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ESTUDIANTE:

DAIRO ALBERTO CUESTA QUEJADA

TUTOR:

KARINA TORRES

ESCUELA DE CIENCIAS AGRICOLAS, PECUARIAS Y DEL MEDIO AMBIENTE

PROGRAMA: AGRONOMÍA

CURSO:

COMPETENCIAS COMUNICATIVAS (90003A_614)

UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA Y A DISTANCIA (UNAD)

2019
INTRODUCCIÓN

El desarrollo de este taller, nos permitirá mejorar nuestra comprensión y análisis


de lectura, teniendo en cuenta algunas pautas dadas. Nos enfocaremos en el
artículo de la revista Semana con título Las consecuencias del maltrato infantil,
escrito por el pedagogo Julián de Subiría, quien mediante este texto narrativo
fáctico nos da a conocer las consecuencias del maltrato infantil en Colombia y
como este tiene relación directa con la cultura de un país que tiene problemas de
convivencia social
RESUMEN

Las consecuencias del maltrato infantil de Julián zubiría

El pedagogo en su texto plantea que en Colombia los índices de maltrato infantil son muy
altos.

Según el último estudio adelantado en Colombia por la Universidad de la Sabana, el 52 %


de los padres actuales maltrata a sus hijos. Lo hacen en su mayoría con palmadas, pero
también es muy alto el porcentaje que recurre al rejo o al palo (47 %). La conclusión es
clara: cerca de la mitad de los hogares en Colombia, maltratan a sus hijos. La cifra
debería preocupar a la sociedad, porque un niño maltratado tenderá a tener dificultades
emocionales, afectivas y sociales a mediano y largo plazo. Estudios realizados por la
investigadora Yolanda Puyana, permiten pensar que, 30 años atrás, los niveles de castigo
físico y golpizas eran todavía mayores, pues se producían en el 62 % de los hogares.

El niño maltratado, debilita su personalidad. Son niños amargados, con enorme debilidad
en sus interacciones sociales. En ocasiones se vuelven muy agresivos, y en otras, muy
huraños. En cualquier caso, no aprehenden a interactuar con sus congéneres, porque lo
que han visto es que las personas se relacionan a las patadas, a los gritos y mediante
humillaciones. Por lo general, en sus hogares se respira temor y muy poca confianza.

En los hogares muy autoritarios se disminuye la comunicación, porque la única voz que se
escucha es la del padre o la madre. Se vive un eterno monólogo. Padre o madre hablan, y
el niño se somete. En cualquier caso, no se sabe lo que quiere el menor, lo que piensa o
lo que quisiera decir. No se le consulta para nada. Él no participa en las decisiones, ya
que se supone que debe obedecer para poder ser formado. Aunque resulte increíble, el
maltratador cree que a golpes se “formará” el carácter del niño o niña. Supuestamente,
así se volverá un adulto más fuerte.

PALABRAS CLAVES DEL  efectos


TEXTO  dificultades
 emocionales
 Castigo físico
 sociales
 Sistema educativo
 afectivas
 Maltrato infantil
 daño interior
 Padres
 autoritarismo
 Hijos
 conflictos
 Comunicación
 Hogar
 Democracia
 Familia
 limites
IDEA PRINCIPAL

Debemos reflexionar, sobre el castigo físico a los menores. Estas prácticas generan
traumas que afectan el desarrollo de la personalidad de los niños y por ende en la cultura
de una sociedad, lo que pretendo al mencionar esta realidad. Es caracterizar un sistema
educativo y su efecto sobre los menores.

IDEAS PRINCIPALES PARRAFO A PARRAFO

Primer párrafo.

Pero lo que pretendo, al mencionar este hecho, es caracterizar tu sistema

educativo y su efecto sobre mí. Sin duda después me mostré ya obediente, pero

quedé interiormente dañado”

Segundo párrafo.

Los niños maltratados son muy fácilmente reconocidos por los profesores: son

huraños, miedosos y, especialmente tristes. Saben que los rechazan en su propia

casa

Tercer párrafo.

Los niños maltratados son muy fácilmente reconocidos por los profesores: son

huraños, miedosos y, especialmente tristes. Saben que los rechazan en su propia

casa

Cuarto párrafo.
La conclusión es clara: cerca de la mitad de los hogares en Colombia, maltratan a

sus hijos. La cifra debería preocupar a la sociedad, porque un niño maltratado

tenderá a tener dificultades emocionales, afectivas.

Quinto párrafo.

En una sociedad tan enferma emocionalmente como la colombiana, es

relativamente comprensible el maltrato. Lo que no debe generar la más mínima

duda de la necesidad de rechazarlo.

Sexto párrafo

Sabemos que el auto concepto es uno de los factores más asociados al éxito en la

vida. Es relativamente común que lleguen más lejos, los niños que sienten más

apoyo, seguridad y confianza de sus padres y profesores. Esto ha sido

ampliamente

Séptimo párrafo.

Me volví obediente –dice-, pero –y esto es lo más importante- “quedé

interiormente dañado”. El niño maltratado, debilita su personalidad.

Octavo párrafo

En los hogares muy autoritarios se disminuye la comunicación, porque la única

voz que se escucha es la del padre o la madre.

Noveno párrafo

Los niños maltratados tienen gran dificultad para expresar sus sentimientos. Es

como si tuvieran un gran peso encima, porque sus vidas han sido invadidas. A eso

se refiere Kafka cuando dice que quedó “interiormente dañado”


Decimo párrafo

Es importante resaltar que, el maltrato impacta la estructura profunda emocional,

social y comunicativa del menor.

Undécimo párrafo

Los estudios psicológicos de seguimiento han permitido encontrar dos tipos de

padres maltratadores

Duodécimo párrafo

Lo más grave, es que el contexto social y cultural tan violento en el que hemos

vivido como sociedad, tiende a justificar el maltrato, el golpe y la humillación.

Muchos padres y madres todavía

Décimo tercero.

En el hogar tiene que haber límites y es indiscutible que también están

equivocados los padres que no los establecen y que dejan a sus hijos hacer lo que

quieran.

Décimo cuarto

Si queremos construir familias más democráticas, debemos elevar la calidad de la

comunicación en el hogar.

Décimo quinto.

Están equivocados quienes siguen creyendo en pleno siglo XXI, que “la letra con

sangre entra”. No se educa con rejo, ni con palos. Sin duda, hay que educar a los

padres.
SIGNIFICADO DE ALGUNAS PALABRAS EN EL TEXTO Y CIONTEXTO DEL

ARTÍCULO

1. Marulla: Andar atento, mirando bien.

2. Auto concepto: es la opinión que una persona tiene sobre sí misma, que lleva asociado un
juicio de valor

http://diccionariolibre.com/definicion/andar%20como%20un%20lech%C3%83%C6%92%C3%82%C
2%B3n%20sin%20mam%C3%83%C6%92%C3%82%C2%A1

es la opinión que una persona tiene sobre sí misma, que lleva asociado un juicio de valor
https://es.wikipedia.org/wiki/Autoconcepto

3. Resiliencia:

Sin embargo, el concepto ha experimentado cambios importantes desde la década de lo

https://es.wikipedia.org/wiki/Resiliencia_(psicología)

4. Huraños:

Que rehúye el trato y la conversación con la gente, poco sociable:


es muy huraña, no le gustan las reuniones ni las fiestas.

https://www.wordreference.com/definicion/huraño

5. Congéneres:

Se trata de un adjetivo que califica a aquello del mismo género u


origen, o que surge de una idéntica derivación.
https://definicion.de/congeneres/

6. Avasallan:

Someter a obediencia a una persona contra su voluntad y por la fuerza.


https://es.thefreedictionary.com/avasallan

7. Efecto Pigmalión:

produce que la autoestima del sujeto disminuya y que el aspecto sobre el que se actúa
disminuya o incluso desaparezca.

https://es.wikipedia.org/wiki/Efecto_Pigmalión

8. Extravagante:

Fuera de lo común o rareza por ser excesivamente original:


tiene una forma de vestir muy extravagante.

https://www.wordreference.com/definicion/extravagante

9. Absurda:

es un concepto que refiere al pensamiento irracional (lo contrario al pensamiento racional,


que se aparta de la razón) y a la conducta extravagante (lo contrario de la conducta
considerada como normal o convencional).

https://es.wikipedia.org/wiki/Absurdo

10. Disparatada:

Que es absurdo, increíble o imprudente

https://es.thefreedictionary.com/disparatado

11. Autoritarismo:

Se entiende también como una actitud abusiva de la autoridad.

https://www.significados.com/autoritarismo/

12. Lesivos:

Que produce lesión o perjuicio

https://es.thefreedictionary.com/lesivos

“Al ver que unos cuantos gritos de amenaza no producían efecto, me sacaste de la
cama, me llevaste a la terraza y allí me dejaste (…), en camisón, ante la puerta
cerrada. No voy a decir que estuviese mal hecho; es posible que no hubiese
realmente otra manera (…); pero lo que pretendo, al mencionar este hecho, es
caracterizar tu sistema educativo y su efecto sobre mí. Sin duda después me
mostré ya obediente, pero quedé interiormente dañado”.
Con estas palabras, Franz Kafka en su célebre Carta al Padre, describe uno de los
efectos más lesivos y prolongados del maltrato infantil. Los niños maltratados son
muy fácilmente reconocidos por los profesores: son huraños, miedosos y,
especialmente tristes. Saben que los rechazan en su propia casa y eso produce
profundo dolor ¡se les ve en su mirada!

. Los niños maltratados son muy fácilmente reconocidos por los profesores: son
huraños, miedosos y, especialmente tristes. Saben que los rechazan en su propia
casa en algún momento de la vida y debería ser lectura obligada en caso que se
sospeche autoritarismo o maltrato del padre o la madre hacia su hijo o hija.

Según el último estudio adelantado en Colombia por la Universidad de la Sabana,


el 52 % de los padres actuales maltrata a sus hijos. Lo hacen en su mayoría con
palmadas, pero también es muy alto el porcentaje que recurre al rejo o al palo (47
%). La conclusión es clara: cerca de la mitad de los hogares en Colombia,
maltratan a sus hijos. La cifra debería preocupar a la sociedad, porque un niño
maltratado tenderá a tener dificultades emocionales, afectivas y sociales a
mediano y largo plazo. Estudios realizados por la investigadora Yolanda Puyana,
permiten pensar que, 30 años atrás, los niveles de castigo físico y golpizas eran
todavía mayores, pues se producían en el 62 % de los hogares.

En una sociedad tan enferma emocionalmente como la colombiana, es


relativamente comprensible el maltrato. Lo que no debe generar la más mínima
duda de la necesidad de rechazarlo como práctica que viola los derechos
humanos, y que expone a la sociedad a complejos problemas de convivencia en el
mediano plazo. En los barrios, los conflictos suelen resolverse a las patadas; lo
mismo en los bares, en las canchas deportivas y en las calles. Nunca hay que
olvidar que hemos convivido con la guerra, las mafias, los secuestros, las
masacres, las desapariciones y el asesinato. Se nos endureció el corazón de ver
tantas muertes: ¡ya hemos perdido la cuenta! Por eso, a algunos llega a
parecerles casi natural, que asesinen los líderes sociales, que se generalice la
corrupción o que un presidente del Congreso haga trampas para beneficiar a su
partido y viole, en medio de marrullas, los derechos de la oposición. Al propio
presidente de la república le pareció que la violación de los derechos de la
oposición por parte del senado, era un problema menor y que no deberíamos
preocuparnos por ello. Es cierto, en Colombia la ética ha sido un problema menor
para la sociedad, las empresas, el gobierno y las familias. Tal vez por eso la
reconciliación y el perdón, le están quedando grandes a un país que se
acostumbró a resolver a bala, machete, y sin ética, los problemas que enfrenta a
diario.

De tiempo atrás, los educadores sabemos que el auto concepto es uno de los
factores más asociados al éxito en la vida. Es relativamente común que lleguen
más lejos, los niños que sienten más apoyo, seguridad y confianza de sus padres
y profesores. Esto ha sido ampliamente estudiado en la psicopedagogía y se le ha
denominado con el bello nombre de Efecto Pigmalión. La teoría concluye que, los
niños no responden a sus capacidades, sino a las expectativas que de ellos tienen
sus padres y maestros. Si el niño siente que sus padres y maestros tienen
expectativas altas y realistas, llegará lejos, porque así se genera la seguridad
necesaria para avanzar en la vida. Pero si el niño siente que sus padres y profes
creen que no podrá llegar lejos, entonces, perderá la confianza y la seguridad, dos
de los motores esenciales de la vida, que serán decisivos para vencer obstáculos
y para convertir cada dificultad en una nueva oportunidad en la vida, en lo que se
ha dado en llamar la resiliencia. Por el contrario, los niños maltratados tienen el
auto concepto por el suelo. Se sienten rechazados y, por eso, su confianza y
seguridad son ínfimas. Son niños que viven con miedo, porque temen que, en
cualquier momento, los van a golpear, sin saber cuándo, dónde, ni por qué. La
arbitrariedad la han aprehendido conviviendo con sus padres: ¡Paradójicamente
son maltratados por quien afirma quererlos!

Otro efecto del maltrato infantil, lo expresa Kafka de manera clara: Me volví
obediente –dice-, pero –y esto es lo más importante- “quedé interiormente
dañado”. El niño maltratado, debilita su personalidad. Son niños amargados, con
enorme debilidad en sus interacciones sociales. En ocasiones se vuelven muy
agresivos, y en otras, muy huraños. En cualquier caso, no aprehenden a
interactuar con sus congéneres, porque lo que han visto es que las personas se
relacionan a las patadas, a los gritos y mediante humillaciones. Por lo general, en
sus hogares se respira temor y muy poca confianza.

En los hogares muy autoritarios se disminuye la comunicación, porque la única


voz que se escucha es la del padre o la madre. Se vive un eterno monólogo.
Padre o madre hablan, y el niño se somete. En cualquier caso, no se sabe lo que
quiere el menor, lo que piensa o lo que quisiera decir. No se le consulta para nada.
Él no participa en las decisiones, ya que se supone que debe obedecer para poder
ser formado. Aunque resulte increíble, el maltratador cree que a golpes se
“formará” el carácter del niño o niña. Supuestamente, así se volverá un adulto más
fuerte. Si él hablara y escuchara a sus hijos, sabría que eso no es cierto, que le
mienten sus creencias.

Los niños maltratados tienen gran dificultad para expresar sus sentimientos. Es
como si tuvieran un gran peso encima, porque sus vidas han sido invadidas. A eso
se refiere Kafka cuando dice que quedó “interiormente dañado”: disminuido,
arrugado emocionalmente, incapaz de decir lo que siente. Estos niños vivirán
como jóvenes y adultos, con mayor tristeza, depresión y soledad. Sin ninguna
duda, son niños más propensos al suicidio, porque carecen de identidad,
seguridad, proyectos y esperanza.

Es importante resaltar que, el maltrato impacta la estructura profunda emocional,


social y comunicativa del menor. De allí, que, por lo general, el daño provocado
sea difícilmente reparable. Estudios psicoanalíticos de seguimiento concluyen que
los padres maltratadores tienden a subvalorar al hijo y que privilegian la disciplina
y el rigor. Por ello, se tornan con frecuencia arbitrarios: quieren demostrarle al hijo,
que ellos siempre son los que mandan. Se sienten dueños de sus hijos y actúan
como si lo fueran. Kafka lo dice de manera brillante: “Tu opinión era justa;
cualquier otra era disparatada, extravagante, absurda. La confianza que tenías en
ti mismo era tan grande, que no necesitabas ser consecuente para seguir teniendo
siempre la razón.”

Los estudios psicológicos de seguimiento han permitido encontrar dos tipos de


padres maltratadores: los de personalidad muy fuerte, que avasallan al menor o, al
contrario: un padre que busca en su hijo la reafirmación del yo. Pese a lo
paradójico que resulte, un tipo de autoritarismo es el ejercido por quien presenta
tan poco reconocimiento social, que busca en el autoritarismo un mecanismo
compensatorio de autoafirmación.

El padre o madre autoritario, centraliza la autoridad en el hogar e impone la


disciplina sin ningún tipo de consulta, comunicación, diálogo o participación del
hijo. Lo más grave, es que el contexto social y cultural tan violento en el que
hemos vivido como sociedad, tiende a justificar el maltrato, el golpe y la
humillación. Muchos padres y madres todavía creen que es necesario golpear y
castigar a sus hijos, ya que presuponen que a futuro, los hará más fuertes. De
hecho, la mitad lo sigue haciendo. Son expresiones de una sociedad enferma y
violenta, que termina por justificar el castigo, el maltrato y la violencia a la mujer y
a los niños. Los maltratadores siempre se ponen como ejemplo: “A mí me pegaron
y no tuve problema en la vida”. No son conscientes de los efectos que el maltrato
ha tenido en ellos y en los niveles de intolerancia y violencia que suele permear
las relaciones entre los colombianos. Deberíamos decirles: precisamente por eso
estamos como estamos en la Colombia de hoy. La cultura del vivo, de la
desconfianza, de la violencia y de la trampa, se aprehende, principalmente, en los
hogares colombianos. Esas familias maltratantes, también han generado una
nación que obedece por miedo a los líderes autoritarios y que impide la
participación democrática de la sociedad.

En el hogar tiene que haber límites y es indiscutible que también están


equivocados los padres que no los establecen y que dejan a sus hijos hacer lo que
quieran. Dicen ser amigos de ellos sin darse cuenta que tenemos infinidad de
amigos, pero un solo padre y madre en la vida. Por eso la pérdida de autoridad en
los hogares, es un nuevo y creciente problema en las sociedades modernas, al
que tendremos que referirnos en una próxima columna. Paradójicamente, la
familia permisiva también expresa autoritarismo, en este caso el maltratante es el
hijo y los maltratados son los propios padres.

En las familias ocurre algo similar a lo que sucede en las naciones: las
democráticas son las que forman hijos más felices y sanos emocionalmente. Del
mismo modo, sólo las naciones democráticas garantizan el desarrollo humano. Si
queremos construir familias más democráticas, debemos elevar la calidad de la
comunicación en el hogar, crear condiciones para ampliar la participación de todos
los miembros; aceptar y respetar los derechos y las diferencias, y mantener las
decisiones en cabeza de los padres. La autoridad no se cede, pero la participación
y el diálogo, tienen que elevarse.

Están equivocados quienes creen que se necesita golpear a los niños para que
aprendan. No aprendemos así los adultos, ¿por qué van a aprender de esa
manera los menores? Están equivocados quienes siguen creyendo en pleno siglo
XXI, que “la letra con sangre entra”. No se educa con rejo, ni con palos. Sin duda,
hay que educar a los padres para que aprendan a poner los límites, y para que lo
hagan escuchando y respetando la identidad y los derechos de cada hijo. En
palabras más cotidianas, necesitamos una Pedagogía Dialogante y no una
humillante. A eso se refería Kafka, cuando caracterizaba el “sistema educativo” de
su padre: es un sistema para formar niños obedientes, pero dañados
interiormente. ¿Eso es lo que queremos para nuestros hijos y para la sociedad?

Conclusión a la que llega el autor en el texto

Están equivocados quienes creen que se necesita golpear a los niños para que
aprendan. No aprendemos así los adultos, ¿por qué van a aprender de esa
manera los menores? Están equivocados quienes siguen creyendo en pleno siglo
XXI, que “la letra con sangre entra”. No se educa con rejo, ni con palos. Sin duda,
hay que educar a los padres para que aprendan a poner los límites, y para que lo
hagan escuchando y respetando la identidad y los derechos de cada hijo. En
palabras más cotidianas, necesitamos una Pedagogía Dialogante y no una
humillante. A eso se refería Kafka, cuando caracterizaba el “sistema educativo” de
su padre: es un sistema para formar niños obedientes, pero dañados

Situaciones reales del lector

Al comparar y contrastar este articulo con casos de mi vida real, me ayuda


reflexionar sobre el sistema educativo que doy a mi hija. Ya que a veces actuó de
forma autoritaria y egoísta, la comunicación no es la mejor en algunos casos. Los
padres tendemos a repetir el modelo educativo conque fuimos formados, y esto lo
reflejamos con nuestros hijos a mí me pasan algunas de las cosas aquí
planteadas. Aunque no soy un padre maltratador a veces caemos en el error y
esta lectura me deja mucho que aprender.
CONCLUSION

Al desarrollar es trabajo, se comprendió lo importante y necesario que es utilizar


algunas pautas para mejorar nuestra comprensión lectora, las cuales ayudan a
que el estudiante memorice y asimile más el contenido de lo leído.

Es importante siempre subrayar y sacar un glosario de palabras desconocidas, las


cuales nos llevan a tener un conocimiento más claro y preciso de lo que se lee.

Bibliografía de acuerdo a norma APA


(Julian, 2019)

https://www.semana.com/opinion/articulo/las-consecuencias-del-maltrato-infantil-
columna-de-opinion-julian-de-zubiria/624996

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