Вы находитесь на странице: 1из 6

¿Qué es la lingüística antropológica?

Es el estudio de las lenguas humanas a través del desarrollo humano. Esta disciplina cubre
significativamente el campo de la antropología lingüística, que es la rama de la
antropología que estudia el ser humano a través del lenguaje con el que se comunica.
Antes que todo, la antropología lingüística es la idea que uno puede usar los métodos de
lingüística para solucionar problemas antropológicos. Por ejemplo, socialización es el
proceso en que los infantes se someten para hacerse parte de una sociedad, es un tema muy
importante en la antropología. El proceso de socialización sucede a la misma vez que la
adquisición del lenguaje, es decir, los miembros de una sociedad les enseñan a los infantes
la cultura al mismo tiempo que los ensañan hablar. La antropología lingüística estudia esta
interacción compleja entre la formación social y la formación oral, o semántica. Otros
campos de antropología que toman ejemplo de la lingüística son: identidad, espacio social e
ideología.

Objeto de estudio:
Los antropólogos lingüísticos estudian el lenguaje en su contexto social y cultural, en el
espacio y a través del tiempo con el objeto de hacer inferencias acerca de características
universales del lenguaje, de reconstruir lenguas antiguas, de descubrir percepciones y
patrones de pensamiento diversos. El estudio de la variación lingüística en su contexto
social se denomina sociolingüística y permite mostrar cómo el habla refleja diferencias
sociales.
La lingüística descriptiva estudia los sonidos, la gramática y el significado en lenguas
concretas. La lingüística histórica considera la variación del sonido, la gramática y el
vocabulario en el tiempo.
Los antropólogos lingüistas consideran al lenguaje como un conjunto de prácticas que
desempeña un papel esencial en la mediación de aspectos materiales e ideativos de la
existencia humana y, en consecuencia, en la creación de maneras singulares de estar en el
mundo (Duranti, 2000). El lenguaje es examinado a través de los siguientes intereses
antropológicos: la transmisión y reproducción de la cultura, la relación entre los sistemas
culturales y otras formas de organización social, y el papel de las condiciones materiales de
existencia en la comprensión que los individuos tienen del mundo.
Los signos lingüísticos, como representaciones y conexiones del y con el mundo, se
emplean para la construcción de afinidades y diferencias culturales. Las palabras que se
pronuncian en un momento determinado proporcionan, primero a los participantes de la
interacción y luego a los investigadores, un modo de reflexionar sobre el mundo y la
naturaleza de la existencia humana. Mediante el lenguaje encontramos sentido a nuestros
pensamientos y acciones, pero además nos introducimos en un espacio interaccional
construido en parte por los individuos. La traducción de un saludo tradicional chino, hoy ya
en desuso, es “¿ha cenado usted?” o “¿ha comido usted su arroz?” La respuesta
convencional es “sí, he sido tan egoísta”. En este caso, el saludo se refiere al bienestar de la
persona saludada, pero en otras sociedades se expresa el destino inmediato de los
participantes, como ocurre en pan-polinesio: “¿adónde vas?” Estas formas diferentes
plantean la pregunta de si en realidad son meras fórmulas y, en caso positivo, si el
contenido de esos intercambios revela algo acerca de los hablantes que los emplean, sobre
la humanidad en conjunto, etc.

Aportes.
Una de las principales aportaciones de la antropología lingüística es el estudio del lenguaje
como un recurso de la cultura, y del habla como una práctica cultural. Las lenguas son
consideradas no sólo como instrumentos de comunicación y de representación del mundo,
sino también como constructos humanos que son síntoma y parte de las vidas de los
pueblos. El estudio de los usos lingüísticos se centra en el seno de la vida social. De este
modo, se explica el significado que las formas lingüísticas adquieren en los contextos en los
que son empleadas, y permite descubrir patrones interactivos que muestran visiones del
mundo y formas de relación entre los individuos como seres sociales.
Las prácticas comunicativas constituyen parte de la cultura de la vida cotidiana y los
hablantes poseen para ello una herramienta poderosa, el lenguaje. El lenguaje no es sólo un
modo de pensamiento sino, y sobre todo, una práctica cultural, un instrumento social o un
modo de acción que genera nuevas formas de estar en el mundo. Los aspectos del lenguaje
se presentan como un sistema de comunicación que permite las representaciones entre
individuos y en el mismo individuo del orden social, y que contribuyen a que las personas
utilicen estas representaciones para realizar actos sociales constituyentes. Desde la
antropología lingüística, los hablantes se ven como actores sociales, como miembros de
comunidades, cada una de las cuales está articulada como un conjunto de instituciones
sociales, y cuyas expectativas, creencias y valores se encuentran entrecruzadas.
Etnografía.
La antropología lingüística también se caracteriza por el empleo de métodos etnográficos,
aunque dicho empleo no es exclusivo de esta disciplina. Una de las técnicas de recogida de
datos es la tradicional observación participante y el trabajo con hablantes nativos. La
integración de la etnografía es una de las características que los antropólogos lingüistas
incorporan para el estudio de las formas lingüísticas en tanto elementos que forman parte de
la vida social. La etnografía es la descripción escrita de la organización social, las
actividades, los recursos, etc. de un grupo particular de individuos. Para llevar a cabo tal
descripción es necesario participar de la vida social de la comunidad. Esta participación
implica la objetividad del investigador, pero también una identificación con los miembros
de la comunidad para así poder obtener una visión más directa e interna. Los etnógrafos
llevan a cabo la observación de una comunidad específica participando en los eventos
sociales que sean posibles. Para entender los modos de vida de una comunidad es necesario
observar su forma de gritar, comer, reír, hablar, etc., por lo que un etnógrafo tiene que
aprender a mirar y a escuchar. Esta manera de proceder se denomina observación
participante. Hay dos cuestiones principales que los etnógrafos intentan dar respuesta
mediante la recogida de datos: la constitución del orden social de una determinada
comunidad y el sentido que los individuos dan a su forma de vida.
Durante algún tiempo hubo antropólogos, entre ellos Malinowski, que abogaban por una
etnografía que abarcase la totalidad de los aspectos de una comunidad o pueblo
determinado. En cambio, antropólogos contemporáneos mantienen la postura de que un
antropólogo no puede abarcar la cultura de una comunidad en su totalidad, por lo que una
etnografía puede ser desarrollada por investigadores de distintas ramas que se dediquen al
estudio de uno o varios aspectos de acuerdo con su experiencia e intereses teóricos. En el
caso de los antropólogos lingüistas, estos adoptan métodos etnográficos para estudiar los
distintos modos en que la comunidad lingüística se integra como parte de la cultura de los
grupos que estudian. La participación en la vida social de una comunidad proporciona a los
antropólogos lingüistas documentación sobre aspectos como las conductas comunicativas
que tienen lugar en las interacciones (la conversación casual, ceremonias, el canto, etc.) y
entre grupos determinados de individuos (niños, mujeres, sacerdotes, etc.). Sobre la base
del uso lingüístico, los antropólogos lingüistas pueden producir relatos más concisos de la
estructura lingüística y del uso por medio de la selección y clasificación de los eventos
sociales que los antropólogos culturales podían obtener. La colaboración con otros
investigadores evita la comprensión restrictiva de la vida social de una comunidad.
Lingüistas y antropólogos lingüistas.
Como ya se ha comentado en parágrafos anteriores, los antropólogos lingüistas se
establecen en una comunidad de hablantes para llevar a cabo la descripción de su lengua.
No es tarea exclusiva de éstos, ya que es compartida por otros investigadores: los lingüistas.
Una de las diferencias entre lingüistas y antropólogos lingüistas es el método de trabajo de
campo que emplean. Hay lingüistas que principalmente están interesados en la gramática de
los hablantes de una comunidad y el motivo de trasladarse a esa comunidad es poder tener
acceso a hablantes de diferentes características (edad, género y condición social). En el
caso de los antropólogos lingüistas, las formas de documentación (grabaciones
audiovisuales de las interacciones cotidianas, etc.) se complementan con la observación
participante y otras técnicas para el trabajo de campo, que tienen como objetivo el estudio
de la competencia oral, entre otros. Con estas técnicas, los antropólogos lingüistas intentan
revelar la existencia de prácticas orales locales, al igual que la conceptualización local de
dichas prácticas y del lugar que ocupan en la organización social de la comunidad. Datos
como por ejemplo los rasgos y significados culturales que unos hablantes entienden como
ritual frente al habla cotidiana, la distribución espacial de los usos del lenguaje o el papel de
la socialización lingüística en la configuración de la mente, entre otros, son los que un
antropólogo lingüista persigue y los que le permiten determinar que un determinado grupo
social sea considerado como comunidad.
Introducción a la lingüística.

Doris Vargas prentt.

Tema: lingüística antropológica.

Presentado por:

Andrea manga.

David Ariza.
Introducción:
El presente trabajo trata sobre todo lo relacionado con la lingüística antropológica y la
influencia de esta en el pensamiento humano, resaltaremos los aspectos más necesarios para
abordar el tema con el fin de lograr un mayor entendimiento de este, sirviendo como la base
clave de apoyo para la exposición que se llevara a cabo.

Вам также может понравиться