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La autoestima y los niños

¿Cómo podemos los padres ayudar a nuestros hijos a que tengan una
buena autoestima?
Guiainfantil.com
21 de mayo de 2020

La autoestima es un tema de psicología que despierta a cada día más interés


en materia de educación por parte de madres y padres. Constituye una
preocupación presente en muchas casas y forma parte de las conversaciones
entre los miembros de la familia. Y es que la autoestima de los
niños adquiere cada vez más protagonismo en problemas como la depresión,
la anorexia, la timidez o el abuso de drogas. No podemos olvidar que es uno de
los pilares más fundamentales para el buen desarrollo afectivo y motivacional
de nuestros hijos.

Índice

1. Qué es la autoestima en los niños

2. La autoestima marca el desarrollo del niño

3. El papel de los padres en la autoestima infantil

4. Consejos prácticos para ayudar a los hijos a tener buena autoestima

5. Cuentos y juegos para mejorar la confianza y seguridad en uno mismo

Qué es la autoestima en los niños


La autoestima es la conciencia de una persona de su propio valor, el punto
más alto de lo que somos y de nuestras responsabilidades, con determinados
aspectos buenos y otros mejorables, y la sensación gratificante de querernos
y aceptarnos como somos por nosotros mismos y hacia nuestras relaciones.
Y por supuesto, todo esto hace que seamos más felices y podamos
relacionarnos con la gente de nuestro alrededor de una forma más agradable y
asertiva.

Trabajar con nuestros hijos su autoestima resulta muy importante. Tal y como
señala el estudio 'Autoconcepto, Autoestima y aprendizaje escolar' para la
revista Piscothema (escrito por Julio A. González-Pienda, J. Carlos Núñez
Pérez, Soledad Glez-Pumariega y Marta S. García García de la Universidad de
Oviedo, España), el autoconcepto que los niños tienen de ellos mismos tiene
un gran peso en la manera en la que regulan todo lo relacionado con el campo
de lo cognitivo y motivacional. Es decir, la autoestima también afecta de una
manera directa al aprendizaje niños y, como se añade en esta investigación,
a su rendimiento académico.

El concepto que tenemos de nosotros mismos es nuestro espejo real, que nos
enseña cómo somos, qué habilidades tenemos y cómo nos desarrollamos a
través de nuestras experiencias y expectativas. Es el resultado de la relación
entre el carácter del niño y el ambiente en el que este se desarrolla.

La autoestima marca el desarrollo del niño


La autoestima es un elemento básico en la formación personal de los niños. De
su grado de autoestima dependerá su desarrollo en el aprendizaje, en las
buenas relaciones, en las actividades, y por qué no decirlo, en la construcción
de la felicidad.

Cuando un niño adquiere una buena autoestima se siente competente,


seguro, y valioso. Entiende que es importante aprender y no se siente
disminuido cuando necesita de ayuda. Será responsable, se comunicará con
fluidez, y se relacionará con los demás de una forma adecuada.
Al contrario, el niño con una baja autoestima no confiará en sus propias
posibilidades ni en las de los demás. Se sentirá inferior frente a otras
personas y, por lo tanto, se comportará de una forma más tímida, más crítica y
con escasa creatividad, lo que en algunos casos le podrá llevar a
desarrollar conductas agresivas y a alejarse de sus compañeros y familiares.

El papel de los padres en la autoestima infantil

Algunos expertos afirman que una baja autoestima puede conducir a los


niños hacia problemas de depresión, anorexia o consumo de drogas,
mientras que una buena autoestima puede hacer que una persona tenga
confianza en sus capacidades, no se deje manipular por los demás, sea más
sensible a las necesidades del otro y, entre otras cosas, esté dispuesto a
defender sus principios y valores.

En este sentido, sería recomendable que los padres se preocupasen tanto por
mantener una buena salud física en sus hijos, como por fomentar su estabilidad
y salud emocional.

La autoestima es una pieza fundamental en la construcción de los pilares


de la infancia y adolescencia. La autoestima no es una asignatura que se
aprenda en el colegio. Se construye diariamente en a través de las relaciones
personales de aceptación y confianza.

El lado emocional de los niños jamás debe ser ignorado por los padres y
profesores. Hay que estar atentos a los cambios de humor de los niños y a sus
altibajos emocionales. Desde el nacimiento a la adolescencia, por su
vulnerabilidad y flexibilidad, los niños deben encontrar seguridad y afecto en las
personas que les rodean y los padres pueden hacer mucho por mejorar la
autoestima de su hijo.

Todo lo que se consigue en este periodo de desarrollo y crecimiento físico,


intelectual y emocional puede sellar su conducta y su postura hacia la vida en
la edad adulta.

Consejos prácticos para ayudar a los hijos a tener


buena autoestima
Dada la importancia de fomentar la buena autoestima en los niños, a
continuación te proponemos una serie de consejos básicos que pueden ser de
gran ayuda a todos los padres que estén tratando de reforzar el autoconcepto y
felicidad de sus hijos.

1. Vigila la forma en la que hablas a tus hijos, tanto el tono como las
palabras que utilizas. Algunas frases pueden resultar devastadoras para los
más pequeños (pues invalidan sus emociones o les transmiten un mensaje
negativo de forma inconsciente). Sin embargo, nuestro lenguaje también tiene
el poder de empoderar a los niños y hacerles sentir más fuertes y capaces.
2. También es importante dedicar a nuestros hijos frases que les motiven.
Cuando un niño está motivado, se atreve a perseguir sus sueños, a superar
los problemas que se encuentra, a seguir aprendiendo siempre con una
sonrisa... Recuerda 'Tú puedes' son dos palabras mágicas para todos los
niños.

3. Deja que tus hijos tengan responsabilidades y tareas y deja que ellos
mismos se encarguen de ellas (aunque no hagan la cama tan bien como te
gustaría ni recojan los juguetes a la perfección). Cuando los niños se sienten
útiles y sienten la satisfacción del trabajo bien hecho, se valoran más. Además,
es una buena forma de fomentar la autonomía desde la infancia.

4. Nunca compares a tus hijos entre ellos, ni con otros niños. El refrán
popular dice que las comparaciones son odiosas... ¡y tiene toda la razón!
Jamás podemos olvidar que cada niño tiene sus propias cualidades y ritmos.
Por supuesto, las críticas o humillaciones en público también están
contraindicadas.

5. Evita sobreproteger a los niños. En su lugar, deja que se enfrenten a los


problemas que les surjan y dales las herramientas para que sepan solucionar
los conflictos. Esto les puede llevar a cometer ciertos errores, pero pueden
aprender mucho de las equivocaciones.
6. Ama a tu hijo y házselo saber; apoya a tu hijo y házselo saber; respeta a tu
hijo y házselo saber. Para que los niños tengan una buena autoestima, deben
crecer en un entorno cariñoso y seguro. En este contexto, los límites y las
normas son esenciales, ya que aportan estabilidad y seguridad a los pequeños.
Sin embargo, estos siempre deben establecerse desde la amabilidad, respeto y
firmeza.

7. Habla con los niños sobre las emociones y construye en casa un clima
seguro y de diálogo que les anime a contar cómo se sienten. No tengas miedo
en hacerles preguntas sobre qué sienten (incluso en qué parte del cuerpo
sienten esa emoción). De esta forma, iremos sensibilizándoles y haciéndoles
comprender que no tiene nada de malo hablar de nuestras emociones.

La educación emocional resulta esencial para que los niños aprendan desde
que son muy pequeños a identificar y poner nombre a sus emociones.

Cuentos y juegos para mejorar la confianza y


seguridad en uno mismo
Además de efectuar ciertos cambios en nuestra forma de relacionarnos con los
niños, tal y como te acabamos de exponer, los padres también tenemos a
nuestra disposición diferentes recursos educativos que nos ayudan
a fomentar la autoestima en nuestros hijos.

Existen distintos cuentos y juegos con los que los niños pueden comprender


qué significa la palabra 'autoestima', pero también pueden reflexionar sobre si
ellos mismos tienen un buen autoconcepto o pueden ver ejemplificados en los
personajes de las historias comportamientos y actitudes deseables o
reprobables.
Las posibilidades son casi infinitas y siempre debemos adaptarlas a la edad y
capacidades de nuestros hijos para que resulten realmente efectivas. En
cualquier caso, a continuación te proponemos algunas dinámicas que os
podrían ser de utilidad.

- El frasco de la felicidad


Debes conseguir un frasco, bote o caja que tengas por casa y un folio. Cada
día, debéis escribir en un trozo de papel un mensaje bonito para alguien de la
familia, una cita célebre llena de motivación, un recuerdo agradable que hayáis
compartido... Se puede escribir cualquier mensaje bonito y positivo.

A continuación, se dobla el papel y se introduce en el recipiente. Una vez al


día, a la semana o al mes (según cómo de ocupada esté vuestra agenda),
podéis ir sacando del frasco de la felicidad estos mensajes y leyéndolos en voz
alta. ¡Seguro que os llenan de alegría!

- El baúl del tesoro


Este juego está pensado para que los niños reflexionen sobre lo especiales e
importantes que ellos mismos son. En una caja, metemos un espejo y, al
entregársela para que la abran, debemos decirles: 'En esta caja está metido el
mayor de los tesoros del mundo, ¿sabes qué es?' Una vez que vea el
contenido de la caja podréis charlar sobre que cada uno somos únicos.

- Las notas adhesivas de la buena autoestima


Esta dinámica es tan sencilla como llenar nuestra casa de notas adhesivas
con frases positivas llenas de motivación y mensajes bonitos. Cada vez que las
leáis, os llenaréis de buena energía.

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