EL REVERSO DE LA MEDALLA

PROFESOR: DIEGO CASTRO

ALUMNO: CARLOS ALONSO

En un planeta corrupto de manera generalizada, no coge a nadie por sorpresa que la
moralidad esté por debajo de cualquier situación que produzca dinero. Es inadmisible que a
día de hoy haya gente impune con la cantidad de delitos humanos a sus espaldas cometidos
en el pasado.

Analizando el documental, quiero antes destacar que el deporte jamás dejará de ser deporte
por mucho que lo usen para esconder auténticos escándalos. Partiendo de esa base, es muy
triste ver como la salud de las personas es algo indiferente para las instituciones. El
espectáculo justifica todo y por lo tanto los delitos también están justificados. Personas con
daños cerebrales, suicidios, desequilibrios sociales y psicológicos, enfermedades
hereditarias, el dopaje... Es imposible combatir todo lo anterior si está protegido por los
gobiernos y las instituciones deportivas. Las personas consumimos lo que nos dan y hemos
creado un mundo donde lo único que importa son los personajes que creamos, por lo tanto
todo lo que haya detrás de esas personas es secundario. ¿Quién se acuerda y sabe algo de
antiguos deportistas o de antiguos cargos públicos? Absolutamente nadie, la única manera
de que eso suceda es el hecho de que éstos últimos se muevan por el mundo de la televisión.

Los deportes americanos en general y destacando el hockey, promueven auténticos shows de

altercados y daños que nada tienen que ver con el deporte. Cada pelea en cada
enfrentamiento del deporte que sea, cada imagen, cada portada, cada salario, eso es lo que se
le da a la sociedad para consumir, por lo tanto es imposible que nadie se cuestione ningún
escándalo ni delito que atente contra la salud y el bienestar de los deportistas y sus familias
ya que el deportista es un producto. Lo importante es la audiencia, las ventas, los resultados
para los negocios de apuestas, y todas las cosas que sabemos mueve y produce el deporte.

Opino finalmente que jamás se superarán estos hechos ya que los primeros interesados son
los mandatarios de los países y de las federaciones. Jamás se superá si no se juzgan los
delitos cometidos en el pasado sobre tantas personas, si no se anula todo rastro de los
deportistas que compitieron dopados, si no se cambia el tipo de periodismo y todo aquello
que marca el pensamiento de la sociedad. Jamás habrá justicia ni bienestar de ningún tipo
mientras la gente no quiera ver y aceptar que unos pocos están consiguiendo beneficiarse a
costa de todos, pero lo que es más grave, pasando por encima de otros sin sensibilidad ni
escrúpulo alguna.

El deporte está en la calle, en el parque. El deporte está en los niños y en todos los
deportistas que con más o menos fama promueven la lucha, el sacrificio, la constancia y, por
lo tanto, la cultura del esfuerzo. El deporte jamás será lo que nos quieren hacer creer y ver.