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OUO|DUOI ł! *D ÕJD[/’\]
m Se9undo edició n 201 7
EnoceEdiorio|Bogo Coloibo
enoceeü¢otolcoi
vv»ekecdoodocov

Direcció n general, AIfanso PuÓ iono


Direcció n editorlaI, Alej OndrO Pam os HenOO
Diag romac iÓ n, No rmü Briceno
IlustraciÓ n, Enrique Martinez
Diseno de hubie+to, Gregory Alonso

óBNP78-958-585Pó8Ú
Ingresoü la estación
Moorrgoo
rriito
Londoño Uní
sid
ÓOC
pasrp
, Escritora colombiana de cuentos
infantiles, literatura para adultos, ese
poesía, ensayos, guiones de tele- des.
visión y columnas de opinión. Ho
' Ha publicado siete historias infan- s
tiles entre las que se encuentran to
“Tortuguita se perdiÓ”. “Los Goles de d
Juancho”, “El Viaje Punto Com' y ”Los del
C
Duendes de las horas”, que han tenido gran
CO
acogida en todo América Latina."Ernesto, el elefante gran-
ta a
dulón, "Cota, La Lombriz Bla, Bla. Bla” y “¿Por qué los
Chinos
no se caen?”, con Enlace Editorial publicó también “¡@ué COm|
camello y qué joroba!” y “La magia del amor” pertene- en ü
cientes a la colección El Tren Dorado. paro
En el 2010 publicó su primera novela “Esas ganas locas de tales,’
matarlo” y en la actualidad trabaja en la segundo novela adei'
basada en las peripecias de la construcción de una ca- com›
rretera en el sur de Colombia.
Margarita es comunicadora social de la Universidad del
Valle, con especialización en administraciÓn de las comu-
nicaciones y maestría cum laude' en periodismo de la

4
! Universidad de Süo Pculo, Brasil. He combinado acti-
vidades que ella considera complementaria5 cOmo la
tos, ‹docencia, el periodismo y la político, pero sus verdaderas
=1e— toa5iones son la escritura, la caricütura y el trabajo en el
rompo, donde puede estar en contacto con las cosas
on- esenciales y simples de lo viÓa y obtener la mayor parte
con ele su inspiración para las historias infantile5.
de I-la sido directora del Diario Occidente, del Departamen-
Los to de Gestión Ambiental en Cali, colaboró en la creación
ron cnel canal regional Telepacífico, Senüdorü de la Pepúbli-
on «a para el período 98/02, y en Óos ocasiones, candida-
LOS ta a la Alcaldia de Cali. En la actualidad se desempeña
luó como consultora en comunicación social, especialmente
ne- en óreas relacionadas con educación y comunicación
para el cambio, publica columnas de opinión en los por-
de tales Las2OriIIas.co, KienyKe.com y
eIo programalalIave.com, ademós tiene un blog de caricaturas
en elespectador. com.

del
La
vip
ment
de ç’
al lle
! el q\!
prim'
i ve n
l dese

Una de las cosas mó s impor- nieve no permite que haya


. . ... . . . .. ..
es’ I o mentci on Cuondo lo
comida concentrada; esta no
hacemos de la manera co- es natural es lo que conoce- fü bu
rrecta, el alimento sirve para
mos como comida chatarra .
tener energía y desarrollar las
diferentes actividades sin nin-
gún problema, en especial si
somos ninos.
Esta hermosa fóbula escrita
por Margarita Londoño, cuen-
ta cómo Camilo, una vaqui-
ta muy hermosa, Ilega de un
país lejano, aquellos en los
que existen cambios drósti-
cos de clima llamados esta-
ciones. En la estaciÓn
fría del año que es el invierno,
Camila y sus compañeras de-
ben ser recluidas en establos
para protegerlos de la incle-
mencia del clima y como la
La vida le cambia repentina- mente a esta hermosa
vaca de pintas nepras y cambio de alimentación, en
blancas, al llegar a un país la que nos muestra como la
tropical en el que se disfruta comida chatarra puede llevar
una eterna primavera. no a perder la saluÓ y ademós
existe la nie- ve ni las cómo es de importante para
estaciones. Cuando descubre vivir feliz, disfrutar del aire
la felicidad de vivir al aire libre, del Sol y la naturaleza.
libre, Óe retomar en el Como toda fóbula esta histo-
potrero, alguien intenta impe- ria termina con una enseñan-
dárselo y encerrarla de nuevo. za llamada 'moraleja” que
permite reflexionar sobre las
aya Ella no estó dispuesta a per- modas y las obsesiones en
:on der su libertad. términos Óe alimentación, nu-
no Esta divertida hisforia, es una trición y estilos de vida.
ce- fóbula basada en lo que le
a . suceÓe a una vaca con el
1' ".
. . ,.................................... . . . MnrgnrMo LOn5lOlTc !

su enfermedod nos
puede otocor o todos —
dijo osustndo Cnmilo
frente o
lris demó s voces del establo.

Cnmilo ero uno vnco muy fino,


con uno hermoso piel blonco
y negro, nocido en un lejuno
poís de Europo donde el climo
cnmbin codo tres meses, en
períodos llomodos estaciones, que
dividen el oñ o en cuotro épocns
muy distintos. Unn es el caliente
verono, con díos lorguísimos y
muchos horos de luz; luego viene
el otoñ o, cuondo los á rboles
pierden sus hojos, el climn
se vo enfriando poco o poco, los
' '*’ ’' ''' ' '' ' Ç 9Q3ÇJQ}
} Q5QQ } . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . •-•• •-•
Q5

díos se ncortnn y llueve mucho.


Después llego el invierno con su
frío intenso, nieve y díos muy
cortos, donde el Sol openos se
osomo por unos pocos horos y en
combio los noches son eternns. Y
finalmente, viene lo mnrovilloso
primovero, cuondo lo noturolezo
recupero su verde, se lleno de
flores, los onimoles del cnmpo
solen de sus cuevos y el tiempo se
vo colentondo hnsto llegnr otro
vez ol ordiente verono.

Durante los épocos mó s fríos del


oñ o los nnimoles en estos poíses
deben permonecer en encierros
llnmodos establos, olimentodos
con comido concentrndo y pojo
que se produce en los veranos.
Los vncns solen n cielo abierto
solo por cortos períodos, poro
desconsor de tonto encierro.
Cuondo llegn In primovero
y los compos recuperan su
verdor, los granjeros socon sus
onimoles o postor por cortos
períodos de tiempo. En esos
momentos Comilo se sentío feliz,
ello odorobo el pnsto, disfrutnbn OH
los prnderns hermosos, verdes,
con sus pó jnros libres y el oire
do
fresco lleno del oromn de los
jor
flores. Lo voquito oprovechobo
cndo segundo que pos6tbo en
esos morovillosos poro
es el
terreno en
donde
obundo Q| pnsto. rumior sntisfecho todn lo yerbo
que encontrnbo.
CO'
Tonto disfrutnbn Comilo en b il l
los prnderns, que cunndo lris yS
orreobon de nuevo ol estoblO, de
ello se rebelobo, dnbo potodos de'
< y bromobo molesto, queriendo 1
quedarse fuero. Nodie lo entendía, ho
lo creíon uno voco difícil de mi
- -r-•’ monejor, tnnto que su dueñ o
decidió venderlo poro que se lo Se
llevaron lejos. el ›
El ur9m ritra L‹nnemo

-—¡Que se voyo o molestnr en


‹ i ros establos! —dijo su dueñ o y
lo emborcó hocio un lejono pnís,
clonde lo hobío comprado un
joven granjero.

7\ntes de emprender el el
vioje o su nuevo hogor hubo cere
uno íerrible enfermedad bro
de
entre los
los
«ocns del estnblo donde vivío onim
Comilo. Muchos onimoles se oles
enloquecieron, mugíon de dolor
y se golpeobon contrn los corrales
ne puro desespero. El dueno
trojo de urgencio ol veterinario
que
los exnminó y muy preocupado,
a, hobló por primern vez de uno
rorn que estobo
ofectondo muchos establos en
ese pnís.
Se trotobo de olgo que ofectobo
enfermedod cont•9' oso y gypyequecouso
gton mortondod en los hombres o V ty los ¢ yí ¡ moles.
qu

es

AI'

nc
est
en

hocióndolos octuor de uno El


formo ton extraño que lo hobíon fe1
boutizodo “lo enfermedad de los on
VOCOS lOCCtS”. CC
Mnr9ori io Lond‹añ t›

——: °orece que es por lo


o!;rnentoció n — el
vei erinnrio—. Dicen que los vocns
que comen solo concentrodo se
enfermedC*d
pueden enfermar, pero todovío no pedionte el
es seguro, hoy que investigar mó s. °x• •" *" 'us
Si9IiOs

1 dío siguiente, Comiln viojó


muy lejos, hosto su nuevo hogor,
uno finco enorme, ubicndo en un
pnís verde y caluroso en el que
munce coío nieve, pues no tenío
estaciones. Allí se vivío como
en uno eterno primnvero o, en
olgunns épocos del oñ o, como en
tin permonente verono.

El dueñ o de lo gronjo lo recibió


in feliz, él hobío posodo algunos
S oñ os en el poís de donde venío
Comilo y ndmirnbn lu formo
‘ ‘"._" .............................................................................
'‹'•

en que cuidobon los vocns. Se


hnbío comprado todos los libros
que encontró en ese pnís sobre
lo formn de tener gonodo en un ro
estnblo y estnbn convencido que gr‹
si monejobo sus vocos osí, tendría po
mucho mó s producció n de leche y qu'
su negocio prosperorín. do
er‹
Cunndo lo voquito llegó o lo
gronjo después de su lorgo vioje, —
no podío creer que hubiera
tonto posto, pnsto verde y or
delicioso, oire libre, cnntidodes de ol1
pojoritos y olores o nuevos flores col
tropicales. de
es Te
Ese primer dío, Comilo p
muchos VPC88 8
alimento, recorrió dichosn los potreros, o
como
lo hocen lqs se tumbó junto o los demó s, o st
vacQS.
el iz
snbor de esos nuevos ol
e
s, C‹
el.


' ''' ' Morporit‹a Lond‹añ ‹7 ''-*'- ! '“' ' ' ’'

tiiientros el resto de los vocos lu


p, irobon curiosos.

f ecos díos después, el joven


crctnjero que yo tenío todo
listo
(Q pam el modelo de vido
que llevobon los vocos en el pais de
€londe venío Comilo, decidió que
ero el momento de hocer el
combio.

—-Vemos o meterlos ol estnblo


—le explicó ol encorgndo del
ordeñ o en lo haciendo—, los
le olimentoremos con comido
S concentrodo y veró s lo contidnd
de leche que von o producir.
Tendremos muchos voces como
Comilo, porque precisomente
ello viene de uno gronjn donde
los tienen en establos —concluyó
orgulloso el gronjero.
reci

tier

teni
dor
Pero senior —le contestó el bol
encorgodo del ordeño—, estos
vocQs no estón ncostumbrodos
ol encierro. Se pueden enfermos.
No, no, no, nooo —dijo muy
seguro el gronjero— ¿Acoso
le porece que Comilo, lu voco
recién llegado, estó enfermn? Es
unn hermosurn, sono y fuerte, y
ello vivío en un estnblo todo el
tiempo. No mós discusión, se horó
como yo digo.

¥ de esto monero se hizo.


Comilo y todns sus compnñeros
entraron ul estnblo.

olimen1onnos
Lejos quedaron los ricos bien DreveninJos
postos y el oire fresco. En el enfermedades

estnblo teníon su espacio codo


unn, donde recibínn por
comido, un
bolde lleno de pepitns cofés, que
pnrecíon de cortó n.
Antes de° ordeñ o los boñ obon con
chorros de nguQ frín y después
los dejnbon desconsor hosto lo

! noche cuondo los socnbon o uno


pequeñ o cominnto, pero lo mnyor
porte del tiempo permQnecíon
encerrndns.

Comiln odinbn esto comido y


detestobo el encierro, que le
recordnbo sus lnrgos díos en
los helados inviernos de su pnís
de ori9e n. Sin embO£gO, creyó
que esto situació n durorío solo
unos pocos díns y que pronto
regresoríon libres o los potreros.
Pero no fue osí, los díos fueron
posondo y codo vez permonecíon
mó s tiempo en el encierro. Ello
mugío ul lodo de 1s puerto
suplicondo que lo dejnron solir o
n su querido potrero, sin que
nodie le hiciera ceso.

Entonces, fue cuondo decidió


ar contarles o los otros vncos cómo
ero su vido anterior en su pnís
de origen y cómo se hobínn
enfermado sus compotieros.
—Nos vomos o volver locos est
—explicó lo voco o sus T.
compoñerns, un pocO no
desesperado—. Así les posó o mis pl
omigos en ese otro poís en el que qg
yo vivío —pero, los otrns vocos no el
le creínn nudo. info

No inventes cuentos Comilo


le dijo riéndose lo voco irr'
Colorado—. ¿Cuóndo hos visto m:
uno vnco loco? Jo, jo. lO
Y un mugido de corcojodos se hc
escuchó en el estnblo. Lo
es
Es verdod, es verdod —insistió de
Comilo— olló se enfermoron t
• tonto que muchos murieron. Yo le PI
escuchó ol veterinnrio cuondo dijo es
que ero por lo comido y nquí nos

Cc
,tin dondo lo mismo que olló .
T »emos que comer posto y
po cnrtó n. Tenemos que solir
S p¡ rompo, ustedes deben estor
oqrndecidos de tener posto
todo
lO el ono, sin lo nieve, sin el frío del
invierno.

-—¡Muuu! —protestoron
impacientes sus compoñeros,
rt!ientros continuobon ruminndo
lo de comido que les
linbíon troído nntes del ordeno.
I o verdod no les interesobo
escuchar los cuentos roros
de Comilo. ¿Nieve? ¿Frío?
¿Primovern, otoño? Nunco hnbíon
escuchado esos polobros.
potte o
|e porCió n que se

jO —Eso es cierto, escuchemos o pqTQ alimento en


pQjQCOli

S Comilo —dijo con un mugido


' t- "'' " !‘'' ' Co m'1 Ici voco loen

sunve Clotilde, uno voco jovencito T


p que ndornbo jugor y correr por los eso
potreros—. Tenemos muchn suerte p
de vivir en esto gronjn ton bonito. yq¡

—¡Tonterícls, Clotilde! —rezongó ç


In vnco Colorodo—. ¿¥ es que no pq{J
te porece bonito este estnblo? Es idi‹!
fresco, omplio, no hoy gorropotns, col
ni mosquitos. Aquí se vive rico. vec
Mejor que en el potrero. qué
yn
Estu vez fue un mugido de que'
" oproboció n lo que se escuchó en
el estnblo. Reolmente o lris vocos Elle
de esto finco, lris tenío sin cuidado pot
lo que dijern lu recién llegado. po
Es mó s, cosi todos opinnbon que est‹
” lo que porecío un poco locn ero mo
precisomente Comilo. Lu ú nicn mo
que lo hobín recibido con corino el c
Moryorito Londono

ero 1 o jovencito Clotilde, que en


JS eso5 dÍOS hOStO hobío aprendido
te o rriugir en otro idiomo, grocios o
0 Corniln.

—Somos, ninos, dejemos o ese


por habiendo sus locurns en otro
idiomo —dijo en voz olto lo voco
IS, Colorodn y empujó o Josefina, su
vecino de ordeñ o, uno viejo vocn,
que corgobo uno tremendo ubre
y oecesitobo comer mucho mó s
que lris otrns voces.

S Ellos hobínn crecido en los


ÓO potreros, olimentó ndose de
posto y esto nuevo comidn en el
estnblo les porecío uno novednd
«iorovilloso. No teníon que
moverse tonto como lo hocínn en
el cnmpo abierto puro encontrar
el posto tierno. Aquí ero como si _y ,
les trajeron lo comidn servidn n lo q '
meso. host'
ez l
—No entiendo lo quejodero b¡ l e
de lo tol Comilo —respondió y , ¡l
lo vocn Josefinn, oceptondo el , Oil
empujoncito de lu voco Colorod q¡¡ e j
como uno invitació n o comer—.
Con el peso que tengo y esto ubre Pero
repleto de leche, o mí me pnrece vent
perfecto no tener que recorrer el lo
d‹. potrero. vez
l
Lris
—Es cierto —le complementó 10 diric
vnco ColorndO—. Aquí comemos en e
nuestros gronitos, tomemos oquo
fresco y o dormir. Es mucho mó s pp
fó cil que estor todo el dío bojo nina
el Sol ruminndo ese posto que com
muchos veces estó seco y duro. tont
.,..........................................................................Morgorito Londono

Y por si fuero poco, hoy que


.Q cominor del bebedero de • 9un
hnsto el solndero y de vuelto otro
vez hosto el oguo, ¡uff!,
qué consoncio! —ter cio Dolores,
uno jOvinl vnco omorillo que em
conocidn precisnmente por su
quejodern.

re Pero Cnmiln no querío dnrse por


vencido, insistió , volvió o contnr
lo de lo enfermedad, pero codo
vez le prestaron menos atenció n.
Los vocos volteobon su coln y se
”çi;¡¿J ü el
dirigían muy orc›nclos ul verbo teTciar.
comedero
'S en el estoblo. Tomar parte
qmva en una
+o conversación.

Lo voquito se sintió „qi , ,¡„ «a¡.


desonimodo,
ninguno lo opoynbo, no lo coloq. Lleno de
presunción y
comprendínn. Si hubiernn vivido muy contento de
s: mismo.
tontos nñ os en un estnblo como
!! CnmHo lo vocn lo o
if
f

le hobín tocodo n ello, n lo mejor jq C


,
entenderíon por qué no le 9ustobo , tej
el encierro. Cnmilo suspiró , tenío I
hombre, yo todns los demó s vocos _p
S
hobíon metido su trompo en el gi l
bolde y comíon su concentrodo, , SC u
rumiondo contentns y f tl b
despreocupodos. Ello, en combÍOJ logrt'
del seguío unn
verbo Olisqueoi y otro vez su comido sin decidirse Josei
li9eromente.
o o ceptorlo . esta

pero
Con el poso de los horos no tuvo ero c
mós remedio que comer olgo de ¡ero
su bolde, estuvo un rnto ruminndo de «
los pepitns cofés sin decidirse o
trngorlns, meditondo sobre lo —Ah
que debío hocer. De repente, se le —y c
ocurrió uno ideo mó s efectivci. De recién
uno potodn, le tumbó el bolde de ¡Déjo
concentrndo o lu viejo |osefinn y
• - -'
' „ ,................................................................................................MOFgQ Si LO LO nÜOn O

›r lo comido se desporromó por el


bo suelo.

!OS Eso que estó s comiendo te vo


n enfermar —mugió Cnmiln y
escupió los pepitns que tenío en
su boco y que todnvío no hobín
logrndo trognrse.

›e Josefino lo miró desconcertado.


Estó bien que Cnmilo no comiera,
pero que se mefiero con su comidn '
em olgo que no podío soportor,
¡ero uno grosero!, con un mugido
.dO
de rnbin le reclnmó .

—Ahoro, ¿qué voy o comer?


le y con lo cobezo empujó n lo
de recién llegado—. ¡Eres uno loco!
te ¡Dójnnos en pnz!
Los demó s vocns oproboron
el regoñ o con un mugido de
sotisfocció n y unieron sus
codero o bntiendo sus colos, pero cerrorle
lo porte OltO dP
el poso n Comilo e impedir que
de las vu¢¢tS.
hiciera lo mismo con sus bnldes
de comidn. Todns le dieron lo
espoldo, menos lo voco Colorndo,
que se volteó pero enfrentarlo
mugiendo con robio por el
comportnmiento de lo intrusn.

Pues, ¡no te comos tu comido!


le gritó—. ¡No nos molestes
mós! ¡Te quejas mós que lu
Dolores!

¿Có mo se te ocurre Colorodn?


—se defendió desde su rincó Ii
lo voco Dolores—. Yo cuondo
me quejo es por necesidod. En
\ícu joiñto London o

combio Comilo, se quejo por pum


necedod.

Un mugido general de risos


d es que en el estnblo nodie le prestobo atención o lo quejodero d

o,
„ „»J„
' ›,

Cnmilo, unn recién llegndo que


CO
querío imponer su mnnern de
OC
pe nsor, ero n19O innceptoble.
ch

Cnmiln, que ero rebelde y


decidido, no se dejó ocobordor por
en
el regoñ o de sus compniierns. y
CO
—No señores, yo no trogo entero
me
—respondió, y con unn potndn
mondó lejos su propio bolde con
¡cob(
esto
COITI1

otrev
Cloti
codo
Mon i ito Londono ' '"‘!'-' -. ' ’ ’ '

comídn—. He decidido no volver


i ‘
o comer esto, es puro comido
cl otorro lo que nos dnn.

Un muuuu de asombro se oyó


eri el estoblO. LOS VCiCos monsos
y juiciosos no podíon creer que
Comiln fuero tnn terco y mucho
menos que desprecioro su comido.

—¿l°or qué me miren nsí?,


¡cobnrdes! Yo sí me voy o rebelor.
Alló ustedes si siguen comiendo
esto ton feo. Yo solo comeré
comido noturol, ¡posto!

—-¿Y cómo vos o conse9 l irlo? —se


atrevió o preguntes tímidnmente
Ulotilde, lo vocn jovencito que
codCl vez sentío IIlaS odmiroció n
por lo personolidod de Cnmiln.
-"
. "* u!„,_ u4L11 1 lO v0c0 locn .. ............. ...... .. ..

Pues, todovío no sé —respondió


Cnmiln un poco triste.

Entonces, Josefino, que estnbo muy


dolido por hnber perdido su comido,
se vino furioso contro Cnmilo y le
dio un empujó n contro lo puerto. Los
demó s vocos, en especiol lu Colorodn,
lo opoynron ormnndo un gron
olboroto.

El encorgodo del estnblo llegó


corriendo n ver qué posobo con
los vocos y cuondo lris encontró
peleando con Comilo, tuvo que
oportnrlos o los gritos pero que no lo
lostimoron.

Al enterorse, el joven gronjero tomó


lo decisió n de sepornr n Comilo de los
demó s, poro evitnr mó s problemas.
—Porece que no les gusto lu recién
lle9ndo —dijo con preocupació n el
granjero—. Vnmos n dejnrln
ofuern hnsto que se ocostumbren o
ello.
‘ ’ '—›°"“ r'.—' - MCVÑ O IO VCV01OV0 ...........................................................................

Después de unos díos se orrimó qu›


ol estnblo o llomor o Clotilde, lO otr
joven voquito que ero su ú nico no!
omigo. Bromó y bromó trotando de Tom
convencerlo de que soltero lo cerco ho!
poro venir o ocompoñ orlo, pero doi
ontes de que lo voquito tomoro dest
lu decisió n, npnreció de nuevo el
encorgndo del estoblo y ol ver que
Comilo estobo pegodn o lu cerco, enc
bromnndo, creyó que querío entror. recu
Así que le obrió lo puerto y lo un‹
a las bestias O hocio odentro del estnblo. Pero lu dese
onimol8S TOT
qtle onden o vocn no estobo interesado en que que'
opresuren el 88°-
lo encerroron de nuevo y se rebeló sus
dnndo potodns y bromnndo furioso. enc
dot
El encorgndo no entendía qué le Ten
posobo y le pareció que hnbío que im[
tronquilizorlo como fuero, osí que y d‹
con un lozo le otó lris potns, pero el p
que no pudiern dnr potndns y con
otro le omorró lo cobezo poro que
no pudiern golpear o lris demó s.
üe Todo el dío lo dejó omorrndn,
:c› hnstn que creyó que yo lo hobío
dominado y ol llegnr lo noche lo puerto pequeño en OtrO m
desomorró .

Comiln esperó o que se fuero el


encorgodo del ordeñ o y después,
recorrió el estnblo buscando
uno solido, cuidó ndose de no
despertar n los otros vocos pero
que no fuernn n delotorlo con
Ó sus mugidos. Al finnl del estnblo
iSO.
encontró un ‹ i bojito que
dobn hocio un cultivo de moíz.
Tenío que escoporse por ollí. Se
¡ue impulsó con todos sus fuerzns
ue y de un tremendo snlto superó
ro el portillo y fue o coer en medio
"• *. t y," -“' Rom mei tu ver en 4 oco

de un delicioso moiznl. Comió ¿


fresquitos y hojos verdes y osi
tiernos hosto que se consó de tonto h«
rumior y se echó o dormir dichOSn. ho:
dm
PSiO Allí lo encontraron ol otro dío,
el granjero y el encnrgodo del pu
ordeñ o. Ello los vio venir con
espanto y se echó o correr por Sus
entre surcos de moíz. Entre mó s peso
corrío, mó s doñ os hocío en el pen
cultivo, tumbnndo los motns su
y pisoteondo los mozorcos. El si
granjero y su emplendo corrían con
furiosos detró s de lo voco pero no y el
lo9ro bon olconzorlo.

Tuvieron que llomnr otros —le


trobojodores de lo gronjo puro sent
rodeorlo y cunndo estuvo en el —N‹
centro de todos, lo voquito no tuvo eso

II uruct rito I.ondo

rnó s remedio que quednrse quieto,


cisustndo, esperando qué ibon n
.0 hacerle. Lo enlnznron y orreoron
Costo el estnblo. Allí, después de
clorle tomono polizo, volvieron o
omorrorle los potos pero que no
pudiero escoporse de nuevo.

Sus compañ eros lo mirobnn con


pesor, ello no ero molo, solo necio,
pensobon, compodeciéndose de
su situnció n. Algunos intentCiron
convencerlo de nceptor lo comido
y el encierro como ellos.

—Esto no es ton molo, Comilo


le dijo lu vnco Colorado, que
sentío peno por lo extronjero.

—Nodie puede obligorme o comer


VO eso chntorrn —le contestó Cornilo,
„ ;,. ;.
‘ - ' - '- .' ' .- £?u milo, lci vnco Ioco

empeñ odn en no dejnrse vencer


por el encierro—, hnré huelgo de
hombre. Entonces, tendró n que
sncQrme ol potrero.

En los díos siguientes, Comilo no sic.


probó cnsi nodn de eso horrible
comido, pero se estnbn debilitondo,
hobín perdido mucho peso, yo cosi on
no dobo leche y sentín muchísimo qué
hombre, osí que decidió grc›
escoporse
de nuevo. Ton pronto pudo, volvió Al‹
o soltnr el nlnmbrndo, pero COr
estu
vez en lugor de hncerlo por el mu
portillo que dobo ol moizol cor
pensó
que serín mejor soltor hocio el en
potrero y nsí llegó o comer posto
fresco y oloroso, sin hncer ningú n El
v
Í dnñ o en el sembrado, con lo que
““ creío no molestor Q1 grnnjero. Pero oro
estubo equivocodo. lu
1
... . Mor9nrito Londoño

—¡Uso vnco estó loco! —dijo


furioso el granjero.

—Tendré que venderlo. No hoce


mó s que cnusnr problemas y yo ni
siquiera produce bueno leche.

o, El dío que se disponín o venderlo,


si entes de montnrlo ol comió n en
o que se lo ibon o llevnr, ocurrió un
e grove en lo haciendo.
!ó Algunos vocos empeznron o
comportarse de formo extrañ o,
mugíon desesperndns, se dnbon
Ó contrn los paredes y se revolcobon
en el piso del estoblo. es un
contrQÍieI Tl pO 0
doñ o imprevisto
El veterinnrio llegó de urgencia y
que se trntobo de esn dor uno opinió n
y juicio que se
mm enfermedad, que podrío ser fOtmo 0 Iliite
sobre mg
lo llomodo “de los vocns locos”.
ComiIo, 10 vuco IOcO ............ .............. .............. ............ ..........

—Dicen que lo produce ciertn


comidn concentrodo —aseguró el
veterinario preocupado.

—¡Ayyyy mis voquitos! —se lomentó se


el dueno-, todos estó n enfermos. pr
lla
—Todos no, Comilo estó bien VC
—respondió el encorgodo del
ordeñ o, em un hombre que
nmnbo los onimoles y trotobo o se
los vocns como si fueron sus hijos.
É l hobío sufrido mucho teniendo
que cnstignr o Cnmilo.
yo

cu
es
cu
en
Men 9o J i te Londofio -

Comilo, ¿cuó l Comilo?


—preguntó el veterinario.

—Pues lo que porecío loco. Lo que


se escopobn ol potrero o comer
pnsto fresco. Lo voquito reció n
llegndo que el potró n quiere
vender.

¡Ah! Comilo, lo extranjero. Ello


se vn hoy.

—Sí señ or —recordó el granjero y


miró con pesor o lo vnquito que
yo estobo listn poro portir.

—Pero es hermoso y soludoble


y cuondo lo dejamos comer
posto es In que mós leche do,
mós que
cualquier otro vocn —le recordó
el encorgodo del ordeño.
C 'a m' In In vocn loco

Mírenlo. ¿Por quó seró que o


ello no le ho posodo nodo? —se di
pre9untó el veterinario.

Entonces el granjero, que re


hosto ú ltimo momento
querín defender su decisió n di
de montener lris voces el
encerrQdos y comiendo lo
concentrodo aseguró : pp

—¡Clnro! A esn no le ho posodo


nodo, porque eso yo em locn.

El encorgodo del ordeño lo miró


y en ese momento se
dio cuento que el grnnjero estobo
equivocado y que ero el ú nico
es uno culpable de lo enfermedod de sus
persona que no
¢tee fó cilmente. VOCOS. VE
M 3 Int L i ndo ño

¿Loco?, ¿estó seguro de lo que


dice potrón?

—Por supuesto, es uno voco


rebelde, pnteo todo el tiempo y
molesto o los otros vocos. Estó
definitivamente loco —concluyó
el granjero, pero el veterinnrio que
lo observobo con interés, le pidió
permiso poro exominnrln.

Yo lo veo muy lindo y nlentodo


dijo después de revisarlo— ¿Por
quó no lo dejo sueltn un tiempo y

lo observamos, entes de venderln?


El grnnjero oceptó y osí se hizo,
dejóndolo en el potrero vorios
díns bojo lo supervisión del
veterinario y del encorgodo del
estoblo. Después de uno semono,
el grnnjero lo fue o ver con ellos
y les preguntó có mo estobo lo
voquito.

Loco —dijo sonriendo el


encnrgodo del estoblo.

Loco sí, pero por In bueno


comidn —completó el veterinario
—, y mó s locos estnríomos
nosotros si lu queremos meter
otro vez en el estoblo, cuondo ocó
ofuero do mó s leche que todos los
demó s juntos.

Si potrón, Comilo no pnteo, se


dejo ordenar y estó tranquilo sin
molestos o nndie.

Entonces el grnnjero ordenó que


seccion todo el gonodo ol potrero.
, , „ , , . . . .. . . . . .. . . . . . . . . . . . . . - . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . - . , . . . . . . .. . . . . .. . ... . . . . . . . .. .. .. . . . Q Q gQ ÇQÇd Q 4

—Comilo y todns lris demó s


volveró n o estar sueltos, comiendo
posto fresco —ordenó el dueñ o,
que yo no quiso vender n Comilo.

Desde ese dío, en lo grnnjGt tOdns


lris vocos se convencieron que lo
comido noturnl y el oire fresco
del potrero son mejores poro lo
solud, que el encierro y In comido
chotnrro. Ahoro todos postnn
felices junto n Comiln, o lo que yo
ndmiron y respeten. Eso sí, le dicen
con coriñ o “Comilo, lo voco loco”.
"''' i‘.! ’ "‘\., ("oaullo 1ov tech mm . ...........

no no hoce dnño, lo que hoce dnño es que uno se vuelvo loco por l
Ila a v
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e d iscu ta una eterFlá

una fábula basada en


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