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DE LOS ESTADOS
Algnnas observaciones
SALo ENcKL
GO NZAL O SAENZ *
8 Para los textos de los tratados y conveiicioiics, resolucioiies, dcclaia cioiies y pro-
yectos de orgaiios in ter -guberiiameiitales, organ izacioiics no-guberiiamciitales e iiistitu-
cioiies cieiitif icas, y declaracioncs de jur istas y pub licistas, véase el Estudio Prepara-
torio concern iciite al Proyecto de la Declaracioii sobre los Dercchos y Deberes de los
Estados preseiitados por el Secretario General de las h'acioiies Un idas a la Comisioii de
Derecho Iiiteriiacioiia1 Doc. A/ CN. 4/2.
* Err el caso de la Eiimieiida Trece de la Coiistitucioii Norteamericaiia tambiéii
contra la iiiterfereii cia por parte de los iiidividuos.
OEA, Comisioii lntcramericaiia de Derechos Humaiios, P.rt Pro lecciori be foe
4erec/Nos 2lt‹u1nnos /renle n /n st‹sQenston 4s /ns gnrnn1?ns cons1t1t‹ctonn/es o
"esln4o be si1to”; Doc. 12, Oct. 1965, pp. 12-14. La ley fi aiiccsa de 1791, dio origeii al fi trt I
r/e sie’ge, iiicot pot ado posteriormciite, como iiistitucioii en much as coiistitucioiies
europeas y americaiias.
5 u L-srr 72 QERECHO S Y DEI3E RES DE LO S E STAD OS 3
suspenden ciertas garantias individuales, generalmente descritas en la
Consti tucion, mientras la amenaza grave, interna o externa que le dio
origen, contra la seguridad del Estado a la estabilidad del gobierno sub-
siste. De todas m aneras el organo Ejecutivo esta obligado a rendir cuenta
ante el organo Legislativo, de las causas que lo motivaron a hacer uso
de esta facultad extraordinaria y las medi das adoptadas.
No podria entonces hablarse de derechos (y deberes) basicos de los
Estados, sino que existe una constitucion internacional que garantiza
tales derechos y un organo de proteccion de ellos contra la interferencia
de los cuerpos legislativos y ejecutivos y por Estados indivi duales.
¿Es posilale estalalecer una jerarquia cle las norm as cle la Carta cle acuerclo
a la existencia o e1 graclo cle sanciones previstas para su vio- lacion? Poclria
arguirse que las norm as para cuya violaciñn se prevén sanciones, en particular
aquellas sujetas a sanciones mas severas, son mms importantes, mms 1a‹isicas
que aquellas que no llevan sanciones o tienen sanciones menos sever as. Sin
emlaargo, mientras que las primeras norm as pueclen ser mms importantes esto
no significa necesariamente que ellas sean laasicas en e1 senticlo cle
clereclios funclamentales.
Los cinco ti pos princi pales cle sanciones que la Carta contempla son:
suspension clel e jercicio cle los clereclios y privilegios inlierentes en la
caliclacl cle hliemlaro (articulo 5) ; expulsion (articulo 6) ; suspension
clel voto en la .4samlalea General (articulo 19) ; sanciones laajo e1 Ca- pitulo
VII y prioriclacl cle la Carta solare olaligaciones conflictivas laajo otros
convcnios internacionales (articulo 1t)3) . La ultima provision pue- cle ser
eliminacla a1 respecto, ya que se aplica a tocl as las olaligaciones cle la Carta
y no mace clistinciones entre ellas. El :irticulo 19 puecle ser clejaclo cle
laclo claclo que la olaligaciñn cle pagar la contrilauciñn finan- ciera a las
Naciones Uniclas, con e1 resultaclo cle la pérclicla cle los cle- reclios a voto en
la .4samlalea General en caso cle mora por clos años o mms, puecle cli
ficilmente ser consicleracla una olaligaciñn “laasica”. .4clemas, e1 clereclio
corresponcliente perteneceria a la Organizaciñn y no a los hl iemlaros.
La expulsion es posilale en e1 caso cle “violaciñn repeticla” cle los Princi
pios cle la Car ta. .Aunque estos Princi pios clificilmente cali- ficarian como
clereclios laasicos en lo que se refiere a su materi a, como se ma
inclicaclo anteriormente, poclria clecirse que cali fican como tales en lo
referente a la severiclacl cle la sanciñn. Es, sin emlaargo, una sanciñn peculiar
puesto que priva a1 hl iemlaro a1 tiempo cle su expulsion cle
mente entre las partes contratantes y volenti now fix t rn/ui ia —aunque
esto levanta el problema de si se puede renunciar a un derecho basico.
Sin embargo, podria haber un problema en relacion a otros mé todos de
la creacion de norm as: costumbre y princi pios generales de derecho,
ninguno de los cuales requiere el consentimiento de todos los sujetos de
la ley.
8 \’éasc i .g. las Opiti ioncs Con sulti\ as solire Atlmisifiti a las Naciones U tiitlas
solirc cl Africa tlcl Sur Ocstc j' solirc Gastos Plc las Naciones Uti itlas.
SA O ENGELS Y G O N ZA O S GEN Z EI X111-1
la iniciativa para la solicitucl. Los Miembros, por otra parte, pueclen
acorcl ar referir un caso ale consti tucionaliclacl a la Corte segun e1 articu-
lo 36 clel Estatu to pero “la clecision ale la Corte no es obligatoria sino para
las partes en litigio y respecto clel caso que ma siclo clecicliclo” (ar- ticulo 59
clel Estatu to) . Solamente en la eventualiclacl poco probable cfc que
toClos los Miembros cfc las Naciones Uniclas intervinieran en e1 proceso, la
interpretacion clatla por la clecision serta igualmente obli- gatoria para toclos
(articulo 63 (2) clel Estatu to) , pero solamente “res- pecto clel caso que ma
siclo clecicliclo”.
En cuanto a un con t1 o1 poli’t ico, i.e. la competencia cfc un organo
poli tico para cleciclir asuntos cfc consti tuci onaliclacl, las relaciones entre
los organos ale las Naciones Uniclas, entre Miembros cfc las Naciones
Uniclas, y entre Miembros y organos clebe ser cliferenciacla. Con relaci on
a la pri mera es entencliclo que call a organo princi pal cfc las Naciones
Uniclas, mecliante la a plicacion o no a plicacion cfc la Carta, clecicle cli-
recta o inclirectamente sobre la constitucionaliclacl cfc su accion. Si Clos
organos cli firieran en un caso particular, uno puecle, clescle luego, cecler
en favor clel otro pero ninguno puetle ser forzaclo a tracer eso a menos ale que esté
bajo la au toriclacl clel otro. La Carta prevé esa jerarquia cfc los organos
cfc las Naciones Uniclas en forma limitacla solamente. El Conse jo
Economico y Social y e1 Conse jo ale Aclministracion Ficluciaria estan “ba jo
la autoriclacl” cfc la Asamblea General (articulos 60 y 85) ; e1 Conse jo
Ficluciario con relaci on a las zonas estratégicas est‹t bajo e1 Conse jo ale
Seguriclacl (articulo 83) ; e1 Secretario General e jecutai i ta- les “f unciones
que le encomienclen los tres Conse jos y la Asamblea Ge- neral” (articulo
98) ; y los organos subsicliarios estan bajo la autoriclacl ale los organos
que los crearon (articulo 7 (2) ) . A pesar cfc los articu- los 15 (1) y 24 (3)
e1 Conse jo ale Seguriclacl no est‹t suborclinaclo a la Asamblea General.
En lo que concierne a las relaciones entre los Miembros, ellos tam-
bién, se entiencle, estan au torizaclos, ba jo la Carta, a sus propias inter-
pretaciones ale la constitucionaliclacl tle sus acciones y, sin acuerclos espe-
ciales, ninguno puecle imponer su punto ale vista sobre los otros.
Con relaci on, finalmente, a las relaciones entre Miembros y orga-
nos, los primeros pueclen naturalmente tener (en efecto, lo han hecho)
sus pro pias opiniones sobre la consti tucionali(lacl ale sus propias accio-
nes o ale aquellas ale los organos, pero pueclen ser superaclos por una
au toriclacl mils elevatla segun los articulos 5 y 6 y el Ca pitulo VII ale la
Carta, como se inclico anteriormente. En estos casos es la interpretacion
ale la Carta y la conformiclacl ale los Miembros con la interpretacion
clacla por la Asamblea General y el Conse jo ale Seguriclacl la que importa
y no el punto ale vista clel Miembro.
Descle luego, no es probable que el establecimiento ale una accion
coerci tiva o la ex pulsion pueclen o vayan a ser en circunstancias orcli-
narias. De cloncle es muy tlucloso que los Miembros acloptar:in la opinion
consti tucional ale la Asamblea General y / o clel Conse jo ale Seguriclacl.
Tampoco ser:1 posible imponer una sancion contra un miembro per- manente
clel Conse jo ale Seguriclacl cuyo voto concurrente es necesario
fl£R£CHOS Y D£fl£RkS D£ LOS WSTSOS
N. ERE CHO N AT U RA L
I’éasc nota 3, enJ9 ra. Para un an‹His is ellas ico dcl Projecto de Declaration de
la Comision dc De reclio In tcrna cion al de 1949 véase I-Ians Kchen, “".I“lie Draft Declara- tioiof
Rights and Duties of S tates, dli e .1it i e rich n Journ u 1 o f In 1 ‹ rn u1 ton u 1 La w, 19ñ0, pp.
2ñ9 276.
10 SALO ENGELS \ GO NZALO SAENZ FI XIII—1
Esta definicifin de Jtii cr›geui, sin embargo, no satisf ara a los se-
guidores del tlerecho natural. Adem as, de acuerdo con e1 articulo 64 de
la misma Convencifin de Viena, “Si surge una nueva norma imperativa
de derecho internacional general todo tratado existente que esté en opo-
sicifin con esa norma se convertir a en nulo y terminara”. La posi bilidad de
emergencia de nuevo Jtii cogent y de la modificacifin de Jtii cogent existente
por “una norma subsiguiente de derecho internacional general que tiene e1
mismo caracter” es dificilmente com patible con la idea del derecho natural
como reglas universales absolutas de aplicacifin eterna.' 0
7. RESU?vIEN