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REVISIÓN EPIDEMIOLOGÍA
El chancroide es una causa frecuente de úlcera geni-
tal. Se ha estimado que existen 7 millones de casos nue-

El chancroide vos al año 10. Es más frecuente en los países en vías de


desarrollo, sobre todo en las áreas tropicales y subtropi-
cales. Su mayor prevalencia se observa en África, Asia y
Pedro Zaballos Diego, Mariano Ara Martín Latinoamérica, siendo endémico en muchos países (Kenya,
y Benicio Sanz Colomo Gambia, Zimbabwe). Se considera la causa más frecuente
Centro de Prevención y Control de las ETS. CAP
de úlcera genital en África4,11 y se estima que su inciden-
Les Drassanes. Barcelona. cia global puede ser superior a la de la sífilis12. Estos paí-
ses son los que presentan las mayores tasas de infección
por VIH. El chancroide es una causa común de úlcera ge-
nital en los 18 países donde la prevalencia de infección
por el VIH en la población adulta sobrepasa el 8%; mientras
que es infrecuente en aquellos países con baja intensidad
HISTORIA de la epidemia de VIH13.
El chancroide o chancro blando (ulcus molle) fue di- Actualmente se considera que el chancroide es una
ferenciado por primera vez del chancro sifilítico por enfermedad de transmisión sexual poco frecuente en
Bassereau1 en Francia (1852). El bacilo causal (Hae- Europa y los EE.UU; sin embargo, en la primera década
mophilus ducreyi) fue descubierto y descrito en 1889 del siglo XX la prevalencia de esta enfermedad fue dismi-
por un bacteriólogo de la Universidad de Nápoles llama- nuyendo progresivamente. En 1908, en el ejército de los
do A. Ducrey, que obtuvo el agente etiológico a partir de EE.UU., el chancroide era más prevalente que la sífilis,
las úlceras de 3 enfermos y lo inoculó sucesivamente en con más de 25 casos cada 1.000 soldados; a partir de en-
el antebrazo de los mismos pacientes hasta obtener 15 tonces, su prevalencia fue disminuyendo más rápida-
generaciones. Se describió como un microorganismo mente que la sífilis hasta que en 1930 se superó con
con forma de bastón corto, de 1,5 × 0,5 µm, con extre- unos 5 casos de chancroide por cada 1.000 soldados14,15.
mos redondeados e indentaciones laterales2. En 1892, En 1947 los CDC (Centers for Disease Control) publican
Krefting consiguió hasta 8 inoculaciones sucesivas y una cifra de 9.515 casos de chancroide, y se inció un pe-
acabó encontrando el mismo tipo de microorganismo 3,4. ríodo de descenso que duró hasta principios de los
242 En 1892 Unna describió el aspecto histológico de la úl- ochenta. En el período comprendido entre 1965 y 1984,
cera del chancroide y halló estreptobacilos gramnegati- el número de casos fue de 925 por año (rango, 455-1.416
vos en los cortes histológicos4. casos); sin embargo, en 1985 comenzó una fase de au-
No se sabe con certeza quién fue el primero en culti- mento de casos que culminó con los 4.986 comunicados
var H. ducreyi. En su revisión del chancroide realizada en 198716. Las causas de este aumento, que coincidió
en 1940, Sullivan acredita a Lenglet (1898) y Benzancon con un aumento de la sífilis, fueron atribuidas al consu-
et al (1901) como los primeros que lograron cultivarlo mo de cocaína y al intercambio de drogas por favores
con éxito 5; sin embargo, Albritton atribuye el primer ais- sexuales17,18. Di Carlo et al confirmaron que la aparición
lamiento convincente a Himmel (1901) 6. Posteriormente de chancroide en Nueva Orleáns estuvo exactamente re-
se consiguió el hallazgo frecuente del germen en dife- lacionada con el uso de crack (cocaína) 19,20. Posterior-
rentes y complejos medios; aunque aún hoy día es consi- mente, observamos desde 1987 un nuevo descenso pro-
derado como un microorganismo de difícil cultivo. gresivo de la prevalencia de la enfermedad; en 1993,
En 1913 Ito realizó pruebas intradérmicas con H. du- 1995 y 1997 se pasó de comunicar 1.400 casos a 606 y
creyi obtenido desde los medios de cultivo y desde el 243, respectivamente (un 80% de los cuales se produjo
material purulento de los bubones, y consiguió una pá- en Nueva York, California, Texas y sur de Carolina) 21.
pula igual o mayor de 8 mm, entre el tercer y séptimo En Europa también ha disminuido su prevalencia du-
día de la inoculación, lo que se interpretó como un test rante el siglo XX. En Francia permaneció casi desconoci-
positivo 7. En 1921, Reenstierna confirmó estos resulta- da hasta que en 1971 se declararon 93 casos; a partir de
dos en el Instituto Pasteur, y encontró tests positivos en entonces se produjo un aumento explosivo con focos
un 90% de pacientes a las 2 semanas de la aparición del epidémicos en Marsella, Lyon, Burdeos y París. En Es-
chancroide7-9. La validez del test intradérmico de Ito-Re- paña, la prevalencia del chancroide también fue dismi-
enstierna fue confirmada posteriormente por Greenblatt nuyendo hasta 1976, año en el que se produjo un aumen-
y Sanderson7-9; sin embargo, actualmente se considera to; a partir de entonces, se han descrito algunos brotes
un procedimiento diagnóstico obsoleto. epidémicos, como el ocurrido en Barcelona en 1982, fe-
cha en la que se celebró en España la Inauguración Ofi-
cial del Campeonato Mundial de Fútbol. Este tipo de
acontecimientos moviliza un gran número de personas
Correspondencia: Dr. P. Zaballos Diego.
desde otras ciudades o países, y en muchas ocasiones es
Camino Viejo de la Rabasada, 12. 43007 Tarragona. motivo o excusa para la búsqueda de nuevas experien-
Correo electrónico: zaballos@tinet.org cias sexuales22,23.

Piel 2002;17(6):242-53 16
Zaballos Diego P, et al. El chancroide

TABLA I. Prevalencia de chancroide en países africanos que presentan alta prevalencia de infección por VIH
PAÍSES PREVALENCIA (%) INFECCION POR VIH PREVALENCIA (%) CHANCROIDE N REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA

Botswana 36 26 108 34
Swazilandia 25 44 – 35
Zimbabwe 25 46 – 36
Lesotho 24 56 100 37
Sudáfrica 20 70/22 210/100 38 y 39
Zambia 20 47 (varones) 139/98 40
30 (mujeres)
Malawi 16 26 778 41
República Centroafricana 14 No existen datos* – 13
Kenia 14 62/35 97/168 42 y 43
Etiopía 11 19 – 44
Ruanda 11 18/29 109/395 45 y 46
Uganda 8 9,8 (varones) – 47
7,3 (mujeres)
*Aunque el chancroide es la etiología más frecuente de la úlcera genital.

El reservorio de H. ducreyi parece ser exclusivamen- y alcohol30-32 son más promiscuos y presentan una ma-
te humano. Se trata de una enfermedad de alta capaci- yor probabilidad de comportamientos sexuales de alto
dad de infección y baja patogenicidad, por lo que tiene riesgo 32.
una elevada contagiosidad. Suele darse en varones, so- Todas las enfermedades de transmisión sexual en ge-
bre todo en fimóticos, con una relación varón:mujer de neral y las enfermedades ulcerativas en particular han
10-20:1. Tradicionalmente se intentaba justificar la ma- demostrado ser importantes factores de riesgo en la
yor proporción de varones infectados con el papel de transmisión heterosexual del VIH. Se ha descrito una re-
portadoras asintomáticas de las mujeres, en especial las lación directa entre el riesgo aumentado de infección
prostitutas; sin embargo, esta circunstancia suscita ac- por VIH y el número de episodios de úlcera genital7,33. La
tualmente controversia4,13. La edad de presentación osci- relación entre el chancroide y la infección por VIH es
la entre los 20 y los 40 años. Ocurre preferentemente en clara, puesto que en aquellos países con alta tasa de pre-
estratos socioeconómicos pobres, con escasa o nula hi- valencia de infección por VIH el chancroide ha demos-
giene y, aunque la raza no parece influir en la susceptibi- trado ser endémico en la mayoría de ellos; sin embargo, 243
lidad de los pacientes, la raza negra está frecuentemente aquellos países en los que el chancroide es raro, presen-
afectada. La fuente de infección más común es la prosti- tan bajas tasas de infección por VIH (tabla I) 13,34-48. La
tución, sobre todo la de bajo nivel social. La enfermedad coinfección de VIH y de H. ducreyi produce efectos sig-
no confiere inmunidad y puede producirse la autoinocu- nificativos en la clínica del chancroide: aparición fre-
lación y la reinfección en individuos que viven en am- cuente de úlceras atípicas, mayor tendencia a lesiones
bientes de intensa promiscuidad22,24,25. múltiples49 y extragenitales50, peor evolución de la en-
La propagación epidemiológica del chancroide depen- fermedad50,51 y peor respuesta al tratamiento 24; sin em-
de de varios factores que Anderson intentó explicar ma- bargo, no se han descrito casos de diseminación de H.
temáticamente a través de la siguiente fórmula: R0 = ducreyi, incluso en pacientes muy inmunocomprometi-
BDc 26. En esta ecuación «R0» es la tasa de propagación, dos24. Varios mecanismos se han propuesto para expli-
definida por el número de casos que contagia un enfer- car el aumento de infección por VIH en pacientes con
mo en una población con una densidad definida; «B» es chancroide: a) la solución de continuidad que se produ-
la eficiencia del contagio; «D» es la duración de la con- ce en las úlceras genitales favorece la entrada de VIH; b)
tagiosidad, y «c» es el número de parejas sexuales. Si R0 se ha demostrado un aumento en la eliminación de VIH
< 1, la infección no se propaga y no se producirá un bro- en las lesiones ulcerosas, entre ellas, la del chancroi-
te epidémico, pero si R0 > 1, ocurrirá lo contrario. Over de52,53, y c) la lesión del chancroide produce un aumento
y Piot27 estimaron que la probabilidad de transmisión local de linfocitos T CD4 y macrófagos activados54, que
del chancroide (B) de un varón infectado a una mujer son las células diana para el VIH (también se ha demos-
sana durante una exposición sexual era de 0,35, y de trado un aumento de linfocitos T CD4 en lesiones causa-
0,30 en el caso de una mujer infectada a un varón sano. das por T. pallidum55 y VHS56).
La duración de la contagiosidad del chancroide (D) se
ha estimado en unos 45 días27. El hecho de que algunos ETIOLOGÍA
brotes de chancroide en los EE.UU. se hayan asociado a
la prostitución28,29 sugiere que el número de parejas se- Taxonomía
xuales (c) es el factor crítico en la diseminación del H. ducreyi es un bacilo gramnegativo, anaerobio fa-
chancroide. Esta observación puede explicar la asocia- cultativo, que requiere hemina (factor X) para su creci-
ción del chancroide con ciertos factores de riesgo, miento. Es un microorganismo pequeño (0,5 × 1,5 µm),
como el consumo de drogas y alcohol19, ya que se ha con forma de bastoncillo, redondeado en los extremos,
comprobado que los consumidores abusivos de cocaína que forma cadenas estreptobacilares típicas. No posee

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Zaballos Diego P, et al. El chancroide

TABLA II. Pruebas bioquímicas y nutricionales de H. ducreyi


REQUIERE FACTOR X REQUIERE FACTOR V REDUCCIÓN NITRATOS CATALASA OXIDASA FOSFATASA ALCALINA INDOL

H. ducreyi + – + – + + –
H. influenzae + + + + – ? –
H. aphrophilus +* + + – – + –
H. haemoglobinophilus + + + + + – +
*H. aphrophilus tan sólo requiere factor X en aislamientos primarios, en cultivos posteriores no es necesario.

motilidad ni forma esporas7,24. Su clasificación taxonó- de los encontrados en N. gonorrhoeae; sin embargo, no
mica está cuestionada ya que diferentes autores, como ha sido identificado su receptor en las células huéspedes.
Albritton et al57, Casin et al58 y De Ley et al59, defienden a El lipooligosacárido (LOS) de H. ducreyi es similar en
través de estudios de hibridación genética la separación tamaño y estructura a otros patógenos entéricos, con
de H. ducreyi de otras especies de Haemophilus, aun- una masa molecular de 3,5-6 kD67. Campagnari et al68 de-
que continúan clasificándolo en la familia Pasteurellaceae. mostraron la producción de abscesos cutáneos en cone-
Sin embargo, actualmente su clasificación taxonómica es jos tras la inyección intradérmica de LOS de H. ducreyi,
la siguiente: Reino Procariota, División Gracillicutes, Fa- lo que sugiere la participación del LOS en la patogenia
milia Pasteurellaceae, Género Haemophilus y Especie del chancroide.
ducreyi 23. Se ha descrito la existencia de proteínas reguladas
por el hierro (iron-regulated proteins) que son proteí-
Bioquímica nas que oscilan entre 43 y 160 kDa, que se identifican en
Posee una escasa actividad bioquímica distintiva. H. ducreyi cuando crece en condiciones con déficit de
Hammond et al60 demostraron la ausencia de actividad hierro o hem, lo que se ha estimado como un método de
enzimática en la vía de biosíntesis de porfirinas. Carece supervivencia ante condiciones adversas63,69.
de ferroquelatasa o hem sintetasa, que cataliza la inser- Se han identificado varias proteínas de membrana ex-
ción del hierro en el núcleo de la protoporfirina IX. La terna. Stewart et al70 descubrieron una proteína de 28
reducción de nitratos es una característica del género kDa, común en todas las cepas examinadas, y Spinola et
Haemophilus. La diferenciación entre H. ducreyi y al71,72 descubrieron una proteína de 18 kDa y la proteína
otras especies de Haemophilus que requieren hemina mayor de la membrana externa, con 40 kDa, que ha sido
244 (factor X) para su desarrollo se basa en que no necesita relacionada con la resistencia sérica y la patogenia de
nicotinamida adenina dinucleótido (NAD o factor V). Es H. ducreyi.
catalasa negativo y oxidasa positivo. No puede producir La producción de citotoxinas y hemolisinas por parte
sulfuro de hidrógeno, ni indol; sin embargo, es produc- de H. ducreyi ha sido estudiada por diferentes investi-
tor de fosfatasa alcalina (tabla II). Se considera un ger- gadores. Purven y Langergard73 observaron actividad ci-
men no fermentador de azúcares (sacarosa y lactosa), totóxica contra células eucariotas, cuya toxina parecía
aunque puede presentar una débil capacidad para fer- inducir la respuesta neutralizadora de anticuerpos en
mentar glucosa y arabinosa6,7,23,24. conejos inmunizados. Palmer et al65 y Totten et al74 des-
cribieron la actividad hemolítica en eritrocitos de mamí-
Requerimientos para el desarrollo feros (más activa en eritrocitos de caballo que en los eri-
H. ducreyi es un microorganismo que se caracteriza trocitos humanos, de conejo y oveja). La mayoría de los
por ser muy exigente en sus necesidades y crecer con autores defiende que la actividad hemolítica y citotóxica
dificultad en los medios de cultivo. Crece bien en me- proviene de diferentes toxinas, mientras que unos pocos
dios enriquecidos nutricionalmente con agar chocolate defienden que la misma produce dicha actividad24,75. La
o agar sangre que contengan suplementos complejos existencia de la hemolisina y la citotoxina contribuye a
como isovitalex (BBL) o CVA (GIBCO) 24. Las necesida- explicar el daño tisular y/o la formación de la úlcera.
des de hemina de H. ducreyi son mayores (25-50 µg/ml) Diferentes estudios, tanto in vitro como in vivo, se
que para otras especies (1-10 µg/ml para H. influenzae han llevado a cabo para comprender la virulencia de H.
o H. haemoglobinophilus) 61,62. H. ducreyi requiere hie- ducreyi 7,24,76. La adhesión celular del germen, la invasión
rro para su crecimiento, que suele obtenerlo de otras cé- de células epiteliales y el efecto citopático de H. ducre-
lulas63 invadiéndolas64 o destruyéndolas65 mediante la yi, con la presencia de citotoxinas, han demostrado ser
hemolisina. La temperatura óptima de crecimiento osci- marcadores de virulencia77. Las cepas virulentas son re-
la entre los 30 y los 33 ºC, y es necesaria la presencia de lativamente resistentes a la fagocitosis y a su destruc-
un 5-10% de CO2 en la atmósfera7,23,24. ción por parte de los neutrófilos y el complemento 78.

Factores potenciales de virulencia PATOGENIA


Diferentes estructuras antigénicas de H. ducreyi se La patogenia del chancroide ha sido estudiada en mo-
han identificado y relacionado potencialmente con la vi- delos animales y en voluntarios humanos. Es necesaria
rulencia del germen. Spinola et al66 han demostrado pilis la existencia de una solución de continuidad en la piel
en la superficie de todas las cepas examinadas, diferentes y las mucosas y un tamaño del inóculo mayor a 104

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Zaballos Diego P, et al. El chancroide

UFC (unidades formadoras de colonias) de H. ducreyi


para producir enfermedad54. Posteriormente desempe-
ñan un papel importante la adherencia del microorganis-
mo en la superficie epitelial, el índice de producción de
exotoxinas y la resistencia del germen a los mecanismos
de defensa del huésped para que la enfermedad prolife-
re. En el estudio histológico del chancroide se han des-
crito necrosis tisular, áreas de neovascularización y un
infiltrado inflamatorio formado por neutrófilos y macró-
fagos perivasculares y superficiales con linfocitos y célu-
las plasmáticas en la base54,79-81. La respuesta linfocitaria
es predominantemente Th1, como lo explica la observa-
ción de valores elevados de receptores de IL-2 soluble en
la orina y sangre de pacientes con chancroide82. El meca- Figura 1. Úlcera única en el surco balano-prepucial diagnosticada
nismo inmunitario es celular y no está claro si la res- de chancroide.
puesta humoral está también involucrada7,22.
La linfadenitis asociada al chancroide es predominan-
temente una respuesta inflamatoria piogénica, aunque
su patogenia y la escasez de microorganismos presentes
en el bubón permanecen sin explicación7.

CLÍNICA
El chancroide presenta un período de incubación que
oscila entre 3 y 7 días, aunque se han observado varia-
ciones de 1 a 40 días7,83. Posteriormente, sin la aparición
de síntomas prodrómicos, el chancroide comienza como
una pápula eritematosa o vesiculopústula que en 24-48 h
evoluciona gradualmente hacia una lesión ulcerada. La
úlcera puede ser única (fig. 1), aunque con frecuencia
son múltiples (sobre todo en la mujer [fig. 2]), no indu- 245
rada, con un diámetro que oscila entre 1 mm y 2 cm, re- Figura 2. Úlceras de disposición simétrica («úlceras en beso») que
dondeada, con unos bordes irregulares y socavados, cu- se producen por la autoinoculación del germen en región vulvar.
bierta con un exudado de color amarillo-grisáceo y con
una base compuesta por tejido de granulación que san-
gra al mínimo roce (tabla III) 7. En los márgenes de la le-
sión suele apreciarse un discreto componente inflama-
torio, clásicamente llamado «doble borde de Petges» 4.
Las lesiones del chancroide suelen ser dolorosas, a dife-
rencia de la úlcera observada en la sífilis, aunque en la
mujer, y según el lugar de inoculación, pueden permane-
cer asintomáticas o dar síntomas atípicos como dispa-
reunia, dolor en la defecación, hemorragia rectal o leu-
correa vaginal84. La lesión ulcerosa, tras una evolución
espontánea, cicatriza en 4-6 semanas, y queda una su-
perficie lisa o ligeramente deprimida y pigmentada4.
Las localizaciones más frecuentes guardan relación
con los lugares de mayor fricción. En el varón las lesio-
nes afectan con mayor frecuencia al frenillo, el prepucio Figura 3. Úlcera de chancroide en el meato uretral.
(el edema del prepucio es un hallazgo frecuente) y el
glande; aunque con menor frecuencia también se han
descrito en el cuerpo del pene, región anal, meato ure- TABLA III. Características clásicas de la úlcera
tral (fig. 3) y región intrauretral, y en este último caso se del chancroide
puede asociar a uretritis purulenta (fig. 4). Las localiza- – Única o, a menudo, múltiple
ciones típicas en las mujeres son los labios mayores y – Tamaño: 1 mm-2 cm
– No indurada (blanda)
menores, horquilla vulvar, vestíbulo y clítoris, aunque – Bordes socavados
también se han descrito úlceras vaginales, cervicales y – Base necrótica y exudado purulento
perianales (fig. 5). Raramente también se observan for- – Sangrado al mínimo roce
mas extragenitales en la mucosa oral, dedos, muslos y – Dolorosas (sobre todo en varones y dependiendo del lugar
mamas7,22,24,85,86. de inoculación)

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Zaballos Diego P, et al. El chancroide

Se han descrito variantes clínicas como el chancroide frecuentes en los varones y que incluyen la estenosis, la
gigante, el folicular, el papular, el fagedénico (secundario fimosis, la parafimosis, las pérdidas parciales de tejido
a una sobreinfección por anaerobios como Fusobacte- (sobre todo en la variante fagedénica), las adherencias
rium spp. o Bacteroides spp. asociado a un rápido creci- entre los labios mayores y menores y las fístulas rec-
miento y gran destrucción tisular) y el transitorio (de pe- tovaginales. Son poco frecuentes los síntomas constitu-
queño tamaño y remisión espontánea en unos días) 85,86. cionales. La infección sistémica o la diseminación a dis-
La aparición de una adenopatía inguinal dolorosa es tancia de H. ducreyi no ha sido descrita y no causa
también un hallazgo característico del chancroide y pue- infecciones oportunistas ni procesos más invasivos en
de darse hasta en el 50% de casos. Suele presentarse de huéspedes inmunocomprometidos. Tampoco se ha des-
1 a 2 semanas después de la instauración de la úlcera87. crito la transmisión de la enfermedad de madres con
Inicialmente se desarrolla una linfangitis en forma de chancros activos a recién nacidos, aunque en la biblio-
numerosas tumoraciones ganglionares, pequeñas, en grafía se ha referido el contagio en forma de una conjun-
forma de corona de rosas (chancro de Nisbet) que, pos- tivitis aguda88.
teriormente, confluyen para formar un gran grupo ade- La coinfección en el chancroide es frecuente, sobre
nopático (bubón) (fig. 6) 4. El bubón suele ser unilateral, todo en áreas endémicas, y puede provocar la existencia
doloroso y unilocular; puede volverse fluctuante y dre- de chancroides atípicos. En un estudio de 162 pacientes
nar al exterior un líquido purulento, espeso y cremoso con chancroide, realizado en Nueva Delhi (India), 44 te-
(fig. 7), dejando una ulceración que curará lentamente nían gonorrea; 37, herpes simple; 21, sífilis primaria
con una lesión cicatricial. Los bubones son menos fre- o secundaria; 3, linfogranuloma venéreo, y 3, un granu-
cuentes en las mujeres84. loma inguinal89. En varios estudios epidémicos se ha
Además de la aparición de los bubones, existen otras descrito una coinfección de sífilis con chancroide en un
complicaciones locales asociadas al chancroide, más 10-15% de casos90,91.

246

Figura 4. Uretritis purulenta ocasionada por la localización intrau- Figura 5. Chancroide de disposición perineal.
retral del chancroide. Puede apreciarse también el edema prepucial
de frecuente asociación.

Figura 6. Bubón de localización inguinal derecha. Figura 7. Apertura espontánea de bubón de localización inguinal
derecha.

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Zaballos Diego P, et al. El chancroide

DIAGNÓSTICO
En la tabla IV se puede comparar la tasa de éxitos del
diagnóstico clínico del chancroide reflejada en varios
trabajos publicados38,92-95. En éstos se puede extraer la
conclusión de que la precisión diagnóstica clínica está
relacionada con la prevalencia de la infección en la po-
blación. Sin embargo, aunque en algún trabajo se llega a
cifras de precisión diagnóstica clínica del 80%38, se ha
estimado que sólo en un 60% de los casos puede estable-
cerse un diagnóstico acertado de chancroide23 basado
en hallazgos clínicos y realizado por personal experi-
mentado en un área de alta prevalencia. Por tanto, el
diagnóstico debe confirmarse mediante pruebas de la-
boratorio.
Figura 8. En la muestra de exudado, teñida con Gram, podemos
El diagnóstico de laboratorio del chancroide se basa apreciar la existencia de coco-bacilos dispuestos en pequeños con-
en el aislamiento de H. ducreyi de la úlcera genital o del glomerados (disposición «en banco de peces») o en cadenas parale-
material obtenido de la adenopatía inguinal y en la ex- las (disposición «en vías de ferrocarril»).
clusión de otras causas de úlcera genital, especialmente
herpes simple, sífilis, linfogranuloma venéreo y granulo-
ma inguinal7,24. ferentes estudios recomiendan el empleo simultáneo de
Para la toma de muestras hemos de emplear un hiso- dos medios de aislamiento primario. En un estudio de
po de algodón o alginato cálcico y recoger la secreción 201 pacientes con clínica de chancroide, Nsanze et al100
del fondo de la úlcera. No es aconsejable realizar una encontraron un 71% de cultivos positivos en un medio
limpieza previa de la lesión porque, al tratarse de un ger- de agar GC suplementado con un 2% de hemoglobina
men piogénico, éste se encuentra en el material purulen- bovina y un 5% de suero fetal de ternera (GC-HgS), y un
to 86. Se ha estimado que existen entre 107 y 109 gérme- 61% de cultivos positivos en un medio de agar Mueller-
nes/ml en el pus7. Si el material recogido no se coloca a Hinton suplementado con 5% de sangre de caballo (MH-
una temperatura de 4 ºC, los microorganismos sólo so- HB) (ambos medios presentaban también 3 µg/ml de
breviven de 2 a 4 h7,96. A pesar de que no existe un siste- vancomicina y suplemento CVA [Gibco Laboratorios]);
ma de transporte satisfactorio, Dangor et al97 mantuvie- sin embargo, el uso de ambos medios juntos incremen- 247
ron especímenes de H. ducreyi viables en un medio de taba los cultivos positivos hasta en un 81%. Posterior-
transporte basado en hemina y tioglicolato a 4 ºC duran- mente, Dangor et al101 encontraron un 90% de cultivos
te 4 días. positivos utilizando la combinación de GC-HgS y MH-
La visión directa del material teñido con Gram o HB. Una alternativa más barata, útil en países subdesa-
Giemsa a través del microscopio óptico puede mostrar rrollados, se puede crear añadiendo un 0,2% de carbón
la existencia de cocobacilos gramnegativos dispuestos activado en lugar de suero fetal de ternera102.
en pequeños conglomerados o en cadenas paralelas. Es- Entre 2 y 4 días después de la inoculación se observan
tos patrones se han denominado «en banco de peces» o colonias pequeñas, no mucosas, semiopacas o translúci-
«en vías de ferrocarril» (fig. 8) y, aunque sugerentes, no das, de color amarillento-grisáceo, que permanecen in-
son patognomónicos de H. ducreyi. Además, debido a tactas cuando son empujadas a través de la superficie
la flora polimicrobiana existente en la úlcera, estos ha- de la placa de agar. Las condiciones para un óptimo cre-
llazgos carecen de sensibilidad y especificidad para po- cimiento de H. ducreyi son una temperatura de 33 ºC en
der realizar un diagnóstico definitivo 7,85,98. una atmósfera que contenga un 5% de CO27,103,104. Existen
El cultivo de H. ducreyi se ha considerado como la pruebas bioquímicas que ayudan en la identificación de
«prueba oro» para evaluar otros métodos diagnósticos; H. ducreyi que han sido comentadas anteriormente en
sin embargo, con la aparición de las técnicas de ampli- el apartado de bioquímica del germen (véase Etiología).
ficación de ADN se ha demostrado una sensibilidad Se recomienda la realización de un antibiograma para
máxima del cultivo del 75-80%98,99. Se han desarrollado controlar la aparición de cepas resistentes a los antibió-
múltiples medios de cultivo con resultados dispares. Di- ticos utilizados con mayor frecuencia.
TABLA IV. Tasas de éxitos en el diagnóstico clínico del chancroide
REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA PACIENTES (NÚMERO) PREVALENCIA DEL CHANCROIDE (%) TASA DE ÉXITOS DEL DIAGNÓSTICO CLÍNICO

Dangor et al 38
Varones (240) 71 80
Fast et al92 Varones (100) 48 75
Sturm et al93 Varones (39)/Mujeres (5) 22 53
O’Farrell et al94 Varones (100) 22 42
O’Farrell et al94 Mujeres (100) 15 57
Chapel et al95 Varones (100) 2 33
Los diagnósticos clínicos se compararon con el resultado del cultivo. (Tomada de Trees y Morse.)

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Zaballos Diego P, et al. El chancroide

Desde el punto de vista histológico, el chancroide se En la tabla V se exponen la sensibilidad y especifici-


caracteriza por 3 zonas de disposición vertical: una zona dad de la visión directa, el cultivo, la PCR y la IF, en
necrótica superficial, una zona media de neovasculariza- comparación con diferentes patrones oro o estándar
ción y una zona profunda compuesta por un infiltrado que han aparecido en la bibliografía.
de linfocitos y células plasmáticas81,105. Sin embargo, la Se han efectuado numerosos intentos para desarrollar
biopsia no se recomienda como prueba diagnóstica, pruebas serológicas útiles para el diagnóstico de chan-
sino para descartar malignidad en úlceras atípicas y con croide (incluidas las técnicas de enzimoinmunoensayo,
mala evolución98. pruebas de aglutinación, precipitación o fijación del
En un intento de mejorar la sensibilidad del diagnósti- complemento), utilizando el lisado bacteriano completo,
co de laboratorio se están desarrollando técnicas de re- la proteína de la membrana externa o el lipooligosacári-
acción en cadena de la polimerasa (PCR) 106-112. Actual- do purificados, y hasta el momento no se ha logrado des-
mente existe un test múltiple de PCR (M-PCR) que cubrir un método serológico suficientemente fiable115-119.
permite la amplificación simultánea de ADN de H. du- En la bibliografía se han descrito otras pruebas diagnós-
creyi, T. pallidum y virus de herpes simple (VHS) tipo 1 ticas (hibridación de ADN-ADN o ADN-ARN120,121, espec-
y 2, que ha demostrado ser más sensible que otras prue- trometría de masas122, etc.) que, aunque demuestran ser
bas diagnósticas para la detección de estos microorga- útiles, no han sido comparadas con otras existentes.
nismos en las úlceras genitales. Orle et al113 encontraron Finalmente, debido a la dificultad actual del diagnósti-
una sensibilidad con el M-PCR del 100, 98,4 y 91% para co del chancroide, sobre todo en áreas endémicas, los
HSV, H. ducreyi y T. pallidum, respectivamente, lo que, CDC proponen el diagnóstico probable de chancroide
en comparación con la sensibilidad encontrada para el ante una o varias úlceras genitales dolorosas con linfa-
cultivo viral, el cultivo de H. ducreyi y la detección de denopatía asociada, típicas del chancroide, con evalua-
T. pallidum por microscopia de campo oscuro (71,8, ción negativa de laboratorio para sífilis (mediante prue-
74,2 y 81%, respectivamente), demuestra la mayor sensi- bas serológicas o examen de campo oscuro) y una
bilidad del M-PCR. prueba negativa para el VHS123.
También se han desarrollado técnicas de detección
antigénica mediante inmunofluorescencia (IF). En la bi- DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
bliografía encontramos un gran número de anticuerpos La etiología de las úlceras genitales depende en gran
monoclonales que reconocen estructuras antigénicas de medida de la región geográfica considerada. En nuestro
H. ducreyi, algunos específicamente (como el 9D12, A4, medio, el chancroide no es un proceso prevalente, por
248 B11...) y otros de manera inespecífica (como el 3F11, lo que el diagnóstico diferencial debe realizarse básica-
6B4, 2C7...) 24. A modo de ejemplo, en un estudio realiza- mente con las úlceras genitales de origen infeccioso y
do en Zambia, Ahmed et al114 utilizaron el anticuerpo no infeccioso.
monoclonal (MAHD 7) que reacciona con el lipooligosa- El chancro sifilítico continúa siendo la enfermedad in-
cárido (LOS) del germen y, utilizando la técnica de PCR fecciosa más importante de las patologías que producen
como prueba estándar, la IF mostró una sensibilidad del úlceras genitales. También debe descartarse el herpes
100% y una especificidad del 74% comparadas con el cul- genital, el linfogranuloma venéreo y el granuloma ingui-
tivo, y una sensibilidad del 89% y especificidad del 81% nal (tabla VI). Es importante tener presente la posibili-
comparadas con el PCR. Las técnicas de IF demuestran dad de una infección mixta. Otras causas, menos fre-
ser superiores al cultivo en áreas con alta prevalencia cuentes en nuestro medio, son, entre otras, la úlcera
de chancroide, el estudio anterior se realizó en Zambia; amebiana, la leishmaniasis genital y la tuberculosis geni-
sin embargo, debido a la posibilidad de reacciones cru- tal7,22,85,124-127.
zadas con otros microorganismos (H. influenzae, A. hi- Entre las enfermedades no infecciosas deben incluirse
drophila, etc.), son más discutibles en áreas de baja pre- las reacciones localizadas a fármacos (como el exante-
valencia. Además, hoy día son técnicas caras que ma fijo medicamentoso), el eritema exudativo multifor-
difícilmente pueden instaurarse en los países pobres, me, el síndrome de Behçet, la enfermedad de Crohn me-
que son los que presentan una prevalencia mayor de tastásica cutánea, los tumores (especialmente los
chancroide24,98. carcinomas), las úlceras traumáticas y la patomimia7,22,85.

TABLA V. Sensibilidad y especificidad de pruebas diagnósticas del chancroide


PRUEBAS DIAGNÓSTICAS SENSIBILIDAD (%) ESPECIFICIDAD (%) PRUEBA ORO

Microscopia óptica 5-36 No evaluado Diagnóstico clínico


10-63 51-99 Cultivo
Cultivo 61-91 No evaluado Diagnóstico clínico
35-75 94-100 PCR
PCR 83-96 100 Diagnóstico clínico
56-100 52-100 Cultivo
IF 93-100 63-74 Cultivo
89 81 PCR
IF: inmunofluorescencia; PCR: reacción en cadena de la polimerasa. (Modificada de Lewis98.)

Piel 2002;17(6):242-53 28
Zaballos Diego P, et al. El chancroide

TABLA VI. Diagnóstico diferencial de las úlceras genitales


CHANCROIDE CHANCRO SIFILÍTICO HERPES SIMPLE LINFOGRANULOMA VENÉREO GRANULOMA INGUINAL

Etiología Haemophilus Treponema VHS 2 y 1 Chlamydia trachomatis Calymmatobacterium


ducreyi pallidum L1, L2, L3 granulomatis
Período de 3-7 días 9-90 días (3 semanas) 3-10 días 3-30 días 8 días-12 semanas (2 semanas)
incubación
Lesión Úlcera blanda, Erosión indurada,
Vesículas Micropápulas o pústulas Pápulas o nódulos confluentes
genital dolorosa de indolora, limpia
o erosiones o erosión única Posteriormente ulcerados
base purulenta Rara vez, múltiples A menudo desapercibida o formando lesiones vegetantes
Con frecuencia múltiple y agrupadas No dolorosas
múltiple sobre
una base
eritematosa
Dolorosas
Recidivantes
Adenopatía Unilateral (a Múltiples, firmes, Bilaterales Plastrón linfadenopático Sólo si hay sobreinfección
veces bilateral) móviles, indoloras, Dolorosas unilateral, doloroso, secundaria
Dolorosa no supurativas (primoinfecciosas) inflamatorio Seudobubones*
Abscesiforme Pueden faltar Fistulización (bubones)
en recidivas
Diagnóstico Visión directa Microscopio oscuro Cultivo viral Cultivo Visión directa (Giemsa)
(Gram o Giemsa) Serología PCR Serología Cuerpos de Donovan
Cultivo PCR Serología PCR, IF, EIA
PCR Prueba de Tzanck
Biopsia
Tratamiento 1.o Azitromicina 1.o Penicilina Aciclovir 1.o Doxiciclina 1.o Cotrimoxazol o doxiciclina
2.o Ceftriaxona 2.o Tetraciclinas Valaciclovir 2.o Eritromicina 2.o Ciprofloxacino o eritromicina
3.o Ciprofloxacino 3.o Eritromicina Famciclovir
4.o Eritromicina
*Seudobubones: presencia de granulomas subcutáneos que se sitúan superficialmente en la zona de los ganglios inguinales. PCR: reacción en cadena de la polimerasa;
IF: inmunofluorescencia; EIA: enzimoinmunoanálisis.

TABLA VII. Recomendaciones terapéuticas de los CDC (1998) 123


249
FÁRMACO DOSIS VÍA DE ADMINISTRACIÓN GRADO DE RECOMENDACIÓN

Azitromicina 1 g en monodosis Oral A


Ceftriaxona 250 g en monodosis Intramuscular B
Ciprofloxacino 500 mg/12 h durante 3 días Oral B
Eritromicina 500 mg/6 h durante 7 días Oral B

TRATAMIENTO ha sido demostrada en un estudio comparativo de distri-


Se han encontrado diferencias temporales y geográfi- bución al azar. La azitromicina y la ceftriaxona ofrecen
cas en el patrón de susceptibilidad antibiótica de H. du- la ventaja de ser terapias de monodosis y, aunque la pri-
creyi, lo que convierte en obsoletos ciertos regímenes mera es más cara que la segunda, se considera la azitro-
terapéuticos recomendados en épocas pasadas, y acon- micina como primera opción en nuestro medio. Se han
seja la realización de un antibiograma. En la bibliogra- descrito resistencias intermedias en algunas cepas de H.
fía, se han descrito resistencias mediadas por plásmidos ducreyi a eritromicina y ciprofloxacino, aunque la gran
a sulfonamidas128,129, aminoglucósidos129,130, tetracicli- mayoría permanece sensible. Regímenes terapéuticos
nas131-134, cloramfenicol135 y antibióticos betalactámi- alternativos son las fluoroquinolonas como fleroxacino
cos136-139, sin ser raras las resistencias plasmídicas múlti- (400 mg vía oral en monodosis) o norfloxacino (800 mg
ples en el mismo aislamiento de H. ducreyi 129,140,141. vía oral en monodosis) y la espectinomicina (dosis úni-
También se han estudiado las resistencias mediadas por ca i.m. de 2 g) 144.
cromosomas en cepas de H. ducreyi, aunque menos ex- El tratamiento local consiste en el empleo de lavados
haustivamente, donde se observan resistencias parciales cuidadosos y repetidos con agua y jabón y la colocación
a cotrimoxazol, ciprofloxacino, ofloxacino 142 y penicili- de apósitos con agentes antisépticos (permanganato po-
na G143. tásico al 1/10.000 o povidona yodada). En el caso de la
Los CDC recomiendan cuatro regímenes terapéuticos mujer, son útiles los baños de asiento y las compresas
(tabla VII): azitromicina, 1 g vía oral en monodosis; cef- calientes22,143.
triaxona, 250 mg vía i.m. en monodosis; ciprofloxacino, En el tratamiento de los bubones, clásicamente se ha
500 mg/12 h vía oral durante 3 días o eritromicina base considerado que debían ser puncionados a través de la
oral, 500 mg/6 h durante 7 días123,144. En Kenia se ha utili- piel normal con una jeringa de gran tamaño para evitar
zado con éxito una pauta reducida con eritromicina de su rotura espontánea o los tractos fistulosos, y que no
250 mg/8 h durante 7 días145; sin embargo, su eficacia no debían ser seccionados ni drenados. Sin embargo, en un

29 Piel 2002;17(6):242-53
Zaballos Diego P, et al. El chancroide

reciente estudio aleatorizado 146, llevado a cabo en un [c]7,149), por lo que prospera en entornos que se caracte-
brote de chancroide en los EE.UU., los autores llegan a rizan por la movilidad de los hombres y por un intenso
la conclusión de que la incisión y el drenaje cuidadosos comercio sexual de poca higiene. Sin embargo, al igual
constituyen un método seguro y eficaz para el trata- que otras enfermedades ulcerosas genitales, el chancroi-
miento de los bubones fluctuantes y evita las repetidas de es un cofactor importante en la transmisión del VIH
aspiraciones que con frecuencia son necesarias en el en los países más gravemente afectados por la epidemia
método anterior. de VIH/sida. Es, pues, factible y necesaria la erradica-
Debemos tener una especial consideración y segui- ción o, al menos, la reducción importante de la preva-
miento con los pacientes que presentan una coinfección lencia mundial del chancroide13.
por el VIH. Se han descrito fallos terapéuticos en Kenia En África y Asia se ha comprobado que la implanta-
con azitromicina147, ceftriaxona49 o fleroxacino 148 en mo- ción de medidas preventivas, tales como promover el
nodosis, y en Malawi con bajas dosis de eritromicina o uso del preservativo u otros profilácticos de barrera,
ciprofloxacino 41. Los CDC aconsejan que el tratamiento promover la búsqueda de relaciones sexuales saludables
con azitromicina y ceftriaxona sólo se debería adminis- y mejorar la formación profesional y los sistemas sanita-
trar a aquellos pacientes que puedan ser controlados144. rios para incrementar los controles, ha disminuido os-
Algunos autores expertos sugieren, fleroxacino 400 tensiblemente la prevalencia del chancroide en países
mg/24 h durante 5 días148 o eritromicina 500 mg/6 h du- como Kenia, Senegal, Sudáfrica y Tailandia13,150. Se ha
rante 7 días143 como tratamiento para pacientes infecta- comprobado una acción sinérgica cuando se llevan a
dos con VIH. cabo varias de estas medidas de manera concomitante13.
En pacientes embarazadas, durante la lactancia y en Además, tanto la higiene tópica como la circuncisión
menores de 18 años, el ciprofloxacino está contraindica- masculina7,13 reducen también el riesgo de infección y
do y la seguridad de la azitromicina en embarazadas y varios tipos de antibióticos, algunos administrados en
mujeres lactantes no ha sido establecida, por lo que se monodosis, permiten lograr una rápida curación.
recomiendan regímenes terapéuticos con eritromicina y En los EE.UU. y Europa el chancroide ha ido retroce-
ceftriaxona144. diendo desde principios del siglo XX. Determinadas mu-
Los contactos sexuales de los últimos 10 días, a partir taciones sociales y modificaciones en el comportamien-
de los primeros síntomas del paciente con chancroide, to y comercio sexuales alteraron probablemente las
deben ser examinados y tratados, incluso a pesar de la condiciones que necesitaba el chancroide para persistir
ausencia de síntomas, puesto que existen casos de por- como una enfermedad endémica. Actualmente se produ-
250 tadores asintomáticos144. cen brotes epidémicos que pueden ser controlados con
Los pacientes deben ser nuevamente examinados en facilidad cuando los profesionales del sexo y sus clien-
3-7 días después del inicio del tratamiento. Si éste es tes disponen de servicios curativos y preventivos efica-
exitoso, la mejoría sintomática se observa a los 3 días y ces7,13.
la reepitelización tiene lugar en 7 días144, aunque depen- La erradicación del chancroide es un objetivo viable
de de varios factores (tamaño de la úlcera, sobreinfec- de la salud pública. La instauración de una educación
ción, coinfección por el VIH...). El fallo terapéutico debe sanitaria dirigida a las personas de riesgo, las medidas
hacernos pensar en: a) coinfección por T. pallidum o profilácticas de los profesionales del sexo y sus clientes
VHS (se ha demostrado que aproximadamente el 10% de contra ésta y otras enfermedades de transmisión sexual
los pacientes con chancroide está coinfectado por T. (ETS) y la mejora de los servicios sanitarios y terapéuti-
pallidum o VHS124); b) coinfección por VIH, y c) resis- cos de las ETS son algunas de las estrategias de demos-
tencia antibiótica, que solucionaremos, si es posible, con trada eficacia que podrían y deberían ser empleadas.
la realización de un antibiograma. La resolución clínica
de los bubones es más lenta que la de la lesión ulcerosa. AGRADECIMIENTOS
La tasa de recidivas es del 5%, a pesar de la realiza- Al Dr. José M. Capdevila y Gayà por su amabilidad al cedernos la
ción de un tratamiento adecuado. En estos casos, se diapositiva correspondiente a la figura 8.
recomienda repetir el tratamiento inicial y, si no se ha
llevado a cabo anteriormente, tratar a los contactos se-
xuales del paciente ya que la causa más probable de re- BIBLIOGRAFÍA
cidiva es la reinfección86,144.
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