Pontificia Universidad Javeriana

Facultad de Teología
Materia: Mariología
Profesora: Socorro Vivas
Alumnos: Elie Yoda, SJ; Simón Martínez, SJ; Emanuel Vega, SJ.
3 de julio de 2020

UNA PROPUESTA MARIOLÓGICA RELACIONAL

OBJETIVO
Repensar cómo nos relacionamos con María (lógicas relacionales malsanas y sanas), qué
perfil de María podemos esbozar desde el análisis de algunas obras de arte latinoamericanas
y cómo su imagen puede ser modelo para todo creyente y ejercer transformación en ellos.
PÚBLICO
Jóvenes universitarios.
MODALIDAD
Presentación Prezi.
OBSERVACIÓN
En este documento sólo pondremos los datos más relevantes del trabajo; en el Prezi se
pueden encontrar algunas conclusiones y observaciones añadidas.
Alumnos
- Elie Yoda, SJ
- Simón Martínez, SJ
- Emanuel Vega, SJ

UNA PROPUESTA MARIOLÓGICA RELACIONAL

Introducción
A través de una presentación en Prezi dirigida a un «público juvenil y
universitario», pretendemos brindar una serie de observaciones, criterios y líneas de
reflexión en torno a la imagen de María partiendo de la experiencia del Pueblo
Latinoamericano. Esta presentación Prezi constará de imágenes, textos y preguntas que
buscarán interpelar al joven universitario en vistas a cuestionar la imagen que han heredado
de María, redescubrir junto con ellos una María humana y cercana, para así poder asimilarla
en su fe como «llena de la gracia de Dios» y «modelo creyente».
Esta presentación en Prezi, cuyo contenido presentamos en este documento, consta
de tres partes:
1. En la primera parte se expondrá, a grandes rasgos, las lógicas de relacionalidad
que se aprecian con frecuencia en el vínculo entre el Pueblo de Dios y María:
lógicas transaccionales, lógicas de dominio, lógicas totémicas. Se propondrá,
también, una lógica relacional basada en el «encuentro amoroso» como

1
 posibilitadora de un potencial cambio y transformación del creyente por la
gracia de Dios desbordada por María.
2. En la segunda parte se ilustrará, a través del análisis de diversas iconografías
latinoamericanas, una propuesta de imagen de María como «compañera de
camino» y «miembro eminente de la comunidad creyente». En este punto se
pretende abordad el lado humano de María y su relevancia en el Pueblo
cristiano. Antes de abordar estas cuestiones se les pedirá a los jóvenes que
compartan las imágenes de María que conocen, a fin de hacer un breve análisis
de ellas -momento experiencial.
3. En la tercera parte se abordará la imagen de María como «modelo de creyente»,
«modelo de seguimiento» y «modelo de persona configurada con Cristo» que
nos envía a «comunicar a Dios y su Reino». Este punto buscar proponer una
imagen más universal de María, más allá de nuestra idiosincrasia y rasgos
propios de nuestros Pueblos Latinoamericanos.
A continuación, presentaremos el contenido detallado de cada una de las secciones
que presentamos con anterioridad.
A. Mariología relacional
a. Introducción
Este apartado busca responder a la pregunta, ¿es posible que la fe en María
performe la vida del creyente? Es decir, ¿la devoción popular a María es capaz de
enriquecer la vida espiritual de la gente y de transformar sus actitudes y valores? Para ello,
comenzaremos por poner sobre el tapete aquellas lógicas relacionales malsanas que
advertimos en la relación entre el pueblo creyente y su devoción a María. Luego,
ofreceremos una lógica relacional basada en el amor y encuentro como superadora de la
lógica anterior. Finalmente, señalaremos porqué consideramos que el vínculo con María, la
llena de gracia puede transformarnos a imagen de su Hijo.
b. Estado de la cuestión relacional
La devoción mariana es un elemento característico de la cultura e idiosincrasia de
nuestro Pueblo Latinoamericano. No es extraño que, por más que crucemos las fronteras de
nuestras propias naciones, nos encontremos con diversas advocaciones -según los lugares,
los tiempos y las personas-, con diversos santuarios marianos, con fechas específicas en las

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cuales se realizan procesiones, con grutas y ermitas en donde -en medio de barriadas, villas,
invasiones, etc.- el pueblo sencillo venera a su Madre.
No obstante, esta veneración a veces genera dinámicas relaciones malsanas que,
lejos de acercar al Pueblo a Dios, lo aleja, instalando y asentando en ellos paradigmas de
dominación, transaccionales, totémicos, etc., que retrasa la maduración en la fe. Estas
dinámicas relacionales ponen freno al despliegue y desborde de la gracia de Dios en
nosotros.
c. Lógicas malsanas
En este punto queremos describir tres lógicas malsanas que regulan y parametrizan,
en muchos casos, la relación del Pueblo creyente con su devoción a María. Lo característico
de estas lógicas es que no permiten un encuentro genuino con María como alteridad radical,
como «llena de gracia» con potencial transformador de nuestro mundo de valores y
relaciones.
- Lógica transaccional
No es extraño que en la devoción popular nos encontremos con una multitud de
acciones que ofrece el pueblo creyente como «sacrificio» para obtener un determinado
«bien». Por ejemplo, no es extraño encontrarnos con creyentes que realizarán alguna
peregrinación por la curación de un ser querido. Esta lógica transaccional, mercantil, se rige
bajo la noción del «yo te doy/tu me das». Esta lógica tiene su fundamento en una
comprensión mágica de la devoción mariana, mediante la cual se puede controlar la
voluntad divina con acciones propias. Esto niega la alteridad radical de Dios, de María.
- Lógica de domino infantil
Esta lógica se encuentra en íntima relación con la anteriormente mencionada. Los
sujetos creen que, a través de determinadas acciones y proposiciones pueden mover a
capricho el curso natural de las cosas. Hay una toma de poder sobre lo sagrado (en este
caso, María) a través de rezos, actos, ritos, etc. Esta dinámica devela una suerte de
omnipotencia infantil y narcisismo que, al verse truncado, se proyecta en el objeto de
devoción.
- Lógica totémica

3
 Podemos encontrarnos también en la fe popular acciones que buscan aplacar
posibles castigos o males que pudiera acarrearle María como objeto de devoción. María se
eleva, en estos casos, a la altura de una «diosa» que reclama sacrificios o que demanda una
relación exclusiva. Esta lógica atenta contra el lugar que a María le corresponde en la
historia de la salvación como «Madre de Jesús».
d. Una lógica relacional madura
¿Por qué en muchos casos la relación personal con María no logra transformar el
universo de valores de los creyentes? ¿Por qué esa fe a veces no se traduce en obras que
sean signo y expresión del Reino de Dios en la historia? La respuesta a esta pregunta se
encuentra en el «modo» en como el creyente se vincula con María; un «modo» que suele
«cosificar» el misterio de la Madre de Dios; un «modo» que anula la alteridad de la «llena
de gracia»; un «modo» que subsume a María a una mera aseguradora de nuestros caprichos,
a una mera demandadora de sacrificios fútiles, a una mera mercader de gracia.
Entonces, ¿cómo podemos derribar estas lógicas malsanas? En primer lugar,
redescubriendo la imagen de María como humana, mujer, como mamá de Jesús y llena de
gracia de Dios. Redescubrirla como aquella que se ha entregado totalmente a Dios, como
aquella que es radical apertura a Dios y su gracia. En segundo lugar, entablando una
relación con ella que parta del «encuentro sincero y amoroso». Para que una relación se
encuentra fundada en una lógica relacional madura es preciso que se cumplan, al menos,
tres elementos: a) que se respete la debida alteridad: María -como resucitada en Dios- es
una persona y, como tal, no se la puede objetivar o reducir a nuestros esquemas. Todo tipo
de relación que pretende doblegar al otro y no darle lugar, espacio, es una relación de
dominación. Sólo se puede entrar en relación con alguien distinto de uno mismo,
radicalmente distinto en tanto que, como otro, es un misterio. El otro, para ser tal, no puede
quedar subsumido al «régimen del yo»; ante la radical alteridad del otro ocurre el «silencio
del yo»; b) que busque proximidad: sólo a través del encuentro sostenido a través del
tiempo se puede construir una relación basada en el amor. Este encuentro demanda una
cierta proximidad de los sujetos, es decir, un cierto darse y recibirse de manera recíproca.
María, llena de gracia y resucitada en Dios, se nos da, se nos brinda toda ella para el
encuentro; nosotros, también debemos acercarnos a ella con todo lo que somos, y dejarnos
acoger, sostener, transformar por su presencia; c) que se exprese en fecundidad: toda

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verdadera relación de amor transforma a los sujetos «en la línea del amor». Esta
transformación en el amor, necesariamente se expresa en plenitud de vida para los sujetos
vinculados por el amor y para todos aquellos que entran en relación con ellos: el modo de
ser, estar y actuar en el mundo necesariamente se ve transformada bajo un nuevo universo
de valores que tiene al amor como fundamento.
e. La llena de gracia
El ser humano es en plenitud en la medida en que participa de la vida intradivina de
Dios. Desde siempre, Dios ha concedido su «gracia» como desborde amoroso de sí mismo
para atraer a los hombres y mujeres con «lazos de amor» y, así, hacerlos partícipes de su
divinidad. María, como hemos dicho, es aquella que se ha entregado total y radicalmente al
amor de Dios a través de su «sí»; ella es total apertura a la divinidad y, desde esta apertura
relacional ha configurado totalmente su ser desde esa relación dialógica.
Además, María por ser de Dios, en Dios y para Dios, y por encontrarse en la
comunión de los santos, puede entrar en relación con nosotros. Y, en virtud de esta relación
que por fe podemos entablar con ella es posible que, a través de ella, Dios nos conceda su
gracia. No podemos comprender a María cabalmente sin aludir a su íntima relación con
Dios, y con su hijo Jesús, por quien ella fue santificada, vivificada, elevada a los cielos. Por
esta gracia que el Señor le concede, podemos aludir a ella como «modelo del creyente»,
«compañera de camino», «madre predilecta del Pueblo de Dios». Temas que
desarrollaremos en los siguientes apartados.
B. María compañera de camino
a. Introducción
La propuesta del trabajo es que los estudiantes presenten sus diversas imágenes
devocionales de María. Luego preguntar: ¿cómo podemos pensar a María como compañera
de camino? En Hechos se le presenta a María como miembro de la comunidad de los
discípulos Hch 1,17. El objetivo de este taller es pasar de una mariolatría a una mariología
que sitúa a María junto al pueblo como aquella que escucha la palabra de Dios y la pone en
práctica Lc 8,21.

5
 b. María con el pueblo
A partir de esta imagen podemos hablar de una mariología eclesiológica, María es
nuestra hermana, un miembro eminente y ejemplar de la comunidad de la fe de la iglesia.1
Por eso, proponemos no poner a María a la par de Jesús como redentora, sino al
lado de la comunidad. María está a la par de los redimidos, es un prototipo de comunión
para los cristianos. Joseph Lebon explica: "María está asociada con la historia salvífica de
Cristo"2, porque ella reconoce la voz de Dios y permite como mujer ser oyente de la palabra
de Dios y llevarla dentro a la práctica.

c. María y los pobres de YHWH

Ver a María como la que pondera todo en su corazón, a María no le resultó fácil su
fe en el salvador, la esperanza mesiánica del pueblo de Dios era muy distinta a la que
proponía Jesús. En la imagen de arriba podemos ver a María como miembro de los pobres
1
Schillebeeckx, María ayer, hoy, mañana, 35
2
Schillebeeckx, María ayer, hoy, mañana, 43

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de YHWH que solo le tienen a Dios. Por eso, la comunidad primitiva alaba a María como
verdadera creyente, en el Magnificat se expresa la devoción de la Iglesia primitiva.
Catharina Halkes dice que “en la aclaración bíblica descubrí a María como la
1°creyente de la nueva alianza"3, una experiencia que según la autora fue una liberación de
tantos prejuicios y de reconocimiento de una verdadera hermana.
María está comprometida con la acción de Dios, es representante de los pobres de
YHWH. Relativiza el poder humano y genera un fuerte sentido de dependencia del hombre
y de apertura a la gracia de Dios. Venerar a María es alabar la fuerza redentora del amor de
Dios y del Espíritu Santo.

d. La escucha y puesta en práctica

En la imagen podemos observar a María como la que está en medio del pueblo
celebrando la Eucaristía. María es un ejemplo de que creer es tener esperanza y hacerse
disponible, como compañera que enseña cómo ser cristianos.
El mensaje de Jesús está dirigido a los humildes marginados que están
representados en la humilde mujer María.
LG 63 explica a la virgen María como tipo de iglesia y modelo de creyente.
Tomando como referencia su presencia como compañera orante de los discípulos Hch 1,19.

3
Halkes, María en mi vida, 87

7
 e. María compañera de liberación
Ver a María como la mujer que nos toma de la mano y conduce al pueblo a la
liberación de las condiciones de vida enajenadora y opresora. María es símbolo de la
liberación de la población pobre y el reclamo contra la alienación
Ver la vida de los cristianos entre el fíat y el magníficat, entre la receptividad y la
alabanza de Dios.

Elizabeth Johnson explica que “en América Latina ven a María como una mujer
pobre de pueblo, comparte la misma esperanza y el mismo lenguaje, ella conoce su lucha y
su sufrimiento. A esta mujer Dios hizo grandes cosas, ella se identifica con lo más pobres
de los pobres, las mujeres de las barrios y pueblos en situaciones de violencia.” 4 María

4
Johnson, Fragmentos en los escombros, 31

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puede ayudarnos a comprender la situación de dolor de nuestros pueblos y ser capaces de

discernir la acción de Dios en estos contextos.
f. Conclusión
Al finalizar las distintas presentaciones, preguntamos a los estudiantes: ¿Cuál es la
imagen de María que más se relaciona con nuestra experiencia diaria?, ¿qué de novedoso
nos queda de esta presentación?, ¿Cuál de todas las imágenes pueden ayudar a responder a
la dignificación de la mujer y de todas las personas?
Finalmente, dejamos la puerta abierta para que cada uno pueda seguir pensando el
modo en que María se nos comunica, se hace compañera de camino y no la encontramos
tan alejada de nosotros y mucho menos endiosarla. Rescatar el objetivo del encuentro y
proponer avanzar en los diversos talleres a fin de enriquecer nuestra experiencia
mariológica.
C. María Modelo de Fe para todos los creyentes
a. Introducción
Hoy en día las imágenes presentadas en la devoción popular han demostrado sus
límites. Es decir, que muchas de estas imágenes no ayudan a los creyentes a profundizar su
fe y vivir una vida coherente con la fe que profesan en estas devociones. María como madre
de Dios es modelo de fe para todos los creyentes porqué ella fue la primera en oír y poner
en prácticas las palabras de Dios. La maternidad de María se comprende a dos niveles,
biológica (significa María es la Madre del Jesús Histórico. Ella dio luz al hijo de Dios),
segundo a nivel de su relación con Cristo “la maternidad de María queda constituida
esencialmente y plenificada por su relación con Cristo, por ser la Madre del Señor
Resucitado, y por ser la primera “creyente” al haber oído y amado la Palabra de Dios (Lc
11, 28) y cumplido la voluntad de Dios (Mc 3, 35). La fe de María, como escucha y puesta
por obra la Palabra, hacen de ella la Madre de Cristo, en el sentido más pleno.” 5 Desde esta
relación singular de María con su Hijo Jesús se desprende una María modelo de fe para
todos los seguidores de Cristo. En efecto, en la devoción popular se encuentra una María,
Madre biológica de Jesús modelo de las mujeres madres y se olvida que la grandeza de

5
Ibíd., 15.

9
María se funda en su fe. Ella es la primera en oír y poner en práctica la palabra de Dios. De
este modo se convirtió en modelo de discípulo de todas las generaciones de la nueva
alianza. María “es la madre de los creyentes, entre los que tenemos la dicha de contarnos
nosotros” 6. ¿cómo María madre de Dios, modelo de fe, primera creyente nos puede ayudar
a ser mejores seres humanos, a crecer en nuestro camino de fe hoy?
b. María modelo de discernimiento
La maternidad divina de María es el resulta de un proceso de discernimiento que
culminó con la elección de aceptar la voluntad de Dios. Jesús es el fruto de este
discernimiento. Es decir, María desde su contexto pudo identificar la presencia de Dios en
su vida. La respuesta de María es signo de una madurez espiritual y de una familiaridad con
Dios. El Espíritu Santo es el grano de mostaza que cayó en una buena tierra y dio frutos en
abundancia. Jesús es este fruto bendito que trae la salvación de los seres humanos. La
anunciación simboliza la capacidad de María en medio de su contexto de oír la voz de Dios
en su corazón y de responder a esta voz con un “si”. Su “sí” expresa su entrega total a Dios,
su compromiso y su fe en Dios. El camino del creyente es el camino de discernimiento
constante. Es decir, es un camino de búsqueda permanente de la voluntad de Dios. Esta
búsqueda depende de la capacidad del creyente de identificar como María la presencia de
Dios en su corazón, de leer los signos de los tiempos. Es decir, en medio de su contexto ser
capaz de escuchar la voz de Dios y decir “si”. María nos enseña que en medio de lo que
hacemos y que somos, el Espíritu está presente. El grano (el Espíritu Santo) de mostaza está
ya sembrado en nuestro corazón y busca un camino para crecer y dar frutos. María nos
abrió el camino y nos ayuda a tomar conciencia de este grano de mostaza presente en
nuestro corazón. Para dar frutos como ella, debemos identificar las acciones del Espíritu en
nuestra vida, sus llamadas y para responder con prontitud debemos tener apertura,
disponibilidad y humildad. La devoción a María tiene sentido si nos lleva a conocer la
voluntad de Dios en nuestra vida y si nos ayuda a cumplir esta voluntad.
c. María modelo de evangelizador
Todos los creyentes están llamados a anunciar la buena noticia. María fue la primera
a llevar esta buena noticia a Isabel. Lo qué María fue a anunciar a su prima es el fruto de su
discernimiento, es su toma de conciencia de su vocación, de su liberación, y de su unción

6
Ibíd., 16.

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como la madre mesiánica. María fue a anunciar la llegada de un año de gracia, de liberación
de los pobres y de sanación de los heridos. Así, ella nos enseña que la buena noticia se debe
compartir con los demás. María a través de su visitación confirma que “Nadie enciende una
lámpara y la pone en un lugar escondido, ni bajo un cajón, sino en alto, para que los que
entran tengan luz.” (Lc 11, 33). María es esta lampara encendida que ilumina el pueblo que
habita en tinieblas. María es la luz que guía todos los que están perdidos hacia su hijo Jesús.
Esto significa cuando el creyente en su búsqueda encuentra Dios, se convierte en
evangelizador. La actitud de María demuestra que la experiencia con Dios lleva al
encuentro con el otro. María nos enseña que la evangelización no es compartir
conocimiento adquirido en los libros, sino que consiste en compartir con los demás su
experiencia de fe, su experiencia de vida con Dios, su experiencia de liberación. La
evangelización es compartir lo que Dios realizo en la vida de uno.
d. María modelo para conocer la identidad de Jesús.
Toda verdadera devoción a María es un camino que lleva a conocer a Jesús
verdadero hombre y Dios. Un conocimiento que nos libera de nuestra esclavitud y no hace
verdadero ser humano y liberador de todas cadenas de esclavitudes en nuestras familias y
sociedad. En efecto, María nos enseña que el conocimiento de su Hijo es gradual y jamás
agotable. María como ser humana aprendió a conocer a su Hijo. Un aprendizaje que pasó
por experiencias de alegrías (anunciación, nacimiento y presentación en el templo) difíciles
(las críticas contra su Hijo, la pasión y muerte) y por incomprensión (la perdida en el
templo), pero ella “guardaba todo en su corazón” (Lc 2, 19) esperando el tiempo kairos (la
resurrección). En medio de estas dificultades, incomprensiones, ella guardó fe y esperanza
en su Hijo. El camino para conocer a Jesús es el de paciencia, fe, esperanza, de silencio, de
meditación y de contemplación.
e. María el modelo de discípulo
Según los evangelios, la base del discipulado es escuchar la palabra de Dios y poner
en prácticas. Partiendo de esta afirmación, y en base a lo que dice los sinópticos sobre el
grupo de los discípulos, podemos afirmar que María a pesar de que los evangelistas no la
presentan en el ministerio publico de Jesús es el modelo perfecto de discípulo. En realidad,

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según Schillebeeckx la afirmación de Jesús según la cuál “He aquí mi madre y mis
hermanos. Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es
mi hermano, y hermana, y madre.” (Mt 12, 49- 50) es una alabanza de Jesús a su madre
como modelo de discípulo no por el vínculo biológico sino por haber puesto en practicas
las palabras de Dios. Lo importante para Jesús aquí es afirmar la coherencia de María en su
practica de fe. Esto la convierte en la primera creyente de la nueva alianza y modelo de
todos los creyentes. María es así, nuestra compañera de camino. Su ejemplo de vida nos
reconforta, motiva a seguir el camino. Por su “sí” podemos creer que podemos también
decir sí y cumplir la voluntad de Dios. Ella es signo de esperanza por todos los creyentes.
D. Bibliografía
- Fischer, María Raquel. "Para una fenomenología de la plegaria", en:
Cuestiones Teológicas. Vol 39. Julio-Diciembre. Medellín: 283-301.
- Gebara, Ivone y Mara Clara L. Binguemer. María, mujer profética.
Cristianismo y sociedad. Madrid: Paulinas, 1999.
- Johnson, Elizabeth. Verdadera hermana nuestra. Teología de María en
comunión con los santos. Ed. Herder. España, 2005.
- López Quintás, Alfonso. “Función pedagógica de la experiencia estética”. En:
Para comprender la experiencia estética y su poder formatico. Ed. Verbo Divino,
Estella (Navarra), 1991, pp. 11- 30.
- Roger, Carl. El proceso de convertirse en persona. Barcelona: Paidós, 1986.
- Peresson, Mario. "Curso de Mariología una perspectiva Latinoamericana:
Liberadora e inculturada". S/D.
- Schillebeeckx, Edward y Catharina, Halkes. Maria: Ayer, Hoy, Mañana. Ed.
Sigueme, Salamanca, 2000.

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