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Turismo sostenible

Comencemos con un breve y sencillo repaso histórico de los acontecimientos


más relevantes que desembocan en el cuestionamiento de la forma de producir y
en la aparición del concepto de turismo sostenible.

El cuestionamiento de la forma en que se desarrolla el turismo se corresponde


con la evolución general para el conjunto de las actividades económicas.
Debemos destacar a Krippendorf (1975), quien critica algunos desarrollos
turísticos y exige una mayor sensibilización sobre los daños que provoca el
turismo en los entornos en que se desarrolla.

1. Desarrollo sostenible y turismo sostenible

En la segunda mitad de los años ochenta, aparecen los términos sostenibilidad y


desarrollo sostenible. La Comisión Bruntdland (1987) definió desarrollo sostenible
como aquel desarrollo que cubre las necesidades del presente sin comprometer
la capacidad de las generaciones futuras para cubrir las suyas.

El World Conservation Union (IUCN) define el desarrollo sostenible como “el


proceso que permite el desarrollo sin degradar o agotar los recursos que lo hacen
posible”. De esta definición se desprende una pauta de comportamiento, es decir,
la sostenibilidad se conseguirá utilizando más intensamente aquellos recursos
que son renovables o desviando el uso desde los recursos que se regeneran más
lentamente hacia los que lo hacen más rápidamente.

A partir de esta definición, se aplica la idea de desarrollo sostenible en turismo:


“El desarrollo del turismo sostenible cubre las necesidades de los turistas actuales
y de las regiones receptoras mientras se protegen y refuerzan las oportunidades
para el futuro. Se prevé que sea posible la gestión de todos los recursos de
manera que las necesidades económicas, sociales y estéticas puedan
satisfacerse sin perder la integridad cultural, los procesos ecológicos esenciales,
la diversidad biológica y el sistema de apoyo de la vida.” Earth Council (1995).
Agenda 21 for tourism industry. WTO, WTTC.

Si bien el concepto de sosteniblidad aparece generalmente vinculado al


medioambiente, no hay que olvidar que constituye un concepto global que
considera, además del medioambiente, los aspectos económicos y
socioculturales.

Los principios del desarrollo turístico sostenible son:

1) Sostenibilidad económica: garantiza que el desarrollo económico es


equitativo y eficiente, y que los recursos son gestionados de forma que
pueden apoyar a futuras generaciones.
2) Sostenibilidad sociocultural: garantiza que el desarrollo aumenta el
control de la gente sobre sus vidas y es compatible con su cultura y
valores, y mantiene y refuerza la identidad de la comunidad.

3) Sostenibilidad medioambiental: garantiza que el desarrollo es compatible


con el mantenimiento de los procesos esenciales, la diversidad biológica y
los recursos biológicos.

Los agentes implicados en la actividad turística son diversos; entre ellos, destacan
la autoridad pública, el sector privado turístico, la comunidad local y los grupos
medioambientalistas o ecologistas. Respecto a las relaciones que se establecen
entre ellos, debemos destacar diferencias notables entre lo que podemos
denominar “viejo estilo” y la forma como se relacionan dentro del esquema del
turismo sostenible. Mientras que en el viejo estilo, las relaciones, negociaciones,
etc., se establecían básicamente entre grupos, pero sin la idea de totalidad entre
todos ellos (por ejemplo, el sector público y el privado; el sector público y la
comunidad local; etc.), en el nuevo esquema predomina la idea de interrelación
de todos los agentes participantes, de todos aquellos que de una manera u otra
están implicados en la actividad turística. El objetivo no es sólo implicar a todos
los agentes, sino alcanzar el acuerdo o consenso sobre las líneas de actuación
que debe seguir la actividad turística. Podemos afirmar que este esquema
favorece la aproximación entre los agentes y profundiza en los mecanismos
democráticos.

La Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible estableció como objetivo global


del desarrollo sostenible:

1) En el ámbito social, la erradicación de la pobreza.

2) En el ámbito económico, cambiar los patrones no sostenibles de


consumo y de producción.

3) En el ámbito medioambiental, gestionar de manera sostenible los


recursos naturales para el desarrollo.

Así, el turismo sostenible constituye un modelo de desarrollo que pretende (OMT,


1998):

a) Mejorar la calidad de vida de la población local, es decir, de la gente que


vive y trabaja en el destino.

b) Proveer mayor calidad de experiencia para el visitante.

c) Mantener la calidad del medio ambiente, del que la población local y los
visitantes dependen.
d) Conseguir mayores niveles de rentabilidad económica de la actividad
turística para los residentes locales.

e) Asegurar la obtención de beneficios por parte de los empresarios


turísticos.

Es decir, debe procurarse que el negocio turístico sustentable sea rentable; de lo


contrario, los empresarios olvidarán el compromiso de sustentabilidad y alterarán
el equilibrio.

2. Capacidad de carga

La definición de turismo sostenible es indudablemente vaga. Apunta hacia un


comportamiento, pero no dice nada de cómo conseguirlo. Sin embargo, la idea de
no agotar los recursos exige su conservación y esto sólo puede hacerse limitando
o, en un caso extremo, prohibiendo.

El concepto de capacidad de carga está, pues, estrechamente relacionado con la


idea de la sostenibilidad.

La capacidad de carga sugiere que los destinos tienen límites en el volumen e


intensidad de desarrollo turístico que un área determinada puede soportar antes
de que los daños sean irreparables.

Siguiendo a Holloway (1985), podemos distinguir los siguientes aspectos:

a) Capacidad de carga social: nivel de actividad turística por encima del


cual se produce una reacción negativa en la población local.

b) Capacidad de carga del turista: número máximo de turistas que un área


puede acomodar sin iniciar un declive en la percepción general del atractivo
del área.

c) Capacidad de carga ecológica: número máximo de turistas que un área


puede absorber sin que se produzca un declive ecológico.

d) Capacidad de carga económica: nivel de actividad económica compatible


con el equilibrio entre los beneficios económicos que proporciona el turismo
y los impactos negativos que genera.

Debemos considerar también los factores que condicionan la capacidad de carga,


es decir, que contribuyen a determinar los límites de la actividad turística desde
una perspectiva sustentable (Williams y Gill, 1994):

a) Factores físicos: alojamiento, territorio disponible, agua (suministro),


capacidad de recogida de basuras, acceso (transporte).
b) Sistemas ecológicos: fauna, vegetación, agua, aire, terrenos.

c) Experiencia del visitante: volumen, comportamiento, nivel del servicio,


grado de acogida, expectativas.

d) Experiencia de los residentes: privacidad/acceso, grado de implicación,


beneficiarios, comportamiento de los turistas.

e) Factores económicos: inversiones, tecnología, gasto turístico, costes de


mano de obra, coste de vida.

f) Factores administrativos y políticos: capacidad, competencias,


prioridades, objetivos.

3. Del turismo sostenible al turismo responsable

En los últimos años se está hablando del turismo responsable. Este término
resulta, de entrada, algo confuso porque carecemos de una definición aceptada
universalmente. Para la mayoría de autores, el énfasis a la hora de definirlo debe
establecerse en la “responsabilidad”. Desde esta perspectiva, cualquier tipo de
turismo debe ser responsable, ya sea en espacios masificados o en pequeñas
comunidades indígenas.

El concepto de sostenibilidad, tal y como se ha venido desarrollando, establecía el


énfasis de la actuación en el destino turístico. En consecuencia, la responsabilidad
recaía principalmente en administraciones públicas, empresas y población
residente. La visión que predomina es la de un turista que “busca” destinos con
calidad medioambiental y poco degradados. La idea de responsabilidad extiende
al comportamiento del turista la responsabilidad sobre la sustentabilidad del
destino.

En las últimas décadas hay que destacar los siguientes rasgos respecto a la
evolución del turismo (UNEP, Conservation International):

• Los segmentos de más rápido crecimiento dentro de la industria turística


han sido el turismo de aventura y el de naturaleza.

• Donde mayor expansión ha tenido el turismo ha sido precisamente en los


espacios de mayor riqueza en biodiversidad y más frágiles.

• En algunos de los países en vías de desarrollo, en que está cada vez más
presente la industria turística, la biodiversidad es el principal atractivo
turístico.

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