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EL ENSAYO

CÓMO ELABORAR UN ENSAYO


Y NO MORIR EN EL INTENTO

Por: Francisco Javier Ibarra Serrano

El ensayo es un trabajo académico que tiene


parte de subjetividad del autor, (Murguía y
Salcedo, 1985).

Se caracteriza por presentar juicios


personales sobre un tema, cuya profundidad
de investigación es variable.

Trata ciertamente --en opinión de los mismos


autores-- un área del conocimiento; pero a
partir de un punto de vista, el del autor, quien
teniendo cierto dominio sobre el tema,
escribe libremente sobre él.

Coincidiendo, Enrique Soto (1973:13) afirma


que el ensayo:

“…es una visión particular del escritor, un


ángulo específico desde el cual enfoca un
problema, cualquiera que éste sea. Podrá ser
más o menos imparcial, honesto --nunca
desapasionado—pero su debilidad y su fuerza
consisten en que representa una actitud
personal del escritor, una toma de conciencia
individual”.

La palabra ensayo proviene del latín exagium,


peso; es del mismo origen que exigere =
examen. Esto quiere decir que un ensayo
consiste en examinar un tema, ponderando
nuestras opiniones al respecto.

Un ensayo es un escrito donde se expone,


analiza y comenta un tema desde un punto de
vista personal y desde sus diferentes
ángulos.

Según Martínez Farias (1998) para escribir un


ensayo se requiere:

1.- Elegir un tema.


2.- Recopilar información.
3.- Determinar el punto de vista y desarrollarlo
por escrito, citando obras para apoyarse o en
desacuerdo.
En tanto que sus elementos son:

1.- Introducción, indicando el propósito del


ensayo, su justificación y contenido.

2.- Desarrollo, conteniendo en orden lógico,


los diferentes puntos en que se exponen las
ideas que nos llevarán a la conclusión
deseada.

3.-Conclusión, que puede ser una frase final


breve, o un resumen del punto de vista
personal o tesis.

Es pertinente incluir fuentes de información.

Dentro del proceso de la educación


intelectual, puede constituir un último paso
de la formación del hombre culto y uno de los
tantos pasos intermedios a que está obligado
a cumplir el investigador.

En el ensayo se suele partir, implícita o


explícitamente, de una tesis que incluye
juicios valorativos sobre el tema tratado.
Un buen ensayo revela siempre una tesis
personal, una originalidad creadora.

Zubizarreta advierte, sin embargo: nadie debe


ser más consciente del peligro de la
arbitrariedad que el ensayista. Su libertad de
adoptar un enfoque personal y de afirmar una
tesis, no lo dispensa de un fino sentido del
rigor y de una firme coherencia expositiva.

En este sentido un buen ensayo es aquel que


puede, en cualquier momento, recuperar su
andamiaje de citas y notas que constituye el
aparato crítico del artículo científico o
monografía.

El ensayo, si bien debe conservar la


exactitud de su lenguaje, no deja de aspirar a
una cierta elegancia formal literaria que lo
distingue frente a la frialdad del lenguaje
exclusivamente científico.

Pero, por eso mismo, al escribir un ensayo


no sólo es indispensable evitar las
concesiones a la forma en desmedro de la
exactitud del pensamiento, sino también
resulta imprescindible librarse de cualquier
exceso retórico que perjudique a la dignidad
literaria.

Serafíni (1997) divide su trabajo “Cómo se


escribe” en tres partes:

Preescritura
Escritura
Postescritura.

La preescritura implica un trabajo


preparatorio en el que se establece un plan o
diseño de investigación, a partir de
considerar el tiempo que se dispone o se
requiere; es momento de tomar decisiones,
por ejemplo del tono y del nivel del lenguaje,
en función del posible lector o destinatario.

Aquí es recomendable leer otros ensayos


para apreciar su estructura y caracterización
como: extensión, tipos de argumentación, etc.

El título del ensayo es muy importante, se


requiere que sea atractivo, sugerente,
interesante, provocador y original, desde el
título se aprecia el estilo personal.
Para planificar el contenido y desarrollo del
ensayo, la preescritura es también acopio,
análisis y organización de ideas; es frecuente
el error de iniciar el ensayo redactando y
sobre la marcha corregir, analizar y
argumentar sobre lo que se escribe, lo que
muchas veces deriva en un texto pobre de
contenido y mal estructurado, con escasa
conexión entre párrafos e ideas.

La preescritura es también escritura, ya que


se hace necesario escribir las ideas previas y
sus nexos, para no dejarlo en la memoria
traicionera.

Generalmente las ideas provienen de un


trabajo previo de documentación y consulta
de textos, procurando tener presentes los
objetivos del ensayo propio o que se
pretende. Es importante decidir el orden de la
exposición de ideas en el ensayo.

Se trata entonces de escribir ideas mediante


palabras clave o frases cortas, de preferencia
en hojas grandes en blanco, es decir, sin
renglones para anotaciones al margen. Por
ejemplo con el tema de la educación en
México, una lista de ideas podría ser:

Problemas y retos
inequidad ineficiencia
Fracaso ¿cómo medirlo?
Políticas sexenales
Contexto de miseria para más de la mitad de
mexicanos
Crecimiento cuantitativo no cualitativo
Corrupción y manipulación sindical
Apatía de docentes
Etc.

Para la misma Serafíni los errores más


comunes son:

1.- Dejar para otro momento la anotación de


una idea.
2.- No anotar en la lista problemas abiertos.
3.- Utilizar papel pequeño y escribir en letra
pequeña y apretada.
4.- Escribir el ensayo sin leer nunca los
elementos incluidos anteriormente en la lista.
5.-Esforzarse en construir en seguida un
esquema.
Para el caso de que se tenga ya un esquema
definido, las ideas se van acomodando, en la
etapa de organización.

El racimo asociativo es una representación


gráfica de las asociaciones entre las ideas,
del centro a la periferia y transformando las
ideas asociadas en nuevas estructuras
radiales. Ejemplo:

DESEMPLEO Y SUBEMPLEO

POLÍTICAS
SEXENALES MISERIA
FRACASO HISTORIA

LA EDUCACIÓN SINDICATO
EN MÉXICO .
RETOS PROBLEMAS
EQUIDAD INEQUIDAD
CALIDAD

El flujo de escritura consiste en escribir ideas


e información del modo más rápido posible, a
medida que se piensa el tema, venciendo el
miedo a la página en blanco y practicando la
libre escritura, sirve para acumular material,
sin orden preestablecido y solamente
necesario para una posterior y más cuidadosa
redacción. Ejemplo:
Hoy la educación en México requiere mejor
calidad, ya que en cantidad se ha crecido
(aunque no lo suficiente todavía)
La educación es un fracaso.
El sindicato es corrupto.
Las políticas educativas sexenales impiden
continuidad.
Etc.

Se trata entonces de ideas, frases o párrafos,


sin orden y con velocidad, sin estructura,
porque no es el definitivo, pero de utilidad
para el acopio de ideas, incluso se puede
utilizar una grabadora y después recuperar y
escribir lo necesario.

Para la generación de ideas (y también como


formas de argumentación) se sugieren las
asociaciones o relaciones entre dos o más
ideas, algunas de ellas son las siguientes:

1.- Analogía, asociación que permite generar,


a partir de una determinada idea, otra idea
parecida en algún aspecto. Ejemplo:

En Michoacán los institucionales reclaman


participación sindical contra el monopolio
“democrático”. Cuando los “democráticos”
eran disidencia, reclamaban participar
sindicalmente

2.-Contrario, contrapone a una idea ya


presente otra que se puede considerar su
opuesta. Ejemplo:

Los “charros” son corruptos; los


“democráticos” son honestos.

3.- Causa, pone en relación una idea, ya


expresada, con una nueva idea que
constituye su premisa lógica, en relación de
causa-efecto. Ejemplo:

La educación en México se encuentra en


crisis. Los conflictos sindicales de los
maestros, entre otros factores, provocan el
fracaso de la educación.

4.-Consecuencia, pone en relación una idea,


con otra que describe su consecuencia.
Ejemplo:
La deficiente formación docente disminuye la
calidad educativa. Los alumnos en las
escuelas padecen la escasa preparación
docente.

5.- Precedencia, a partir de una idea destaca


otras que le han precedido. Ejemplo:

La educación básica actualmente proporciona


continuidad a los niveles de
educación preescolar, primaria y secundaria.
Anteriormente los niveles se encontraban
desligados y sin continuidad, no se tenía una
idea clara de educación básica, la formación
normalista no atendía aspectos comunes a
educación preescolar, primaria y secundaria.

6.- Sucesión, establecida una idea, se


destacan otras que se producirán a
continuación. Ejemplo:

Algunos docentes carecen de vocación


magisterial; los docentes sin vocación son
apáticos y al serlo disminuye la calidad de la
educación, y con ello crece la injusticia
social.
7.-Generalización, permite generar, a partir de
una ideas específicas, una conclusión, de
manera general. Ejemplo:

Algunos maestros tienden a faltar mucho a


clases; los maestros sin vocación son
faltistas.

8.-Ejemplificación, opuesta a la
generalización, plantea una idea
específica a modo de ilustración o,
como su nombre lo indica,
ejemplificación:

Existe una pésima imagen del


maestro; la prensa y los medios de
difusión destacan más lo negativo
de la educación, como los
conflictos sindicales por ejemplo.
9.- Tipología, varias ideas
específicas se asocian con una
general. Ejemplo:

El crecimiento cuantitativo de la
educación, masificó la
contratación de docentes y la
matrícula en las normales, al
tiempo que profesionistas y
técnicos se incorporaron como
docentes. Por lo tanto existen
maestros por vocación y los que lo
son por subsistencia.

10.- Experiencia personal, se


incluyen ideas a partir de
protagonismo personal o ajeno.
Ejemplo:

Los docentes perciben muy bajos


salarios, lo que les obliga a
buscar otros ingresos. Un maestro
de normales, se va, en vacaciones,
a laborar a Norteamérica.

11.- Autoridad, es la cita en que


nos apoyamos para manifestar
convicción o desacuerdo. Ejemplo:

Educar es asumir una postura


política. Como dice Francisco
Gutiérrez (1997: 27), “La política
como una de las más importantes
dimensiones del ser humano, ha de
formar parte integrante del
proceso educativo”.

Para la organización de las ideas


se recomienda clasificarlas en
grupos y subgrupos, a partir de
características en común, a efecto
de construir un mapa que muestre
las relaciones entre las ideas en
orden jerárquico: las más
importantes, generales o
principales al centro y
secundarias en los extremos o
periferia, en relaciones de:
inclusión, exclusión o
intersección. Completo el esquema
su análisis puede ser base para la
elaboración del esquema o posible
índice de nuestro ensayo.

En todo caso el ensayo implica un


proceso de documentación y con
frecuencia de investigación
empírica, lo que entonces obliga a
un diseño o plan de trabajo con
cuatro etapas, no necesariamente
en secuencia rígida: planeación,
recopilación, ordenación y
análisis, y redacción.

Recordemos que algunos aspectos


o componentes de un plan o diseño
son importantes para un ensayo
como: justificación, objetivos,
delimitación, referente teórico,
metodología, agenda y fuentes de
información.

En tanto que para la recopilación


de información sigue siendo
recomendable el uso las fichas de
trabajo, con todo y el avance de la
informática o, mejor aún,
aprovechando los avances de la
computación.

Realizada la investigación, orden y


análisis de información, así como
los procesos de preescritura, se
procede a la etapa de escritura,
para lo cual y a partir del esquema
original se construyen los párrafos
con ideas y argumentación,
seleccionando un estilo, cuidando
siempre la cohesión y los
conectores o nexos entre ideas,
párrafos y partes del ensayo.
Es conveniente clarificar las ideas
y mostrarlas o, mejor,
demostrarlas con precisión, de
preferencia ubicando una o dos
ideas por párrafo, tal vez más pero
claramente expresadas y
diferenciadas.

Entre los tipos de párrafos que se


pueden construir se puede optar
por los de: enumeración,
secuencia, comparación y
contraste, desarrollo de un
concepto, enunciado y solución de
problemas, causa-efecto.

Es importante cuidar el estilo


cohesionado, resolver problemas o
dudas de lenguaje, vigilar la
ortografía y la redacción en
general, especialmente la
puntuación y la unidad del texto
completo; es importante también
seleccionar las palabras
adecuadas y pertinentes, tratando
de enriquecer el vocabulario
propio, por medio de diccionario
y , sobre todo, mucha lectura.

Se trata de escribir demostrando


argumentos para llegar a una
conclusión.

La conclusión es quizá la parte


más importante del ensayo.

Se trata de afirmaciones
concretas, que muestren síntesis y
análisis de todo el trabajo, así
como interrogantes y
planteamientos (de ser posible)
originales, como resultado de la
investigación y la reflexión.
Aquí es necesaria una actitud
crítica y de aplicación en el
análisis de la realidad inmediata,
contextualizando y
problematizando, en una posible
construcción del futuro deseable.

Así como en un intento de


aportación teórica a la temática
del ensayo, siempre desde una
perspectiva personal.

En la etapa de postescritura se
hace primero una revisión, para
detectar errores, evitar
repeticiones, lugares comunes o
frases hechas, analizar el orden de
las palabras; eliminar palabras,
frases o párrafos superfluos;
revisar el uso de citas y su
referencia, las fuentes de
información en orden, claridad en
las ideas, etc.
Se procede a una redacción final
cuidando el estilo, la cohesión y,
en general, la presentación del
ensayo.

BIBLIOGRAFÍA:
Carozzi M y Somoza P. 1994. “Para
escribirte mejor”. Ed. Paidós.
México
Cohen, Sandro. 2000. “Redacción
sin dolor”. Ed. Planeta. México.
Ecco Humberto. 1999. “Cómo se
hace una tesis”. Ed. Gedisa.
Barcelona España.
Gutiérrez Francisco. 1997.
“Educación y praxis política”. Ed.
Siglo XXI México.
Martínez Farías E. 1998. “Taller de
expresión oral y escrita 2” Ed.
Trillas México.
Murguía I. y Salcedo J M 1985.
“Redacción e investigación
documental I” UPN-SEP
México.
Serafíni Ma. Teresa 1997. “Cómo
se escribe”. Ed. Paidós. México.
Zubizarreta F. 1990. “La aventura
del trabajo intelectual” Ed.
Gedisa. Argentina.

BASES PARA UNA MALA


REDACCIÓN

1. OLVIDE AL LECTOR.
OSCURIDAD Y TORTUOSIDAD.
PEDANTE. NO TOMAR EN CUENTA
LA POSIBLE REACCIÓN DEL
LECTOR.
SI USTED ESCRIBE MAL, TENDRÁ
TAN POCOS LECTORES QUE NO
MERECEN ESFUERZO ALGUNO.

QUE EL TITULO DESORIENTE Y


DESCONCIERTE AL LECTOR.

USE FRASES LARGAS QUE


CONTENGAN MUCHAS IDEAS EN
PÁRRAFOS MUY LARGOS.
RARA VEZ UTILICE PORQUE,
PUNTO Y COMA Y PUNTO Y
APARTE.
EVITE PALABRAS DE RELACIÓN
COMO. ADEMÁS, POR OTRO
LADO, EN CONSECUENCIA, DE LO
ANTERIOR, ETC.
NO HAY NECESIDAD DE CITAR
EJEMPLOS, NI CASOS
CONCRETOS, NI REFERENCIAS,
CITAS, ETC.
SEA USTED MÁS COMPLICADO,
INESPERADO O INCONSECUENTE.

ALARGUE SUS ESCRITOS


EXPLICANDO COSAS QUE NO
NECESITEN EXPLICACIÓN.

SEA PROLIJO, VAGO Y POMPOSO.


OSCURO
EVITE SER ESPECÍFICO. USE
BASTANTE VERBORREA,
INCLUYA MUCHAS PALABRAS Y
ORACIONES SUPERFLUAS. UN
PENSAMIENTO ÁRIDO PUEDE
TENER UN HALO MÍSTICO.

PALABRERÍA
EN LUGAR DE ESCRIBIR: “DAD AL
CÉSAR LO QUE ES DEL CÉSAR”,
ESCRIBA: “SE DEBERÁ
CONSIDERAR APROPIADO, DESDE
EL PUNTO DE VISTA MORAL O
ÉTICO, EN EL CASO DEL CÉSAR,
PROPORCIONARÁ A ESTE
POTENTADO TODOS AQUELLOS
OBJETOS Y MATERIALES DE
CUALQUIER TIPO O CARÁCTER
EN QUE PUEDA COMPROBARSE
QUE SU FUENTE ORIGINAL SEA
DEL DOMINIO DEL CITADO”.

NO REVISE
ESCRIBA APRESURADAMENTE,
DE PREFERENCIA CUANDO ESTÉ
CANSADO. HÁGALO SIN PLAN.
ESCRIBA LOS PUNTOS
CONFORME SE LE OCURRAN. NO
REESCRIBA MÁS DE UNA VEZ EL
MISMO TEXTO. ASÍ SERÁ UN
ESCRITO ESPONTÁNEO Y POBRE.
ENTREGUE SU TEXTO AL
MOMENTO DE TERMINARLO. NO
PRESTE ATENCIÓN A LAS
CRÍTICAS.

NO LEA, O LEA PORQUERÍAS, SI


ES…

NO LEA, O ESCRIBA TONTERÍAS,


SI ES TONTO.

DE LA ARQUEOLOGÍA A LA
GENEALOGÍA

Francisco Javier Ibarra Serrano

Al igual que lo hicieron los romanos,

respecto de los griegos, los mexicas


tomaron de los toltecas su cultura y

pensamiento; los primeros

caracterizados como bárbaros y

bélicos y los segundos como

artistas y pensadores.

Los aztecas fueron conducidos

hasta el “ombligo de la luna” por su

feroz dios de la guerra,

Huitzilopochtli, cuyo nombre

significa “El mago colibrí” y quien a

pesar del bello significado de su

nombre era belicoso, sanguinario y

sediento de sacrificios humanos;


por el contrario: Quetzalcoatl, “La

serpiente emplumada” era el dios

de los toltecas, un dios creador,

artista, educador, el que enseñó a

sembrar y cultivar el maíz, capaz

incluso, según la leyenda, de

sacrificarse por su pueblo, cual

Prometeo de Mesoamérica, era el

dios de la educación.

Los aztecas requerían legitimar su

llegada a Tenoxtitlan, así como su

expansionismo territorial

imperialista; por lo que recurrieron


al mito de Tenoch y su visión del

águila devorando a una serpiente,

sobre un nopal en una isla en un

lago, como causa explicativa de su

destino manifiesto.

La leyenda dice que fue necesario

el sacrificio de los dioses, para que

la vida y el universo pudieran

existir; lo que provocó una ideología

en la que el sacrificio de los seres

humanos a los dioses era natural

consecuencia, esencial además


para la conservación de la vida y el

universo mismo.

Quetzalcoatl regresó en el

momento preciso y previsto: Ce

Acatl, el año uno caña; precedido

por un año de sucesos

extraordinarios en el mundo azteca:

las aguas del lago se agitaron en

grandes olas, derrumbando casas y

torres; aparecieron los cometas en

el cielo; en pleno día pudieron

contemplarse las estrellas y en la

noche se escuchó a la “llorona”. La


profecía se cumplía y Cortés llegó el

jueves santo de 1519.

Al principio no había nada, según

los más antiguos cantos del

continente que también fue una vez

vacío: “Cuando era de noche, en la

oscuridad, los dioses se reunieron”

y crearon la humanidad. Después

vendrá el pre-cerámico, el pre-

clásico, el clásico y el post-clásico

a la llegada de los españoles.


Los aztecas recurrieron a los

sacrificios humanos para, en

nombre de los dioses, intentar

legitimar las guerras de expansión;

como todo pueblo imperialista que

pretende un destino divino.

Entre la simbología de la

cosmovisión de los aztecas destaca

el espíritu de la catástrofe, por eso

sus dioses son terribles, “arte

bárbaro” le llamó Charles

Baudelaire. A partir de Coatlicue

hay una especie de fascinación por


la monstruosidad, que persiste

hasta la actualidad en los “diablos

de Ocumicho”, como ejemplo de

artesanías cuyo origen se remonta a

los siglos del México prehispánico.

Uno puede asombrarse de la

cotidianeidad de los sacrificios

humanos, Moctezuma lo hacía antes

de cada comida; pero los europeos

eran quizá más sádicos, al quemar

vivos a los herejes o en el tormento

refinado de la Santa Inquisición.

Hoy volvemos a impresionarnos con


las escenas que en pleno siglo XXI

nos muestra la televisión, cuando

comunidades en las que aparece no

haber ninguna evolución cultural, se

hacen justicia propia y queman

vivos a supuestos delincuentes,

ante nuestro asombro e

incredulidad.

De acuerdo con Carlos Fuentes

(1992), en el nombre de

Queztalcoatl, la sociedad azteca

mantuvo vivo el culto a la vida a

través de sus sistemas de


educación que eran universales y

obligatorios, mediante los exhortos

en bodas, nacimientos, muertes y

elecciones.

Al igual que en las modernas teorías

educativas, en las que subyace una

determinada concepción de la

persona y de la sociedad; así

también existía una concepción

náhuatl de de la persona, como

rostro y corazón, y de la sociedad

como obediencia, valentía y unidad

del hombre con el cosmos, es decir,


entre los fenómenos sociales y los

naturales.

Hoy el hombre maduro es el que

gobierna a los sentimientos con la

razón; por el contrario, para los

antiguos mexicanos el hombre

maduro se define por el corazón; el

tonto, el inmaduro, el que no ha

recibido educación, tiene que

“cubrir con una máscara su falta de

rostro y ocultar su corazón

amortajado”(León Portilla, 1958:

13).
Una vez que recibía educación el

mexica adquiría un rostro y un

corazón, un rostro sabio y un

corazón firme como la piedra y

resistente como el tronco de un

árbol, de donde se alimenta la

hoguera eterna en honor de los

dioses; el hombre educado es el

dueño de un rostro y de un corazón,

hábil y comprensivo.

El Temachtiani, el maestro, el sabio,

era aquel que lograba, como


consecuencia de su tarea

educativa: hacer sabios los rostros

ajenos, les abre los ojos, los

ilumina; como hoy pretende la

Escuela Normal Superior de

Michoacán, según su simbología

ontológica.

Pero para llegar a ser sabio,

maestro de la verdad, el docente

tenía que tener una cara, un rostro;

haber abierto los oídos para

iluminar a los demás, haber

recorrido el camino para después


formar guías y darles su propio

camino. El maestro tiene que

mirarse en el espejo, para después

ponerlo delante de los otros, tiene

que ser primero cuerdo y cuidadoso,

para que los demás lo sean también

y en ellos aparezca una cara y se

fortalezca un corazón.

Gracias a la acción del maestro

náhuatl y a su estricta enseñanza,

la gente humaniza su querer, hace

fuerte su corazón; el sabio les


“conforta, ayuda, remedia, a todos

atiende” (de un texto náhuatl).

El del rostro sabio, Quetzalcoatl

personificado, comenzaba a enseñar

a obedecer a las personas, a

respetarlas “...cómo deben

entregarse a lo conveniente, lo

recto y cómo han de evitar lo no

conveniente, lo no recto, huyendo

con fuerza de la perversión y la

avidez” (ídem), como si tomasen

ejemplo de los estoicos y mostrando

cómo el discurso pedagógico de los


antiguos mexicanos es considerado

como una de las formas literarias;

tan bella como la poesía misma, que

también cultivaron a plenitud y en

espiritual deleite.

Todos los que recibían educación,

debían caracterizarse por la

prudencia y la cordura; pero todo

maestro tenía que desarrollar

cuando menos cinco atributos:

hacer tomar a los otros un rostro,

hacerlos sabios, que se transformen


en cuerdos y cuidadosos, humanizar

y hacer fuertes los corazones.

Los tipos de habilidades que se

desarrollaban en el Telpochcalli

eran: canto divino, cuenta de los

días; cómo cazar; hacer cautivos en

la guerra; usar macana, escudo,

dardo y flecha. Pero además

aprendían las variadas artes de los

toltecas.

Como afirma Miguel León Portilla

(1958): en el Calmecac se ponía


más empeño en la enseñanza de

tipo intelectual, mientras que en el

Telpochcalli se preocupaban por el

desarrollo de las habilidades del

joven para la guerra y la caza.

Podemos apreciar dos tipos de

educación, para una sociedad

dividida en clases sociales, entre

los que detentan y ejercen el poder

y los dominados destinados al

trabajo y el tributo; lo mismo que

hoy sucede en el México del siglo

XXI. En efecto, uno no puede sino


lamentar que la humanidad no

avanza hacia la justicia social,

cuando millones de personas en el

mundo padecen en este momento

de hambre y desesperanza, siendo

la educación todavía la utopía y el

sueño, por el que debemos, sin

embargo, luchar cotidianamente.

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