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DE LA ANACONDA REMEDIO
FRANCOIS CORREA R.
Departamento de Antropología
Universidad Nacional de Colombia
un
UNIVERSIDAD NACIONAL
DE COLOMBIA
V^
A
COLCIENCIAS
Esta publicación ha sido realizada con la colaboración
de Colciencias, cuyo principal objetivo es impulsar
el desarrollo científico y tecnológico de Colombia
PROLOGO xi
INTRODUCCIÓN 1
El complejo socio-cultural del Vaupés 1
El objeto de atención 13
P R I M E R A PARTE
M E R C A N C Í A S Y ALDEAS DE MISIÓN 24
De los "boape" al resguardo del Vaupés 26
Articulación económica 42
Articulación socio-política 49
Aldea de Acaricuara 58
S E G U N D A PARTE
LÁCENTE REMEDIO 74
La gente 75
La gente remedio 78
La estructura segmentaria de filiación 85
Mayorazgo y segmentación social 92
Rango y segmentación social 98
Consanguinidad y segmentación en el espacio 1(17
Consanguinidad y unidad exogámica 114
La discusión socio-política 121
Categorías colectivas y orden consanguíneo 126
La Anaconda Remedio 137
T E R C E R A PARTE
LA A L I A N Z A 150
La interdicción matrimonial 151
Preceptos y fórmulas supletorias 156
Los aliados y "afines de hecho" 165
Los "consanguíneos de hecho" 173
Las categorías como expresión de la alianza 185
El género encubierto 195
Vil
CONTENIDO
CUARTA PARTE
LA MALOCA 246
El espacio interno 247
El espacio de transformación de los productos 250
La actividad masculina en la maloca 259
Intercambio y ritual en la maloca 263
La distribución ribereña y los grupos locales 267
El espacio arquitectónico 274
La maloca: reproducción del cosmos 284
Los Ayaumroa, constructores del cosmos 288
La maloca como modelo socio-espacial 297
CONCLUSIONES 307
ANEXOS
BIBLIOGRAFÍA 401
CONTENIDO
TABLA DE MAPAS
MAPA 1. Grupos indígenas de la región del Vaupés
MAPA 2. Aldea de Acaricuara 61
MAPA 3. Grupos indígenas. Zona de Acaricuara 64
MAPA 4. La red social del Pirá-Paraná 81
MAPA 5. El camino de la Anaconda Remedio 145
MAPA 6. Localización de las malocas 272
TABLA DE CUADROS
CUADRO 1. Grupos indígenas de la región del Vaupés
(según afiliación lingüística) 6
CUADRO 2. Precios promedio de hoja y base de coca en el Vaupés
(1978-1987) 40
CUADRO 3. Filiación masculina y orden de mayorazgo (Acaricuara,
1983) 66
CUADRO 4. Alianza matrimonial en Acaricuara, 1983 67
CUADRO 5. Universo social taiwano 77
CUADRO 6. Distribución espacial del universo social taiwano 78
CUADRO 7. Filiación ancestral de los linajes taiwano 90
CUADRO 8. Segmentación y función por mayorazgo
de los clanes taiwano 104
CUADRO 9. Orden de distribución espacial de los clanes taiwano 109
CUADRO 10. Comunidades territoriales taiwano 114
CUADRO 11. Unidad Taiwano y Cabiyari 117
CUADRO 12. Parientes "no esposables" taiwano 119
CUADRO 13. Oposición socio-política entre parientes de los taiwano
prohibidos en matrimonio 125
CUADRO 14. Consanguíneos terminológicos 130
CUADRO 15. Vocabulario de parentesco colectivo de los clanes
taiwano 133
CUADRO 16. Orden de consanguinidad generacional de los clanes
taiwano 134
CUADRO 17. Orden ciánico y designaciones colectivas según los
Ngutawe'ya Eduria 135
CUADRO 18. Orden ciánico y designaciones colectivas según los Gawa
Bukura 136
CUADRO 19. Parientes "esposables" taiwano (teña masa) 172
CUADRO 20. Vocabulario para consanguíneos y aliados terminológicos
(generaciones +1 y -1) 187
CONTENIDO
TABLA DE GRÁFICOS
GRÁFICO 1. Corte y estructura de la maloca eduria 250
GRÁFICO 2. Planta de la maloca eduria 254
GRÁFICO 3. Denominaciones espaciales de la maloca eduria 257
GRÁFICO 4. Proceso de preparación de la coca 262
GRÁFICO 5. Espacio ritual de la maloca eduria 266
GRÁFICO 6. Conjunto estructural de la maloca 278
TABLA DE DIAGRAMAS
DIAGRAMA 1. Acaricuara. Grupo étnico y filiación de los cónyuges 68
DIAGRAMA 2. Acaricuara. Grupo étnico de las cónyuges 69
DIAGRAMA 3. Organización socio-espacial en el Vaupés
(Según los taiwano) 112
DIAGRAMA 4. Mapa del mundo 300
PRÓLOGO
xi
xii FRANCOIS CORREA R.
Ante la diversidad lingüística del Noroeste Amazónico a finales del siglo pasado y
principios de éste, los misioneros fusionaron del Tupí y el Guaraní esta lengua
conocida como Nheengatú que en adelante se convertiría en lengua vehicular ("lin-
goa geral"), pero no necesariamente franca en toda el área del Vaupés, como argu-
mentaremos adelante.
8 FRANCOIS CORREA R.
Q
Sorensen hizo una escueta mención sobre la retención de mitades exogámicas de
los pira-tapuyo (Sorensen, 1967: 670).
POR EL CAMINO DE LA ANACONDA REMEDIO 11
10 Para una detallada observación del sistema económico entre los tatuyo ver Dufour,
1981.
12 FRANCOIS CORREA R.
11 En el área colombiana el ritual fue descrito por Lamus (1956) y Torres L. (1969) v
rigurosamente analizado por S. Hugh-Jones (1981 [1979]).
POR EL CAMINO DE LA ANACONDA REMEDIO 13
EL OBJETO DE ATENCIÓN
su naturaleza, los que producen diversos agrupamientos sociales cubiertos por es-
pecíficas categorías culturales.
16 Jeanjackson, 1972.
17 Mi traducción de Dumont, 1975:99-100. Pero su formulación sobre la alianza y re-
lación con el vocabulario de parentesco se remonta a 1953,
18 Needham, 1962; Dumont, 1978.
19 Lévi-Strauss, 1981.
20 Buchler & Selby enfatizan la consistente y explícita distinción entre mujeres "prohibi-
das" y aquellas "permitidas" ("lawful"), para diferenciar los sistemas donde sólo se
define la prohibición, asociada con terminologías del tipo Iroqués (1968: 233).
16 FRANCOIS CORREA R.
24 Eliade, 1968.
25 Silverwood-Cope, 1972.
26 Lévi-Strauss se refirió a estas sociedades como "frías" (1968: XLV).
POR EL CAMINO DE I A ANACONDA REMEDIO 19
La Iglesia de Piracuara.
MERCANCÍAS Y ALDEAS DE MISIÓN
24
POR EL CAMINO DE LA ANACONDA REMEDIO 25
en el año de 1759 las poblaciones de San Carlos del río Negro y San
Felipe sobre el mismo río; el cometido de Iturriaga, entrevistarse con los
delegados portugueses en el río Negro, no se llevó a cabo.
Valerio Andrade, entonces gobernador de la Capitanía del Río Ne-
gro, se preocupó mucho por la defensa de los territorios luso-brasileros
y, para detener las avanzadas españolas (S. Rosa en el Uraricuera, S.
Juan Bautista en Tucutu, etc.), envió al capitán José da Silva Delgado
quien montó la Casa Fuerte de Sao Gabriel (1710) y estableció nuevas
fundaciones en el año de 1761 (S. Pedro de Sinapé, S. José de Marabita-
nas, S. María, S. Bárbara, S. Joáo Baptista de Mabé, S. Isabel, Senhor Da
Pedra, Nossa Senhora De Nazareth de Curina, S. Gabriel Da Cachoeira,
S. Sebastiáo y S. Antonio de Castanheiro Velho); sobre el río Apaporis
también se menciona la Villa de Makunas de Tabocas (1755).
El afán de las coronas, española y portuguesa, por el control econó-
mico del área, apoyadas en las noticias de Acuña (1638), promovió la
búsqueda de la comunicación entre los ríos Orinoco y Amazonas vía al
río Negro. Después del paso del Padre Román (1744) por el canal del
Casiquiari, la vía de comunicación entre estos ríos permitió incursiones
al Vaupés, Apaporis y Japurá (Da Sampaio, 1755; Ferreira, 1755).
La necesidad de garantizar los dominios luso-brasileros generó el
cambio de autoridad sobre los indios (1757) quienes ya empezaban a
demostrar su descontento; de su administración provisional en manos
de las misiones, que por ley pasan a la acción espiritual (los jesuítas
fueron expulsados en 1767), se establece la administración civil bajo ofi-
ciales de justicia (capitdos) abriendo la proliferación de capitanías y for-
talezas que defienden las zonas limítrofes, sólo reguladas desde 1777
con el Tratado de San Idelfonso, por el cual se nombraron las partidas
de reconocimiento que se adentraron en los ya incursionados ríos (Da
Sampaio, 1775; Wilkens, 1781; Requena, 1781; Lobo D'Almada, 1784) y
evidenciaron la existencia de varadores entre las dos cuencas sugirien-
do el uso anterior por parte de los blancos.
De 1786 a 1789 la Capitanía del río Negro fue gobernada por ocho
Juntas Gobernadoras Provisorias con injerencia del Mariscal Joáo Perei-
ra de Caldas, considerado la máxima autoridad de la región; Pereira de
Caldas introdujo cultivos, promovió algunas artesanías, el trabajo textil
y facilitó la entrada de esclavos negros al noroeste del Amazonas.
El interés de españoles y lusitanos se fincaba en el comercio entre
Venezuela y Brasil y la explotación de recursos silvestres a través de la
esclavización de hombres. El "rescate" de la población aborigen se llevó
28 FRANCOIS CORREA R.
-
labor de fray José dos Santos Innocentes aún perduraría veinte años
más. Fue por el año de 1835 que algunos grupos indígenas se aliaron
con los portugueses en lucha contra aquellos que nunca acordaron con
las "bandeiras" o "descimientos" quienes, como esclavos sublevados,
hostigaron permanentemente las aldeas, rebelión conocida como "Ca-
banada" que fue finalmente aplastada en 1840.
A principios del siglo había una modesta manufactura (pez seco,
plantaciones de algodón, café, cacao, añil, etc.), y permanecían centros
de comercio de hombres y mercancías (corotus y curacis en el Apaporis).
Expediciones portuguesas hacia el Vaupés, el Apaporis y el Japurá a la
caza de esclavos fueron constantemente reportadas a lo largo del siglo
(Wallace, 1853; Silva Araújo, 1852; Crevaux, 1880; Gumilla, 1955); sin em-
bargo, el nuevo empuje misionero con la concentración indígena en al-
deas (Martius y Spix, [1820] 1938) y su presencia en aumento sobre el río
Negro, obligó a los portugueses a remontar el Tiquié y el Vaupés en bús-
queda de indios para sostener la capitanía (Llanos y Pineda, 1982). Wa-
llace describe las Villas del río Negro habitadas tan sólo por indígenas e
incluso con capitanes propios (Maroa), remanentes de una época ante-
rior; a pesar del estancamiento, se comerciaba piassaba, chiqui-chiqui,
fariña, hamacas, resinas y canoas, etc., por armas de fuego, instrumentos
metálicos, chaquira, espejos, azúcar, galletas, ropas de algodón, cachaza
y brandy. El autor consideró entonces a los indios del Vaupés como los
"verdaderos habitantes de la selva", describiendo con detalle sus malo-
cas, muy similares a las actualmente existentes en el río Pirá-Paraná.
En 1848 era director general de los indios de la Provincia el Briga-
deiro Honorario Joáo Henrique de Mattos quien encargó de los indios
del río Vaupés al Capitáo Francisco Gongalves Ponheiro con sede en S.
Gabriel. Por Ley Provincial del Para en 1848 se elevó a Manaus a la
categoría de ciudad y dos años después fue creada la provincia del
Amazonas durante la presidencia de Joáo Figuereido Tenheiro Aranha.
Éste impulsó el restablecimiento de las misiones de capuchinos y fran-
ciscanos del río Negro y nombró en 1852 a fray Gregorio José María de
Bene como vicario encargado de las feligresías y poblaciones del alto río
Negro, desde Moreira hasta Marabitanas.
Desde S. Gabriel, en donde se estableció, María de Bene restableció
las misiones de Cuerarí, Macanquinha, Macurigaraparaná (sobre el
Vaupés), Mutum (sobre el Codoiari), Santa Isabel de Tucano y San Pe-
dro de Turiparé (en el Tiquié), Santa Luzia de Turigaripe (en el Papury)
y muchas otras sobre el Izana; en su labor contó con la adhesión de
30 FRANCOIS CORREA R.
"La vida agrícola del Vaupés es muy reducida, a pesar de que en las cercanías de
Mitú hay tierras ubérrimas. El señor Marco Tulio Leal, en la finca 'Urania', tiene
ganado y cultiva caña, plátano, naranjos, café, cocoteros y otros árboles... El señor
Marco Tulio Castrillón, en su finca "Médano", de doce hectáreas cultivadas y otras
tantas derribadas, tiene árboles de pan, palma de pupuña y yuca brava, con lo que
espera tener pronto una pingüe cría de cerdos..." ("Vaupés" por Enrique Pérez
Arbeláez. El Tiempo, agosto 1949).
Según esta Resolución se debería pagar al indígena $0.50 por kilo de caucho, más
una "prima" de cinco centavos sobre el total de lo entregado, si sobrepasaba los 200
kg. En 1952 se pagaba al indígena $0.70 por kilo de caucho entregado al patrón,
además de un kilo de fariña y elementos de trabajo por día; para la misma fecha en
Mitú, 50 kilogramos de papa costaban $49.oo; de arroz $85.oo; de azúcar $47.oo; de
sal $35.oo; de cemento $30.oo; el litro de gasolina $5.oo.
34 FRANCOIS CORREA R.
Alonso Caicedo, Comisario Especial del Vaupés, resume así la relación entre indios
y blancos: "El mayor problema social que se presenta a los gobiernos eclesiástico y
civil es el de las relaciones entre los blancos y los indios; es el del proletariado en
su más agudo sentido. El blanco es el capitalista libre; el indio el trabajador esclavo,
que sólo puede librarse de su amo mediante la fuga. He aquí los hechos que com-
pliquen el gobierno de ambas clases: 1) el blanco necesita del indígena para la casa,
para los viajes y para el trabajo; 2) debido al atraso de las indias y de sus costumbres
salvajes, los blancos no quieren unirse en matrimonio con ellas, y sin embargo las
tienen como esposas; 3) el indio es inconstante, flojo para el trabajo, aborrece tradi-
cional y cordialmente al blanco; 4) el blanco ha ido al Vaupés a conseguir dinero,
de aquí el que repare poco en los medios, aunque estos sean escandalosos V. gr. la
usura y el robo. —Si yo me pongo a pensar en el infierno, me decía un blanco
honorable, no hago nada—. 5) el blanco ha llevado del interior el vicio del juego y
la bebida y muchas veces irreligiosidad; 6) es necesario colonizar la región y esto
no lo puede hacer ni la Misión sola, ni los indios solos, ni los blancos solos..." ("In-
forme Actual del Estado de la Prefectura Apostólica de Mitú," Alonso Caicedo, Comisa-
rio Especial del Vaupés, Mitú, 1952).
POR EL CAMINO DE LA ANACONDA REMEDIO 35
De 1955 data el proyecto de construcción del carreteable que uniría a Mitú con
Montfort: "A la vera de este carreteable se le señalaría a cada familia el lote de
baldío que pudiera laborar, extendiéndole desde un principio el título de propie-
dad, cosa que no existe a estas horas en el Vaupés. Se los ayudaría a levantar la
casita, y empezaríamos a ver dentro de unos años pequeñas fincas de agricultores
y más tarde también de ganaderos y fundos de caucho cultivado y explotado con
técnica". "Informe sobre la Comisaría Especial del Vaupés" del padre Guillermo Vás-
quez al jefe de Territorios Nacionales, 1955.
36 FRANCOIS CORREA R.
En 1952, según Decreto N'-' 2736, el gobierno redujo a la mitad los precios del cau-
cho. En 1955 el precio del kilo del látex era de $3.50, mientras que el internacional
sólo alcanzaba $3.17.
POR EL CAMINO DE LA ANACONDA REMEDIO 37
kilo de látex era establecido por el cauchero que ya incluía una sobrega-
nancia contra los precios del mercado, más fletes, transporte, etc.; 4) las
unidades de peso (la romana) eran alteradas; se aprovechaban del des-
conocimiento indígena para señalar pesos menores al obtenido; 5) el
falseamiento de libros de cuentas aprovechando la ignorancia del indí-
gena de los elementales principios contables; 6) el precio de la fuerza de
trabajo durante el fabrico incluía la deducción de la deuda anterior, fal-
seada y actualizada a los precios del momento del pago; 7) de dicho
precio se deducían también los elementos utilizados por el indígena
durante su labor (fósforos, sal, botas, etc.) y frecuentemente se cobraba
un equivalente a los precios de los alimentos consumidos por el indíge-
na, como la fariña obtenida por caucheros con el trabajo de mujeres
indígenas; 8) en cuanto no se realizaban las transacciones con circulante
el pago se llevaba a cabo a través de mercancías, el cauchero inflaba
desproporcionadamente el precio de éstas (en 1977 el precio por kilo de
látex en el área del Apaporis era de $4; por 600 kilos obtendría $2.400.oo;
una escopeta de fabricación nacional costaba en el área $5.000.oo mien-
tras que en Bogotá su costo era de $1.500.oo). A ello debemos agregar
aun la utilización del indio como cazador, pescador y recolector de sus
propios alimentos, el uso de mano de obra femenina en las tareas do-
mésticas, el abandono de sus familias, la descomposición social. Todo
ello a cambio de ropa, relojes, radios.... pero, sobre todo, a cambio de
poder obtener unas cuantas mercancías que ya habían reemplazado
instrumentos de producción antes elaborados en madera, piedra,
hueso y materias vegetales, indispensables para su subsistencia y la
de su familia.
El Tercer Convenio de Misiones (1953) propulsa el establecimiento
y administración de puestos fronterizos por parte de las misiones en los
denominados Territorios Nacionales 8 , actitud discutida en el Senado de
la República, en donde se afirmó que se había entregado a la iglesia
cerca de las tres cuartas partes del país.
Con la resistencia de las misiones católicas pero con el apoyo del
Estado, en 1962 de celebró el Convenio con el Instituto Lingüístico de
Verano. Ante el temor de los católicos por la competencia, el ILV argu-
mentaba el desempeño de una función científica (estudio de las lenguas
ARTICULACIÓN ECONÓMICA
ARTICULACIÓN SOCIO-POLÍTICA
1989). Sobre el río Papurí la preparación de los catequistas del CAPÍ, desde 1970 se
lleva a cabo después de ocho niveles; en 1984 había por lo menos dos catequistas
en cada "vereda".
12 En 1980 había 16 puestos del ILV en el Vaupés.
54 FRANCOIS CORREA R.
13 "... La flauta encantada o "yuruparí" es el símbolo del demonio... Así acabé con la
superstición: cierto día de mercado colgué de una columna de la casa cural la flauta.
La desbandada y el espanto fue general. Las mujeres corrían alocadas y tropezaban
unas con otras. Nadie murió, pero la casa de las misiones fue quemada poco des-
pués. Mas con ellos no hay que mostrar miedo. Ordené a todos los niños de las
escuelas la fabricación de flautas. Y en un día de fiesta, en procesión solemne sali-
mos tocando dichos instrumentos por todo el pueblo, por los campos, por las casas.
Las niñas eran las más entusiastas. Como ninguna mujer murió la superstición se
desacreditó definitivamente. Pero huelga decir que contábamos ya con un grupo
fervoroso de católicos que no creían en ella. Si no, no habría podido hacerse nada!"
(Revista de Misiones, 1929).
POR EL CAMINO DE LA ANACONDA REMEDIO 55
del Misionero. En cambio en los pueblos de blancos como Mitú y Carurú hemos
tenido que comprar las mejoras para hacernos alguna propiedad". (Heriberto Co-
rrea Yepes M.X.Y. Prefecto Apostólico de Mitú, Mitú, 1955).
15 No vinculadas institudonalmente al Gobierno.
POR EL CAMINO DE LA ANACONDA REMEDIO 57
ALDEA DE ACARICUARA
Te,4
rio
OESTE ESTE
74
POR EL CAMINO DE LA ANACONDA REMEDIO 75
sociales partícipes de una vasta red social que los liga con otros grupos
del área geográfica del Pirá-Paraná. Será más preciso entender el impac-
to de la sociedad nacional si atendemos a lo que identifica a los taiwano
y sus relaciones de oposición y complementariedad frente a otros gru-
pos étnicos. Partiremos de un grueso marco de referencia sobre el uni-
verso social que nos permitirá introducirnos en las características de la
dinámica de sus relaciones sociales, para poder retornar a aquel en el
último capítulo.
LA G E N T E
masa
("gente") ("no gente")
masa gajera masa josa gawa
3 Como ven las relaciones matrimoniales de manera similar a la de los josa, es decir,
entre sí, sin distinción alguna de grupos o categorías sociales.
4 Ver también Fulop para los tucano (1954; 112); Von Hildebrand para los tanimuka
(1975: 359-360); y Correa para los cubeo (1992: 107).
78 FRANCOIS CORREA R.
LA GENTE REMEDIO
ción como vía de paso entre el Vaupés y el Apaporis hacia el siglo XVIII.
A pesar de ello, el relativo marginamiento del Pirá-Paraná y el Cananarí
con respecto a los grandes ejes fluviales que se convirtieron en vías de
acceso regional, seguramente protegió a sus habitantes de la interven-
ción occidental; hoy las gentes del Vaupés consideran que los grupos
indígenas de esta área son los más auténticos representantes de una tra-
dición cultural Tucano.
Aunque los taiwano y otros grupos del Pira mapean su universo
social incluyéndose en la región del Vaupés e, incluso, conceptualmente
involucran relaciones sociales con ciertos grupos distantes del área del
Pirá-Paraná y el Cananarí, de acuerdo con las actuales relaciones econó-
micas, sociales, rituales y políticas, ésta puede ser considerada como
una área discreta al interior de la región del Vaupés. Se trata de un con-
junto constituido por los cabiyari, los taiwano, los carapana, los tatuyo,
los barasana, los macuna, los bara y los tuyuca; la población estimada
podría alcanzar unos 1.500 individuos. Los dos últimos se hallan hacia
los límites orientales, en las cabeceras del Inambú, un afluente del Pa-
purí, y en el Tiquié, respectivamente, y por su posición geográfica sus
relaciones sociales son predominantes con otros grupos del Vaupés.
Hacia el río medio Pirá-Paraná se hallan los taiwano; sus grandes
casas colectivas se distribuyen desde la desembocadura hasta las cabe-
ceras del caño Piedra-Negro (Ngutawe'ya), un afluente izquierdo. Un
segmento importante de su gente se halla sobre el Caño Paca [semeriña),
afluente derecho del río Cananarí; y también mencionan una remota mi-
gración de parte de su gente hacia el Tiquié. Hasta un poco más allá de la
desembocadura del Piedra en el Pira hay malocas taiwano, en tierras de
los barasana sus vecinos orientales y, después de éstos hacia el oriente, en
el río Tiquié, el río Achiote (Musaca), están los tuyuca. Los barasana tam-
bién habitan la hoya del caño Tatú, un afluente del Pira que se desplaza al
sur del caño Piedra-Negro, entre quienes hay huéspedes taiwano. Al Su-
roeste de la hoya del Pira están los macuna. Al occidente en el Cananarí, el
"río espejo" (eóña), habitan los cabiyari entre quienes se halla el mencionado
segmento de los taiwano. Los límites socio-geográficos de los taiwano se
cierran al Norte con los tatuyo que ocupan las cabeceras del Pira y, en la parte
más septentrional, están los carapana.
Los grupos del Pira en su mayoría son hablantes de lenguas afilia-
das a la familia Tucano Oriental, con excepción de los cabiyari de habla
Arawak que, sin embargo, no exhiben prominentes diferencias socio-
80 FRANCOIS CORREA R.
ün
Linaje 6 a¡e 2
19 Ver H u g h - J o n e s , S. 1979.
92 FRANCOIS CORREA R.
Los linajes y los clanes son las unidades básicas de las que se compone
la organización social de los taiwano; sus relaciones dependen de la
comunidad de lengua, de compartir un lugar de origen, un territorio y
una cultura común que, simbolizadas por la filiación común, identifi-
can al conjunto de sus miembros como grupo. La descendencia de un
mismo ancestro aparece, entonces, como el modelo de ordenamiento
social: es la metáfora que permite expresar los símbolos de las relacio-
nes que dan contenido a la identidad de los taiwano distinguiéndolos
de otras gentes. La distinción no depende entonces de que los grupos
sean descendientes de un ancestro, pues todos los grupos lo son, sino
que ser una unidad de filiación significa compartir una comunidad de
relaciones socio-culturales que la filiación común representa; es así
como entendemos la cosustancialidad de la consanguinidad, derivada
de la descendencia.
26 Pero, en adelante, a menos que refiramos el sentido aquí precisado para el segmen-
to de la Anaconda, damos a "segmentario" su sentido antropológico.
100 FRANCOIS CORREA R.
Segmento Anaconda
Ancestros Clanes
1
' Ancestros ' '
Linajes
* Las funciones aquí señaladas se asignan al conjunto de miembros del dan, no a cada
linaje.
POR EL CAMINO DE LA ANACONDA REMEDIO 105
28 La distinción de los segmentos sociales por rango y función aparece con variacio-
nes entre muchos grupos indígenas del Noroeste de la Amazonia (Correa, 1984) y
en todo el Vaupés (ver Apéndice No. 2). Entre los grupos del Pirá-Paraná fue pri-
mero descrita entre los tatuyo (Bidou, 1976) y luego entre los barasana (C. Hugh-
jones, 1979) y macuna (Arhem, 1981); también aparece entre los cabiyari (Correa,
1989). Ello es consecuente con nuestra hipótesis según la cual el modelo descansa
en un sistema común a sus grupos, y nos permite concentrar esta descripción en
las particularidades de los taiwano y la explicación de ciertos aspectos del modelo.
106 FRANCOIS CORREA R.
dogamia de los makú. Por ello a los hijos de incesto se los considera de
estatus equiparable: a pesar de ser taiwano se convierten en "trabajado-
res" (josa)l
Cuando se presenta, ocurre entre consanguíneos de generaciones
diferentes. Sin embargo, no es solamente actual. Habría contravenido el
orden de la consanguinidad desde tiempos pretéritos y aparece regis-
trado en la mitología. En particular, explica la presencia de los Wajaria,
representados por el ancestro que se considera fue cabeza de su seg-
mento, el "Hombre-de-Día", tímuagu, que ocupa la última posición en
el listado del orden de los clanes taiwano, puesto que una vez gestada
la progenie de la Anaconda Ancestral, tuvo aquel último hijo cuyo ger-
mano menor, Wajari, casó con la hija de su hermano mayor. Empero,
aunque los descendientes del último hijo del padre ancestral son reco-
nocidos como tales, comparten ese carácter incestuoso que al mismo
tiempo los hace descendientes del hermano menor y mayor de los an-
cestros del segmento. Hoy en día sólo representados por los descen-
dientes del menor, el Linaje 8. Consecuentemente, su sitio originario es
el extremo territorial, las cabeceras de Caño Piedra-Negro, el Cerro
Trueno (Guou Buró).
Reconocidos como "josa" este apelativo termina por no ser una fun-
ción especializada; por ello mi traducción ha ido en comillas, son "tra-
bajadores". También se los considera como "la gente preparadora de la
sal" (umato moari masa), aquellos que desempeñaban la humilde tarea
de recolectar las yerbas higrofíticas que crecen entre las rocas de las
cachiveras para cocinar la "sal". Sin embargo, esta actividad, y la vincu-
lación entre su ancestro, "Gente-de-Día", y su sitio de origen, el Cerro
Trueno, terminan por señalar su vinculación chamánica, potencialmen-
te agresiva pero, sobre todo, imprevista, desconocida, que corresponde
con la forma como se los percibe socialmente.
específicamente de wiji wese, un sitio del Besuya por lo cual son deno-
minados Besuya masa, o bien, del clan wajuara originario de Wajuya
sioro, específicamente de Yawiorika, un sitio del Botiya de donde toma-
ban su nombre como Both/a masa. Sin embargo, no es posible dar cuenta
de toda la distribución espacial porque muchos clanes han desapareci-
do y por cuanto hoy en día ciertos segmentos e incluso clanes sólo están
representados por un linaje.
El lugar de origen es marca de identidad de sus descendientes, ya
sea para todos los taiwano, o bien, específicamente para los descendien-
tes de los clanes; dicha distribución corresponde con la segmentación
en tramos del río Piedra-Negro que pretenden corresponder con los cin-
co segmentos sociales asimilados al propio cuerpo de la Anaconda Re-
medio. El orden social se proyecta en el espacio. La cosustancialidad de
la consanguinidad, ser una-misma-gente, es representada por un sitio
de origen común; y la distinción de sus miembros según su estatus, por
la asimetría en la distribución de sus lugares de origen y segmentación
sobre el eje del río. Ahora bien, la denominación genérica de diferentes
unidades sociales bajo el nombre de un afluente del río Piedra-Negro
enfatiza la pertenencia de un segmento territorial, en el que es frecuente
que el modelo de correlación del orden de mayorazgo y distribución
espacial coincida, de manera que los mayores del respectivo segmento
se consideren específicamente originarios de su bocana, mientras que
los menores son considerados originarios de las cabeceras del respecti-
vo río. En breve la consanguinidad incluye el orden según el cual a una
unidad segmentaria corresponde un territorio, y estos también se ha-
llan jerarquizados.
El orden de segmentación social proyectado en el espacio, según el
cual el orden de mayorazgo distribuye las unidades sociales de bocana
a cabecera del río Piedra-Negro, se reproduce dentro de cada segmento.
De la misma manera que el modelo de procreación prevé la reproduc-
ción de los segmentos sociales sobre el territorio étnico, los afluentes del
eje fluvial asignados a específicos segmentos sociales se hallarían distri-
buidos, de bocana a cabecera, de acuerdo con el orden jerárquico de los
clanes.
Ahora bien, he mencionado que los linajes actuales pueden ser dis-
tinguidos por el nombre del sitio que actualmente ocupan. Ello podría
dificultar la argumentación de la proyección espacial de la organización
social puesto que el modelo ideal parece confundirse con la distribución
actual de los linajes. Es lo que ocurre con el Linaje 1, también denomi-
POR EL CAMINO DE LA ANACONDA REMEDIO 111
29 Ejemplarmente descrito por Leach para los kachin de alta Birmania (1976).
112 FRANCOIS CORREA R.
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POR EL CAMINO DE LA ANACONDA REMEDIO 113
De hecho, los taiwano, los carapana y los tuyuca son unidades so-
ciales autónomas, es decir, que poseen nombres genéricos diferentes,
distinguen a sus padres ancestrales particulares, sus lenguas y sus luga-
res de origen localizados sobre diferentes territorios ancestrales, reivindi-
can propios conocimientos míticos, cantos y actividades chamánicas
específicas, y se consideran artesanos especializados en la fabricación
de ciertos elementos de su cultura material y sus adornos rituales. Cada
uno de estos aparece estructuralmente similar a los taiwano de manera
que pueden ser considerados bajo la categoría de "grupos étnicos".
No obstante su insistencia en considerarse cada grupo como propio
y distinto, afirmado verbal y míticamente por los taiwano y carapana,
desde el punto de vista de los primeros los tuyuca son sus "hermanos
mayores" (gajegu mesa), mientras que los carapana serían "hermanos
menores" (bedera), debido a su disposición espacial: los tuyuca hacia el
oriente de los taiwano, más próximos a la cepa del universo, los taiwano
en el centro del mundo, y los carapana hacia sus cabeceras, al occidente.
Consecuentemente, lo que resta de la argumentación de los taiwano
para considerar su relación como consanguíneos, es su origen en un
lugar común (la Cueva de Tocandira) y el desplazamiento conjunto por
un mismo eje fluvial.
Aceptando la distinción como unidades de filiación alternativas,
adicionalmente, los carapana, taiwano y tuyuca pueden ser considera-
dos como consanguíneos puesto que utilizan designaciones colectivas
del vocabulario del parentesco, expresión inmediata y concreta de la
proximidad y distancia del parentesco. Y ello funda la prohibición ma-
trimonial entre sus miembros. La exogamia deriva de la consanguini-
dad, pero desde el punto de vista de los taiwano, de ninguna manera
de la filiación que debe ser entendida como el proceso que establece la
vinculación automática de sus miembros a un grupo; las relaciones de
consanguinidad son entonces cualitativamente diferentes: un hombre
taiwano procreará miembros taiwano, descendientes de la Anaconda
Remedio y por ello pertenecientes a dicha unidad de filiación, que al
mismo tiempo serán miembros de la unidad exogámica que incluye a
su grupo, los carapana, los tuyuca y los Ide Jim; pero no será miembro
de las unidades de filiación de estos últimos.
POR EL CAMINO DE LA ANACONDA REMEDIO 117
Notas:
Indica que por lo menos algunos de sus clanes forman parte del orden exogámico
propuesto por los taiwano. Reconocidos por el genérico nombre de macuna están
compuestos por varias unidades frátricas; los aquí mencionados serían una de ellas
conocida por los taiwano como ide masa descendientes de ide fino (ver también Ar-
hem, 1981).
Indica que por lo menos algunos de sus clanes forman parte del orden exogámico
propuesto por los cabiyari.
En Hugh-Jones S. (1979:24) aparecen los macuna en lugar de los yurutí, que en
cambio se encuentran en Jackson (1972) y mi información.
31 A semejanza de las categorías frátricas observadas entre los macuna (ver Arhem,
1981); pero, desde el punto de vista de los taiwano, esta unidad aparece claramente
definida. Arhem incluyó la clase de parientes "hijos-de-madre" bajo esta categoría,
que distinguiremos debido a la naturaleza de las relaciones sociales de las cuales
son producto.
32 Ver la alianza matrimonial más adelante. Pero de antemano, relaciones de interdic-
ción que podrían corroborarse aplicando este modelo a los datos de Sorensen
(1969) en el Papurí y Jackson desde las cabeceras de este río (1972).
POR EL CAMINO DE LA ANACONDA REMEDIO 119
LA DISCUSIÓN SOCIO-POLÍTICA
35 En el análisis sobre los cubeo (Goldman, 1963), tatuyo (Bidou, 1972) y barasana
(Hugh-Jones, C , 1972; Hugh-Jones, S., 1972), entre quienes la fuente fundamental
de la investigación proviene de las verbalizaciones y mitología, conceptualizacio-
nes indígenas que posibilitan la construcción de modelos organizacionales en los
cuales las relaciones que derivan de la descendencia son el criterio que decide la
identidad social. Los autores dedican buena parte de su exposición a observar el
contenido de las relaciones jerárquicas internas ligadas a funciones especializadas
que derivan de una distinción asimétrica en el nacimiento de los fundadores de las
unidades segmentarias, y atienden a la descripción de la proyección espacial de
dicho orden social.
POR EL CAMINO DE LA ANACONDA REMEDIO 123
nocían a sus parientes los llamaban por el término colectivo con el que
se distinguirían mutuamente. En el Tiquié habrían surgido los tuyuca.
Al llegar al Pirá-Paraná, inesperadamente habrían aparecido los taiwa-
no delante de la anaconda-gente y sólo respondieron hasta que fueron
denominados "hermanos mayores" (gajegu masa).
El criterio de oposición entre unidades de consanguíneos, discusión
del orden del mayorazgo es, pues, replicado entre las unidades sociales
de los distintos niveles de segmentación social en los que se hallan in-
cluidos los taiwano. La unidad que discute el orden de mayorazgo in-
terno es un clan que ocupa una zona geográfica próxima, pero distinta
de su propio territorio ancestral, ordenándose de manera similar a la
estructura de filiación básica de los taiwano, es decir, por orden de seg-
mentación de sus linajes a los que se adscriben las funciones especiali-
zadas. La unidad que discute el orden frátrico es de filiación diferente,
ocupa una zona geográfica más distante del territorio taiwano y posee-
ría una estructura de filiación similar a la de los taiwano del Piedra
como se ilustra en el Anexo 2.
El criterio que permite distinguirlos es su oposición al orden de na-
cimiento del cual depende el orden de mayorazgo que confirma el ran-
go. Aun considerando las diferentes formas orgánicas de las unidades
comprometidas en el análisis el resultado es la discusión sociopolítica.
Y ello se manifiesta interna como externamente. Según su efecto como
oposición sociopolítica, con todo derecho es válido incluir la unidad
social producto del incesto cuyo efecto dinámico también deriva en la
transformación del orden de patrifiliación interno. Sin embargo, los cri-
terios que fundamentan la oposición entre aquéllos y las unidades aquí
consideradas son de diferente naturaleza. Lo que permite distinguir a
los Wajaria es resultado no sólo de la afectación de la consanguinidad
patrilineal sino que proviene de la alteración de las reglas matrimo-
niales.
Ahora bien, la "comunidad territorial" del Cananarí comparte del
todo el criterio de oposición socio-política con aquellos que, a nivel exter-
no, se distinguen del orden frátrico. Sin embargo, el criterio de oposición
socio-política es diferente en este caso con respecto a los anteriormente
mencionados: este último es resultado de la alteración de la alianza ma-
trimonial: el incesto; el segundo de la alteración del orden de patrifilia-
ción: el orden de nacimiento. Ambos, empero, producen la alteración
general del "orden de mayorazgo".
POR EL CAMINO DE LA ANACONDA REMEDIO 125
los parientes así denominados que son la base del sistema para cons-
truir las clasificaciones colectivas de parentesco.
En las generaciones extremas (+2, -2), la terminología de los taiwano
sólo distingue a los parientes de ego de acuerdo con su género, sin im-
portar su ascendencia; tampoco se diferencian parientes patri o matri-
laterales, consanguíneos o aliados terminológicos; son los padres de su
padre o los padres de su madre y todo pariente de éstos en dicha gene-
ración; opuestos a sus nietos o todo pariente de tal generación. También
podría utilizarlos para los padres de los cónyuges y sus nietos, aunque
se los considera más distantes. En realidad, a toda persona por encima
de la generación de los padres y a toda persona de la generación si-
guiente a la de sus hijos se las podría denominar bajo dichos términos.
Con relación al sistema global los términos para las generaciones extre-
mas aparecen amalgamados y son recíprocos. De hecho, los considera
pertenecientes, respectivamente, a una misma clase de parientes:
ñiku/ñiko con el término colectivo ñiku mesa, y janami/janeño con el co-
lectivo janéra batía.
En sentido genérico, cuando no hay otras relaciones de parentesco
más precisas, los términos ñiku/o se utilizan para toda persona de edad
avanzada; al contrario, con las designaciones janami/janeño se refiere
siempre a todo niño pequeño. Mesa es el término que denota la vincu-
lación por filiación ("descendientes de..."). Batía se podría traducir
como los "dispersos" reconociendo la progresiva procreación social;
ello evidencia cómo desde las generaciones ascendentes serán diversos
los caminos de reproducción de los miembros de la última generación
descendente. A los ancestros se los suele denominar con los primeros y
sus descendientes se consideran "nietos" de aquéllos. Pero sobrepasan-
do una unidad de filiación mínima el colectivo para los ancestros es
bukura que, en propiedad, los taiwano suelen traducir como "la gente
antigua" o sencillamente "los antiguos".
El vocabulario de parentesco prevé, pues, la oposición de sus miem-
bros por generaciones y, en el caso de las generaciones extremas, parecería
que ello depende de la evidente diferencia del orden de anterioridad o
posterioridad de su nacimiento; pero los taiwano clasifican a sus miem-
bros de acuerdo con la edad relativa, de manera que las edades absolu-
tas podrían aparecer cruzadas. Dicho criterio, que hemos reconocido
bajo el orden de mayorazgo, es particularmente explícito en el vocabu-
lario para los consanguíneos de la generación de ego lo que permitiría
aproximar su explicación a razones biológicas.
130 FRANCOIS CORREA R.
que los opone a ego como una clase de parientes. Esto es lo que lingüís-
ticamente indica la clasificación en categorías colectivas que expresan
un modelo abstracto de relaciones de parentesco, sistemáticamente em-
pleado para los consanguíneos terminológicos .
En la generación de ego el orden de mayorazgo se emplea para dis-
tinguir a los hijos de un mismo padre como "hermanos mayores" (nga-
na), y "hermanos menores" (bedera). No habrá dificultad para reconocer
los términos interpersonales dentro de un mismo linaje puesto que este
orden se reproduce para todo pariente considerado como consanguí-
neo terminológico de la generación de ego, respetando el orden de an-
terioridad en el nacimiento al que están sujetos los respectivos padres.
Pero este orden se remonta sucesivamente para unidades más inclu-
sivas como los clanes y aun los grupos étnicos de la fratría de la cual
forman parte los taiwano. Para disponer el primero se apela al modelo
de segmentación de la anaconda ancestral según el cual los ancestros de
los clanes habrían nacido en orden de mayor a menor dependiendo de
su asimilación con una parte del cuerpo ancestral: los descendientes del
segmento de la cabeza de la anaconda habrían sido los primogénitos,
mientras que los descendientes del segmento de la cola fueron los ulti-
mogénitos. Es así como los taiwano explican el orden de mayorazgo de
unidades de filiación más allá de los patrilinajes.
En la relación interpersonal el término indicativo del orden de ma-
yorazgo puede ser localizado por los términos utilizados por parientes
clasificatorios consanguíneos de una generación que reproduce, de le-
jos, el orden de nacimiento de los ancestros respectivos, lo que recae en
los cabezas de las unidades respectivas; a partir de ello, ego puede pre-
cisar las designaciones terminológicas respectivas para todo alter, sin
importar su posición generacional relativa. Asimismo, entre las respec-
tivas unidades de filiación el orden de nacimiento de sus respectivos
ancestros se convierte en los términos colectivos con los cuales se dis-
tingue el orden de nacimiento de toda la progenie de un ancestro.
Pero los términos colectivos para los diferentes clanes no se limitan
a aquellos que horizontalmente reconocen las relaciones asimétricas en
una misma generación. Los taiwano utilizan todos los términos colecti-
1) 2) 3) 4) 1) 2) 3) 4)
1) Ngutaweya X janami maku janami X -2 -1 -2
2) tugañara ñiku X buamu gajegu +2 X +1 +0
3) wetayoa buamu maku x maku +1 -1 X -1
4) gawa bukura ñiku bedi buamu x +2 +0
+
1) 2) 3) 4) 1) 2) 3) 4)
1) Ngutaweya X maku janami janami X -1 -2 -2
2) wetayoa buamu x maku maku +1 X -1 -1
3) gawa bukura ñiku buamu x bedi +2 +1 X -0
4) tugañara ñiku buamu gajegu X +2 +1 +0 X
LA ANACONDA REMEDIO
43 "ojecoa ma": "ma" por camino; "ojecoa", acepción para "leche", pero también para
"seno" materno. He utilizado entonces la traducción no literal de: "camino de leche
[que amamanta] este mundo".
44 No hace mucho, en lugar de cucharas de peltre los taiwano tallaban en forma de
cuchara el fémur de la danta que se usaba para tomar el fino polvillo de coca.
POR EL CAMINO DE LA ANACONDA REMEDIO 139
dio poblando este mundo. Por ese camino del Tiquié la Anaconda Re-
medio emergió otra vez en el Paraná Camino-de-Rana. Y, luego, en la
Cachivera de la Piedra Cilindrica , en donde estaba el Yuruparí de
Nguta Jácaro, la gente recibió conjuros para "soplar" y bailaron con los
bastones antiguos.
De allí vino a la Cachivera de La Anaconda de Día, del Sol. Él era dueño
del bejuco del veneno del Jaguar-Gavilán que, como fogón, calentaba
el mundo haciendo daño a la gente. La Anaconda Remedio se sumergió
para levantarse de nuevo en la Cachivera del Hueso-de-Danta. Ahí es-
taba la Danta-Mojarra, el Dueño de la Coca; para cantar por lengua
tenía las cucharas de hueso-de-danta; estaba con salud, con bien-estar;
su dibujo semejaba las costillas de la Anaconda. En la cachivera de Om-
bligo donde están las flautas y trompetas ancestrales de somo buku y
muga yai, y el bejuco de salud de Ombligo-Almidón nació otra gente
antigua. Él emergía y miraba este mundo. De allí vino a la Cachivera
de Gavilán-Blanco; retornó a la cachivera de Hueso-de-Danta donde
habita el triste Ñami bojori masu, el capitán de la gente espíritu-pez, cuya
maloca es de enfermedad. Emergió en la tierra del viejo Wasori en el
Cerro-Estantillo de Gavilán. Luego en la Loma del Árbol de Caimo y
adelante en la Loma del Travesano del Diablo donde la gente recibió el
Bejuco de Anaconda, el bejuco de los cantores de Wasori.
El espíritu-pensamiento de la Anaconda saltó a la Loina de Ei y se acer-
có al Plano de Achiote, en las cabeceras del Tiquié y hacia el Pirá-Para-
ná. Miró e hizo maloca donde nació gente nuestra; esa tierra de
nacimiento ya es de la Gente Remedio. Después vino al Plano del Mico
Ichacha en el caño Colorado afluente del Pirá-Paraná, Cercha del Mun-
do de la Piedra Cilindrica, dominio del payé antiguo Wasori. De allí
pasó a la explanada Piel-deTaguar en el caño Colorado; ahí entre las
hojas espinosas estaba anidada la Anaconda Rojo. Con esa Planta de
Breo, su espíritu-pensamiento hacía levantarse a la gente. Después, al
emerger en el sitio Oreja-de-Anaconda ya pasó a la hoya del Pirá-Paraná.
La Anaconda Remedio emergió en el Cerro de la Abeja-de-Día. Allí
quería vivir, procrear harta gente: anidar sus huevos. Y, en la maloca de
las cabeceras del caño Yaripa nació gente. Pero la Lombriz Blanca bru-
48 weri se refiere al bienestar; canama es traducido como "nuestra vida", "nuestro co-
razón", "sabia de la vida", metáfora sobre el sano crecimiento de la planta.
142 FRANCOIS CORREA R.
geta
goje
\ \ \
\
\
ESTE OESTE
antes después
150
POR EL CAMINO DE LA ANACONDA REMEDIO 151
LA INTERDICCIÓN MATRIMONIAL
A o A. 1 I
Ai
1
o
T l_
T
MITO REALIDAD
próxima a la posibilidad real. Ello no quiere decir que esta última posi-
bilidad sea aceptable; por el contrario el mito afirma las graves conse-
cuencias de la transgresión tomando como referente el modelo que
parece evidenciar de manera precisa y clara las consecuencias del inces-
to. Volveremos sobre ello.
Es de aclarar que no pierdo de vista la distinción conceptual entre el
incesto como prohibición de relaciones sexuales y la exogamia como
prohibición del matrimonio . Cuando relaciones sexuales consideradas
equívocas se presentan, aun en la mitología, ocurren con miembros del
grupo de filiación taiwano, y es a éstas a las que los taiwano se refieren
propiamente como incesto. Pero el criterio que fundamenta la interdic-
ción es la consanguinidad, puesto que la última preocupación es por los
efectos de la procreación y la consecuente alteración del orden de con-
sanguinidad. Por tanto se proscriben las relaciones con miembros del
grupo de filiación taiwano, de los grupos de fratría y los "hijos-de-ma-
dre"; de manera que, en este caso, la exogamia aparece como extensión
del incesto aunque de hecho no hay registro de virtuales relaciones ni
sexuales ni matrimoniales con miembros de la unidad exogámica. Por
supuesto esta interdicción es diferente del adulterio que, en su orden,
reprueba las esporádicas relaciones sexuales con las cónyuges del gru-
po de filiación y las improbables con cualquier mujer casada de otros
consanguíneos 6 . Más frecuente que el incesto y luego del conflicto oca-
sionado por la no conclusión de la reciprocidad en el intercambio de
mujeres, el adulterio es materia de querellas cuya reiteración podría
conducir a la separación de los cónyuges.
Cuando se presentan las relaciones incestuosas, tanto en el mito
como en comportamiento, ocurren entre miembros de diferente posi-
ción en que los hombres, mayores que las mujeres, parecen aprovechar
su estatus, testimoniando el control social masculino, y reforzando el
hecho que los taiwano consideran que las relaciones sexuales son inicia-
tiva masculina.
Adicionalmente, lo anterior evidencia otro aspecto; las relaciones
sexuales que conducirán a la procreación, el matrimonio, no deben re-
alizarse entre individuos cuya posición social es distinta por ser consan-
guíneos, sino entre aquellos cuya posición social los relaciona como
pares. Mientras que todo consanguíneo se halla en posición asimétrica,
5 Lévi-Strauss, 1981.
6 S i g u i e n d o a G o o d y , 1971.
156 FRANCOIS CORREA R.
fizarlo hace que la mayoría de los adultos de más edad, tanto hombres
como mujeres, hayan tenido por lo menos dos consortes. Pero los tai-
wano prefieren casar con mujeres que no han tenido hijos (ría maniré),
puesto que se espera que procreen los propios. Si un consanguíneo tai-
wano hubiese dejado hijos no habría conflicto por la patrifiliación pero
podría conducir a confusiones cuando el rango del difunto es mayor;
tal era la única circunstancia de levirato en cabeza del linaje 2 quien
recibió dos esposas de su finado hermano.
El matrimonio sucesivo, debido a la pérdida de una mujer sea por
la defunción o por la disolución del matrimonio, contando con las re-
glas de intercambio matrimonial podría asumir cierta forma sororal.
Consecuente con la deuda de intercambio contraída entre unidades de
filiación, el esposo podría demandar la restitución de su finada esposa
pero debido a las características demográficas aunque el sororato se
presenta es, en realidad, excepcional. Más frecuente es el matrimonio
sucesivo con hermanas clasificadas, pero la estadística testimonia la ac-
tualización de relaciones matrimoniales con un tercer grupo. No acep-
tada es la poliandria adélfica que, sin embargo, aparece en dos
oportunidades; pero la tensión y el conflicto entre los hermanos tiende en
ambas eventualidades a que el hermano mayor permanezca con la mujer.
Ahora bien, dada la restricción demográfica de los taiwano y de los
grupos étnicos enlazados por relaciones matrimoniales con éstos, no
siempre es posible el matrimonio entre verdaderos primos cruzados bi-
laterales. Es factible, en primer lugar, que un hombre no tenga hijas con
las cuales sostener el intercambio recíproco de la esposa de su hijo. Para
resolverlo se utilizan fórmulas supletorias.
Hemos observado cómo las relaciones de consanguinidad y su ex-
presión categorial son una construcción cultural de acuerdo con la cual
todo descendiente de consanguíneos es consanguíneo, previendo la re-
producción de dicho orden. De manera similar, la clasificación de los
parientes "esposables" parte de un modelo de reproducción que para
la generación de ego pareciera estar previsto por las relaciones de afini-
dad de su generación inmediatamente anterior. En primera instancia,
un hombre reconoce a las mujeres que son esposas potenciales de su
grupo o afines de éste porque se hallan distinguidas con el término de
teño, y denominará a sus hermanos con el término de teñu.
Pero estas denominaciones cambian en cuanto se realiza el matri-
monio; un hombre casado seguirá denominando a los hermanos de su
esposa de la misma manera (teñu), pero a ella la distinguirá como su
POR EL CAMINO DE I A ANACONDA REMEDIO 161
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Matrimonio patrilateral
con intervención de un tercer grupo
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Matrimonio matrilateral
con intervención de un tercer grupo
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I
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15 M u r d o c k , 1949.
170 FRANCOIS CORREA R.
18 Este es el caso para los taiwano pero entre los cubeo, los macuna y los curripaco-
baniwa se trata de fratrías intermatrimoniales con tendencia a la endogamia étnica
(ver Goldman, 1968; Arhem, 1981; Journet, 1991).
POR EL CAMINO DE LA A N ACÓN DA REMEDIO 175
T 3g T 3g
B B
Z\ O Z\ Z\ o O Z\
19 Etnográficamente los oco masa son conocidos bajo el apelativo genérico de macuna.
Este genérico cubre varias categorías frátricas una de las cuales, los Ide masa (en su
propia lengua), coincidiría con el grupo social al que aquí nos estamos refiriendo
(ver Kah Arhem, 1981).
POR EL CAMINO DE LA ANACONDA REMEDIO 177
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3 » eqo ^ 1
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180 FRANCOIS CORREA R.
20 De acuerdo con Arhem (1981), los macuna constituyen una unidad sociocultural
lingüísticamente definida, compuesta por dos conjuntos de sibs intermatrimonia-
les que hablan la misma lengua. Según el autor la organización social macuna debe
ser estudiada en términos de un modelo analítico que contiene tres variables coor-
dinadas, constituidas por los principios de la descendencia patrilineal, la alianza
matrimonial simétrica y su expresión combinada en el espacio. Dentro de la arma-
dura del sistema de descendencia patrilineal las relaciones entre sibs y Segmentos
Frátricos comprenden tres partes del universo social: una categoría frátrica, una
categoría afín y una categoría de "hijos de madre". La unidad más exclusiva del
sistema de descendencia es la Categoría Frátrica, constituida para todos los sibs
clasificados como hermanos desde el punto de vista de cualquier sib del sistema.
POR EL CAMINO DE LA ANACONDA REMEDIO 181
22 En dicho sentido próxima a la definición de Shapiro: "I propose that we may appro-
priately label "marriage" that class ofrelationships, defined as a category in a given society,
that includes within it relationships having the following characteristics: that thepartners
be a man and a woman; that sexual activity be a defining feature on the relationship; that
socially significant bonds be estahlish hctieeen the partners and any offspring the may liave
(ivhat anthropologists understand by "filiafion"); that the unión involve wider social fres
betiveen persons realted to the respective partners (what anthropologists understand as
"ajfinity"); and that the relationship he a part of the society system ofrelations ofproduc-
tion" (Shapiro, 1984:20).
POR EL CAMINO DE LA ANACONDA REMEDIO 185
nes que los originan pero, nuevamente, a pesar que partimos de relacio-
nes genealógicas su sentido es clasificatorio, se refiere a todo pariente
que pueda ser acuñado bajo la categoría. Consecuentemente, los "con-
sanguíneos terminológicos" son los parientes que reproducen la uni-
dad de ego de manera que a pesar que genealógicamente la esposa del
padre (jako) pertenecería a una línea de filiación diferente es clasificada
como "consanguínea terminológica". Correlativamente el uso de la
acepción de "aliados terminológicos" siendo clasificatoria incluye todo
pariente que sea considerado como tal lo que no se restringe a parientes
genealógicos sino que se expande sobre aquellos con los cuales se ac-
tualiza la relación y reproducen a los aliados de ego; por ejemplo, el
hermano de la madre (jakoarumu) y la hermana del padre (mekdjo) son
"aliados terminológicos". A menos que se afirme lo contrario será tal la
connotación de consanguíneo y aliado, que nos evita la engorrosa repe-
tición. La sustentación de estas acepciones24 aparecerá en el desarrollo
de la argumentación.
Partiré de la formulación general que rige la alianza matrimonial
para observar el comportamiento de las designaciones terminológicas
taiwano. Según la regla ideal el matrimonio debe realizarse con consor-
tes potenciales que son, al mismo tiempo, hijos de la hermana del padre
(mekdjo) y del hermano de la madre (jakoarumu), terminológicamente
cubiertos por la categoría teñu/teño, que genealógicamente correspon-
derían con los primos cruzados bilaterales; la alianza matrimonial in-
cluye el intercambio recíproco de hermanas verdaderas que establece
un flujo directo entre las dos líneas articuladas. El siguiente diagrama
permite observar la distribución genealógica en la reproducción de las
dos líneas. Equivalente al diagrama empleado anteriormente en el que
el énfasis está en el flujo de intercambio, éste permite representar más
cómodamente la oposición de los términos para los parientes que repro-
ducen la línea de filiación T, y a aquellos que reproducen la línea de
filiación B.
24 Las acepciones, que de hecho son categorías antropológicas, son desarrollo concep-
tual del análisis de Louis Dumont. Aquí confrontamos su sentido con el análisis del
vocabulario de parentesco taiwano.
PORELCAMINODE LA A N A C O N D A REMEDIO 187
buamu
jaktt
f 9 mekájo
buama
jako í 1 jakoarum»
ga|eg«
ego
bedi
r | gajego
0 bedeo r i teña
25 Dumont, 1953:54.
POR EL CAMINO DE LA ANACONDA REMEDIO 189
26 Las características que toma la distinción de dos categorías de parientes en las ge-
neraciones intermedias, según Buchler and Selby sería crítica para distinguir las
terminologías de tipo Dravídico de las terminologías de tipo Iroqués: si bien ambas
son terminologías de tipo simétrico, esta característica podría restringirse a señalar
la distinción de cónyuges prohibidos (Iroqués: asociado a una regla de matrimonio
negativo o no prescriptivo), en cuyo caso las reglas de matrimonio estarían gober-
nadas por criterios externos al mismo sistema terminológico; mientras que el Dra-
vídico "explícitamente" distinguiría categorías no matrimoniales de categorías
afines (asociado a una regla de matrimonio prescriptivo) (Buchler and Selby, 1968:
233). No obstante la manipulación del sistema por parte de los taiwano, la distin-
ción entre categorías y comportamiento no necesariamente implica la ruptura de
la formulación conceptual de un sistema de alianza matrimonial prescriptivo.
190 FRANCOIS CORREA R.
rías colectivas con las cuales ego se refiere a alter son, en propiedad, la
expresión cultural de una relación social que prevé el hecho de que su-
puestas posiciones distintas como la del "hermano de la madre" y su
"suegro", o bien, la de la "hermana del padre" y su "suegra" son, en
esencia, equivalentes: la gente de la generación anterior a ego que re-
produce a sus aliados27. Pero, en dicho sentido, la articulación entre los
"padres" y los "hermanos de la madre" no pierde de vista el hecho esencial
de que dicha articulación se realiza por medio del matrimonio del padre y
de la madre de ego: el término para el "hermano de la madre" (jako...aru-
mu) resalta la vía de relación entre ego y alter: la madre de ego.
ngana
(= ) teña
hederá
>
na . my Gajego
o
no . mn Bedi
<
ha-no-ma/
na . mn Bedeo Teño ha-na-pa
-1
* Glosas en referencia para ego masculino. No incluye aquellas del tercer tipo de parien-
tes (jako-maku/o) de las generaciones intermedias.
194 FRANCOIS CORREA R.
J^l = ) teña
bedera l I
ría \ / jarogua
A (=) A
Hemos resaltado que su reproducción está ligada a la distinción del
género puesto que son los hijos de los consanguíneos terminológicos
masculinos los que reproducen la unidad de ego; en cambio, sus con-
sanguíneas terminológicas reproducen a los aliados. La segmentación
viene siendo guiada por el uso tradicional del proceso a partir de la
filiación, pero la perspectiva diacrónica de la alianza genera un proceso
de segmentación correlativo de las unidades de aliados. De acuerdo con
la regla ideal un núcleo de consanguíneos distinguidos por el género
(hermanos y hermanas), enfrentados a otro similar de aliados proyectan
diacrónicamente el sistema segmentando progresivamente los tipos de
parientes y reproduciendo, históricamente, la potencialidad de la alianza.
Sin embargo, hemos de estar atentos a la calidad de la relación en
diferentes generaciones puesto que adquiere características específicas
dependiendo de la combinación de los rasgos previstos en el modelo
frente a las relaciones sociales.
La reproducción del sistema depende de la calidad de los aliados
enfrentados puesto que a través de las generaciones la terminología no
pierde de vista que el sistema tiene la posibilidad de segmentarse más
allá de dos unidades comprometidas en la relación. De hecho, ideal de
procreación entre los taiwano es la gestación de hijos alternos de género
opuesto, lo que garantizaría el intercambio directo de hermanas. A pe-
sar de ello, el rasgo principal no necesariamente toma la forma clásica
de "matrimonio de primos cruzados" como lo evidencia la presencia de
una tercera unidad de filiación que interviene regularmente dentro de
las relaciones matrimoniales de los indígenas de la región del Vaupés.
El principio de segmentación básico posee evidentes límites de acuerdo
con la realidad social.
EL GÉNERO ENCUBIERTO
dad, aunque veían con evidente aprehensión que por dicha vía se reco-
nocía el parentesco uterino y putativo del desplazamiento de la posi-
ción de ego por la tercera línea de filiación. En efecto, ego no podría
utilizar con éstos los términos para los consanguíneos terminológicos
de su generación, ya que el orden de anterioridad en el nacimiento se
vería afectado proponiendo un campo inclusivo entre unidades de di-
ferentes filiación y, por consiguiente, una resolución distinta del orden
de mayorazgo indicado exclusivamente para aquellos que se conside-
ran parientes por consanguinidad no uterina.
No ha de pasar inadvertida la carga masculina del término colecti-
vo; y, adicionalmente, la marca del reconocimiento terminológico de
que dicha relación se genera por vía de categorías para parientes (jako)
que serían procreadores de la unidad de ego.
Es pues claro que el matrimonio (la unión conyugal de parejas de
género opuesto que caen en las categorías terminológicas que denotan
cónyuges potenciales) hace indispensable el cumplimiento del requeri-
miento del intercambio de mujeres, aunque la reciprocidad se halle di-
ferida hasta la siguiente generación, dando contenido a la alianza
matrimonial.
La anterior argumentación recoge la proyección diacrónica de la re-
lación jako-maku mesa. En esencia expresa la competencia entre líneas
de filiación alternativas por los cónyuges potencialmente matrimonia-
bles. Ello es expedito por el término en referencia empleado para tales
parientes (jeyuu), noción que evidencia la rivalidad por las mujeres. En
consecuencia, en la generación de ego la relación jako-maku mesa apare-
ce de manera expedita como si fuese producto de que los aliados termi-
n o l ó g i c o s de ego, p o t e n c i a l m e n t e m a t r i m o n i a b l e s , c o n t r a e n
matrimonio con una tercera línea de filiación cuyos miembros no per-
tencen ni a su propia unidad ni a la línea de filiación de su madre.
No nos detendremos en el comportamiento de las designaciones
cuando la relación parte del matrimonio de la hermana de la madre con
una tercera unidad de filiación, puesto que el vocabulario es básicamen-
te previsible por las transformaciones ocurridas cuando los aliados ter-
minológicos de ego contraen matrimonio con una tercera línea de
filiación. Dicho comportamiento terminológico también constata cómo
la actualización del intercambio de mujeres es requisito de la alianza
potenciada en generaciones anteriores y cómo el comportamiento de las
designaciones exclusivas de los géneros apoya la conceptualización tai-
wano sobre ésta como compromiso entre unidades de patrifiliación.
202 FRANCOIS CORREA R,
30 Arhem propuso una interesante hipótesis según la cual, entre los macuna, podría
ser previsible, por vía de los consanguíneos uterinos, su transformación de nuevo
en aliados. Según este autor la terminología de los grupos del Vaupés diferiría del
tipo clasificatorio Dravídico al contener, en la generación cero, una clasificación no
de dos, sino de tres tipos de parientes: "agnados", "afines" e "hijos de madre", estos
últimos hermanos uterinos. Arhem considera que los macuna tanto ideológica-
mente como en la organización social actual consideran a los parientes agnáticos y
a los "hijos de madre" subsumidos en una clase de más alto orden, en la que los
"hijos de madre" son considerados como una suerte de parientes agnados (kin), de
acuerdo con el modelo básico de la alianza simétrica prescriptiva. Los "hijos de
madre" deberán ser vistos como una categoría de parientes en transición, del pro-
ceso de conversión de parientes agnados en afines, de acuerdo con el proceso de
segmentación lineal, el distanciamiento social y la dispersión espacial en la cual los
parientes agnados se convierten en "hijos de madre", de allí pasarán a ser afines,
para finalmente ser reclasificados como agnados (Arhem, 1981:134 y ss).
POR EL CAMINO DE LA ANACONDA REMEDIO 205
r
ego = manaju osimo = gajegu bedi
gajego-bedeo = bujiba'ku osimo = jako - maku
jako-mako = bujiba'ku
jeyo
ciones del modo de uso 31 . Entre los taiwano precisan diferencias entre
relaciones de parentesco y organización social, entre formas interperso-
nales y categorías sociales, entre relaciones sociales inmediatas y rela-
ciones sociales proyectadas históricamente.
Para terminar este aparte, recordemos el uso de los contextos de
ciertos términos adicionales.
La clasificación de las relaciones sociales se refleja en la terminolo-
gía de parentesco dependiendo de la posición relativa de los respectivos
parientes. No hay variación en la recíproca denominación de los cónyu-
ges, ni en el uso terminológico entre consanguíneos del mismo grupo
de filiación cuando hay matrimonio sucesivo incluyendo la excepcional
circunstancia de levirato. Previsto el orden de filiación, la terminología
de parentesco entre los hijos y de éstos con los padres de un mismo
grupo depende de la posición que ocupen en el orden de mayorazgo y
no posee transformaciones. Sin embargo, en la ocasión de los citados
casos de matrimonio contemporáneo de poliandria sororal, la reivindi-
cación del estatus de los hijos podría conducir a conflicto lo que explica,
en parte, su recusación.
En la poliginia las esposas podrán pertenecer a una misma o dife-
rentes unidades de filiación; es frecuente que una de las esposas sea
obtenida por levirato, lo que puede conducir a confusiones si el orden
de mayorazgo de los hermanos es inverso al orden de nacimiento de sus
hijos respectivos (los hijos del difunto hermano menor preceden en na-
cimiento a los de su hermano mayor), alteración que podrá también
presentarse en los extraños casos de poliandria fraternal. La relación del
parentesco en astro está reconocida en la terminología a través del uso
biunívoco de un solo término diferenciado en su forma femenina y mas-
culina (masori/masorio), ya sea que el nuevo cónyuge sea o no del mis-
mo grupo de su verdadero ascendiente. En realidad suele ser una forma
referencial y es el único caso terminológico en que cruza dos generacio-
nes (+1 y 0).
El padre putativo será designado con el término de buamu si perte-
nece a la unidad de filiación del padre de ego, o en el caso contrario con
el término de masori; la madre putativa será designada buamo si perte-
nece a la unidad de filiación de la madre de ego o masorio si pertenece
a unidad diferente de la de la madre de ego. Recíprocamente los hijos
putativos serán reconocidos bajo los términos de masori y masorio, se-
31 Murdock, 1949.
POR EL CAMINO DE LA ANACONDA REMEDIO 207
NO ESPOSABLES ESPOSABLES
Aliados
terminológicos
33 D u m o n t , 1953,1957,1975a: 252.
212 FRANCOIS CORREA R.
LENGUA Y SOCIEDAD
34 Arthur Sorensen destacó de las "tribus" del Vaupés su identidad lingüística defi-
nitoria de la exogamia: "One does not marry insidc ojones own tribe-anddenguaje group
because one would then be marrying a brother or a sistcr"... (Sorensen, 1967: 672); no
obstante la fratría fuese el grupo exogámico más inclusivo puesto que: "Indians
recognizc the set of longhouses speaking the same father-language as the maximal unit, and
this is the "tribe" that is exogamous; that is, it is of these units that the exogamous phratry
consist" (Sorensen, 1967: 674). Pero, si la lengua paterna distingue la "tribu" como
unidad exogámica, sólo éste último criterio define la fratría... "Although informáis
do not explicitly refers lo it, they recognize exogamy at the phratry level, and all marriages
conform to a rule of phratry exogamy as well as of tribal exogamy (Sorensen, 1967: 672).
Esto llevó al autor a reconocerlos como grupos lingüísticos cuyas relaciones de
proximidad y distancia, ordenadas en subgrupos lingüísticos, no coincidieron con
las fratrías afirmadas por los indígenas. El multilingüismo regional lo condujo a la
conclusión que la descripción de una lengua como representante del conocimiento
tácito del hablante sería irreal, puesto que éste tendría "en su cabeza" por lo menos
dos modelos lingüísticos diferentes (1967: 681), de manera que aun contando con
la identidad de "tribu" y lengua paterna, la región se caracterizaría por ser un área
cultural homogénea sin homogeneidad lingüística, al contrario, multilingüe y coin-
cidente con el uso del tucano como lengua franca.
35 Resumo información sobre los taiwano resultado del análisis por publicar (Correa,
en prensa) sobre las características sociolingüísticas de la región del Vaupés.
214 FRANCOIS CORREA R.
GRUPOS LINGÜÍSTICOS
Tucano oriental
A. Norte
2. G u a n a n o a. Tatuyo
3. Pirá-Tapuyo b. K a r a p a n o
B. Central C. Sur
1. Bará y próximos 1. M a c u n a
a. Bará 2. Barasano*
b.Tuyuca
c. P a p i w a
2. D e s a n o y próximos Tucano m e d i o
a. D e s a n o 1. C u b e o
b. Siriano
* Los taiwano no aparecen en la lista aunque son conocidos por el informante del ILV
muy seguramente en la consideración de que su lengua es una variación dialectal del
Barasana.
37 Ver también Chamberlain, 1913; Koch-Grünberg, 1906; Ortiz, S.E., 1965; Rivet y
Loukotka, 1952; Matteson, 1972; Giacone, 1955; Cathcart, 1973.
38 Hugh-Jones C. encuentra similares dificultades a las de Jackson para considerar
"tribus" a los grupos del Vaupés, pero la situación socio-lingüística de los macuna,
los barasana y los taiwano no permitiría tomar a la lengua como el factor determi-
nante de las características estructurales de los grupos del Vaupés; discute que la
lengua Tucano sea franca en el Pirá-Paraná, y el territorio como entidad de identi-
ficación social. En cambio enfatiza la unidad de descendencia como principio de
218 FRANCOIS CORREA R.
43 Norte, Central, Sur y Medio son categorías que expresan relaciones de proximidad
lingüística y geográfica. Esta correlación fue observada desde la organización so-
cial de los grupos del Vaupés (Sorensen, 1967; Jackson, 1972 y ss).
POR EL CAMINO DE LA ANACONDA REMEDIO 223
cha red social del Pirá-Paraná, la posibilidad de que los "aliados de he-
cho", patri y matrilaterales, sean parte de los anteriores es recurrente
salvo que, según vimos, en dicho caso el intercambio recíproco debe
actualizarse.
tatuyo
barasana
..cabiyari
les más distantes del eje de los consanguíneos taiwano y también más
distantes del sitio de origen de las relaciones de parentesco.
La disposición sobre un mismo eje horizontal estaría acorde con el
orden de mayorazgo, de manera que su vínculo establece relaciones
asimétricas entre sus miembros. La disposición sobre ejes alternativos
no reconoce dicho orden y entre los taiwano y estos grupos hay una
relación de relativa equidad y es simétrica. Esto permite resaltar otra
característica que se refleja en el diagrama: en términos verticales, es
equidistante la posición de los taiwano con respecto de los barasana que
consideran son sus aliados tradicionales.
El diagrama utilizado pretende representar las afirmaciones verba-
les y míticas de los taiwano. En términos actuales, efectivamente, las
relaciones sociales de consanguinidad y alianza son coincidentes con la
distancia espacial expresada. No relaciones matrimoniales con los con-
sanguíneos, los más próximos en el diagrama; el más alto porcentaje de
relaciones matrimoniales con los barasana; y, en seguida, relaciones ma-
trimoniales actuales con los tatuyo y los cabiyari. Sobrepuesta esta re-
presentación sobre la carta geográfica, el lector notará la relativa
coincidencia de la orientación actual de los grupos étnicos con respecto
de los taiwano acorde con su conceptualización del orden de las relacio-
nes sociales y la inscripción de la organización social en el espacio.
Luna fue hijo de Meni y de una mujer jaguar. Encubierto por la noche
amaba a su hermana, Meneriyo. Para saberlo ella le manchó la cara y
POR EL CAMINO DE LA ANACONDA REMEDIO 229
El incesto
La alianza
Yeba habita en la selva. Es el tiempo en que los animales son gente. Sus
abuelos son la Mariposa Azul y la Ardilla Ojo-de- Guara, y sus chama-
nes el Buho y la Mariposa Tábano-de-Tabaco; aves son sus esposas; el
ave fisana y otros pajaritos, sus compañeros; los Micos Colimochos sus
trabajadores. Como esa gente de su maloca, Yeba se alimenta de pro-
ductos del bosque; su chagra no es de cultígenos sino de frutos de mon-
te. Es ante todo un cazador.
Yawira habita el fondo del río, en la maloca de su padre Meni, la Ana-
conda-Pez. Sus parientes son los peces; su hermano el Muchilero Pico-
Negro; y el Pajarito Azul y el Coro-Coro Negro son compañeros de este;
las hormigas manivaras son trabajadores. En la maloca de Meni los
alimentos son de productos cultivados, hay casabe, pero también hay
tabaco, coca, yagé, carayurú. El mito enfatiza las características de las
labores económico-sexuales: Yeba es cazador, Yawira es horticultora.
Mientras que los compañeros y trabajadores de Yeba son animales sil-
vestres, los animales que viven con Yawira son aquellos que pueden ser
domesticados, con excepción de los trabajadores. Los parientes de
aquel son animales de la selva; los peces son parientes de Yawira. Aves
de monte son esposas de Yeba, no hay orden en sus relaciones; Yawira
no caza (come) con sus parientes. Como Yeba y sus parientes, Yawira y
los suyos conocen frutas silvestres de recolección. Fue por el ucuqui
que Mariposa Azul conoció a Yawira y su hermana; Yeba se transforma
en el fruto para "cazar" a Yawira y raptarla a su maloca, como anterior-
mente el rapto era un acto ritualizado que formaba parte de la ceremo-
nia matrimonial.
POR EL CAMINO DE LA ANACONDA REMEDIO 233
afirmó que siendo la "reciprocidad toda una clase de intercambios, un continuo deformas
(...), ¡a conexión entre flujo material y relaciones sociales es recíproca" (1974: 186 y ss.),
pero una transacción específica entre ellos sugiere una relación social particular, lo
cual fundamenta diferentes formas de reciprocidad.
POR EL CAMINO DE LA ANACONDA REMEDIO 237
tades, pero resueltas con Wai Jino, irreconciliadas con Wekomi y de ene-
mistad con Yuca; en todo caso sus mujeres cometiendo torpezas mueren
y él, no obstante su inteligencia, aunque visible, permanece en el cielo.
Las relaciones, realizadas finalmente entre hombres, sin duda son
tensas; en el primer caso se trata de intercambios por establecer y el
último aunque unilateral es satisfacible con ingenio, mientras que el
segundo definitivamente es producto del engaño, el equívoco y la de-
mencia. Reciprocidad con los aliados, enemistad con los "hijos-de-ma-
dre" y esporádica con los afines de hecho. La alianza pretende hacerse
perdurable por la reciprocidad; es parentesco competitivo con los "hi-
jos-de-madre"; y con los afines de hecho bajo riesgo de pasajera.
La reciprocidad adquiere contextos específicos pero también se trans-
forma. Ello se expresa en la transfiguración de la alianza matrimonial de
Yeba y Yawira. Esta última será seducida por otro creando una nueva re-
lación de parentesco entre la Gente de Monte y la Gente de Gallinazo, que
viene a reemplazarle, reconocida como de "hijos-de-madre". Una vez Ya-
wira asume la corporeidad anterior de Yeba, pues éste la convierte en ani-
mal, esta oclusión de la alianza será en cambio abierta por el matrimonio
de Yeba con una mujer de la Gente de Loro, quienes son reconocidos en
adelante como "aliados de hecho". Yeba no sólo tendrá sus aliados consue-
tudinarios, la gente de Meni, sino que su universo de parientes incluirá
nuevos aliados, la Gente de Loro, y aquellos otros con quienes aparte de
propios consanguíneos, también le son prohibidos en matrimonio, la Gen-
te del Gallinazo. Articulación entre la selva, el río y la biosfera.
Más allá de su inmediata expresión, la mitología formula el princi-
pio de reciprocidad como fundamento de las relaciones sociales, cuya
dinámica es testificada por los elementos conceptuales del mito. En
oposición a Yeba, Yawira encarna la gente, posee los atributos de la so-
ciedad y su cultura: la vivienda en maloca, la horticultura, las relaciones
exogámicas, el ejercicio del ritual. La recolección es intermediaria entre
el hombre y la mujer, dominio compartido por los géneros. El mito se-
ñala cómo lo que identifica la gente de hoy, la cultura, no fue meramente
entregada: debió ser obtenida por el hombre vía relaciones de intercam-
bio con otros, a través de la forma de rapto (reciprocidad negativa), del
intercambio de productos de la selva por productos cultivados (recipro-
cidad balanceada), o del intercambio chamánico (reciprocidad genera-
lizada)45. El ritual simboliza y personifica el orden humano. Es el espacio
246
POR EL CAMINO DE LA ANACONDA REMEDIO 247
EL ESPACIO I N T E R N O
CORTE y ESTRUCTURA
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EDURIA
MALOCA
DENOMINACIONES ESPACIALES
ESC I IOO
258 FRANCOIS CORREA R.
afines que no sólo fortalece los lazos de confraternidad, sino que espera,
sin obligación, comportamiento similar de sus recíprocos. Otras veces,
sobre todo con mercancías o muy valiosos productos nativos, se de-
manda de una "pago" o compensación. Sobre dicho presupuesto des-
cansa el intercambio con otros grupos étnicos; en primer lugar se hallan
los intercambios vernáculos que demandan la compensación inmedia-
ta; o bien, se difieren en tiempo prudente. Muy diferente es el compro-
miso de carácter social que involucra segmentos sociales en el
intercambio: la retribución de productos que devuelve ofrecimientos
anteriores entre grupos enlazados por reciprocidad social, económica y
ritual, se realiza a través de actos rituales y ceremoniales.
El consumo de la coca, el tabaco en rapé, el tabaco en cigarros, el
yagé, la chicha y otros alimentos, expresan contenidos de la apropiación
que el hombre amazónico ejerce sobre su medio, son la materialización
ritualizada de su consumo cotidiano y de la simbología que lo envuelve.
Los bailes rituales poseen ciclos anuales y períodos más amplios están
sujetos tanto a elementos ceremoniales que los determinan como a ci-
clos de la ecología amazónica. Según clasificación del ofrecimiento den-
tro del baile, son tres los tipos más importantes: el baile del casabe, el
baile de "pepas" y el dabukurí de pescado; otros bailes incluyen el con-
sumo alternado de diferentes productos. Contabilizamos más de cuaren-
ta tipos de cantos, pero los bailes que hemos mencionado y entre ellos los
que poseen denominaciones que se relacionan con el consumo de algún
alimento son un alto porcentaje.
Pero la estricta actividad ceremonial se lleva a cabo con ocasión de
los bailes rituales (basa) que se realizan hacia la estación seca como ini-
ciación de jóvenes púberes (je wi), para dar fin a la construcción de una
maloca, para celebrar la culminación de una tala de monte y, más co-
múnmente, como iniciación al consumo cotidiano de frutos en cosecha
(je' rika soria wi), consumo de "excedentes" de mandioca (naju katiria
wi), o productos silvestres animales de recolección, caza o pesca (haré
ekaria wi). Si la parte fundamental del consumo de productos rituales
—coca, tabaco, yagé'— como de alimentos de consumo colectivo cere-
monial depende, en gran parte, del ofrecimiento de los huéspedes,
miembros de otras malocas invitados a participar realizan sus propios
aportes —invariablemente de coca y tabaco— lo que puede depender
de que se consiga el producto en áreas cercanas a su propia maloca, o
que se trate de la entrega de un producto tanto por parte de receptores
POR EL CAMINO DE LA ANACONDA REMEDIO 265
"7 \"
——« *-*,—
EDURIA
MALOCA
ESPACIO RITUAL
ESC. 1 : IOO
POR El CAMINO DE LA ANACONDA REMEDIO 267
a veces, de los productos alimenticios que dan nombre al baile ritual del
evento. Los miembros a cuyo cargo estará el dirigir y encabezar el canto
y el baile, cuyo contenido se relaciona con la mitología narrada en los
recitativos, se encontrarán sentados a los lados del chamán cuando éste
se acerca al círculo; de allí, entre los recitativos y el consumo ritual de
productos ceremoniales, éstos inician la danza y el canto de espaldas al
círculo, hacia el centro de la maloca, a los que se suman otros miembros
que abrazados por los hombros —en casos se agregan mujeres, detrás
del círculo masculino y sólo después de iniciado el baile y antes de su
finalización— sujetan en una de sus manos instrumentos de percusión
que acompañan algunos bailes —maracas, varas, bastones, etc.— ejer-
citando los diferentes pasos girando en torno al centro de la maloca
sobre el área denominada "Camino de baile" (basa ma). Los varones
jóvenes, acompañados de algunas mujeres, alternan sobre los pasillos
laterales y el mismo centro, bailes con flautas de pan, de contenido lú-
dico y sexual. Las mujeres permanecen en la mitad anterior, muy cerca
de la puerta femenina o, regularmente, en sus hamacas sobre los costa-
dos de la maloca.
De manera general la descripción anterior hace referencia a los bai-
les rituales realizados en el interior de una maloca, pero, como se sabe,
la estructura del baile varía, realizándose en el patio de la maloca (ma-
caju) o con restricciones mayores como el denominado "yuruparí" (je
wi) en que las mujeres poseen una participación limitada.
El orden social, distribución de mayores en la parte anterior y me-
nores en la posterior, se halla asimilado en la maloca de acuerdo con la
distribución ritual. En la parte anterior, área masculina en donde se lle-
van a cabo los procesos chamánicos y se reúnen los hombres a intercam-
biar los relatos míticos, y la parte posterior, área femenina, doméstica.
La utilización del espacio de la maloca en que la sociedad se organiza
de acuerdo con su división sexual, su jerarquía y sus funciones sociales
y con momentos rituales que emulan los hechos primigenios, atesti-
guan la reproducción del cosmos en la estructura arquitectónica de la
habitación dando contenido a su propia dimensión social.
(Yojoya) y fue donde estuvo el puesto del ILV por más de 14 años. Allí
el Piedra-Negro abre su curso en dos; siguiendo el afluente de la banda
izquierda se arriba al caño Paca (Semeriña), en donde se halla la maloca
del cabeza del Linaje 6. Ya hacia las cabeceras del Piedra-Negro estaba
la maloca del cabeza del Linaje 1, y en casas no distantes uno de los
miembros del anterior y la casa del cabeza del Linaje 2 (ver mapa 6).
Del Piedra-Negro se puede pasar "varando" las canoas por estre-
chos encañonados por los cerros que cruzan hasta el caño Cucura
afluente que vierte sus aguas al Cananarí, el territorio de los cabiyari.
Allí se hallan los linajes de los Gawa Bukura distribuidos en cinco ma-
locas no del todo conformes con la ideal correspondencia entre linajes
y grupos locales: el germano menor del Linaje 11 habitaba un poco más
allá de la desembocadura del Cananarí en el Apaporis y su mayor en el
bajo río; en el medio río habitaba el cabeza del Linaje 12, cuyo germano
menor se hallaba en el paso del Piedra al Cananarí sobre el caño Cucura
(Ñijiña); en el caño Paca (Semeriña), un afluente derecho, está la maloca
del Linaje 10 en donde también habitaba el cabeza y único representante
del Linaje 15 y los hijos de quien fuera representante del Linaje 14; final-
mente el cabeza del Linaje 13 se hallaba entre los barasana. La maloca
del "Capitán" se halla en un afluente del medio río Cananarí y concen-
tra todos los miembros de su linaje y alberga miembros de otros linajes
reducidos; la otra gran maloca es la que está en la desembocadura, per-
teneciente al linaje 11. No podría esperarse que habitando un territorio
ajeno se dispusieran conforme a la jerarquía espacial del mayorazgo; sin
embargo, no hay duda que su distribución respeta cierto orden.
Aunque los taiwano reconocen sus sitios de origen ancestral y res-
petan la asignación espacial de sus linajes y clanes, la distribución de los
actuales asentamientos confronta el modelo ideal de distribución terri-
torial. Sin embargo, los segmentos fluviales del río Piedra-Negro son
patrimonio de los actuales descendientes, de manera que si propios o
extraños pretendieran ubicarse allí sólo lo podrían hacer contando con
la voluntad de sus "dueños"; bajo dichas condiciones permanecieron
hasta hace poco gentes de los cabiyari en el alto río y así mismo perma-
nece el linaje barasana en el bajo curso.
Aparte de la distribución de los asentamientos que, de lejos, preten-
de mantener las normas míticas, la residencia se halla regida por la regla
ideal según la cual los varones habitan con su padre, los hermanos vi-
ven juntos (patrilocalidad), y las mujeres en el período posmatrimonial
en la maloca de su cónyuge, de manera que las hermanas ya casadas
272 FRANCOIS CORREA R.
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LOCALIZACIÓN DC L A S MALOCAS
Adams (1960) define la familia nuclear con base en tres relaciones diádicas: diada
sexual entre un hombre y una mujer, que podría ser reconocida como "unión ma-
rital"; diada materna, compuesta por una madre y sus hijos; y diada paterna, com-
puesta por un padre y sus hijos. Adaptamos de este autor la presentación del
Cuadro 27, de residencia de los taiwano.
274 FRANCOIS CORREA R.
EL ESPACIO ARQUITECTÓNICO
1 21 X X X X X
2 6 X X X
3 6 X X X X
4 15 X X X X X X X
5 6 X X X X
6 6 X X X
7 14 X X X X X
8 4 X X X X X X X
9 13 X X X X X
10 19 X X X X X X X
11 2 X X
12 11 X X X X
13 10 X X X X X X
13 133 100 100 92.3 23.0 30.7 7.69 15.3 53.8 46.1 7.69
Códigos: DP: diada paterna; DM: diada materna; DC; diada conyugal; EA+: más de un
cónyuge femenino; GM; germanos masculinos; GF: germanos femeninos; AM; afines
masculinos; AF: afines femeninos; PP: padres del padre; PEA: padres de esposa.
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POR EL CAMINO DE LA ANACONDA REMEDIO 279
años, su promedio de vida parece ser sólo la mitad de ese tiempo, pe-
ríodo durante el cual tal vez en dos ocasiones deberá refaccionarse el
techo deteriorado por la lluvia y el sol.
Un "peine" es un conjunto de hojas armoniosamente tejidas sobre
varas de yaripa. Los hombres, sentados en banquitos, inician el tejido
desde los extremos de las yaripas (cuatro dedos de ancha), limpias de
astillas. Cada "amarre" lo conforman cuatro hojas dispuestas por el en-
vés, de manera que uno de sus lados está debajo del de la hoja anterior.
Los pecíolos, igualados en sus extremos, se retuercen dando vuelta a la
yaripa, para cruzarlos sobre sí mismos introduciendo su extremo por
debajo de la hoja que lo aprisiona; estos nudos, uno detrás de otro, ejer-
cen presión lateral sobre el inmediatamente siguiente. Una vez termina-
dos todos los amarres de un peine, cada cuarta hoja se entresaca del
tejido, de manera que el peine queda uniforme y a ras tapando las par-
tes libres de las otras tres hojas. Entonces una nueva yaripa a dos gemes
de distancia de la superior, amarrada con "carguero" (Lecythidaceae) a
los pecíolos de las hojas, afirma el peine. Este es el tejido más sencillo y
frecuente de los peines de hojas de la maloca.
La cubierta se realiza por faldones y éstos se dividen en dos; prime-
ro se amarran los peines de medio faldón y luego la otra mitad. Si la
maloca poseyera 30 m de largo, incluyendo su voladizo, los peines se-
rán de 15 m, pero empatarán por sus yaripas uno a continuación del
otro. En el peine completo se realizan cerca de 350 amarres de cuatro
hojas cada uno, que constituyen "un bulto". En el caso de usar hoja de
uvi, se deben disponer de 14 a 15 peines superpuestos de la cumbrera
al alerón. Si es hoja de caraná, más durable pero más corta, se requiere
un poco más de dicho número de peines. Cuatro hombres tejen en un
día un máximo de tres peines completos. El corte y trasporte de toda esa
cantidad de hojas demanda más de una semana de trabajo de 30 hom-
bres, incluyendo sus esposas, puesto que el corte exige que las familias
permanezcan cerca de las manchas de palmas distantes del sitio de ha-
bitación. Estas gruesas cifras ilustran el tiempo necesario y la necesidad
de mano de obra que hacen de la construcción una penosa labor.
Pero, además, para subir los peines es necesario construir un anda-
mio que se coloca por debajo del techo apoyado en el suelo y paralelo a
uno de sus faldones. Se trata de una estructura reticular de varas ama-
rradas entre sí y a las columnas, vigas y puntales más fuertes de la ma-
loca; sobre sus paralelogramos los trabajadores podrán afirmar sus
piernas y, puesto que la mitad de su cuerpo sobresale por encima del
POR EL CAMINO DE LA ANACONDA REMEDIO 281
techo, liberan sus manos para amarrar a los cabios y sus vigas el tejido
de peines de hojas. Apoyado el peine sobre los cabios, los hombres des-
plazándose por el andamio lo empujan a hombro, incitando cada en-
vión con exclamaciones. Pequeñas horquetas apoyadas contra los
cabios y la segunda yaripa del peine, levantan su parte inferior para
poderlo superponer al siguiente. En el alerón sobre el último peine que
cae casi hasta el suelo, se agrega una nueva yaripa debajo de las dos
anteriores atada a las cortas varas (sajarijuku) que sostienen los aleros.
Una vez cubierta la maloca de un lado, los bordes de los voladizos se
rematan con un amarre de bejuco que los protege del viento; entonces
el andamio se desbarata y se pasa al otro lado de la estructura para
levantar el otro faldón del techo.
La cumbrera se cubre con hojas de ibacaba entramadas de a dos
cuyo lado exterior no se teje dejándolo pender a lado y lado de la viga
superior; estos "paños" se sostienen al cruzar el tejido entre los extre-
mos de los cabios. Encima de estas van atravesadas hojas de platanillo,
tronchando sus gruesas venas por la mitad. Más arriba, hojas sueltas de
ibacaba acaballan el pecíolo sobre la viga de manera que sus hojas caen
a lado y lado del techo. Todos estos "paños" de hojas se cruzan con una
astilla de yaripa o macana que los asegura, atravesadas por debajo de
las vigas más altas de la cumbrera.
Las paredes laterales se cubren con dos peines invertidos y trenza-
dos de manera que la yaripa del inferior se recarga en el piso de la ma-
loca. Por dentro, los peines se sujetan a dos varas horizontales que se
apoyan en otras verticales; por fuera dos yaripas horizontales apoyadas
en varas apoyan los peines. También se podrían cubrir las paredes con
corteza de la pachuba barrigona (Iriartea ventricosa), o de chonta (Socra-
tea exorrhiza, Mart.), abierta a manera de anchas tablas. Frecuentemen-
te, una pequeña puerta, por la que hay que salir casi en currucas, se abre
en las piezas.
Como las paredes laterales, las culatas sólo en ciertos lugares están
amarradas a la estructura. La parte superior a manera de triángulo se
reviste de hojas de la palma jejeju, de cuyos tiernos cogollos se obtienen
las hojas que se doblan sobre uno de sus lados; así sencillamente se co-
locan superpuestas a manera de peines, de manera que sus listas pen-
den sobre los vanos. La parte inferior de la culata, hasta la altura de la
puerta, se cierra con estas mismas hojas entramadas por pares que se
superponen y aseguran con yaripas y varas; o bien, estos tejidos se re-
servan para la parte posterior, mientras que la fachada se cubre con la
282 FRANCOIS CORREA R.
Antes del año sesenta, Luis Raúl Rodríguez Lamus publicó en la revista Escala una
bella presentación de la arquitectura de los Tucano del papurí, y un artículo sobre
el manejo del espacio ritual en la maloca (1958); recientemente contamos con las
elaboraciones de Paredes y Moreno (1983) y Rueda (1987). Sus descripciones difie-
ren de la de los taiwano en algunos rasgos debido, seguramente, a las característi-
cas étnicas (siriano, barasana y tucano, respectivamente) pero, sobre todo, porque
se basan en descripciones verbales indígenas de estructuras ya construidas.
POR EI CAMINO DE LA ANACONDA REMEDIO 283
7 Entre los taiwano las malocas son siempre de planta rectangular y no hay aquellas
con su extremo posterior en ápside reportadas a principios de siglo por Koch-
Grünberg (1906-1907), que sólo pude observar en la aldea de Yapú, en el alto Pa-
purí.
284 FRANCOIS CORREA R.
Cabeceras (juna soje) del universo. Estos extremos son, pues, también
conocidos como los lugares en donde nace y se oculta el sol. Desde las
cabeceras el sol continúa su curso descendiendo al camino fluvial noc-
turno que se halla contra este mundo, por encima del mundo de abajo.
De esta manera el sol recorre su ciclo retornando al extremo oriental de
la tierra para renacer, diariamente, en la Puerta de las Aguas. Es también
el camino seguido por la luna y las estrellas. Por lo tanto el tiempo de
esta tierra es contrario al del mundo de abajo: cuando aquí es de día,
abajo es de noche, y viceversa.
A su turno, esta tierra está surcada por el curso acuático que es el eje
del mundo, el Camino-Río de Leche (ojeco riaga ma), cuya disposición
reproduce el del Río del Sol; también mana en la Puerta de las Aguas, el
Lugar de la Cepa (judoa ga godo) de la Tierra, cruzándola hasta el Lugar
de sus Cabeceras (juna ga godo), hacia las cabeceras del Río Pez (wai ya),
el Pirá-Paraná. Es un solo río, el Camino-río que remontaron los ances-
tros de los taiwano hasta arribar al centro del mundo (makanekuno gu-
dareko). Desde los cerros que circunvalan la tierra nacen los otros ríos
que fluyen a sus lados semejando las ramas de un árbol, otras veces
simbolizados como ríos-costillas (eriya) que se dispersan de un mismo
tronco. Los mapas taiwano dibujan al Apaporis (jasa) como un gran río
que circunda esta tierra (ver contraportada).
Al mismo tiempo los lugares de la Cepa y las Cabeceras, siendo ex-
tremos del universo, son propias malocas; la Maloca de la Cepa (judoa
wiju) y la Maloca de sus Cabeceras (jido wiju). La primigenia Maloca de
Nacimiento del Agua de la Anaconda Ancestral (oco riji wiju) es descrita
por el relato mítico como una maloca de piedra, gran raudal o salto
("cachivera"), sumergida en un gran espacio acuático que los taiwano
aproximan traducir como "mar", "océano", pero que lo que retiene es
su significado como fuente de las aguas y, al mismo tiempo, lugar a
donde fluyen desde todo lugar del universo. Los ejes acuáticos del uni-
verso, el río del sol, el río de esta tierra y el río del mundo de abajo,
nacen en esta fuente primigenia. También de allí proviene la lluvia y, en
el tiempo cotidiano, hacia allá se dirigen las aguas de los ríos.
La orientación solar del cosmos dispone el universo de manera que
al frente, por donde sale, están los cerros-estantillos del principio, de la
luz, del día, del sol (muijuri botari); mientras que hacia atrás, donde el
sol cae, se hallan los cerros- estantillos del Trueno (bujou bota), que junto
con los cerros-estantillos del centro de esta tierra bandean el eje fluvial.
Dispuestos en pares, a lado y lado del Camino-Río de esta tierra, distri-
286 FRANCOIS CORREA R.
maloca en donde se entierran los muertos para que fluyan sus almas
(usu) hacia el mundo abajo. El centro de la maloca (jaino gudareko) como
centro del universo en donde toma curso la danza que representa el
camino recorrido por los ancestros sobre el camino acuático primigenio.
En el mundo de abajo, el Río de Tristeza reproduce el del sol y el de la
tierra. La estructura de la orografía (botari) e hidrografía (eriya) de esta
tierra, y posiblemente la estructura del cosmos, se reproduce en los di-
ferentes mundos. Ella es la estructura fundamental de la maloca, su es-
queleto de madera (cadawa).
El universo es pues una gran maloca. Sus puertas se hallan sosteni-
das por cerros ubicados en los extremos del universo. Más allá, al este,
está la Cepa del universo, el gran charcón fuente de las aguas y, al oeste,
más allá de la puerta de sus cabeceras está la extensa laguna de Garza
(yejera). Los estantillos que sostienen la cóncava celeste son los cerros
señalados por las malocas de nacimiento de las gentes. Los cerros-estan-
tillos se hallan dispuestos sobre el eje fluvial del universo, el camino de
leche que semeja el pasillo central de la maloca. Están separadas por
extensas explanadas, de la cepa a la Cueva de Tocandira, de ésta al Ce-
rro de la Abeja de Día, y de éste al Cerro del Trueno que semejan los
libres espacios entre los estantillos de la maloca. Se halla rodeada de un
gran río que envuelve la red del eje fluvial del camino de leche, que
extiende sus afluentes hasta cerros-estantillos que se hallan en los extre-
mos del mundo, las paredes del universo. Desde la cepa la tierra des-
ciende hasta el centro del mundo, el Cerro-de-la-Abeja-de-Día, y
asciende hasta sus cabeceras; esta tierra desciende hacia su centro y se
levanta en los confines, hacia las paredes de la gran maloca del univer-
so, evidenciando la expansión del universo en su centro y la proximi-
dad en los extremos que lo circunvalan, así como en la maloca desde la
cumbrera caen las aguas del techo.
gawa, nguta jino, bo jino....), se esparcieron sobre los cerros de las cabe-
ceras de sus ríos.
Los Ayawaroa terminaron la maloca.... Allí el sol permanecía quieto, no
había noche. Fueron a pedirla a su Dueño, el Sapito, Abuelo de la No-
che (ñami Buku). Él la entregó encerrada en una pequeña olla advirtien-
do que para no "soñar feo", antes de abrirla deberían chamanizarla y
repetir los sonidos de la madrugada. En la orilla de la chagra de su
maloca de la Mitad del Mundo, el hermano mayor insistiendo en su
incertidumbre, la abrió. La noche se extendió en el cielo, se oscureció.
Llovió. El hermano menor, que era payé, se guareció debajo de su mam-
beada en forma de arepa.
Los Ayawaroa imitaron el canto del Dueño de la Noche, incitando el
amanecer. En la palma de Juansoco estaba el mico oa, su pariente "hijo-
de-madre", quien tampoco supo la orientación de la salida del sol, mi-
raba hacia los lados (warua gumu), por eso cuando amaneció su cola
quedó sin pelo. El abuelo Oso Palmero (buco) se bañaba al amanecer bur-
lándose de los Ayawaroa, empapados por la lluvia; ellos lo emborracharon
con tabaco en polvo permaneciendo su cola para siempre. Fue en la ma-
drugada que volvieron a llamar al Sapito; él contestó y amaneció.
De regreso a su maloca los Ayawaroa encontraron la raíz del Árbol Re-
medio (ucou), y lo probaron. Querían recibir el remedio de la comida.
Entonces tumbaron un árbol pero no tenía agua; siguieron buscando;
tumbaron otro árbol, y otro y otro, pero nada; entonces disgustados
cerraron las cuatro puertas de este mundo. Caminando, por fin encon-
traron la raíz y la siguieron hasta la cepa. En ese tiempo el árbol era el
río Apaporis (jasa), y la cepa del tronco (jasa tutu), el salto de Jirijirimo.
Ahí vivía sola en la maloca su abuela, la Dueña, la Madre del Árbol
Remedio (ucou jako). Ahí se quedaron.
Al otro día los Ayawaroa fueron a tumbar el corpulento Árbol Remedio
que llegaba hasta el cielo (umua gasero). Faltando poco para su caída el
cansancio los hizo regresar a la maloca de la Dueña. Al día siguiente el
árbol estaba entero. Reiniciaron la tarea; próximo a caer, el cansancio
los devolvió nuevamente; al día siguiente el árbol permanecía entero...
Así fueron varios días. Al golpear la entalladura del árbol salían toda
clase de animales de cacería.
La Madre del Árbol-Remedio le abría un rotico en donde ponía su
trampa "cacuri" para atrapar peces que ella sola comía; advirtió a los
Ayawaroa no comerlos pues enfermarían. Cuando la abuela fue a la
chagra, ellos echaron huevos de avispas en la olla de pescado; parecía
podrida. Engañada, la abuela les mandó botarlos, pero ellos comieron
así no más. Enfermaron. Ella, sinembargo, los curó.
Ellos comieron caimo (kanea: Pouteria caimito); al contarle a ella pidió
que le trajeran de la fruta. Al día siguiente después de comer, en una
POR EL CAMINO DE LA ANACONDA REMEDIO 291
bosque, la noche, el río y el trueno son, como tales, los "padres" (jakua)
del elemento del cosmos. Y son "abuelos" (bukura), ancestros de los
Ayawaroa. El orden de la sociedad es manifiesto por las relaciones entre
"nietos" y "abuelos", y se expresa en el reconocimiento del orden de
mayorazgo entre los Ayawaroa, ligado al rango: el mayor ejerce el lide-
razgo propio del primero nacido, asimilado con las relaciones socio-po-
líticas; y el hermano menor, el ultimogénito, será reconocido por su
conocimiento chamánico, es payé.
También es una figura analógica la que nos permite considerar a las
Ayawaroa como representación de los ancestros de los clanes taiwano.
Característicamente se distingue al "mayor" como aquel en quien recae
el poder de decidir; y al "menor" como chamán. De hecho se trata de
cuatro hermanos, más aquel, el Ayawa Blanco, procreado por la Mujer
Chamán por un subterfugio de sus hermanos, concentrando el poder
seminal de sus consanguíneos. El mito, en cambio, no precisará la re-
presentación de otras funciones propias del rango. En realidad, fue relata-
do a renglón seguido del de la Anaconda Ancestral, como si el narrante
quisiera establecer un puente con Yeba, héroe que a continuación dedi-
cará sus labores a la creación de elementos vernáculos que son alimento
de las gentes. De hecho, ocasionalmente los taiwano identifican a Yeba
con el Ayawa Blanco. En cambio, el relato de la anaconda es sin duda la
descripción de un ritual, el del desplazamiento de los ancestros hasta
llegar a su propia maloca; y es el que se ejecuta en la maloca con ocasión
de la iniciación masculina reproduciendo la antropogénesis.
Es, pues, evidente en este relato mítico, la reproducción de los pilo-
tes fundamentales del orden espacial en el que se distribuye la sociedad
que, además de confirmar elementos ya expuestos, los amplía y precisa,
reorganizando sobre la horizontal un eje que ahora es transformativa-
mente vertical y que cruza el anterior en el "ombligo del mundo"; lo que
he observado como capacidad transformativa de la mujer, debe ser tam-
bién considerado para el espacio; pero éste se halla centrado sobre un
orden masculino, consanguíneo.
Enfatizaré, para finalizar, cómo la conceptualización socio-espacial
de los taiwano conjuga en la maloca, el territorio y el cosmos, un mismo
orden: el de la inscripción de la sociedad en el espacio.
POR EL CAMINO DE LA ANACONDA REMEDIO 297
MITOLOGÍA TAIWANO
328
POR EL CAMINO DE LA ANACONDA REMEDIO 329
Mito No. 1
EL NACIMIENTO DE LA ANACONDA REMEDIO
MMT.GE/FC, Agt. 1980
13. De allí vino, emergió en el Cerro Estantillo de Gavilán; en esa tierra estaba
el viejo Wasori.
14. Emergió de nuevo en la Loma del Árbol de Caimo (Tiquié), ahí llegó la
Anaconda de Salud, de bien-estar, de Planta de Tabaco.
15. Emergió ya en la Loma del Travesano de Diablo (Tiquié); ahí la gente reci-
bía el Palo de Cantores Wasori, Bejuco de Anaconda.
16. El Espíritu-pensamiento de la Anaconda, Anaconda de Bien-estar, de Sa-
lud entonces brincó! Vino y emergió en la Loma Ei.
17. Luego él se acercó hasta el Plano de Achiote (Tiquié); ahí él quiso vivir,
miró esa tierra e hizo maloca. Allí nació un poco de gente. Esa tierra es de
nuestra gente, es lugar de nacimiento de nuestra gente, allá en las cabece-
ras del Tiquié en esa primera nacieron. Ahí la Anaconda emergió por últi-
ma vez (viniendo del Tiquié).
18. Después vino, llegó al Plano del Mico Ichacha (Colorado), allí debe estar
ese payé antiguo de Anaconda Wasori, planta de la buena tierra. Breo del
Mundo, Estantillo del Mundo, Estantillo de la Piedra-(cuarzo) del Mundo.
De ese viejo recibieron ellos los Estantillos de Antiguo del Mundo.
19. De allí pasó al otro lado (del Colorado) y emergió en la Explanada de la
Piel de Jaguar; allí estaba el nido de hojas de la Anaconda Roja; en ese
bejuco de espinas estaba enredado encima de las hojas la Anaconda Breo
de Bien-estar. De esa planta su espíritu-pensamiento levantó gente.
20. Después pasó, llegó a un lugar llamado Oreja ya!
M . l . E . La Emergencia Territorializada
Mito No. I b .
LAS MALOCAS EN LA TIERRA DE AYAWA
MMT.GE/FC, Agt. 1980
1. Más arriba de la bocana del Cñ. de Agua Blanca (Pira), la Gente de Sa'riku
hizo allí su maloca para vivir siempre; con el caraná de la orilla de ese caño
hicieron su maloca. Los capitanes de las malocas recibieron los Cantos
para la Maloca; esa gente del principio recibió los Cantos Antiguos.
2. Debajito está la loma de Yawiorika, ahí estaba Godo Kumu, el Payé. Ahí mis-
mo y para siempre los payés recibieron el Soplo de Payé. Ahí se levantó la
gente de Wajuara, la gente de Godo Canuma.
3. Detrás estaba la gente de los Cantos (Bayaroa) en la Chagra de Espina así
estaban ellos.
4. Arribita de la tierra de la Abeja de Día, está el Cerro Peinilla (Pira), ahí
estaba la Gente de Sal de Barriga de Anaconda; en esa tierra ellos hicieron
malocas y vivieron para siempre. Ellos tenían yuruparí y Breo de Día de
Antiguo con el que formaron una pared para curar.
5. Detrás de ese lugar, está la Tierra de Comeño, ahí mismo está el Cerro del
Banco de Loro; ahí recibieron los utensilios metálicos que brillaban en el
agua del puerto; recibieron el metal y recibieron el caraná de Piraña, caraná
de hojas abiertas de la Anaconda Remedio.
6. Más arriba de esa tierra está la Cachivera de Cascaras y en la punta de ésta,
la tierra de nacimiento de los Buri ñira, payés carapanas trabajadores de los
eduria. Ahí en la Cachivera de Arrume de Waju (fruta, en Cñ. Sanana, Pira)
ahí ellos recibieron el colino de Yuca de Waru; esa es su tierra de nacimiento
que recibieron ellos.
7. Más allá de ese lugar en la cabecera del Cñ, Flecha (Pira) está el Cerro de
Espejo de Estrella; ahí los que son como marineros, soldados, trabajadores,
recibieron el Veneno de Estantillo de Antiguo; ellos (feri masa) mataban
mucha de nuestra gente, eran fuertes, tenían ese veneno con el que podían
brujiar. Pero aquí en está tierra de yuruparí, antiguo yuruparí, los payés
envenenadores sentían mucho calor, les hacía daño. Él les envió al extremo
del mundo (Juna Gumuju), al extremo de esta tierra envió esa Gente Reme-
dio; los Buri Ñira quedaron entonces como trabajadores de él.
2. Arribita está el Cerro de Arrume de Casabe (Saiya, Piedra), allí está el Bu-
dare de la Anaconda Remedio para hacer su alimento de la planta de man-
dioca. El Budare está en la mitad de mundo, ahí está.
3. Ahí donde recibieron el Budare, la Anaconda Remedio vivió un tiempo;
pero ahí vivía la Avispa Sopladora que mucho molestaba a ellos, por eso
se marchó.
4. Llegó a la Cachivera Grillo de Agua (Piedra); ahí está la hoja de caraná
grande, de Hoja de Chulo. Ahí recibieron el Soplo de Payé de Antiguo, eso
recibió la Gente de los carapanas, esa es su tierra.
5. Arribita de allí está la Tierra de la Piedra de Extremo (Piedra). La gente que
nació allí recibió el caraná de Hojas Redondas, de hojas abiertas; recibieron
también el yuruparí de Muga Yai, yuruparí de payé; recibieron el Soplo de
Payé, los Bancos para Soplar y el Breo de Payé. Allí la gente que nació
quería vivir pero había "enfermedad de danta"; una Anaconda de enfer-
medad vino de dentro de la tierra, era grande y no podía salir, empujó la
puerta y aplastó la gente, esa enfermedad de danta los mató y se perdió
esa gente...
6. ...pero ellos nacieron otra vez en su Maloca de Agua, en la Cueva de Garza
en su Maloca de Piedra dentro del agua nacieron otra vez; allí en la Cachi-
vera de Garza (Piedra) hicieron esa sabana de yuruparí.
7. Arriba de este lugar está la tierra donde nacieron los carapanas de Espina
(Buri Ñira, Jotañara Mutea); ellos nacieron arriba, en lo alto, donde vive el
sol; en esa tierra de Grillo Escandaloso, allí quemaron hoja de yarumo para
su coca; del humo nació su veneno de payé, su veneno Jairone, Allí recibie-
ron su veneno y tuvieron el Soplo de Veneno de Oler los caparanas de
Espina, la Gente Durua.
8. Pero en la Tierra de la Explanada de Hecha de Jaguar, los taiwano del Caño
de Piedra emergieron ya! Recibieron en esa tierra de Árbol de Corazón
(Besuu), con ese árbol obtuvieron los Cantos de los Estantillos de Antiguo,
se levantaron ellos del agua, hicieron malocas y allí vivieron...
9. ...estos son los taiwano del Caño Piedra en el Cañito de la Cuya Roja, los
payés del Bejuco de Cuya, Anaconda del Poporo de Tabaco, Breo de bien-
estar de la Gente, ellos, la Anaconda Remedio y Godo Kumu, entregaron esa
explanada y la gente allí nació. Del Breo de Payé, de su Soplo de Payé, la
gente recibió esa explanada de nacimiento para hacer sus malocas. Reci-
bieron también las Plantas de Mandioca, obtuvieron esa tierra plana para
sembrar su mandioca, también el Puerto de Mandioca de Remedio ellos
recibieron.
10. Allí pararon ellos y estuvieron un tiempo, pero había mucho trueno; con
el trueno baja un espíritu de la palma de fruta (silvestre); es por eso que
hoy hace mucho daño el mojojoi que vive en esa palma. El Jaguar de Frutas
Silvestres salió como Diablo de Yuruparí quería comer las plantas de man-
dioca de la gente, quería comer sus bancos de mandioca, quería comer la
POR EL CAMINO DE LA ANACONDA REMEDIO 335
gente. En ese tiempo habían muchos jaguares para comer a la gente pues
ellos tenían mucha manteca, así pasaban ellos.
11. Ellos se levantaron y vinieron al Arrume de Umari; ahí recibieron sus ma-
locas y recibieron el Yuruparí de Gavilán que les permitía mirar lejos. Ahí
entonces sí nacieron, arriba del Arrume de Umari en la Cachivera de Ga-
vilán Blanco (Piedra), en la Tierra del Jaguar-Gavilán, en la Cachivera del
Jaguar-Gavilán.
12. Esta tierra termina allá en la Cachivera de la Piedra Extremo, ahí recibieron
la planta de Hojas de Extremo de Antiguo, la planta de la Coca de Hojas
Abiertas, el colino de la Coca de Caimo... ahí terminaron ellos, la gente
recibió hasta allá, ahí termina esa tierra... así terminaron esos Antiguos
Payés de Yuruparí, con su Soplo de Breo de Salud terminaron hasta esa
punta (je moka tuari).
13. El último lugar que queda arriba es el Cerro Trueno, allí donde vive el
trueno. ...así es esta tierra del río Guabina; arriba es la Tierra de carapanas,
su yuruparí es de Venado y de Murciélago, payés de la Piedra Extremo; de
la gente de Breo nacieron ellos en la Tierra de yuruparí de Venado, así
termina esta tierra.
ta besua y Nguta sioro, recibieron también ese je wati birú, recibieron puerto
y el Baile de Hoja de Monte; ahí se levantaron ellos e hicieron maloca vi-
viendo en la Explanada de Hilera de Remos. El Viejo Padre de ellos era
Cutigu Ñañaju, pero su nombre conocido fue Gonearagu, él cuidaba su gen-
te del río Sanana.
2. Así es la tierra de esa gente que es también Gente Remedio. Arriba de esa
tierra está la Explanada de Abeja; tenían miel, su coca es dulce y tenían
chaquira de miel.
3. Más arriba está la Punta de ese Mundo, en esa tierra está Pedazo de Canoa,
ahí la gente nuestra se levantó, recibió el Yuruparí de Nguta sioro y de tímua
Beroa, el yuruparí de kaji ruku y Bailaron el Baile de Puerto, el Baile de Mani-
cuera, el Baile de los Bancos y se sentaron ahí en la Punta de ese Mundo.
M.lb.G: Recuento
1. En las cabeceras del Río Pez (Pira) está el Cerro Gavilán, es el último Estan-
tillo de la tierra de nuestra gente; enseguida está el Cerro Trueno en las
cabeceras del Río Pez. Son lugares de nacimiento de gente que habla nues-
tra lengua; allí están los Buri ñira, ellos tenían Yuruparí de Nguta sioro, ahí
se levantó la planta de Breo de la gente; es el último extremo, estantillo de
nacimiento, de levantarse de la gente, es el estantillo de la cabecera, ahí es
la punta de la tierra de bien-estar.
2. Al otro lado está el Estantillo de la Rama de Arrendajo Remedio, yuruparí
del mundo, la punta de este mundo.
3. De allí se sigue hasta la Cachivera de Pescado; ahí está el Estantillo de Ana-
conda Pez, ahí es la mitad de este mundo; allí ellos rezaron para que no se
cayera el mundo, para cuidar bien este mundo...
4. De allí, de Cerro Trueno se cruza al Cerro de Banco de Meni.
5. De allí cruza a la Maloca de Yawera.
6. De allí cruza al lado de la Cachivera Capitán ya!
7. En las Costillas de este mundo, a la caída del sol, está la Loma de Yuruparí
del Diablo-Jaguar; ahí soplaron fuerte para cuidar este mundo.
8. De allí se regresa y llega donde termina la tierra de los Riatuna, en los Es-
tantillos de fruta de payé, el Yapurá, en su cerro.
9. De allí pasamos al primer estantillo. Estantillo de Antiguo, hacia la Cepa
del Mundo ya. Ahí está el Estantillo de Jaguar- Gavilán, el Estantillo de la
Cepa del Mundo ya!
10. Hacia abajo (cana muñaro) en las cabeceras de un cañito está el Cerro de
Palo de Trueno, en las cabeceras de la tierra al Sur, Cana Soje, hacia las
Puertas de las Costilla del Mundo, está el Lugar de donde salen los peces...
11. ... Así es la historia de la Anaconda Remedio. Al levantarse la primera gen-
te no éramos muchos, como ahora quedamos. Nos dejaron comida, coca
para mambear, pensamiento, con qué trabajar, lugares en este mundo. Así
dejó Ayawa su soplo en este mundo, la tierra para vivir para siempre; desde
la Cachivera de Jaguar-Gavilán, después hasta la Loma del Diablo, des-
pués está la Cachivera de Atorar, ahí está el Padre de Breo, es la selva de él;
después Busi Wejo; después la Loma de Piedra. Luego ya está la Tierra de
la Abeja de Día; por fin el Cerro de Danta, como los llaman los janera. Ahí
en el Caño Colorado en el rastrojo de Ayawa está esa mitad del mundo; él
dijo: tengan muchos hijos soplen, piensen bien, y vivan sin enfermedad,
vivan en esa tierra, en la mitad del mundo.
Así termina la historia de este mundo, así llegaron nuestros antepasados.
338 FRANCOIS CORREA R.
M i t o N o . l e . LA G E N T E DE LA A N A C O N D A PEZ. WAI P I N O
PUNA.
J W M . E G y GV/FC, Jul. 1981.
1. De la Boca de los Ríos (Piomaka Wi) vinieron con yuruparí de allá. Con eso
recibieron todo. Ellos recibieron la cuya de polvo de tabaco.
2. Ellos llegaron a la Cach. Cascara de Yuruparí (Pejeri Poero). Allá mostraban
a los niños. Ahí mismo recibieron ese yagé (kieseri ka'pi).
3. De ahí vinieron al Cñ. Loro (Wekoya); ahí encontraron al Wai Masa Baya, su
nombre antiguo es Diatanejau Bupo.
4. De ahí llegaron al Paraná de Leche o Seno de la Leche (Opekoa Yuti). Ahí
mismo hay un cerro y de allí sacaron el lugar donde van a vivir ellos.
5. Vino dando fuerza a los hijos, soplando la leche de su madre; llegó a Wi
Joya; ahí recibieron el yagé (wijo ka'pi); ahí mismo recibieron todo; recibie-
ron yagé de loro (wekoa kapi). Ahí recibieron pluma de loro (wekoa poajitiri)
y recibieron pluma de antiguo (piakunia poajitiri); recibieron plumas para
bailar.
6. Llegaron otra vez al lugar Riapaja Peta ; ahí miraron un sitio donde podían
vivir.
7. Ahí llegaron a Peta Ope. Ahí fue una casa de todos —como antes, al princi-
pio— casa de todo, de yuruparí. Recibieron esos yuruparí y salieron a un
sitio donde vivir; ahí miraron otra vez esos niños cuando ellos se lo mos-
traron . Esa fue casa de yuruparí. En la Boca Poea Bukua Wi, ahí recibieron
polvo de tabaco y cuya otra vez.
8. Ahí dejó otra vez la Casa de Jaguar (yai waka moka wi ). Ahí recibieron el
colmillo de jaguar y la cuya de polvo de tabaco (yai wa muño), keti masa
basapose. Ahí mismo recibió yagé de Jaguar Colorado (yaijuara kapi).
9. De ahí mismo Wai Pino vino a otra casa Oco Wai Paya Makawi; allí recibió la
coca de keti patu wari.
10. De ahí llegó a Nerusa Moka Wi; en esa casa recibió Yagé de Guama (mene
kapi), también Yagé de Cascara de Yuca (kieseri kapime).
11. De ahí ya llegó a Wai Tungo Moka Wi. Ahí los payés recibieron breo, la
cuyita de breo (werea) que era cuya, era persona antigua, del abuelo Wanari.
Ahí mismo recibió la cuyita de polvo de tabaco (poe muño wari). Ahí mismo
sopló esa cuya de breo y mostraron el yuruparí a los niños y lo soplaron
para que fueran payés, hicieron eso!
12. Ahí recibieron más yagé (wekoa kapi); también recibieron coca de Caimo
(canea patu) y también recibieron otra coca de Pescadito (tomuapea patu). Así
hizo Wai Pinoma; recibió otro baile de búa: bupubaha; se llama basa wi guiti.
Ahí tomaron chicha los que miraron yuruparí y se lo mostraron a los niños,
le soplaron yuruparí. Ahí recibieron baile de Búa, baile de Wai Pino Búa,
baile de él.
13. Ahí llegó otra vez a Teñamu . Ahí mismo los cuñados preguntaron: "Quién
será?". Y, entonces, se encontraron con la gente Mutea, y otro, y otro, y
otro... De una misma casa los Wai Masa entregaron los hijos a Mutea, por
eso les dijeron "cuñados" (teña). Ahí encontraron sus cuñados, hablaron
con los Eduria, los hicieron sus cuñados.
14. Ahí consiguieron los Mutea hermanos Eduria y pidieron como hermanos a
los Mutea a ver si serían. Les dijeron "Abuelos!", pero no constestaron. "Por
qué?, quién será esa gente?". Los llamaron "Hermano menor!"; ellos no
contestaron; ellos pensaron otra vez. De ahí cuando preguntaron "Herma-
no mayor?" a los Eduria, ahí sí contestaron. Desde ese tiempo quedaron y
recibieron coca, dos clases de coca nake patuari. Ahí recibieron una totumita
para echar coca.
15. Ahí llegó a Wisundupura, ahí recibió yagé wijo kapime.
16. Ahí llegó a Nuteara Pamo; ahí recibieron un cabello del mico ichacha (wu-
tea), de ese mico sin cola, para poner en la espalda cuando bailan. Recibie-
ron Muño Wari, cuya de polvo de tabaco; también recibieron las palabras
de historia (keti oca bocane).
17. Llegaron a Werikanema Dikari ahí se llama Oco Pino Rukari .
18. De ahí llegó a Weritutura Makawi, ahí recibieron plumas de baile, también
keti muño wari. Ahí los payés recibieron breo, los payés estuvieron un tiem-
po y lo recibieron.
19. De ahí llegaron a ese Eñaro Ñaroka .
20. De ahí llegaron a Bolea Yepa . De ahí Wai Pino Maku Yawi se encontró con
los Mutea otra vez, sus cuñados; ellos andaron juntos con los cuñados.
m 11
21. De ahí llegaron a Ñero Makawi . Ellos, los Kawiari, fueron hermanos de
los Wai Maja.
22. De ahí él siguió a Ne'tutura Makawi; ahí sí fue Wai Pino, hasta allá fueron a
llegar los nietos a dejarles donde van a vivir para siempre.
23. De allí llegó al Cñ. Culebra (Aña), ahí en Nguta ruka ellos nombraron el
sitio como Cuya de Piedra (Nguta Muño Ware); ahí recibieron otra cuya de
breo, Wai Pino recibieron otra cuya.
24. De ahí llegó a aña puna.
13 Entró al Papurí; después hasta las cabeceras del Yapú; y regresó a la boca del Tiquié.
14 Notar que el relator hace equivalente las flautas de yuruparí con la anaconda ancestral.
15 Es el baile de tortuga (basau'), que suena como tambor y lo tocan las mujeres.
16 Para guerrear al enemigo, se aclara.
17 Es un palito que lo hace 'invisible'.
18 Un águila.
POR EL CAMINO DE LA ANACONDA REMEDIO 341
41. Llegó a faina otra vez; recibieron jaikari pino warukare y tíco Maka Wi; es de
Juna; recibieron yuruparí de muipuo'a (Huevo del sol).
42. Llegaron a Miño Buró, y recibieron el palo de Besuu . Recibieron canea bu-
rorey canea patu.
43. Llegaron a Goribo, los juna mismos le mostraron ese yuruparí a los niños
de ellos.
44. Llegaron Jopara, ahí recibieron jopoye, la "pluma de garza".
45. Llegaron a Etepoere' ; ahí recibieron ele buku, el yuruparí que recibieron los
eduria; recibieron y buscaron un sitio donde van a vivir ellos.
46. Llegaron a Musa Riyepa esos Juna; ahí donde bailaron recibieron carayurú.
47. Fue a tíriña Oto ; ahí mismo fue a Eioura; estaba otro al centro de la selva
con esa palma de mirití (pose bukuañi). Ahí están los abuelos Minia Kumu y
Yukawero; esos lugares se llaman Minia Kumu Yawi y tímure Maja .
48. De ahí fue a dar hasta el Waiya' . En el Pira ese Mutea, ese tíco Pino se fue
a subir ese caño nombrando payés, bailadores y otra gente.
49. Llegaron a Moa Poero , Moa Wi.
50. Llegaron a Yama Poero.
51. Siguieron a Gewa Bo'to Gewa Waju; ahí estaba su abuelo Wekua Kumu. Se
nombraron los payés y soplaron con esa cuya. Llegaron donde ese abuelo
que estaba soplando; él los pateaba, hacía relámpago y no podía vivir allí;
también los Mutea recibieron hueso de cuchara de coca.
52. Siguieron a Wayu Jiana; ahí recibieron wari boca para tener fuerza ellos.
53. Llegaron a Mucaña donde se quedaron con ese yuruparí; recibieron los
yuruparí de Muka los tíco Maja.
54. Regresaron un poquito en el Pira y hasta el Cñ. Mugre (tígeriya).
55. De allí fueron al Cerro Tijereta (Pineje).
56. De ahí al cerro Ñamani.
57. Y al cerro Bupou Buró; ahí quedaron los Mutea, tíko Maja, les terminaron;
ahí encontraron su cerro; una águila grande Ayai miró a todas partes con
un cape makure; ahí recibieron jume para matar al enemigo con oración de
ellos.
58. Se fueron a conocer no más la Cach. Yuruparí Pose Yapoa Wi, última puerta
de los ríos. Ahí se encontraron con los Wai Maja, los payés Oco Wai jimia,
los payés de Wai Maja y los nombraron ahí con polvo de tabaco; de ahí
indica otra vez por ser casa de Poe Yapa Wi, casa de nuestro abuelo.
59. De ahí regresaron arriba del Papurí al Cerro Muchilero (tímue Bacawi), ce-
rro de los Mutea; y allí recibieron wasa, la maraca de los tobillos. Buscaron
19 La lanza sonajera.
20 El nombre de un loro.
21 Cazabe para preparar chicha (un).
22 Se hallan ya al centro del mundo.
23 El Pirá-Paraná.
24 En el Pirá-Paraná.
342 FRANCOIS CORREA R.
un sitio donde vivir y mostraron los yuruparí (pose) a los niños, así queda-
ron. Así que es un sitio de nuestro abuelo y de nosotros.
60. Bajaron a Teñaumu; ahí los Mutea se encontraron con los Wai Maja e inter-
cambiaron hijos para ser cuñados, así fue. Ahí es la única casa que le mos-
traron los cuñados. Ahí mismo le mostraron como hermanos mayores de
los Mutea a los Eduria; ahí es el lugar donde desde el principio la gente fue
payé, los bailadores de munowani único que recibían.
quetico pequeño la entregcS y les advirtió: "Piensen bien y soplen con breo,
antes de soltarlo piensen bien".
3. Ellos regresaron, venían por el camino. No creían que la tierra estuviera en
un paquetico tan pequeñito; en la mitad del camino lo soltaron, no hicieron
caso a Lombriz Negra. La Tierra se regó por todo el mundo! Aparecieron
lomas, cerros, sabanas... quedó feo porque ellos no pensaron bien, no so-
plaron antes de soltarlo.
4. Llegaron a donde ellos vivían; hicieron otra maloca sacando madera de
nuevo, pero no había hoja para techar...
ron hasta que llegaron al árbol, allá en el Salto de Jirijirimo (Jasa tutu, sobre
el Apaporis). En ese tiempo ese río Jasa era el árbol de tícou, ahí llegaron.
En ese salto estaba la maloca donde vivía La Madre del Árbol de tícou
(tícou jako); su dueña ahí vivía sola en esa maloca, ahí ellos durmieron.
5. Al otro día los Ayawaroa se fueron a tumbar ese árbol de tícou; era un palo
grande y grueso... Ellos empezaron a tumbarlo, tumbaban, ya faltaba po-
quito para caer cuando regresaron a la maloca. Fueron al día siguiente a
terminar de tumbarlo pero el palo estaba entero otra vez; empezaron de
nuevo a tumbarlo, tumbaban... cuando ya faltaba poquitico regresaron a
la maloca. Al día siguiente estaba otra vez entero. Al otro día fueron, al otro
día lo mismo...
6. Los Ayawaroa regresaron a la maloca. Su abuela, la Madre de tícou comía
peces del Árbol de tícou, los atrapaba en su cacurí cuando los dejaba salir
del palo por un rotico; comía pero no dejaba que ellos lo hicieran; decía:
"Les hace daño. Ustedes no deben comer".
7. La Madre de tícou salió a la chagra; ellos quedaron en la maloca. Allí estaba
la olla de pescado de su abuela; ellos buscaron huevos de avispas! Cuando
la abuela regresó ellos le dijeron: "En su olla de pescado hay harto gusano,
su comida está agusanada". Ella miró y les dijo: "Vayan y boten eso".
8. Ellos fueron al puerto pero en vez de botar la olla, comieron el pescado.
Ella les había advertido: "No coman, si ustedes comen se tienen que mo-
rir". Pero ellos no hicieron caso y comieron. Se enfermaron pero ella los
curó, les dijo: "Ustedes no debían comer, yo les advertí".
2. Pasó el Yacaré (fea gusa). Le pidieron que los llevara y él aceptó pero les
advirtió: "No vayan a tirar pedos".
3. Como ellos llevaban la candela el Yacaré les propuso que la dejaran en la
proa; se embarcaron. Ya iban a llegar al otro lado del río, estaban arrimán-
dose al puerto; se bajaron sin la candela. Apenas bajaron el Yacaré se hun-
dió, los dejó sin candela, se la llevó a su maloca.
4. Los Ayawaroa hicieron ranas y ellos mismos se volvieron ranas que gustan
al Yacaré. Hicieron baile, bailaron carrizo, estaban en taparrabo bailando,
jugando. Yacaré salió a mirarlos pero se quedó quieto, no hablaba nada,
estaba callado.
5. Ellos agarraron al Yacaré y lo destriparon buscando el fuego; lo abrieron y
llamaron a la avispa y a la abeja para que avivaran las llamas, pero nada.
La Avispa Sopladora sí prendió la candela, la sacaron. Tejieron de nuevo al
yacaré.
6. Los Ayawaroa regresaron por el Caño Tatú (Jamoriña), subieron por el Bito-
ya, regresando ya. Siguieron por toda parte, así fue...
M.3. YEBA
MM.GE, FC, Agosto 1980
9. Apenas Yawira dijo esto, Yebá cayó al suelo; como un pájaro sonó
puuuuuuuuuu... Ellas corrieron a buscarlo pero no lo encontraban; olían a
Yebá y se decían con temor: "Aquí huele Yebá, aquí huele Yebá"; entonces él
brincó y agarró a Yawira, la mayor, pero ella escapó al río.
10. Esa trampa de yerba trató de agarrarla, pero no pudo; ya ella se acercaba
al agua pero esa trampa de bejuco trató de agarrarla, tampoco pudo; ya ella
estaba cayendo al río pero ese bejuco de espinas como anzuelos la atrapó
por el cabello. Ellos la alcanzaron, la agarraron y la llevaron a la maloca de
Yebá.
tado todo el día; así quitaba su fuerte sabor y ya no daba borrachera. Los
buhos estaban pintados con carayuru (ngunaña). Apenas el payé terminó
de "soplar" el tabaco, se lo sopló a ellos, los espantó; yayayayyyyyy... se
lamentaban; así fue como se metieron ellos al monte. Ahora también can-
tan junto a la maloca, les gusta el canto de colino de tabaco. [Este tabaco es
de janera, también es tabaco de los Cantores (Keti Masa); seguramente ellos
tienen hoy ese tabaco, fue Meni Jino quien se los entregó... ]
2. Yawira estaba sembrando la chagra. Ahí estaban esas mujeres con ella sem-
brando la chagra; esas mujeres Agua de Orín (Gone Oco) y Yerba Negra
(Tañió) no trabajaban con juicio [es por eso que hoy hay bastante en la cha-
gra]. Yawira le decía al Yarumo (Wakuo) "Vaya Usted por la orilla de la
chagra..." Así a todos mandaba, así ella sembraba la chagra.
3. Yebá estaba solo en la maloca, "rezaba" con breo. Esas mujeres se burlaban
de Yebá mientras sembraba, decían riendo: "¿cómo será el pene de Yebá?
Dicen que tiene el pene como el de un perro, contra su barriga tiene el
pene...". Ellas molestaban mucho.
4. Yebá tenía ganas de mirar esas mujeres que no conocía; "rezando" allá en
su pieza decía: "¿Cómo serán esas mujeres?". Finalmente se paró e hizo
una hendidura en la pared de la maloca. Apenas él miró esas mujeres se
cayeron y se quedaron calladas (quedaron desde entonces en la chagra).
5. Yawira ya no pudo sembrar más. La Mala Yerba había inundado la chagra.
Si Yebá no las hubiera mirado, si las hubiera soplado con humo de breo
(Werea), ellas se hubieran vuelto a su casa; pero él las miró; desde entonces
ese Yarumo y sus compañeras Tajiñio y Tañio.. quedaron en la chagra.
6. Yawira estaba enojada con Yebá: "Le advertí que no mirara esas mujeres !...
será que Usted es payé", le dijo con sarcasmo; "Rece toda esa mandioca y
cambíele el corazón", agregó. Yebá estaba triste; rezó otra vez en la mitad
de la casa. Rezaba con su pensamiento la planta de Yuruparí (fe rika Buju-
reku), frutas de mandioca él rezaba... y cambió el corazón de mandioca. Así
hizo él. Hizo crecer todas las semillas de mandioca.
2. Había también sagú (Naria). Yawira quería hacer chicha con el maíz y el
sagú. Ella lo preparó. Yebá bebió la chicha, estaba tomando solo... se embo-
rrachó. Yawira le dio fuetazos por estar ebrio...
M.3.L: El Umari
1. Había también bastante Umari (Uamu). Eran la Gente de Umari. Yawira les
dijo que quería umari, los envió a traerlo; cuando ellos llegaron al Caño
Cuya (Coaya) en donde estaba el umari, en la Loma de Umari (Uamu Buró),
se encontraron con que eran personas, eran pura gente. Se devolvieron a
la casa sin nada.
2. Llegaron sin el umari y molestaron a Yawira. Ahí en la maloca estaba la
Guara (Buo) y al que estaba ahí sentado le dio patadas; ese se cayó y se
convirtió en un canasto de umari; al caerse se regó un poco. Yawira recibió
el umari, lo recogió todo, seco y verde, levantó el canasto y se fue.
7. Yawira estaba comiendo batata (ñaji). Una ramita se partió de la planta, con
ella Yawira dio fuetazos al Muchilero (umu), lo mató. "En ese lugar va a
tronar mucho si ella me regaña, si ella me mata", dijo Zarigüeya; dejó una
peinilla en un paquetico de hojas de yarumo, encima de donde dormía.
8. Al otro día, Zarigüeya cantó de madrugada: oa-oa-oa-oa... Salió de cacería
y mató una gallineta (waso). Por el camino encontró a las Gaviotas (jiasea),
estaban buscando hormigas de ají (biajuna), había bastantes, iban a comer-
las. Zarigüeya con su cerbatana quiso matar las Gaviotas, pero ellas advir-
tieron; "¿Por qué nos quiere matar? Nosotras no vinimos para eso; vinimos
a llevar la comida a la mujer del capitán (cariwa)". "¿Para quién?", pregun-
tó Zarigüeya."A la mujer del capitán", le respondieron. Zarigüeya cazó
entonces un venado.
1. Yawira fue a la casa del Gallinazo. Ella había sido engañada con un afrodi-
síaco; Yebá decidió buscarla. Tumbó un palo de Tururí (wasou), un árbol de
buen breo; de él hizo un carcaj, luego de tejerlo se fue de visita. Por el
camino recogía harta fruta silvestre (je' rika). Hizo un vestido de viejo, lleno
de heridas, de granos, feo (niji sudi), el Vestido de Llorón; con ese vestido
él iba a buscar a Yawira a la casa del Gallinazo.
2. Cuando Yebá llegó a la casa, ella lo saludó: "Ñiku! (abuelo)". El Gallinazo
dijo: "Aquí estoy. Usted vino a visitarme a mí y a su nieta, ella está hacien-
do casabe. Vaya raje leña, nosotros vamos a comer pescado de verano".
3. Yebá se fue a rajar leña; cuando lo estaba haciendo se quitó el vestido, lo
dejó encima de un tronco; era un vestido de viejo feo, lleno de granos, de
heridas. Ahí llegaban abejorros, moscos. (Por eso es que ese palo de mara-
ñón debe tener veneno. Por eso es que la herida duele mucho).
4. Yawira vino a llevar la leña. Lo vio sin su vestido: era Yebá, se asustó mucho.
Ahí mismo él se puso el vestido de viejo otra vez. Después regresaron a la
casa.
5. Al otro día se fueron al monte. Ese mismo viejo Yebá hizo caer el canasto
que llevaba, de nuevo; cuando estaba pelando la corteza chuzó el pie de
Yawira; el Gallinazo dijo: "Se encuentra muy mal. Cuide bien a su nieta, yo
iré adelante de ustedes". Apenas se fueron los gallinazos, Yebá sacó su
mambeada y untó la herida de ella; apenas echó la coca, la herida sanó.
"Bueno, regresemos" dijo. Yawira miraba los palos y decía: "Todos aquí son
gente...". Yawira y el viejo volvieron a la casa del Gallinazo. Yebá botó todas
las cosas que había en la casa, sólo un pedazo de cuya quedó. Ese es ahora
el pájaro Pedazo-de-cuya (wederecoa). Yebá huyó con Yawira.
6. Todos los gallinazos que vivían en esa casa eran pura gente. Ellos llegaron
apenas Yebá se había ido; gritaban: "cha-cha-cha... se llevó la mujer de él, se
llevó la mujer de él...". Los gallinazos lo persiguieron para matarlo, pero
360 FRANCOIS CORREA R.
ñas acabó de desplumarlo le saludó: "Jako Maku\ (paisano)". Por eso ahora
los janera dicen a esa gente jako Maku Mesa. Allá en la cabecera de un caño
viven actualmente, ya no tiene plumas, así les pasó a ellos...
éste los mató con su cerbatana; el único que quedó fue el Gallinazo Negro
{yuca ñira).
tomó ese garrote de antiguo hecho del palo de chontaduro (tíne), garrote
de Mala Seña (Bojori Bukuajai), lo arrancó y le quitó la cabeza. Ese machete
era el que tapaba la puerta de las enfermedades, apenas ella lo arrancó, se
abrió su puerta. Así se formaron las enfermedades, el dolor de estómago...
por eso del cielo vienen esas enfermedades, de arriba de los árboles, de
arriba de los árboles vienen enfermedades como venenos. Por eso hay que
soplar, con el pensamiento tomar ese machete y arrojarlo lejos para aliviar
al enfermo. De la mitad del mundo (Wega Godo), de esa tierra también vie-
nen enfermedades. Creo que alguno que sabe lo que le pasó a Yebá reza y
mata a otro. Yebá tomó el garrote y lo arrojó al otro lado. Esa enfermedad
cayó a Wekomi (Loro-Gavilán).
3. Yebá regresó al mundo. Loro tenía una hamaca rota; Yebá explicó: "Su papá
se acostó en la hamaca y se cayó, él mismo tiene la culpa. Su papá me
molestaba mucho, pero él no se va a perder". Con la fibra de cumare (ñuca
biti) le hizo la cola, lo convirtió en el Armadillo de Danta (Weku Jamo). Yebá
agregó: "A él no le gustaba que yo viviera aquí, pues entonces me voy".
Ella respondió: "Mi padre ya está muerto, yo me quiero ir con usted". "Va-
mos pues", dijo Yebá. Se fueron.
mató toda la cacería que había. Después ellos comieron esa cacería, char-
laban.
11. Al otro día el abuelo dijo a Sie: "Vamos a regresar, vamos a la casa". Los
Jaguares pidieron: "Dígale a su nieto que se quede aquí con nosotros toda-
vía". Sie respondió: "Bueno, me voy a quedar con ellos". Ahí se quedó.
10. Ellas eran hijas de Rima jino (Anaconda Veneno). Llegaron a la casa y dije-
ron: "Encontramos un muchacho que no tiene papá ni mamá". Ellos esta-
ban calentando un pedazo de tiesto; mientras tanto Warimi estaba mirando
la casa, todas las cosas eran de veneno, el papá de ellas era el Dueño del
Veneno, el Padre del Veneno (Rima Jaku).
11. Como Warimi no podía salir de la casa se transformó en un gorgojo (pukua-
rama), hizo un roto en la cumbrera de la casa para salir; se asomó y miró el
mundo, después bajó otra vez.
12. Lo mandaron a comer casabe; él comió todo ese casabe. Rima jino pensó:
"Seguro es un muchacho que piensa todo; seguro es un payé", le dijo a una
de ellas: "Traiga ají y quémelo para ver si sale de la casa". Ella regresó con
harto ají y lo quemó [Con ese ají ellos estaban fabricando gripas (Ejó)].
Warimi salió a la cumbrera y respiró.
13. Rima jino se fue a bañar; mientras tanto Warimi echó harta saliva en el
fogón de él; como gorgojo subió a la cumbrera y respiró sobre el roto, ahí
estuvo un rato; después el viejo que se estaba bañando regresó, se acostó
en la hamaca de él y preguntó: "¿Dónde está?". Warimi respondió.
14. Rima jino lo buscó, tanteaba con la mano, quería matarlo. Preguntó de
nuevo. "Aquí estoy", respondía Warimi, pero él no lo veía; cogió un mache-
te y golpeó... nada; golpeó otra vez, pero nada, no lo alcanzó. Se acostó de
nuevo y preguntó; en el mismo fogón de él, Warimi contestó; Anaconda se
paró y golpeó con el machete, pero no lo alcanzaba, se dijo: "Seguro no hay
gente o tal vez él es gente, tal vez es Warimi; seguro esa mujer me engañó
y trajo a ese Warimi, ese Sie"; estaba enojado, tenía rabia.
15. Rima jino se acostó en la h a m a c a , se d u r m i ó ; estaba s o ñ a n d o :
"Aaahhhhh...", decía. Warimi subió a la cumbrera y trajo flechas de cerbata-
na para ponerles veneno. Se acercó donde el viejo dormía; él mismo se
transformó en una pulga (Gone), entonces entró por la nariz y llegó a las
tripas del viejo; sacó el veneno que tenía el viejo en la barriga. Tenía un
hígado de veneno. Warimi se lo cortó; al viejo le dolió mucho, tenía dolor
de estómago. Warimi quería salir pero el viejo se tapó la nariz. Rima jino
pensó: "Seguro él entró"; tapaba su nariz, pero Warimi ya sabía y salió
despacitico.
16. Warimi salió, subió a la cumbrera: "¿Cómo voy a regresar? Wiri- wiri-wiri-
wiri... ¿cómo voy a regresar?", un rato pensó. Rima jino le dijo: "Usted me
quitó el veneno, con ese veneno Usted va a morir, la gente lo va a querer
matar, Usted no va vivir". Warimi brujió: "A mí no me va a pasar nada".
2. Warimi se posó encima de una palma de chontaduro (tíne), allá arriba es-
taba escuchando: Uiri-uiri-uiri... La vieja lo oyó y le ordenó: "Bájame esa
fruta de chontaduro". "Yo no puedo bajarlo", le respondió.
3. Warimi cogió dos fruticas, con ellas hizo un alacrán (kotibaja), se las mandó.
Ella cogió ese chontaduro, el alacrán la picó. Warimi bajó y le preguntó:
"¿Qué le pasa? ¿Qué tiene?"; "Un alacrán me picó", dijo ella. Warimi le
puso de su saliva en la herida; ella se calmó.
4. Warimi preguntó: "¿Sus hijos dónde están?". La madre de las serpientes
respondió: "Mis hijos se fueron a matar a ese Warimi, allá por la mitad de
la trocha deben ir", y agregó: "¿Y ud. quién es? ¿De dónde viene? ¿Cómo
se llama?. "Yo soy de lejos", respondió. "Ud. de pronto es Warimi, Sie; aquí
me llegó la noticia de que Warimi venía acabando gente", dijo ella. "Sí, yo
también oí, por eso es que lo estoy buscando". Ella aclaró: "Warimi no tiene
una pierna, es cojo". "Le voy a buscar donde ellos fueron, allá también le
voy a esperar", dijo él.
5. Warimi se fue sin hacer ruido y alcanzó a las serpientes. Con sus flechas
dio muerte a la Serpiente Roja (Añajicosua [coral), a la Hija de la Serpiente
(Ri' aña, la talla equis) flechó y flechó y a todas las mató; apenas las flechó
se tiró al agua y regresó.
6. Volvió a la maloca de la Madre de las Serpientes. Warimi llevaba casabe de
veneno (rima sirere) y a ella le ofreció: "Dele a su nieto también de ese ca-
sabe que yo recé". Ellos comieron pero no se murieron. Entonces Warimi
dijo: "Allá hay una palma de pataba (ñomu), hay frutas grandes! Vamos a
traerlas y tomamos con manicuera (ñuca)". Se fueron con la madre de la
serpiente, él dijo: "Ud. espere aquí", subió a la palma, cortó el pataba y lo
tiró a la vieja, la mató. De esa pataba Warimi hizo ratones y de todos los
bichos que hay Así pasaba él, eso hacía...
3. Otro Jaguar, Warimi tenía por enemigo, se llamaba Rame (Rame Yai); él se
comía a toda la gente que venía a esa tierra. Warimi lo mató.
4. Después Warimi subió al Caño de la Tarira (Roe bukuya). Ahí encontró un
palo, con él hizo una canoa (wapuru gea kumua), la quemó, la arregló y se
embarcó, quería irse de esa tierra.
5. Bajando por ese río está la mitad del mundo (Makarekuro gudareko), ahí
vivía el Ayawa blanco (Bo Ayawa), con su compañero el Ayawa del Día
(Umua Ayawa).
6. Más adelante llegó al Cerro Totuma (Tucou), allí olía feo; con ese olor Wari-
mi hizo enfermedades, vómito, diarrea, dolor de cabeza, paludismo, den-
gue, sarampión, hizo todas las enfermedades con el olor de ese palo (fue
Warimi el que hizo todas las enfermedades...).
7. Pasó al cerro de Danta (Weku yekumu), de allí al cerro de Gente (Masaca),
después al cerro de Tucán (Rasea werikure); después pasó al Apaporis (Jasa);
por allí fabricó todas esas enfermedades. Por eso ahora vienen esas enfer-
medades del otro lado del Apaporis...
8. Después bajo al río Pez (Waiya); ahí es propiamente la mitad del mundo.
Venía bajando en su canoa, llegó a la Cachivera de Cucha (Muka); de ahí
pasó a la Cachivera de la Canoa de Piedra (Nguta Cumuare); más abajo del
caño armadillo (Jamoriña).
9. Abajito del caño Muchilero (Umuña), llegó a la cachivera de Coro, ahí entró
y se sumergió. Llegó a un lugar que se llama Palo Viejo (Buku gumuju), se
sumergía y salía de nuevo. Llegó a un lugar en donde no había nada, pura
piedra; allí él sembró piedras...
10. Él bajó a las Bocas de los Ríos, a la Bocana de las lágrimas (Bojori jido). Así
terminó todo lo que hizo ese Sie del mundo, el payé Sie (Sie yai), Sie del día
(Umua Sie), eso fue lo que hizo...
ANEXO 2
JKeseño información sobre doce grupos horticultores del Vaupés con los cua-
les he tenido contacto, muchas veces esporádico. Para los makú ver Silver-
wood-Cope (1972) y Reid (1979). La segmentación de los macuna puede ser
consultada en Arhem (1981); la de los cubeo en Goldman (1963); y la de los
uanano en Chernela (1994); sobre los tanimuka una reseña en Von Hildebrand
(1987). Listados sobre órdenes, segmentación y nomenclatura de varios grupos
aparecen en Bruzzi (1977), Jackson (1972), Hugh-Jones C. (1979), Arhem (1981)
y Correa (1980), pero esta presentación amplía la anterior. Cito por grupo la
información disponible de manera que al lector le será fácil localizar material
comparativo. No incluyo datos sobre los uanano, yukuna, letuama y tariano;
tampoco sobre los yurutí-tapuya del Cach. Pindaíba sobre el Vaupés, ni sobre
los papiwa, registrados por Waltz y Wheeler como unidad lingüística inde-
pendiente (1972) y descritos por González (en prensa). Aún no es claro que los
habitantes de lenguas Arawak como los yukuna (Schackt, 1986) y curripaco-
baniwa (Wright, 1981; Hill, 1983; Journet, 1990), deban ser incluidos en la re-
gión socio-cultural del Vaupés.
El ordenamiento de los clanes que componen los grupos étnicos de la re-
gión del Vaupés se presenta variable de acuerdo con las relaciones sociales de
la unidad a la que pertenece la persona que lo anuncia. Aquí he tomado la
información más sólida pero, en interés de complementarla, he agrupado uni-
dades listadas en otros ordenamientos recogidos con miembros de un mismo
grupo étnico. La estructura compuesta por cinco segmentos de clanes diferen-
ciados por orden de mayorazgo reportada entre los grupos del río Pirá-Paraná,
así como la presencia de fratrías y aliados tradicionales es de difícil constata-
ción en otras partes de la región, en gran parte debido a la transformación
impuesta por la intervención occidental; la ruptura de unidades sociales, de
sus territorios y relaciones, es más evidente hacia el Vaupés por la demarcación
de la frontera.
El cuadro siguiente resume estos caracteres de cercanía para algunos gru-
pos del Pirá-Paraná. Menciono órdenes frátricos en donde se encuentran agru-
pados sus grupos étnicos presentados de mayor a menor; el sistema se halla
efectivamente extendido en el Vaupés: Reichel-Dolmatoff (1979) propuso para
los desana un modelo de fratría intermatrimonial en que se agrupan con los
tucano propios, los piratapuyo y, anteriormente, los uanano; en el mismo es-
crito da cuenta del ordenamiento segmentario de los desana análogo al de los
374
POR EL CAMINO DE LA ANACONDA REMEDIO 375
grupos del Pira. De la misma manera, Hugh-Jones (1979) y Bidou (1976) rela-
cionan a los barasana y los tatuyo, respectivamente, con un modelo organiza-
cional similar al descrito para los taiwano, pero no traen los datos de sus
categorías frátricas. Los datos de Langdon (1975:53) están conformes con el
ordenamiento frátrico de los taiwano aquí citado, pero no incluye los clanes
tuyuca; de los barasana incluyó una fratría junto con los tucano, algunos clanes
macuna y el clan ojaraña, que según los taiwano es hablante del tanimuka.
Genérico Traducción
Lengua Propio Taiwano Taiwano
franca
Bará Wai Maja Wai Masa Gente Pez
Barasana ¡añera ¡añera Masa Gente Jánera
Cabiyari Kawia'ri Kawia'ri Masa Gente Cangrejo
Carapana Mutea Masa(?) Durua Masa Gente Zancudo
Carijona Jodé Gawa Masa Gente Cabecera
Cubeo Pamiwa Riya Masa G. Río Grande
Curripaco Mijia Gawa*,
Desana Wirá pona Wina Masa Gente Viento
Letuama Letuana Masa Gente Letuana
Macú Josa G. Trabajadores
Macuna Oco Masa Gente Agua
Pirá-Tapuya Wai Kana Wai Makana Gente Red
Siriano Sura Masa Sudiá Masa Gente Vestido
Taiwano Eduria Eduria Masa Gente Eduria
Tanimuka tífaina típina Masa Gente Ceniza
Tatuyo Juna Maja Smia Masa,
Tariana ¡abara Masa G. Capitán
Tucano Yepa Masa Rasea Masa Gente Tucán
Tuyuca Dojkapuara Rocajana Masa,
Uanano Kotiria Wiroa Masa Gente Viento
Yauna Yáuna Masa Gente Yauna
Yuruti Wai liara Masa Wai'ara Masa G.Paloma-Pez
(*) Posiblement e se incluyen los denc minados baniwa. No se me ncionan los yukuna-
matapí ni los arapaso.
En muchos casos mis datos están virtualmente acordes con los propuestos
por otros autores; pero hay variaciones debido a que el ordenamiento ha sido
recogido en lengua diferente a la del grupo de que se habla, o bien porque la
nomenclatura corresponde a algunos de los diferentes nombres utilizados
376 FRANCOIS CORREA R.
para designar a una misma unidad. En este escrito sólo he confrontado los
cruces de información con otros autores sobre los taiwano, pero ya parece im-
prescindible realizar lo propio con nomenclaturas para las unidades de cada
grupo étnico del Vaupés con la información antecedente con el ánimo de evitar
la proliferación y confusión de éstas, como ocurrió con los nombres dados a
los grupos étnicos en otras lenguas especialmente en Nheengatú ampliamente
difundido en el área.
Tucano
Clan Localización
Clan Localización
Desana
Clan Localización
Clan Localización
03. Bugttyeri Pona Monfort, Olinda
04. Snmepero Pona Ususi Teresita, Cñ. Macucú
Pona
05. Umusi Tunt Cñ. Macucú
06. Diákara Pona Teresita, Macucú
07, Diákara Borediro Pona Teresita
08. Guintasero Paramera
09. Ke'ngnri Pona Piracuara
10. Dijpútiro Pona
11. Sibía Pona Cñ. Urucú, Tucunará
12. Yugu Pona
13, Wasupu Yujkoa Pona
14. Yeboréra Pona Cñ. Cuyucuyu
15. Memeri Pona Montfort
16. Payatera Pona Cñ. Viña
17. Yai Boreka Pona Acaricuara
18. Pfgaroa Alto Paca
19. Gojpebu Pona Brasil
20. Wia'roa Pona Brasil
21. Sttbera Pona Brasil
22. Toa Pona Brasil
23. Oyóa/Oyó Pona Brasil
24. Se'Kea Brasil
25. Gairoa Brasil
Siriano
Es el nombre para una larva comestible que da el nombre genérico con el cual
otros reconocen a este grupo étnico (sura masa). La Anaconda Ancestral (Seng
Pinu) arribó por el Vaupés hasta el Caño Abiyú (Caneñd), considerado territorio
de los siriano, desde donde se han venido desplazando hasta el río Papurí so-
bre sus afluentes el Paca y el Viña. Consideran a los yurutí y tucano como
aliados tradicionales, pero recientes intercambios matrimoniales con los desa-
na, pira-tapuyo y otros grupos amplían sus relaciones de alianza; son los taria-
no y los pira-tapuyo con quienes se consideran una unidad frátrica pero
también mencionan ordenamientos con los tuyuca, cubeo y guanano.
El presente ordenamiento de sus clanes resulta de la confrontación de tres
listas recogidas entre el clan Tubu Paramera de la aldea de San Gerardo en el alto
río Paca; dos de ellas fueron levantadas con el mismo capitán en fechas distin-
tas. Ibáñez (1978; 1993) y Jackson (1972: 299) han presentado ordenamientos.
Clan Localización
01. Tubu Paramera/Umuri Masé S. Gerardo
02. Tubu Gttbn Pona S. Gerardo, Brasil
POR EL CAMINO DE LA ANACONDA REMEDIO 379
Clan Localización
Pira -Tapuya
Nombre en Nheengatú para la "Gente de la Red" (de pesca) (Waiaka'na) con el
cual se reconocen más de 50 clanes, dispersos la mayoría en Brasil, hacia el río
Negro, su lugar de origen. En Colombia se encuentran algunas unidades sobre
el bajo Papurí. Consideran a desanos y tucanos como sus aliados tradicionales.
Esta lista fue levantada con un miembro del clan Sóaria Pona de la aldea de
Teresita de Piramirí.
Clan Localización
Yurutí
Asimismo se reconocen bajo la denominación de Waijiara masa ("Gente de la
Paloma-Pez") y de manera genérica Waikana o Wai Makara, pero consideran
como verdadero nombre ancestral el de Wai Masa ("Gente Pez"), descendientes
de Ngutabo Pino (Anaconda de la Cachi vera-blanca o Piedra-blanca). Ocupan
la parte alta del Paca, afluente del río Papurí, los caños Yi y Tui y sus partes
cercanas al Vaupés donde desembocan estos afluentes. Parecen conformar una
unidad frátrica anterior junto con los pira-tapuya, bara, tuyuca, y los uanano
(estos últimos sus Pako-Puna), lo que en parte confirma el orden propuesto por
los cabiyari; sus aliados tradicionales son los siriano y actualmente establecen
relaciones de intercambio matrimonial con tucanos y bara. En Goldman
(1948:764) aparecen registrados los yuruti-tapuyo ("Gente Paloma") de quie-
nes éstos afirman que son un grupo étnico distinto y diferenciado lingüística-
mente denominado en Nheengatú Wasianaine, habitantes del Vaupés a la altura
de la cachivera Pindaíba.
El ordenamiento de sus clanes fue transcrito en la aldea de San Luis de la
grabación mítica realizada con su capitán, miembro del clan Niñare Wajiara. En
Gómez (1980:127 y ss) puede leerse mitología de origen yuruti en donde se
menciona el orden de nacimiento.
Clan Localización
Tuyuca
Nombre para la "Gente de Arcilla" (Dokapuara) que se reconoce descendiente
de la Anaconda Piedra o cachivera (tíjta Pino Pona). Se hallan localizados pre-
dominantemente sobre los ríos Inambú y Tiquié. Conforman una unidad frá-
trica con los eduria y carapana y consideran a los tucano y bara como sus
aliados tradicionales.
La información que se presenta fue levantada con el capitán de la aldea de
los Ángeles, sobre el río Papurí, miembro del clan tíjtaro Beroa o tíjta Pino Puna.
Otra información puede ser consultada en Jackson (1972:296) y Arhem
(1981:117).
POR EL CAMINO DE LA ANACONDA REMEDIO 381
Clan Localización
Carapana
Es el nombre en lengua Nheengatú para la "Gente del Zancudo" (Mutea Masa)
descendientes de la Anaconda Remedio (tíco Pino Puna). Se encuentran sobre
el Cñ. Ti, afluente del Vaupés y sobre las cabeceras del río Papurí. Proponen su
ordenamiento en fratría común junto con los macuna, tuyuca y eduria y con-
sideran a los tatuyo y bara como propios aliados.
El orden de sus clanes fue levantado con el capitán de la aldea de S. Anto-
nio en el alto Papurí, cuyos miembros pertenecen predominantemente al clan
Potañara Mutea. Otra información está reportada en Uribe (1972), Jackson
(1972:298) Hugh-Jones C. (1979: 285) y Arhem (1981:117).
Clan Localización
01. Rasika Mutea
02. Poaya Mutea S. Antonio
03. Potañara Mutea S. Antonio
04. Durua Cñ. Ti
05. Momia Cñ. Ti
06. Yamaja Búroa +
07. Mutea Pdkara +
08. Ñamaja Biaroa
Bara
A pesar de que sus miembros utilizan esta denominación, parece poseer con-
notaciones peyorativas; bara es un afrodisíaco reconocido en la región. El ILV
los distingue con el nombre de Barasano del Norte para diferenciarlos de los
382 FRANCOIS CORREA R.
del Sur (los janera), distinción que no se compadece con su situación socio-lin-
güística. Los bara se reconocen a sí mismos como la "Gente Pez" {Wai Masa),
descendientes de la Anaconda Pez (Wai Jino). Sus miembros tienen asiento en
las cabeceras del río Inambú, Tiquié y afluentes orientales del Pirá-Paraná. In-
formación sistemática en Jackson (1972:296 y ss), y del ordenamiento en Hugh-
Jones C (1979:284) y Arhem (1981:117).
Clan Localización
Tatuyo
Clan Localización
Barasana
El nombre genérico con el que se asocia a los miembros de este grupo étnico es
janera, cuyo conjunto se considera descendiente común de la Anaconda Meni
(Meni Jino Masa). Se hallan en el río Pirá-Paraná medio, sus afluentes el Jamori-
ña, el Riabedorisa, el Timiña, el Umuña y el Comeña; en este último sus miembros
son hablantes del macuna lo que ha representado confusiones para su clasifi-
cación. Consideran a los tatuyo, bara y tuyuca como sus aliados tradicionales.
La lista que se transcribe surge de la confrontación de la información de
miembros de los clanes Daría o Kana y Riatuna, habitantes del Pirá-Paraná me-
dio. En Torres (1969:25), Langdon (1975:44) y Arhem (1981:117) hay informa-
ción al respecto, pero es sistemática en Hugh-Jones (1979:283).
Clan Localización
Taiwano
clan Coñocora mencionado por Langdon (1975:46) es, según los eduria, del gru-
po étnico bara.
Clan Localización
01. tíco Masa/Waiya Eduria
02. Waiya Eduria Alto Cñ. Piedra
03. Ngutawe'ya Eduria Medio Cñ. Piedra
04. Tugañara/Kawiañara Pirá-Paraná, Soñaña
05. Wayuara/WijiWese Masa/Kojañara Cananarí-Cucura
06. Wetayoa/Wetabo Masa coa Cñ. Piedra-Semeriña
07. Wajuara/Wajuya Masa/Gama Cananarí
08. tímua Masa/Kayarua Pirá-Paraná
09. Waka Ruji Masa Pirá-Paraná
10. Wajaria Cananarí
11. Goneara/Ñomu Waberoa Cananarí
12. Gawa Bukura/Guamara Cananarí-Semeriña
Cabiyari
En lengua Tucano los reconocen como Kawia'ri (Hijos del Cangrejo); son los
descendientes de la Anaconda A'Sha y habitan el río Cananarí y el Apaporis
que consideran como territorio ancestral. Junto con los bara, tucano y yurutí
se consideran hermanos de fratría; sus aliados son los taiwano, barasano y
tatuyo.
La lista del ordenamiento de sus clanes fue levantada con miembros de los
clanes Pa'mari, Mitaperiari y Pachakuari. Un clan radicado sobre el río Mirití-Pa-
raná medio, afluente del Caquetá, no está incluido en el ordenamiento. Hay
información anterior en Bourgue (1976:11) y Correa (1989).
Clan Localización
Clave d e la n o m e n c l a t u r a :
pa padre
ma madre M =masculino
no hermano F =femenino
no hermana - =de, del, de la
ho hijo +2 =segunda generación ascendente
ha hija +1 =primera generación ascendente
eo esposo 0 =generación de ego
ea esposa -1 =primera generación descendente
.my mayor -2 =segunda generación descendente
menor
co cónyuge
1. ñiku pa-pa,pa-ma,no-pa-pa, M de +2 o
no-ma,eo-na-pa-pa, más distante
eo-na-ma-ma...
2. ñiko ma-pa,ma-ma,na-pa-pa, F de + 2 o
na-ma-ma,ea-no-pa-pa, más distante
ea-no-ma-ma...
385
386 FRANCOIS CORREA R.
T é r m i n o s exclusivos f e m e n i n o s
T é r m i n o s colectivos
ñiku bedi
1) ñiku mesa 5) hederá •
ñiko bedeo
jaku teñu
3) jakua mesa 7) teña
. iak° . teño
Hombres Cónyuges
óy\j
•
ANEXO 5
. ..
Peces (wai)
391
392 FRANCOIS CORREA R.
Peces (wai)
Aves (wurá)
GLOSARIO DE LOCALISMOS
ACARICUARA: (Sucostiema spp.). Árbol de fina y resistente madera con el que se elabo-
ran los postes que conforman las cerchas aporticadas de la maloca.
ACHIOTE; Onoto, urucú (Bixa orellana). Arbusto cuyos frutos rojizos a manera de gra-
nada se utilizan en la preparación de pintura coporal.
AGUJÓN: (Portamorrhaphis). Pez de 30 a 40 cm, de mandíbulas delgadas.
ALAGAR: Localismo para naufragar.
ARRIERA: Bachaco (Atta spp.). Hormiga devoradora de hojas. Las reinas suelen ser
colectadas antes del vuelo nupcial. Comestibles.
BALAY: Cesto pando.
BALSO: (Orchoroma lagopus). Palma cuya corteza se utiliza en la construcción de casas.
BAMBAS: Raíces aéreas tabloides que sostienen árboles altos.
BREO: (Lonchocarpus spp.). Bejuco que al ser macerado produce un tóxico utilizado para
la pesca.
CACURI: Trampa de pesca a manera de enrejado tejido de varas que se coloca en las
riberas del río.
CACHIVERA: (Del Portugués "cachoeira"). Pedregal, raudal.
CAGUANA: (Del Nheengatú "caguaba"). Vasijas para bebidas fermentadas. En el Vau-
pés se trata de una bebida colada de yuca amarga.
CAMARETA: Cámara. Especie de balcón que se dispone en el tronco de un árbol, co-
múnmente utilizado para acechar presas.
CAIMO: (Pouteria caimito). Árbol cuyo fruto amarillento, de sabor muy dulce es apre-
ciadísimo.
CAJUCHE: Pécari, puerco de monte (Tayyassu pécari). Ungulado, omnívoro, terrestre.
Su carne es apreciada.
CARAYURÚ (Bignonia chica, Arrhabidea chica). De la hoja de la planta se prepara pintura
de color rojo.
CARANÁ: (Mauritia caraná). Se refiere a las hojas de esta palma que trenzadas se tejen
en peines con los que se cubre la maloca.
CARRIZO: Flauta de pan, capador. Instrumento aerófono elaborado de ocho canutos.
También es nombre de la planta hidrófita de cuyos tallos se preparan los canutos
de dichos capadores.
CASABE: Cazabe. Torta que se prepara de la harina de yuca amarga.
CEPA: Parte del tronco de cualquier árbol o planta que está dentro de la tierra y unida
a las raíces.
CERRILLO: Pécari, zaino (Tayyassu tajacu). Ungulado, omnívoro, terrestre. Su carne es
apreciada.
CHAGRA: Chacra. Huerta.
397
398 FRANCOIS CORREA R.
MATAPÍ: (Del Nheengatú, con origen Caribe). Cesto grande. En el Vaupés es la trampa
de pesca.
MEZQUINAR: Obrar con mezquindad; escasear, negar.
MINGAO (del Tupí-Guaraní "mingan", sopa, caldo grueso). Crema preparada de la ha-
rina de yuca amarga.
MIRAPIRANGA: (Moraceae). Árbol de dura madera.
MIRITÍ: Canangucha (Mauritia minor). Palma que crece en suelos inundables, de cuyas
hojas se tejen canastos provisionales. Los frutos son muy alimenticios.
MIXTURAR: Mezclar. Incorporar o confundir una cosa con otra.
MOJARRA: (Aequidens spp.). Pequeño pez de duras escamas, de agradable sabor.
MUCHILERO: Arrendajo (Cacicus spp.). Ave cuyo nido semeja una muchila. Suele do-
mesticarse; de sus plumas se elabora delicada parafernalia. Con dicho nombre tam-
bién se distingue un pez no identificado.
MUQUIAR: Ahumar
PACA: Lapa, borugo (Cuniculus paca). Roedor cuya delicada carne es muy apetecida.
PACHUBA: Pashuba (Iriarthea exhorrizá). Palma de cuyo tallo cilindrico se elaboran ins-
trumentos rituales de "yuruparí" y el "yapururú". (Debe ser distinguida de aquella
utilizada para el emparedado de ciertas malocas, Iriartea ventricosa).
PATABA: Bataba, seje, milpesillo (Oenocarpus batawa). Palma de cuyo fruto se preparan
bebidas y de su fermentación chicha. Del mesocarpio del fruto se obtiene fino aceite.
PAUJIL: (Mitu tormentosa; Crax alector). Ave terrestre insectívora y frugívora. Alimento
preciado por su delicada carne.
PAYÉ: Chamán vaupesino.
PERRO DE AGUA: Nutria (Lutra enudris, anectens). Mamífero nadador muy ágil de pa-
tas palmeadas y suavísima piel; en peligro de extinción.
PIRACEMO: Subienda.
POPORO: Pequeño totumo (Lagenaria spp.) con el que se elabora un recipiente en el que
se guarda el tabaco en rapé.
PUÑO: (Del Nheengatú "piraña") (Serrasalmus spp.). Pez predador y carnívoro muy te-
mido.
PUPUÑA: (del Nheengatú "popunha"), chontaduro (Bactris gasipaes). Palma cuyo fruto
es muy apetecido; se prepara hervido; del mesocarpio se extrae fino aceite.
SECRETARIOS: Con este término español se designa a miembros subordinados que
realizan ciertas labores para otros de rango mayor.
SIRINGA: Ziringa, caucho (Hevea guianensis). Árbol de cuyo látex se obtiene el caucho.
Su fruto es comestible.
SOCOLAR: Desmontar, rozar el terreno. En el Vaupés el término se refiere al desmonte
de las plantas más débiles, mientras que "tumba" se refiere a los árboles.
TABACO (Nicotiana tabaccum). Se refiere al tabaco ancestral (de nacimiento, de vida).
TENTE: Trombetero (Psophia crepitans). Ave terrestre frugívora e insectívora. Apreciada
por su delicada carne.
TIJERETA: Siriri (Tiranidae). Ave pequeña, de vuelo corto y canto trepidante.
TUCUNARE: (del Tupí-guaraní) (Sichla ocellaris). Pez de escama muy apreciado por su
delicada carne.
TURI: (del Tupí-Guaraní "tori"), popai (Eschweilera spp). Corteza de este árbol que se
utiliza a manera de tea. Tiene otros usos.
UCUQUI: (Pouteria ucuqui). Árbol de tierra firme cuyo fruto, crudo, cocinado o asado
es de excelente sabor.
400 FRANCOIS CORREA R.
UMARÍ: (del Tupí-guaraní) (Poraqueiba sericea). Árbol frutal cuya gran semilla está ro-
deada de delgado mesocarpio rico en aceite.
UVI: Ubi (Manicardia atricha). Se refiere a las hojas de esta palma que trenzadas en pei-
nes sirven para techar las malocas.
UVI MIRI; (Manicardia martiana). Se refiere a las hojas de esta palma que trenzadas en
peines se utilizan para cubrir las culatas de las malocas.
WEI: (en lengua Tucano Oriental) (Bignonaceae). Planta de cuyas hojas cocinadas se pre-
para pintura corporal negra.
YACARÉ: (del Tupí-guaraní "Jacaré" = el que nada de lado, torpe), babilla, cachirre (Pa-
leosuchus palpebrosus spp.). Ictiófago. Alimento ocasional.
YACA-YACA: (Cedrelinga catenaeformis). Corpulento árbol de las terrazas, utilizado en la
elaboración de canoas y en la construcción de habitaciones.
YAPO: (del Tupí-guaraní "igapo" = brazo del río). Aquí se refiere a una hoja de palma
que se utiliza para cerrar las culatas de la maloca.
YAGÉ: Capi (Banisteriopsis caapi). Bejuco que macerado se combina con otras plantas
para preparar una bebida alucinógena.
YAPURUTU: Larga flauta ritual elaborada del tallo de la pachuba.
YARUMO: Guarumo (Cecropia spp.). Planta colonizadora de cuyas hojas se prepara la
ceniza que se combina con las de coca para extraer mínimas cantidades de alcaloi-
de.
YERAO: Tarima tejida de varas, frecuentemente colocada en el piso de la canoa para
separar la carga del fondo húmedo.
YURUPARÍ: (del Nheengatú "demonio"). Nombre aplicado por los blancos a las flautas
y trompetas sagradas de los indígenas del Vaupés. En el español local recubre el
complejo ceremonial, sitios y elementos asociados.
ZARIGÜEYA: Fara, chucha (Didelphis masupiales). Marsupial de cola prensil que se ali-
menta de aves, huevos y frutas. De olor almizclado.
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