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LA AUDITORÍA TRIBUTARIA

El propósito de la auditoría tributaria es verificar y comprobar el cumplimiento y


determinación, entendiéndose por verificar el acto de comprobar la exactitud de
los montos relacionados con los tributos, así como comprobar la revisión de los
tributos, sus aspectos legales con el objeto de lograr si es correcta o incorrecta
la determinación realizada en las organizaciones.

OBJETIVOS DE LA AUDITORIA TRIBUTARIA:

Los objetivos básicos de la auditoría tributaria se desglosan del análisis


conceptual, ya que corresponde evaluar el vínculo existente entre el sujeto
activo acreedor del tributo y el sujeto pasivo que tiene la obligación establecida
en la ley de satisfacer el tributo, cumplir con las exigencias de ley y no hacer
actos ilícitos en materia fiscal.

 Determinar la veracidad de la información consignada en las


declaraciones Juradas presentadas.
 Verificar que la información declarada corresponda a las operaciones
anotadas en los registros contables y a la documentación sustentatoria; así
como a todas las transacciones económicas efectuadas.
 Verificar que las bases imponibles, créditos, tasas e impuestos estén
debidamente aplicados y sustentados.
 Contrastar las prácticas contables realizadas con las normas tributarias
correspondientes a fin de detectar diferencias temporales y/o permanentes y
establecer reparos tributarios, de conformidad con las normas contables y
tributarias vigentes.

De allí que la auditoría tributaria, debe abocarse a:

1) Obtener la seguridad razonable sobre la declaración del hecho imponible


que dio origen a la obligación tributaria.
El concepto de seguridad razonable, en auditoría tributaria, se refiere a la
autenticidad del enriquecimiento, momento y lugar en que se produjo el hecho
imponible establecido en las leyes tributarias. La realización en una
organización del hecho imponible conduce al nacimiento de la obligación
tributaria, de allí la importancia que deben tener los auditores por su examen.

2) Verificar la exactitud en la determinación de la base imponible, débitos y


créditos de carácter tributario.
La base imponible viene a ser la expresión cuantitativa del hecho generador del
tributo, es decir la medida del hecho imponible y en cuanto a los débitos y
créditos va a representar el impuesto, luego de aplicar la tasa correspondiente.

En la auditoría de estados financieros la verificación matemática o cálculo de


alguna partida es una de las técnicas de mayor utilización. En auditoría
tributaria es recomendable su uso luego de revisar la conciliación fiscal
realizada por la empresa para verificar partidas contables que formaron la base
imponible y determinar su autenticidad y procedencia, de acuerdo con la
información contable y los requerimientos legales necesarios para su
determinación.

3) Comprobar el cumplimento de los deberes formales por parte del


contribuyente.
En cuanto al objetivo de evaluar el cumplimiento de los deberes formales por
parte del contribuyente es evidente que al indagar sobre el control interno se
valoran los riesgos de auditoría, en consecuencia, la planificación del examen
tiene que contener los procedimientos suficientes para conocer si los sujetos
pasivos de la obligación tributaria tales como los contribuyentes, responsables
y terceros cumplen con los requisitos establecidos en las leyes tributarias, a fin
de garantizar transparencia y sinceridad en la información suministrada al fisco.

Los deberes formales están dados de manera tal para que la administración
tributaria pueda tomar acciones que conlleven en forma segura a que el tributo
se transforme en tributo percibido.

Entre los deberes formales más comunes que deben cumplir los
contribuyentes, responsables y terceros están:

* El deber de declarar los tributos en los plazos establecidos.


* Llevar los libros en forma debida y oportuna, de acuerdo a las normas legales
y principios de contabilidad de aceptación general.

* Comparecer ante la autoridad tributaria competente con el fin de aportar


información que le sea requerida.

4) Comprobar la adecuada contabilización, clasificación y revelación de los


tributos en los estados financieros, de acuerdo con los principios de
contabilidad de aceptación general.
En relación a este objetivo se hace necesario verificar si los tributos corrientes
y diferidos están de acuerdo con los principios de contabilidad de aceptación
general y si estos se han aplicado en forma uniforme y consistente; además, a
la clasificación y descripción de los montos tributarios y a las revelaciones
informativas requeridas en los estados financieros en su conjunto.

ETAPAS DEL PROCESO DE AUDITORÍA TRIBUTARIA:

1) Orientación de la auditoría tributaria


La orientación de la auditoría va a significar fundamentalmente la estrategia
que se va a desarrollar, luego de obtener el conocimiento general de la
empresa.
Entre los aspectos a considerar dentro de la estrategia de la auditoría
tributaria, tenemos:

 Estudio general de la empresa.

Es importante entender el sistema contable y de control interno,


características particulares financieras, las normas legales que debe cumplir
la empresa a la cual se le va a realizar la auditoria tributaria.
El conocimiento fundamental de los tributos debe estar dirigido a:

 Identificar los distintos tributos que están obligados a cumplir por parte
de la organización, sean nacionales, estatales o municipales e inclusive
los extranjeros para evitar la doble tributación.
 Los años sujetos a revisión según la contratación de la auditoría.
 Situaciones significativas fiscales relacionadas con los tributos ocurridos
en los años sujetos a revisión.
 Últimas declaraciones de los tributos que tiene su efecto en la
organización.
 Naturaleza y monto de las diferencias de tiempo que resultan en registro
de partidas en diferido.
 Método contable para el registro de impuestos diferidos.
 Asientos que se realizan para el pago de tributos, ajustes de revisiones
efectuadas internamente, por auditoría externa o por la administración
tributaria correspondiente.
2) Estrategia y planificación de la auditoría tributaria
El auditor debe conocer los principios de contabilidad que aplica la empresa
para los registros tributarios, observar la confianza del control interno
tributario, los factores de riesgo e importancia relativa y las pruebas de
auditoría necesarias.
La planificación incluye la elaboración de un programa de auditoría para
desarrollar su trabajo.

3) Riesgos e importancia relativa.


Los enfoques de auditoría son dos: uno basado en los controles y el otro
fundamentado en el análisis de riesgos. En el primero evaluamos el control
interno administrativo y contable a fin de formarnos un juicio profesional
sobre el grado de confiabilidad de los estados financieros.
En el enfoque de riesgos e importancia relativa valoramos la probabilidad de
ocurrencia de errores o irregularidades significativas que pongan en peligro
a la empresa. La valoración de riesgos la efectuamos en base a:
 Riesgo inherente: evaluamos las características de la empresa como
naturaleza del negocio y las condiciones del entorno.
 Riesgo de control: evaluamos la posibilidad de que el control interno de
la empresa presente debilidades que impidan una acción correctiva y
oportuna.
 Probabilidad de que los procedimientos de auditoría aplicados por el
auditor no detecten errores e irregularidades significativas en la empresa
y, en consecuencia, en los estados financieros.

4) Diseño del programa de auditoría.


La evaluación preliminar, incluyendo la del control interno, constituye la
base de información para la elaboración del programa de auditoría. Para el
caso de los tributos los procedimientos de auditoría deben estar dirigidos a
determinar, en primer lugar, cuales impuestos, tasas y contribuciones son
usuales, según la situación de los clientes. En segundo lugar, verificar si se
está declarando el hecho imponible y cumpliendo con las obligaciones que
imponen las leyes que regulan los tributos que genera la situación del
cliente y, en todos los aspectos contables necesarios para su revelación,
clasificación y registro.

5) Ejecución del trabajo de auditoría.


Este va estar dirigido a la aplicación de los procedimientos de auditoría para
obtener las evidencias suficientes que apoyen los resultados de la auditoría
que son obtenidas a través de una combinación de procedimientos de
control y va a significar la información que le va a permitir al auditor llegar a
conclusiones sobre la cual basar los resultados de su trabajo. Por ejemplo,
a través de procedimientos se pueden determinar representaciones
erróneas en los cálculos de los impuestos, omisiones e incumplimientos de
los deberes formales, quedando dichas evidencias en los papeles de trabajo
del auditor.
6) Informe final del auditor.
Una vez analizado el desarrollo de todo el trabajo realizado, el auditor llega
a las conclusiones que son expresadas en dicho informe.

Esto le dará seguridad de que están cumpliendo las obligaciones tributarias


establecidas en el marco jurídico vigente, como el Código Orgánico Tributario,
la Ley Impuesto sobre la Renta, la Ley Impuesto al Valor Agregado, entre otras.

*Raúl Gil Arias es contador público y abogado tributario

CLASIFICACIÓN DE LA AUDITORIA TRIBUTARIA

Alvarado y Cruz (2008: 262), indican que la materia impositiva ofrece varias
oportunidades para el ejercicio del contador público, por lo que se considera
como un punto de partida para la clasificación de la auditoría tributaria, el
campo de actuación del profesional de la contaduría pública. Bajo este criterio
se ha clasificado la auditoría tributaria como:

Auditoría Tributaria Independiente: en primer lugar, un auditor puede


referirse a un servicio independiente en materia tributaria como lo es:
1. Consultoría.
2. Tramitación ante autoridades.
3. Elaboración y revisión de declaraciones.
4. Contribución técnica en defensoría.
5. Formulación de dictámenes y peritajes.
6. Auditoría de estados financieros.

Este tipo de auditoría es llevada a cabo por un contador público independiente,


es decir, que sea ajeno al personal de la entidad auditada.
Esta auditoría consiste en el examen efectuado al grupo de tributos que
constituyen la obligación tributaria (tributos nacionales, municipales y de
carácter parafiscal) del cliente (contribuyente).

Auditoría Tributaria Dependiente: el contador público sujeto a la


responsabilidad de auditoría de este tipo siempre se hallará bajo relación de
dependencia. Todo contador público que presta sus servicios en calidad de
empleado o funcionario tiene el deber de actuar conforme a las normas
establecidas en la organización sea éste del sector público o privado,
procurando una aplicación respetuosa de las disposiciones legales cuyo
acatamiento debe prevalecer de manera absoluta y obtener, al amparo de
ellas, al máximo provecho para la causa a la que se ha adherido (empresa o
fisco).

Procedimientos de la Auditoría Tributaria


Cepeda (1997: 395), presenta una serie de procedimientos que pueden ser
utilizados en la auditoría tributaria:

Planeación del Examen: establecida la necesidad o conveniencia de realizar


la Auditoria Tributaria, se inicia el planteamiento del examen, por lo cual se
procede a:
1)  Revisar los archivos para familiarizarse con la empresa que se va a
examinar y conocer la información necesaria para la formulación del
correspondiente programa.  
2) Complementar la revisión de antecedentes con el estudio de papeles de
trabajo e informes de auditorías anteriores, en caso de que los hubiere.

Puede decirse que el trabajo fundamental en esta etapa es el definir la


estrategia que se debe seguir en la auditoria tributaria a cometer. Lo que
conlleva a planear los temas que se deben ejecutar, de manera que aseguren
la realización de la auditoria de alta calidad y que se logre con la economía,
eficiencia, eficacia y prontitud debidas.
Partiendo de los objetivos y alcance previstos para la auditoria tributaria y
considerando toda la información obtenida y conocimientos adquiridos sobre la
entidad, el jefe de grupo procede a planear las tareas a desarrollar y
comprobaciones necesarias para alcanzar los objetivos propuestos.
Igualmente, debe determinar la importancia relativa de los temas que se van a
auditar y reevaluar la necesidad de personal de acuerdo con los elementos de
que dispone.
Alvarado y Cruz (2008: 276) especifican que, “el auditor debe conocer los
principios de contabilidad que lleva la empresa para los registros tributarios,
observar la confianza sobre el control interno tributario, los factores de riesgos
e importancia relativa y las pruebas de auditoria necesarias”. Es de gran
importancia que el auditor tenga el suficiente conocimiento de tal manera que le
permita realizar la planificación.
Por esta razón, los enfoques de la auditoria son dos: uno apoyado en los
controles y el otro en el análisis de los riesgos. En el primero de los enfoques
se evalúa el control interno administrativo y contable a fin de formarse un juicio
profesional sobre el grado de confiabilidad de los estados financieros. En el
segundo se valora la probabilidad de ocurrencia de errores o irregularidades
significativas que pongan en peligro a la empresa por el efecto que pueda
ocurrir sobre los estados financieros.

Formulación del Programa: efectuada la revisión de antecedentes, se


procede a preparar el programa de Auditoria Tributaria correspondiente,
considerando principalmente los siguientes aspectos: 1) Objetivos de la
auditoria. 2) Alcance o periodo que abarca el examen. 3) Antecedentes de la
empresa por auditar, incluyendo políticas y prácticas de carácter contable y
administrativo. 4) Cuestionarios para la evaluación del control interno de las
distintas áreas de actividad de la empresa. 5) Procedimientos de auditoria por
aplicar para cada uno de los rubros de los estados financieros que se han de
examinar. 6) Asignación   de   responsabilidades   para   el   desarrollo   de   los
procedimientos de auditoria.
Los resultados de la exploración de los antecedentes de la empresa, puede
decirse que permiten, además, hacer la selección y las adecuaciones a la
metodología y programas a utilizar; así como determinar la importancia de las
materias que se habrán de examinar. Asimismo, posibilita valorar el grado de
habilidad del control interno (contable y administrativo) así como que en la
etapa de planeación del examen se elabore un plan de trabajo más eficiente y
racional para cada auditor, lo que asegura que la auditoria tributaria habrá de
realizarse con la debida calidad, economía, eficiencia y eficacia; propiciando,
en buena medida, el éxito de su ejecución.
Según Alvarado y Cruz (2008: 278) la evaluación preliminar, incluyendo la de
control interno, “constituye la base de la información para el diseño o
elaboración del programa de auditoria, debe contener elementos relacionados
con tributos”. Para el caso de los tributos en general los cuales son impuestos,
tasas y contribuciones son usuales, verificar si se está declarando el hecho
imponible y cumpliendo las demás obligaciones que imponen las leyes y
reglamentos que regulan los tributes que genera la situación del contribuyente
y en todos los aspectos contables necesarios para su revelación, clasificación y
registro.

Trabajo de Campo: una vez aprobado el programa de auditoria por los niveles


de mayor jerarquía del equipo de trabajo, se dará inicio al desarrollo del
examen correspondiente, teniendo en cuenta los siguientes pasos: 1)
Presentación en la entidad que se va a auditar. 2) Entrevistas iniciales con los
empleados cuyas actividades tengan relación directa con las áreas que
abarcará el examen. 3) Desarrollo de los cuestionarios para evaluar el control
interno. 4) Aplicación de técnicas y procedimientos de auditoria, siguiendo el
programa diseñado. 5) Corrección o ajuste de los aspectos a que hubiere lugar
como resultado de la conferencia final con los empleados auditados. 6)
Formulación del borrador del informe final.

Al respecto, puede decirse que el propósito fundamental de esta etapa es


recopilar las pruebas que sustenten las opiniones del auditor en cuanto al
trabajo realizado, es la fase, por decir de alguna manera, que depende
grandemente del grado de profundidad con que se hayan realizado las dos
etapas anteriores, en esta se elaboran los papeles de trabajo y las hojas de
nota, instrumentos que respaldan excepcionalmente la opinión del auditor
actuante en el proceso de auditoria tributaria.

Cepeda (1997: 401) expresa que, “todo proceso señalado está sujeto a una
supervisión permanente por parte de los diferentes niveles jerárquicos del
equipo de auditoria tributaria”. El propósito esencial de la supervisión es
asegurar el cumplimiento de los objetivos de la auditoria y la calidad razonable
del trabajo. Una supervisión y un control adecuados de la auditoria tributaria
son necesarios en todos los casos y en todas las etapas del trabajo, desde la
planeación hasta la emisión del informe y su análisis con los factores de la
entidad auditada. Asimismo, debe garantizar el cumplimiento de las Normas de
Auditoria y que el informe final refleje correctamente los resultados de las
comprobaciones, verificaciones e investigaciones realizadas.

Según Alvarado y Cruz (2008: 289), “en la ejecución del trabajo de campo de
auditoria va estar referido a la aplicación de los procedimientos de auditoria
para obtener las evidencias suficientes y competentes que apoyen los
resultados de la auditoria”. Las evidencias son obtenidas a través de una
combinación de procedimientos de control y sustantivos y va a significar la
información que !e va a permitir al auditor llegar a conclusiones sobre la cual
basar los resultados de la auditoria.
Formulación del Informe Final: finalizada la etapa de trabajo de campo, se
redactará el informe final o dictamen del auditor sobre los estados financieros
examinados y la carta de recomendaciones de control interno teniendo en
cuenta los aspectos resultantes de la discusión final sostenida con los
empleados de la empresa examinada. En los exámenes subsecuentes se
deberá verificar el oportuno cumplimiento y aplicación de las recomendaciones
formuladas en las cartas de control interno.
Lo anterior induce a determinar, que en esta etapa el auditor tributario se
dedica a formalizar en un documento los resultados a los cuales llegaron los
auditores en la auditoria tributaria ejecutada y demás verificaciones vinculadas
con el trabajo realizado. Además, se debe considerar en esta etapa la
comunicación de los resultados al máximo nivel de dirección de la entidad
auditada y otras instancias administrativas, así como a las autoridades que
correspondan, cuando esto proceda.

Beneficios que se obtienen cuando se aplica una Auditoría


Tributaria
Para Figueroa (1998: 565), la auditoría tributaria aporta los siguientes
beneficios:

Obtención de la seguridad razonable del hecho imponible: este objetivo se


refiere a la verificación de: la autenticidad del enriquecimiento, momento y lugar
en que se produjo el hecho imponible establecido en las leyes tributarias. Como
lo dispone el Código Orgánico Tributario, en el momento y en la forma en que
se genera el hecho imponible se considera el nacimiento de la obligación
tributaria, por lo tanto, se hace exigible el pago de los impuestos que se
hubiesen generado. Este objetivo se vincula con el hecho de que las
actividades comerciales y económicas realizadas per la empresa, graven tos
impuestos y sean éstas las que se tomen en cuenta para el cálculo de la base
imponible.

Verificación de la exactitud de la base imponible: la base imponible


representa la cuantía del hecho generador, es decir, el monto sobre el cual se
calculará la tasa correspondiente para obtener la erogación a razón de los
impuestos causados. Es decir, que la base imponible viene dada por la
totalidad de las utilidades obtenidas por la empresa antes de los respectivos
impuestos, y que viene determinada a su vez; por el conjunto dé gastos que
han sido disminuidos del monto a gravar, por ende, la auditoria tributaria busca
verificar si estos cálculos han sido realizados de la manera correcta.
Comprobación del cumplimiento de los deberes formales: para el
cumplimiento de este objetivo debe estudiarse el control interno, debido a que
esto permite evaluar el riesgo de auditoria, entre los deberes formales
estipulados por las leyes impositivas se tiene: declarar los tributos en el plazo
fijado, llevar los libros en la forma debida y oportuna, de acuerdo a las normas
legales y los principios de contabilidad de aceptación general y ser exhibidos
cuando así se lo solicite la autoridad tributaria competente y enterar los tributos
dentro de los plazos legales. Puede decirse, que el principal objetivo de la
auditoria tributaria consiste en comprobar que la empresa cumple con los
deberes formales que le han sido impuestos, por ello recurre a la revisión
minuciosa de les documentos y actuaciones que, según la Administración
tributaria, las empresas deben cumplir cabalmente.

Verificación de la determinación, pago y contabilización de los


tributos: este objetivo está referido a la uniformidad respecto a la
contabilización de los tributos corrientes y diferidos, además de la clasificación
y descripción de los montos tributarios en los estados financieros. En términos
generales, la auditoria tributaria en función de la conceptualización que le ha
sido dada, busca no solo verificar como se determinan los impuestos en las
empresas, sino que también trata de asegurar el cumplimiento del pago de los
mismos, al tiempo dado y que a su vez; estos sean contabilizados
correctamente en la contabilidad de las empresas.

El Poder Tributario Estatal

El poder tributario vendría a ser una especialización del poder de imperio


que tiene el Estado, el cual no puede poseer un carácter irrestricto y sin
límite.
Recordemos que un pueblo expresa su voluntad a través de sus
representantes, respecto de las decisiones esenciales que deben tomar
para asegurar su desarrollo como grupo social. Así pues, cuando el pueblo
expresa su voluntad soberana para reformar el estado, plasma en su
Constitución la existencia, organización y funcionamiento de sus órganos,
los cuales quedan sometidos al orden jurídico en el ejercicio de las
atribuciones necesarias para su desempeño. De esta manera, la fuerza del
Estado se transforma en poder público sometido al derecho, que le sirve de
medida en su manifestación, ya que toda su actuación deberá realizarse
dentro del marco señalado por él1.
Del referido poder, se desprende, para los aspectos del desarrollo
económico, el poder tributario, el cual es ejercido por los órganos del
Estado, confirmando así la voluntad del pueblo a través de lo que plasmó en
la Constitución, constituida como norma guía de su desarrollo.

El Estado, finalmente, es un aparato, una infraestructura, que representa el


interés de la sociedad para dirigir a dicho grupo en la satisfacción de sus
necesidades, para lo cual, se necesita de recursos, los cuales, por
obvias

1 DELGADILLO GUTIERREZ, Luis Alberto. Principios de Derecho Tributario. Editorial U musa, México, 2005.

razones, no nacerán de un acto mágico, sino principalmente, a través de la


captación de los mismos, ya sea voluntariamente o, como en casi todos los
casos, a través de aquel "ius imperium" estatal, es decir, un poder legítimo,
reconocido como el que debe existir y aplicarse en la sociedad en que
impera, lo cual parte de un solo concepto, la soberanía estatal, es decir, la
capacidad para autorregularse, organizarse, etc.; pero no de manera
absoluta e ilimitada.
Así pues, el Estado, como supraestructura social, necesita formar
patrimonio para cumplir con los fines de su creación. Para tal efecto, al igual
que un buen padre de familia, el Estado debe ordenar y planificar sus
ingresos y sus gastos, y esto generalmente, lo hace a través del llamado
presupuesto, cuyo porcentaje mayor en la mayoría de los casos, resulta ser
el aspecto tributario, y como la doctrina financiera los cataloga, ingresos de
derecho público2 .

1. El Poder Tributario en un Estado Social de Derecho

Hoy en día, felizmente, no son predominantes, por no decir extintas, las


formas de organización estatal orientadas a una versión monárquica
absoluta o también llamada Estado policial, en donde el poder,
considerado como de origen divino, era prácticamente ilimitado,
concentrado en una sola persona, a la cual no se le exigía justificación
alguna de sus actos.

En el Estado Moderno, el absolutismo ya no predomina. Así entonces,


encontramos al Estado de Derecho, cuya existencia no se justifica en la
mera existencia de leyes, ya que también un Estado Totalitarista las
puede tener, pero simplemente no las cumple, o las crea a su
conveniencia. En cambio, en el Estado de Derecho, su existencia se
efectiviza cuando toda autoridad acata plenamente el ordenamiento
jurídico preexistente sin mayor cuestionamiento 3 .
Pero yendo más allá, el Estado no puede ser sólo un orden jurídico,
tiene que ser también un orden social y económico, una institución que
garantice el libre desarrollo de todos y cada uno de los seres humanos
en una sociedad, basado en el respeto de los derechos fundamentales,
puesto que su desarrollo supone, principalmente, un adecuado nivel
moral y material de sus ciudadanos correspondiente a la dignidad
humana4 .

2 FLORES POLO, Pedro. Derecho Financiero y Tributario Peruano.ltal Perú, Lima, 1982, p.25.

3 DONDE RO UGARRIZA, Flavia. El Estado de Derecho y La Realidad Peruana. Revista del Instituto de Investigación Jurídica de la
USMP (http://www.derecho. usmp.edu.pe/instituto), Urna.

4 GONZÁLES OJEDA, Magdiel. El Estado Social y Democrático de Derecho y El Estado Peruano. Revista Derecho y Sociedad N° 23,
Lima, 2001.

Así entonces, en un Estado Social de Derecho, se define una mayor


presencia estatal en la vida económica y social de un país, como un ente
conductor, proyectista; así también, permite una mayor participación
ciudadana en los asuntos estatales, en tanto se quiere lograr una
sinergia al entrelazar estas participaciones, es decir, del Estado
conductor y la sociedad civil en sí. Este Estado es el actor más
significativo del sistema, ya que puede convertirse en el empresario más
importante de la economía nacional, no solamente por el volumen de su
patrimonio empresarial, sino también por el carácter básico de sus
industrias o actividades; con lo que es entonces, el primero de los
clientes del mercado nacional y ejerce, como sabemos, una función
redistribuidora del producto mediante la transformación de los impuestos
y cotizaciones en bienes y servicios. En otras palabras, el Estado
pretende ser, al conformar la vida económica de la nación, el conductor
proyectivo de la sociedad5.

Es necesario dejar en claro que, un sistema tributario que se basa en


una transferencia de riqueza por parte del ciudadano a favor del Estado,
para que administre dichos recursos y los emplee para la satisfacción de
las necesidades colectivas, no puede ser aplicado de manera irracional,
absolutista, arbitraria, etc., por tanto, hay límites; tal es así que, en un
tributo podemos distinguir dos tipos de finalidades: las fiscales y las
extrafiscales, ya que, precisamente, en un Estado Moderno, un tributo
no se exige necesariamente para fines meramente recaudatorios, sino
para incentivar, promover o viceversa, ciertas conductas, por lo que llega
a ser un regulador de actividades, pero que, de todas maneras, debe
estar sujeto a control superior, como el constitucional, respetando
principios fundamentales para la sociedad moderna, como el de
igualdad, justicia, capacidad contributiva, etc.

Así pues, esta mayor participación del Estado en la vida económica de


un país, se puede ver reflejado a través de tales fines extrafiscales del
tributo, por ejemplo, cuando se decide imponer un impuesto selectivo a
la industria del cigarrillo, en donde claramente, para el empresario
tabacalero puede devenir en una aplicación abusiva o arbitraria que está
atentando contra su derecho de propiedad, sin darse cuenta que,
posiblemente, detrás de la creación de dicho tributo que, obviamente,
afecta un interés individual, busca proteger un interés colectivo, en este
caso, el desincentivar el consumo excesivo de cigarrillos, a la vez que,
con lo recaudado, podrá financiar programas de salud para los afectados
con cáncer de pulmón producto del vicio del cigarrillo, con lo que,
incluso, en este tributo, encontramos combinadas finalidades
recaudatorias y extrafiscales.

5 GONZALES OJEDA, Magdiel. El Estado Social y Democrático de Derecho y El Estado Peruano. Revista Derecho y Sociedad N° 23,
Lima, 2001.

Así entonces, como lo señala el Dr. Osear lván Barco 6 , podríamos resumir los
principales fines de los tributos en los siguientes:
• La obtención de recursos para financiar los gastos públicos.
• Lograr una adecuada redistribución de los recursos existentes.
• Establecer una vía adecuada de control de los desfases económicos que
genera el propio sistema (inflación, deflación, etc.).
• Ejercer un control sobre las diversas actividades, fomentando las más
adecuadas y limitando las que a criterio propio no resulten deseables.
• Ejercer un claro control de la actividad social y política de un sistema.
Por tanto, independientemente de los fines que se persigan, es esencial dos
rasgos sumamente esenciales en la imposición tributaria: por un lado, el tributo
debe tener una eficacia recaudatoria determinada, es decir, debe lograr el o los
objetivos deseados, el costo por recaudar debe ser marginal frente a lo que se
recauda y que la capacidad de éxito, es decir, sus resultados, se encuentren al
margen de los efectos sociales que ocasiona. Por otro lado, la función
recaudadora solo puede ejercitarse dentro de los límites que la normatividad
vigente determine, tal como se expondrá en los próximos puntos.
Así pues, en el caso peruano, la potestad tributaria se puede apreciar en los
tres niveles de gobierno; nacional, regional y local, en base a un debido orden y
respeto de las competencias que la propia Constitución otorga, por lo que,
citando al Dr. Francisco Ruiz de Castilla 7 , para apuntar a la sistematización de
los tributos conviene establecer un mayor grado de intensidad en la
centralización de la regulación de impuestos. Es recomendable que solamente
en el nivel del Gobierno Nacional exista la facultad de crear y estructurar
impuestos, toda vez que se trata del recurso fiscal más importante que requiere
un tratamiento altamente técnico para modular adecuadamente sus efectos en
la población, el crecimiento de la economía y las finanzas públicas. Además, de
conformidad con el principio de simplicidad, es conveniente en la economía la
menor cantidad de impuestos posible. Si todas las instancias de gobierno
(Gobierno Nacional, Gobierno Regional y Gobierno Local) tuviesen la facultad
de regular impuestos, habría una proliferación desordenada de estos tributos
que terminaría por afectar muy seriamente los niveles de bienestar de la
población, el desarrollo de la economía y la eficiencia de las finanzas públicas.
"( ... )En el caso de los impuestos, no toda su recaudación va dirigida a costear
un servicio público, ya que la infraestructura del Estado, por su propio
funcionamiento, requiere recursos para solventar sus gastos internos; además
para solventar actividades que sólo puede cumplir el Estado mismo, que son
las actividades de gobierno, como las de defensa, asistencial, relaciones
internacionales, etc.( ... )"
6 BARCO, Osear lván. Teoría General de lo Tributario. Editora Grijley, Lima, 2009, p. 378.

7 RUIZ DE CASTILLA PONCE DE LEÓN, Francisco Javier. Potestad Tributaria de los Gobiernos Regionales y Locales,
http://blog.pucp.edu.pe/item/85248.

DIFERENCIAS Y SEMEJANZAS ENTRE LA AUDITORIA


TRIBUTARIA Y LA AUDITORIA FINANCIERA

Principales diferencias
 La auditoría fiscal es un proceso independiente, con entidad propia,
mientras que la auditoría financiera es impulsada desde la propia
empresa.
 La auditoría fiscal supone un examen objetivo acerca del
cumplimiento de las obligaciones fiscales de la empresa y no tanto
de las cuentas, globalmente (auditoría financiera).
 La auditoría fiscal se centra en los resultados contables, mientras
que la auditoría financiera se focaliza más en el patrimonio y las
finanzas de la empresa.
 La auditoría fiscal examina la situación tributaria de la empresa y la
auditoría financiera la situación de los libros contables.
 La auditoría fiscal la lleva a cabo un funcionario del Estado (o un
profesional subordinado a su cargo), mientras que en el caso de la
auditoría financiera el auditor proviene del ámbito privado.
 La auditoría fiscal se realiza en cualquier momento del ejercicio
contable y la auditoría financiera se lleva a cabo, por regla general,
el último día del año.
 La auditoría fiscal obtiene, como resultado, una opinión (reflejada
en un informe) acerca de la situación de la empresa, mientras que
en la auditoría financiera no siempre es obligatorio.
 La auditoría fiscal, al tratarse de una inspección, tiene,
habitualmente, menos acceso a la información que la auditoría
financiera, la cual supone una colaboración voluntaria.
 La auditoría fiscal puede obtener información de diferentes fuentes
(de otros contribuyentes, de bases de datos estatales, etc.)
mientras que la auditoría financiera se limita más a los propios
datos de la organización.
BIBLIOGRAFÌA

Revista PUCP - El Poder Tributario del Estado: ¿Nuestros Bolsillos a la Deriva? Christian André
Paredes Montoya

http://miraflores205.blogspot.com/

https://es.slideshare.net/launicaanali/auditoria-contable-8297801

https://slideplayer.es/slide/12906268/

https://www.emaze.com/@ALIIQTWF

http://auditoriatributariauvm.blogspot.com/

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