Un formalista ruso que introdujo el término de Ostranenie, o desautomatización, que es el proceso que consiste en darle una nueva percepción al mundo y los objetos que nos rodean a través de la sensibilidad del arte. Volver a ver los objetos aislados de su ámbito cotidiano, separarlos como singulares y liberarlos de ese automatismo. La finalidad del arte es dar una sensación del objeto como visión y no como reconocimiento. Menciona dos procedimientos fundamentales que logran la desautomatización de la palabra: Singularización: proceso por el cual no se llama al objeto por su nombre, sino que se lo describe como si se lo viera por primera vez. Oscurecimiento: proceso para aumentar la dificultad y la duración de la percepción. Una lengua difícil, oscura, llena de obstáculos para lograrlo. Ambos están destinados a extrañar la palabra en su ámbito, en su contexto, para exigir un mayor trabajo de percepción. La literaturidad de Jonathan Culler: Culler se plantea la pregunta sobre qué hace que un texto sea literatura. Afirma que no se ha llegado a una definición satisfactoria de la literaturidad, ya que no se dispone de verdaderos criterios que distingan una estructura verbal literaria de una que no lo es. La pregunta sobre la especificidad de la literatura (y por lo tanto de la literaturidad) es planteada por primera vez por los formalistas rusos, un grupo de jóvenes lingüistas a finales del siglo XIX, con la finalidad de promover métodos de análisis que permitieran avanzar hacia la comprensión de ese objeto, dejando de lado métodos que no consideraban la naturaleza del mismo. Entonces se podría decir que esta pregunta sirve para atraer la atención hacia las estructuras propias y esenciales de los textos literarios (y que no lo serian en otras obras). Esto es, concentrar la atención en el empleo de algunas estrategias verbales. Podemos distinguir así, tres rasgos fundamentales: Los procedimientos o puesta de manifiesto del lenguaje para que el lector no reciba el texto como un simple medio de comunicar un mensaje, y se produzca la desautomatización del lenguaje. Esto se provoca a través de los procedimientos de la lengua poética como la rima, aliteración, hipérbaton, etc. La dependencia del texto respecto de las convenciones y sus vínculos con otros textos de la tradición literaria. Toda obra literaria se crea en modelo y oposición con otras, se ven influenciadas. Están determinadas por obras literarias preexistentes. O sea que el autor se va a rebelar contra un cierto movimiento o tradición o va a seguirla y podremos apreciarla en su obra. La perspectiva de integración de los elementos y los materiales utilizados en un texto. Es decir, el modo en el que se integran estos procedimientos y los textos que influencian al texto literario. Existen tres niveles de integración: 1) La integración de las estructuras o de las relaciones que en otros discursos no tienen función alguna, haciendo funcionar la capacidad del lenguaje para producir pensamiento. En resumen, la producción de efectos semánticos y temáticos mediante estructuras formales. Que una oración tenga significado/ sentido propio. 2) La convención por la cual la obra literaria ha de ser un todo orgánico. La labor de interpretación consista en buscar y demostrar esta unidad es una de las nociones fundamentales de la literaturidad. Lo esencial es que se suponga que esta unidad y engendre un esfuerzo para percibir cómo un momento o un elemento del texto puede relacionarse con otros, transformarlos, incluso oponerlos, y crear una estructura de conjunto. 3) La literatura como discurso autoreflexivo. La obra en relación con los procedimientos y las convenciones, con los géneros literarios, con los códigos y modelos por los que la literatura permite a los lectores interpretar el mundo. Como hace referencia a otras obras por ej. Podemos observar estos rasgos y los niveles de integración de estos en la forma de escribir de los autores, el uso de los distintos procedimientos de la lengua poética, las referencias o inspiraciones en otros autores de su movimiento o de otros, la forma de referirse a distintas cosas empleando un lenguaje refinado o tal vez cotidiano, pero embelleciéndolo al disponer de él de una forma distinta. Además, Culler retoma el concepto de desautomatización de Shklovski, afirmando que existen maneras de hacer perceptible el lenguaje, de modo que el lector no reciba el texto como un medio transparente de comunicar algo, sino que se vea involucrado por la materialidad de su construcción. La imagen literaria pretende crear una percepción nueva colocando al objeto en una perspectiva insólita, volviéndolo singular a través de la tematización del lenguaje, y la puesta de manifiesto de los procedimientos de la representación.
Crítica de la crítica- El lenguaje poético de Todorov.
Retoma a Jakubinski y sus bases de la definición del lenguaje poético: Debemos clasificar los fenómenos lingüísticos según el objetivo del emisor: Si los utiliza con fines prácticos de comunicación se trata del sistema de lenguaje práctico. Cuando el objetivo practico retrocede al segundo plano y las representaciones lingüísticas adquieren un valor autónomo, podemos pensar en otros sistemas lingüísticos como el del lenguaje poético. Agrega a estas definiciones dos conceptos: Lenguaje HETEROTELICO: el lenguaje practico encuentra su justificación fuera de sí mismo, en la transmisión del pensamiento o en la comunicación interhumana, es un medio y no un fin. Lenguaje AUTOTELICO: el lenguaje poético encuentra su justificación en sí mismo, es su propio fin y no un medio. Además, también retoma a Shklovski quien traduce la idea de autotelismo poético en términos de percepción: el lenguaje poético se distingue del lenguaje prosaico por el carácter sensible de su construcción. La imagen poética es un medio para intensificar la impresión. La finalidad no es la de aproximar su significado a nuestro entendimiento, sino la de crear una percepción particular del objeto, crear su “visión” y no su “reconocimiento”.
El problema de la lengua poética de Tinianov.
El ritmo como factor constructivo del verso: El estudio del arte verbal presenta dos dificultades: la primera se debe a que el objeto de estudio (la palabra) está tan unido a nuestra vida cotidiana, que muchas veces se pierde de vista que hay momentos de diverso valor que dependen de su función. La segunda dificultad tiene que ver con el factor constructivo, que se cree estático pero que en realidad es un todo dinámico. ¿Qué es un factor constructivo? Es el elemento que rige en la construcción de la obra, ejerciendo una función dominante sobre el resto de los elementos que la conforman. El verso nunca podría prescindir del ritmo, ya que este es su factor constructivo. Por lo que el ritmo es el que obliga a los demás factores a subordinarse a él, quedando no anulados sino más bien deformados. Esta es la principal diferencia entre verso y prosa, ya que en la prosa el factor constructivo es el sentido. Esto habilita una nueva concepción formalista de la obra literaria: ya no como “suma de procedimientos” sino que cada procedimiento es ahora analizado en base a sus funciones y su interacción con otros elementos de la obra artística. Introduce distintos términos: Equivalente de texto: elementos extra verbales que sustituyen al texto, lo reemplazan y aparecen como signo de algo que no está, son elementos gráficos. No significan un debilitamiento, ni una rebaja, ni un descanso en el proceso de la forma en desarrollo, sino, por el contrario, presión, refuerzo. Muestran que el enfoque acústico sonoro no agota el verso y que el material puede constituir un signo de principio constructivo. Metro: es fundamental para concluir el ritmo. El principio del metro consiste en la agrupación dinámica del material discursivo según un indicio acentual. Un rasgo que se produce dentro de la métrica de un poema es el ENCABALGAMIENTO, la no coincidencia de los grupos rítmicos con los sintáctico-semánticos. La linealidad sintáctica queda “a caballo” o entre dos versos diferentes. El encabalgamiento genera ritmo, y determina la forma en que percibimos y leemos un poema. Por otra parte, un poema puede funcionar como sistema métrico, con versos de la misma medida y rimas definidas. Cuando los versos tienen diferentes medidas podemos hablar de un impulso métrico, lo cual significa que a pesar de que los metros no sean iguales hay cierta homogeneidad que los agrupa. Rima: como factor de ritmo, observa dos momentos: el momento progresivo (primer miembro rimado) y el momento regresivo (segundo miembro rimado). Esto significa que, para completar una rima, debemos avanzar y retroceder en el texto, en consecuencia, el mismo se va completando como un todo. Una rima puede ser consonante (coinciden vocales y consonantes) o puede ser asonante (coincide solo vocales). El ritmo, a su vez, está compuesto por diferentes factores: 1) La unidad de la serie en el verso, la obra por su ritmo siempre es una unidad, un conjunto; 2) la compacidad (de compacto) de la serie en el verso, se relaciona con la conexión entre las palabras de ese conjunto, que sus elementos se hallan unidos, en una relación directa entre sí; (la rima muestra esto, une conceptos, te hace volver atrás; otra es el encabalgamiento, aliteraciones); 3) la dinamización del material discursivo (tiene que ver con los indicios) que apunta al modo en que el verso hace significar las palabras de otro modo y potencia el material verbal y el lenguaje; y, por último, 4) la sucesión del material discursivo, da cuenta de la disposición consecutiva del mismo. El sentido de la palabra poética: Intenta mostrar es que el sentido es formal, no hay un sentido separado de la obra, sino que éste siempre se construye formalmente. Y que, la palabra no tiene sentido único. El poema crea una “semántica imaginaria” que surge por la proximidad y la contaminación de las palabras entre sí. Los factores del ritmo son fundamentales para pensar las distinciones entre “indicios fundamentales” e “indicios secundarios” de significado que tienen las palabras en un verso. Por efecto del ritmo el significado de las palabras se modifica, se altera, se transforma y se potencia en el espacio del poema. La palabra en sí, fuera de la oración, no existe. Solo se halla bajo condiciones en comparación de otras palabras en una oración. Una misma palabra se puede encontrar en diversas oraciones, y con distintos significados. Esto es posible gracias a: el indicio fundamental del significado (también conocido como la presencia de la categoría de la unidad léxica), que son los (distintos) significados de diccionario de una palabra; y los indicios secundarios que son los sentidos que provoca una palabra, que no están en su indicio fundamental, que puede ser individual, subjetivo, una palabra puede tener una connotación emotiva o sentimental para un lector y/o el autor, o también puede ser histórico, por la importancia que tiene la palabra en un contexto determinado. Además, existen también los indicios fluctuantes, que aparecen en el contexto del poema, según el orden y uso de las palabras (ubicación, relación y organización rítmica) dado por el autor. Aparece determinado por los factores del ritmo. Es “fluctuante” porque es inestable, depende de la organización del poema. En algunas ocasiones el indicio fluctuante desplaza por completo el indicio fundamental. El poema tiene la capacidad de actualizar al mismo tiempo los diferentes sentidos de una palabra. “La serie rítmica del verso está constituida por todo un sistema de circunstancias que influyen de manera particular sobre los indicios fundamentales y secundarios de significados y sobre la aparición de indicios fluctuantes.”. Toda serie constituida por un verso resalta, intensifica sus fronteras. Algunas circunstancias pueden ser: el carácter estrófico de la poesía (en la que la fuerza de la división se incrementa) o la aparición de encabalgamientos. El verso libre es también un sistema variable con respecto a la semántica: al destacar unas palabras, disimulando y juntando otras, redistribuye el peso semántico de la oración. Procedimientos de la lengua poética: Metáfora: Traslación del sentido recto de una voz a otro figurado, en virtud de una comparación tácita. Ejemplo: “Soñar con los ojos abiertos”
Metonimia: Uso de términos diferentes (que tienen algún tipo de relación
semántica) para referirse a “x” palabra con un término ya definido. Ejemplo: “Hagamos un punto y aparte”
Sinécdoque: consiste en la designación de una cosa con el nombre de otra.
En este sentido, opera de manera parecida a la metonimia. Específicamente, la sinécdoque se aplica en los siguientes casos para designar: El todo por la parte: “El país tuvo una actuación encomiable en la Asamblea General de las Naciones Unidas”, en lugar de “La delegación diplomática del país tuvo una actuación encomiable en la Asamblea General de las Naciones Unidas” La parte por el todo: “En su casa tiene cuatro bocas que alimentar”, antes que “en su casa tiene cuatro personas que alimentar”. La especie por el género: “El hombre se destruye a sí mismo con las guerras”, en vez de decir: “el ser humano se destruye a sí mismo con las guerras”. El género por la especie: “Montó a la bestia con gran autoridad”, en lugar de “montó al caballo con gran autoridad. La cosa por el material de que está hecha: “Sabía blandir el acero como un maestro” en vez de “sabía blandir la espada como un maestro”.
Anáfora: consiste en la repetición intencionada de palabras al comienzo de
frases o versos generalmente consecutivos. Si se repite al final es epifora Ej: ¡Oh noche que guiaste! ¡oh noche amable más que la alborada! ¡oh noche que juntaste!
Oxímoron: Figura en el que el adjetivo contradice al sustantivo o el
predicado al sujeto. Ejemplos: alegre tristeza, música callada. Aliteración: consiste en la repetición de sonidos presentes en palabras contiguas o próximas. La Aliteración tiene la virtud de captar la atención y provocar un efecto de musicalidad y sonoridad. Ej: Tres tristes tigres comían trigo en un trigal → repetición de [t] y [r]
Encabalgamiento: consiste en no terminar las frases al final del verso sino
en el siguiente. La parte de la frase que queda en el verso que le corresponde es el encabalgante y la parte que pasa al verso siguiente es el encabalgado.
Polisíndeton: consiste en la utilización de conjunciones innecesarias dentro
de la oración. Tiene la función de disminuir el ritmo para enfatizar las palabras expuestas y dotar de mayor intensidad a la expresión Ej: Porque es pura y es blanca y es graciosa y es leve como un rayo de luna
Paralelismo: consiste en la repetición de una misma estructura gramatical.
ej: Errado lleva el camino errada lleva la guía.
Quiasmo: es una figura retórica que consiste en la repetición de una
estructura sintáctica donde los elementos que se repiten primero aparecen en un orden y luego en el otro. Ej: Frutales cargados, dorados trigales. (primero sustantivo y luego adjetivo, luego primero adjetivo y después sustantivo)
El Retruécano: consiste en repetir una frase en sentido inverso. Consiste
en la repetición de estructuras y palabras Ej: Se debe trabajar para vivir, no vivir para trabajar
Hipérbaton: consiste en alterar el orden lógico de las palabras de una
oración: Ej: Volverán las golondrinas en tu balcón sus nidos a colgar → Lo lógico sería: "Las golondrinas volverán a colgar sus nidos en tu balcón". (muy utilizado en el barroco del siglo XV)
Hipérbole: se sustituye un término por otro que representa exageración.