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FUNDACIÓN UNIVERSITARIA CATÓLICA DEL NORTE

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN SOCIALES Y HUMANAS

PROBLEMAS SOCIALES
DESARROLLO ACTIVIDAD GRUPAL
ESTUDIO DE CASO

AUTORES
CLAUDIA MARCELA ALZATE ZAPATA
ANA MARCELA ARCINIEGAS
YUDITH ALEXANDRA MONCADA CUERVO
JEYSON RICARDO LOZANO SUELTA

DOCENTE
SOLANYER LÓPEZ ÁLVAREZ

SANTA ROSA DE OSOS, 23 DE JUNIO DE 2020


CONTENIDO

1. INTRODUCCÓN 3

2. ESTUDIO DE CASO LA CORRUPCIÓN EN COLOMBIA. 4

2.1 ¿Qué está pasando? 4

2.2 ¿Cómo se presenta? 4

2.3 ¿Quiénes son los actores involucrados? 5

2.4 ¿A quiénes está afectando dicho problema? 5

3. ANÁLISIS DE LAS DIMENSIONES ESTRUCTURALES Y FUNCIONALES QUE


OCASIONAL EL PROBLEMA 6

4. REFERENCIAS 9

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1. INTRODUCCIÓN

Mediante este trabajo se busca realizar a través del análisis de caso, metodología que
permite entender todas las variables que influyen en un problema, lo aprendido en el curso de
problemas sociales, brindando al educando herramientas de análisis a las diferentes
problemáticas en el contexto que fuere necesario.
Para este ejercicio se escogió la Corrupción en Colombia problemática que cada día va
tomando mayor fuerza y se extiende a todos los ámbitos y territorios.

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2. ESTUDIO DE CASO- LA CORRUPCIÓN EN COLOMBIA-.

2.1 ¿Qué está pasando?


Teniendo en cuenta la situación que actualmente vive el país, (Emergencia sanitaria,
Covid-19), se puede afirmar que hoy en día se presentan problemas sociales en Colombia, los
cuales afectan a la población en general. Últimamente se ha venido observado que los entes
gubernamentales encargados de ejecutar los proyectos o programas sociales son los principales
implicados temas la corrupción, problemática social que este afecta a población más vulnerable
del país.

Reafirmado lo anterior como se cita en (Estéves, 2005) a (Mauro, 1997: 1), quien
entiende la corrupción como: “aquellas prácticas ilegales que afectan la eficiencia del gobierno”.
Allí mismo, también se refiere (Seligson,2020,1) afirmando que la corrupción es: “el abuso de
los funcionarios públicos para obtener ganancias privadas”. (p.46). De lo anterior se puede
analizar que la corrupción actualmente en Colombia se está potencializando por la contratación
dada en la emergencia sanitaria, para los programas y proyectos dirigidos a la población más
vulnerable del país, puesto que las novedades o irregularidades de las mismas, afectan en el
diario vivir, infiriendo en el bienestar de las personas beneficiarias. Todo dado en el marco de la
emergencia sanitaria donde se deben omitir o modificar los decretos que expide el gobierno para
su protección y la de la sociedad en general.

2.2 ¿Cómo se presenta?


Con la declaración de la emergencia sanitaria, social y económica dada por el
coronavirus, la cual fue firmada por el presidente de la república para ayudar a las personas más
vulnerables, lo cual fue aprovechado por algunos mandatarios entre gobernadores y alcaldes
quienes se beneficiaron por dicha emergencia con la contratación de bienes y servicios en las

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cuales se encontraban los mercados dicha contratación se realizó de forma directa, por medio de
esta figura jurídica le dieron contratos a sus amigos sin cumplir los requisitos de ley, con sobre
costos, lo cual genera detrimento patrimonial y la entrega de menos mercados y servicios
llevando esto a perjudicar a las personas más necesitadas, a tal punto que los entes de control, la
contraloría, procuraduría y fiscalía general de la nación iniciaron procesos contra 27 de los 32
gobernadores del país y más de 400 alcaldes por corrupción, Según (Charry, 2020), “la
corrupción es uno de los principales enemigos de la actividad estatal, en épocas de urgencia y
crisis, como la ocasionada por la pandemia del coronavirus, es aún más importante adoptar
medidas contra esta”. (p.1).

2.3 ¿Quiénes son los actores involucrados?


El gobierno nacional en cabeza del presidente son los responsables de brindar al país los
elementos necesarios para superar la emergencia sanitaria y mantener la economía en niveles
competitivos, para lo cual asigno recursos del estado y solicitó créditos a la banca internacional
como fue el BID Banco Interamericano de Desarrollo, pero los manejos de estos recursos no han
sido los adecuados teniendo en cuenta que en los departamentos y municipios los servidores
públicos mal gastan los recursos, al igual que los establecimientos comerciales que
aprovechando el desabastecimiento y las necesidades del pueblo elevan los precios, los
hospitales se encuentra sin suministros para atender a los pacientes, el sistema de salud es
insuficiente para cubrir las necesidades de la población, del mismo modo el estado es incapaz de
hacer que las EPS que son las que hacen el recaudo de la salud tanto de los contribuyentes como
del aportes del estado por que las deudas que tienen con los hospitales, los tiene al borde de
cerrar, en el artículo de 2020, (Ballesteros, 2020) argumenta que “Realmente no es que muchas
veces falten los recursos, sino que sobran los inescrupulosos que llenan sus bolsillos sin importar
la cadena del mal que generan”(p.1). Nos damos cuenta que tenemos un gobierno inoperante,
unos funcionarios públicos corruptos, un sistema de salud en decadencia, contratistas y
comerciantes abusando de las necesidades del pueblo colombiano.

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2.4 ¿A quiénes está afectando dicho problema?
Finalmente se puede inferir que los principales afectando dentro de esta problemática
social son los beneficiarios de los programas sociales, desarrollados por el gobierno para
solventar las necesidades presentadas durante la emergencia sanitaria; a los cuales se les
disminuyen los recursos asignados a partir de la corrupción de las entidades o personas que están
a cargo de los mismos, afectando su entorno familiar e integridad física. También se puede decir
que los afectados somos todos los colombianos, pues son nuestros impuestos y recursos públicos
los que se están malversando y el déficit que genere tendrá que ser más adelante solventado por
nosotros mismos.

3. ANÁLISIS DE LAS DIMESIONES ESTRUCTIRALES Y FUNCIONALES QUE


OCASIONAN EL PROBLEMA.

Con respecto a la corrupción de Colombia, se dan a conocer diversas definiciones, causas


y consecuencias de lo que ha sido dicho fenómeno, que ha caminado en la historia, no solo de
nuestro país, sino en los diferentes estados. Por un lado, se observa que la corrupción ha
permeado todas las esferas de la sociedad, probablemente ya nadie se escapa de esta actuación
bien sea desde lo macro o lo micro de nuestra sociedad, desde gran o pequeña escala alguien
tiene que ver con este acto considerado ilícito, que parece no tener un límite. Ante la posibilidad
de hacerlo, no queda otra consideración de proponerla como alternativa de salida o beneficio, o
como dice la frase popular, “papaya puesta, papaya partida”. En el desarrollo de la corrupción
se escucha sin fin de justificaciones, por supuesto todas con beneficios personales e ilegales,
causando consecuencias graves e inmorales en una sociedad decadente de valores y principios.

No se puede olvidar, que ante el hecho de la corrupción hay posturas que llevan a un
desencantamiento por un país justo y honrado; decisiones judiciales que indignan y quedan
empantanadas ante una posible condena, o simplemente el silencio de quienes corresponde poner
lupa o dar respuesta a los hechos corruptos en las diferentes instancias. En medio de la rabia por
lo que se sigue presentando, surge la pregunta, ¿hasta cuándo?, o ¿por qué es tan fuerte esta
realidad que parece difícil de vencer?, ¿qué características son las que la constituyen para ser tan

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fuerte e inmune? Es la pregunta que nos lleva a profundizar sobre las dimensiones estructurales
y funcionales de esta “otra pandemia”, como se ha descrito en los últimos tiempos.

Si consideramos la corrupción como un problema importante e inaplazable, tanto para el


estado como para la sociedad, y sabiendo que tiene y está presente en todos los grados o estratos
de la sociedad, desde niveles superiores del Estado hacia abajo, o desde lo inferior llegando a los
más alto o impensable (Ángel Arango & Newman Pont, 2017). En lo social, las causas varían de
acuerdo con las diferentes estructuras y características de la sociedad, estratos y condiciones
como la pobreza, falta de educación, desempleo, emigración, desplazamiento forzado y demás.
Pero, no es sólo ver los orígenes en lo social, sino ver allí mismo las consecuencias, que
podemos ver, es en la sociedad donde se ven los efectos últimos. Aunque lo grueso de la
corrupción está en lo institucional o en lo líderes, es lo social donde se ven las secuelas, porque
hasta allí se está permeando, ya sea porque se ha participado o se está aliado o se ha vuelto una
práctica habitual.

En definitiva, la corrupción en lo social se estaría viendo como el camino más fácil de


solución y de búsqueda de beneficios sin esfuerzo y cómodos. Y más aún, cuando en los niveles
bajos de la sociedad no hay una cierta vigilancia o se da por contado la total indiferencia y
complicidad. Las diferencias de clase social se dan para que algunos aprovechen y miren un
objetivo fácil y sin sediciones para caer en la red de la corrupción. Se miran unos a otros
buscando posibilidades de corrupción, los grandes empresarios hacia los pequeños, los grandes
productores a los humildes campesinos, los jefes en grandes puestos hacia los subordinados
necesitados y buscando escalar.

En cuanto a lo cultural, se hace una diferencia entre la cultura de la corrupción y la


corrupción en la cultura. En cuanto a la primera hace referencia a que la corrupción es un tema
de todos, tienta a todos y exige una cierta alianza con el fin común de derrocarla. La corrupción
en la cultura es aquella expresión que se “ha asimilado en la cotidianidad de Colombia como
algo natural y que al no ser castigado no se crea la obligatoriedad de cambiarlo” (Castilla, 2018).
No solo se declara la corrupción como un hecho vil, degradante, sino que ha ya hace parte de lo

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público y privado, de lo individual o grupal y, además, parece que guía todos los estamentos,
hasta incluso en aquellos que no se esperaría pasara un hecho de estos.

Como si fuera poco, ya no es la fea mascara de la corrupción, sino que surgen aquellas
palabras y actitudes que la embellecen, que la maquillan, haciendo afirmaciones como “es un
favorcito”, “una ayudita con una vueltica”, “hoy por mí, mañana por ti”, “¿Cómo nos
arreglamos?”, “con dinero baila el perro”, “el dinero hace bueno lo malo”. Tan buen perfume se
presenta la corrupción, que nos preguntamos si a la final es posible vencer o no la corrupción.
Vencerla no es sólo por el camino de lo legal, hacer frente implica cambiar comportamientos que
desvíen la cultura de que todo es permitido, o incluso mirar por un cierto relativismo cultural, no
es “hecha la ley, hecha la trampa”.

Otra manera de abordar el problema desde la dimensión estructural se puede dar


entendiendo que un estado está basado en un marco legal que lo rige, son las leyes que se
establecen las que marcan la ruta a través de las cual los gobiernos pueden responder a las
demandas y necesidades de las comunidades, por lo anterior las normas y leyes que se establecen
desde el orden legislativo, para ser desarrolladas desde la rama ejecutiva mediante sus
programas y proyectos y es la rama judicial la responsable de hacer valer las normas o a
castigar el incumplimiento de las mismas.

En el caso de la dimensión funcional en nuestro medio es donde se pierde el orden,


donde no marcha lo antes establecido en la dimensión estructural, porque si bien existe las
normas y regulaciones que garantizan el manejo de los recursos en todos los ámbitos, al
momento de ejecutar se invalidan estas condiciones, se ha perdido el temor, respeto y el miedo
a llevar las reglas de juego correctamente, es en este nivel donde los múltiples actores que
integran un sistema social se muestran irrespetuosos del sistema normativo siendo este último
según, (Lorenzo, 2001) uno de los principios teóricos de los que depende el funcionamiento de
la sociedad (p.242)

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Debemos entonces evaluar desde lo micro y lo macro de nuestra sociedad como se está
actuando, de qué manera se está abordando esta problemática y por qué desde lo funcional se
está saliendo de todo orden. Tenido en cuenta que nadie parece estar de acuerdo con actos de
corrupción y se percibe en la población en general repudio por estos actos.

4. REFERENCIAS

Ángel Arango, M. P., & Newman Pont, V. (s.f de agosto de 2017). Sobre la corrupción en
Colombia: marco conceptual, diagnóstico y propuestas de política. Obtenido de
Dejusticia.org. Recuperado de
https://www.dejusticia.org/wpcontent/uploads/2017/08/CDF_No_56_Agosto_2017.pdf.

Ballesteros, C. (Abril de 24 de 2020). Corrupción sin Cuarentena. Obtenido de La Republica:


https://www.larepublica.co/analisis/carlos-ballesteros-2935391/corrupcion-sin-cuarentena-
2996784

Castilla, J. D. (25 de agosto de 2018). La corrupción como parte de la cultura colombiana.


Obtenido de asuntoslegales.com.co/: https://www.asuntoslegales.com.co/actualidad/la-
corrupcion-como-parte-de-la-cultura-colombiana-2763498

Charry, J. M. (17 de 06 de 2020). Propuestas contra la corrupción en épocas de pamdemia.


SEMANA. Recuperado de https://www.semana.com/opinion/articulo/propuestas-contra-la-
corrupcion-en-epocas-de-pandemia-columna-de-juan-m-charry/680351

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Estéves, A. M. (2005). Dimensiones teóricas sobre la corrupción: sus dimensiones política,
económica y social . Revusta Venezolana de Gerencia, 43-85. Recuperado
dehttps://www.redalyc.org/pdf/290/29002904.pdf

Lorenzo Cardaso, P. L. (2001). Principales Torías Sobre el Conflicto Social. Norba 15, 237-254.
Recuperado de https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/241031.pdf

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