestra satisfacción propia, y para endurecer nuestro corazón en la incredulidad
y el pecado.
33
“Juan declaró a los maestros de Israel que su orgullo, egoísmo y crueldad

demostraban que eran una generación de víboras, una maldición mortal para el pueblo,
más bien que los hijos del justo y obediente Abrahán. En vista de la luz que habían
recibido de Dios, eran peores que los paganos, a los cuales se creían tan superiores.
Habían olvidado la roca de la cual habían sido cortados, y el hoyo del cual habían sido
arrancados. Dios no dependía de ellos para cumplir su propósito. Como había llamado a
Abrahán de un pueblo pagano, podría llamar a otros a su servicio. Sus corazones podían
aparentar ahora estar tan muertos como las piedras del desierto, pero su Espíritu podía
vivificarlos para hacer su voluntad, y recibir el cumplimiento de su promesa.
“ ‘Y ya también -- decía el profeta, — el hacha está puesta a la raíz de los árboles:

todo árbol pues que no hace buen fruto, es cortado, y echado en el fuego’. No por su
nombre, sino por sus frutos, se determina el valor de un árbol. Si el fruto no tiene valor, el
nombre no puede salvar al árbol de la destrucción. Juan declaró a los judíos que su
situación delante de Dios había de ser decidida por su carácter y su vida. La profesión era
inútil. Si su vida y su carácter no estaban en armonía con la ley de Dios, no eran su
pueblo.” DTG 80-82.
Los judíos eran el pueblo de Dios y podrían haber permanecido siendo su pueblo para
siempre si hubiesen llenado las condiciones. Mas como confiaban incondicionalmente en
las promesas y no producían los frutos que Dios esperaba, fueron rechazados (Romanos
11:15). Eso, aún, no quiere decir que Dios haya rechazado a su pueblo. Rechazó apenas a
los que, por la apostasía, ya “no eran su pueblo”.
Cuando el apóstol Pablo dice que: “No ha desechado Dios á su pueblo”, se refirió al
remanente fiel que fueron las primeras piedras de la iglesia cristiana. “Así también, aun
en este tiempo han quedado reliquias por la elección de gracia” (Romanos 11:2, 5). Las
promesas hechas a Israel ahora pasaron a pertenecer a esas reliquias. Mas aún hoy Israel
reclama las promesas.
A la iglesia cristiana le fueron hechas promesas proféticas:
“Mas yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia; y
laspuertas del infierno no prevalecerán contra ella”. Mateo 16:18.
“Y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”. Mateo
28:20.
En la primera organización de la iglesia cristiana no demoró a penetrar la apostasía.
“La mayoría de los cristianos consintieron al fin en arriar su bandera, y se realizó la

unión del cristianismo con el paganismo. . . Hubo sin embargo creyentes que no se
dejaron extraviar por esos engaños y adorando sólo a Dios, se mantuvieron fieles al Autor
de la verdad. . .
“Los que habían sido una vez defensores de la fe cristiana eran los que mejor sabían
cómo combatirla. . .
34
“Tras largo y tenaz conflicto, los pocos que permanecían fieles resolvieron romper
toda unión con la iglesia apóstata si ésta rehusaba aún desechar la falsedad y la idolatría.
Y es que vieron que dicho rompimiento era de todo punto necesario si querían obedecer
la Palabra de Dios. No se atrevían a tolerar errores fatales para sus propias almas y dar así
un ejemplo que ponía en peligro la fe de sus hijos y la de los hijos de sus hijos. Para
asegurar la paz y la unidad estaban dispuestos a cualquier concesión que no contrariase su
fidelidad a Dios, pero les parecía que sacrificar un principio por amor a la paz era pagar
un precio demasiado alto. Si no se podía asegurar la unidad sin comprometer la verdad y
la justicia, más valía que siguiesen las diferencias y aun la guerra”. CS 47, 49.
“Retirándose de la iglesia apostatada, el remanente, ¿a quién pasaron, ahora, a

pertenecer las promesas de Cristo en Mateo 16:18 y 28:20? A este, sin duda, y no a
aquella.
Pero aún así, la iglesia apostatada reclama las promesas. Pretende no haber errado
nunca, porque Cristo prometió estar con ella todos los días hasta la consumación de los
siglos y afirmó que las puertas del infierno na habrían de prevalecer contra ella. Siendo la
primera iglesia, pretende ser la verdadera, infalible, según las promesas proféticas de
Cristo, y dice que los protestantes erraron en haber salido de ella. No reconoce que las
promesas ya hace mucho tiempo no más le pertenecen. Ignoran la condición bíblica:
“Jehová es con vosotros, si vosotros fueres con él: y si le buscareis, será hallado de
vosotros; mas si le dejareis, él también os dejará”. 2 Crónicas 15:2.
Desconsideran igualmente lo que está escrito en Juan 8:31: “Si vosotros

permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos”. Mirando a los
protestantes, la iglesia católica les aplica el pasaje bíblico que dice: “Salieron de nosotros,
mas no eran de nosotros; porque si fueran de nosotros, hubieran cierto permanecido con
nosotros; pero salieron para que se manifestase que todos no son de nosotros”. 1 Juan
2:19. Ignoran los católicos que este texto solo se puede aplicar por una iglesia fiel en
relación a los apostatados que salen de ella, y que no puede de manera ninguna ser usado
por una iglesia apostatada con referencia a los fieles que de ella salen.
Las iglesias protestantes incurren en el mismo error que la iglesia católica.
La iglesia adventista, grande, por su parte, procede de la misma manera que la iglesia
católica en reclamar incondicionalmente las promesas proféticas, en pretender se el
pueblo de Dios, sin, entre tanto, cumplir con las condiciones, y en aplicar al remanente
fiel ciertos pasajes que pueden ser aplicados solamente por una iglesia fiel a los grupos
apostatados.
El solo hecho de ella (la iglesia) de seguir el ejemplo de las iglesias apostatadas del
pasado, indica que ella misma está apostatada.
Dios está siempre dispuesto a cumplir sus promesas en favor de su pueblo. “Mas si
las condiciones no fueren cumplidas de sua parte, no alcanzan, ni podrán alcanzar el
cumplimiento de la promesa”. 2T 441.
35
“No nos dice que los probemos (a los falsos profetas) por sus suaves palabras ni su
exaltada profesión de fe. Se los ha de juzgar por la Palabra de Dios. ‘¡A la ley y al
testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido’. ‘Cesa, hijo
mío, de oír las enseñanzas que te hacen divagar de las razones de sabiduría’. ¿Qué
mensaje traen estos maestros? ¿Nos hace venerar y temer a Dios? ¿Nos hace manifestar
amor, hacia él mediante la lealtad a sus mandamientos? Si los hombres no sienten la
obligación de observar la ley morales si se burlan de los preceptos de Dios; si traspasan
aun el más, pequeño de sus mandamientos y así enseñan a los hombres, no tendrán
ningún valor a los ojos del cielo. Podemos saber que sus pretensiones carecen de
fundamento. Hacen la misma obra que se originó con el príncipe de las tinieblas, el
enemigo de Dios. . .
“De nada vale profesar simplemente ser discípulo. . .
“La obediencia es la prueba del discipulado”. DMJ 122, 123.
Cada movimiento religioso se ve tentado a pensar ser el último, ninguno de ellos

permite la idea de verse en la posibilidad de ser substituido por otro. Cada cual proclama
su propia infalibilidad y reclama para si mismo, incondicionalmente, las promesas. Quien
no quiere ser engañado, pertenezca a la iglesia que pertenezca, no debe mirar solamente a
las promesas, pues promesas todas las iglesias las tuvieron anteriormente; debe, eso sí,
ver si las condiciones preestablecidas están siendo cumplidas. Las promesas no se
cumplen si no son satisfechas las condiciones.
La iglesia adventista comprende perfectamente en qué se basa la sucesión apostólica.

Comprende que: “La sucesión apostólica tampoco descansa en la transmisión de la
autoridad eclesiástica, sino en la relación espiritual. Una vida movida por el espíritu de
los apóstoles, el creer y enseñar las verdades que ellos enseñaron: ésta es la verdadera
evidencia de la sucesión apostólica. Es lo que constituye a los hombres sucesores de los
primeros maestros del Evangelio”. DTG 432.
Esto significa que, para una iglesia ser la verdadera a los ojos de Dios, no necesita ser
sucesora directa de los apóstoles, como la iglesia católica; necesita, eso sí, tener la
enseñanza, la fe, la práctica, etc., de los apóstoles. Comete un error la iglesia adventista al
reconocer solamente en el pasado la sucesión apostólica por semejanza de carácter, no
admitiendo esa misma regla para elfuturo. De aquí en adelante ella quiere que la sucesión
apostólica sea por la transmisión de la autoridad.
36
13. — QUE DICEN LAS PROFECÍAS
Presentamos en seguida, en orden cronológica, una serie de acontecimientos

profetizados, desde la separación hasta la conclusión de la obra (Jeremías 5:5).
Dice el Espíritu de Profecía: “A medida que nos apremien las pruebas, se verá en
nuestras filas una obra de separación y también de unión. Algunos que en la actualidad
están dispuestos a tomar armas de guerra, en tiempos de verdadero peligro pondrán de
manifiesto que no han edificado sobre un fundamento sólido: Cederán a la tentación. Los
que han tenido gran luz y disfrutado de inestimables privilegios pero no los han
perfeccionado, se apartarán de nosotros justificándose con diversos pretextos. Al no
haber recibido el amor de la verdad, aceptarán los errores del enemigo. Prestarán atención
a espíritus seductores y doctrinas de demonios y se apartarán de la fe.
“Pero, por otro lado, cuando la tempestad de la persecución se desate realmente sobre
nosotros, las verdaderas ovejas escucharán la voz del verdadero Pastor. Se realizarán
esfuerzos abnegados para salvar a los perdidos, y muchos de los que se han extraviado
del redil retornarán para seguir al gran Pastor. El pueblo de Dios se unirá y presentará un
frente unido al enemigo. En vista del peligro común cesará la lucha por la supremacía.
No habrá contiendas para determinar quien es el mayor. Ninguno de los verdaderos
creyentes dirá: ‘Yo soy de Pablo, y yo de Apolos, y yo de Cefas’. El testimonio de todos
y de cada uno será: ‘Yo sigo a Cristo; me regocijo en él como mi Salvador personal’.
“Así penetrará la verdad en la vida práctica, y será contestada la oración de Cristo,
elevada precisamente antes de su humillación y muerte: ‘Para que todos sean una cosa;
como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean en nosotros una cosa: para
que el mundo crea que tú me enviaste.’ El amor de Cristo, el amor de nuestros hermanos,
testificará ante el mundo de que hemos estado con Jesús y aprendido de él. Entonces se
convertirá el mensaje del tercer ángel en un fuerte pregón, y toda la tierra será iluminada
con la gloria del Señor”. 6T 400, 401.
“Pero Dios tiene aún un pueblo en Babilonia; y antes de que los juicios del cielo la
visiten, estos fieles deben ser llamados para que salgan de la ciudad y que no tengan parte
en sus pecados ni en sus plagas. De ahí que este movimiento esté simbolizado por el
ángel que baja del cielo, alumbrando la tierra y denunciando con voz potente los pecados
de Babilonia. Al mismo tiempo que este mensaje, se oye el llamamiento: ‘Salid de ella,
pueblo mío.’ Estas declaraciones, unidas al mensaje del tercer ángel, constituyen la
amonestación final que debe ser dada a los habitantes de la tierra.
“Terrible será la crisis a que llegará el mundo. Unidos los poderes de la tierra para
hacer la guerra a los mandamientos de Dios, decretarán que todos los hombres, ‘pequeños
y grandes, ricosy pobres, libres y siervos’ (Apocalipsis 13: 16), se conformen a las
costumbres de la iglesia y observen el falso día de reposo. Todos los que se nieguen a
someterse serán castigados por la autoridad civil, y finalmente se decretará que son
dignos de muerte. Por otra parte, la ley de Dios que impone el día de reposo del Creador
exige obediencia y amenaza con la ira de Dios a los que violen sus preceptos.
37
“Dilucidado así el asunto, cualquiera que pisotee la ley de Dios para obedecer una
ordenanza humana, recibe la marca de la bestia; acepta el signo de sumisión al poder al
cual prefiere obedecer en lugar de obedecer a Dios. . .
“Pero nadie sufrirá la ira de Dios antes que la verdad haya sido presentada a su
espíritu y a su conciencia, y que la haya rechazado. Hay muchas personas que no han
tenido jamás oportunidad de oír las verdades especiales para nuestros tiempos. La
obligación de observar el cuarto mandamiento no les ha sido jamás presentada bajo su
verdadera luz. Aquel que lee en todos los corazones y prueba todos los móviles no dejará
que nadie que desee conocer la verdad sea engañado en cuanto al resultado final de la
controversia. El decreto no será impuesto estando el pueblo a ciegas. Cada cual tendrá la
luz necesaria para tomar una resolución consciente. . .
“Mientras que una clase de personas, al acepta el signo de la sumisión a los poderes
del mundo, recibe la marca de la bestia, la otra, por haber escogido el signo de obediencia
a la autoridad divina, recibirá el sello de Dios”. CS 662, 663. Ver también CS 441.
Los dos testimonios que se han considerado tienen inmediata ligación uno con el otro;
donde uno termina, ahí el otro continúa.
El orden cronológico de los acontecimientos profetizados, es en resumen, el

siguiente:
a) Acumulamiento de pruebas.
b) Separación en consecuencia de las pruebas.
c) Creciente apostasía de parte de la clase de los infieles, separada de la clase del
remanente fiel.
d) Otra serie de pruebas, más fuertes que las anteriores.
e) Consecuente finalización de la obra preparatoria — obra de reforma — emprendida
poe el remanente.
f) Amonestación final con fuerte pregón; la tierra iluminada con la gloria de Dios.
(Lluvia tardía).
g) Decreto con severos castigos para los que no quieren guardar el domingo. Prueba
final.
h) Recibimiento de la marca de la bestia por una clase y del sello de Dios por otra
clase.
Tomando como base la cadena profética presentada en este capítulo, se considerarán

los referidos acontecimientos, uno por uno, detalladamente, dedicando a cada uno de los
principales eventos un capítulo especial y usando en cada caso profecías paralelas,
adicionales.
38
14. — SEPARACIÓN
Como ya se hizo ver, el motivo determinante de la separación, es la apostasía, haya o

no profecía para tal desmembramiento. La división que hubo en la iglesia adventista en
1914 fue ocasionada por ese motivo. Se trata pues, de una división producida por causa
legítima y suficiente. Mas tarde, los componentes del Movimiento de Reforma vieron que
la separación que ocurrió ESTABA PREVISTA EN LA PROFECÍA, lo cual es asunto
que ahora se explicará.
Para mejor comprensión, léase nuevamente el capítulo anterior en el primer párrafo

de la profecía en estudio.
También los testimonios nos dicen qué proporción — si la mayoría o la minoría —

habría de ceder a la tentación cuando viniere el “tiempo de real peligro”, en el tomo 5,
pág. 136.
“Pronto los hijos de Dios serán probados por intensas pruebas, y muchos de aquellos
que ahora parecen ser sinceros y fieles resultarán ser vil metal. . .
“El permanecer de pie en defensa de la verdad y la justicia cuando la mayoría nos

abandone, el pelear las batallas del Señor cuando los campeones sean pocos, ésta será
nuestra prueba”. II-JT 31.
“En torno al motivo capital — la apostasía — se agrupan motivos adicionales o

consecuentes, uno de los cuales es la nueva presentación del mensaje a Laodicea
contenido en Apocalipsis 3:18.
El Consejo
Nuevamente, el consejo del Testigo Fiel y Verdadero, es presentado de manera

sobresaliente al pueblo del advenimiento, a fin de prepararlo “para el fuerte pregón del
tercer ángel”.
¿Y quiénes son los que vuelven a presentar, con poder, el consejo a Laodicea? Son
los mensajeros que representan al ángel de Apocalipsis 18, que vino en 1888 con un
mensaje para la iglesia, y que en ese entonces encontró fuerte oposición. En ocasión
propicia, él vuelve a presentar su mensaje, y este crece hasta transformarse en un fuerte
pregón. En el año 1888 comenzó su período de gestación dentro de la iglesia madre. Y al
volver a presentar el mensaje con poder, ocasiona el zarandeo profetizado, el surgimiento
del movimiento reformatorio separado de la iglesia madre, el nacer del “movimiento
simbolizado por el ángel” (de Apocalipsis 18) que bajó del cielo, iluminandola tierra con
su gloria.
Así como la grande Reforma de la Edad Media iniciada por Lutero en Alemania, por
Calvino en Francia, por Zwinglio en Suiza, etc., tenía sus precursores en otros países,
como Wiclef en Inglaterra y Huss y Jerónimo en Bohemia, distribuyéndose los escritos
de estos por otras tierras, siendo así preparado el espíritu de muchas almas sincera para la
39
Reforma, así también ahora la Reforma en el movimiento adventista no fue iniciada sin
haber tenido sus precursores. Tanto para la Gran Reforma de la Edad Media como para la
Reforma actual, el período de gestación se extendió desde el; inicio de la obra de los
precursores hasta el inicio más decidido y positivo de la obra de los reformadores
propiamente dichos. Al volver el cuarto ángel a presentar el mensaje de la “justicia de
Cristo”, que es “el tercer mensaje angélico en realidad” (CJN 45) y que desdobla el
consejo del Testigo Fiel a Laodicea, la mayoría rechaza el consejo y solamente la minoría
lo acepta.
Comienza entonces el zarandeo profetizado. Escribe la hermana White:
“Pregunté cuál era el significado del zarandeo que yo había visto, y se me mostró que
lo motivaría el testimonio directo que exige el consejo que el Testigo fiel dio a la iglesia
de Laodicea. Moverá este consejo el corazón de quien lo reciba y le inducirá a exaltar el
estandarte y a difundir la recta verdad. Algunos no soportarán este testimonio directo,
sino que se levantarán contra él, y esto es lo que causará un zarandeo en el pueblo de
Dios.
“Vi que el testimonio del Testigo fiel había sido escuchado tan sólo a medias. El
solemne testimonio del cual depende el destino de la iglesia se tuvo en poca estima,
cuando no se lo menospreció por completo. Ese testimonio ha de mover a profundo
arrepentimiento. Todos los que lo reciban sinceramente lo obedecerán y quedarán
purificados”. PE 270.
Mencionamos los acontecimientos en orden, para que este asunto quede bien
comprendido:
a) El mensaje a Laodicea (Apocalipsis 3:18, 19) vuelve nuevamente a sobresalir, con

poder.
b) Unos lo reciben, y en resultado, enarbolan el estandarte de los principios, ya

bastante caídos, propagando la verdad directa.
c) Otros se oponen a la propagación de la verdad directa, rechazando el testimonio

contenido en el consejo del Testigo Fiel y Verdadero a Laodicea.
d) La aceptación del testimonio por unos y el rechazo por otros, provoca un zarandeo
en la iglesia laodicense.
De un lado queda la mayoría de los tibios que se oponen al testimonio directo, y del
otro, una minoría que lo acepta.
¿Cuál de los dos grupos hace la reforma?
“Todos los que lo reciban sinceramente lo obedecerán y quedarán purificados”. PE

270.
Como se ve, la profetizada reforma no viene sin una separación en la iglesia. Las dos
clases continúan juntas hasta que son acosadas por un crisis, ocasión en que se separan.
40
La iglesia, pues, se divide por el zarandeo, y la reforma es hecha en uno de los grupos
que vienen a la existencia como resultado de la división.
El testimonio directo contenido en el mensaje a Laodicea, constituiría para esa iglesia

un grave problema, justamente porque tal testimonio encontraría aceptación en una parte
y rechazo en otra.
Dice al respecto, el Espíritu de Profecía:
“El testimonio claro, directo, debe vivir en la iglesia, o la maldición de Dios reposará
sobre su pueblo tan ciertamente como reposó en el Israel antiguo, por causa de sus
pecados”. 3T 269.
“Este mensaje (a Laodicea) debe ser llevado por los siervos de Dios a una iglesia
tibia. Debe despertar a su pueblo de su seguridad y peligroso engaño con respecto a sua
verdadera condición delante de Dios.
“La historia de los israelitas nos presenta el grave peligro del engaño. Muchos no se
dan cuenta del carácter pecaminoso de su propia naturaleza ni de lo que es la gracia del
perdón. . . .
“Viven lejos del Señor: y sin embargo están muy satisfechos de su vida cuando Dios
aborrece su conducta. . .
“Esta clase de personas no ve nunca la necesidad del testimonio claro. El pecado no le

parece tan grave, porque no anda en la luz como Cristo está en la luz. . . Hay aún otra
clase de personas que tienen grande luz y convicción especial, y una verdadera
experiencia en la obra del Espíritu de Dios. Pero la han vencido las múltiples tentaciones
da Satanás. No aprecia la luz que Dios le ha dado. No escucha las amonestaciones y
reprensiones del Espíritu de Dios. Está bajo condenación. Dichas personas resistirán
siempre el testimonio recto, porque éste las condena”. I-JT 345.
“De acuerdo con la luz que Dios me concedió en visión, la impiedad y el engaño está
aumentando entre el pueblo de Dios que profesa guardar sus mandamientos. El
discernimiento espiritual para ver el pecado como él mismo es, para entonces apartarlo
del campamento, (ese discernimiento) está disminuyendo entre el pueblo de Dios; y la
ceguera espiritual les está sobreviniendo rápidamente. El testimonio directo debe revivir
y él mismo separará de Israel a aquellos que siempre estuvieron en conflicto con los
medios que Dios ordenó para apartar las corrupciones de la iglesia”. 3T 324.
Es importante recordar que ya en 1893 era superior a 95% la proporción de los

elementos apostatados en la iglesia.
Herejías
Otro motivo adicional para el zarandeo profetizado, del que estamos hablando, son las
herejías.
41
“Dios despertará a su hijos, si fracasan los otros medios, surgirán herejías entre ellos,
que los zarandearán y separarán el tamo del trigo”. OE 313.
Pero, ¿cómo podrían introducirse herejías entre el pueblo del advenimiento que
recibió tanta luz? Parece increíble este anuncio.
Escribe la sierva del Señor:
“¡Oh, qué día está delante de nosotros! ¡Qué zarandeo habrá entre los que pretenden
ser hijos de Dios! Los injustos serán encontrados entre los justos. Los que tienen gran luz
y que no han andado en ella, tendrán tinieblas correspondientes a la luz que han
despreciado”. TM 161.
“Muchos conocen tan poco el contenido de sus Biblias que no están firmes en la fe.
Quitan los hitos antiguos, y como resultado son llevados de un lugar a otro por vientos de
doctrinas y errores. La falsa ciencia está desgastando el fundamento de los principios
cristianos, y los que una vez estuvieron en la fe van a la deriva alejándose de los hitos
bíblicos, y se divorcian de Dios mientras siguen llamándose sus hijos”. Ev 362.
Esta condición es la que lleva a la mayoría (tibios) a negar la fe cuando una grande
crisis sobreviene a la iglesia. Rechazan el consejo contenido en el testimonio del Testigo
Fiel y Verdadero, y justifican su actitud equivocada por medio de herejías que les sirven
de puerta para escapar a las dificultades que les sobrevienen. Y la ruptura es inevitable
porque los fieles no pueden acompañar a los infieles.
“Cuando venga el zarandeo, por la introducción de falsas teorías, estos lectores

superficiales, que no están anclados en ningún lugar, serán como la arena movediza”. TM
109.
Otros testimonios
“El pueblo de Dios será zarandeado, como el trigo es zarandeado en una zaranda,
hasta que toda la paja sea separada de los granos puros”. 1T 431.
“Exactamente cuán pronto ha de comenzar este proceso refinador no puedo decirlo,

pero no será diferido por mucho tiempo. Aquel cuyo aventador está en su mano limpiará
su templo de su contaminación moral”. TM 379.
“El Espíritu de Dios debe hacer su obra en el corazón. Todos los que no
experimentaron su poder regenerador son paja (cáscaras) entre el trigo. Nuestro Señor
tiene la zaranda en su mano y Éllimpiará completamente todo el trigo en su troje”. 5T
227.
La apostasía penetró en la iglesia, mas ella sería purificada.
“Cuando la purificación se efectúe en nuestras filas, no permaneceremos más tiempo

ociosos, enorgullecidos de nuestras riquezas y de que nada nos falta. . .
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“Si resiste el mal y busca el bien; si busca a Dios con toda humildad y responde a su
vocación celestial en Jesucristo; si permanece sobre la plataforma de la verdad eterna, y
si por fe realiza los planes que han sido trazados a su respecto, ella será sanada”. III-JT
254.
Grande es la paciencia y el amor de Dios. ¡Cuántas veces, a través de los siglos, la

iglesia se contaminó , y cuántas veces fue purificada! Y también ahora no había de faltar
esta provisión. También ahora ella sería purificada y curada por medio de una sacudidura.
El remanente fiel, que constituye la iglesia verdadera, será una iglesia purificada.
Dice el Espíritu de Profecía:
“La sacudidura deberá luego tener lugar para purificar a la iglesia”. 2SG 284.
“Mas los días de la purificación de la iglesia se están aproximando rápidamente. En la

fuerte sacudidura que en breve se verificará, podremos valorizar mejor la fuerza de Israel.
Las señales revelan que está próximo el tiempo en que el Señor ha de manifestar que su
zaranda está en su mano, y Él expurgará completamente su troje. . .
“Aquellos que se han mostrado infieles, no les será confiado el rebaño. En la última y
solemne obra estarán empeñados pocos grandes hombres. . . El Señor tiene siervos fieles,
que, en el tiempo de la sacudidura y de la prueba se manifestarán. Hay siervos preciosos
que ahora están ocultos y que no doblaron las rodillas a Baal. . .
“La paja (cáscaras), como una nube, será llevada por el viento, de lugares de donde
vemos solamente trojes de opulento trigo. Todos los que presuman poseer los ornamentos
del santuario, mas no estuvieron vestidos de la justicia de Cristo, aparecerán en la
vergüenza de su propia desnudez...
“Cuando árboles infructíferos fueren cortados como estorbo en el terreno, cuando

multitudes de falsos hermanos fueren distinguidos de los verdaderos, entonces los que
están ocultos se revelarán, y con hosannas se colocarán bajo la bandera de Cristo. . .
“Cuando el arruinador flagelo pasare por la tierra, cuando la zaranda estuviere

limpiando la troje de Jehová, dios será el socorro de su pueblo. Los trofeos de Satanás
podrán ser exaltados hasta arriba, mas la fe de los puros y santos no será desanimada. . .
“Dios hará en nuestros días una obra que apenas pocos prevén. El levantará y exaltará
entrenosotros aquellos que son enseñados, más por el ungimiento de su Espíritu que por
el adestramiento exterior de instituciones científicas. . .
“La separación causa dolor y amargura para ambas partes. Es la disensión que Cristo
dijo había venido a traer. Mas los convertidos sentirán continuo anhelo de que sus amigos
abandonen todos por Cristo, sabiendo que, a menos que lo hagan, habrá una separación
final y eterna”. 5T 80-83.
“El metal puro y el vil están ahora tan mezclados que únicamente el ojo discernidor
del Dios infinito puede distinguir con certidumbre entre ellos. Pero el imán moral de la
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santidad y la verdad atraerá y reunirá el metal puro, mientras que rechazará el vil y
falsificado”. II-JT 13.
“Pronto los hijos de Dios serán probados por intensas pruebas, y muchos de aquellos
que ahora parecen ser sinceros y fieles resultarán ser vil metal. En vez de ser fortalecidos
y confirmados por la oposición, las amenazas y los ultrajes, se pondrán cobardemente del
lado de los opositores. La promesa es: ‘Yo honraré a los que me honran.’ (1 Samuel 2:
30.) ¿Estaremos menos firmemente ligados a la ley de Dios porque el mundo en general
haya tratado de anularla?”. II-JT 31.
Analicemos bien este testimonio.
La profecía dice: “ Muchos de aquellos que ahora parecen ser sinceros y fieles. . . se
pondrán cobardemente al lado de los opositores”. Ese “ahora” fue en 1882, cuando la
profecía fue dada. ¿Qué comprendemos en ello? Comprendemos que esa expresión
“muchos de aquellos” habrían de alcanzar el tiempo de prueba y revelar su debilidad. Ese
tiempo no podría estar lejos en el futuro, pues deberían ellos alcanzarlo. Hoy ya han
pasado más de 120 años desde que la profecía fue dada. Esos “muchos de aquellos” son
adventistas que vivían en 1882 (“ahora”) y que parecían ser creyentes verdaderos, hoy ya
no existen, con excepción, tal vez, de muy pocos sobrevivientes. Si, pues, la profecía se
cumplió, no podemos dudar, de que la prueba que esos “muchos de aquellos” deberían
alcanzar, solo puede estar ya en el pasado. Examinando la historia de la iglesia
adventista, la vemos probada en la crisis de 1914-1918. Fue en ese entonces que “muchos
de aquellos” de los que en 1882 parecían ser “sinceros y fieles”, resultarían ser “vil
metal”, por la actitud que tomaron, colocándose al lado de los opositores. La misma
profecía continúa:
“Ahora es cuando los hijos de Dios deben mostrarse fieles a los buenos principios.
Cuando la religión de Cristo sea más despreciada, cuando su ley sea más menoscabada,
entonces deberá ser más ardiente nuestro celo, y nuestro valor y firmeza más
inquebrantables. El permanecer de pie en defensa de la verdad y la justicia cuando la
mayoría nos abandone, el pelear las batallas del Señor cuando los campeones sean pocos,
ésta será nuestra prueba. En este tiempo, debemos obtener calor de la frialdad de los
demás, valor de su cobardía, y lealtad de su traición”. II-JT 31.
Otras profecías referentes al mismo acontecimiento:
“Cuando se invalide la ley de Dios la iglesia será zarandeada por pruebas terribles, y
unaproporción más elevada de la que ahora anticipamos, prestará atención a espíritus
seductores y a doctrinas de demonios. En lugar de ser fortalecidos cuando son puestos en
dificultades, muchos demostrarán que no son sarmientos vivientes de la Vid verdadera;
no producen fruto, y el labrador las remueve”. Ev 361.
“Conforme vaya acercándose la tempestad, una clase numerosa que profesaron creer
en el mensaje del tercer ángel, pero que no fueron santificados por la obediencia a la
verdad, abandonarán su posición, y se alían a las filas de la oposición. Uniéndose con el
mundo y participando de su espíritu, llegarán a ver las cosas casi bajo el mismo aspecto;
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así que cuando llegue la hora de prueba estarán preparados para situarse del lado más
fácil y de mayor popularidad. Hombres de talento y de elocuencia, que se gozaron un día
en la verdad, emplearán sus facultades para seducir y descarriar almas. Se convertirán en
los enemigos más encarnizados de sus hermanos de antaño”. GC 608.
La sacudidura tiene su inicio “acercandose la tempestad”, conforme se lee en El
conflicto de los siglos. No durante la tempestad, mas mientras ella se está acercando.
Puede ser varias decenas de años antes de estar presente, porque, ya en los días de la
hermana White, la tempestad se estaba aproximando. “La tempestad se avecina, la
tempestad que probará la fe de cada hombre, para ver de qué especie es”, escribió la
sierva del Señor en RH 31 de agosto de 1905.
La parábola del siervo malo
Después de la separación, que ocurre por ocasión de que “muchos” por su actitud
equivocada se pasan a las filas de los opositores, en cuanto un pequeño número
remanente (“hermanos de antaño”) permanece fiel a la ley de Dios, aquella mayoría
apostatada desenvuelve más y más su carácter apostatado, por la unión con el mundo.
Como profecías paralelas a la que estamos considerando (CS 666), citamos ahora
algunas referencias al “mal siervo”:
“La fe en la pronta venida de Cristo se está desvaneciendo. ‘Mi Señor se tarda en
venir’ (Mateo 24:48), es no sólo lo que se dice en el corazón, sino que se expresa en
palabras y muy definidamente en las obras. En este tiempo de vigilia, el estupor anubla
los sentidos del pueblo de Dios con respecto a las señales de los tiempos. La terrible
iniquidad que tanto abunda requiere la mayor diligencia y el testimonio vivo para impedir
que el pecado penetre en la iglesia”. I-JT 330, 331.
“Porque la iniquidad abunda, el amor de muchos se resfriará. Hay muchos que han
dejado atrás su fe adventista. Están viviendo para el mundo y mientras expresan el deseo
de su corazón, ‘mi Señor se tarda en venir’, están castigando a sus consiervos. Hacen esto
por la misma razón por la cual Caín mató a Abel. . .
“El Señor tiene una controversia con todos los hombres que por su incredulidad y sus
dudas han estado diciendo que él demora su venida, y han estado hiriendo a sus
consiervos, comiendo ybebiendo con los borrachos (trabajando en base al mismo
principio que ellos); están ebrios, pero no con vino; tambalean, pero no a causa de bebida
fuerte. Satanás ha controlado su razón, y no saben en qué están tropezando”. TM 74, 75.
“El mayordomo infiel tenía solemnes responsabilidades que le habían sido confiadas;
ante el mundo él aparece como un siervo de Cristo; pero ¡oh! ¡cuán deplorable para él
mismo, y para todos los que se relacionaron con él! ¡Es un mal siervo! Está poniendo en
peligro los bienes de su señor. Está enseñando a las almas a pisotear la santa ley de Dios.
El llama a Cristo ‘mi Señor’. Sin embargo dice: ‘Mi Señor se tarda en venir’. No dice que
Cristo no vendrá; no se mofa de la idea de su segunda venida; sino que dice al pueblo que
su venida está demorada. Está quitando de la mente de los demás la convicción de que el
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Señor viene pronto. Su influencia induce a los hombres a una demora presuntuosa y
descuidada.
“Así bajan la guardia y se hacen eco de las palabras del vigía infiel; aun otros se
hacen cargo de ellas y del mal espíritu, y los hombres son confirmados en su
mundanalidad y su estupor. Su conducta es descendente, no ascendente; no miran el día
del Señor y se apresuran hacia él. Las pasiones mundanas, los pensamientos corruptos
toman posesión de la mente”. TM 240.
En el Testimonies for the Church, tomo 5, (inglés) hay una descripción de la “clase”
de creyentes representada por el siervo malo:
“Aquel siervo malo que dice en su corazón: ‘Mi Señor se tarda en venir,’ (Mateo
24:48) profesa estar aguardando a Cristo. Es un ‘siervo’ exteriormente dedicado al
servicio de Dios, mientras que en su corazón ha cedido a Satanás. No niega abiertamente
la verdad, como el escarnecedor, pero revela en su vida el sentir de su corazón, a saber,
que la venida del Señor se tarda. La presunción lo vuelve negligente de los intereses
eternos. Acepta las máximas del mundo y se conforma a sus costumbres y prácticas. En
él predominan el egoísmo, el orgullo mundanal y las ambiciones. Temiendo que sus
hermanos ocupen un puesto más elevado que él mismo, empieza a menospreciar sus
esfuerzos y a impugnar sus motivos. Así hiere a sus consiervos. Al separarse del pueblo
de Dios, se une más y más con los impíos. Se lo encuentra comiendo y bebiendo ‘con los
borrachos’ — uniéndose con los mundanos y participando de su espíritu. Así queda
arrullado en una seguridad carnal, y vencido por el olvido, la indiferencia y la pereza”. 5T
101, 102.
Tenemos aquí un pasaje paralelo con el de CS 666:
“La clase” (5T 101, 102) representada por el mal siervo, es la misma “clase” de los
“muchos” (CS 666) que, al pasar a las filas de la oposición, e quedar separada del
remanente fiel, se une cada vez más al mundo y participando de su espíritu, hasta llegar a
ver las cosas casi bajo la misma luz. Y, una vez plenamente desenvuelto el carácter
apostatado de esa clase por su unión con el mundo, escoge el lado popular, a saber, se
somete a las exigencias de las potestades existentes al sobrevenir la prueba final bajo las
leyes dominicales.
Desde la separación hasta la prueba final transcurre, por lo tanto, un buen período de
tiempo,suficiente para el desarrollo del carácter de la “clase numerosa”, representada por
el mal siervo de la parábola.
La profesión sin un carácter correspondiente es la causa del engaño para muchas

almas. Personas que sinceramente examinan la biblia en busca de salvación, llegan a la
conclusión de que la doctrina adventista es la verdadera, como sin dudo lo es, y
procurando unirse a la iglesia adventista, se une a la “clase numerosa”, a la “clase” del
“mal siervo”, sin saber que la verdadera iglesia adventista defensora de los principios del
triple mensaje, es el grupo remanente de los “hermanos de antaño”. Muchas de esas
personas no saben de la separación existente o si ya oyeron algo respecto de los
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“hermanos de antaño”, han sido mal informados por los de la “clase numerosa”; como los
católicos han sido mal informados por el clero, respecto a los protestantes.
15. — PREPARACIÓN PARA LA LLUVIA TARDÍA
“Desde el zarande, el remanente fiel está atravesando una fase de preparación. Es la

obra de reforma que debe ser hecha en el grupo de los que aceptaron el testimonio, el cual
opera “profundo arrepentimiento”; “todos los que lo reciban sinceramente lo obedecerán
y quedarán purificados”. En el testimonio 6T 400, 401, notamos que después de la
separación, “la verdad será introducida en la vida práctica”. De esta manera el remanente
fiel se prepara para la lluvia tardía, ya que, como se ha visto, el refrigerio no vendrá
mientras no exista preparación para recibirlo. “Nos toca a nosotros remediar los defectos
de nuestro carácter, limpiar el templo del alma de toda contaminación. Entonces la lluvia
tardía caerá sobre nosotros como cayó la lluvia temprana sobre los discípulos en el día de
Pentecostés”. II-JT 69. Esta preparación para el recibimiento del refrigerio es justamente
la obra de reforma. (Ver página ??).
No es una obra de corta duración
La obra de reforma es realizada por el mensaje contenido an Apocalipsis 3:18.
“Destínase (este mensaje) a despertar al pueblo de Dios, a descubrirles las apostasías,

y a llevarlo a un celoso arrepentimiento, para que sea favorecido con la presencia de
Jesús y preparado para el fuerte pregón del tercer ángel”. 1T 186.
“Si el mensaje”, en su misión de preparar a un pueblo, “hubiese sido de corta

duración, na habría habido tiempo para desarrollar el carácter”. 1T 186, 187.
El carácter no se perfecciona de un día al otro, es una obra demorada. He aquí
algunos testimonios al respecto:
“Se requiere tiempo para que se desarrolle el carácter”. II-JT 261.
“No es por algunos pocos, débiles e intermitentes esfuerzos que se pueden corregir
erroresu operar reformas en al carácter. La santificación no es obra de un día, ni de un
año, mas de toda la vida. Sin continuo esfuerzo y constante actividad, no puede haber
progreso an la vida divina, ni alcanzarse puede la corona de vencedor. . .
“Puede estar formulado el propósito, iniciada la obra; mas su realización exigirá

labor, tiempo y perseverancia, paciencia y sacrificio. . .
“Dios guía a su pueblo pasa a paso. La vida del cristiano es una pelea y una marcha.
En esa guerra no hay retroceso, el esfuerzo debe ser continuo y perseverante”. 5T 163,
164.
47
“Solamente venceremos mediante un prolongado y perseverante trabajo, penosa

disciplina y duro conflicto”. HA 448, 449.
Refiriéndose la hermana White al tiempo de la aplicación de la señal, demuestra que

ese tiempo la reforma habrá sido una obra de años pasados:
“Ha sido promulgado por la más alta autoridad terrestre el decreto de que adoren a la
bestia y reciban su marca bajo pena de persecución y muerte. ¡Dios ayude entonces a su
pueblos porque ¿qué podría hacer sin su ayuda en un conflicto tan terrible?
“No se adquiere en un momento el valor, la fortaleza, la fe y la confianza implícita en

el poder de Dios para salvarnos. Estas gracias celestiales se adquieren por la experiencia
de años. Por una vida de santo esfuerzo y de firme adhesión a lo recto, los hijos de Dios
estaban sellando su destino. Asediados de innumerables tentaciones, sabían que debían
resistir firmemente o quedar vencidos. Sentían que tenían una gran obra que hacer, que a
cualquier hora podían ser llamados a deponer su armadura; y que si llegaran al fin de su
vida sin haber hecho su obra, ello representaría una pérdida eterna”. II-JT 67, 68.
Léanse también al respecto, los siguientes textos de los testimonios: I-JT 474, 480;
PVGM 46, 339 y 340.
La finalización de la obra de reforma
En al testimonio que tomamos por base para el estudio de los varios acontecimientos
profetizados, tomando en consideración el orden cronológico de los mismos, se ha visto
que el grupo remanente espero pruebas más severas que aquellas que ocasionaron la
división en la iglesia. Dice la profetisa:
“Pero, por otro lado, cuando la tempestad de la persecución se desate realmente sobre
nosotros, las verdaderas ovejas escucharán la voz del verdadero Pastor”. 6T 401. Se trata
aquí de una segunda prueba o serie de pruebas, más pesada que la anterior, como lo
indica la palabra “realmente”.
Esa serie de pruebas parece ser la misma que, en otra parte, la sierva del Señor
describe como debiendo sobrevenir a los “hermanos de antaño” mientras predican el
mensaje.
“El Espíritu de Dios, que obraba en sus corazones, les constriñó a hablar. Estimulados
por santo celo e impulso divino, cumplieron su deber y declararon al pueblo las palabras
que de Dios recibieran sin detenerse en calcular las consecuencias. No consultaron sus
intereses temporales ni miraron por su reputación o sus vidas. Sin embargo, cuando la
tempestad de la oposición y del vituperio estalle sobre ellos, algunos, consternados,
estarán listos para exclamar: ‘Si hubiésemos previsto las consecuencias de nuestras
palabras, habríamos callado.’ Estarán rodeados de dificultades. Satanás los asaltará con
terribles tentaciones. La obra que habrán emprendido parecerá exceder en mucho sus
capacidades. Los amenazará la destrucción. El entusiasmo que les animara se
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desvanecerá; sin embargo no podrán retroceder. Y entonces, sintiendo su completa

incapacidad, se dirigirán al Todopoderoso en demanda de auxilio”. CS 666, 667.
“Conforme va revistiendo la oposición un carácter más violento, los siervos de Dios

se ponen de nuevo perplejos, pues les parece que son ellos mismos los que han
precipitado la crisis; pero su conciencia y la Palabra de Dios les dan la seguridad de estar
en lo justo; y aunque sigan las pruebas se sienten robustecidos para sufrirlas. La lucha se
encona más y más, pero la fe y el valor de ellos aumentan con el peligro. Este es el
testimonio que dan: ‘No nos atrevemos a alterar la Palabra de Dios dividiendo su santa
ley, llamando parte de ella esencial y parte de ella no esencial, para obtener el favor del
mundo. El Señor a quien servimos puede librarnos’. . .
“La oposición de los enemigos de la verdad será coartada para que el mensaje del
tercer ángel pueda hacer su obra. Cuando la amonestación final sea dada, cautivará la
atención de aquellos caudillos por medio de los cuales el Señor está obrando en la
actualidad, y algunos de ellos la aceptarán y Estarán con el pueblo de Dios durante el
tiempo de angustia.
“El ángel que une su voz a la proclamación del tercer mensaje, alumbrará toda la
tierra con su gloria. Así se predice una obra de extensión universal y de poder
extraordinario”. CS 668, 669.
Por estas líneas proféticas somo llevados a través de la oposición que los “hermanos
de antaño” tienen que sufrir en escala ascendente, hasta llegar al tiempo de dar la
amonestación final e iluminar la tierra con la gloria de dios, mediante el poder de la lluvia
tardía.
En el próximo capítulo trataremos del asunto de la lluvia tardía, continuando el

estudio a partir del punto donde interrumpimos el testimonio que acabamos de
mencionar.
Lo que aquí especialmente nos interesa, es la oposición en varias fases, la nueva crisis
que dejo a los siervos de Dios perplejos, más que antes, y todo en beneficio de Dios
mismo, pues la persecución los lleva a la unificación en sus filas y a la finalización de la
obra preparatoria para el derramamiento del Espíritu Santo.
La crisis ya mencionada parece, eso sí, ser la misma referida en el siguiente

testimonio:
“La obra que la iglesia no ha hecho en tiempo de paz y prosperidad, tendrá que
hacerla durante una terrible crisis, en las circunstancias más desalentadoras y
prohibitivas. Las amonestaciones que la conformidad al mundo ha hecho callar o retener,
deberán darse bajo la más fiera oposición de los enemigos de la fe. Y en ese tiempo la
clase superficial y conservadora, cuya influencia impidió constantemente los progresos
de la obra, renunciará a la fe y se colocará con sus enemigos declarados, hacia los cuales
sus simpatías han estado tendiendo durante mucho tiempo. Esos apóstatas manifestarán
49
entonces la más acerba enemistad y harán cuanto puedan para oprimir y vilipendiar a sus
antiguos hermanos, y para excitar la indignación contra ellos”. II-JT 164.
Se trata aquí de una terrible crisis, durante la cual habrían de salir del grupo
remanente, el zarandeo, los últimos no convertidos que aún se encontrarían en su medio.
Es, muy probablemente, el mismo acontecimiento mencionado en el siguientes
testimonio:
“El número de esta hueste había disminuido. Algunos fueron sacudidos para fuera y
dejados a la vera del camino. Los descuidados e indiferentes que no se unieron con
quienes apreciaban la victoria y la salvación lo bastante para perseverar en anhelarlas
clamando angustiosamente por ellas, no las obtuvieron y quedaron rezagados en tinieblas;
pero sus lugares fueron ocupados en seguida por otros, que se afiliaron a la hueste que
había aceptado la verdad”. EW 271.
Por la salida de los no convertidos y por la completa conversión de los que

permanecen en el grupo remanente, el mismo es completamente purificado para el
recibimiento de la lluvia tardía. Continuando la lectura del mismo testimonio, vemos que
el grupo remanente es en seguida revestido del poder de lo alto para proclamar el mensaje
con fuerte pregón.
Al estudiar el asunto del zarandeo (PE 270, 271) vemos que la clase de los fieles, que
es la minoría, progresa en obediencia a la verdad hasta alcanzar la victoria. Los que no
alcanzan la victoria son dejados atrás, en tinieblas. Las persecuciones arrecian cada vez
más sobe los creyentes. El camino angosto se va haciendo más difícil, y los que no
avanzan de victoria en victoria hasta vencer los últimos obstáculos, no consiguen
acompañar a los que se van preparando para la lluvia tardía. Las filas de los pocos fieles
se van purificando progresivamente, de manera que cuando la iglesia estuviere limpia,
preparada, vendrá la lluvia tardía. En seguida aparecerán las leyes dominicales.
Pero, volvamos a hablar sobre la prueba que mucho contribuye para la conclusión de
la obra preparatoria.
En el intervalo que transcurre entre una y otra prueba o serie de pruebas, los
componentes de la “clase numerosa”, que abandonaron el grupo remanente de los
“hermanos de antaño”, fueron “llevados po los engaños del enemigo”, dando oídos a
espíritus engañadores y a doctrinas de demonios por no tener el amor de la verdad para se
salvaren.
Pero, el desatarse el torbellino de la persecución en forma más implacable sobre el

grupo remanente, verificase lo siguiente:
a) Buscan abnegadamente a los que se han desviados del rebaño.
b) Se unen para ofrecer al enemigo un frente unido. En resultado de ea unificación,

cesa la contienda. Delante del torbellino de la persecución no hay más disputas sobre
50
quien deba ser el mayor. Ahora es que atienden plenamente a la oración de Cristo —
“para que todos sean uno” — pues solamente ahora bajo la presión de la prueba que se
destina a dar los retoques finales a la obra reformatoria, es que se introduce la verdad en
la vida práctica.
c) El tercer mensaje angélico crece ahora para un fuerte pregón. A pesar de que ha
habido crecimiento anteriormente, no fue alcanzada la culminación; mas ahora
satisfechas todas las condiciones del mensaje culmina en fuerte pregón e ilumina toda la
tierra con la gloria del Señor.
La pruebas son instrumentos en las manos de Dios para purificar al grupo remanente.
El pueblo de Dios no podría de otra manera encontrar la perfección del carácter para el
recibimiento de la lluvia tardía.
“Vi, -- dice la hermana White -- que nadie podrá participar del ‘refrigerio’ a menos
que haya vencido todas las tentaciones y triunfado del orgullo, el egoísmo, el amor al
mundo y toda palabra y obra malas”. PE 71.
Otro testimonio dice:

“El desagrado de Dios estará sobre su pueblo, y Él no manifestará su poder en medio
de ellos en mientras existieren pecados entre ellos y fueren acariciados pos los que están
en posiciones de responsabilidad”. 3T 270.
Este testimonio enseña al mismo tiempo dos grades verdades con respecto a la
purificación de la iglesia, a saber:
a) Debe haber un zarandeo en la iglesia para que los fieles sean separados de la
grande mayoría de infieles. Es contrario a la profecía esperar que estos se conviertan; en
estas condiciones, si las clase permanece juntas, nunca podría el poder de Dios, la lluvia
tardía, manifestarse en la iglesia, justamente porque el poder de Dios no podría ser
concedido a una iglesia en que “existieren pecados”.
b) Hecha la separación, el remanente emprende un obra de purificación en obediencia
a la verdad. Llamémosles “fieles”, juntamente porque luchan para atender el consejo del
Testigo Fiel y Verdadero y así se distinguen de los laodicenses tibios.
Diversos testimonios hablan de la purificación de la iglesia como siendo una

precursora al derramamiento de la lluvia tardía, mostrando que, cuando esta obra
estuviere terminada, “todos” (el remanente) estarían convertidos, unidos entre sí y unidos
con el Espíritu de Dios, lo que indica que ellos no más estarían unidos con los apóstatas.
Solo así es que podrá ser atendida la oración deCristo: “Para que todos sean una cosa;
como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean en nosotros una cosa: para
que el mundo crea que tú me enviaste”. Juan 17:21. Esta es la condición que, según la
profecía (6T 401) deberá ser alcanzada antes que la lluvia tardía pueda ser derramada.
La misma condición precursora se encuentra en los siguientes testimonios:
51
“Los que beben de la misma fuente de bendición han de unirse entre sí. La verdad,
habitando en el corazón de los creyentes, ha de conducir a una bendecida y feliz
unificación. De este modo, la oración de Cristo, pidiendo que sus discípulos fuesen uno
como Él lo es con el Padre, será atendida”. 1T 60, 61.
El grupo remanente no realiza de una vez “una reforma completa”, por el contrario,
hace “reformas”, o sea hace la obra reformatoria por etapas, irguiéndose “más y más”,
hasta que alcance la última etapa, que es una “reforma completa” en todo sentido. Dice el
Espíritu de Profecía:
“Reforma, reforma continua, debe mantenerse delante del pueblo”. CH 445.
“La orden de la providencia de Dios con relación a su pueblo es que hay que
progresar: un progreso continuo en el perfeccionamiento del carácter cristiano, en la
senda de la santidad, elevándose cada vez más alto en la clara luz del conocimiento y el
amor de Dios, hasta el mismo fin del tiempo. ¡Oh! ¿Por qué estamos siempre aprendiendo
los primeros principios de la doctrina de Cristo?” 5T 484.
“Nos toca ahora comenzar de nuevo. Las reformas deben emprenderse de todo
corazón, alma y voluntad”. II-JT 420.
“Ha llegado la hora de hacer una reforma completa. Cuando ella principie, el espíritu
de oración animará a cada creyente, y el espíritu de discordia y de revolución será
desterrado de la iglesia. Aquellos que no hayan vivido en comunión con Cristo se
acercarán unos a otros. Un miembro que trabaje en una buena dirección invitará a otros
miembros a unirse a él para pedir la revelación del Espíritu Santo. No habrá confusión,
porque todos estarán en armonía con el pensamiento del Espíritu. Las barreras que
separan a los creyentes serán derribadas, y todos los siervos de Dios dirán las mismas
cosas. El Señor trabajará con sus siervos. Todos pronunciarán de una manera inteligente
la oración que Cristo les ha enseñado: ‘Venga tu reino. Sea hecha tu voluntad, como en el
cielo, así también en la tierra.’ (Mateo 6:10.)”. III-JT 255, 256.
En 1903 la iglesia adventista debería comenzar a colocarse ya sobre los últimos

peldaños de la escalera de la reforma, mas por no haber atendido a las apelaciones del
Espíritu de Profecía, ni siquiera el primer peldaño hubo alcanzado. La obra está de hecho,
con muchos años de atraso.
Un grande engaño
Pretenden muchos pastores de la iglesia adventista (grande) que el zarandeo viene

enconsecuencia de la lluvia tardía. Veamos: ¿Podrán aún muchos miembros, después de
haber alcanzado la completa victoria, y estar en armonía, como “todos estarán”, con el
Espíritu, por cuyo derramamiento se unieron “en súplicas”, oponerse al Testigo Fiel y
Verdadero, para que entre ellos haya en consecuencia un zarandeo? ¡De ninguna manera!
En el testimonio III-JT 254, como ya hemos visto, el derramamiento de la lluvia tardía
solo podrá ser esperado cuando la obra de reforma estuviere completa, cuando todos
52
estuvieren en armonía entre sí y con el Espíritu. Los discordantes, los semi-convertidos,

los vacilantes, habrán sido dejados atrás. Los que hacen parte del grupo de los fieles son
ahora todos genuinamente convertidos, victoriosos, unidos. ¿Hay lugar para un zarandeo?
La hermana White vio con ojos proféticos exactamente lo que hoy está sucediendo.
Vio que muchos acariciaban el error de esperar la lluvia tardía para entonces hacer una
reforma.
“Vi que muchos descuidaban la preparación necesaria, esperando que el tiempo del
‘refrigerio’ y la ‘lluvia tardía’ los preparase para sostenerse en el día del Señor y vivir en
su presencia. ¡Oh! ¡y a cuántos vi sin amparo en el tiempo de angustia! Habían
descuidado la preparación necesaria, y por lo tanto no podían recibir el refrigerio
indispensable para sobrevivir a la vista de un Dios santo”. PE 71.
“Vi que, si el pueblo de Dios no hiciere esfuerzos de sua parte, mas esperare por el
refrigerio para remover sus iniquidades y corregir sus errores, si del mismo dependieren,
esperando que los purifique de las inmundicias de la carne y del espíritu, y los prepare
para que se empeñen en el fuerte pregón del tercer ángel, serán hallados en falta. El
refrigerio o poder de Dios vendrá solamente sobre aquellos que se prepararen para el
mismo, haciendo la obra que Dios les manda realizar, a saber, purificarse de toda la
inmundicia de la carne y del espíritu, y perfeccionarse en la santidad, en el temor de
Dios”. 1T 619.
No caiga pues, nadie en el error de pensar que la reforma vendrá en consecuencia de
la lluvia tardía. Al contrario, la reforma viene primero, pues debe preparar el pueblo para
la lluvia tardía. Y es el mensaje a Laodicea -- el consejo del Testigo Fiel y Verdadero --
que se destina a operar la reforma a fin de preparar al pueblo para “la lluvia tardía, el
refrigerio por la presencia del Señor, el fuerte pregón del tercer ángel”.
“Debe haber una reforma en nuestras filas, — dice el Espíritu de Profecía — el

pueblo debe alcanzar una norma más elevada antes de que podamos esperar el poder de
Dios a manifestarse de manera notable para la cura de los enfermos”. MM 16.
16. — LA AMONESTACIÓN FINAL
Cuando el grupo de los “hermanos de antaño” o “ex-hermanos” alcanzar plena

preparación, cuando estuviere perfectamente purificado, todo unido entre sí y con Cristo
(Juan 17:21), cuando los “descuidados e indiferentes” no más estuvieren entre ellos (III-
JT 254), entonces ese grupo recibirá la lluvia tardía para dar la amonestación final (PE
271; 6T401). En CS 666, donde encontramos laseparación, leemos en el último párrafo,
que la amonestación final será dada por los “hermanos de antaño”. Esos son, por lo tanto,
el “Movimiento simbolizado por el ángel” de Apocalipsis 18, encargado de dar la
amonestación.
53
Téngase, pues, en mente, que cuando la amonestación final comience a ser dada por
los “hermanos de antaño” representados por el ángel, conforme se ve, comparando las
páginas 662, y 666 de CS.
“Oí que los revestidos de la armadura proclamaban poderosamente la verdad, con

fructuosos resultados. Muchas personas habían estado ligadas; algunas esposas por sus
consortes, y algunos hijos por sus padres. Las personas sinceras, que hasta entonces
habían sido impedidas de oír la verdad, se adhirieron ardientemente a ella. Desvanecióse
todo temor a los parientes y sólo la verdad les parecía sublime. Habían tenido hambre y
sed de la verdad, y ésta les era más preciosa que la vida. Pregunté por la causa de tan
profundo cambio y un ángel me respondió: ‘Es la lluvia tardía; el refrigerio de la
presencia del Señor; el potente pregón del tercer ángel’.
“Aquellos escogidos tenían gran poder”. PE 271, 272.

“El ángel que une su voz a la proclamación del tercer mensaje, alumbrará toda la
tierra con su gloria. Así se predice una obra de extensión universal y de poder
extraordinario. . .
“Esta obra será semejante a la que se realizó en el día de Pentecostés. Como la ‘lluvia
temprana’ fue dada en tiempo de la efusión del Espíritu Santo al principio del ministerio
evangélico, para hacer crecer la preciosa semilla, así la ‘lluvia tardía’ será dada al final de
dicho ministerio para hacer madurar la cosecha. . .
“La gran obra de evangelización no terminará con menor manifestación del poder
divino que la que señaló el principio de ella. . .
“Vendrán siervos de Dios con semblantes iluminados y resplandecientes de santa

consagración, y se apresurarán de lugar en lugar para proclamar el mensaje celestial.
Miles de voces predicarán el mensaje por toda la tierra. Se realizarán milagros, los
enfermos sanarán y signos y prodigios seguirán a los creyentes. . .
“El mensaje no será llevado adelante tanto con argumentos como por medio de la
convicción profunda inspirada por el Espíritu de Dios. Los argumentos ya fueron
presentados. Sembrada está la semilla, y brotará y dará frutos. Las publicaciones
distribuidas por los misioneros han ejercido su influencia; sin embargo, muchos cuyo
espíritu fue impresionado han sido impedidos de entender la verdad por completo o de
obedecerla. Pero entonces los rayos de luz penetrarán por todas partes, la verdad
aparecerá en toda su claridad, y los sinceros hijos de Dios romperán las ligaduras que los
tenían sujetos. Los lazos de familia y las relaciones de la iglesia serán impotentes para
detenerlos. La verdad les será más preciosa que cualquier otra cosa. A pesar de los
poderes coligados contra la verdad, un sinnúmero de personas se alistará en las filas del
Señor”. CS 669, 670.
La lluvia tardía será derramada para dar poder al mensaje del tercer ángel. Ese poder
especial que acompañará a la última amonestación resultará en la promulgación de la ley
54
contra los observadores de los mandamientos de Dios, y entonces cada cual recibirá el
sello de la autoridad a quien escogió obedecer.
El domingo, solo entonces constituirá la prueba final. A pesar de haber existido leyes
dominicales desde algún tiempo antes, y la iglesia de Dios fue probada desde 1844 en
cuanto a la observancia del verdadera sábado (PE 43), esa prueba final será para todo el
mundo. Cuando hablamos de prueba final, tenemos que tener en mente las pruebas
anteriores. La prueba final viene con amenazas de castigo. Mas, antes que venga la
prueba final, ocasión en que cada cual recibirá la señal correspondiente, la amonestación
deberá ser llevada a todos. “Es así como los habitantes de la tierra tendrán que decidirse
en pro o en contra de la verdad”. CS 670.
“El decreto no será impuesto estando el pueblo a ciegas. Cada cual tendrá la luz
necesaria para tomar una resolución consciente”. CS 663.
Aplicados el sello de Dios y la señal de la bestia, la puerta de la gracia se cerrará. No

habrá más predicación del evangelio porque cada cual ya recibió luz bastante para tomar
una resolución consciente, y según su decisión, recibió la señal. Todo está resuelto. La
obra está terminada.
“Por el decreto que imponga la institución del papado en violación a la ley de Dios,
nuestra nación se separará completamente de la justicia. . .
“Como el acercamiento de los ejércitos romanos fue para los discípulos una señal de
la inminente destrucción de Jerusalén, esta apostasía podrá ser para nosotros una señal de
que se llegó al límite de la tolerancia de Dios, de que nuestra nación colmó la medida de
su iniquidad, y de que el ángel de la misericordia está por emprender el vuelo para nunca
volver. Los hijos de Dios se verán entonces sumidos en aquellas escenas de aflicción y
angustia que los profetas describieron como el tiempo de angustia de Jacob”. II-JT 151.
“La gran prueba final viene a la terminación del tiempo de gracia, cuando será
demasiado tarde para que la necesidad del alma sea suplida”. PVGM 339.
Los cuatro ángeles recibieron la orden de detener los cuatro vientos “hasta que” los
siervos de Dios sean sellados. El soplar de los vientos impediría esta obra. Mas, una vez
hecho el sellamiento, la obra está concluida, y no hay más razón para que los vientos sean
detenidos. Caen entonces la plagas, pues terminó el tiempo de la gracia.
“Cuando termine el mensaje del tercer ángel la misericordia divina no intercederá
más por los habitantes culpables de la tierra. El pueblo de Dios habrá cumplido su obra;
habrá recibido ‘la lluvia tardía,’ el ‘refrigerio de la presencia del Señor,’ y estará
preparado para la hora de prueba que le espera. Los ángeles se apuran, van y vienen de
acá para allá en el cielo. Un ángel que regresa de la tierra anuncia que su obra está
terminada; el mundo ha sido sometido a la prueba final, y todos losque han resultado
fieles a los preceptos divinos han recibido ‘el sello del Dios vivo’. Entonces Jesús dejará
de interceder en el santuario celestial”. CS 671.
55
Después de la aplicación de la señal, no habrá más predicación del evangelio.

Cesando el tiempo de la gracia, no piense nadie en hacer entonces la reforma.
Al finalizar este capítulo, deseamos llamar la atención al estimado lector, para el
hecho de que los acontecimientos profetizados son varias veces recapitulados en el
capítulo “El mensaje final de Dios” en el libro El conflicto de los siglos, págs. 661-670.
Así, por ejemplo, encontramos lo que sigue:
1) El mensaje final de Dios: pág. 662:1; Recapitulación en págs. 664:2 y 668:2, 3, 4.

2) Prueba final bajo decreto: pág. 662:2, 3 y 663:1, 2; Recapitulación 665:1, 666:1,
6a., 7a. lineas (“cuando llegue la hora de la prueba”).
3) Aplicación de la señal: págs. 662:3 y 663:1.
Otra explicación que podemos dar para mayor claridad, es la siguiente:
1) Págs. 661 y 662: Amonestación final, decreto.

2) Págs. 663 y 664: Amonestación final, decreto.
3) Pág. 666: Separación, desarrollo del carácter apostatado de la “clase numerosa”,
prueba final bajo el decreto llevado por la amonestación final que es dada por los
“hermanos de antaño”.
4) Págs. 667 y 668: La obra emprendida por los “hermanos de antaño” y por ellos
realizada con mucha dificultad, y prácticamente sin recursos; oposición provocada por el
mensaje por ellos proclamado.
5) Págs. 668 y 669: Recibimiento de la lluvia tardía por el grupo remanente;
separación provocada en general, en virtud de la advertencia; fuerte engrosamiento de las
filas del grupo remanente.
Los mismos asuntos son, como se ve, recapitulados, y en caso de recapitulación
aparecen nuevos detalles. Si los estimados lectores estudiaran Daniel y Apocalipsis, no
han de extrañar tales recapitulaciones en los escritos proféticos.
Esas explicaciones las hallamos necesarias, porque muchas personas leyendo el

capítulo “El mensaje final de Dios”, no se dan cuenta de las recapitulaciones y los
acontecimientos fuera de su orden cronológico. Por ejemplo: alguien lee desde el primer
párrafo de la pág. 663 hasta el primerpárrafo de la pág. 665, puede invertir así el orden de
los acontecimientos: toma el fin de una explicación, enmendándola con el comienzo de la
recapitulación, de modo que hace pasar el último acontecimiento por el primero. Cuidado
con tales errores.
56
17. — SEPARACIÓN FINAL ENTRE EL

ORO Y LA ESCORIA
En el bosquejo que hicimos a través de las profecías, notamos los siguientes pasos: 1)
separación, 2) preparación del grupo remanente, 3) lluvia tardía, 4) amonestación final, 5)
decreto, 6) aplicación de la señal.
Estamos, en el estudio del cuadro profético, pasando por la prueba final, bajo el rigor
de las leyes dominicales que vienen como resultado de la proclamación del mensaje con
un fuerte pregón. La amonestación final es dirigida a la cristiandad apostatada en general:
al catolicismo, al protestantismo y a la “clase numerosa” de “adventistas nominales” que,
un buen tiempo antes de la prueba final abandonarán su posición y pasarán a las filas de
la oposición (CS 666).
En todas esas iglesias aún hay cristianos sinceros, y antes de que sean derramadas las
plagas, deben ser llamados a salir de ellas. Este trabajo le incumbe al “movimiento
simbolizado por el ángel” de Apocalipsis 18, movimiento este que surge por el zarandeo,
del cual ya hablamos.
En diversas partes, aún no llegue el mensaje de reforma representado por los

“hermanos de antaño”. En otras partes la reforma fue difamada, su origen fue falsamente
explicado, su base profética fue obscurecida y sus motivos fueron tergiversados por los
dirigentes de la “clase numerosa”. Los miembros de esa clase fueron de esa manera
llevados a llenarse de prejuicios contra la reforma. Las almas sinceras que habrían
aceptado alegremente la verdad, fueron así impedidas de hacerlo. Notan la creciente
apostasía en la iglesia, mas son impotentes para removerla. Esperaban una reforma, mas
como sus dirigentes siempre han dicho que esa reforma se haría “dentro de la iglesia”,
“bajo las leyes dominicales” o en el “tiempo de la angustia de Jacob”, esas almas, hasta
ahora, engañadas por sus dirigentes, alimentaron falsas esperanzas. Pero ahora ven la
realidad, y rompiendo su contacto con la “clase numerosa”, se unen al grupo de los
“hermanos de antaño”.
Así pues, como Dios tiene un pueblo que permanecerá en la comunión de las iglesias
caídas (católicos y protestantes), hasta que de ellas sea llamado a salir por la
amonestación final, así Dios tiene un pueblo en la iglesia adventista nominal, pueblo ese
que también saldrá cuando fuere promulgado el decreto y se unirá al movimiento
representado por el ángel de Apocalipsis 18.
Se citan frecuentemente pasajes de los testimonios en un esfuerzo para probar que los
justos aún están entre los injustos en la iglesia adventista, cuando salga el decreto y fuere
aplicada la señal, y que la separación debería verificarse en esa ocasión, y que como ese
acontecimiento aún está en el futuro, la separación que hubo en 1914 vino a la existencia
anticipadamente e injustificadamente.
Si esta objeción pudiese ser sostenida, entonces podría decirse también que fue
anticipadala separación que hubo en 1844 cuando los adventistas salieron de las iglesias
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protestantes. Podría alguien objetar de la siguiente manera: El pueblo de Dios deberá

permanecer en Babilonia, o sea, en las iglesias apóstatas, hasta que sea amonestación
final bajo el poder de la lluvia tardía, solo entonces deberá salir el pueblo de Dios de
Babilonia en atención al llamamiento “salid de ella, pueblo mío” (Apocalipsis 18:4). Ese
acontecimiento está todavía en el futuro, cualquier separación, cualquier salida de esas
iglesias, antes de ese tiempo, es anticipada. Ocurre, por lo tanto, mucho después del
tiempo debido a la separación de 1844. Si el pueblo de Dios está aún en Babilonia,
entonces cualquier iglesia fuera de Babilonia no puede ser el pueblo de Dios. Si aquella
objeción pudiese ser sostenida, esta también podría, porque ambas son edificadas sobre la
misma base argumentativa.
La presencia de almas sinceras en la “clase numerosa” de adventistas nominales hasta

la prueba final bajo las leyes dominicales, debe ser enfrentada a la misma luz que la
presencia de cristianos verdaderos en las iglesias que constituyen Babilonia hasta
aproximarse dicho tiempo. En toda iglesia apostatada permanece después de la salida del
remanente fiel, un resto de almas sinceras. Así es que, a pesar de estar apostatadas las
iglesias judaica, católica, protestante y así la “clase numerosa”, Dios tiene personas
sinceras en todas ellas y las tendrá hasta el fin de la gracia. Y esto no quiere decir que
fueron anticipadas las varias separaciones que hubo en el correr de los siglos. Cuando
venga la lluvia tardía para iluminar la tierra con la gloria de Dios, habrá otra separación
en todas esas iglesias en atención al llamado “Salid de ella, pueblo mío”. Y los sinceros
de entre la “clase numerosa” parece que serán los últimos en atender al llamado.
Lanzando una mirada profética a esos acontecimientos, la profetisa del Señor

escribió:
“Hoy como en el tiempo de Elías, la línea de demarcación entre el pueblo que guarda
los mandamientos de Dios y los adoradores de los falsos dioses está claramente trazada.
Elías clamó: ‘¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es
Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él.’ (1 Rey. 18: 21.) Y el mensaje destinado a
nuestra época es: ‘Caída es, caída es la grande Babilonia. . . Salid de ella, pueblo mío,
porque no seáis participantes de sus pecados, y que no recibáis de sus plagas; porque sus
pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades’. (Apocalipsis
18: 2, 4, 5)
“No está lejos el tiempo en que cada alma será probada. Se procurará imponernos la
observancia del falso día de reposo. La contienda será entre los mandamientos de Dios y
los de los hombres. Los que hayan cedido paso a paso a las exigencias mundanales y se
hayan conformado a las costumbres del mundo cederán a las autoridades, antes que
someterse al ridículo, los insultos, las amenazas de encarcelamiento y la muerte. En aquel
tiempo el oro quedará separado de la escoria. La verdadera piedad se distinguirá
claramente de las apariencias de ella y su oropel. Más de una estrella que hemos
admirado por su brillo se apagará entonces en las tinieblas. Los que hayan asumido los
atavíos del santuario, pero no estén revestidos de la justicia de Cristo, se verán en la
vergüenza de su propia desnudez.
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“Entre los habitantes de la tierra, hay, dispersos en todo país, quienes no han doblado
larodilla ante Baal. Como las estrellas del cielo, que sólo se ven de noche, estos fieles
brillarán cuando las tinieblas cubran la tierra y densa obscuridad los pueblos. . .
¡Cuán extraño censo habría levantado Elías en Israel cuando los juicios de Dios
estaban cayendo sobre el pueblo apóstata! Sólo podía contar a una persona de parte del
Señor. Pero cuando dijo: ‘Yo solo he quedado, y me buscan para quitarme la vida,’ esta
palabra del Señor le sorprendió: ‘Yo haré que queden en Israel siete mil; todas rodillas
que no se encorvaron a Baal.’ (1 Reyes 19: 14, 18.)
“Nadie intente censar a Israel hoy”. PR 139-141.

“No está lejos el tiempo cuando la prueba vendrá a cada alma. Será impuesta sobre
nosotros la marca de la bestia. Los que han cedido paso a paso a las exigencias
mundanales y se hayan conformado a las costumbres del mundo cederán a los poderes
existentes, antes que someterse al ridículo, los insultos, las amenazas de encarcelamiento
y la muerte. La contienda será entre los mandamientos de Dios y los de los hombres. En
ese tiempo el oro será separado de la escoria en la iglesia”. 5T 81.
Esta separación entre el oro y la escoria en atención al llamado “Salid de ella, pueblo
mío” cuando fuere dada la amonestación final, se verificará en toda la cristiandad
nominal.
Nos limitaremos ahora a hablar sobre la separación que entonces habrá en la iglesia
adventista nominal, no sin antes esforzarnos por identificar el tiempo exacto en que esa
separación deberá completarse. El Espíritu de Profecía esclarece:
“El echar la red es la predicación del Evangelio. Esto reúne en la iglesia tanto a
buenos como a malos. Cuando se complete la misión del Evangelio, el juicio realizará la
obra de separación. . .
“Los buenos y los malos peces son llevados juntamente a la orilla para efectuar una
separación final. . .
“Además, estas parábolas enseñan que no habrá más tiempo de gracia después del
juicio. Una vez concluida la obra del Evangelio, sigue inmediatamente la separación de
los buenos y los malos, y el destino de cada clase de personas queda fijado para siempre”.
PVGM 93, 94.
¿Cuando pues ocurrirá esa separación? Ocurrirá en la prueba final, cuando termine la
proclamación del triple mensaje, inmediatamente antes de caer las plagas. No será
entonces removida la escoria del oro, al contrario, el oro es que será retirado de la escoria
(PR 140; 5T 81). La escoria es la iglesia. El oro son los pocos fieles. “El oro será
separado de la escoria en la iglesia”, y la escoria, que es la iglesia, quedará como antes.
La importante cuestión -- la cuestión decisiva -- a ser ahora solucionada es esta: Cuando
el oro fuere entonces removido de en medio de la escoria, cuando de en medio de la
escoria apostatada fueren retirados los fieles que allá se encuentran, ¿Constituirán estos
59
un grupo separado o se unirán a un grupo ya existente, en virtud de unaseparación

ocurrida anteriormente?
La parábola del trigo y la cizaña
Dice la sirva del Señor:
“El tiempo del juicio es un periodo muy solemne, cuando el Señor reúne a los suyos
de entre la cizaña. Los que han sido miembros de la misma familia están separados. Se
ha colocado una señal sobre los justos. ‘Y serán para mí especial tesoro, ha dicho Jehová
de los ejércitos, en el día que yo tengo de hacer; y perdonarélos como el hombre que
perdona, a su hijo que le sirve”. Los que han sido obedientes a los mandamientos de Dios
se unirán con el grupo de los santos en luz”. TM 237.
¿Quiénes son “los que han sido obedientes a los mandamientos de Dios”, y que, como
trigo, serán recogidos de en medio de la cizaña? Católicos o protestantes sinceros no
pueden ser, porque de estos no se puede decir que hayan sido obedientes a los
mandamientos de Dios. Solo pueden ser los adventistas fieles que aún se encuentran en la
“clase numerosa”, y que de allá serán separados en la ocasión ya identificada. Se unirán
en ese tiempo al “grupo de los santos en luz”.
¿Quién es esa “compañía”? Solo puede ser un remanente anteriormente separado. Un

remanente que se purificó, recibió la lluvia tardía, y proclamó la amonestación final. Solo
puede ser el grupo de los “hermanos de antaño”. La cuestión es por tanto clara: Los pocos
fieles que saldrán de la iglesia nominal en la última grande prueba bajo el decreto
dominical, na han de constituir un grupo aparte, han de unirse a un grupo ya en
existencia.
Otros testimonios igualmente presentan los mismos hechos:
“Vi que Dios tiene hijos sinceros entre los adventistas nominales y las iglesias caídas,
y antes que sean derramadas las plagas, los ministros y la gente serán invitados a salir de
esas iglesias y recibirán gustosamente la verdad. Satanás lo sabe; y antes que se dé el
fuerte pregón del tercer ángel, despierta excitación en aquellas organizaciones religiosas,
a fin de que los que rechazaron la verdad piensen que Dios los acompaña. Satanás espera
engañar a los sinceros e inducirlos a creer que Dios sigue obrando en favor de las
iglesias. Pero la luz resplandecerá, y todos los que tengan corazón sincero dejarán a las
iglesias caídas, y se decidirán por el residuo”. PE 261.
“Y al empezar el tiempo de angustia (Esto ocurre un cierto período antes del

derramamiento de la plagas, véase PE 85), fuimos henchidos del Espíritu Santo, cuando
salimos a proclamar más plenamente el sábado. Esto enfureció las otras iglesias y a los
adventistas nominales, pues no podían refutar la verdad sabática, y entonces todos los
escogidos de Dios, comprendiendo claramente que poseíamos la verdad salieron y
sufrieron la persecución con nosotros”. PE 33.
60
Esa misma clase está descrita también en PE 37 como habiendo abandonado el

sábado, hollándolo bajo sus pies. En parte ya hicieron esto en las dos últimas crises
mundiales, especialmente en los países totalitarios o bajo la influencia del totalitarismo.
Al paso que permitían a los miembrosquebrantar el cuarto mandamiento en el frene o en
las fábricas -- pues durante la guerra todo eran empleados aquí o allá por los gobiernos
terrestres, y el sábado libre no era concedido -- se esforzaban los dirigentes adventistas
por probar que servir a la patria en el día de sábado es un deber cristiano y no constituye
transgresión del cuarto mandamiento; así han procurado, y en el futuro buscarán a refutar
más la verdad sabática. El zarandeo profetizado tiene, como vemos, dos fases agudas: la
primera es en su inicio, cuando los tibios, que se oponen al testimonio directo (PE 270)
son echados fuera de la zaranda de la verdad; la segunda es en su fase final, bajo las leyes
dominicales, cuando los fieles que aún se encuentran entre los tibios de ellos se apartarán
y se unirán a los que permanecieron fieles “en defensa de la verdad y justicia”. Mas la
obra del zarandeo es continua, de principio al fin, hasta que todo el oro sea separado de la
escoria.
El ignorar esas dos separaciones profetizadas, -- una antes de la lluvia tardía y la otra
en la prueba final -- traerá serios dilemas al estudiante de los testimonios.
Los protestantes ignoran voluntariamente, por conveniencia, que la biblia habla de

dos leyes: una ceremonial, abolida en la cruz, y la otra moral, que permanece en vigor.
Esta confusión de la ley moral con la ley ceremonial los coloca en serios dilemas, no
permitiéndoles mantener una coherente interpretación de la escrituras. Los judíos
confundían y aún confunden las profecías relativas a la primera venida del Mesías con las
que dicen respecto a su segunda venida, incurriendo igualmente en serios dilemas.
Cuando a los hombres no más les conviene la verdad, pierden el escrúpulo de la
conciencia, caen en contradicciones y absurdos y se niegan a hacer juntamente con los
que podrían ayudarles a salir de los dilemas en que se encuentran, un estudio profundo y
cabal del asunto.
Muchos adventistas de la “clase numerosa”, a su vez, confunden las dos separaciones

profetizadas, admitiendo solamente la segunda, an la prueba final.
Veamos algunos de los dilemas que, con esta errónea interpretación, no puede evadir.
Los testimonios hablan de una separación seguida de una purificación del grupo
remanente, la cual en seguida a su vez del derramamiento de la lluvia tardía para la
proclamación de la amonestación final (PE 270, 271; 6T 400, 401).
Muestran también los testimonios que la amonestación final enfurece a los poderes de
la tierra y los lleva a promulgar el decreto contra los observadores de los mandamientos
de Dios, y que, en virtud del decreto, sobreviene a los hombres la prueba final en la que
cada cual recibe la señal merecida (CS 665, 666) y que entonces termina el tiempo de
gracia (CS 669, 670; II-TS 626).
61
Pero si no hay una separación anterior a la que deberá haber en la prueba final, y si la
que deberá ocurrir en la prueba final es la única separación, resulta de ahí que el
remanente recibe el sello de Dios sin estar purificado, sin estar preparado para recibirlo, y
terminando el tiempo de la gracia inmediatamente después de la aplicación de la señal, el
remanente entra en el tiempo de angustia de Jacob, sin estar tampoco preparado. En este
último tiempo, cuando ya está cerrada la puerta de la gracia, recibe, después de su
purificación, la lluvia tardía para entonces proclamar la amonestaciónfinal al mundo
cuando ¡cada cual ha recibido la señal! Este es el grande dilema, la inexplicable
incoherencia, el tremendo absurdo en que se envuelve la interpretación que niega una
separación previa a la prueba final.
La lluvia tardía es dada al grupo remanente para iluminar la tierra con la gloria de
Dios antes que venga la prueba fina y sea aplica la señal, conforme dice CS 662, 663. Es
en virtud de la última grande advertencia, que los poderes de la tierra quedan enfurecidos
y promulgan ale decreto, precipitando la prueba final (II-TS 226).
Veamos ahora la condición de la iglesia adventista nominal en ese tiempo:
“La orden es: ‘Pasa por medio de la ciudad, por medio de Jerusalén, y pon una señal
en la frente a los hombres que gimen y que claman a causa de todas las abominaciones
que se hacen en medio de ella.’ (Ezequiel 9:4) Estos que suspiran y lloran han estado
ofreciendo las palabras de vida; han reprendido, han aconsejado y suplicado. Algunos de
los que estaban deshonrando a Dios se han arrepentido y han humillado su corazón
delante de él. Pero la gloria del Señor se ha apartado de Israel; aunque muchos
perseveraban en las formas de la religión, faltaban el poder y la presencia de Dios”. II-JT
64, 65.
Aquí tenemos a la iglesia adventista nominal en el tiempo de la aplicación de la señal,

inmediatamente antes de terminar el tiempo de gracia. Ella está sin el poder, sin la gloria
y sin la presencia de Dios. Mas, el hecho de la lluvia tardía ya cayó y que la tierra ya fue
iluminada con la gloria de Dios, ¿por medio de quién se cumplió esto? ¿Quién recibió al
refrigerio para iluminar la tierra con la gloria de Dios? Solo puede haber sido un grupo
anteriormente separado de “Israel”. Sí, el fuerte pregón fue proclamado, la obra fue
terminada por el; grupo de los “hermanos de antaño”, separado de la “clase numerosa”.
Como los adventistas de la iglesia grande acostumbran presentar las diferencias entre
las dos leyes, una ceremonial y otra moral, para mostrar que son distintas, nosotros
presentaremos enseguida las diferencias entre las dos separaciones:
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Primera Separación
1) Ocurre un buen tiempo antes de la prueba final.
2) Enseguida de la purificación, el recibimiento de la lluvia tardía y la amonestación

final.
3) Hay adelante una obra a ser realizada.
4) El fin del tiempo de la gracia aún es en el futuro.
5) El remanente que sale de la iglesia adventista nominal, constituye un grupo

separado.
Segunda Separación
1) Ocurre en la prueba final.
2) Es precedida de purificación, lluvia tardía y amonestación final.
3) La obra está terminada.

4) El fin del tiempo de la gracia ha llegado.
5) Los que salen de la iglesia adventista nominal se unes al remanente que ya existe
en virtud de la separación anterior.
Se encuentran en PE 270, 6T 400, 401, CS 666, etc., las profecías que se refieren a la
primera separación.
La separación profetizada en PE 270 no puede ocurrir en el tiempo de la aplicación de

la señal. En la última prueba, y sí antes, porque:
a) Lo que provoca esa separación es la predicación del mensaje de reforma

(Apocalipsis 3:18), en la iglesia de Laodicea, y cuando la señal sea aplicada en la prueba
final, no habrá posibilidad para la predicación de un tal mensaje.
b) Enseguida de la separación producida por la presentación directa del mensaje de

reforma, “todos los que lo reciben sinceramente, lo obedecerán y quedarán purificados”;
mas cuando fuera aplicada la señal, na habrá más tiempo para una purificación
individual.
c) Después de la purificación viene la lluvia tardía y la amonestación final, mas

cuando venga la aplicación de la señal, la amonestación final ya habrá sido dada bajo el
poder de la lluvia tardía.
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d) Como resultado de la amonestación final vendrá el decreto contra los observadores

de la ley de Dios.
Leemos: “Dijo el ángel: ‘Mirad’. Vi a los impíos o incrédulos. Estaban todos en gran
excitación. El celo y la potencia del pueblo de Dios los había enfurecido. Por doquiera
dominaba la confusión. Vi que se tomaban medidas contra la hueste que tenía la luz y el
poder de Dios”. PE 272. Ahora es que viene el decreto dominical, la prueba final y hay
una separación. Mas la separación profetizada en PE 270 que estamos explicando, ocurre
en el pasado, antes de la purificación y de la lluvia tardía que dio origen al mencionado
decreto.
La separación profetizada en 6T 4000 es la misma mencionada en PE 270, por lo

mismo no debe confundirse con la que deberá ocurrir en la prueba final, pues:
a) Enseguida de la separación profetizada en 6T 400 sucede la obra de reforma, así

referida: “La verdad será introducida en la vida práctica”. 6T 401. Mas cuando venga la
aplicación de la señal no habrá tiempo para realizar dicha obra, pues la preparación
precede al recibimiento del sello de Dios. “Ninguno de nosotros recibirá jamás el sello de
Dios mientras nuestros caracteres tengan una mancha o mácula”. 5T 214.
b) Siguiendo a esta separación, viene la preparación y posteriormente el fuerte pregón

(6T 400, 401), y enseguida al fuerte pregón viene el decreto dominical (CS662); luego
esta separación no puede ser la última.
La separación profetizada en CS 666, tampoco puede ser la última por tres motivos
principales:
a) Antes que venga la última prueba bajo el decreto dominical, la “clase numerosa”,
que es la misma clase representada por el mal siervo, se une más u más al mundo y
participa de su espíritu, y conforme la profecía paralela contenida en 5T 102, la
separación ocurre antes de esa unión progresiva con el mundo.
b) Después de la separación, el grupo remanente constituido por los “hermanos de
antaño” tiene una larga y penosa obra a realizar, obra que “pasará a exceder en mucho sus
capacidades”, pero cuando venga la aplicación de la señal, la obra estará terminada,
habiendo hecho cada quien su decisión conscientemente. (Comparar con CS 663 y 670).
c) El decreto dominical “probará” la fe de los siervos del Señor”; la obra estará

terminada. Ellos “proclamaron fielmente la amonestación” que desató la prueba
culminante.
A la segunda separación se refieren las profecías contenidas en 5T 81; PR 140;

PVGM 93, 94; TM 237; PVGM 326, etc.
¡Cuidado, no se haga confusión entre una clase y otra!
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18. — UNA FALSA ESPERANZA

¿Cómo y para cuándo la iglesia grande espera la reforma profetizada? Ignorando que
la obra preparatoria — la reforma — sería hecha entre la minoría de los fieles después de
haberse dividido la iglesia por el zarandeo conforme PE 270, esperan que esta obra se
realice dentro de ella, constituida por la mayoría, tibia. Por tanto, se engañan con esa
falsa esperanza. Los hechos testifican que van de mal en peor, y los testimonios muestran
que aquello que esperan no es posible.
Si la iglesia adventista grande hiciera la reforma, ella no sería herida por las plagas.
Mas, he aquí lo que está profetizado:
“Aquí vemos que la iglesia, el santuario del Señor, era la primera en sentir los golpes
de la ira de Dios. Los ancianos, aquellos a quienes Dios había brindado gran luz, que se
habían destacado como guardianes de los intereses espirituales del pueblo, habían
traicionado su cometido. Habían asumido la actitud de que no necesitamos esperar
milagros ni la señalada manifestación del poder de Dios como en tiempos anteriores. Los
tiempos han cambiado. Estas palabras fortalecen su incredulidad, y dicen: El Señor no
hará bien ni mal. Es demasiado misericordioso para castigar a su pueblo. Así el clamor de
paz y seguridad es dado por hombres que no volverán a elevar la voz como trompeta para
mostrar al pueblo de Dios sus transgresiones y a la casa de Jacob sus pecados. Estos
perros mudos que no querían ladrar, son los que sienten la justa venganza de un Dios
ofendido. Hombres, jóvenes y niñitos, todos perecen juntos”. II-JT 65, 66.
Se engañan también en cuanto al tiempo en que la reforma, según la profecía, debe
realizarse. Nos referimos al orden cronológico de la misma.
En la Revista Adventista de marzo de 1952, pág. 4, alguien dice que, “la verdadera
reforma, entre el pueblo de Dios, vendrá simultáneamente al fuerte pregón y la lluvia
tardía, cuando millares visitarán a las familias y les abrirán la Palabra de Dios y harán
milagros apostólicos”.
Otro dice que “primero viene la lluvia tardía y después el zarandeo”. Revista
Adventista, mayo de 1951.
Aun otro pone a la reforma en el tiempo de la angustia de Jacob. “Esa iglesia, —

refiriéndose al pueblo adventista — en virtud de los acontecimientos de los últimos
tiempos, en la angustia de Jacob, se humillará delante de Dios, se reformará de dentro
para afuera, alcanzando así el blanco propuesto por el Señor, una santa, irreprensible
iglesia de Dios”. ¿Reformadores o Demoledores?, pág. 18.
El mismo autor recalca: “Aguardamos la reforma tal como Dios la previó. Tiene
varios nombres: tiempo de angustia, angustia de Jacob, zarandeo, o purificación”. pág.
22.
Parece increíble que una iglesia que recibió tanta luz pudiera substituir la luz por las
tinieblas, la verdad por el error, al punto de desmentir directamente los propios
testimonios. Para negar la verdad de la reforma no vacila en recurrir al engaño. Hace
como los protestantes que, para alegar que el sábado fue abolido, dicen que la ley fue
anulada. Un error abre el camino para otra mayor. Y el peor es que la iglesia publicó
65
oficialmente estas herejías. Son herejías que tienden a arrullar al pueblo en la seguridad
carnal. ¡Reforma en la angustia de Jacob!!! Para combatir el Movimiento de Reforma, los
dirigentes de Laodicea vienen con nuevas luces, contradictorias a la biblia y a los
testimonios.
Esto es que el Espíritu de Profecía dice a los que esperan hacer una reforma en el
tiempo de la angustia de Jacob:
“Los que tardan en prepararse para el día del Señor, no podrán hacerlo en el tiempo
de laangustia ni en ningún momento subsiguiente. El caso de los tales es desesperado.
“Los cristianos profesos que llegarán sin preparación al último y terrible conflicto,
confesarán sus pecados con palabras de angustia consumidora, mientras los impíos se
reirán de esa angustia. Esas confesiones son del mismo carácter que las de Esaú o de
Judas”. CS 678.
19. — OBJECIONES REFUTADAS
Cuando hay una fisura en ena iglesia, la mayoría apostatada, hace siempre víctima de
terribles acusaciones a la minoría conservadora de los principios de la verdad. Así
siempre ha sido entre los judíos y cristianos, entre los católicos y protestantes, entre los
protestantes y adventistas nominales y los verdaderos adventistas, general mente
llamados “reformistas”. Los prejuicios están siempre entre los que quedan, contra los que
salen. En el concepto de muchos católicos mal informados aún hoy, el protestante es un
“diablo”, y muchos de la iglesia grande, igualmente, prefieren ver al diablo que a un
reformista. Esta mala orientación se debe al hecho de que los pretendidos pastores
calumnian incansablemente a los disidentes. Cuando se entra en una iglesia católica, ¿qué
se escucha contra los protestantes? ¿en las iglesias protestantes contra los adventistas?
¿en la iglesia grande contra los reformistas?
Calumnias. Esto es lamentable. Las calumnias crea prejuicios y el prejuicio muchas

veces cierra la puerta al acceso de la verdad. Así es que muchos son llevados a rechazar
la luz.
No se puede conocer la verdad tocante a un pleito si se oye solamente a uno de los

lados. Del unilateralismo en el oír proviene el engaño. No son pocas las veces que en
nuestra vida en sociedad somos por este método engañados. No es raro tener una mala
impresión de algún individuo, porque alguien con quien no simpatiza lo calumnia a
nuestros oídos. Al entrar en contacto con ese individuo vemos que no es lo que de él
pensábamos. Es que la historia fue mal contada. Lo mismo acontece en el terreno
religioso.
Seguidamente veremos una ligera consideración de las acusaciones más comunes
lanzadas indebidamente contra el Movimiento de Reforma.
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1. — Wieks
En la Revista Adventista de agosto de 1950, alguien dice que la Reforma surgió “con
un tal J. Wieks”, que fue “encarcelado por haberse negado a vacunarse”, en 1915, y que
hasta ese entonces nada ocurría que perturbara la “serenidad” de las iglesias adventistas.
¡Entonces la Reforma surgió en 1915! ¿No es eso? Mas en la Revista Adventista de
junio de 1940 se hable de los reformistas como en 1914. Este es un hecho histórico. Las
revistas adventistas siempre dan esa fecha. A tal Wieks no lo conocemos.
Durante la conferencia en Friedensau en 1920 fueron presentados al pastor Daniells
algunos documento publicados por diversos individuos y grupos disidentes. Mas en la
discusión solo interesaban los documentos publicados por la Reforma. Era pues necesario
hacer una selección. Daniells entonces dijo: “Podemos separar los documentos que
consideraremos ajenos a vuestro documento. El primer documento es el de Wiecks”. A
eso uno de los representantes de la Reforma respondió: “Él no pertenece a este
movimiento. Yo tuve el privilegio de pertenecer a este movimiento desde el principio”.
Protocolo, págs. 26, 27 (alemán) o 35 (español). Esta es la realidad. Mas donde no hay
escrúpulo de conciencia se cambian los hechos por rumores.
2. — Ministros consagrados
Dice la iglesia grande que la Reforma cuando se organizó no tenía ministros

consagrados. — ¡Eso no es verdad! La Reforma desde su comienzo tuvo ministros y
ancianos consagrados que vinieran de la iglesia grande. Pero, ¿cómo fueron ordenados
los ministros en el comienzo del movimiento adventista? He aquí una breve información:
En 1854, la sierva d el Señor dio a la iglesia instrucciones específicas sobre ese punto,
como sigue:
“Los hermanos de experiencia y de sano criterio deben reunirse, y siguiendo la
Palabra de Dios y la sanción del Espíritu Santo, debieran, con ferviente oración, imponer
las manos a aquellos que dieron pruebas claras de que recibieron su mandato de Dios, y
ponerlos aparte para que se dediquen por completo a su obra”. PE 101.
Y así hicieron los hermanos: “Aunque ellos nunca habían recibido ordenación
cualquiera, Joseph Bates y James White fueron los primeros dirigentes de la iglesia
adventista del séptimo día que ungieron los primeros ministros y firmaron sus
credenciales”. Revista Adventista, Junio de 1976.
En el libro escrito por R. W Schwarz, él dice: “Los dirigentes de la reforma,

aumentado por algunos ministros adventistas, tomaron su posición de justicia propia”.
Light Beares to the Remnant, pág. 454.
Es verdad que nuestras filas fueron aumentadas por algunos ministros adventistas,
pero no es verdad que nuestros hermanos tomaron su posición de justicia propia. Ellos
simplemente defendían la santa ley de Dios. Sin embargo para satisfacer a la curiosidad
de aquellos que quieren tener un relato histórico, daremos los nombres de algunos países
67
donde ministros adventistas han tomado su posición con nosotros en el comienzo del
Movimiento: En Estonia, uno; en Czechoslovakia, uno; en Yugoslavia, uno; en Bulgaria,
uno; en Romania dos; en Rusia, dos.
Además de esto, la sucesión apostólica no se obtiene por transmisión eclesiástica,
sino por semejanza de carácter. La pluma inspirada dice:
“Los fariseos se habían declarado a sí mismos hijos de Abrahán. Jesús les dijo que
solamentehaciendo las obras de Abrahán podían justificar esta pretensión. Los verdaderos
hijos de Abrahán vivirían como él una vida de obediencia a Dios. No procurarían matar a
Aquel que hablaba la verdad que le había sido dada por Dios. Al conspirar contra Cristo,
los rabinos no estaban haciendo las obras de Abrahán. La simple descendencia de
Abrahán no tenía ningún valor. Sin una relación espiritual con él, la cual se hubiera
manifestado poseyendo el mismo espíritu y haciendo las mismas obras, ellos no eran sus
hijos.
“Este principio se aplica con igual propiedad a una cuestión que ha agitado por
mucho tiempo al mundo cristiano: la cuestión de la sucesión apostólica. La descendencia
de Abrahán no se probaba por el nombre y el linaje, sino por la semejanza del carácter.
La sucesión apostólica tampoco descansa en la transmisión de la autoridad eclesiástica,
sino en la relación espiritual. Una vida movida por el espíritu de los apóstoles, el creer y
enseñar las verdades que ellos enseñaron: ésta es la verdadera evidencia de la sucesión
apostólica. Es lo que constituye a los hombres sucesores de los primeros maestros del
Evangelio” DTG 432.
3. — Reformas
Cuando la “clase numerosa” habla de Reforma, dice: “reformas”, en plural, colocando

a este Movimiento en pié de igualdad con las diversas ramificaciones apostatadas que
salieron de la iglesia adventista, tales como: Los de la promesa, los davidistas, la misión
del pueblo de Sión, la tercera parte, los “remanentes”, el movimiento de Maragaret
Rowen, etc. Para menguar la Reforma dicen que es un movimiento de la misma especie
que aquellas. Cierran voluntariamente los ojos a los siguientes hechos:
a) Este se originó por motivos legítimos; aquellos se originaron sin razones

justificables.
b) Este no tiene nueva doctrina, permanece firmemente en los principios del triple
mensaje angélico conforme fueron establecidos desde el comienzo del movimiento
adventista; aquellos, mientras tanto, adoptan nuevos puntos doctrinales o herejías.
c) Este es mundial; aquellos son locales.
d) Este está en firme desarrollo, extendiendóse sobe toda la faz de la tierra; aquellos
han desaparecido al cabo de algunos años, y los que aún subsisten tienden a
desvanecerse.
68
e) Este tiene base profética tanto en la biblia como en los testimonios; aquellos
ninguna base tienen.
Estos falsos movimientos son providencialmente suscitados por influencia de Satanás

con el propósito de debilitar la influencia de la verdadera Reforma profetizada. Cuando
surgió la bendita reforma del siglo XVI, Satanás actuó según ese mismo esquema.
“Intentó lo que ya había intentado en otros movimientos de reforma, es decir engañar

yperjudicar al pueblo dándole una falsificación en lugar de la obra verdadera. Así como
hubo falsos cristos en el primer siglo de la iglesia cristiana, así también se levantaron
falsos profetas en el siglo XVI.
“Unos cuantos hombres afectados íntimamente por la agitación religiosa, se

imaginaron haber recibido revelaciones especiales del cielo, y se dieron por designados
divinamente para llevar a feliz término la obra de la Reforma, la cual, según ellos, había
sido débilmente iniciada por Lutero. En realidad, lo que hacían era deshacer la obra que
el reformador había realizado. . .
“Al saber Lutero en la Wartburg lo que ocurría, dijo, con profunda consternación:
‘Siempre esperaba yo que Satanás nos mandara esta plaga’ ”. CS 197, 198.
Las autoridades eclesiásticas católicas, aún no hacían distinción entre lo falso y lo

verdadero. Consideraban a todos esos movimientos como siendo de la misma especie.
Las sectas se multiplicaron. Declinó la espiritualidad de las iglesias reformadas. Y
finalmente, según la profecía, surgió el movimiento adventista. Mas los católicos ponen a
todos los protestantes, incluyendo a los adventistas, en una misma olla, diciendo que el
protestantismo es una falsedad y esto por haber salido de la verdadera iglesia, la católica,
y además, porque se subdividió en centenas de sectas. Cuando se refieren al
protestantismo usan la pluralidad para dar da entender que se trata de un sistema dividido
y confuso. Así también procede la “clase numerosa” en relación al Movimiento de
Reforma.
Los pastores de la iglesia adventista, grande, aplican contra el Movimiento de

Reforma, contantemente el pasaje del testimonio que dice así:
“Vi que las señales, los prodigios y las falsas reformas aumentarían y se extenderían”.
PE 45.
Preguntamos: ¿Puede haber “falsas reformas” sin que exista la verdadera? ¡No! El
aparecimiento de una falsa moneda siempre implica la existencia de la verdadera. Y
debemos conocer perfectamente las características de la verdadera para distinguirla de las
falsas.
Pues bien, ¿cuáles son las características de la verdadera reforma y cuáles de las
falsas? “Las reformas que me fueron mostradas, — dice la hermana White — no eran del
error a la verdad, sino de mal a peor”. RH Agosto 1, 1849.
69
Por estas señales todo adventista sincero podrá saber si el Movimiento de Reforma es
falso o verdadero.
Son sobre todos interesantes las acusaciones hechas contra el Movimiento de

Reforma por la iglesia grande. Dice la Revista Adventista, agosto de 1950 que “ese
movimiento desapareció casi por completo en Alemania”. Y, a través del periódico de
Río de Janeiro, O Globo, del 26 de septiembre de 1951, cierta persona de alta
responsabilidad en la iglesia adventista, dice que “ese movimiento surgió en Alemania en
1918, . . . mas por allá muró”.
Una Revista Adventista de 1949 dice respecto a la reforma: “¡Notese que ellos al poco
tiempo se dividieron en más de 25 movimientos u organizaciones!”.
Es verdad que en todos los tiempos Satanás ha procurado introducir sus agentes an la
iglesia para subvertir la fe de los creyentes y dificultar el progreso de la obra de Dios (2
Pedro 2:1). Así fue en el inicio de la obra apostólica, lo fue después de la muerte de los
apóstoles, y en el inicio de la Reforma del siglo XVI, en el comienzo del movimiento
adventista (CS 448, 449), y de igual manera en el inicio del Movimiento de Reforma. En
ocasión de la conferencia en Friedensau, dijo uno de los representantes de la antigua fe:
“Se unieron a nosotros personas que no eran muy sobrias. No podíamos ver qué clase de
personas eran. Estas publicaron escritos sin consultar al comité, porque en el principio no
estábamos tan organizados”. Protocolo, pág. 27 (alemán), 36 (español).
Muchas veces la Reforma es denunciada a causa de las acciones de individuos que

nada tenían que ver con este Movimiento, o de individuos que fueron expulsados. Las
experiencias del pasado se repiten.
“En los días de la Reforma, los adversarios de ésta achacaron todos los males del
fanatismo a quienes lo estaban combatiendo con el mayor ardor. Algo semejante hicieron
los adversarios del movimiento adventista. Y no contentos con desfigurar y abultar los
errores de los extremistas y fanáticos, hicieron circular noticias desfavorables que no
tenían el menor viso de verdad.
“Esas personas eran dominadas por prejuicios y odios. La proclamación de la venida
inminente de Cristo les perturbaba la paz. Temían que pudiese ser cierta, pero esperaban
sin embargo que no lo fuese, y éste era el motivo secreto de su lucha contra los
adventistas y su fe”. CS 448, 449.
“El príncipe del mal estaba perdiendo sus súbditos, y para echar oprobio sobre la
causa de Dios, trató de engañar a algunos de los que profesaban la fe, y de trocarlos en
extremistas. Luego sus agentes estaban listos para aprovechar cualquier error, cualquier
falta, cualquier acto indecoroso, y presentarlo al pueblo en la forma más exagerada, a fin
de hacer odiosos a los adventistas y la fe que profesaban. Así, cuanto mayor era el
número de los que lograra incluir entre los que profesaban creer en el segundo
advenimiento mientras su poder dirigía sus corazones, tanto más fácil le sería señalarlos a
la atención del mundo como representantes de todo el cuerpo de creyentes”. CS 446.
70
“La circunstancia de que unos pocos fanáticos se abrieran paso entre las filas de los
adventistas no era mayor razón para declarar que el movimiento no era de Dios, que lo
fue la presencia de fanáticos y engañadores en la iglesia en días de San Pablo o de Lutero,
para condenar la obra de ambos. Despierte el pueblo de Dios de su somnolencia y
emprenda seriamente una obra de arrepentimiento y de reforma; escudriñe las Escrituras
para aprender la verdad tal cual es en Jesús; conságrese por completo a Dios, y no
faltarán pruebas de que Satanás está activo y vigilante. Manifestará su poder por todos los
engaños posibles, y llamará en su ayuda a todos los ángeles caídos de su reino”. CS 449.
4. — Spanknobel y otros dirigentes que apostataron
Otra acusación que la iglesia grande lanza contra la Reforma es que un tal
Spanknobel, que fue uno de los pioneros del movimiento, apostató, haciendose “dueño de
un comercio ilícito de la venta de bebidas alcohólicas”. Y algunos de los que ocupaban
cargos en la dirección del Movimiento de Reforma, igualmente apostataron; es la
objeción que se escucha con frecuencia.
¿Prueba esto que el movimiento de Reforma no es verdadero? ¿Vamos, acaso, dejar

de ser cristianos porque Judas traicionó a Cristo y se ahorcó? ¿O vamos a rehusar entrar
al cielo porque Satanás allí se rebeló contra la autoridad de Dios y porque el cielo está
desde entonces en lucha contra Satanás y su hueste maligna?
Al inicio del movimiento del tercer ángel, T. M. Preble escribió un artículo que fue
publicado en la revista “La Esperanza de Israel”, de Portland, Maine, de fecha 28 de
febrero de 1845, mostrando que todos los que guardaban el primer día de la semana como
si fuera sábado, en realidad estaba observando el domingo del papado y transgrediendo el
sábado de Dios. Un poco más tarde apareció un artículo de I. B. Cook mostrando que el
verdadero día de observancia era el sábado y no el domingo. A pesar de esto, esos dos
hombres guardaron el sábado por poco tiempo para luego apostatar (EFSTA 114, 115).
D. M. Canright también guardó el sábado y apostató. ¿Por eso dejó de ser verdadero el
día de sábado?
He aquí lo que los testimonios dicen sobre asuntos de esta naturaleza:

“Si los mensajeros del Señor, después de haber varonilmente por algún tiempo
tomado posición por la verdad, cayeren bajo la tentación y deshonraren a Aquel que les
dio su obra, ¿será esto una prueba de que el mensaje no es verdadero? ¡No! Porque la
biblia es verdadera. . . El pecado de parte del mensajero de Dios sería un regocijo para
Satanás, y los que rechazaron el mensaje y al mensajero triunfarían; mas esto no
justificaría en manera alguna a los culpados de rechazar el mensaje de verdad enviada por
Dios”. (Carta al anciano O. A. Olson, de 9 de enero de 1892, citada en el libro The
Exodus and Advent Movement in Type and Antitype, págs. 102-105).
“Los ministros que han predicado la verdad con todo celo y fervor pueden apostatar y
unirse a las filas de nuestros enemigos; acaso ¿transforma esto la verdad de Dios en
mentira? ‘Pero -- dice el apóstol -- el fundamento de Dios está firme’ (2 Timoteo 2:19).
71
Pueden cambiar la fe y los sentimientos de los hombres; pero nunca la verdad de Dios. Se
está proclamando el mensaje del tercer ángel; es infalible”. I-JT 590.
“Las tentaciones especiales de Satanás se dirigen contra el ministerio”. OE 130.
“Mientras nos acercamos al fin del tiempo, mientras los hijos de Dios se hallan en las
fronteras mismas de la Canaán celestial, Satanás, como lo hizo antaño, redoblará sus
esfuerzos para impedirles que entren en la buena tierra. Tiende su red para prender toda
alma. No sólo los ignorantes y los incultos necesitan estar en guardia; él preparará sus
tentaciones para los que ocupan los puestos más elevados en los cargos más sagrados; si
puede inducirles a contaminar sus almas, podrá, por su intermedio, destruir a muchos”.
PP 488.
“Esta seguridad no se encuentra en los altos cargos ni en los grandes privilegios. Uno
puede haber disfrutado durante muchos años de una experiencia cristiana genuina, y
seguir, sin embargo, expuesto a los ataques de Satanás. . .
“En toda generación y en todo país, se tuvo siempre el mismo verdadero fundamento
y modelo para edificar el carácter. La ley divina que ordena: ‘Amarás al Señor tu Dios de
todo tu corazón, . . . y a tu prójimo como a ti mismo’ (Luc. 10: 27), el gran principio
manifestado en el carácter y la vida de nuestro Salvador, es el único fundamento seguro,
la única guía fidedigna. . .
“Cuando aquellos a quienes Dios exaltó a cargos de gran confianza se apartan de él
para depender de la sabiduría humana, su luz se trueca en tinieblas. La capacidad que les
fuera dada llega a ser una trampa. . .
“Hasta que el conflicto termine, habrá quienes se aparten de Dios. Satanás ordenará
de tal manera las circunstancias que, a menos que seamos guardados por el poder divino,
ellas debilitarán casi imperceptiblemente las fortificaciones del alma”. PR 60, 61.
La condenación de Dios a la iglesia no viene cuando apenas el pecado surge; mas, sí,
cuando el pecado es tolerado.
“Limpiad el campo de esta corrupción moral, — dice la profetisa — si ella aqueja a
los hombres más encumbrados en las más altas posiciones. Dios no jugará con ellos. La
fornicación está en nuestras filas. Lo sé, porque me fue mostrado que está fortaleciendo y
extendiendo su contaminación. Hay mucho que jamás sabremos; pero aquello que es
revelado hace a la iglesia responsable y culpable a menos que se muestre esfuerzo
determinado para erradicar el mal. Limpiad el campamento, porque hay algo maldito en
él”. TM 435.
La enseñanza de la biblia y de los testimonios es que la iglesia se hace culpable a los

ojos de Dios cuando el pecado surge en el medio de ella y este es pasado por alto por los
dirigentes. Mas cuando la iglesia remueve el pecado poniendo en disciplina a los
culpados, aún “si ella aqueja a los hombres más encumbrados en las más altas
posiciones”, la iglesia no se hace culpable. En este caso no hay condenación. Dios dio a
la iglesia instrucciones sobe la manera de como tratar con las faltas y los faltantes.
72
“Si esas instrucciones hubieran sido observadas, la iglesia estará limpia delante de
Dios”. 1T 169.
A la luz de la palabra inspirada, el Movimiento de Reforma está en orden delante de

Dios, porque hasta hoy, observó las instrucciones referentes a la disciplina. ¿Cuánto no
darían los que nos acusan, si pudiesen ver tolerado el pecado y sancionado en el
Movimiento de Reforma, como este loe es en la “clase numerosa”? ¡Qué placer no
tendrían ellos si encontrasen motivos reales para acusar el Movimiento de Reforma como
siendo constituida de elementos sin un “elevado senso de honra e integridad”!
El hecho de las cosas ser así como las estamos explicando, es que el fundamento de la
iglesia representado por la verdad, queda firme; y la iglesia edificada sobre este
fundamento, no es removida desde que el pecado es desarraigado.
5. – Acusadores
“El Señor ha suscitado mensajeros, los ha dotado de su Espíritu, y les ha dicho:

‘Clama a voz en cuello, no te detengas; alza tu voz como trompeta, y anuncia a mi pueblo
su rebelión, y a la casa de Jacob su pecado’ ”. OE 319.
Acontece mientras tanto, que los mensajeros del Señor haciendo esta obra son
tachados de “acusadores”. Y lo peor es que aquellos que les dan este nombre, son los
verdaderos acusadores, pues los que los acusan tan infame y falsamente como ni los
hombres del mundo se atreverían de hacerlo, son ellos. Para comprobar estos hechos,
citamos lo que se encuentra en la Revista Adventista de enero de 1941 contra la Reforma:
“Son bolcheviquistas religiosos; despedazan hogares y quieren desechar lo que Dios

instituyó -- el matrimonio”.
“Sin idoneidad moral, su evangelio es de envidia y difamación. No ven con buenos

ojos la limpieza, el aseo, el orden y el buen gusto; “son una verdadera sinagoga de
Satanás”, etc.
Creemos que esta mentirosas y groseras difamaciones son suficientes para probar
quien cumple lo que están escrito en Apocalipsis 12:10, última parte.
6. — La hermana White murió en la iglesia adventista
Un argumento muy común de la iglesia grande contra el Movimiento de Reforma, es

el siguiente: Si la Reforma fuere verdadera, la hermana White hubiera pasado a ella. Sin
embargo, la hermana White murió en la iglesia adventista en 1915, un año después de
haber surgido la Reforma.
73
Esta objeción se puede refutar de varia maneras:
a) Por la biblia podemos citar varios ejemplos mostrando que los profetas, si bien que
son portavoces de Dios, no saben siempre todas las cosas; Dios no les revela todo.
Muchas cosas solo las conocen por informaciones de otras personas.
“Pablo era apóstol inspirado, con todo el Señor no le revelaba en todo tiempo la
exacta condición de su pueblo. Los que estaban interesados en la prosperidad de la
iglesia, viendo al mal insinuarse en su seno, presentaban el caso al apóstol”. 1T 41.
Algunas cosas el apóstol sabía porque Dios se las revelaba, otras él sabía porque los
hermanos le informaban personalmente o por cara; aquellas cosas que Dios no le revelaba
y loshermanos no le informaban, él no las sabía. Con la hermana White también fue así.
Restaría ahora probar si ella sabía o no de la separación que hubo, por la expulsión de los
defensores de los principios en 1914.
b) Si la iglesia grande se siente justificada en preguntarnos por qué la hermana White

no pasó al Movimiento de Reforma, nosotros nos sentimos más justificados en
preguntarles por qué ella no escribió palabra alguna de reprobación a los fieles defensores
de la antigua fe, expulsados a causa de su fidelidad a la ley de Dios.
c) Ademas, la hermana White muró en julio de 1915, y fue solamente en noviembre
del mismo año que la Conferencia General tomó permisión oficial para participar en la
guerra con una actitud equivocada en cuanto a la ley de Dios, una actitud “contraria a
cada principio de la verdad”. La traición al reino de Cristo (TM 14) fue consumada, por
lo tanto, oficialmente, después de la muerte de la profetisa.
d) Dios llamó a la hermana White al reposo en un tiempo de dificultades semejantes a
las que reinaban en Israel cuando Saúl ya había sido rechazado por Dios y David ya había
sido ungido rey por el profeta Samuel. Y, llenándose Saúl de celos contra David se puso a
perseguirlo para quitarle la vida, y David con sus compañeros tuvieron que huir de
delante de Saúl y de su ejército. En ese tiempo fue que Dios llamó al profeta Samuel al
reposo.
“Dios llamó al descanso a su anciano siervo precisamente cuando la nación estaba
agobiada por luchas internas, y parecía más necesario que nunca el consejo sereno y
piadoso de Samuel”. PP 720.
¿Por qué será que Dios retiró a Samuel de en medio de Israel, en el tiempo cuando ese
pueblo más necesitaba de los sabios consejos del viejo profeta? ¿Y, por qué, nuevamente,
retiró Él a la hermana White de la iglesia en un tiempo en que la iglesia más necesitaba
de sus consejos? A los que preguntan por qué la hermana White no pasó a la Reforma en
1914, les preguntamos: ¿Por qué Samuel, en vez de permanecer entre el pueblo de
Saúl hasta la muerte, cuando también él fue expulsado por Saúl, no se unió al grupo de
David?
74
7. — Los testimonios
Otra acusación contra los reformistas es que ellos adquieren en las casas publicadoras
adventistas los testimonios de la hermana White, para después “con los mismos libros”
combatir a la iglesia adventista grande.
¿No hacen lo mismo los adventistas con la biblia? ¿No adquieren ellos la biblia de las
Sociedades Bíblicas protestantes, para, con la misma biblia combatir a las protestantes?
Además de esto, conviene recordar que en otros países, como en Rumania y en
Yugoslavia, son los adventistas de la iglesia grande que compran (o por lo menos
compraban cuando habíalibertad) los testimonios publicados por los reformistas. Allí la
Reforma tradujo y publicó casi todos los libros de la hermana White.
8. — Se acusa también a la Reforma de no tener capacidad para la proclamación del

triple mensaje, por falta de recursos humanos y económicos
Semejante argumento presentaban los judíos contra los cristianos al inicio de la obra
evangélica. También los católicos decían esto de los protestantes al comienzo del siglo
XVI.
En 1848 la hermana White tuvo una visión respecto al sellamiento. Esta obra fue
comparado con el nacimiento del sol hasta alcanzar su máximo resplandor. Así como el
sol nace enviando sus rayos a pocos hasta resplandecer en toda su fuerza, así también el
tercer mensaje debía comenzar diminutamente y extenderse hasta cubrir toda la tierra. En
aquel tiempo esta obra se hallaba en un comienzo tan débil y pequeño, que a la razón
humana se diría que tal visión jamás se cumpliría. Alguien dijo: “Para realizar vuestro
propósitos serán necesarios 144.000 años”. Estas objeciones desanimadoras también se
oían (EFSTA 142, 143). A pesar de esto, la profecía se cumplió, probándose así la
veracidad de la parábola del grano de mostaza.
¿Y qué razón tiene la iglesia grande para dudar aún de la Reforma que esta proclame
la verdad final a todo el mundo? Este movimiento representa el ángel de Apocalipsis 18.
Cuando estuviere plenamente preparado a recibir la lluvia tardía, la gloria del Señor con
que estuviere revestido cubrirá toda la tierra.
El tercer mensaje será finalizado por el poder de la lluvia tardía. Esta solo será
derramada sobre tantos cuantos fueron señalados. El sellamiento comenzó en 1844.
Desde ese entonces, los santos, en número de 144.000, están siendo sellados (PE 43, 49).
Los 144.000 son compuestos por los que murieron fieles en al triple mensaje angélico
y por aquellos que permanecen vivos, fieles para la segunda venida de Cristo. Los que
actualmente están vivos, por los consiguiente, son menos de 144.000. Bien, la mayor
parte de esos vivos aún no se encuentran congregados en el redil verdadero. Aún no
forman parte de la iglesia remanente. Cuando caiga la lluvia tardía, “la mayoría” de los
verdaderos seguidores de Cristo deberán aún encontrarse en las iglesias apostatadas (CS
433).
75
En ese entonces la luz de la verdad brillará sobre todos los corazones que se hallan
abiertos para recibirla, y los hijos de Dios que aún permanecen en Babilonia atenderán el
llamado: “Salid de ella, pueblo mío” (Apocalipsis 18:4).
Ahora, si de los 144.000 descontamos aquellos que murieron fieles desde en inicio
del sellamiento, y si de los restantes -- los vivos -- descontamos a la gran mayoría que
permanece aún en otras iglesias hasta el fuerte pregón, ¿cuántos se puede esperar que
compongan hoy la iglesia remanente? Mucho menos de 144.000.
No vamos a profundizar aquí en esta cuestión, pero recomendamos al lector nuestro

libreto El Sellamiento del Pueblo de Dios, donde el asunto es explicado con base en los
escritos de los pioneros del movimiento adventista y del Espíritu de Profecía.
Se alega también que el Movimiento de Reforma no puede finalizar la obra por falta
de escuelas. Escuelas la Reforma tiene, pero pocas. Es verdad, nuestros obreros son
pocos, por eso, la mayoría, tiene instrucción escolar rudimentaria. Mas, ¿ofrece esto
algún obstáculo para la finalización de la obra? Veamos lo que dice el Espíritu de
Profecía:
“Así también será proclamado el mensaje del tercer ángel. Cuando llegue el tiempo
de hacerlo con el mayor poder, el Señor obrará por conducto de humildes instrumentos,
dirigiendo el espíritu de los que se consagren a su servicio. Los obreros serán calificados
más bien por la unción de su Espíritu que por la educación en institutos de enseñanza.
Habrá hombres de fe y de oración que se sentirán impelidos a declarar con santo
entusiasmo las palabras que Dios les inspire”. CS 664.
“En la última obra solemne se ocuparán pocos hombres grandes”. SC 63.
Creemos que esos pasajes prevén la deficiencia en la escuela en el movimiento

simbolizado por el ángel descendiendo del cielo, iluminando la tierra con su gloria, y
clamando fuertemente con gran voz, anunciando los pecados de Babilonia.
También es verdad que la Reforma tiene pocos medios.
“La obra que habrán emprendido parecerá exceder en mucho sus capacidades:. CS
667.
Esto nunca se podría decir de la iglesia grande, rica en recursos (Apocalipsis 3:17).
Mas no es verdad que esta escasez de recursos en el Movimiento de Reforma impida que
cumpla la obra que fue encomendada, “sintiendo su completa incapacidad, se dirigirán al
Todopoderoso en demanda de auxilio” (CS 667). La iglesia adventista grande aún busca
ignorar esta verdad: “El espíritu que animaba a aquellos sacerdotes y gobernantes anima
aún a muchos que pretenden ser muy piadosos. Se niegan a examinar el testimonio que
las Sagradas Escrituras contienen respecto a las verdades especiales para la época actual.
Llaman la atención del pueblo al número de sus adeptos, su riqueza y su popularidad, y
desdeñan a los defensores de la verdad que por cierto son pocos, pobres e impopulares y
cuya fe los separa del mundo”. CS 654.
76
9. — Octava iglesia
Se dice que la iglesia adventista es la séptima, y por lo tanto, la última, y que el

Movimiento de Reforma sería una octava iglesia. Esta objeción está refutada en nuestro
folleto Aquel Otro Ángel, y Objeciones ASD Contestadas.
10. — La Reforma debe ser hecha dentro y no fuera de la iglesia
Este libreto y el folleto Objeciones ASD Contestadas explican estas y otras cuestiones
bajo todo punto de vista.
11. — La iglesia remanente no es Babilonia
Hay con ese título, un testimonio que la iglesia grande siempre aplica contra el
Movimiento de Reforma, aplicación esa que está completamente fuera de lugar.
Estudiándose ese testimonio a la luz de los hechos, se ve que la iglesia grande ya no más
encuadra, ni de lejos, en las características de la “iglesia remanente” presentadas en el
testimonio, y que la única iglesia que actualmente tiene esas características es el
Movimiento de Reforma. Siendo así, ese testimonio condena la iglesia grande y defiende
al Movimiento de Reforma.
En cuanto que la “iglesia remanente no es Babilonia” — de esto no hay duda alguna.
Todos sabemos que la iglesia remanente nunca puede ser Babilonia. Mas la cuestión es
esta: ¿Quién es la iglesia remanente?
“La iglesia no puede medirse por el mundo, ni por las opiniones de los hombres, ni
por lo que ella ya una vez ha sido”. 5T 83.
Ese punto está bien esclarecido en esta publicación, y más en el folleto Objeciones
ASD Contestadas, que recomendamos a nuestro lector.
12. — Ninguna nueva organización
Ministros de la iglesia grande citan un testimonio que dice: “No podemos entrar ahora
en una nueva organización; porque esto significaría apostatar de la verdad”. II-JT 363.
Tomándose este trozo aisladamente podemos llegar a erróneas conclusiones. Pero
leyéndose todo el párrafo se comprende el asunto en su verdadera luz. El párrafo dice:
“El Señor ha declarado que la historia pasada se habrá de repetir cuando entremos en
la fase final de la obra. Cada verdad que haya dado para estos postreros días debe ser
proclamada al mundo. Todo pilar que estableció debe ser fortalecido. No podemos
apartarnos ahora del fundamento que Dios asentó. No podemos entrar ahora en una nueva
organización; porque esto significaría apostatar de la verdad. — 1905, Notebook Leaflets,
‘The Church’, No. 1”. II-JT 363.
El mismo asunto fue dos años antes expuesto de la siguiente manera:
77
“El enemigo de las almas ha procurado introducir la suposición de que había de

realizarse una gran reforma entre los adventistas del séptimo día, y que esa reforma
consistiría en renunciar a las doctrinas que están en pie como las columnas de nuestra fe y
que había de comenzar un proceso de reorganización. Si se efectuara esta reforma, ¿qué
resultaría? Los principios de verdad que Dios en su sabiduría ha dado a la iglesia
remanente serían descartados. Sería cambiada nuestra religión.Los principios
fundamentales que han sostenido la obra durante los últimos cincuenta años serían
considerados como error. Se establecería una nueva organización. Se escribirían libros de
una nueva orientación. Se introduciría un sistema de filosofía intelectual. Los fundadores
de ese sistema irían a las ciudades y harían una obra maravillosa. Por supuesto, se tendría
poco en cuenta el sábado y también al Dios que lo creó. No se permitiría que nada se
interpusiera en el camino del nuevo movimiento. Los dirigentes enseñarían que la virtud
es mejor que el vicio, pero habiendo puesto de lado a Dios, resolverían depender del
poder humano, que no tiene valor sin Dios. Su fundamento estaría edificado sobre la
arena, y la tormenta y la tempestad barrerían la estructura. ¿Quién tiene autoridad para
comenzar un movimiento tal? Tenemos nuestras Biblias. Tenemos nuestra experiencia,
testificada por la operación milagrosa del Espíritu Santo. Tenemos una verdad que no
admite transigencias. ¿No repudiaremos todo lo que no esté en armonía con esa verdad?”.
I-JT 238, 239.
Este testimonio que acabamos de citar no fue apenas una amonestación a la iglesia
contra los peligros que la amenazaban, fue también, muy especialmente, una reprobación
a la iglesia por causa de los errores ya existentes. La obra médica ya estaba dando lugar a
una nueva organización, o sea, a una reorganización en Battle Creek por influencia de las
ideas erradas de J. H. Kellogg. Se trata aquí de una reorganización específica en la obra
médica que tendía a extenderse e instalarse en toda la iglesia con el objeto de implantar
nuevos principios, nuevas enseñanzas, que eran una negación de las verdades que
constituyen el triple mensaje angélico.
Esa reorganización apostatada afectó al corazón de la obra y no fue fácil

desarraigarla. Escribió a propósito la hermana White:
“Después de recibir noticia sobre la excelente reunión de confesión y unidad que fue
realizada en Battle Creek, estaba escribiendo en mi diario, y estaba para registrar la
gratitud que sentí porque hubo un cambio, cuando mi mano fue detenido, y las palabras
me fueron dichas: ‘No escribas. No hubo cambio para mejor. Enseñanzas que desvían
almas de la verdad son presentadas como siendo de gran valor. Doctrinas que llevan a
desvíos y sendas prohibidas son enseñadas; doctrinas que llevan a los hombres a actuar
de acuerdo con sus propias inclinaciones y desarrollar sus propósitos no santificados;
doctrinas que, si recibidas, destruirán la dignidad y poder del pueblo de Dios,
oscureciendo la luz que de otra manera vendría a ellos por medio de los escogidos
agentes de Dios’ ”. 8T 231.
Una reorganización o nueva organización — palabras que la hermana White usa

sinónimamente — debería haber, sí; mas no en el sentido de abandonar los pilares del
triple mensaje, y sí en el sentido de abandonar teorías y prácticas divergentes de esas
78
verdades y restaurar las mismas integralmente, en teoría y práctica. Así fue que la
profetisa escribió:
“Debe realizarse un reavivamiento y una reforma bajo la ministración del Espíritu
Santo. Reavivamiento y reforma son dos cosas diferentes. El reavivamiento significa una
renovación de la vida espiritual, una vivificación de los poderes de la mente y del
corazón, una resurrección de la muerte espiritual. La reforma significa una
reorganización, un cambio en las ideas y las teorías, enlos hábitos y las prácticas. La
reforma no traerá los buenos frutos de la justicia a menos que esté vinculada con el
reavivamiento del espíritu. El reavivamiento y la reforma han de realizar la obra
señalada, y al hacer esta obra ambas deben combinarse”. SC 53, 54.
“Los dirigentes de las lineas regulares tienen que sufrir un cambio total, una
organización enteramente nueva, y tener un comité que sea formado no simplemente de
media docena, que sea un poder dominante y controlador, sino que formado de
representantes de aquellos quienes fueron puestos en posiciones de responsabilidades en
el interés de nuestra educación, en nuestros sanatorios que obran, y que la vida en ellas
está actuando constantemente, siempre añadiendo, siempre proporcionando al campo el
talento que ha venido de él”. Spalding and Magan Collection, pág. 163.
13. — Sofismas católicos
Los ministros de la iglesia grande citan con frecuencia pasajes como estos:
“Tengamos fe en que Dios conducirá el noble barco que lleva al pueblo de Dios sano
y salvo al puerto”. II-JT 363.
“Me siento animada y bendecida al comprender que el Dios de Israel sigue guiando a
su pueblo, y que continuará acompañándolo, aun ‘hasta el fin’ ”. III-JT 439.
Usando la iglesia grande en su defensa estos pasajes de los testimonios, procede como
la iglesia católica que en su defensa usa los siguientes pasajes de la biblia:
“Mas yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia; y
las puertas del infierno no prevalecerán contra ella”. Mateo 16:18.
“He aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”. Mateos
28:20.
Por eso decimos que si la iglesia busca defenderse con pasajes que prometen la
continua presencia de Dios con su pueblo, ella usa sofismas católicos.
No puede haber ninguna duda en cuanto al hecho de que “el Dios de Israel sigue
guiando a su pueblo, y continuará acompañándola aún hasta el fin”. Nadie jamás osaría
poner en duda tan sublime verdad.
79
Si un judío leyese ese pasaje de los testimonios, diría: “¡Qué bendita promesa! ¡Dios
aún está con nosotros, y estará hasta el fin! Dios nunca nos abandonará en vista de sus
promesas proféticas en Jeremías 31:36, 37!” Igualmente procedería un católico, tomando
para su iglesia las promesas de Cristo para la iglesia apostólica: “Hasta los adventistas
reconocen que Dios nos está guiando y que cono nosotros continuara hasta el fin”. Si los
mismos pasajes fuesen presentados a un protestante, él podría decir así: “¡Alabado sea
Dios; Él está con nosotros!”. Nadie duda que Dios está con su pueblo. Mas, queda a
resolver la cuestión: ¿Quién es el pueblo de Dios?
Los judíos, como nación, no pueden ser el pueblo de Dios, porque fueron rechazados
(Romanos 11:15, 17), al paso que, “No ha desechado Dios a su pueblo” (Romanos 11:2).
Esta distinción muestra que los judíos, como nación, no son más el pueblo de Dios. Mas,
rechazada la nación judía, quedó un remanente judaico — una “manada pequeña” (Lucas
12:32) — a quien Dios reconoce como su pueblo.
Los católicos, como iglesia, no pueden ser el pueblo de Dios porque desde hace
mucho tiempo no se encuadran en las condiciones preestablecidas: “Si vosotros
permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos”. Juan 8:32.
“Cualquiera que se rebela, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene á Dios: el

que persevera en la doctrina de Cristo, el tal tiene al Padre y al Hijo”. 2 Juan 1:9.
Los protestantes como iglesias, nu pueden ser el pueblo de Dios, por el mismo motivo
por el que los católicos no pueden serlo.
Ahora vemos los adventistas de la iglesia grande. El Espíritu de Profecía declaró con
respecto a ella:
“Las realidades concerniente a la verdadera condición del profeso pueblo de Dios

hablan más fuerte que su profesión, y se torna evidente que algún poder ha cortado el
cable que los ancoraba a la Roca Eterna, y ellos están boyando para lejos en el mar, sin
mapa y sin brújula”. RH Julio 24, 1888.
Un pueblo cuya nave está flotando a la deriva, como lo describe este testimonio, no
puede ser el mismo pueblo cuya nave es piloteada por Dios con seguridad hasta el puerto.
Consideremos dos testimonios más relativos a la iglesia nominal:

han tenido grandes luces: . . “ ‘¿Qué, pues, la ciudad fiel ha venido a ser una ramera?’¡La
casa de mi Padre es hecha un lugar de comercio, de donde se han retirado la gloria y la
presencia divinas! Por esta causa hay debilidad y falta la fuerza”. III-JT 253, 254.
“Pero la gloria del Señor se ha apartado de Israel; aunque muchos perseveraban en las
formas de la religión, faltaban el poder y la presencia de Dios”. II-JT 65. (Esto en el
tiempo de la aplicación de la señal).
80
Una iglesia destituida de la gloria y la presencia de Dios no puede sel el mismo

pueblo a quien Dos está guiando y que con la gloria de Dios iluminará la tierra.
Estos dos testimonios son suficientes para probar que la iglesia adventista nominal no
puede ser el “verdadero” pueblo de Dios (I-JT 335).
Es verdad que en la “clase numerosa” de los adventistas nominales (CS 666 y PE
261) hay almas sinceras. Estas son contadas como pertenecientes al pueblo de Dios. Esas
son las “otras ovejas” que aún no están en el redil. Hay una diferencia entre el “redil” y
“los otra ovejas”. Mas la existencia de cristianos verdaderos en medio de la “clase
numerosa” no ofrece a esa clase mayores ventajas o esperanzas que a Babilonia. Son los
cristianos verdaderos presentes en las iglesias que constituyen Babilonia, a quienes Dios
llama “pueblo mío” (Apocalipsis 18:4).
La iglesia de Dios son los “hermanos de antaño” (CS 666). Todos aquellos a quien
Dios llama “pueblo mío”, tienen el favor, las bendiciones de Dios, mientras que
mantengan el firme propósito de servirle en la luz que alcanzaron. Esas “otras ovejas”
serán pronto reunidas al redil.
La iglesia verdadera de Dios es aquella cuyos miembros que se encuadran en las
características siguientes:
a) Estar sobre el verdadero fundamento (DMJ 123, 127; HA 475, 476; PR 472, 476).
b) Absoluta fidelidad a la ley de Dios, bajo cualquier circunstancia (II-JT 237; III-JT
253).
c) Estar separado del mundo. “Jesús viene y ¿hallará un pueblo conformado con el
mundo? ¿Lo reconocerá él como pueblo suyo que ha purificado para sí? Oh, no.
Solamente reconocerá como suyo lo puro y santo. Reconocerá como suyos a los que han
sido purificados y emblanquecidos por el sufrimiento, y se han mantenido separados, sin
mancha del mundo”. MJ 126.
La iglesia grande no se encuadra en esta condición, porque ya hace mucho tiempo se

viene uniendo con el mundo. Ver PVGM 255, 256; 8T 118, 119; y TM 269.
Dice el Espíritu de Profecía:
“El profeso pueblo de Dios es egoísta y lleno de cuidados de sí mismo. Aman las
cosas de este mundo y tienen comunión con las obras de las tinieblas. Tienen placer en la
injusticia. No tienen amor para con Dios, ni amor para con sus semejantes. Son idólatras,
y son peores, mucho peores, a los ojos de Dios, que los paganos, los adoradores de
imágenes esculpidas, los cuales no tienen conocimiento de un camino mejor”. 2T 440,
441.
“Dios probará la fidelidad de su pueblo. Muchos de los errores cometidos por los
profesos siervos de Dios resultan de su amor al yo, a su deseo de aprobación, a sus sed
por popularidad. Cegados de esta manera, no ven que son elementos de las tinieblas y no
81
de la luz. . . Estas son las condiciones sobre las cuales podemos ser reconocidos como
hijos de Dios: separación del mundo, y renuncia de aquellas cosas que engañan, fascinan
y seducen”. 5T 12, 13.
“No podemos ser mitad del Señor y mitad del mundo. No somos del pueblo de Dios a
menos que lo seamos enteramente”. 5T 83.
“Dios tendrá un pueblo separado y diferente del mundo. Los que tienen el deseo de
imitar las modas del mundo, y no lo vencen inmediatamente, Dios inmediatamente deja
de reconocerlos como sus hijos. Son hijos del mundo y de las tinieblas”. 1T 137.
14. — “Nuestros hombres de mente firme”
Cítase con frecuencia en defensa de la iglesia grande, es testimonio que dice:
“Nuestros hombres de mente sólida saben lo que es bueno para la elevación y la

edificación de la obra”. III-JT 443.
Preténdese que ese testimonio sea de peso en favor de la iglesia grande, ya que fue
publicado en 1915. ¿Cómo deben proceder los dirigentes para poder ser considerados
hombres de mente firme?:
“Si los hombres a quienes el Señor escogió para estar en posiciones de

responsabilidad. . . Caso se atengan firmemente a su palabra, separándose de aquellos que
están cediendo a las influencias mundanas, ellos serán hombres seguros para los tiempos
a los cuales llegamos”. 2STB 41.
A la luz de este testimonio creemos que no es difícil comprender que la dirección

general de la iglesia grande no puede estar constituida por hombres de mente firme, una
vez que toman oficialmente una actitud “contraria a cada principio” de la verdad” (1T
361), dando a los miembros libertad de conciencia para transgredir la ley de Dios, y una
vez que no se separan de aquellos que cedieron y están cediendo a las influencias
mundanas.
15. — “Pequeños grupos”
Otro testimonio que acostumbra ser mal aplicado contra el Movimiento de Reforma,
es el siguiente:
“Continuamente surgen grupitos de personas que creen que Dios está únicamente con
los muy pocos y muy dispersos. La influencia de los tales tiende a derribar y dispersar lo
que edifican los siervos de Dios”. I-JT 166.
La iglesia de Dios en todos los tiempos estuvo rodeada de pequeños grupos
independientes, cuyas actividades tendían a perjudicar al cuerpo de la iglesia. En los días
de los apóstoles la iglesia también tuvo que sufrir bajo la influencia de tales grupos. A
propósito el apóstol Juan escribió: “Salieron de nosotros, mas no eran de nosotros; porque
82
si fueran de nosotros, hubieran cierto permanecido con nosotros; pero salieron para que
se manifestase que todos no son de nosotros”. 1 Juan 2:19. Este versículo indica los
mismos acontecimientos que el testimonio que acabamos de mencionar.
La iglesia que se llamaba cristiana se fue apartando del fundamento sobre el cual fue
establecida, hasta que el en uno de los primeros siglos de nuestra era, hubo una
separación. “Tras largo y tenaz conflicto, los pocos que permanecían fieles resolvieron
romper toda unión con la iglesia apóstata si ésta rehusaba aún desechar la falsedad y la
idolatría”. CS 45.
¿Tendría la iglesia apóstata el derecho de aplicar el versículo de 1 Juan 2:19 contra
los pocos fieles que de ella se vieron obligados a separarse, por fuerza de las
circunstancias?
¡No! A pesar de eso, aún hoy la iglesia católica usa ese versículo contra los
protestantes en general y los adventistas. Mas esta es una aplicación errónea.
Por otra parte, ¿tiene la “clase numerosa” el derecho de uar con los “hermanos de
antaño” (CS 666) el referido pasaje de los testimonios (I-JT 166)?
Tales pasajes (1Juan 2:19 y I-JT 166) solo pueden ser usados por una iglesia fiel
contra los grupos apostatados, mas no pueden ser usados con propiedad por una iglesia
apostatada contra un grupo del remanente fiel. Tal aplicación es una alteración de los
escritos inspirados.
Los “hermanos de antaño” constituyen el remanente, sin duda un pequeño grupo, mas
es un grupo aprobado por Dios. He aquí los que el Espíritu de Profecía dice de ese grupo
en el tiempo de la gran prueba final:
“Satanás considera a los habitantes del mundo súbditos suyos; ha obtenido el dominio
de las iglesias apóstatas; pero ahí está ese pequeño grupo que resiste su supremacía. Si él
pudiese borrarlo de la tierra, su triunfo sería completo”. II-JT 175, 176.
La “clase numerosa” buscando combatir a ese “pequeño grupo” está cumpliendo el

propósito de Satanás.
16. — “La iglesia debilitada y deficiente”
La iglesia grande cita con frecuencia este testimonio:

“La iglesia, debilitada y deficiente, que necesita ser reprendida, amonestada y
aconsejada, es el único objeto de esta tierra al cual Cristo concede su consideración
suprema”.TM 49.
Cuando a la iglesia se le presenta la apostasía, citan este testimonio, y quieren decir

que los males existentes ya era previstos y que, a pesar de los mismos, el favor de Dios
aún estaba con la iglesia y con ella continuaría hasta el fin. El error que aquí cometen es
no hacer distinción entre DEBILIDAD y APOSTASÍA OFICIAL. En los tiempos
apostólicos, la iglesia era DÉBIL y DEFICIENTE.
83
“La iglesia tenía defectos, y necesitaba severa reprensión y corrección; y Juan fue
inspiradoa escribir mensajes de amonestación, reprensión y ruego a los que, habiendo
perdido de vista los principios fundamentales del Evangelio, ponían en peligro la
esperanza de su salvación”. HA 469. Mas la “gran apostasía que había de resultar en el
establecimiento del poder papal” (CS 53) vino más tarde.
Entre DEBILIDAD de los días apostólicos y la GRANDE APOSTASÍA que vino

posteriormente, había una diferencia tan grande como la que hay entre un día nublado y
una noche oscura sin luna.
La iglesia remanente, a través de los siglos, fue siempre débil y deficiente. “Aun en
sus mejores tiempos la iglesia no contó exclusivamente con fieles verdaderos, puros y
sinceros”. CS 47.
La hermana White, haciendo una comparación entre el estado natural de la iglesia

remanente y el estado en que ya en aquel entonces se encontraba la iglesia adventista,
mostró nítidamente la diferencia entre una y otra condición: “La iglesia se compone de
hombres imperfectos y llenos de debilidades, que requieren de la práctica constante de la
caridad y la contemplación. Mas ya hace mucho que reina una atmósfera de tibieza
espiritual. Penetro en la iglesia un espíritu mundano, seguido de frialdad recíproca,
mutuas acusaciones, maldades, contiendas e iniquidad”. 1T 64.
Por aquella condición que es NATURAL, la iglesia no es rechazada; mas por esta
condición, que es ANORMAL, sí. Dice el Testigo Fiel y Verdadero: “Mas porque eres
tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca”. Apocalipsis 3:16.
Así como hay diferencia entre DEBILIDAD y TIBIEZA ESPIRITUAL, hay también
diferencia entre TIBIEZA y GRANDE APOSTASÍA.
En sus días, la hermana White escribió: “El pueblo de Dios, a quien le ha sido
encomendada la sagrada verdad, está dominado por una pasmosa apostasía”. TM 458.
Y hay también diferencia entre la pasmosa apostasía de aquellos días y la apostasía

mucho más pasmosa que hoy reina y se desenvuelve día a día en la “clase numerosa”.
Así pues, los testimonios que describen a la iglesia como siendo débil y deficiente, y
que en otro tiempo se aplicaba a la iglesia adventista; hoy, en virtud de las cambiadas
circunstancias en que se encuentra la “clase numerosa”, no pueden de ninguna manera
aplicarse a esta clase.
84
17. — “Otro nombre”
Otra acusación toma como base el siguiente testimonio:
“No podríamos elegir un nombre más apropiado que el que concuerda con nuestra
profesión, expresa nuestra fe y nos señala como pueblo peculiar. El nombre adventista
del séptimo día es una reprensión permanente para el mundo protestante”. I-JT 80.
Quieren decir que Movimiento de Reforma constituido por los “hermanos de antaño”,
hayan adoptado “otro nombre”, cuando “no lo podemos adoptar”. Cometen aquí dos
errores, a saber:
a) El texto en referencia no prohíbe la adopción de otro nombre, apenas informa que

nengún otro nombre armonizaría con la fe del movimiento adventista como el que fue
adoptado, pues el mejor nombre que conviene a una iglesia es aquel que concuerda con
su profesión.
b) Los “hermanos de antaño”, lejos de rechazar el nombre “Adventistas del Séptimo

Día”, lo retienen. El nombre de la Asociación General de los mismos, con sede en
Roanke, Virginia, Estados Unidos, es: “Seventh Day Adventist Reform Movement
General Conference”, que traducido es: Conferencia General del Movimiento de Reforma
de los Adventistas del Séptimo Día”.
Así pues, al mismo tiempo que el nombre “Adventistas del Séptimo Día” es una
continua reprensión al mundo protestante, el complemento “Movimiento de Reforma” es
una constante reprensión a la “clase numerosa”. Estamos, por lo tanto, en perfecta
armonía con el texto en estudio, por cuanto el nombre que adoptamos es el mejor que
concuerda con nuestra profesión, y el que mejor expresa nuestra fe.
c) La “clase numerosa” por vanagloriarse mucho de sua nombre, pierde de vista lo

siguiente: “Debe saberse si están simplemente tomando el nombre de adventistas del
séptimo día, o si se colocan de parte del Señor, para salir del mundo y separarse de él y
no tocar lo inmundo”. II-JT 393.
Comparándose las profecías con los hechos, se ve que es la primera proposición la

que se cumple. Pierden de vista esta verdad espiritual: “No por su nombre, sino por sus
frutos, se determina el valor de un árbol. Si el fruto no tiene valor, el nombre no puede
salvar al árbol de la destrucción”. DTG 82.
d) Los componentes de la “clase numerosa” ignoran que son ellos los que no
armonizan en la práctica con el texto en aprecio (I-JT 80), toda vez que permiten
oficialmente a todos los miembros, en todos los tiempos, y en todos los lugares,
transgredir el séptimo día para someterse a las exigencias de la potestades existentes,
perdiendo de vista lo que está escrito en Hechos 5:29. Una vez que la Conferencia
General de la “clase numerosa” da permiso para pisotear el sábado, y consecuentemente
85
confiesan que en ciertos lugares ni pueden soñar con la observancia del sábado, y cuando
hay transgresión ocasional, consciente, del mandamiento, equivale a un rechazo completo
(I-JT 497); ellos, si quisiesen ser francos, no se equivocarían si adoptasen un nombre que
recordase su rechazo del séptimo día.
18. — ¿Deberían los “hermanos de antaño” volver a unirse con la “clase numerosa”?
La biblia y los testimonios hablan muchas veces de unión y de separación, mostrando

las condiciones que deben determinar tanto una como la otra. Una separación sin motivo
suficiente, sería un error tan grave colo lo es de una unión en base equivocada.
Necesitamos, por lo tanto, comprender dos cosas: a) En qué base debe haber unión; b) Lo
que impide la unión.
a) He aquí la base para la unión:
“Mas si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión entre nosotros, y la
sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado”. 1 Juan 1:7.
“La verdad presente no es difícil de ser comprendida, y el pueblo al cual de Dios está
guiando, estará unido sobre esta amplia y firme plataforma”. 1T 326.
“Debemos unirnos, mas no sobre la plataforma del error”. 2STB 47.
b) He aquí lo que impide la unión y exige la separación:

“El pueblo de Dios, a quien le ha sido encomendada la sagrada verdad, está dominado
por una pasmosa apostasía. . .
“¡Cuántas 459 son nuestras tinieblas, y no lo sabemos! La luz no ha disminuido, pero

nosotros no andamos en sus rayos” TM 458, 459.
Esas tinieblas crecerían con una clase, hasta que la unión con esa clase representada
por la gran mayoría, se haría imposible.
“Los que tienen gran luz y que no han andado en ella, tendrán tinieblas
correspondientes a la luz que han despreciado”. TM 161.
Cuando esa clase hiciese la experiencia profetizada en CS 666, abandonando su

posición y pasando a las filas de los adversarios, alcanzaría la condición de las tinieblas
profetizadas en TM 661. De allí en adelante, la unión con esa clase no seria posible,
porque “no puede haber unión entre la luz y las tinieblas (II-JT 689).
Para que este asunto quede más claro, léase en relación con esta explicación, dos
textos citados en el capítulo “Apostasía en Laodicea”, a saber: SC 52, 53 y 3MR 226.
La unión, como vimos anteriormente, debe ser establecida sobre los puros principios
de la verdad presente. No podemos unirnos con los que abandonan más y más esos
principios, y de quien, ya en 1904, la profetisa escribió:
86
“¿Qué engaño más grave puede seducir la mente que el que os hace creer que estáis
construyendo sobre un buen fundamento y que Dios acepta vuestro trabajo, cuando en
realidad estáis haciendo muchas cosas conforme a las ideas del mundo y pecando contra
Jehová?”. III-JT 253.
“Debemos esforzarnos por unión, pero no sobre en nivel bajo de conformidad con el
principio mundano”. Mind, Character, and Personality, vol. 2, p. 559.
No podríamos unirnos con aquella clase de adventistas de quien la sierva del Señor
profetizó:
han tenido grandes luces: ‘No se afligen ni se sorprenden de su estado moral y espiritual.’
‘Y pues escogieron sus caminos, y su alma amó sus abominaciones, también yo escogeré
sus escarnios, y traeré sobre ellos lo que temieron; porque llamé, y nadie respondió;
hablé, y no oyeron; antes hicieron lo malo delante de mis ojos, y escogieron lo que a mí
desagrada.’ ‘Por tanto, pues, les envía Dios operación de error, para que crean a la
mentira;’ ‘por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos’ ‘antes
consintieron a la iniquidad.’ (Isa. 66: 3, 4; 2 Tes. 2: 11, 10, 12.)”. III-JT 353.
En I-JT 591 y HA 442 leemos que no debemos unirnos a los transgresores de la ley
de Dios.
Los componentes de la “clase numerosa” siempre acusan a sus “hermanos de antaño”
de “separatistas” y enemigos de la unión entre el pueblo de Dios”. Esta acusación es
infundada. No es a estos y sí a aquellos a quienes cabe tal clasificación, porque:
a) el grupo de los “hermanos de antaño” surgió por la expulsión de los fieles del seno
de la “clase numerosa”, expulsión confesada por el anciano C. H. Watson, ex-presidente
de la Conferencia General, en su carta Circular “The European Situation” , pág. 1, párrafo
10.
b) Fue la “clase numerosa” y no el grupo de los “hermanos de antaño” que abandonó
su posición frente a la verdad presente, la única base sobre la cual la unión sería posible.
c) La “clase numerosa” nunca abordó, en carácter oficial, a sus “hermanos de
antaño”, a fin de tratar sobre una unificación sobre bases legítimas.
d) Los “hermanos de antaño” más de una vez, siendo la última en 1954, abordaron a
la Conferencia General de la “clase numerosa”, de manera oficial, con la propuesta de
discutir delante de todos los delegados de la Conferencia General sobre la posibilidad de
una unión, mas dicha Conferencia nuevamente cerró la puerta, diciendo su presidente, el
anciano W. H. Branson, que no habría tiempo para tratar de un tal asunto delante de los
delegados.
El cambio de correspondencia en torno de este asunto, largamente distribuida por el
Movimiento de Reforma entre los adventistas de la iglesia grande, muestra claramente
quien procura impedir que se cumpla el pedido de Jesús en Juan 17:20-23. Si el estimado
lector aún no tiene ese cambio de correspondencia, tenga la bondad de pedírnosla para
87
que así tome conocimiento de este asunto, solicitando también el memorándum anexo a
la carta del 10 de mayo de 1954. Ese memorándum contiene los principios fundamentales
sobre cuya base, únicamente, sería posible la unión.
Tales principios, así como la posición de la iglesia adventista grande y la posición del
Movimiento de Reforma, en relación a dichos principios, deberían ser discutidos por la
asamblea de los delegados de la Conferencia General, con la presencia de los
representantes del Movimiento deReforma.
La propuesta para tal discusión, que revelaría el fundamento legítimo y único para la
perfecta unión entre el pueblo de Dios (2STB 47 y 1T 326), fue lamentablemente
rechazada por los oficiales de la Conferencia General.
Aquí se ve, más de una vez, quien es el que busca impedir la unión por la cual Cristo
oró (juan 17:20-23) y la cual tanto anhelamos, bien entendido, sobre base legítima,
conforme a los testimonios ya presentados.
Invitamos a todos los adventistas de la iglesia grande a solicitar nuestras
publicaciones recomendadas en la presente obra, a in de examinar nuestros puntos de
vista. Estamos convencidos de que se la unión, no por falta de voluntad de nuestra parte,
no se puede realizar en colectividad sobre base legítima, por lo menos se realizará
individualmente, pues en la “clase numerosa” hay aún muchas almas sinceras que
examinando la posición de los “hermanos de antaño”, se unirán a ellos. Nos consolamos
con la perspectiva de que no pudiendo ser satisfechos nuestros deseos plenamente, por
cuanto siempre nos cierran la puerta, queden satisfechos por lo menos en parte.
Existen otras objeciones contra el Movimiento de Reforma, mas son tan
insignificantes y huecas que no vale la pena perder tiempo en refutarlas.
88
20. — EL TRIGO Y LA CIZAÑA
Las importantes verdades de la parábola del trigo y de la cizaña, son por costumbre
mal interpretadas por los pastores de la iglesia grande. Dicen que si el trigo y la cizaña
permanecerán justas hasta la cosecha, luego no puede haber separación hasta la segunda
venida de Cristo.
Si así es, — preguntamos — ¿Dónde se localiza el zarandeo profetizado?
Este zarandeo, conforme demostramos por los testimonios, tiene su inicio al surgir la
obra reformadora separada de la iglesia madre. Quedó demostrado de modo irrefutable
que el orden de los acontecimientos es este:
Inicio del zarandeo,
Reforma,
Lluvia tardía,
Leyes dominicales,
Fin del tiempo de la gracia.
Y como una verdad no destruye la otra verdad, debe haber perfecta armonía entre la
parábola del trigo y la cizaña y las pociones de los testimonios que hablan del zarandeo.
Si es así como la iglesia grande pretende, los adventistas no podrían haberse separado
de los protestantes en 1844, no los protestantes de la iglesia católica. ¿Por qué no debe la
cizaña ser separada del trigo?
La cizaña es tan parecida al trigo, que difícilmente se distingue uno del otro: “Si
tratásemos de extirpar de la iglesia a aquellos que suponemos cristianos falsos,
cometeríamos seguramente errores”. PVGM 50.
“El hombre finito está propenso a juzgar mal el carácter, pero Dios no confía la obra
de juzgar y hacer un pronunciamiento sobre el carácter a aquellos que no están
capacitados para ello. Nosotros no hemos de decir qué constituye el trigo, y qué
constituye la cizaña. El tiempo de la siega determinará plenamente el carácter de las dos
clases especificadas bajo el símbolo de la cizaña y el trigo”. TM 44.
Fallaríamos si quisiéramos separa la cizaña del trigo. Podríamos arrancar el trigo,

pensando ser este cizaña, o podríamos arrancarlos juntamente. Mas cuando la cizaña da el
fruto, la diferencia es visible, no puede haber engaño. La cizaña debe separarse de la
iglesia — entonces.
“Cristo ha enseñado claramente que aquellos que persisten en pecados manifiestos

deben ser separados de la iglesia; pero no nos ha encomendado la tarea de juzgar el
carácter y los motivos”. PVGM 50.
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“A la iglesia ha sido conferido el poder de actuar en lugar de Cristo. Es instrumento

de Dios para la conservación del orden y la disciplina entre su pueblo. En ella ha
delegado el Señor el poder para arreglar todas las cuestiones relativas a su prosperidad,
pureza y orden”. III-JT 203.
“El pecado y los pecadores que hay en la iglesia deben ser eliminados prestamente, a
fin de que no contaminen a otros. La verdad y la pureza requieren que hagamos una obra
más cabal para limpiar de Acanes el campamento. No toleren el pecado en un hermano
los que tienen cargos de responsabilidad. Muéstrenle que debe dejar sus pecados o ser
separado de la iglesia”. II-JT 38.
Somos advertidos contra dos errores, a saber:
a) No separar la cizaña cuando ya dio fruto,
b) querer arrancarla antes de dar fruto.
El proceso de purificación es continuo.
“Dios está zarandeando a su pueblo. Él tendrá una iglesia limpia y santa. No podemos
leerel corazón del hombre. Pero el Señor ha providenciado medios para preservar la
iglesia pura”. 1T 99.
“Al aproximarnos al juicio, todos revelarán su verdadero carácter, y quedará claro a

qué compañía pertenecen. La zaranda está moviendo. No digamos: ‘Detén tu mano, oh
Dios’ ”. 1T 100.
Como vemos la cizaña, a medida que produce frutos, debe ser, y ha sido, separada del
trigo. La cizaña no madura toda en un día para que la separación pueda ser hecha de una
vez.
La parábola del trigo y la cizaña, tiene tres aplicaciones:
a) Separaciones durante la obra del tercer ángel.
b) Separación cuando termine la proclamación del mensaje y fuere aplicada la señal.
c) Separación en la venida de Cristo.
Primera aplicación
Las separaciones verificadas en varias formas durante la proclamación del tercer

mensaje, están aquí incluidas.
90
“Vi luego el tercer ángel. Dijo mi ángel acompañante: ‘Su obra es terrible. Su misión
es tremenda. Es el ángel que ha de separar el trigo de la cizaña, y sellar o atar el trigo para
el granero celestial. Estas cosas debieran absorber completamente la mente y la atención’
”. PE 118.
“Vi una compañía pequeña que viajaba por una senda angosta. Todos parecían estar
firmemente unidos, vinculados por la verdad, en agrupaciones o compañías. Dijo el
ángel: ‘El tercer ángel está atándolos o sellándolos en gavillas para el granero celestial’ ”.
PE 88, 89.
“¿No podemos discernir las señales de los tiempos? ¿No podemos ver cuán
seriamente Satanás está en actividad, atando la cizaña en manojos, uniendo los elementos
de su reino, para que pueda controlar al mundo? La obra de atar la cizaña prosigue mucho
más rápidamente de lo que imaginamos”. 5T 384.
Segunda aplicación
La parábola se cumplirá aunque la obra del evangelio esté concluida.
“El tiempo del juicio es un periodo muy solemne, cuando el Señor reúne a los suyos
de entre la cizaña. Los que han sido miembros de la misma familia están separados. Se
ha colocado una señal sobre los justos. ‘Y serán para mí especial tesoro, ha dicho Jehová
de los ejércitos, en el día que yo tengo de hacer; y perdonarélos como el hombre que
perdona, a su hijo que le sirve’. Los que han sidoobedientes a los mandamientos de Dios
se unirán con el grupo de los santos en luz”. TM 237.
“Los justos son aquellos que guardan los mandamientos de Dios, y estarán para
siempre separado de los desobedientes e injustos que han pisoteado la ley de Dios. El oro
puro y la escoria no continuarán mezclándose”. TM 238.
“El echar la red es la predicación del Evangelio. Esto reúne en la iglesia tanto a
buenos como a malos. Cuando se complete la misión del Evangelio, el juicio realizará la
obra de separación. . .
“Los buenos y los malos peces son llevados juntamente a la orilla para efectuar una
separación final.
“Además, estas parábolas (de la red y del trigo y la cizaña) enseñan que no habrá más
tiempo de gracia después del juicio. Una vez concluida la obra del Evangelio, sigue
inmediatamente la separación de los buenos y los malos, y el destino de cada clase de
personas queda fijado para siempre”. PVGM 93, 94.
Tercera aplicación
La parábola tendrá su final cumplimiento en la segunda venida de Cristo.
91
En el mundo, el trigo y la cizaña permanecen mezclados hasta la venida de Cristo. El

pueblo de Dios no puede evitar completamente sus relaciones con los mundanos en lo
que respecta a sus necesidades inmediatas.
“Mas ‘el trigo y la cizaña permanecen juntos hasta la cosecha’. En el desempeño de

los deberes de la vida, los justos estarán hasta el fin, en contacto con los impíos. Los hijos
de la luz estarán esparcidos entre los hijos de las tinieblas, para que el contraste sea visto
por todos”. 5T 100.
Ante lo expuesto, no es posible negar, por la parábola del trigo y la cizaña, la

sacudidura profetizada, que comenzó en 1914. Los que insisten en permanecer unidos
con la cizaña que ya dio frutos, sufrirán gran desengaño.
“Se mezclaron con la cizaña por su propia elección. Lo similar atrajo a lo similar a la
transgresión. Es una terrible asimilación”. TM 237, 238.
21. — EL GRUPO REMANENTE
Iniciado el zarandeo, la profetisa perdió de vista a los que se opusieron al testimonio

directo, y miró, en visión, al grupo de los que aceptaron el consejo para obedecer y ser
purificados.
La profetisa vio a algunos luchar con fuerte fe y agonizantes clamores por la victoria
sobresus pecados.
“Vi que algunos no participaban en esta obra de acongojada demanda, sino que se
mostraban indiferentes y negligentes, sin cuidarse de resistir a las tinieblas que los
envolvían, y éstas los encerraban como una nube densa. Los ángeles de Dios se apartaron
de ellos y acudieron en auxilio de los que anhelosamente oraban. Vi ángeles de Dios que
se apresuraban a auxiliar a cuantos se empeñaban en resistir con todas sus fuerzas a los
ángeles malos y procuraban ayudarse a sí mismos invocando perseverantemente a Dios.
Pero nada hicieron sus ángeles por quienes no procuraban ayudarse a sí mismos, y los
perdí de vista”. PE 270.
Mientras que la sierva del Señor perdió de vista a muchos, su atención fue llamada
para la otra clase que debería ser purificada.
La salida de los discordantes
“Mi atención se fijó entonces en la hueste que antes había visto y que estaba
fuertemente sacudida”. PE 271.
Mas ni todos los que hacían parte de este grupo luchaban, ni todos eran trigo. Al ser
lanzada al aire la mezcla de trigo y cáscaras para que el viento llevase estas últimas, no
todo fue llevado por el viento, cayendo, pues, cierta porción de cáscaras juntamente con
el trigo nuevamente en la zaranda. Fue necesario que el trigo continuase a ser sacudido
92
hasta que la paja fuese separada de los puros granos (1T 431). Por eso la hermana White
dice:
“El número de esta hueste había disminuido. Con el zarandeo, algunos fueron dejados
a la vera del camino. Los descuidados e indiferentes que no se unieron con quienes
apreciaban la victoria y la salvación lo bastante para perseverar en anhelarlas clamando
angustiosamente por ellas, no las obtuvieron y quedaron rezagados en tinieblas; pero sus
lugares fueron ocupados en seguida por otros, que se afiliaron a la hueste que había
aceptado la verdad”. PE 271.
¿Qué sucedió finalmente? ¿Permanecen esos descuidados e indiferentes an el grupo

de los que luchaban angustiosamente por la victoria? No. Ellos fueron sacudidos y
quedaron afuera de la zaranda.
Téngase en mente que este grupo constituye el “movimiento simbolizado por el

ángel” (CS 662) de Apocalipsis 18, pues sus componentes después de alcanzar la victoria
final, serán revestidos del poder de la lluvia tardía para dar la amonestación final (PE
271).
Este grupo compuesto de los “hermanos de antaño” o “ex-hermanos”, es el

Movimiento de Reforma que surgió como fruto de la protesta y reacción contra la traición
que la iglesia nominal cometió en 1914-1918 por haber obedecido a las leyes humanas
que están en oposición a la ley de Dios (TM 13).
Como se ve, este grupo al principio no es homogéneo. En medio de los fieles y

fervorosos aún se encuentran infieles y negligentes. Estos son los que promueven la
disensión y la discordia en ese grupo. Ciertamente la discordia no existe por sí sola. Ella
se origina en los instrumentos que la promueven. Así como no hay sonido sin
instrumento musical, así también no hay discordia sin que hayan discordantes. La
presencia de los descuidados e indiferentes que no se unen con los que luchan y se
angustian por la victoria, causa disensión en ese grupo. Mas la discordia debe ser
eliminada. ¿Cómo? Por la salida de los discordantes (Proverbios 22:10).
Si al ser eliminada la primera leva de discordantes, no fuese acrecentados otros, el

proceso de limpieza hubiera concluido en poco tiempo; pero la cuestión es que, en cuanto
la zaranda está siendo agitada, recibe nuevos aumentos de trigo y cáscara. ¿O pretenderá
alguno que los que son continuamente añadidos al grupo que está siendo zarandeado, son
todos puros, verdaderos y fieles? ¡No! Juntamente con el trigo vienen las cáscaras. La
eliminación de la discordia continúa hasta que no haya más discordantes, hasta que los
últimos sea arrojados fuera del camino. ¿Cuándo llegará ese tiempo?
Ese tiempo vendrá cuando las pruebas se intensificaren al extremo. Entonces

solamente quedarán en pie los puros, verdaderos y fieles. La experiencia del grupo que
empezó la Reforma está ilustrada en el capítulo “Viajando por el Camino Angosto” de 2T
594-597. Aquí está descrita la historia de este grupo, desde el comienzo del zarandeo
profetizado, desde que quedó separado de la “clase numerosa” de tibios (CS 666), hasta
93
el fin del zarandeo, hasta que los fieles que luchando con fuerte fe y clamores agonizantes
contra el yo y todos los atributos animales, alcanzaron la victoria completa, hasta reflejar
perfectamente el carácter de Cristo Jesús (PVGM 73).
A medida que iban avanzando, el camino se tornaba más estrecho y escabroso. Y los
creyentes se veían obligados a dejar, poco a poco, las carretas, después los caballos.
Continuaron la jornada a pie, más tarde vieron que era más seguro sacarse los zapatos, y
hasta las medias, para proseguir descalzos.
¿Dónde estaban ahora los “descuidados e indiferentes” que no se unieron con los
fieles y celosos que luchaban?
“Pesamos en aquellos que no se habían acostumbrados a las privaciones y agruras.

¿Dónde estaban ahora? No estaban en la compañía. En cada etapa algunos eran dejados
atrás, y solo permanecían los que se habían acostumbrado a soportar las agruras”. 2T 595.
Iban saliendo poco a poco. Finalmente el camino quedó tan estrecho que en la
compañía solo permanecieron los verdaderos creyentes. Los que aún venían de afuera
para acompañar a los que caminaban por el camino que cada vez se estrechaba más, lo
hacían por profundo amor a la verdad, firme convicción y conversión. Para otros na había
más lugar.
“Dios conduce a su pueblo paso a paso. Coloca a sus seguidores en diferentes

situaciones a fin de que se manifieste lo que hay en el corazón. Algunos soportan ciertas
pruebas, pero fracasanen otras. A medida que se avanza en este proceso, el corazón es
probado un poco más severamente”. I-JT 65.
“La purificación del pueblo de Dios no puede lograrse sin que dicho pueblo soporte
padecimientos. Dios permite que los fuegos de la aflicción consuman la escoria, separen
lo inútil de lo valioso, a fin de que el metal puro resplandezca. Nos hace pasar de un
fuego a otro, probando nuestro verdadero valor”. I-JT 475.
“Se me llamó la atención a la providencia de Dios entre su pueblo, y se me mostró

que cada prueba del proceso de refinamiento y purificación impuesto a los que
profesaban ser cristianos demostraba si algunos eran escoria. El oro fino no aparece
siempre. En toda crisis religiosa, algunos caen bajo la tentación. El zarandeo de Dios
avienta multitudes como hojas secas”. I-JT 480.
Los lugares que dejan los “descuidados e indiferentes”, sin embargo, no quedan
vacíos, son ocupados por otros. Este movimiento de “va y viene” de almas fue también
mostrado a la hermana White en otra visión:
“Vi en visión dos ejércitos empeñados en terrible conflicto. Una hueste iba guiada por
banderas que llevaban la insignia del mundo; la otra, por el estandarte teñido en sangre
del Príncipe Emmanuel. Estandarte tras estandarte quedaba arrastrando en el polvo,
mientras que una compañía tras otra del ejército del Señor se unía al enemigo, y tribu tras
94
tribu de las filas del enemigo se unía con el pueblo de Dios observador de los
mandamientos” III-JT 224.
No solo individuo tras individuo era lanzado fuera de la zaranda, sino también
“compañía tras compañía”. La Reforma es muchas veces indebidamente acusada por
causa de sus experiencias, por aquellos que perdieron el amor de la verdad. Si se
considerasen los hechos a la luz de la profecía, no se encontrarían motivos para hacer
tales acusaciones.
Sigamos considerando este punto:
“El número de esta hueste había disminuido. Con el zarandeo, algunos fueron
dejados a la vera del camino”. PE 271.
¿Dónde quedan los que salen? Unos se van para el mundo. Otros constituyen grupos
independientes, conforme fue revelado a la profetiza (PE 45; Ev 363). Otros regresan a la
iglesia grande, son los que profesaron creer en el mensaje del tercer ángel, pero que no
fueron santificados por la obediencia a la verdad. No debemos extrañarnos de este hecho,
que es cumplimiento de profecía. Lo que hoy vemos, lo veremos en mayor escala en el
futuro cuando la terrible crisis nos sobrevenga. Mucho más serán los que entonces pasen
a la “clase numerosa”.
De regreso a la iglesia nominal
“La obra que la iglesia no ha hecho en tiempo de paz y prosperidad, tendrá que
hacerladurante una terrible crisis, en las circunstancias más desalentadoras y prohibitivas.
Las amonestaciones que la conformidad al mundo ha hecho callar o retener, deberán
darse bajo la más fiera oposición de los enemigos de la fe. Y en ese tiempo la clase
superficial y conservadora, cuya influencia impidió constantemente los progresos de la
obra, renunciará a la fe y se colocará con sus enemigos declarados, hacia los cuales sus
simpatías han estado tendiendo durante mucho tiempo”. II-JT 164.
¿Para qué iglesia tendrán simpatía muchas personas superficiales y conservadoras que
aún pertenecen al grupo en zarandeo? ¿Para la iglesia bautista, metodista, o pentecostal?
No. Solo existe una iglesia que podría atraer esas simpatías: la iglesia grande. Este
testimonio II-JT 164, como otro paralelo ya citado [PE 271]), ya han tenido su
cumplimiento parcial en el Movimiento de Reforma, pero su cumplimiento final debe
aguardarse para el futuro cuando sobrevenga la “terrible crisis”.
No es de extrañar que individuos abandonen nuestra filas y se unan a la grande
mayoría de los tibios. Mas son, los que descontentos con la situación de la mayoría,
ingresan en nuestras filas para elevar el estandarte de los principios.
En la iglesia grande hay muchas personas sinceras y celosas. Y, siendo que, “la
iglesia ha dejado de seguir en pos de Cristo, su líder, y está volviéndose firmemente hacia
Egipto” (5T 217), pierden la esperanza de esa tan hablada “reforma dentro de la iglesia”.
Por el estudio de los Testimonios llegan a la comprensión de que la reforma se realiza en
el grupo e la minoría fiel que empuña el estandarte y propaga la verdad directa, y que
95
desde el inicio del zarandeo está separada de la mayoría de los infieles que se levantaron
contra ese testimonio directo (PE 270). Movidas por su celo, esas personas se regocijan
en la bendita verdad.
Mas para sorpresa de los que no conocen bien las profecías, algunas personas después
de permanecer 5, 10, 15 o 20 años en la Reforma, hacen la experiencia de aquellos
discípulos que “volvieron atrás” (Juan 6:66). Abandonan nuestra filas, y vuelven al
mundos. Acordémonos de los cristianos que abandonaron el cristianismo y regresaron al
catolicismo o al espiritismo, de Canright, E, B, Jones, L. Conradi y otros adventistas que
abandonaron la verdad y se regresaron al espiritismo. Si así no fuese, ¿Como podrían
cumplirse las palabras del apóstol Pablo: “apostatarán de la fe”, “no recibieron el amor de
la verdad para ser salvos”, “por tanto, pues, les envía Dios operación de error, para que
crean á la mentira”
Cuando vinieron de allá para acá, hablaban que habían pasado del “infierno” para el
“cielo”. Y, ahora, regresando, invierten la representación. Preguntamos: Esas personas al
optar por la Reforma, ¿no vieron en cuanto eran interesados, la diferencia entre ella y la
iglesia grande? ¿Por qué perdieron tanto tiempo en compañía de malos elementos? O esas
personas estaban ciegas al comienzo o quedaron ciegas al fin.
Es interesante notar que esas personas, en general, al fin, sufren un fracaso, algunas
de ellas transgrediendo los principios. ¿Habría Dios conservado a esos individuos en
tinieblas en cuanto eran sinceros, celosos y fieles; revelándoles la verdad justamente al
fin, cuando cedieron a la tentacióny ofendieron a los principios? Estamos hablando de
aquellos cuyos fracasos fueron manifiestos. Algunos de esos par hacerse notar, aún
enviaron una carta de renuncia a la Reforma cuando de aquí ya habían sido excluidos. Y
la iglesia grande publica esas cartas para fines de propaganda. Nosotros también
podríamos publicar las cartas que esos individuos publicaron anteriormente al pasar de
allá para acá.
Otro hecho interesante que se observa, es que la “convicciones doctrinarias” de

ciertos individuos, varían según las ventajas que se les ofrezcan. En la Reforma las
circunstancias son tales que las personas cuyos propósitos no son legítimos o sinceros, las
personas que no se purifican por la obediencia a la verdad, más temprano o más tarde
caen de la verdad.
Generalmente, cuando alguien sale de la Reforma para la iglesia grande u otra, tienen
antes de dar ese paso, el deseo de hallar defecto en nuestra doctrina y de encontrar la
verdad en otro lugar, y conforme a esos ídolos (Ezequiel 14:4). Para satisfacción del
deseo de alcanzar nuevas convicciones doctrinarias, de hecho, las nuevas convicciones
vienen.
La razones del paso para atrás
muchas de esas personas superficiales son infieles a los diezmos, o a la reforma pro-
salud, o son débiles en la higiene moral, o acarician malos hábitos, o cultivan el yo con
sus atributos diabólicos, o se levantan en rebelión contra la autoridad de la iglesia, (nótese
96
que “como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría el infringir” 1

Samuel 15:23) o cometen algún otro pecado manifiesto u oculto, o sufren algún fracaso
más o menos grave, y en resultado se ven en dificultades, en vías de ser disciplinados, y
antes que lo sean, adquieren “nuevas convicciones doctrinarias”, pasando a la “clase
numerosa”. La “nueva luz” que alcanzan no es fruto de profunda y sincera investigación,
con mucha oración y ayuno; no es fruto de sincero deseo de saber la verdad.
¿Cuál puede ser el origen de la “nueva luz” que se adquiere en estas condiciones?
¿De arriba, o de abajo? Ella viene de abajo, del padre de la mentira. La falta de sinceridad
entonces manifestada en esos individuos en muchos aspectos, muestra que sus “nuevas
luces” provienen de las tinieblas. Esos elementos discordantes que pasan a las filas del
adversario, buscan justificar su cambio con la disculpa de que el Movimiento de Reforma
no produce los frutos que debería producir, y señalan como ejemplo a aquellos que son
semejantes a ellos mismos, es decir, a los “descuidados e indiferentes” que no se unen
con los que luchan por la victoria.
Se vuelven “misioneros”
Y como si no fuese suficiente para ellos haber regresado a la “clase numerosa”,

desean aún arrastrar a otro allá. Se vuelven entonces “misioneros”, fervorosos y celeosos
como nunca, “evangelizando” a los miembros débiles de entre sus “hermanos de antaño”,
de quienes se vuelven los peores enemigos. Bien profetizó la sierva del Señor: “Esos
apóstatas manifestarán entonces la más acerba enemistad y harán cuanto puedan para
oprimir y vilipendiar a sus antiguos hermanos, y para excitar la indignación contra ellos”.
“Hombres de talento y de elocuencia, que se gozaron undía en la verdad, emplearán sus
facultades para seducir y descarriar almas. Se convertirán en los enemigos más
encarnizados de sus hermanos de antaño”. CS 666.
Estas profecías, entiéndase bien, a pesar de tener ya parcial aplicación, tendrán pleno
cumplimiento en el futuro.
“Espíritus malos serán puestos sobre las pisadas de toda alma que busca unirse a las
filas de Cristo, pues Satanás desea recuperar la presa, que le fue quitada de sus garras.
Los hombres se entregarán a creer en grandes engaños para que sean condenados. Esos
hombres vestirán las vestiduras de sinceridad y engañarán, si posible fuese , a los propios
escogidos”. 4T 595.
Los miembros débiles de entre sus “hermanos de antaño” son las primeras víctimas.
Saben muy bien quienes son los disgustados y murmuradores, son los primeros que ellos
visitan. Satanás conoce perfectamente los unto flacos de cada uno, y enviando a sus
agentes, los hace “golpear en la tecla exacta”.
Siembran dudas
La primera semilla que el diablo lanza, es la duda; desde el principio fue así. Dando
oídos al engañador las almas son enredadas en las redes de la duda y quedan perplejas.
Dios no remueve toda ocasión para dudar.
97
“Dios da a los espíritus sinceros suficientes evidencias parar creer; aquel que, pues,
desvía los ojos de la evidencia de esas pruebas solamente porque encontró algunas cosas
que su inteligencia finita no aprehende, será abandonado a la atmósfera glacial de la
incredulidad y de la duda, viniendo a experimentar el naufragio de la fe”. 1T 32, 33.
Si bien es cierto que Dios ha dado pruebas evidentes para la fe, él no quitará jamás
todas las excusas que pueda haber para la incredulidad. Todos los que buscan motivos de
duda los encontrarán”. CS 582.
Una duda llama a otra duda. Por fin, la cabeza de esas almas que abren la puerta al
tentador, esta llena de confusión. En vez de exponer sus dudas a sus hermanos de fe más
viejos y experimentados, comete otro error: revelan sus dudas a los enemigos de la
verdad. ¿De quién reciben “esclarecimiento”? Si alguien revela sus dudas a los enemigos
de la verdad, puede estar cierto de que Satanás no tardará en esclarecérselas. Y la víctima
podrá quedar de tal manera enredada que, aunque consiguiera libertarse, esto sería un
milagro.
En los testimonios, vol. 1 páginas 429-431, la hermana White habla del peligro que
hay en manifestar dudas. Allí escribe a un pastor adventista que le gustaba discutir con
los espiritistas, combatiendo al espiritismo. Aconteció que él reveló algunas de sus dudas
a los oponentes y el resultado fue que se adhirió al espiritismo.
Este ejemplo muestra como es peligroso manifestar dudas sin saber a quien y donde.
Algunas de las personas enredadas consiguen, con la gracia de Dios y con el auxilio
de sus hermanos de más edad y de mayor experiencia, romper las ataduras; otras son
envueltas por la red que nunca más consiguen escapar.
Grupos independientes
De los que “fueron dejados al lado del camino” por el zarandeo, algunos forman
grupos independientes, como ya vimos. También estos se vuelven misioneros celosos,
buscando introducirse en las casas para “evangelizar” a su antiguos hermanos. Mas ¿qué
verdad pueden traer? Solo pueden traer mensajes inspiradas por el príncipe de las
tinieblas. También estos buscan en primer lugar hacer víctimas entre las almas débiles.
En los días de los apóstoles la lucha era intensa. A cada paso la iglesia tenía que
afrontar elementos apostatados que procuraban encubiertamente introducir herejías. En la
asamblea que hubo en Jerusalén a fin de decidir la cuestión de la circuncisión, se decidió
que los gentiles que aceptasen el evangelio, no necesitaban ser circuncidados. “No todos,
sin embargo, estaban satisfechos con la decisión; había un bando de hermanos
ambiciosos y confiados en sí mismos que estaban en desacuerdo con ella. Estos hombres
estaban decididos a ocuparse en la obra bajo su propia responsabilidad. Se tomaban la
libertad de murmurar y hallar faltas, de proponer nuevos planes y tratar de derribar la
obra de los hombres a quienes Dios había escogido para que enseñaran el mensaje
evangélico. Desde el principio la iglesia ha tenido que afrontar tales obstáculos, y tendrá
que hacerlo hasta el fin del siglo”. HA 160.
98
Ese grupo independiente dio mucho trabajo a la iglesia apostólica. Fue justamente
contra esos apostatados que Pablo, Pedro, y Juan, mucho advirtieron a las iglesias. Ver
Hechos 20:29-31; Romanos 16:17, 18; Gálatas1:6, 7; Colosenses 2:8, 18; 2 Timoteo 3:1-
9; Tito 3:10; 2 Pedro 2:1; 2 Juan 1:8, 9.
Muchas almas vaciaban en la fe. No sabían si la verdad estaba con la iglesia

apostólica o con ese grupo independiente. La iglesia judaica sacaba partido de esa
situación. Los judíos decían hipócritamente: “¡Ved la confusión! La secta de los
nazarenos de dividió. Se combaten unos a otros, se están dilacerando. En breve
desaparecerán”. Muchas almas fueron de esta manera confundidas y se volvieron al
mundo. Esto cuando la iglesia estaba en sus mejores condiciones espirituales, pues
gozaba de la plenitud del Espíritu Santo. Este fue un expediente que Dios usó para
purificar la iglesia. Bajo aquellas circunstancias, todos tuvieron la oportunidad de revelar
el carácter, los fieles permanecieron más firmes, los que no eran bien convertidos se
volvieron al mundo, al judaísmo, o se unieron al grupo de los apostatados. Los
reformadores del siglo XVI también tuvieron grandes luchas con grupos y elementos
apostatados y con la consecuente propaganda de la iglesia católica. Leer CS 448, 449.
También fue grande la lucha de los adventistas del séptimo día al inicio de la
proclamacióndel tercer mensaje. El pueblo del advenimiento que había predicado el
primero y segundo mensajes angélicos, se dividió en varios partidos después del segundo
chasco. Sobre esto escribió la hermana White:
“Los diferentes grupos de quienes profesan ser creyentes adventistas tienen cada uno
un poco de la verdad, pero Dios dio todas estas verdades a sus hijos que están recibiendo
preparación para el día de Dios. También les ha dado verdades que ninguno de aquellos
grupos conoce, ni quiere comprender”. PE 124.
Esas condiciones eran una prueba para muchas almas. Un gran número buscaba la
verdad aquí y allá, y no sabían donde podrían encontrarla. No obstante, los que
sinceramente deseaban conocerla, costase lo que costase, pudieron identificar a la
verdadera iglesia.
Comenzando a multiplicarse los adventistas y extendiéndose su obra, no tardaron en

aparecer fracciones, grupos disidentes en diversas partes, que con el tiempo también
desaparecieron. Fueron vistas — leemos en un escrito adventista — “todas aquellas
fracciones”, una tras otra, caer por tierra, hasta que virtualmente desaparecieron, y los
que con ellas simpatizaban quedaron en la confusión”. (Estudios sobre el Espíritu de
Profecía, Estudio No. 10, página 7).
La hermana White habló de esos grupos:

“Hay pequeñas compañías que continuamente surgen creyendo que Dios está
solamente con los poquitos, los muy esparcidos, y su influencia es de derrumbar aquello
que los siervos de Dios erigieron”. 1T 247.
99
Alrededor del año 1902 se verificó una crisis en la iglesia adventista por causa de a
apostasía del dirigente de la obra médico-misionera, Dr. John Harvey Kellogg. Hubo
proceso judicial en torne del sanatorio de Battle Creek. “En los diarios de varias ciudades
— escribió la profetisa — han aparecido artículos en los cuales se da a entender que hay
una lucha entre el Dr. Kellogg y la Sra. Elena G. de White en cuanto a cuál de ellos
dirigirá al pueblo adventista del séptimo día”. III-JT 240. En esa ocasión la iglesia perdió
varios millares de almas influenciadas por Kellogg. Efectivamente, las estadísticas
publicadas por la iglesia adventista informan una disminución de 78.188 a 73.522 en el
número de sus miembros, de 1901 a 1902. Leer “Estudios sobre el Espíritu de Profecía”
por Arturo L. White, III-JT240-242.
Los hechos históricos se repiten. En nuestros días también vemos grupos disidentes
formados por los “descuidados e indiferentes que no se unieron” con los fieles y fueron
lanzados fuera por el proceso del zarandeo.
Lucha permanente con los de afuera
Abandonando el “movimiento simbolizado por el ángel” de Apocalipsis 18, que es el

Movimiento de Reforma, no existe para ellos, cualquiera que sea el rumbo que tomen,
otra posición,a nos ser las filas del adversario. Esto se ve por la lectura del capítulo “Una
visión del conflicto” (8T 41). Ahí leemos que compañía tras compañía del ejército del
Señor se unía al enemigo.
Mirando a los hechos que ocurren en cumplimiento de esta profecía, algunos llegaron
a conclusiones equivocadas. Dicen que la iglesia está dividida. No lo está. Las compañías
que salen de la iglesia remanente, no son más parte de la iglesia. No puede estar una parte
de la iglesia en las filas del Señor y otra parte en las filas del adversario.
Los que permanecen fieles a los principios son los que permanecen an las filas de
Cristo, y constituyen únicamente, la iglesia remanente. Habiendo luchas entre esta y
aquellas, no se puede decir que hay contiendas en la iglesia, pues aquellas están fuera de
la iglesia. La iglesia remanente está unida, y unida en la lucha con los de afuera, inclusive
con los que salieron de su medio. La lucha es continua, ya que la iglesia, hoy, es
militante.
Es un proceso de selección. Los iguales atraen a los iguales.
Lo que a través de los siglos aconteció repetidamente en la iglesia, acontece y

acontecerá hasta el fin. Sucedió en el propio cielo con la hueste celestial. Hubo en el cielo
una contienda, y los rebeldes fueron expulsados. Desde entonces los ángeles que
permanecieron fieles a Dios están en lucha con los ángeles caídos. Mas esto no quiere
decir que el reino de Dios — el gobierno de Dios — está dividido. La lucha es con los de
afuera.
Como consecuencia de la grande rebelión en el cielo, la iglesia de Dios en la tierra

soporta la misma guerra. Si alguien critica a la iglesia remanente por causa de sus luchas,
100
las críticas de tal recaen sobre el propio cielo donde la lucha tuvo su inicio. Si alguien
pregunta: por qué el Movimiento de Reforma, simbolizado por el ángel de Apocalipsis
18, no se une con los grupos independientes que salieron de ese Movimiento o de la
iglesia grande, podría también preguntar por qué las filas de Cristo no se unen a las filas
de Satanás.
Igualmente sin sentido, por los motivos que son evidentes, sería la pregunta,
interrogando po qué el grupo de los “hermanos de antaño”, remanente Movimiento de
Reforma, no se une con la “clase numerosa” que abandonó su posición frente al tercer
mensaje.
Los evidentes motivos en ambos casos, son los siguientes:
“No debemos unirnos con los rebeldes y llamar a eso amor”. HA 443.
El apóstol Pablo, hallándose entre los creyentes de Efeso, los advirtió diciéndoles:
“Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces,

que no perdonarán al ganado; Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen
cosas perversas, para llevar discípulos tras sí. Por tanto, velad, acordándoos que por tres
años de noche y de día, no he cesado de amonestar con lágrimas á cada uno”. Hechos
20:29-31.
Refiriéndose a un grupo de los apostatados que continuamente constituían una

amenaza para la iglesia, el apóstol Juan escribió:
“Salieron de nosotros, mas no eran de nosotros; porque si fueran de nosotros,

hubieran cierto permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que
todos no son de nosotros”. 1 Juan 2:19. Entre las muchas tentaciones que Dios permite
sobrevenga a sus hijos, también permite las de esta naturaleza. “Los discípulos de Cristo
saben muy poco de las tramas que Satanás y sus huestes urden contra ellos. Pero el que
está sentado, en los cielos hará servir todas esas maquinaciones para el cumplimiento de
sus altos designios”. CS 583.
¡Maravilloso! Las maniobras de Satanás, Dios las encamina para el cumplimiento de

sus propósitos. Dios permite que sus hijos sean tentados para que los fieles sean
fortalecidos, pues el objetivo de las tentaciones es para prepararlos a fin de que resistan a
otra mayores, y para que los descuidados e indiferentes desocupen sus lugares para otros
que estén listos a adherirse a la verdad. Así la iglesia, al mismo tiempo, crece en fe,
obediencia y firmeza y es purificada en un proceso continuo. ¡Ojalá que nadie lamente la
sabia dirección de Dios!
Esta operación continuará hasta que los fieles que permanecen en la zaranda de la
verdad, alcancen la victoria completa sobre todo pecado (PE 271). Y entonces, vendrá la
lluvia tardía para la finalización de la obra.
101
22. — EPÍLOGO
“Los judíos habían estado esperando el advenimiento del Mesías, pero Él no vino de
la manera que ellos habían predicho que vendría, y si Él fuese aceptado como el
Prometido, sus (de los judíos) doctos profesores serían forzado a reconocer que habían
errado. Esos profesores se habían separado de Dios, y Satanás operó en sus mentes para
llevarlos a rechazar el Salvador. De preferencia a renunciar al orgullo de la opinión,
cerraron los ojos a todas las evidencias de su obra mesiánica, y no solo rechazaron ellos
mismos el mensaje de salvación, sino que endurecieron los corazones del pueblo contra
Jesús. Su historia debería ser una advertencia para nosotros. Nunca deberíamos esperar
que, cuando el Señor tuviere luz para su pueblo, Satanás estará tranquilo a su lado, sin
hacer esfuerzos para impedir que la reciban. Él operará en las menes para excitar la
desconfianza, el celo y la incredulidad. Guardémonos de rechazar la luz que Dios nos ha
de enviar, po no venir de la manera que nos agrada. Ojalá que las bendiciones de Dios no
sean desviadas de nosotros, por no conocer el tiempo de nuestra visitación. Habiendo
cualesquiera que no vean ni acepten ellos ismos la luz, no se pongan en el camino de los
demás. Ojalá no se diga de este pueblo grandemente favorecido, lo que se dijo de los
judíos: ‘Mas ¡ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque cerráis el reino de
los cielos delante de los hombres; que ni vosotros entráis, ni á los que están entrando
dejáis entrar!’ ”. 5T 728.
102

La Verdad Del Movimiento de Reforma

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La Verdad Sobre El Movimiento de Reforma

Reformation Herald Publishing Association

Con afecto fraternal nos permitimos ofrecer a la hermandad Adventista la presente

Para solicitar mayor información, rogamos dirigirse a: Misión Azteca de los

1. — LA IGLESIA DE DIOS A TRAVÉS DE

Pero las iglesias reformadas también entraron en decadencia. En el tiempo de em que

Vino el mensaje del advenimiento, predicado al principio dentro de las iglesias

separarse de ellas. Mas el mensaje que se destinaba a despertar al pueblo de su letargo,

Así, vemos que Dios ha mantenido a su iglesia en la tierra a través de un puñado

Los judíos no comprendían esta verdad. Fiábanse en la presunción de la decendencia

También la iglesia Católica se dejó seducir por la misma presunción. Confiada en la

EL TRATO DE Dios con su pueblo es invariable. Lo reconoce como suyo bajo

“Hermanos, vuestras lámparas habrán seguramente de vacilar y debilitarse hasta

Nótense ahora los testimonios dados durante varias decenas de años:

“Mientras últimamente he estado mirando en derredor para encontrar a los humildes

“Vi que la iglesia ha perdido casi completamente el espíritu de abnegación y

“Dicen (los centinelas infieles) en el corazón, sino en palabras. . . ‘¿Por qué no

“Estos son los verdaderos sentimientos de muchos de nuestro pueblo y Satanás se

“Como el antiguo Israel, la iglesia deshonró a su Dios apártandose de la luz,

“La iglesia ha dejado de seguir en pos de Cristo, su líder, y está volviéndose

“Gracias a Dios no todos serán arrullados para dormir en el lecho de la seguridad

“Jerusalén es una representación de aquello que la iglesia será si ella rehusare a

“ Los profesos seguidores de Cristo no son más un pueblo separado y peculiar. La

“Dios no permita, hermanos, que esta conferencia [sesión de 1901 de la Asociación

representantes de aquellos quienes fueron puestos en posiciones de responsabilidades en

“Uniéndose (esta clase numerosa) con el mundo y participando de su espíritu,

“Cuando el traspasante flagelo pase por la tierra, cuando la zaranda estuviere

“El mundo no debe introducirse en la iglesia, y casarse con la iglesia, formando un

Bajo la prueba, viniendo el decreto dominical.

En el tiempo de la aplicación de la señal.

Al caer las plagas.

En el tiempo de la angustia de Jacob.

Los testimonios hasta aquí considerados traducen la situación de extrema gravedad.

Analicemos lo que fue escrito en 1893:

4. — LA NECESIDAD DE UNA REFORMA

“A menos que la iglesia contaminada por la apostasía — escribe la hermana White —

“Arrepentirse” y “convertirse” es, en otras palabras, hacer una reforma. En los

“Hay muchos que no entienden la naturaleza verdadera del arrepentimiento. Gran

“El arrepentimiento comprende tristeza por el pecado y abandono del mismo. No

“No hay evidencia de arrepentimiento verdadero cuando no se produce una reforma

“Un reavivamiento de la verdadera piedad entre nosotros es la mayor y más urgente

“Dios pide un reavivamiento y una reforma”. SC 53.

“Debe realizarse un reavivamiento y una reforma bajo la ministración del Espíritu

“Necesitamos una reforma completa en todas nuestras iglesias”. TM 450.

5. — ¿ CUÁL ES LA DIFERENCIA ENTRE REBELIÓN Y REFORMA?

Otro ejemplo de rebelión nos es presentado an la actitud de Coré, Datán y Abirán,

Estos al frente de 250 mayorales de la congregación se opusieron a la autoridad de

Cristo también fue un reformador. Se esforzó por elevar la condición moral y

En fin, los ejemplos mencionados son suficientes para mostrar que:

a) Rebelión es oposición a los rectos principios o a la autoridad establecida por los

b) Reforma es la restauración, en la iglesia o en el corazón de los individuos, de los

6. — REFORMA, ¿DENTRO O FUERA DE LA IGLESIA?

Si quisiéramos reformar una casa, o un traje, o una máquina, ¿dónde comenzaríamos

“Su pueblo — la “manada pequeña” — no fue rechazada por Él (Romanos 11:1).

Guillermo Miller comenzó su obra en 1831 dentro de la iglesia protestante, él y sus

Muchos adventistas claman: “La reforma es dentro de la iglesia no fuera de ella”.

Muchas verdades innegables no se encuentran referidas en la biblia o en los

La perfecta comprensión de un asunto depende de un examen bajo todos los aspectos.

Si alguno dijere que solo reconocerá al Movimiento de Reforma como verdadero si

d) La otra clase — constituida por la mayoría de tibio e indiferentes — no desaparece,

7. — EL MENSAJE DE LA JUSTICIA DE CRISTO

Pues bien. La fase preparatoria de Reforma en Laodicea tuvo su origen, de manera